Brahim Díaz (Málaga, 1999) jugará con la selección absoluta de Marruecos y no con España. Esa es la noticia que saltó el domingo por la noche en los pasillos del Santiago Bernabéu y que opacó la victoria del Real Madrid sobre el Celta de Vigo, con el andaluz en el once titular. El centrocampista se ha visto obligado a tomar la decisión ahora al estar en la prelista de ambos combinados nacionales: el país de su abuela paterna, Marruecos, y el país que le vio nacer a él, a sus hermanos y a sus padres, España. Una elección que, según pudo confirmar este periódico, acordó definitivamente el pasado jueves 7 de marzo y que fuerza a viajar al pasado para entender la intrahistoria de una situación llena de contradicciones y esperas.
Vayamos primero a la adolescencia de Brahim. Criado en el Málaga, con 14 años decidió irse al Manchester City, donde fue superando diferentes categorías hasta debutar como profesional a los 17. Con 19, abandonó Inglaterra y firmó con el Madrid, que le cedió al Milán durante tres temporadas seguidas, hasta este pasado verano. Y mientras todo eso sucedía, Brahim se convirtió en un fijo de las selecciones inferiores de España. Disputó el Europeo sub'17 de 2016, fue internacional sub'19 y jugó el Europeo sub'21 de 2021, justo antes de debutar con la absoluta en un amistoso ante Lituania. Ahí, en el verano de ese año, llegaría lo que los que mejor conocen la situación llaman "el punto de inflexión" para Brahim.
Su ausencia en Tokio, clave
Después de caer en semifinales del Europeo sub'21, con Brahim en el equipo titular, a Luis de la Fuente le tocó hacer también la lista de convocados para los Juegos Olímpicos de Tokio. De los 11 titulares y los 4 suplentes que habían disputado las semis del torneo continental ante Portugal, el seleccionador olímpico llamó a 8, más de la mitad. El portero Álvaro Fernández, los defensas Mingueza, Miranda, Óscar Gil y Cucurella; los centrocampistas Zubimendi y Bryan Gil y el delantero Javi Puado. Ni rastro de Brahim, titular en tres de los cinco partidos del torneo y por aquel entonces futbolista del Milán. Nunca más le volvió a convocar.
Semis de Champions y Scudetto, sin llamada
Después de 124 partidos en el conjunto rossonero, con 18 goles, 15 asistencias, un Scudetto y unas semifinales de Champions, Brahim volvió este verano al Madrid. No le habían llamado por teléfono ni le habían convocado por España, pero seguía esperando a la selección mientras Marruecos no dejaba de insistir. El combinado africano le llamó por primera vez en 2017, cuando todavía estaba en la sub'19 española, y no dejó de marcar su teléfono cada año. La respuesta de Brahim era siempre la misma: "Quiero jugar con España".
Todo hasta los últimos seis meses. Brahim volvió al Madrid para triunfar en el Bernabéu y con la idea de que los minutos de blanco le abrieran las puertas de la selección española absoluta, que tampoco había pensado en él para el Mundial de Qatar ni para la Nations League, el primero con Luis Enrique y la segunda con De la Fuente, el mismo que no le convocó para los Juegos. Decidió pelear y esperar. No disputó demasiados minutos al inicio de la temporada y no le llamaron para los parones de septiembre y octubre, pero ha aprovechado las lesiones del Madrid y a partir de diciembre sí ha sido importante. 8 goles y 4 asistencias que muestran su evolución. ¿El resultado? Estaba en la prelista de De la Fuente para este parón de marzo, el primero desde el año pasado.
¿El problema? Teniendo a Marruecos detrás, convertido, cuentan fuentes cercanas a la situación, en "cuestión de Estado" en el país africano durante los últimos meses, el futbolista considera que no ha recibido la atención y el cariño que sí ha dado la Federación Española a otros futbolistas que estaban en una situación parecida, como Le Normand, Laporte, Lamine Yamal o Stefan Bajcetic. Jugadores nacionalizados o que tenían que decidir entre España y otro país.
De hecho, según pudo saber este periódico, la RFEF cenó con varios de ellos para convencerles, como con Yamal. En el caso de Brahim, el futbolista argumenta que no ha recibido ningún mensaje, llamada ni interés de nadie de la Federación. Que directamente no han existido los contactos. En Las Rozas, sin embargo, la reflexión sobre los hechos es diferente. Este lunes el seleccionador Luis de la Fuente aseguró que no había hablado con Brahim, pero que "lo importante es querer, sin exigencias ni condiciones".
¿Qué exigencias había puesto Brahim sobre la mesa? ¿Cómo las sabe el seleccionador si, como dan a entender ambos, no hubo contactos? De un lado se desliza que había pedido ser un habitual en las listas e incluso asegurarse la Euro, algo que desde el entorno del futbolista se niega con contundencia.
El discurso interno de Brahim se centra de nuevo en la diferencia en el trato de la RFEF con otros futbolistas. "Cuando me llamó el seleccionador, la cosa fue muy rápida", dijo Le Normand en su primera rueda de prensa. Eso, insisten a este periódico, pedía el andaluz, una llamada que no se ha producido y que lo podría haber cambiado todo. De ahí el silencio del futbolista durante los últimos meses en cada zona mixta en la que le tocaba participar. "Estoy centrado en el Madrid", repetía. Estaba esperando un gesto que, según él, nunca llegó. Ahora ya es tarde y el jugador, que ya durante las últimas semanas había asumido que daría el "sí" a Marruecos, decidió el jueves que jugaría con ellos. Ahí será capitán general.