Los 335 días de Courtois: mucho gimnasio y "fuerza mental" para superar un doble 'crac' y acortar los tiempos de sus lesiones

Los 335 días de Courtois: mucho gimnasio y “fuerza mental” para superar un doble ‘crac’ y acortar los tiempos de sus lesiones

Once meses después, el hombre que levantó el muro de París para que el Real Madrid ganara su decimocuarta Copa de Europa volverá a jugar un partido oficial con el conjunto blanco. Parece mentira y conviene recordarlo: el equipo de Carlo Ancelotti, en la orilla del título de Liga y peleando por una nueva final continental, lleva 335 días sin contar en su alineación con el mejor portero del mundo. Este sábado, en la tarde que puede convertir al Madrid en campeón de Liga si gana y el Barça no lo hace, Courtois volverá a ser titular.

La última vez que el nombre del belga se anunció de inicio fue el 4 de junio de 2023 ante el Athletic, hace once meses. Después llegarían las vacaciones, la pretemporada y el pasado 10 de agosto, fecha terrible para el guardameta. Ese día, en el césped de Valdebebas, mientras preparaba la primera jornada de Liga, notó un crac en su rodilla izquierda, se fue al suelo y los resultados fueron contundentes: rotura del cruzado.

A sus 31 años, la lesión le dejaba prácticamente fuera de la temporada, situando su regreso ocho meses más tarde, en abril, siempre dependiendo de la rehabilitación, los problemas que pueden surgir en el proceso y el nivel que mostrara en su vuelta a los entrenamientos. En ese momento, nadie en el Madrid contaba con él para la temporada. No por no desearlo, sino por no presionarle. Le dieron calma física y mental y se fichó a Kepa para sustituirle.

Días eternos en Valdebebas

Pero Courtois, en silencio, comenzó a acortar plazos en su recuperación. «Es normal que la gente te olvide cuando estás lesionado», admitió en enero. Comenzó a andar sin muletas unas semanas antes de lo esperado y empezó con los entrenamientos de movilidad y fuerza, siempre aconsejado por los servicios médicos del Madrid y casi siempre en Valdebebas, donde pasó mucho más tiempo que cuando estaba sano. Por las tardes, en casa, hacía ejercicios adicionales para exprimir la rehabilitación. Ni un día de descanso.

En el móvil, mensajes de Asensio o Falcao, compañeros que también habían sufrido lesiones en el cruzado. «Todos me dicen que se necesitan de 9 a 10 meses para volver a tu mejor nivel», explicó en una entrevista para el medio belga Sporza. En su cabeza tampoco estaba volver esta temporada. «Si no juego más partidos esta temporada, está bien», declaró. No había prisas.

En febrero, dos meses antes de su objetivo, ya estaba realizando algunos ejercicios con el resto de sus compañeros, y a finales de marzo se le esperaba para completar al 100% las sesiones con la plantilla. Sin embargo, el 19 de marzo llegó otro crac, esta vez en la rodilla derecha, durante un ejercicio en Valdebebas. Alarma total, porque otra lesión de cruzado en la otra rodilla era terrible para su físico, su carrera y mente. Por suerte, las pruebas fueron amables dentro de la dificultad del momento: rotura del menisco. Ocho semanas de baja. Otra vez muletas.

Después del Bayern... "Veremos"

Los plazos volvían a dejar a Courtois fuera de la temporada del Madrid. Esas ocho semanas marcaban su alta a finales de mayo, ya con toda la competición liguera terminada y con la hipotética final de Champions como único evento disponible, toda vez que el belga ya había descartado su presencia en la Euro.

Y de nuevo, «la fuerza mental y física» de Courtois, reconocen en el club, le han devuelto a los entrenamientos, a la convocatoria y a la titularidad antes de tiempo. El 21 de abril, un mes después de la lesión y cuatro semanas después de dejar las muletas, volvió a entrenar con el grupo. Entró en la lista para la ida ante el Bayern y hoy ante el Cádiz será titular. «Puede aportar, tiene ilusión y es una gran noticia para nosotros», admitió Ancelotti, que anunció a Lunin como titular contra el Bayern pero no descartó a Courtois si pasan a la final: «La primera final es el miércoles. Después veremos».

Los ocho meses de "paciencia" de Militao: la estabilidad de su hija, la "sombra" del fisio Salom y la fe religiosa

Los ocho meses de “paciencia” de Militao: la estabilidad de su hija, la “sombra” del fisio Salom y la fe religiosa

El día 12 de agosto de 2023, Éder Militao (Sertaozinho, Brasil, 1998) se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Fue en San Mamés, en la segunda parte de un partido que el Real Madrid ganaba 0-2. Intentó presionar a Sancet, no apoyó bien su pie izquierdo y terminó en el césped, levantando el brazo entre gestos de dolor.

Este 13 de abril de 2024, Éder Militao volverá a ser titular en un partido del conjunto blanco, justo cuando se cumplen 245 días desde aquella tarde en Bilbao. Desde aquella camilla en la que los que le rodeaban se echaban las manos a la cabeza y les caía alguna lágrima, especialmente a sus "hermanos" brasileños, Vinicius y Rodrygo, que fueron los primeros en pedir la entrada de los médicos.

Y ahí, con el cruzado roto, Militao, convertido en uno de los grandes líderes del vestuario durante los últimos años, sacó lo que en Valdebebas llaman "espíritu de capitán". "Sonrió y tranquilizó a todos", recuerdan fuentes cercanas al vestuario del Madrid.

"El más tranquilo del mundo"

Esa forma de ser le ha ayudado durante estos ocho meses. Cuentan en el club que mientras el entorno y la prensa ya calculaban los posibles sustitutos y fichajes, él se mantuvo como "el hombre más tranquilo del mundo", algo que lleva escrito en la piel: "Paciencia", reza uno de sus múltiples tatuajes.

Operado el 17 de agosto por el doctor Manuel Leyes, el mismo que trató a Courtois, Militao se puso entre ceja y ceja el objetivo de volver para las eliminatorias de Champions y aquí está, en pleno mes de abril, listo para salir de inicio en Palma y para jugar, si así lo considera Ancelotti ante la baja de Tchouaméni y las dudas con Nacho, en el Etihad Stadium contra el City.

En esa tranquilidad del defensa durante la recuperación han sido importantes tres factores. Tres protagonistas. Primero su hija Cecilia, de casi dos años, nacida en el verano de 2022, fruto de la relación sentimental con su ex pareja Karoline Lima, y que le ha brindado estabilidad. Segundo, su fe religiosa, evangelista, a la que ha acudido, explican, "en sus momentos de mayor flaqueza", con lecturas de la Biblia casi cada día. Unido más a su familia desde la lesión, el central ha mostrado públicamente su fe durante el proceso de rehabilitación. "Sé fuerte y no desfallezcas, porque tu trabajo será recompensado (Crónicas 15:7)", escribió en sus redes sociales.

"un impulso tremendo"

El tercer factor tiene nombre y apellidos: Jaime Salom. Se trata de uno de los fisioterapeutas del primer equipo, convertido en "su sombra", aseguran, durante las mañanas y tardes de trabajo en Valdebebas y en casa. Primero en el césped de uno de los campos de la ciudad deportiva, pegado al que utiliza el primer equipo, para no alejarse del objetivo, y más tarde en el gimnasio doméstico del brasileño, adornado con fotos de su familia y con momentos de su carrera deportiva.

En enero, y viendo los buenos avances en su recuperación, el Madrid confirmó su confianza en él con el acuerdo de renovación hasta 2028. Esa firma fue "un impulso tremendo" para el central, convencido, más todavía, de poder ayudar esta misma temporada.

Cuando más se acercaba su regreso, a Jaime Salom le acompañó en el trabajo con Militao Juan Carlos Parrales, rehabilitador del cuerpo técnico de Ancelotti, encargado de asistir a los lesionados cuando encaran su vuelta con el resto de la plantilla. Entre ambos ralentizaron un poco el sprint final de la recuperación para no caer en prisas y asegurar que el defensa llegara al mayor ritmo competitivo posible.

Disputó un minuto contra el Athletic, ovacionado por el Bernabéu, y el plan es que hoy en Mallorca acumule una hora de partido para probarle de cara al Etihad, donde no apunta a titular pero sí a echar una mano si el partido lo requiere. "He pensado mucho en este momento. Han sido días difíciles, pero ahora toca disfrutar. Mi vuelta tenía que ser aquí, en casa. Además, frente al club contra el que me lesioné. Volver contra ellos para mí es una felicidad. Pienso en todas las personas que me ayudaron, desde fisios hasta los familiares", aseguró después del duelo contra los bilbaínos.