Una gabarra que une generaciones: "Parece que ha habido una competición interplanetaria y la ha ganado el Athletic"

Una gabarra que une generaciones: “Parece que ha habido una competición interplanetaria y la ha ganado el Athletic”

Cantaba la pequeña Maider a sus 6 añitos el famoso "Athletic, Athletic, Athletic eup! Athletic, gorri ta zuria", mientras sus padres la apremiaban porque llegaban justos al paso de la Gabarra desde el parking del Bilbao Exhibition Center. El lugar elegido para los miles de aficionados del Athletic de fuera de la ciudad para dejar el coche y acceder a un casco urbano atestado.

Eneko Larrúa, su padre, había vivido lo mismo que Maider junto a su aita hace justo 40 años. Él tenía 11. "Intentaremos ver algo y si no, nos empaparemos y disfrutaremos del ambiente", contaba a EL MUNDO. Él y su familia habían recorrido 30 kilómetros desde Balmaseda para disfrutar de un acontecimiento que ha reunido a un millón de personas en torno a los 12 kilómetros de la ría de Bilbao que ha recorrido la citada Gabarra.

Ellos llegaban al paseo Uribitarte sobre las 17h, media hora después de que esta plataforma remodelada en 2021 tras la final de Copa entre el Athletic y la Real Sociedad saliera de La Marítima de las Arenas en Getxo. Lo hacían en uno de los puntos del recorrido más espectaculares, con el Ayuntamiento a un lado y el majestuoso museo Guggenheim en el otro.

Miles de personas se juntaban en las orillas de este tramo de ría en el que predominaban principalmente las familias como la de Iñaki. Este fan del Athletic vino acompañado de sus dos hijas y sus nietos a celebrar lo que ya hizo hace 40 años. "Es muy emocionante, algo único, y además con un equipo que apoya la cantera, que es muy importante", destacaba el aficionado bilbaíno.

Con algunas salidas o cesiones, pero 14 jugadores de la primera plantilla del conjunto bilbaíno son formados en Lezama. Un récord en una liga cada vez más globalizada. "Como es un producto de la cantera, cuando ocurre esto se aprecia más. Nos parece muy buena la política del club", explicaba a EL MUNDO, José, socio "500 y pico" del Athletic según bromeaba y casado desde hace 52 años con Emelina. "Lleva más tiempo de socio, 70 años, que en nuestro matrimonio", bromeaba la mujer.

José y Emelina en la celebración del Athletic.

José y Emelina en la celebración del Athletic.Araba

Salió puntual la mítica embarcación del Athletic Club desde Getxo donde vive Jaime Galíndez con su familia. El aficionado bilbaíno se quiso acercar a ver la gabarra junto a sus tres hijos, que se los habían "devuelto" del colegio antes de tiempo para que pudieran asistir a la celebración. "Parece que ha habido una competición interplanetaria y la ha ganado el Athletic", bromeaba.

La barcaza se ha tomado unos 40 minutos más en realizar el recorrido. El motivo principal fue la parada o reducción de la marcha en San Mamés, donde las 36 personas que portaba la gabarra entre jugadores, cuerpo técnico y directiva, han querido homenajear a los socios fallecidos tirando pétalos de rosas a la ría.

Su llegada al Ayuntamiento ha sido absolutamente apoteósica. Con miles de personas acompañando el lento balanceo de la embarcación para disfrutar de unos minutos más de sus ídolos. Entre ellos estaban Félix Zubizarreta y su nieto Yoritz que, con su decena de años, había venido "porque hacía mucho tiempo que no la sacaban".

Abuelo y nieto esperando a la gabarra.

Abuelo y nieto esperando a la gabarra.Araba

Su abuelo, se reía a su lado. Sabe lo que cuesta sacar esta embarcación. 40 años llevaba en tierra y él estuvo la última vez que se posó en el agua. "Aquella vez no la vi mucho porque me tiré a la ría", contaba. Cuando le pedimos que se explicara mejor, dijo que en la anterior él y su cuadrilla la siguieron en una embarcación y que él terminó en el agua.

Casi termina así la propia Copa del Rey. Iker Muniain, visiblemente contento en la celebración, amagó con hacer un "Sergio Ramos acuático" meneando el trofeo en la cola de la embarcación, para regocijo de los asistentes y mirada asustada de Ernesto Valverde. Finalmente, no llegó la copa al río.

Pasaban 5 minutos de las 19, cuando los jugadores recorrían un pasillo abierto entre la multitud camino del Ayuntamiento. "Han sido muchas lagrimas derramadas, muchas finales pérdidas, pero ahora estamos aquí. Esto es nuestro, esto es vuestro, de toda la familia del Athletic", dijo el propio Muniain desde el balcón del consistorio con el trofeo en las manos.

"Todavía me tengo que pellizcar al ver esto. Estamos locos, estamos locos, la hemos líado. Estamos súper orgullosos", esta vez era Iñaki Williams quien hablaba a la televisión vasca. Lo hacía para los miles de aficionados de todas las edades que se han "enganchado" a este Athletic. "Cosas así hacen falta para las nuevas generaciones que se enganchen al Athletic", confirmaban Florencio y Diógenes, dos hermanos que disfrutaban de su segunda gabarra.

De todas las generaciones y de todas las partes del mundo. Terminando la celebración, la familia Sandoka recorría abrazada de vuelta el paseo Uribitarte. Neftali, Silviane y Junior llegaron hace siete años a Bilbao como refugiados huyendo de la guerra en la República Centroafricana. Ahora, la ciudad y el Athletic, se "han metido en su corazón".

Miles de personas esperan desde primera hora el paso de la gabarra del Athletic

Miles de personas esperan desde primera hora el paso de la gabarra del Athletic

Cuarenta años después, la gabarra del Athletic volverá a recorrer la ría de Bilbao para celebrar un título, la Copa del Rey conquistada el sábado pasado ante el Mallorca en Sevilla. Y la expectación es máxima. Se espera la presencia de un millón de personas, casi tres veces más que la población de la capital vizcaína (346.096 personas en 2023).

Desde primera hora de la mañana, la gente se ha congregado en los márgenes de la ría del Nervión: los más jóvenes celebrando con bebidas y señores de avanzada edad reservando un sitio privilegiado con sus hamacas.

Además, en los últimos días se han puesto en alquiler los balcones y terrazas con vistas a la ría por precios desde los 300 a los 1.000 euros.

Para saber más

La travesía de la gabarra comenzará a las 16.30 en el Real Club Marítimo del Abra de Las Arenas, en Getxo, pero desde 24 horas antes ya se podían ver en algunas partes del recorrido, de unos 13 kilómetros, banderas y vehículos con distintivos rojiblancos ya apostados para el acto.

Está previsto que la celebración dure más de cuatro horas. A continuación, los jugadores del Athletic visitarán el Ayuntamiento y la Diputación. En la gabarra se subirán un máximo de 60 personas y será escoltada por 160 embarcaciones y 32 traineras.

El Gobierno vasco ha anunciado que la multa por saltar a la ría será de hasta 60.000 euros, para evitar tentaciones de aficionados. Habrá tres helicópteros vigilando la celebración.

La expectación es máxima, no sólo en la ciudad, sino en toda Vizcaya. Anoche llegó al aeropuerto de Loiu un avión procedente de Lanzarote repleto de aficionados canarios del Athletic con sus camisetas rojiblancas. También se han desplazado decenas de autobuses de jóvenes hinchas desde toda la geografía española.

La Ertzaintza identifica a cuatro jugadores del Athletic por una celebración no autorizada en las calles de Bilbao

La Ertzaintza identifica a cuatro jugadores del Athletic por una celebración no autorizada en las calles de Bilbao

Actualizado Miércoles, 10 abril 2024 - 16:34

La celebración del Athletic por su conquista de la Copa del Rey en el estadio de La Cartuja dejó en la noche del martes la imagen de Iker Muniain junto a cientos de personas festejando el título en las calles de Bilbao.

Una fiesta que, según informa el diario El Correo y ha confirmado Efe, terminó con cuatro jugadores del conjunto bilbaíno expedientados por "una concentración no autorizada", lo que conllevaría "sanciones administrativas" por incumplir "la Ley Orgánica de Protección de Seguridad Ciudadana".

La naturalidad con la que fue convocada y la amenización por parte de la 'txaranga', a la que pertenece Asier Villalibre, acabó congregando a un amplio número de aficionados que también querían festejar el título de su equipo.

Según las decenas de vídeos publicados en redes sociales, el capitán, subido a hombros de un amigo suyo, fue el encargado de llevar la voz cantante animando a los allí presentes a cantar: "Este es el famoso Athletic, Athletic Club, y estos son los campeones Aupa Athletic txapeldun".

Muniain durante la celebración en Bilbao

Muniain durante la celebración en BilbaoCopa 90Twitter

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De hecho, el propio capitán bilbaíno se hizo eco de la fiesta a través de sus redes sociales: "Esta tarde hemos ido a calentar motores para la gabarra de modo espontáneo y ha sido increíble vivirlo con todos vosotros. Una gozada la respuesta de la gente, su cariño, su trato, su respeto y hasta su colaboración. Onenoak zarete (sois los mejores). Aupa Athletic"

También el propio club quiso compartir imágenes de la celebración, de la que destaca "la espontaneidad", y "querer celebrarlo como uno más". En el vídeo, aparece Munain arengando a los aficionados y explicando que después de una final de "mucho sufrimiento", "mucha presión" para todo el mundo y tras el tiempo que había pasado desde el último título, los jugadores querían estar allí con la gente.

La historia del romance entre las 24 (o 25) Copas del Rey y el Athletic: "Es nuestra Champions"

La historia del romance entre las 24 (o 25) Copas del Rey y el Athletic: “Es nuestra Champions”

Cuando Iker Muniain levantaba el trofeo de la Copa del Rey en La Cartuja debía haber un pensamiento que no se le quitaba de la cabeza. Ayer, el capitán, antes de subir al autobús camino del aeropuerto, tachó con un spray el número 24 que lucía en el vehículo por el 25. Son 25 las Copas del Athletic, según el club; 24 le reconoce la Federación Española. Reclaman la ganada en 1902 bajo el nombre del Vizcaya en un torneo que celebraba la mayoría de edad del Rey Alfonso XIII. "Es un viejo romance", cuenta Txtexu Lertxundi, ex presidente del club.

Revela Lertxundi que Pedro Aurtenetxe, su predecesor y uno de los presidentes más laureados del Athletic, tenía preparado un regalo para el Rey Juan Carlos en el caso de que reeditasen el título de Copa de 1984. Este presente era una conmemoración de los 25 trofeos. Pero en la final de 1985, el equipo perdió ante el Atlético de Madrid. "Si hubiéramos ganado y el Rey hubiera aceptado el regalo, a ver si la RFEF hubiera tenido narices a no admitir que era el 25º título".

Muniain y el número 25 en el autobus del Athletic.

Muniain y el número 25 en el autobus del Athletic.David ArjonaEFE

Hoy eso sigue sin ocurrir, pero a los aficionados del Athletic, más de 100.000 que se pasaron atascados el domingo en serias retenciones para volver desde Sevilla a Bilbao, eso les da igual. "Nos pasó en nuestra final que le ganamos al Barça, había el 80% de banderas rojiblancas por Madrid y ahí empezamos a ganar la final", recuerda con nostalgia el ex futbolista del Athletic, Manu Sarabia.

El desplazamiento de aficionados bilbaínos fue masivo ignorando la estadística, pero abrazando a la historia. "Lo de Sevilla fue un cataclismo mundial", destaca Lertxundi. En los últimos 11 años, el Athletic había llegado antes a nueve finales, cinco de ellas de Copa que había perdido todas. Hasta que llegó la 10ª y con ella el triunfo copero. "No me gusta comparar, pero sí podría ser como la Champions para el Madrid. No puede ir el Athletic por un lado y la Copa por otro, son el mismo camino", dice Sarabia.

La historia, en cambio, les ayudaba. El Athletic gana la Copa cada 40 años, y 2024, como antes 1904, 1944 y 1984, era el año para hacerlo. Es un romance, una pasión eterna. "La pasión en Vizcaya no es el fútbol, es el Athletic", cuenta Carlos Iturgaiz, ex presidente del PP vasco, gran aficionado al conjunto bilbaíno.

Valverde, con el trofeo.

Valverde, con el trofeo.CRISTINA QUICLERAFP

La diferencia entre esos títulos precedentes como destaca Txetxu Lertxundi se podía resumir en la Ley Bosman, una revolución en el mundo del fútbol, pero que no alteró la filosofía del Athletic ni siquiera en sus años más oscuros, cuando el equipo salvó la categoría en el último partido de la temporada 2006-07. "Hubo momentos complicados con la cantera, cuando se estuvo a punto de descender y no se cambió en nada la filosofía", apunta Iturgaiz.

Filosofía única

El político se refiere a la filosofía de apostar por jugadores vascos o formados en la cantera vasca. En un mundo cada vez más globalizado y en el que la entrada de capitales extranjeros complica aún más mantener el nivel. "Cualquier título que podamos conseguir es un mérito tremendo por la filosofía del club. El radio de acción cada vez se limita más, así que el mérito es mayor", explica Sarabia.

Es cierto que, en el caso del Athletic se da, como evoca Iturgaiz haciendo una metáfora respecto al vino: «Una cosecha que hay que aprovecharla». Lo que comenzó con Muniain y De Marcos se mejora con los hermanos Williams, entre otros. "Esta generación del Athletic es una de las mejores, pero el nuevo formato de Copa, a partido único y sorteo de campo, nos da más posibilidades, como ocurrió con el Barcelona en cuartos. Barça, Madrid y Atlético son selecciones mundiales", concluye Lertxundi.

Xabi Alonso, Mendilibar, Arteta... Euskadi brilla en Europa: "Lo que marca la impronta del fútbol vasco es su competitividad"

Xabi Alonso, Mendilibar, Arteta… Euskadi brilla en Europa: “Lo que marca la impronta del fútbol vasco es su competitividad”

Y Berenger la ajustó al palo y San Mamés sonrió desde el cielo. Y Arteta le hizo tres al Brighton para ponerse líder de la Premier mientras Xabi Alonso se aleja cada vez más del Bayern para acercar cada vez más la Bundesliga al Leverkusen. Y la Real apretó al PSG hasta que Mbappé demostró porqué es el mejor jugador del mundo. Y Mendilibar remontó un 4-0 en Conference League con un 6-1 para que sus hinchas griegos le recibieran de madrugada con el Porrompompero.

Y todo eso le ocurre a una gente de una tierra de apenas 7.000 kilómetros cuadrados y poco más de dos millones de habitantes. El fútbol vasco está de moda y el Athletic de Bilbao, tras 40 años y cinco finales perdidas este siglo, lo ha puesto en órbita frente al equipo del 'Vasco' Aguirre.

"Lo que marca la impronta del fútbol vasco es su competitividad". Es Xabier Fernández Monje, responsable de Comunicación en In- Komunikazioa y ex jefe de prensa del Athletic Club quien lo afirma. Fernández Monje, además, tiene varios libros relacionados con la historia del fútbol vasco y, especialmente, del conjunto bilbaíno. El equipo que, junto con la Real Sociedad, son los máximos exponentes de la región.

Aitor Ocio, ex futbolista del Athletic Club coincide con Fernández Monje en que el fútbol vasco, históricamente, siempre ha sido "una referencia". "Es un territorio donde es un elemento muy importante", cuenta el que fuera zaguero del germen del equipo actual, del que aún sobreviven Iker Muniain y Óscar de Marcos.

El Athletic, a su llegada a Bilbao.

El Athletic, a su llegada a Bilbao.Juan FlorEFE/Athletic

Lógicamente, el fútbol vasco ha pasado por épocas más laureadas como los primeros años 30 del Athletic Club o los principios de los 80 donde los leones y la Real Sociedad se repartieron varias ligas entre ellos. "A veces es cuestión de rachas", afirma Ocio respecto a aquellas victorias en la competición nacional que, en el caso del conjunto bilbaíno, se han repartido más en el tiempo en el caso de la Copa del Rey.

Sin embargo, además de la buena situación de los clubes de la región, en esta época coincide también la calidad de sus futbolistas y el nivel que están mostrando sus técnicos. "En los jugadores hay un gen de competitividad muy alto que se extiende hasta los entrenadores", cuenta Fernández Monje y destaca la capacidad de trabajo de los mismos y la discreción frente al escándalo o los focos de otros.

Xabi Alonso es, a día de hoy, el técnico que acapara todos los focos puesto que está a punto de arrebatarle la primera Bundesliga al Bayern en los últimos 11 años. "Su padre es entrenador y fue un jugador que su posición en el campo le hacía saber leer los partidos. Ese talento le ha ayudado, además de la vocación que tenía", ensalza Aitor Ocio al tolosarra que podría dar al Bayer Leverkusen la primera liga de su historia.

Mendilibar, tras ganar la Europa League.

Mendilibar, tras ganar la Europa League.AFP

En la Premier, además de que Mikel Arteta se encuentre peleando con su Arsenal por el título por segundo año consecutivo, Unai Emery ha conseguido meter al Aston Villa en puestos Champions. Mientras, Mendilibar sigue agrandando su leyenda en Grecia tras despedirse del Sevilla con una salvación y la séptima Europa League. "Cuando un técnico ha sido futbolista ayuda a gestionar un equipo porque entiende cómo se sienten y les permite empatizar", destaca Ocio.

Eso le pasa a Ernesto Valverde y a Imanol Alguacil que tienen que gestionar grandes generaciones de futbolistas, muchos de ellos internacionales. Ambos con filosofías muy sui generis en el fútbol globalizado actual. "Los equipos vascos han sabido leer bien el futuro del fútbol", explica Xabier Fernández Monje y destaca el trabajo que se está llevando a cabo en Lezama y Zubieta, los principales exponentes del fútbol base de la región. "Puede ser que se cuide más la cantera que en otras partes", añade Ocio.

Valor

Zubimendi, Nico Williams, Mikel Merino y Oyarzábal están entre los jugadores más valiosos de LaLiga según Transfermarkt con un precio de mercado de 50 millones cada uno. Españoles sólo les superan Gabi, Pedri y Lamine Yamal. "Muchas veces es confianza, pero también es importante tener paciencia", destaca Fernández Monje.

Clubes, entrenadores y jugadores todos de la mano para situar al fútbol vasco en una posición privilegiada en el fútbol actual. En un momento, por cierto, donde el deporte se está recuperando del golpe de la pandemia, algo que ha agudizado aún más la distancia económica entre grandes y pequeños, pero que parece que en Euskadi han conseguido evitar ese golpe gracias a su filosofía y su resiliencia. "Los equipos, no solo los vascos, si quieren cuadrar las cuentas se ven forzados a mirar a la gente de casa. Los vascos tienen más facilidades porque lo han hecho más veces·, apunta Monje.

De momento, equipos, jugadores y entrenadores vascos ya han inaugurado el palmarés este año con una Copa del Rey con deudas históricas, Xabi Alonso aspira a tres títulos más con su Bayer Leverkusen y Arteta y Mendilibar a uno cada uno.

Fútbol de secano

Fútbol de secano

La final de Copa constató una de las características actuales del fútbol español: la carestía goleadora. En conjunto, 43 disparos con ánimo de gol, con sólo 12 entre los tres palos, no sirvieron más que para, tras un encuentro vibrante pero romo, acabar citándose ambos equipos en el punto de penalti. Y, una vez allí, encomendarse cada cual a la Providencia o a la suerte. A Dios o al Azar, reencarnados en los porteros, seres elevados entonces a la

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La gabarra para la generación de Nico y Agirrezabala y la cerveza de Valverde: "40 años para coger la Copa y no queremos soltar jamás"

La gabarra para la generación de Nico y Agirrezabala y la cerveza de Valverde: “40 años para coger la Copa y no queremos soltar jamás”

Cuando Julen Agirrezabala y Nico Williams nacieron, la gabarra llevaba 18 y 16 años sin pasear a un campeón por la ría de Bilbao. Nadie de su generación ha visto al Athletic alzar la Copa del Rey, cinco veces han llorado que se les escapó y ambos se conjuraron y fueron clave para levantarla 40 años después. Les costó 120 minutos probar de todas las formas posibles cómo batir a un combativo Mallorca que los llevó hasta una tanda de penaltis en la que no fallaron. La gabarra, por fin, volverá al agua el próximo jueves.

Fue Iker Muniain quien recorrió los escalones hasta el palco de La Cartuja para recoger de manos del Rey Felipe el título. A final de la larga fila de autoridades estaba Iribar, con lágrimas en los ojos. Como el mítico guardameta, el capitán navarro sabe lo que ha costado volver a ser campeones. "Una barbaridad, muchas derrotas, muchas lágrimas, muchos momentos amargos. Hoy saboreamos el lado bueno del fútbol. 40 años han pasado para coger la Copa y no soltarla jamás", aventuró.

Buscó Iker a otro veterano, De Marcos, para volver a levantar una Copa que llegó pronto a las manos de Ernesto Valverde. No rehuyó el protagonismo como tampoco se libró del manteo.Técnico siempre comedido, agarró el trofeo, caminó en solitario hacia la grada rojiblanca de La Cartuja y, sin dejar de sonreír dejó la Copa en el punto de penalti desde donde se acababan de proclamar campeones. No tiene comparación con ninguno, Sólo hay que ver cómo estaba el campo lo que significa para esta afición. Al final fue en los penaltis, porque también hemos sufrido", admitió el técnico, que miraba de reojo los lanzamientos pero se alegró de la parada de Agirrezabala. "Ha jugado partidos muy comprometidos antes de esta final, como contra el Atlético o el Barça", destacó Valverde.

No será la que se vio en el césped su única celebración, que tendrá que planear. "Me había negado a pensar cómo celebrarlo y ahora tendré que hacerlo. Cuando estaba en Grecia, después de una final aparecíamos en un bar perdido para comer un gyros (un sandwich con pan de pita) y beber cerveza. Algo así haremos", confesó el entrenador mientras la fiesta seguía en el césped.

Una valla cedió

Celebró el Athletic con su afición tan de cerca que una valla del fondo cedió ante la eufórica cercanía de los jugadores sin que se lamentaran daños y al unísono con su plantilla de campeones abrazada en el área entonaron el Txoria Txoi antes de que Asier Villalibre sacara su mítica trompeta y Unai Simón y Yuri se pasaran un ratito cortando la red donde acabaron los cuatro penaltis pateados por el Athletic.

No llegó a patear Nico Williams, que fue el peligro, el mejor jugador del partido, el talento al que se agarraron los rojiblancos. «No puedo esperar más a subir a la gabarra. Llevamos mucho tiempo persiguiendo esto, desde el parque hasta este estadio. El año pasado fallé dos ocasiones en las semifinales y ahora esto es un sueño. Por mi familia, mi hermano, De Marcos, estoy feliz de haberlo logrado en el club de mi vida».

Ese sueño lo cumplirá el próximo jueves y tendrá un protagonismo especial: "Siempre he sido el hermano de, pero ahora me estoy haciendo mi nombre".

Julen Agirrezabala ataja el lanzamiento de Morlanes.

Julen Agirrezabala ataja el lanzamiento de Morlanes.J. REINAAFP

Lo mismo sentía Julen Agirrezabala, otro veinteañero a quien le han contado la historia de cuando fueron los mejores. En este partido fue creciendo hasta atajar las ocasiones del Mallorca, que no fueron muchas pero algunas muy claras, y el penalti de Morlanes que hundió a los de Aguirre con una suerte que muchas veces les salió de cara. Esta vez Dominik Greif no pudo ser el héroe ni llevarse una Copa de regalo de cumpleaños que borrara tres años de calvario de lesiones.

Lo tuvo cerca el Mallorca. Aguirre reconoció más a su equipo que Valverde durante muchos minutos. La Cartuja era rojiblanca y rujía en euskera, pero sus futbolistas estuvieron atenazados por la responsabilidad en toda la primera parte. Les costaba hacer correr a los Williams, que lo peleaban con más corazón que cabeza. Iñaki contra Copete y Lato mientras Nico lograba quebrar a Gio González y Valjent pero no encontraba la portería de Greif.

De la ansiedad se pasó al temblor con el gol de Dani Rodríguez. «Como si jugaras en la plaza» le había dicho al gallego su mujer y por eso no dudó en rematar una pelota escupida por Prados que le ofreció Gio González para que se convirtiera en héroe. Ni Muriqi ni Larin ni Abdón. Aquel chico criado en el Deportivo que en el que llegó del Albacete en el verano de 2018 para jugar en Segunda acercaba al Mallorca a la segunda Copa. Eso pensaba en el palco bufanda al cuello, Rafa Nadal y su entrenador Carlos Moyà. Unas filas más abajo sufría Iríbar viendo a su Athletic tambalearse y a Nico, en un mano a mano escorado contra Greif, estrellar el empate en el exterior de la red antes de que le anularan un tanto por fuera de juego.

Valverde y Unai Simón consuelan a Morlanes.

Valverde y Unai Simón consuelan a Morlanes.JAIME REINAAFP

En el vestuario, Valverde les leyó todo lo que había apuntado en su libreta y hubo un despertar. Si Larin pudo hacer el segundo, nada evitó que su rival se quedara el balón y que el pequeño de los Williams se echara el escudo a la espalda. Se escapó por la banda izquierda, perdió la pelota ante Gio, peleó la recuperación con Samu Costa y asistió a Oihan Sancet para que batiera la meta mallorquinista. Este regalo le convierte en el tercer jugador más goles ofrece a sus compañeros de toda Europa.

Todo empezaba de nuevo aunque, esta vez con un Athletic que se sacudió la tensión para mandar con descaro, jugar y crear ocasiones, pero sin poder evitar la prórroga que puso nerviosos a todos. Pudo cerrar el partido otra vez Nico, pero los 40 años de sequía acabaron de penalti, un castigo que el Mallorca recuerda que ya sufrió en 1998 en su primera final en Mestalla. Al partido le puso fin el largo abrazo de Valverde y Aguirre.

Una 'quedada' para pelearse acaba en una batalla campal entre cuatro grupos ultra y ensucia la fiesta de la Copa

Una ‘quedada’ para pelearse acaba en una batalla campal entre cuatro grupos ultra y ensucia la fiesta de la Copa

La mayor fiesta del fútbol español, la Copa del Rey, ha vivido un pequeño lunar en sus momentos previos. Mientras la mayoría de aficionados, se calcula que en torno a 100.000, acudió a Sevilla a animar a su equipo y a celebrar la final entre el Athletic de Bilbao y el Mallorca, un reducido grupo de radicales ha aprovechado el evento para hacer una quedada para pegarse.

Un centenar de ultras se ha enfrentado en los alrededores de la Alameda de Hércules, una céntrica plaza de Sevilla muy próxima a la Fan Zone del Mallorca, con bengalas, piedras, sillas, taburetes y demás mobiliario de los establecimientos cercanos.

La Policía Nacional se ha visto obligada a intervenir para disolver esta batalla campal en la que no ha habido heridos graves, pero sí daños materiales tanto en el espacio público como en las cafeterías cercanas. Tras la refriega, se ha identificado a cinco personas.

Al parecer, se trataba de una cita entre el grupo radical del Athletic de Bilbao, Herri Norte Taldea, de ideología de extrema izquierda frente a un compendio de ultras del Mallorca y de los radicales de extrema derecha del Betis, los Supporters Gol Sur, y del Atlético de Madrid, los Suburbios Firm.

Este último grupo se trata de una escisión del principal grupo ultra del Atlético de Madrid, el Frente Atlético. En el Suburbios Firm milita el asesino de Aitor Zabaleta, el aficionado de la Real Sociedad apuñalado en los alrededores del Vicente Calderón hace ya 25 años.

Los radicales de Betis y Atlético ya protagonizaron una riña, esta vez entre ellos, en las proximidades del Metropolitano hace justo un mes. Tampoco hubo que lamentar heridos de gravedad.

Los Herri Norte Taldea, por su parte, estuvieron implicados en las agresiones a varios aficionados del Atlético así como a enfrentamientos con la Ertzaintza en Bilbao en la previa del partido que enfrentó al Athletic Club y al Atlético de Madrid en las semifinales de la Copa del Rey.

Íñigo Lekue: "La historia no nos debe una Copa"

Íñigo Lekue: “La historia no nos debe una Copa”

Actualizado Viernes, 5 abril 2024 - 21:20

Iñigo Lekue (4 de mayo de 1993, Bilbao) lleva nueve años viviendo un sueño. Del Athletic desde que recuerda, ha defendido su escudo, ha lucido incluso en ocasiones el brazalete de capitán y tiene dos Supercopas de España en su palmarés. Ahora, quiere sumarles también un título, el de Copa, que se le resiste al club desde 1984, no porque la historia se lo deba, sino porque cree que pueden merecérselo en el campo. El Mallorca es su rival en la final de este sábado y sus sensaciones son excelentes. Como siempre, de hecho, que se ve en un partido de este calibre.

¿Qué balance hace de estos años?
Nueve años dan para mucho. Cuando debutas, asentarte en la élite requiere muchos sacrificios y en este tiempo he tenido un poco de todo. Empecé con muy buen pie, ganamos la Supercopa, pero luego tuve dos lesiones graves, pasé dos veces por el quirófano y estuve un año en blanco, con todo lo que conlleva. Y, ahora, me siento casi en el mejor momento de mi carrera.
Uno de sus apodos es El ingeniero, porque estuvo estudiando Ingeniería Industrial. ¿Llegó a terminar la carrera?
Qué va, ya me hubiese gustado. Empecé a estudiarla con 18 años, en mi primer año estaba fuera de Lezama, allí me fue bastante más fácil combinar el fútbol con los estudios y aprobé bastante bien el primer curso, pero luego ya entré en Lezama y te metes en una espiral en la que es bastante difícil combinar las cosas. En total, estuve cuatro años en la Universidad, y aprobé casi dos, pero, tras mi debut, al final me fue imposible compaginarlo.
¿Se ha planteado retomarla en cuanto se acabe el fútbol?
La verdad es que sí, me he planteado eso y otras mil cosas. Soy bastante inquieto, tengo muchas cosas en mente para cuando deje el fútbol. La mayoría, por no decir el 100%, fuera del fútbol y del deporte, y una de ellas son los estudios, pero, quién sabe, al final tampoco sé cuándo acabará mi carrera. Espero alargarla lo máximo posible.
¿Cree que es importante para todo chaval que comienza no descuidar los estudios?
Para mí sí es muy importante. Sobre todo, en etapas formativas. El fútbol muchas veces es una lotería, cuantos más boletos compres más opciones puede haber de que te toque, pero puede que no, y tener ese plan B es primordial, porque, además, te formas, te enriqueces. Y, por otro lado, también es una vía de escape. Cuando te enfocas en sólo una cosa, puede ser contraproducente. Y al revés sucede lo mismo. Si sólo estudias, también te puedes volver loco. Tener esa posibilidad de evadirte creo que es importante también. Para mí lo fue en su día.

Cantera

¿La apuesta por la cantera del Athletic contribuye a aumentar su espíritu de equipo?
Sin duda. La filosofía del Athletic es única en el mundo y, por lo tanto, sí se genera ese vínculo más estrecho, tanto en la misma plantilla como con la afición, con ese sentimiento de cuadrilla. Creo que es primordial para el rendimiento de cuatro chavales que somos de la tierra y que compiten contra todo el mundo.
La Copa se le resiste al Athletic desde hace ya casi 40 años. ¿Ha llegado ya el momento de romper al fin esa maldición?
No creo que sea una maldición, ganar títulos hoy en día es muy difícil, y aún más con la filosofía que tenemos nosotros, con nuestra identidad. Sí que es verdad que llevamos cinco semifinales seguidas, hemos perdido dos finales en los últimos años... Competimos muy bien, siempre estamos cerca, pero la historia no nos debe una Copa ni se trata de romper una maldición. Hemos llegado a la final porque nos lo hemos merecido, igual que el Mallorca, y esperamos romper esa racha no porque la historia nos lo deba, sino porque nos lo podemos merecer.
¿Tiene la sensación de que este puede ser al fin su año?
Por supuesto. Siempre que llego a una final pienso que va a ser nuestro año. Independientemente de la trayectoria o del rival, estás en un partido en el que te juegas a cara o cruz conseguir un título. Es verdad que este año todos tenemos buenas sensaciones, llegamos con buen rendimiento colectivo y buen rendimiento individual y eso nos da más fuerzas para intentarlo.
¿Cambiaría las dos últimas Supercopas conseguidas en 2015 y 2020 por este título?
Las dos Supercopas tuvieron su dificultad. La primera, la de 2015, la conseguimos ganándole al Barça de Messi y Neymar, con un 4-0 en casa, todo un partidazo. Y la segunda, la de 2020, fue incluso más difícil, porque tuvimos que ganarle al Real Madrid en semifinales y, luego, en la final, al Barcelona. Deportivamente, tiene bastante mérito, pero sí es verdad que la Copa es otra cosa, un trofeo mayor, aunque esté feo comparar. En nuestras manos tenemos la oportunidad de conseguir las dos.
Andoni Goikoetxea: "Aquel Athletic lo tenía todo: calidad, físico, compromiso y solidaridad"

Andoni Goikoetxea: “Aquel Athletic lo tenía todo: calidad, físico, compromiso y solidaridad”

Aquel Athletic de cuando entonces, el último que ganó una Copa del Rey, la vigesimotercera, en la temporada 1983/84, venía de llevarse la Liga, y volvería a hacerse con ella un año después, con un equipo firme y competitivo, formado a imagen y semejanza de su entrenador, Javier Clemente. Andoni Goikoetxea (Baracaldo, 1956) era un jugador capital en la formación que aún recitan de memoria los ya curtidos aficionados, un central que había llegado a la final bajo la sombra de la entrada que lesionó gravemente a Maradona en el partido de Liga de esa misma temporada. El hoy representante institucional del club atiende a EL MUNDO en conversación telefónica días antes de la final de La Cartuja ante el Mallorca.

A diferencia de las anteriores finales perdidas, en esta ocasión el Athletic sale como claro favorito...
Pero eso no nos lleva a nada. Yo he estado en las últimas, Barcelona, Valencia, Bucarest [final de la Liga Europa ante el Atlético de Madrid, que perdió el Athletic 3-0], La Cartuja... La última que ganamos veníamos de ser campeones de Liga pero no íbamos de favoritos. Siempre que juegas contra un Madrid o un Barcelona esa vitola la tienen ellos, y sin embargo la ganamos. ¿Qué quiere decir esto? Que hay que ser cautos, que el Mallorca es un equipo complicado, rocoso, al que el Barcelona hace poco sólo le pudo ganar 1-0, al que allí no conseguimos derrotar, sí aquí en San Mamés, 4-0, pero las finales se ganan cuando terminan, no hablando, diciendo. Por lo que estamos ilusionados es porque el Athletic tiene un buen fútbol. Posee un grandísimo portero, juegue Simón o Arrizabalaga, también una buena defensa, un centro del campo creativo y fuerte, y arriba gente rápida, que está con gol. Luego, aparte de jugar bien, hay que tener acierto. Si así sucede, pues se traerán la Copa. Pero no he visto ganar ningún partido antes de que se juegue.
Menudo Barcelona aquel al que ganó el Athletic en la final de 1984...
Fue una final dura. Metimos el gol en el primer tiempo, todo el equipo defendió luego de manera fantástica, salimos al contragolpe y tuvimos alguna oportunidad más. Maradona y Schuster eran en ese momento los dos mejores futbolistas del mundo.
Entonces no había pasado tanto tiempo sin ganar una Copa. El Athletic la había conseguido ante el Castellón en la temporada 1972/73. Ahora hay varias generaciones que no saben lo que es sacar la gabarra. ¿Cuántos años tiene su hijo mayor?
Tengo dos hijas, una nacida en 1982 y otra en 1987. Mi hija mayor tenía dos añitos. Estuve con ella cuando fuimos a la Virgen de Begoña y en los actos públicos, pero, obviamente no lo recuerda. Hay mucha gente, de 50 años para abajo, que recuerda que les dieron vacaciones en el colegio para ir a ver la gabarra, pero no lo vivieron como un adolescente o alguien más mayor. El Athletic aglutina todas las capas sociales. Si en aquel momento, los medios de comunicación dijeron que había un millón de personas, creo que esta vez si se gana esto se multiplicará por tres. Todo el mundo va a querer estar allí, unos para rememorar los viejos tiempos y otros para verlo por primera vez.
¿Qué les ha contado a sus hijas de aquello?
Les cuento lo mucho que cuesta. El hecho de que hayan pasado 40 años demuestra que las cosas no son nada fáciles. Lo sufrimos. Teníamos un gran equipo, con buen ambiente y con muy buenos jugadores, un buen entrenador. Un equipo solidario, comprometido, con calidad, pero que lo consiguió con esfuerzo, sin el cual no se logra absolutamente nada
¿Se respira ahora una atmósfera de mayor ansiedad que entonces?
Yo ando por la calle y es lógico ver a gente nerviosa, también con algo de euforia, pero eso también es bueno, es normal que haya confianza en el equipo, estamos peleando por puestos de Champions y en una final de Copa con posibilidades de ganarla. Sí, la gente de 40 años sólo ha podido ver reportajes y están deseosos de festejarlo. Yo creo que esta vez se va a conseguir.
No hacía demasiado, en el inicio de la temporada 1980/81, el Athletic había perdido 7-1 ante el Real Madrid en el Bernabéu. Aquello provocó incluso un debate sobre la filosofía del club.
Ese partido no se nos olvidará nunca, porque ahí queda. Recuerdo que estaba de entrenador Helmut Senekowitsch y una de sus declaraciones, poco afortunada, fue que perder por la mínima sería un buen resultado. Pues nos metieron siete. Pero no es más que un partido. La Liga es la competición de la regularidad y poco después fuimos dos años los mejores.

"Hay un Athletic para años, pero debemos estar preparados para las vacas flacas"

Poco después llegó Javier Clemente al banquillo.
Un muy buen conocedor del fútbol. Polémico, si se quiere, pues buscaba que el equipo estuviese relajado y centrado en lo suyo. Y un técnico que transmitía con nitidez su mensaje a los jugadores, se le entendía lo que quería de nosotros.
Volviendo a la final de Copa, es inevitable recordar el triste epílogo, con la pelea sobre el césped entre varios jugadores.
Aquello fue triste. Nadie puede sentirse bien viendo aquella chapuza que se organizó después del partido. Quien lo provocó fue Maradona, golpeando a Sola y reventándole la cara. Siempre digo, cuando suceden cosas así, ¿quién lo provoca, el que gana o el que pierde? Nosotros lo único que queríamos era abrazarnos, festejarlo. Lo provocó Maradona y luego entramos todos en la trifulca. Fue muy desagradable, muy feo.
Venía caliente la final tras la entrada que le hizo usted a Maradona meses antes en un partido de Liga.
Sí, aquello fue en septiembre, luego llega a la final con el Barcelona, se va a Italia al Nápoles, gana el Mundial de 1986 con Argentina, todo ello posterior a la lesión. También estaba Menotti como entrenador del Barcelona. Luego coincidí con él en mi etapa en el Atlético de Madrid y nos llevamos fenomenal. Nadie se siente orgulloso de lo que sucedió.
La sociedad ha cambiado mucho y ahora el Athletic tiene jugadores originarios de otros países, como los hermanos Williams.
Viene a Euskadi mucha gente de otros lugares, nacen aquí y crecen aquí. A mí siempre me gusta decir que en el Athletic juegan los vascos, que pueden serlo habiendo nacido en cualquier otro sitio. Hay mucha movilidad interna y externa. Hay gente que tiene hijos vascos fuera de Euskadi, que también tienen cabida en el Athletic.
Maradona, en un momento de la gresca.

Maradona, en un momento de la gresca.

Cada vez resulta más difícil defender esta filosofía
Todos estamos satisfechos. Cuando digo que el Athletic es el mejor equipo del mundo, mucha gente se me queda mirando, "eh, eh", me dicen. Pues sí, para mí lo es, porque con esta filosofía competimos con los mejores y en ocasiones somos hasta capaces de poder ganarlos. En muchos sitios del mundo se han dado cuenta. Es para sentirse orgullosos. Como la selección de Euskadi, que juega contra Uruguay y es capaz de empatar y casi de ganar
La tendencia va en otra dirección, con proyectos como la Superliga que no favorecen el romanticismo.
El equipo es joven y tiene futuro, pero siempre estamos en el filo de la navaja. Tenemos las opciones de contratación que tenemos. Ahora estamos en ese punto de sierra alto, con gente joven, para años, pero también vendrán las vacas flacas y habrá que empujar y animar para salir adelante.
Ya las ha habido, no hace demasiado.
Por eso digo que hay que aprovechar los momentos como éste. Ahora hay un Athletic para años, que estoy seguro que dará triunfos. Un equipo que además juega bien y genera ilusión. Tiene gol, tiene llegada, una buena defensa con dos laterales ofensivos, dos buenos porteros, a Julen [Arrizabalaga] le conocemos menos, pero Unai Simón es uno de los mejores del mundo y un entrenador como Ernesto Valverde que hace su gran trabajo, siempre comedido, sin ninguna declaración malsonante, que lo está haciendo de diez.

"Quien provocó la bronca fue Maradona, que le reventó la cara a Miguel Sola"

Y en su posición tampoco faltan jugadores de garantías...
Los tres son buenísimos. Yeray es rápido y buen marcador, Paredes y Vivian... Me gusta el equipo, De Marcos por la banda, tenemos a Yuri lesionado y sale Lekue y lo hace francamente bien. El centro del campo ha cambiado, en lugar de Vesga y Dani García han entrado Ruiz de Galarreta y Prados, que ya en el Bilbao Athletic me encantaba, siempre con buen criterio, dando bien el balón. Y arriba, los hermanos Williams, por la derecha y por la izquierda, Berenguer, que es otro rapidísimo que tiene gol, Guruzeta, que está en un momento muy bueno y aparte de hacer una referencia arriba trabaja bien en el centro del campo, con buen remate, alto, fuerte, Sancet, otro jugador joven, internacional, Unai Gómez, que es otro jugadorazo... Es un equipo que se va a consolidar y va a dar más triunfos.
Un equipo tal vez más creativo, menos físico, que el de 1984...
El nuestro era físico, era de calidad, tenía de todo. Estamos hablando de fútbol de alta competición y hay que correr, hay que estar muy bien preparado y también hace falta precisión y técnica.
¿Irá a Sevilla a ver la final?
No, lo voy a ver en San Mamés. Las dos entradas que me correspondían se las he pasado a dos buenos 'athleticzales' que estaban como locos por vivir ese momento. Y yo lo voy a ver desde las pantallas gigantes del estadio.