Lenny Martínez, el nuevo ídolo francés, vence en la coronación de Pogacar en el Critérium Dauphiné

Lenny Martínez, el nuevo ídolo francés, vence en la coronación de Pogacar en el Critérium Dauphiné

El príncipe sigue extendiendo su imperio hasta las fronteras más lejanas. Infinita relación de conquistas para un emprendedor infatigable. Crece el territorio de Tadej Pogacar ante el asombro de unos rivales frustrados. El triple ganador del Tour de Francia se adjudicó este domingo su primera edición del Critérium Dauphiné, una ronda en la que ha arrasado con tres victorias de etapa. Una nueva exhibición que sirve para adornar un palmarés monumental, con 99 triunfos. El 100 llegará en el Tour de Francia. Lenny Martínez (21 años), el nuevo talento francés, se anotó la etapa de clausura tras aprovechar el impulso de la escapada buena de la jornada.

La carrera francesa ha sido el último test antes de afrontar el Tour de Francia (5-27 de julio). En esta semana se ha visto que Pogacar atraviesa por un óptimo estado de forma. Sólo mostró alguna debilidad en la contrarreloj del martes, en la que Remco Evenepoel firmó un ejercicio superlativo. El belga, que advirtió de que había acudido al Dauphiné sin intención de subir al último peldaño del podio, atesora un buen margen de mejora. Terminó cuarto en el Dauphiné. Pogacar le respeta mucho. Jonas Vingegaard (segundo) llega mejor que el pasado año, pero lejos del nivel del esloveno. Enric Mas (séptimo) ha acelerado y asoma como el español con más opciones de entrar el top ten. El balear estuvo este domingo muy activo y se metió en la fuga que animó la jornada, nacida a 115 kilómetros.

Una escapada en la que se coló Van der Poel, que intentó la aventura en solitario a falta de 56 km, e Iván Romeo, que hizo de gregario de Enric Mas. El mallorquín rompió el grupo con tres ataques en el último puerto. Descolgó a Van Gils, Lutsenko, Healy, Paret-Peintre y Armirail. Sólo aguantó su ofensiva Lenny Martínez. El francés, muy astuto, aprovechó un momento en el que Mas acudió a una moto de asistencia para recoger un bidón de agua para superarle e irse camino de la meta de Val Canis.

Al 11 km de la llegada, Martínez impuso un ritmo constante que hizo imposible la neutralización de sus perseguidores. Primero apretó Evenepoel, luego Vingegaard. A la estela de ambos Pogacar, impasible, exhibiendo una insultante superioridad. El esloveno, sin querer, se marchó con el danés y el cedió la segunda plaza de la etapa. En la meta fue aclamado por el público, también fue ovacionado Romain Bardet, que se despidió como profesional. Se retira un veterano e irrumpe un chaval que está destinado a firmar páginas gloriosas en el ciclismo francés.

La conquista de la general del Critérium Dauphiné sirve para que Pogacar adorne un palmarés soberbio en el que figuran, entre otros, Tour de Francia (tres ediciones), Giro de Italia (una), Lieja-Bastoña-Lieja (tres), Strade Bianche (tres), Giro de Lombardía (cuatro), Tirreno-Adriático (dos), Tour de Flandes (dos), Flecha Valona (dos) Mundial del ruta (una), París-Niza (una), Volta a Catalunya (una) o Amstel Gold Race (una).

El esloveno, con sólo 26 años y seis temporadas, suma 99 triunfos, ha superado a los míticos Miguel Indurain o Fausto Coppi y persigue a Jacques Anquetil (121) o Alejandro Valverde (133). Lejos, pero no imposible, queda Bernard Hinault (146). Insuperable se antoja Eddy Merckx (279).

El movimiento continuo

El movimiento continuo

El movimiento continuo existe. Lo escenifican dos esferas: el planeta Tierra y un balón de fútbol. La Tierra lleva así, girando y desplazándose, 4.500 millones de años. El balón, que fascina a 4.500 millones de personas, la mitad de la población mundial, bastante menos. Pero rueda en tal cantidad de competiciones de clubes y de selecciones, algunas de nuevo cuño y otras de viejo pero ampliadas, que parece imposible que existan fechas disponibles para ubicarlas y futbolistas bastantes para servirlas.

Pero el dinero, como el Diablo, hace prodigios. No puede comprar el tiempo. No puede desfigurarlo por prolongación, ampliación o ensanchamiento. Pero, redistribuyéndolo, ahormándolo, lo flexibiliza. Y con él a cuantos se mueven dentro de sus estrictos márgenes.

Este mastodóntico Mundial de clubes, creado contra toda lógica en un calendario saturado, es por encima de todo el del dinero. Argumento contante y sonante, persuasivo hasta lo incontestable, seductor hasta lo irresistible, que convence a equipos descontentos y jugadores cansados para que se embarquen en una aventura incierta dentro de un país desinteresado. Incluso el último mono de la competición sacará tajada de los 1.000 millones que se derramarán sobre los participantes, atraídos al certamen como las mariposas a la luz. O, más prosaicamente, como las moscas a la miel.

La fiebre del oro mundialista sumió a los clubes en la agitación, el desasosiego y la impaciencia. Desatascó operaciones calmosas, adelantó urgencias aplazadas y aceleró el mercado de fichajes, muchos de los cuales debutarán de golpe y porrazo en la competición. Suprimió las pausas, acortó los plazos, alteró los ritmos y precipitó los acontecimientos.

El torneo flaquea en la universalidad que justifica geográficamente el nombre de Mundial. Sobran equipos marginales en el mapa del gran fútbol internacional, que penarían en las primeras fases de la Champions o incluso de la Libertadores. Y, víctimas del mejorable sistema de invitaciones, faltan algunos de los mejores del orbe, con sus correspondientes estrellas individuales. Para empezar, los recientes campeones de las Ligas española, inglesa e italiana.

Nervioso, inquieto, apremiado, el Madrid acude al Mundial en un estado de necesidad deportiva y avidez económica. Las dos caras de la misma moneda. O la sola cara de la única moneda. Supeditado más que ningún otro club a la simultánea exigencia de los títulos y los balances, precisa de los títulos para ganar más dinero, y del dinero para fichar a más y mejores jugadores que le proporcionen títulos. Eso también remite al movimiento continuo.

Xabi Alonso, recién aterrizado, no quería empezar sometido, sin calentar antes, a semejante presión en un evento metido con calzador en la programación anual e incorporado brusca y preferencialmente a los objetivos blancos. Pero se ha plegado a Florentino, a quien le pueden las prisas por restañar heridas y pasar página. En la autocracia madridista, que se inmiscuye hasta apropiársela en la parcela técnica, impera también un decente sentido de la responsabilidad que la redime de sus excesos. Valdebebas, por suerte para el Madrid, no es Moncloa.

Messi y el Inter Miami se llevan un golpe de realidad en el inicio del Mundial de Clubes

Actualizado Domingo, 15 junio 2025 - 04:16

El tiempo pasa. Eso es inevitable. Y en el fútbol se nota como en la vida. Las piernas pesan más y la cabeza no resuelve con la misma agilidad. Lo saben Sergio Busquets, Luis Suárez y Leo Messi, a los que la edad no perdona. Su Inter Miami, que crece sobre ellos, especialmente sobre el argentino, se llevó un golpe de realidad ante el Al Ahly en el inicio del Mundial de clubes. Un empate a cero que, a la espera de los encuentros contra Palmeiras y Porto, les pone la clasificación para octavos en terreno peligroso. Los egipcios fallaron un penalti y Ustari salvó a un Inter que reaccionó en el tramo final pero no pudo con El Shenawy, guardameta africano. Messi se estrelló tímidamente contra los palos en una falta lejana y un centro chut, pero a sus 37 años el balón no vive igual en él. Lógico.

El Hard Rock Stadium tardó en llenarse pero finalmente rozó casi el aforo completo (60.927 según la FIFA), una gran cifra teniendo en cuenta los rumores previos sobre el pánico en Miami ante la presencia de la policía fronteriza de Donald Trump en los aledaños del estadio. Los aficionados egipcios se acumularon en la grada y compitieron de tú a tú con los latinos, que apoyaban al Inter y, por encima de todo, a Messi.

El argentino fue el más ovacionado en la curiosa presentación de los onces iniciales. Los jugadores caminaron uno a uno por el lateral del campo hasta formar un pasillo sobre una alfombra negra que terminaba en el círculo central. "Messi, Messi", cantó la gente mientras el '10', último en saltar al césped, corría hacia el Mundial de clubes.

El partido, sin embargo, situó al Inter Miami en su verdadero nivel. Ya en la previa, Mascherano, técnico de los de Florida, había reconocido que no tenían nivel para llegar lejos en el torneo, y la hierba del Hard Rock lo confirmó.

El Al Ahly fue superior en físico, en técnica y en calidad colectiva durante el primer tiempo, y sólo Óscar Ustari, el exportero del Getafe que tiene ya 38 años, evitó la contundente victoria egipcia al descanso. Busquets sufrió en el centro del campo y Suárez y Messi no aparecieron hasta el segundo tiempo.

Los africanos, con el gallego José Riveiro en el banquillo, perdonaron. Abou Ali, delantero estrella, se chocó contra Ustari una y otra vez, el portero salvó un cabezazo de Ibrahim y Trezeguet, el mejor del equipo africano, falló un penalti en el 41 que evitó Ustari volando hacia el costado derecho.

El empate del descanso despertó al Inter, que salió con otra cara de los vestuarios. Después de que Kaká, Del Piero, Agüero, Djorkaeff y Pepe jugaran con el youtuber Speed a ver quién daba al larguero durante el intermedio, Messi lideró la reacción estadounidense.

Allende falló a bocajarro ante El Shenawy tras un rechace y Messi tuvo su primera ocasión clara en el 56, cuando probó su clásica rosca desde la frontal y obligó a estirarse al guardameta egipcio. Los de Mascherano crecían en el partido con el argentino asumiendo todo el balón posible.

Leo volvió a rozar el tanto en el 63, con una falta exquisita que hizo la rosca por el exterior de la barrera y tocó en el palo del Al Ahly para delirio momentáneo de la grada local, que se desesperó en los últimos minutos con las intervenciones de El Shenawy, evitando el gol de Picault, Falcon y de Messi tras un centro chut que terminó dando en el larguero.

Rahm no saca partido del Oakmont más vulnerable y pierde sus opciones

Rahm no saca partido del Oakmont más vulnerable y pierde sus opciones

Actualizado Domingo, 15 junio 2025 - 02:59

Más de un jugador esta semana habrá invocado a los dioses de la lluvia buscando algo de clemencia deportiva en el fin de semana del US Open. Los de arriba debieron tener overbooking de plegarias y, desde la tarde de ayer, el agua descargó con fuerza en Oakmont, dando al traste a las maquiavélicas intenciones de la USGA. No solo no habrá un ganador sobre par, hoy sábado fueron varios los jugadores que aprovecharon las condiciones más accesibles del recorrido para firmar tarjetas bajo el par y posicionarse para la victoria el domingo. Si llegamos al sábado con tres jugadores bajo el par, la jornada nos ha dejado una unidad más y un liderato, el de Sam Burns, en -4. Lamentablemente, Jon Rahm no será de ese grupo de escogidos, pese a un inicio prometedor. El ganador del torneo en 2021 finalizó la tercera ronda con 73 golpes para acumular un resultado de +7, que le deja a 11 golpes de la cabeza del torneo.

Rahm empezó con par en el hoyo uno y un gran birdie embocando un putt desde seis metros en el dos. "El campo estaba bastante más sencillo, un poco más blando y con el viento que favorecía en los primeros hoyos. Luego ha empezado a cambiar el viento, pero en general el campo estaba más fácil", analizaba el jugador español.

Pero la alegría no duraría mucho, el primer bogey llegaría en el hoyo 3 tras enviar su salida al bunker. Precisamente, la falta de precisión desde el tee de salida (5 de 14 calles) fue uno de los problemas en los 18 hoyos del sábado para el golfista español. Aún así, logró restar otro golpe en el hoyo 8, embocando desde casi ocho metros. Sería el último acierto del día, ya que 'Rahmbo' pasó por los segundos nueve hoyos con dos bogeys y un doble bogey en el 15. Con este parcial, se esfumaban las pocas posibilidades de poder llegar al domingo con alguna opción de victoria. "Me he encontrado peor hoy de sensaciones", sentenciaba. En las últimas 26 ediciones del evento, el ganador siempre salió de una diferencia máxima como líder de cuatro golpes.

Muy complicada estará la pelea por la victoria para el número uno del mundo, Scottie Scheffler, que finalizó la tercera jornada con una ronda de par y un +4 en su resultado acumulado, lo que le deja demasiado lejos de la cabeza del torneo, a ocho impactos de Burns.

Lo más destacable en el torneo de Rory McIlroy (+10) fue que ayer sí se dignó en atender a la prensa después de seis rondas de major en silencio (cuatro en el PGA Championship y dos en el US Open). Rory se escabulló en cada ocasión de la zona mixta, hasta el día de hoy, donde a regañadientes, el reciente ganador del Grand Slam con su título en Augusta National, dejaba a las claras cómo está su motivación en el desenlace del torneo. "¿Qué espera el domingo de su ronda final?", preguntó el periodista. "Con suerte, una ronda de menos de cuatro horas y media y salir de aquí", respondió.

La ronda más baja de la jornada (67 golpes) correspondió a Carlos Ortiz y Adam Scott. El australiano, a sus 44 años y 12 después de ganar su único major en Augusta, se posiciona con -3, siendo uno de los únicos cuatro jugadores bajo el par. Por su parte, el mexicano Ortiz se coloca con par total en disposición para pelear por su primer major; es, además, junto al inglés Tyrrell Hatton (+1), el jugador de LIV Golf mejor posicionado para el triunfo.

El noruego Hovland logró terminar al par con -1 en el acumulado, mientras que con -3 terminó JJ Spaun, después de hacer bogey en el hoyo 18. Spaun ya le peleó a Rory McIlroy el The Players. Con -4 y 69 golpes hoy, Sam Burns continuó dando la talla tras los 65 golpes del segundo día y ha demostrado ser un muy firme candidato para convertirse en nuevo ganador de major.

Un Atlético sin refuerzos ante el 'ogro' francés: "No sabemos por qué no ha venido nadie"

Un Atlético sin refuerzos ante el ‘ogro’ francés: “No sabemos por qué no ha venido nadie”

Jonathan Tah ha llegado para reforzar la zaga del Bayern; Cherki, la delantera del City, Jobe Bellingham, hermano de Jude, la media del Borussia y el vecino, el Real Madrid, ha incorporado a Dean Huijsen y Trent Alexander-Arnold. Estos son algunos de los fichajes que los clubes que disputan el Mundial de clubes han realizado para reforzarse y sumar más papeletas para llevarse la primera edición de este torneo.

Muchos son los nombres que han sonado para el Atlético de Madrid. El más sonado es el de Álex Baena, pero también se han escuchado el de Johnny Cardoso, mediocentro del Betis, Darwin Núñez, delantero del Liverpool, y Theo Hernández, lateral del Milan, entre otros. En este último caso, sin embargo, ha sido el club el que ha declinado el ofrecimiento del defensa para volver al equipo del que fue canterano y buscarán otras opciones para el perfil izquierdo si Reinildo, como parece, no continúa tras el torneo.

Así, Simeone para el partido que enfrentará a los rojiblancos ante el reciente campeón de la Champions, el PSG de Luis Enrique, no tendrá ningún nombre nuevo en su plantilla. Desde las oficinas del Metropolitano explican que "nunca se tuvo la intención de incorporar a nadie para este campeonato ya que entra dentro de la planificación de esta temporada". Además, recuerdan también que el equipo no ha sufrido ninguna lesión de larga duración y que la plantilla está "intacta". "No nos vamos a gastar 10 millones por un jugador para un mes, nosotros planificamos las plantillas a años vista", cuentan fuentes rojiblancas.

"un desafío mayor"

A los seguidores les habría gustado tener fichajes, pero entienden la postura del Atlético. "Como cualquier aficionado queremos que vengan los mejores, no sabemos por qué no ha llegado nadie, pero el argumento del club es tan válido como otro", explica a EL MUNDO Eduardo Fernández, presidente de la Unión Internacional de Peñas. No obstante, confían en que los que están puedan hacer un buen papel en "el grupo más difícil del torneo".

El club ha incorporado dos jugadores hasta 2028, sí. Clement Lenglet, que firma libre tras desvincularse del FC Barcelona, y Juan Musso, por el que se han pagado tres millones de euros al Atalanta. Ambos jugadores ya llevan un año de rodaje en la disciplina rojiblanca como cedidos, con lo que el Cholo no tendrá savia nueva para aspirar a este trofeo. "Para nosotros es un desafío mayor y vamos a ir a ganar el Mundial de Clubes, ese es el objetivo", apuntó el argentino. Desde el club no se ponen en la obligación de ganar este primer Mundial de clubes organizado por la FIFA, al menos con este formato más similar al de selecciones, pero sí se exigen "competir". Es cierto que la piedra de toque inicial, el reciente campeón de la Champions no es precisamente el rival más fácil a la hora de comenzar esta andadura. No obstante, el hambre rojiblanca tras una temporada que se torció tras aquel presunto doble toque o "ultraje" como lo calificó el Cholo en el penalti de Julián Álvarez puede ser un factor a tener en cuenta ante un equipo que viene de ganar todos los trofeos de la temporada.

Luis Enrique ha declarado en una entrevista con la FIFA que su equipo quiere estar "en disposición de ganar esta competición". Habla el asturiano de un campeonato "muy atractivo", pero en el que se debe encontrar el "equilibrio entre ese desgaste físico y mental que hay a final de temporada con la motivación por jugar esta competición". El PSG, por cierto, tampoco se ha reforzado para este Mundial de clubes.

Ausencias en el PSG

El técnico parisino llega con una duda y una baja muy importantes para este primer duelo. La duda es Barcolá, que arrastra problemas en la rodilla, y la baja es Ousmane Dembele, candidato al Balón de Oro y mejor jugador del equipo parisino esta temporada con 33 tantos y 15 asistencias.

En el Atlético están todos disponibles y el Cholo confía en volver a derrotar al PSG como ya hicieran en noviembre en la fase de grupos de la Champions con un gol de Correa en el descuento. Simeone es uno de los entrenadores que más veces ha ganado a Luis Enrique en menos duelos, cuatro en 15 partidos. La estadística en Champions, eso sí, es demoledora para el argentino dos victorias en tres encuentros. "Soy optimista, estas competiciones vienen bien al Atleti y el Cholo sabe competir muy bien", apunta Fernández.

En estos términos, parece que el mérito del que consiga los tres primeros puntos del grupo B del Mundial se lo llevarán los técnicos ante unas plantillas que juegan a imagen y semejanza de su entrenador. El escenario será el Rose Bowl Arena en una Los Ángeles que ha saltado estos últimos días a las portadas de los periódicos mundiales por los disturbios provocados por los arrestos y las deportaciones masivas del Gobierno de Donald Trump. Parece que la situación se ha calmado en la ciudad californiana desde el toque de queda, en la víspera de este torneo que inauguró el conjunto de Leo Messi esta pasada madrugada.

Morales, Karanka, Mista… Los primeros españoles en la MLS: “Me ficharon por un ‘highlight’ con el Madrid”

Actualizado Domingo, 15 junio 2025 - 00:28

Hoy se cumplen 50 años del debut de Pelé con el New York Cosmos, momento inspirador para el soccer en Estados Unidos. El partido se televisó a nivel nacional y dio inicio a una época dorada para la antigua NASL (North America Soccer League), con nombres como Beckenbauer, Cruyff, Best o Eusebio firmando por algunos de sus equipos. Otro día 15, pero de julio de 2000, debutaba con los New England RevolutionJosé Luis Morales, canterano del Real Madrid y primer español en jugar en la Major League Soccer (MLS), creada en 1993 al amparo de la FIFA tras la concesión del Mundial de 1994.

Morales venía de pasar por varios equipos en España tras salir del Madrid y buscaba relanzar su carrera. «Debuté contra el New York MetroStar de Lothar Matthaus y en esa liga también estaban Stoichkov o el pibe Valderrama. Sé que soy el primer español y el primero que metió un gol. Ya no andaba como antes, mi cabeza me decía una cosa pero mi rodilla otra, pero de vez en cuando levantamos el estadio», recuerda en una conversación con EL MUNDO.

Ese estadio era Foxboro, hogar de los New England Patriots de la NFL y de Tom Brady, que curiosamente llegó a la histórica franquicia ese mismo verano de 2000. «Nuestro preparador físico era un quarterback de los Patriots. Todo era correr y pesas, todo físico, no había visto nada igual en mi vida. Eran unas máquinas de correr y yo decía '¿Cuándo tocamos balón?'», bromea Morales. La diferencia de calidad era evidente: «Físicamente estaban preparados y tenían algo de calidad individual, pero les faltaba calidad colectiva. Cuando competían eran más individualistas. Tenía que venir alguien de fuera a enseñarles».

A pesar de las estrellas de la liga y de que el equipo de vez en cuando metía a 20.000 personas en Foxboro, seguía lejos del interés de los ciudadanos de Boston por otros deportes: «Allí estaban los Patriots, los Celtics de la NBA y los Red Sox de béisbol. El fútbol masculino no tenía tirón, se llenaban más los estadios con la selección femenina. Y seguirá así hasta que el equipo masculino tenga un gran resultado en un Mundial».

De Salamanca a Nueva Inglaterra

Pero, ¿cómo pasa Morales de jugar en el Salamanca a hacerlo en Nueva Inglaterra?. «Me firmaron porque les envié un vídeo de un par de jugadas que tenía en el Madrid. Puse los highlights y ya sirvió, no tuve que hacer ni prueba. Me firmaron por un highlight (risas). Los que sabían de fútbol preguntaban mucho por el Madrid, pero en general nada, el fútbol no tenía la potencia que tiene ahora», explica. Ni siquiera Stoichkov, Balón de Oro en el año del Mundial de Estados Unidos, tenía que firmar autógrafos por la calle. «Una noche salí con Hristo por Chicago, que coincidimos cuando fui a jugar allí, y nadie le conocía. Comenzaba el boom del fútbol para ellos, pero aún no conocían a nadie».

El primer y único gol de Morales llegó el 30 de agosto de 2000 contra el DC United, pero después de disputar diez partidos con New England decidió volver a España: «Tenía un año más de contrato, pero me volví a España porque pensaba que todavía podría rendir. Me arrepiento de irme del Madrid en su momento y de no haberme quedado más años en Estados Unidos. Hubiera abierto algo más de mundo». Los viajes, eso sí, eran «una paliza».

25 años después, Estados Unidos sigue siendo uno de los destinos preferidos de los veteranos que buscan una experiencia diferente tras terminar su carrera en Europa, aunque el dinero de Qatar, Arabia o Emiratos ahora le hace competencia. «Yo entiendo a los que se van a Qatar o Arabia, es lógico, pero el nivel de vida y la cultura no tiene nada que ver con vivir en Estados Unidos. Yo lo recomiendo mucho y me arrepiento».

"Casi se entrenaba en parques"

Morales abrió la puerta y más tarde llegaron otros como Aitor Karanka, que en 2006 firmó por los Colorado Rapids, o Mista, que llegó a Toronto en 2010. «Casi ninguna franquicia tenía estadio propio ni instalaciones y se entrenaba casi en un parque. Ahora tienen estadios espectaculares», rememora Karanka en conversación con este periódico. «Antes íbamos a jugar los últimos años de nuestras carreras y económicamente tampoco estaba como está ahora. Dos años después de que estuviera yo llegó Beckham y cambió todo. Empezaron a hacer muchas academias de niños, que yo hice un campus allí, y el jugador americano lo tiene desde pequeño como un deporte a seguir. Los niños quieren jugar al soccer», explica.

Mista, que llegó en 2010, coincidió en la liga con Henry: «Estuve un año y el nivel era mucho más alto de lo que yo pensaba. Ya estaban Henry o Rafa Márquez. Era un fútbol que estaba despegando, tenían interés en aprender y estaban invirtiendo mucho para ser lo que son ahora. Será una liga referente en el mundo en los próximos años».

El Valencia Basket sentencia en Tenerife y jugará la tercera final de su historia

El Valencia Basket sentencia en Tenerife y jugará la tercera final de su historia

Actualizado Domingo, 15 junio 2025 - 00:14

El Valencia Basket se convirtió en el primer finalista de la Liga Endesa tras sumar su tercer triunfo ante La Laguna Tenerife en una gran actuación de Brancou Badio, autor de 28 puntos, bien secundado por Jaime Pradilla (19 y cinco rebotes) y Josep Puerto (13+8). [Narración y estadísticas (87-94)]

El equipo valenciano, que jugará la tercera final de su historia, supo esperar su momento y dar la vuelta al marcador en los instantes más importantes. Un parcial de 15-33 en el tercer cuarto acabó con las posibilidades del equipo de Txus Vidorreta, que había controlado la situación hasta el descanso.

Hubo muchas rotaciones por parte de ambas escuadras, pero la segunda unidad del Tenerife fue más efectiva. En los dos primeros cuartos el partido tenía un tono diferente al de los dos disputados en Valencia. Vidorreta, a base de cambios, no permitía ningún tipo de relajación defensiva, aunque en ataque el nivel de aciertos no era el mismo.

Malas decisiones

Lo cierto es que el Tenerife supo mantener su ventaja ante un rival que con un 1 de 9 en triples, no encontraba la fórmula de poder darle la vuelta al partido.

Tras el descanso, todo cambió todo en unas malas decisiones en ataque que permitieron al Valencia Basket ganar confianza. Los triples de Pradilla y Badio apretaron el choque (52-51) y el conjunto taronja empezó a acorralar a los locales, que ya no encontraban con facilidad el camino hacia canasta.

Poco a poco las diferencias fueron a más hasta y aunque en el último cuarto los tinerfeños tuvieron rachas buenas y opciones de volver a dominar el choque, el Valencia estaba mejor posicionado en la cancha y se lanzó a por la victoria. Un triple de Badio (78-87) y otro de Josep Puerto (84-92) pusieron punto final a la temporada del Tenerife y dispararon al Valencia a la tercera final de su historia.

Russell frustra a Verstappen en una 'qualy' loca en Montreal, donde Alonso saldrá sexto

Russell frustra a Verstappen en una ‘qualy’ loca en Montreal, donde Alonso saldrá sexto

George Russell se saltó el guion en Montreal y dejó con un palmo de narices a Max Verstappen, con quien hace sólo dos semanas protagonizó una agria polémica en Barcelona. El piloto de Mercedes se apuntó la pole (1:10.899) con 16 centésimas sobre el tetracampeón y 22 ante Oscar Piastri. Un logro tan inesperado como la sexta plaza de Fernando Alonso (1:11.586), por delante de Lando Norris y Charles Leclerc.

En el circuito Gilles Villeneuve, sobre un asfalto pulimentado y unos bordillos juguetones, Russell escribió otro capítulo en su rivalidad con Verstappen. Saltan chispas entre ellos, dentro y fuera de la pista, así que el pulso de hoy, antes de abordar la primera frenada, será fabuloso. Nadie contaba con ellos en Montreal, donde se preveía lo mismo de casi siempre con McLaren.

Desde el viernes, Piastri no se sentía cómodo con la nueva geometría de su suspensión delantera. El líder del Mundial ni siquiera se acercaba a la velocidad de Norris, encantado con su papel de buque insignia en la escudería de Woking. Sin embargo, el británico tropezó por enésima vez con la misma piedra. Cuando quiso cerrar su intento inicial en la Q3 perdió la referencia de la frenada y se marcó un recto en la última chicane. Así dejaba vía libre a Piastri y Verstappen, que se apuntaba la pole provisional por 25 milésimas (1:11.248). Mad Max pulió aún algo su crono, sin percatarse de esa Flecha de Plata que asomaba por detrás. Russell no encabezaba la parrilla desde el GP de Qatar 2024.

Ferrari, tampoco

Si Norris claudicó con esa séptima plaza, qué decir de Leclerc, octavo tras un latigazo a su llegada a la curva 7. El monegasco echó la culpa al aire sucio dejado por Isack Hadjar, aunque esas excusas ya no cuelan en Ferrari. Si los discursos en la Scuderia siguen instalados en el conformismo deberían festejar la quinta posición de Lewis Hamilton.

A la estela del heptacampeón surgió Alonso, que venía de reservar los blandos en la Q1, aunque sin saber con exactitud si eso suponía una ventaja relevante. Su batalla en la Q2 debía librarse ante Yuki Tsunoda, sancionado con 10 puestos en la parrilla por no respetar las banderas roja en los Libres 3, Franco Colapinto, que venía de mostrar su rango ante Pierre Gasly y Nico Hulkenberg, un veterano espoleado por su gran papel en Barcelona. Entre esa clase media, el bicampeón cumplió con el rigor de siempre.

En la citada Q1 nadie debía despistarse con el tráfico, especialmente molesto en Montreal, una de las pistas más cortas del Mundial (4,36 km). Para evitar esas molestias, Verstappen se demoró nueve minutos para saltar al asfalto. Una tregua aprovechada por Alonso, que se dio el pequeño placer de liderar la tabla, justo por delante del tetracampeón.

Nada más marcar ese crono con un juego de medios (1:12.239), Alex Albon se llevó un susto terrible, cuando la cubierta de su motor explotó en mil pedazos en una zona rapidísima, a la entrada de la curva 13. Para retirar los escombros y limpiar la pista se ordenó una breve bandera roja. Con 5:30 en el reloj, Carlos Sainz sólo disponía de una bala para librarse de la quema. Una situación crítica que acabó de la peor manera para el madrileño, bloqueado por Hadjar en la curva 6. Por segunda carrera consecutiva, Carlos se desplomaba en la primera criba y partirá decimosexto. Aún peor resultó el balance de Lance Stroll, eliminado por sexta vez en la Q1.

España evita un sofoco en un arreón final ante Rumanía

España evita un sofoco en un arreón final ante Rumanía

Tendemos a subestimar ciertas selecciones que nunca suelen ocupar altos peldaños ni en categoría absoluta ni sub21. Son equipos que dependen de la coincidencia de una buena hornada para sacar un poco la cabeza. Aunque luego un error y la calidad española consiguieran hundírsela a punto de llegar a meta. Los de Denia remontaron en el último suspiro tras la expulsión de Blanuta.

Es esta Rumanía de Munteanu un conjunto más peligroso de lo que dice su historia, aunque la tricolor alcanzó las semifinales en 2019. El punta del Cluj, que ha anotado 19 goles en 25 partidos, tiene clase para anotar el tanto que le hizo a Iturbe en el minuto 4 y para dar otros sustos a una selección española que comenzó menos enchufada que en su debut ante Eslovaquia.

El delantero realizó un control y un disparo desde el vértice izquierdo del área española que cuesta mucho dilucidar cuál de los toques tuvo más mérito. La selección de los Cárpatos necesitaba la victoria tras caer derrotada por la mínima ante Italia y a por ello fueron desde el inicio con varios acercamientos con mucho peligro sobre la meta española. De hecho, Ilie perdonó el segundo poco después del gran tanto de su compañero.

Correspondió a la clemencia España poco después tras un robo de Pubill con Rumanía descolocada. Cedió a Joseph que dejó a Diego López sin portero en el punto de penalti, pero el asturiano golpeó contra un defensa que estaba sobre la línea. Y continuó con ella, con la clemencia, poco después el propio cántabro tras marrar un penaltito por agarrón a Tárrega. Esos sustos, como el larguero que pegó Pubill tras un córner, encerraron a la selección amarilla en su campo a la espera de una contra mientras que los 10 españoles jugaban en campo contrario.

Sólo quedaban tres supervivientes de la Rumanía que perdió 0-3 en el último Europeo, Munteanu, Popescu y Borza, los tres titulares en el conjunto de Daniel Pancu, dinamita y contención. En aquel duelo los tres tantos españoles llegarían en la segunda parte. A ello se puso el equipo de Santi Denia puesto que en la primera, la maraña tricolor por delante de Sava costó un mundo deshacerla.

Salió con todo el manchego en la segunda mitad cambiando a Pubill por Moro y a Torre por Roberto Fernández. Ambos a punto estuvieron de empatar el encuentro en la primera jugada que tuvieron, pero lo cierto es que el campo se fue inclinando con los minutos y el nombre de Sava sonó mucho en la boca de los españoles. Especialmente meritoria fue su mano a un remate a bocajarro de Tárrega.

Quiso responder Iturbe a su homólogo ante una doble ocasión rumana clarísima a media hora para el final, que hubiera obligado a España a jugarse la clasificación a cara de perro ante Italia. Un oasis en el desierto, aunque el partido se fue enmarañando será por los nervios será por falta de juego entre líneas hasta tal punto que la más clara la tuvo Grameni para duplicar la distancia rumana en el 80.

Entonces llegó la acción temeraria de Blanuta, que le costó la roja por una acción con Mosquera, y el obus de Jauregizar para empatar el encuentro. Todo en un minuto. No hubo ni tiempo para disfrutar la superioridad numérica. No lo quiso el bilbaíno con un disparo monumental y muy necesario para evitar un sofoco en la última jornada.

Apenas dos minutos después, fue Roberto Fernández el que ejerció de nueve para dar la vuelta al marcador y evitar un partido a cara de perro ante Italia. Notaron los rumanos el shock de la expulsión y salieron los españoles de una situación complicada. Notaron los rumanos el shock de la expulsión y salieron los españoles de una situación complicada. La clasificación está hecha y el sueño del sexto europeo sigue vivo.

Lance Stroll, entre los rumores y la "intimidad médica": una lesión crónica que complica el futuro de Aston Martin

Lance Stroll, entre los rumores y la “intimidad médica”: una lesión crónica que complica el futuro de Aston Martin

La segunda sesión libre del viernes en Montreal resultó demasiado movida para Aston Martin. Fernando Alonso se dio un susto con una pequeña excursión por la hierba y Lance Stroll sufrió un impacto contra las protecciones de la curva 7. El canadiense quiso llevar el AMR25 de regreso a boxes, pero sus ingenieros le obligaron a detenerse porque su rueda delantera izquierda amenazaba ruina. Así que Stroll no tuvo más remedio que salir del coche. De inmediato, al desencanto de la afición se sumaron los rumores que han venido rodeando al ídolo local, mermado por una misteriosa lesión en la muñeca derecha desde el pasado GP de España.

«No quiero entrar en detalles sobre lo que he tenido que hacer, porque se trata de mi intimidad médica», dijo Stroll el jueves durante la conferencia de prensa de la FIA. Con su habitual tono, desafiante ante los periodistas, echaba tierra a numerosos comentarios que venían sobrevolando por el paddock. El más insistente había sido propagado por la BBC, que describió escenas de ira del piloto en su garaje, golpeando las paredes con sus manos. Stroll, ajeno a casi todo, quiso insistir en que se veía preparado para afrontar este fin de semana: «Me siento bien y confío en que no será un problema en el futuro». Sin embargo, tras dos operaciones en la misma articulación a lo largo de los dos últimos años, las incógnitas siguen sin despejarse en la escudería de Silverstone.

El origen de la dolencia de Stroll se remonta a febrero de 2023, cuando sufrió un accidente mientras practicaba ciclismo en España. Entonces, los primeros exámenes médicos detectaron una fractura desplazada en la muñeca derecha, varias fracturas en la mano y la muñeca izquierda y otros traumatismos en los dedos de los pies. En Barcelona, dos días después, fue operado por el doctor Xavier Mir, que le colocó varios tornillos metálicos en la mano derecha. El prestigioso traumatólogo, con más de tres décadas de experiencia en el Mundial de MotoGP, optó por un tratamiento conservador para la mano izquierda, confiando en un largo periodo de rehabilitación.

Un solo coche en Barcelona

Como muestra la evidencia científica, especialmente en pilotos de MotoGP, aquella operación a Stroll ya debió considerarse bastante delicada. En primer lugar porque ese tipo de cirugía provoca, en algunos casos, daños en el cartílago. A largo plazo, incluso, deviene en artritis postraumática. De modo que los pacientes han de convivir con el dolor y la rigidez en la articulación, por lo que su rendimiento en la pista queda lejos del 100%.

Stroll no se perdió ni una sola carrera en 2023 y 2024, aunque a comienzos del presente Mundial empezó a sentir otra vez molestias. La situación se agravó durante el triplete europeo (Imola, Mónaco, Barcelona) hasta que en Montmeló él mismo optó por parar. Los síntomas habían empeorado tanto durante la última sesión libre que el domingo ni siquiera tomó la salida. Aston Martin sólo pudo alinear un coche, porque Felipe Drugovich, su piloto reserva, no había tomado el volante en ninguna de las sesiones previas, lo que le impedía participar en la carrera.

El mismo equipo médico, con Mir al frente, volvió a intervenir a Stroll en una cirugía que Aston Martin describió como preventiva y menor. No obstante, los precedentes sugieren ahora un problema crónico. A este factor se suman las citadas complicaciones tras la última operación. Parece complicado que Stroll pueda restablecerse totalmente sin dejar de competir.