Sanción de madrugada para Carlos Sainz, que pasa de la cuarta a la quinta posición

Sanción de madrugada para Carlos Sainz, que pasa de la cuarta a la quinta posición

La FIA hizo esperar un buen rato a Carlos Sainz antes de emitir su veredicto definitivo sobre el incidente ante Oscar Piastri en la curva 17. Poco después de las 02:30 horas, el madrileño recibió la sanción de los comisarios, que le penalizaron con cinco segundos y un punto en el carnet. De este modo, el piloto de Ferrari cae a la quinta posición del GP de Miami, por detrás de Sergio Pérez, aunque 17 centésimas por delante de Lewis Hamilton.

En su escrito, los comisarios consideran a Sainz como "culpable de la colisión". "En el intento de adelantamiento, el coche 55 frenó tarde, no llegó al ápice y perdió la parte trasera, con la colisión resultante. Aunque el coche 81 estaba intentando girar para contrarrestar el intento de adelantamiento dejó espacio suficiente", describen en su texto. "Dadas las circunstancias consideramos que el coche 55 es el principal culpable de la colisión".

El documento 84, firmado por los comisarios Nish Shetty, Andrew Mallalieu, Vitantonio Liuzzi y Dennis Dean, se demoró hasta bien entrada la madrugada peninsular. Los árbitros de la FIA decidieron estudiar el caso con el rigor necesario. Los 10 segundos a Stroll por obstaculizar a Alex Albon y empujarle fuera de los límites en la curva 1 ya se habían anotado con presteza. De igual modo se había apuntado el controvertido caso de Kevin Magnussen, castigado con un drive trough (20 segundos) por una maniobra prohibida durante el periodo de safety car.

"No opino de nacionalidades"

Sainz, en cualquier caso, se sentía estupefacto por lo vivido en Miami. A su juicio, la doble vara de medir resultaba más que evidente. "Me ha sorprendido que Piastri me ha hecho algo muy parecido a lo de Magnussen ayer, que tuvo no sé cuántas penalizaciones. Y hoy no ha caído ninguna", valoró.

Cuando le preguntaron sobre la reunión del viernes entre Fernando Alonso y Mohammed ben Sulayem, presidente de la FIA, y las duras palabras del asturiano, Sainz se mostró bastante más comedido. "No opino de nacionalidades, sino de consistencias e inconsistencias". Minutos más tarde, el propio madrileño admitiría haber cambiado su estilo de pilotaje para adaptarse a la nueva línea de los árbitros.

"Nos han dejado luchar más de lo normal, sin darnos tanto espacio, no sé exactamente por qué. Pero he tomado nota y he hecho exactamente lo mismo que me venían haciendo toda la carrera y he empezado a ser más agresivo", reveló el 55.

Vasseur: "El ritmo estaba ahí"

"Si hubiésemos aguantado otra vuelta más, hoy se podría haber ganado", zanjó Sainz. McLaren había sabido imponer el paso por vuelta más rápido (1:32.128), seguido muy de cerca por Red Bull (69 milésimas) y Ferrari (11 centésimas). Mientras, Norris alzó su primer trofeo de piloto del día en 2024 al recibir el 41% de los votos.

La variedad en el podio, con tres constructores (McLaren, Red Bull, Ferrari) y tres motoristas distintos (Mercedes, Honda, Ferrari), no iba a pasar desapercibida. Como tampoco el primer punto de la temporada para Alpine, en concreto para Esteban Ocon, décimo. "Quizá nos sentimos un poco frustrados, porque el ritmo de carrera lo teníamos ahí", valoró Fred Vasseur, team principal de la Scuderia.

Lando Norris lleva al delirio a McLaren en Miami

Lando Norris lleva al delirio a McLaren en Miami

La espera, cifrada en 109 carreras desde su debut en el Mundial, bien ha merecido la pena para Lando Norris, que al fin pudo paladear en Miami, con ocho segundos de margen ante Max Verstappen, la primera victoria de su vida. Casi tres años después del GP de Italia 2021, McLaren descorchó otra vez el champán sobre uno de sus monos papayas. El delirio en la escudería de Woking, con Zak Brown, su team principal al frente. Quinto en la parrilla, impulsado por un monoplaza con muchas mejoras, el británico tuvo el ritmo y también la suerte. Porque sin ese safety car en el momento oportuno, nada hubiese sido posible ante Mad Max. Bienvenidas sean, en cualquier caso, las alternativas. La Fórmula 1 las necesita como el aire.

Se quejó Verstappen del subviraje y la falta de agarre. Charles Leclerc, tercero en el podio justo por delante de Carlos Sainz, sonreía con deportividad. Ni Red Bull ni Ferrari pudieron seguir el rastro de Norris en el segundo tramo de la carrera. Tras su abandono en la sprint race, Lando se dio el gran homenaje en el sofocante domingo de Florida. El manteo de sus mecánicos, poco después de la felicitación de Fernando Alonso, sólo representó el preludio de una fiesta inolvidable. Pocos sitios como Miami para celebrar. Hasta el hierático Andrea Stella, director deportivo, parecía quebrarse en el podio bajo los acordes del God save the King.

El desaforado ambiente de siempre de las zonas VIP, con el volumen de la música desafiando el rugido de los monoplazas. Los 47ºC sobre el asfalto no pasaron factura a los neumáticos, pero aun así hubo que protegerse del calor con toallas congeladas. Bajo una de ellas asomaba Leclerc, llamado a una grave responsabilidad. Su Ferrari debía sujetarse al alerón trasero de Verstappen.

Con quien nadie contaba era con la estampida de Sergio Pérez en la primera curva. "Deberían penalizarle, porque casi me lleva por delante", lamentó Sainz por radio tras la maniobra del mexicano, tan agresivo que los comisarios debieron examinar minuciosamente su presunta salida en falso. Bastante hizo Carlos para esquivar al Red Bull, fuera de control. Y de ello sacó provecho Oscar Piastri, desde el sexto lugar de la parrilla a la segunda posición en tan sólo cinco vueltas.

El bolardo de Verstappen

McLaren había estrenado mejoras aerodinámicas en el conducto de freno, el alerón delantero y la suspensión trasera. Y esas actualizaciones dieron fruto desde el inicio, con el MCL34 aterrorizando a Pérez. En una carrera que debía resolverse con un solo paso por boxes, el papel preponderante del overcut pronto quedó en evidencia. Ferrari ordenó a Leclerc que tomase la decisión contraria a la de McLaren, mientras Sainz exhortaba a sus ingenieros a mover el avellano.

Por tercer año consecutivo en Miami, la acción en pista quedó reducida a más bien poca cosa. Un desfile similar al de Mónaco, con demasiados coches en pocos metros, pero sin llegar nunca a poder competir realmente por la posición. De manera excepcional, Verstappen lideraba con poco más de tres segundos cuando ya se rozaba el ecuador. En la vuelta 22, el tricampeón mundial se llevó por delante un bolardo a la salida de la curva 16. Era sólo el inicio de sus calamidades. Seis vueltas más tarde, un toque entre Logan Sargeant y Kevin Magnussen en las curvas 2 y 3 forzaría la aparición del safety car.

Un golpe de fortuna para Norris, quien dispuso de una parada gratis, y una sanción de 10 segundos para el danés de Haas, sospechoso habitual en este tipo de incidentes. Iba totalmente en serio McLaren, con la sangre fría de Norris en la resalida ante Verstappen y con un fabuloso ritmo, encadenando vueltas rápidas. Por no mencionar la brava defensa de Piastri ante Sainz, peleando por la cuarta plaza. Se desquiciaba el madrileño reclamando medidas disciplinarias contra el australiano, mientras su ingeniero de pista reiteraba los llamamientos a la calma.

Dos puntos para Alonso

No sobran los espacios en el Miami International Autodrome, ni los puntos de adelantamiento, por lo que el cuerpo a cuerpo entre Piastri y Sainz quedó, en un abrir y cerrar de ojos, como lo mejor del domingo. El madrileño se desesperaba buscando el sitio y terminó colisionando, levemente, con el McLaren en la curva 17. Alfa y omega para la escudería de Woking, liderando con Norris y con el australiano condenado al farolilllo rojo. Los comisarios tomaron buena nota de todo y postergaron su decisión hasta después de la bandera a cuadros.

Por entonces, Alonso se batía frente a Esteban Ocon en pos de la novena plaza. Después de tantas vueltas en aire sucio, el horizonte se despejaba al fin para el asturiano. No fue una remontada tan espectacular como las del GP de Brasil 2022 o el GP de Austria de ese mismo año, pero sí otra estricta muestra de su profesionalismo y coraje. Lance Stroll, tras un tenso cuerpo a cuerpo con Alexander Albon, volvió a quedar por detrás de su compañero de garaje. Otra carrera en los puntos para el irreductible asturiano.

Las razones del adiós de Adrian Newey a Red Bull y su previsible fichaje por Ferrari

Las razones del adiós de Adrian Newey a Red Bull y su previsible fichaje por Ferrari

Con un lápiz de 0.3 mm 4H y un trozo de papel, Adrian Newey ha sublimado el arte del diseño en la Fórmula 1. A lo largo de 38 temporadas en el Mundial, el británico participó en 13 títulos de pilotos y 12 de constructores y durante las dos últimas décadas llevó a la cima a Red Bull. Sin embargo, el miércoles, la escudería austriaca tuvo que anunciar un adiós que desde hacía tiempo ya se dada por seguro en el paddock. "Es el momento de dar el relevo y buscar nuevos desafíos", confirmó Newey. A partir del primer trimestre de 2025, el genio de Stratford-upon-Avon, la tierra que vio nacer a William Shakespeare, queda libre. Su decisión desencadena una multitud de preguntas.

¿Por qué es un genio?

Si por algo ha destacado Newey es por su capacidad para encontrar una solución integral de diseño a cada nueva normativa técnica. No sólo la mejor, sino la más genial. No hay que remontarse a sus tiempos en Williams, cuando entre 1992 y 1997 hizo campeones a Nigel Mansell, Alain Prost, Damon Hill y Jacques Villeneuve. Ni a la creación del McLaren con el que Mikka Hakkinen firmó el doblete (1998-1999). Baste su última adaptación al reglamento que favorecía el efecto suelo, con la que Red Bull se impuso en 17 de las 22 carreras de 2022 y sólo dejó escapar una en 2023.

¿Por qué es crucial en este momento?

A los 65 años, la cotización de Newey en el mercado supera a la de la mayoría de pilotos. Sobre todo en este periodo de transición hacia la etapa que se abre en 2026. Con las nuevas regulaciones en el horizonte, su olfato supone el camino más corto de acercarse al título. Según los datos filtrados en las últimas horas, Newey ha negociado una salida anticipada, eliminando el tradicional periodo de gardening (la cláusula que prohíbe trabajar directamente para un rival nada más finalizar el contrato). Y eso supone un cambio crucial, dado que despeja sus opciones para diseñar un monoplaza de cara a 2026.

¿Quién es el mejor colocado?

El pasado septiembre, durante una entrevista en Beyond The Grid, el podcast oficial de la F1, Tom Clarkson preguntó a Newey si se arrepentía de no haber fichado nunca por Ferrari. "Emocionalmente, supongo, hasta cierto punto, sí. De igual modo haber trabajado con Fernando Alonso o Lewis Hamilton hubiera sido fabuloso y nunca sucedió", contestó. Y esas palabras resuenan con más fuerza después de que La Gazzetta dello Sport informase el miércoles de una reunión en Londres entre Newey y Fred Vasseur, team principal de Ferrari. Según el diario italiano, el acuerdo oficial se hará público tras el GP de Miami, que se disputa este fin de semana. Newey añadiría su nombre a la nómina anglófila que hizo grande a la Scuderia, donde ya figuran el inglés John Barnard o el sudafricano Rory Byrne. De este modo, los rumores sobre el interés de Aston Martin, que lleva un par de años reclutando a los mejores cerebros de Red Bull, o Mercedes, en busca de apremiantes soluciones aerodinámicas, quedarían disueltos.

¿Por qué dejar un proyecto ganador?

Hace una década, justo antes del inicio de la era híbrida, Newey ya manejó seriamente la opción de abandonar Red Bull porque sabía que los motores Renault habían perdido definitivamente la batalla ante Mercedes y Ferrari. Tras los cuatro títulos de Sebastian Vettel, la travesía por el desierto se presumía larga. Sin embargo, a día de hoy, Red Bull se mantiene como la indiscutible referencia de la parrilla, con cuatro victorias en las cinco primeras carreras del Mundial. La superioridad de la pista, en cambio, contrasta con lo que sucede en la trastienda del garaje, escenario de interminables disputas. Su vínculo con el team principal Christian Horner, en el ojo del huracán desde comienzos de año, se ha evidenciado mucho menos estrecho de lo que se pensaba. En realidad, este adiós reedita de alguna manera su marcha de Williams en 1997, cuando dejó plantada a la gente de Grove por no consultarle la contratación de Jacques Villeneuve y Heinz-Harald Frentzen.

¿Qué sucede ahora con Red Bull?

"El equipo corre peligro de desmoronarse. Para la paz interna es importante que las personas clave sigan a bordo, pero ya no es el caso. Newey se va y a principios de año también parecía que despedirían a Helmut Marko. Esto no es bueno para el futuro". Así de contudente se ha mostrado Jos Verstappen, padre del tricampeón mundial, durante una entrevista con el diario De Telegraaf. La marcha de Newey supone otro elemento desestabilizador, por mucho que el equipo se haya empeñado en dejar caer que su influencia real en el diseño no resultaba ya tan decisiva. En cualquier caso, tampoco se puede cuestionar la inercia ganadora del RB20, el coche con el que Mad Max va a ceñirse su cuarta corona y con el que también partirá como máximo favorito en 2025.

Fernando Alonso, sobre su séptimo puesto: "Vuelve a ser un milagro"

Fernando Alonso, sobre su séptimo puesto: “Vuelve a ser un milagro”

No guardó nada Fernando Alonso durante sus dos últimos relevos en Shanghai. Con el neumático duro, que pudo sostener durante 20 vueltas, y con la goma media, que le hizo cumplir los últimos 13 giros, el asturiano volvió a mostrar su feroz apetitivo competitivo, que le hizo progresar desde la duodécima hasta la séptima posición en la meta. Un jugoso premio para el líder de Aston Martin si consideramos el nuevo batacazo de Lance Stroll, decimoquinto en la meta.

"Cuando se nos da la oportunidad, como la salida, que estamos todos en igualdad de condiciones, volvemos a ganar una plaza y a divertirnos. Y luego, cuando los coches bajan a su posición natural, vuelve a ser un milagro que acabemos los séptimos", valoró el bicampeón mundial en los micrófonos de DAZN.

A juicio de Alonso la excesiva duración del safety car ayudó a quienes no tenían que volver a pasar por boxes para mantener la vida útil de sus neumáticos. Aunque a partir de la quinta vuelta ya nunca pudo asomarse a los puestos de podio, el ovetense se sentía más que satisfecho por su rendimiento en Shanghai. "Hemos acabado a cuatro segundos de George Russell y 10 segundos de un Ferrari, cosas totalmente impensables".

"Mejor que el año pasado"

"Hemos acabado delante de Lewis Hamilton y Oscar Piastri, cosas que no son normales. Creo que tenemos un coche, o ayer lo vimos en la sprint, un segundo más lento de media que los McLaren y los Ferrari y conseguimos estar peleando con ellos en carrera, así que muy contentos", valoró el doble ganador de las 24 Horas de Le Mans.

Pese a la extraordinaria punta de velocidad de Lance Stroll (348 km/h), lo cierto es que el AMR24 sigue lejos del rendimiento de Red Bull, McLaren y Ferrari, los tres equipos más poderosos del fin de semana en China.

"El coche es mejor, casi un segundo y medio más rápido que el del año pasado, como vimos en Japón cuando lo comparamos. Pero nuestros rivales son fuertes. McLaren es un equipo muy fuerte, Ferrari y Mercedes también. Red Bull está en otra liga. Parece que estemos séptimo, octavo o noveno, que no es tanto como el año pasado, pero no es que el coche sea peor, es mejor, pero los otros son grandísimos equipos", finalizó el español.

Verstappen no da tregua y Alonso planta batalla en Shanghai

Verstappen no da tregua y Alonso planta batalla en Shanghai

Max Verstappen, como una aplanadora, no dio margen a McLaren y Ferrari en Shanghai. Ni una opción durante 56 vueltas, aunque Lando Norris sorprendiese a Sergio Pérez para subir a la segunda plaza del podio. Un safety car y la estrategia a dos paradas castigaron al mexicano en detrimento del británico, elegido piloto del día. No hubo mucho más donde rascar en el regreso a China, porque la regresión de Ferrari y la implacable inferioridad mecánica de Aston Martin, dejaron a Carlos Sainz y Fernando Alonso en el quinto y el séptimo puesto, respectivamente.

Admitía Verstappen en la meta que su RB20 iba sobre raíles y ni las ralentizaciones de los coches de seguridad iban a comprometer un triunfo decantado desde antes de la salida. Pronosticaba Norris la inferioridad de su coche frente a los Ferrari, aunque no pudo equivocarse de un modo más flagrante. Fue un domingo sin épica, sin historias que contar a los amigos, sin emoción alguna, porque Red Bull ha retomado el hilo y no parece dispuesto a soltarlo. Alonso puso todo de su parte, aunque terminó perdiendo cuatro posiciones. No hay más donde sacar en ese coche.

De salida, el asturiano no se conformó con salir en una zona en la que nunca podría competir con Red Bull, sino que además se permitió la licencia de atacar por fuera a Pérez en la primera curva. Aguantó cinco vueltas en la segunda plaza, hasta que Checo pudo con él por el interior de la curva 6. La competitividad del AMR24 ni siquiera iba a sostenerse ante el McLaren de Norris, que un par de vueltas más tarde aprovechó el DRS para el adelantamiento en la curva 14.

Remontada de Hamilton

El campo de laboratorio de la zona trasera había quedado inaugurado por Lewis Hamilton en el décimo giro y sólo dos más aguantó Alonso con el neumático medio, antes de cambiar al duro. El heptacampeón, desde la antepenúltima plaza de la parrilla, se batió el cobre con más dedicación que de costumbre. Hasta acabar noveno, que no parece poca cosa dados los tiempos que corren para las Flechas de Plata.

En la vuelta 13, llegó el turno de los dos Red Bull, con una superioridad tan notoria como para permitirse esa doble parada. Había que examinar el ritmo de Ferrari y su hipotética ventaja ante Mercedes y McLaren. Sainz apenas podía asomar la nariz ante Russell, así que su atasco en la novena posición se prolongó más de lo debido. Cuando pasó a los duros, también protagonizó una bloqueada frente a Lance Stroll.

En la vuelta 21, el virtual safety car provocado por la avería de Valtteri Bottas dio una oportunidad a Leclerc. Pero como los comisarios no conseguían sacar al Sauber de la trazada, la dirección de carrera pasó al safety car. Aston Martin apostó por el blando para Alonso, mientras los favoritos, incluidos los dos Red Bull, preferían una segunda parada para montar el duro. Se trataba de un plan alternativo con el asturiano, con quien había que arriesgar en busca de la heroica.

La jugada de McLaren

Casi de inmediato pudo superar a Sainz, con el nuevo calzado, aunque la carrera volvería a quedar ralentizada por culpa del accidente entre Yuki Tsunoda y Kevin Magnussen en la curva 5. Stroll se había llevado por también por delante a Ricciardo, completando la doble desgracia de los Red Bulls Racing. Los comisarios castigaron con 10 segundos tanto al alemán de Haas, como al canadiense de Aston Martin.

Por delante, Leclerc iba cerrando los espacios a Pérez, con tal insistencia que el doblete de Red Bull quedaba seriamente comprometido. El plan D de Ferrari, con una sola parada, coincidía con el de Norris, instalado en la segunda plaza, complicando la existencia a Pérez. Aunque no se lo tomaran demasiado en serio cerca de Christian Horner, la jugada de McLaren iba absolutamente en serio.

Alonso, por contra, tenía que pasar por boxes en la vuelta 43 para montar los duros. De la quinta plaza, a la duodécima, pero con un neumático que le permitía rodar en los tiempos de Red Bull. Su remontada hacia los puestos de honor iba a certificarse ante Hamilton y Oscar Piastri, con pasmosa naturalidad. Stroll, como de costumbre, caía por pura inercia, dejando una vacante que aprovecharía Nico Hulkenberg, uno de los más consistentes de la parrilla. La séptima plaza de Alonso, comprometida hasta el final por la degradación, al menos pudo redondearse con el bonus de la vuelta rápida (1:37.810).

Fernando Alonso asombra a una vuelta y saldrá tercero en Shanghai

Fernando Alonso asombra a una vuelta y saldrá tercero en Shanghai

El viernes había asombrado con un asfalto húmedo y unas horas antes, durante la sprint race, se había batido implacable con Carlos Sainz antes de sufrir un pinchazo que le costó el abandono. Había dudas, por supuesto, sobre el rendimiento de Aston Martin en seco, pero Fernando Alonso se sacó de la manga dos impresionantes vueltas en Shanghai. Sólo cedió ante Max Verstappen, autor de la pole (1:33.660) y Sergio Pérez, que esta vez sí sacó lo mejor del Red Bull. El mejor modo de celebrar su nuevo contrato. La enésima demostración de que, con 42 años, aún puede desafiar a quien se le ponga por delante.

McLaren y Ferrari andaban a la gresca, buscando un puesto de privilegio. Aun sin recursos para discutir la sexta pole consecutiva de Verstappen, Oscar Piastri, Lando Norris, Sainz y Charles Leclerc, sabían de su velocidad a una vuelta. Pero a la hora de la verdad, todos cedieron paso a Alonso, autor de su mejor clasificación del año. El asturiano supo incluso reponerse a un pequeño error en el primer parcial. Se le habían escapado dos décimas, pero antes de abortar su intento, decidió seguir a fondo.

Fuera de toda lógica, porque Lance Stroll ni siquiera había podido colarse en la Q3, con 69 milésimas de déficit ante el Sauber de Valtteri Bottas. Sin embargo, Fernando supo reunir lo mejor de su repertorio en el primer intento, apenas 39 centésimas peor que Verstappen. Colarse entre Ferrari y McLaren ya debía hacer sentir feliz a Mike Krack, team principal de Aston Martin, pero Alonso aún traspasó más los límites (1:34.148).

Sainz, contra las protecciones

Mientras Red Bull festejaba su centésima pole en la F1, Ferrari regresó a las dudas. Sus ingenieros arriesgaron con una configuración aerodinámica distinta, buscando mejor ritmo en carrera y perjudicando la velocidad a una vuelta. Sobre un asfalto con demasiada abrasión, el SF24 nunca pareció competitivo. Leclerc ganó por la mano a Sainz. Pero el sexto y séptimo puesto obliga a una improbable remontada. Y aún pudo ser peor para el madrileño.

La Q2 avanzaba tras el primer aviso serio de Verstappen (1:33.946), con una sustancial ventaja sobre los McLaren. Restaban seis minutos cuando Sainz provocó una bandera roja. Fue pisar la grava de la última curva y salir despedido en dirección contraria, unos metros antes de la línea de meta. Aun sin marcar un tiempo válido, el madrileño pudo al menos arrancar el coche, dar una vuelta a paso de tortuga y alcanzar los boxes para las pertinentes reparaciones.

Hamilton, fuera en la Q1

Por fortuna, no había daños sustanciales en el alerón trasero ni en el fondo plano, así que Carlos pudo volver casi de inmediato para buscar su pase a la Q3. Y lo hizo, si no a lo grande, sí con soltura. Con un tiempo de corte de 1:34.7, Nico Hulkenberg y Bottas ocuparon las vacantes dejadas por Aston Martin y Mercedes.

La euforia de su segundo puesto en la sprint race matinal se había desvanecido demasiado pronto para Lewis Hamilton, eliminado en la Q1 por culpa de un bloqueo a la llegada a la curva 14, que le costó medio segundo. Y aún pudo ser peor si llega verse afectado por la ralentización obligada por un espectacular trompo de Logan Sargeant. Un desenlace tan igualado como para que Nico Hulkenberg alcanzase la sexta plaza con un Haas, para que los Alpine siguieran adelante o para que Pérez salvase los muebles por un suspiro. No hubo piedad, en cambio para Guanyu Zhou, por quien suspiraban miles de aficionados en las tribunas.

Carlos Sainz, en estado de gracia: los datos que prueban otro paso adelante en Suzuka

Carlos Sainz, en estado de gracia: los datos que prueban otro paso adelante en Suzuka

Han pasado 70 carreras juntos en Ferrari y el pulso entre Carlos Sainz y Charles Leclerc no puede estar más igualado. Desde aquel ya lejano GP de Bahrein 2021, los pilotos de la Scuderia han sumado tres victorias y 19 podios cada uno. Sin embargo, el momento actual privilegia al madrileño, el hombre más en forma del momento -con permiso de Max Verstappen- capaz de abrochar ayer un tercer puesto de gran mérito en Suzuka. Este rotundo arranque de Mundial, con pleno de podios en tres carreras, coloca a Sainz como la pieza más cotizada del mercado.

Para saber más

El GP de Japón evidenció lo cómodo que se siente Carlos al volante del SF-24 y la facilidad con la que extrae todo su potencial incluso en situaciones adversas. El momento más delicado llegó ayer durante su relevo con los neumáticos medios usados con los que rodó entre las vueltas 16 y 36. Ferrari había decidido dividir la estrategia (dos paradas con Sainz y una con Leclerc) y ahí aparecieron algunas dudas, porque el madrileño sabía del esfuerzo que le supondrían los adelantamientos. Para preparar la maniobra en la curva 1, la zona más habitual en Suzuka, debía dar en el clavo en la chicane de entrada a meta. Así que una vez colocado el neumático duro, se aplicó a ello con estricta disciplina.

Durante esas últimas 17 vueltas, Sainz evidenció un ritmo muy competitivo y fue superando con holgura a Lewis Hamilton (vuelta 38), Lando Norris (vuelta 44) y Leclerc (vuelta 46). Aunque esa velocidad no bastase para dar caza a Sergio Pérez, lo cierto es que sus cronos oscilaron entre 1:33.841 y 1:35.293. De hecho, en ocho de esos 17 giros fue incluso más rápido que Verstappen, cuyos neumáticos eran sólo dos vueltas más viejos.

Recortar la mitad ante Red Bull

Asimismo, los 20,8 segundos que cedió en la meta ante Mad Max representan la mitad de lo entregado por Leclerc, cuarto hace seis meses sobre ese mismo asfalto (43,9 segundos). De hecho, Ferrari mejoró su paso por vuelta en 1,74 segundos respecto a 2023, un registro sólo inferior al de Aston Martin (1,86).

Según explicó el propio Carlos, las densas nubes que fueron poblando el cielo durante el tramo final bajaron los niveles de degradación de los neumáticos, el punto flaco de Ferrari hasta hace muy poco. La mejora en esa gestión se plasmó asimismo en Leclerc, cuyo eficiencia a la hora de cuidar las gomas le hizo perder tan sólo cinco centésimas por vuelta. Mientras, los Red Bull se dejaban 12 centésimas de promedio y Lewis Hamilton, 14. Durante su relevo con los medios, que pudo estirar durante 25 giros, el monegasco adelantó sin miramientos a los McLaren, Fernando Alonso y Hamilton.

Y es que el gran éxito ayer del team principal, Frédéric Vasseur, fue esa doble estrategia bien trabajada, con la que sus coches ejecutaron la carrera. "En lugar de mirar todo el tiempo por los retrovisores, ahora puedo compensar con la estrategia y luego adelantar, que es algo que el año pasado nunca estaba sobre la mesa", valoró Sainz. Durante la pretemporada, todos en Maranello hubieran firmado estos 21 puntos de déficit respecto a Red Bull después de cuatro carreras.

28 centésimas sobre Leclerc

También Sainz se habría sentido feliz con su situación actual, un pico de forma que le sitúa en el radar de Mercedes, Aston Martin y Red Bull. A los 29 años, en su plenitud física y técnica, Carlos no sólo sabe que merece la pena arriesgar en estas 20 últimas citas con Ferrari, sino que también los éxitos subirán aún más su caché. Ayer, su ritmo de carrera fue 28 centésimas más rápido que el de Leclerc. Y si su repertorio no fuese amplio, durante este arranque también ha dominado a su compañero (2-1) en las clasificaciones de los sábados, la gran especialidad del monegasco. De hecho, el único lamento que se le escucha es esa oportunidad perdida en Jeddah por culpa de la apendicitis.

"Queremos pelear un poco más arriba, pero si seguimos empujando así, estoy seguro de que dispondremos de más oportunidades", zanjó ayer Carlos tras la ceremonia del podio. El regreso a la fábrica para analizar los datos supone ahora el primer paso hacia el GP de China. Y en un horizonte aún lejano deben aparecer ese par de actualizaciones aerodinámicas con las que aproximarse, de un modo más consistente, a Red Bull.

El estado de gracia de Sainz contrasta con los problemas que viene arrastrando Lewis Hamilton, el hombre que ocupará su asiento a partir de 2025. Una semana más, el heptacampeón rindió por debajo de sus posibilidades, con una languidez descorazonadora, especialmente durante los dos stints con la goma dura. Sus habituales críticas a los ingenieros a propósito de la estrategia, sólo disminuyeron en el tramo final, cuando sí supo adaptarse mejor que Russell al neumático medio. En cualquier caso, Sir Lewis completó la peor de sus 14 participaciones en Suzuka, un noveno puesto. De momento, al igual que en 2023, va perdiendo ante Russell tanto los sábados (1-3) como los domingos (0-3).

Soberbio podio de Carlos Sainz en Suzuka, con Fernando Alonso firme en defensa

Soberbio podio de Carlos Sainz en Suzuka, con Fernando Alonso firme en defensa

Sobre el sagrado asfalto de Suzuka, Red Bull no tiene rival. Se sabía de antemano y se rubricó con el doblete de Max Verstappen y Sergio Pérez, cuyo exasperante dominio dejaba una sola vacante en el podio. A ese tercer escalón se encaramó Carlos Sainz, que no ha bajado del top-3 en sus tres primeras carreras del año. Ferrari hizo todo lo que tenía en la mano para animar una carrera más bien anodina, dominada por las estrategias, donde Mad Max tampoco iba a dejar escapar el bonus de la vuelta rápida (1:33.706).

El cuarto puesto de Charles Leclerc, elegido piloto del día, representa otra fantástica noticia en Maranello. Desde su octavo puesto en la parrilla, el monegasco optimizó el rendimiento de su SF-24, con una sabia gestión de los neumáticos. Igual que Sainz, siempre puntual a la hora de sacar los tiempos, siempre preciso para evitar los riesgos. Fernando Alonso, su mentor en la Fórmula 1, puede sentirse orgulloso. El pilotaje de Carlos reúne buena parte de sus virtudes. Y eso es mucho decir, porque la actuación de Alonso en Suzuka tuvo de nuevo el genuino sabor de la heroica. Sólo él puede quedar sexto con un Aston Martin más lento que ocho rivales.

La acción quedó en suspenso durante casi media hora por culpa de un accidente en la primera vuelta, camino de The Esses. Daniel Ricciardo, que había partido undécimo con los medios, intentaba adelantar a Lance Stroll cuando sufrió la embestida de Alex Albon, demasiado intenso con los blandos. Los operarios repararon las protecciones con la proverbial diligencia nipona y la FIA ordenó otra salida en parado.

El ritmo de Norris

Se presentaba la primera oportunidad para una nueva estrategia con los neumáticos. Red Bull y McLaren no cambiaron nada, pero Mercedes iba a apostar por el duro. Sainz prefirió un medio nuevo, mientras Alonso siguió con el mismo blando. En la parrilla, el asturiano había mostrado una honestidad sencillamente desarmante. Las simulaciones de Aston Martin le condenaban al noveno puesto, justo por delante de su compañero, que partía decimosexto. De modo que lo más prudente sería no forzar cuando le apretaran Oscar Piastri o Leclerc, que ya había ganado la posición a Lewis Hamilton.

Hubo cierta tranquilidad en la resalida, pese al bloqueo de George Russell y el toque entre los Alpine en la curva 1. Casi de inmediato, Pérez perdió el DRS frente a Verstappen, el único que rodaba con regularidad en 1:37. En la undécima vuelta, Lando Norris renunció a las gomas medias que tan mal gestionaba su McLaren, lo que dio la primera opción a Sainz. Justo por detrás, Alonso aguantaba con los blandos, taponando a Piastri.

Todo se animó a partir de la decimoquinta vuelta, cuando pararon Pérez (2,1 segundos) y Sainz (2,3). Un giro más tarde, cumplió con el pit-stop Verstappen, justo a tiempo para salir por delante de Russell. No se iba a librar Red Bull del undercut de Norris al mexicano, gracias al frenético ritmo del MCL38 con los duros. Para desgracia de McLaren, su rendimiento caería pronto en picado por culpa de la degradación.

Quien mejor gestionaba los neumáticos era Leclerc, líder provisional gracias a una apabullante consistencia. Hasta el ecuador de la prueba empujó el monegasco con sus medios. Cuando parecía que ya no aguantaba más, tras ensuciar su calzado en una pequeña excursión por la grava, aún se mantuvo por delante de Norris en el pit-lane. Sainz, por detrás, agradecería cualquier ayuda en su lucha por el podio frente a su viejo amigo en Woking. "¿Por qué me paráis tan pronto?", lamentó Lando, obligado a un último relevo con los duros de 26 vueltas.

Tras cumplir con su segundo pit-stop, Sainz montaba un calzado 10 vueltas más fresco Norris y 11 respecto a Leclerc. Sin embargo precisaba de una fotografía completa de la situación. Sus dudas fueron resueltas por radio y él cumpliría a rajatabla. Se deshizo del McLaren a final de recta antes de enfilar hacia Leclerc. Era momento de cederle paso, tal y como confirmó Xavi Marcos, ingeniero del monegasco. "No pierdas tiempo con Carlos porque estamos compitiendo frente a Norris". Por segundo fin de semana consecutivo, Il Predestinato cedió paso caballerosamente a su compañero.

Alonso, al volante del AMR24, el domingo en Suzuka.

Alonso, al volante del AMR24, el domingo en Suzuka.AP

La titánica lucha de Alonso, en inferioridad mecánica, se fraguó siempre ante Piastri. Mientras Stroll aullaba por la escasa punta de velocidad en las rectas, el abuelo de la parrilla agachaba la cabeza para completar una carrera sin fisuras. A sus 20 vueltas finales frente al McLaren hubo que añadir ese pícaro recurso de entregar el DRS al australiano para defenderse de Russell. El mismo truco que Sainz le había recetado en Singapur.

Parecía el momento de Mercedes, cuyo rendimiento sigue muy por debajo de lo esperado. Especialmente en manos del rezagado Hamilton. Russell, a quien Pérez había borrado del mapa con un fabuloso adelantamiento en 130R, sí pudo desembarazarse de Piastri en la penúltima vuelta. Alonso aún conservaba un segundo, margen suficiente para alcanzar la bandera a cuadros en sexta posición.

Red Bull cierra un doblete en primera línea y Alonso obra un pequeño milagro en Suzuka

Red Bull cierra un doblete en primera línea y Alonso obra un pequeño milagro en Suzuka

Red Bull sacó la mejor nota en el examen de Suzuka, un exigente campo de pruebas para la aerodinámica. Dos semanas después de su avería en Melbourne, Max Verstappen se anotó su quinta pole consecutiva (1:28.197), con apenas 66 milésimas sobre el mejor Sergio Pérez del año. El regreso a la normalidad, con un RB20 fuera del alcance, dejó sin posibilidad de réplica a Ferrari, superado incluso por Lando Norris. Carlos Sainz, al menos, supo mantener el tipo con la cuarta plaza, cuatro milésimas más rápido que Fernando Alonso.

El asturiano se acopló de inmediato a los cambios de su paquete aerodinámico en el suelo y los pontones. La mala noticia para Aston Martin es que ni siquiera con estas actualizaciones el AMR-24 alcanza ante McLaren y Ferrari. Un sábado más, el logro de Alonso tuvo mucho más que ver con su inspiración en la Q3 que con la velocidad real de su monoplaza. Como él mismo admitió minutos después, este intento postrero, totalmente al límite, salió mejor que en Melbourne, cuando un error le dejaba sin opciones de progresar.

En cualquier caso, nadie en el top-10, salvo Fernando, pudo dar un mordisco al reloj. En su última vuelta supo rescatar dos décimas para dejar atrás a Oscar Piastri, Lewis Hamilton y un decepcionante Charles Leclerc. La octava plaza de Leclerc, abocado a un único disparo en la ronda definitiva, frustra casi por completo las opciones de podio.

Stroll, fuera en la Q1

Como la última vez en Melbourne, Sainz le fue ganando la tostada desde el inicio. Sin alzar la voz, el madrileño discute ya su hegemonía de los sábados. Eso sí, estas dos décimas de déficit frente a Norris deberían hacer reflexionar a Frédéric Vasseur, porque el ritmo de carrera del MCL38 se antoja a la par que el de Ferrari. Ante este panorama, con un triunfo adjudicado de antemano, la única preocupación de Carlos el domingo será sostener el pulso a Checo y Lando.

Desde el el inicio, Alonso se mostró de lo más inspirado, llegando a colarse en la cabeza de la Q1 entre los Red Bull (1:29.254), a 38 centésimas de Verstappen. Para valorar ese crono con total merecimiento, sólo hubo que esperar unos minutos, cuando Lance Stroll, 77 centésimas más lento que su compañero, se quedaba fuera de la mejora. Con una plaza vacante, Esteban Ocon dio un pequeño respiro a Alpine, con un pase que iba a celebrar como si de una victoria se tratara.

La superioridad de Mad Max en las simulaciones a una vuelta se cifraba en algo más de tres décimas sobre Ferrari. En la Q1, Sainz pudo ahorrarse un juego de blandos, al igual que los Red Bull, los Mercedes, Alonso y Piastri. La velocidad del McLaren, especialmente en el primer sector, quedaba patente también en poder del australiano, víctima de un unsafe release de George Russell posteriormente investigado por los comisarios.

Mercedes, sin opciones

El único momento de debilidad (o relajación) del RB-20 iba a llegar durante la Q2, cuando la progresión de Verstappen se estancó de manera notoria (1:28.740). El líder del Mundial volaba en las curvas rápidas, aunque sólo pudo aventajar en 12 milésimas a Pérez, más inspirado de lo habitual en este mítico trazado.

Mercedes, por el contrario, sufría mucho más de la cuenta para mantener el ritmo de cabeza. Su primer crono de Q2 les dejaba a algo más de un segundo, así que Lewis Hamilton debió reunir lo mejor de su pilotaje para ascender a la tercera plaza (1:28.887). Las Flechas de Plata no encuentran modo de rendir en las curvas de alta velocidad, como la 200R o la 130R.

El heptacampeón tampoco igualará este año el récord de seis victorias de Michael Schumacher en el GP de Japón. Sin embargo, las gradas de Suzuka siguen mantiendo viva la llama de sus tiempos de gloria. Aunque el genuino calor de los hinchas se deposite en la minúscula figura de Yuki Tsunoda, que salvó el honor local colándose en la Q3. Había que ver la cara de disgusto de Daniel Ricciardo, apartado por su compañero en Racing Bulls por 45 milésimas.

Sainz sigue la estela de Red Bull en un viernes pasado por agua en Suzuka

Sainz sigue la estela de Red Bull en un viernes pasado por agua en Suzuka

La primera jornada de entrenamientos apenas permitió extraer conclusiones en Suzuka, por culpa de una ligera lluvia que truncó por completo los planes. Las difíciles condiciones del asfalto, ni seco ni mojado, impidieron el normal desarrollo de la FP2, con la mayoría de pilotos esperando dentro de los coches y sin pisar la pista. Durante la primera sesión, Max Verstappen había marcado el mejor tiempo (1:30.056), con 18 centésimas de ventaja sobre Sergio Pérez y 21 ante Carlos Sainz.

Fernando Alonso ni siquiera rodó durante la sesión vespertina, aunque por la mañana sí pudo completar 19 vueltas, para acabar séptimo, a 54 centésimas de la cabeza. Habrá que esperar al sábado, según el plan establecido por Aston Martin, para examinar al AMR24, que estrena mejoras aerodinámicas en el suelo y los pontones. El objetivo de la escudería de Silverstone pasa por aumentar la carga aerodinámica y controlar la degradación de los neumáticos, aunque de momento las mejoras no han permitido el lucimiento de Lance Stroll, decimoquinto clasificado en la matinal, a dos segundos de la cabeza.

El GP de Japón, tradicionalmente emplazado a comienzos de octubre, ha cambiado por primera vez su ubicación en el calendario. Y los caprichos de la primavera se han llevado por delante las previsiones de los equipos, que renunciaron a rodar para evitar riesgos, convencidos de que el resto del fin de semana se disputará sobre asfalto seco. De momento, las pocas certezas apuntan al dominio de Red Bull y la progresión de Ferrari.

El accidente de Sargeant

Dispuesto a olvidar su abandono de Australia por culpa de una avería en los frenos, Verstappen dominó la tabla de tiempos, aunque Sainz y Charles Leclerc mostraron un esperanzador ritmo en las tandas largas. durante los 10 últimos minutos de la FP1. Las estrategias del domingo apuntan a dos paradas, por lo que el rendimiento de los neumáticos duros se antoja esencial.

El otro foco de atención del viernes fue el feo accidente de Logan Sargeant contra las barreas de la Curva Dunlop. El estadounidense, que hace dos semanas ni siquiera pudo tomar la salida en Albert Park, perdió el control a la salida de las famosas S, pisó la hierba y terminó impactando con violencia contra las barreras. La bandera roja dejó con muy mala cara a los mecánicos de Williams, que no cuentan con un chasis de repuesto en Sukuza, dado que Sargeant tuvo que ceder el suyo a su compañero Alex Albon.

El último protagonista de la jornada fue Ayumu Iwasa, piloto de la Academia Red Bull, que tomó el relevo de Daniel Ricciardo al volante del RB durante la mañana. El japonés, de 22 años, acabó decimosexto, por detrás de Stroll y con 17 centésimas de margen sobre el Alpine de Pierre Gasly.