Rublev impone su ley ante Fritz y disputará su quinta final de un Masters 1000

Rublev impone su ley ante Fritz y disputará su quinta final de un Masters 1000

Eliminados Carlos Alcaraz y Rafael Nadal, ausente Novak Djokovic, baja por lesión antes de cuartos Jannik Sinner, retirado también por lesión Daniil Medvedev tras perder el primer set de la antepenúltima ronda frente a Jiri Lehecka, eliminado prematuramente Alexander Zverev, al igual que Casper Ruud y Stefanos Tsitsipas, los dos principales protagonistas en arcilla en lo que va de temporada, el Masters 1000 de Madrid se ha ido descapitalizando de los nombres más queridos o atractivos para el público.

Su primer finalista será Andrey Rublev, número ocho del mundo, que se impuso a Taylor Fritz, décimocuarto, por 6-4 y 6-3, en un partido sin apenas ritmo, con demasiados errores, de los que no generan entusiasmo. Fue el ruso quien más hizo por llevarse el triunfo, fiel a su estilo, con mayor pujanza y destreza. Una rotura en cada uno de los sets le proyectó hacia la que será quinta final de un Masters 1000, la primera en la Caja Mágica.

Protagonistas inesperados

Cuatro semifinalistas inesperados, entre ellos el vencedor, un tenista que llegó al torneo decaído, aún bajo los efectos de su descalificación en el ATP 500 de Dubai por comportamiento antideportivo, y que creció hasta detener a Alcaraz, campeón en las dos últimas ediciones, y provocarle su segunda derrota en las cuatro participaciones en el torneo, antes de plantarse en la final. Fritz tampoco posee un gran bagaje en torneos de esta categoría, pero en esta edición había hecho valer sus condiciones, no las más aptas sobre tierra pese a la reciente final en Múnich, auxiliado por la altura de la ciudad.

Ninguno de los dos consiguió tomar el mando en los primeros juegos. Después de sendos breaks de entrada, el partido discurría sin que ocurriesen demasiadas cosas. Fritz dominaba por 5-3 el cara a cara, pero había perdido el único duelo sobre arcilla, el pasado año, en semifinales de Montecarlo, una referencia de peso a la hora de esbozar un pronóstico. Hubo que esperar al décimo juego, con rotura en blanco del ruso, para que se decantase el primer set.

El segundo fue aún más sencillo para Rublev ante un rival que apenas presentó oposición. El moscovita, que se garantiza ascender del octavo al séptimo puesto, será sexto si se lleva el torneo. Campeón en Montecarlo el pasado año, se encuentra ante una magnífica oportunidad.

Alcaraz da un paso adelante y neutraliza las armas de Struff

Alcaraz da un paso adelante y neutraliza las armas de Struff

A medida que toma cuerpo el torneo crece la impresión de que Carlos Alcaraz no está aquí de paso, con el freno de mano echado, sino que a poco que se lo proponga puede convertirse en el primer tenista capaz de ganarlo en tres ocasiones consecutivas. Jan-Lennard Struff era ya una prueba de mayor calibre, un jugador en un momento dulce con armas distintas a las de sus dos rivales anteriores. Obligado a ganar el partido dos veces, pues tuvo cuatro pelotas para cerrarlo con su saque en el décimo juego del tercer parcial, el español venció la tenaz oposición de su rival y se impuso por 6-3, 6-7 (5) y 7-6 (4), en dos horas y 52 minutos.

Si tiene que meter una marcha más, Alcaraz está de sobra afinado para ello, aunque hiciese peligrar su éxito en un horrible juego. Este miércoles le aguarda el ruso Andrei Rublev, séptimo cabeza de serie, que derrotó por 6-2 y 6-4 a Tallon Griekspoor. Alcaraz ganó el único enfrentamiento entre ambos hasta la fecha, en la fase de grupos de las pasadas ATP Finals, por 7-5 y 6-2.

La sensación que transmitió Alcaraz en los dos primeros partidos, frente a Alexander Shevchenko y Thiago Seyboth Wild, fue la de una inmensa superioridad. Poco importó que el bicampeón del torneo, que encadena 24 victorias consecutivas en tierra batida española, 14 de ellas en la Caja Mágica, llegase condicionado por la lesión en el antebrazo derecho que le impidió jugar en Montecarlo y Barcelona. El número tres del mundo, segundo cabeza de serie en este Masters de Madrid, viaja a una velocidad distinta, inalcanzable para los adversarios que ha encontrado hasta ahora.

Erosión sobre el revés

Con un punto de agresividad mayor, cargó el juego sobre el revés de Struff y, movido por la inercia competitiva, soltó con más alegría su derecha, contenida en los últimos partidos por el contratiempo referido. Todo parecía encaminado hacia una nueva victoria en dos sets, con 2-0 arriba y servicio para él en el segundo, cuando el alemán revirtió la desventaja gracias a una doble falta y llevó el parcial al desempate, donde cometería menos errores y cerraría con un ace milimétrico y cargado de suspense, que precisó la revisión del vídeo. Al igual que la final de 2023, el partido precisaría de un tercer set.

Struff, que acaba de cumplir 34 años, venía de ganar en el ATP 250 de Múnich el primer título de su carrera, con una soberbia actuación. Dejó en dos juegos a Holger Rune, número 12 del mundo, en semifinales, antes de superar a Taylor Fritz en la final. El alemán posee un estilo propio. Hace valer su corpulencia y agresividad y con el tiempo ha aprendido a explotar sus cualidades en la altura de la capital.

Struff dependía en exceso del acierto con su servicio, que impacta con violencia desde sus 193 centímetros. A partir de ahí, si le funciona el golpe de arranque, tiene más facilidades para golpear con la derecha o para irse a la red. En el bajo porcentaje de puntos ganados con el segundo cabe encontrar parte de las razones de su condena. Lo cierto es que Alcaraz había marcado distancias desplegando lo mejor de su repertorio en el tramo definitivo, antes de mostrarse confundido en la resolución.

Además de arrinconar a Struff en el lado del revés, le desplazó con dejadas que, cuando así era preciso, completaba con un globo. Pero en el tercer set tampoco le alcanzó con el break en el cuarto juego. El alemán volvió incluso de un 3-0 adverso en el último desempate, de nuevo ayudado por los errores de su rival, pero prendido una vez más de la grada, Alcaraz, sin ceder en su gusto por el riesgo, culminó el triunfo.

Jan-Lennard Struff, un viejo conocido en el camino de Alcaraz: "Sé de su nivel, buen saque y volea y buenos tiros de fondo"

Jan-Lennard Struff, un viejo conocido en el camino de Alcaraz: “Sé de su nivel, buen saque y volea y buenos tiros de fondo”

Es tal la suficiencia con que se maneja Carlos Alcaraz que cualquier rival corre el riesgo de ser reducido a escombros. Lo fue Alexander Shevchenko en el debut y corrió similar suerte Thiago Seyboth Wild, a quien se le presumía mayor resistencia sobre arcilla, el territorio donde ganó su único título hasta la fecha, en Santiago de Chile, hace cuatro años, y en el que sorprendió a Daniil Medvedev, nada menos que en Roland Garros.

Para saber más

Pero el bicampeón, que ganó por un doble 6-3, en una confortable hora y cuarto, no ha necesitado la máxima exigencia ni comprometer un físico delicado por la dolencia en el antebrazo derecho para citarse de nuevo este martes con Jan-Lennard Struff, el mismo hombre al que derrotó en la final del pasado año para revalidar el título.

«Sé de su nivel. Buen servicio, buen saque y volea, buenos tiros de fondo... Pero tal y como estoy puedo hacer grandes cosas y voy a provocar opciones para intentar ganar el partido y hacerle sentir incómodo», comentó el segundo cabeza de serie sobre el próximo encuentro.

Struff tuvo que esperar hasta cuatro días antes de cumplir los 33 años para ganar su primer título. Lo hizo hace poco más de una semana en el ATP 250 de Múnich, con una trayectoria impoluta, en la que sacó los colores a Holger Rune en semifinales (6-2 y 6-0) antes de imponerse a Taylor Fritz en la final.

Precedentes

Alto y buen sacador, el jugador de Warnstein, un municipio de Renania del Norte-Westfalia, formó parte del proceso de crecimiento de Alcaraz, que se le encontró en los octavos de Roland Garros de 2021, con derrota en tres sets, y volvió a topársele, un año más tarde, en la primera ronda de Wimbledon, en aquella ocasión con victoria en cinco parciales. Todo ello antes de la final de 2023 en la Caja Mágica, que se llevó por 6-4, 3-6 y 6-3.

Ahora 24º del mundo, Struff ha entrado este año directo al cuadro principal, con victorias en dos parciales frente a Jaume Munar y Ugo Humbert, 14º. Mucho más tortuoso fue su camino en la pasada edición, donde se vio obligado a disputar la fase previa y precisó ganar ocho partidos, dos de ellos frente a Aslan Karatsev, a quien superó en la qualy y en las semifinales, antes de litigar por el título con Alcaraz.

El alemán ha tardado en rentabilizar unas condiciones como las de Madrid, aptas para las características de su juego, de golpeo plano y tendente a conceder poco ritmo al oponente, pero en los dos últimos años, ya en el tramo final de su carrera, sabe extraer rédito de sus cualidades en la altura de la capital.

Nadie ha ganado a Alcaraz en Madrid desde que lo hiciera Rafael Nadal en la segunda ronda del torneo, en 2021 y el resultado de su duelo con Struff pasará más por sus manos que por lo que pueda hacer el alemán. «Sigo sin fiarme del todo del antebrazo, aún está en mi mento. Cada vez que voy forzado o pego una derecha más agresiva viene el pensamiento de cómo va a reaccionar. El objetivo es no hacerme daño», reiteró. «Físicamente estoy muy bien y me muevo bien, pero ese pensamiento va a tardar en irse».

Paradójicamente, la limitación le lleva a hacer de la necesidad virtud, a mostrarse más contenido. «Estoy jugando de una manera diferente. Juanqui [Juan Carlos Ferrero, su entrenador] me dice que no hace falta pegar la derecha al 200%, que basta con relajar y sacar la mano hacia delante, intentando que corra la bola».

La pelota viaja en buena dirección, como lo hace la de Nadal, quien, tras ganar el sábado a Alex de Miñaur, décimo cabeza de serie, en un partido que pudo ser el último en este torneo, jugará este lunes (16.00 h., Teledeporte y Movistar) contra Pedro Cachín, 91º, en un enfrentamiento inédito. El argentino, de 29 años, ha detenido en Madrid la sangría de 15 derrotas consecutivas y viene de superar a Frances Tiafoe, 20º preclasificado. Al igual que en el caso de Alcaraz, Nadal es favorito. Si se ha recuperado bien, tiene muchos números para unirse al murciano en los octavos del martes.