La eterna espera madridista de Kubo: un pasaporte, cuatro cesiones y un "no" constante

La eterna espera madridista de Kubo: un pasaporte, cuatro cesiones y un “no” constante

Parecía llamado a dominar la futura banda derecha del Real Madrid y a ser la puerta millonaria del club hacia el tan deseado mercado asiático, pero Takefusa Kubo (Kawasaki,, 2001) sigue sin pasar el umbral del vestuario local de Chamartín y cada vez está más lejos. Por él, cansado de esperar desde su fichaje en 2019, y por el propio conjunto madridista, confiado su carril diestro a Rodrygo, Brahim y Güler. Hoy vuelve a visitar la Castellana con la Real Sociedad, dueña de sus derechos federativos y del 50% de lo que genere la plusvalía de una futura venta. El otro 50% es del Madrid, que lo vendió por seis millones a los txuri-urdin y se guardó esa opción, esperando ahora un ingreso millonario cuando alguien se acerque a los 60 millones de su cláusula.

A sus 23 años, Kubo volverá al Bernabéu con el mismo ánimo de revancha y la misma rabia acumulada de siempre, amenazando futbolísticamente al equipo que un día llamó a Japón y le recuperó para el fútbol español después de haber abandonado las inferiores del Barça.

Y es que la historia de Kubo en la capital es la de la espera y el rechazo. Un «no» constante que ha condicionado la primera etapa de su carrera. Aterrizó en el verano de 2019, formando parte de una camada adolescente que era vista en la cúpula como la heredera de la época dorada. Por ahí estaban Vinicius y Valverde, firmados en 2018, más Brahim, Rodrygo y Kubo, cuyos fichajes llegaron en 2019 junto a Militao y Mendy.

El ejemplo de Odegaard

De todos ellos, sólo Kubo se ha quedado en la carretera, compartiendo con Martin Odegaard el foco de los proscritos. En su momento, el noruego decidió que no iba a esperar y el club le vendió al Arsenal por casi 40 millones, previo paso brillante por la Real Sociedad. Lo suyo fue rápido y ahora es el capitán de los gunners.

En el caso de Kubo, todo ha sido diferente. Una situación peculiar limitada desde el principio por su pasaporte extracomunitario. La acumulación de extranjeros en el Madrid, especialmente brasileños, obligó al conjunto blanco a elegir desde 2019 a varios descartes, y Rodrygo siempre le ganó la partida a Kubo en el extremo derecho. Mientras el brasileño crecía junto a Vinicius en el ataque madridista, el japonés vivía temporadas complicadas entre Mallorca, Getafe y Villarreal. Cuestión de elecciones y de destino.

Así que el Madrid ganó la Champions 2022 con Rodrygo como héroe de la eliminatoria contra el Chelsea y el City en el momento en el que Kubo terminaba su segundo paso por Mallorca. Antes, había pedido dejar el Villarreal a mitad de año porque Unai Emery no contaba con él, y acabó unos meses en el Getafe de José Bordalás. Un camino de espinas que le revolvía el estómago, presionado mediáticamente en Japón y con la obsesión de brillar en Europa.

Kubo, rodeado de jugadores del Valladolid, el sábado en el Reale Arena.

Kubo, rodeado de jugadores del Valladolid, el sábado en el Reale Arena.EFE

De blanco sólo le hemos podido ver en una pretemporada, la de 2019, cuando fue uno de los protagonistas por la ilusión que despertaba su fichaje. Se fue a la gira americana con Zidane, tuvo minutos y volvió para ponerse a las órdenes de Raúl en el Castilla, donde compartió algún amistoso con el propio Rodrygo. Un casting que terminó ganando el brasileño, que aceptó jugar varios partidos oficiales con el filial.

El japonés, mientras, observaba la elite con ansia. «Era cabezota. Tenía mucha personalidad y muy claras sus decisiones», recuerdan en Valdebebas fuentes consultadas por este periódico. «Me estresaba muchísimo en cada entrenamiento porque quería demostrar mi valía», admitió hace unos meses en una entrevista.

No llegó a debutar en partido oficial con el Madrid porque salió cedido al Mallorca justo antes del inicio de aquella temporada. Una decisión que el club veía bien para su formación, pero que quizás llegó demasiado pronto y el foco, lejos del Bernabéu, se fue apagando. No volvió a jugar de blanco. La pandemia en 2020, los Juegos en 2021 y su fichaje definitivo por la Real en 2022 lo impidieron.

Retraso en las nacionalizaciones

En esa operación, el Madrid se guardó una opción preferencial para recuperarle y el 50% de la plusvalía de una futura venta a cambio de seis millones. Seguía gustando en Valdebebas, pero el retraso en las nacionalizaciones de Militao, Rodrygo y Vinicius lo alargaba todo. Tres años después, todo parece haber cambiado. El japonés renovó con la Real hasta 2029, aunque mantuvo la cláusula en 60 millones, una decisión que desliza la intención de una futura venta.

El Madrid tiene hueco para extracomunitarios, nacionalizados ya los brasileños, pero la nueva zurda joven se apellida Güler y el nombre de Kubo se ve más como fuente de ingresos que en la espalda de la camiseta, esperando en Valdebebas ese salto definitivo en la carrera del talento asiático. Hoy, en la vuelta de semifinales de Copa, nueva reválida.

Guerra civil en San Mamés: una minoría radical divide a la grada y echa un pulso al Athletic

Guerra civil en San Mamés: una minoría radical divide a la grada y echa un pulso al Athletic

Apenas siete meses después de que un millón largo de seguidores del Athletic Club abarrotaran las dos márgenes de la Ría para celebrar el título de la Copa del Rey, el virus de la división comenzó a florecer en La Catedral. El grupo más duro de la Herri Harmaila (grada popular, en euskera) lanzó el primer aviso a la directiva de Jon Uriarte el 28 de noviembre y durante 30 minutos del partido contra el Elfsborg sueco dejó de animar. Desde entonces, el chantaje ha ido a más. El millar de seguidores de este colectivo han decidido no volver a animar hasta que la directiva no se comprometa a evitar que la Policía vasca haga su trabajo. El pulso amenaza con enfrentar a la afición cuando Unai Simón e Iñaki Williams levantan la voz para recuperar una «unidad» rota.

Fue el portero internacional -el mejor jugador rojiblanco en el empate de este domingo con el Leganés (0-0)- quien dijo las cosas claras. «Estamos en una buena situación en La Liga y en Europa, que todos hubiéramos deseado al inicio de temporada. Y esta situación que estamos viviendo con la afición es una mierda», denunció tras el agrio empate en San Mamés. La «situación», además, tiene pocos visos de mejora y, como ratificó minutos después Iñaki Williams también en sala de prensa, preocupa mucho en los vestuarios y el palacio de Ibaigane.

El último incidente extiende el chantaje que el grupo Iñigo Cabacas Herri Harmaila (ICHH) mantiene con la directiva hacia el resto de los 45.000 aficionados rojiblancos, incluso los que se sientan junto a ellos. Simón incidió en otra clave ante los medios: «Es triste que se escuche ese runrún, que a gente que quiere animar no se le deje», constató. Una valiente denuncia del guardameta que el Athletic Club secundó 24 horas después al calificar de «absolutamente inaceptables las presiones» que sufrieron quienes intentaban animar.

Las entradas

La directiva ha publicado que facilita 44 entradas y material destinado a la animación (megáfonos, bombos y banderas) para una grada integrada por unos 4.000 socios. Pero este domingo, y con el balón en juego, uno de los líderes de ICHH se encaró contra otro seguidor del grupo Piratak Athletic que, megáfono en mano, intentaba animar en San Mamés.

El megáfono permaneció mudo y los ICHH se apuntaron otra pírrica victoria en una batalla ya a cara descubierta que arrancó en vísperas del partido de Copa contra Osasuna. Los jóvenes radicales declararon la víspera del partido copero que dejaban de «coordinar y participar» en la animación de los partidos. Un día después, el Athletic fue eliminado por Osasuna (2-3) y la amarga derrota agravó la crisis interna.

Los radicales de ICHH argumentan que la directiva de Uriarte no actúa ante una presunta «represión» de la Ertzaintza en los accesos y en la grada de San Mamés. El presidente rojiblanco no ha cedido al chantaje de una minoría que, jornada tras jornada, aparece retratada en los informes que elabora la Liga de San Mamés.

Amenazas a Uriarte

El primero de esta temporada, contra el Getafe (1-1), retrató a este grupo. Según el informe de La Liga, en los minutos 41 y 72 los situados en sus localidades gritaron «¡Puta Barça, eh, eh!». Cuando concluía el encuentro, (minutos 75, 82 y 87), el insultado fue José Bordalás, técnico del equipo rival. El Athletic recibió la pasada temporada sanciones por un total de 49.000 euros por estos cánticos. Todos los gritos recogidos en los informes de La Liga han sido protagonizados por «un grupo de aficionados locales» que se sitúan debajo de las pancartas «Iñigo Cabacas» y «Herri Harmaila». Cabacas fue el aficionado del Athletic que murió el 9 de abril de 2012 tras recibir un pelotazo de goma de la Ertzaintza tras un partido europeo del Athletic.

Además, un miembro de este grupo radical amenazó a Uriarte el pasado 4 de diciembre. Los de Ernesto Valverde habían logrado una vibrante victoria (2-1) frente al Real Madrid cuando un miembro de ICHH se encaró reiteradamente con el presidente advirtiéndole de las «consecuencias de meterse» con ellos. Uriarte denunció ante la Ertzaintza las amenazas e hizo pública su decisión.

El Barça se atraganta con un Getafe que sostuvo su muralla

El Barça se atraganta con un Getafe que sostuvo su muralla

El Barça que avasallaba en Liga fue un espejismo. No aparece y el campeonato se le atraganta ahora que sus rivales se aceleran. Hace tiempo que perdió su ventaja y la alegría que muestra en las copas y en Europa se esfuma y flaquea cuando debe engancharse a la pelea doméstica. Se enredó en el Coliseum y mira de lejos el liderato que un día atesoró. [Narración y estadísticas (1-1)]

El Getafe es experto en preparar encerronas. Desde 2019 había conseguido que el Barça cayera en la trampa una y otra vez. No sólo no ganaban los culés, sino que en las últimas cuatro temporadas no habían ni siquiera conseguido marcar. La dificultad parecía que iba a durar nueve minutos. Quiso Bordalás ahogarles en la zona de creación, evitando que el balón fluyera a los costados para Lamine Yamal y Raphinha. Pero la efervescencia de su plan la desbravó Pedri encontrando un pasillo imaginario al corazón del área donde apareció Koundé con un desmarque en diagonal. Se lanzó Soria a los pies del francés sin quedarse un balón y, a trompicones, lo mandó el lateral al fondo de la red.

Con la ventaja pareció que el Barça podía desmadejar a un equipo en el que sólo Coba por la orilla izquierda mostraba ímpetu en ataque. Volcados en la contraria estaban los azulgrana, encontrando flancos por donde perforar el muro. Lo pudo hacer Raphinha cabeceando un centro de Koundé, otra vez en el área. Flick se llevaba las manos a la cabeza porque Lamine había retado a Rico para encontrar a Gavi, que vio aparecer al lateral francés y dejó que pusiera la asistencia. Se habían colado por las grietas del Getafe sin aprovecharlo para engordar el marcador. Y eso, en el Coliseum, se paga.

protocolo antirracismo

En una contra, fueron los hombres de Bordalás los que se sacudieron el primer golpe. Una jugada iniciada por Aleñá, que se apoyó en Milla, facilitó el remate de Coba en el segundo palo. El rechace de Iñaki Peña acabó en los pies de Arambarri, quien sólo tuvo que empujar el balón a la red. Koundé rompió el fuera de juego. El equipo menos goleador había descosido al Barça, que tenía que empezar a roer de nuevo el hueso para no ver como espectador la pelea por el título.

Nunca es el Getafe un rival cómodo en su fortín, pero al Barça ya no le quedan vidas. La exhibición en el Clásico de la Supercopa o ante el Betis no suman puntos, ni siquiera parecen haber dado el impulso suficiente. Lo sabe el técnico alemán, que volvió a llevarse las manos a las cabeza cuando, al filo del descanso, Lewandowski tampoco acertó a cabecear entre los tres palos un centro telegrafiado de Balde. La necesidad empujaba a los dos equipos a desatarse en la segunda parte, que arrancó con González Fuertes activando el protocolo antirracismo por la denuncia de gritos desde la grada.

Flick buscó hacer correr más la pelota poniendo a De Jong al mando. Casi lo nubla Arambarri después de que Uche corriera a la espalda de Cubarsí y encontraran con un taconazo a Djené para que se la dejara del cara a uruguayo, que tuvo doble castigo: su remate acabó en las manos de Iñaki Peña y se lesionó.

Los futbolistas del Barça, tras el 1-1 de Arambarri.

Los futbolistas del Barça, tras el 1-1 de Arambarri.AP

No tardó en responder el Barça con una escapada de Raphinha que buscó a Lewandowski y el polaco a Lamine, que apareció para pegarle mordida. Ante la necesidad, la estrella comenzó a soltar chispazos que electrizaron a los culés. No fue suficiente para tumbar a un equipo acostumbrado a mascar hormigón y esperar el error del rival. Lo pudo provocar Uche en un contragolpe y Flick respondió mandando al campo a Dani Olmo. La aceleración tenía que ser máxima sin caer en la precipitación.

Nada le salía porque enfrente tenía a un rival curtido en estas batallas, capaz de compactarse y volverse pétreo al tiempo que explota su capacidad de sorpresa, como hizo Djené rematado a las nubes un centro de Uche o Diego Rico cazando una carambola tras un córner que estrelló en el pecho de Iñaki Peña. El Getafe no dejó de buscar su oportunidad sin olvidarse de los deberes encomendados por Bordalás. Y si fallaban, estaba David Soria, que salvó con la manopla un disparo lejano de De Jong.

Reclamó el Barça penalti por un abrazo de Uche a Koundé y Lamine siguió insistiendo en buscar centros a Raphinha, que remató a bote pronto al lateral de la red. No había manera de encontrar la vía de tumbar al Getafe y la losa de haber sumado seis puntos de los últimos 24 es ya demasiado pesada.

Barça y Getafe, la cara y la cruz de la Liga: el más goleador contra el que menos marca y más faltas comete

Barça y Getafe, la cara y la cruz de la Liga: el más goleador contra el que menos marca y más faltas comete

El escudo de los números no tranquiliza a Hansi Flick. El germano no se fía de las antagónicas estadísticas que describen las trayectorias del Barcelona y del Getafe en esta Liga que ahora inicia la segunda vuelta. El técnico avisa de que su equipo, impulsado por un viento favorable en el comienzo de año, afronta este sábado una visita incómoda al Coliseum. «Lo importante es centrarnos en jugar como queremos. Cuando controlamos el partido y tenemos la pelota, no sufrimos. El Getafe es un equipo muy peligroso al contragolpe que sabe defender y juega bien a la espalda de la defensa», recalca.

El alemán prefiere ser prudente ante un adversario que persigue la rentabilidad sin florituras. El Barcelona -invicto en 2025 y que ha anotado 10 tantos en los últimos dos encuentros- es el equipo más goleador de Primera División, con 51. La escuadra de José Bordalás es, junto al Valladolid, la que menos ha marcado, con 13. Los datos también contrastan con la eficacia de los resultados. El Barcelona consigue dos tantos cada 10 lanzamientos (el mejor porcentaje de todos) y el Getafe ni siquiera logra uno (el peor).

Los principales argumentos del grupo madrileño (15º clasificado) radican en su fortaleza defensiva, es el segundo que menos tantos recibe, 16, sólo superado en este concepto por el Atlético de Madrid, el líder, con 12. «Los equipos se construyen desde la base», insiste Bordalás, que muestra el contragolpe como recurso predilecto y que ahora atraviesa por el momento más productivo del curso, con tres victorias consecutivas en partidos oficiales.

16% de posesión ante el Pontevedra

Para el técnico alicantino, el dominio queda en un segundo plano. Mientras que el Barça encabeza el ránking de posesión, con un 67%, el Getafe es el quinto por la cola, con un 43%, sólo un punto por encima de Alavés y de Leganés y dos superior al Valladolid y al Español. En el último partido de la Copa del Rey, jugado en el feudo del Pontevedra (0-1), sólo sumó un 16% de posesión y efectuó un lanzamiento a portería. Eso sí, la segunda parte la disputó con un jugador menos y los cinco últimos minutos, con nueve.

El Barcelona disfruta con el balón y el ataque posicional; el Getafe prefiere las transiciones rápidas. Los culés son líderes en pases realizados (11.408) y los azulones, últimos (5.670). «Sufrimos cuando cometemos muchos errores. Queremos tener la pelota para generar tantas ocasiones como sea posible», afirma Flick. Las diferencias entre ambos también se reflejan en la conquista de puntos: 38 frente a 19, el doble.

En las últimas campañas, Bordalás es acusado de que sus equipos retienen excesivamente el juego y que generan muchas confrontaciones directas. Él rechaza esa acusación, pero lo cierto es que el Getafe, según las estadísticas recogidas por LaLiga, es el que más faltas comete, 325. Por el contrario, el Barcelona es el que menos, con 173. Sombras y luces en el Coliseum.

Lamine Yamal y Leo Messi

Estilos contrapuestos en un duelo en el que este sábado el Barça pretende frenar su particular racha negativa en Getafe. En sus últimas cuatro visitas al recinto getafense no ha marcado, con una derrota (1-0) y tres empates (0-0). Pero eso era antes de la llegada de Hansi Flick y de las exhibiciones de un su tridente ofensivo: Lamine Yamal, Robert Lewandowski y Raphinha.

Ayer, Bordalás elogió la labor que está realizando Flick en su primera temporada en la Liga: «Está dotando al equipo de una personalidad, de un sello, de un estilo y de una competitividad muy grande». También alabó las condiciones del nuevo fenómeno del fútbol español: «Lamine Yamal es un jugador que nos hace disfrutar a todos y el hecho de que ya le comparen con Leo Messi dice mucho del potencial que atesora. Es muy joven y todavía tiene que pasar mucho tiempo para llegar a ser Messi. Ojalá siga haciéndonos disfrutar y su crecimiento sea el correcto».

Las cifras de la racha triunfal del Atlético, la mejor de toda Europa

Las cifras de la racha triunfal del Atlético, la mejor de toda Europa

Actualizado Sábado, 14 diciembre 2024 - 21:23

Hace un año, con un 3-3, el Getafe cortó la mejor racha como local, 20 triunfos consecjutivos, de la historia del Atlético de Madrid, advertido hoy otra vez por la visita del conjunto azulón, que pone a prueba las 10 victorias seguidas del equipo rojiblanco, la mejor racha actual en Europa, el momento imponente de Julián Álvarez y Antoine Griezmann y el salto que se propone cuando pueda al liderato de LaLiga.

Aquel empate del 19 de diciembre de 2023, con dos goles del Getafe en el tramo final, el decisivo 3-3 de Borja Mayoral en el minuto 93 es el último precedente en el Metropolitano entre los equipos de Diego Simeone y José Bordalás, que puntuó entonces por primera y única vez en su carrera en el campo rojiblanco, donde se reencuentra con un Atlético en plena racha, esta vez dentro y fuera del césped.

Nadie presenta en la actualidad tal secuencia de triunfos en las federaciones que aglutina la UEFA. El Atalanta, que encadenaba nueve, perdió el pasado martes contra el Real Madrid en la jornada de Champions en la que el Atlético venció 3-1 al Slovan Bratislava.

Un binomio para el 65% de los goles

Luce el conjunto rojiblanco como bloque, también en la segunda mejor marca de victorias sucesivas del club en su historia (la mejor, en 2012, también con Simeone, fue de 13), junto a sus individualidades, especialmente de los dos jugadores más diferenciales: Griezmann y Julián Álvarez, con 15 goles entre ambos en esta formidable racha, que empezó el pasado 31 de octubre.

El atacante francés ha anotado, a la vez, siete tantos en los últimos cinco compromisos, con sendos dobletes frente al Sevilla y el Slovan Bratislava; el delantero argentino, integrado ya a la perfección al juego y al esquema de Simeone, ha sumado cinco en los últimos cinco duelos.

Entre los dos, con 23 tantos, han contribuido al 65% de los goles del conjunto rojiblanco en este curso como autores o pasadores decisivos. Pero ni siquiera los 10 triunfos alteran la esencia de este Atlético, que proclama, fiel a la doctrina de su entrenador, el invariable «partido a partido», consciente de que todo depende del próximo marcador, sin mirar más allá, mientras asoma el Barcelona la semana que viene antes de irse de vacaciones navideñas.

Ante la adversidad

No sólo el Getafe lo advierte. También las remontadas que ha necesitado el Atlético en el Metropolitano. Ha debido levantar un marcador adverso en cuatro de sus últimos seis triunfos en casa. Y los goles que ha encajado: al menos recibió un tanto en siete de sus ocho duelos más recientes como local, aunque con una única y extraña derrota: 1-3 con el Lille, al que mereció ganar.

Están sobre aviso el Atlético y Simeone, que dispone de todos sus efectivos por segundo encuentro consecutivo, con un apercibido, Clement Lenglet, y con el riesgo para los jugadores con más minutos con la acumulación de tantos partidos. Hoy será el séptimo en 22 días. La duda es si el técnico incluirá rotaciones o dará más recorrido aún a su once tipo, con la vuelta de Conor Gallagher por Samuel Lino.

El Athletic se deja dos puntos en San Mamés ante un Getafe muy serio

El Athletic se deja dos puntos en San Mamés ante un Getafe muy serio

Actualizado Jueves, 15 agosto 2024 - 21:21

El Athletic y el Getafe se repartieron los puntos en un partido con marcado protagonismo de dos debutantes: Álex Padilla, bajo los palos del conjunto bilbaíno, y Christantus Uche, en el equipo azulón. El nigeriano, precisamente, fue el encargado de materializar el tanto del definitivo 1-1 después de que Oihan Sancet, en la primera mitad del encuentro, abriera el marcador con tremendo zapatazo desde la frontal del área ante el que nada pudo hacer un David Soria que, en la recta final del duelo, fue vital para que los de Bordalás amarraran el empate.

Ernesto Valverde apostó por dejar inicialmente en el banquillo a un Nico Williams por quien el Barça se resiste a arrojar la toalla, por mucho que sus esperanzas sean cada vez más tenues. Más aún tras escuchar la algarabía con la que le recibió la grada cuando, ya en el segundo tiempo, saltó a la banda para calentar y acabó por ingresar en el terreno de juego para tratar de romper la igualada en el marcador, después de que Sancet mandara el partido al descanso con 1-0 para los locales. Y eso que fue el Getafe, con su fútbol directo, el que llegó inicialmente con más peligro a la portería de un Álex Padilla que, pese a su juventud, no se dejó impresionar ni por el hecho de debutar en Primera ni por hacerlo en un escenario con un aura tan especial como San Mamés.

Para saber más

El tanto de Sancet, inapelable, unido a la lesión de Arambarri, le pasó factura a un Getafe que a punto estuvo de marcharse al descanso con un nuevo jarro de agua fría sobre sus hombros. El disparo de Iñaki Williams, en el añadido, no obstante, acabó por perderse por la línea de fondo. Muy cerca, eso sí, del marco visitante. Pese a todo, el equipo azulón saltó al césped en la reanudación más que dispuesto a poner la igualada en el marcador. Peter Federico avisó con un disparo al larguero, finalmente invalidado por fuera de juego. Y Carles Aleñá, por su parte, vio cómo Padilla firmaba una intervención providencial con su pie izquierdo para negarle un gol que el ex azulgrana casi daba por cantado.

Nada pudo hacer, en cambio, para evitar que otro debutante en Primera, el nigeriano Christantus Uche, anotara el tan buscado tanto del empate con un colocado remate de cabeza tras saque de esquina los visitantes antes de que se cumplieran los primeros 20 minutos de la segunda parte. El revulsivo que buscó Valverde con la entrada en el terreno de juego de Nico Williams a punto estuvo de surtir buen efecto pronto, con un disparo envenenado desde la frontal del menor de los Williams perfectamente desviado por David Soria. La insistencia por encontrar el tanto del triunfo de los locales subió cada vez más enteros cuando el duelo se acercaba inexorablemente a su final, pero nada pudieron hacer a la postre para romper un 1-1 que, a la postre, fue definitivo.

Insultos racistas contra Marcos Acuña en Getafe y contundente respuesta de Quique: "Es aberrante"

Insultos racistas contra Marcos Acuña en Getafe y contundente respuesta de Quique: “Es aberrante”

Actualizado Sábado, 30 marzo 2024 - 19:34

Javier Iglesias Villanueva detuvo el partido entre Getafe y Sevilla debido a los insultos racistas que recibió Marcos Acuña por un sector de la grada del Coliseum. El árbitro reflejó con exactitud en el acta lo que tuvo que escuchar el defensa argentino del Sevilla. "En el minuto 68 tuve que detener el encuentro debido a que se produjeron insultos racistas sobre el dorsal 19 del equipo visitante, con palabras como 'Acuña mono' y 'Acuña vienes del mono' desde aficionados situados en la zona central del campo detrás de la posición de mi árbitro asistente".

De inmediato, el árbitro avisó al delegado del Getafe, Manuel Mejuto González para lanzar por megafonía el habitual mensaje del protocolo contra el racismo. Tal y como explica Iglesias Villanueva en el acta, el juego se reanudó dos minutos después y los insultos no se volvieron a repetir en ningún momento.

Sin embargo, Quique Sánchez Flores, entrenador del Sevilla, también denunció haber recibido otro insulto racista. Algunos aficionados del que fue su equipo durante tres etapas le llamaron 'gitano'. "Quiero decir que estoy orgulloso de cada poro de mis venas que pueda respirar gitano. Pero una cosa es ser gitano y otra es que lo utilicen como un insulto racista. Me parece aberrante. Aquí, parte del público, porque hay parte que no, se cree que puede ir a un estadio a decir lo que quiera", denunció.

"esto no puede ser"

En el Getafe, su entrenador José Bordalás respaldó sus palabras. También el defensa Djené Dakonam. No se escondieron. Aunque los insultos, tanto a Acuña como a Quique, venían de su afición, criticaron y condenaron unas acciones que parecen enquistadas en el fútbol. "Estoy en contra de cualquier cántico, aunque sea una minoría. Estoy de acuerdo con Quique. Llevamos tiempo denunciándolo y hasta que no se tomen medidas serias, desafortunadamente vamos a seguir oyéndolos. Nuestros jugadores lo han sufrido en muchos escenarios. Estoy en contra de cualquier insulto o cántico racista sea a quien sea y en el estadio que sea", manifestó Bordalás. "Si hay un cántico aquí (en el Coliseum), el partido tiene que pararse porque esto no puede ser", añadió Djené.

Sergio Ramos, el autor del gol de la victoria del Sevilla (0-1), también se pronunció al respecto. "Venimos reclamando respeto dentro del fútbol. Que la gente no venga a un estadio a liberarse y a decir tonterías, a insultar a los jugadores. Hay que acabar con este tipo de gente, señalarlo, que la gente lo vea y que se le prohíba la entrada a los estadios para ir limpiando la imagen del fútbol, que debe ser un deporte maravilloso para unir y no separar", comentó el capitán sevillista.