La eterna espera madridista de Kubo: un pasaporte, cuatro cesiones y un "no" constante

La eterna espera madridista de Kubo: un pasaporte, cuatro cesiones y un “no” constante

Parecía llamado a dominar la futura banda derecha del Real Madrid y a ser la puerta millonaria del club hacia el tan deseado mercado asiático, pero Takefusa Kubo (Kawasaki,, 2001) sigue sin pasar el umbral del vestuario local de Chamartín y cada vez está más lejos. Por él, cansado de esperar desde su fichaje en 2019, y por el propio conjunto madridista, confiado su carril diestro a Rodrygo, Brahim y Güler. Hoy vuelve a visitar la Castellana con la Real Sociedad, dueña de sus derechos federativos y del 50% de lo que genere la plusvalía de una futura venta. El otro 50% es del Madrid, que lo vendió por seis millones a los txuri-urdin y se guardó esa opción, esperando ahora un ingreso millonario cuando alguien se acerque a los 60 millones de su cláusula.

A sus 23 años, Kubo volverá al Bernabéu con el mismo ánimo de revancha y la misma rabia acumulada de siempre, amenazando futbolísticamente al equipo que un día llamó a Japón y le recuperó para el fútbol español después de haber abandonado las inferiores del Barça.

Y es que la historia de Kubo en la capital es la de la espera y el rechazo. Un «no» constante que ha condicionado la primera etapa de su carrera. Aterrizó en el verano de 2019, formando parte de una camada adolescente que era vista en la cúpula como la heredera de la época dorada. Por ahí estaban Vinicius y Valverde, firmados en 2018, más Brahim, Rodrygo y Kubo, cuyos fichajes llegaron en 2019 junto a Militao y Mendy.

El ejemplo de Odegaard

De todos ellos, sólo Kubo se ha quedado en la carretera, compartiendo con Martin Odegaard el foco de los proscritos. En su momento, el noruego decidió que no iba a esperar y el club le vendió al Arsenal por casi 40 millones, previo paso brillante por la Real Sociedad. Lo suyo fue rápido y ahora es el capitán de los gunners.

En el caso de Kubo, todo ha sido diferente. Una situación peculiar limitada desde el principio por su pasaporte extracomunitario. La acumulación de extranjeros en el Madrid, especialmente brasileños, obligó al conjunto blanco a elegir desde 2019 a varios descartes, y Rodrygo siempre le ganó la partida a Kubo en el extremo derecho. Mientras el brasileño crecía junto a Vinicius en el ataque madridista, el japonés vivía temporadas complicadas entre Mallorca, Getafe y Villarreal. Cuestión de elecciones y de destino.

Así que el Madrid ganó la Champions 2022 con Rodrygo como héroe de la eliminatoria contra el Chelsea y el City en el momento en el que Kubo terminaba su segundo paso por Mallorca. Antes, había pedido dejar el Villarreal a mitad de año porque Unai Emery no contaba con él, y acabó unos meses en el Getafe de José Bordalás. Un camino de espinas que le revolvía el estómago, presionado mediáticamente en Japón y con la obsesión de brillar en Europa.

Kubo, rodeado de jugadores del Valladolid, el sábado en el Reale Arena.

Kubo, rodeado de jugadores del Valladolid, el sábado en el Reale Arena.EFE

De blanco sólo le hemos podido ver en una pretemporada, la de 2019, cuando fue uno de los protagonistas por la ilusión que despertaba su fichaje. Se fue a la gira americana con Zidane, tuvo minutos y volvió para ponerse a las órdenes de Raúl en el Castilla, donde compartió algún amistoso con el propio Rodrygo. Un casting que terminó ganando el brasileño, que aceptó jugar varios partidos oficiales con el filial.

El japonés, mientras, observaba la elite con ansia. «Era cabezota. Tenía mucha personalidad y muy claras sus decisiones», recuerdan en Valdebebas fuentes consultadas por este periódico. «Me estresaba muchísimo en cada entrenamiento porque quería demostrar mi valía», admitió hace unos meses en una entrevista.

No llegó a debutar en partido oficial con el Madrid porque salió cedido al Mallorca justo antes del inicio de aquella temporada. Una decisión que el club veía bien para su formación, pero que quizás llegó demasiado pronto y el foco, lejos del Bernabéu, se fue apagando. No volvió a jugar de blanco. La pandemia en 2020, los Juegos en 2021 y su fichaje definitivo por la Real en 2022 lo impidieron.

Retraso en las nacionalizaciones

En esa operación, el Madrid se guardó una opción preferencial para recuperarle y el 50% de la plusvalía de una futura venta a cambio de seis millones. Seguía gustando en Valdebebas, pero el retraso en las nacionalizaciones de Militao, Rodrygo y Vinicius lo alargaba todo. Tres años después, todo parece haber cambiado. El japonés renovó con la Real hasta 2029, aunque mantuvo la cláusula en 60 millones, una decisión que desliza la intención de una futura venta.

El Madrid tiene hueco para extracomunitarios, nacionalizados ya los brasileños, pero la nueva zurda joven se apellida Güler y el nombre de Kubo se ve más como fuente de ingresos que en la espalda de la camiseta, esperando en Valdebebas ese salto definitivo en la carrera del talento asiático. Hoy, en la vuelta de semifinales de Copa, nueva reválida.

La rebelión contra el 'modelo NBA': menos de 72 horas de descanso, 80 partidos por curso y sin tiempo para entrenar

La rebelión contra el ‘modelo NBA’: menos de 72 horas de descanso, 80 partidos por curso y sin tiempo para entrenar

El 12 de marzo a las 21.00 horas, Kylian Mbappé esperaba el pitido inicial de Marciniak en el Metropolitano para jugar la vuelta de Champions ante el Atlético. 66 horas después, estaba haciendo lo propio con Gil Manzano en La Cerámica ante el Villarreal en Liga. Tras el pitido final, sentenciaba junto a Eduardo Camavinga: "Estoy muerto". Carlo Ancelotti, tras la victoria y dos goles de su delantero, estallaba: "Es la última vez que vamos a jugar un partido con menos de 72 horas de descanso. Nunca más". El Madrid abría la caja de Pandora.

Las reacciones han seguido en cadena en los equipos que juegan competición europea. El más alineado con "el calentón" del Madrid es el técnico de la Real Sociedad, Imanol Alguacil: "Somos los dos que más partidos con menos descanso hemos jugado. No les falta razón, porque así es muy complicado competir".

Tenía razón a medias el técnico txuri-urdin. Es cierto que ambos son los equipos con más encuentros seguidos con tres días o menos de descanso: 22 llevan los de Ancelotti, desde el suspendido por la Dana ante el Valencia, y 20 acumula la Real. Ambos pagaron la ronda extra por no estar entre los 24 mejores de sus respectivas competiciones europeas y continúan también en la Copa del Rey. Pero la Real Sociedad, con cinco, es quien más duelos ha disputado sin las recomendadas 72 horas de descanso. Aunque no el único.

Sin reflejo en ningún reglamento

El Atlético iguala a los donostiarras y a ambos les siguen Real Madrid, Athletic y Betis, con cuatro. El Barcelona sólo ha sufrido dos -beneficiado por la suspensión de su compromiso ante el Osasuna- y el Girona, uno. "Nosotros no tendríamos que haber jugado unos cuantos. Jugamos los jueves en Europa, normalmente a las nueve de la noche y terminamos a las once. No son 72 horas de descanso", expresó el entrenador del Athletic, Ernesto Valverde.

El problema de este calendario es que no existe ninguna reglamentación de cumplimiento obligatorio que marque unas horas de descanso. Lo más cercano fue el Comité formado por LaLiga, la RFEF y AFE en la pandemia en la que se acordaron esas famosas 72 horas, pero sin llegar a reflejarlo en ningún reglamento. Los sindicatos de futbolistas, tanto españoles como internacionales, sí tienen recomendaciones, pero son eso, recomendaciones.

La diferencia podría llegar en 2026. Desde la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) planean intentar introducir ese periodo de descanso en el convenio colectivo que regula el fútbol profesional. A día de hoy sólo hay dos artículos (8 y 11) que hablan de tiempo de reposo, pero se refieren al que afecta a las concentraciones y a los días de descanso previstos en el calendario laboral, no entre encuentros. Sí se puede encontrar en el artículo 9 del convenio de los jugadores de Primera RFEF: "La confección del calendario, en todo caso, respetará un mínimo de 72 horas de descanso entre partido y partido", reza.

Inteligencia Artificial para los horarios

LaLiga gestiona con la ayuda de herramientas con Inteligencia Artificial la configuración de los horarios intentando no favorecer a ningún club. Se toman multitud de factores en cuenta, como la equidad competitiva, la meteorología, las peticiones de los clubes y los desplazamientos de aficionados. Aunque mención aparte merecen la coordinación de los criterios deportivos con la maximización de los derechos audiovisuales.

Alguacil y Alex Remiro, durante el último partido ante el Rayo.

Alguacil y Alex Remiro, durante el último partido ante el Rayo.EFE

Más allá de la reglamentación e intereses hay un evidente problema respecto a la salud de los jugadores. La Real ha sufrido 14 lesiones en lo que llevamos de 2025; el Real Madrid, 17, por mencionar dos de los clubes más damnificados. Especialistas en preparación física explican a EL MUNDO que no respetar ciertos umbrales de descanso "aumenta mucho el riesgo de lesión en los futbolistas".

La clave estriba en tres factores: la percepción psicológica, la potencia muscular y la presencia de la enzima creatinkinasa (CK). Según diversos estudios, ésta, que marca el tono de la musculatura, se recupera a partir de las 72 horas. No obstante, Jonatan Rotaetxe, preparador físico y director de Henao Sport, defiende que el ideal de descanso serían 96 horas porque el fútbol es un deporte con mayor "sobrecarga" neuromuscular, técnica y biomecánica y añade que ese periodo es el mínimo para la recuperación, pero que no permite preparar partidos porque no permite entrenamientos específicos. Miguel Ángel Cordero, director de Fisio Dynamic, habla de otros factores, como la edad a la hora de que esa enzima CK se module más lenta o rápidamente.

"mayor estrés y frustración"

Por último, la falta de descanso afecta también al estado psicológico de los futbolistas. La psicóloga deportiva Lorena Cos explica que la presión por rendir al máximo sin un tiempo suficiente de descanso "genera mayor estrés y frustración, afectando a la confianza y el bienestar emocional del jugador", y añade que aumenta el riesgo de lesiones.

La Real Sociedad ya ha quedado eliminada en la Europa League, pero el Real Madrid, suponiendo que llegara al último partido de cada competición, jugaría este curso un total de 72 encuentros, sin contar con los que los futbolistas participan con sus selecciones. Habrá jugadores blancos que puedan irse incluso a 80 duelos y . "Intentamos aumentar un show que va en detrimento de la salud del deportista", califica Rotaetxe sobre el destino del fútbol. Modelo NBA, le llama Mbappé.

La reacción final permite a la Real llegar viva a Old Trafford

La reacción final permite a la Real llegar viva a Old Trafford

Tiene lo que tiene esta Real Sociedad exigida cuando vienen curvas en la carretera. Si la pasada semana un Real Madrid alternativo salía vencedor en Anoeta en las semifinales de Copa, este jueves al menos evitó la derrota ante el Manchester United, que había vuelto a señalar las limitaciones del equipo de Imanol Alguacil. Con todo, el tanto de penalti de Oyarzabal en el minuto 68 tras una mano de Bruno Fernandes, en el primer disparo a puerta del equipo vasco, le permitirá batirse en Old Trafford la próxima semana con alguna esperanza de alcanzar los cuartos de final de la Liga Europa. Antes, un disparo de Zirkzee desde fuera del área en el 58, frente al que pudo hacer bastante más Remiro, había dado ventaja a los británicos, mejores en el global del encuentro, pese a la reacción local a raíz del empate, que obligó a dos buenas intervenciones de Onana.

Bien armado atrás, con una línea de cinco, el Manchester United vivió cómodo en la primera mitad antes de tomar el mando en el tramo inicial del segundo tiempo. Se dejaba querer, protegido en su terreno, a la espera de alguna salida rápida por las bandas. La Real manejaba la pelota sin encontrar espacios ni hacer circular la pelota con velocidad. Ni Kubo ni Barrene prosperaban por las bandas, sujetados por los laterales. En tiempos difíciles, no se le puede reprochar al conjunto británico orden y compromiso. Hasta Bruno Fernandes, el faro del grupo, se acercaba a achicar agua cuando la situación lo requería.

Profunda crisis

Víctima de una profunda crisis deportiva e institucional, el Manchester United no encuentra la salida. Acaba de ser eliminado por el Fulham de la FA Cup, donde defendía el título conquistado ante el City en la pasada edición, y es decimocuarto en la Premier League, muy lejos del estatus que se le demanda a un tricampeón de Europa, con una formidable historia a sus espaldas. Nada acaba de funcionar en el conjunto británico. Tampoco el relevo en el banquillo, con la llegada de Ruben Amorim, que sustituyó a Erik Ten Hag en noviembre, ha surtido efecto. Estamos ante el peor United en más de medio siglo, después de que en 1974 perdiese la categoría. La Liga Europa, donde está invicto, es la única vía para intentar regresar a Europa la próxima temporada.

Fue Fernandes quien gozó de la mejor oportunidad, en el minuto 36, pero Elustondo sacó el balón casi en la línea de gol, con Remiro ya vencido tras el pase de Dalot. El lateral no se conformaba con neutralizar a Barrene sino que se estiraba con criterio. Si algún equipo anduvo cerca del gol en ese tramo del duelo ése fue el United, pues el juego posicional de los locales resultaba estéril. Sin Zubimendi, finalmente baja, el asunto se complicaba aún más para la Real.

En una noche grande en Anoeta, con el estadio lleno y la hinchada a la altura de la cita, la Real se sostuvo gracias a un buen tramo final del encuentro, en el que incluso pudo haber sacado un resultado superior a los méritos contraídos. Contribuyeron también a su reacción las decisiones de su técnico. Con Becker y Oskarsson en el campo y Oyarzabal desplazado a la banda, crecieron los guipuzcoanos, que pelearán por su porvenir en uno de los templos futbolísticos del continente.

El Manchester United y su ruina deportiva y económica: 450 despidos y lejos de los puestos europeos

Actualizado Miércoles, 5 marzo 2025 - 22:31

El Manchester United no es solo uno de los equipos con mayor fama mundial, hasta el punto de que, hace apenas dos años, tenía el mayor número de seguidores del mundo en Facebook, solo por detrás del Madrid y del Barcelona. También es uno de los equipos más quebrados. El club que vista hoy (18.45 horas) el estadio de Anoeta para enfrentarse a la Real Sociedad en la Europa League tiene un pasado glorioso, pero un futuro marcado por el peligro de la suspensión de pagos.

Hace 15 años, el United era el segundo club de fútbol del mundo que generaba más ingresos, sólo por detrás del Madrid, según la consultora Deloitte. Hoy es un barco al borde del hundimiento que ha perdido 300 millones de libras (casi 375 millones de euros) en los últimos tres años.

La situación es lo suficientemente desesperada como para que el club esté en peligro de incumplir esta misma temporada la regulación financiera de la Liga de Fútbol inglesa, lo que podría implicar la pérdida de puntos, la intervención de sus finanzas, o incluso, en el peor de los casos posibles, la bajada de categoría. Los problemas del Manchester United no son sólo con las autoridades deportivas británicas. Si el equipo no mejora sus estados financieros, también violará las normas de la UEFA.

La llegada en 2024 al club del multimillonario Jim Ratcliffe no ha arreglado las cosas, a pesar de que su entrada en el capital del United como socio minoritario con cerca del 30% de las acciones fue vista por una parte de la afición como la luz al final del túnel.

Ratcliffe lo tenía todo. Había nacido en el área urbana del Gran Manchester, y era un socio de probada fidelidad al equipo. Para una hinchada ferozmente leal a las raíces locales del club, Ratcliffe era la antítesis de la familia de multimillonarios estadounidenses Glazer, que llevan controlando la entidad desde que la compró por 800 millones de libras (casi mil millones de euros) en 2005.

Los hinchas jamás han tragado ni en pintura a los Glazer, así que el aterrizaje de Ratcliffe, máxime cuando se acordó que se encargaría de supervisar los aspectos deportivos, fue saludado con una oleada de optimismo. Pero el héroe local también, llegó con las tijeras de podar gastos, en especial de personal, lo que volvió a hundir en la depresión a los pobres fans. Además, el Machester United no tiene un problema de gastos de personas, dado que invierte en esa partida menos que la media de los equipos de la Premier League.

El problema del United es muy básico: no gana, y no se clasifica para la Champions. Sin esas dos premisas, no consigue llenar el estadio de Old Tratford, y no logra derechos de retransmisión sustanciales. Y, si no genera caja, el equipo es incapaz de hacer frente a una deuda monstruosa. El United tiene beneficios operativos. Pero eso no sirve de mucho cuando se deben 731,5 millones de libras, o sea, 875 millones de euros. La pasada semana fueron despedidos 200 trabajadores, el año anterior se prescindió de 250.

El problema de la deuda del equipo es consecuencia, precisamente, de la adquisición por los Glazer, que la financiaron por medio de deuda que después cargaron al club, poniéndole una losa de 500 millones de libras. En estos 20 años, el United ha pagado 750 millones de libras en intereses, para encontrarse con que debe prácticamente el 50% que cuando fue adquirido.

El Barça descose a una Real Sociedad en inferioridad y carga las pilas para Lisboa

El Barça descose a una Real Sociedad en inferioridad y carga las pilas para Lisboa

Actualizado Domingo, 2 marzo 2025 - 18:27

El Barça cumplió sobradamente con el guion deseado tras el traspiés de Real Madrid en el Villamarín. Frente a una Real Sociedad condicionada por la relativamente madrugadora expulsión de Aritz Elustondo, los de Hansi Flick sentenciaron por la vía rápida con un incontestable 4-0 gracias al estreno de dos goleadores, Gerard Martín y Marc Casadó, y a los tantos anotados por Ronald Araujo y Robert Lewandowski en una segunda mitad en la que los visitantes empezaron muy pronto a pensar en su duelo con el Manchester United en la Europa League. [Narración y estadísticas (4-0)]

Los azulgrana, de esta manera, llegan a su primer choque con el Benfica en la Champions afianzados en el liderato y con las pilas absolutamente cargadas para empezar a definir la eliminatoria en Lisboa, ante un rival que, a diferencia de los azulgrana, habrá tenido muchos días de descanso para preparar su revancha con respecto al 4-5 encajado en la liguilla.

Flick prometió rotaciones. Y vaya si las hubo. Araujo relevó en el centro de la zaga a Íñigo Martínez, Gerard Martín hizo lo propio con Alejandro Balde en la banda izquierda y Marc Casadó volvió al once en detrimento de Frenkie de Jong. El primer susto del partido, no obstante, corrió a cargo de la Real Sociedad. El conjunto donostiarra llegó a adelantarse en el marcador cuando apenas se habían jugado los primeros cuatro minutos del duelo, pero la jugada fue invalidada finalmente por fuera de juego de Javi López, autor del centro que Sergio Gómez había enviado al fondo de la red.

Roja directa

Sabedor de cómo podía hacerle daño su rival, el Barça apostó por poner cerco a la portería de un Remiro que a punto estuvo de ponerle muy pronto las cosas terriblemente cuesta arriba a los suyos estrellando el balón en el cuerpo de Pedri para que este se perdiera finalmente por encima del travesaño. Sí lo hizo, en cambio, Aritz Elustondo, al trabar lo suficientemente a Dani Olmo cuando el atacante barcelonista se disponía a encarar a su guardameta como para que Quintero González le mostrara sin dudarlo la roja directa.

Con uno menos, los de Imanol Alguacil dieron un paso atrás y propiciaron que la llegada de los tantos azulgrana fuera solo cuestión de tiempo. Gerard Martín, tras una asistencia de Dani Olmo que llegó a su vez tras una gran acción personal de Lamine Yamal dentro del área rival, se encargó de inaugurar tanto el marcador como su cuenta anotadora con el primer equipo barcelonista con un disparo ante el que nada pudo hacer un Remiro al que se le iba a acumular mucho el trabajo.

El 1-0 llegó a cinco minutos para la media hora y, justo entonces, subiría también al marcador el 2-0. Casadó, desviando involuntariamente un duro disparo de Olmo después de que el meta txuri urdin rechazara como buenamente pudo un envenenado centro de córner de Raphinha, se estrenó también como goleador con el primer equipo del Barça. Con el nuevo tanto de los locales, el técnico vasco miró al cielo, deseando quizás acabar cuanto antes para poder pensar ya en el choque con el United en la Europa League.

Quintero González muestra la tarjeta roja a Elustondo.

Quintero González muestra la tarjeta roja a Elustondo.AP

Tras el descanso, el técnico visitante decidió dejar en la caseta tanto a Martín Zubimendi como a Ander Barrenetxea con vistas a ese encuentro. El Barça, por su parte regresó al terreno de juego más que dispuesto a dejar el partido visto del todo para sentencia con el 3-0. Avisaron Raphinha y Pedri, el primero con una falta que se marchó no muy lejos del marco donostiarra y el segundo con un disparo seco que se estrelló en el travesaño. Araujo, en cambio, aprovechando el rechace de Álex Remiro a un remate de cabeza de Lewandowski, no perdonó. Tampoco el propio delantero polaco, desviando lo justo un disparo desde fuera del área del central uruguayo para propiciar el 4-0.

Con tanta distancia en el marcador, Alguacil decidió hacer más cambios pensando en Europa, propiciando así que los locales vivieran un final de partido plácido para empezar a centrarse también en su duelo a domicilio con el Benfica en la Champions. Un partido en el que, de nuevo, deberán mostrar sus mejores galas.

El parón por el “¡Asencio, muérete!” y el cambio de Ancelotti porque “Raúl estaba afectado”: “Condenamos los insultos, hay otras maneras”

Actualizado Jueves, 27 febrero 2025 - 01:42

Raúl Asencio se quedó en los vestuarios en el descanso del Real Sociedad - Real Madrid, en la ida de las semifinales de la Copa del Rey. Le habían sacado una peligrosa tarjeta amarilla y Carlo Ancelotti decidió que era mejor dar entrada a Lucas Vázquez, pero no fue el único motivo. El técnico italiano admitió que el canterano madridista "estaba afectado" por los cánticos que había dirigido hacia él parte de la grada del Reale Arena. "¡Asencio, muérete!", cantó en varias ocasiones un sector del público.

Ante esos hechos, Vinicius Júnior, capitán del Madrid por primera vez, avisó a Sánchez Martínez, a lo que el colegiado del duelo respondió deteniendo el partido y activando el protocolo contra el racismo, la xenofobia y la intolerancia. El encuentro se paró durante unos minutos, el árbitro habló con los capitanes y con los entrenadores y se emitió un mensaje por la megafonía y los videomarcadores rechazando cualquier tipo de insulto en ese sentido. Al tercer aviso, se suspendería.

La decisión de Sánchez Martínez es una novedad, porque hasta ahora sólo se habían parado momentáneamente encuentros por insultos racistas y para lanzar ese mensaje por megafonía. Así ha sucedido en otras ocasiones con Vinicius Júnior o Nico Williams, pero no por insultos de carácter personal. De hecho, hace un año, una parte de la afición de El Sadar le cantó a Vinicius "Vinicius, muérete", y Carvajal, capitán del Madrid ese día, advirtió a Martínez Munuera, pero el colegiado no detuvo el partido ni lo reflejó en el acta.

"A nadie le gusta que le canten 'muérete'"

Con esta acción, el Comité Técnico de Árbitros sigue las directrices de la Federación y de LaLiga, que en los últimos meses han ampliado sus mecanismos para acabar con el odio en los estadios del fútbol español.

"Creo que se ha actuado bien. Vinicius avisó al árbitro y él hizo lo que se debía hacer. Se ha actuado bien. Raúl estaba afectado, lo cambié por eso y por la amarilla. A nadie le gusta que le canten 'muérete' en un estadio", explicó Ancelotti en sala de prensa.

La investigación

La situación personal de Asencio ha saltado al campo desde hace unos meses. El canterano es uno de los investigados en un caso sobre una presunta grabación y difusión de un vídeo de contenido sexual con una menor de 16 años. Asencio había pedido el archivo de la causa contra él, pero fue rechazada y sigue como investigado por la presunta difusión.

El Madrid ha expulsado a todos los imputados en el caso salvo al central, que mantiene que no participó ni en la grabación ni en la difusión. El resto están fuera y algunos, como Ferran Ruiz, ya ha debutado con equipos de LaLiga como el Girona.

A Asencio, mientras, Ancelotti le ha ido dando oportunidades ante la plaga de lesiones y le han silbado en muchos estadios, el último el Reale Arena, y rivales como Maffeo han usado la investigación judicial para atacarle dentro del campo: "Vete a difundir vídeos, subnormal", le dijo el defensa en la Supercopa de España.

"Hay otras maneras de condenar los hechos"

En San Sebastián, sin embargo, los silbidos han pasado a un "Asencio, muérete" que tanto Oyarzabal como Alguacil se encargaron de denunciar. "Como en muchos estadios, lo que unos pocos canten no empaña al resto de la afición. Se condenan los insultos, por supuesto. No nos gustan. Hay otras maneras de condenar los hechos que alguno haya podido hacer. No es la manera adecuada, hay que hacerlo de otro modo", reflexionó el capitán de la Real Sociedad.

En sala de prensa, Alguacil insistió en el argumento: "Si es así, porque yo no lo he escuchado, condenarlo, porque no nos gusta que se escuchen esas cosas en ningún campo, pero nuestros aficionados y nuestros jugadores son de los más nobles de LaLiga. El comportamiento ha sido de chapeau, como suele ser siempre. Evidentemente condenar esos cánticos, si han existido, pero estoy orgulloso de mis jugadores y de los aficionados".

Un Madrid tacaño

Actualizado Jueves, 27 febrero 2025 - 00:29

Un gran gol de Endrick, a pase de Bellingham, y una vez más los jugadores salvaron a un Ancelotti lamentable, que ante un rival muy inferior jugó como si el Madrid fuera un equipo pequeño dispuesto a sufrir hasta el final.

El técnico no puede lavar su chusco sentido defensivo a la italiana. Con su puñetero bloque bajo, más antiguo que los dinosaurios, pudo saltar por los aires. Para su suerte apareció un fenomenal Lunin, que más tarde o temprano será el sucesor de Courtois.

El Madrid del absurdo Ancelotti jugó todo el partido al catenaccio, como si se enfrentará a un gigante. Una pantomima, porque si hubiera atrevido un poco en ataque, casi seguro, se habría llevado un tanteo que dejaría la eliminatoria sentenciada.

Aunque la paura de Carletto puede más que todo, cuando la Real era un tosco adversario de pocos jugadores con calidad y que se cansaron de correr, como el conejito de la pilas, a partir el inicio de la segunda parte.

Sólo había que ver a su denostado Endrick, en una isla de soledad, como un náufrago. Pero el brasileño sentenció el partido, con la ayuda de Bellingham. Mientras que el debut de Vinicius como capitán no pudo ser más pobre.

Estaba perdido entre las arenas del desierto y con una más que preocupante baja forma. Incluso Bellingham le dio un caramelo para marcar y lo solucionó con un tirito absolutamente ridículo.

Aunque el espectáculo más bochornoso fue el del muy mediocre Fran García. Incluso ayudó a regalarle un gol a la Real, que parece inutilizada para marcar. García no puede jugar ni un sólo minuto más en el Madrid. Es irrelevante y peligroso.

Poco más o menos como Camavinga, otro problema para Lunin, con sus perdidas dañinas. No me gustan los jugadores cojos de una sola pierna. Ni crea juego ni es capaz de robar algún balón del contrario.

Si no hubiera estado Ceballos hubiera sido u desastre. Al final, también cayó el sevillano en el torbellino de faltas, algunas tan peligrosas que tuvieron que reemplazarlo.

La Real es un equipo sin fuste, pendiente de un desangelado Kubo, frágil como un jarrón japonés. Una extravagancia de la universalidad del Madrid. Si la Real presume de jugadores como Kubo, mucho peor es el tal Aramburu, un despojo de mala intención, de acabar con el rival como sea. Es un vinotinto de Caracas. Y peor para el triste Imanol, que siempre se queda de perfil. Ni para adelante ni para atrás.

La última perfidia de una Federación que trata de acabar con el Madrid de cualquier forma, ha sido el caso del Comité de Indisiciplina. Hasta los árbitros que han quedado perplejo con la amnistía a Antony. Ya han adulterado el partido con el Betis por amnistiar al irregular brasileño, del que se ha hartado el mismísimo Manchester United y casi lo regala. Así es la cloaca de la Federación.

Endrick se pide la Copa para un Madrid que tiembla por Ceballos

Endrick se pide la Copa para un Madrid que tiembla por Ceballos

El hambre de Endrick ha puesto el primer pie del Madrid hacia la final de la Copa del Rey, que se celebrará en La Cartuja el 26 de abril. El tanto del brasileño empujo a los blancos en rotación ante una Real Sociedad intensa, que asedió por momentos a Lunin y deberá buscar la heroica el 1 de abril en Chamartín. [Narración y estadísticas (0-1)]

Después de varios partidos en el fondo del armario, Ancelotti le puso el traje de titular a Güler y Endrick, olvidados durante las últimas semanas por la importancia del playoff de Champions contra el City y el buen estado de forma del ataque. Y el Madrid, que tiene la Copa en la tercera posición de prioridades de la temporada, respiró con ellos. Especialmente gracias al brasileño, con ganas de comerse el mundo.

La Real Sociedad arrancó pasional, empujada por las bengalas de la previa, que tiñeron de rojo el antiguo Anoeta. El cuadro de Imanol, irregular durante el curso, buscó al Madrid desde el minuto 1, planteó una presión alta para buscar el error inicial y casi lo consigue en el minuto tres. Kubo se plantó ante Lunin tras un error de Camavinga y una pared con Oyarzabal, pero el ucraniano despejó a córner.

Los gritos contra Asencio

El paso de los minutos despertó a los blancos y asentó su plan. Camavinga y Ceballos en el doble pivote, Bellingham liberado, Arda en derecha y Vinicius en izquierda. El Madrid no quiso balones largos, como en otras ocasiones, sino que llamó a la Real a presionarle para salir del agobio en varios toques buscando el espacio libre en el centro del campo. Así llegó el 0-1.

Endrick bajó a recibir y cedió para Vinicius antes de dibujar un desmarque directo a portería. Potente, vertical. El balón se detuvo en los pies de Bellingham, que esperó la carrera del delantero para ponerle un milimétrico balón a la espalda de los centrales. Endrick controló, aprovechó las dudas de Remiro en la salida y definió con el exterior de forma sensacional.

Su hambre de minutos, de goles y de gloria ponía al Madrid camino de la final de La Cartuja, pero la Real, y menos en San Sebastián, no se iba a rendir. Los txuri-urdin enfocaron sus opciones en el lado derecho de la defensa madridista, con Asencio en lugar de Lucas, sufriendo el canterano ante Barrenetxea, que le superó en varias ocasiones para amenazar a Lunin y le sacó una amarilla que provocó el cambio de Asencio en el descanso. Justo después de que la grada le cantara «Asencio, muérete» y obligara a Sánchez Martínez a parar el duelo y aplicar el protocolo contra el racismo, la intolerancia y la xenofobia.

Ceballos, sobre la hierba, tras su lesión en el tramo final.

Ceballos, sobre la hierba, tras su lesión en el tramo final.EFE

Antes, Lunin había sacado varios disparos de Brais, Barrenetxea y Oyarzabal y Remiro había evitado el 0-2 de Vinicius tras un contragolpe de Bellingham antes de que el partido entrara en el terreno de las interrupciones y la tensión.

Tras el descanso, Ancelotti retiró a Asencio, lastrado por la amarilla, y dio entrada a Lucas. No cambió demasiado el Madrid, pero el partido creció en tensión y ocasiones. Se rompió. La Real dio un paso adelante en ataque y cambió de banda, insistiendo ahora en el lado de Fran García, con Kubo y Brais buscándole una y otra vez. Ahí tuvo sus mejores opciones, pero Lunin se hizo gigante.

En el 49, el ucraniano salvó un remate a bocajarro de Oyarzabal y se estiró en el rechace para evitar el gol de Kubo. En el otro lado del campo, Endrick envió un misil al larguero cuando en el banquillo del Madrid ya cantaba el gol.

Vinicius, sin acierto

El brasileño volvió a ganar espacio con un desmarque que sorprendió a la defensa de la Real y Vinicius le encontró en largo, pero el palo desvió el disparo. Fue la gran carta de presentación del joven atacante, un gol y un travesaño, para convencer a un Ancelotti al que le ha costado darle minutos.

El Madrid tuvo 10 minutos de espacios a la contra en los que Vinicius pudo sentenciar, pero no estuvo asentado el día en el que estrenaba brazalete de capitán. Tampoco Lucas, que envió el balón alto tras un zigzagueo en el área.

El perdón de los blancos pellizcó a la Real a partir del minuto 60. Los de Imanol se volcaron contra Lunin, pero les faltó punch, como a Oyarzabal, que tardó en definir tras un error de Fran García y permitió la llegada de Tchouaméni, sacando una nota alta como central. Bellingham perdonó en el otro área y Ceballos, clave este año, se rompió, dejando la gran mala noticia del Madrid en la ida de San Sebastián.

Zubimendi, el cerebro del ajedrez y del balón por el que suspira media Europa: el "no" al Liverpool, su "ídolo" Xabi, el interés del Madrid...

Zubimendi, el cerebro del ajedrez y del balón por el que suspira media Europa: el “no” al Liverpool, su “ídolo” Xabi, el interés del Madrid…

La vida en Gros gira alrededor del agua y la arena de la playa de Zurriola, pegada a la colina del Monte Ulía. En el mar se acumulan los surfistas, un espectáculo constante para todo aquel que pasee por la avenida principal. Y por ahí, sin grandes focos ni ropa de cientos de euros, aparece todas las semanas Martín Zubimendi (San Sebastián, 1999), el mejor mediocentro español de la actualidad y uno de los mejores del mundo. Hoy volverá a ser el cerebro de la Real Sociedad mientras medio planeta, incluido el Real Madrid y la Premier League, observa sus pasos.

A sus 26 años recién cumplidos, Zubimendi se acerca a un momento crucial en su carrera deportiva. El verano pasado, después de ganar la Eurocopa con España, dijo «no» al Liverpool para quedarse un año más en el Reale Arena porque la pérdida de Mikel Merino y Robin Le Normand ya era suficiente castigo para los txuri-urdin y decidió aguantar.

Ahora, entrando de lleno en los mejores años de su vida profesional, con 60 millones en su cláusula de rescisión y un contrato hasta 2027, la reflexión gobierna su cabeza, aunque él, «un tipo tranquilo dentro y fuera del campo», cuentan, mantiene los pies en el suelo y sigue acercándose más al mar que a los focos. Subir un escalón en la elite del fútbol mundial parece obligado para un centrocampista que lleva apareciendo demasiados meses en la lista de mejores cerebros del continente y en la libreta de deseos de los directivos más importantes.

Mediocentro, especie en extinción

Guardiola, Slot, Ancelotti, Flick... La lista de 'necesitados' de un jugador como Zubimendi crece cada día, y casi nadie se atrevería a decir «no» a su fichaje. El City tiene a Rodri, pero su grave lesión de rodilla ha condicionado la temporada del conjunto de Manchester y Pep no ha encontrado alternativa en su vestuario. En Anfield, el Liverpool sigue pendiente de Zubimendi, con el que ya contactó el pasado verano. Y en España se rumoreó con el interés del Barcelona, pero sólo la salida de Frenkie de Jong podría acelerar el caso.

El tema del Madrid es diferente. Si una cosa ha aprendido Carlo Ancelotti en estos primeros meses de temporada es que la plantilla actual no puede jugar a lo mismo que la de la temporada pasada por una sencilla razón: Toni Kroos.

La retirada del alemán ha dejado al conjunto blanco huérfano de un eje sobre el que girar. En el tramo inicial de curso, el técnico intentó compensar la pérdida de talento en la creación con el extraordinario caudal ofensivo de sus estrellas y el físico de sus centrocampistas, pero en algunos partidos naufragó.

La necesidad del Madrid

Entonces encontró a Ceballos. Alguien a quien no le quema la pelota ni le tiembla el pulso cuando tiene el balón. Uno que no sólo rompe líneas como Camavinga o Valverde, sino que tiene la pausa para organizar al resto. El vacío del Madrid y la virtud de Ceballos le han hecho imprescindible, pero también han reflejado que la galaxia de estrellas siempre necesitará un creador. Sin Kroos, y con Modric apagando su llama, el mercado es la única solución para los blancos y Zubimendi, descartado Rodri por imposible, una de las mejores opciones.

Promedia 52 pases por partido y casi un 90% de acierto, números que mejoran pocos centrocampistas: Kimmich, Vitinha, Ceballos o Pedri.

En este 'fútbol moderno' obsesionado con centrocampistas potentes, los grandes clubes de Europa han terminado abrazando la necesidad de un cerebro, un timón. Así lo demuestran también los resultados, con la Eurocopa de España y la Champions del Madrid como mejores ejemplos. El conjunto blanco traza su futuro en la rotación que forman Tchouaméni, Camavinga y Valverde, con Bellingham conectando con Vini, Mbappé y Rodrygo, pero a la espera de la evolución de Eduardo, que todavía tiene 22 años, y de las posiciones futuras de Fede y Aurelién, aspiran a completar su núcleo con otro nombre.

Zubimendi, en octubre de 2022, tras firmar su última renovación.

Zubimendi, en octubre de 2022, tras firmar su última renovación.REAL SOCIEDAD

Zubimendi, que comparte agente con Xabi Alonso, suena ideal. El '4' de la Real heredó el dorsal de Illarramendi, «su referente» y de Alonso, «su ídolo», con el que además comparte agente. Si el futuro del actual entrenador del Bayer Leverkusen parece ligado al Bernabéu, se desliza como lógico que uno de sus cerebros en el césped pueda ser ese futbolista al que empujó desde el filial al primer equipo donostiarra.

Campeón de ajedrez de Guipúzcoa a los 11 años, su actuación en la segunda parte de la final de la Eurocopa contra Inglaterra, sustituyendo al lesionado Rodri, elevó su nombre en los despachos continentales. De vez en cuando al tablero, que en su momento le aportó «concentración y equilibrio de ideas», explican fuentes cercanas al futbolista. Y en su día a día importan más los paseos con su perro y los partidos de fútbol playa o pádel en verano que las redes sociales, algo que no usa demasiado. Este mes de julio le tocará una de las decisiones más importantes de su vida.

La Real Sociedad vence sin problemas a Osasuna y alcanza las semifinales de Copa

La Real Sociedad vence sin problemas a Osasuna y alcanza las semifinales de Copa

Actualizado Jueves, 6 febrero 2025 - 22:19

La Real Sociedad venció sin discusión alguna al Osasuna por 2-0 y ya es el tercer equipo semifinalista de la competición del K.O., la favorita de Imanol Alguacil.

Aunque algo tímidos los dos equipos, el conjunto rojillo entró mejor al partido, prueba de ello fueron dos llegadas con peligro, con un Ante Budimir que no llegó a rematar un balón dentro del área en boca de gol y un Aimar Oroz que pudo rematar sin oposición desde la frontal, aunque su lanzamiento fue desviado.

Fue precisamente en ese gran momento de Osasuna que llegó el primero de la Real, con un contraataque fantástico conducido por Take Kubo que habilitó a Oyarzabal para que este, de espaldas, asistiese a un Ander Barrenetxea que, tras un regate, batió a Sergio Herrera.

No contento con ello, los locales se vinieron arriba y en una gran presión, lograron poner nervioso al meta rojillo. Herrera asistió mal a su compañero, robó Oyarzabal y este asistió a Brais Méndez para que el gallego pusiese el 2-0 a placer.

Por si fuera poco, Alejandro Catena decidió autoexpulsarse tras una patada criminal en la nuca de Brais Méndez. Mario Melero López sacó la amarilla en primera instancia, pero, tras una rápida revisión del VAR, expulsó al central de Osasuna. Trató de reaccionar el conjunto de Vicente Moreno antes del entretiempo, y casi lo consigue Aimar Oroz de nuevo desde fuera del área, aunque su lanzamiento se marchó desviado.

La segunda parte fue una de las más plácidas que la Real Sociedad habrá tenido en los últimos años, ya que no hubo acciones destacables en ninguno de las dos áreas y el tiempo corrió sin parar a favor de los txuri-urdin.

Sin tiempo para más, los de Imanol Alguacil vuelven a clasificar a semifinales de Copa del Rey, la tercera vez en seis años y la segunda de manera consecutiva. Sueñan los donostiarras con repetir el título como en la Copa de la pandemia en la que vencieron al Athletic Club.