Xavi, sobre Gündogan: "Cuando no hay mala intención, no hay problema"

Xavi, sobre Gündogan: “Cuando no hay mala intención, no hay problema”

Actualizado Sábado, 20 abril 2024 - 15:12

La polémica desatada por el cruce de declaraciones entre Ilkay Gündogan y Ronald Araújo a raíz de la eliminación ante el PSG en la Champions está zanjada y olvidada. Así ha querido recalcarlo Xavi Hernández en la rueda de prensa previa al clásico contra el Real Madrid. El alemán señaló que su compañero, tal vez, debería haberse desentendido de Barcola en lugar de jugarse la expulsión. Algo a lo que el uruguayo respondió esgrimiendo la necesidad de mantener unos códigos inquebrantables en el vestuario. La chispa amenazó con acabar por hacer saltar un polvorín. Pero, ahora, ya está sofocada.

"No le veía demasiado problema, pero hablando se entiende la gente. Está todo solucionado", apuntó el técnico azulgrana. "Cuando no hay mala intención, no hay problema. Todo zanjado", recalcó. El propio Gündogan, de hecho, ya se había encargado previamente de empezar a limar asperezas en público a través de unas declaraciones recogidas por ESPN.

"Por supuesto, a veces hay situaciones en las que hay que aclarar las cosas, pero la intención de cada uno en este club es conseguir el éxito. De lo que se trata es de alcanzar nuestro máximo potencial e intentar ganar tanto como sea posible", aseveró el capitán del City que logró el triplete la temporada pasada. "Miramos hacia adelante. Creo que así es como se desarrollan y mejoran los equipos que acaban teniendo más exitosos: comunicándonos, mirándonos a los ojos y hablando en beneficio de cada uno de sus miembros", insistió.

"Un Madrid fuerte y reforzado"

Para tratar de retomar el camino del éxito, el Barça debe superar el mazazo de la derrota en casa ante el PSG. Y el Bernabéu sería un escenario ideal para lograrlo. Aprovechando, quizás, los sentimientos negativos que se desataron el martes. "Toca cambiar el chip. Hay que hacer que la rabia, la frustración y la impotencia del otro día se vuelvan a favor nuestro. Tenemos delante un Real Madrid fuerte y reforzado moralmente tras esta semana de Champions", reflexionó un Xavi muy consciente de la importancia de arrancar los tres puntos.

"Para nosotros es el partido más importante de la temporada. Hay que ganar para meter presión al líder. Si ganas, te pones a cinco puntos y ese es el escenario que nos gustaría. Al Real Madrid le tenemos un respeto extraordinario y nos lo vamos a dejar todo en el campo para intentar competir contra un equipazo", apostilló.

"A mí no me han citado"

El técnico, incluso, pidió que se volvieran a aparcar las especulaciones sobre una continuidad que, pese al anuncio de su marcha, no deja de salir una y otra vez a la palestra. En esta ocasión, con especulaciones de que este mismo fin de semana podría haber un encuentro clave acerca de este asunto. "No hay ninguna reunión. A mí no me han citado. Y eso, ahora, no es lo importante. Nos jugamos el título Liga. En caso de no ganar, ya será muy difícil. Y en caso de perder... Ya habrá tiempo para hablar", señaló. Aunque sea de forma muy tímida era su manera de dejar una puerta entreabierta.

Por último, elogió la apuesta que llevaron a cabo los blancos en Manchester. "Yo no creo en la suerte, creo en el trabajo defensivo. Todos trabajaron. Sí, el City falló ocasiones claras, pero el fútbol es esto. El Madrid, en los últimos tres años, ha eliminado al City dos veces. Y nosotros tenemos que competir con ellos en España", finalizó.

Explotan los cuartos más goleadores de la historia sin el valor doble fuera de casa: "Se especula menos"

Explotan los cuartos más goleadores de la historia sin el valor doble fuera de casa: “Se especula menos”

Hay que irse a la temporada 2003/04 de la Champions League para buscar unos cuartos tan goleadores como los de este curso, con 32 tantos. Entonces se marcaron 30 goles y era el récord de la competición desde que mutó de Copa de Europa al formato actual, hace ya 21 años, y casi un tercio de ellos se hicieron en la eliminatoria entre el Milan y el Deportivo: 4-1 en el enfrentamiento de ida y 4-0 en el de vuelta.

"A mis jugadores les traté de convencer de que el Milan no era tan grande como equipo y que fue un accidente en la ida. Y en el segundo partido salieron como locos". Habla Javier Irureta, el que fuera el entrenador del Deportivo, protagonista de una de las mayores gestas en la competición continental. "Tuvimos suerte de hacer los goles pronto y de no encajar", añade Irureta.

Entonces estaba vigente la norma del valor doble de los goles en caso de empate y lejos de casa. Una norma que permitía al Depor pasar con un 3-0, pero el equipo gallego decidió asegurar el pase con el cuarto gol, obra de Fran. Esa regla fue instaurada por la UEFA en 1965 y ha sido fruto de acalorados debates durante los últimos años hasta que fue retirarla hace tres temporadas.

"El impacto de la regla va ahora en contra de su propósito original, ya que ahora disuade a los equipos locales, especialmente en los partidos de ida, de atacar, porque temen encajar un gol que daría a sus rivales una ventaja crucial para el partido de vuelta", explicaba el presidente del máximo organismo del fútbol europeo, Alexander Ceferin, para justificar la retirada.

Resultado final del Borussia - Atlético.

Resultado final del Borussia - Atlético.Martin MeissnerAP

La UEFA venía observando que las estadísticas desde mediados de la década de los 70 hasta la época actual mostraban una reducción de victorias en casa (se pasó del 61% al 47%) y de un aumento a domicilio (del 19% al 30%). También se alteró la media de goles por partido marcados en campo propio (del 2,02 se pasó al 1,58) y en ajeno (del 0,95 al 1,15).

"Ahora, cada partido empieza de cero, se especula menos con el resultado», opina Antonio Núñez, campeón de la Champions con el Liverpool en la temporada 2004/05. El ex futbolista cree que aquella regla «condicionaba bastante» y que se tendía más a "guardar lo que tenías".

A su juicio, "el fútbol es más justo", como también expresó el propio Ceferin respecto a la desventaja que suponía recibir un gol en la prórroga y verse obligado a marcar dos. "A veces la eliminatoria se rompía y ya sabías que la prórroga era imposible, por lo que eso resta toda la emoción", explica el madrileño.

Retirada y cambio

Se ha tardado casi tres años, ya que la norma se retiró en la 2021/22, en apreciar los primeros resultados de este cambio, ya que aquel año se hicieron 23 goles y el pasado, 20. Con estos 32 se establece la mejor marca histórica, dejando los 30 de la 2003/04 en segundo puesto y en el tercero, empatados, los cursos 1999/2000 y la 2008/09, con 28. "El 3-3 del Bernabéu era un marcador malo, pero es difícil elegir el estilo de juego para obtener el resultado que tú quieres", apunta Irureta.

Es cierto que un buen año de laboratorio fue la Champions de la pandemia. Aquella que tuvo su fase final en Lisboa en el 2020 y se jugaba a partido único. Se marcaron 20 goles en cuatro partidos, con una media de cinco por encuentro. En actual campaña han sido cuatro. Esos cuatro tantos por encuentro en la fase de cuartos sólo se habían superado en cinco ocasiones, todas en el antiguo formato de Copa de Europa y siempre antes del valor doble de los goles en campo contrario.

Podemos hablar de un fútbol más ofensivo. En los ocho equipos que llegaron a esta fase estaban los tres mejores jugadores del mundo y técnico con estilo ofensivo. Pero ese cambio de normativa, sin duda, influye y mejora la competición.

Ancelotti y su bloque de mármol

Ancelotti y su bloque de mármol

Actualizado Jueves, 18 abril 2024 - 19:16

Qué forma tan cojonuda de perder, ha dicho Guardiola. Y en esa frase viaja toda una preceptiva literaria que delata a los malos escritores, que son cuantos ignoran que se escribe con los verbos y no con los adjetivos, del mismo modo que se gana metiendo goles y no amontonando saques de esquina. Conste que sé apreciar esta versión madurada de Pep, más preocupado de profesar el debido respeto al rey de Europa que de construir una nación imaginaria;

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La intrahistoria de los penaltis del City - Madrid: el 'papelito' de Davide, Valverde iba a lanzar el 5º, el "riesgo" de Lunin...

La intrahistoria de los penaltis del City – Madrid: el ‘papelito’ de Davide, Valverde iba a lanzar el 5º, el “riesgo” de Lunin…

En el corrillo previo al inicio de la tanda de penaltis, Davide Ancelotti charlaba con su padre Carlo. En su mano, un papel con varios nombres: Lucas, Modric, Bellingham, Nacho, Valverde... El segundo entrenador del Real Madrid, e hijo de Carletto, había ido escribiendo los lanzadores de las penas máximas durante los últimos cinco minutos del partido. De repente, Fede admitió estar "muerto" físicamente y fue Rüdiger el elegido para tirar el quinto y definitivo. El que puso al conjunto blanco en otras semifinales de Champions League, las 12º en las últimas 14 temporadas. Un sinsentido.

"Cuando quedaban cuatro o cinco minutos empecé a pensar. Jude es lanzador. Luka es lanzador. Lucas es muy buen lanzador... Nacho tenía experiencia y personalidad y en los entrenamientos habíamos visto que iba decidido a un lado... Y Antonio es un jugador con huevos", describía Davide a EL MUNDO en la zona mixta del Etihad Stadium. "Federico iba a ser el quinto, pero ha dicho que estaba muy cansado, y estaba muerto la verdad, así que hemos decidido que lanzara Rüdiger. La decisión de los lanzadores es del cuerpo técnico".

En ese corrillo, Carlo Ancelotti iba uno por uno hablando con los lanzadores. "A mí me ha venido el míster, me ha dicho que tiraba y yo le he dicho 'claro'. Supongo que a los demás les ha dicho lo mismo", explicaba, riéndose, Lucas Vázquez, autor de uno de los goles, como en la tanda de penaltis de la Champions ganada al Atlético.

Los partidos que se deciden en penaltis siempre se definen como una lotería en la que el portero que más lanzamientos detiene termina siendo un héroe, pero Andriy Lunin no quiso saber nada de los dos términos. "No soy un héroe", se apresuró a decir al salir de los vestuarios, donde resumió el trabajo previo que había realizado para prepararse para la tanda. Siempre con Llopis, entrenador de porteros, como gran consejero.

"No soy un héroe. El héroe y el hombre del partido es el equipo", respondió el ucraniano, que comenzó la temporada como suplente de Kepa tras la lesión de Courtois y ha terminado siendo titular y estrella del cuadro madridista. "Preparamos los penaltis con el entrenador de porteros y teníamos tres jugadores con los que teníamos dudas de si me podía quedar en el medio o no. Al final elegimos a uno para quedarme en el medio, nos arriesgamos, y menos mal que ha salido bien", reflexionó.

Más allá del fútbol, han sido meses complicados para Lunin, cuya familia sigue en Ucrania, pendientes cada día de la guerra: "No es fácil, porque es una situación muy difícil para mi país, para mi familia... No es fácil entrenar día a día porque vas al entrenamiento y te llegan noticias, las peores noticias... Y tú tienes que estar concentrado en el fútbol mientras intentas ayudar a la gente. No es fácil, pero agradezco a todos los que me ayudan a mí e intentan ayudar a la gente".

Cuando Rüdiger marcó el gol, la imagen de Lunin lo dijo todo. El ucraniano apenas levantó los brazos mientras el alemán, fuera de sí, corría hacia sus compañeros. "Soy un hombre tranquilo, pero os puedo asegurar que soy el hombre más feliz del mundo ahora mismo". Modric fue el primero en llegar hasta él y a raíz del croata todos se fueron acercaron para abrazarle.

Mientras, Rüdiger dejaba a sus compañeros y se hacía una carrera de 80 metros en solitario hacia el sector de la grada donde estaba la afición del Madrid. El éxtasis. "Los jugadores me decían que iban a ganar, Lunin decía que iba a parar... Al final ha salido bien. Hemos tirado muy bien los penaltis y me ha sorprendido mucho Rüdiger. Esta temporada no habíamos tirado bien los penaltis, pero lo hemos hecho bien", comentó Ancelotti en zona mixta.

"La única manera de ganar"

Sobre el planteamiento, el italiano admitió que "era la única manera que teníamos de ganar aquí". "Hemos empezado bien, nos hemos adelantado en el marcador y después hemos empezado a sufrir, a luchar, a sacrificarnos... Hemos bajado demasiado el bloque, el City ha tenido más control, aunque siempre tiene más control. Yo pienso que hemos defendido muy muy bien. Todo el mundo nos daba por muertos, pero nadie puede hacerlo, el Madrid nunca muere", declaró.

"Físicamente la cabeza te mata, no estamos acostumbrados. Pero somos un equipo que trabaja, que puede sacar ese orgullo. Mira Jude, peleó en cada jugada y tuvo el coraje de lanzar el penalti", resumió Valverde.

Guardiola: "Qué manera tan cojonuda de perder"

Guardiola: “Qué manera tan cojonuda de perder”

A Pep Guardiola sólo le quedó felicitar al Real Madrid por su heroico desempeño en el Stadium of Manchester. "Claro que le doy mérito porque defendieron muy bien", subrayó el técnico del City, que eludió cualquier apelación a la justicia. "Hemos jugado de forma excepcional, pero no pudimos marcar. El fútbol es de goles y ellos lo hicieron un poco mejor en los penaltis", reiteró tras el tremendo esfuerzo de sus futbolistas.

Pese al dolor por la eliminación, Guardiola dejó una de esas frases que sus seguidores podrían esculpir en bronce. "Qué manera tan cojonuda de perder", exclamó. La apelación a su maestro Johan Cruyff, que decía no creer en la suerte, sólo representó el inicio del alegato. "Si la gente se lo ha pasado bien, yo encantado". De nada sirvieron los 33 disparos del City , 12 de ellos a portería y otros 12 bloqueados por la defensa. Una cifra cuatro veces superior a la de los blancos, cuya ofensiva se limitaría a un sólo saque de esquina, por 18 de los locales.

"Hemos jugado muy bien, pero no hemos podido cerrarlo. Sólo puedo pedir esto a mis jugadores. Claro que les doy mérito, porque han sido capaces de aguantar. Hoy nos ha faltado el último disparo, el último detalle. No queda más que aceptarlo", concluyó el ex preparador del Bayern. Por su cabeza parecía revolotear aún el brillante fútbol de su equipo, que amasó el 67% de la posesión, con un 92% de acierto en el pase. Y esa decisión táctica que había dejado al Madrid aún más contra las cuerdas.

Doku, ante Carvajal

Desde antes del descanso arrastraba una tarjeta amarilla, por una infracción sobre Jack Grealish. Ya tenía mérito aguantar al 10 inglés, pero el asunto para Dani Carvajal se complicó aún más en el minuto 72, cuando Guardiola dio paso a Jérémy Doku. Era un momento crítico para el City, frustrado por tanto asedio sin fruto. El extremo, de 21 años, debía añadir esa pizca de fantasía. Desde su primera finta, la hinchada skyblue lo vio claro: el pase a semifinales pasaba por la bota derecha de Doku.

Hay algo insondable en la mirada del belga, uno de esos regateadores de los que se puede esperar cualquier cosa. Como de Ousmane Dembélé, con quien comparte club de procedencia: el Stade de Rennes. En sus 45 minutos, participó en 55 jugadas y sólo erró un pase (26/27), con 10 pérdidas, pero con un tremendo desequilibro por su zona. Sólo el coraje de Carvajal, una bestia competitiva, permitió al Madrid sostenerse en pie. Hasta que la musculatura del lateral estalló en el minuto 110. Contener a Doku representó la última frontera para el Madrid, sujetado bajo su larguero durante toda la noche.

Nada hubiese sido posible sin Lunin, que ya venía avisando antes de sus dos paradas en la tanda decisiva. El ucraniano, autor de ocho intervenciones y siete despejes, se impuso en casi todos los duelos aéreos de la noche. Sobre el mismo césped donde Thibaut Courtois cayó masacrado hace poco más de un año. Uno de esos escenarios que definen toda una carrera. Fue la noche de Lunin, como también la de un City que llevó el partido a unos niveles inasumibles para cualquier rival que no sea el Madrid.

Carvajal, ante Doku, el miércoles en Manchester.

Carvajal, ante Doku, el miércoles en Manchester.EFE

Porque con esa extenuante presión, ambiciosa y sincronizada, el equipo de Guardiola no sólo impedía cualquier amago de contragolpe, sino que recuperaba en posiciones de privilegio. De las intenciones había avisado, en el el sorteo Kyle Walker, quien eligió la primera posesión, en lugar de la habitual parcela de ataque en su guarida, donde el City encadenaba 41 partidos sin derrota. Un acontecimiento tan anómalo como los saques de fondo resueltos con balones en largo de Fede Valverde y Nacho. Casi sin aliento para sacudirse lo que se les venía encima, los hombres de Carlo Ancelotti sí resolvieron su primer acercamiento ante Ederson.

24 disparos en el área

La regularidad de Rodrygo en la Champions se entiende mejor a tenor de los cinco goles y las dos asistencias con las que ha saldado sus tres últimas participaciones. Un par de años después de su milagrosa aparición en semifinales, el brasileño volvió a aparecer puntual ante el City, su víctima favorita (cuatro goles en siete partidos).

La efectividad del 11 contrastó con la inoperancia rematadora de Erling Haaland, que volvió a cerrar una noche aciaga ante el 14 veces campeón de Europa. Antes del pitido inicial, Luis Figo había entregado al noruego el premio al máximo goleador de la pasada Champions, pero su infortunio volvió a concretarse con un cabezazo al larguero. A diferencia de hace ocho días en el Bernabéu, cuando resolvió con tres disparos lejanos, el City chutó 24 veces en 120 minutos desde dentro del área. Salvo con Kevin de Bruyne, al grupo de Guardiola le faltó esta vez la puntería. Y eso se paga muy caro en la Champions.

El Real Madrid gana o pierde, pero con el alma de quien nunca muere

El Real Madrid gana o pierde, pero con el alma de quien nunca muere

La resistencia no es la cualidad que más se asocie al Madrid, amo del vértigo y de las transiciones. No hay resistencia posible en el alto nivel de la Champions sin un control emocional superlativo, el que se necesita para pasear por el contorno de un cráter. El Madrid lo tiene, sea para lo que sea, también para aquello en lo que no tiene costumbre, con sus héroes o con sus antidivos, Lunin, Rüdiger, Nacho, Carvajal y hasta Lucas Vázquez. Fueron

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Lunin también es un héroe, detiene dos penaltis y saca al Madrid vivo de la tormenta de Manchester

Lunin también es un héroe, detiene dos penaltis y saca al Madrid vivo de la tormenta de Manchester

Desde los once metros, después de evitar el hundimiento del Titanic mientras chocaba con cientos de icebergs y le golpeaban disparos de granizo sin cesar, en otro ejercicio de supervivencia tan extrema como inexplicable, el Real Madrid se metió en las semifinales de laChampions en el estadio del actual campeón, superado físicamente durante gran parte del choque. Como si necesitara nuevas historias para contar a sus nietos. En esta última el héroe será Lunin, ucraniano, que detuvo dos penaltis para entregar a Rüdiger el tanto decisivo.

El Etihad abucheó el himno de la Copa de Europa antes del pitido inicial y el Madrid, como si le hubieran golpeado donde más le duele, le respondió con un gol que hizo tambalear los cimientos de la dinastía de Abu Dhabi en Manchester. A los 12 minutos, Rodrygo culminó lo que Ancelotti había trazado en la pizarra del vestuario. Un balón largo a Bellingham, una descarga para Valverde, un pase a Vinicius al espacio, un toque atrás para Rodrygo y un 0-1 que cambió la dinámica del partido y metió un rato a los blancos en las semis.

Hasta el tanto del brasileño, el Madrid había sido valiente. Tuvo coraje y personalidad, lo que le había pedido Carletto unas horas antes. Pero también fútbol. Apretó al City en su propia área, gastó oxígeno en intentar robar en salida y tuvo paciencia con balón, acumulando posesión durante varios minutos mientras su rival corría. Todo lo que no pudo hace un año.

De una eliminatoria a otra, Ancelotti cambió a Modric por Camavinga y a Benzema por Bellingham, y el equipo lo notó en sus piernas. El francés y el inglés, junto a Valverde, Vinicius y Rodrygo, fueron la primera línea de presión, con Kroos resguardando sus espaldas. El plan estaba claro: morder hasta marcar.

Guardiola, ya con Walker en el lateral, recuperó a De Bruyne, haciendo Akanji labores de mediocentro en ataque. Las inesperadas arrancadas del suizo desequilibraron el muro del Madrid y provocaron las mejores ocasiones locales, como el cabezazo al larguero de Haaland, que siempre buscaba emparejarse con Nacho.

El Madrid tuvo pulmones para meter miedo en alguna contra, con un disparo de Carvajal y una arrancada de Valverde como opciones, pero el paso de los minutos le entregó el balón y los ataques al City, incapaz de superar a Lunin, sobresaliente. El duelo pasó del fútbol al balonmano, con los de Guardiola colocados en campo rival, moviendo la pelota de un lado a otro y encontrando oportunidades sin parar. Haaland, De Bruyne y Grealish pudieron empatar, pero entre Lunin y Rüdiger, imperial saliendo al corte de un disparo del inglés, salvaron la ventaja.

El asedio 'citizen'

El guion no cambió tras el descanso. El Madrid encerrado en su propia casa, con el cerrojo de la puerta echado, las persianas bajadas y, por si acaso, una silla bloqueando el pomo de la puerta. Así de extrema era la situación en un Etihad eléctrico, ahora sí.

Lunin sacó una volea de Grealish en el 46, Nacho salvó una carrera de Haaland en el 51, el ucraniano detuvo un disparo de Foden en el 52, Akanji remató alto en el 57, Grealish se encontró con el portero en el 69... La corriente citizen empujaba y el dique madridista comenzaba a perder agua, falto ya de pulmones después de correr una hora detrás del balón. El gol le dio ventaja, pero el partido le entregó un sufrimiento físico extremo que terminó pagando.

En el 75, en su único error en meses, Rüdiger le dejó en bandeja el empate a De Bruyne. Doku, aire fresco que Guardiola introdujo por Grealish, encaró a Valverde y puso un pase atrás que el central alemán despejó mal, a los pies del belga, que en área pequeña no perdonó.

El City quiso más durante más tiempo y mostró la ambición y el fútbol que el Madrid sólo entregó durante el tramo inicial de la primera parte. Vacío de aire e ideas, el conjunto de Ancelotti no hiló dos pases en ataque en la segunda parte y fió toda su suerte continental a la falta de acierto del campeón de Europa y a algún pelotazo que pudieran cazar Vinicius o Rodrygo a la contra. Mucho esfuerzo defensivo, pero poca madera para semejante obra.

Caos y penaltis

Sin tiempo para reflexionar, De Bruyne envió incomprensiblemente al cielo un pase de la muerte que parecía la culminación de la remontada. El Madrid no respondía, pero el minuto 90 aterrizó en el Etihad para darle a los blancos una prórroga que seguro firmaban antes del inicio.

En el tiempo extra, el campo siguió inclinado hacia Lunin, pero el City, también castigado, golpeó menos y el Madrid llevó su barco hasta la última orilla: los penaltis. Ederson le paró uno a Modric, pero Lunin detuvo dos a Silva y Kovacic para que Rüdiger marcara el quinto y escribiera una nueva novela madridista.

El origen del "clásico moderno" entre Ancelotti y Guardiola, los árboles de Múnich y una conexión: "Un grande in bocca al lupo, Carlo"

El origen del “clásico moderno” entre Ancelotti y Guardiola, los árboles de Múnich y una conexión: “Un grande in bocca al lupo, Carlo”

El 11 de julio de 2017, en su primer día en Säbener Strasse, la ciudad deportiva del Bayern de Múnich, Carlo Ancelotti se encontró un mensaje en la pizarra de su nuevo despacho: "Con tanta stima, un grande in bocca al lupo, Carlo!! ("Con mucho cariño, toda la suerte del mundo, Carlo!!"). La letra, escrita en color verde sobre el fondo blanco de la tabla, era de Pep Guardiola. El lector se puede imaginar la mueca del técnico italiano: una ceja levantada, tímida sonrisa. "Tenemos una muy buena relación", admitió en ese momento.

Carlo y Pep no son amigos, no se llaman constantemente ni cenan juntos, pero hay dos palabras que les unen en la distancia, confirmadas por las personas que mejor les conocen y por ellos mismos cuando tienen la oportunidad: "Respeto y admiración". Los dos entrenadores han cruzado fronteras, han entrenado en España, Alemania e Inglaterra, han evolucionado en su estilo de juego y dirección, en la gestión del vestuario... Y lo más importante: han ganado más que nadie y ahora, enfrentados en el Etihad Stadium en lo que los dos llaman el "clásico del fútbol moderno", se juegan una nueva coronación.

7.500 habitantes tiene el pueblo de Pep, Santpedor. 9.000 el de Carlo, Reggiolo. Ambos mediocentros organizadores de clubes que dominaron Europa, ambos exitosos en su salto a la pizarra. "A mí no me importa lo que piensen de mí, él es un gran entrenador", aseguró el italiano, preguntado por aquellas voces que dicen, con cierta ironía, que es sólo un "gran gestor". "La gente no tiene ni idea de lo que es un gran gestor", respondió Guardiola hace unos días.

Paralelismos

Los paralelismos en las carreras de Ancelotti y Guardiola llaman la atención cuando se estudian sus currículums. Los dos empezaron a entrenar en la elite más absoluta antes de los 40 años. Carlo en la Reggiana, con 36, antes de dar el salto al Parma con 37, edad a la que Pep asumió el banquillo del Barça.

Ancelotti ganó su primer título como entrenador a los 40, levantando la Intertoto con la Juventus en 1999 antes de irse al Milan para ganar la Champions con 44 años, en el 2003.

Guardiola no esperó tanto. En su primer curso levantó el famoso sextete. Una copia de la extraordinaria rapidez que también le había llevado a elevar Liga, Copa y Champions como jugador con 20 y 21 mientras Ancelotti tuvo que aguardar para ganar la 'orejona' con el Milán, vestido de corto, a los 30. La precocidad fue de Pep, pero la acumulación de títulos pone a los dos en la misma línea de éxito temporal. Cuatro Champions, Ligas en cinco países diferentes y 27 títulos para Carlo, 3 Champions y 37 títulos para Pep.

En 2007, a los 48 años, Ancelotti levantó su segunda Champions como entrenador. Las dos con el Milan, con una perdida por el medio, aquella en Estambul. En La Décima de 2014 tenía 55 y en la de 2022 63 primaveras.

Guardiola ganó la primera con 38, la segunda con 40 y tuvo que esperar 12 años (ya con 52) para la tercera, tres años menos que el italiano. Como Ancelotti, perdió una por el medio (2021). Son los únicos entrenadores, junto a Jose Mourinho, Brian Clough, Arrigo Sacchi y los madridistas Miguel Muñoz, José Villalonga y Luis Carniglia, capaces de ganar dos Copas de Europa antes de cumplir 50 años. Un escalón por encima está Zinedine Zidane, con sus tres títulos consecutivos a los 46.

"Recuerda mucho a aquella"

A pesar de lanzarse muy jóvenes al éxito, Guardiola y Ancelotti han tardado en convertir su enfrentamiento en "clásico". Midieron por primera vez sus fuerzas en los banquillos hace diez años, en abril de 2014. El de Santpedor como técnico del Bayern y el de Reggiolo como entrenador del Madrid. Y allí, en aquella semifinal de Champions entre los alemanes y los españoles, el italiano le infligió al catalán una de sus peores derrotas. 0-4 en Múnich, donde iban a "arder hasta los árboles", para un Madrid que acabaría levantando La Décima.

"Una de mis grandes cagadas como entrenador", reconoció el entrenador español. Una década después, los dos se vuelven a cruzar con el sentimiento reciente de la venganza de Pep en las semis del año pasado y con los árboles de Múnich de regreso a la memoria madridista. "Esta eliminatoria recuerda mucho a aquella, el gran Bayern iba camino de Lisboa y mira...", reflexionan estos días voces cercanas al vestuario de Valdebebas. La resolución, en el Etihad.

Los “nervios” de Bellingham en su primera rueda de prensa: “La lesión me mató, no me importa la crítica”

Actualizado Martes, 16 abril 2024 - 18:48

El 15 de junio de 2023, Jude Bellingham apareció por primera vez en la sala de prensa de Valdebebas. Durante estos meses ha marcado muchos goles, ha enamorado al Bernabéu y se ha convertido en el líder del Madrid, pero hasta hoy, 16 de abril de 2024, no había vuelto a comparecer ante los medios. Diez meses después, el centrocampista británico fue el protagonista del conjunto blanco en el Etihad Stadium, en la previa de la vuelta de cuartos contra el Manchester City, algo que él mismo admitió que le daba nervios: "Estoy más nervioso por esta rueda de prensa que por el partido de mañana", confesó nada más empezar.

Bellingham, criado en Birmingham, ciudad que compite desde hace años con Manchester por ser el segundo núcleo urbano de Inglaterra, se mostrará por fin ante el fútbol inglés, ese que ha rechazado dos veces: cuando decidió irse a Dortmund y cuando optó por firmar con el Madrid. "Me siento agradecido cada vez que llevo el escudo en el pecho y nunca me voy a cansar de esto. Jugué en Dortmund durante cuatro años, es diferente al inglés pero se aprende mucho. Quizás no hubiera tenido tantas oportunidades aquí. Creo que he tomado buenas decisiones gracias a mis padres", reflexionó.

El centrocampista inglés confesó que la lesión de tobillo que sufrió a mitad de temporada le "mató". "Pienso que empecé la primera mitad muy bien... y yo creo que lo me mata el ritmo es la lesión. Luego supero lo del dolor en el tobillo, juego contra el Valencia, marcó un gol... y me sancionan. Me ha influido el ritmo y en los últimos meses mi papel en el equipo ha cambiado un poco. Tengo confianza y no me importa la crítica", declaró.

"No marcar me crea ansiedad"

Sobre su sequía, reconoció que le crea un poco de ansiedad, pero que lo que más le preocupa es que el equipo no gane: "Yo creo que lo que me crea ansiedad es no marcar... y que el equipo no gane. Yo quiero añadir diferentes cualidades, pero creo que puedo ayudar más al equipo en otras facetas. Quería marcar un gol con el Madrid y llevo 20".

Una cifra que para el inglés tiene un pequeño culpable: Ancelotti. "Sería justo decir que es el que mejor rendimiento me ha dado. Él me llena cada día de confianza, te hace sentir cómodo. Me ha ayudado mucho y me ha hecho creer que puedo ser todavía mejor de lo que soy. Gracias a él mis inicios en el club han sido positivos".

"no me quita el sueño"

El 4-0 del año pasado sigue deslizándose por el ambiente del Etihad Stadium, también para un Bellingham que no estuvo en aquel duelo pero que sabe lo que dolió aquella derrota en el vestuario: "Hablé con algunos de los chicos. Les afectó mucho. Yo también tuve derrotas duras y hay que entender que es un nuevo partido. No empiezas 4-0 abajo. Están todos en modo profesional y tenemos confianza"

Ancelotti, por su parte, rechazó cualquier miedo: "No creo que el madridismo esté inquieto. Es la Champions, le pone feliz", bromeó, y reconoció que "no me quita el sueño". "Lo que me quita el sueño es comer mucho".

Guardiola: “Elogio al Madrid porque lo pienso. No me creéis…”

Actualizado Martes, 16 abril 2024 - 14:57

El fútbol europeo regresa de nuevo a Manchester para testar las virtudes y la ambición del City de Pep Guardiola, convertido en en equipo grande (por resultados) de la ciudad. El técnico catalán observa en el horizonte la posibilidad de repetir conquista continental pero para ello tendrá que pasar por encima, otra vez, del "Rey de la competición", como definió Bernardo Silva al Real Madrid.

El portugués acompañó al entrenador de Santpedor en una rueda de prensa que ya suena familiar. Las caras de los periodistas británicos y las de los españoles son cada vez más familiares en la ciudad deportiva 'citizen'.

"Esto siempre es especial para mí", confesó Guardiola, preguntado por los Madrid-Barça de hace más de una década: "Los Madrid-Barcelona son partidos con mucha presión y tensión. Debemos dejar el pasado. Ahora es todo más difícil. Si perdemos, perderemos ante el Madrid, se lo merecerán".

Pero que sea especial para él "no cuenta", añadió, centrándose en la necesidad de tener presión: "Hace falta esa presión. Si piensas que ya lo has hecho... no tendremos ese hambre extra para competir estos partidos. Hay que llevar la energía adecuada y necesitamos a nuestra gente. A veces hay que sufrir porque es imposible dominar durante los 90 minutos", reflexionó, anunciando que Kyle Walker, veloz lateral derecho que fue baja en la ida, parece estar listo para el encuentro.

Sobre las similitudes con la eliminatoria del año pasado, Guardiola elogió al Madrid y dejó un comentario a sus críticos: "Con diferentes jugadores, tenían un gran equipo. Benzema, Modric... es un equipo excepcional. Sé que cuando digo las cosas positivas del Madrid la gente no me cree. Cuando era futbolista o ahora como entrenador, la gente mira mis comentarios y yo no puedo controlar eso".

El catalán reconoció que respeta al Madrid pero no le teme: "Le respeto mucho, pero temor no. Les elogio porque lo pienso así. No me creéis. Si digo lo de la hierba al final es un problema suyo, pero si piensan que está bien, pues muy bien. Si me ganan, como ha pasado muchas veces, les felicitaremos y mucha suerte para el futuro".

Bernardo, por su parte, asumió el favoritismo de su equipo: "Obviamente me inspira y me motiva lo que ha hecho este equipo desde mi llegada. Queremos crear ese legado. Queremos otra Premier, ganar la Champions por segunda vez consecutiva, que nadie lo ha logrado en Inglaterra".

El centrocampista portugués, autor de un gol en la ida, admite que no ha vuelto a ver el encuentro del año pasado y define al Madrid como "el mejor equipo del mundo individualmente". "Van a querer vengarse. Individualmente son el mejor equipo del mundo, así que tenemos mucho respeto. Juegan de una forma muy diferente de ka nuestra. Sientes que tienes el control del partido... y te hacen dos goles en un momento. Es una sensación muy rara y por eso han ganado tantas veces esa competición".

Silva manifestó su respeto por Kroos y Modric, dos futbolistas que le inspiran: "Sin duda. Son ejemplos a seguir. La consistencia a la que juegan, llevan 15 años haciendo esto... y después de todo lo que han conseguido, siguen trabajando. Son un ejemplo para los niños, que vean como se tienen que comportar en el campo".