El "toque de atención" del Bernabéu al Madrid, la dedicatoria de Endrick y las protestas del Celta: "Tengo que aprender cómo funciona el VAR"

El “toque de atención” del Bernabéu al Madrid, la dedicatoria de Endrick y las protestas del Celta: “Tengo que aprender cómo funciona el VAR”

96 horas después de sufrir una de las peores derrotas de los últimos años, ese 2-5 contra el Barça en la final de la Supercopa de España, el Real Madrid volvió al Santiago Bernabéu para ser juzgado por su afición. Y Chamartín dictó sentencia. Abucheó al inicio a Tchouaméni, Lucas y a Ancelotti y terminó ovacionando a Endrick, olvidado durante las últimas semanas y héroe de una noche que amenazó con tormenta en la Castellana.

Durante el calentamiento, el público silbó con cierta intensidad a sus futbolistas y cuando la megafonía anunció la alineación, cuatro nombres se llevaron silbidos contundentes: Lucas Vázquez, Tchouaméni, Ferland Mendy y Carlo Ancelotti.

En el caso del centrocampista francés, titular ante el Celta, recibió abucheos cada vez que tocó el balón. Una situación que hacía años que no se veía en el coliseo blanco y que no cesó durante todo el primer tiempo, empujada también por los errores del propio futbolista. Tchouaméni perdió un par de balones en el centro del campo que terminaron en posesión para el Celta y en pitada global de la mayor parte del estadio.

El Bernabéu clamó así contra el encuentro del galo el pasado domingo en Arabia Saudí y le culpó, en parte, de la contundente derrota contra el Barça.

En el otro lado de la balanza, Chamartín se rindió a Raúl Asencio, nuevo ídolo de la afición, aplaudido tanto en el anuncio de la alineación como durante el partido, con cánticos individuales hacia él: "Asencio, Asencio, Asencio...", corearon los espectadores en cada acción del central, contundente en sus duelos ante los jugadores del Celta.

Fue un partido de tensión, una montaña rusa de emociones desde los pitidos del inicio a los de los últimos 15 minutos, pasando por la alegría del 2-0 y el éxtasis de la prórroga. El Celta protestó un posible penalti no pitado de Lunin sobre Swedberg justo antes del 1-0 de Mbappé. El sueco regateó al portero y terminó en el suelo por el contacto. Munuera Montero, a pesar de las peticiones gallegas, no castigó la acción ni fue llamado a observar la pantalla del VAR.

"Soy un entrenador joven, llevo menos de un año en Primera División, tengo que formarme sobre el VAR, sobre cómo funciona, porque en Primera RFEF no había... Y no acabo de entenderlo", aseguró, con retranca gallega, Claudio Giráldez, técnico del Celta. "El otro día hablé de los árbitros y dije que no volvería a hacerlo. Williot dice que es penalti clarísimo y yo creo a mis jugadores, pero toca acatarlo", añadió el entrenador.

Al otro lado del campo, Mbappé celebró su gol llevándose la mano al escudo y negando con la mano, reaccionando, a su manera, a los silbidos que se habían escuchado antes hacia el equipo.

El galo volvió a ser el mejor del conjunto blanco, abrió el marcador con una cabalgada extraordinaria e inició el 2-0 con una diagonal para Brahim antes de que éste asistiera a Vinicius. El partido parecía sentenciado, pero el Madrid se durmió.

El Celta terminó empatando y provocando la prórroga y el público, parte del cual se había ido ya a la calle, no perdonó a sus futbolistas. El corrillo madridista fue un poema: aplausos y poca conversación, más tensión que otra cosa. Por suerte, Endrick apareció para salvar la noche.

El 3-2 del brasileño a pase de Arda Güler, dos de los más solicitados por la grada y menos utilizados por Ancelotti, resumió una noche inexplicable. Endrick celebró el tanto sin camiseta y con varios gritos de rabia y decantó el duelo antes del misil de Fede Valverde.

Antes de los goles del Madrid, el Celta protestó una mano de Rüdiger dentro del área, pero Munuera Montero, asistido por el VAR, señaló un ajustado fuera de juego de Bamba.

Endrick puso el broche de oro a su noche con un extraordinario gol de tacón para el 5-2 definitivo. "No sé ni qué decir. Sigo trabajando todos los días, estos dos goles son para Rüdiger, él sabe lo que hace conmigo todos los días. Nunca me da un elogio y eso para mí es bueno. Le gusto. Cuando no juego me dice que siga luchando. Ayer en el entrenamiento me dio un partido muy duro, es una gran persona y estos dos goles son para él", explicó el delantero en Real Madrid TV.

A unos metros, Carlo Ancelotti valoraba la noche, los silbidos, el sufrimiento y los goles. "No he visto el penalti, no sé", contestó sobre la polémica. "Los silbidos son un toque de atención de la afición al equipo y al entrenador, me parece un toque de atención aceptable por lo que pasó en el partido contra el Barça", admitió sobre las críticas de la grada.

El italiano defendió a Tchouaméni, "un jugador de carácter absoluto", y elogió a Endrick, que "ha mostrado su calidad", después de reconocer que "hemos regalado dos goles". "El partido estaba casi terminado y al final no hemos tenido tensión. Son cosas que no tienen que pasar pero por suerte al final todo ha salido bien", finalizó.

La conexión deportiva y económica Miami-Madrid: NFL en el Bernabéu, interés en el 15% del Atlético, "ejemplo" para el GP de Fórmula 1...

La conexión deportiva y económica Miami-Madrid: NFL en el Bernabéu, interés en el 15% del Atlético, “ejemplo” para el GP de Fórmula 1…

La NFL aterriza hoy en el Santiago Bernabéu con un evento en el que, tal y como ha podido saber este periódico, se anunciará por fin que los Miami Dolphins serán el equipo local en el partido oficial que la liga de fútbol americano celebrará el próximo otoño en el coliseo blanco. Un aterrizaje que confirma la importante conexión deportiva y económica entre Miami y Madrid.

La NFL es el último reclamo de una lista que también incluye el Gran Premio de Madrid de Fórmula 1 y su «aprendizaje» del GP de Miami y el fútbol, con el propietario de los Dolphins, según fuentes consultadas por EL MUNDO, interesado en entrar en el accionariado del Atlético.

Pero vayamos por partes. La conexión Miami-Madrid tuvo un punto de inflexión el pasado 9 de febrero. Emilio Butragueño, director de relaciones institucionales del Real Madrid, y Peter O'Reilly, vicepresidente ejecutivo de la NFL, se dieron la mano en Las Vegas y anunciaron en ese momento la llegada del espectáculo del fútbol americano al Bernabéu. Hoy, un año después, Florentino Pérez recibirá a la comitiva de los Dolphins y a representantes de la NFL en el palco de honor.

NFL-Real Madrid, Dolphins-Atlético

El coliseo blanco le ganó la partida al Metropolitano y será el escenario de un partido oficial de la próxima temporada de la NFL. Faltaban dos datos: los nombres de los equipos y la fecha. A día de hoy ya conocemos al equipo local, los Dolphins, y se puede deslizar que el encuentro se disputará en uno de los parones de selecciones de fútbol del próximo curso, en el de octubre o en el de noviembre, aprovechando que el Bernabéu no tendrá citas. De momento, la NFL guarda bajo llave el nombre del rival de los Dolphins hasta el anuncio oficial.

La relación entre Madrid y la NFL no ha dejado de crecer en los últimos años, empujada por varios factores: el interés de la liga de fútbol americano en la marca Real Madrid, el deseo del conjunto blanco de acoger eventos internacionales en el nuevo estadio y la buena sintonía entre los Dolphins y el Atlético de Madrid. Dos estrellas rojiblancas como Koke y Griezmann estuvieron hace unos meses visitando el Hard Rock Stadium de Miami y el francés es un apasionado de la liga, tiene amistad con jugadores e incluso un podcast. Además, Fernando Torres apareció en la retransmisión oficial del último draft de la NFL para anunciar una de las selecciones de los Dolphins, que en verano recibieron a los madridistas Vini y Militao.

Stephen Ross, el nombre

Pero si hay una persona que es capital en esta conexión Miami-Madrid es Stephen Ross, empresario americano de la industria inmobiliaria y dueño, entre otras cosas, de los Dolphins, de su estadio y del Gran Premio de Fórmula 1 de la ciudad. En su bolsillo, según la lista Forbes, una fortuna estimada en 17.000 millones de euros. Las manos de Ross llegan a la NFL, la Fórmula 1 y el tenis, donde es promotor del Mutua Madrid Open y el Masters 1000 de Miami.

Le falta el fútbol. Hace un par de años, el círculo del empresario negó estar negociando la compra del Atlético de Madrid, pero a día de hoy Ross sigue interesado en formar parte del accionariado rojiblanco. No como dueño, pero sí como inversor. Ve al cuadro del Metropolitano, con nuevo estadio y en pleno desarrollo de la nueva Ciudad del Deporte y Ocio, como una vía de negocio interesante y en sus planes estaría tantear a los distintos propietarios para acceder a un 15% de las acciones. El 70,39% del club es de Atlético HoldCo, socio mayoritario propiedad de Cerezo, Gil Marín y Ares Management, el 27,81% del grupo inversor Quantum Pacific, del empresario israelí Idan Ofer, y el 2% de socios minoritarios.

Sus contactos en la capital de España son claves para el futuro deportivo de la ciudad. Es «un ejemplo», aseguran fuentes consultadas por este periódico, para el GP de Fórmula 1 que quiere celebrar Madrid y ambas partes estudian cómo colaborar, tanto a nivel económico como de experiencias.

Los Miami Dolphins serán el equipo local en el partido de la NFL en el Santiago Bernabéu

Los Miami Dolphins serán el equipo local en el partido de la NFL en el Santiago Bernabéu

La NFL ha anunciado hoy de forma oficial que los Miami Dolphins serán el equipo local en el partido oficial de la próxima temporada que se disputará en el Santiago Bernabéu. En un acto que ha tenido lugar en el palco de honor del coliseo blanco, con la presencia de Florentino Pérez, José Luis Martínez-Almeida y representantes de la NFL y de la franquicia de Florida, la liga de fútbol americano ha confirmado lo que ya era un secreto a voces. Los Dolphins, como ya informó EL MUNDO, son uno de los conjuntos que estarán en otoño en la cita de la capital de España.

Se tratará de la primera parada de la NFL en nuestro país, un punto de inflexión en la relación entre la organización estadounidense y la ciudad de Madrid, que también está ligada a Miami en otros deportes como el tenis o la Fórmula 1.

El encuentro, que todavía no tiene fecha pero que será, salvo sorpresa, en el parón de selecciones del mes de noviembre, medirá a los Dolphins contra un equipo que todavía está por conocer pero que saldrá de esta lista: Buffalo Bills, New England Patriots, New York Jets, Baltimore Ravens, Cincinnati Bengals, New Orleans Saints, Tampa Bay Buccaneers, Los Angeles Chargers, Washington Commanders. Estos son los rivales, ya oficiales, de los Dolphins como local el próximo curso.

La temporada de la NFL comenzará en septiembre y su liga regular durará hasta el mes de enero. Madrid es una de las ciudades seleccionadas por la NFL para sus, de momento, cinco encuentros internacionales de la próxima campaña junto a Londres y Berlín, aunque serán más. La capital española celebrará uno, Londres tres (dos en el estadio del Tottenham y uno en Wembley) y el Olympiastadion alemán otro.

Hace unos meses, la NFL, en su plan de expansión internacional, designó a los Miami Dolphins como uno de los dos equipos con derechos comerciales de la liga en España. El otro son los Chicago Bears, que ya han realizado diversas acciones en nuestro país. La relación de los Dolphins con los dos equipos grandes de Madrid, Real y Atlético, es extraordinaria, con visitas de las estrellas del fútbol como Griezmann y Vinicius a Miami.

Michael Mawn, la vida sobre un snow después de sufrir una lesión cerebral: "Hay un año de mi vida que apenas recuerdo"

Michael Mawn, la vida sobre un snow después de sufrir una lesión cerebral: “Hay un año de mi vida que apenas recuerdo”

«¿Te cuento la verdad? Hay un año de mi vida que apenas recuerdo. Sé lo que me han explicado: que me desperté en el hospital y no podía hablar o que no identificaba los números de los relojes. Tuve que reaprender muchas cosas. Pero yo no lo recuerdo. Sufría muchísimos mareos, tenía sensibilidad a la luz, fue un año durísimo. Y hoy en día me quedan secuelas, no me he curado. Me medico cada día y hago vida normal, pero sin la medicación volverían los mareos».

Michael Mawn habla de la lesión cerebral que sufrió hace ocho años y cualquiera diría que ahora tiene un empleo tranquilo. A las nueve de la mañana se sienta ante un ordenador y se levanta a las cinco de la tarde. Pero no es así. Mawn, estadounidense de 25 años, es snowboarder y no sólo eso, es un especialista en el freeride, es decir, en el descenso fuera de pistas. En 2022 y 2023 ganó la prueba del Freeride World Tour (FWT) de Baqueira-Beret y en los próximos días buscará una tercera victoria en el valle de Arán. Otro golpe en la cabeza sería realmente crítico para él, pero asegura que en su especialidad se siente seguro. El accidente que le causó tantos problemas tuvo lugar cuando competía en halfpipe, la disciplina que en España popularizó Queralt Castellet, y ahora ya no necesita hacer tantas volteretas en el aire, aunque sigue haciendo.

En busca de la seguridad se pasó al snow fuera de pistas. Es una decisión osada, sin duda.
Es verdad. Mis amigos se ríen de mí cuando lo cuento porque es un poco loco. Pero es así. En el halfpipe siempre tienes que ir al límite, buscar el truco más difícil, y en el freeride, aunque las bajadas son complicadas, también se juzga el control o la técnica. Hay otros peligros, pero los saltos son más seguros.

«Quizá haya gente que piense que soy un inconsciente, pero no es así. Desde la lesión mi toma de decisiones es muy distinta. No me puedo permitir otra contusión cerebral. Si hay un acantilado por el que no debo saltar, no salto. Hay riesgo al hacer snow fuera de pistas, pero es un riesgo que sólo asumo cuando me siento preparado físicamente y mentalmente. Llevo varios años en el circuito mundial y puedo decir que no. Eso sí, cuando es mi día, lo tengo clarísimo».

Su faceta de empresario

Mawn creció en Denver, en el centro de Estados Unidos, y empezó a esquiar en estaciones como Aspen, pero pronto se pasó al snow para imitar a su hermana mayor. Después del accidente en el halfpipe, se centró en los estudios y se graduó en Negocios en la Universidad de Montana, pero tan cerca estaba su facultad de la nieve que... Hace cinco años se profesionalizó como uno de los protagonistas del FWT y así sigue, aunque nunca ha abandonado la rama empresarial. Ha creado dos start-ups, Posted Campus y Standby, y aún trabaja en ellas. De hecho, Standby, una plataforma que conecta negocios de hostelería con empleados, ya ofrece sus servicios en seis estados. «Combinar el trabajo con la competición a veces es difícil, pero también es muy interesante. Lo he hecho siempre, desde que estaba en la universidad, así que lo tengo muy normalizado. Sólo lo lamento si estoy compitiendo en Europa y se me complican los horarios», admite Mawn en conversación con EL MUNDO desde Baqueira, donde ya lleva unos días instalado.

¿Por qué se le da bien Baqueira?
Si te soy sincero, no lo sé. Es una montaña que me encanta. Antes de ganar aquí en 2022 ya pensaba que podría pasar una temporada viviendo en Baqueira. Veo a la gente muy tranquila aquí, disfrutando de la vida. Además, el ambiente de la competición es único porque los aficionados pueden estar muy cerca de la bajada y los escuchas. Eso no pasa en la mayoría de pistas del FWT.

En el freeride la organización propone una bajada y cada competidor puede realizarla libremente, sin señalizaciones ni límites de pista. No gana el más rápido, si no quien lo hace mejor. O mejor dicho más guapo. Del 0 al 100 los jueces valoran la línea escogida, el control, la técnica, la fluidez y el estilo en el aire. En Baqueira-Beret la prueba se desplaza hasta el Tuc de Bacivèr, al este del Pla de Beret, donde debe nevar en los próximos días para que todo transcurra con normalidad. Hay margen entre el 18 y el 23 de este enero, Mawn buscará su tercer triunfo, confiado en evitar otra lesión cerebral.

La angustia que provoca Ancelotti

La angustia que provoca Ancelotti

A la épica final, como gusta en el Bernabéu, como si fuera un partido de Champions, el Madrid salvó una eliminatoria que se complicó Ancelotti. Su denostado Endrick logró dos tantos que fueron dos bofetadas para el italiano. Un Celta notable acarició la proeza.

Estoy completamente de acuerdo con la frase de un melancólico Ancelotti en rueda de prensa, en la que estaba visiblemente enfadado con los críticos, ni es el mejor, desde luego que no, ni e

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Endrick sucede a Mbappé en el partido del miedo ante el Celta y lleva a cuartos al Madrid

Endrick sucede a Mbappé en el partido del miedo ante el Celta y lleva a cuartos al Madrid

Mbappé llegó para esto, aunque no esperara encontrarse esto. Para marcar, para ser decisivo, para cambiar la realidad incluso en el lugar que más a menudo la desafía. En la Copa, el Bernabéu observó cómo quien la cambiaba era el Celta, ya con Mbappé fuera del campo y el miedo en la hierba, el banquillo, la grada y el palco. El miedo que no ha tenido tiempo de conocer Endrick, a sus 18 años, no todavía. Encoraginado, revuelto sobre sí mismo, devolvió la vida a todos, de Mbappé a Ancelotti, al Madrid entero, y cerró la noche de tacón, a lo grande.

El desenlace es una prueba de vida para el equipo, pero también un síntoma de que el Madrid, pese a su clasificación para los cuartos de la Copa, no está como debe ni como quiere su entrenador, con ración doble de chicles. La purga que sucedió a la Supercopa, con hasta seis cambios en el once, no le dio los efectos esperados, con errores de bulto de Camavinga y Asencio que llevaron a la prórroga, y únicamente Mbappé con el estandarte en alto, pero para entonces ya sentado en el banquillo, como Vinicius. El destino señaló a Endrick, que apenas había gozado de oportunidades, y miró de reojo a Ancelotti. El gol de Valverde, antes del final torero del brasileño, fue como la descarga de la presión.

El adolescente Endrick es imberbe, como casi todo el Celta. Lo malo de esos equipos es que los descompone cualquier circunstancia. Lo bueno, en cambio, es que no sienten todavía el peso de la responsabilidad, de la jerarquía, como le ocurre al Madrid, atenazado. Eso explica una eliminatoria muy cargada emocionalmente. Para los gallegos, fue demasiado encajar un gol después de reclamar un penalti. Todo sucedió como en la rápida secuencia de un thriller que acaba con el movimiento de un pistolero. Mbappé cambió de ritmo en el área del mismo modo que se desefunda. Lo hizo en carrera para ganar ese espacio decisivo a Javi Rodríguez y disparar a quemarropa. Decisivo, esa es, hoy, la palabra que lo define, la palabra más esperada en la grada. El problema es que llega entre incertidumbres, sobre Ancelotti y sobre el resto. El partido fue la metáfora del momento, marcado desde el inicio por el impacto de la Supercopa.

Ese mismo Mbappé asomó ya en Yeda, pero sin la compañía suficiente frente a la supercantera en la se acompañan todos, y de la que salieron Mingueza o Ilaix Moriba, dos de los mejores con el Celta en el Bernabéu. La Copa era una empresa tremenda, pero el equipo gallego no la afrontó como un Everest, sino como una oportunidad. Supo cómo defender en el inicio y cómo desplegarse entre las dudas que dejaba el Madrid, aunque sin Iago Aspas le faltara su Galicia Calidade en el área. Cuando Camavinga falló, Bamba no lo hizo frente a Lunin; cuando Asencio derribó al propio Bamba en el área, Marcos Alonso fue preciso, quirúrgico en el penalti para llegar a una prórroga que era un martirio en el Bernabéu.

Mucho antes, nada más empezar, había alcanzado el Celta el área con claridad. Lunin salió a los pies de Swedberg, el sueco cayó con un leve contacto del ucraniano y Munuera Montero, muy cerca, no lo estimó suficiente. El VAR, con Hernández Hernández, tampoco le pidió revisarlo. La duda, al menos, merecía hacerlo. Con la cabeza en la protesta, el gol de Mbappé sacó al equipo gallego de un partido que hasta entonces había manejado con comodidad frente a un Madrid lento, al que cerró los espacios con un 5-4-1 muy efectivo. Los hombres de Ancelotti jugaban en exceso al pie, sin la velocidad de balón suficiente. Los tiros de Modric y Tchouaméni habían sido sus escasas opciones hasta que Brahim encontró una aproximación, resuelta por Iván Villar bajo palos.

De un Madrid desfigurado por los cambios podían esperarse imprecisiones. Ceballos y Modric aparecieron en el once, con Tchouaméni pero en el centro del campo, sin Bellinghgam ni Valverde. Ancelotti recurrió a todos ellos, y a todo lo que tenía, al observar la incapacidad para sujetar el resultado, pero la solución de verdad no le llegó está vez de la jerarquía, sino de un joven guardado en el desván que entra en la lucha en el momento indicado. Como Mbappé.

El Olympiacos y Fournier bajan los humos al Real Madrid

El Olympiacos y Fournier bajan los humos al Real Madrid

Con Dennis Smith Jr. ya en el palco, el Real Madrid se reencontró con la derrota de la forma más contundente. Olympiacos fue un sopapo de realidad, un tajo a la racha blanca, a sus seis triunfos consecutivos en Europa. Evan Fournier bordó el baloncesto en el Palacio, una noche deliciosa la del francés, y no hubo mucho más que decir. [86-96: Narración y estadísticas]

Para saber más

En todo este tiempo de recuperación no había tenido el Madrid un rival tan fiero, tan compacto. Era una verdadera prueba de nivel, "el partido de la semana" (Hezonja dixit), comprobar el grado de la evidente mejoría. Y el test mostró que al enfermo aún le falta recorrido en las cumbres. Tampoco le ayudó su nefasta puntería ni su desconexión defensiva. Ni sus nervios.

Porque el líder de la competición, que venía de sufrir y ganar en Vitoria, no tardó en desplegar sus virtudes, en imponerlas más bien, desde la dirección de Vildoza al torrente ofensivo de Fournier, del poderío de Vezenkov al dominio de la pintura de Milutinov. La sensación durante cada uno de los primeros 20 minutos era que el Olympiacos era dueño y señor de todo lo que ocurría en la pista.

Pese al buen amanecer (9-3), el Madrid avanzó siempre a remolque. Sólo Hezonja parecía tener algo de lucidez en ataque. La defensa hacía aguas ante el movimiento de balón de los del Pireo, ante su agresividad hacia el aro, el rebote ofensivo y también ante sus ocho triples. Sin demasiadas respuestas y con los nervios floreciendo, los blancos se vieron hasta 10 abajo (37-47).

No es que el Madrid no hubiera aprendido la lección, es que el Olympiacos no descendió en su nivel baloncestístico, esta vez con William-Goss a los mandos, ocho puntos de carrerilla del ex hasta que pronto se cargó con la cuarta (un codazo al bravo Hugo González), y una distancia que ya empezaba a ser preocupante (46-61) cuando Tavares, que no se deja una falta sin protestar, sean o no, también se fue al banquillo con cuatro.

La cosa se puso peor aún. Porque el acierto era de color rojo. Mientras el Madrid fallaba y fallaba desde el perímetro, Olympiacos enhebró cuatro seguidos para cerrar el tercer acto, tres de ellos para un desatado Fournier, un 0-12 que pareció un directo al mentón (54-73).

Los de Bartzokas llegaron a reinar por 22 y Chus Mateo, que iba a acabar expulsado, tiró la toalla. Sentó a Tavares y Campazzo y los suplentes amagaron con una remontada de esas que sólo pasan en el Palacio (el parcial llegó a ser de 15-3). Volvieron Vezenkov y Fournier y se acabó la rebelión.

España arranca el Mundial con buen pie con un triunfo ante Chile (31-22)

España arranca el Mundial con buen pie con un triunfo ante Chile (31-22)

Actualizado Jueves, 16 enero 2025 - 21:16

España empezó con buen pie el Mundial de balonmano que se celebra de manera conjunta en Croacia, Dinamarca y Noruega. A pesar de un inicio un tanto dubitativo, el equipo que dirige Jordi Ribera, apoyado en gran parte en las buenas intervenciones que firmó bajo los palos un Sergey Hernández que acabó siendo nombrado mejor jugador del partido, se impuso finalmente sin mayores problemas a una selección de Chile que trató de plantar cara, pero que se vio finalmente superada por el mayor poderío de los españoles.

Tras un arranque igualado, en el que Chile devolvió golpe por golpe los zarpazos de los de Ribera en unos primeros diez minutos en los que marcaron 10 tantos, España se deshizo de sus titubeos iniciales para irse al descanso con un 17-13 que sólo las buenas intervenciones de Felipe García evitaron que fuera más abultado.

Con Imanol Garciandia como máximo anotador, con cuatro tantos, un Dani Fernández capaz de anotar tres, pese a ver cómo el arquero le paraba dos lanzamientos desde los siete metros, un Djordje Cikusa cuya entrada coincidió con el inicio de la remontada y un Alex Dujshebaev siempre solvente, el conjunto de Jordi Ribera encontró sus mejores minutos e, incluso, fue capaz de atacar con peligro aún con uno menos en la pista.

En la segunda parte, el paso al frente de un Sergey Hernández, los buenos minutos de Dujshebaev y un mayor acierto ante la portería rival, por mucho que Vicente González se las arreglara para dejar también algún buen detalle en la portería chilena, le permitieron a España hacerse con una máxima ventaja de nueve tantos que, al final, pese al conato de reacción rival, acabó por mantenerse hasta el final del partido.

El 31-22 conseguido por los españoles, una vez superados los siempre tan temidos nervios del estreno, les permiten sumar un triunfo para afrontar con excelentes sensaciones el duelo del sábado ante un conjunto japonés al que batieron por 37-33 en París y que será la antesala del choque ante Suecia del próximo día 20.

El español Schareina gana otra etapa pero se queda a un paso del Dakar: "Algún día llegará la victoria final"

El español Schareina gana otra etapa pero se queda a un paso del Dakar: “Algún día llegará la victoria final”

Actualizado Jueves, 16 enero 2025 - 19:45

Triunfo de Tosha Schareina en motos, a una jornada del final del Dakar, que consolida al español en la segunda plaza, aunque ya sin tiempo para luchar por la general, virtualmente para el australiano Daniel Sanders ante el desenlace, este viernes, del rally más duro del mundo. Lo mismo sucede, en coches, con el saudí Yazeed al-Rajhi.

Debido a la niebla matinal que impedía despegar a los helicópteros de la organización, la undécima etapa comenzó con tres horas de retraso. Las condiciones obligaron a la organización a recortar la especial de motos en el kilómetro 152, en lugar de los 308 previstos, para evitar que los pilotos rodaran sin luz. Eso pudo perjudicar a Schareina (Honda) en sus intenciones de alcanzar a Sanders. El español logró la victoria en 2:12:04 horas, en la especial de 112 kilómetros sobre las gigantescas dunas del desierto del Empty Quarter.

Con nueve minutos de ventaja en la víspera de la última etapa, prácticamente simbólica, Sanders roza convertirse en el segundo australiano que gana el Dakar en motos tras Toby Price (2016 y 2019).

En el podio del día acompañaron a Schareina el argentino Luciano Benavides (KTM) y el francés Adrien Van Beveren (Honda), segundo y tercero, a 33 y 57 segundos respectivamente. Van Beveren es tercero de la general, a 15:50 minutos de Sanders.

«Hemos tenido de todo, seguro que Daniel [Sanders] también ha tenido problemas, pero estoy contento. Hace tres años estábamos luchando por venir a correr y ahora estamos luchando por la victoria», continuó. «Hasta el final he intentado empujar. Hoy teníamos dos misiones, defender nuestra posición e intentar ir a por Daniel, había que hacer lo mismo de siempre, dar gas desde el segundo uno hasta el final, y no me doy por vencido, mañana saldremos a por todas igual, pero siendo realistas es muy difícil».

«Me ha costado mucho llegar hasta aquí, la gente más cercana lo sabe. Nada es gratis, estoy contento de estar en esta posición, pero doy por supuesto que en algún momento en el Dakar llegará el momento de tener la victoria delante, y lucharemos por ella».

Al-Rajhi recupera el liderato en coches

El recorrido sí se mantuvo en la categoría de coches pero con un límite horario para el paso por el punto de avituallamiento. Los vehículos que llegaron después de las 15:00 horas tuvieron que ir directamente al campamento.

El saudí Yazeed Al-Rajhi recuperó el liderato en una penúltima etapa ganada por el sueco Mattias Ekström. Tercero en un recorrido de 275 kilómetros en las dunas del Empty Quarter, a menos de dos minutos de Ekström (Ford), Yazeed al-Rajhi (Overdrive) volvió a superar al sudafricano Henk Lategan (Toyota) en la general provisional, por seis minutos y 11 segundos de ventaja.

«Sabía que lo podía lograr. Me llené de confianza y ataqué», dijo el piloto saudita, de 43 años, miembro de una rica familia de negocios del país, a la llegada de la especial del día. La motivación por correr en su país es otro de los factores a su favor, convertido en un ídolo local. La décimosegunda y última etapa, que se disputa este viernes, es prácticamente simbólica, con solo 61 km de especial.

Joao Fonseca se despide de Melbourne aupado a nuevo fenómeno mundial del tenis: "Hay que tener cuidado con él"

Joao Fonseca se despide de Melbourne aupado a nuevo fenómeno mundial del tenis: “Hay que tener cuidado con él”

Hace dos años, a principios de 2023, fue señalado por el dedo divino de Roger Federer. On, la marca deportiva que el suizo apadrina desde sus inicios, decidió abrirse al tenis, crear una línea, empezar a patrocinar a jugadores y escogió sólo a tres. La polaca Iga Swiatek, actual número dos del ranking WTA; el estadounidense Ben Shelton, ya entonces en el Top 20 del ranking mundial; y un adolescente brasileño desconocido llamado Joao Fonseca. Aún no había ganado nada, acababa de debutar en ATP con una derrota en el ATP 500 de Río de Janeiro, pero ya le ofrecieron un contrato multianual que incluía, por ejemplo, el sueldo de un fisioterapeuta personal para que viajara con él a los torneos. Ahora Fonseca es a sus 18 años el nuevo fenómeno del tenis mundial.

Este jueves cayó en segunda ronda del Open de Australia ante Lorenzo Sonego en un partidazo a cinco sets, por 6-7(6), 6-3, 6-1, 3-6 y 6-3, pero su juego -con victoria en primera ronda ante Andrei Rublev en tres sets- evidenció que pronto peleará por los títulos en los mejores torneos. De hecho, él mismo admitió tras la derrota que le había podido la presión: «La gente está hablando sobre mí y estaba más nervioso. Me ha faltado experiencia».

Detrás de Sinner y Alcaraz

Fonseca es lo que el tenis espera del futuro. En un mundo sin el Big Three, retirados ya Federer y Rafa Nadal y a la espera de Novak Djokovic, sólo Carlos Alcaraz y Jannik Sinner han mostrado el atractivo que exige el público y detrás de ellos faltan nombres. Si la época anterior contó con Andy Murray, Stan Wawrinka, Juan Martín del Potro e incluso David Ferrer o Tomas Berdych, ¿Ahora quién? Hoy están Alexander Zverev o Taylor Fritz, pero ninguno despierta la ilusión de Fonseca.

«Va a estar ahí. Sólo es el principio de año, pero vamos a poner su nombre en la lista de los mejores del mundo muy pronto. Su victoria ante Rublev es impresionante. Debemos tener cuidado con él», analizó el propio Alcaraz, para quien el peligro de Fonseca es doble. Porque el juego del brasileño recuerda al de Sinner. Más bajo, pero más fuerte, el brasileño saca con potencia y pega especialmente plano, con una violencia que sólo se entiende al observar el extenso movimiento de su derecha. Ante Rublev firmó el golpe ganador más rápido de todo el Open de Australia, a 181 kilómetros/hora.

Familia rica, ascenso lento

Nacido y criado en Río de Janeiro, empezó a jugar al tenis en el Country Club, el club más exclusivo de la ciudad, en el que ya entrenaba por ocio su padre, Christiano Fonseca, fundador de IP Capital Partners, el primer gestor de fondos independiente de Brasil. Desde pequeño Fonseca destacó en todo, en fútbol, en judo, en jiu jitsu y hasta recibía clases de yoga, pero a los 12 años se decantó por el tenis después de recibir la invitación de la academia de Guilherme Teixeira, su actual entrenador. No fue una estrella precoz, nada se sabía de él a nivel internacional -de hecho, no estuvo en el Petits As, el Mundial sub-14 oficioso-, pero en 2023 apareció deslumbrante.

Después de firmar con On, ganó el US Open junior de aquel año, se colocó como número uno del mundo junior, rechazó una oferta de la Universidad de Virginia y saltó al profesionalismo. El año pasado ganó las Next Generation ATP Finals a Arthur Fils, Alex Michelsen o Jakub Mensik, jóvenes que ya están en el Top 50 de la lista mundial, y se confirmó como la gran promesa de su generación. Tras su éxito en el Open de Australia y de su 'boom' mediático, que le ha llevado a contratar la misma responsable de comunicación que ya tuvo Gustavo Kuerten, el último gran tenista brasileño, en los próximos meses Fonseca debe evolucionar para llegar a donde quiere llegar. «Quiero vivir jugando contra los Top 50. Tengo ganas de entrar entre los 100 mejores [lo hará el próximo lunes], de ganarme mi sitio, de seguir trabajando para mejorar. Mi sueño es ser número del mundo», finalizaba Fonseca. El dedo divino de Roger Federer tenía razón.