Ben Thomas sorprende a los velocistas antes de la criba del 'sterrato'

Ben Thomas sorprende a los velocistas antes de la criba del ‘sterrato’

Un póquer de osados derrota a un pelotón desquiciado por una pelea estéril entre los velocistas. El francés Ben Thomas se anotó la victoria en la amurallada Lucca tras aprovechar una escapada en el tramo final de la etapa en la que también se metieron Michael Valgren (EF Education-EasyPost), Enzo Paleni (Groupama-FDJ) y Andrea Pietrobon (Team Polti Kometa). El pistard olímpico galo otorga el primer triunfo al Cofidis en esta temporada.

En la espléndida primavera de la Toscana. Los equipos de los sprinters quedaron en evidencia. Los cuatros escapados se marcharon cuando sólo quedaban un puñado de kilómetros para la clausura, pronto sumaron 45 segundos de renta y a partir de ese momento apareció en descontrol en el grupo perseguidor. Jonathan Milan y sus lanzadores del Trek reclamaban a los integrantes del Alpecin, Soudal y Visma que les relevaran en la punta de lanza. Unos se hacían los sordos, otros se escondían. Cuando se pusieron de acuerdo ya era muy tarde.

Los fugados se compenetraron espléndidamente. Pietriobon lo intentó con un ataque a falta de 600 metros, pero el empuje de Thomas fue insuperable. Primer triunfo del curso para el corredor de 28 años, que el pasado logró una etapa en los Cuatro días de Dunkerque.

El francés acaparó notoriedad en la monumental Lucca, cuna de los compositores Giacomo Puccini y Luigi Boccherini. También es la patria de Mario Cipollini, uno de los sprinters más formidables de siempre, que atesora el récord de victorias en el Giro, 42, una más de Alfredo Binda. Fue el más astuto de una jornada etapa nerviosa, con varios enganchones que provocaron las caídas, entre otros, de Woods, Valter, Milesi y Foss.

Una etapa que precedió a la estresante cita de este jueves, con la presencia del temido sterrato, esa tierra prensada que acelera el pulso de los corredores. Un escenario incómodo en el que Tadej Pogacar siempre ofrece altísimas prestaciones, como ya demostró esta temporada con el apabullante dominio en la Strade Bianche. Un día para los clasicómanos y los rodadores más potentes.

La cita, que sale de Torre del Lago Puccini y finaliza en Rapolano Terme, consta de 180 kilómetros, con un trazado plano hasta el ecuador del ejercicio. Los tres tramos de pista sin asfaltar, con un total de 11,6 kilómetros, están situados en la última parte de la etapa. 50 kilómetros estresantes. El primer desafío aparece en el kilómetro 130 y tiene una longitud de más de 4.000 metros. Sin apenas descanso irrumpe el segundo segmento, en Grotti, que romperá la carrera debido a sus 4,8 kilómetros de subida. El tercero está situado sólo a 16 kilómetros de la meta y tiene una longitud de 2.400 metros, con subida y bajada. Martirizantes obstáculos del polvo y la grava. Trabajo extra para los mecánicos.

Un territorio comanche en el que Pogacar amenaza con divertirse y martirizar a sus enemigos. Un día divertido en el que algún aspirante al podio podría despedirse de sus opciones. Este Giro no ofrece tregua.

Duelo entre gigantes italianos y triunfo de Jonathan Milan en otro sprint frenético

Duelo entre gigantes italianos y triunfo de Jonathan Milan en otro sprint frenético

Los gigantes locales muestran su jerarquía en la Corsa Rosa. Los rodadores italianos acaparan protagonismo en la segunda y consecutiva jornada resuelta al sprint en el Giro. El italiano Jonathan Milan impuso su punta de velocidad en una frenética clausura de etapa en Andora. El velocista del Trek (23 años y 1,93 metros) asumió la cabeza del pelotón tras neutralizar una fuga del contrarrelojista Filippo Ganna (también 1,93 metros) cuando sólo restaban cuatro kilómetros para la bajada del telón. Otra acometida brillante e inesperada, como la rubricada el lunes por Tadej Pogacar. Un nuevo regalo para los sentidos.

Ganna buscó sorprender a unos velocistas que no estaban dispuestos a desperdiciar un escenario propicio. El rodador del Ineos arrancó con esa potencia descomunal que le caracteriza y provocó el nerviosismo en el gran grupo. En un terreno en ligera subida, el pelotón se estiró en fila india. Los sprinters, protegidos por sus lanzadores, sufrieron para llegar hasta Ganna. El gigante italiano fue cazado cuando sólo faltaban 600 metros. En ese instante, Milan asumió la responsabilidad y no permitió que nadie le sobrepasara. Alegría para el otro gigante italiano, que el lunes quedó frustrado con la victoria de Tim Merlier. La segunda plaza ni siquiera supuso un consuelo. Este temporada también ha conseguido dos victorias de etapa en la Tirreno-Adriático y otra en la Voltaa la Comunitat Valenciana.

Una jornada inolvidable para Fran Muñoz, el chaval del Polti Kometa, el equipo de Alberto Contador, que se metió en la escapada buena del día y que, junto a De Bond, mantuvo un interesante duelo con las locomotoras del pelotón. Un estreno venturoso para el asturiano en carreteras de la Milán-San Remo. Un lugar desgraciado para Biniam Girmay, que abandonó la prueba por una caída. El eritreo se anotó una etapa en la Corsa Rosa de 2022.

Una etapa accidentada por varios percances que salió del Piamonte y llegó a la zona de Liguria, comarca marcada por la expulsión de Eddy Merck en el Giro de Italia de 1969. Entonces, en la jornada que finalizó en Savona, muy cerca de la llegada de este martes a Andora, el belga dio positivo por anfetaminas. El Caníbal aseguró que aquel control fue un fraude y que alguien le dio una bebida adulterada.

El triunfo de Jonathan Milan de produjo horas después de que Jonas Vingegaard reapareciera en las redes sociales. El equipo Visma lanzó un vídeo en el que se veía al danés entrenándose en carretera. Era la primera vez que el escalador se ejercitaba al aire libre tras su caída de hace un mes en la Vuelta al País Vasco. Las imágenes fueron acompañadas con unas breves declaraciones del corredor en las que se mostraba optimista con su futuro cercano. "Es agradable poder salir a entrenar al exterior de nuevo con normalidad. Me siento bien y estoy mejorando día a día. Aún tengo que terminar de recuperarme de algunas cosas, pero voy mejorando", dijo.

El danés no ha perdido la esperanza de estar el próximo 29 de junio en Florencia en la salida del Tour de Francia. "Por supuesto, espero estar en el Tour. Aún no sé con exactitud como irá mi recuperación y cual será mi condición, pero haré todo lo posible para llegar en el mejor estado de forma que pueda", cerró.

Merlier se anota la primera 'volata' tras una nueva exhibición de Pogacar

Merlier se anota la primera ‘volata’ tras una nueva exhibición de Pogacar

Premio para el velocista más perseverante. Tim Merlier se anotó la primera volata de un Giro de Italia gobernado por Tadej Pogacar, que este lunes tuvo la osadía de retar a los velocistas con un soberbio ataque a falta de dos kilómetros. El sprinter del equipo Soudal impuso su potencia en una jornada nerviosa, salpicada con pequeñas subidas, con meta en Fossano. El campeón esloveno continúa comandando la general con 45 segundos de renta sobre Geraint Thomas, que también se dejó ver en el tramo final.

Merlier debutante en el Giro a los 31 años, ya puede presumir de triunfos en las tres grandes rondas por etapas. Esta es la octava vez que sube a lo más alto del podio en la presente temporada. Al inicio del curso, en el Tour de UAE se anotó tres etapas.

El belga acaparó protagonismo en una etapa de tensión, con varios abanicos provocados por el viento, que pillaron distraídos a los rodadores del Movistar. Trabajo extra para los lanzadores de Fernando Gaviria. El Giro no atesora el glamour del Tour, pero le supera en dureza e incertidumbre. Nadie esconde sus ambiciosas intenciones. Todos se rinden a la superioridad de Pogacar, pero hay suculentos trozos de tarta a repartir. Los triunfos parciales suponen muchos puntos UCI y una excelente plataforma publicitaria para equipos y corredores. Eso lo saben bien los responsables del Soudal, que festejaron la conquista de la primera volata. La segunda plaza fue Jonathan Milan y la tercera para Biniam Girmay.

Aprovechando un repecho

Merlier y los integrantes de su escuadra tuvieron que emplearse al máximo para neutralizar una sorprendente escapada de Pogacar a falta de 2.000 metros para la clausura. El esloveno, en una pequeña subida, aprovechó un aceleró del danés Mikkel Honoré para dejar cortados a los sprinters. Su ofensiva fue respondida por Thomas. Inesperada reacción del esloveno que fue cazado a falta de 200 metros y que encandiló al público. Un regalo más de un corredor genial.

Este martes nueva cita para el lucimiento de los velocistas, con un trayecto de 190 kilómetros en dirección a costa de Liguria, con salida de Acqui Terme y cierre en Andora. En el ecuador de la etapa aparece un puerto de tercera categoría que, a priori, no debería evitar una llegada masiva.

El universal Giro local

El universal Giro local

Por orden de aparición en el calendario, el Giro, el Tour y la Vuelta conforman el trío de joyas de la corona ciclista. Rosa morganita, amarillo oro y rojo rubí. Esencialmente latinas, ampliamente mediterráneas, ejemplos de las viejas jerarquías, forman parte de la cultura no sólo deportiva del país, al que contribuyen a representar en el mundo.

Pero el Giro es la menos cosmopolita, la más apegada a las mentes y los corazones locales. En su univer

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Pogacar rinde homenaje a Pantani en Oropa: primer zarpazo, victoria y maglia rosa

Pogacar rinde homenaje a Pantani en Oropa: primer zarpazo, victoria y maglia rosa

El aperitivo del sábado supo a poco, como si lo que no fuera un brutal despliegue de Tadej Pogacar no colmara las expectativas. Pero la fiera escapó de todas las jaulas en un enclave mítico. En el Santuario de Oropa, donde Marco Pantani dejó una remontada asombrosa en 1999, donde Piotr Ugrumov encendió las alarmas de Miguel Indurain seis años antes, el esloveno asestó el primer zarpazo al Giro. Aún no mortal, ni medio minuto a sus rivales, pero sí todo un aviso: si nadie lo remedia (quizá una escapada consentida esta semana), la amenaza es que vista de rosa hasta Roma.

Fue un guiño al Pirata 25 años después. Porque como Pantani aquel día, justo antes de empezar las rampas, a la salida del pueblo de Biella, un problema puso en alerta al líder del UAE. Un pinchazo delantero y una pequeña caída. Algo de confusión con las órdenes del coche, cabreo, cambio de bici y apretón para volver a la cabeza del pelotón que seguía persiguiendo a Andrea Piccolo, el valiente de la escapada del día.

No había habido fuegos artificiales en los dos puertos previos. Todo lo dejó el UAE para Oropa, donde Berg y Novak hicieron la selección -pronto Schachmann y Nario Quintana eliminados- y Majka lanzó a Pogacar como si estuviera en una bolera; el ataque a falta de 4,5 kilómetros, apenas un amago de poder seguirle de Ben O'Connor (luego lo acabaría pagando) y en solitario hasta la meta. Con su triunfo, el 71 de su carrera, ya puede presumir de haber ganado en las tres grandes vueltas y también de haber vestido de líder en todas ellas: "Era uno de mis sueños. Es algo que no muchos ciclistas tienen (exactamente, sólo 108). Estoy muy contento".

No fueron diferencias enormes, porque aún es el segundo día, el puerto, pese a su leyenda, no es tan duro (una media del 6,2%) y porque por atrás hubo entendimiento entre los que se jugarán, previsiblemente, las plazas del podio final. Se formó un grupo de nueve corredores, con Juanpe López entre ellos (ya es séptimo). Y el alemán Florian Lipowitz, que viene de brillar en el Tour de Romandía, hizo un fenomenal trabajo para Daniel Felipe Martínez. El colombiano y Geraint Thomas, segundo y tercero en la general (ambos a 45 segundos), apenas perdieron 27 en meta. No hubo noticias, sin embargo, del héroe de la primera jornada: a Jhonatan Narváez el rosa no le dio alas y pronto perdió comba. Bora e Ineos, dos colectivos poderosísimos contra los que deberá pelear Pogacar.

A Pogacar le chafan el plan: Jhonatan Narváez le gana en Turín y se viste de rosa

A Pogacar le chafan el plan: Jhonatan Narváez le gana en Turín y se viste de rosa

No será un Giro de Italia de principio a fin para Tadej Pogacar, esa hazaña única que se dibujaba en el imaginario de los alardes del genio esloveno. No lo será quizá por poco, porque le salió un menudo ecuatoriano a darle réplica en la primera etapa, una Némesis inesperada, una lapa en el Muro de San Vito (1,4 km al 9,8%) y un cañón en la meta de Turín. Jonhy Narváez es la primera maglia rosa a la espera del domingo, del Santuario de Oropa donde sufrió Indurarin y donde Pantani dejó una remontada histórica para el recuerdo.

Para saber más

Amanece sin tregua el Giro, sin resquicio todavía para los sprinters, un primer día con guiño a Superga en el aniversario del fatal accidente del Torino, con el Coll de la Maddalena a menos de 30 kilómetros y una trampa justo antes de la meta de Turín. Se contuvo Tadej, a pesar de exprimir a sus compañeros del UAE, sólo ya el infinito Majka al final, cuando Calmejane, de los restos de la escapada del día, coronó con apenas cinco segundos de un pelotón ya poco abundante en la Maddalena.

Esperó el doble ganador del Tour a San Vito, corto y mortal, aunque por delante un grupo de valientes había intentando sorprender en el parón de la bajada, con una táctica no demasiado comprensible del UAE. Fueron fuegos artificiales, pero todavía con sordina. Porque el ataque de Pogacar hizo pupa, pero no le dejó solo ni le brindó el triunfo. Pudo seguirle Narváez, sufridor, y también Schachmann enlazó después. Los tres se plantaron en Turín y allí el del Ineos fue el más rápido, el segundo ecuatoriano tras Richard Carapaz en vestir de rosa. "Me sentí muy bien. Era una buena etapa para mí. Seguir al mejor corredor del mundo subiendo ha sido muy duro", pronunció el protagonista, fundido en un emocionante abrazo con Geraint Thomas en la meta.

El francés Baudin entró a seis segundos, cuatro por delante de un pequeño pelotón en el que llegó el resto de favoritos, Thomas, Ganna, Daniel Felipe Martínez, Uijtdebroeks, O'Connor o Einer Rubio entre ellos. Juanpe López, primer español, se dejó un poco más, 20 segundos con el ganador.

Mezgec, el sprinter que marcó la vida de Pogacar y le inculcó la pasión insatisfecha por el Giro

Mezgec, el sprinter que marcó la vida de Pogacar y le inculcó la pasión insatisfecha por el Giro

Actualizado Jueves, 2 mayo 2024 - 23:27

«Yo también correré y ganaré en el Giro». A los 15 años, Tadej Pogacar quedó prendado por la Corsa Rosa tras contemplar la victoria de su compatriota Luka Mezgec en la clausura de la edición de 2014. Desde entonces, aquel adolescente se empeñó, sin éxito, en debutar en la ronda italiana, un anhelo que cumplirá este sábado, en la salida en Venaria Reale, en la zona del Piamonte. Será una jornada inolvidable para el esloveno, que se ha marcado el reto de conquistar en el mismo año Giro y Tour, hazaña inédita desde hace 26 años, cuando Marco Pantani selló el doblete. En aquel 1998 nació Pogacar. Un guiño cómplice del destino. Los anteriores que cumplieron este desafío fueron Fausto Coppi (ediciones de 1949 y 1952), Jacques Anquetil (1964), Eddy Merckx (1970, 1972 y 1974), Bernard Hinault (1982 y 1985), Stephen Roche (1987) y Miguel Indurain (1992 y 1993).

«Siempre quise disputar el Giro, porque se corre cerca de Eslovenia. Cuando era un niño iba a ver las etapas que pasaban cerca de mi casa. Recuerdo la victoria de Luka Mezgec, aquello fue algo inolvidable para mí», ha dicho el incomparable Pogacar.

Mezgec, un veterano sprinter de 35 años, es la inspiración rosa de Pogy. Diez años separan a ambos eslovenos, pero sus vidas comparten paralelismos y escenarios. Mezgec nació en Kranj; Pogacar, en Klanec. Ambas ciudades están separadas por sólo 16 kilómetros. La primera carrera disputada por Pogacar, con 10 años, fue en Trstenik, muy cerca de Kranj. El bicampeón del Tour de Francia estudió en la Facultad de Gestión Deportiva de Kranj.

1 de junio de 2014

Aquel día inolvidable para Pogacar fue el 1 de junio de 2014, en la última etapa de un Giro ganado por Nairo Quintana. En la clausura, Mezgec impuso su punta de velocidad en la meta de Trieste, superando a Giacomo Nizzolo y a Tyler Farrar. Entonces, Pogacar saltaba de alegría con la victoria de su compatriota, un velocista notable, que esa misma temporada sumó tres triunfos en la Volta a Catalunya. Un año antes consiguió tres terceras posiciones en el Giro. En 2020 logró dos segundos puestos en el Tour. Es uno de los mejores lanzadores de Caleb Ewan en el equipo Jayco y este sábado también tomará la salida del Giro'2024.

Desde crío, Pogi se entusiasmó por el ciclismo, con nueve años ingresó en el club Rog Ljubljana, donde corría su hermano Tilen. Nunca se despejada de la televisión para ver el Tour y el Giro. Disfrutaba con Nibali, Contador, Scarponi o Froome. A veces se trasladaba con su padre al norte de Italia para ver en directo el paso del Giro. Desde su casa hastra Trieste (ciudad que tanto le influyó) sólo hay 111 kilómetros. «Siempre quise ir al Giro y ahora es el momento», dijo el esloveno en la presentación del recorrido de la Corsa Rosa de 2024. Desde que fichó por el UAE, en 2019, pidió a Joxean Fernández Matxin participar en el Giro, pero el director español le recomendó que se volcara en el Tour y en la Vuelta, pero al finales del pasado año aceptó la propuesta del esloveno. «El recorrido se ajusta bastante bien a sus necesidades. Creo que Tadej es tan polivalente que puede ganar en cualquiera carrera », aclaró el técnico vasco.

Pogacar, que ha convertido exhibiciones mayúsculas en acto rutinarios, necesitaba nuevos retos. «Quiero probar algo diferente, no repetir siempre el mismo calendario. Siento que si sigo haciendo lo mismo, al final eso no será bueno para mi cuerpo y por eso propuse al equipo hacer algo nuevo», ha señalado el extraordinario escalador, que en este curso ha arrasado en la Lieja-Bastoña- Lieja, Volta a Catalunya y Strade Bianche.

Pogacar parte como indiscutible favorito para una ronda que arranca este sábado (Venaria Reale-Turín, 140 kilómetros) y que finalizará el 21 de mayo en Roma, con una etapa llana de 125 kilómetros. Las citas claves son las contrarrelojes de las jornadas 7ª y 14ª y los ejercicios montañosos de la 15ª, 16ª (Monte Pana), 17ª, 19ª y 20ª (Monte Grappa). Con la ausencia de Remco Evenepoel, los principales rivales de Pogacar serán el galés Geraint Thomas y los colombianos Daniel Felipe Martínez y Nairo Quintana. Las apuestas españolas se centran en Juanpe López (Lidl-Tek) y Pelayo Sánchez (Movistar).

Pogacar inicia con la Lieja- Bastoña- Lieja la 'primavera ciclista'

Pogacar inicia con la Lieja- Bastoña- Lieja la ‘primavera ciclista’

En primavera florecen los campos y las bicicletas. Es el momento del reencuentro con todas las grandes clásicas, menos con el otoñal Giro di Lombardia. Entre finales de febrero, con la aperturista Omloop Het Nieuwsblad, y finales de abril, con la epilogal Lieja-Bastoña-Lieja, el Paraíso terrenal del ciclismo reside en las clásicas. La Decana, pesarosa por las ausencias forzosas de Wout van Aert y Remco Evenepoel, vencedor en 2022 y 2023, pero sie

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El británico Williams vence en la edición más infernal de la Flecha Valona

El británico Williams vence en la edición más infernal de la Flecha Valona

El británico Stephen Williams se coronó en la Flecha Valona, la clásica más previsible, siempre condicionada con el final en el Muro de Huy, emblemático escenario para el sprint en rampas más tremendo. Una colina de 1,3 kilómetros con una pendiente media cercana al 10% y con zonas del 19%. Paredes para reptar sin descanso. Un subida para tipos duros y hábiles en la administración de esfuerzos, como Williams (27 años), que aceleró a falta de 150 metros, dejando clavados a unos rivales muy pendientes de los marcajes.

El corredor del equipo Israel (ganador de sendas etapas en el Tour Down Under y la Vuelta a Suiza) sorprendió a otros como mejor técnica escaladora, como RichardCarapaz o ValentínMadouas, que llegaron muy castigados por un día infernal, con bajas temperaturas, lluvia, granizo y nieve. El mejor español fue Roger Adriá, que entró en el grupo de los mejores.

La de este miércoles fue una edición durísima, las más complicada de las últimas temporadas, debido a la adversa climatología. Más de 60 corredores abandonaron. Los corredores avanzaban incomodísimos, al borde la congelación, y muy castigados por un recorrido plagado de obstáculos. A 60 kilómetros, el grupo principal comenzó a desgajarse por el ritmo impuesto por el EF Educación-Easy Post de Carapaz y el Groupama de Madouas y por un molesto viento racheado que dificultó las cuatro ascensiones al Muro de Huy. El UAE de Juan Ayuso y Marc Hirschi claudicó antes del segundo paso por la montaña de las Siete Capillas, donde el público aplaudía el paso de unos gladiadores protegidos por chalecos, guantes, perneras y chubasqueros.

Pidcock, Vansevenant y Pello Bilbao también se rindieron precipitadamente. La carrera rota, con Kraugh Andersen, Buitrago, Carapaz, Van Gils y Vanquelin y Williams mostrando el camino al pequeño pelotón cabecero, integrado por 35 corredores. El corredor del Israel siempre estuvo muy activo y supo guardar energías para la ascensión definitiva.Todos juntos a falta de 14 kilómetros, con el grupo noruego Uno-X en cabeza, ya desprendiéndose de las prendas de abrigo para afrontar la última subida a la colina de la histórica Flecha Valona. Esta era la 40ª edición en la que la clásica belga terminada en el Muro de Huy.

Stephen Williams, que tomo el relevo de Tadej Pogacar, ganador en 2023, fue el más fuerte en la segunda cita con el tríptico de las Ardenas, esa en la que Alejandro Valverde ostenta el récord de cinco victorias y en la que el ciclismo español escribió páginas gloriosas. En la colina belga también vencieron Igor Astarloa, Purito Rodríguez y Dani Moreno. El próximo desafío en las Ardenas será el domingo, con la Lieja-Bastoña-Lieja, con el pulso entre Pogacar y Van der Poel.

43 Vueltas a España, 28 Tours de Francia y 24 Giros de Italia: la increíble historia de Alejandro Torralbo, el mecánico de Indurain, Valverde, Pogacar...

43 Vueltas a España, 28 Tours de Francia y 24 Giros de Italia: la increíble historia de Alejandro Torralbo, el mecánico de Indurain, Valverde, Pogacar…

El mejor mecánico del mundo empezó a trabajar a los nueve años. Acudía todos los días al taller, sólo paraba los domingos, a las 12 del mediodía, para ir a misa. Alejandro Torralbo (Villanueva de Córdoba, 1962) creció entre arandelas, alicates, tuercas y lubricantes de cadenas. «Salía corriendo de la escuela de mi pueblo y me iba a ayudar a mi tío, que tenía un local de reparación de bicis y motos. Allí estaba siempre, incluidos los fines de semana; de eso hace más de 50 años. Aquellos tiempos nada tienen que ver con los de ahora», advierte el técnico de UAE, formación liderada por Tadej Pogacar y Juan Ayuso.

El álbum de Torralbo es un tesoro, con fotos de Indurain, Rominger, Olano, Ullrich, Juan Fernández, Chava Jiménez, Valverde, Contador, Sastre, Sagan, Basso... También hay recuerdos de su paso por los equipos Clas, Mapei, Banesto, Festina, Coast, Bianchi, Cervélo, CSC, Saxo Bank, Tinkoff o Katusha. Desde hace cuatro años trabaja para el UAE. Ha cubierto 43 Vueltas a España, 28 Tours de Francia y 24 Giros de Italia. Es un fijo de la selección española, ha sido testigo directo de tres Juegos Olímpicos (Atlanta, Londres y Río) y de 29 campeonatos del mundo. Por sus manos pasaron las bicicletas de los campeones Olano, Freire y Valverde.

«Comencé en el ciclismo a los 16 años, con Miguel Moreno, primo de mi madre, que era director del equipo Peña Manzaneque. En mi casa no querían que siendo tan pequeño estuviera por ahí con los ciclistas, pero al final me dejaron salir. En 1980 me fui a la Vuelta a España con el equipo Chocolates Hueso. Luego me llamó José Manuel Fuente, Tarangu, para el equipo Clas y desde ahí hasta ahora. Al principio trabajaba a diario, sólo descansaba el domingo para ir a misa. Creo me equivoqué, tenía que haber estudiado. Empecé BUP y lo dejé por las bicis. Llevo en este mundillo desde siempre... Es lo que hay», dice.

Torralbo, con Olano.

Torralbo, con Olano.T. Torralbo

Y lo que hay es un cúmulo de vivencias impagables. A sus 61 años es un emblema del ciclismo. En Facebock han creado la página Fans de Alejandro Torralbo. «Eso es cosa de unos gallegos que me quieren mucho. Ellos aseguran que soy el mejor mecánico del mundo, pero yo no soy el mejor, solo soy el más viejo», incide el técnico que vive en La Fresneda (Asturias).

Torralbo asegura que ahora el ciclismo es menos familiar: «Antes te ocupabas de la limpieza de las bicis, de la puesta a punto, de la presión de las ruedas, de la altura del sillín, etc. Ahora todo es diferente, trabajamos con los biomecánicos que te aconsejan en el uso de manillares, bielas, retroceso... Los mecánicos españoles siempre teníamos buen cartel, pero ahora los fabricantes nos miran de reojo, porque dicen que nosotros reparamos todo, no como otros, que cuando una pieza se rompe la tiran y buscan otra nueva. En el UAE hay más de 100 personas, con gente de 22 países, es como una empresa. Somos 11 mecánicos, parecen muchos, pero no es así, porque, a veces, hay dos carreras por semana y, además, tenemos que preparar el material en un centro que el equipo tiene cerca de Milán».

Torralbo, Torrontegui y Rominger.

Torralbo, Torrontegui y Rominger.A. Torralbo

Ahora, todo está medido y planificado para obtener el máximo rendimiento. Una labor que ha situado al UAE en la cima. «Pogacar es un fenómeno. Nunca he conocido a nadie igual. Él dice una cosa y la hace. Trabajo con él desde 2021. Está muy pendiente del mantenimiento, pregunta por la presión de las ruedas, por los desarrollos... Es un campeón en todos los aspectos, tanto dentro como fuera de la carretera. El año pasado estuve con él en Tirreno-Adriático, París-Niza, Strade Bianche y Tour de Francia. Hicimos la última Volta a Catalunya y le acompañaré en la concentración de Sierra Nevada», señala.

El mecánico andaluz también valora la gran progresión de Ayuso. «Juan es muy completo. Recuerdo que la primera vez que coincidí con él me sorprendió que llevara las manetas de la bici hacia dentro y para abajo. Yo le decía que no entendía porqué las llevaba así, pero él me contestaba: ''Así tengo cinco vatios menos por la aerodinámica''. Ahora la UCI ha cambiado las normas y no permiten que se inclinen más de 10 grados. Ayuso no ha sido el primero en meter las palancas, recuerdo que Sastre ya lo hacía. Ayuso está pendiente de todos los avances, se preocupa de la mecánica y de la nutrición para mejorar».

En sus 45 años en el ciclismo ha presenciado historias de todos los colores, éxitos grandiosos, escándalos de tramposos y hasta el denominado dopaje mecánico. «Eso del motor escondido en las bicis no lo he visto. No es cierto, es un invento. Me acuerdo que en una ocasión decían que Lance Armstrong había utilizado un motor en una cronoescalada en Alpe d'Huez. Yo no estaba en su equipo, pero pude ver que su bici ni siquiera pesaba 6,8 kilos, que era lo permitido. Los mecánicos tuvieron que poner unas placas para llegar a ese peso. Si hubiera utilizado un motor, su bici pesaría más»..

Con Alejandro Valverde

Con Alejandro ValverdeA. Torralbo

Torralbo, que ha conocido a lo más granado del pelotón de las últimas cuatro décadas, tiene especial cariño a Olano, Tony Rominger y Carlos Sastre. «Con Abraham me entendía muy bien, él venía de la pista y eso se notaba en los aspectos técnicos. Estuve con él en el Mundial de Duitama, en 1995, el que ganó con la rueda pinchada. Todavía mantenemos contacto. Tony presentaba dos caras, como corredor tenía una mentalidad suiza, pero fuera de la carrera era muy atento, le encantaba correr con lluvia. Con Carlos tengo una gran relación, tiene muchos valores, es una persona acojonante, siempre ha estado muy atento con mi familia. En mi casa guardo una bicicleta suya. Su triunfo en el Tour ha sido lo más guapo que me ha pasado en el ciclismo. Casi nadie creía que podía ganar un Tour, pero lo ganó. Puedo presumir de haber inflado las ruedas de su bici», bromea.

El técnico cordobés también destaca la profesionalidad de Contador. «Con Alberto coincidí en el Saxo Bank. Se preocupaba de todos los detalles, de cómo mejorar la aerodinámica y aumentar la velocidad. Sabía mucho de mecánica y se interesaba hasta por las cintas del manillar. Era como un piloto de motos. Si en los entrenamientos escuchaba un ruido raro de la bicicleta me lo contaba para solucionarlo. El ciclismo era y es su pasión. Para mí, Alberto es un ejemplo».

La empatía de Contador contrastaba con la frialdad de Jan UIllrich: «Estuve con él en 2003, en el equipo Bianchi, que heredó la estructura del Coast de Juan Fernández. Era un corredor que hablaba poco, un tanque».

Torralbo sólo coincidió con Indurain en los Mundiales, llegó al Banesto por petición propia de Abraham Olano, cuando el navarro ya se había retirado. «Estaba con Miguel sólo una semana al año, con la selección, el resto del tiempo era nuestro rival. Es buena gente y de eso te das cuenta nada más verlo. Proviene de una familia trabajadora y eso se nota en su capacidad de sacrificio. Recuerdo que no le gustaba mucho el manillar de las bicis de contrarreloj», señala.

El corredor más singular con el que ha trabajado fue José María Jiménez: «Chava era capaz de lo mejor y de lo peor. Cuando me decía: ''Alejandro, mañana ponme las ruedas voladoras'', ya sabía que iba haber tarde toros. Era un genio. El Curro Romero del ciclismo. Cuando estaba bien no había nadie que lo parara. Yo le decía que era un escalador con un cuerpazo de rodador. No podía con las contrarrelojes, yo le ponía un manillar de cabra, pero él me insistía en que se lo quitara porque para lo que iba hacer no le merecía la pena».

Alejandro Torralbo, el incomparable mecánico de manos prodigiosas.