Los móviles en Augusta y una filosofía única: "Ojalá hubieran más torneos así"

Los móviles en Augusta y una filosofía única: “Ojalá hubieran más torneos así”

Actualizado Lunes, 15 abril 2024 - 09:44

Eso que se suele decir de que el tiempo se detiene, es algo literal en el Masters de Augusta. Ya son 88 ediciones y todos los rectores del campo de golf más exclusivo siguen teniendo una máxima: En su torneo no entra un teléfono móvil.

Ya sea Tiger Woods, el presidente de la cadena CBS o un jardinero, ningún móvil es bienvenido en Augusta National en pleno siglo XXI. Época en la que no existe un solo espectáculo deportivo de masas en el mundo que siga este modelo de austeridad tecnológica.

Para muchos esto es un sinsentido y más, si se tiene en cuenta que la empresa de telefonía AT&T, líder en Estados Unidos, es uno de los patrocinadores del torneo. Las cabinas de teléfono, esas que están en extinción en todo el mundo civilizado, se prodigan en Augusta entre azaleas y magnolios. Alrededor de una treintena se pueden encontrar repartidas en diferentes puntos estratégicos del campo de golf.

WYDHAM CLARK Y JON RAHM

En el Masters se puede pasar la tarde enganchado a una conferencia con Tegucigalpa desde el mismísimo Amen Corner y todo, con cortesía de los socios de chaqueta verde.

El ganador del US Open, Wydham Clark respeta las reglas del Masters pero no entiende muy bien la medida en los tiempos actuales: "A mí me parece muy positivo el uso del teléfono, sobre todo cuando la gente los utiliza como cámaras. De esta forma pueden captar la esencia del torneo y llevarse el recuerdo para siempre. No es lo mismo tener una imagen recogida por tu propia mano que verlo por televisión. Hoy en día estos apartados son más que un teléfono, son un recurso muy bueno para que la gente disfrute de nuestro deporte".

Para otros, como Jon Rahm, es justo lo contrario: "Creo que debería haber más torneos que deberían hacer lo mismo", ha afirmado el vigente campeón sobre esta restricción. "Creo que si el ambiente aquí es tan especial es precisamente por eso. No tienes distracciones, es puro amor al deporte. Ojalá hubiera más torneos así".

Rahm también reconoce que, en los últimos años, se ha flexibilizado un poco la norma con los jugadores y que Augusta hace 'la vista gorda' en días de prácticas y sobre todo en los pares tres: "Saben que los jugadores llevamos el teléfono, pero ni lo sacamos. Quizás con alguna foto o un vídeo corto, pero apenas nada y solo hoy", ha señalado el de Barrika tras el concurso de pares tres.

Un asistente se fotografía con Jon Rahm

Un asistente se fotografía con Jon RahmHugo Costa

LA CLAVE ES SER DISCRETO

Todos coinciden que la política del campo con los participantes es mucho más laxa. No hay nada oficial, pero se consienten determinados usos siempre fuera de la rondas oficiales del torneo. La clave para el norteamericano, Billy Horchel es "ser discreto y no hace alarde de su uso".

Estas restricciones pueden ocasionar algún contratiempo para algunos jugadores que han adaptado la nueva tecnología como parte de su trabajo diario. Un ejemplo es grabarse el swing en el campo de prácticas: "Con el tiempo aprendí que no puedo esconder el teléfono en algunos sitios. Estoy acostumbrado a golpear algunas bolas y luego mirarlo", ha apuntado Colin Morikawa.

Para el ganador del Open Championship, Brian Harman el teléfono no tiene tanta importancia en la semana: "No te sirve de nada tener uno porque cualquiera con quien necesite hablar, como mi entrenador, mi manager o mi esposa, ya está en el campo y no tienen sus móviles".

"Tratamos de ser fieles a nuestra misión, a quienes somos y a lo que Bobby Jones y Clifford Roberts tenían mente cuando crearon el club", ha comentado Fred Riley, CEO del Augusta National, quien también ha recordado que, en sus planes, no está la idea de cambiar sus políticas con la telefonía.

CUALQUIERA SE EXPONE A NO VOLVER

Al Master le da absolutamente igual las redes sociales y el espectador, periodista o jugador que desafíe sus normas, se expone a no volver nunca.

Para el público o los patronos, así se denominan, tener un teléfono es materialmente imposible ya que los férreos controles de acceso se aseguran que no haya elemento tecnológico alguno. Muchos que lo saben, lo dejan en casa, otros pícaros y despistados, lo intentan, pero sus terminales quedan requisados en consigna.

Los periodistas, que pueden acceder al club con ellos, sólo pueden usarlos en el espectacular centro de prensa, que ya quisiera para sí unos Juegos Olímpicos o un Mundial de Fútbol. Al principio, no disponer de un teléfono a mano y tener que coordinar cierres, envío de material o mil gestiones varias que requiere la vida de un enviado especial, parece un disparate, pero se terminan adaptando.

Eso sí, la acreditación que permanentemente tienen que llevar, y que incluye un microchip, permite a Augusta controlar donde están en cada momento de la semana. A pesar de ello, pueden escribir reportajes desde el ordenador portátil, aunque Augusta bien podría obligarles a teclear una Olivetti, tal y como a Bobby Jones le hubiera gustado.

Las cabinas telefónicas de Augusta

Las cabinas telefónicas de AugustaHugo Costa

Scottie Scheffler impone su ley para vestir su segunda chaqueta verde

Scottie Scheffler impone su ley para vestir su segunda chaqueta verde

Actualizado Lunes, 15 abril 2024 - 01:44

Scottie Scheffler podrá dormir hoy tranquilo, al lado de su chaqueta verde y su mujer Meredith, en los últimos días de su embarazo. Lo único que podría haber cambiado el curso del segundo Masters en las vitrinas del americano, hubiera sido una venida adelantada del primer hijo de la pareja, cuyo nacimiento estaba previsto para finales de mes. Scheffler ya advirtió que fuera como fuera en el torneo, si está circunstancia sucedía, abandonaría de inmediato el Masters.

Afortunadamente no fue así y el tejano ganó con apabullante facilidad en una jornada final que controló de principio a fin, sin encontrarse ni un solo momento de zozobra. Cuatro golpes bajo el par (68) fueron suficientes para cerrar con -11, y disfrutar de todo el reconocimiento de camino a la bandera del último hoyo. Desde el PGA Tour respiran tranquilos, el máximo exponente actual del Circuito Americano, defendió el honor frente a la amenaza de los 13 jugadores del LIV golf. Su triunfo supone el tercero de la temporada tras Bay Hill y The Players para el indiscutible número uno del mundo.

Scheffler arrancó con birdie en el hoyo 3, marcó dos tropiezos en el cuatro y hoyo siete, que no tardó en recuperar con tres hoyos de aciertos consecutivos del ocho al 10. A estas alturas el único que parecía con suficiente empuje como para pelear la victoria, era el sueco Ludving Aberg, un inexplicable caso de un jugador novato que esta semana competía en el primer torneo del grand slam de su vida, aunque su templanza parecía a la de todo un veterano con miles de tiros pegados en Augusta National. Aberg cerró los primeros nueve hoyos con -3, pero en el hoyo 11 sufrió los rigores del Amen Corner, con una bola al agua y un caro doble bogey. Game over. Fue el momento que Scheffler necesitaba para despegarse y sentenciar el Masters con birdies en el 13, 14 y 16. A Aberg (-7) le queda el consuelo de convertirse en el mejor debutante en la historia del Masters, ninguno había terminado entre los cinco mejores del torneo.

Jon Rahm, con +9 cuajó su peor Masters de Augusta de los siete que lleva disputados, tuvo que esperar en el club un par de horas antes de colocar a Scheffler la chaqueta verde, que hace un año le impuso el norteamericano al español. Rahm extiende su racha de sequía precisamente al Masters de 2023, aunque el de Barika quita hierro al asunto: "a ver, no nos volvamos locos, que tampoco era yo Tiger en el 2000. En este deporte, algo pequeño puede hacer que ganes o que no, no estoy preocupado... ya llegará", comentaba.

A quién deberían sacar a hombros si los rectores de Augusta National lo permitieran es a José María Olazábal, el jugador de 58 años no solo pasó el corte, una ronda de par hoy le dejó empatado con Jon Rahm en el puesto 45º de la clasificación y con unas sensaciones de juego olvidadas ya en la carrera del dos veces ganador del Masters. "Esta semana de drive ha sido de las mejores en mucho tiempo... en años y no te estoy diciendo uno y dos. Yo tenía mis sospechas de lo que estaba haciendo mal y me las han confirmado el trabajo con Butch Harmon, así que he salido de dudas. Ahora, lo que me está costando es la bajada del swing, pero después de tantos años es normal".

En este Masters extraño, atípico, Tiger Woods terminó en última posición de los que habían pasado el corte, y la peor actuación de su carrera en el torneo que ha logrado ganar hasta en cinco ocasiones. Scheffler pareció el único en imponer cordura en el primer major del año, todavía sin noticias de una posible unificación y paz en el golf mundial.

Jon Rahm cierra su peor y más incómodo Masters "algunos no me han mirado ni a la cara"

Jon Rahm cierra su peor y más incómodo Masters “algunos no me han mirado ni a la cara”

Actualizado Lunes, 15 abril 2024 - 01:34

Hace aproximadamente un año, Jon Rahm vivía su momento culminante como profesional. Ganar el Masters de Augusta te mete en un selecto club de por vida. Rahm, fuera del campo, también era un modelo de coherencia, un líder al que todos respetaban. Su marcha al LIV cambió las cosas y el reencuentro esta semana con sus ex compañeros del PGA Tour no ha sido todo lo cordial que como le hubiera gustado al jugador de Barrika. "Sí, he notado actitudes hostiles, pero me lo esperaba, mis amigos han seguido siendo mis amigos, pero alguno con los que tenía una relación muy cordial, no me han mirado ni a la cara, son cosas que pasan, si alguien cambia su opinión de mi es un tema suyo, no mío, sabía que iba a pasar pero no sabía quién..".

Jon Rahm terminó la última jornada con 76 golpes, un resultado de +9 que le deja empatado en el puesto 45º, entre otros con su compatriota José María Olazábal. La peor participación en su historia en este torneo desde que lleva jugando el Masters desde 2017 de forma ininterrumpida.

Aunque Rahm apostilla que esta circunstancia no ha afectado a su rendimiento, lo cierto es que no deja de ser una situación incómoda, que en su momento Sergio García incluso llegó a denunciar públicamente: "Yo quiero jugar donde me quieren", dijo un García contrariado en el Open Championship de hace un par de años, tras trascender una bronca con Thomas Bjron.

Jugadores importantes con los que Jon Rahm tenía una buena relación como Patrick Cantlay o Max Homa, podrían haber tenido gestos de desprecio hacia el español en este Masters.

Independientemente del juego, este Masters de 2024 ha arrojado un cúmulo de circunstancias emocionales que no es fácil manejar durante toda la semana, donde además Rahm ha tenido diferentes compromisos que atender al ser campeón defensor.

En lo estrictamente deportivo, Rahm ha naufragado especialmente en los pares cinco, donde arrojó un paupérrimo bagaje del par del campo con su resultado de los cuatro días. En sus siete Masters anteriores había acumulado 59 golpes bajo solo en estos pares cinco.

El viento revoluciona el Masters de Augusta; engrandece a Tiger y hunde a los españoles

El viento revoluciona el Masters de Augusta; engrandece a Tiger y hunde a los españoles

Actualizado Sábado, 13 abril 2024 - 02:48

Hay pocas cosas que no puede controlar Augusta National y una de ellas es el viento; racheado, molesto, a ratos insoportable, así amaneció desde bien temprano la segunda jornada del Masters de Augusta. Las consecuencias del temporal: solo ocho rondas por debajo del par del campo y vueltas de más de seis horas. Una tortura disfrazada de verde.

"Llevo viniendo aquí más de 30 años y no recuerdo haber jugado en estas condiciones", explicaba José María Olazábal tras finalizar con +6 un par de horas antes de la finalización de la jornada, pensando que estaba claramente fuera del corte. "Es de largo la jornada más dura del Masters que he jugado", apuntillaba Jon Rahm.

Quizás no se ha dado la importancia que merece la ronda de par de Tiger Woods. Quien piense que la gesta del cinco veces ganador del Masters es pasar su 24º corte consecutivo y establecer un nuevo récord en la historia del torneo, se equivoca. Woods ve más allá, una vuelta de par, un resultado global de +1, siete golpes de desventaja y 36 hoyos por jugar. Cuando un periodista americano le preguntaba por el significado de establecer un nuevo registro de racha de cortes pasados, la respuesta de Woods sonrojó a la zona mixta. "Significa que tengo una oportunidad de ganar el fin de semana". Así de claro lo tiene Woods. Hoy fue una prueba de fuego, 23 hoyos en este campo exigente y con condiciones duras, y el resultado lo dice todo. Woods es consciente de que hace mucho que se acabó esa era de victorias apabullantes, y a sus 48 años y un cuerpo con más costuras que un torero, tiene claro que sus armas son otras. De momento lleva (literal) media vida pasando cortes en este torneo. "La capacidad que tiene Tiger de no competir en meses y luego venir aquí y pasar el corte... lo dice todo", admiraba Rahm.

A Jon Rahm (+5) su juego errático, con 76 golpes hoy, le ha castigado a prácticamente ser un convidado de piedra del fin de semana. Rahm está a 9 golpes de los líderes y en ningún momento ha tenido una opción de engancharse al torneo, bastante ha tenido el de Barrika con salir vivo de la ventolera. "Había momentos que pensé que podría suspenderse", decía. No hay ninguna explicación de que la defensa no esté a la altura de lo esperado, simplemente Rahm no está jugando bien y Augusta National no da respiros ni siquiera a los que cada año se visten de verde. Cuando vienen mal dadas 'Rahmbo' siempre tira de coraje. Saltaron las alarmas cuando el doblebogey del hoyo 14 le dejaba en la cuerda floja del corte, pero la reacción con birdie en los hoyos 15 y 16, serenaron el mal momento.

"¿Las sensaciones con el swing? Peores que las de ayer. Ahora solo queda pensar en una buena cena, en pasar bien la noche y mañana quién sabe lo que puede pasar... no tengo nada que perder", Rahm siempre ve el vaso medio lleno.

En el caso de Sergio García, el problema es que no ve ni el vaso, el batacazo fue sideral con una secuencia final de tres bogeis y un doble para firmar 79 golpes y fallar el corte. En 24 ediciones del torneo disputadas, es el décimo corte que falla Sergio. Tanto desquicia este campo el de Borriol, que volvió a dejar a la prensa plantada sin pasar por la zona mixta.

No fue el único chaqueta verde que ha tenido que abandonar el torneo, Dustin Johnson hizo 79 golpes, Bubba Watson 80, los mismos que Carl Schwartzel. Gary Woodland o Brian Harman también descarrilaron, solo son ejemplos de algunos ganadores de grandes con el fin de semana libre.

Entre tanto batacazo brilla la gesta de José María Olazábal, que a última hora entró en el corte del torneo junto a todos los +6. A sus 58 años dejó una gran ronda de +1, solo emborronada por el triple-bogey del hoyo 12.

"Hoy he disfrutado en el campo; hacía mucho que no pegaba a la bola así de bien... he pegado muchos golpes como quería, en general he pateado bien y, quitando esos veinte minutos del hoyo 12, lo demás ha sido bonito". Rahm se enteraba en zona mixta del +1 de Olazábal. "Aquí se demuestra que es un maestro y la experiencia que tiene José Mari, hacer un +1 con un triple bogey es propio de un artista. Qué pena que no me hubieran puesto con él para haberlo visto en directo".

El tridente de líderes en -6, queda repartido con el jugador del LIV Golf Bryson DeChambeau con 73 golpes hoy, para cerrar con -6. El número uno del mundo Scottie Scheffler (72 golpes, -6), que parece estar regulando esfuerzos para lograr su segunda chaqueta verde y Max Homa, uno de los ochos magníficos que ganaron al campo (-1), lo que le permite ser uno de los colíderes.

El danés Nicolai Hojgaard es la sorpresa y se sitúa cuarto en solitario con -4 en su primera participación en el Masters. Malos tiempos se avecinan para los norteamericanos en futuras Ryders Cup, porque la vuelta más baja del día fue para el sueco Ludving Aberg, el jugador capaz de hacer las gestas más sobresalientes sin darse importancia. Aberg fue el único en bajar de 70 golpes hoy, es séptimo a seis golpes de la cabeza, pero lo más alucinante de todo no es solo que está jugando en su primer Masters, es que el sueco debuta esta semana en torneos majors. Solo existen dos referentes en la historia del golf moderno que ganaron un major en su primera participación, Ben Curtis (Open Championship 2003) y Kegan Bradley (PGA Championship 2011).

Bernhard Langer, la leyenda que aún no dice adiós al Masters: "No culpo a quienes se van al LIV por los millones"

Bernhard Langer, la leyenda que aún no dice adiós al Masters: “No culpo a quienes se van al LIV por los millones”

Actualizado Viernes, 12 abril 2024 - 22:11

El pasado martes, Severiano Ballesteros hubiera cumplido 67 años, los mismos que cumplirá Bernhard Langer. Un extraordinario caso de longevidad competitiva sin una razón explicable. Es el 'Benjamin Button' del golf, uno de esos cromos cotizados que tendría que haber dicho adiós al Masters de Augusta en este 2024.

Así lo había decidido el ganador de dos chaquetas verdes, pero un chasquido en el mes de febrero le ha puesto una prueba final e inesperada: el tendón de Aquiles roto. Atrás quedan 123 victorias, 46 de ellas después de los 50. Hablar con Langer es un poquito como hablar con Seve y EL MUNDO lo ha hecho en exclusiva desde Augusta National. Una lesión así retiraría a cualquiera, pero no al alemán, que aunque no juegue, no ha querido perderse este Masters. Nunca se rinde.

¿Cómo se encuentra ahora mismo?
Después de que me lesioné, comencé con la rehabilitación sólo tres días después de la cirugía. En dos meses ya podía soportar peso y caminar y desde los últimos 10 días estoy practicando golf. Debería regresar al nivel más competitivo en las próximas cuatro u ocho semanas.
¿No se ha podido despedir de este torneo tan especial, pero aquí está?
Sí, simplemente no puedo jugar. Estuve en la cena de campeones y estaré toda la semana dentro y fuera del campo de golf, pero no participaré como jugador.
Son más de 40 años compitiendo en El Masters, ¿le pongo en un aprieto si le pido que se quede con el mejor momento?
Es una pregunta difícil, pero probablemente tendría que decir las dos victorias que he tenido. En la primera recuerdo a mi esposa preguntándome en el hoyo 18 y diciéndome que ya podíamos tener hijos. De hecho, la primera fue en 1985 y tuvimos al primer hijo en 1986. La segunda para mí también fue muy especial por varias razones: Fue el domingo de Pascua y yo soy creyente. Es la resurrección de Jesús lo que celebramos. Así que fue muy personal para mí y tuvo un gran significado ganar el torneo ese día. También fue especial por tener una ventaja de cuatro golpes en el 17 y 18 y saber que había ganado el torneo. Pude disfrutar caminando hasta el 18, con la gran ovación y todo el ambiente sin tener que concentrarme todavía.
¿Entonces al final pospondrá su retirada para 2025?
Sí, ese es mi objetivo. Estaba planeando que este fuera mi último año, pero con mi lesión eso no va a suceder. Espero que el año que viene sea aquí mi torneo de despedida como jugador y que sea muy emotivo. Probablemente será difícil, pero tendré mucho apoyo y muchos buenos recuerdos: Mi primer torneo fue en 1981, creo que 1982 fue mi primer Masters, así que en 2025 serán 43 años.

El gesto de Seve en el Masters de 1985

Compitió mucho con Seve, ¿con qué recuerdo se queda?
Por supuesto, hemos tenido muchos recuerdos fantásticos juntos. Estábamos compitiendo unos contra otros, pero también jugamos muchas veces en los equipos de la Ryder Cup. Teníamos la misma edad y antecedentes similares. Él era caddie igual que yo. Ambos vinimos de una familia pobre y trabajamos duro para llegar aquí, no nos regalaron nada, tuvimos que ganárnoslo. Tengo un recuerdo muy bonito de 1985 (Master de Augusta que él ganó). Estábamos en el penúltimo partido jugando juntos y en el último, los norteamericanos Curtis Strange y Raymond Floyd. El torneo se decidía entre los cuatro. Hice birdie en el 17 y mientras caminábamos desde la pizarra hasta la salida del 18, Seve me pasó el brazo por el hombro y me dijo: "Está bien, el torneo es tuyo, mereces ganar esto. Ve a por ello". Fue un gesto muy bonito, él había perdido el torneo. Creo que se dio cuenta de que no iba a ganar y prefería que yo ganara antes que los estadounidenses. Eso fue algo que también hizo en el primer tee. Nos dimos la mano, nos deseamos buena suerte y me dijo: "Asegurémonos de que el ganador salga de este partido", es decir, él o yo.
Bernhard Langer

Bernhard LangerAugusta Nacional

¿Cómo valora la decisión de grandes jugadores como Jon Rahm de irse LIV Golf y abandonar el PGA Tour?
Es una situación difícil para el golf y el PGA Tour. Creo que realmente no puedo culpar a nadie por irse cuando les ofrecen tanto dinero. Somos atletas profesionales, hacemos esto para ganarnos la vida. No lo hacemos sólo por diversión. No culpo a los jugadores que se van porque les ofrezcan cientos de millones de dólares. No estoy seguro de que todo esto sea bueno para el juego. Pero descubriremos que pasará en el futuro. Sólo espero que el PGA Tour, el circuito europeo y el LIV Golf, de alguna manera, lleguen a un acuerdo y trabajen juntos para tener más torneos en los que los mejores jugadores compitan entre sí. En última instancia, creo que es eso lo que a la gente le gustaría ver.
En el mejor momento de su carrera, ¿se hubiera ido al LIV si le hubieran puesto el dinero encima de la mesa?
Es una pregunta hipotética. Recuerdo que que hace 25-30 años se hablaba de un circuito mundial. Yo estaba en la cima de mi carrera y era uno de aquellos en los que estaban muy interesados. Hubo muchas discusiones sobre cómo hacerlo y fue parecido a lo que vivimos hoy. La idea era que los 50 o 70 mejores jugadores del mundo se reunieran y jugaran 15 o 20 torneos alrededor del mundo. Sonaba muy atractivo, pero el dinero no era ni de lejos tan grande como lo que ofrece actualmente el LIV. El PGA Tour estaba en contra del circuito europeo y entonces se les ocurrió hacer eventos del campeonato mundial. Eso terminó por hundir la idea.
Volviendo al Masters, sólo una curiosidad: Tiene su taquilla en el vestuario de campeones, ¿pero la comparte con alguien?
Bueno, había otro, tiene otro nombre, pero falleció. Así que ahora es sólo mi taquilla. Está bien, pero con los nuevos ganadores que habrá en los próximos años, tendré que compartirla.
Es usted una leyenda y nadie ha seguido ganando con 66 años, ¿cuál es el secreto?
No es sólo una cosa, son muchas. Es como un rompecabezas donde tienen que encajar todas las piezas. Creo que antes que nada hay que estar sano. Si no estás sano, no podrás hacer swing con el palo ni rendir como deseas. Por eso, mi objetivo es mantenerme saludable y hacer ejercicio para mantenerme flexible y fuerte. Tienes que estar dispuesto a trabajar a diario para ser lo mejor que puedas ser. No vas a llegar ahí tumbándote en casa, sin practicar durante dos o tres semanas, yendo a pescar o cualquier otra cosa que suele hacer la gente. Necesitas un buen sistema de apoyo. Y por último, saber que el golf no lo es todo. Si pierdo o gano, hay cosas más importantes en la vida. Así que trato de vivir con una perspectiva eterna. Porque la vida es muy larga, aquí solo hay 80 o tal vez 100 años, si tienes suerte, pero la eternidad es para siempre. Por eso trato de concentrarme en eso y en las relaciones. Cuanto mayor me hago, más me doy cuenta de lo importantes que son las relaciones entre las personas y trato de hacer de eso una prioridad.
¿Y qué tal su relación con Miguel Ángel Jiménez?
Miguel es fantástico. Tiene 60 años y habiendo jugado a un nivel muy alto durante muchos años, todavía es muy competitivo. Puede jugar en el Circuito Europeo y seguir siéndolo. Ama el juego y le encanta competir. Es un gran personaje y elige vivir: coches rápidos, un buen puro, vino tinto. Lo que sea lo disfruta a lo grande. Y sí, hemos sido buenos amigos durante muchos años.
Y para terminar, hábleme de sus mejores recuerdos en España
Tengo muchos recuerdos maravillosos de España. Todo empezó cuando yo era muy joven, porque los inviernos en Alemania son muy fríos y hay nieve y hielo. Así que a veces fui a España cuando tenía 17, 18 o 19 años para pasar el invierno, practicar y jugar. Siempre me gustaron los españoles, el idioma y cómo son. Así que hice muchos amigos: Gallardo, Seve, Rivero, Cañizares, Piñero y muchos otros. Además, tuve varias victorias en España: Gané en El Saler, mi última victoria en el Circuito Europeo fue en Valderrama y luego tuvimos la Ryder Cup que ganamos con Seve de capitán.
Jon Rahm sufre más de la cuenta en su defensa del Masters de Augusta

Jon Rahm sufre más de la cuenta en su defensa del Masters de Augusta

Actualizado Viernes, 12 abril 2024 - 01:27

Pasaban ya unos minutos de la siete y media de la tarde del martes cuando las legiones de patronos abandonaban Augusta National, cargados con las bolsas de la tienda. Cada segundo se gastan 277 dólares en la carpa de Mechandaising del Masters, cada jornada la cifra asciende a 10 millones de dólares en recuerdos del evento más especial del golf.

De fondo, en la escena del peregrinaje de salida de los espectadores, se encienden las luces del campo de prácticas, parecía que nadie quedaba ya en Augusta National, excepto los 33 campeones que en ese mismo momento están comenzado con la cena cortesía de Jon Rahm. Mientras tanto, bajo las sombras ya de la noche, la silueta de Bryson DeChambeau se distingue en la cancha de prácticas.

El trabajo renta, y Bryson ha preparado a conciencia esta cita, así se justifican los 65 golpes (-7) con los que Bryson DeChambeau lidera el Masters de Augusta tras los primeros 18 hoyos. Un día precioso de Masters pese a las dos horas y media de retraso por la lluvia acumulada durante la noche, "se ha notado mucho en los greenes, no estaban tan rápidos y duros como en los días previos", se desahoga José María Olazábal tras terminar con 77 golpes +5, perdido en la tabla clasificatoria. No fue un buen día para el golf español que tan buena medida tiene de la chaqueta verde, ninguno de nuestros representantes pudo acercarse a la punta del torneo, incluido el campeón defensor, que cerró el día a ocho golpes de DeChambeau.

No basta con jugar bien para hacerle a este campo ocho birdies, cinco de ellos en los últimos siete hoyos y en las condiciones más ventosas de toda la semana. Bryson DeChambeau es uno de los 13 jugadores del LIV Golf, y mezclado con el público, transitaba Greg Norman, con sus entradas compradas en la reventa sacando pecho. "Sí es verdad, mi padre ha tenido que pagar por una entrada en el mercado secundario, al denegarle la solicitud que hizo por los cauces habituales profesionales", afirmaba el hijo de la cabeza visible del LIV Golf en redes sociales.

A un golpe de Bryson, posiblemente son más estratosféricos los 66 golpes del número uno Scottie Scheffler, los fraguó en medio de un auténtico vendaval, de esos en los que la arena se escapa de los bunkers y las gorras y sombreros sobrevolaban descontroladas Augusta National. Completa el podio el inglés Danny Willet ganador también aquí, en su primer torneo siete meses después de su último evento y tras una operación delicada.

No pierde detalle de la vuelta de Rahm una socia muy especial de Augusta National, Ana Patricia Botín, la única española y una de las pocas mujeres con ese privilegio, aunque conlleve los sudores de tener que llevar la chaqueta verde en una tarde calurosa como la de hoy.

Rahm estrena esta semana además logotipo de uno de los bancos del Grupo Santander, después de la paralización del contrato que estaba en vigor con su marcha al LIV, las dos partes han vuelto a entenderse y el banco español no solo patrocinará a Rahm sino a todo su equipo Legion XIII. La primera empresa española que entra en el LIV Golf .

Rahm, sin embargo, no pudo celebrarlo como hubiera deseado y tuvo que conformarse con 73 golpes (+1) que marca su cuarto peor comienzo de Masters de los ocho que lleva disputados. El campeón defensor jugó más o menos ordenado en los primeros nueve hoyos, donde pasó con -2 empatado en la quinta posición, pero comenzarían entonces las sensaciones más incómodas del día, bogey en el 10, par salvado en el 11 con mucha suerte, no aprovechó ni 13 ni 15 para hacer el birdie y tropezó en el 14, 17 y 18. Su único birdie llegaría en el hoyo 16.

"Lo que más he tenido que mejorar ha sido no hacer los tripateos. Ha sido mala suerte y jugar mal", decía en referencia a los hoyo 4 y 17 donde hizo bogey con tres putts. "Estoy lejos pero queda mucho", concluía el español, con una oda siempre a la esperanza, aunque las sensaciones son muy diferentes a otras gestas.

Antes Sergio García y su outfit verde y amarillo intenso (un homenaje fallido al Masters) reconocible desde casi cualquier parte del campo, había sido capaz de levantar un +3, para terminar al par, dejándose incluso opciones de birdie en los hoyos 17 y 18. "Estoy como si hubiera estado 12 rondas con Mike Tyson en un cuadrilátero. He tenido fortuna de meter el putt del 13 (desde 18 metros), pero he acabado los últimos siete hoyos como un zombie. Mi cuerpo estaba aquí pero mi mente estaba en otro sitio, no sé ni cómo lo he conseguido. No es una cuestión física ni mental, es un sentimiento de aquí, cosa de Augusta", vuelven los fantasmas en una semana de amores y odios para el golfista de Borriol.

Tiger Woods seguía enfrascado en una lucha interesante con el viento y Augusta, de momento victorioso con un parcial de -1 en los primeros diez hoyos.

Augusta, el escenario ideal para la reivindicación de Rahm: "Vaya misil he pegado"

Augusta, el escenario ideal para la reivindicación de Rahm: “Vaya misil he pegado”

Actualizado Miércoles, 10 abril 2024 - 18:51

El Masters es un evento de tradiciones y por eso, para no perder las buenas costumbres, los tres españoles participantes en el torneo, José María Olazábal, Sergio García y Jon Rahm, se citaron en la víspera del comienzo del torneo en tee del hoyo 1 a las 10 de la mañana.

Los tres tienen sitio reservado en el parking de ganadores, disfrutan de una taquilla en el vestuario de campeones y por su puesto pueden vestir sus chaquetas verdes en las instalaciones del club más exclusivo del mundo.

La secuencia recordó a 2023, cuando Olazábal abrazó a un Jon Rahm ya ganador, aunque en estos 365 días han sucedido demasiadas cosas. Las turbulencias en el panorama golfístico mundial han dado paso a un silencio desalentador. Todos los actores promulgan a los cuatro vientos que el acuerdo entre el PGA Tour y el LIV Golf es crucial -las audiencias de televisión están cayendo en torno a un 20%-, pero la paz se hace esperar.

La previa de Rahm

"Vaya cenita te marcaste", decía socarrón Sergio al campeón defensor. El de Barrika aguantaba, estoico, las bromas del capitán de los Fireballs, antes de pegar un espectacular madera 3 en la primera salida de Augusta. "Vaya misil he pegado", le confesaba a Olazábal mientras guardaba cuidadosamente su palo. Jon Rahm apareció mucho más relajado tras la cena de anoche, un auténtico festín de cocina vasca que diseñó concienzudamente el chef José Andrés. La palabra que mejor definiría el encuentro de los campeones vivos del Masters (solo faltaron Sandy Lyle y Ángel Cabrera) fue camaradería.

Rahm llega al Masters con una preparación justa, probablemente lejos de la ideal. Ha competido en solo cinco torneos del LIV Golf llegando a todas las finales, aunque sin concretar ninguna victoria. No es un problema de las tres rondas del LIV, aunque Rahmbo reconoce que jugar cuatro rondas le beneficia. Y tampoco es un tema de ambición competitiva. "Quiero ganar tanto como quería ganar antes de pasar a LIV. Eso realmente no cambia", dijo en su encuentro con los medios donde volvió a admitir echar de menos el PGA Tour. "Todavía amo el PGA Tour y le deseo todo lo mejor. Todavía espero que en algún momento pueda competir allí nuevamente", respondió contundente antes de matizar que no se arrepiente de su salto al LIV Golf donde ve muchas cosas positivas

Rahm saldrá el jueves a las 10:30 hora local (16:30 hora en España) junto a Matt Fitzpatrick, el inglés ganador del US Open el año pasado y a Scott Dunlap.

El buen momento de García

Sergio García, ganador del Masters en 2017, llega a Augusta con su segundo puesto hace unos días en el LIV Golf de Miami, donde el jugador dio su mejor versión en años. A pesar de caer en el desempate, el juego largo de García recordó al que le llevó a conquistar aquí su primer major. Además, gracias al reciclaje de un putter antiguo de hace ya 25 años está cimentando una esperanzadora regularidad en los greenes. Se trata de un modelo de Scotty Cameron que Sergio usó en su famoso segundo puesto en Medinah en 1999 donde plantó cara al mismísimo Tiger Woods.

García debutará el jueves acompañado de Chris Kirk y Ryan Fox desde las 15:12 hora española.

El trio de españoles lo cerraba José María Olazábal, ganador en 1994 y 1999. En el entrenamiento con sus compatriotas pegó con el alma el drive del hoyo uno y aun así se quedó 20 metros por detrás de las maderas tres de García y Rahm. Juega otro torneo, pero la sensación es que la sola presencia durante nueve hoyos es mucho más beneficiosa de lo que incluso Olazábal podría llegar a imaginar.

La lucha de Woods

En el plano internacional Tiger Woods volvió a acaparar de nuevo las principales miradas. "Se le ve muy bien de golf", afirman desde su entorno, pero la lucha será otra. Contra su físico, las exigentes cuestas de Augusta National y la previsión de lluvia del jueves. "¿Cuál es tu sensación acerca de lo que eres capaz de hacer esta semana?", le preguntaba el martes uno de los periodistas. "Si todo sale bien, creo que puedo conseguir un major más. ¿Necesito extenderme más en la cuestión o estamos bien así?", contestaba rotundo Woods.

La mejor versión de Sergio García vuelve a perdonar un triunfo en la antesala del Masters

La mejor versión de Sergio García vuelve a perdonar un triunfo en la antesala del Masters

Actualizado Lunes, 8 abril 2024 - 09:56

A la tercera no fue la vencida, Sergio García cayó en el desempate del LIV Golf de Miami, el tercer playoff que se le escapa de la gira saudita. Este último resulta especialmente doloroso ya que se produce a solo unos días de que comience el Masters de Augusta, el primer major del año, donde volverán a encontrarse en un mismo escenario los jugadores del LIV Golf, con los del PGA Tour por primera vez en 2024.

El quinto torneo de la temporada se ha celebrado en el resort de Doral, propiedad de Donald Trump, uno de los valedores de la gira saudí. Entre los participantes esta semana había 13 jugadores del LIV Golf que competirán en el Masters desde el jueves, de los cuales, siete son antiguos ganadores, con Jon Rahm y Sergio García a la cabeza.

El jugador de Borriol, ganador de la chaqueta verde en 2017 se reencontró con 'El Niño', aquella versión que deslumbró al mundo en 1999. No obstante, también dio muestras de ser un golfista más maduro y reposado.

Uno de los secretos de la buena semana de García fue que recicló su putter de hace 25 años, el mismo modelo de Scotty Cameron, con el que puso en jaque a todo un Tiger Woods en aquel PGA Championship de 1999. Sergio rescató del garaje aquel mítico palo, que mandó restaurar hace solo unos días.

El revulsivo del nuevo palo en su bolsa no se hizo esperar y llevó al español a la ronda final del torneo como líder con dos golpes de ventaja. Un resultado, por otra parte, cimentado en un poderoso juego largo, habitual en García, coronado con su excelente regularidad en los greenes, que marcó la diferencia.

García, que llevaba tres años y medio sin ganar, aguantó paciente las embestidas de todos sus rivales y asestó uno de los mejores golpes del torneo en el hoyo 17, un putt de 13 metros con el que salía a jugar el hoyo 18 con un golpe de ventaja. Posteriormente, realizó una excelente salida y un correcto golpe a green. Dos putts separaban al jugador de 44 años de volver al círculo de ganadores.

García ya había caído en el desempate en el primer torneo de la temporada en Mayakoba y uno de los puntos débiles de su carrera siempre ha sido que su juego no tenía la misma fluidez en los momentos de más presión. Volvieron los fantasmas y los tres putts lo condenaban a un nuevo desempate.

El de Borriol llegó para jugar de nuevo el 18 de desempate con la cabeza baja. Tras igualar en el primer hoyo que jugaron, en el segundo García tiró su bola al agua y puso la victora en manos del sudafricano Dean Burmester.

Rahm

Jon Rahm quedó cuarto. El de Barrika lleva cinco torneos en el LIV y cinco Top-tens, un destacable dato que sin embargo le sabe a poco. Rahm rubricó 69 golpes con un extraordinario putt en su último hoyo desde 13 metros, un birdie que a la postre daría la victoria por equipos a su combinado: Legion XIII, la segunda que logran tras el inaugural de Mayakoba.

El consuelo del jugador vasco fue haber llegado a tiempo para ver la prórroga y a su querido Athletic de Bilbao ganar la Copa del Rey. Será un buen momento para prolongar las celebraciones, con una exitosa defensa de la chaqueta verde esta misma semana

Pimientos del piquillo, jamón, chistorra, trufa, chuletón y las lentejas de su madre, el menú de Jon Rahm en Augusta

Pimientos del piquillo, jamón, chistorra, trufa, chuletón y las lentejas de su madre, el menú de Jon Rahm en Augusta

Actualizado Martes, 19 marzo 2024 - 19:20

Pimientos del piquillo, jamón, chistorra, pinchos con trufa, ensalada de 'Txangurro' y chuletón son algunas de las especialidades españolas que incluye el menú preparado por Jon Rahm junto al chef José Andrés para la cena que ofrecerá antes de la defensa de su corona en el Masters de Augusta.

El golfista de Barrika, que hizo historia en 2023 al hacerse con la icónica chaqueta verde del Masters, repasó en una rueda de prensa virtual el menú que preparó para la cena previa a la competición en el Augusta National Golf Course, con algunos de los platos que comería si estuviera "en casa".

La carta incluye anchoas, pimientos del piquillo, lentejas ("guiso de lentejas de la madre de Rahm", se lee en la carta), pinchos con trufa, huevos revueltos, ensalada de Txangurro, aceitunas, jamón, chorizo, lomo, chistorra, croquetas, chuletón, pescado blanco, así como milhojas de postre, todo acompañado por una selección especial de vino blanco y tinto de su zona.

"Llamé a José Andrés y en diez segundos me hizo el menú. Yo le dije 'mete esto', fue una llamada muy rápida y me dio el mejor consejo, 'haz el menú, haz la cena que tú quieras para ti mismo como si estuvieras en casa'", contó Rahm.

"Y es lo que hice. Son cosas tradicionales. Son cosas que a mí me gustan. José tomó las riendas, no le voy a limitar en nada, pero sí que me dio ese consejo. Que no pensase en lo que va a gustar más, sino en lo que me gustaría a mí", agregó.

Con tono de broma, Rahm avisó a los invitados de que el chuletón se debe comer "poco hecho" y que quienes lo pidan más cocinado recibirán "unas miradas raras".

"Normalmente no tengo problemas hablando en público, pero la idea de levantarme y tener a todos mirándome y hablar a estos campeones, es un poco preocupante. No voy a preparar una charla, voy a ir con lo que me salga. Hablaré desde el corazón, y normalmente es lo que hace los mejores discursos. Un par de vasos de vino me ayudarán con esa charla", dijo al enfocarse en el discurso que dará en la cena.

El lío sigue en el golf: un The Players sin los mejores, un acuerdo imposible y el cataclismo español

El lío sigue en el golf: un The Players sin los mejores, un acuerdo imposible y el cataclismo español

Actualizado Miércoles, 13 marzo 2024 - 18:44

Han tenido que pasar 27 años y un cataclismo en el golf mundial para que el The Players, el torneo que más premios reparte, no tenga ni un solo español. Este jueves arranca el llamado 'quinto grande' con las sonadas ausencias de Jon Rahm, número tres del mundo, y Sergio García, ganador del torneo en 2008. Después de haber escogido el dinero saudí, los dos españoles tendrán que ver la competición por televisión.

El The Players Championship, el torneo bandera del PGA Tour, celebra este año su 50 aniversario en el ambiente más enrarecido que se recuerda en la historia del golf. No hay novedades sobre el posible acuerdo del circuito americano y el Fondo de Inversión Pública Saudí (PIF), los tiempo se agotan y el nerviosismo se acelera. El golf sigue sin rumbo y la afición se cansa de no poder ver a los mejores jugadores del mundo competir juntos fuera de los cuatro majors, donde solo los jugadores más privilegiados del LIV Golf -antiguos ganadores de majors o los pocos que mantienen el ranking- tienen sitio. De hecho, Augusta National tramitó hace pocos días una invitación de urgencia a Joaco Niemann, el chileno que pese a sumar tres triunfos en los últimos meses y encontrarse en una excelente forma, es el número 80 del ranking mundial. Un sinsentido.

La situación se hace más dolorosa para el golf español si uno echa la vista atrás. Desde el año 1997 siempre hubo al menos un español dando guerra en el The Players Championship, con momentos memorables

Del hoyo en uno de Miguel Ángel Jiménez en el mítico green isla del hoyo 17 en el año 2002 al albatros de Rafa Cabrera Bello en el par cinco hoyo 16 en la edición de 2017, el primero en la historia en este hoyo. Aunque por encima de todo está la mayor gesta de la historia del golf en el país: la victoria que Sergio García firmó en 2008. La historia de Rahm aún no está escrita en este torneo y de momento tendrá que esperar.

El acuerdo imposible

Ante los rumores cada vez más existentes sobre la negociación entre PGA Tour y Arabia Saudí, Jay Monahan, comisionado del circuito americano, ha tenido que hablar y apaciguar los ánimos. "Hace poco me reuní con el gobernador del PIF, Yasir Al-Rumayyan, y nuestras negociaciones se están acelerando. Aunque todavía tenemos que resolver varios asuntos clave, compartimos la visión de acallar el ruido y liberar el potencial mundial del golf. Va a llevar tiempo, pero reitero lo que dije en el Tour Championship de agosto: atisbo un final feliz para el PGA TOUR y para el golf en su conjunto".

La traducción de sus palabras viene a significar, que ambas partes saben que el acuerdo es obligatorio, pero nadie quiere ceder terreno todavía. Al LIV le falta lo que el PGA Tour posee; la tradición, la seriedad, una organización nivelada impecable, además de la repercusión mediática. El circuito saudí, en cambio, tiene más dinero y, por ello, algunos de los mejores jugadores a nómina. "Creo que negociar un acuerdo con el PIF es el mejor camino. Obviamente tiene que ser el acuerdo correcto para ambas partes, como en cualquier situación o negociación. Me tomo la responsabilidad de llegar a un acuerdo muy en serio y, como junta directiva y como organización, estamos comprometidos a intentar llegar a un punto en el que haya unificación", concluía Monahan.

Entre tanto las miradas esta semana en Sawgrass, sede del The Players, se centran en Scottie Scheffler, número uno del mundo y ganador la semana pasada. Es uno de los atractivos que le quedan al PGA Tour. La media del ranking mundial de los ganadores este año en el circuito yankee es el puesto 523. Es una estadística algo tramposa porque el amateur Nick Dunlap, número 4.129 del mundo, ganó un torneo, pero vencedores como Chris Kirk, Jake Kapp, Austin Ekcroat, Mathieu Pavon o Grayson Murray no están entre los mejores del deporte.

Scheffler, que llegó al rescate ganando en Bay Hill, es esta semana el principal favorito junto con Rory McIIroy. Ambos estarán en la pelea por el cheque de 4,5 millones de dólares de los 25 que reparte en total este torneo.