Ancelotti sólo come chicles

Ancelotti sólo come chicles

Actualizado Sábado, 5 abril 2025 - 18:53

Adiós a la Liga. El Madrid no puede ni con un rival que lucha por la salvación. Pero es que el equipo de Ancelotti - aunque eso sea una entelequia- no es capaz de ganar a nadie. Tenía el agua que casi le llegaba a la nariz y ahora se ha ahogado definitivamente.

La tragedia es que hace más de una temporada el Madrid ni tiene juego, ni sistema, ni sentido futbolístico. A muchos les extraña, pero todo el que me lee sabe que llevo denunciándolo ya más de dos años. Es un vetusto entrenador, apagado por su estilo decimonónico y muy engreído en su estilo.

Ahora, los corifeos madridistas dirán que Mamardashvili fue un gigante en la portería y que impidió en más de media docena de ocasiones claras, la mayoría de ellas de Mbappé. Pero el francés solo no puede con unos compañeros que se creen dioses del Olimpo del fútbol, con la nefasta propaganda de la Casa Blanca.

Es cierto que el Valencia metió tres fallas ignífugas para defender. Que sólo hubo tres oportunidades y que dos de ellas terminaron en gol. El último de ellos en el ocaso de un partido que pasará a la historia como cuando el Madrid cayó al infierno.

Es posible incluso que el Madrid logre un gol con esa clase delanteros egocéntricos, que jamás juegan con el compañero, sino que van en busca de la jugada perfecta, la genial.

Lo cierto es que Brahim sólo regatea para él y no se va de nadie. Bellingham arranca desde atrás y también quiere meter su gol maravilloso. Y Vinicius es un desastre. Sólo piensa en sus regates.

Y sale hasta Endrick y también quiere ser un dios en el Olimpo madridista por egocentrismo. Un disparate. Como todos los desperdician todo, castigan a su equipo a perder minutos y minutos en el juego colectivo.

Y, curiosamente, el menos individualista sea el mejor: Mbappé. El único que tiene gol. Lo que no entiendo es que cediera ejecutar el penalti al inútil de Vinicius, que ya ha recibido una sinfonía de pitos. No es para menos. Fue decisivo. Ese minuto que marcará una Liga. Jamás entenderé el compañerismo de Mbappé

Hay muchos misterios de Ancelotti en el partido. Una vez más se cargó a Asencio, para que ya nadie dude de su odio cerval, porque se tragó su calidad. Nadie entendió a Tchouaméni en la defensa, cuando por delante sólo estaba Modric para ser mediocentro y un tocado Valverde. Todo es sospechoso.

Nadie defiende ya a Ancelotti. Y no quiero hablar más de él. Estoy cansado y en el club no hacen nada, sólo el tancredo. Ni lo echan ni fichan a nadie, pero, eso sí, tiene un estadio espectacular. Absurdo.

Y no quiero pensar lo que podrá ocurrir en Londres el martes, porque lo mismo se llevan una manita o quizás cuatro. Con Saka y Merino de verdugos. Mientras tanto, Ancelotti come chicles. Quizá demasiados.

El Madrid es una calamidad: se traiciona a sí mismo, cae ante el Valencia en el Bernabéu y deja la Liga a merced del Barça

El Madrid es una calamidad: se traiciona a sí mismo, cae ante el Valencia en el Bernabéu y deja la Liga a merced del Barça

El Madrid es una calamidad extraordinaria. Sin fútbol, sin sangre, sin defensa y sin estrellas cayó ante el Valencia en el Santiago Bernabéu y puso la Liga a merced de los deseos (y los triunfos) del Barcelona. Vinicius falló un penalti y empató después el tanto inicial de Diakhaby, pero los blancos nunca se pusieron al ritmo de las necesidades del partido, permitiendo el gol decisivo de Hugo Duro en el descuento.

Y esa que la alineación de Ancelotti era casi de gala. Al italiano le dio un poco igual el duelo del martes contra el Arsenal, ida de los cuartos de final de la Champions, y congregó en su ataque a sus tres máximos exponentes: Mbappé, Vinicius y Bellingham, secundados por Valverde, Brahim y Modric. La novedad fue el debut del joven Fran González en la portería, lesionados Lunin y Courtois, al que se espera en el Emirates, y la de Díaz en el lugar de Rodrygo, rotación tímida para lo que lleva acumulado la plantilla esta temporada y lo que se le viene encima en este mes de abril, con la eliminatoria ante los ingleses y la final de la Copa el próximo día 26 como fechas marcadas en rojo.

Y así, en un abril de tantos focos, el Madrid se olvidó de esta tarde de sábado. Se dio 'mus'. La mente es así de traicionera. Su cabeza quizás estaba ya en Londres, en territorios más carismáticos, y su fútbol, que apenas ha aparecido a lo largo del curso, tampoco se dio cita contra los de Corberán. Un primer tiempo surrealista y un partido terrible.

Después de un inicio calmado, en el minuto nueve un pase largo de Valverde lo cazó Mbappé camino del área, donde fue derribado por Tárrega. Cuadra Fernández señaló penalti por el agarrón del central y aunque el VAR le llamó para revisar la jugada, mantuvo su decisión. Podría haber sido el comienzo de un día plácido para los blancos, pero Vinicius, que ya había fallado en el Metropolitano, erró ante Mamardashvili. El georgiano adivinó su lanzamiento, débil al lado izquierdo.

El error del brasileño dejó en 'stand by' al equipo, que encajó el 0-1 del Valencia en la siguiente jugada. Córner sacado por Almeida y cabezazo en carrera de Diakhaby, que le ganó el salto a Rüdiger y batió a Fran, impotente.

Así de frágil parece este Madrid, en una contradicción constante entre la garra que saca en la locura y la desidia cuando no hay temporales a su alrededor.

Y eso que la suerte pudo acompañarle a los cinco minutos, cuando Diakhaby pasó de héroe a villano de su club al meter en su propia portería un derechazo mientras intentaba despejar. El VAR, sin embargo, vio el fuera de juego previo de Mbappé y Cuadra Fernández anuló el empate.

En ese momento, y lejos de reaccionar, el Madrid se puso en pausa, incapaz de tener el balón, presionando mal a su rival y ausente de cualquier actitud necesaria para remontar, provocando los pitos de su afición. El Valencia amasó la pelota en posesiones largas y tuvo un primer tiempo cómodo hasta que Mbappé, ya al filo del descanso, probó suerte varias veces ante Mamardashvili. No acertó y el intermedio llegó con silbidos de viento en Chamartín, algo que empieza a ser costumbre.

Reacción momentánea

El Madrid, y especialmente Vinicius, necesitó el enfado de su grada para despertar por un instante. Activo en defensa y generoso en el esfuerzo, el brasileño y sus compañeros mostraron otra cara tras pasar por el vestuario. Mamardashvili tapó a Mbappé en la primera acción y Vinicius anotó el empate tras un córner sacado por Modric. Nadie remató en el primer palo y el delantero esperó en el segundo para empujar la pelota a la red.

La reacción local se notó en el marcador y en el juego, con más velocidad de balón y más guerra en los duelos individuales. Pero duró eso: un instante. Bellingham casi pone el 2-1 tras una buena carrera de Vinicius hasta la línea de fondo y el campo se empezó a inclinar hacia la portería del Valencia.

Mbappé definió desviado tras una pared con Fran García, Mamardashvili salvó un remate de Valverde en el área pequeña a pase de Mbappé, el galo disparó alto desde la frontal... El Madrid acumuló ocasiones, más por inercia que por fútbol, y terminó hincando la rodilla en un contraataque vertical del Valencia, que en tres toques puso el balón en las redes de Fran González. Un desmarque de Mir, un centro a Duro, un remate de cabeza y gol. Sin defensa posible, con Rüdiger situado en el centro de la delantera madridista.

Un desastre esplendoroso que supone una piedra gigante en el camino liguero del Madrid y una brecha en sus sensaciones hacia la Champions y la Copa.

Carlos Corberán, el devoto de la Virgen que resucita al Valencia con precisión de cirujano: “Está muy responsabilizado”

Actualizado Viernes, 4 abril 2025 - 23:08

La tarde del 29 de mayo de 2022 se jugaba en Wembley la final de los playoffs de ascenso a la Premier League entre el Nottingham Forest y el modesto Huddersfield Town, que entrenaba un técnico valenciano de 39 años: Carlos Corberán. En la grada se sentaba Miguel Ángel Corona, director deportivo del Valencia, que quería ver con sus propios ojos cómo se comportaba un entrenador del que ya se hablaba mucho en Inglaterra. Por entonces, el Valencia tenía hilvanada la llegada de Gennaro Gattuso y a Corberán se le escapó aquel ascenso con un gol en propia puerta, pero entró en la lista de candidatos al banquillo de Mestalla. Una nómina que siempre debe ser amplia, porque desde la llegada de Peter Lim, el puesto es una trituradora.

No fue hasta mitad del pasado mes de diciembre cuando las puertas del Valencia se le abrieron de par en par. No era fácil tomar las riendas de un Valencia hundido y en una dinámica que le conducía a Segunda. Corberán, que jugó de portero en la cantera y al que su abuelo llevaba a Mestalla, no huyó. Tenía experiencia suficiente y fe, tanta como en la Virgen de los Desamparados, de la que es devoto. 101 días han pasado desde la madrugada del 25 de diciembre, cuando el club anunció su fichaje, con el equipo colista, con sólo 12 puntos. En los siguientes 12 partidos de Liga ha sumado 19, repartidos en cinco victorias -todas en un Mestalla a rebosar- cuatro empates y sólo tres derrotas ante Real Madrid, Atlético y el humillante 7-1 frente al Barça, casi repetido después en Copa (0-5).

Para salvarse, el Valencia necesitaba una segunda vuelta impecable, para remontar los siete puntos que se habían abierto con la salvación. Y lleva camino de ello. Con los resultados del segundo tramo de la competición, el equipo sería cuarto y estaría en puestos Champions, sólo por detrás de Barça, Betis y Madrid.

El 51% de los puntos

El dato más significativo lo aporta su rendimiento frente a los rivales directos. En estas 12 jornadas, ha sumado 15 puntos más que el Valladolid y Las Palmas, 10 más que el Leganés, nueve más que el Alavés y cinco más que el Espanyol.

El valenciano, además, es el técnico que más ha mejorado a su equipo de los que llegaron con el campeonato empezado. Ha sumado el 51% de los puntos, cifra que no alcanzan Diego Martínez, Eduardo Coudet, Diego Cocca ni Álvaro Rubio. Por eso es uno de los técnicos revelación.

Metódico, reflexivo y siempre dispuesto a mejorar, supo hace un año que era el momento de dar el salto a LaLiga. Como hace con los jugadores, detectó sus puntos débiles y los trabajó. Desde la comunicación, porque nunca había dado una rueda de prensa en castellano, a la necesidad de hacer sonar su nombre en España, algo que años en la Championship no le habían garantizado pese a su buen trabajo.

«¿Cuánto cuesta un descenso?»

El pasado verano fue Las Palmas quien tuvo su nombre sobre la mesa y el Valencia lo supo, pero la opción era darle a Rubén Baraja la renovación que se había ganado. El mal arranque de curso lo cambió todo. En noviembre, el club ya pensaba en buscar un relevo o la permanencia sería imposible. Negoció con Quique Sánchez Flores, pero viró hacia Corberán. De hecho, su nombre fue el único que se transmitió a Singapur con una coletilla que nadie sabía si se aceptaría: había que pagar casi tres millones de cláusula para liberarle. «¿Cuánto cuesta un descenso?» fue la respuesta que se recibió, casi retórica, porque se dio luz verde a la operación.

De Corberán convencieron dos frases que escucharon los dirigentes del Valencia en la primera conversación. «Vengo a trabajar con lo que tenga», les dijo. Eso suponía un alivio para un club que nunca sabe si puede acudir o no al mercado. Se movían entonces, pero sin garantías de acceder a cesiones como la de Umar Sadiq.

La segunda frase se ha demostrado aún más cargada de sentido: «La mejora en el campo siempre viene de la mejora individual». Es un mantra que repite y que ha traducido en charlas individuales para potenciar a Javi Guerra, Barrenechea o Diego López, a quien mandó al banquillo una tarde y marcó las cuatro siguientes. «Va tieso y lleva a todo el mundo tieso», aseguran. Para rescatar al Valencia ha actuado con precisión de cirujano y quienes le rodean lo definen como «minucioso» y «exageradamente responsabilizado», tanto que pasó la noche tras las derrota ante el Barça en su despacho en Paterna. Pese a las bajas y los 17 años que lleva el Valencia sin ganar en el Bernabéu, no quiere humillaciones. Para los creyentes como Corberán, las virtudes cardinales son prudencia, justicia, fortaleza y templanza. Él las exhibe todas.

Real Madrid y Barça dispondrán cada uno de 26.000 entradas para la final de Copa en Sevilla

Real Madrid y Barça dispondrán cada uno de 26.000 entradas para la final de Copa en Sevilla

Actualizado Viernes, 4 abril 2025 - 18:39

Barcelona y Real Madrid, que disputarán el próximo 26 de abril la final de la Copa del Rey en el estadio sevillano de La Cartuja, dispondrán de 26.031 entradas cada uno, según les ha informado la Federación Española de Fútbol (RFEF) en la reunión celebrada este viernes.

De esta manera, según señala la RFEF en un comunicado, cada club dispondrá del 40 % del aforo del coliseo hispalense, al ceder el organismo federativo parte de su cupo para que puedan contar con el mayor número de localidades posible.

El precio de las entradas, por otro lado, oscilará entre los 72 y los 270 euros, apunta la RFEF, que ha informado así mismo de que la zona de aficionados del Barcelona se ubicará en la bancada anexa a la Avenida Carlos III y la del Real Madrid en la zona norte en el parking del Parque del Alamillo, reparto que se aplicará también a la grada del estadio.

Octavo clásico en una final

Barcelona y Real Madrid se reencontrarán en la lucha por el título copero 11 años después de que se midieran en Mestalla con triunfo del cuadro que dirigía Carlo Ancelotti por 2-1, con la icónica galopada de Gareth Bale en el gol de la victoria madridista.

Será la octava vez que ambos disputen la final de Copa, la primera en La Cartuja, donde el Barcelona ganó su último título en 2021 ante el Athletic (4-0) y el Real Madrid lo consiguió en 2023 frente a Osasuna (2-1). El título se resolverá en el estadio sevillano por sexto año consecutivo.

La UEFA multa a Rüdiger (40.000€), a Mbappé (30.000) y a Ceballos (20.000) por su comportamiento en el Metropolitano; Vinicius, absuelto

La UEFA multa a Rüdiger (40.000€), a Mbappé (30.000) y a Ceballos (20.000) por su comportamiento en el Metropolitano; Vinicius, absuelto

Actualizado Viernes, 4 abril 2025 - 17:35

La UEFA ha resuelto este viernes imponer una multa a tres jugadores del Real Madrid, entre ellos Kylian Mbappé, por "comportamiento indecente" en el Metropolitano en la vuelta de octavos de final de Champions ante el Atlético de Madrid.

El máximo organismo del fútbol europeo ha condenado al delantero francés a pagar 30.000 euros y le sanciona con un partido de suspensión cuyo cumplimiento está supeditado a la reincidencia. Es decir, si Mbappé vuelve a comportarse así en el próximo año, lo cumplirá. Pero si no vuelve a hacerlo, no lo cumplirá.

Los castigos no acaban aquí. Para Antonio Rüdiger la multa es de 40.000 euros e, igualmente, ese partido de suspensión supeditado a la reincidencia. Por su parte, a Dani Ceballos le han sancionado con 20.000 euros. La UEFA no infligió ninguna sanción al delantero brasileño Vinicius Junior, después de la apertura la semana pasada de una investigación contra los cuatro jugadores.

Artículo 11 y conducta "decente"

La UEFA no detalla los hechos sancionados, pero menciona la violación del artículo 11 de su código disciplinario -que exige una "conducta decente"- el pasado 12 de marzo, cuando el Real Madrid eliminó al Atlético en los penaltis.

Tras lograr el pase, los jugadores investigados tuvieron actitudes y gestos hacia el público local que la UEFA puso bajo investigación. Después de unos días, el Comité de Disciplina del organizador de la Champions ha decidido dejarlo todo en una multa económica salvo que Mbappé o Rüdiger reincidan en este tipo de comportamientos.

La guerra Mou-Guardiola, la carrera de Bale, la salvación de Cruyff o el final del Tata Martino: los clásicos coperos como punto de inflexión para Madrid y Barça

La guerra Mou-Guardiola, la carrera de Bale, la salvación de Cruyff o el final del Tata Martino: los clásicos coperos como punto de inflexión para Madrid y Barça

El octavo clásico en una final de la Copa del Rey aterrizará el 26 de abril en La Cartuja. 4-3 gana hasta ahora el Madrid, que le dio la vuelta al balance histórico venciendo en las dos últimas ocasiones: 0-1 en la de 2011, con aquel salto de Cristiano Ronaldo, y 1-2 en la de 2014, con la carrera de Gareth Bale por la banda de Mestalla para superar a Marc Bartra y marcar el tanto decisivo. Dos partidos en los que los galácticos de la pasada generación decidieron el duelo. Así son los clásicos, cruzan a los dos mejores equipos del país y comparan constantemente sus galaxias.

Dentro de tres semanas, Sevilla actuará como punto de inflexión en ese análisis entre ambas plantillas. Los títulos acumulados en los últimos tres años explican la superioridad manifiesta del Madrid, con dos Champions, dos Ligas y una Copa en el bolsillo en plena explosión de Vinicius, Rodrygo, Jude Bellingham y compañía. Pero en los últimos meses, coincidiendo con la llegada de Kylian Mbappé, el Barcelona ha demostrado que su nueva camada ha llegado para quedarse. Guiados por Lamine Yamal, han vencido en el clásico de octubre y en la final de la Supercopa de España, ambos con contundencia (0-4 en Liga y 2-5 en Arabia).

Dos bofetadas futbolísticas que han amenazado el trono del Madrid en el fútbol español, aunque la primavera dictará sentencia. Blancos y azulgranas se medirán el 26 en Sevilla, el 10 o el 11 de mayo en Montjuïc en una cita trascendental para la Liga y, quizás, en una hipotética final de Champions, el próximo 31 de mayo en Múnich. Sería la madre de todos los clásicos, el único que queda por disputarse en un gran evento tras tantas finales de Copa y Supercopa.

Trincheras en pleno apogeo

Lo que refleja la historia es que un clásico en una final siempre supone un antes y un después. Empezando por el primero, disputado apenas un mes antes de la sublevación militar que dio inicio a la Guerra Civil española. Fue el 21 de junio del 36, y fue en Mestalla. Ganó el Madrid 2-1 en el último partido de Ricardo Zamora. También ganó el Madrid en 1974, mientras que el Barça levantó el trofeo en 1968 y 1983. Y en 1990, el triunfo azulgrana salvó la cabeza de Johan Cruyff, dejando la Copa sin final 'clásica' hasta 2011.

Ese año, Mestalla fue testigo de una de las grandes batallas de la guerra Mourinho-Guardiola, unas trincheras en pleno apogeo en ese momento. El cabezazo de Cristiano en la prórroga dejó al Barça, que conquistó Liga y Champions, sin triplete. Fue un partido durísimo, con corrillos constantes sobre el árbitro, tensión en los banquillos y en la grada y duelos hasta el límite. Mourinho ganó la batalla, pero Guardiola contestaría unos días después en las semifinales continentales.

La de 2014 fue todavía más trascendental y confirmó la crisis de identidad del Barça tras la salida de Guardiola. El Tata Martino claudicó ante Ancelotti, Bartra ante Bale y la victoria madridista provocó la temporada en blanco de los azulgrana y la llegada de Luis Enrique al Camp Nou. Decisión de calado, porque con él llegaría el triplete de la 2014-2015.

Aquella visita a Valdebebas

Ahora, 11 y 14 años después de Mestalla, la Copa les vuelve a reunir en otro momento trascendental, con Yamal, Pedri, Raphinha, Mbappé, Vinicius y Bellingham sustituyendo a las estrellas de la pasada década. Lamine tenía tres años en la primera final de Mestalla y Mbappé estaba a punto de visitar Valdebebas con 12 años, regalo de sus padres e invitación de Zinedine Zidane para conocer a su ídolo Cristiano. El destino, caprichoso, les enfrenta ahora.

En el Bernabéu se observan estos dos próximos clásicos (Copa y Liga) como cruciales para el mandato de Ancelotti. Cuestionado en algunos momentos de la temporada por el nivel de juego del equipo, el italiano llega por primera vez a abril vivo en los tres torneos desde, precisamente, 2014. Aquel año terminó ganando Copa y Champions, pero hincó la rodilla en Liga, como el Barça, ante un Atlético que levantaría el título en el Camp Nou.

El desgaste de los clásicos influyó en la Liga, algo que intentará evitar Hansi Flick, obsesionado con mantener el nivel físico de su equipo para pelear el triplete y confirmar esa «nueva era» que se repite en la Ciudad Condal con cada victoria en los clásicos. De ello depende sostener la ventaja de tres puntos en Liga, con la Copa y la Champions como inyección mental hacia el vestuario.

Mbappé y Robert Lewandowski batallan por el pichichi liguero, Endrick y Ferran Torres por el copero. Ambos clubes, por todo. Un clásico.

El Real Madrid, con problemas en la portería

El Real Madrid, con problemas en la portería

Actualizado Jueves, 3 abril 2025 - 19:28

Thibaut Courtois y Andriy Lunin, primer y segundo portero del Real Madrid, podrían perderse el partido de este sábado contra el Valencia, y quizá alguno más. El próximo es el martes contra el Arsenal, encuentro de cuartos de final de la Champions League.

El entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti dijo en rueda de prensa que espera que estén listos para dicho partido de cuartos. Tanto el cuerpo técnico como el médico del club optan por la espera en esta situación, ya que se trata de los dos porteros con ficha de la primera plantilla.

Courtois ya no jugó los dos últimos partidos, llegó con molestias musculares tras un encuentro con su selección belga y está todavía recuperándose de ello. Lunin también tuvo complicaciones tras el partido del martes, en el que el Madrid se enfrentó a la Real Sociedad en semifinales de la Copa del Rey.

En caso de que ambos jugadores finalmente sean baja Ancelotti tendrá que mirar hacia la cantera. Podría ocupar el lugar de los dos guardametas principales Fran González, jugador del Castilla.

Fran González ha sido convocado en bastantes ocasiones con el Real Madrid, pero todavía no ha debutado, por lo que en caso de jugar sería su debut en partido oficial con el primer equipo. Tiene tan solo 19 años y una altura de casi 2 metros, 1'99 para ser exactos. Con el Castilla jugó 16 partidos y suma un total de 19 goles encajados.

En el entrenamiento de este jueves no solo faltaron Courtois y Lunin. Tampoco estuvieron presentes Éder Militao, Dani Carvajal, Dani Ceballos y Ferland Mendy.

El reloj de lujo con el que Ancelotti trata de justificar que no defraudó a Hacienda (entre otras cosas): de 260.000 euros a apenas 25.000

El reloj de lujo con el que Ancelotti trata de justificar que no defraudó a Hacienda (entre otras cosas): de 260.000 euros a apenas 25.000

El entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti, ha entregado al tribunal que le juzga por dos delitos fiscales un peritaje, al que ha tenido acceso EL MUNDO, que concluye que está siendo víctima de «un juicio completamente sesgado, capcioso e interesado» por parte de la Agencia Tributaria.

Entre los muchos elementos que discute la defensa de Ancelotti al Fisco se halla también la valoración que hace la Hacienda pública de la entrega de un reloj de alta gama al entrenador en el marco de un acuerdo comercial.

Así, Hacienda considera que se incrementó la base imponible del entrenador en 2015 al serle regalado por la firma Cecil Purnell un reloj que valoraba en 250.000 francos suizos -unos 260.000 euros-. El técnico italiano ha encargado un peritaje del reloj a la joyería Chocrón, que estima que el valor real de ese artículo de lujo se sitúa entre 25.000 y 30.000 euros.

El fiscalista que ha elaborado el dictamen técnico de la defensa del italiano, Manuel de Vicente-Tutor, concluye, basándose en ese caso y en muchas otras circunstancias, que las reclamaciones tributarias a Ancelotti nunca debían haberse canalizado a través de la vía penal y que, en todo caso, se deberían haber sustanciado en la contencioso-administrativa.

En lo que respecta al ejercicio 2015, el perito de Ancelotti combate frontalmente la postura del Fisco de que era residente fiscal en España y arguye que lo fue en Reino Unido. «Las autoridades fiscales británicas han confirmado tajantemente la validez de su certificado de residencia, por lo que no habría defraudado cantidad alguna». De ahí que reduzca la cuestión a un simple «conflicto de doble residencia entre España y Reino Unido» que «debe resolverse según las reglas contenidas en el Convenio de Doble Imposición».

Ancelotti, a su llegada a los juzgados.

Ancelotti, a su llegada a los juzgados.JJ GuillenEFE

También rebate De Vicente-Tutor «la incorrecta calificación jurídica» que la Agencia Tributaria «ha realizado de la renta pagada por el Real Madrid por la cesión de la explotación de los derechos de imagen» y defiende que, en ningún caso, se cometió un delito.

«La existencia de un delito fiscal exige, además de la concurrencia de requisitos de carácter objetivo -perjuicio patrimonial a la Hacienda pública en cuantía superior a 120.000 euros- otros requisitos de carácter subjetivo, 'el ánimo de defraudar' al que es inherente el dolo». Por lo que «quedan despenalizadas aquellas omisiones de pago de deudas tributarias que, aunque superen el umbral legal, no sean dolosas».

No en vano, el perito destaca que el Real Madrid tiene una «experiencia probada en la celebración de este tipo de contratos de cesión de explotación de derechos de imagen» y se trata, por lo tanto, de «una obligación autónoma del Real Madrid el ingresar las retenciones correspondientes a los pagos que realiza». «La diferencia entre lo retenido por el Real Madrid y lo que efectivamente debió retener [...] es un incumplimiento de las obligaciones tributarias que únicamente incumbían al club».

No obstante, la defensa de Ancelotti considera que «los razonamientos» expuestos tanto por su parte como por el Fisco «se encuentran lejos de una interpretación irracional». «Ambas son posiciones que encuentran su fundamento en la ley y la jurisprudencia, por lo que, en todo caso, la disputa debería dirimirse en la vía contencioso-administrativa por tratarse de un contencioso tributario y no de una defraudación tributaria».

Ancelotti declara que el Real Madrid le sugirió una fórmula para los derechos de imagen: "Nunca pensé en defraudar"

Ancelotti declara que el Real Madrid le sugirió una fórmula para los derechos de imagen: “Nunca pensé en defraudar”

Actualizado Miércoles, 2 abril 2025 - 11:43

El entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti, ha declarado en el juicio por un presunto fraude fiscal de un millón de euros en los ejercicios fiscales de 2014 y 2015 que "nunca" pensó en defraudar, afirmando que fue el Real Madrid el que le sugirió una fórmula para cobrar los derechos de imagen que entendía que era "correcta" y con la que el club blanco obtendría ventajas fiscales.

El técnico italiano se enfrenta a unapetición fiscal de cuatro años y nueve meses de prisión por dos delitos contra la Hacienda Pública. La deuda tributaria ha sido cobrada por la Agencia Tributaria mediante embargo, ascendiendo finalmente a un total de 1.217.958,24 euros, un recargo de apremio de 243.593,71 euros y 47.298,10 por intereses. El fiscal le reclama dos penas de multa que ascienden a un total de 3.186.237 euros.

En las cuestiones previas, el abogado del acusado ha solicitado que se incorpore a las actuaciones un documento en el que consta que Ancelotti dio instrucciones al Real Madrid para proceder al pago del dinero que se le exigía, dado que la Abogacía del Estado discute que ese abono sea voluntario.

En su declaración, el entrenador merengue ha detallado que cuando llega al Real Madrid firmó un contrato federativo en julio de 2013, acordando que un 15% de su salario lo cobraría por derechos de imagen y en el que se hablaba de una sociedad cesionaria para los citados derechos.

A preguntas del fiscal sobre las sociedades creadas para presuntamente eludir a Hacienda el rendimiento por derechos de imagen, ha indicado que siempre ha negociado los contratos al neto y que en este caso, negoció seis millones de euros por temporada. "Yo nunca he dado importancia a los derechos de imagen. Los entrenadores no son tan importantes pero sí los jugadores porque venden camisetas. Me importaba solo cobrar seis neto", ha afirmado.

El técnico ha insistido en que "nunca" se dio cuenta de que "algo no era correcto" y que ya en 2018 tuvo conocimiento de los hechos por los que se le juzga porque hasta entonces la Fiscalía no le comunicó nada sobre el supuesto fraude fiscal. "Nunca pensé en defraudar porque nunca me ha pasado", ha aseverado.

Además, ha subrayado que fue el propio Real Madrid el que le sugirió una fórmula para cobrar derechos de imagen, que usaban el resto de futbolistas y que a él le parecía "normal". "Pensaba que era correcto. Me puse en contacto con mi asesor fiscal. Nunca pensé que podría ser un fraude", ha reiterado. A preguntas sobre su intervención en los derechos de imagen, ha apuntado que "no tuve más participación más allá de lo que hacían mis asesores fiscales".

Durante el interrogatorio de su letrado, el entrenador ha explicado que el Real Madrid le iba a pagar una parte en derechos de imagen y que hizo una cesión de un 50% en este concepto, reiterando que ese tema no es importante para los técnicos.

"No vendemos camisetas. Pensé que era para retribuirme el salario no cobrado", ha agregado, indicando que a través de este sistema no ganaba nada. "Yo quería seis neto y al final de la temporada tenía seis neto", ha reiterado.

El fiscal considera que a pesar de que confirmó su condición de residente en España a efectos fiscales, y de que reflejó que su domicilio estaba en Madrid, solo consignó en sus declaraciones de la renta las retribuciones de trabajo personal percibidas del Real Madrid y omitió el rendimiento correspondiente a la explotación de sus derechos de imagen que ficticiamente pretendía haber cedido a otras entidades.

Residencia en Madrid

El escrito de acusación recuerda que el 4 de julio de 2013, el acusado firmó un contrato de trabajo de deportista profesional como entrenador del Real Madrid para el periodo comprendido entre el 5 de julio de 2013 y el 30 de junio de 2016, "fijándose y especificándose en su remuneración para ese periodo, además de unos rendimientos del trabajo, unos rendimientos derivados de la cesión de los derechos de imagen al club".

A partir del mes de julio de 2013, el acusado pasó a trabajar y residir en España, fijando su domicilio y residencia habitual en Madrid, si bien cesó de forma anticipada su relación profesional con el club el día 25 de mayo de 2015.

No obstante, desde su llegada a España hasta aproximadamente el mes de octubre del año 2015, dispuso de dicha vivienda arrendada, siendo ese mismo año España "su centro principal de relaciones personales e intereses económicos y profesionales". De hecho, obtuvo 14.867.622,25 euros del Real Madrid sólo en concepto de rendimientos del trabajo, "debiendo por tanto tributar por su renta universal en nuestro país también en este ejercicio 2015".

La Fiscalía sostiene que el acusado, con el fin de eludir la tributación por los rendimientos de dichos derechos de imagen que recibía del club o de otras marcas por participar en algunos eventos, acudió para canalizar el cobro de dichos derechos "a un complejo y confuso entramado de fideicomisos y sociedades interpuestas".

De la bronca de Ancelotti que despertó a Vinicius a la humildad de Endrick: "Yo no soy nadie"

De la bronca de Ancelotti que despertó a Vinicius a la humildad de Endrick: “Yo no soy nadie”

"Para jugar en el Madrid hay que chupar mucho banquillo". En la previa, Carlo Ancelotti resumió la idea del Real Madrid con sus jóvenes estrellas. El mismo guion que siguieron en su momento Vinicius, Rodrygo y Fede Valverde. Primero el banquillo, después el césped y luego la gloria. Contra la Real Sociedad, Endrick volvió a comerse esos tiempos.

El delantero de 18 años parece rechazar con fuerza la reflexión de su entrenador. Aguanta el chaparrón del banquillo porque no le queda otra, asumiendo la titularidad obligada de Kylian Mbappé, pero muerde como nadie en los escasos minutos que tiene.

El 20º con más minutos

Y es que Endrick es el 20º futbolista más utilizado por Ancelotti, lejos de sus compañeros de posición, por debajo de compañeros de generación como Arda Güler y con menos protagonismo acumulado, todavía a estas alturas, que lesionados de larga duración como Carvajal y Eder Militao.

Los números son tan aplastantes que sólo Alaba, recuperado en invierno de su grave lesión de rodilla, y los canteranos Jacobo Ramón, Diego Aguado, Lorenzo Aguado, Chema Andrés y Gonzalo García suman menos minutos que el brasileño. Tan duro como real.

Sus 496 minutos antes del duelo contra la Real Sociedad contrastan con la apuesta que realizó el Madrid por él hace más de dos años, cuando con 16 años anunció su fichaje por más de 30 millones de euros. Llegó a Valdebebas al cumplir la mayoría de edad, después de brillar en el Palmeiras y tras debutar con la absoluta de Brasil.

Dos circunstancias, la cantidad de su traspaso y su participación internacional, que no pueden pasar desapercibidas para analizar su primera temporada. Ancelotti se centra en su edad y en el proceso obligado para llegar al máximo nivel, pero incluso en ese apartado parece recibir menos confianza Endrick. Vinicius sumó 2.170 en su año de debut, Rodrygo 1.696 y Fede Valverde 1.120 tras pasar por A Coruña.

Contra los txuri-urdin, sin embargo, Carletto sí apostó por él, manteniendo su idea: que juegue de titular en la Copa del Rey. En 2025, el brasileño sólo ha sido titular ante el Minera, contra el Leganés y en la ida ante la Real. Los tres en el torneo del K.O., donde pelea por el Pichichi.

Un gol cada 80 minutos

Y Endrick cumplió. A pesar de acumular sólo 57 minutos en todos los partidos de 2025 entre Liga y Champions, apareciendo a cuentagotas y en los últimos minutos de los partidos, fue el mejor del ataque del Madrid en la vuelta de la semifinal. Primero intentó un disparo que se fue desviado, después una chilena que pasó rozando el palo y más tarde culminó con una gran vaselina y buen pase de Vinicius para empatar el partido.

El tanto fue el séptimo gol de su temporada en apenas 562 minutos. Es decir, marca un gol cada 80 minutos. Por comparar, Mbappé marca uno cada 114, Vinicius cada 178 y Rodrygo cada 215.

Después del partido, el brasileño pasó por zona mixta, donde recalcó la necesidad de "trabajar" y mostró humildad, elogiando a los cuatro futbolistas que tiene por delante en la rotación. "Sabéis quiénes están aquí, los cuatro delanteros que son los mejores del mundo. Vini, Kylian, Jude y Rodry. Yo no soy nadie, estoy aquí como el amigo de todos, como un jugador que quiere trabajar para estar aquí toda mi vida. No me importa quien juegue, estoy en el banquillo apoyando... y si me pone, lo daré todo", explicó.

Endrick también se refirió a las palabras de Ancelotti sobre la costumbre de que los jóvenes tengan que "chupar banquillo", mencionada por el técnico en la previa de la semifinal, pero admitió que escucha las cosas que se dicen ante la prensa. "Tengo que aprovechar cada minuto. No he visto lo que ha dicho. Desde los 17 años no miro nada en la prensa. Solo quiero jugar fútbol y trabajar para estar toda la vida aquí".

El otro protagonista del duelo también fue brasileño: Vinicius Júnior. El delantero fue de menos a más en el partido y despertó cuando más lo necesitaba su equipo, justo después de un toque de atención de su propio entrenador. Tras adelantarse la Real en el marcador en la segunda parte, Ancelotti le echó la bronca por no implicarse más en defensa y le amenazó con retirarle del campo. La respuesta de Vinicius fue contundente: asistencia a Bellingham para el 2-3 y las mejores jugadas del resto del duelo. "Y a partir de esa conversación subió el ritmo, ha sacado toda su calidad y ha sido muy importante. Ha dado dos asistencias"