Dos penaltis, dos fogonazos de Arda Güler y Vinicius, salvaron al Madrid de una catástrofe, porque estuvo rendido a la Real Sociedad, con un sistema antediluviano. El Madrid habló con el santo Sebastián.
Una vez más, como tantos partidos, con líneas tan escasas de jugadores, porque el secretario técnico lo quiere así y Ancelotti hace reverencias, el Madrid pide a gritos a tres jugadores. Al menos. Un defensa y dos centrocampistas. Y un goleador. E
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Había pasado buena parte de la noche mirando de reojo a Zubimendi, comandante en jefe por San Sebastián, pero tras un balón parado, Arda Güler pudo al fin cargar el fusil de su bota izquierda. A Sergio Gómez, otra de las figuras de esta bondadosa Real Sociedad, le dio entonces por un absurdo gesto de protección con los brazos. Un penalti clamoroso. El único modo plausible, ahora mismo, de que Vinicius cante un gol. No anda para mucho más el brasileño, víctima de otra pena máxima cuarto de hora después. Tras ceder su turno, Mbappé resolvió el triunfo del Real Madrid en un feudo hostil. Al equipo de Imanol, sin ese ápice de fortuna en el remate, poco más se le pudo reprochar. Al de Ancelotti aún se le espera mucho margen de mejora.
Los tres disparos a los palos de Courtois dejaron con mal cuerpo a la afición donostiarra, que ya venía penando tras las derrotas ante Rayo Vallecano y Alavés y los traspasos de Le Normand y Mikel Merino, básicos en el equipo. Para paliar los males quizá bastase la visita del Madrid, que siempre enciende los ánimos de la ciudad, o las recientes presentaciones de Aguerd y Oskarsson. Un central, titular, y un rematador, suplente, para un 4-3-3 donde sorprendía con Sucic como pareja de Zubimendi.
Ancelotti, juguetón la víspera con los periodistas, dio paso a Güler y a Brahim Díaz, en detrimento de Rodrygo. Privado de sus mediocentros genuinos, el técnico recurría a Fede Valverde en una posición que no potencia sus virtudes. Más bien todo lo contrario. Desde bien pronto el uruguayo alternaría esa posición de pivote con Modric, porque el arranque no admitió ni un instante de tregua. Con el balón y con la presión alta, la Real quiso parecerse a ese equipazo que el año pasado hizo carbonilla al Inter y el Benfica. Un torrente difícil de contener. En un plazo de 10 minutos, Zubimendi picó por arriba para Sadiq, pésimo en el control, y Kubo dejó en suerte a Sergio Gómez, que no pudo bajarla tras el bote.
Ni hierro, ni acero, ni granito
Había una idea en la Real, una convicción. Ese impulso propio de quien sabe la importancia del momento. El Madrid, por contra, guardaba sus cartas, sin dejarse perder por la confusión. Como aún no se ve con capacidad para controlar, ni mucho menos dominar, la orquesta de Ancelotti se entrega a sus concertinos. Al desafinadísimo Vinicius o al cada vez más entonado Mbappé. Incluso antes de saltar a la hierba, el francés sentía que podía repetir lo ofrecido el pasado febrero en Donosti con el PSG. Suyas fueron las ocasiones de mayor peligro, alcanzado ya el ecuador de la primera mitad. Una, habilitada por Brahim, propició la lesión muscular del internacional por Marruecos. La segunda, aún más clara, fue barrida por Aguerd, otro de los Leones del Atlas.
Por esas ocurrencias que sólo puede ofrecer el fútbol, el partido conmemoraba el centenario de Eduardo Chillida, escultor de la materia y las preguntas al universo. Una curiosa paradoja, dado el constante ajetreo. Ni una brizna de hierro, acero o granito en las áreas. Sólo errores defensivos y un par de remates levemente imprecisos por parte de la Real. Espectacular el zurdazo de Sucic, casi en la cruceta del impávido Courtois. No menos poderoso el tiro de Sadiq contra el travesaño, tras quebrar la cintura de Militao. Cuando el Reale Arena aún lamentaba los goles perdidos, Remiro salvó abajo un cabezazo de Rüdiger. Y Rodrygo, sustituto de Brahim, tampoco acertaría tras un tremendo fallo en la salida de los centrales.
Según la propia confesión de Sergio Gómez, Imanol redobló su arenga durante el descanso. Así, nada más volver, Sucic probó de nuevo el tacto de la madera tras una delicadísima pared con Sadiq. La segunda mitad pondría a prueba los pulmones txuri urdin, que ya fallaron varias veces el curso pasado. Sostener el ritmo, saltar al balón dividido, atacar los espacios, representaba un riesgo máximo. El único asumible para el técnico local.
El Madrid, con la consabida experiencia de un partido mil veces jugado, sabía llegado su momento. En cualquier balón cruzado, en cualquier diagonal de sus delanteros, podría imponer su calidad. Así lo hizo dos veces de penalti. El segundo sobre Vinicius, por pisotón de Aramburu, fue concedido tras la llamada del VAR. Como el triunfo visitante, tampoco admitía demasiada réplica.
Hay jugadores a quien el fútbol sí les cabe en su pequeño mundo. Martín Zubimendi (San Sebastián, 1999) no necesita más que los caminos que serpentean el monte Ulía y los amigos del colegio para ser feliz en la Real Sociedad. Son placeres sencillos, cotidianos, pero no piensa renunciar a ellos. En el barrio de Gros, el más pequeño y coqueto de Donosti, late su vida al mismo compás de la infancia. Cuando al salir de clase esquivaba a los surfistas de la Zurriola para cantar sus goles sobre la dorada arena. Zubimendi, uno de los mejores mediocentros de Europa, prefiere la felicidad de siempre a la camiseta del Liverpool.
Cualquier senderista, incluso en la semana previa a un partido frente al Real Madrid, puede cruzarse con él mientras pasea a su perra bóxer montaña arriba, dirección a Pasajes. Mucho más fácil verle una tarde por allí que por Instagram. Como más placenteras son las vacaciones con la cuadrilla de siempre, la de la Ikastola Zurriola, que un par de semanas por Ibiza. El pasado verano ya no quiso saber nada del Arsenal ni del Barça y este, ya campeón de la Eurocopa con España, se negó a seguir los pasos de Xabi Alonso, su gran ídolo, camino de Anfield. Zubimendi es un chico tímido, educado, que rara vez alza la voz en el vestuario. Pero tiene las ideas muy claras. Sobre la hierba y fuera de ella. Su contrato con la Real expira en junio de 2027 y quiere cumplirlo.
"Me sale el orgullo por esa sensación de pertenencia. Siendo un futbolista con posibilidades de jugar en cualquiera de los mejores clubes de Europa, aún considera que la Real le aporta en su periodo de mejora. Este club vertebra la provincia de Guipuzcoa y él se siente parte del proyecto", comenta a EL MUNDO Luki Iriarte, director de fútbol base de la Real Sociedad. La audacia de Jokin Aperribay, presidente, Imanol Alguacil, primer entrenador, y Roberto Olabe, director deportivo, han establecido al equipo en la elite. Todo gracias al trabajo con la cantera y a jóvenes refuerzos detectados donde la competencia ni siquiera asoma. De Alexander Isak o Alexander Sorloth a los recientes Orri Oskarsson y Luka Sucic.
El "empujón" de Xabi Alonso
En este entorno, Zubimendi se ha consolidado con naturalidad gracias a la confianza de Imanol. El técnico ha sabido cuidarle y exigirle, repitiéndole que siempre iba a merecer más la pena una falta táctica en campo contrario que correr 40 metros hacia atrás. O que debía perfilarse mejor para vigilar su espalda. Aquellas broncas se hicieron célebres en Zubieta, aunque las lecciones previas ya las había dictado Xabi Alonso en el Sanse. "La participación de Xabi con Martín fue muy importante. Le pegó otro empujón a su carrera. En un periodo formativo, cada momento tiene su importancia, pero ese último escalón antes del primer equipo fue muy fructífero para él", prosigue Iriarte.
Martín juega hoy con el 4, heredado de Asier Illarramendi, otro de sus referentes. Sin embargo, en su debut con el primer equipo, lucía el 36. Fue un 28 de abril de 2019, con 2-1 ante el Getafe y Luca Sangalli de testigo. "Igual no destaca mucho visualmente, porque no ofrece acciones espectaculares, pero todo lo que hace lo hace bien. Dirige y ordena, tanto defensiva como ofensivamente. Domina la salida de balón, el juego posicional. Es verdad que no parece nada excepcional, pero al final, lo mejor que puedes decir de un futbolista es que que hace que lo difícil parezca fácil", comenta a este diario el ex realista, actual jugador del Málaga.
El libro de estilo de un pivote no ha de ceñirse únicamente a iniciar la jugada incrustado entre los centrales. Debe incluir esas diagonales en largo que inmortalizó Alonso o los disparos desde fuera del área con los que Rodrigo Hernández viene dando tantas goles a Pep Guardiola y Luis de la Fuente. En ello anda, Zubimendi, consciente de su margen de mejora. "Martín sabe que tiene que ir siempre dispuesto a aprender y a mejorar y llevar su máximo a cada situación. Él debe ser quien da el equilibrio, pero también ha de ser capaz romper líneas rivales para sorprender y aparecer en el área. Va enriqueciendo su repertorio táctico, algo que me parece esencial para poder seguir durante mucho tiempo en la elite", finaliza Iriarte.
El jugador de Osasuna Aimar Oroz tuvo un gesto de nobleza el pasado domingo en el partido contra el Celta disputado en El Sadar al pedir a Martínez Munuera que no expulsara a Alfon González, jugador rival que tuvo que abandonar el césped por una falta cometida sobre el navarro Jesús Areso.
Corría el minuto 86, con los navarros venciendo a los gallegos por 3-1, cuando Alfon hizo una dura entrada sobre Areso que motivó su expulsión con tarjeta roja.
Las cámaras de 'El Día Después' se centraron entonces en observar al detalle las reacciones de los protagonistas. "¡No lo ve, que no lo ve!", le comentó el 10 rojillo al árbitro antes de incidir: "Arbi, que no lo ve, no puedes sacar roja, tío".
El gesto, aplaudido en redes sociales por osasunistas y celtistas, fue reconocido por el club de Vigo en su cuenta de X.
"Rivales, pero también compañeros. Jugadores como Aimar Oroz hicieron que nos enamoráramos de este hermoso deporte. Honor, Osasuna", publicó.
Además de su faceta futbolística, Oroz también es conocido por ser una persona discreta, que habitualmente pasa desapercibido en su vida privada. Su renovación hasta 2029 asienta su futuro en Pamplona para ser la pieza angular del proyecto que lidera Vicente Moreno tras la marcha de Jagoba Arrasate.
Como cada verano, antes del arranque de la temporada futbolística, el Comité Técnico de Árbitros ha hecho públicas las directrices que aplicarán los colegiados a la hora de interpretar el reglamento. Entre ellas, destaca una novedad que se aplicará tanto en Primera como en Segunda División y que está destinada a aumentar el cuidado de los futbolistas: un cambio más en caso de conmoción cerebral. De esta manera, los contendientes podrán llevar a cabo una sustitución adicional, sin que afecte a las cinco de que disponen ahora por partido, para que el jugador afectado pueda abandonar el terreno de juego si así lo determinan los servicios médicos.
Los árbitros, además, aplicarán una especial mano dura con las protestas. De acuerdo con las directrices que aplican tanto la FIFA como la UEFA, únicamente el capitán estará habilitado para hacerle cualquier tipo de comentario al trencilla. Siempre, eso sí, que lo haga sin perder las formas. Cualquier otro futbolista que se acerque, será debidamente amonestado. En cuanto a las tarjetas, además, habrá novedades con respecto a las manos. Hasta el curso pasado, interceptar el balón con la mano se castigaba siempre con cartulina amarilla, salvo que impidiera una ocasión manifiesta de gol. En este último caso, se mostraba la roja. A partir de esta temporada, mientras, tocar el balón con la mano no siempre conllevará amonestación.
Los árbitros, además, tendrán una ayuda semiautomática en los fueras de juego y, en lo relativo a los penaltis, una de las acciones para las que más se suele recurrir al VAR, se tendrá especial vigilancia con respecto a los agarrones. Si son continuos y reiterados, serán castigados con pena máxima. En cuanto a otros tipos de acciones punibles dentro del área, la circular insiste en que deben ser acciones claras, significativas y con una intensidad suficiente que justifique la sanción. De esta forma, el videoarbitraje deberá abstenerse de intervenir en acciones que se consideren en principio leves, a no ser que su objetivo sea corregir penas máximas que hayan podido ser sancionadas de manera errónea con la acción en vivo sobre el césped.
En cuanto a qué debe ser considerado mano y qué no, los criterios a aplicar son muy similares a los adoptados el curso pasado. Así, se sancionará con falta por mano los casos en que un futbolista toque de manera voluntaria el balón con la mano o el brazo, en que la mano o el brazo ocupen un espacio mayor al que ocuparían en circunstancias normales o se encuentren en posición antinatural o en que, inmediatamente después de que el balón contacte con la mano o el brazo de un atacante, aunque sea de forma accidental, la jugada acabe en gol.
No se considerarán mano, mientras, los casos en que el balón impacte en la mano o el brazo y estos estén pegados al cuerpo, en apoyo o en dirección al apoyo, si golpea después de que el propio jugador o un compañero hayan tratado de jugar el balón, si hay gol después de que el esférico impacte de forma accidental en la mano o el brazo de un compañero o si un futbolista anota de forma no inmediata, con regates o conducción del balón de por medio, a que el balón haya impactado en su brazo o mano de forma accidental.
El Real Madrid comenzará la defensa de su título liguero ante el Mallorca en Son Moix, según el resultado del sorteo del calendario para la temporada 2024/25 celebrado en la sede de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que ha deparado que su eterno rival, el Barcelona, comience la campaña en Mestalla ante el Valencia.
Con la presencia de los presidentes de la RFEF, de LaLiga y de la Liga F, Pedro Rocha, Javier Tebas y Beatriz Álvarez, respectivamente, y con las 'manos inocentes' de los exfutbolistas Diego López y Diego Capel, el colegiado Javier Alberola Rojas y los internacionales Dani Vivian y Jesús Navas -estos desde la concentración de la selección nacional en Alemania-, el elegido fue el calendario 93.563, que deparó ese inicio para los dos grandes favoritos a la corona.
Mientras tanto, el Girona, tercer clasificado en la pasada campaña, empezará en el Benito Villamarín ante el Betis, y el Atlético de Madrid, cuarto, en La Cerámica contra el Villarreal, en los otros dos grandes duelos de la jornada inaugural, fijada para el fin de semana del viernes 16 al domingo 18 de agosto.
El Valladolid, uno de los recién ascendidos, se enfrentará al ganador de la final de la promoción que aún tienen que disputar el Oviedo y el Espanyol, mientras que el Leganés se reencontrará en la elite en El Sadar ante Osasuna.
La temporada 2024/25, que acabará en Primera división el 25 de mayo, empezará casi de forma continuada dentro del cargado calendario. Los Juegos Olímpicos de París acabarán el sábado 10 de agosto con la final en el Parque de los Príncipes y el Real Madrid jugará frente al Atalanta italiano la Supercopa el miércoles 14 en el estadio Nacional de Varsovia.
Clásico y derbis
El primer clásico liguero tendrá lugar en la undécima jornada, el 27 de octubre, en el Santiago Bernabéu, mientras en la vuelta el Real Madrid visitará al Barcelona en la trigésima quinta fecha, el 11 de mayo.
El actual campeón tendrá su primer gran derbi, no obstante, en la octava jornada, el 29 de septiembre, en el Wanda Metropolitano ante el Atlético de Madrid, que visitará el Bernabéu en la vigésimo tercera, el 9 de febrero.
El derbi sevillano vivirá su primer capítulo en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán en la novena jornada, el 6 de octubre, y el Sevilla rendirá visita al Betis en la vigésima novena, el 30 de marzo; mientras que el Athletic recibirá a la Real Sociedad en la decimocuarta, el 24 de noviembre, y el Reale Arena albergará el duelo vasco en la trigésima cuarta, el 4 de mayo.
La próxima temporada tendrá cinco períodos FIFA: Lunes 2 a martes 10 de septiembre; lunes 7 a martes 15 de octubre; lunes 11 a martes 19 de noviembre; lunes 17 a martes 25 de marzo de 2025; y lunes 2 a martes 10 de junio de 2025.
LaLiga EA Sports tendrá cuatro jornadas intersemanales y LaLiga Hypermotion dos, mientras que en Navidad se parará tras la disputa del último partido el domingo 22 de diciembre hasta el fin de semana del 12 de enero.
LaLiga echó la persiana. Queda una jornada, pero todo lo que podía haber en juego quedó decidido. El Cádiz cae condenado a Segunda División para alivio de Mallorca, Celta y Rayo, el Barça cierra un curso tumultuoso como subcampeón y el Girona se sube al podio con honores desbancando a un Atlético al que se le hizo larga la campaña. El Athletic y la Real Sociedad estarán en la Europa League y el Betis se conformará con la Conference League.
Sin embargo, aún hay un aliciente: la pelea por el Pichichi. El noruego Alexander Sorloth sacudió la estadística con cuatro goles en el duelo ante el Real Madrid y se convierte en el máximo goleador de la competición con 23 goles, 15 de ellos en la segunda vuelta. Un arreón le dio Marcelino el 4 de febrero tras un mal partido y la respuesta ha sido letal. Pero los talones se los pisan Dovbyk con 21 tras marcar en Mestalla, Bellingham con 19 y 18 suma Lewandowski, que goleó al Rayo en Montjuïc.
La pelea entre goleadores fue la salsa de una jornada que miraba a Cádiz. No pudo el equipo de Pellegrino agarrarse a Primera División. Para soñar con la proeza de alargar la vida hasta la última jornada tenía que ganar a Las Palmas y no lo hizo (0-0). A pesar del empuje de Mirandilla, no consiguió revertir una suerte que hace mucho que parecía echada. Lo rozó por un instante en el minuto 37 cuando el jerezano Javi Hernández marcó, pero el VAR lo anuló por fuera de juego. Buscó el gol de todas las maneras posibles, pero pesaron más los nervios ante un equipo no dispuesto a ceder, porque eso suponía coquetear con el infierno. Con un ojo en lo que ocurría en Mallorca, el final se empinó aún más cuando se quedó en inferioridad por la expulsión del central Víctor Chust.
A Son Moix viajaban las miradas. Al Mallorca una victoria ante el Almería les daba la salvación matemática sin tener que sufrir y por eso todo el estadio estalló en el minuto 28 con el gol de Cyle Larin. No duró el éxtasis porque antes del descanso igualó Arribas. Todo se iba a complicar en la segunda, cuando en otro zarpazo del Almería, esta vez un zurdazo desde fuera del área de Langa, les obligó a apretar los dientes para no ir a Getafe con el corazón encogido. Fue en el minuto 83 cuando apareció el salvador Sergi Darder, héroe de la salvación esta semana, para colocar el 2-2 que les aferraba a Primera.
En Granada también sufrió el Celta hasta que en tres minutos, entre el 60 y el 63, Strand Larsen y Bamba, se agarraban a la categoría pese al tanto de Bruno Méndez y el penalti que falló Antonio Puerta en el añadido (1-2). Sin la victoria del Cádiz todo valía.
En la pelea por Europa salió victoriosa la Real Sociedad, que se queda con la Europa League y manda al Betis a la Conference tras derrotarle en el Villamarín con dos goles Brais y Merino al que no respondió porque Abde erró un penalti (0-2).
No pudo llegar a esa pelea el Villarreal pese a la exhibición de Sorloth (4-4). Vapuleados por el Real Madrid en la primera parte, bajo el liderazgo de Arda Güler, su dos goles y los de Joselu y Lucas Vázquez, en la segunda se agarraron al noruego, que destrozó a Militao y a toda la unidad B del Real Madrid para marcar cuatro y encaramarse al liderato de los goleadores. Pero en Europa no jugará. Sí lo hará el Athletic, que se aseguró la quinta plaza venciendo a un desdibujado Sevilla con dos zarpazos de Raúl García y Muniain en su despida del fútbol.
En la cuarta quedará el Atlético, goleado por Osasuna (1-4) en el Metropolitano y con dudas. El tercer escalón del podio se lo ha robado el Girona con merecimiento, que volvió a ganar a un agotado Valencia en Mestalla (1-3). Cómo fue también el duelo para el Barça ante el Rayo, que encarrilló con un gol de Lewandowski y cerró con dos de Pedri en tres minutos (0-3), la mejor noticia para España.
A Xavi Hernández no le consta que su situación en el Barça haya cambiado. A pesar de que este viernes corrió como la pólvora la información de que el presidente, Joan Laporta, tiene prácticamente decidido destituirlo por unas declaraciones en las que expresó las dificultades que podrían tener tanto para fichar refuerzos el próximo verano como para competir con rivales como el Real Madrid u otros grandes de Europa la temporada que viene, el técnico se mostró muy contundente a este respecto.
"Todo eso son historias que no me ha contado nadie", aseguró. Incluso, recalcó que tiene el respaldo total tanto del máximo dirigente barcelonista como del resto de la cúpula deportiva. "No lo sé y no me interesa de dónde viene todo esto. Me llegan informaciones, pero la confianza del presidente está intacta, que es lo que a mí me interesa tener, y la de Deco y la del vicepresidente deportivo, evidentemente. Lo que me transmiten es esto, que para mí no ha cambiado absolutamente nada", esgrimió.
No obstante, sí deslizó una serie de afirmaciones que parecían, como mínimo, destinadas a suavizar muchísimo el aparente derrotismo transmitido en la previa del Almería-Barça y que tan mal podría haberle sentado al presidente azulgrana. "Nos sentaremos a hablar con el presidente, seguro. Entiendo que preguntéis, pero estamos en permanente contacto. En principio, está todo como hace tres semanas, cuando nos sentamos aquí para anunciar mi continuidad. Hay una base extraordinaria en la plantilla para competir. Si hay algún cambio ya os lo dirán, pero, en principio, estoy tranquilo", insistió Xavi.
"Tengo cero dudas"
"Tengo cero dudas de que la cosa puede ir bien conmigo de entrenador, tengo una base extraordinaria en la plantilla, sobre todo con gente de casa. El año que viene podemos competir de mejor manera. Sigo con ganas, ilusión, ambición... Y con este tipo de noticias, aún más", agregó. Todo el ruido de fondo, según señaló, no le ha hecho perder ni un ápice de atención a su trabajo. "Me centro en el Rayo, no en si me merezco o no que se hable de todo esto. Esto es el Barça, y estas cosas pueden pasar", explicó.
Aunque siempre suele ser el primero en saltar al campo de entrenamiento, junto con su staff, esta vez lo hizo con sus futbolistas, a quienes les transmitió exactamente el mismo mensaje que a los medios. "Les he dicho exactamente lo que os estoy diciendo, las mismas palabras, no tengo por qué engañar a nadie. Sentiros afortunados", explicó el técnico. "Les he transmitido que hay mucho ruido fuera, pero es normal, porque esto es el Barça y estas cosas pasan. El futbolista está implicado y comprometido en ganar al Rayo", agregó un Xavi que asegura crecerse cuando le critican. "Estoy contento y feliz de venir cada día al, para mí, el mejor club del mundo. Las críticas me hacen mejorar, y ya recibí muchas cuando era futbolista", sentenció.
Un gol de Asier Villalibre en el minuto 96 niveló el partido entre Athletic y Osasuna en San Mamés, un encuentro que, a pesar de ese empate al final, deja casi imposible el cuarto puesto, que da acceso a la Champions, para el equipo bilbaíno. Se adelantaron los visitantes con dos tantos al final de la primera parte y el inicio de la segunda de Raúl García de Haro y Rubén García, y empató el Athletic gracias a Iñaki Williams, cumplida a la hora, y Villalibre, que aún tuvo opción de sellar la victoria en la penúltima jugada. [Narración y estadísticas (2-2)]
Con Ernesto Valverde y Jagoba Arrasate sustituidos por sus ayudantes Jon Aspiazu y Bittor Alkiza por las tarjetas rojas vistas en la jornada anterior, el partido comenzó con mucho ritmo y dominio inicial de Osasuna. Aún en los frenéticos primeros minutos, Iñaki Williams abrió el marcador tras una cabalgada por la izquierda, tras recibir de Yuri Berchiche, que inició en fuera de juego, según estableció el VAR. Que lo invalidó.
También se invalidaron desde la sala VOR otros dos tantos antes del descanso. Uno, claro en fuera de juego, de Raúl para Osasuna y otro, también por fuera de juego pero más ajustado, de Iker Muniain en el área pequeña a pase de un Berenguer, que inició su carrera al pase previo de Nico también en situación antirreglamentaria. Cuando todavía celebraba San Mamés el tanto de su capitán, invalidado bastante después de producirse, Raúl ponía esa vez sí el 0-1 desviando el borde del área pequeña un centro fuerte de Mojica.
100 goles para Iñaki
Esa mínima ventaja se transformó en amplia nada más comenzar la segunda mitad, cuando Rubén García resolvió perfecto ante Unai Simón tras aprovechar una indecisión de Ander Herrera y Óscar de Marcos. Rubén se sacó así la espina de la ocasión fallada en la primera parte.
Tocó a rebato el Athletic y Williams, con su gol 100 de rojiblanco, acortó distancias de violento disparo la escuadra derecha de Sergio Herrera. Había sido el otro Herrera, Ander, el que había recuperado el balón en un error en la salida de balón de Mojica.
Antes de que la noche se eternizase con cambios masivos que no acababan de llevarse a cabo, el Athletic pudo empatar en un pase largo de Yuri a Unai Gómez. El zurdo controló bien de primeras, pero luego le dio en la otra pierna y ya se le adelantó Herrera. Y también pudo hacerlo en un centro de Prados que De Marcos, solo en el punto de penalti, voleó alto con todo a su favor.
A punto del 3-2
Todavía tuvo más ocasiones el Athletic en el descuento, todas de Villalibre. La primera, un buen cabezazo en el segundo palo a centro de Williams, cogió a Herrera bien colocado y atento; en la segunda aprovechó un error en el blocaje del meta; y en la tercera no logró el 3-2 porque su remate le salió muy peinado.
Fue un choque muy movido y con muchas llegadas peligrosas en el que se mostró más acertado el conjunto visitante, que se resarce con este resultado de un final de temporada un tanto anodino, y más insistente el local. Aun salvando un punto sobre la hora, el Athletic se mantiene quinto en la tabla a cinco puntos de un Atlético que recibe al Celta con solo tres jornadas más por disputarse.
Un impecable equipo suplente del Madrid dio una exhibición en Los Cármenes, digna de un campeón de Liga, mientras que el Granada deambulaba por el terreno de juego, ya en el abismo de la Segunda División.
El mediocre planteamiento de Sandoval quiso ahogar al Madrid en su salida de balón, pero quien se asfixió fue el propio equipo granadino. Hasta que agotado, hundido moralmente, tiró la toalla con la primera gran jugada al Brahim.
Llegó el 0-2 de
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