Hansi Flick: el último extranjero novato en el potro de tortura

Hansi Flick: el último extranjero novato en el potro de tortura

Actualizado Miércoles, 14 agosto 2024 - 23:58

Hansi Flick se convertirá este sábado en el último técnico extranjero que se estrena en el fútbol español. Lo hará desde el banquillo de un Barcelona que en los últimos años ha sido una montaña rusa de emociones. Y, también, un potro de tortura. Dos leyendas de la entidad azulgrana, Ronald Koeman y Xavi Hernández, acabaron triturados por la exigencia de un puesto para el que no se tiene memoria. Ni paciencia. El primero, dejó la entidad por la puerta de atrás tras ganar una Copa del Rey. El segundo fue despedido tras sumar una Liga y una Supercopa de España y poco después de ser ratificado en su cargo.

El banquillo azulgrana supone un desgaste tremendo. Incluso a nivel físico. Basta con ver fotografías de Pep Guardiola, Luis Enrique o Ernesto Valverde, al inicio y al final de sus respectivas etapas, para comprobarlo de manera tremendamente esclarecedora. Para esta entidad que el primer equipo cierre una temporada en blanco es imperdonable. A sus seguidores no les importa lo más mínimo que la caja del club esté atravesando por un largo proceso de recuperación. Algo que condiciona las operaciones que pueden llevarse a cabo para conseguir los refuerzos adecuados para pelear por todo. Por lo pronto, el club ha cerrado este verano, hasta ahora, únicamente dos llegadas: Pau Víctor y Dani Olmo. Y, al menos hasta ayer, ninguno de los dos estaba convenientemente inscrito para jugar el sábado ante el Valencia en el estadio de Mestalla.

Cambios en el estilo

Las lesiones de Pedri o Frenkie de Jong, la Eurocopa y los Juegos Olímpicos han provocado que Flick se viera obligado a afrontar los primeros amistosos sin muchos jugadores clave. Y, cuando por fin pudo contar con algunos de ellos, sobre todo con uno que ha tomado tanta trascendencia como Lamine Yamal, llegó la derrota más dura y clara. Con el 0-3 encajado ante el Mónaco, el alemán escuchó los primeros pitos de una grada que va a ser muy exigente. Desde el primer minuto. Los seguidores barcelonistas quieren victorias y buen juego, y les trae sin cuidado que el libro de estilo del ex entrenador del Bayern (bajo su dirección derrotó 2-8 al Barcelona en la Champions de 2020) y de la selección germana (estuvo desde 2021 a 2023) tenga en principio poco que ver con aquello a lo que se han acostumbrado en las últimas décadas.

La preparación física es vital para un entrenador que exige a los suyos que desplieguen una presión asfixiante por todo el terreno de juego. Por eso, las cargas de trabajo están siendo muy fuertes. Ante el Mónaco, los azulgrana parecieron no tener fuelle suficiente durante muchos minutos. Puede que su equipo vaya a ir de menos a más. Pero, aun así, ganar ante el Valencia es vital. Si no, descubrirá muy pronto la peor cara de ser técnico azulgrana.

El Atlético anuncia a Julián Álvarez, el segundo fichaje más caro de su historia

El Atlético anuncia a Julián Álvarez, el segundo fichaje más caro de su historia

Actualizado Lunes, 12 agosto 2024 - 16:58

Era el más deseado y ya es oficial. Tras varios días repletos de rumores y de tensa espera, el Atlético de Madrid ha anunciado el fichaje del delantero Julián Álvarez (Argentina, 24 años) por una cantidad que ascendería, según las cifras que están saliendo a la luz, a los 70 millones de euros, más otros 20 en variables, para las próximas seis temporadas. Una cantidad nada desdeñable, pero acorde a la calidad de un futbolista que da un impulso de gigante al nuevo proyecto de Diego Pablo Simeone para volver a codearse con los dos grandes en la lucha por la Liga y soñar, por qué no, con levantar la primera Champions.

El delantero aterriza en el Metropolitano para poner la guinda a un mercado de fichajes que no está siendo nada fácil para el conjunto rojiblanco. Tras el sufrido cuarto puesto de la temporada pasada, era necesario una revolución en la plantilla para volver a crecer y las salidas, como así se esperaba, no tardaron en llegar. A la cesión de Saúl al Sevilla pronto se unieron el adiós de Savic, Hermoso, Paulista y Söyüncü en la zaga defensiva. La venta de Álvaro Morata por 15 millones al Milan y la rescisión de Memphis completan una lista que, sumada a las ampliaciones de capital por parte de la entidad, han permitido la llegada de un campeón de Europa como Le Normand, de un goleador como Sørloth y ahora la compra de Julián, un delantero que viene de ganarlo todo bajo las órdenes de Guardiola y que suena ideal para el estilo que practica Simeone.

Su competencia con Erling Haaland en el Etihad este año parece que ha sido el motivo principal por el que el argentino ha pedido abandonar el Manchester City. "Entiendo que, en ciertos momentos, momentos importantes, él quizá pensaba que no iba a jugar. Respeto mucho eso", reconoció el técnico catalán hace unos días cuando le preguntaron por la salida del jugador. Aunque sus números no son propios de un delantero que haya sido suplente. En esta última temporada, Julián Álvarez ha jugado 31 partidos como titular, ha anotado 11 goles y ha repartido 9 asistencias. Unas cifras y minutos que espera mejorar en su nueva casa.

Porque con la firma de la 'Araña', cuyo apellido según el club se escribiría sin tilde, el Atlético no solo ficha al segundo delantero de un equipo lleno de estrellas como el Manchester City, también incorpora al segundo jugador más caro de su historia. El argentino solo es superado por la inversión de 127 millones que hizo en 2019 por Joao Félix, que podría completar su retorno al Chelsea. Muy atrás quedan ya los 72 millones que costó Lemar, los 60 que el club desembolsó para traer de vuelta a Diego Costa desde Londres o los 40 millones pagados por Radamel Falcao.

Además, la incorporación de Julián Álvarez también es un reto para el técnico argentino. Si finalmente apuesta por los dos nuevos delanteros como titulares, esto posiblemente obligaría a Griezmann a retrasar su posición, a jugar de interior para ejercer junto con Koke o De Paul. Sería el director de orquesta de un equipo que sería mucho más ofensivo, con más dinamita y que sube automáticamente un escalón más en su jerarquía. Una relevancia que también repercutirá en la Liga pues suma, junto a Mbappé, Endrick o Dani Olmo, una nueva estrella internacional a la competición. Ya lo demostró en el Mundial de Qatar, donde sus cuatro goles y actuaciones estelares fueron decisivas para que la albiceleste consiguiera su tercer mundial.

Julián Álvarez, en el Cívitas Metropolitano.

Julián Álvarez, en el Cívitas Metropolitano.Atlético de Madrid

Otro factor clave que ha permitido que el argentino vista la camiseta del Atlético de Madrid ha sido la insistencia telefónica del que será su nuevo entrenador. Unas llamadas que, según Marca, podrían haber acabado en una conversación definitiva de Julián con su amigo Giuliano Simeone en el seno de la concentración olímpica argentina: "Voy, dile a tu padre que no me llame más". Además, otros jugadores importantes como Nahuel Molina o Rodrigo de Paul habrían sido decisivos para que el jugador diera el 'sí' definitivo.

Después de pasar reconocimiento médico y firmar su nuevo contrato, el delantero argentino se ha despedido oficialmente de su antiguo club a través de una imagen en sus redes sociales en la que ha agradecido al cuerpo técnico, jugadores y afición las dos temporadas vividas: "Hoy me despido de este maravilloso club con muchas emociones. Fueron dos años muy especiales. Durante este tiempo crecí y aprendí mucho como jugador y como persona".

Con ello, y a falta seguramente de algún retoque más en la plantilla, el Atlético de Madrid debutará en la Liga el próximo lunes ante el Villarreal con la tranquilidad de haber hecho los deberes, contratar un nuevo líder para Simeone.

Rodri, en la justa pelea por un Balón de Oro (casi) imposible

Actualizado Sábado, 13 julio 2024 - 23:55

El «ordenador perfecto», el «mejor centrocampista del mundo», la «clave de España», «el jugador que manda en los partidos»... La lista de elogios de entrenadores, compañeros y rivales hacia Rodri Hernández se antoja interminable. Es el centrocampista total, que ha trasladado su brillo desde el Manchester City a la selección. Y hay quienes le ven como el mejor situado en la carrera hacia el Balón de Oro. No es algo fácil para un jugador clásico, alejado de las redes sociales, sin un gran perfil comercial y que nunca se muerde la lengua ante los periodistas.

Hace un año fue el mejor español en la lista de candidatos. El Balón de Oro volvió a manos de Leo Messi, por delante de Erling Haaland y Kylian Mbappé tras su éxito en el Mundial de Qatar. Cuarto fue Kevin de Bruyne y quinto, Rodri. Era su primera nominación. Se había acercado al podio y desbancado a Vinicius, que acabaría sexto. ¿Puede escalar ahora? Por números, sí, aunque sus principales adversarios (Jude Bellingham y Vinicius) lleguen avalados por una Champions y una Liga con el Real Madrid. Además, el inglés aún podría aumentar hoy su cuenta en la final de Berlín.

Rodri no presume esta temporada de una Champions, aunque sí de una Premier League y un récord que habla por sí mismo. Se trata del futbolista que más partidos consecutivos ha disputado sin perder. Desde marzo de 2023 jugó 80, con un balance de 63 victorias, 16 empates y sólo una derrota. La del derbi de la final de la FA Cup ante el United. Aunque detrás de esa cifras ya había quedado claro que, cuando no pudo jugar, el City tampoco carburaba.

Revisando vídeos

A las órdenes de Pep Guardiola, con quien disputó 257 partidos en cinco temporadas, ha superado dos desafíos: el de la adaptación al físico y la velocidad de la Premier y a lo que el técnico de Santpedor siempre requiere de un pivote. Un listón más elevado que en el Villarreal y el Atlético.

Rodri representa la calma para la selección. La seguridad, la interpretación del juego y el análisis. Su titularidad es indudable desde la marcha de Sergio Busquets, aunque nunca ha rechistado por comenzar como suplente o como central. Durante el Mundial 2022, Luis Enrique le retrasó a la zaga y él se preparó para cumplir revisando vídeos sobre su nueva posición.

En Alemania, vuelve a visualizar cada partido en vídeo, analiza su juego y el de sus compañeros. «Sin esa visión de Rodri, España no sacaría tanto rédito a la verticalidad de Nico y Lamine», cuentan desde el vestuario. Por eso todos lo quieren al lado, incluso Dani Carvajal lo ficharía para el Madrid. Desde Luka Modric en 2018, el Balón de Oro no ha vuelto a recaer en un centrocampista. Por eso Rodri no lo espera: «Si me quieren reconocer, bienvenido. Pero no me molesta».

El United sorprende a Guardiola en Wembley y le arrebata la FA Cup

El United sorprende a Guardiola en Wembley y le arrebata la FA Cup

Actualizado Sábado, 25 mayo 2024 - 18:39

Por fin pudo sonreír Alex Ferguson en la grada. Por fin pudo sacar pecho Erik Ten Hag. Por fin el Manchester United se quitó el rol de secundario que ha vestido durante una década y venció al Manchester City para levantar la Copa de Inglaterra (0-2).

Los 'Diablos Rojos', eternos perdedores del derbi de Mánchester en los últimos años, noquearon al vigente campeón y evitaron que los de Pep Guardiola se convirtieran en el primer equipo en la historia en ganar Premier League y Copa de Inglaterra dos años seguidos.

Los doblegaron saliendo a la carrera, aprovechando las oportunidades que tuvieron y con un André Onana espectacular bajo palos hasta un fallo en los minutos finales que estuvo cerca de truncar el triunfo.

Pero el gol tardío de Jeremy Doku no opacó la gran victoria del United, la más importante de los últimos seis años, por el momento y por el rival. Incluso también por la forma de hacerlo, desarmando a Guardiola haciendo correr hacia atrás a su defensa.

Ten Hag, al que se ha criticado con razón por su falta de libreto y de ideas, propuso un partido con el que pillar a la espalda a Gvardiol, el más lento de los cuatro de atrás del City, y le funcionó con rapidez.

En la primera pelota que Dalot pudo mandar para que Alejandro Garnacho saliera corriendo, Stones se quedó clavado en el perfil contrario y habilitó al argentino, que fue al choque con Gvardiol, que por cuerpo ganó con facilidad.

Sin embargo, el croata, en una falta de entendimiento total con Stefan Ortega, le intentó ceder la pelota sin espacio para reaccionar. El esférico superó por arriba al alemán y dejó a Garnacho sin portero para que empujara el 0-1.

El tanto del United contrastaba con las imprecisiones en los últimos tres cuartos del City y, de hecho, el 0-1 nació de una pérdida de Rodrigo Hernández, que este sábado perdió su condición de invicto en 74 encuentros, la más larga del fútbol europeo.

El carril de Gvardiol era una mina para el United, que se relamía cada vez que Kyle Walker no llegaba para corregir y ayudar. El aviso del 0-2 lo fabricaron Garnacho y Marcus Rashford, pero el argentino partió en fuera de juego y el gol fue bien anulado.

El 0-2 real volvió a aparecer por la banda del croata. Esa vez, la jugada fue más estática, con una combinación rápida de Garnacho para Bruno que, de primeras, habilitó a Kobbie Mainoo en una posición inmejorable. El joven centrocampista inglés, que estará en la Eurocopa, engañó a Ortega y le pilló a pie cambiado, para dar una ventaja inesperada de 0-2 al United.

Haaland, desaparecido

En un partido en el que al City le costó horrores crear ocasiones, más allá de un tiro al larguero de Erling Haaland, las ocasiones de los celestes llegaron desde fuera del área, con dos lanzamientos de Walker que Onana despejó de manera espectacular.

El camerunés, uno de los mejores del partido, dio emoción en los minutos finales al 'comerse' un tiro de Doku, pero la posible remontada, con el añadido de siete minutos por delante, quedó en nada y el United, ocho años después, se proclamó campeón de la Copa de Inglaterra.

El Manchester City, más cerca del título gracias a un doblete de Gvardiol

El Manchester City, más cerca del título gracias a un doblete de Gvardiol

Actualizado Sábado, 11 mayo 2024 - 20:25

El Manchester City venció con facilidad en su visita al Fulham y se hizo provisionalmente con el liderato de la Premier League, presionando al Arsenal, que visita el domingo al Manchester United en la 37ª jornada. Gracias a un doblete de Josko Gvardiol, el equipo de Pep Guardiola encadenó una séptima victoria consecutiva y se colocó dos puntos por encima del Arsenal. [Narración y estadísticas (0-4)]

El martes, los citizens jugarán el partido aplazado contra el Tottenha, que puede ser decisivo para su cuarto título consecutivo, un hito inédito en la historia de la Premier. "Jugamos muy, muy bien, ahora tenemos que recuperarnos, volver a Londres y jugar la gran 'final' para intentar mantener nuestro título", declaró Guardiola sobre el próximo partido contra los spurs.

Antes de que se cumpliese el primer cuarto de hora, el City abrió el marcador en Craven Cottage con un tiro raso de Gvardiol, perfectamente asistido por Kevin de Bruyne. Ya en la segunda parte, pudo doblar su ventaja gracias a Phil Foden, con 25 goles ya en todas las competiciones. En el minuto 71, Gvardiol completó su doblete tras servicio de Bernardo Silva.

El Liverpool, sin opciones

"Los goles de Gvardiol fueron totalmente inesperados", admitió el técnico de Santpedor. Julián Álvarez cerró el resultado en el sexto minuto del tiempo añadido, transformando un penalti. Asimismo, este 0-4 deja matemáticamente sin opciones al Liverpool.

Más allá de los tres puntos, lo abultado del marcador tiene un valor añadido, pues permite al City recortar la diferencia de goles con el Arsenal, (+58 para los citizens, +60 para los gunners) una cifra que podría terminar por ser decisiva en caso de empate a puntos.

El Arsenal, que no depende de sí mismo para ganar la Premier, un título que persigue desde hace 20 años, se ve obligado a ganar sus dos duelos restantes, contra el Manchester United el domingo y ante el Everton en la última jornada, y esperar un tropiezo del City contra los spurs el martes o en la última jornada frente al West Ham.

"Les gusta jugar bajo presión"

"Nuestro sueño era llegar a los últimos partidos dependiendo de nosotros mismos, jugar contra el West Ham en nuestro estadio con el destino en nuestras mano", añadió Guardiola.

El telón para el City se echará el 25 de mayo, con la final de la FA Cup contra su vecino y rival Manchester United en Wembley. "A mis jugadores les gusta jugar bajo presión. Están habituados", admitió el preparador español.

Joshua Kimmich, el "monstruo mental" con cara de niño

Joshua Kimmich, el “monstruo mental” con cara de niño

Los viajes en coche se hacían largos para un niño de 12 años. Había que recorrer más de 100 kilómetros en cada partido y cada entrenamiento. Aquella rutina suponía más de una hora al volante para Berthold Kimmich, su padre, que había cambiado los turnos en el trabajo con tal cumplir con la formación del pequeño Joshua. A menudo no quedaba más remedio que turnarse con otros familiares del equipo, pero Beppo aprovechaba cada minuto. Mientras conducía reiteraba sus mensajes al chaval, más bajito y enclenque que sus compañeros, pero capaz de procesar mejor que el resto. Desde Bösingen, un pueblo de poco más de 3.000 habitantes, hasta las instalaciones del VfB Stuttgart, Joshua no sólo aprendió las leyes fundamentales del fútbol, sino que fue construyendo unos lazos que jamás se quebrarían. Nadie iba a cuidarle mejor que su familia. Ningún técnico de la cantera podría motivarle como su padre, cuyo fuerte carácter ya se había ganado cierta fama por los contornos. Hoy, casi dos décadas después, Kimmich sigue sin representante. Su ficha anual ronda los 20 millones de euros y su vínculo con el Bayern expira en junio de 2025, pero nadie, salvo él y los más cercanos, tomará decisiones en su nombre.

Durante aquellos trayectos en coche, Beppo hablaba sin cesar a su hijo de un mediocentro zurdo llamado Krasimir Balakov, el antiguo ídolo de la hinchada del Stuttgart, considerado el mejor futbolista búlgaro de la historia, por detrás de Hristo Stoichkov. Joshua idolatraba a Zinedine Zidane y Xavi Hernández, aunque durante los Mundiales sólo tenía ojos para Bastian Schweinsteiger. Pese a su notoria inferioridad física, Joshua siempre quiso sentir que el juego pasaba por sus pies. Desde muy niño se sintió centrocampista, no lateral derecho.

Y cuando aterrizó en Leipzig, con 18 años, ni siquiera intuía la dureza de la Dritte Liga, la tercera categoría alemana. Cada partido se resolvía en los duelos aéreos, las disputas a ras de hierba, los pelotazos en largo... Además, desde hacía tiempo arrastraba molestias de pubis. Todos le superaban en altura y velocidad y él se sentía un alfeñique. "Me decían que el salto había sido demasiado grande, que me iban a devorar. Me sentí muy decepcionado y enfadado. Desde entonces sólo quise demostrar lo equivocados que andaban", admitió, durante una entrevista con Sports Illustrated.

"Un absoluto profesional"

Si no llega a ser por la paciencia de Ralf Rangnick, máximo responsable técnico del Red Bull, nunca hubiese podido llamar la atención de Pep Guardiola. El Bayern pagó 8,5 millones de euros por un chico de 20 años del que Marcus Sorg y Horst Hrubesch, desde las divisiones inferiores de Alemania, ya hablaban maravillas. Su pasión desbordante en los entrenamientos, su deseo de aprender, encandilaron a Guardiola.

Un material tan dúctil resultaba demasiado tentador para el técnico español, que empezó a alternarle como central y pivote defensivo, con algunas apariciones esporádicas en el lateral o el flanco derecho del ataque. La riqueza táctica del Bayern quedaba patente con varios cambios de sistema en un mismo partido. Incluido aquel 0-0 en Dortmund, cuando Guardiola dedicó una inolvidable reprimenda a Kimmich por no haberse puesto de acuerdo con Mehdi Benatia para tapar el vacío dejado por Xabi Alonso durante los minutos del añadido.

"Es un absoluto profesional, un monstruo de la mentalidad. Siempre está en el partido y nunca se rinde. Presiona como nadie, aunque le sobre calidad con el balón". El elogio de Hansi Flick compendia un peculiar modo de entender la profesión. El mismo que le había transmitido su padre, cuando le insistía en que golpeara con los dos pies en el jardín de casa. "Rendirse nunca fue una opción. Hasta el día de hoy, mi lema es creer siempre en uno mismo", sostiene durante uno de los capítulos del documental de Jan Mendelin para el diario Bild. En otro episodio comparte entrenamiento con Tommy Haas, ganador de 15 torneos de la ATP y ex número dos del circuito. El dominio mental propio del tenis sigue muy vigente para Kimmich, que aún hoy festeja los goles con el índice en la sien, al modo de Stan Wawrinka.

Lateral en la sexta Champions

Kimmich marcó en sus dos últimas visitas al Bernabéu, durante los cuartos de 2017 y las semifinales de 2018, pero sólo tras regresar al lateral derecho, cubriendo la ausencia del lesionado Benjamin Pavard, pudo al fin alzar la sexta Copa de Europa del Bayern. Desde aquella fase final a puerta cerrada en Lisboa, su liderazgo en el vestuario se ha multiplicado. Allí donde otros prefieren la discreción ante los micrófonos, Kimmich se descuelga con una feroz autocrítica. "No es de los que hablan mucho y luego no dicen nada. Se pone a sí mismo bajo presión, pero también parece dispuesto a cumplir con lo que exige a los demás. Y eso me gusta", elogiaba el ex presidente Uli Hoeness.

Desde que en el verano de 2015 se ejercitó por primera vez en las instalaciones de Saebener Strasse, bajo la tutela de Philipp Lahm y Manuel Neuer, comprendió el papel de los veteranos a la hora de mantener la cultura ganadora del Bayern. Y eso fue, precisamente, lo que se ha propuesto con Jamal Musiala. Después de cada partido, Kimmich envía mensajes de WhatsApp a sus compañeros, sea con cumplidos o con críticas. Es su manera de ganarse el respeto. No conviene enfadar al líder del vestuario, aunque tenga esa cara de niño.

Santiago Segurola: "Una parte del periodismo parece que trabaja más para Florentino Pérez que para el periodismo"

Santiago Segurola: “Una parte del periodismo parece que trabaja más para Florentino Pérez que para el periodismo”

El célebre cuadro de Pichichi, uniformado del Athletic Club, hablando con su futura mujer [Idilio en los Campos de Sport, de Aurelio Arteta] preside el recibidor del piso de Santiago Segurola (Baracaldo, 1957) justo a la espalda del Bernabéu. Hace 35 años que llegó a Madrid y, aunque dice que está ya "medio jubilado", lo cierto es que sigue siendo opinión referencial en La Vanguardia, As y Onda Cero.

Se ha rendido por educación y porque sabe que e

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¿Qué ha hecho Ancelotti para ser uno de los mejores entrenadores de la Historia?

¿Qué ha hecho Ancelotti para ser uno de los mejores entrenadores de la Historia?

Mi generación hace listas. De todo y para todo. No sé si es culpa del manual aspiracional que fue Alta fidelidad, donde de Top 5 en Top 5 Nick Hornby nos explicó la música, el amor y la vida, o porque, sencillamente, nos hacemos viejos y es una buena forma de recordar las cosas. El caso es que siempre he tenido claro que los mejores entrenadores que he visto en mis casi 40 años de consciencia futbolera se dividen en dos grupos bien definidos. Y e

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Guardiola: "Qué manera tan cojonuda de perder"

Guardiola: “Qué manera tan cojonuda de perder”

A Pep Guardiola sólo le quedó felicitar al Real Madrid por su heroico desempeño en el Stadium of Manchester. "Claro que le doy mérito porque defendieron muy bien", subrayó el técnico del City, que eludió cualquier apelación a la justicia. "Hemos jugado de forma excepcional, pero no pudimos marcar. El fútbol es de goles y ellos lo hicieron un poco mejor en los penaltis", reiteró tras el tremendo esfuerzo de sus futbolistas.

Pese al dolor por la eliminación, Guardiola dejó una de esas frases que sus seguidores podrían esculpir en bronce. "Qué manera tan cojonuda de perder", exclamó. La apelación a su maestro Johan Cruyff, que decía no creer en la suerte, sólo representó el inicio del alegato. "Si la gente se lo ha pasado bien, yo encantado". De nada sirvieron los 33 disparos del City , 12 de ellos a portería y otros 12 bloqueados por la defensa. Una cifra cuatro veces superior a la de los blancos, cuya ofensiva se limitaría a un sólo saque de esquina, por 18 de los locales.

"Hemos jugado muy bien, pero no hemos podido cerrarlo. Sólo puedo pedir esto a mis jugadores. Claro que les doy mérito, porque han sido capaces de aguantar. Hoy nos ha faltado el último disparo, el último detalle. No queda más que aceptarlo", concluyó el ex preparador del Bayern. Por su cabeza parecía revolotear aún el brillante fútbol de su equipo, que amasó el 67% de la posesión, con un 92% de acierto en el pase. Y esa decisión táctica que había dejado al Madrid aún más contra las cuerdas.

Doku, ante Carvajal

Desde antes del descanso arrastraba una tarjeta amarilla, por una infracción sobre Jack Grealish. Ya tenía mérito aguantar al 10 inglés, pero el asunto para Dani Carvajal se complicó aún más en el minuto 72, cuando Guardiola dio paso a Jérémy Doku. Era un momento crítico para el City, frustrado por tanto asedio sin fruto. El extremo, de 21 años, debía añadir esa pizca de fantasía. Desde su primera finta, la hinchada skyblue lo vio claro: el pase a semifinales pasaba por la bota derecha de Doku.

Hay algo insondable en la mirada del belga, uno de esos regateadores de los que se puede esperar cualquier cosa. Como de Ousmane Dembélé, con quien comparte club de procedencia: el Stade de Rennes. En sus 45 minutos, participó en 55 jugadas y sólo erró un pase (26/27), con 10 pérdidas, pero con un tremendo desequilibro por su zona. Sólo el coraje de Carvajal, una bestia competitiva, permitió al Madrid sostenerse en pie. Hasta que la musculatura del lateral estalló en el minuto 110. Contener a Doku representó la última frontera para el Madrid, sujetado bajo su larguero durante toda la noche.

Nada hubiese sido posible sin Lunin, que ya venía avisando antes de sus dos paradas en la tanda decisiva. El ucraniano, autor de ocho intervenciones y siete despejes, se impuso en casi todos los duelos aéreos de la noche. Sobre el mismo césped donde Thibaut Courtois cayó masacrado hace poco más de un año. Uno de esos escenarios que definen toda una carrera. Fue la noche de Lunin, como también la de un City que llevó el partido a unos niveles inasumibles para cualquier rival que no sea el Madrid.

Carvajal, ante Doku, el miércoles en Manchester.

Carvajal, ante Doku, el miércoles en Manchester.EFE

Porque con esa extenuante presión, ambiciosa y sincronizada, el equipo de Guardiola no sólo impedía cualquier amago de contragolpe, sino que recuperaba en posiciones de privilegio. De las intenciones había avisado, en el el sorteo Kyle Walker, quien eligió la primera posesión, en lugar de la habitual parcela de ataque en su guarida, donde el City encadenaba 41 partidos sin derrota. Un acontecimiento tan anómalo como los saques de fondo resueltos con balones en largo de Fede Valverde y Nacho. Casi sin aliento para sacudirse lo que se les venía encima, los hombres de Carlo Ancelotti sí resolvieron su primer acercamiento ante Ederson.

24 disparos en el área

La regularidad de Rodrygo en la Champions se entiende mejor a tenor de los cinco goles y las dos asistencias con las que ha saldado sus tres últimas participaciones. Un par de años después de su milagrosa aparición en semifinales, el brasileño volvió a aparecer puntual ante el City, su víctima favorita (cuatro goles en siete partidos).

La efectividad del 11 contrastó con la inoperancia rematadora de Erling Haaland, que volvió a cerrar una noche aciaga ante el 14 veces campeón de Europa. Antes del pitido inicial, Luis Figo había entregado al noruego el premio al máximo goleador de la pasada Champions, pero su infortunio volvió a concretarse con un cabezazo al larguero. A diferencia de hace ocho días en el Bernabéu, cuando resolvió con tres disparos lejanos, el City chutó 24 veces en 120 minutos desde dentro del área. Salvo con Kevin de Bruyne, al grupo de Guardiola le faltó esta vez la puntería. Y eso se paga muy caro en la Champions.

El origen del "clásico moderno" entre Ancelotti y Guardiola, los árboles de Múnich y una conexión: "Un grande in bocca al lupo, Carlo"

El origen del “clásico moderno” entre Ancelotti y Guardiola, los árboles de Múnich y una conexión: “Un grande in bocca al lupo, Carlo”

El 11 de julio de 2017, en su primer día en Säbener Strasse, la ciudad deportiva del Bayern de Múnich, Carlo Ancelotti se encontró un mensaje en la pizarra de su nuevo despacho: "Con tanta stima, un grande in bocca al lupo, Carlo!! ("Con mucho cariño, toda la suerte del mundo, Carlo!!"). La letra, escrita en color verde sobre el fondo blanco de la tabla, era de Pep Guardiola. El lector se puede imaginar la mueca del técnico italiano: una ceja levantada, tímida sonrisa. "Tenemos una muy buena relación", admitió en ese momento.

Carlo y Pep no son amigos, no se llaman constantemente ni cenan juntos, pero hay dos palabras que les unen en la distancia, confirmadas por las personas que mejor les conocen y por ellos mismos cuando tienen la oportunidad: "Respeto y admiración". Los dos entrenadores han cruzado fronteras, han entrenado en España, Alemania e Inglaterra, han evolucionado en su estilo de juego y dirección, en la gestión del vestuario... Y lo más importante: han ganado más que nadie y ahora, enfrentados en el Etihad Stadium en lo que los dos llaman el "clásico del fútbol moderno", se juegan una nueva coronación.

7.500 habitantes tiene el pueblo de Pep, Santpedor. 9.000 el de Carlo, Reggiolo. Ambos mediocentros organizadores de clubes que dominaron Europa, ambos exitosos en su salto a la pizarra. "A mí no me importa lo que piensen de mí, él es un gran entrenador", aseguró el italiano, preguntado por aquellas voces que dicen, con cierta ironía, que es sólo un "gran gestor". "La gente no tiene ni idea de lo que es un gran gestor", respondió Guardiola hace unos días.

Paralelismos

Los paralelismos en las carreras de Ancelotti y Guardiola llaman la atención cuando se estudian sus currículums. Los dos empezaron a entrenar en la elite más absoluta antes de los 40 años. Carlo en la Reggiana, con 36, antes de dar el salto al Parma con 37, edad a la que Pep asumió el banquillo del Barça.

Ancelotti ganó su primer título como entrenador a los 40, levantando la Intertoto con la Juventus en 1999 antes de irse al Milan para ganar la Champions con 44 años, en el 2003.

Guardiola no esperó tanto. En su primer curso levantó el famoso sextete. Una copia de la extraordinaria rapidez que también le había llevado a elevar Liga, Copa y Champions como jugador con 20 y 21 mientras Ancelotti tuvo que aguardar para ganar la 'orejona' con el Milán, vestido de corto, a los 30. La precocidad fue de Pep, pero la acumulación de títulos pone a los dos en la misma línea de éxito temporal. Cuatro Champions, Ligas en cinco países diferentes y 27 títulos para Carlo, 3 Champions y 37 títulos para Pep.

En 2007, a los 48 años, Ancelotti levantó su segunda Champions como entrenador. Las dos con el Milan, con una perdida por el medio, aquella en Estambul. En La Décima de 2014 tenía 55 y en la de 2022 63 primaveras.

Guardiola ganó la primera con 38, la segunda con 40 y tuvo que esperar 12 años (ya con 52) para la tercera, tres años menos que el italiano. Como Ancelotti, perdió una por el medio (2021). Son los únicos entrenadores, junto a Jose Mourinho, Brian Clough, Arrigo Sacchi y los madridistas Miguel Muñoz, José Villalonga y Luis Carniglia, capaces de ganar dos Copas de Europa antes de cumplir 50 años. Un escalón por encima está Zinedine Zidane, con sus tres títulos consecutivos a los 46.

"Recuerda mucho a aquella"

A pesar de lanzarse muy jóvenes al éxito, Guardiola y Ancelotti han tardado en convertir su enfrentamiento en "clásico". Midieron por primera vez sus fuerzas en los banquillos hace diez años, en abril de 2014. El de Santpedor como técnico del Bayern y el de Reggiolo como entrenador del Madrid. Y allí, en aquella semifinal de Champions entre los alemanes y los españoles, el italiano le infligió al catalán una de sus peores derrotas. 0-4 en Múnich, donde iban a "arder hasta los árboles", para un Madrid que acabaría levantando La Décima.

"Una de mis grandes cagadas como entrenador", reconoció el entrenador español. Una década después, los dos se vuelven a cruzar con el sentimiento reciente de la venganza de Pep en las semis del año pasado y con los árboles de Múnich de regreso a la memoria madridista. "Esta eliminatoria recuerda mucho a aquella, el gran Bayern iba camino de Lisboa y mira...", reflexionan estos días voces cercanas al vestuario de Valdebebas. La resolución, en el Etihad.