Andaduras y andanzas

Andaduras y andanzas

Atlético de Madrid-Inter de Milán, partido de vuelta de octavos de final de la Champions. A continuación de la estéril prórroga, llega la tanda de penaltis. O de "lanzamientos desde el punto de penalti", como puntualizan algunos puristas, aunque lueg

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De la tensión a la broma: Thuram le hace un 'Valderrama' a Savic en la prórroga

De la tensión a la broma: Thuram le hace un ‘Valderrama’ a Savic en la prórroga

Actualizado Jueves, 14 marzo 2024 - 11:37

En un momento de máxima tensión, con el Atlético de Madrid y el Inter de Milán jugándose el pase a los cuartos de final de la Champions, el Metropolitano vio cómo Marcus Thuram emulaba el mítico gesto de Míchel a Valderrama a principios de los 90 y agarraba los testículos de Stefan Savic.

El duelo, que acabó del lado del Atlético en la tanda de penaltis, se encontraba en la prórroga. El delantero del Inter no sabía cómo zafarse del rocoso defensar rojiblanco, así que decidió apretarle los genitales. En ese momento, Savic cae al suelo y los jugadores locales piden la roja para el francés. Sin embargo, ni el árbitro ni el VAR consideran que Thuram merezca la expulsión.

Poco después, el central montenegrino se levantó y acudió a pedir explicaciones al atacante del Inter. La respuesta provocó la sonrisa de Savic, que le dio un cachete a su rival y zanjó el incidente de manera amistosa.

Instantes después, el entrenador del Inter, Simone Inzaghi, sustituyó a Thuram por Alexis Sánchez.

La 'lesión' de Simeone, la maldición de los penaltis y la resurrección de Oblak: "Cuando nadie creía, el equipo se entregó y pasó"

La ‘lesión’ de Simeone, la maldición de los penaltis y la resurrección de Oblak: “Cuando nadie creía, el equipo se entregó y pasó”

Se fue Diego Simeone al túnel de vestuarios porque no quería ver los penaltis. Lo hacía renqueante, después de que se 'lesionara' en la carrera tras celebrar el tanto de Memphis que llevaba el partido a la prórroga.

Apareció Diego el superticioso, el cabalista, para que se rompiera la maldición del Atlético en las tandas de penaltis. "Se me vino a la mente el partido de Leverkusen, vi los dos primeros y marcaron, el segundo no lo vi y lo paró Jan", explicó Simeone en rueda de prensa.

Su equipo había conseguido eliminar al todopoderoso Inter de Milán en la tanda de penaltis. Como aquella en 2015 ante el Bayer Leverkusen que mencionaba el argentino. Lo cierto es que los rojiblancos sólo han triunfado en cinco de sus 14 veces en la muerte súbita en competición oficial.

La más dolorosa, la perdida en Milán en la final de la Champions ante el Real Madrid en 2016. "Oblak es un portero extraordinario, de los mejores de europa cuando está bien es dificl y así es muy difícil que nos hagan gol. Se merece lo que le pasó hoy, ser decisivo", alabó el entrenador a su cancerbero.

El esloveno ha vuelto a mostrar el nivel que le permitió convertirse en Zamora de LaLiga en cinco ocasiones, cuatro de ellas consecutivas. En un portero que, como se dice de los delanteros, daba puntos a su equipo con paradas decisivas. Ante el Inter no se trató sólo del penalti, fue decisivo durante todo el partido.

También lo fue Memphis, el león rojiblanco, otro de los pupilos que se mereció los halagos de Simeone. Se acordó el argentino de la rebelión del neerlandés tras el mal partido en Cádiz y deslizó la posibilidad de juntarle a él con Morata y Griezmann.

El francés, que volvía de lesión, estuvo menos participativo en el juego pero, como recordó el Cholo, fue crucial en todas las jugadas ofensivas de los rojiblancos, además de marcar el tanto del empate. "Le dejamos hasta que pidió el cambio", expresó el entrenador.

Pero si hay alguien que se mereció todos los elogios de Simeone, fue la afición. Un público que recibió al equipo en un pasillo 'infernal' en Avenida de Arcentales y que no paró de animar en los 120 minutos del choque. "Si hay algo que puedo decirle a la afición es: gracias. Son ya 12 años y me siguen apareciendo las emociones de un chaval que acaba de coger el equipo", comentaba.

Son ya 50 victorias del técnico argentino en Champions League, el cuarto que más acumula en un mismo club por detrás de Alex Ferguson con el Manchester United, (102), Arsene Wenger con el Arsenal (83) y Pep Guardiola con el Manchester City (56). "Estar entre los ocho mejores de Europa parece fácil, pero no lo es", reivindicó el técnico.

Tristeza

Si había un rojiblanco con un sentimiento agridulce este fue Sául Ñíguez. No pasa un buen momento el ilicitano y lo reconoció con un mensaje demoledor en redes. Muy alejado de la alegría que se respiraba en el vestuario colchonero.

"Es difícil para mi escribir en estos momentos, pero igual que escribo en las buenas hay que hacerlo en las malas. Es un momento de mierda para mi a nivel deportivo, y soy consciente... Acepto todas las críticas y no solo por el penalti de hoy sino por cómo estoy en estos momentos", puso el jugador y aseguró más trabajo para revertir la situación.

Una hazaña en azul y negro

Una hazaña en azul y negro

Actualizado Jueves, 14 marzo 2024 - 00:08

Portentoso inicio del Atlético de Madrid. Vertiginoso, abrasador, mientras que el Inter se acurrucó muerto de miedo, como si fuera un saco de boxeo.

Increíble velocidad, intensidad rojiblanca. Fueron los mejores minutos de la temporada para el Atlétic

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Noche de rugidos y Oblak en el Metropolitano, el Atlético a cuartos de Champions

Noche de rugidos y Oblak en el Metropolitano, el Atlético a cuartos de Champions

Mientras 'ardía' la avenida de Arcentales, una madre vestida con la camiseta de Griezmann disfrutaba con su hijo de la maravillosa puesta del sol que se ve desde el parque del estadio Metropolitano. Es la perfecta metáfora del contraste que vive hoy este Atlético de Madrid. La llama y la calma. Era día de llama. De remontada y de intensidad... De rugidos. Rugió el león, rugió el Metropolitano y rugió Oblak. [Narración y Estadísticas, 2-1]

El esloveno volvió por sus fueros con una gran actuación durante el encuentro y con una parada decisiva en la tanda de penaltis. Su performance merecía los cuartos de final de la Champions, lugar que n oocupaba el Atlético desde la 2021/22. El equipo necesitaba fuego, sí, pero también calma. Sólo había que remontar un 1-0.

Así, desde un bloque medio con las líneas muy juntas, cerrarían todos los pasillos interiores que tan bien ataca el equipo de Inzaghi, con esa movilidad tan característica que le mantiene ya con 16 partidos seguidos sin perder. El plan funcionó de inicio con un robo de Molina que generó el primer 'uy' en la grada y una salida de Lino, como un cohete por la banda izquierda, cuya finalización exigió una buena parada de Sommer.

Como dos rivales que se miran al espejo, Dumfries quiso responder al brasileño apenas dos minutos después. Oblak, el Oblak que necesita el Atlético, apareció para negar el gol al neerlandés. Lautaro se desesperaba porque estaba solo al palo largo. Minuto 14 y el partido era un vaivén de emociones, juego y ocasiones. Era todo lo que se puede esperar de una noche de Champions en un duelo de estrellas.

Barella y Lautaro eran dos de las que estaban en el césped. El primero era la batuta de los neroazzurri, el segundo, el vértice sobre el que se montaba la ofensiva. Aunque el argentino apenas levante 174 centímetros del suelo, es increíble su juego de espaldas y la manera de aguantar las embestidas de Savic y Witsel. Aunque al final de la noche la suerte le fuera esquiva, el partido del Inter fue suyo.

Su homólogo, Morata, debía responder al desafío del 9. Escribíamos en este periódico que ambos estaban en el mejor año de sus carreras, así que el duelo estaba servido. Las contras del Inter eran cosa de Lautaro, pero el primer remate a puerta fue un cabezazo del madrileño, blando, pero bien dirigido. 1-1 en el duelo particular.

Resultado que se puso en el marcador tras dos minutos de locura disputada la primera media hora de partido. El primero que golpeó fue el Inter. Lo hizo aupado a una pared de sus dos estrellas y a una llegada fulgurante de Dimarco, quien remachó la descarga de Barella en el punto de penalti.

Dimarco, tras marcar el primer gol del partido.

Dimarco, tras marcar el primer gol del partido.Juanjo MartínEFE

Y respondió a quien más esperaba el partido. Griezmann comenzó el partido en cuerpo, pero no en espíritu. Fallón, cabizbajo y sobre todo sin sonreír y, si él no sonríe, al Atlético le cuesta más hacerlo. El equipo sabe luchar, presionar, morder, pero le falta algo de creatividad y esa es la característica fundamental del juego del Principito.

Y, aunque la creatividad tardó en llegar, apareció la efectividad. Un fallo estrepitoso de Pavard le valió, al borde del fuera de juego, para remachar ante Sommer al borde del área pequeña. Casi hace el segundo cinco minutos después, pero la defensa interista repelió otro disparo suyo dentro del área. Bienvenido Principito.

Griezmann celebra el empate del Atlético.

Griezmann celebra el empate del Atlético.MariscalEFE

Terminó el francés la primera mitad como comenzó la segunda, percutiendo. Lástima que le cayó a la derecha un pase atrás de Llorente y disparó blando a las manos de Sommer. Tuvo otra 10 minutos después, pero Morata no le vio y remató mal arriba. Si la deja pasar se quedaba solo el francés. Se hubiera caído el estadio si culmina la remontada de la eliminatoria en la portería del fondo sur del Metropolitano.

El partido avanzaba y el cronómetro apretaba en la cabeza del Cholo. El argentino, que en varias fases del partido pedía calma, en el 70 declaró fuego. De Paul y Lino al banquillo, Riquelme a la izquierda y Correa en punta con Morata. Griezmann al medio campo a intentar recuperar la creatividad perdida. Necesitaba una sacudida el encuentro que había perdido lustre con el paso de los minutos.

La sacudida casi se la da Lautaro al Atlético de Madrid tras conducir dos contras con maestría y dejar solos a Thuram y a Barella. Afortunadamente, el francés no tiene el temple del argentino y el italiano llegó fundido a los últimos metros. Ambos definieron mal.

Los últimos diez minutos de partido eran un toma y daca donde el gol podía encontrarse en cualquiera de los lados. Memphis pudo empatar en dos ocasiones. La primera tras una gran jugada de Correa, esta noche sí, el gran agitador que necesitaba Simeone en los metros finales. Y la segunda tras un gran disparo al poste.

El león

Y tanto insistió el león que terminó por encontrar a su presa. Lo haría tras un gran pase de Koke. El neerlandés se revolvió bien y remató fuerte y al palo. Eliminatoria empatada a cinco minutos del final. El Inter, plagado de defensas, grogui. El Metropolitano en ebullición. Y Riquelme pudo evitar la prórroga en sus botas cuando la creatividad de Griezmann había vuelto. Una pena.

El Inter, lejos de afectar el golpe en el tiempo añadido, mostró una versión más parecida al partido de ida. Mas agresivo y más intenso. Thuram amagó con un cabezazo que silenció a la grada. Y era el Atlético el que esperaba cazar una contra. En cuestiones de caza, lógicamente, hay que llamar al león. Esta vez, Memphis no pudo encontrar el gol tras una gran jugada de Riquelme. El partido se iba a decidir por los pequeños detalles.

Un córner por ejemplo, como el que remató Lautaro, pero no encontró portería. Un 'valderrama' de Thuram a Savic, que el VAR pudo interpretar de otra manera. O la sustitución de Griezmann... los caminos del Cholo son inescrutables. Nada pasó y el partido se decidió en los penaltis. La suerte más injusta en el fútbol. Lo fue con Lautaro, el mejor del Inter y el que falló el penalti definitivo. Pero no con el Atlético que creyó y rugió como nunca.

Las vidas paralelas de Morata y Lautaro: de casi intercambiar equipos a liderar a Atlético e Inter

Las vidas paralelas de Morata y Lautaro: de casi intercambiar equipos a liderar a Atlético e Inter

Si comenzamos esta historia hablando de la obra del escritor alemán Erich Kästner, 'Las Dos Carlotas', quizás no sepan que es el libro en el que se basó la película 'Tú a Londres y yo a California'. Y qué curioso que el relato hable de dos hermanas gemelas que, separadas al nacer, se encuentran en un campamento de verano.

Algo parecido le pudo pasar a los protagonistas de este cuento. En el estío de 2023, ambos 'nueves' tenían intereses en la orilla opuesta de sus vidas. Si Álvaro Morata tenía un pie y medio fuera del Atlético de Madrid, a Lautaro Martínez le ocurría lo propio en el Inter de Milán. Lo más curioso es que ambos nombres sonaban para sustituirse en el banquillo contrario.

Sin embargo, el supersticioso o cabalista, como dicen en argentina, Diego Simeone tenía otros planes u otras predicciones, si se permite atribuirle la capacidad de ver el futuro. El técnico tuvo una charla en la pretemporada del Atlético de Madrid en Seúl con Morata para que se quedara y le dijo que estaba en el momento de "dar 18 goles" si lo hacía. "Es un jugador que necesita tener confianza y ahora mismo la tiene del entrenador, del club y también del público", cuentan fuentes rojiblancas.

Morata se quedó y el resto es historia. Lleva 20 goles en 37 partidos, 0,54 tantos por encuentro. Es la mejor media goleadora de su carrera y, con uno más, superaría también la temporada, temporadas en este caso, con más tantos: la 2020/21 con la Juventus y la 2016/17 con el Real Madrid. Además, en la previa ante el Betis, el 'futurólogo' Cholo le dijo a Morata que marcaría, llevaba ocho partidos sin hacerlo, y, pese a fallar un penalti, el delantero anotó el segundo de su equipo.

"Después de Sevilla me ha costado un poco volver, a pesar de hacer los esfuerzos por estar lo mejor posible, hay veces que no se está bien, he tenido ocasiones para hacer goles y no las he metido y lo que quiero es ayudar al equipo y ser positivos porque quedan objetivos por delante", expresó tras el encuentro ante los verdiblancos un delantero que "ha encontrado su sitio", dicen desde el club y que está repleto de "confianza", explican desde su entorno.

Lautaro en un partido con el Inter.

Lautaro en un partido con el Inter.EFE

Lo impresionante de estas 'dos Carlotas' es que el éxito de uno se ha visto reproducido en el otro. Lautaro Martínez también mantiene la mejor media goleadora de su carrera, con 0,76 tantos por partido, y este verano fue elegido capitán del Inter de Milán, finalista de la pasada Champions League, con apenas 26 años. "Nunca me imaginé esto, es mérito al trabajo y al sacrificio de mi familia cuando era pequeño, todo es por ellos", comentó el protagonista tras su último tanto en la Serie A. Pero desde su entorno no solo lo imaginaron sino que avisan que aún "no está al máximo de su capacidad".

Hablamos de 102 goles en la primera división italiana, 23 esta temporada, la que más en competición nacional de su carrera, y eso que sólo ha jugado 24 encuentros este año. "Muy contento, aunque son solo números, desde que llegué al Inter no me esperaba este cariño y tanto yo como mi familia estamos muy contentos", confesó. Fuentes próximas comentan que no sólo es este, también el año anterior tuvo un gran rendimiento y mantienen que "cuanta más presión, mejor aguanta los desafíos".

La diferencia de edad entre ambos delanteros no ha impedido que ambos exploten a la vez. "Para un goleador, el gol llama al gol", comenta el argentino Fernando Czyz, periodista de DSports. Este año ambos han respondido a esa llamada y están siendo fundamentales en sus equipos. "Tiene el respeto de esta profesión, del público y de sus compañeros, no solo del Inter sino del fútbol en general. Asume la responsabilidad cuando las cosas se complican", cuentan fuentes cercanas a Lautaro.

Caracteres diferentes

Morata es menos serio que su homólogo del Inter, pero son muchos los compañeros con los que ha compartido caseta que le agradecen la cercanía en el trato y la capacidad de acogida que tiene, especialmente, a los que llegan nuevos. "Él da una imagen como de tristón y es todo lo contrario: bromista, cariñoso, buen compañero... es todo corazón", apuntan desde el vestuario.

Familiares, ambos, y muy centrados en su profesión, estos 'hermanos de fútbol' viven momentos dulces en sus equipos. "Hay una adaptación total, se siente uno de los dueños del club", apunta Czyz sobre Lautaro. Mientras que en el Atlético hablan de un "equilibrio personal y profesional" en la vida de Álvaro Morata.

Importantes en España y Argentina

Ambos, son también importantes en sus respectivas selecciones tras pelearlo mucho durante los últimos años. Morata se ha hecho con el nueve tras marcar 34 goles en 69 partidos, 0,49 tantos por encuentro. Lejos quedan aquellos pitos en Sevilla que afectaron mucho al jugador, pero que los enfrentó y superó gracias a la ayuda de un coach.

Lautaro también ha estado discutido durante su carrera en el equipo nacional porque le costaba más ver puerta. El delantero ha hecho 21 goles en 54 choques, 0,38 de media. "Hay un debate en Argentina sobre quién debería ser el 9 si Julián Álvarez o Lautaro. A día de hoy gana Lautaro", informa Czyz.

Esta noche sólo podrá quedar uno. El Inter parte con ventaja, pero nadie en el conjunto neroazzurri cree que la empresa esté hecha, aunque para Lautaro el Atlético tiene un aroma especial. "Es muy respetuoso con la historia de los equipos contra los que juega. Para un argentino enfrentarse a una historia tan cercana como la del Atlético es una satisfacción. Le da mucha motivación y alegría siempre desde el respeto", concluyen desde su entorno.