El tembleque mezquino de Ancelotti

El tembleque mezquino de Ancelotti

Actualizado Jueves, 24 abril 2025 - 00:21

El Madrid sigue en la lucha por la Liga a pesar de Ancelotti, autor de errores tácticos y mezquindades, responsable de despachar el partido con un paupérrimo gol y jugar miserablemente hasta el pitido final. Defendió una ridícula ventaja, que se pudo torcer al jugar los últimos minutos con 10, por sus atrocidades tácticas.

El héroe fue el enorme Arda Güler, gran conductor del juego. En una posición que jamás le había puesto Ancelotti. El pobre ha tenido que esperar hasta los últimos suspiros de la Liga. Una gran injusticia. Fue el único madridista con gol, no como los mediocres Vinicius y Brahim. El brasileño pone enfermo a cualquiera. Y el internacional con Marruecos se cree que el mundo vive con su regate.

Ancelotti se ha rendido ante la maravillosa calidad del turco. Es mejor que Modric y Ceballos juntos, por su calidad, su brújula y su facilidad para hacer goles. Pero no lo pone nunca. Hasta ahora, Carletto le ha dado sólo pan ácimo, con malversación, porque parece que en Estambul Arda rajó del patriarca del pelo blanco. En cuanto le dio mando en el centro mareó al mediocre Getafe.

Ya sé que Bordalás no tiene jugadores de calidad. Aunque, francamente: "Tu fútbol es una mierda, papá". Sólo juega bruscamente y a tirones. Ya sé que no tiene futbolistas, pero se puede hacer algo más que ser sucio, con una capitulo de faltas kafkiano, con el colmo del pésimo Domingos Duarte y Älvaro, que sólo se quiere cargar al Madrid, porque no resultó en la cantera blanca. Su última entrada a los riñones de Courtois era de expulsión.

Ancelotti desarmó tácticamente al equipo al meter atrás a Tchouaméni, que nunca será un central y e,pequeñecer el equipo en la medular. Perjudicó al francés y tampoco le vino bien un descosido Valverde, harto de correr, sin darle siquiera un vaso de agua.

De Vinicius es mejor no hablar. Me produce repulsión, como a muchos madridistas. Es repulsión absoluta. Acabó con Rodrygo. Le hicieron un penalti al final, pero el Comité de Árbitros prohíbe pitar una pena máxima al equipo blanco. Igualito que al Barcelona.

Me destrozan los esquemas Bellingham, en una baja forma espantosa. No es centrocampista ni delantero centro falso. Es un misterio lo que hace. Ya lo escribí incluso el año pasado. Nunca me gustó, ni siquiera en el Dortmund. No sé dónde juega. Quizá en el limbo.

La cicatería de Ancelotti provocó que Camavinga acabara lesionado y ya no podrá ocupar el lateral izquierdo. Y Valverde de lateral derecho por culpa de unos defensas exteriores que nunca dan la talla.

No sé. El Madrid no tiene más remedio que jugar valiente desde el primer minuto la final de Copa, pero si logra un gol no puede caer en las mezquindades italianas de quien aún es su entrenador.

El Madrid sufre en Getafe, pero sale vivo gracias al pie de Arda Güler y las manos de Courtois

El Madrid sufre en Getafe, pero sale vivo gracias al pie de Arda Güler y las manos de Courtois

El Madrid sigue vivo en la guerra de la Liga tras la batalla de Getafe, donde el pie de Arda Güler, timón y goleador, le valió para mantenerse a cuatro puntos del Barça. Tambaleó, eso sí, en un final de infarto donde jugó con uno menos por la lesión de Camavinga. La noche del sur de Madrid la hizo suya Güler. El turco aprovechó las rotaciones de Ancelotti, que sentó a Camavinga, Modric, Ceballos y Bellingham, y se convirtió en el líder del conjunto blanco. Acompañó a Tchouaméni y Valverde en el centro del campo, abandonó la mediapunta, bajó a la base izquierda de la jugada y ordenó y creó para los suyos en una parada clave en la lucha por la Liga. [Narración y estadísticas (0-1)]

El Madrid creció a partir de su pie izquierdo. Calmado, a pesar de la intensidad inicial del Getafe, pausó y aceleró el juego cuando debía, rompiendo líneas en conducción o tocando con los centrales a la espera de la presión rival. Su posición puede abrir una solución para Ancelotti a medio plazo. El Madrid busca desesperadamente un cerebro que complete el puzle de sus próximos años, alguien que sustituya las virtudes de Kroos. Y el turco, mediapunta como el alemán en sus inicios, tiene detalles para crecer en ese puesto.

Y además, Güler puso la guinda a su partido con el 0-1, que asentó las ideas del Madrid en Getafe y puso su mente camino de la final de la Copa del Rey de este sábado ante el Barcelona. Los de Ancelotti fueron superiores al cuadro de Bordalás, que apostó por un bloque sólido en defensa pero sin profundidad en ataque. No le ganó la batalla del centro del campo al Madrid, entregó el balón y estuvo vendido cuando los blancos consiguieron abrir su defensa.

Caminando por el alambre

Valverde y Fran García lo probaron en el primer cuarto de hora, justo antes del gol del turco. Vinicius arrancó en una contra tras un córner de los locales y provocó el tanto. Brahim no aprovechó el pase atrás del brasileño y el rechace terminó en Güler, que batió a Soria con la derecha desde la frontal del área. Sin reacción, el Getafe repitió un plan: balones largos para que Borja Mayoral se peleara con Asencio y alguno de los centrocampistas pudiera lograr una segunda jugada. Tuvo intentos, pero no puso en aprietos a Courtois.

En el otro área, el Madrid se adueñó del balón y buscó romper al espacio con Vinicius y Endrick, que entró en el lugar de Rodrygo y tuvo un mano a mano clarísimo en el minuto 30. Alaba le encontró en largo, el joven delantero tiró una pared con Vini y cuando estaba delante del portero, no logró superarle. Hubiera sido la sentencia de un partido que seguía en el alambre, a un gol de ponerle en bandeja la Liga al Barça.

Pero el paso por vestuarios descolocó al Madrid. Alaba, con molestias en la pierna izquierda, se quedó en la caseta y Camavinga entró en el césped, obligando a Tchouaméni a pasar al centro de la defensa. Y lo que carburaba a pleno rendimiento se gripó. Güler dejó el mando y los blancos comenzaron a perder duelos individuales alentando al Getafe. Lo vio Bordalás, que apretó la salida blanca y lo apostó todo al ataque, dando entrada al gigante Álvaro, canterano madridista, a Coba y a Peter, látigos en la banda. Por ahí nació el peligro local.

Una de las paradas de Courtois ante el Getafe.

Una de las paradas de Courtois ante el Getafe.AP

El Madrid, con la Liga en juego, sufrió. Por el ímpetu rival y por sus propios errores, inadmisibles en un equipo que está peleando por el título. En el 56, Endrick tuvo otro mano a mano clarísimo ante Soria, pero con tiempo para pensarlo todo, intentó una vaselina que apenas se levantó del suelo. En la banda, Ancelotti se desesperó y llamó a Bellingham, que estaba calentando.

El enfado del italiano fue a más cuando Vinicius erró otra ocasión clarísima que hubiera sentenciado el duelo y les hubiera dado libertad para pensar en La Cartuja. El brasileño arrancó hacia portería en una contra, amagó ante varios defensas y en lugar de ceder a Bellingham, se jugó el disparo, forzado ante Soria, que sacó a córner.

Arambarri, en el otro área, perdonó la vida liguera del Madrid al definir desviado ante Courtois y el duelo entró en el drama con la lesión de Camavinga, que dejó a los blancos con diez en los últimos minutos. Ahí apareció el héroe Courtois, salvando a su equipo ante un disparo potente de Álvaro. Vivió el Madrid.

Djené: "Muchos en África creen que vas a Europa, ganas mucho dinero y lo mandas de vuelta. Y no es así de fácil, no les dicen la verdad"

Djené: “Muchos en África creen que vas a Europa, ganas mucho dinero y lo mandas de vuelta. Y no es así de fácil, no les dicen la verdad”

Djené Dakonam (Lomé, Togo, 1991) asoma por los pasillos del Coliseum de Getafe con la autoridad que le otorga el brazalete de capitán, las ocho temporadas que lleva en el club, los músculos (no nos vamos a engañar) y una vida de viajes y trabajo. De Togo a España pasando por Ghana, Benin, Camerún y Bélgica. Una experiencia con la que trata de convencer a las nuevas generaciones, admite tener «miedo» del futuro por sus hijos y por una sociedad que «ha cambiado mucho» y en la que «a los jóvenes no les dicen la verdad», explica, sobre el famoso 'sueño europeo'. En el césped, donde hoy se mide al Madrid, va con todo.

Usted nace un 31 de diciembre en Lomé, capital de Togo.
Mis padres son de Dapaong, pero yo nací en la capital. Una buena fecha porque celebrábamos la Navidad y el Año Nuevo. Somos cristianos, aunque ahora yo no soy muy practicante. Y desde pequeños jugábamos al fútbol, siempre después del colegio. Yo vengo de una familia humilde y para mis padres el colegio era importantísimo, tenía que estudiar sí o sí. Luego dejaba la mochila y a jugar.
Hábleme de su familia. ¿Sus padres a qué se dedicaban?
Somos cuatro hermanos y yo soy el más pequeño, era el más mimado. Mi padre era sastre y mi madre se dedicaba a comerciar vendiendo cosas en la calle. Yo iba de casa al colegio y luego al campo de fútbol.
¿Sigue en contacto con sus amigos de la infancia?
Sí, con la mayoría. Lo que pasa que soy el único que sigue jugando al fútbol. La mayoría ya se dedica a otras cosas en Togo, unos tienen trabajo, otros no... Pero... Yo querría volver a mi infancia, ¿sabes?
¿Por qué? Cualquiera diría que ahora tiene una vida más fácil, ¿no?
Todo era más... Limpio. Te lo juro. Quiero vivirla otra vez. Ahora lo tengo todo, familia, hijos... Y todo se complica un poco a veces porque no vives sólo para ti. Yo vivo para mí, para mis hijos, para mis padres... Es un peso. A veces está bien, pero a veces cuesta.
Cuando vuelve a Togo y está de nuevo con la gente con la que ha crecido, ¿qué se le pasa por la cabeza?
Lo aprovecho todo. Todos los años necesito ir allí en vacaciones para vivir con ellos el presente de mi país. Tengo que ir y estar con ellos, hablar del país, de lo que pasa, de lo que va bien y lo que va mal, de ver qué puedo corregir desde mi posición... Es algo que me da mucha más fuerza. Vivir lo que pasa realmente, porque leo los medios y a veces no te cuentan la realidad, la gente te cuenta otras cosas.

JAVIER BARBANCHO

¿Cómo corrige usted las cosas de su país?
Lo primero es ir allí y decirles la verdad, porque hay gente que se cree que todo es fácil, que llegas a España, juegas en la Liga y todos pueden hacerlo porque es fácil. Y no es así. La vida no es así. Intento decirles la verdad para que despierten, que todo se consigue trabajando con humildad. Y luego pues si la gente me cuenta sus proyectos intento estudiarlos y ayudarles. En mi pueblo me ven como un icono, soy el único futbolista, y las cosas ahí no son fáciles... No es fácil comer tres veces al día, así que si puedo les ayudo económicamente o de forma material, con proyectos de agricultura y cosas así.
Usted completó el famoso 'sueño' europeo, aunque esa no es la realidad de muchos inmigrantes.
Muchos creen que vas a ir Europa, vas a ganar mucho dinero y lo vas a mandar de vuelta, así de fácil. Y mi carrera no ha sido fácil. Jugué en Togo, en Ghana, en Benín y en Camerún antes de que me surgiera la oportunidad del Alcorcón. Es una lucha y a los jóvenes no se les dice la verdad. Entonces cada vez que puedo intento decirles la verdad. Mis amigos ya saben que no es algo fácil.
¿Qué es el fútbol para usted?
Todo. Cuando era joven estaba en la universidad, porque mi madre quería que fuera médico. Jugaba en la selección sub'18, creo, pero ella quería que estudiara. Hasta que me dio un clic, cogí la mochila y le dije que me iba a jugar al fútbol a Camerún, a la Primera División de allí. Me pidió que no me fuera, que estudiara, pero lo tenía claro y le dije "mamá, me voy".
Y en 2014 fichó por el Alcorcón, que entrenaba Bordalás. ¿Cómo lo consiguió?
Esto no sé si se sabe. Yo estaba en Camerún, en agosto de 2014, y de repente mi agente me llamó diciendo que había conseguido una prueba de dos semanas con el Alcorcón. Fui a muerte en cada entrenamiento y luego el director deportivo me dijo que no me quería, que ya tenía dos centrales y tres laterales. Así que me fui al hotel pensando en volver a Camerún. Y ahí me llamó otra vez diciendo que el entrenador, Bordalás, quería que me quedara. Y me quedé. Bordalás fue la clave.
¿Dónde vivía?
Vivía en Alcorcón, en un piso... Complicado. El otro día fui por la zona con mis hijos para que vieran dónde vivía. Era un piso... Uf. Tenía que ser cerca del campo e iba caminando todos los días, porque no tenía coche ni carnet. Pero lo superé porque sé de dónde vengo, me da igual el frío o el calor.
¿Sus hijos saben de dónde viene?
Sí, porque cada vez que tenemos vacaciones vamos a Togo para que vivan también esa realidad, lo que hay, que la vida no es tan sencilla.

JAVIER BARBANCHO

Dos años en Alcorcón, ficha por el Sint-Truidense de Bélgica, está un año y vuelve a España, al Getafe, de nuevo con Bordalás.
Tenía dos ofertas para volver a España, una del Getafe y otra del Levante. Al Levante lo entrenaba Muñiz, que había sido mi entrenador en mi segundo año en Alcorcón. Tenía dudas, así que llamé a mi madre. Y ella, que sabe cosas, me dijo "vete con tu primer entrenador, con el que te acogió como un hijo". Así que me fui con Bordalás, aunque la oferta económica del Levante era mejor. Y mira, ocho temporadas ya.
Hábleme de su cuerpo. ¿Cuánto lo ha trabajado y cuánto hay de genética?
Hay genética, claro, pero sin trabajo no vale nada. Yo desde joven lo he trabajado muchísimo, más que el trabajo con balón. En mi país no había gimnasio, pero aún así hacíamos de todo. Y luego, claro, hay cosas naturales. Cuando iba al colegio tenía que andar mucho y a veces íbamos corriendo o íbamos a coger agua de un pozo a casa y la llevábamos en los brazos durante mucho tiempo.
¿Usted le tiene miedo a algo?
Antes no, pero ahora sí. Tengo miedo por mis hijos, por lo que veo ahora, por lo complicado que es el mundo. No tengo miedo por mí, sí por ellos. Por el futuro, porque creo que el mundo en general va mal. Creo que en el mundo en el que yo vivía antes, cuando era niño, había más amor. Ahora hay más dinero, más cosas... Los seres humanos no vivimos como antes, la sociedad ha cambiado mucho, también en mi país y en África. En mi país la gente no ríe como antes, cada año que voy es peor. Están más tristes.
¿Ha sufrido racismo?
Yo en el campo me concentro mucho, de verdad, y los ruidos de fuera no los escucho. Y fuera... Yo voy tranquilo a los sitios y la gente no me lo dice, pero existe. Veo cosas. Veo cosas con mi mujer, con mis hijos... Pero lo asumo con humildad y creo que es un problema de educación. Creo que tenemos que educar más. Un padre no puede venir con su hijo al campo de fútbol y decir algo racista con el hijo delante, porque el hijo lo repetirá, seguro. Es algo que va de generación en generación y es un problema de educación. No sé si parará algún día, pero espero que vaya a menos porque creo que hay más gente buena que mala. En España hay mucha buena gente. Por ejemplo, con mi hijo en el colegio siempre se han portado bien.
Me han dicho que su ídolo de adolescente era Andrés Iniesta.
Sí, mi favorito. Empecé a verle cuando yo tenía 16 años o así, en 2007. Veía algo de fútbol en una televisión y me gustaba mucho. Yo era defensa, pero me daba igual, es un jugador que lo veías jugar y sólo podías decir 'guau'. Gracias a Dios jugué contra él en su último año.
La confirmación de Correa, los recuerdos de Peleteiro y Ceballos y el texto del Madrid: así despidió el deporte español al Papa

La confirmación de Correa, los recuerdos de Peleteiro y Ceballos y el texto del Madrid: así despidió el deporte español al Papa

Actualizado Lunes, 21 abril 2025 - 18:31

Este lunes por la mañana se conocía la noticia del fallecimiento del Papa Francisco, a los 88 años de edad, en su residencia de Santa Marta. El Pontífice llevaba una temporada complicada, estando tiempo atrás varios días ingresado en el centro Gemelli de Roma.

Desde el deporte español, diversos clubs han querido despedirse del Santo Padre. Uno de éstos ha sido el Real Madrid, que mediante un comunicado han lamentado la pérdida expresando sus condolencias. "Durante su pontificado, marcado por la dimensión de su gran legado, el Papa Francisco ha representado un enorme espíritu de solidaridad y apoyo a las personas más desfavorecidas y vulnerables", escribían los blancos en dicha nota informativa.

Otros equipos como el Atlético de Madrid, el Getafe, el Sevilla y el Villareal también han querido dar el pésame por el fallecimiento a través de respectivos mensajes en redes.

Asimismo, otras estrellas del deporte español han mostrado su emoción ante la gran pérdida. La atleta gallega Ana Peleteiro compartió por historias de Instagram una fotografía de Bergoglio sujetando una paloma y la ha acompañado con un emoticono de estrellas.

Igualmente, Dani Ceballos y Giulano Simeone, futbolistas del Real Madrid y del Atlético de Madrid, respectivamente, han difundido sendas imágenes del Papa durante diferentes momentos de su periodo al frente del Vaticano.

Un recuerdo especial ha tenido el futbolista argentino Ángel Correa, que colgó en sus redes un vídeo recordando que fue el Papa Francisco quien le confirmó.

El Papa, que por aquel entonces era arzobispo de Buenos Aires, sentía una gran afición por el equipo de fútbol de San Lorenzo. Ángel Correa estaba en ese momento en dicho club argentino y fue ahí donde recibió el sacramento de la confirmación por parte de Bergoglio.

El Real Valladolid condena la pelea entre Latasa y Luis Pérez

El Real Valladolid condena la pelea entre Latasa y Luis Pérez

Actualizado Lunes, 7 abril 2025 - 14:42

Una de las imágenes de este fin de semana fue la del encontronazo entre Juanmi Latasa y Luis Pérez dos jugadores del Valladolid que en pleno partido contra el Getafe, sentados en el banquillo, tuvieron una disputa que casi llega a las manos sino interviene un compañero que se situaba entre ambos.

Esto llevó al club a emitir un comunicado en el que afirma condenar todo lo ocurrido, lamentando la imagen dada por estos dos jugadores. En dicha información, la entidad hace referencia a la complicada situación que viven (están en el último puesto de La Liga y ante un descenso casi confirmado), pero también explicando que no es excusa para tener este tipo de actitudes, siendo necesario transformar esa frustración en "más compromiso, mejor actitud y mayor rendimiento, nunca en división y enfrentamiento".

Los jugadores implicados, Latasa y Luis Pérez, expresaron también sus disculpas a través de otro comunicado conjunto: "No hay resultado deportivo ni frustración provocada por el mismo que justifique la pérdida del respeto ni el comportamiento que ambos tuvimos ayer en el banquillo", recogió el documento en uno de sus puntos principales.

Asimismo, además de lamentarlo, afirmaron que acatarán las medidas que el Real Valladolid tome ante estos hechos. El equipo ya afirmó que se aplicará "el Reglamento General de Régimen Disciplinario con ambos jugadores".

Intento de agresión de Luis Pérez a Latasa en el banquillo del Valladolid durante el duelo contra el Getafe

Intento de agresión de Luis Pérez a Latasa en el banquillo del Valladolid durante el duelo contra el Getafe

Actualizado Domingo, 6 abril 2025 - 20:32

En medio del partido que enfrentaba al Real Valladolid y al Getafe, en el que los madrileños dominaban por 0-3 en el marcador, el defensa pucelano Luis Pérez ha intentado agredir a Juanmi Latasa en el banquillo justo cuando el delantero acababa de ser sustituido.

Sin saber qué es lo que provocó la reacción del futbolista, Pérez se lanzó a intentar dar un puñetado a Latasa, que ni se inmutó. Cömert, sentado entre ambos, tuvo que mediar y parar al defensa para que el capítulo no pasara a mayores.

Tras el encontronazo, el agresor ha decidido abandonar el banquillo y ha puesto rumbo a los vestuarios. Antes había manifestado sus quejas a otros compañeros que estaban en el lugar de los suplentes en el estadio de Pucela. Ambos momentos han sido recogidos por las cámaras de DAZN, cadena que retransmitía el encuentro.

El partido ha terminado con derrota de los vallisoletanos por 0-4 después de que un jugador, Mario Martín, fuera expulsado al filo del descanso. Este resultado perjudica aún más los intereses de un equipo que ocupa el farolillo rojo de la tabla y tiene pie y medio en el descenso a la segunda categoría.

Los pucelanos tienen la salvación a 16 puntos cuando quedan 24 en juego. De los últimos cinco encuentros, el equipo blanquivioleta ha perdido cuatro y sólo ha podido empatar uno.

La eterna espera madridista de Kubo: un pasaporte, cuatro cesiones y un "no" constante

La eterna espera madridista de Kubo: un pasaporte, cuatro cesiones y un “no” constante

Parecía llamado a dominar la futura banda derecha del Real Madrid y a ser la puerta millonaria del club hacia el tan deseado mercado asiático, pero Takefusa Kubo (Kawasaki,, 2001) sigue sin pasar el umbral del vestuario local de Chamartín y cada vez está más lejos. Por él, cansado de esperar desde su fichaje en 2019, y por el propio conjunto madridista, confiado su carril diestro a Rodrygo, Brahim y Güler. Hoy vuelve a visitar la Castellana con la Real Sociedad, dueña de sus derechos federativos y del 50% de lo que genere la plusvalía de una futura venta. El otro 50% es del Madrid, que lo vendió por seis millones a los txuri-urdin y se guardó esa opción, esperando ahora un ingreso millonario cuando alguien se acerque a los 60 millones de su cláusula.

A sus 23 años, Kubo volverá al Bernabéu con el mismo ánimo de revancha y la misma rabia acumulada de siempre, amenazando futbolísticamente al equipo que un día llamó a Japón y le recuperó para el fútbol español después de haber abandonado las inferiores del Barça.

Y es que la historia de Kubo en la capital es la de la espera y el rechazo. Un «no» constante que ha condicionado la primera etapa de su carrera. Aterrizó en el verano de 2019, formando parte de una camada adolescente que era vista en la cúpula como la heredera de la época dorada. Por ahí estaban Vinicius y Valverde, firmados en 2018, más Brahim, Rodrygo y Kubo, cuyos fichajes llegaron en 2019 junto a Militao y Mendy.

El ejemplo de Odegaard

De todos ellos, sólo Kubo se ha quedado en la carretera, compartiendo con Martin Odegaard el foco de los proscritos. En su momento, el noruego decidió que no iba a esperar y el club le vendió al Arsenal por casi 40 millones, previo paso brillante por la Real Sociedad. Lo suyo fue rápido y ahora es el capitán de los gunners.

En el caso de Kubo, todo ha sido diferente. Una situación peculiar limitada desde el principio por su pasaporte extracomunitario. La acumulación de extranjeros en el Madrid, especialmente brasileños, obligó al conjunto blanco a elegir desde 2019 a varios descartes, y Rodrygo siempre le ganó la partida a Kubo en el extremo derecho. Mientras el brasileño crecía junto a Vinicius en el ataque madridista, el japonés vivía temporadas complicadas entre Mallorca, Getafe y Villarreal. Cuestión de elecciones y de destino.

Así que el Madrid ganó la Champions 2022 con Rodrygo como héroe de la eliminatoria contra el Chelsea y el City en el momento en el que Kubo terminaba su segundo paso por Mallorca. Antes, había pedido dejar el Villarreal a mitad de año porque Unai Emery no contaba con él, y acabó unos meses en el Getafe de José Bordalás. Un camino de espinas que le revolvía el estómago, presionado mediáticamente en Japón y con la obsesión de brillar en Europa.

Kubo, rodeado de jugadores del Valladolid, el sábado en el Reale Arena.

Kubo, rodeado de jugadores del Valladolid, el sábado en el Reale Arena.EFE

De blanco sólo le hemos podido ver en una pretemporada, la de 2019, cuando fue uno de los protagonistas por la ilusión que despertaba su fichaje. Se fue a la gira americana con Zidane, tuvo minutos y volvió para ponerse a las órdenes de Raúl en el Castilla, donde compartió algún amistoso con el propio Rodrygo. Un casting que terminó ganando el brasileño, que aceptó jugar varios partidos oficiales con el filial.

El japonés, mientras, observaba la elite con ansia. «Era cabezota. Tenía mucha personalidad y muy claras sus decisiones», recuerdan en Valdebebas fuentes consultadas por este periódico. «Me estresaba muchísimo en cada entrenamiento porque quería demostrar mi valía», admitió hace unos meses en una entrevista.

No llegó a debutar en partido oficial con el Madrid porque salió cedido al Mallorca justo antes del inicio de aquella temporada. Una decisión que el club veía bien para su formación, pero que quizás llegó demasiado pronto y el foco, lejos del Bernabéu, se fue apagando. No volvió a jugar de blanco. La pandemia en 2020, los Juegos en 2021 y su fichaje definitivo por la Real en 2022 lo impidieron.

Retraso en las nacionalizaciones

En esa operación, el Madrid se guardó una opción preferencial para recuperarle y el 50% de la plusvalía de una futura venta a cambio de seis millones. Seguía gustando en Valdebebas, pero el retraso en las nacionalizaciones de Militao, Rodrygo y Vinicius lo alargaba todo. Tres años después, todo parece haber cambiado. El japonés renovó con la Real hasta 2029, aunque mantuvo la cláusula en 60 millones, una decisión que desliza la intención de una futura venta.

El Madrid tiene hueco para extracomunitarios, nacionalizados ya los brasileños, pero la nueva zurda joven se apellida Güler y el nombre de Kubo se ve más como fuente de ingresos que en la espalda de la camiseta, esperando en Valdebebas ese salto definitivo en la carrera del talento asiático. Hoy, en la vuelta de semifinales de Copa, nueva reválida.

Simeone es lo que es... y a veces no es suficiente

Simeone es lo que es… y a veces no es suficiente

Cualquier debate sobre Simeone nace viciado porque para los atléticos no es un entrenador sino un familiar y un héroe y para los madridistas, que aseguran que a ellos el Atleti les da igual pero plagan las redes y los medios de ataques al Cholo, no es un entrenador sino un pimpampum. Este segundo grupo refuerza la reacción siciliana del primero y a partir de ahí todo es elegir bando. La más leve crítica te hace anticholista y cualquier elogio, un devoto ciego.

Y no. O no debería porque limita el asunto a una ridícula pugna de máximos: hay que renovarle de por vida o despedirle hoy mismo. Dos bobadas de similar calibre. Simeone recogió un Atlético en derribo y con las piezas de un triciclo destrozado construyó un avión. Es uno de los trabajos más brillantes de un entrenador en este siglo y eso no se lo va a quitar nadie.

Tan cierto como que una primavera más, y van cuatro seguidas, apenas comienzan las alergias y el Atleti ya está a verlas venir, con un partidito a la semana para acabar tercero sin sudar y decir que ha cumplido objetivos (la baza de la Copa cambiaría el ánimo más que la evaluación). La justa indignación con el (supuesto) doble toque de Julián Álvarez llega hasta donde llega y ese lugar no debería ser la rueda de prensa del Cholo tras dar pena ante el Espanyol. Era día para la autocrítica y, como ha pasado demasiadas veces en los últimos años, no llegó.

El Atleti no se dejó la Liga en el 2-4 del Barça sino en los esperpentos en Getafe y Cornellà. Una escena, la dimisión fuera de casa cuando no se mide a colosos, que repite desde hace un lustro. No es casualidad. Si la sensación es mejor esta temporada que las pasadas es porque el Cholo ha vuelto a crear un equipo competitivo ante Madrid y Barça, ha ganado la arriesgada apuesta de Giuliano y ha captado para la causa a un fuera de serie como Julián. No es poco, pero no es suficiente.

Simeone es el entrenador que es, como Guardiola, como Ancelotti, como Flick, como todos. Ha evolucionado, claro, pero dentro de los parámetros del fútbol en el que cree (control, que ocurra lo menos posible, esperar el error...). Y cuando lo basas todo en resistir, tus futbolistas morirán por ti en el Bernabéu, pero se sentirán peces fuera del agua cuando no tengan molinos enfrente en Leganés o Vallecas. Ahí ni encontrarán un enemigo ante el que ser David ni sabrán ser Goliat. Serán la nada. Así lleva años el Atleti y le condena al limbo de la decepción. ¿Es capaz el Cholo de cambiarlo? A estas alturas, la duda es legítima y el tiempo para resolverla no puede ser eterno.

El doble pecado de Correa en la primera derrota del Atlético ante el Getafe en 14 años: "Hijo de mil putas, cagón, la concha de tu madre"

El doble pecado de Correa en la primera derrota del Atlético ante el Getafe en 14 años: “Hijo de mil putas, cagón, la concha de tu madre”

Dicen que después del pecado viene la penitencia, el problema para Ángel Correa es que se fue con dos del Coliseum. Uno por dejar a su equipo con 10 y favorecer lo que ocurrió a la postre: la primera victoria del Getafe ante el Atlético de Madrid en 14 años. El segundo fue que su entrenador no va a poder contar con él entre 4 y 12 partidos. "A Ángel lo queremos muchísimo y no va a cambiar la opinión que tenemos de él", manifestó Dieo Simeone en la rueda de prensa post partido.

Lo que le dijo el delantero argentino al árbitro del encuentro, Guillermo Cuadra Fernández, fue bastante menos positivo. Según el colegiado, se dirigió a él en los siguientes términos tras ser expulsado por disputar el balón con el defensa del Getafe Djené con "fuerza excesiva": "Hijo de mil putas, cagón, la concha de tu madre".

Ese insulto se considera que infringe el artículo 94 del reglamento general de la Federación Española de Fútbol, que reza lo siguiente: "Insultos, ofensas verbales y actitudes injuriosas. Insultar, ofender o dirigirse en términos o actitudes injuriosas al árbitro principal, asistentes, cuarto árbitro, directivos o autoridades deportivas, salvo que constituya falta más grave, se sancionará con suspensión de cuatro a doce partidos".

"Djené se tira bien"

El insulto llegó después de que el colegiado del encuentro fuera a revisar una entrada extemporánea del argentino sobre Djené. Una presión excesiva y hasta el final, quizás innecesaria teniendo en cuenta que, en aquel momento, el marcador era favorable a los intereses rojiblancos. "La roja de Correa, que puede ser o no, Djené se tira bien y el árbitro decide expulsarlo", ironizó Simeone cuando fue preguntado tras el encuentro.

Así, si el primer pecado de Correa le cuesta al Atlético la posibilidad de asaltar al líder tras la anulación de su encuentro ante Osasuna, el segundo le impide al Cholo contar con él en la difícil serie de encuentros que se le presentan al equipo este próximo mes. La sanción no se le aplicará en la vuelta de Champions de este miércoles, pero el argentino no podrá ser alineado contra el FC Barcelona el próximo domingo en el Metropolitano en liga y, dependiendo de la gravedad, tampoco podrá disputar la vuelta de Copa ante el mismo rival. "No tenemos que pensar en el árbitro, tenemos que pensar en jugar mejor", apuntó el Cholo.

El delantero argentino pidió perdón horas después de su expulsión tanto al colegiado como a la afición y a sus compañeros. Lo hizo en sus redes sociales donde aseguró que su "respeto hacia los árbitros es total" y que esa reacción no es propia de él. Decía que "estaba muy caliente por dejar al equipo con diez en un momento tan delicado" y que reaccionó "de la peor forma".

Un contratiempo para Simeone y para su fondo de armario, que estaba siendo crucial en la temporada rojiblanca. Parte de la responsabilidad recae sobre Sorloth. El noruego es, con siete, el suplente más goleador de la historia rojiblanca en liga. El 9 del Atlético transformó el polémico penalti que se pitó en el Coliseum. Se produjo tras un rebote en la mano de Alderete al chocar con Soria. "No voy a entrar en detalle. Ellos vieron penalti y no podemos hacer nada. Lo más importante es la victoria", confesó Bordalás contento por el resultado de su equipo.

Como para no estarlo, el técnico azulón acabó con sus demonios. Eran 14 años sin ganar al Atlético de Madrid. O, lo que es lo mismo, desde que se sentó Simeone en el banquillo rojiblanco. En total eran 27 duelos consiguiendo, máximo, un empate. "No pienso ni en las estadísticas ni en la historia solo en el momento y en la victoria", declaró el técnico azulón.

Lo cierto es que no es la primera vez que el Getafe rompe la estadística ante los rojiblancos. La temporada pasada fue el equipo que, con un 3-3 y una exhibición de Borja Mayoral, consiguió quebrar la racha de 20 victorias seguidas de los de Simeone en el Meteopolitano. En esta ocasión, el delantero madrileño partió desde el banquillo, pero antes del encuentro el presidente del club, Ángel Torres, le hizo entrega de una camiseta conmemorativa por cumplir 100 partidos con el club azulón.

Cabeza en la Champions

"Tenemos que digerir una derrota merecida. Aceptarla y a pensar en lo que viene", mantuvo el Cholo Simeone. Lo que viene es la vuelta de Champions ante el Real Madrid con una desventaja mínima en el marcador. Pablo Barrios reiteró que, pese a la tristeza de la derrota, la mente del vestuario ya está en ese partido. De hecho, el canterano, que entró en la segunda parte sustituyendo a Rodrigo De Paul, aseguró que no les afectó la cercanía de ese duelo en el rendimiento de este. "Todos sabíamos el partido que nos tocaba hoy y ahora a pensar en el encuentro del miércoles", expresó el canterano.

La falta del intensidad del Atlético pudo ser por el desgaste de ese periodo de entreguerras, la hora o, también por el césped. El balón no corría en la hierba de un Coliseum que estaba al límite reglamentario: 30 milímetros. Encima, la lluvia apenas hizo acto de presencia durante el encuentro.

Sea lo que fuere, el miércoles será otra competición y otra historia. En la europea es el rival el dragón a batir. Nunca ha conseguido hacerlo el Atlético en Champions. Aunque hubo brotes verdes en la última semifinal que se enfrentaron en 2017 y, sobre todo, en la victoria rojiblanca en la Supercopa de Tallin un año después. No es Champions, pero es un título. El último en las vitrinas europeas del Atlético.

El Atlético se pierde en Getafe en el periodo de entreguerras

El Atlético se pierde en Getafe en el periodo de entreguerras

Se llama interbellum al periodo de entreguerras, ese en el que el viejo continente vivió como si fuera su último día, consciente de que se encaminaban a un desastre mayor del que vivió en la Gran Guerra. Nadie sabe cómo será la batalla del Metropolitano del próximo miércoles, pero al Cholo no le importa. Partido a partido. Primero lo intentó con los titulares y luego con los suplentes, pero le salió mal.

El Atlético quiso exhibir su gran fondo de armario, pero tuvo una de cal y otra de arena. Si Sorloth fue la de cal transformando el polémico penalti, Correa fue la de arena. El argentino no sólo fue expulsado, sino que tras su roja empató el Getafe y se volcó sobre Oblak. Tanto que consiguió matar al dragón, a ese que les martirizaba desde hace 14 años. Arambarri fue el ejecutor. El uruguayo, con un doblete, se convirtió en el héroe azulón.

Y eso que los rojiblancos no querían sorpresas y salieron en Getafe con el once que los niños saben de carrerilla, con pequeñas variaciones, unas previstas y otras imprevistas, como las molestias del calentamiento que obligaron a Lenglet a sentarse por Giménez. Bordalás, en cambio, sentó a Mayoral, en su partido 100 con la azulona, en parte por físico en parte por táctica. Quería balas arriba el entrenador getafense.

El partido empezó lento, mucho, y no tanto por ese periodo de entreguerras que obliga a contemporizar al Atlético sino por el césped, alto hasta el límite. Dijo el Getafe que no pudo recortarlo de los 30 milímetros que lució. Encima, sin lluvia inicial, el balón no corrió, se arrastró. Solo lo aceleró un jugador, De Paul. El argentino practicó la omnipresencia, desde la sala de máquinas hasta la portería contraria.

El peligro del Getafe lo llevó Coba por la banda de Molina. El joven jugador azulón fue un tormento para el argentino. Se le fue casi cada vez que lo intentó y, si no fuera porque no terminó de afinar el último pase, sus regates se hubieran visto reflejados en el marcador. De hecho, fue el conjunto de Bordalás el que más merodeó la portería rival. Oblak tuvo que detener un peligroso disparo de Álvaro que no entró en la estadística porque el árbitro decretó fuera de juego, si hubiera entrado, quizás el VAR habría corregido a Cuadra Fernández.

El que sí entró, en la estadística no en la portería, fue el cabezazo franco de Uche tras un centro de Arambarri. El nigeriano lo hizo flojo y al centro con lo que el portero esloveno del Atlético no tuvo que esforzarse para detenerlo. Sería el césped, el duelo de Champions o la hora, pero la primera mitad hubo que masticarla, como un bocadillo.

Salieron Correa por Lino y Barrios por De Paul, el primer síntoma de que partido a partido, sí, pero el Madrid visita el miércoles el Metropolitano. Necesita el Cholo a todos a tope y ya han quedado en el retrovisor los errores por exceso de fogosidad del canterano. Además, con el argentino, es de los que mejor distribuye el juego rojiblanco. Y será por la cholina en el descanso será porque había que aprovechar el aplazamiento del duelo del líder, la segunda mitad comenzó con más ritmo del conjunto que vestía de celeste.

Querían seguir cumpliendo con la historia, la del dragón que atemoriza la población del sur de Madrid. Llevaba el Atlético 14 años sin perder con el equipo de Bordalás, desde la llegada de Simeone al banquillo. Y quizás esa confianza en la historia y en las estadísticas provocó que el técnico sacara a Lemar por Molina, un jugador que llevaba seis minutos en liga.

VAR y locura

El experimento pareció salir en primera instancia. El francés colgó un balón que provocó un choque entre Soria y Alderete con este último tocando el balón con la mano. Esas manos que hoy en día pitan siempre como penalti y claro, el VAR llamó a Cuadra Fernández y este no tuvo otro remedio. Sorloth lo transformó entre grandes protestas del banquillo azulón que vio una roja. Este fútbol de hoy en día es muy extraño.

Pero Correa se olvidó que su equipo ganaba y cometió una imprudencia en la que también intervino el VAR. Roja, a la calle y locura. Arambarri, el pichichi del Getafe, se erigió en el héroe que mató al dragón. Lo hizo con un doblete postrero y dejó a los rojiblancos sin liderato. Un rechace y un rebote, puro Getafe. 14 años sin ganar al Atlético terminaron el domingo.