Andoni Goikoetxea: "Aquel Athletic lo tenía todo: calidad, físico, compromiso y solidaridad"

Andoni Goikoetxea: “Aquel Athletic lo tenía todo: calidad, físico, compromiso y solidaridad”

Aquel Athletic de cuando entonces, el último que ganó una Copa del Rey, la vigesimotercera, en la temporada 1983/84, venía de llevarse la Liga, y volvería a hacerse con ella un año después, con un equipo firme y competitivo, formado a imagen y semejanza de su entrenador, Javier Clemente. Andoni Goikoetxea (Baracaldo, 1956) era un jugador capital en la formación que aún recitan de memoria los ya curtidos aficionados, un central que había llegado a la final bajo la sombra de la entrada que lesionó gravemente a Maradona en el partido de Liga de esa misma temporada. El hoy representante institucional del club atiende a EL MUNDO en conversación telefónica días antes de la final de La Cartuja ante el Mallorca.

A diferencia de las anteriores finales perdidas, en esta ocasión el Athletic sale como claro favorito...
Pero eso no nos lleva a nada. Yo he estado en las últimas, Barcelona, Valencia, Bucarest [final de la Liga Europa ante el Atlético de Madrid, que perdió el Athletic 3-0], La Cartuja... La última que ganamos veníamos de ser campeones de Liga pero no íbamos de favoritos. Siempre que juegas contra un Madrid o un Barcelona esa vitola la tienen ellos, y sin embargo la ganamos. ¿Qué quiere decir esto? Que hay que ser cautos, que el Mallorca es un equipo complicado, rocoso, al que el Barcelona hace poco sólo le pudo ganar 1-0, al que allí no conseguimos derrotar, sí aquí en San Mamés, 4-0, pero las finales se ganan cuando terminan, no hablando, diciendo. Por lo que estamos ilusionados es porque el Athletic tiene un buen fútbol. Posee un grandísimo portero, juegue Simón o Arrizabalaga, también una buena defensa, un centro del campo creativo y fuerte, y arriba gente rápida, que está con gol. Luego, aparte de jugar bien, hay que tener acierto. Si así sucede, pues se traerán la Copa. Pero no he visto ganar ningún partido antes de que se juegue.
Menudo Barcelona aquel al que ganó el Athletic en la final de 1984...
Fue una final dura. Metimos el gol en el primer tiempo, todo el equipo defendió luego de manera fantástica, salimos al contragolpe y tuvimos alguna oportunidad más. Maradona y Schuster eran en ese momento los dos mejores futbolistas del mundo.
Entonces no había pasado tanto tiempo sin ganar una Copa. El Athletic la había conseguido ante el Castellón en la temporada 1972/73. Ahora hay varias generaciones que no saben lo que es sacar la gabarra. ¿Cuántos años tiene su hijo mayor?
Tengo dos hijas, una nacida en 1982 y otra en 1987. Mi hija mayor tenía dos añitos. Estuve con ella cuando fuimos a la Virgen de Begoña y en los actos públicos, pero, obviamente no lo recuerda. Hay mucha gente, de 50 años para abajo, que recuerda que les dieron vacaciones en el colegio para ir a ver la gabarra, pero no lo vivieron como un adolescente o alguien más mayor. El Athletic aglutina todas las capas sociales. Si en aquel momento, los medios de comunicación dijeron que había un millón de personas, creo que esta vez si se gana esto se multiplicará por tres. Todo el mundo va a querer estar allí, unos para rememorar los viejos tiempos y otros para verlo por primera vez.
¿Qué les ha contado a sus hijas de aquello?
Les cuento lo mucho que cuesta. El hecho de que hayan pasado 40 años demuestra que las cosas no son nada fáciles. Lo sufrimos. Teníamos un gran equipo, con buen ambiente y con muy buenos jugadores, un buen entrenador. Un equipo solidario, comprometido, con calidad, pero que lo consiguió con esfuerzo, sin el cual no se logra absolutamente nada
¿Se respira ahora una atmósfera de mayor ansiedad que entonces?
Yo ando por la calle y es lógico ver a gente nerviosa, también con algo de euforia, pero eso también es bueno, es normal que haya confianza en el equipo, estamos peleando por puestos de Champions y en una final de Copa con posibilidades de ganarla. Sí, la gente de 40 años sólo ha podido ver reportajes y están deseosos de festejarlo. Yo creo que esta vez se va a conseguir.
No hacía demasiado, en el inicio de la temporada 1980/81, el Athletic había perdido 7-1 ante el Real Madrid en el Bernabéu. Aquello provocó incluso un debate sobre la filosofía del club.
Ese partido no se nos olvidará nunca, porque ahí queda. Recuerdo que estaba de entrenador Helmut Senekowitsch y una de sus declaraciones, poco afortunada, fue que perder por la mínima sería un buen resultado. Pues nos metieron siete. Pero no es más que un partido. La Liga es la competición de la regularidad y poco después fuimos dos años los mejores.

"Hay un Athletic para años, pero debemos estar preparados para las vacas flacas"

Poco después llegó Javier Clemente al banquillo.
Un muy buen conocedor del fútbol. Polémico, si se quiere, pues buscaba que el equipo estuviese relajado y centrado en lo suyo. Y un técnico que transmitía con nitidez su mensaje a los jugadores, se le entendía lo que quería de nosotros.
Volviendo a la final de Copa, es inevitable recordar el triste epílogo, con la pelea sobre el césped entre varios jugadores.
Aquello fue triste. Nadie puede sentirse bien viendo aquella chapuza que se organizó después del partido. Quien lo provocó fue Maradona, golpeando a Sola y reventándole la cara. Siempre digo, cuando suceden cosas así, ¿quién lo provoca, el que gana o el que pierde? Nosotros lo único que queríamos era abrazarnos, festejarlo. Lo provocó Maradona y luego entramos todos en la trifulca. Fue muy desagradable, muy feo.
Venía caliente la final tras la entrada que le hizo usted a Maradona meses antes en un partido de Liga.
Sí, aquello fue en septiembre, luego llega a la final con el Barcelona, se va a Italia al Nápoles, gana el Mundial de 1986 con Argentina, todo ello posterior a la lesión. También estaba Menotti como entrenador del Barcelona. Luego coincidí con él en mi etapa en el Atlético de Madrid y nos llevamos fenomenal. Nadie se siente orgulloso de lo que sucedió.
La sociedad ha cambiado mucho y ahora el Athletic tiene jugadores originarios de otros países, como los hermanos Williams.
Viene a Euskadi mucha gente de otros lugares, nacen aquí y crecen aquí. A mí siempre me gusta decir que en el Athletic juegan los vascos, que pueden serlo habiendo nacido en cualquier otro sitio. Hay mucha movilidad interna y externa. Hay gente que tiene hijos vascos fuera de Euskadi, que también tienen cabida en el Athletic.
Maradona, en un momento de la gresca.

Maradona, en un momento de la gresca.

Cada vez resulta más difícil defender esta filosofía
Todos estamos satisfechos. Cuando digo que el Athletic es el mejor equipo del mundo, mucha gente se me queda mirando, "eh, eh", me dicen. Pues sí, para mí lo es, porque con esta filosofía competimos con los mejores y en ocasiones somos hasta capaces de poder ganarlos. En muchos sitios del mundo se han dado cuenta. Es para sentirse orgullosos. Como la selección de Euskadi, que juega contra Uruguay y es capaz de empatar y casi de ganar
La tendencia va en otra dirección, con proyectos como la Superliga que no favorecen el romanticismo.
El equipo es joven y tiene futuro, pero siempre estamos en el filo de la navaja. Tenemos las opciones de contratación que tenemos. Ahora estamos en ese punto de sierra alto, con gente joven, para años, pero también vendrán las vacas flacas y habrá que empujar y animar para salir adelante.
Ya las ha habido, no hace demasiado.
Por eso digo que hay que aprovechar los momentos como éste. Ahora hay un Athletic para años, que estoy seguro que dará triunfos. Un equipo que además juega bien y genera ilusión. Tiene gol, tiene llegada, una buena defensa con dos laterales ofensivos, dos buenos porteros, a Julen [Arrizabalaga] le conocemos menos, pero Unai Simón es uno de los mejores del mundo y un entrenador como Ernesto Valverde que hace su gran trabajo, siempre comedido, sin ninguna declaración malsonante, que lo está haciendo de diez.

"Quien provocó la bronca fue Maradona, que le reventó la cara a Miguel Sola"

Y en su posición tampoco faltan jugadores de garantías...
Los tres son buenísimos. Yeray es rápido y buen marcador, Paredes y Vivian... Me gusta el equipo, De Marcos por la banda, tenemos a Yuri lesionado y sale Lekue y lo hace francamente bien. El centro del campo ha cambiado, en lugar de Vesga y Dani García han entrado Ruiz de Galarreta y Prados, que ya en el Bilbao Athletic me encantaba, siempre con buen criterio, dando bien el balón. Y arriba, los hermanos Williams, por la derecha y por la izquierda, Berenguer, que es otro rapidísimo que tiene gol, Guruzeta, que está en un momento muy bueno y aparte de hacer una referencia arriba trabaja bien en el centro del campo, con buen remate, alto, fuerte, Sancet, otro jugador joven, internacional, Unai Gómez, que es otro jugadorazo... Es un equipo que se va a consolidar y va a dar más triunfos.
Un equipo tal vez más creativo, menos físico, que el de 1984...
El nuestro era físico, era de calidad, tenía de todo. Estamos hablando de fútbol de alta competición y hay que correr, hay que estar muy bien preparado y también hace falta precisión y técnica.
¿Irá a Sevilla a ver la final?
No, lo voy a ver en San Mamés. Las dos entradas que me correspondían se las he pasado a dos buenos 'athleticzales' que estaban como locos por vivir ese momento. Y yo lo voy a ver desde las pantallas gigantes del estadio.
Alcaraz se luce ante Carballés en un cómodo debut en Miami

Alcaraz se luce ante Carballés en un cómodo debut en Miami

Son ya 11 las victorias consecutivas de Alcaraz ante jugadores españoles. El número dos del mundo no pierde contra ninguno de sus compatriotas desde las semifinales de Indian Wells de 2022, cuando Rafael Nadal hubo de comprometer su físico para desembarazarse de él en un durísimo partido a tres sets. Han transcurrido tan sólo dos años, un tiempo que el murciano ha rentabilizado hasta convertirse en el jugador que hoy es, un doble campeón del Grand Slam que busca en Miami su sexto Masters 1000 y, de paso, ingresar como el primer tenista español capaz de redondear en una misma temporada victorias en Indian Wells y en el torneo que ahora nos ocupa.

En el día de su trigésimoprimer cumpleaños, Roberto Carballés no pudo detener esa secuencia triunfal. Fue en Miami, poco después de aquella derrota ante Nadal, donde Alcaraz consiguió su primer gran título, el despegue de una carrera que vuelve a repuntar tras algunos meses menos brillantes, condicionados por los problemas físicos y por la evolución lógica de un tenista de 20 años. Alcaraz venció por 6-2 y 6-1, en una hora y 25 minutos, clasificándose para la tercera ronda.

Ritmo insoportable

Desde las tres bolas de que dispuso para igualar a uno tras perder su saque en el juego de inicio, Carballés no volvió a contar con opciones de equilibrar un partido dominado con autoridad por su rival, que impuso un ritmo insoportable para el canario, 64º del mundo. Alcaraz desplegó todos sus recursos y, a partir de la holgura con la que dominó, experimentó con distintas variantes de su juego, siempre con acierto y alegría a la hora de aproximarse a la red.

Ausente Novak Djokovic, el jugador de El Palmar es el principal favorito para un triunfo que tratarán de discutirle Jannik Sinner, a quien venció en semifinales de Indian Wells, y Daniil Medvedev, defensor del título, al que superó en la final. Carballés trató de ir con todo a medida que avanzaba el duelo, sin escatimar riesgos, pero volvió a ceder su saque de entrada en el segundo parcial, deslizándose ya de manera irremediable por la pendiente, aunque sin bajar nunca los brazos. Se dio el gusto, al menos, de llevarse un punto con dejada, contradejada y réplica, en el juego que vino a continuación. Leve paréntesis en el festival de su adversario, que reanudó su afinada tarea y espera rival del partido entre Gael Monfils y Jordan Thompson.

Alcaraz debuta ante Carballés en busca del 'doblete' en Miami

Alcaraz debuta ante Carballés en busca del ‘doblete’ en Miami

Sólo once jugadores han ganado en una misma temporada en Indian Wells y Miami, combinación que se conoce como el Sunshine Double. Ninguno de ellos fue español. Carlos Alcaraz, que el pasado domingo revalidó el título conquistado en Indian Wells, se encuentra de nuevo ante la oportunidad de suceder a Roger Federer, que hizo doblete en tres ocasiones, la última de ellas en 2017. El número dos del mun do debuta este sábado con Roberto Carballés, 64º, en el que será el primer cruce entre ambos. El tinerfeño, que ha debido disputar un partido, superó en la primera ronda a Aleksander Vukic por 7-6 (2) y 6-3.

En 2023, Alcaraz perdió en las semifinales ante Jannik Sinner tras un magnífico partido que se fue más allá de las tres horas. Ya recuperado del esguince en el tobillo derecho sufrido en el torneo de Río de Janeiro, que condicionó su rendimiento en los primeros partidos en el desierto californiano, y pleno de convicción tras conseguir el que fue su primer título desde Wimbledon, el español, que no se cruzaría con Sinner ni Medvedev hasta una hipotética final, perseguirá su sexto Masters 1000.

Ausente Novak Djokovic, cuyo inicio de curso está muy lejos de lo que acostumbra (semifinales en el Abierto de Australia y tercera ronda en Indian Wells) el español contará, además, con la posibilidad de estrechar las diferencias jerárquicas. Se encuentra a 920 puntos del serbio, que podrían reducirse a 280 en caso de que se haga con el título.

Carballés, de 30 años, cuenta con dos títulos: Quito, en 2018, y Marrakech, en 2023, ambos sobre tierra batida. En el último Abierto de Estados Unidos consiguió su única victoria ante un top 5, al imponerse al danés Holger Rune, entonces cuarto en el escalafón.

¿Qué fue de Martín Landaluce, el campeón júnior del US Open?

¿Qué fue de Martín Landaluce, el campeón júnior del US Open?

Aún tiene 18 años y su potencial permite concebir esperanzas, pero Martín Landaluce no ha respondido a la proyección que insinuaba la victoria en el US Open júnior de 2022. La invitación al Masters 1000 de Miami es una nueva oportunidad para este madrileño de 1,91 metros y poderosa pegada que no ha conseguido abrirse paso en los torneos ATP casi un año después de su paso por el Mutua Madrid Open, donde cayó de entrada frente a Richard Gasquet. Desde entonces, sólo ha podido disputar un torneo del circuito, el ATP 250 de Umag, con derrota en primera ronda ante Taro Daniel. Ahora es el 360º del mundo.

Para saber más

Este miércoles (17.00 h., Movistar) se enfrenta al mallorquín Jaume Munar en el que será su segundo partido en un Masters 1000. Landaluce lleva tiempo trabajando en la Rafa Nadal Academy, donde sigue con Óscar Burrieza, su entrenador de toda la vida, además de contar con Gustavo Marcaccio, también integrante del equipo de Rafael Nadal. Su último partido fueron las semifinales del challenger de Tenerife, donde perdió frente al veterano Mikhail Kukushkin: 6-2, 2-6, 6-7 (4). A principios de febrero ganó un título ITF en Vila Real de Santo Antonio (Portugal).

«Se lo toma como una semana más en esta etapa de formación en la que se encuentra, proceso del que disfruta día a día, tanto si es una semana de entreno como si es competir en un escenario como éste», comentó Burrieza, tras el entrenamiento de este martes celebrado en Miami.

La delicada transición

Nunca fue fácil hacer la transición desde las categorías inferiores, donde los títulos, por lustrosos que sean, no representan una garantía de asentamiento en el tenis profesional. Nadal, uno de los mejores tenistas de siempre, y Carlos Alcaraz, que acaba de revalidar su título en Indian Wells y ya cuenta con cinco Masters 1000 y dos títulos del Grand Slam, se saltaron la fase de crecimiento para irrumpir con todo en edades de formación, sin apenas tiempo para dejar una huella rotunda en estratos más pequeños.

«Compartir entrenamientos con jugadores de alto nivel es una de las mejores maneras de aprender y progresar. Son experiencias que siempre suman más allá del resultado y de esa manera nos lo tomamos todos en el equipo», agregó Burrieza, cuyo pupilo ha tenido la oportunidad de hacer guantes con tenistas de primer nivel a lo largo de estos últimos días.

Martín Landaluce, en la Academia de Nadal.

Martín Landaluce, en la Academia de Nadal.Álvaro DíazMUNDO

Daniel Rincón, 21, también ganó el título júnior en Nueva York, un año antes de que lo hiciera Landaluce. Número 200 del mundo, el abulense se encuentra en una situación similar a la de su compañero en la academia de Rafa Nadal. Nicola Kuhn, 23 años, finalista júnior de Roland Garros en 2017 como español, formado en la Academia Equelite de Juan Carlos Ferrero, es ahora el 174º, ya con nacionalidad alemana, y atraviesa los mismos áridos escenarios en busca de asentarse al menos en las previas de los torneos ATP.

«Tenemos claro hacia dónde queremos ir y pase lo que pase esta semana seguiremos trabajando en base a esos objetivos. Además de todo eso será una experiencia especial ya que parte de la familia de Martín está viviendo en USA y por suerte van a poder disfrutarlo juntos», prosigue su técnico. «Hemos tenido un buen comienzo de temporada y que mejor que terminar esta gira de pista rápida que en un Máster 1000».

Si vence a Munar, se las vería con Ben Shelton, 17º, 21 años, ya con el aval de haber disputado ante Novak Djokovic las últimas semifinales del Abierto de Estados Unidos.

Alcaraz fulmina a Auger-Aliassime y entra firme en octavos de final

Alcaraz fulmina a Auger-Aliassime y entra firme en octavos de final

Hubo un tiempo no demasiado lejano en el que Felix Auger-Aliassime era un rival de cuidado, un joven de posibles con notable proyección en el circuito. De hecho, es uno de los pocos jugadores que aún conserva un balance favorable en el cara a cara con Carlos Alcaraz, a quien había vencido en tres de sus cuatro enfrentamientos, si bien el ya penúltimo de ellos cayó en manos del español, hace un año, en cuartos de final del torneo que nos ocupa, camino del título.

Hoy, el aún joven tenista canadiense, que llegó al top 6 y disputó unas semifinales del Abierto de Estados Unidos, ha caído hasta el puesto 31º después de perder mucho protagonismo. Los problemas físicos y la debilidad de un revés que no responde a su potencial detuvieron el impulso que tomó en el otoño de 2022, cuando encadenó una racha de 16 victorias y tres títulos consecutivos, en Florencia, Amberes y Basilea.

El duelo de este domingo en la tercera ronda de Indian Wells plasmó la diferencia que existe ahora entre uno y otro. Alcaraz, que busca estabilizarse tras la lesión de tobillo que le obligó a retirarse el pasado 20 de febrero en Río de Janeiro después de haber varado ante Nicolás Jarry en las semifinales de Buenos Aires, tardó poco en tomar el mando y se impuso por 6-2 y 6-3, en una hora y 18 minutos. Despegó con una primera rotura en el quinto juego, que repetiría en el séptimo para cerrar con su saque un parcial diáfano, en el que Auger-Aliassime reprodujo sus problemas de carácter casi endémico: dos dobles faltas (cinco en el global), serios problemas para competir con segundos servicios, un drama con el revés y un evidente déficit de confianza.

Nada cambió a continuación. Otro break de entrada disparó a Alcaraz hacia los octavos, donde le espera el húngaro Fabian Marozsan. Curiosamente, este gigante de 24 años le venció en el último Masters 1000 de Roma, enfrentamiento que, sin embargo, no conviene tener demasiado en cuenta dado que Alcaraz ya se había garantizado rescatar el número 1 del mundo en el Foro Itálico y administraba sus fuerzas para Roland Garros.

Tras ceder un set en el debut ante Matteo Arnaldi, Alcaraz mejoró sus prestaciones con un juego serio y fluido, que le facilitó incluso darse alguna alegría en la red y encontrar ese punto de deleite que su propio ADN tenístico demanda con dejadas marca de la casa.