La historia derrota al juego en el Bernabéu con un Vinicius imparable ante el Dortmund

La historia derrota al juego en el Bernabéu con un Vinicius imparable ante el Dortmund

El carro se transformó en cuadriga con el sonido seco del latigazo que el coliseo blanco espera, paciente, por mala que haya sido la noche. Es el latigazo del gol. Lo soltó Rüdiger, un tipo con aspecto de gladiador que llegó hace poco tiempo a la verde arena, pero contagiado ya de lo incomprensible. Lo incomprensible sucede en el Bernabéu. Lo incomprensible es lo que se preguntan los jugadores del Borussia Dortmund. Lo incomprensible lo personifica Vinicius, dueño de un hat trick que precede a su Balón de Oro. Noches como ésta lo explican.

La historia dice que cuando ese latigazo se escucha en esta grada, la victoria llega por la ley de la naturaleza, como el verano sucede a la primavera. A la historia, sin embargo, hay que acompañarla. El Madrid lo hizo con el alma y el Bernabéu, con la liturgia, para superar a un rival que había sido mejor con la pelota. Ahora queda acompañarla con el juego, aunque el juego, hoy, parezca algo que nada tiene que ver con el Madrid, con lo que acontece en el Bernabéu. También es fútbol.

Vinicius logró un empate que parecía imposible después del dominio incontestable del Dortmund, plasmado en dos goles de ventaja al descanso. En el segundo tiempo, el Madrid consiguió cinco, tres del brasileño en total, una de esas remontadas que quedan para el recuerdo, una más, aunque no tenga la trascendencia de otras. Queda mucho para los títulos. El final del brasileño, un demonio, resultó incontenible para un rival que no cayó jamás, que obligó a lo mejor a Courtois y que incluso hasta los últimos minutos pisó el área contraria. No pudo, sin embargo, con la escena, ni con Vinicius.

Mbappé frente a Vinicius

Mbappé observó la crecida de Vinicius como un subalterno. Fue importante en el centro del primer gol a Rüdiger, clave, y en el trámite del segundo, pero fue uno más. Más peso tuvo Modric, titular después de iluminar al Madrid en Vigo, porque Ancelotti necesita un auriga, aunque sea un viejo auriga, para poner a correr a los 'purasangre'.

El papel de Vinicius es el que debía corresponder a Mbappé, o eso debe pensar el francés. En ese duelo debe encontrar una motivación. Vinicius le dará todos los pases posibles, pero no le va a dar un metro en el pulso de ídolos y de egos cuando toque el oro. Será el lunes.

Mbappé apareció en el centro del área, un lugar donde no explota sus mejores condiciones, la carrera al espacio. La posición de delantero centro no le beneficia. Ancelotti no es el primer entrenador que lo sitúa en el área, ya lo hicieron Deschamps o Luis Enrique. La decisión es el resultado de la optimización de recursos, al dejar la banda izquierda a Vinicius, como el PSG o Francia sucedía con Barcola o Dembélé. Una volea en los primeros minutos, desviada por un defensa, fue de lo poco que el francés pudo encontrar en el primer periodo. Sus cualidades piden espacio para activar su físico, para explotar en la carrera, el desborde y el gol. Por supuesto que tiene calidad para hacerlo como delantero centro, pero es en el primer rol en el que es mortal pero no único, no con Vinicius. El área puede acercarle al gol, pero también le acerca a la prisión.

Ancelotti ha repetido que Mbappé y Vinicius tienen libertad para moverse en el frente de ataque. Frente al Dortmund no lo hicieron inicialmente, estáticos, lentos. Eso provocó que el Madrid jugará en exceso al pie, en lugar de hacerlo al espacio, hecho que facilitó el trabajo defensivo del Dortmund. Ryerson, en la derecha, lo hizo con una solvencia sorprendente, dado que suele ser la zona cero para un rival del Madrid, al tratarse de la banda por la que encara Vinicius y a la que cae Mbappé.

Inacción por falta de plan

A Vinicius y Mbappé les acompañaba Rodrygo, titular en el regreso de Ancelotti al 4-3-3, después de la mala experiencia, pese a la victoria, con los tres centrales en Vigo. Modric, clave en ese triunfo, volvía al once en un centro del campo, junto a Valverde y Bellingham. Ni Tchouaméni ni Camavinga. La experiencia no funcionó, con un dominio total de Nmecha, Sabitzer y Brandt durante la primera hora. Nmecha dio un curso de mediocentro y Brandt estuvo en todas partes. La razón no era únicamente su calidad, sino también la inacción del Madrid. Inacción por falta de plan, de ideas y, especialmente, de presión, agresividad y velocidad con la pelota. Sin presión alta, el Madrid replegaba frente a un rival que tocaba y tocaba hasta hacer eternas las posesiones.

Ese planteamiento no es el que corresponde al Madrid, pero, en cualquier caso, únicamente tiene sentido con una eficacia defensiva altísima. No la tiene el conjunto de Ancelotti y al Dortmund le costó poco, muy poco, demostrarlo. Llegó al área y encontró en las dudas de Lucas Vázquez una mina. Tras una de sus pérdidas, Gurassy cedió a Malen para abrir el marcador y, más tarde, el lateral no pudo anticiparse a Gittens en un centro.

Lucas Vázquez pudo resarcirse con su gol, tercero del Madrid, después del empate. El hueco dejado por el lesionado Carvajal no es cualquier cosa, porque aportaba mucho más que un lateral. De lo que sucedió después del latigazo de Rüdiger, con Vinicius desencadenado, sabe mucho Carvajal. De lo que pasó antes, hay que preguntar a Ancelotti. Mejor antes del clásico.

Ancelotti cada vez avergüenza más al Madrid

Ancelotti cada vez avergüenza más al Madrid

Actualizado Jueves, 3 octubre 2024 - 00:04

Un Real Madrid ahorcado por un Ancelotti vergonzoso hizo bueno al modesto Lille, que ni en sus mejores sueños podía pensar en ganar y dejar en ridículo al campeón de la Champions. El equipo blanco equipo está hundido y abocado a la falta de credibilidad. Porque no juega al fútbol. La soberbia del club no ha querido fichar dos centrales imprescindibles y dos medios que puedan genera calidad en el centro del campo.

A Ancelotti ya le pueden fichar a

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El Madrid se escapó gracias a sus estrellas

El Madrid se escapó gracias a sus estrellas

Actualizado Martes, 17 septiembre 2024 - 23:59

Un Madrid irregular se salvó con un alemán llamado Rüdiger y con otro gol sorprendente y de calidad de Endrick, cuando el Stuttgart se había lanzado como un poseso para lograr empatar, algo que, sin duda, mereció.

Los primeros veinticinco minutos, los diablos rojos alemanes bailaron y dejaron al equipo blanco en ridículo. En sólo quince, cuatro ocasiones, hasta que ocurrió el milagro y apareció Courtois para detener cuatro tantos claros alemanes,

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España pasa a cuartos

España pasa a cuartos

Parece que ya tenemos rival en cuartos. Es lo típico que se suele anunciar en España cuando todavía andamos transitando por la fase de grupos, e incluso cuando ni siquiera hemos empezado un campeonato. Es más, Alemania ya se antoja como un rival de lo más asequible, que es lo típico que se anuncia antes de cesar a Luis de la Fuente porque lo tenía a huevo.

La Mannschaft ha pasado de la exhibición a la eficacia, que es como llamamos gentilmente a ganar jugando mal, para pasar sucesivamente a empatar jugando todavía peor. Más que suficiente para demostrar que el país entero ya se ha aprendido aqu

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Rüdiger: "No le tengo miedo a nadie, sólo a Dios"

Rüdiger: “No le tengo miedo a nadie, sólo a Dios”

Antonio Rüdiger (Berlín, 1993) impresiona. Camina entre los periodistas de Valdebebas como Moisés entre las aguas, abriéndose paso con sólo respirar, sin necesidad de tocar a nadie. Sus casi dos metros (191 centímetros), su barba de varios días y esa fachada de tipo duro le otorgan a la imagen un aura de gladiador entrando en el coliseo romano. Eso es lo que es. «I'm a warrior (Soy un guerrero)», contesta a este periódico en inglés, porque el castellano lo entiende pero todavía no lo domina, aunque lo intenta: «¿Cómo estás, amigo?», pregunta en nuestro idioma. El guerrero «Rüdi» se sienta con EL MUNDO durante unos minutos antes de su primera final de la Liga de Campeones como futbolista del Real Madrid. Y no sólo eso. Como futbolista del conjunto blanco, como héroe de la grada después del penalti anotado en Manchester y como líder del vestuario tras una temporada extraordinaria.

¿Qué sentimientos tiene ahora mismo?
Unos increíbles. Mira, estos son los momentos que había soñado, el estar en una final con el Real Madrid. Teniendo en cuenta su historia, la han ganado tantas veces pero aún así es especial... Es mi primera final de Champions con el Real y me siento bien, sólo intento disfrutar del momento.
¿Qué le han dicho en estos dos años para hacerle entender ese ADN Real Madrid? No puede ser suerte.
No, no, no... Si alguien gana 14 veces no puedes hablar de suerte. Lo que la gente te dice en la calle, vayas donde vayas, es «a por la 15, a por la 15». Te lo dice un niño pequeño de cuatro años y una mujer anciana... Eso es el ADN. El ADN es ganar. Me gusta y es por lo que firmé. Siento mucha responsabilidad porque este club va sólo sobre ganar y para mí la vida va sólo sobre ganar, así que es perfecto, un buen encaje.
Y el vestuario, ¿qué le dice?
El vestuario está tranquilo y centrado, porque no puedes estar sobreexcitado... Y estos jugadores conocen este tipo de partidos. Los han jugado muchas veces y tienen calma, una calma que transmiten al equipo. La vida se trata de equilibrio, tienes que encontrar el punto medio entre la excitación y la calma. Y eso es lo que el vestuario tiene.
El día del Manchester City- Real Madrid marcó el penalti decisivo y corrió durante 100 metros hacia los aficionados. ¿Fue el mejor día de su etapa en Madrid?
(Piensa) El mejor día en el Madrid fue el día que firmé, absolutamente. Ese fue el número uno porque es algo que nunca olvidaré. Pero claro, esa noche fue mágica, en ese momento del penalti estaba todo en mí, podía tocar el cielo o el infierno porque en el fútbol a veces no existe ese punto medio. Y mira... Fue un momento de mucho orgullo, las emociones recorrían todo mi cuerpo y mente... Dejé todo salir. Un gran día.
Estuvo en el Borussia Dortmund entre los 17 y 19 años, ¿qué recuerda y qué aprendió allí? ¿Eso hace más especial para usted esta final?
Fue la primera vez que estuve lejos de mi familia, lejos de Berlín... Aprendí mucho, aprendí a madurar, a creer en mí mismo... Pero no llegué a debutar como profesional en Dortmund y esto es una final de Liga de Campeones. No es más que eso, que ya es mucho.
Toni Kroos se retira, a Luka Modric le queda poco... Usted tiene 31 años. ¿Cree que es el líder de esta nueva generación madridista?
Bueno... Las cosas siempre tienen un final y por desgracia para Toni es ahora. Le echaremos mucho de menos porque es un jugador único e irremplazable. Modric todavía es joven (risas), está fresco y jugando muy bien. Y bueno, tienes veteranos como Lucas Vázquez, Nacho, Carvajal... Pero sí, me veo a mí mismo como líder del equipo. Tal vez no soy un líder de grandes palabras, pero sí un líder en la acción.
¿Qué memoria se lleva de Kroos?
Le conocía de la selección, pero no habíamos sido tan cercanos. Y voy a ser honesto aquí, tenía una percepción diferente sobre él, pero cuando llegué aquí conocí al Toni Kroos real. Un gran tipo que ama a su familia, y como yo también soy padre me hace respetarle mucho. Le miro y veo a un gran modelo a seguir porque la forma en la que ama y trata a su familia no lo he visto en ningún otro futbolista. Del futbolista no tengo necesidad de hablar porque en Alemania es el mejor que hemos tenido, sin duda, y es una leyenda del Real Madrid, pero como persona es simplemente fantástico.
¿A usted el Madrid le ha cambiado en algo?
Creo que no he cambiado mucho. Siempre es cuestión de si te sientes importante o no. En mi primer año el club venía de ganar la Liga y la Champions y obviamente los dos jugadores que estaban delante tenían una ventaja, lo entiendo. No jugué muchos partidos importantes y honestamente no me sentía importante, pero este año, también por las lesiones que han cambiado las cosas, ha sido importante para mí no sólo para mostrarle a la gente que puedo estar aquí sino también para mí mismo. Para verme aquí, victorioso. Y por eso esta final es importante para mí, para ponerle el sello a este año.
Su madre le llamaba 'Warrior' (Guerrero). ¿Lo sigue siendo?
Es mi ADN: ser un guerrero. Siempre lo he sido y siempre lo seré.
Wembley, Dortmund, el Madrid, una final de Champions League... ¿Tiene miedo de algo?
Miedo sólo a Dios. Al final del día somos seres humanos, no tienes por qué temer a ningún ser humano. Soy musulmán y tengo una creencia muy fuerte, por eso sólo le temo a Dios, porque es el creador de todo. No tienes que temer a nadie más.
Ancelotti comentó en sala de prensa su rutina previa a los partidos: salmón, brócoli, pasta y una siesta. ¿Usted tiene alguna?
Igual lo dijo porque está perdiendo peso (risas). Él lleva mucho tiempo en este negocio, sabe mucho. Yo siempre como espagueti boloñesa antes de los partidos, hablo con mi madre, que es es lo más importante, y rezo cinco veces al día.
Tchouaméni toca el piano, Camavinga canta, Rodrygo toca la guitarra... ¿Cuál es su talento secreto?
Yo soy un buen payaso para mis hijos. Siempre intento hacerles feliz en casa, esa es mi gran virtud.
El regreso de Militao y la cautela para evitar la desgracia de Courtois

El regreso de Militao y la cautela para evitar la desgracia de Courtois

Actualizado Sábado, 30 marzo 2024 - 19:26

El destino ha querido que Éder Militao vuelva a una convocatoria del Real Madrid ante el Athletic, el mismo rival frente a quien sufrió una grave lesión de rodilla. "Es la noticia más importante. Está disponible. Ha entrenado bien, aunque obviamente no está al 100% porque le falta jugar", adelantó ayer Carlo Ancelotti sobre el regreso del central.

Han transcurrido siete meses y medio desde el pasado 12 de agosto en San Mamés cuando, tras una disputa con Oihan Sancet, Militao se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. Tras ser operado por el doctor Manuel Leyes, bajo la supervisión de los servicios médicos del club, el brasileño comenzó una dura rehabilitación, con altos y bajos, que ahora le permite afrontar el momento decisivo de la temporada.

"Se ha recuperado muy bien", valoró ayer Ancelotti en la sala de prensa, poco después de que se hiciese pública la lista de 21 convocados ante el Ahtletic. La alegría del técnico, en cualquier caso, no acelerará los plazos con Militao, que irá entrando poco a poco en la dinámica del equipo, como ya se hizo, por ejemplo, con Arda Güler. Nadie quiere que se repita la desgracia de Thibaut Courtois, víctima de una lesión de menisco cuando apuraba su regreso tras siete meses de baja.

En las últimas semanas, Militao se ha entrenado con normalidad junto a sus compañeros e incluso ha disputado un amistoso ante el Castilla en Valdedebas. El ex futbolista del Oporto acabó ese partido sin dolores y con la articulación totalmente estabilizada. Sin embargo, aún necesita mucho rodaje para exprimir todo su potencial. De hecho, el cuerpo médico y técnico tampoco pretenden forzar al futbolista de cara a la eliminatoria de cuartos de la Champions ante el City, que arranca el 9 de abril en el Bernabéu.