El Atlético vuelve a golear en casa para despedir al Betis de la Champions

El Atlético vuelve a golear en casa para despedir al Betis de la Champions

Puede que no tengas objetivos, pero en tu casa siempre hay una cierta vergüenza que nunca se debe de perder. El Atlético lo tuvo presente contra la Real y lo volvió a tener contra el Betis. Le hizo cuatro tras un gran primer tiempo y tras aprovechar que los sevillanos tenían la cabeza en otros menesteres. En 10 días se juegan el primer título europeo de su historia y eso son palabras mayores. [Narración y estadísticas, 4-1]

Así, el primer disparo del encuentro fue de un Samu Lino extra motivado. Quiere el brasileño recuperar la versión que le hizo titular el curso pasado y que éste, por lesiones o por no aprovechar las oportunidades que le ha dado Simeone, no ha podido mostrar. Junto a él, el equipo al completo se mostró también más agresivo y mandón que en sus dos últimas salidas.

Pero hay un jugador que por calidad y por ganas nunca se le va a poder poner ni un pero a sus actuaciones. Julián Álvarez demostró en el minuto 10 que cada euro invertido en él ha sido una ganga. Quiso el argentino botar la fea falta que le hicieron a De Paul, algo más lejos de la corona del área, para dibujar una obra maestra. El balón marcó una parábola digna de compás para colarse en la escuadra de un Adrián que se estiró para mejorar el cuadro. Maravilloso.

El Atlético apabullaba a un Betis, que pareció dar por perdida la posibilidad de Champions desde la alineación. Pelegrini no quiere sorpresas en Polonia y reservó a sus dos primeros espadas: Isco y Antony de salida. Y el equipo lo notó tanto que en el minuto 20 el VAR les salvó de ir 2-0 por un fuera de juego de Sorloth. Quería el noruego si no repetir, volver a exhibir un poderío similar al mostrado ante la Real. La suerte y su corpachón le brindaron otra oportunidad poco después a pase de Julián, pero metió el pie demasiado abajo y su mano a mano ante Adrián se le fue alto.

Pero la tarde estaba más para Julián, o quería él que lo estuviera. El argentino decidió hacer un eslalon maradoniano a la media hora de encuentro que, si el palo no llega a interponerse, convierte el Metropolitano en un manicomio. El delantero fue superando jugadores verdiblancos como si fueran conos desde el ala derecha hasta llegar al área pequeña defendida por Adrián. Suspiró el veterano portero ante la ayuda de la madera.

Aunque luego respondió bien en dos acciones. Lo primero para desbaratar un remate de Sorloth a bocajarro tras una jugada al primer toque de varios futbolistas rojiblancos, lo segundo para adelantarse a Julián tras un gran pase en profundidad de De Paul. Están respondiendo bien los guardametas béticos a la alternancia que propone Pellegrini, y es raro.

De hecho, en el doble duelo que tuvo con Le Normand antes del descanso, tuvo una de cal y otra de arena. Si consiguió detener el primer cabezazo del central hispanofrancés, le fue imposible hacerlo con el segundo. Sólo estaba en el área pequeña el 24 rojiblanco y la alojó sin problemas en la red.

Respuesta inerme

El técnico verdiblanco sacó la artillería en la segunda mitad. Isco y Antony debían cambiar la imagen de un Betis superado por la energía rojiblanca en la primera. El equipo lo notó desde el silbato, atrapó la bola y el brasileño ya remató en los primeros tres minutos. Pero el Atlético no es un rival que desprecie el esfuerzo defensivo y las contras.

Al cumplirse el primer cuarto de hora del segundo tiempo, Cordero Vega tuvo que detener el encuentro por protocolo médico. Un aficionado tuvo que ser atendido en el fondo sur del estadio y esto produjo un parón de unos cinco minutos, que no desentonó la buena salida del Betis. De hecho, poco después de la reanudación, una preciosa jugada terminó con el empate verdiblanco con una media volea de Pablo Fornals a pase de Lo Celso.

Pero tardó poco en responder el de siempre. Lo hizo tras una preciosa jugada rojiblanca que terminó en las botas de Griezmann frente a Adrián. El francés, que siempre tiene una idea mejor, vio a Julián solo en área pequeña, y el argentino empujó el balón para su doblete. Ese tanto ya rindió al Betis y le puso mirando a Polonia. El Chelsea esperaba. Molina hizo el cuarto, aunque fue anulado, pero Correa sí acertó para conseguirlo ante un conjunto sevillano ya rendido. Quizás fuera el último del 10 con la rojiblanca. Otro que pudo despedirse de su afición fue Axel Witsel, el belga contó poco este año y tiene todas las papeletas para salir en verano. Despedida y Cierre

Alcaraz-Sinner, el Clásico de la próxima década

Actualizado Domingo, 18 mayo 2025 - 21:08

Alcaraz contra Sinner, o Sinner contra Alcaraz. Tanto da. Es el partido que más apetece ver, el que despierta mayor ilusión entre los aficionados al tenis y diría, incluso, que entre quienes no siguen regularmente este deporte. Es el Clásico, así, con mayúsculas, de la próxima década. Dos jóvenes ganadores, pujantes, apenas separados por un año, dispuestos a pelear por todo. No olvidemos que el año pasado se repartieron los cuatro títulos del Grand Slam. Y el desenlace podría ser similar en este curso. Dos estilos distintos, un contraste que agrega atractivos a la rivalidad. Alcaraz, más imaginativo pero también más inconstante, como si a veces se aburriese, sabedor de su extraordinario talento. Sinner, más estable. Más monocorde también.

Ganó Alcaraz, que cuenta con mejores argumentos sobre arcilla y vio cómo su oponente se disolvía tras dejar pasar dos pelotas de set antes del desempate. Dio la impresión de que Sinner se preguntaba: «Si con todo lo que he hecho en el primer parcial no he podido ganarlo, ¿qué habré de hacer ahora?».

Porque el número 1 del mundo jugó mucho y bien, siempre a una marcha muy alta, restando tiempo a cualquiera de las acciones del español. Pero Alcaraz sabe ralentizar más los partidos, cambiar ritmos y alturas y sigue contando con un arma tan exquisita como es su dejada.

Para él, al fin y al cabo, se trataba de una final más en un Masters 1000. Sinner tenía presión añadida: jugaba en casa y estaba a una victoria de completar un regreso colosal a las pistas. Físicamente también pudo pesarle el desgaste de las dos semanas. Si hubiera ganado el primer set, tal vez el partido habría sido otro.

Campeón en Montecarlo y en Roma, Alcaraz se presentará en Roland Garros en una situación idílica. Ha gestionado bien los torneos disputados y en todos ha competido cuando estaba en plenitud física. Se le escapó el Conde de Godó, condicionado por los problemas físicos en la final ante un gran Holger Rune. Dado el grado de exigencia del circuito y con Madrid y Roma jugándose a dos semanas, lo importante es llegar en las mejores condiciones al verdadero objetivo de la gira sobre tierra batida.

Déjenme rendir honores a Jasmine Paolini, que se hizo grande en su propia casa superando a Coco Gauff en la final y llevándose, además, el título de dobles. Enorme mérito el de la jugadora italiana al conquistar su segundo WTA 1000 frente a una rival tan dura como Gauff, reciente finalista en Madrid, quien, no obstante, acusó la fatiga acumulada.

Un infarto de un aficionado, que terminó estabilizado y trasladado a un hospital, detiene el Atlético - Betis unos minutos

Un infarto de un aficionado, que terminó estabilizado y trasladado a un hospital, detiene el Atlético – Betis unos minutos

No habían transcurrido diez minutos de la segunda mitad cuando el árbitro del Atlético - Betis, Adrián Cordero Vega, detuvo el encuentro por protocolo sanitario. Fueron, inicialmente unos instantes, hasta que, pese a la protesta de la grada, el juego se volvió a reanudar.

No obstante, la situación del aficionado obligó al colegiado poco después y por segunda vez, a parar el partido. Al parecer, según fuentes policiales, se trató de un infarto de un varón de unos 50 años que fue tratado por los servicios de Emergencia en los vomitorios del fondo Sur del Metropolitano.

Tras unos angustiosos minutos, la megafonía del estadio anunció que la persona había conseguido ser estabilizada y trasladada a un hospital. El juego volvería a reanudarse tras diez minutos parado, pero los aficionados del Frente Atlético decidieron no volver a sus butacas.

El grupo radical rojiblanco se quejó en redes de que la Policía había aprovechado la asistencia sanitaria para requisar material que portaban aficionado de este fondo. Hablaron de un "atropello injustificado" al disponer las Fuerzas y Cuerpos del Estado a niños y personas mayores "retenidas contra la pared", escribían en X.

Aston Martin y el clavo ardiendo

Aston Martin y el clavo ardiendo

Actualizado Domingo, 18 mayo 2025 - 20:29

Han sido dos años de calvario. Dos años de estepa, de desierto. Dos temporadas sin brújula ni rumbo. Meses de carreras desperdiciadas sin entender qué estaba ocurriendo. Sin tener muy claro qué es lo que había pasado con un proyecto que había brillado en 2023, pero que se fue diluyendo con el paso del tiempo y la evolución de los rivales. Más allá de los cero puntos de Aston Martin en Imola, hay muchas conclusiones positivas que extraer del mejor fin de semana del equipo desde principios de la temporada pasada.

La primera es la confirmación de que cualquier pequeña novedad que introduzcan en el coche puede generar un gran salto adelante. De ser el noveno o décimo equipo en clasificación y ritmo de carrera en los últimos grandes premios, Aston Martin se metió en Imola con sus dos coches en el top 10 de la parrilla. Y no sólo eso. Pasó de luchar (y a veces perder) en carrera con los Sauber y los Haas a aguantarle el ritmo a un Mercedes, un Williams o un Red Bull. No haber sacado premio de ello tiene una relación determinante con el reparto de fortunas en un domingo donde los coches de seguridad convirtieron la carrera en una lotería.

La segunda conclusión es que, por fin, Aston Martin ha presentado una novedad que es también una evolución, una mejora. Y no es sólo un cambio de tendencia, sino fundamentalmente un alivio. El equipo verde no había introducido ni una sola pieza nueva desde que empezó 2025. Temían precipitarse, temían equivocarse, temían confundirse de nuevo. Les asustaba la idea de que otra vez meter algo en el monoplaza pudiera hacerlo más lento o más difícil de conducir. Querían estar seguros de presentar algo que realmente el túnel del viento y el análisis de los ordenadores presumiese que podía funcionar.

Y luego ponerlo en la pista, hacer la prueba del algodón definitiva que pudiese confirmar que lo que dicen las nuevas herramientas lo ratifica el asfalto. En Imola, por primera vez en mucho tiempo, fue así. Esto abre una puerta de esperanza. El primer paso para mejorar es entender por qué mejoras. Y para entenderlo tiene que aparecer la palabra mágica de la F1: correlación. Ese es nuestro clavo ardiendo al que tenemos que aferrarnos para poder pensar después en Adrian Newey. Sin correlación, Newey no sirve de nada.

Aston Martin ha dado un pequeño paso hacia delante, pero mucha gente dentro del equipo ha respirado aliviada. Con unas herramientas de última generación que funcionan se puede pensar con más entusiasmo y esperanza en 2026.

También tenemos esperanza en Williams. El coche de Carlos Sainz es definitivamente el quinto de la parrilla y en algunos momentos el cuarto o incluso el tercero. Independientemente de los errores de gestión que han perjudicado notablemente a Carlos en las dos últimas citas, el FW47 corre y Carlos también. El madrileño acumula cuatro carreras consecutivas derrotando a Alex Albon en clasificación y sólo la elección de estrategias ha evitado que la cosecha de puntos no haya sido aún mayor. Esta es una temporada de transición para algunos, de aprendizaje. Un año para pulir defectos y llegar a 2026 con todo alineado para ver si suena la flauta y te sale un coche con el que poder luchar por todo.

McLaren lo tiene, pero en Imola, al igual que en Japón, desperdiciaron la oportunidad. Aviso a navegantes: dejar vivo a un depredador herido como Max Verstappen no suele salir bien. Max y Red Bull lo hicieron todo perfecto para poner un titular de oro a su carrera número 400. El piloto arriesgó en la salida, le robó la cartera a Oscar Piastri, McLaren se pegó después un tiro en el pie al pararle pronto y Mad Max salió del séptimo gran evento del año con una desventaja de sólo 22 puntos. McLaren volvió a ejecutar mal una carrera. Mala estrategia, mal trabajo en equipo... Puede que a la larga se acuerden de Imola y lamenten no haberlo hecho de forma diferente.

El Madrid centralista

El Madrid centralista

Actualizado Domingo, 18 mayo 2025 - 19:33

No es el mismo centralismo ventajista al que se refiere desde siempre el victimista barcelonismo. Pero el mismo día que Ancelotti, aplazando 24 horas el alirón azulgrana, ganaba póstumamente la batalla ante el Mallorca con un gol de Jacobo en el alargue, tras asistencia de Vallejo, se conocía el fichaje de Huijsen y el procesamiento de Asencio por lo que ustedes ya saben. Había centrales por todas partes.

Asencio fue, horas después, rebajado de cargos mayores. Veremos en qué para el asunto. Respecto a los otros tres implicados, de cuyos nombres no queremos acordarnos, se ve que en la cantera blanca, donde ciertamente se forman futbolistas y personas, hay ovejas negras. Es de suponer que habrán sido expulsadas del aprisco.

Jacobo se llevó una alegría y, a la vez, un disgusto. Huijsen se incorpora hasta 2030 al nutrido elenco de centrales puros o recalificados como tales, sanos o descacharrados de diversa duración y edades, asentados o amenazados, para hacerle aún más difícil su promoción al primer equipo: Militao, Rüdiger, Alaba, Asencio, Vallejo, Tchouaméni... En el Castilla, aparte del propio Jacobo, proliferan los centrales: Joan Martínez, Mario Rivas...

Huijsen es uno de los ocho nominados por la Premier League al premio de Mejor Jugador Sub-23 de la temporada. Pero el Madrid lo descubrió en la Selección. Y de milagro. Y de rebote. Huijsen entró de refilón en la convocatoria a causa de la lesión de Íñigo Martínez. Y pisó el verde, en el minuto 41, en el lugar de un lastimado Cubarsí. Si no se hubieran dado esas circunstancias, quizás no estaríamos hablando de un fichaje de 50 millones, la cifra más elevada que el Madrid ha desembolsado por un defensa. La contratación parece más fruto de la necesidad (o la desesperación) que de un interés que viene de lejos.

Florentino hace acopio de centrales como otros de víveres por si llegasen tiempos de escasez y racionamiento. Los amontona como quien se surte de un kit de supervivencia por si viene otro apagón o nos ataca Putin. Incluso se habla de que con Alexander-Arnold, un lateral, vendría, también del Liverpool, un central: Konaté. Y del Arsenal, otro central más: Saliba.

El Madrid, como Franco Battiato en una de sus canciones de éxito, busca un centro de gravedad permanente. Y el centro de gravedad de un equipo es el centro del campo. El centro de gravedad del Madrid era Kroos. Y no se ha encontrado a su sustituto. En fútbol, como en política, el centro es el equilibrio. Tampoco en esa parcela del césped le han ido bien las cosas al Madrid. Así que piensa, que sepamos, en Zubimendi, Mastantuono, Exequiel Palacios, Reijnders, Stiller y, de regreso a casa, Nico Paz. A este paso, y con perdón, al Madrid de 2025-26 no lo va a reconocer, en célebre y celebrada frase de Alfonso Guerra, ni la madre que lo parió.

El centralismo, o la centralidad, constituye el fundamento táctico, el espinazo, de un equipo de fútbol. Se justifica desde el mismo lenguaje por la existencia de los defensas centrales, los centrocampistas y el delantero centro. El Madrid se tiene que centrar. Ha estado descentrado toda la temporada. Y en el medio, o sea, en el centro, está la virtud.

Alcaraz es de mármol: derrota otra vez a Sinner, levanta el título en Roma y marca el camino para Roland Garros

Alcaraz es de mármol: derrota otra vez a Sinner, levanta el título en Roma y marca el camino para Roland Garros

Ya declinaba la final del Masters 1000 de Roma cuando Jannik Sinner, hombre impasible, se permitió algunos gestos de desesperación: un suspiro, una mirada al cielo. No había nada que hacer. En rondas tempranas de torneos lejanos, Carlos Alcaraz a veces se ensimisma, pero con un título en juego y en coliseos como el Campo Centrale, se torna invencible. Su talento se agiganta, sus piernas se precipitan y, sobre todo, su cabeza se endurece. Cuando eso ocurre, no hay jugador en el circuito que pueda responderle, quizá no lo haya en la historia.

Este domingo ante Sinner, dominador del ranking mundial, campeón de los dos últimos Grand Slam, rival para la próxima década, volvió a demostrar que manda si quiere hacerlo. Al final, 7-6(5) y 6-1 en una hora y 43 minutos de juego. Sobre cemento, entre cañonazos, aún puede sufrir, pero en tierra batida, donde siempre gana el mejor, no quedan dudas. En esta gira ha ganado en Montecarlo y Roma y ha llegado en la final en Barcelona y en la edición de Roland Garros que empieza el próximo domingo si no es campeón sería una sorpresa.

El momento decisivo

La final ante Sinner se decidió en apenas cuatro o cinco puntos, todos en el desenlace del primer set, fueron sólo unos minutos. Hasta entonces, ambos jugadores marcaron sus fortalezas, el español con la derecha y el italiano con el revés. No se hicieron daño. El esquema de juego de Alcaraz pasaba por alargar los intercambios para molestar con bolas altas y la táctica de Sinner, mejor con su servicio, buscaba todo lo contrario. Hasta el 6-5, cada uno hizo lo suyo, a veces genial ambos, a veces erráticos. Pero entonces, Sinner ameritó dos bolas de set con n 15-40 y decantó la balanza.

Andrew MedichiniAP

El peligro era mortal. En un encuentro a cinco sets, ceder el primero no es un drama; en un partido a tres sets, hacerlo es sentencia. Alcaraz tenía que hacer lo que hizo. Al contrario que en otras ocasiones, se abrazó a la serenidad, jugó y forzó a Sinner para que repitiera ciertos errores. Entonces sólo quedaba el tie-break, donde clavó dos saques directo a la línea y cerró el periodo con una volea magistral. En ese mismo instante, convirtió el segundo set un disfrute ante rival ya rendido. El título ya era suyo.

"No he tenido altibajos"

"Estoy muy orgulloso de cómo he enfocado el partido mentalmente. Tácticamente todo ha ido bien, pero sobre todo no he tenido altibajos, me he mantenido en mi mejor nivel durante todo el partido", admitió el español al acabar el encuentro, antes de felicitar a Sinner por haber llegado a la final después de su sanción y de aceptarse como favorito para la próxima cita en París: "Ganar aquí en Roma superando a Jannik es un éxito que me da mucha confianza para Roland Garros, aunque ahora lo único que quiero es celebrar con mis amigos, mi familia y con los amigos que han venido desde España. Después descansaré y ya me podré centrar en el Grand Slam".

Con su triunfo, Alcaraz sumó su séptimo Masters 1000, el primero en Roma, pero sobre todo agigantó una estadística de aquellas que asustan a sus adversarios. A sus 22 años, ha jugado 12 finales entre 'grandes' y Masters 1000 y sólo ha perdido una. En los días decisivos, bajo los focos, se vuelve de mármol, como ocurrió este domingo.

La frustración de Alonso tras igualar su peor arranque con McLaren: “Tenemos muy mala suerte”

Actualizado Domingo, 18 mayo 2025 - 19:05

Nada más cruzar la meta, perdida la batalla frente a Yuki Tsunoda, la frustración por el undécimo puesto llevó a Fernando Alonso a golpearse el casco con ambas manos. De nada había servido tanto esfuerzo en el Autodromo Enzo e Dino Ferrari. Por séptima carrera consecutiva, el bicampeón se quedaba a cero y prolongaba una nefasta racha con la que ya ha igualado sus peores días con McLaren.

Tras perderse la cita inaugural en Melbourne por las secuelas de un accidente durante los test de pretemporada, Alonso encadenó siete citas consecutivas fuera de los puntos. Fue en el arranque del Mundial 2015. Dos años más tarde volvió a repetir la secuencia entre Australia y Canadá, también con la escudería de Woking. En aquella ocasión quiso renunciar al GP de Mónaco en favor de las 500 Millas de Indianápolis. Todo resultaba demasiado difícil a bordo de un coche que según el propio Fernando se asemejaba a un GP2.

Hoy, el futuro a corto plazo en Aston Martin no debería presentarse tan lúgubre. "Tenemos un coche capaz de luchar por puntos", concedió Alonso en la zona mixta de Imola, con el desánimo propio de quien luchó sin suerte durante 63 vueltas. Tras una avería de Esteban Ocon, la aparición de un virtual safety car iba a echar por tierra sus planes.

"Todo nos sale mal"

Durante el tramo inicial logró sostener el ritmo para no perder el DRS frente a Lando Norris. También había podido sujetarse por detrás del Mercedes de George Russell, manteniendo incluso el tipo cuando sus frenos ardieron en llamas nada más cumplir el primer pit-stop. A diferencia del resto de favoritos, Alonso había agotado el sábado sus juegos de neumáticos duros nuevos. Y también de los medios.

"El virtual dio una parada gratis a quienes no habían parado, así que salieron delante de nosotros con neumáticos nuevos. En ese momento la carrera terminó para nosotros", analizó el doble ganador de las 24 Horas de Le Mans ante la prensa. Un mensaje que ya se había encargado de transmitir a su ingeniero. "Tenemos muy mala suerte. La carrera era buena, pero todo nos sale mal este año", dijo a través de la radio.

A falta de 17 vueltas para la bandera a cuadros, un contratiempo de Andrea Kimi Antonelli forzó la aparición del safety car. En ese momento, Aston Martin podría haber dividido su estrategia y apostar, en uno de sus coches, por las gomas medias usadas. Pero los ingenieros de Andy Cowell optaron por el mismo plan para Alonso y Lance Stroll.

Por la hierba ante Gasly

"La suerte no estuvo de nuestro lado", concedió el team principal de Aston Martin tras ver perderse por el desagüe su estrategia a una sola parada. Aun así, Cowell quiso quedarse con lo positivo de un fin de semana donde vio un "progreso genuino". "Las actualizaciones han mejorado el rendimiento y nos indican el camino a seguir en las próximas carreras", añadió el británico.

De nada sirvió pues el coraje postrero de Alonso, autor de un par de fantásticas maniobras. Especial mérito tuvo el adelantamiento ante Pierre Gasly, cuando no titubeó a la hora de pisar la hierba.

Del Toro brilla en el infierno del 'sterrato' y oposita al trono del Giro

Del Toro brilla en el infierno del ‘sterrato’ y oposita al trono del Giro

Fue todo lo terrible, apasionante y trascendente que se esperaba, que se deseaba, que se temía. Incluso más. El sterrato sembró el pánico, causó destrozos y convirtió la etapa en un infierno sin paliativos para los corredores y en paraíso para Wout van Aert, vencedor de la etapa, e Isaac del Toro, nuevo líder. Ayuso perdió 1:07.

Desde el primer tramo, entre la niebla polvorienta, irrespirable, el sterrato pedregoso, a unos 70 kms, de la meta, puso la carrera patas arriba y la dejó hecha jirones. En el segundo se produjeron caídas en curvas traicioneras. Entre ellas la de Roglic. No llegó a caer Ayuso. Pero en la barahúnda puso pie a tierra y algo le rozó en la pierna, que tenía sangre. Roglic sufrió luego un problema mecánico y se vio obligado a cambiar de bicicleta.

De todos esos esfuerzos, de todos esos percances, de todas esas desdichas, de todas esas glorias, con los hombres sufriendo, rebozados en polvo pegado al sudor, emergieron en última instancia, entre los gemidos de unos y los estertores de otros, colosos entre colosos, Del Toro y Van Aert. Habían dejado tirados, deshechos, vacíos, en el último sector de tierra, el Colle Pinzuto, dos kilómetros y medio con una pendiente máxima del 15%, a Egan Bernal y Mathias Vacek, que se uniría al grupo de Ayuso, los Yates, Ciccone, Carapaz, McNulty, Tiberi... Más atrás, el de Roglic, que renueva su triste leyenda de ciclista infortunado. Su enorme historial todavía podría ser mayor.

La cabalgada de Del Toro, siempre tirando en salvaje persecución del rosa, y Van Aert, sólo interesado en una etapa destinada a resucitarle, ofreció toda la belleza que puede deparar el mejor ciclismo posible. En las inclementes rampas finales, en parte empedradas, que desembocan en la Piazza del Campo de Siena, en el Muro de Santa Caterina, recuperó Van Aert su condición de gigante y adquirió Del Toro, a sus 21 años, la de aspirante a ganar el Giro y, en el futuro, todo lo que se le enfrente.

Ahora está a 1:13 por delante de Ayuso, su jefe; Roglic queda a 2:25. El UAE se enfrenta a un dilema. El español no se halla tan lejos y su retraso ha venido en parte como consecuencia de una desgracia. Pero el mexicano ofreció una demostración deslumbrante de poderío. Es un corredor muy completo y sus opciones de llevarse la carrera han aumentado exponencialmente. Después del descanso del lunes, la contrarreloj del martes disipará algunas dudas.

O las aumentará...

Fernando Alonso y Carlos Sainz se pierden en Imola entre la maraña de estrategias

Fernando Alonso y Carlos Sainz se pierden en Imola entre la maraña de estrategias

Max Verstappen dio otra cátedra para su cuarta victoria consecutiva en Imola, escenario de una carrera confusa, plagada de variables, donde Fernando Alonso y Carlos Sainz perdieron sus opciones por culpa de la estrategia. Tampoco supo resolver ese puzle McLaren, que bien puede dar por bueno el doble podio de Lando Norris y Oscar Piastri. Sin embargo, a la menor adversidad, los jóvenes aspirantes se desinflaron de nuevo ante el vigente campeón.

El octavo puesto de Sainz y el undécimo de Alonso dejaron en evidencia a Williams y Aston Martin, que jugaron mal sus cartas. De un modo sangrante en el caso del madrileño, al volante de un monoplaza cada semana más veloz y estable. Alonso, por su parte, puede maldecir tanto la inoportuna aparición de un virtual safety car como su remontada interruptus en las últimas vueltas. Tras sendos adelantamientos a Nico Hulkenberg y Pierre Gasly en Tosa, no pudo finalmente ante Yuki Tsunoda. Salir de vacío en Imola tras partir quinto escuece de veras.

El Autodromo Enzo y Dino Ferrari, tan exigente a nivel técnico, realzó aún más la grandeza de Verstappen. Apagado el semáforo, el holandés estiró la frenada en Tamburello para hacer y deshacer a su antojo frente a Piastri. En sus fauces, el líder del Mundial pareció un recién inscrito en una academia de karting. Hasta George Russell, con muy buen tino a la hora de soltar el embrague, lamentó el escaso coraje de Piastri, que le había taponado a la entrada de la chicane. Mucho más decidido se mostró Norris, autor de un fabuloso adelantamiento ante el propio Russell en la Variante Villeneuve.

Ferrari rompe la baraja

Ese buen rato respirando aire sucio no le vino nada bien al autor de la pole. Mucho menos las prisas de McLaren, que se precipitó con su temprana estrategia. El primero en abrir fuego con los pit-stops para montar los duros había sido Charles Leclerc, ganando la posición a Russell y Sainz, no tanto por la fuerza del undercut, sino por una simple consecuencia del tráfico.

Ese movimiento de Ferrari iba a generar tanta confusión que McLaren llamó a Piastri. Y Aston Martin a Alonso, cuyo ritmo era más que decente. En la vuelta 16, el asturiano había perdido la posición frente a Sainz, aunque sus opciones seguían intactas. Tantas prisas iban a resultar muy malas consejeras en Imola, el circuito donde más tiempo se tarda en recorrer el pit-lane (29 segundos).

Quienes movieron ficha tan rápido fueron ya a pie cambiado. Entre los principales damnificados, Sainz y Alonso. El madrileño quedó enredado a la estela de Russell, con un problema en la maneta del cambio de marchas y Tsunoda, que había partido desde el pit-lane. Mientras, su compañero Alex Albon se perfilaba hacia la lucha por el podio gracias a un plan mucho más propicio.

Sainz, el domingo, en el pit-lane de Imola.

Sainz, el domingo, en el pit-lane de Imola.AFP

En la vuelta 29 McLaren paró a Norris, con tan mala suerte que sólo un minuto después, una avería de Esteban Ocon a la salida de Tosa desencadenó el inevitable virtual safety car. El timing perfecto para Verstappen, favorecido otra vez por la buena ventura.

Antonelli y el 'safety car'

Con más de la mitad de carrera por delante, todo parecía bien atado para el tetracampeón, con 18 segundos de renta frente a Norris. Sin embargo aún tuvo que hacer frente a un inesperado contratiempo en la vuelta 47 cuando Andrea Kimi Antonelli, que había llevado por la calle de la amargura a Lewis Hamilton, dejó varado su Mercedes en una zona sin acceso para los comisarios. Un safety car como postrero aliciente a un domingo sin respiro.

Verstappen, desde luego, no iba a conceder un ápice en la resalida. Nada más abrir gas se libró de la amenaza del DRS de Piastri. Con gomas muy usadas, el australiano sería también presa fácil para Norris en Tamburello. La amenaza para el líder del Mundial asomaba por detrás con los Ferrari. Albon pretendía defender su cuarta plaza, ante un agresivo Leclerc. Hamilton, que pasaba por allí, pudo aprovechar la excursión por la grava del Williams para poner la guinda a su remontada.

La ralentización, en cambio, pudo interpretarse como un alivio para Aston Martin, cuyos dos coches amenazaban ruina. "Va a ser una tortura. Esto es un naufragio. Soy el piloto más desafortunado del mundo", lamentó Alonso por radio, cuando ya sólo rodaba por delante de Lance Stroll, Franco Colapinto, Esteban Bortoleto y Oliver Bearman. Su rush final, con gomas más frescas, de nada sirvió frente a Tsunoda.

Un vídeo del incidente en Cornellà confirma un primer atropello previo: "No era una zona donde pudiera pasar un coche"

Un vídeo del incidente en Cornellà confirma un primer atropello previo: “No era una zona donde pudiera pasar un coche”

Crece la polémica por el atropello múltiple de Cornellà en los instantes previos del partido entre el Espanyol y el Barcelona en las afueras del estadio. En un vídeo desde otro ángulo difundido en redes sociales se evidencia un primer atropello antes del acelerón posterior de la conductora.

Uno de los testimonios directos del atropello, un joven de 16 años que evitó "de milagro" ser embestido por el coche, explica a EL MUNDO como vivió los hechos. "La calle estaba repleta de gente de todas las edades y vimos de repente como aparecía un coche que atropellaba varias personas", recuerda.

"Todo fue muy rápido. Hubo pánico y sorpresa. En ese momento, varias personas empezaron a gritar a la conductora, golpear el coche y recriminarle el atropello [el primero], cuando aceleró y se llevó por delante a muchos otros seguidores". "En ese momento, pensé que era un atentado terrorista. No era una zona donde pudiera pasar un coche. Es vergonzoso todo", lamenta M.N.

La juez dejó este sábado en libertad a la conductora del atropello de Cornellà en los instantes previos del partido entre el Espanyol y el Barcelona del jueves: le retira el carné y el vehículo, y deberá personarse periódicamente ante los juzgados. La investigación está abierta por los presuntos delitos contra la seguridad vial, desobediencia a la autoridad y lesiones por imprudencia ("sin más tipificación" hasta que cada una de las personas heridas tenga los informes definitivos de las consecuencias de las heridas).

Un colectivo de abogados analiza las imágenes y podría asesorar a los heridos para que emprendan acciones legales.

Sobre lo sucedido, la investigación debe aclarar qué ocurrió, aunque la policía trabaja desde un inicio con la hipótesis de que la mujer, vecina de la zona, accedió a la avenida adyacente al estadio tras coger su coche de un parking privado, se sintió "agobiada" y quiso huir del lugar después de que los aficionados rodearan su vehículo y la increparan. Entonces y por motivos bajo investigación, aceleró y atropelló a un grupo de personas antes de impactar contra una valla.

El jueves por la noche y durante toda la jornada del viernes, la policía trató de reconstruir los hechos a partir de interrogatorios y el visionado de las numerosas imágenes del momento del atropello, los instantes previos y los posteriores. Con todo el material elaboraron el atestado policial entregado antes de que la detenida, la conductora de 34 años, haya pasado este sábado a disposición judicial y haya salido luego en libertad. Faltan todavía los informes definitivos de las consecuencias de las heridas.

"La conductora apareció, cometiendo un primer atropello. Cuando la gente le recriminó lo que estaba haciendo, se produjo el segundo atropello, este masivo. Es un milagro que no haya habido muertos", explicó a este periódico la noche del jueves un aficionado blanquiazul que se encontraba en ese momento cerca de donde se produjo el incidente.