El universal Giro local

El universal Giro local

Por orden de aparición en el calendario, el Giro, el Tour y la Vuelta conforman el trío de joyas de la corona ciclista. Rosa morganita, amarillo oro y rojo rubí. Esencialmente latinas, ampliamente mediterráneas, ejemplos de las viejas jerarquías, forman parte de la cultura no sólo deportiva del país, al que contribuyen a representar en el mundo.

Pero el Giro es la menos cosmopolita, la más apegada a las mentes y los corazones locales. En su univer

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Pogacar inicia con la Lieja- Bastoña- Lieja la 'primavera ciclista'

Pogacar inicia con la Lieja- Bastoña- Lieja la ‘primavera ciclista’

En primavera florecen los campos y las bicicletas. Es el momento del reencuentro con todas las grandes clásicas, menos con el otoñal Giro di Lombardia. Entre finales de febrero, con la aperturista Omloop Het Nieuwsblad, y finales de abril, con la epilogal Lieja-Bastoña-Lieja, el Paraíso terrenal del ciclismo reside en las clásicas. La Decana, pesarosa por las ausencias forzosas de Wout van Aert y Remco Evenepoel, vencedor en 2022 y 2023, pero sie

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Duplantis bate su propio récord mundial de salto con pértiga en Xiamen

Duplantis bate su propio récord mundial de salto con pértiga en Xiamen

En su continuo camino sin obstáculos, ni fronteras, Armand Duplantis volvió a batir su récord del mundo de salto con pértiga. A las primeras de cambio de una temporada presidida por los todavía lejanos Juegos Olímpicos, en la cita inaugural de la Liga de Diamante, en Xiamen (China), como quien no quiere la cosa, como siguiendo una rutina y obedeciendo a un deber autoimpuesto sea el día que sea, se elevó hasta los 6,24. Un centímetro más de su plusmarca anterior.

Todo empezó, con 6,17, en 2020. Hasta hoy, centímetro a centímetro, como es lógico. No va a ser de cinco en cinco. Y, una vez batido el récord, un objetivo supremo en sí mismo, el atleta se detiene y se reserva para la próxima ocasión.

Mondo no necesitó más que cuatro brincos para irse tan arriba, para encaramarse a un nuevo (y siempre provisional) cielo. Sobrepasó a la primera los 5,62. Un divertimento. Hizo lo propio con los 5,82. Un calentamiento. Y con los seis metros. Un convencimiento. Y luego con los 6,24. Un monumento.

Ahora mismo, dentro de su seguridad, se trata de un atleta a la búsqueda a tientas de sus propios límites. Para el aficionado, para el periodista, para el atletismo en su conjunto, irlos descubriendo juntos salto a salto, verso a verso, resulta un fascinante ejercicio exploratorio que compensa de sobra la ausencia de incertidumbre en la que se basa la competición deportiva. Continuará. Siempre continuará...

De 'monos' y 'cholos'

De ‘monos’ y ‘cholos’

Hace mucho tiempo que la llamada "corrección política", un ideológico cajón de sastre, un indigesto potaje ético, un freno para el pensamiento y un cepo para la palabra ha degenerado en lo pueril, lo absurdo y lo grotesco.

Las alturas y las bajuras de los poderes públicos han creado un pegajoso observatorio inquisitorial. Desde él se ejerce una vigilancia cargada de tales sutilezas protectoras, dignificantes y reivindicativas, que una inocente des

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Fútbol de secano

Fútbol de secano

La final de Copa constató una de las características actuales del fútbol español: la carestía goleadora. En conjunto, 43 disparos con ánimo de gol, con sólo 12 entre los tres palos, no sirvieron más que para, tras un encuentro vibrante pero romo, acabar citándose ambos equipos en el punto de penalti. Y, una vez allí, encomendarse cada cual a la Providencia o a la suerte. A Dios o al Azar, reencarnados en los porteros, seres elevados entonces a la

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Jorgenson se lleva la Clásica de Flandes tras la caída de Van Aert

Actualizado Miércoles, 27 marzo 2024 - 18:33

El triunfo fue para Matteo Jorgenson. Pero el equipo Visma-Lease a Bike no pudo exhibir una sonrisa completa. Una caída de Wout van Aert, que él mismo provocó y de la que salió como el más damnificado, cambió el rostro de la clásica A Través de Flandes. La carrera, fraccionada en abanicos, ya venía cortada a causa del viento. El fenómeno belga arrastró en su desplome a gente como Mads Pedersen, Jasper Stuyven y Biniam Girmay. En cierto modo, con el abandono del máximo favorito, gimiente, deshecho el "maillot" y la espalda enrojecida y tumefacta, la prueba empezó de nuevo a unos 70 kms. de la meta.

Y lo hizo manga por hombro. De una escapada inicial de 14 hombres, fueron sobreviviendo algunos y descolgándose otros. Fuera como fuese, entre avances y retrocesos individuales o por pequeñas unidades, se configuraron dos grupos. En cabeza, seis "riders". En su estela, ocho.

Se fusionaron. No todos. Jorgensen (no confundir con Jorgenson, vencedor a la postre) y Mathias Norsgaard, el danés de Movistar, habían cedido y fueron tragados por un tercer escuadrón ya sin posibilidades. La suerte estaba dibujada, pero no decidida. Volaban Alberto Bettiol, Casper Pedersen, Stefan Küng, Jonas Abrahamsen, Matteo Jorgenson, Dries de Bondt, Joshua Tarling (que sufría en los repechos y enlazaba en el llano y los descensos), Michael Valgren, Pascal Eenkhoorn, Dries de Pooter, Tiesj Benoot...

A falta de 21 kms. atacó Bettiol, en gran forma, flamante vencedor de la Milán-Turín. Se marchó... hasta que unos calambres lo frenaron de golpe. Las escaramuzas posteriores dejaron a media docena de hombres en cabeza: Künh, Jorgenson, De Bondt, Tarling (que seguía deshaciéndose y recomponiéndose), Abrahamsen y Benoot.

Pequeños intentos, muchas miradas, muchos amagos... Cuando, a falta de siete kms. para la meta, demarró, seco, duro, Jorgenson, se vio en el acto que nadie podía responder. Mientras el estadounidense se alejaba indefectiblemente, los demás, menos el heroico Tarling, 20 años recién cumplidos, que suplía con voluntad la falta de fuerzas, ya sólo luchaban por los lugares secundarios del podio. En estado de gracia, el estadounidense, que viene de imponerse a Remco Evenepoel en la París-Niza, levantó los brazos al cielo. El sprint por la segunda plaza se lo ganó Abrahamsen a Küng.

A Través de Flandes, entre las localidades de Roeselare y Waregem, es el dulce-áspero aperitivo del Tour de Flandes, que se disputa el domingo. Wout van Aert, evacuado en camilla, no estará con toda probabilidad en la salida. Perdemos todos.

Andaduras y andanzas

Andaduras y andanzas

Atlético de Madrid-Inter de Milán, partido de vuelta de octavos de final de la Champions. A continuación de la estéril prórroga, llega la tanda de penaltis. O de "lanzamientos desde el punto de penalti", como puntualizan algunos puristas, aunque lueg

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Femke Bol, un récord del mundo para la posteridad

Femke Bol, un récord del mundo para la posteridad

Un récord del mundo, el de los 400 metros femeninos, presidió para la posteridad del Campeonato la jornada. Con ese estilo entre deslizante y rodante, de una elegancia erguida y sin (aparente) esfuerzo, Femke Bol, el cisne neerlandés, remató la carrera en 49.17. Rompía su plusmarca anterior, también de este año, de 49.24. La posibilidad de que, a sus recientes 24 años (el 23 de febrero), pueda un día bajar de los 49 segundos, se antoja tan real como deseable.

Para saber más

Para saber más

La jornada empezó con una bofetada inesperada para los nuestros. En las semifinales de los 60 vallas, Asier Martínez, que reaccionó en las prohibitivas menos de 100 milésimas (0,93), fue descalificado. Corrió (y ganó) bajo protesta. La reclamación de la delegación española no prosperó. La final se celebró sin el navarro, con el tiránico Grant Holloway derecho al oro (7.29) y Quique Llopis, cuarto, por las milésimas, con 7.53.

Un chico de pueblo, en el sentido más natural, de la definición. Mariano García, alias "La Moto", 26 años, natural de Fuente Álamo (Murcia), es uno de esos productos deportivos más o menos espontáneos de la España interior, también más o menos cercana a la periferia, pero alejada de los focos. Se llevó de cabo a rabo su semifinal de 800 y, claro, se metió por puestos en la final. Entró en la meta poco menos que sonriendo. No por arrogancia, sino por la pura alegría de competir y sentirse pletórico. Campeón del mundo en vigor, en la final dominical huele a oro renovado. Mohamed Attaoui no pudo seguirle en el mismo envite y, pese a su buen crono (1:45.68), no entró por tiempos en esa final (lo mismo que, en la prueba femenina, Lorea Ibarzabal con sus 2:00.73).

En el salto de longitud, el acreditado griego, que cumplirá 26 años el próximo día 18, Miltiadis Tentoglou, campeón de "todo" (olímpico, mundial, europeo), se enfrascó en un interesante duelo con el joven italiano (19 años recién cumplidos) Mattia Furlani. Ambos lograron 8,22. Pero Tentoglou, con un segundo brinco de 8,19, mejor que el segundo del italiano (8,10), impuso su dorada jerarquía. Casi clandestinamente, el jamaicano Carey Mc Leod, con una serie muy inferior a las de los actores principales, acabó, sin embargo, tercero con 8,21. Les dio un susto, aunque no un disgusto.

Bernat ArmangueAP

Tentoglou y Furlani son dos saltadores de infrecuente formato. Frente a la mayor presencia muscular de la mayoría de sus colegas, muestran una traza flacucha. Tentoglou mide 1,87 y pesa 70 kilos. Furlani anda en 1,81 y 65 kilos. Al menos, Tentoglou, fibroso, nervudo, pálido y de barba oscura, una figura de El Greco, ya está formado físicamente. Furlani, en cambio, es todavía un proyecto anatómico. Hijo de madre senegalesa y velocista, y padre italiano y saltador de altura, también él practicó esa especialidad (llegó a saltar 2,17 y ser campeón de Europa Sub-18). Pero la longitud lo llamó con más fuerza y posibilidades. Y ahí está, un soplo de aire fresco. Para el gran público es un hallazgo.

En unos 3.000 abiertos a media docena de puntos cardinales, los ordinales señalaron al británico Josh Kerr (7:42.98), el estadounidense Yared Nuguse (7:43.59) y el etíope Selemon Barega (7:43.64). Adel Mechaal, sexto (7:45.67), siempre fue a remolque de los mejores.

Aún sin medallas, a España le quedan, en el último asalto, aparte de Mariano García, las bazas de Ana Peleteiro en el triple salto, Fátima Diame en la longitud y las de la gente de 1.500: Esther Guerrero, Adel Mechaal y Mario García Romo.