El español Carlos Verona vence en la primera gran etapa de montaña del Giro

El español Carlos Verona vence en la primera gran etapa de montaña del Giro

Carlos Verona se exhibió en la primera gran etapa de montaña de este Giro de Italia que habla español como nunca. El corredor de San Lorenzo del Escorial aprovechó el marcaje de los favoritos para fugarse a falta de 41 kilómetros para la meta y anotarse la victoria más importante de su trayectoria. En una vibrante etapa pre alpina, con el ascenso al coloso Monte Grappa, el madrileño acaparó protagonismo en una cita en la que Isaac del Toro defendió magistralmente su liderato. Primoz Roglic cedió un minuto y medio con los primeros de la clasificación general.

Premio merecido para Verona, un corredor de 32 años que siempre ha tenido que sacrificarse para sus jefes, antes en el Movistar y ahora el Lidl. Este domingo, tras el abandono de su compañero Giulio Ciccone y sin opciones para MadsPedersen, el español tuvo libertad de movimientos. Se marchó del grupo de los mejores antes de la penúltima subida de la jornada y supo mantener la distancia necesaria para presentarse en la meta de Asiago con sólo 22 segundos de ventaja sobre el alemán Florian Stork, poco tiempo pero suficiente para encumbrar un supremo esfuerzo de tesón.

La de Carlos Verona es la segunda victoria española en el Giro, la anterior la cosechó Juan Ayuso, en la séptima etapa, con final en Tagliacozzo.

Un día inolvidable para Verona, en una etapa inmensa, la primera gran cita de alta montaña, distinguida por la presencia del Monte Grappa, que acoge el osario de la Patria, una pirámide de círculos, coronada por una inmensa cruz, alberga los restos de más de 12.000 soldados caídos en la Primera Guerra Mundial. Un tributo a la resistencia y a la defensa de los ideales. Un escenario icónico que este domingo visitó este Giro de pugnas fratricidas. Una ascensión de 25 kilómetros interminables. Ahí, donde muchos especialistas aseguraban que realmente comenzaba el Giro, como si las caídas, cortes y bonificaciones ya conocidas fueran intranscendentes.

Arrancó nerviosa la jornada, con una macro fuga de una treintena integrantes, entre ellos, Frigo, Conci, Vacek, De Pettro, Fortunato, Einer Rubio y gregarios de Roglic (Daniel Felipe Martínez y Pellizari) y Ayuso (Igor Arrieta), que se presentaron en la falda del Monte Grappa con 3.47 minutos de renta sobre el pelotón, gobernado por el UAE de Isaac del Toro, a 100 kilómetros de la meta de Asiago.

A falta de seis kilómetros para la cima de la montaña sagrada, Ayuso sufrió una avería mecánica y se vio obligado a cambiar de bicicleta. El español quedó descolgado del grupo y en el momento en el que regresó a la cabeza, el Ineos de Bernal aceleró la marcha. El colombiano atacó a dos kilómetros de la cumbre y a su estela se pegaron Carapaz y Del Toro. El Giro de los hispanohablantes. Luego se unieron Arensman (compañero de Bernal) y Gee. Los selectos aventureros hollaron el Monte Grappa, encapotado por la niebla, un minuto después del grupo de escapados (comandados por Fortunato), pero con 20 segundos de ventaja sobre Ayuso, Yates, Roglic, Tiberi y el resto de favoritos, una renta que fue neutralizada en el largo descenso gracias a la labor del equipo UAE, que nunca perdió la calma con el envite de Bernal.

Las escaramuzas de corredores inquietos (Bardet, Bilbao, Fiorelli..) continuaron camino de Dori, una subida de 16,4 kilómetros. El madrileño Verona, a 41 kilómetros de la llegada, tomó la iniciativa y logró una renta superior a los cuatro minutos antes de afrontar la subida de segunda categoría.

En un ejercicio agónico, Verona supo mantener la distancia con los italianos Garofoli y Zana. Mientras tanto, por atrás Carapaz, Bernal y Yates intentaron inquietar a Del Toro, pero sin éxito. El mexicano, atentísimo, controló las situaciones con una asombrosa facilidad. Ayuso, siempre a la expectativa. En esta pugna entre los grandes resultó perjudicado Roglic, que al final cedió 1.30 minutos respecto al líder.

Sufría el esloveno y disfruta como nunca Carlos Verona. Segunda victoria profesional para el madrileño, la anterior fue una etapa del Criterium Dauphiné de 2022. ''Estoy mu contento, nunca pensé que podría haber ganado un etapa, porque acudí al Giro con el rol de ayudar a Ciccone, pero tras su retirada todo cambió'', dijo el español, que preparó el Giro en dos concentraciones en altitud, una en Sierra Nevada y otra en Andorra

Una bella etapa que precedió al descanso de este lunes y al inicio del tercera semana de la Corsa Rosa, con la presencia de colosos montañosos que sentenciarán la carrera. El martes, la etapa con más desnivel (5.000 metros) y final en la cima en Brentonico; el miércoles, con el puerto del Mortirolo en la mitad de la etapa; el jueves, con las ascensiones a tres puertos de 16 kilómetros cada uno de ellos, y el viernes, con el brutal tramo de tierra de la Finestre y final en la estación de Sestriere.

Sin novedad en Mónaco: rotura de Fernando Alonso, tedio infinito y un punto para Carlos Sainz

Sin novedad en Mónaco: rotura de Fernando Alonso, tedio infinito y un punto para Carlos Sainz

Fue un experimento fallido, un remedio que agravó la enfermedad del tedio en Mónaco. No hubo asomo de espectáculo en las calles del Principado porque la norma de las dos paradas obligatorias resultó un disparate. Hubo que anotar la victoria de Lando Norris, por delante de Charles Leclerc y Oscar Piastri. Hubo que lamentar el abandono de Fernando Alonso, imán de todas las desdichas, y el punto pescado por Carlos Sainz, tras una argucia de Williams ante Mercedes.

Los dos preceptivos pit-stops impuestos por la FIA no cambiaron nada. Si acaso, lo hicieron a peor. De hecho, la única emoción genuina fue la generada por una espera. La antítesis del deporte del motor. Max Verstappen, líder postizo, suplicó por un safety car que le habría otorgado la victoria. Santa Devota no escuchó sus plegarias y en la última vuelta hubo de cumplir con el reglamento.

En la búsqueda de lo imprevisible, lo excepcional, la F1 se deshizo en la intrascendencia, en la nada. Sólo cuatro pilotos vieron la bandera a cuadros en la vuelta del líder. Nada hubo que rascar en un domingo donde Lewis Hamilton, cuando rodaba quinto, dobló a Isack Hadjar, que iba sexto. Si acaso los malos modos de George Russell, a quien consideran un gentleman, pero autor de una tropelía impropia de su rango.

'Virtual safety car' en la primera vuelta

Fue el decimosexto triunfo de McLaren en el Puerto de Hércules, el primero desde 2008. Un domingo infumable donde el triunfo de Norris sólo se vio comprometido en la salida. Una vez más, el aspirante al título patinó cuando no debía, aunque sí tuvo arrestos para contener a Leclerc en Santa Devota, apurando al límite la frenada. Gabriel Bortoleto, que se había animado con un exterior a Andrea Kimi Antonelli en la bajada de Loews, tropezó con las protecciones en Portier. La neutralización del virtual safety car para empezar con los pit-stops de Yuki Tsunoda, Pierre Gasly y Oliver Bearman.

Estos rezagados rodaban más deprisa que los líderes. Por delante solo sólo interesaba la posición, no el ritmo, así que Piastri prefirió dejarse caer a casi cuatro segundos de Leclerc. Mejor así que respirar aire viciado. Sin embargo, el protagonismo de ese grupo trasero sentó muy mal a Gasly, que a la salida del túnel se llevó por delante a Tsunoda. Aunque el francés tuvo que alcanzar el garaje con su rueda delantera izquierda a la rastra, el director de carrera se conformó con dobles banderas amarillas.

Hadjar, rival de Alonso por la quinta plaza, agitó el avellano en la vuelta 15, para montar blandos. El novato se vio favorecido por su compañero Liam Lawson, que venía formando un trenecito a su estela. Racing Bulls atinaba con su plan, porque el francés ya había completado su segundo pit-stop en la vuelta 21, sin dejar un hueco similar a sus rivales.

Sainz, por delante de Hulkenberg, el domingo en Mónaco.

Sainz, por delante de Hulkenberg, el domingo en Mónaco.AP

Ya no pintaba nada bien el asunto para Alonso, que cumplió en la vuelta 17 para montar los duros. "Necesito que me expliquéis lo que estamos haciendo con la estrategia", lamentó el asturiano. Cuando le reclamaron mayor ritmo, su alarido casi rompe los auriculares de los ingenieros: "¡No puedo tirar ahora!".

Hubo de sacrificarse Sainz en una ingrata tarea, para favorecer en los posible a Alex Albon. Tras su alerón trasero se desquiciaban Russell y Antonelli. Tan disciplinado como de costumbre, debía abrir un hueco de parada para su compañero. Antes de cumplirse la mitad de la carrera, Carlos ya había sido doblado por Norris.

Pataleta y 'drive through'

Williams se guardaba otra sorpresa ante Mercedes, el rival que le suministra motor, caja de cambios y suspensiones. Sainz dejó pasar a Albon para ejercer de stopper ante Russell y Antonelli. Desquiciado, el líder de Mercedes se marcó un recto en la Nouvelle Chicane para quitarse de encima a Carlos. Una pataleta castigada por los comisarios con un drive through. Sainz, undécimo en la parrilla, se había aupado al top-10.

Apenas unos minutos antes, Alonso había encendido las alarmas en Aston Martin: "Creo que el motor está diciendo basta". Desde hacía tiempo, mientras entregaba una sangría de décimas en la recta de meta, algo sonaba raro bajo el capó. El AMR era el único coche que rodaba sin que nadie le estorbase, ni le incomodara. Entre Hamilton y Hadjar. A su paso por la Rascasse, una columna de humo se hizo ya visible. Otro drama para el bicampeón.

Bezzecchi gana en la locura de Silverstone

Bezzecchi gana en la locura de Silverstone

Actualizado Domingo, 25 mayo 2025 - 15:57

Silverstone fue una auténtica locura. No sólo por el hecho de que el Gran Premio del Reino Unido tuviera su undécimo vencedor diferente en las 11 últimas ediciones. En una carrera que tuvo dos salidas, tras una bandera roja en un primer intento en el que tanto Álex, nada más empezar, como Marc Marquez se fueron al suelo, Marco Bezzecchi le dio el primer triunfo de este curso a Aprilia, justo cuando aún resuenan los ecos de una hipotética salida del equipo de Jorge Martín y después de que el infortunio se cebara con un Fabio Quartararo que lideró gran parte de la prueba de forma incontestable.

Al final, un fallo mecánico de su Yamaha le condenó a abandonar y frustró el que habría sido el primer podio sin Ducati en muchísimo tiempo. Johann Zarco, que rodaba tercero hasta ese momento, subió finalmente al segundo escalón del podio, y Marc Márquez, tras pelear a brazo partido con Franco Morbidelli en las últimas curvas y solo por centímetros, se hizo con un tercer puesto que le permite ser un poco más líder.

"Hemos tenido suerte, porque cometí un error en esa primera carrera. Por lo demás, hemos salvado los muebles", señaló extremadamente parco en palabras el mayor de los Márquez tras acabar una carrera en la que su hermano Álex fue finalmente el quinto clasificado. Mucho más satisfecho, desde luego, estaba un Johann Zarco que se llevó el triunfo hace un par de semanas en Le Mans. "No puedo creerlo, ha sido una carrera especial. Fue fantástico tener una segunda salida, porque tenía que controlar el neumático trasero al principio y vi que el resto iba muy fuerte. En la segunda las cosas fueron mejor, las Ducati no podían empujar mucho con el tren delantero, aunque Bezzecchi iba muy fuerte. Pero, cuando vi lo que pasó con Fabio, pensé que podía ganar. Al final, tuve problemas con el tren delantero y tuve que controlar que Marc no me ganara la posición", aseveró el francés.

El más feliz de todos, con todo, fue un Marco Bezzecchi que llevaba muchísimo tiempo soñando con encontrarse con el triunfo. "Es asombroso, este último mes he vivido una época difícil, pero Aprilia siempre me ha dado confianza, hemos trabajado muchísimo pese a los momentos difíciles y nunca tiramos la toalla", señaló el italiano en lo que muchos podrían ver un mensaje más o menos velado a Jorge Martín, su compañero de equipo.

Antes, Massimo Rivola, CEO de la escudería transalpina, había sido mucho más contundente que su piloto: "Esto es un mensaje para Jorge: tenemos una moto que puede ganar con él también". La alegría de Bezzecchi, desde luego, contrastó muchísimo con el gesto de circunstancias de un Pecco Bagnaia que se fue al suelo y no pudo acabar la carrera, pero, muy especialmente, con la desesperación de un Fabio Quartararo que se vio obligado a retirarse por un fallo mecánico en el ride-height device de su Yamaha. El francés, desencajado, sentado al lado del muro en la recta de meta mientras su mejor amigo trataba de animarlo, fue una de las imágenes imborrables de una carrera que acabó siendo toda una locura, tanto por su desarrollo como por su desenlace final.

En cuanto al resto de pilotos españoles, Pedro Acosta se alzó con el sexto puesto el día de su cumpleaños, Fermín Aldeguer fue noveno, Joan Mir, undécimo, Maverick Viñales, duodécimo, Raúl Fernández, decimotercero, Alex Rins, decimocuarto, y Aleix Espargaró, quien competía con una wildcard de Honda, no pudo completar la prueba. El campeonato del mundo de motociclismo, dentro de un par de semanas, volverá a plantarse en España, con un Gran Premio de Aragón que se celebrará entre el 6 y el 8 de junio.

El Atlético despide con una contundente victoria un curso descafeinado

El Atlético despide con una contundente victoria un curso descafeinado

Duelo sin presiones, sin necesidades ni obligaciones. Fútbol por orgullo y poco más. El Atlético debía enmendar su pésima imagen fuera de casa en este último tramo de la temporada, el Girona quería despedirse con victoria de una afición que ha sufrido mucho esta temporada. El duelo se lo terminaron llevando los rojiblancos, con más pólvora pese al gran estado de forma del joven Stuani. Lo decidió el tipo más efectivo desde el banquillo esta temporada, Alexander Sorloth. Hat trick del noruego y otro de Lenglet para certificar los últimos tres puntos. [Narración y estadísticas, 0-4]

Necesitaban los jugadores del Girona quitarse el peso del descenso y se les notó ligeros en la primera parte. Los regates le salían a Asprilla, las carreras de Portu parecían más veloces y Stuani, bueno, nadie sabe muy bien la edad 'real' del uruguayo y, probablemente, cuando cumpla 40 años dentro de año y medio, siga metiendo goles como ha hecho en este tramo final de la temporada. La salvación del Girona se ha llamado Christian y se ha apellidado Stuani.

Los de Míchel comenzaron su último encuentro en casa con un juego más similar al del año pasado: con personalidad y confianza, quizás dos palabras que se echaron de menos en una temporada exigente con el sueño de la Champions de por medio, pero lo terminaron como este curso, desmadejados. El Atlético quiso esperar atrás, en un papel cómodo para el conjunto de Simeone, quizás más de lo que los jugadores que han llegado este año requieren.

La hinchada se esperaba un once rojiblanco repleto de novedades, pero el técnico argentino quería mantener una dinámica lógica de cara a la preparación del Mundial de Clubes. Entraron jugadores en la rampa de salida, como Witsel, Azpilicueta y Musso, pero el bloque principal los conformaban los sospechosos habituales. Salió el guardameta argentino para garantizar el sexto Zamora de Oblak, historia del premio tras desempatar con Valdés y Ramallets.

Yangel Herrera fue el primer jugador en abrir las hostilidades, con un remate de cabeza en la salida de un córner. Julián Álvarez respondió casi en la siguiente jugada, encontrando la espalda de la defensa gironí, pero muy escorado facilitando la parada posterior de Krapyvtsov. El juego era fluido y dinámico entre ambos, con alternativas, pero en los inicios faltó mordiente en las áreas. Y eso que en ambas porterías estaban los porteros suplentes.

Un nuevo susto médico volvió a detener un partido de los rojiblancos, como en el último duelo ante el Betis. En el minuto 35, Gil Manzano ordenó parar el juego durante cinco minutos para que los servicios médicos trataran a un aficionado de Montilivi. El encuentro se reinició con mayor presión rojiblanca sobre las líneas del Girona, pero con pocas ocasiones. La única reseñable, una falta directa de Julián Álvarez que a punto estuvo de meterse en su portería un nervioso Krapyvtsov.

La segunda parte se inició como terminó la anterior, con otra intervención médica en la grada, en esta ocasión algo más breve. El juego, lento, quizás por causa del calor. Sólo un chispazo de Griezmann casi sin ángulo sobresaltó al estadio. Hasta que el Girona echó un paso a delante y comenzó a acosar más la portería de Musso, pero Stuani no tenía el día en los controles y malogró un buen pase de Yangel.

Killer Sorloth

Como en un espejo, Griezmann tampoco supo domar bien un balón en una contra lanzada por Julián. Aunque luego la jugada continuó y Lino casi la emboca si el esférico no llega a ser bloqueado por Blind. Parecía que ambos equipos se hubieran despertado de la siesta a la vez. El francés dejó el césped por Sorloth poco después de ese intercambio de golpes. No termina de volver la leyenda del Atlético al nivel que siempre ha mostrado como rojiblanco.

Continuó después el baile en los banquillos y con aromas de despedida. La de Juanpe, del Girona, y la de Correa, de la liga, si es que el argentino termina por abandonar la disciplina rojiblanca después de la polémica por su adiós al Metropolitano. Pero con el 10 esperando en la línea para salir, un error de Krejci terminó en las botas de Julián que habilitó a De Paul para que su pase atrás fuera culminado por Sorloth. Son ya 10 goles desde el banquillo de los 18 que ha convertido en liga el noruego. Casi hace el segundo cinco minutos después pero, con poco ángulo, Krapyvtsov respondió bien a su disparo.

Sin embargo, el portero del Girona la lió poco después a un centro de Julián. El guardameta soltó el balón en los pies de Lenglet, que agradeció el favor poniéndola en la red. Ya con los catalanes volcados, el noruego volvió a encontrar portería con un nuevo favor de Krapyvtsov y posteriormente con un gran gesto de Julián. Doblete en cinco minutos y hat trick en media hora. El partido ya estaba muerto. Y la liga, también.

La Liga del fin del mundo

La Liga del fin del mundo

Acabó la Liga 2024-25 con el título número 28 del Barcelona. En el siglo XXI sólo han ganado la competición cuatro equipos: Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid y Valencia. Otro dato: el Madrid y el Barcelona han gozado de los favores de la vieja y bella dama en 34 de las últimas 40 citas con sus pretendientes. En política a eso se le llama bipartidismo o alternancia en el poder. En el ámbito empresarial, abuso de posición dominante.

Hace 25 años, la última Liga del siglo XX, la 1999-2000, se la llevó el Deportivo de la Coruña. Aquel triunfo sigue pareciendo un milagro. Sólo nueve equipos han ganado la Liga. Algunos (Depor, Betis y Sevilla) únicamente una vez. La Real Sociedad, dos. El Atleti, 11. El Athletic, ocho. El Madrid, 36. El Barça, ha quedado dicho, 28.

Todos esos equipos habitan ahora en Primera. Y todos, menos el Madrid, el Barça y el Athletic, han bajado alguna vez a Segunda, de modo bastante temporal. Pero el Depor, un "equipo ascensor", según la terminología de la época, ha estado en ella demasiado tiempo en demasiadas ocasiones. Incluso se ha precipitado todavía más hondo, hasta la densa oscuridad de las categorías abisales. Ahora pena en las profundidades medias de la Segunda División, un purgatorio con vistas, pero no acceso, al cielo.

El título del Deportivo es probablemente el más sorprendente, extraordinario y meritorio en la historia de la Liga. La Coruña está a 600 kms. de Madrid y a 1.100 de Barcelona. Se encuentra en el "fin del mundo", particularmente lejos de los centros de poder. Incluso con una generación excepcional de futbolistas, su triunfo tuvo algo de casual, enfrentado a la creciente tiranía de los presupuestos, que establecen poco menos que castas rígidas. En cierto modo, por aquí tenemos ya una Superliga.

El duopolio Madrid-Barça ha coincidido en los últimos tiempos en buena medida con el dual reinado de Messi y Cristiano. Ahora podría prolongarse la con el de Mbappé y Lamine, jugadores franquicia desde su primera campaña en la plantilla. El Madrid va a rodear a su estrella de tantos nombres nuevos que harán de la fotografía 2024-25 una antigualla.

En la foto nueva no figurará Modric, en una decisión de Florentino, no de Xabi, incomprensible bajo todos los puntos de vista, incluido el estrictamente futbolístico. Por historia. Por imagen de los mejores y pregonados valores del club. Por haber renunciado varias veces a una fortuna fuera y dentro del Madrid. Por, en este mundo de egos desmedidos, aceptar con humildad un papel secundario y otra rebaja salarial con tal de permanecer en el Bernabéu. Por, aún, alto rendimiento. Por todo eso y no por hacerle un favor, sino justicia, Luka tendría que haber seguido un año más, hasta cumplir unos redondos, perfectos 40. Nunca hubiera supuesto un estorbo o una carga. Su despido, aceptado con una caballerosidad sin límites, es un error técnico y una torpeza ética.

En el Barcelona puede valer la misma foto del curso 24-25. La mayor novedad estribará en el color de bisutería comprada en los chinos que Lamine escoja para teñirse el pelo. Uno más discreto que el chillón oro actual. Quizás un rosa topacio o un verde esmeralda.

El Real Madrid anuncia a Xabi Alonso como nuevo entrenador

El Real Madrid anuncia a Xabi Alonso como nuevo entrenador

Después de decir adiós a Carlo Ancelotti en la tarde del sábado, el Real Madrid no ha esperado más de 24 horas para anunciar, por fin, a su nuevo entrenador. Era un secreto a voces, deslizado por el propio Ancelotti, por Dani Carvajal y por varios miembros de la primera plantilla y del club durante las últimas semanas, pero ahora es oficial. Xabi Alonso es el nuevo entrenador del conjunto blanco. El tolosarra firma por las próximas tres temporadas, hasta junio de 2028, será presentado este lunes y comenzará su etapa en el banquillo madridista dirigiendo al equipo en el Mundial de Clubes, que comienza el 14 de junio en Estados Unidos.

Después de tres cursos en el Bayer Leverkusen, con una Bundesliga, una Copa y una Supercopa de Alemania que le han convertido en el mejor entrenador de la historia del conjunto alemán, el técnico vasco anunció su adiós a Leverkusen hace apenas unos días, consciente ya de su futuro como técnico del Madrid.

El conjunto blanco se ha mantenido en silencio oficial durante estas últimas semanas a pesar de que de puertas para dentro ya trabajaba con Alonso en los planes a corto y medio plazo de la plantilla. El Madrid ni siquiera acompañó con un comunicado el anuncio de Ancelotti en el que confirmaba que iba a ser seleccionador de Brasil. Siguió en silencio hasta el viernes, cuando publicó que el duelo ante la Real sería el último del italiano. Ni rastro todavía de Alonso hasta el día de hoy, cuando por fin, con la Liga finalizada, el club decidió hacerlo oficial.

Alonso llega después de seis cursos como entrenador, tres en la Real Sociedad, a la que ascendió a Segunda, y otros tres en Leverkusen, donde ha peleado dos Bundesligas al Bayern y ha ganado una.

El vasco volverá al Bernabéu, que fue su casa durante cinco campañas, entre 2009 y 2014, y con la camiseta con la que disputó 236 encuentros. En sus vitrinas, la Décima Copa de Europa, dos Copas, una Liga, una Supercopa de España y otra de Europa.

Xabi aterrizará en una plantilla tocada tras una temporada irregular, que ha terminado levantando sólo la Supercopa de Europa y la Intercontinental. Para el Mundial de Clubes tendrá todavía a Luka Modric y a Lucas Vázquez, pero ambos abandonarán el club tras el torneo. En Estados Unidos, además, el vasco planea contar con Dean Huijsen, primer fichaje del verano, y Trent Alexander-Arnold, este último todavía a la espera de comunicado oficial.

En sus manos, recomponer moral y físicamente a un equipo exhausto y hacer jugar y disfrutar a un ataque que, a pesar de la Bota de Oro de Mbappé, no ha carburado al nivel de años anteriores, con versiones de Vinicius y Bellingham lejos de su mejor nivel. Deberá trabajar en la evolución de piezas jóvenes como Camavinga, Güler y Endrick y le tocará reconstruir la defensa, lastrada por las lesiones este curso.

Alex Palou, a por la gloria esquiva en las 500 Millas de Indianápolis

Alex Palou, a por la gloria esquiva en las 500 Millas de Indianápolis

Sus experiencias traumáticas lucen ahora como condecoraciones en el pecho de Alex Palou, que se siente sobradamente preparado para su gran gesta pendiente, la que cerraría la Triple Corona del automovilismo español. El piloto barcelonés, de 28 años, parte hoy desde la sexta posición de la parrilla en busca de la primera victoria en las 500 Millas de Indianápolis. Al volante del coche 10 de Chip Ganassi, propulsado por un motor Honda, el barcelonés llega como favorito, en compañía de Scott McLaughlin (Team Penske), Marcus Ericsson (Andretti Global), Pato O'Ward (McLaren) y el veterano Scott Dixon, su compañero en Ganassi.

"Las 500 Millas son un animal diferente, algo que se siente como si estuviera fuera del campeonato", advierte Palou, líder destacado de la Indycar tras cuatro victorias en las primeras cinco citas. En esa peculiaridad reside precisamente la magia de una carrera que, según los entendidos, elige siempre a su ganador. Una prueba de eliminación, con 200 giros al óvalo, con una duración de algo más de tres horas y que suele decidirse en el tramo final.

El español deberá luchar contra su maldición en los óvalos, donde aún no ha sumado una sola victoria después de 27 intentos. Sin embargo, hoy se siente al fin preparado para olvidar sus traumas recientes. En 2021 lideró durante 35 vueltas, pero le faltó experiencia en el momento decisivo ante Helio Castroneves. En 2022, desde la segunda posición de la parrilla, fue castigado con un drive trough que acabó con sus opciones tras marchar en cabeza durante 47 vueltas. En 2023 partió desde la pole, pero poco antes de que se cumpliera el ecuador Rinus VeeKay le llevó contra el muro durante uno de sus pasos por el pit lane. Y el año pasado, tras ganar 10 posiciones desde la salida, acabó cuarto.

El escándalo de Penske

Después de estos sinsabores, sólo un triunfo colmaría la ambición de Palou en el Indianapolis Motor Speedway, donde se espera un lleno hasta la bandera, con 350.000 espectadores. El legendario brickyard puede coronar al español como uno de los mejores pilotos en la historia de la IndyCar. Tras sus tres títulos en la categoría (2021, 2023, 2024), su dominio se acentúa cada semana y este año podría ceñirse la cuarta corona antes de cumplir 100 carreras. Un triunfo en las 500 Millas le acercaría a leyendas como Mario Andretti, A.J. Foyt, Al Unser o Rick Mears.

El excepcional talento de Palou se ve además potenciado dentro de la estructura de Ganassi, un equipo tan habituado a la gloria en Indianápolis que hasta en un mal año como 2024 logró meter sus dos monoplazas entre los cinco primeros. A su favor también juega el reciente escándalo del Team Penske. Hace unos días, en plena sesión de clasificación, los dos pilotos del equipo más laureado fueron descalificados por una irregularidad en la caja de cambios. Josef Newgarden, ganador de las dos ultimas ediciones, y Will Power, fueron relegados a los dos últimos puestos de la parrilla. Desde 1987, ningún coche que partiera más atrás de la 19º plaza saborea en el podio la tan ansiada botella de leche fría.

La amenaza de los veteranos

Palou no deberá perder la pista de Ericsson, un piloto que dejó muy mal recuerdo en la F1, pero que ha mostrado una asombrosa regularidad en este óvalo. A su victoria de 2022, el sueco sumó un segundo puesto en 2023 y sólo un accidente en la primera vuelta frustró sus opciones el año pasado. Tampoco podrá descuidarse ante dos ilustres como Takuma Sato (RLL Racing) y Castroneves (Meyer Shank Racing). El japonés, de 48 años, pugnará por su tercera victoria, mientras el brasileño persigue a los 50 años el récord absoluto de cinco triunfos, con el que superaría los registros de Foyt, Unser y Mears.

Por último, el éxito de Palou abrocharía la Triple Corona para nuestro país y colocaría su nombre junto a los de Fernando Alonso, Marc Gené y Miguel Molina. El ovetense se impuso dos veces en el GP de Mónaco de F1 (2005, 2006) y las 24 Horas de Le Mans (2018, 2019), mientras los Gené y Molina también conquistaron en La Sarthe la mitíca prueba de la resistencia en 2009 y 2024, respectivamente.

La carcajada de Fernando Alonso y su vaticinio para la doble parada en Mónaco: "Podemos tener suerte y acabar cuartos"

La carcajada de Fernando Alonso y su vaticinio para la doble parada en Mónaco: “Podemos tener suerte y acabar cuartos”

Se oyó un grito de pura felicidad a través de la radio. "¡Adoro conducir, adoro conducir en este circuito!", exclamó ayer Fernando Alonso, entre carcajadas, tras concluir séptimo en la sesión clasificatoria del GP de Mónaco. Por segunda semana consecutiva, el bicampeón se colaba en el top-10, territorio vedado durante las seis primeras carreras del Mundial. "Un día especial en la temporada. Definitivamente un buen paso", concluyó.

Ese salto cualitativo del que hablaba el asturiano obedece a las mejoras implementadas por Aston Martin. En sus manos, el AMR25 ya puede codearse con Williams o Racing Bulls para liderar la zona media. Y resulta más que pertinente adjudicarle esa cuota de mérito porque Lance Stroll partirá hoy penúltimo. El canadiense cayó de mala manera en la Q1 y además fue penalizado con tres posiciones. Sólo la sanción de 10 puestos a Oliver Bearman le evitará el indecoroso farolillo rojo.

En lo estrictamente cuantitativo, la progresión de Aston Martin puede contabilizarse en 63 centésimas: del 1:11.563 con el que Stroll marcó la referencia el año pasado en Q2 a este 1:10.924 de Alonso. Sólo Haas, con 91 centésimas respecto a la pasada edición supera a la escudería de Silverstone.

"Extremadamente contento"

En la parrilla de hoy se espera con expectación a Adrian Newey, el ingeniero más laureado de la historia, que estrena en el Principado su uniforme verde. En una vieja libreta, el británico volverá a anotar cada detalle de los rivales. "Algunas de nuestras herramientas son débiles, particularmente el simulador", ha advertido el gurú del diseño este fin de semana. A pesar del aviso y de los dos años en los que ha cifrado la viabilidad del proyecto, se percibe otro ambiente en el garaje.

Ahora ese optimismo hay que trasladarlo a la pista durante 78 vueltas. Sin titubeos estratégicos, porque hoy, por primera vez, habrá que cumplir dos paradas obligatorias en el Principado. "Podemos tener suerte y acabar cuartos o quintos, o tenerla mala y terminar de nuevo fuera de los puntos", vaticinó el doble vencedor en Le Mans. En caso de cumplir otra carrera fuera del top-10 superaria sus funestos registros de 2015 y 2017 con McLaren.

En cualquier caso, Alonso admitía ayer sentirse "extremadamente contento" por su rendimiento en la qualy. Sin una sola queja por esa milésima que le separaba de Isack Hadjar, un novato que sigue encandilando con su Racing Bulls. "Ha sido genial verle. Ha disfrutado mucho con esas vueltas, siendo el único que ha pasado a la Q2 con los neumáticos medios", recalcó Andy Cowell, CEO y máximo responsable de las operaciones en pista de Aston Martin.

Alonso, con el AMR25, el sábado en Mónaco.

Alonso, con el AMR25, el sábado en Mónaco.ASTON MARTIN

Ahora, el AMR25 presume de prestaciones incluso en un entorno tan hostil como Mónaco, plagado de curvas lentas, la debilidad por antonomasia de Aston Martin. Según las previsiones de Newey, a comienzos de julio llegará otro paquete de actualizaciones aerodinámicas en el GP de Gran Bretaña. Asimismo, el próximo viernes, la FIA aplicará una nueva directiva técnica en Montmeló relativa a los alerones delanteros. Si Aston Martin sabe adaptarse a estos criterios de flexión, aún puede acercarse más a los puestos de cabeza.

En lo más alto del Mundial continúa McLaren, que ayer festejó a lo grande el éxito de Lando Norris. Fue la primera pole en Mónaco para la escudería de Woking tras 18 años. Un bonito homenaje para Alonso, que se la había apuntado en 2007, cuando compartía box con Lewis Hamilton. Por contra, el heptacampeón cerró ayer la jornada con una sanción de tres puestos, por interferir a Max Verstappen en las inmediaciones de Beau Rivage.

¿Labor de equipo de Hadjar?

Mad Max se vio incapaz de seguir el rastro de Charles Leclerc y Oscar Piastri, segundo y tercero, aunque en carrera podría contar el apoyo de Hadjar, que parte justo detrás. Si el francés de Racing Bulls, escudería hermana de Red Bull, ejerce de muro de contención frente a Alonso, Hamilton y Esteban Ocon podría generarse un hueco idóneo para la primera parada de Verstappen.

A esa ruleta de las estrategias lanzará también sus dados Aston Martin. Queda por saber la magnitud de la apuesta. ¿Asumirá todos los riesgos o se conformará con un plan más conservador? Desde luego, poco o nada tiene que perder el equipo, séptimo en el Mundial a 37 puntos de la quinta plaza de Williams. Bastante más delicada se antoja la decisión de los candidatos a la victoria. Pese a la superioridad de efectivos de McLaren, nadie debería descartar a Leclerc. Entre otros motivos porque Norris únicamente convirtió en victoria cuatro de sus 10 poles previas.

¿Cómo será el homenaje a Rafa Nadal? Un acto “sencillo” con Federer, sorpresas y un reconocimiento para siempre

Actualizado Sábado, 24 mayo 2025 - 20:51

Hace ya medio año, a principio de diciembre, la directora de Roland Garros, Amelie Mauresmo, y el presidente de la Federación Francesa de Tenis, Gilles Moretton, viajaron hasta Mallorca para reunirse con Rafa Nadal en su casa y hacerle una pregunta: ¿Cómo lo hacemos? Desde antes incluso que anunciara su retiro, el torneo francés quería homenajear a su 14 veces campeón en la Philippe Chatrier y no se podía permitir que estuviera incómodo sobre la pista. Aquella ceremonia en la Copa Davis de Málaga del pasado noviembre era el ejemplo del camino que no había que coger. Al final, después de la charla entre Mauresmo, Moretton y Nadal, todos pactaron que el reconocimiento fuera «algo sencillo, verdadero y auténtico»; no habrá ostentación, los logros del ex tenista español no lo necesitan.

La organización de Roland Garros planea varias sorpresas, pero Nadal ha aprobado las líneas generales de lo que ocurrirá. «Me inquieta un poco el homenaje porque no se me dan bien estas cosas. No me gustan los homenajes, no necesito este tipo de cosas, no tengo un gran ego. Vivo bien con un poco de anonimato, de tranquilidad», reconocía el protagonista hace unos días en el diario 'L'Equipe'.

Entre las 18.00 y las 19.00 horas de este domingo (lo retransmitirá Teledeporte en abierto y Eurosport), al acabar los tres partidos de la primera jornada diaria del torneo, la pista central se transformará para que Nadal reciba los merecidos aplausos. Como debe ser, Roland Garros ha escondido lo que ocurrirá, pero según ha podido saber EL MUNDO, el acto contará con numerosos ex campeones del Grand Slam, los máximos posibles, entre los que estarán los tres aún en activo, Carlos Alcaraz, Novak Djokovic y Stan Wawrinka, y muchos ya retirados. Esta vez Roger Federer no faltará a la cita y ya se han visto por el recinto a Bjorn Borg, Mats Wilander, Jim Courier, Gustavo Kuerten o André Agassi. La familia del propio Nadal al completo no faltará, así como amigos como Pau Gasol.

JACK GUEZAFP

Un honor para siempre

«Voy a emocionarme, estoy seguro que me emocionaré», aceptaba el español después de inaugurar en su Rafa Nadal Academy de Mallorca una exposición sobre su éxito en París. Allí descansan las réplicas de sus 14 trofeos y la copa original que le entregaron por su décimo triunfo y otros objetos, como las 14 cintas de pelo que utilizó en las finales.

En París, en el llamado Tenniseum, el museo de la Federación Francesa de Tenis, también se ha preparado una muestra parecida en la que, entre otras cosas, se puede revivir con realidad virtual su primera victoria, en 2005, ante Mariano Puerta. Se podrá visitar incluso cuando acabe Roland Garros, al igual que la estatua de Nadal que está en la entrada del recinto francés desde 2021, pero se quiere más. Su directora, Mauresmo, quiere que el español esté vinculado al torneo para siempre y es posible que sea nombrado embajador vitalicio y su nombre bautice algún símbolo del mismo.

Howard FendrichAP

Philippe-Chatrier fue presidente de la Federación Francesa durante 20 años y raramente le quitarán el honor de denominar la pista central, pero existen otras fórmulas. En todo caso, la designación llegará después del homenaje de este domingo, cuando las lágrimas ya estén secas.

Carlos Alcaraz, su concepto de la amistad y lo que está mal de su documental de Netflix: "Quería dejar el tenis porque estaba solo"

Carlos Alcaraz, su concepto de la amistad y lo que está mal de su documental de Netflix: “Quería dejar el tenis porque estaba solo”

En la biografía de Carlos Alcaraz queda un capítulo por explicar. Su idilio con el tenis se ha narrado muchas veces: del niño que jugueteaba con la raqueta todo el día por las pistas de la Real Sociedad Club de Campo de Murcia al adolescente que asombró al mundo. Su ascenso siempre se narra directo, sin paradas, de la infancia al éxito. Pero no fue así. Durante unos meses, Alcaraz quiso dejar el tenis y dedicarse a otro deporte.

Para saber más

Lo recuerda Alfredo Sarriá, entrenador y coordinador de su club, ahora rebautizado como Carlos Alcaraz Academy: "Carlos tenía 13 años, cambió de categoría, se quedó sin grupo de entrenamiento y en muchas clases estaba solo. Estuvo una temporada así. Al mismo tiempo había empezado a jugar al fútbol sala, era el pichichi del equipo y los compañeros de la escuela le iban a animar. Recuerdo que decía: ‘Quiero dejar el tenis y pasarme al fútbol sala. Aquí ganó un punto, miro alrededor y no hay nadie. En el fútbol sala estoy con mis amigos’. Por suerte, su padre le animó a seguir y, bueno, el resto es historia".

Las dudas de adolescencia de Alcaraz hoy no son más que una anécdota, pero demuestran una máxima: necesita estar arropado. Más allá de lo tenístico, que revalide su título de Roland Garros, el Grand Slam en el que debuta este lunes ante Giulio Zeppieri, depende de que sienta el amor de los suyos. En un circuito repleto de jugadores que viven en Montecarlo o Dubai y viajan con sus entrenadores y, como mucho, sus parejas, Alcaraz todavía reside en El Palmar y moviliza a todo su entorno para los torneos.

Un paseo por Roma

Su hermano Álvaro es su sparring; su amigo íntimo Fran Rubio se ha incorporado este curso a su equipo como fisioterapeuta; sus padres no fallan en su palco; y en las gradas, siempre que pueden, animan sus colegas. Estuvieron muchos en Barcelona, donde fueron los más ruidosos, otros pocos en Montecarlo y estarán todos los que puedan en la Philippe Chatrier si todo va bien. En su entorno aseguran que su reivindicación en el documental de Netflix ‘A mi manera’ se entendió mal: no eran ganas de fiesta, eran ganas de seguir en su mundo. El tenis le exige una vida solitaria, pero él se resiste. Más importantes que las noches en Ibiza, eran las mañanas en el piso de sus padres, donde todavía duerme, aunque se ha comprado una casa cerca. "Nunca se sabe qué pasa en el futuro, pero a corto plazo es imposible que se vaya a vivir a otro sitio", comentan. La semana pasada en el Masters 1000 de Roma, de hecho, una de las cosas que más disfrutó Alcaraz fueron sus visitas al Coliseo y la Fontana di Trevi junto a dos amigos.

Roberto RamacciaEFE

"Los tenistas se acostumbran a viajar desde pequeños y algunos generan pronto un desapego, pero Carlos siempre ha necesitado ese vínculo con los suyos. Cuando estaba fuera, llamaba a familiares y amigos cada día. Tuvimos que trabajar su marcha a Villena para entrenar con Ferrero como una renuncia personal, aunque no dudó en hacerlo", analiza Josefina Cutillas, psicóloga deportiva de Alcaraz durante su adolescencia en Murcia, que añade: "Ha humanizado el deporte de élite. Tiene muchas cosas a su alcance, pero sabe que su felicidad no está en otro sitio que con su gente".

El mismo peluquero de siempre

Esta misma semana, Alcaraz ha pasado un par de días en El Palmar, lunes y martes, donde apenas tuvo tiempo de nada. Ni tan siquiera sacó un hueco para cortarse el pelo. En algunos hoteles caros en los que se hospeda e incluso en torneos como Wimbledon, el actual número dos del mundo cuenta con servicio de peluquería, pero él sigue recurriendo a un vecino, Víctor Martínez, al que conoce desde hace años. "No es mi cliente, es mi amigo. Voy a su casa a cortarle y también a sus hermanos Álvaro y Jaime. Iba a ir al Mutua de Madrid, pero como al final no jugó hubo que esperar. Por eso en Roma llevaba el pelo tan largo. Nos veremos cuando vuelva de París", cuenta Martínez que empezó con la estética masculina como hobby cuando trabajaba en El Pozo.

CHRISTOPHE PETIT TESSONEFE

"A veces le da por raparse y antes me pedía más degradados, pero en el tenis se llevan cortes más clásicos. En el fútbol es lo más normal, pero en el tenis queda agresivo", analiza quien ha podido ver en directo a Alcaraz en varias ocasiones, como en una Copa Davis. Cuando recibe visitas así, el tenista suele seguir una tradición: él pone las entradas, claro, pero también invita a la cena.

Carlitos, Carlico o Charly

"Carlos siempre va a jugar muy bien en Barcelona y en Madrid porque allí siempre tiene a muchos amigos en las gradas. En otros torneos es más difícil, en Roland Garros se intenta, pero escuchar a los suyos en casa le da un punto más de motivación. Sabe que piden permisos en el trabajo, que se pegan una paliza en coche, que se pagan el hotel y él responde", proclama Sarriá y concluye con una cuestión esencial que flota alrededor de Alcaraz y su gente: ¿Cómo le llaman?

De toda la vida, en su casa le han llamado Carlitos para diferenciarlo de su padre, pero últimamente los amigos le animan a base de gritos de "¡Vamos, Charly!". Por Carlitos responde -así todavía le reclaman muchos-, pero él mismo se autoproclama Charly cuando se anima en voz alta. "Lo de Charly se lo pusieron en Villena cuando se fue a entrenar con Ferrero y muchos amigos le llaman así ahora. En su casa siempre era Carlitos, o mejor dicho 'Carlico', que eso de Carlitos es muy fino para lo que hablamos nosotros en Murcia", concluye el coordinador de la Carlos Alcaraz Academy sobre el jugador que a partir de este lunes buscará su segundo Roland Garros consecutivo.