Las dos Champions de Mbappé en Montjuïc bajo las miradas del presente y del futuro

Las dos Champions de Mbappé en Montjuïc bajo las miradas del presente y del futuro

Kylian Mbappé es cantidad, pero lo que se espera de Mbappé es que sea calidad. Los números del delantero del PSG esta temporada son incontestables, con 39 goles en 41 partidos en todas las competiciones. Sólo Harry Kane puede mejorarlos, aunque de forma prácticamente centesimal, ya que ha marcado los mismos tantos con el Bayern, pero en dos partidos menos: 39 en 39. Vinicius ha conseguido la mitad (18), lo mismo que Lewandowski (20), mientras que Haaland se queda a casi a una decena de distancia (31). Pero a Mbappé no le sirve el granero, sólo el mejor grano, el de las ocasiones especiales. Es un jugador elegido y pagado para decantar las grandes noches. Lo es para quienes se sienten despechados en el Parque de los Príncipes por su anunciada marcha, como para quienes le aguardan ilusionados en el futurista Bernabéu. La última noche de París, en cambio, fue una noche cualquiera, gris, mediocre. La de Montjuïc le aguarda, hoy, entre la deuda de su pasado y el crédito de su futuro. Son sus dos Champions.

El nulo protagonismo de Mbappé ante el Barcelona en la ida de los cuartos ha hecho que las críticas arreciaran de forma exacerbada en su país en la última semana, amplificadas por el dolor que produce su partida entre los franceses. La única esperanza es esta Champions y su participación en los Juegos de París, algo que, como dijo el propio Mbappé, ya no está en su mano ni en la de Emmanuel Macron. Si es la mano de Florentino Pérez, es una mano dura. Sin embargo, no es únicamente dolor. Es la impresión de que siempre han estado por delante sus intereses personales, económicos, y los de su clan. En los días malos, eso pasa factura. También hay madridistas que lo piensan.

"Su actitud fue escandalosa"

De «falta de respeto» llegó a calificar su actuación en la ida el ex campeón del mundo Christophe Dugarry. «Se pueden fallar pases, regates, tener un mal día, pero la actitud de este muchacho fue escandalosa», prosiguió en una intervención en 'RMC Sport'. «Has escupido a la cara de la Champions, que al parecer quieres ganar. Tenías la oportunidad de jugar en un estadio tan hermoso, contra todo un Barcelona, y la actitud fue una vergüenza absoluta», añadió el ex campeón del 98 y ex azulgrana, que apeló a la dignidad y orgullo de la estrella ante el partido de vuelta.

Las duras, incluso insultantes, palabras de Dugarry no se reprodujeron en su textualidad entre el resto de los medios y creadores de opinión franceses, pero todos coincidieron en las críticas, también los que habían sido más próximos al jugador y su entorno. El PSG se ha liberado del divismo que representaban Neymar y Messi, y busca un nuevo camino con Luis Enrique, con el que Francia fue mucho más condescendiente que con Mbappé, pese a que su planteamiento fue ampliamente superado por el de Xavi. El propio Dugarry excusó de responsabilidades al asturiano por el adverso 2-3.

¿UN PSG SIN EGOS?

Luis Enrique, ayer en Montjuïc, dijo que tiene un «equipo unido, sin egos». Tuvo algo de interpretación la declaración del asturiano, que tuvo sus desencuentros iniciales con la estrella gala como también le pasó con Messi en el Barcelona. No mencionó a Mbappé ni una sola vez, pero quizás pensaba en él cuando dijo que «un gran jugador debe saber levantarse después de caer, como nos pasó a nosotros».

«Estoy seguro de que veremos a un gran Mbappé en la vuelta. Conociéndolo un poco, asumirá la responsabilidad y hará un gran partido. Es el jugador que más querrá clasificarse». La voz no es de Luis Enrique, sino de Javier Pastore, ex futbolista del PSG. Ha sido de las pocas contemporizadoras con Mbappé extramuros del Parque de los Príncipes. De hecho, el argentino puso por delante el acierto de Xavi al encontrar el antídoto contra el delantero: «Fue muy inteligente, al colocar a dos hombres para cerrarle los espacios. Pero al atraer defensas, Mbappé liberó espacio para otros, lo que explica que viéramos más uno contra uno de Dembélé en la banda opuesta».

Dada la ventaja de un gol con la que parte el Barcelona tras el 2-3 de la ida, Luis Enrique no espera un partido muy distinto. Tampoco debería hacerlo, pues, Mbappé, que necesitará del mejor desborde y hasta duplicidades ofensivas frente a un mejorado Koundé, un Araujo firme y el creciente Cubarsí.

Todas las cábalas colocan a Mbappé en el Madrid la próxima temporada. José Mourinho se ganó buena parte de su fichaje después de apear, como técnico del Inter, al Barça de Guardiola en unas semifinales de Champions en el Camp Nou. El francés no necesita ese refrendo, pero sabe que en este partido se juega más de una Champions, la de su pasado y presente como francés y jugador del PSG, y la del futuro.

Luis Enrique: "No tengo ninguna duda de que Xavi es 'top', pero mantengo lo que dije, mi reivindicación"

Luis Enrique: “No tengo ninguna duda de que Xavi es ‘top’, pero mantengo lo que dije, mi reivindicación”

Luis Enrique era esperado en Montjuïc, mucho, después de sus palabras en París, del debate del ADN Barça y de al derrota (2-3) sufrida ante el Barcelona. Estuvo conciliador, no desafiante, dijo que la especulación está prohibida en la vuelta de estos cuartos de Champions, devolvió los elogios a Xavi y celebró el récord de goles global de la ida de los cuartos, en el que implicó a los ocho entrenadores, no únicamente a los que tienen pasado azulgrana. "Esto no es sólo ADN Barça, es ADN fútbol", zanjó y se levantó, raudo, directo al entrenamiento de los suyos.

Después de unas respuestas en las que no era el Luis Enrique habitual, nada provocador, entró de nuevo en la polémica para hacer aclaraciones: "Xavi me parece un entrenador 'top' y me gustaría que alguna vez me hubiera entrenado, pero no podrá ser. Como Guardiola, como Luis Aragonés. Pero como no lo ha hecho, no puedo decir que conozca al Xavi entrenador. No obstante, mantengo lo que dije, mi reivindicación, porque una derrota no cambia nada". Lo que dijo antes de la ida es que representaba mejor el ADN Barça que su oponente en esta eliminatoria.

En cuanto a la derrota sufrida en París hace una semana, manifestó: "El resultado no refleja lo que merecimos, al menos el empate. Hemos de dar una mejor versión mañana. No existe la palabra especulación. Estamos plenamente convencidos de que le vamos a dar la vuelta".

"Un jugador profesional se cae y se levanta, hay que saber adaptarse a eso", explicó, sin mencionar directamente a Mbappé, que ha sido foco de las críticas la última semana. "Tengo un equipo unido, sin egos", apostilló.

Vaticinó el asturiano un partido con goles, similar al de la vuelta, en el que, reseñó, "Ter Stegen jugó 24 balones largos, todo un récord". Algo con poco ADN Barça, aunque no lo dijera.

Pedri: "Cuando no pueda más pediré el cambio"

Pedri: “Cuando no pueda más pediré el cambio”

Actualizado Lunes, 15 abril 2024 - 17:48

Con todo. Y con Pedri. Al Barcelona no le queda otra que poner su equipo de gala para meterse en las semifinales de la Liga de Campeones. El 2-3 conseguido frente al Paris Saint Germain le da una ventaja mucho más tímida que antaño y el canario, quien firmó la asistencia que le permitió a Raphinha igualar el partido a dos, formará, salvo sorpresa, parte de un once titular en el que no podrán estar ni Sergi Roberto ni Christensen, ambos baja por acumulación de amonestaciones tras ver sendas amarillas en París. Ahora, deben andarse con mucho ojo Frenkie de Jong, Ferran Torres, Joao Félix, Araujo y Lamine Yamal. Una cartulina, en su caso, les privaría de estar en la ida de las semifinales si los azulgrana consiguen culminar su pase de ronda.

«Cuando vuelves de lesión, notas el cansancio, pero me siento con fuerzas y tengo muchas ganas. Cuantos más minutos sean, mejor, pero puestos a elegir, prefiero jugar 80 y hacerlo al 100% antes que acabar a medio gas. Cuando no pueda más, pediré el cambio», aseveró Pedri en la rueda de prensa previa al duelo de este martes en Montjuïc. Por ahora, el canario parece haber exorcizado de una vez por todas los demonios de sus problemas físicos. «Cuando salgo al campo, no pienso en las lesiones que he tenido. El pase del otro día es parecido al que hice la última vez que me lesioné. Me doy cuenta luego. Ahora, tengo ganas e ilusión, que lo suplen todo», recalcó el centrocampista, consciente de la gran importancia de este partido. «Este y las semifinales de la Eurocopa serán los más importantes de mi carrera. Ojalá vengan muchos más. La afición se lo merece y estoy convencido de que nos ayudará con su apoyo», recalcó.

Ilusión recuperada

«Todos los que estén en la convocatoria de este martes están para jugar. Pedri debe ser muy importante», deslizó por su parte un Xavi que, junto con la plantilla, recibió la visita sorpresa de Joan Laporta, en la sesión de entrenamiento. El presidente, en un momento crucial de la temporada, le dio un abrazo. «Es un momento importante para el barcelonismo, hay ilusión, se nota en la calle. El presidente es un fanático del club, lo siente. Nos ha querido transmitir confianza, está emocionado, como todos. Hemos recuperado la ilusión que tanto ha faltado durante la temporada», abundó el técnico azulgrana, quien recalcó el gran peso que tendrán los jugadores en el encuentro. «Esto va de futbolistas, no de entrenadores. Y nuestros futbolistas estuvieron a un nivel brillante en la ida, todos. El trabajo de los entrenadores es inspirarlos», apuntó, consciente, además de que será fundamental templar los nervios.

«Visualizo un partido muy parecido al de la ida. Tendremos una guerra futbolística importantísima y habrá momentos en los que el equipo va a sufrir», explicó un Xavi que, de nuevo, quiso destacar la importancia del anuncio de su adiós en el cambio de imagen del equipo. «Ha sido bueno para mí, para los futbolistas e incluso también para la prensa. Se ha liberado todo el mundo. Todos han tenido más sentimiento de pertenencia, hacia el club y al equipo. Ha ido fenomenal», sentenció.

Xavi da una lección de ADN a Luis Enrique

Xavi da una lección de ADN a Luis Enrique

Después de colocarse por delante de Xavi en la absurda discusión del ADN, Luis Enrique, genio y figura, recibió una cura de humildad que en el campo fue toda una lección de ADN. El Barça se reencontró con la pelota como si lo hiciera con un gen para decirle a Luis Enrique la verdad. El asturiano es un personaje, jugador o entrenador, de pasado y amores azulgrana, pero lo suyo en el campo, diga lo que diga, es más la carrera que el toque. Con las

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El Arsenal sigue vivo ante el Bayern tras un brillante partido en el Emirates

El Arsenal sigue vivo ante el Bayern tras un brillante partido en el Emirates

No conviene descuidarse nunca ante el Bayern Munich, por mucho que soporte un curso convulso. Lo hizo un Arsenal demasiado tierno, que no supo administrar los tiempos en la primera mitad y dio vida a un rival al que había sometido en un brillante inicio. Los británicos, no obstante, siguen vivos en el cruce después de que su técnico acertara a la hora de mover el banquillo, tras una bonita noche de fútbol con dos estilos de acusadas diferencias.

Era mucho lo que se jugaban los de Tuchel en una temporada marcada por el desencanto. Virtualmente perdida la Bundesliga, fuera de la Copa y derrotado por el Leipzig en la Supercopa alemana en el inicio del curso, el conjunto alemán tiene en la Liga de Campeones la única vía de redención esta temporada.

El Arsenal tomó pronto el mando del partido y encontró premio en un remate de Saka en el interior del área tras un doble error del lateral izquierdo Davies. Era el líder de la Premier, con su fútbol aseado, quien sentaba las bases para proseguir en el continente su magnífico rendimiento en una de las ligas más competitivas.

Nada indicaba que el Bayern revertiría la situación en apenas unos minutos. El desconcierto defensivo que originó el precipitado abandono del marco de Raya en una jugada aparentemente inane fue el germen del tanto del empate de los hexacampeones de Europa. Goretzka acabó encontrando a Gnabry con un pase interior en la posición de delantero centro y éste logró la igualada.

Latigazos del Bayern

No se desviaron del plan los de Arteta, moviendo la pelota con paciencia en busca de Neuer. El Bayern jugaba a otra cosa. Buscaba salir con rapidez al contragolpe. Y volvió a encontrar recompensa en una carrera de Sané en diagonal que desequilibró a toda la defensa británica hasta que fue derribado por Saliba en el área. El penalti lo transformó Kane, logrando su trigesimonoveno gol de la temporada, séptimo en la Liga de Campeones y decimoquinto ante un adversario al que ha castigado como a pocos. No le tembló el pulso al consumado realizador, que desplazó a Raya y marcó con un disparo raso y suave. Fue su mejor aportación en una noche poco lúcida. Peor aún la de Havertz, que apenas apareció.

Entonces sí pasó por momentos de desconcierto el Arsenal, que vio de nuevo acelerar a Sané, en esta ocasión sin la lucidez exhibida en el tanto de la igualada.

El Bayern era otro con ventaja en el marcador. Defendía con eficacia e incrementaba su peligro en las contras. Pero Arteta movió el banquillo y dio entrada a los dos protagonistas del empate. Gabriel Jesus realizó una maniobra exquisita, con dos recortes en un ladrillo, y cedió la pelota al belga, que disparó cruzado para batir a Neuer. Los locales regresaron a la eliminatoria sin perder la identidad que les había traído hasta aquí, dominantes en la fase de grupos aunque obligados a llegar a los penaltis en octavos frente al Oporto. Se vivieron los momentos más brillantes del encuentro, con un Bayern que ni mucho menos se dejó intimidar por la reacción local y buscó el triunfo.

Fue Coman, de hecho, quien pudo desequilibrar el partido, con un remate al poste en el minuto 88. El Bayern tendrá la vuelta en casa y le bastará con una victoria para estar en semifinales. Hará bien, no obstante, en no confiarse ante un Arsenal que supo sobreponerse a los instantes más comprometidos. Una última acción de Saka obligó a la intervención del VAR ante el posible penalti de Neuer.

La paradoja de Harry Kane: llegó al Bayern para ganar títulos y se enfrenta a un curso de vacío

La paradoja de Harry Kane: llegó al Bayern para ganar títulos y se enfrenta a un curso de vacío

El nombre de Harry Kane se manejaba desde hace tiempo en el horizonte de los mejores clubs de Europa. Goleador incombustible, el delantero de la selección inglesa hubo de esperar hasta el pasado curso para salir del Tottenham Hotspur, un equipo que se le había quedado pequeño. Deseoso de ganar títulos vedados en Londres, al carecer los spurs del músculo deportivo y financiero para hacer frente a los grandes de la Premier y del continente, fue traspasado al Bayern Munich hasta 2027, a cambio de más de cien millones de euros. Se marchaba a un equipo que había ganado las diez últimas Bundesligas y que se presentaba como uno de los candidatos a pelear un curso más por la Liga de Campeones.

Kane viene haciendo bien su trabajo desde que llegó a Alemania. Ha marcado 38 goles, seis de ellos en la competición continental. A sus 30 años mantiene clase e instinto. Muy del gusto de Pep Guardiola y en su momento también en la órbita del Real Madrid, terminó en un Bayern que pretende pujar por su sexta Copa de Europa, seis años después de hacerse con el título por última vez.

Antes del encuentro de ida de cuartos de final ante el Arsenal, sus opciones están intactas, pero con lo que seguramente no contaban Kane ni los seguidores del conjunto bávaro era con depender exclusivamente de la Liga de Campeones para no quedarse sin títulos por primera vez desde el curso 2011/12. Con la derrota por 3-2 ante el Heidenheim. el Bayern está a 16 puntos del Bayer Leverkusen de Xabi Alonso.

En busca de entrenador

La caída por 3-0 ante el Leipzig en la final de la Supercopa alemana y la eliminación frente al Saarbrücken, de tercera división, en la segunda ronda de la Copa, han dejado al Bayern suspirando casi de manera desesperada por una redención en Europa.

Thomas Tuchel de momento no ha cumplido las expectativas como relevo de Julian Nagelsmann y dejará el banquillo en junio, al margen de lo que suceda de aquí a entonces. Xabi Alonso, que era la prioridad como relevo, ya ha anunciado que seguirá en Leverkusen al menos una semana más. La búsqueda de un entrenador para la próxima temporada es un asunto que eleva la inquietud. Ante la pregunta de los periodistas tras el partido ante el Heidenheim, el director técnico, Max Eberl reaccionó así: «Me importa una mierda la búsqueda de un entrenador. Ahora todo se centra en el partido contra el Arsenal».

Líder de la Premier League, con un punto más que el Liverpool y el Manchester City, el conjunto que entrena Mikel Arteta será un adversario de cuidado. En la última jornada del torneo doméstico venció 0-3 al Brighton para reafirmar sus opciones para volver a gana la liga por primera vez en dos décadas.

14 goles a los 'gunners'

Muchas de las opciones alemanas volverán a pasar por el acierto de Kane, extramotivado ante un rival al que ha hecho daño como a pocos. A lo largo de su trayectoria en Inglaterra, suma 14 goles ante el Arsenal, feracidad sólo superada por los 20 que logró frente al Leicester y los 16 contra el Everton.

El Bayern se desenvolvió con holgura en la fase de grupos y sólo ha perdido un encuentro a lo largo de la presente edición de la Liga de Campeones, en la ida de octavos, 1-0 frente al Lazio, revertida con el 3-0 del Allianz Arena. El Arsenal también dominó en la primera fase, antes de verse abocado a los penaltis para dejar atrás al Oporto, gracias a la actuación del guardameta español David Raya.

Premio a la resistencia para el Dortmund ante un PSV dominador pero fallón

Actualizado Miércoles, 13 marzo 2024 - 23:27

Un golpe al principio, otro al final y en medio 92 minutos de pura resistencia. El Borussia Dortmund se cuela entre los ocho mejores equipos de la Champions con un ejercicio de supervivencia ante un PSV Eindhoven que lo dominó pero cayó víctima de su falta de acierto. [Narración y estadísticas:2-0]

El Dortmund se lanzó al partido con ansia de resolverlo cuanto antes, la misma que mostró Jadon Sancho por vestirse la camiseta de hijo pródigo que devuelve a los alemanes a los cuartos de final. No dejaron ni colocarse a un PSV que pareció totalmente desbordado, sin saber por dónde le iban a llegar los golpes ni cómo pararlos. La presión, la de los jugadores de Peter Bosz y la del Muro amarillo del Wetsfalia -que protestó contra la "codicia" de la UEFA-, les encerró en el área durante más de media hora. Avisó de lo que se les venía encima Maatsen, el lateral descarado que primero probó al meta neerlandés y que acabó provocando una jugada de rechazos encadenados a la que puso fin Sancho. Bajó la pelota al tierra, se fabricó el hueco y colocó el disparo entre los defensas neerlandeses sin que Benítez pudiera evitarlo.

Aquel joven talento que salió hace dos temporadas hacia el Manchester United para estrellarse en la Premier ha renacido con la vuelta a casa y quiere ser protagonista justo cuando las temporadas se deciden. Habían pasado sólo tres minutos y los alemanes ya habían deshecho la igualada y parecía que habían aprendido de lo ocurrido en Eindhoven, donde vieron cómo llegó el empate por culpa de un penalti. Ahora que tenían al PSV contra las cuerdas, tenían que rematarle.

Al papel de verdugo se sumó un ex, Malen, quebradero de cabeza por su velocidad en la banda y su disparo. Asistió a Füllkrug, que no acertó a rematar, y provocó que Benítez tuviera que encadenar dos paradas consecutivas al cazar la pelota que escupió a disparo de Brandt para volver a engatillar. No encontraba el PSV la forma de frenar lo que parecía un vendaval. Sin embargo, a la media hora la efervescencia alemana fue decayendo. Entonces se activó Dest por la izquierda, apoyado en Tillman y buscando Luuk de Jong, hasta entonces tan desaparecido como Bakayoco. Poco a poco se fue acercando al área mientras el Dortmund seguía cargando teniendo el peligro en la botas de Malen.

Eso no cambió en la segunda mitad, en la que Edic Terzic buscó a Hirving Lozano para generar más problemas y engrasar la manera en que el PSV inquietaba. Se lo tomó al pie de la letra el mexicano, que probó a Kobel con un latigazo en la primera jugada. El duelo había perdido tensión y eran los neerlandeses los que tenían el control y el peligro sin que el conjunto alemán lograra volver ser el impulsivo equipo que comenzó el partido. Fueron minutos en los que su guardameta Kobel se vio forzado a aparecer demasiado. Salvó un durísimo remate de Teze y cualquier pelota que fuera teledirigida a la cabeza de Luuk de Jong y hasta metió una mano magistral en un centro chut de Bakayoko después de sentar a Hummels. No tenía un minuto que perder el PSV mientras los nervios atenazaban a los alemanes.

Lesión, gol anulado y alivio en el añadido


Tenían el pase en el bolsillo, pero con una ventaja demasiado corta para un equipo que siempre coquetea con la desgracia. La primera fue la lesión de Sancho y la segunda el gol anulado a Füllkrug. No, la noche aún no permitía el suspiro de alivio. Lo pudo cortar De Jong si no hubiera enviado la pelota por encima del larguero cuando encaraba a Kobe. Pero lo provocó el veterano Marco Reus, en el añadido cerrando el pase a cuartos y exorcizando los fantasmas del Westfalia.

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El Madrid casi se quema en un empate agónico contra el Leipzig, pero pasa a cuartos de Champions

El Madrid casi se quema en un empate agónico contra el Leipzig, pero pasa a cuartos de Champions

El Madrid está en cuartos de Champions con mucho sufrimiento y menos felicidad, el mismo sentimiento que Carlo Ancelotti admitía en la previa del partido ante el Leipzig. En un duelo durísimo, impreciso y con menos sangre de la que pedía la ocasión, un gol de Vinicius fue suficiente para equilibrar el de Orban y superar, con la agonía de las noches de Chamartín, una eliminatoria trampa.

En el regreso de la Copa de Europa al Bernabéu, Ancelotti decidió innovar. El italiano es un entrenador enamorado del futbolista centrocampista, la posición que más ejemplifica la evolución de este deporte. Físicos, técnicos, con potencia, pase y gol, Carletto los tiene con todo tipo de virtudes. Y ahora, obsesionado con el fútbol moderno, el transalpino los quiere a todos. Por eso, en un día tan importante y tan trampa como una vuelta de los octavos continentales tras haber ganado la ida, Ancelotti cambió el esquema y encajó a sus cinco centrocampistas fetiche: Tchouaméni, Kroos, Camavinga, Valverde y Bellingham.

El puzle le funcionó sobre la pizarra, pero no sobre el césped. Dejó de lado el 4-4-2 de toda la temporada y mostró un 4-3-3 con el inglés como 9 y el uruguayo como extremo derecho. Y el Madrid naufragó en una primera parte en la que el Leipzig le perdonó varias vidas. Algo que se puede hacer en Chamartín. Los pitos del descanso eran merecidos para un tramo inicial desastroso.

Lento, previsible e impreciso, el Madrid no fluyó entre líneas y no encontró a Vinicius, la única chispa de un ataque demasiado plano. Y atrás sufrió, salvado sólo por los errores de Openda, delantero rival. Dio la sensación, una vez más, de que el conjunto blanco necesita verse medio muerto en la orilla de la Copa de Europa para despertar de verdad.

En el primer aire del duelo, el Madrid ya mostraba debilidad. En el 12, Openda inició su carrusel de oportunidades. Primero remató desviado desde la frontal cuando tenía a Olmo desmarcado en la derecha y en el 15, en otra contra visitante, cruzó demasiado su disparo a la izquierda del portero ucraniano.

Ancelotti abría los brazos en el banquillo desesperado. Y en la hierba, sólo Kroos mostraba claridad. El Madrid jugaba, pero no sabía a qué. Con Valverde en la derecha, los tres del medio, Camavinga, Tchouaméni y Kroos, se estorbaban en la creación y ninguno creaba líneas de pase verticales para combinar con Bellingham y Vinicius. El inglés, también errático, se las ingeniaba para bajar a recibir a la base perdiendo un hombre, casi el único, referencia arriba.

Mientras, el Leipzig esperaba oportunidades con una línea de presión muy adelantada, con Sesko y Openda en el centro y Simons y Olmo en las bandas. Fue imposible para los blancos superar la primera avanzada alemana, que tuvo nuevas ocasiones rozando el descanso. Simons, el mejor, probó a Lunin desde fuera del área y Openda tuvo una volea clarísima dentro del área que rozó la red derecha del portero madridista.

Pitos al descanso

El Madrid no había lanzado a puerta y sólo tuvo un córner tras un tímido intento de Bellingham dentro del área. Nada más de uno de los favoritos al título en la vuelta de una eliminatoria. Peligroso y un tanto vergonzoso, de ahí los pitos multitudinarios del Bernabéu al descanso.

Ancelotti pasó por vestuarios y cambió fichas, convencido de los errores de su equipo. Camavinga, intrascendente e impreciso, se quedó en la caseta para que entrara Rodrygo. El brasileño acumula una mala racha goleadora en Liga, y quizás por eso el técnico decidió sentarle en un día así, pero tiene regate y movilidad, algo de lo que el Madrid careció en el primer tiempo.

Una arrancada suya en el 50 provocó una falta peligrosa a favor del conjunto blanco y animó a la grada, desencantada en el torneo más importante para el club. Un torneo que corrió peligro cuando Vinicius empujó a Orban en una discusión y los alemanes clamaron por una tarjeta roja. El empujón, en el pecho y no en la cara, fue amarilla.

Primero Vinicius, luego Orban

El Madrid encontró respiro cuando se dejó de cálculos y se rindió a sus mayores virtudes: las arrancadas de Bellingham y Vinicius. En el 65, el inglés inició una contra, avanzó y esperó el desmarque del brasileño, en diagonal viendo el espacio libre. Cedió Jude y Vini, de primeras, definió ante Gulacsi.

El Leizpig se resistió a claudicar sentenciado y reaccionó para igualar de nuevo la eliminatoria a los tres minutos. Orban se adelantó de cabeza a Nacho tras un centro de Raum y puso el miedo en el cuerpo al Bernabéu. La pelea volvía a estar a un asalto y el duelo entró en la agonía. La de los visitantes por provocar la prórroga y la del Madrid por evitarla. Ancelotti introdujo a Modric por Kroos y a Joselu por Bellingham para calmar el choque y lo consiguió entre suspiros de alivio. El Madrid puso la mano en el fuego y casi se quema.

Traoré, el musulmán de Anoeta, 'hermano' de Camavinga y recurso ''imprevisible'' para frenar a Mbappé

Traoré, el musulmán de Anoeta, ‘hermano’ de Camavinga y recurso ”imprevisible” para frenar a Mbappé

El antídoto de Anoeta para combatir a Kylian Mbappé en la vuelta de los octavos de la Champions es un musulmán practicante de Mali que abrigó a Eduardo Camavinga en sus inicios en el Rennes. Hamari Traoré (Bamako, 1992) quedó en evidencia por un despiste en el partido de ida contra el PSG y ahora quiere curarse las heridas con un marcaje impecable al fenómeno francés.

Joxe Mari, como le conocen los seguidores de la Real Sociedad, despuntó como juvenil en Mali. Este hijo de un joyero y de una comerciante creció bajo la inspiración de Drogba, Kanouté y Yaya Touré. Sus compañeros en la academia Jean-Marc Guillou le llamaban Ronaldo porque le gustaba hacer bicicletas. A los 20 años fichó por el París FC de tercera división, luego ingresó en el Lierse belga, en 2015 pasó al Stade Reims y en 2017 fichó por el Rennes. Es capitán de la selección de Mali, con la que ha disputado 53 partidos y marcado dos goles. Este verano fue contratado por el club donostiarra tras un exhaustivo seguimiento del director deportivo Roberto Olabe y del técnico Erik Bretos. «Hamari no es un jugador africano al uso. En él podemos ver un nivel de fundamento técnico muy alto, lo que le hace ser muy fiable en la recepción y el pase. Defensivamente domina las acciones de uno contra uno defensivo. Tácticamente es suficientemente ordenado», explica Olabe.

Traoré fue señalado por Imanol Alguacil como culpable de la derrota contra el PSG. El lateral, tras sufrir un golpe en la rodilla, se desentendió del marcaje de Mbappé. «No me lo explico. Que un jugador que ha tenido que salir del campo, cuando el rival tenía un córner a favor, no acabe en el hospital no lo entiendo. Ese jugador se ha ido del partido y el equipo también. Si queremos competir contra estos rivales no podemos hacer estos regalos». Luego, el entrenador matizó que el mensaje no era para Traoré, sino para todo el equipo. «Con Hamari no hay ningún problema. Él sabe que estoy encantado, que es para mí importantísimo», señaló.

Traoré ha sabido ganarse el aprecio del técnico y de sus compañeros con su cercanía y compromiso. «Hamari no viene de la cantera, tiene una cultura y una religión distintas, pero no desentona con el resto, es muy buena gente», ha dicho el portero Álex Remiro.

«Hamari es de origen africano, pero con cultura francesa, algo que en San Sebastián es bastante natural, dada la realidad socio-política-geográfica que tenemos con Francia. Tiene una gran capacidad de socialización, algo que fue clave para su rápida adaptación al club, y una energía especial para conectar de manera afectiva con el entorno, con el trabajo del día a día con sus compañeros, con el staff y con los fans», añade Olabe.

Admirador de Sergio Ramos y Cafú

Traoré, que vive en Donosti con su mujer e hijo, nacido el pasado julio, se define como familiar y seguidor del Corán. «Mi religión habla de no perjudicar a nadie y de respetar a todas las personas. El trabajo y la humildad es fundamental. He conocido jugadores 10 veces más fuertes que yo y que no llegaron a ser profesionales. Tuve la oportunidad de ser profesional, estoy muy agradecido a Dios», señaló en el portal Onze el defensa realista, que admira a Sergio Ramos y a Cafú.

El maliense ha coincido con jugadores de alto nivel, pero siente especial cariño por Camavinga, ex compañero en el Renns. «A Eduardo le conozco hace tiempo, es como mi hermano pequeño. Es muy, muy buen jugador, ha progresado mucho», decía a Marca poco después de firmar contrato con la Real.

El lateral no olvida sus raíces y regresa a su cuna siempre que puede. «Cuando llego a Mali no bebo la misma agua que los demás, porque mi cuerpo ya no está acostumbrado. Así que pido agua mineral. Me quejo del calor y me dicen que mi comportamiento ha cambiado. Allí me llaman El blanco. Me río con ellos cuando me lo dicen, no es peyorativo», recalcaba en Onze un jugador que, si no hubiera sido futbolista, se habría dedicado al periodismo y que tiene un hermano, Adama Noss, que juega de mediocentro en el Hull City inglés.

Ahora está centrado en el partido de esta noche y en el objetivo de superar el 2-0 del partido de ida y meterse en los cuartos de la Champions. Será una pieza fundamental en el marcaje de Mbappé, un delantero al que conoce muy bien, dado que en la Liga francesa se enfrentaron durante ocho temporadas. Olabe confía en las aportaciones de Traoré: «A jugadores como Mbape, de talla mundial, no importa demasiado cuánto lo conoces, si no cómo compites contra ellos, para defenderles y atacarles, ahí Hamari, es muy competitivo y confiamos mucho en él», insiste el director deportivo.

En Anoeta destacan la experiencia del defensa, pero algunos alertan de sus reacciones «imprevisibles». A demás del despiste con Mbappé, en la última Copa de África fue expulsado tras discutir con el árbitro del partido contra Costa de Marfil. Joxe Mari Traoré, un singular txuri urdin.