Raphinha, la fiera poco brasileña que impulsa al Barça: “Quería tener esa conexión con Ronaldinho”

Actualizado Viernes, 25 abril 2025 - 22:53

Cuesta creer que Inter de Porto Alegre y Gremio rechazaran por pequeño y delgaducho a un futbolista que sus compañeros definen como «superdotado físico» y que, además, suma 53 participaciones de gol esta temporada -30 tantos y 23 asistencias-, ha superado a Leo Messi en su mejor temporada Champions y lleva camino de ser el máximo goleador de la competición. A Raphinha (Porto Alegre, 1996) nadie le esperaba esta temporada en el podio de los mejores de Europa. Ni siquiera el Barça, que le abrió la puertas hace unos meses para darle su dorsal 11 a Nico Williams. El brasileño está acostumbrado a la pelea constante y a apretar los dientes esperando su momento. Y ha sido Hansi Flick quien le ha preparado el mejor escenario.

Lo buscaba desde que con 18 años se subió a un autobús a ocho horas de casa para jugar en el Avaí persiguiendo un sueño. Le habían advertido que había dinero para la ida, pero no para la vuelta ni para mantenerle allí. Como hacía en el campo, también se buscó la vida fuera. Entonces ya sabía lo que era el Barça. Su padre, Raphael, músico percusionista apodado Maninho, tocaba con Samba Tri en las fiestas de Ronaldinho y, en cuanto destacó, le puso en contacto con Deco. El descenso del Avaí y la necesidad de hacer caja le lanzó a Portugal.

Al Vitória de Guimaraes primero y después al Sporting de Portugal. Ahí lo conoció Rodrigo Moreno, el internacional español que años después formaría con él delantera en el Leeds. «Con el Valencia jugamos un amistoso de pretemporada y recuerdo que en el vestuario comentamos la impresión que nos causaron Bruno Fernandes y Raphinha, del que nunca había oído hablar. Yo llegué al Leeds unos meses antes que él y cuando dijeron su nombre me acordé de aquel partido», explica a EL MUNDO desde Qatar.

«era un líder natural»

Antes de llegar a la Premier, el Rennes pagó 21 millones de euros en una temporada en la que jugó junto a Camavinga e impulsó al equipo a la Champions con ocho goles y siete asistencias. No pasó desapercibido para Víctor Orta y Andrea Radrizzani, los hombres que habían devuelto al Leeds a la Premier de la mano de Marcelo Bielsa.

Un pilar de aquel equipo era Pablo Hernández, ex jugador del Valencia. «Fue una sorpresa porque los brasileños siempre tienen esa etiqueta ofensiva, pero él era diferente. Se vio desde el primer día, con un físico superdotado, comprometido en defensa y que no desistía nunca», explica. Fue el estandarte del Leeds durante dos campañas y en la última «fue clave para evitar el descenso». Tanto que hizo la promesa de recorrer de rodillas el campo si lograban la permanencia. Rodrigo fue a abrazarle tras cumplirla: «Fue una locura. Nos salvamos ante el Brighton y dependíamos de otros resultado que se dio. Él, que era un líder natural, se quitó un peso de encima y maduró muchísimo aquella temporada», recuerda el atacante.

Ambos explican lo sencillo que era jugar con él. «Es de los mayores portentos con los que he jugado. Es capaz de repetir una y otra vez acciones de alta intensidad en un partido. Con lo que exigía Bielsa, se adaptó a la Premier en un instante», rememora Rodrigo, que compartió mucho dentro del campo y también fuera. En especial recuerda dos conversaciones personales que acabaron con decisiones que han marcado la carrera de Raphinha.

Abrazo entre Raphinha y Flick.

Abrazo entre Raphinha y Flick.AFP

«Cuando llegó al Leeds tuvo la oportunidad de ir con Italia. Además era año de Eurocopa. Pero tenía muchas dudas, porque deseaba jugar con Brasil aunque nunca le había llamado. Le dije que la Premier le daría la visibilidad que necesitaba y así fue», admite quien hoy le considera imprescindible en la selección por un rendimiento que le puede conducir al Balón de Oro.

La segunda conversación ya versó sobre la oferta del Barça: «El Leeds prefería que fuera al Chelsea, pero él quería repetir la historia de los brasileños en Barcelona. Quería tener esa conexión con Ronaldinho, Romario o Neymar», desvela.

«nunca tiene miedo»

La adaptación no fue fácil. Le costó seis meses de críticas por los 60 millones de traspaso, por llegar de la mano de Deco -a quien dejó- y por no adaptarse «a un juego más táctico, donde siempre hay menos espacios y los partidos son más cerrados que en la Premier, con menos transiciones», describe Rodrigo. Eso le llevó a pensar que LaLiga no era su lugar y que «el fútbol te destruye» con facilidad, por lo que nunca dudó en apoyarse en psicólogos.

Pero resistió y apareció Flick con el brazalete de capitán para propulsarle. «Dentro del vestuario la gente confía en mí y eso emociona», ha reconocido el jugador, con predicamento entre los más jóvenes. Lo mismo le limpia la bota a Lamine Yamal tras un gol espectacular que invita a su fiesta de cumpleaños a Pau Víctor o Gerard Martí tras endosarle una goleada al Real Madrid en la Supercopa.

Su liderazgo es generoso, como refleja su tatuaje en el cuello: «Soy uno, pero no estoy solo». Sobre él puede descansar el Barça porque, como recuerda Pablo Hernández, «nunca tiene miedo».

Flick: “Los clubes, los entrenadores y los jugadores tenemos que respetar y proteger a los árbitros”

Actualizado Viernes, 25 abril 2025 - 18:35

Hansi Flick es hombre de pocas polémicas y menos a 24 horas de su primera final como técnico del Barcelona. El revuelo creado por el Real Madrid en torno a los árbitros y las lágrimas de De Burgos Bengoetxea le permitió lucir su lado más conciliador. "No es fair play no cuidar a los árbitros", sentenció el alemán. "Los clubes, los entrenadores y los jugadores tenemos que respetarlos y protegerlos. Los necesitamos. Esto solo es deporte, fútbol. A veces hay decisiones en el campo que hacen entrar en juego las emociones, pero después hay que dejarlo todo atrás", añadió.

No estaba la mente de Flick en los colegiados sino en frenar la euforia del entorno culé tras las goleadas en Liga y en la final de la Supercopa. "Todo eso es pasado. Jugamos contra uno de los mejores del mundo y una final siempre es distinta, no hay favoritos. El Real Madrid tiene un equipo fantástico y nos puede hacer daño. Tenemos que respetar al rival y hacer lo deberes para jugar como queremos y para luchar por este títulos los 90 minutos o los que sean necesarios", advirtió el alemán, que no soltó prensa sobre si habrá cambios en el lateral izquierdo, con Araújo por Gerard Martín, pero sí apuntó a la titularidad de Ferran como 9: "En los partidos de Copa ya ha demostrado lo bien que puede jugar de 9. Es una muy buena posición para él".

Como entrenador, Flick no ha perdido una final, pero dirige a un equipo en el que para muchos será su primer gran título con el Barça tras la Supercopa. Lejos de ser presión, el alemán lo ve como un acicate. "Es la oportunidad que buscamos cuando iniciamos el viaje a principios de temporada y vamos a luchar por ello. Será difícil, porque es el Real Madrid, pero cuando veo al equipo entrenando, cómo se esfuerza y lo concentrados que están, creo en ellos. Tenemos una idea clara de cómo jugar y lo visteis contra el Mallorca, el Celta... Luchamos siempre y en la final será lo mismo", explicó el técnico que tiene ante sí dos retos en pocos días: este primer título y las semifinales de la Champions ante el Inter. De cara a ese duelo, "jugar una final siempre es positivo para mejorar y aprender".

Su situación es, por tanto, más cómoda que la de Carlo Ancelotti. "No lo creo. Es lo mismo para los dos. Queremos ganar esta final y estamos preparando a nuestros equipos para que puedan hacerlo", admitió.

La sorpresa de Lamine

Un arma con la que él cuenta es Lamine Yamal, que emerge en los partidos decisivos de esta temporada. "Lo hace porque es un jugador increíble", se limitó a decir el entrenador que, con una sonrisa, desveló que su joven estrella tenía preparada una sorpresa. "Ahora os sorprenderéis", algo que no ocurrió porque Lamine entrenó con un gorro que cubría su cabeza. Su peinado será una sorpresa para la final, como lo fueron los brackets azulgranas en el duelo liguero en el Bernabéu.

La forma en que estos jugadores recién llegados al primer equipo encaran esta final ha sorprendido a Ronald Araújo: "Su mentalidad es increíble. Tienen una tranquilidad inmensa porque vienen haciendo esto desde chiquitos en la Masía. Me sorprenden porque no tienen miedo".

La de mañana puede ser la primera final de muchas por el crecimiento que se augura a esta joven plantilla, pero el uruguayo no quiso ver más allá del Real Madrid. "Ganar un título siempre es importante y más contra el mayor rival. Pero la mentalidad de este equipo es diferente. Queremos ganar, pero si no pasa, seguiremos buscando La Liga y los máximos títulos posible. Vamos a intentar ganar todo, partido a partido y con humildad, aunque es cierto que este equipo puede dar miedo", zanjó.

Las lesiones lastran aún más el eterno rompecabezas de Ancelotti antes de la final que decidirá su futuro

Las lesiones lastran aún más el eterno rompecabezas de Ancelotti antes de la final que decidirá su futuro

El tercer clásico de la temporada encontrará de nuevo al Real Madrid en urgencia médica. Después del 0-4 liguero del Bernabéu y el 2-5 de la Supercopa de España, las últimas lesiones de Camavinga y Alaba obligan a Carlo Ancelotti a improvisar un nuevo puzle justo cuando más quema la mesa. El italiano, perdida la Champions y con la Liga muy complicada (cuatro puntos le separan del Barça), se juega el curso y su futuro en La Cartuja. Si quiere tener alguna opción de continuar en el banquillo de Chamartín, vencer a los de Flick en Sevilla es una obligación... Pero en su bolsillo cada vez hay menos piezas para resolver el rompecabezas.

Ancelotti parecía haber encontrado un once tipo el pasado domingo, cuando aprovechando la vuelta de Ceballos a la titularidad probó a Valverde y a Camavinga de laterales, acumulando seis centrocampistas en total (dos en los carriles y cuatro en el rombo) y dejando a solo dos delanteros en punta, Vinicius y Rodrygo. Fue un equipo compacto y con más sentido en la ocupación de espacios y a la espera de la recuperación de Mbappé, era el once de gala.

Con Valverde y Camavinga el técnico solucionaba así dos de los principales lunares del equipo esta temporada. Lesionados Carvajal y Mendy, el nivel de Lucas Vázquez, Alaba y Fran García en las bandas no le había convencido ante los grandes equipos. Situar ahí al uruguayo y al francés, físicos, verticales y con recorrido, le aportaba mucho al juego del equipo.

Pero el paso por Getafe dejó K.O. a Camavinga, descartado para la final por una rotura en el aductor de la pierna izquierda y para el resto de la temporada. No podrá estar ni tan siquiera en el Mundial de clubes. El galo, de hecho, había salido en el descanso por Alaba, que se retiró con molestias, y ninguno pudo terminar el duelo.

La duda de Ancelotti

Las dos lesiones y la eterna irregularidad física de Ferland Mendy darán una opción única a Fran García, confirmado su billete a la final por el propio Ancelotti: "Jugará Fran", dijo en la sala de prensa de Getafe.

Será la primera vez que el italiano apueste por el ex del Rayo de inicio ante el Barça, porque en los dos primeros clásicos del año se la jugó con Mendy. Fueron dos desastre para el Madrid, que perdonó en el Bernabéu y lo acabó pagando y que se deshizo en Arabia. Siempre, eso sí, limitado por las lesiones.

En el duelo liguero, Ancelotti no pudo contar con Courtois, Carvajal ni Rodrygo. Mbappé erró varias ocasiones y en la segunda parte el Barça le pasó por encima, sufriendo Lucas por la velocidad de Raphinha. La baja de Rodrygo facilitó el rombo del centro del campo, pero entre Valverde, Tchouaméni y Camavinga no tuvieron demasiada creatividad en la construcción. Faltó un timón.

Ancelotti, el miércoles, en la zona técnica del Coliseum.

Ancelotti, el miércoles, en la zona técnica del Coliseum.EFE

En Arabia, Lucas repitió en el lateral, con Tchouaméni de central (ya lesionado Militao) y con las cuatro estrellas en el ataque secundadas por Valverde y Tchouaméni en el doble pivote. El Madrid estuvo roto, partido en dos por el poco compromiso defensivo de Bellingham, Rodrygo, Vinicius y Mbappé. El 2-5 final lo dijo todo.

Ahora, Ancelotti parece convencido de enviar a Valverde al lateral y de incluir a Ceballos o a Modric en el once. Ambos fueron titulares contra el Athletic junto a Tchouaméni, cuajando uno de los mejores partidos del centro del campo madridista este año, y el técnico debe tomar la decisión más comprometida de la final: estando Mbappé de vuelta tras su lesión de tobillo, aunque veremos a qué nivel, ¿jugará con los cuatro delanteros o reforzará el centro del campo?

Los resultados de la temporada y el nivel del mediocampo del Barça invitan a pensar que la idea más lógica es sentar a Rodrygo o a Mbappé (si no está al 100%) y meter más hombres por dentro, volviendo al 4-4-2 en rombo que tan buenos resultados le ha dado en los últimos años. El puzle, eso sí, está cogido con pinzas. Demasiadas urgencias médicas.

Dani Olmo acerca un poco más la Liga al Barça

Dani Olmo acerca un poco más la Liga al Barça

Actualizado Martes, 22 abril 2025 - 23:51

Al Barça le bastó con un gol de Dani Olmo para llevarse la victoria ante un rocoso Mallorca, sostenido por Leo Román, suplente habitual de Dominik Greif y autor de un partidazo. El ibicenco frustró una y otra vez las llegadas del equipo de Hansi Flick, que optó por reservar a varias piezas llamadas a tener un indudable protagonismo en la final de Copa del Rey. Y, aunque hubo también algún momento en el que le tocó apretar los dientes, acabó por sumar tres puntos que le acercan un poco más al objetivo de hacerse con la Liga. [Narración y estadísticas (1-0)]

Flick recogió el guante y dio la titularidad a Ansu Fati y Héctor Fort, quienes se quejaron ostensiblemente de haberse quedado sin minutos en el loco encuentro del sábado ante el Celta. El 10, como recambio de Raphinha a quien, como en los casos de Jules Koundé, Pau Cubarsí, Gerard Martín y Frankie de Jong, prefirió reservar con vistas al clásico en La Cartuja. El joven delantero, quien parecía destinado a ser un jugador de época, se esforzó de lo lindo para buscar la manera de ganar más protagonismo. Sus intentos, no obstante, no lograron romper la resistencia de un Mallorca sujetado a un arquero con mucho ánimo de revancha.

Leo Román, que no jugaba en la Liga precisamente desde que el Barça le endosó un 1-5 en Son Moix, se erigió en el mejor de los visitantes a lo largo de los primeros 45 minutos. Arrancó con una doble intervención a sendos disparos de Ferran Torres, relevo en punta del lesionado Robert Lewandowski, y Lamine Yamal. Y, a partir de allí, encadenó paradas mientras los azulgrana trataban una y otra vez de romper la igualada.

A la vuelta del descanso

Donde no llegaba el guardameta, además, lo hacía la zaga del conjunto balear para evitar que el balón acabara besando la red, ante la desesperación de Flick. En ataque, mientras, los visitantes lo fiaban todo a intentar romper el fuera de juego y al cuerpo a cuerpo que Cyle Larin mantenía de forma casi constante ante Ronald Araujo. Y, en las contadas veces en que se acercaron con algo de peligro, Wojciech Szczesny se resarció también de la jugada que propició el sábado el inicio del terremoto, al final sin consecuencias, ante el Celta.

Tras el 0-0 con el que se llegó al descanso, la segunda parte no pudo arrancar mejor para el líder. Antes de que se cumpliera el primer minuto, Dani Olmo, tras una asistencia de Eric García, encontró el premio del gol. No tardaría mucho tampoco Ansu Fati en volver a poner a prueba los reflejos de Leo Román. Una vez logrado el 1-0, todo invitaba a pensar que los barcelonistas podrían abrir aún más brecha. El Mallorca, no obstante, respondió con un cabezazo de Antonio Raíllo tras saque de falta que llevó el susto a las tribunas.

Pedri, ante Antonio Sánchez, el martes en Montjuïc.

Pedri, ante Antonio Sánchez, el martes en Montjuïc.EFE

Flick, para dar una marcha más al juego y, de paso, reservar a uno de los jugadores que puede ser clave para el clásico, dio entrada a Raphinha y Fermín por Ansu y Olmo, respectivamente. La efervescencia de los primeros instantes del segundo tiempo, pese a todo, se fue diluyendo. Y Lamine Yamal, solo ante el portero tras asistencia de Pedri, vio cómo Leo Romän se le imponía en el uno contra uno, en una de esas acciones que, de no sumar los tres puntos, se lamentan amargamente.

Y aún tendría el meta visitante varias opciones para añadir más buenas intervenciones a su haber tras un disparo de Pau Víctor y dos de Fermín, el primero envenenado tras tocar en los pies de un defensa, que dieron aún algo de esperanzas para los suyos. Finalmente incumplidas.

Flick también estalla contra Tebas: "Quiero ver al que decide los horarios, son una broma, no tiene ni idea"

Flick también estalla contra Tebas: “Quiero ver al que decide los horarios, son una broma, no tiene ni idea”

Actualizado Viernes, 18 abril 2025 - 18:19

Hansi Flick no se mordió la lengua. El técnico del Barça sabe que a estas alturas de la temporada es muy importante asegurarse de que los futbolistas puedan tener la mayor calidad de descanso posible. Y eso, en su opinión, es algo que no depende solo de los días que pasan entre un partido y otro, como ya señaló Carlo Ancelotti. También, del horario en el que se juegan los partidos. Por eso, el alemán le lanzó, sin nombrarlo, un contundente mensaje al presidente de LaLiga, Javier Tebas. «Quiero ver al que decide los horarios, son una broma, no tiene ni idea», se quejó el técnico a raíz del cambio de horario de su duelo ante el Valladolid por la vuelta de las semifinales de la Champions frente al Inter.

«No jugamos el domingo a las 14.00 horas contra el Valladolid, sino el sábado a las 21.00. Pero, ¿por qué no jugamos a las 16:00 o a las 18:00?», señaló el alemán. «Si tenemos éxito, es bueno para LaLiga, habría otro equipo más en la Champions. Me quedo sin palabras. Es increíble. Cada competición, como la Bundesliga por ejemplo, se preocupa por los clubes. Aquí, no. Aquí dicen 'ya volverán a las 6.00', no tienen ni idea de lo que eso significa para los jugadores», abundó.

Sabe muy bien que algunas de las figuras clave para sus esquemas acumulan ya muchos minutos en sus piernas. Sus 10 futbolistas más utilizados, contando también a los ahora lesionados Alejandro Balde y Marc Casadó, acumulan un total de 33.767 minutos, con Jules Koundé a la cabeza con 4.171 minutos. Raphinha, con 3.834, sería el segundo, y Pedri, con 3.829, el tercero.

En el caso del Real Madrid, sus 10 más utilizados suman 35.074 minutos, con Valverde en primera posición (4.192) y seguido por Mbappé (4.023) y Rüdiger (3.900). En el Atlético, por su parte, la suma de minutos de sus 10 jugadores con más horas de vuelo da un resultado de 28.423, con Oblak ( 3.630), Griezmann (3.306) y Julián Álvarez (3.217) en los tres primeros puestos. Con estos números, Simeone se erige como el técnico que mejor ha sabido dosificar a los suyos, mientras que Ancelotti sería quien menos rotaciones habría aplicado, sobre todo con algunas figuras clave. Algo que, en gran parte, también habría hecho Flick, si bien sí ha ido dando descanso puntualmente a algunos de los suyos y últimamente está dando más protagonismo a futbolistas como Frenkie de Jong, Fermín, Eric García o un Dani Olmo muy castigado por las lesiones.

Reparto de minutos

«Entre este partido frente al Celta y el que jugamos en Dortmund tenemos un día más. Llegamos tarde, pero lo hemos gestionado bien. Tenemos muchos jugadores jóvenes y los veteranos son muy profesionales. Hay que dar el 100% siempre. Si alguno está cansado, que pida el cambio. Hay que mirarse en el espejo y ser honesto con uno mismo», aseguró un Flick que admitió que le gustaría poder dar algo más de descanso a Jules Koundé, si bien sabe que el ímpetu del francés convierte eso en casi una quimera. «El problema con Jules es que, cuando le digo que juegue sólo media hora, al día siguiente se va a Sitges a correr, así que es mejor que juegue. Su estado de forma es increíble, pero sé que descansar también es beneficioso. Hablo con los jugadores y también analizamos los datos», apostilló.

Pedri, una figura vital para el centro del campo azulgrana, descansó de inicio en Alemania, no así Raphina, Lamine Yamal ni Robert Lewandowski, a quienes la suma de minutos parece haber mermado en parte su efectividad en labores ofensivas. El calendario, de aquí al final de temporada, va a ser infernal. A los azulgrana, contando el duelo con el Celta, les quedan por jugar siete partidos de Liga, entre los que está también el clásico ante el Real Madrid en Montjuïc, por lo menos dos de Champions (que pueden ser tres si se meten en la final) y la final de la Copa del Rey. «Tal vez no estamos en nuestro mejor momento, pero estoy orgulloso de mi equipo. En Dortmund no hicimos nuestro mejor partido, pero estamos a 18 de abril y, si alguien nos hubiera dicho al principio que estaríamos en la final de Copa, en semifinales de la Champions, líderes... No le hubiéramos creído», sentenció.

Las técnicas de meditación que han llevado a Szczesny a ser una estrella en el Barça: "Papá, ¿por qué está durmiendo?"

Las técnicas de meditación que han llevado a Szczesny a ser una estrella en el Barça: “Papá, ¿por qué está durmiendo?”

Actualizado Lunes, 14 abril 2025 - 21:06

Wojciech Szczesny salta al terreno de juego para empezar a ejercitarse justo antes de que empiecen los partidos con una tranquilidad pasmosa. Casi como si estuviera aún en el campo de golf en el que recibió la llamada del Barça para incorporarse como recambio del lesionado Marc-André ter Stegen. A base de no inmutarse ni cuando sus compañeros marcan un gol decisivo ni cuando le toca abandonar el césped tras ver tarjeta roja, como le ocurrió ante el Real Madrid en la Supercopa, transmite una tranquilidad contagiosa. Y además, se ha ganado con su personalidad, a veces un tanto socarrona, a unos compañeros que son bastante más jóvenes. Tiene 34 años.

«No lo sabía. ¿Tenéis un ramo de flores para mí?», llegó a espetar este lunes en plena rueda de prensa cuando le comentaron que el 14 de abril es el día del portero, fecha establecida tomando como homenaje el día de nacimiento del colombiano Miguel Calero, estrella del Pachuca y fallecido algo más de un año después de colgar los guantes.

Eso sí, tan pronto bromea como se pone serio. Sobre todo, a la hora de hablar de un factor tan importante para él como es la meditación. «No tengo tiempo para explicar toda mi rutina, es bastante larga, pero empecé hace tiempo, cuando me mudé a Italia. Me ayudaba a centrarme en el fútbol y me ayuda mucho en el día a día, con mi familia y con mis hijos. Se lo recomiendo a todos los jugadores, porque da una perspectiva mejor y creo que los profesionales pueden mejorar sus habilidades con ella. Saber gestionar la presión es algo muy bueno», apuntó.

«No necesito silencio»

Según aseguró en declaraciones a los medios oficiales del Barça, ni siquiera necesita aislarse del ruido. «No necesito silencio para meditar. Lo hago, a veces, en el autobús, camino del partido. Muchos no saben lo que estoy haciendo y seguramente piensan '¿qué está pasando?' No he visto a nadie hacerlo conmigo, pero creo que es muy útil», aseguró. E, incluso, desveló una anécdota al respecto. «Me siento cómodo haciéndolo delante de todo el mundo. Y una vez tuve una situación divertida con Ter Stegen. Marc me contó que su hijo había entrado en el vestuario antes del partido, vio que todo el mundo estaba haciendo lo suyo mientras yo meditaba y le preguntó: 'Papá, ¿por qué duerme Szczesny?'», agregó.

El alemán, que sufrió una grave lesión de rodilla a finales del pasado mes de septiembre, ya ha empezado a trabajar prácticamente a ritmo de competición. Para jugar en la Champions y emular lo que hizo Thibaut Courtois el año pasado, con todo, el polaco debería quedarse sin ficha en Europa. «Si Marc está de vuelta y en forma y los técnicos deciden que vuelva a la portería, estaré de acuerdo con ello. Dicho esto, quiero jugar esta competición, por supuesto. Espero que si la decisión es en la otra dirección, Marc lo entienda también. Tenemos una gran relación, pase lo que pase es decisión de Flick y la respetaremos», apuntó Szczesny al respecto.

«Ahora, solo está centrado en los entrenamientos. Cuando esté disponible, la decisión es del técnico, no nuestra. Ambos lo entendemos, no es incómodo ni hay tensión entre nosotros. Pase lo que pase, lo aceptaremos y lo respetaremos. Los dos queremos lo mejor para el equipo», recalcó, sin olvidarse tampoco antes de elogiar a su compañero y a la vez rival. «Compararnos no tiene sentido. Está volviendo de una lesión muy grave, pero, cuando esté recuperado, no creo que haya muchos porteros que puedan competir con su nivel», sentenció.

Szczesny, durante la rueda de prensa del lunes en Dortmund.

Szczesny, durante la rueda de prensa del lunes en Dortmund.AFP

Su gran objetivo, cómo no, es ganar la Champions. Un título que se le resistió en su paso por el Arsenal, la Roma o la Juventus. «Lo que más me gusta del fútbol es ganar, quiero ganar trofeos grandes y cada vez estoy más cerca de ganar esta competición, así que voy a intentar aprovechar la oportunidad y lograr algo realmente especial tanto para el club como para nosotros», aseveró el polaco.

Flick, por ahora, evita decir si seguirá o no siendo su número uno hasta el final del curso, pero insistió que todo en Europa pasa por apear definitivamente al Borussia Dortmund. «Quiero que mi equipo muestre lo bueno que es y que disfrute de jugar contra uno de los más importantes de toda Europa. Queremos hacer un buen partido, el 4-0 de Barcelona fue genial y queremos mantener el nivel», zanjó. Como Szczesny.

Flick, dispuesto a darle más cancha a Ansu Fati: "Tal y como está entrenando, está a un nivel mejor"

Flick, dispuesto a darle más cancha a Ansu Fati: “Tal y como está entrenando, está a un nivel mejor”

Actualizado Viernes, 11 abril 2025 - 16:50

El clima de euforia medianamente contenida que se respira en un Barça que tiene al alcance la posibilidad de sumar un nuevo triplete de Liga, Copa y Champions se ve solo levemente empañado por la situación de ostracismo que persigue a una estrella que se atrevió a asumir el legado de Messi: Ansu Fati.

El joven delantero, aparentemente tocado por una varita mágica que le permitía marcar prácticamente cada vez que pisaba el césped, vio cortada su progresión por una grave lesión sufrida ante el Betis en noviembre de 2020 y, desde entonces, pelea por volver a ser lo que fue. Hansi Flick, quien se las prometía muy felices con él el pasado verano, no ha acabado de darle muchas oportunidades, deslizando entre líneas que no acababa de estar contento con su forma de entrenarse. Ahora, las cosas parecen haber dado un nuevo giro.

«Ya veremos. Sobre todo, hay que tener en cuenta al equipo. Hay que ver cómo están los jugadores en el terreno de juego, en el banquillo... No puedo decir si jugará de inicio o si tendrá minutos, pero ahora, tal y como se está entrenando, está a un nivel mejor», señaló el técnico germano ante la pregunta de si el canterano tendría minutos en las más que previsibles rotaciones que aplicará en el duelo ante el Leganés de este sábado en Butarque.

El miércoles, en los últimos instantes de la goleada frente al Borussia Dortmund, Lamine Yamal acabó pidiendo el cambio al sentir algo de fatiga y, también, para que Ansu Fati pudiera tener algunos minutos de juego, dado el largo tiempo que había transcurrido desde que pudo jugar brevemente contra el Barbastro en la Copa del Rey.

Para Flick, lo fundamental es poder contar con un buen fondo de armario: "Es muy importante. Un equipo no se trata del once titular, son los 26 jugadores que tenemos. Incluso, los lesionados. Somos un equipo y eso es lo que marca la diferencia. Todo el mundo sabe qué tiene que hacer", recalcó.

El alemán, quien adelantó que Dani Olmo no formará parte de la expedición a pesar de que está ya prácticamente a punto para volver tras su última lesión, insistió en la importancia de ir siempre paso a paso.

"El siguiente partido siempre es el más importante. En la Liga sólo nos quedan ocho y el que viene es fuera de casa. Además, el Leganés defiende muy bien y, cuando recupera el balón, sabe atacar bien. Es importante que mantengamos la mentalidad y la actitud, como si fuese un partido de Champions", aseguró un Flick que, por supuesto, no da nada por hecho. Ni siquiera, en la máxima competición europea. "¿Crees que estaré relajado cuando juguemos contra el Dortmund? No, también tengo que demostrar que estoy al 100% centrado en lo que hacemos. Tenemos que demostrarlo todos. Lo que queremos hacer en cada partido es demostrar lo buenos que somos. La gente se merece que juguemos bien", arengó el técnico barcelonista, quien está más que dispuesto a continuar al frente del equipo. Aunque, al estilo de Pep Guardiola en su etapa como entrenador azulgrana, con contratos de únicamente un año.

"Mi respuesta será más extensa y así lo dejamos. Yo realmente aprecio y disfruto lo que tengo aquí, tengo un staff fantástico, mis asistentes son increíbles, los fisios, los médicos... Los jugadores son muy profesionales y se entrenan muy duro y con mentalidad de ir mejorando día a día. Esto es algo único en mi trayectoria, la atmósfera que hay aquí es fantástica. Esto es una familia y todos los empleados del club son fantásticos. Además, me lo paso bien, disfruto de Barcelona y de la gente. Estoy muy contento viviendo aquí, junto con mi mujer. Es una nueva experiencia y tengo mucha energía, me queda energía y voy pensando qué podemos hacer para mejorar, porque hay mucho potencial. Ahora estamos iniciando este proyecto y lo que está ocurriendo es fantástico", comentaba Flick.

Sobre su futuro en el club, el alemán dijo: "No soy un entrenador que quiera firmar por tres años más, porque podría pensar que tengo el futuro asegurado. Tengo una mentalidad propia, me gusta trabajar por este club, el mejor del mundo, y acepto mucho lo que tengo. Conozco la situación de la entidad y no es fácil. Esa es la situación ahora, un año, y ya veremos qué ocurre, paso a paso. Si seguimos contentos, un año más. Me gustaría acabar el trabajo que haga aquí con una buena nota. Si mis asistentes están contentos, yo también. Hay que seguir centrados, como hasta ahora, y centrarnos en lo que queda de temporada. Ahora el Leganés, luego Dortmund... Así es como quiero trabajar".

11 goles en 10 partidos europeos: el Barcelona espera que Raphinha recupere su brillo ante el Borussia Dortmund

11 goles en 10 partidos europeos: el Barcelona espera que Raphinha recupere su brillo ante el Borussia Dortmund

Actualizado Martes, 8 abril 2025 - 23:23

La luz más brillante suele consumirse antes, dice la sabiduría popular. En el caso de Raphinha, el jugador más en forma del Barcelona en los primeros meses de la temporada, el aforismo lleva unas semanas cumpliéndose. Su garra y su desgaste se mantienen como de costumbre, pero ha perdido brillantez ante la portería contraria. En la Liga, no marca desde el pasado 9 de febrero, ante el Sevilla, a domicilio, en un partido que acabó con triunfo de su equipo por 1-4, mientras que en la Copa del Rey su último tanto se remonta hasta el 15 de enero, en el enfrentamiento a partido único de octavos de final ante el Betis que se saldó con victoria barcelonista por 5-1. Este miércoles vuelve la Champions. Tal vez, en su competición fetiche por antonomasia, esta sequía anotadora llegará a su final de una vez por todas.

En la máxima competición europea Raphinha atesora unos números demoledores. Hasta el momento, ha sido capaz de convertir 11 goles en los diez partidos que ha disputado. Entre ellos, destaca el hat trick conseguido frente al Bayern o los cinco, en total, anotados frente al Benfica entre su duelo en la fase de liguilla en Da Luz (4-5), la ida de los octavos de final (0-1, con los azulgrana con uno menos sobre el césped por la expulsión de Cubarsí) o los dos con los que remató la faena en la vuelta en Montjuïc (3-1).

En la Liga, mientras, el brasileño suma 13 goles en el total de 28 encuentros que ha jugado hasta ahora, teniendo en cuenta, además, que no fue convocado para el duelo disputado frente a Osasuna el pasado 27 de marzo, que ante el Girona, tres días después, no llegó a moverse en ningún momento del banquillo y que fue suplente el sábado ante el Betis. Una serie de movimientos con los que Hansi Flick quiso darle algo de descanso a un jugador caracterizado por su entrega.

La fatiga

En el encuentro ante Osasuna, el técnico alemán esgrimió el cansancio por el viaje desde Sudamérica como el motivo para dejarlo fuera de su lista. También es cierto, además, que el delantero brasileño volvía con el ánimo algo tocado, después de que Argentina pasara factura a sus excesivamente seguras convicciones de triunfo en superclásico sudamericano, infligiéndole un demoledor 4-1 a la canarinha. Flick, pese a haberlo protegido últimamente un poco entre algodones, con la excepción de una vuelta de las semifinales de Copa del Rey a vida o muerte contra el Atlético de Madrid, quiso romper una lanza en favor del brasileño en la rueda de prensa previa al duelo frente al Dortmund.

"Tras el parón por las selecciones, hemos intentado que se recupere. Lo que veo en los entrenamientos es lo mismo que veía antes: está muy activo, despierto, con buena dinámica... Demuestra que está preparado para afrontar este partido", zanjó el entrenador.

La ida de los cuartos de final de la Champions ante el Dortmund es la primera gran oportunidad de Raphinha de volver por sus fueros. Sobre todo, teniendo en cuenta que la vuelta se disputará la semana que viene en el Signal Iduna Park, un escenario que puede ser tremendamente complicado y para el que los azulgrana bien harían en llevarse una buena renta de Montjuïc.

En el centro del campo, mientras, está por ver si Flick mantendrá o no a un Gavi tan fiel a su causa como contundente a la hora de valorar a aquellos que critican su estilo. «Mucha gente se cree que no sé jugar al fútbol y no tiene ni puta idea. Es entendible, cada uno piensa lo que quiere, y está bien», sentenció el sevillano.

Gavi: "Mucha gente se cree que no sé jugar al fútbol, pero no tienen ni p... idea"

Gavi: “Mucha gente se cree que no sé jugar al fútbol, pero no tienen ni p… idea”

Actualizado Martes, 8 abril 2025 - 16:24

La Champions ya ha encarado su fase decisiva. Y, a pesar del traspiés ante el Betis del pasado sábado en Montjuïc, el Barça parece estar más que dispuesto a darle la razón a la omnipresente IA y levantar el trofeo por sexta vez en la final que se jugará en Münich el próximo 31 de mayo.

Hansi Flick, eso sí, como buen alemán, no es de los que vende la piel del oso antes de cazarlo. Por eso, insiste en que lo más importante es mantener la serenidad. Al fin y al cabo, el Liverpool, un equipo que parecía absolutamente intratable en la fase de liguilla, fue eliminado en octavos por un PSG al que le costó lo indecible seguir adelante en la competición. Y esa, en gran parte, es la gracia del fútbol.

«Podemos soñar, pero los jugadores y técnicos debemos tener los pies en el suelo. Hay que ver lo que hemos conseguido hasta ahora, a base de trabajo duro, y esto no debe ser el final. Hay que poner toda la carne en el asador para seguir. Queremos mantener la racha de partidos sin perder que llevamos este año, pero para lograrlo habrá que rendir al máximo ante un rival muy fuerte», advirtió el entrenador azulgrana en la rueda de prensa previa al partido.

En la primera fase de la competición, los suyos, con un gol de Raphinha y dos tantos de Ferran Torres, ya fueron capaces de imponerse a los germanos por 2-3 en el Signal Iduna Park. Y el alemán, por supuesto, confía plenamente en que su equipo sea capaz de mantener la buena trayectoria que ha atesorado hasta ahora en una Champions en la que únicamente el Mónaco, en el primer partido del torneo y tras la expulsión de Eric García, fue capaz de batir a su equipo.

El entrenador del Barcelona, Hansi Flick.

El entrenador del Barcelona, Hansi Flick.Alejandro GarcíaEFE

«Pienso que en la Champions hemos trabajado bien, tanto en Montjuïc como fuera de casa. Sabemos cómo ganar un partido a domicilio, cómo seguir y tengo plena confianza en el equipo. Lo veo bien y creo que hemos mejorado en muchos aspectos. Damos la respuesta adecuada en los partidos y estamos preparados para este cruce», recalcó un Flick que prefiere aislarse de una actualidad del club que se ve a menudo zarandeada por la polémica. Como, por ejemplo, las nuevas acciones emprendidas por LaLiga para que ni Pau Víctor ni Dani Olmo puedan acabar la temporada sobre el césped. «Hay un partido importante, y en los demás temas confío en el club. No pienso en ello», se limitó a señalar el técnico, quien insiste además en mirar hacia adelante, por mucho que tenga un pasado triunfal en el banquillo del Bayern.

«No me interesan las estadísticas ni el pasado. Vivo al día, lo que cuenta es el aquí y el ahora. Este es el mayor torneo europeo y queremos alcanzar el mayor éxito posible», recalcó un Flick que sabe muy bien que debe ir dosificando a sus futbolistas en una campaña en la que algunos acumulan ya muchos minutos de juego. «Dedicamos mucho tiempo a analizar el estado de forma de cada uno, sus cargas y creo que lo gestionamos bien, miramos si hay que hacer cambios. Tenemos un fondo de armario con jugadores polivalentes y no tengo miedo. No podemos cambiar el calendario, lo deciden otros, y tratamos de sacar el mejor once para ganar. No hay excusas. Aceptamos las cosas como son y, juegue quien juegue, pondremos a un buen equipo», aseguró.

RAPHINHA

Ante el Betis, uno de los jugadores que tuvo algo de descanso fue un Raphinha que parece haber perdido la efervescencia mostrada en lo que llevamos de temporada. Flick, a pesar de todo, está convencido de que su mejor versión volverá pronto. Puede, incluso, que en este mismo duelo frente al Dortmund. «Tras el parón por las selecciones, hemos intentado que se recupere. Lo que veo en los entrenamientos es lo mismo que veía antes: está muy activo, despierto, con buena dinámica... Demuestra que está preparado para afrontar este partido», sentenció.

También podría tener continuidad ante el Dortmund un Gavi que ha ganado presencia con la lesión de Dani Olmo y que tiene gran sintonía con el técnico. «El entrenador me ayuda en muchos conceptos de fútbol, y en mi lado más humano. No estoy jugando todos los partidos y en mi cabeza debo entender que no siempre puedo ser titular. Hay que entender todo. Míster Flick es espectacular y estamos felices de tenerlo», recalcó el sevillano, quien fue a su vez contundente a la hora de contestas a algunas críticas que ha recibido por su estilo contundente en el césped. «Mucha gente se cree que no sé jugar al fútbol y no tiene ni puta idea. Es entendible, cada uno piensa lo que quiere, y está bien», apostilló el centrocampista.

La guerra Mou-Guardiola, la carrera de Bale, la salvación de Cruyff o el final del Tata Martino: los clásicos coperos como punto de inflexión para Madrid y Barça

La guerra Mou-Guardiola, la carrera de Bale, la salvación de Cruyff o el final del Tata Martino: los clásicos coperos como punto de inflexión para Madrid y Barça

El octavo clásico en una final de la Copa del Rey aterrizará el 26 de abril en La Cartuja. 4-3 gana hasta ahora el Madrid, que le dio la vuelta al balance histórico venciendo en las dos últimas ocasiones: 0-1 en la de 2011, con aquel salto de Cristiano Ronaldo, y 1-2 en la de 2014, con la carrera de Gareth Bale por la banda de Mestalla para superar a Marc Bartra y marcar el tanto decisivo. Dos partidos en los que los galácticos de la pasada generación decidieron el duelo. Así son los clásicos, cruzan a los dos mejores equipos del país y comparan constantemente sus galaxias.

Dentro de tres semanas, Sevilla actuará como punto de inflexión en ese análisis entre ambas plantillas. Los títulos acumulados en los últimos tres años explican la superioridad manifiesta del Madrid, con dos Champions, dos Ligas y una Copa en el bolsillo en plena explosión de Vinicius, Rodrygo, Jude Bellingham y compañía. Pero en los últimos meses, coincidiendo con la llegada de Kylian Mbappé, el Barcelona ha demostrado que su nueva camada ha llegado para quedarse. Guiados por Lamine Yamal, han vencido en el clásico de octubre y en la final de la Supercopa de España, ambos con contundencia (0-4 en Liga y 2-5 en Arabia).

Dos bofetadas futbolísticas que han amenazado el trono del Madrid en el fútbol español, aunque la primavera dictará sentencia. Blancos y azulgranas se medirán el 26 en Sevilla, el 10 o el 11 de mayo en Montjuïc en una cita trascendental para la Liga y, quizás, en una hipotética final de Champions, el próximo 31 de mayo en Múnich. Sería la madre de todos los clásicos, el único que queda por disputarse en un gran evento tras tantas finales de Copa y Supercopa.

Trincheras en pleno apogeo

Lo que refleja la historia es que un clásico en una final siempre supone un antes y un después. Empezando por el primero, disputado apenas un mes antes de la sublevación militar que dio inicio a la Guerra Civil española. Fue el 21 de junio del 36, y fue en Mestalla. Ganó el Madrid 2-1 en el último partido de Ricardo Zamora. También ganó el Madrid en 1974, mientras que el Barça levantó el trofeo en 1968 y 1983. Y en 1990, el triunfo azulgrana salvó la cabeza de Johan Cruyff, dejando la Copa sin final 'clásica' hasta 2011.

Ese año, Mestalla fue testigo de una de las grandes batallas de la guerra Mourinho-Guardiola, unas trincheras en pleno apogeo en ese momento. El cabezazo de Cristiano en la prórroga dejó al Barça, que conquistó Liga y Champions, sin triplete. Fue un partido durísimo, con corrillos constantes sobre el árbitro, tensión en los banquillos y en la grada y duelos hasta el límite. Mourinho ganó la batalla, pero Guardiola contestaría unos días después en las semifinales continentales.

La de 2014 fue todavía más trascendental y confirmó la crisis de identidad del Barça tras la salida de Guardiola. El Tata Martino claudicó ante Ancelotti, Bartra ante Bale y la victoria madridista provocó la temporada en blanco de los azulgrana y la llegada de Luis Enrique al Camp Nou. Decisión de calado, porque con él llegaría el triplete de la 2014-2015.

Aquella visita a Valdebebas

Ahora, 11 y 14 años después de Mestalla, la Copa les vuelve a reunir en otro momento trascendental, con Yamal, Pedri, Raphinha, Mbappé, Vinicius y Bellingham sustituyendo a las estrellas de la pasada década. Lamine tenía tres años en la primera final de Mestalla y Mbappé estaba a punto de visitar Valdebebas con 12 años, regalo de sus padres e invitación de Zinedine Zidane para conocer a su ídolo Cristiano. El destino, caprichoso, les enfrenta ahora.

En el Bernabéu se observan estos dos próximos clásicos (Copa y Liga) como cruciales para el mandato de Ancelotti. Cuestionado en algunos momentos de la temporada por el nivel de juego del equipo, el italiano llega por primera vez a abril vivo en los tres torneos desde, precisamente, 2014. Aquel año terminó ganando Copa y Champions, pero hincó la rodilla en Liga, como el Barça, ante un Atlético que levantaría el título en el Camp Nou.

El desgaste de los clásicos influyó en la Liga, algo que intentará evitar Hansi Flick, obsesionado con mantener el nivel físico de su equipo para pelear el triplete y confirmar esa «nueva era» que se repite en la Ciudad Condal con cada victoria en los clásicos. De ello depende sostener la ventaja de tres puntos en Liga, con la Copa y la Champions como inyección mental hacia el vestuario.

Mbappé y Robert Lewandowski batallan por el pichichi liguero, Endrick y Ferran Torres por el copero. Ambos clubes, por todo. Un clásico.