Insultos, presiones... Así se cultiva la salud mental en los vestuarios del fútbol español: "Acabo y voy al psicólogo"

Insultos, presiones… Así se cultiva la salud mental en los vestuarios del fútbol español: “Acabo y voy al psicólogo”

Racismo, insultos dentro y fuera del campo, presión, lesiones, derrotas... En el fútbol profesional hay éxito, dinero y fama, tres palabras que provocan la envidia de medio mundo, pero también, y no demasiado en el fondo, hay aspectos negativos que a veces convierten una profesión privilegiada en un infierno. Por eso, en un planeta cada vez más tolerante con las preocupaciones psicológicas, las palabras «salud» y «mental» han entrado de lleno en los vestuarios del fútbol profesional español para no salir, seguramente, nunca más.

«Sufrí problemas de ansiedad, depresión, me escondía detrás de los rivales para que no me pasaran el balón... Hasta simulé una lesión para que me cambiaran porque tenía miedo a fallar», explica en conversación con este periódico Zuhaitz Gurrutxaga, jugador de la Real Sociedad entre 2001 y 2004. «Siempre había creído que sólo me pasaba a mí hasta que publicamos el libro Subcampeón. De repente me llegan mensajes de excompañeros con 300 partidos en Primera diciéndome que se sienten identificados con lo que cuento, que ellos también fingieron lesiones, se escondieron, no quisieron jugar... Yo creía que era el único en ese aspecto».

Gurrutxaga, como reconoce, no es el único. Una rápida búsqueda en internet da con los nombres de Iniesta, Ferran Torres, Camarasa y un sinfín de futbolistas que han reconocido verse superados mentalmente por el fútbol. Su ejemplo explica lo natural que ya es el apartado psicológico dentro de los vestuarios, la ayuda constante que se presta en este sentido desde los clubes y los entornos de los jugadores y los pocos prejuicios que hay dentro de las plantillas. «Se habla con más naturalidad que antes. Acabo el entreno y me voy al psicólogo. Decir eso ahora es algo normal y antes quizás hacías para que no te pillaran, era algo que se escondía», admite a EL MUNDO Denis Suárez, centrocampista del Villarreal y ex del Celta, City o Barça, entre otros.

"El psicólogo no está para 'tengo un problema y voy"

Ya no es sólo que la salud mental haya dejado de ser un tabú en el mundo del fútbol, sino que se incentiva la conversación sobre ella para mejorar el rendimiento deportivo. Por eso los equipos tienen psicólogos, ya sea integrados en el cuerpo técnico o dentro de la estructura del club, y por eso cada vez está más de moda que los jugadores acudan a un coach personal que les ayude a sobrellevar el día a día. «El psicólogo no está para 'tengo un problema y voy'. Esa es la gran evolución de los últimos años. Ahora trabajamos en la prevención para que tengan competencias para crecer», explica al otro lado del teléfono Emilio Ibañez, psicólogo del Alavés y miembro del cuerpo técnico de Luis García Plaza, uno de los técnicos de LaLiga que tiene a un experto en psicología en su banquillo. Todavía son pocos los que se acercan al césped, mientras en otros vestuarios, como en el Madrid, el Barça o el Atlético, los futbolistas acuden a psicólogos individuales ajenos a la estructura de los clubes. Pero acuden, mientras entrenadores como Ancelotti o Simeone, según admiten desde el Bernabéu o el Metropolitano, son los «psicólogos de sus vestuarios».

«El cambio es brutal, muy importante. Me ven como uno más, en chándal y no en una oficina con una bata. El futbolista ha entendido que su éxito llega no sólo con una buena preparación física, sino con la parte mental», reflexiona Ibañez.

"Entiendo a Iñigo Martínez"

En las últimas semanas, la cuestión mental ha vuelto a ser protagonista al analizar los insultos racistas a Vinicius Júnior y el encontronazo de Iñigo Martínez con un aficionado que le había llamado «tonto» a la salida de un entrenamiento del Barça. Dos cuestiones, los insultos y las críticas, ajenas al propio balón pero que influyen en las actuaciones de los futbolistas. «Hay un problema de base en la sociedad, de formación. Yo no me he visto con un problema de este tipo (caso Vinicius), pero siempre trabajamos el tema de los valores. En el caso de Iñigo, a mis jugadores les digo que están en el escaparate del fútbol y que todo el mundo opina. Que lo que es bueno para unos es una mierda para otros y que hay opiniones de todo tipo. En el campo hay que intentar aislarse, y fuera hay situaciones en las que, con educación, no se tienen que callar», comenta Ibañez, que pone las redes sociales como ejemplo de muchos de los problemas: «Escondidos, sin dar la cara, la gente dice lo que quiere porque saben que no tiene trascendencia judicial».

Eso lo vivió Brais Méndez, ahora en la Real Sociedad, silbado en Balaídos cuando jugaba en el Celta, el equipo de su ciudad: «Parece que por pagar la entrada tienes derecho a todo y no es así. Yo no voy al puesto de trabajo de un panadero o jardinero y me pongo a insultarle. No me entra en la cabeza. Entiendo perfectamente a Iñigo Martínez», reconoce a EL MUNDO.

"Antes éramos señalados"

Comparado con el fútbol de hace unas décadas, Ibañez asegura que la exigencia emocional de ahora «es mucho mayor», pero que la apertura de los futbolistas y los clubes a este tema ayuda. «Yo como jugador tuve varias lesiones y los que nos apoyábamos en ese trabajo emocional éramos señalados. Parecía que se acababa el mundo, que estábamos metidos en unos problemas imposibles», reconoce el psicólogo.

Pero, ¿qué trabajan los futbolistas con el psicólogo? ¿Qué aprenden? «Lo he empezado a trabajar hace año y medio. Por ejemplo, si a mí el Barça me pilla con la edad que tengo ahora y no con 23 años, igual hubiese sido otra cosa. Marcaba un gol y era 'el mediocentro de los próximos 10 años'. Y al día siguiente dejabas de jugar y eres 'la venta del verano'. No es fácil. He aprendido muchas cosas a nivel personal, a darle importancia a otras cosas, no sólo al fútbol. A relativizar, que no es todo el día 'fútbol, fútbol, fútbol' y que puede haber malos momentos, que la gente te puede escribir...», explica Denis.

Al otro lado, el psicólogo: «Tengo un trabajo estructurado con cada uno de los futbolistas y lo hago de forma independiente al entrenador, que entiende mi privacidad. Voy por delante, hago una evaluación psicológica, cosas en las que pueden crecer durante la temporada, objetivos... Y sobre todo trabajar competencias emocionales, las habilidades sociales, la autonomía emocional, generarse uno sus motivaciones, que su confianza no dependa del exterior y que su trabajo tiene que estar por encima de su estado emocional».

"¿A mí quién me preparó?"

En los clubes, más allá del primer equipo, la preocupación principal a nivel psicológico recae en los niños y niñas de la cantera. Ya sean aquellas con el foco mediático encima, como La Fábrica o La Masia, u otras más humildes. «¿A mí quién me preparó para de repente pasar de ser un desconocido a ser conocido siendo un crío?», se pregunta Gurrutxaga, que a los 16 años estaba en las inferiores de la selección. «En mi pueblo la única presión que tenían era saber si tenían pasta para salir ese sábado o no. El fútbol puede ser una picadora de carne si no estás preparado», explica el exfutbolista, que ahora forma parte del proyecto 'Preparados' de LaLiga, que ayuda a los futbolistas en activo a ser conscientes de la importancia de la salud mental y de lo necesario de la preparación para la retirada. «Es difícil entender que con 34 años seas mayor para tu trabajo cuando es la edad a la que mucha gente está empezando su vida laboral», incide.

El misterio Ancelotti

El misterio Ancelotti

Actualizado Domingo, 31 marzo 2024 - 23:53

Dos goles de Rodrygo, que sólo había marcado un gol en Liga, se convirtieron en el salvador del Real Madrid, que cumple en el sprint final de la Liga, aunque muchos minutos caen en la zozobra del qué va a pasar. ya que Ancelotti es el misterio de los

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Rodrygo ilumina de púrpura el Bernabéu

Rodrygo ilumina de púrpura el Bernabéu

No hay apuros que valgan contra el Madrid, que resuelve con suficiencia, como sin darse importancia. Con esa holgura con la que dominan la Liga, los blancos derribaron al Athletic gracias a dos goles de Rodrygo. Otra vez los ocho puntos de margen ante el Barcelona y otra vez Militao sobre el césped, siete meses y medio después de su lesión. En el tiempo añadido, cuando apenas había opción para el cambio, Ancelotti ordenó que su equipo tirase el balón fuera para que reapareciese su central. Así va de sobrado el líder. [Narración y estadísticas (2-0)]

El Madrid tardó siete minutos hasta reconocerse en su indumentaria morada, obra del diseñador japonés Yohji Yamamoto. Uno de esos caprichos del marketing que obliga, además, a saltar al Athletic de blanco al Bernabéu. De inicio, el equipo de Valverde quiso ofrecer su perfil más académico. El que le ha dado fama en Liga, donde aún pelea por una plaza de Champions con el Atlético. Ayer, cuando incluso parecía que iba creérselo, Rodrygo desbarató sus planes con un golazo. Un balón de Brahim en zona de nadie lo convirtió el brasileño en proyectil incandescente fuera del alcance de Agirrezabala. Dicen que esta cuarta equipación púrpura se inspira en motivos florales, pero la historia del Madrid se fundamenta en el cañón. Y no en las rosas.

Tras la semana de parón de selecciones, en una noche casi invernal, sólo algún insensato podía esperar alardes de estética en el Madrid. Sin embargo, aun sin balón, el equipo de Ancelotti controló casi a placer tras el 1-0. En esa confianza estriba su auténtico poderío. Anclado en Kroos, arropado en Rüdiger, el líder viene sacando así sus partidos. Y quiere ser campeón de Liga, más pronto que tarde, sin cambiar ese guion. Durante la primera media hora, el único motivo de asombro para su gente fue una finta de Brahim. A quién le importa, cuando las ocasiones terminan cayendo casi por inercia. El disparo de Fede Valverde, el cabezazo de Tchouaméni y el acercamiento de Bellingham frustrado por Vivian, pudieron ser definitivos para el Athletic.

Sin hacer daño

A seis días de la final de Copa, poco más podía exigirse a los muchachos de Valverde. Escondían el balón, buscaban los espacios, pisaban campo rival... sin encontrar jamás el modo de hacer daño. La baja de Nico Williams mermó su ataque y la lesión muscular de Yeray, antes de la media hora, desestabilizó su defensa. A la vuelta del descanso, Brahim aprovechó el resquicio entre Paredes y Lekue para largar un derechazo que se estampó contra el palo. Puede que el Madrid no andase para fiestas, pero es que el Athletic parecía pensar en la del próximo sábado en La Cartuja.

El único motivo de inquietud para Lunin llegó a balón parado, con una volea de Iñaki Williams tras servicio de Berenguer. El ucraniano, como casi siempre, respondió donde se le espera. Y para no faltar a la costumbre, el Bernabéu volvió a escandalizarse con el árbitro tras una extraña decisión de Alberola Rojas. No hubo forma de entender qué pudo interpretar antes del derribo a Rodrygo en el área. Se nota algo sobreactuado el brasileño al mínimo contacto, aunque lo crucial para Ancelotti es que ha vuelto por donde solía.

A campo abierto

Antes de la hora, Valverde quiso dar otra vuelta de tuerca con Ruiz de Galarreta, Yuri Berchiche y Adu Ares, pero el partido se jugaba cada vez más a campo abierto. En la primera andanada del Athletic, Nacho frenó con amarilla a Iñaki Williams, pero Vivian, en la siguiente, nada pudo ante Rodrygo. Su quiebro y su disparo, exquisitamente pulcros, merecieron por sí solos el precio de una entrada.

Con la ida de cuartos ante el City a la vuelta de la esquina, Ancelotti pudo reservar a Kroos y Valverde, víctima de un fuerte golpe. Cuando Militao saltó al césped, el estadio tributó al central una fabulosa ovación. Por entonces, Bellingham ya se había tapado la boca con una cremallera para no protestar un penalti a Alberola Rojas. Y Rüdiger había dejado claro a Muniain que no toleraría más empujones así ante Carvajal. Asuntos menores, al fin y al cabo, antes de recibir a Pep Guardiola.

El regreso de Militao y la cautela para evitar la desgracia de Courtois

El regreso de Militao y la cautela para evitar la desgracia de Courtois

Actualizado Sábado, 30 marzo 2024 - 19:26

El destino ha querido que Éder Militao vuelva a una convocatoria del Real Madrid ante el Athletic, el mismo rival frente a quien sufrió una grave lesión de rodilla. "Es la noticia más importante. Está disponible. Ha entrenado bien, aunque obviamente no está al 100% porque le falta jugar", adelantó ayer Carlo Ancelotti sobre el regreso del central.

Han transcurrido siete meses y medio desde el pasado 12 de agosto en San Mamés cuando, tras una disputa con Oihan Sancet, Militao se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. Tras ser operado por el doctor Manuel Leyes, bajo la supervisión de los servicios médicos del club, el brasileño comenzó una dura rehabilitación, con altos y bajos, que ahora le permite afrontar el momento decisivo de la temporada.

"Se ha recuperado muy bien", valoró ayer Ancelotti en la sala de prensa, poco después de que se hiciese pública la lista de 21 convocados ante el Ahtletic. La alegría del técnico, en cualquier caso, no acelerará los plazos con Militao, que irá entrando poco a poco en la dinámica del equipo, como ya se hizo, por ejemplo, con Arda Güler. Nadie quiere que se repita la desgracia de Thibaut Courtois, víctima de una lesión de menisco cuando apuraba su regreso tras siete meses de baja.

En las últimas semanas, Militao se ha entrenado con normalidad junto a sus compañeros e incluso ha disputado un amistoso ante el Castilla en Valdedebas. El ex futbolista del Oporto acabó ese partido sin dolores y con la articulación totalmente estabilizada. Sin embargo, aún necesita mucho rodaje para exprimir todo su potencial. De hecho, el cuerpo médico y técnico tampoco pretenden forzar al futbolista de cara a la eliminatoria de cuartos de la Champions ante el City, que arranca el 9 de abril en el Bernabéu.

El díscolo James Rodríguez que busca una resurrección con Colombia

El díscolo James Rodríguez que busca una resurrección con Colombia

James Rodríguez se agarra al brazalete de capitán de Colombia como a una tabla de salvación. A sus 31 años no le quedan muchas oportunidades para tratar de resucitar y relanzar una carrera que fue cayendo en picado desde su paso por el Real Madrid. Cada vez menos decisivo en el campo y más cuestionado fuera, sigue manteniendo algunas actitudes díscolas que tanto lastraron sus asombrosas cualidades. Sólo Colombia, su seleccionador Néstor Lorenzo, lo espera. El seleccionador no quiere renunciar a sacar partido a aquel '10' completo que asombró hace 10 años.

En el verano de 2014, James Rodríguez fue la sensación del Mundial de Brasil. Con seis goles, se llevó al Bota de Oro y confirmó que aquel chaval de 23 años que había brillado en Oporto y Mónaco podía tener hueco en el Real Madrid. Florentino Pérez pagó 80 millones de euros y lo puso a las órdenes de Carlo Ancelotti. El italiano pudo sacar lo mejor de él: fijo en el once, marcó 17 goles. Pero ni las exigencias de Rafa Benítez ni las de Zidane las entendió. Su ego era indomable y los problemas comenzaron a aparecer también fuera del campo, tanto que afloraron en una persecución policial por exceso de velocidad. El colombiano se había convertido en un quebradero de cabeza.

Su refugio fue una cesión por dos temporadas al Bayern de Niko Kovac, pero sus números no fueron brillantes. Ocho goles y un problema que describió Lotthar Matthaus: «Es simplemente una cuestión táctica. Es un jugador excelente, pero no tiene hueco en la mayoría de onces de Europa». Tampoco su actitud la tenía en un vestuario de la exigencia del bávaro y acabó desesperando al técnico croata. La reacción del colombiano fue encararse con el técnico y negarle el saludo al director deportivo, Hasan Salihamidzic.

De la Premier a Qatar

De regreso a Madrid, había perdido cualquier posibilidad de jugar en el Bernabéu bajo las órdenes de Zidane y una lesión de ligamentos volvió imposible su resurrección. Su tiempo en LaLiga había acabado y su agente, Jorge Mendes, le buscó acomodo en la Premier.

Recuperado, en el verano de 2019 su destino fue el Everton, esta vez de nuevo bajo el ala de Ancelotti. En este reencuentro de dos temporadas fueron los problemas físicos el lastre, tanto que le llevaron a perderse la Copa América de 2021. Su situación no mejoró, porque Benítez le abrió la puerta y salió camino de Qatar.

El Al-Rayyan pagó ocho millones y aguantó al atacante una temporada para después dejarlo marchar al Olympiacos. Seis meses duró en Grecia, hasta que, otra vez, discutió con el entrenador, José Anigo, y se negó a disculparse ante el vestuario. En abril de 2023 se quedó sin equipo y en el mercado de verano recaló en el Sao Paulo.

Críticas por un penalti

La vuelta a Sudamérica tampoco le ha sentado bien. Debutó y sufrió una lesión en el gemelo que le dejó sin ser inscrito en la primera vuelta del campeonato. Fue entonces cuando pidió rescindir su contrato, firmado hasta 2025, pero la ausencia de ofertas le hizo optar por la continuidad tras pedir disculpas al técnico Thiago Carpini y a sus compañeros. Inscrito para la segunda parte del campeonato, antes de viajar con Colombia a Londres vivió otra polémica. Sao Paulo se jugaba el pase a los cuartos del Campeonato Paulista en penaltis y James no se atrevió a tirarlo. El aluvión de críticas no ha tardado, incluidas las del ex madridista Cicinho: «¿Qué hace este tipo en Sao Paulo?».

Con la polémica pisándole siempre los talones y pocos partidos en las piernas, Colombia quiere intentar resucitar a uno de sus referentes de cara a la Copa América.

Del Piero: "Zidane y Bellingham no son tan parecidos"

Del Piero: “Zidane y Bellingham no son tan parecidos”

Alessandro Del Piero (Conegliano, 1974) admite de primeras que no le gustan las entrevistas. Ni siquiera ahora, a punto de cumplir 50 años, retirado hace una década, con un Mundial, una Liga de Campeones y cinco Ligas italianas a sus espaldas. El micrófono todavía le da pavor, aunque el trabajo, convertido en embajador de los Premios Laureus, le obliga a pasar por la ronda de preguntas de los periodistas. Con este periódico se para unos minutos antes de ponerse las gafas de sol y abandonar la Casa de Correos de Madrid, sede de la Comunidad y hogar de la presentación de la gala Laureus de este año.

Tener a Del Piero en Madrid obliga a preguntarle por dos nombres que el centrocampista italiano conoce bien: Zinedine Zidane y Carlo Ancelotti. Y por otro, Jude Bellingham, el centrocampista del momento. Con el primero compartió cinco temporadas en la Juventus y muchos enfrentamientos contra el Madrid y la selección francesa, y al segundo lo tuvo dos años como entrenador de la Vecchia Signora. Del Piero pasó lesionado muchos de los meses de Carletto en Turín, pero justo por eso llegó a conocer todavía mejor al que ahora es técnico del conjunto blanco. Han pasado más de dos décadas de aquello y pocos mejores que él para reflexionar sobre lo que ha cambiado el fútbol.

¿Qué diferencias observa entre el fútbol que jugaba usted y el que vemos hoy en día?
Bueno, básicamente te diría que son dos deportes diferentes. Totalmente diferentes en muchas, muchas cosas.
¿En cuáles?
Mira, podemos empezar por la parte física. Antes el fútbol era mucho más físico, y no me refiero al físico individual de un jugador, sino a los contactos, las entradas, la dureza de los golpes... Ahora eso se castiga con una tarjeta amarilla o una tarjeta roja. Antes no era así. Y luego es un deporte diferente por lo que rodea al futbolista y al club, las instalaciones, el número de personas que trabaja en cada equipo... Por ejemplo, cuando empecé en la Juventus, y te hablo del año 1993, teníamos un doctor, dos fisioterapeutas y un muchacho para las zapatillas y todo lo demás. ¡Nada más! (Risas). Ahora los jugadores tienen 30 profesionales para hacerles el día a día más cómodo. Es verdad que el número de partidos que se disputan cada temporada ha aumentado un poco, pero seamos honestos, juegan en mejores campos. Eso también ha cambiado, como las reglas, que hay muchas que son diferentes. Y por último la tecnología, como el VAR y todos los avances que seguro que acaban llegando al implementar más herramientas tecnológicas. Por eso digo que son dos deportes diferentes. Pero la belleza del juego sigue ahí, eso sí que no cambia. Seguimos viendo goles espectaculares, deportistas increíbles, iconos, leyendas...
Uno de esos nuevos iconos es Bellingham. Le sonará el nombre...
No le conozco (risas).
Se le compara con Zinedine Zidane. Usted, que ha jugado con el francés, ¿qué opina?
Pues no creo que sean tan parecidos. De verdad. Creo que son diferentes. Jude es más físico y más potente, Zizou era definitivamente más técnico. Y además, es difícil comparar a futbolistas de diferentes generaciones y no es algo que particularmente me guste. Como he dicho antes, son dos deportes diferentes. Eso sí, las cosas que está haciendo Bellingham son extraordinarias, que no se me entienda mal. Es increíble. No sólo por los goles, sino por el nivel de personalidad que está mostrando en un equipo como el Real Madrid, el equipo con más presión del mundo y el mayor club del planeta, siendo tan joven. Eso es lo que más me impresiona. No tiene miedo a nada. Tiene un futuro apasionante. Quizás acabe siendo mejor que Zidane, ¿pero quién va a juzgar eso? Suerte para el que lo haga, yo no lo voy a hacer (risas). Disfruté mucho con Zizou, jugamos juntos cinco años y lo pasamos muy bien, ganamos muchos títulos y ojalá pudiéramos volver atrás y jugar de nuevo. Pero ya somos viejos. Nuestra era ha terminado y ahora es el tiempo para la era de Bellingham.
Otro hombre al que conoce muy bien es Carlo Ancelotti. ¿Qué tiene para ser capaz de seguir ganando y seguir mejorando jugadores 20 años después?
Es increíble. Es un gran profesional, pero para mí lo más importante es que es un extraordinario ser humano. Es una buena persona, que es algo muy importante para mí. Mantenerte en la elite durante tantos años y que todo el mundo tenía es muy difícil. Y no es porque él esté siempre de acuerdo contigo, sino por cómo te dice las cosas. Por cómo te habla, por cómo dirige un vestuario. Estuve con el dos años y pasé muchos meses lesionado, pero me dio tiempo a conocerle muy bien. Y no hay mayor secreto que esto: es él mismo, una buena persona y un buen entrenador. Es una combinación fácil.
Los árbitros, Bellingham... Ancelotti a la defensiva: "Nunca he visto un futbolista tan perseguido como Vinicius"

Los árbitros, Bellingham… Ancelotti a la defensiva: “Nunca he visto un futbolista tan perseguido como Vinicius”

Pasado el susto de Leipzig, el Real Madrid recibe al Celta de Vigo con un Carlo Ancelotti que ha aprovechado la rueda de prensa previa al encuentro para defender, sobre todo, la actitud de sus dos futbolistas estrella.

Jude Bellingham y Vinicius Jr han sido los principales protagonistas de las palabras del técnico italiano. Siendo, el brasileño, uno de los jugadores a los que el propio entrenador tanto en público como en privado, le ha pedido que modere sus actitudes.

No obstante, Ancelotti ha decicido tirar de archivo para defender a su pupilo. "He mirado un poco atrás en la historia y en la estadística... y nunca he visto un futbolista tan perseguido como Vinicius", comenzaba el italiano que aseguraba que al brasileño "le dicen y hacen de todo".

En esta ocasión ha pedido que sea "todo el mundo" el que cambie su actitud para con el brasileño. "Nunca ha pasado que un jugador de tanto talento esté sufriendo tanto", declaraba Ancelotti y recordaba las acciones de Vallecas, en la que le dieron en la cabeza y Leipzig, jugada por la que se llegó a pedir la expulsión del siete del Real Madrid.

También ha merecido su defensa la nueva estrella blanca, JudeBellingham. A su juicio cree que la sanción al inglés de dos partidos por desconsideración a Gil Manzano en el partido ante el Valencia es "exagerada" porque no ha sido "un insulto". Y espera el italiano que "no le hayan tomado la matrícula".

La defensa del italiano se ha extendido también a Rodrygo, cuyo momento de juego hace que sea uno de los futbolistas más cuestionados en las alineaciones del italiano. Para Ancelotti la historia del brasileño en el Real Madrid es de "éxito". "Este año no ha tenido continuidad para marcar, pero sí en el rendimiento. Cuando necesitemos gol, Rodrygo estará ahí", mantenía.

El Real Madrid recibe a un Celta que se juega mucho, "como nosotros", aclaraba el técnico, en un momento de juego en el que "puede que hayan bajado un poco el nivel", según sus palabras. Pero espera recuperar la tensión que, opinaba, perdieron ante el Leipzig. "El equipo jugó poco preocupado. No arriesgamos en la presión, no creo que fuese cansancio psicológico, pero salimos un poco más pensando en que teníamos la ventaja", apuntaba.

Para afrontar este partido ante los vigueses, Ancelotti se planteó la "filosofía Toshack", pero con matices. "Puede ser que el miércoles quiera cambiar a todos, el jueves algo menos y el domingo... tengo que meter un poco de frescura", admitía el italiano.

Ancelotti, Guardiola, Xabi Alonso... ¿Por qué los entrenadores de los grandes equipos fueron mediocentros?

Ancelotti, Guardiola, Xabi Alonso… ¿Por qué los entrenadores de los grandes equipos fueron mediocentros?

"Aquí manda usted", le dijo en una ocasión Luis Aragonés a Xavi Hernández. Tras esas palabras, llegó la mejor selección española de la Historia, la única que ha logrado de manera consecutiva Eurocopa, Mundial, Eurocopa. El Sabio de Hortaleza sabía que en el pequeño mediocentro de Terrassa estaba la clave del juego del equipo y así se lo hizo saber. El fútbol, a día de hoy, debe mucho a una posición desde la que hay un especial conocimiento del juego.

"Yo a mis mediocentros, sólo tenía que mirarlos y ya me colocaban al equipo". Es Juan Antonio Anquela, 'Anquelotti', el entrenador de aquel maravilloso Alcorcón que sorprendió al Real Madrid en una Copa del Rey con un juego vistoso el que alaba esa posición y lanza la tesis del razonamiento: "Normalmente, son la conexión con el entrenador".

Carlo Ancelotti, Pep Guardiola, Xabi Alonso, Arteta, Simeone o el citado Xavi, entre otros muchos, fueron "conexiones con el entrenador" en sus carreras como jugadores. Ahora, ocupan los principales banquillos de Europa, unos con más éxito que otros. Estamos en la época de los entrenadores mediocentros.

Ancelotti en el encuentro ante el Leipzig.

Ancelotti en el encuentro ante el Leipzig.EFE

"Quizás la posición sí te permite entender mejor las fases del juego", comienza el gran organizador y hoy entrenador, Rubén de la Red. El que fuera futbolista del Real Madrid, Getafe y de la Selección Española tuvo que dejar el fútbol muy pronto. Tenía 25 años cuando anunció su retirada por problemas de salud, era 2010 y desde ese momento ya se puso con los carnets de entrenador. Probó un poco de comentarista de televisión, pero en seguida se dio cuenta que lo suyo eran los banquillos.

"Estar en el medio te obliga a entender mejor la situación de cada uno de tus compañeros, ahí sí creo que tenemos un plus a la hora de ser entrenadores", apunta De la Red, aunque no cree que el hecho de haber sido mediocentro te convierta en un buen entrenador per se sino que hace falta mucho "trabajo y capacidad de adaptarte a nuevas situaciones".

Esas características son las que ensalzan en la Escuela de Entrenadores de la Real Federación Española de Fútbol de la que Pep Sansó fue director. "Ser capaz de entender el juego es un punto diferencial", destaca Sansó porque es lo que te permitirá posteriormente "crear tu propia idea de juego". Los mediocentros no juegan solo por intuición sino que añaden conocimiento de juego y eso, "sin ser un requisito imprescindible, ayuda mucho a ser luego entrenador", aprecia el formador.

Simeone observa el partido ante el Sevilla.

Simeone observa el partido ante el Sevilla.EFE

Por la escuela en el tiempo en que Sansó era director han pasado los Raúl, Xavi o Xabi Alonso, entre otros muchos. "Alumnos especiales", les califica el formador por las vivencias que han tenido en su carrera, pero les divide en dos tipos: los que llegan con una idea fija como Xavi o Guardiola y los que se adaptan al equipo o a la idiosincrasia del club en el que recalan. "Xabi Alonso ha bebido de muchísimas fuentes y esa influencia se nota en su potencial como entrenador", destaca Sansó. El donostiarra ha pasado por las manos de Mourinho, Benítez, Guardiola o Ancelotti. Casi nada a la hora de ampliar su riqueza táctica en los banquillos.

Porque eso, el estilo o la idea, es lo que define a los técnicos más allá de lo que hayan sido en sus carreras como futbolistas. No obstante, como dice el refranero español, la cabra tira al monte, así que muchos entrenadores tienen un modo de juego, normalmente, parecido al que desarrollaron en el campo. "Mira al Cholo o Xavi. Es un rasgo que aportas al equipo. Inconscientemente tiras hacia lo que más te llena y son tus condiciones como futbolista", cuenta De La Red.

Xavi en el duelo ante Granada.

Xavi en el duelo ante Granada.AP

Otra de las cosas que beneficia a los mediocentros a la hora de convertirse en entrenadores es su capacidad de "hablar, mandar y corregir", como destacaba De La Red de su época de jugador. Esa personalidad ayuda a llevar plantillas, que no es una parte pequeña del trabajo de técnico. "Lo más difícil de un entrenador es manejar el vestuario y que los futbolistas crean en lo que les dices", expresa Anquela.

No se puede decir, precisamente, que José Mourinho sea un mal entrenador. Sin embargo, el mensaje dejó de calar en el vestuario de la Roma. Llegó Daniele De Rossi y el equipo romanista obtuvo 4 victorias en sus primeros cinco partidos. La derrota se la infligió el Inter de Milan, líder destacado de la Serie A italiana. "Soy hijo futbolístico de Spalleti, él dice: 'si juegas bien y pierdes, significa que algo has hecho mal", valoró el que fuera mediocentro y capitán del equipo de la capital italiana.

Mayoría en LaLiga

Xavi, Xabi Alonso, Guardiola, Arteta, Ancelotti, Simeone, cada uno en su estilo, pero todos observando el campo desde los 360º, como le gusta decir a De la Red. Otro jugador que militó en esa posición acaba de ocupar un puesto de entrenador en LaLiga EA Sports. Íñigo Pérez, ex mediocentro de Athletic Club y Numancia entre otros clubes, es el sustituto de Francisco en el banquillo del Rayo Vallecano.

Los mediocentros están de moda en los banquillos. Nueve entrenadores de LaLiga EA Sports han desempeñado su carrera de jugadores en esa posición. Hay una anécdota que cuenta Sansó en unas jornadas de evaluación a los nuevos técnicos en 2018, en las que Luis Enrique bromeó diciendo que no se podían hacer más cursos de entrenadores porque allí había 800 aspirantes a sólo 40 banquillos profesionales.

Afortunadamente, como dice el ex director de la escuela, "el entrenador español es muy valorado en todo el mundo" porque entiende muy bien el juego, lo que le abre la puerta a otros lugares del globo. Si además ha sido mediocentro, en los tiempos que corren, parece que las posibilidades se multiplican.

Cumpleaños angustioso y los fantasmas del 'Centenariazo' en una sufrida clasificación del Madrid

Cumpleaños angustioso y los fantasmas del ‘Centenariazo’ en una sufrida clasificación del Madrid

La bóveda del Bernabéu se estrenó en la Champions para alimentar un ambiente que se aventuraba de baja intensidad por el resultado favorable cosechado en la ida, en el Red Bull Arena de Leipzig. El objetivo era multiplicar los decibelios para recrear la coreografía de las grandes noches en un día especial: el 122 aniversario de club dominador de Europa. El recibimiento al autobús de los jugadores fue atronador, como en las jornadas de las épicas remontadas. Todo preparado para una fiesta que resultó menos lustrosa de lo esperado debido a la incómoda visita de un Leipzig que no se acomplejó en un escenario diseñado para intimidar. Los fantasmas del Centenariazo del Deportivo y de la exhibición de Ajax en 2019 se pasearon por el coliseo blanco en otro 6 de marzo.

Jude Bellingham acudió a la cita con rabia porque por la mañana el Comité de Competición le sancionó con dos partidos por menosprecio o desconsideración a Gil Manzano por el «Its a fucking goal» de Mestalla. El Real Madrid recurrirá a Apelación para reducir a anular el castigo del inglés. En principio se perderá los encuentros contra el Celta del próximo domingo en el Bernabéu y el del día 16 contra Osasuna, en Pamplona. Si se mantiene la sanción, Bellingham no volverá a jugar con el equipo de Carlo Ancelotti hasta el 31 de marzo, el domingo de Semana Santa, debido al parón de las selecciones.

El polivalente centrocampista volvió a ser el faro del juego ofensivo de un equipo que presentó una fisonomía distinta a la habitual, con un 4-4-2, con el inglés y Vinicius en la punta y con Valverde escorado a la derecha. Banquillo para Rodrygo y Brahim.

Un cambio de planteamiento que proporcionó más presencia numérica en la medular, para reducir las consecuencias de las pérdidas y para frenar los contragolpes de Dani Olmo y Xavi Simons. Nacho retornó a su posición de central y Tchouameni, a la de pivote. Más cemento en el pasillo de seguridad. Mucho respeto para la escuadra que en la ida convirtió a héroe a Lunin, con aquellas salvadoras paradas.

En la primera parte, el Madrid no se sintió cómodo ante un adversario muy abierto en las bandas. El Leipzig metió el miedo en el cuerpo con cuatro peligrosas llegadas en el área blanca. Silbidos en la grada.

En la reanudación, Ancelotti apeló a Rodrygo y al factor talismán del delantero brasileño en la Champions. Camavinga fue el sacrificado. El relevo apenas alteró la dinámica, con un juego descontrolado del Madrid y con presión constante del cuadro germano. Otra vez las manos milagrosas de Lunin.

Los agobios disminuyeron momentáneamente con el tanto de Vinicuis. Liberación para Ancelotti que celebró el tanto y se olvidó de sus problemas fiscales. Pero la respuesta de Orbán fue inmediata y las pulsaciones volvieron a dispararse y no se calmaron hasta el angustioso final. Sí, hubo otras clasificaciones para cuartos y otros cumpleaños más placidos.

Ancelotti decide ir a juicio y se enfrentará a la petición de cuatro años de cárcel de la Fiscalía

Ancelotti decide ir a juicio y se enfrentará a la petición de cuatro años de cárcel de la Fiscalía

El entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti, ha decidido ir a juicio y defenderse de la acusación de la Fiscalía contra él por delito fiscal. No en vano, ya ha consignado el dinero, que en caso de condena implicaría una reducción de la pena al haber reparado el daño.

La Fiscalía de la Audiencia Provincial de Madrid solicita una pena de cuatro años y nueve meses de prisión por haber defraudado algo más de un millón entre 2014 y 2015, durante su primera etapa como entrenador del Real Madrid.

Según el Ministerio Público, en 2014 habría dejado de tributar 386.361 euros y durante el ejercicio siguiente, 675.718 euros. Por el primero la Fiscalía le reclama dos años y tres meses y por el segundo, dos años y medio.

EL MUNDO ya reveló el pasado mes de julio que la magistrada María Inmaculada Lova, titular del Juzgado de Instrucción 35 de Madrid, había concluido la investigación y que le consideraba responsable de no haber declarado los ingresos derivados de sus contratos publicitarios.

La intención de Ancelotti pasa por discutir que su residencia fiscal en 2015 no estuvo radicada en España tras cerrar su primer ciclo en el conjunto blanco. Esta cuestión fue aceptada por la juez instructora pero la Fiscalía recurrió y ganó el recurso.