Endrick se pide la Copa para un Madrid que tiembla por Ceballos

Endrick se pide la Copa para un Madrid que tiembla por Ceballos

El hambre de Endrick ha puesto el primer pie del Madrid hacia la final de la Copa del Rey, que se celebrará en La Cartuja el 26 de abril. El tanto del brasileño empujo a los blancos en rotación ante una Real Sociedad intensa, que asedió por momentos a Lunin y deberá buscar la heroica el 1 de abril en Chamartín. [Narración y estadísticas (0-1)]

Después de varios partidos en el fondo del armario, Ancelotti le puso el traje de titular a Güler y Endrick, olvidados durante las últimas semanas por la importancia del playoff de Champions contra el City y el buen estado de forma del ataque. Y el Madrid, que tiene la Copa en la tercera posición de prioridades de la temporada, respiró con ellos. Especialmente gracias al brasileño, con ganas de comerse el mundo.

La Real Sociedad arrancó pasional, empujada por las bengalas de la previa, que tiñeron de rojo el antiguo Anoeta. El cuadro de Imanol, irregular durante el curso, buscó al Madrid desde el minuto 1, planteó una presión alta para buscar el error inicial y casi lo consigue en el minuto tres. Kubo se plantó ante Lunin tras un error de Camavinga y una pared con Oyarzabal, pero el ucraniano despejó a córner.

Los gritos contra Asencio

El paso de los minutos despertó a los blancos y asentó su plan. Camavinga y Ceballos en el doble pivote, Bellingham liberado, Arda en derecha y Vinicius en izquierda. El Madrid no quiso balones largos, como en otras ocasiones, sino que llamó a la Real a presionarle para salir del agobio en varios toques buscando el espacio libre en el centro del campo. Así llegó el 0-1.

Endrick bajó a recibir y cedió para Vinicius antes de dibujar un desmarque directo a portería. Potente, vertical. El balón se detuvo en los pies de Bellingham, que esperó la carrera del delantero para ponerle un milimétrico balón a la espalda de los centrales. Endrick controló, aprovechó las dudas de Remiro en la salida y definió con el exterior de forma sensacional.

Su hambre de minutos, de goles y de gloria ponía al Madrid camino de la final de La Cartuja, pero la Real, y menos en San Sebastián, no se iba a rendir. Los txuri-urdin enfocaron sus opciones en el lado derecho de la defensa madridista, con Asencio en lugar de Lucas, sufriendo el canterano ante Barrenetxea, que le superó en varias ocasiones para amenazar a Lunin y le sacó una amarilla que provocó el cambio de Asencio en el descanso. Justo después de que la grada le cantara «Asencio, muérete» y obligara a Sánchez Martínez a parar el duelo y aplicar el protocolo contra el racismo, la intolerancia y la xenofobia.

Ceballos, sobre la hierba, tras su lesión en el tramo final.

Ceballos, sobre la hierba, tras su lesión en el tramo final.EFE

Antes, Lunin había sacado varios disparos de Brais, Barrenetxea y Oyarzabal y Remiro había evitado el 0-2 de Vinicius tras un contragolpe de Bellingham antes de que el partido entrara en el terreno de las interrupciones y la tensión.

Tras el descanso, Ancelotti retiró a Asencio, lastrado por la amarilla, y dio entrada a Lucas. No cambió demasiado el Madrid, pero el partido creció en tensión y ocasiones. Se rompió. La Real dio un paso adelante en ataque y cambió de banda, insistiendo ahora en el lado de Fran García, con Kubo y Brais buscándole una y otra vez. Ahí tuvo sus mejores opciones, pero Lunin se hizo gigante.

En el 49, el ucraniano salvó un remate a bocajarro de Oyarzabal y se estiró en el rechace para evitar el gol de Kubo. En el otro lado del campo, Endrick envió un misil al larguero cuando en el banquillo del Madrid ya cantaba el gol.

Vinicius, sin acierto

El brasileño volvió a ganar espacio con un desmarque que sorprendió a la defensa de la Real y Vinicius le encontró en largo, pero el palo desvió el disparo. Fue la gran carta de presentación del joven atacante, un gol y un travesaño, para convencer a un Ancelotti al que le ha costado darle minutos.

El Madrid tuvo 10 minutos de espacios a la contra en los que Vinicius pudo sentenciar, pero no estuvo asentado el día en el que estrenaba brazalete de capitán. Tampoco Lucas, que envió el balón alto tras un zigzagueo en el área.

El perdón de los blancos pellizcó a la Real a partir del minuto 60. Los de Imanol se volcaron contra Lunin, pero les faltó punch, como a Oyarzabal, que tardó en definir tras un error de Fran García y permitió la llegada de Tchouaméni, sacando una nota alta como central. Bellingham perdonó en el otro área y Ceballos, clave este año, se rompió, dejando la gran mala noticia del Madrid en la ida de San Sebastián.

Vinicius revienta una tarde de calamidades ante Osasuna

Vinicius revienta una tarde de calamidades ante Osasuna

Después de tantas calamidades, el Madrid encontró un respiro ante Osasuna. Tres goles de Vinicius, tres, para que el Bernabéu le cantase lo que en otros estadios sonará a mofa. "¡Balón de Oro!" A quién le importa si el brasileño lo merece más que Rodri o si lo recibirá alguna vez en su vida. Lo mejor que le puede pasar al Madrid es contar largos años con su 7 en la camiseta. Hoy, en este otoño negro, Vinicius es nave nodriza, mascarón de proa, jugador franquicia. Incluso en un sábado marcado por el infortunio de las lesiones, sólo él hace lo que nunca le sale a Mbappé. [Narración y estadísticas (4-0)]

No había nada de festivo en el ambiente, sino más bien tonos fúnebres en el día de la patrona. Al homenaje a las víctimas por la DANA y al recuerdo de las debacles ante Barça y Milan hubo que sumar las lesiones de Rodrygo, Militao y Lucas Vázquez. Tras notar un desgarro en el muslo derecho, el delantero debió ceder su sitio a Brahim en el minuto 20. Si se le había escapado alguna lágrima, su desdicha pareció una broma tras escuchar los alaridos del central. A la media hora, Militao salía en camilla, con pánico generalizado en torno a su rodilla derecha.

Osasuna, quinto en la Liga con sólo una victoria menos que los blancos, se presumía un rival temible. En la actual dinámica, cualquier equipo con piernas frescas y extremos veloces puede destrozar la pizarra de Ancelotti. Así que a la media hora, con Brahim y Raúl Asencio ya sobre la hierba, la situación se antojaba ideal para los navarros. No habían inquietado a Lunin, pero tampoco sufrían en su área. El Madrid no sabía cómo nutrir a su delantera.

El regreso de Camavinga

Por desgarradora que parezca, la realidad no ha de ser enmascarada. Sin aquellos centrocampistas que marcaron una época en la Champions, los actuales ni siquiera se han ganado aún cierto estatus. Incluso Camavinga, el más capacitado para la posición de mediocentro, que regresaba a la titularidad tras su suplencia ante el Milan. El francés otorga otro ritmo y hoy parece el único capacitado para la exigencia física que requiere el puesto. Sin embargo, ni siquiera bajo su supervisión conseguía el Madrid cimentar un plan medianamente competitivo. Con la vuelta al 4-3-3, Bellingham y Valverde tampoco aportaban nada relevante en la creación.

Con Vicente Moreno cumpliendo su sanción desde uno de los palcos, Dani Pendín alentaba a sus muchachos desde el área técnica. Osasuna había desconectado a Vinicius y Mbappé. Durante la primera media hora, la mejor noticia para ambos fue su cifra de fueras de juego: cero. Entonces, cuando peor pintaba, Vinicius se sacó un as bajo la manga. Una maravilla de velocidad y precisión ante Sergio Herrera. Uno de esos goles por los que suspira Mbappé.

Militao, sobre la hierba, tras su lesión de rodilla.

Militao, sobre la hierba, tras su lesión de rodilla.AFP

La ventaja tuvo un efecto cicatrizante para el equipo y la afición. Cuando Asencio quiso aventurarse en campo rival, con el cuello erguido, hubo algún gesto de asombro. Y cuando colocó un envío de 50 metros para que Bellingham definiera el 2-0, retumbó el aplauso unánime. Rüdiger, Camavinga y Lucas acudieron prestos a abrazar al chico. El ánimo ya ni siquiera a decaer tras el infortunio del capitán. Se había lastimado en el aductor izquierdo, pero el coruñés quiso aguantar hasta el descanso. Ni aun así pudo darse una alegría Bryan Zaragoza, del que tanto se esperaba.

Los intentos de Mbappé

Ancelotti recompuso la línea dando entrada a Modric y con el remiendo de Valverde en el lateral. Ya nada ni nadie iba a importunar a Lunin. Ni una sola parada le exigió Osasuna, así que, cumplida la hora de juego, el ucraniano bajó un córner con autoridad y regaló un balón medido para el 3-0. No había modo, reglamentario o no, de sujetar a Vinicius. Mbappé había querido emularle con una soberbia arrancada ante Areso frenada a duras penas por Catena. Cuando el francés tomó el balón en la frontal para animarse con el libre directo, nadie esperaba un disparo tan enclenque. En la siguiente, tras dejar sentado a Aimar Oroz, volvió a trastabillarse ante Moncayola. Al francés le falta el remate y le sobra el regate.

Mientras el Bernabéu se rompía en aplausos con Camavinga, por el simple hecho de presionar tras una pérdida, Mbappé chutaba contra el lateral de la red. Diríase que Vinicius también suspiraba por hacerle feliz. O incluso los centrales de Osasuna, que regalaron una salida de balón para que Brahim dejase en bandeja el 4-0 al brasileño. En la acción siguiente tampoco supo el astro francés imponerse ante Boyomo. Consciente de su sus carencias, Ancelotti se negó a retirarle. Restaban 20 minutos para Güler, Endrick y el anhelado gol de Mbappé, pero ni por esas.

Ancelotti cada vez avergüenza más al Madrid

Ancelotti cada vez avergüenza más al Madrid

Actualizado Jueves, 3 octubre 2024 - 00:04

Un Real Madrid ahorcado por un Ancelotti vergonzoso hizo bueno al modesto Lille, que ni en sus mejores sueños podía pensar en ganar y dejar en ridículo al campeón de la Champions. El equipo blanco equipo está hundido y abocado a la falta de credibilidad. Porque no juega al fútbol. La soberbia del club no ha querido fichar dos centrales imprescindibles y dos medios que puedan genera calidad en el centro del campo.

A Ancelotti ya le pueden fichar a

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Rumanía doblega a una débil Ucrania en su estreno en la Eurocopa

Rumanía doblega a una débil Ucrania en su estreno en la Eurocopa

Actualizado Lunes, 17 junio 2024 - 16:53

El primer partido del Grupo E deja la primera sorpresa. Ucrania, que saltó al campo con la bandera de su país atada al cuello para homenajear a todas las víctimas de la guerra, no ha podido ante una selección rumana que explotó al máximo sus virtudes y aprovechó los errores de su rival. Lunin, Mudryk, Tsygankov, Dovbyk...,todos ellos nombres muy conocidos capaces de poder dar un golpe sobre la mesa en esta Euro pero, al menos esta tarde en Múnich, nada salió como esperaban. [Narración y estadísticas (3-0)]

Los de Rebrov comenzaron el partido con intensidad, practicando un juego asociativo que buscaba a sus estrellas para que hicieran su magia. Sin embargo, la presión alta de Rumanía en la salida de balón ucraniana provocó que Lunin entregara un mal pase hacia la frontal que aprovechó Stanciu, líder y capitán de su selección, para mandar el balón a la escuadra con un potente disparo en el minuto 29.

Ucrania reaccionó pocos minutos después con una volea del extremo blue a la salida de un córner, pero los contragolpes de Rumanía seguían generando un gran nerviosismo. Tanta confianza tenían los amarillos que a punto estuvo, de nuevo el capitán, de anotar un gol olímpico poco antes del descanso.

La selección de Ucrania escucha el himno con la bandera atada al cuello

La selección de Ucrania escucha el himno con la bandera atada al cuelloRONALD WITTEKEFE

La segunda parte comenzó con las mismas sensaciones. Con una Ucrania atascada en ataque, incapaz de generar grandes ocasiones de peligro y una Rumanía que aprovechó una de sus salidas en velocidad para anotar el segundo con un disparo de Marin desde tres cuartos de campo, que le pasa a Lunin por debajo del brazo.

El tanto dejó prácticamente hundida a Ucrania que, solo cuatro minutos después, en el 57, observaba incrédula como Dragus remataba en el área pequeña una jugada ensayada de saque de esquina para sentenciar el partido.

Pocas ocasiones tuvieron los de Rebrov para intentar acercarse en el marcador. Solo un disparo lejano de Sudakov obligó a intervenir al portero Nita. Tampoco los cambios del seleccionador para intentar agitar el avispero cambiaron la dinámica de un equipo que no pudo ni siquiera estrenarse con un gol en propia puerta que estuvo cerca de meterse Puscas. Con este resultado, Rumanía espera a Bélgica para jugarse, quién sabe, si el liderato de grupo.

Viaje a Krasnograd, la patria de Lunin donde sigue su familia: “¡Andrii es el titular, señor Ancelotti!”

Actualizado Lunes, 20 mayo 2024 - 22:52

La historia podría haber sido diferente de no haber pronunciado esas palabras, pero el caso es que las dijo: «No me gusta correr». Para un niño tímido que hablaba más bien poco, era toda una declaración de intenciones. Por eso su primer entrenador, Iván Mankó, se las tomó muy en serio. Entonces cambió a Andrii de posición y le colocó en la que menos metros tiene que recorrer durante un partido: la de portero. Gracias a aquella decisión, hoy Lunin

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Lunin, un portero bajo la sombra del cíclope Courtois: Casillas, la justicia de Ancelotti y el inesperado Sorloth

Lunin, un portero bajo la sombra del cíclope Courtois: Casillas, la justicia de Ancelotti y el inesperado Sorloth

Actualizado Domingo, 19 mayo 2024 - 22:54

La portería del Madrid es como la cueva de los cíclopes. Lunin no es uno de ellos, no es Courtois ni Casillas. Pero el destino le llevó a ese lugar para darse un banquete de paradas, como hizo Odiseo hasta que apareció la sombra de uno de los cíclopes, la sombra de Polifemo. Es la misma que ahora amenaza la balada del joven ucraniano, de 25 años, que perdió en Villarreal el pulso con Sorloth, con cuatro goles encajados en el empate del Madrid. Tu

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Xavi medita continuar, pero no a cualquier precio

Xavi medita continuar, pero no a cualquier precio

Actualizado Lunes, 22 abril 2024 - 21:36

El escenario ideal que, hace prácticamente una semana, preveía Joan Laporta, finalmente no se ha producido. Confirmar las buenas sensaciones cosechadas en París y consumar la eliminación del PSG en los cuartos de la Champions era el primer paso. Ganar al Madrid en el Bernabéu y estrechar la distancia en la Liga, mientras, era el segundo. Ninguno se ha cumplido, pero el presidente insiste en la continuidad de Xavi Hernández, algo que medita el entrenador, al tiempo que utiliza el arbitraje del Bernabéu para plantear otro órdago, como solicitar la repetición del partido por vía judicial por el no gol en la portería de Andriy Lunin.

«Si el club entiende que se produjo un error en la interpretación de la jugada, que es lo que pensamos, pondremos en marcha todas las actuaciones oportunas sin descartar, evidentemente, las acciones judiciales que sean necesarias. En caso de confirmarse que fuera un gol legal, pediremos la repetición del partido», afirma Laporta en una declaración grabada y difundida por el club azulgrana. Solicita el Barça, asimismo, las comunicaciones del colegiado Soto Grado con la sala VOR. Una vez hechos públicos los audios por el Comité Técnico de Árbitros, se escucha lo que le comunica Sánchez Martínez, árbitro de VAR en el clásico: «No tenemos ninguna evidencia de que el balón haya entrado». Ninguna de las imágenes lo demostraba y LaLiga carece del sistema Ojo de Halcón.

Laporta está, pues, en la misma línea de Xavi, que, según llega desde su entorno, podría confirmar al presidente que ha decidido abandonar la idea de dejar el club el próximo 30 de junio, tal y como adelantó en enero, y mantenerse al mando. Aunque, eso sí, no a cualquier precio. Sobre todo, quiere contar con una plantilla realmente competitiva, que le permita plantar cara a cualquier rival tanto en la Liga como en Europa. Incluso ya han empezado a sonar varios nombres que, con un coste acorde al pobre estado de unas arcas barcelonistas que siguen aún en pleno proceso de recuperación, podrían ser muy de su agrado. Siempre, además, respaldados por jóvenes valores hechos en la casa.

Clima propicio

El egarense, a pesar de los dos mazazos consecutivos que ha encajado en los últimos días, sigue siendo la gran preferencia del club para el banquillo azulgrana. Y no únicamente por una mera cuestión de costes. Rafa Márquez, quien ya se postuló como su posible relevo cuando Xavi anunció que iba a dejar el club al término de la presente campaña, no acaba de tener todo el consenso necesario para dar el salto del filial al primer equipo. Porque en la entidad son muy conscientes de que, a pesar de las quejas del ex capitán sobre cómo le han tratado los medios, el mexicano no contaría con tantos apoyos como los que ha tenido el ex centrocampista.

Incluso es muy sintomático que Laporta hable abiertamente en los medios del club de la opción de pedir la repetición del clásico, al sentirse perjudicados por algunas decisiones del VAR, en lugar de, como sería más fácil, vistos precedentes similares y el anuncio del propio Xavi, empezar a hablar abiertamente de su relevo. Un clima propicio para la continuidad al que, en parte, han contribuido también algunas declaraciones, en las que, en lugar de mostrarse contundente sobre su adiós, ha ido dejando abierto algún resquicio, por tímido que fuera, para acabar dando marcha atrás y, por lo menos, cumplir el año que le resta de contrato.

Una continuidad que, de cumplirse, le permitiría reconciliarse con sus mejores momentos al frente del banquillo azulgrana, cuando ganó el título de Liga. Y, sobre todo, hacerlo en un escenario tan de ensueño como se prevé que sea el nuevo Spotify Camp Nou. Un estreno que, de acuerdo con las previsiones del club, debería producirse en noviembre.

El viaje de Lunin, el gigante "misterioso", el héroe inesperado: "Frío y profesional, vive para entrenar"

El viaje de Lunin, el gigante “misterioso”, el héroe inesperado: “Frío y profesional, vive para entrenar”

Aunque no lo mostrara con gestos ni emociones, en los pasillos del Etihad Stadium de Manchester no había un hombre más feliz que Andriy Lunin (Krasnohrad, Ucrania, 1999). Tampoco uno cuyo destino hubiera cambiado tanto durante estos meses. No se suponía que el ucraniano se convirtiera en héroe de la temporada del Madrid. No lo planeó así el propio club, que cuando Thibaut Courtois se lesionó firmó a Kepa Arrizabalaga. Ni el propio Carlo Ancelotti, que entregó la titularidad al portero español nada más llegar a Valdebebas.

Pero el miércoles, en la cima de la máxima competición continental, Lunin demostró que él también tenía un traje de superhéroe en el bolsillo. Como El Soldado de Invierno, compañero del Capitán América al que mantienen crionizado durante años y que cuando despierta apenas muestra signos de personalidad humana. Alguna broma así, siempre con cariño, recibe el ucraniano en Valdebebas, con la celebración del triunfo ante el City como último ejemplo. Cuando Rüdiger marcó, el alemán comenzó a correr fuera de sí hacia sus compañeros. Y a unos metros, Lunin caminaba tranquilo hacia ellos. Ni un salto, ni un puño en alto, casi ni un grito. «Todos me conocen, saben que soy un hombre tranquilo, pero os puedo garantizar que soy el hombre más feliz del mundo ahora mismo», admitía en la zona mixta del estadio.

Como El Soldado de Invierno, Lunin ha estado durante años petrificado a la sombra de Courtois, intercalando cesiones poco fructíferas con largos meses en el banquillo. Primero Leganés, luego Valladolid, más tarde Oviedo... Equipos en los que sólo sumó 29 partidos en tres temporadas. Después de la pandemia, el conjunto blanco decidió que la mejor opción era continuar con su progresión en Valdebebas, acompañando a Courtois en los entrenamientos y recibiendo oportunidades en la Copa del Rey y en los momentos ligueros en los que el belga no pudiera participar: Un partido en la 20-21, 4 en la 21-22, 12 en la 22-23 y 19 en este curso, donde le ha ganado a Kepa una batalla en la que partía en desventaja.

Sus formas cuando Ancelotti eligió a Kepa

Disputó los dos primeros partidos de la Liga, justo después de la lesión de su compañero, pero cuando llegó Kepa pasó 13 seguidos en el banquillo. Casi tres meses, entre agosto y noviembre, en los que no levantó la voz. Otro en su situación podría haber reclamado un trato diferente, podría haber recordado que quien ha estado años esperando la oportunidad era él y no otro, pero Lunin, siempre «frío, tímido y profesional», como destacan en el club, mantuvo las formas, el trabajo diario y el respeto por Kepa y sus técnicos.

La lesión del español le volvió a dar una oportunidad y no la dejó escapar. Tras unas semanas de baile en la portería, Ancelotti confirmó que el ucraniano era su portero titular. Una confianza que en el Etihad encontró su recompensa.

Los datos de Manchester

El asedio del City sobre la portería madridista fue constante. Recibió 34 disparos, 11 de ellos a puerta, superando los 16 y 8 del 4-0 del año pasado o los 9 y 6 que le lanzaron a Courtois en la final de la Champions contra el Liverpool, dos de las últimas agonías vividas por el Madrid en Europa. Lunin lo detuvo todo salvo el empate de De Bruyne, imparable tras el error de un Rüdiger que luego también fue héroe.

En el vestuario, el ucraniano asume el triunfo, pero no quiere medallas. «No soy un héroe», repetía en el Etihad. Una palabra que para él tiene otro significado desde la invasión rusa en Ucrania. Héroes son otros. La guerra le ha influido porque tiene a su familia allí, pero no ha querido perderse entrenamientos ni partidos por ella a pesar de que el Madrid se lo ofreció en su momento.

El interior de Lunin es «casi un misterio», bromean en la ciudad deportiva, donde los más veteranos también le comparan con Clint Eastwood en alguna película del Oeste. «Es muy serio, vive para entrenar», relatan. Casado y con un hijo pequeño, a sus 25 años se enfrenta a una decisión clave en su carrera: renovar o no con el Madrid.

Tiene contrato hasta 2025 y se ha revalorizado en los últimos meses, multiplicando por cuatro su valor de mercado: de 4 a 16 millones. El Madrid no le quiere perder hasta ver cómo vuelve Courtois, pero el ucraniano querrá minutos después de su buen año. «A final de temporada hablaremos de papeles», contestó contundente El Soldado de Invierno.