El "sprint final" del Madrid y la reflexión de Ancelotti tras los pitos a Vinicius en Mallorca: "Son el éxito"

El “sprint final” del Madrid y la reflexión de Ancelotti tras los pitos a Vinicius en Mallorca: “Son el éxito”

El Madrid no pierde en Liga desde su derrota en el Metropolitano, el 24 de septiembre de 2023. Una derrota en 31 jornadas y 78 puntos en total, los mismos, curiosamente, que en toda la temporada pasada. El conjunto de Carlo Ancelotti ha cogido velocidad de crucero en el torneo doméstico y el italiano, como con todo, tiene una reflexión sobre ello. En este caso sobre la calidad y el compromiso de su vestuario: "El equipo ha sido muy sólido y continuo. No siempre hemos jugado bien, pero siempre hemos competido. Esto es lo bueno. Todos hablan de la calidad, y es una verdad (sonríe)... Tenemos una plantilla con mucha calidad, pero a más calidad, más difícil es buscar el compromiso. Hasta ahora, lo hemos buscado", comentó en la sala de prensa de Son Moix.

Como decía Tchouaméni en zona mixta, el cuadro madridista está ante el "sprint" final de la temporada, donde cada partido "es una final". Dos tópicos que se repiten año a año pero que bien consumados, dan títulos. "Sabemos que hay un partido muy importante contra el City, pero teníamos que estar centrados en lo de hoy. No es fácil, porque hicimos un partido difícil ante el City y estamos algo cansados, pero al final sabemos que cuando jugamos para el Madrid, hay que ganar. Y ganamos", explicó el goleador del encuentro.

Mientras Tchouaméni hacía un saludo militar en el córner donde celebró el gol, Vinicius y Camavinga, dos de sus mejores amigos en Valdebebas, lo repetían desde la banda, donde estaban calentando. A los jóvenes de la plantilla les une una amistad real y los resultados acompañan. "Tenemos una plantilla muy importante, me acuerdo del gol de Bellingham ante el Getafe en casa, o el de Modric ante el Sevilla, o el mío ante Las Palmas", recordó el galo, que admitió que su tanto al Mallorca, desde 30 metros, es "calidad y entrenamiento". "Sé que puedo chutar así. Lo entrenamos mucho y mira, hoy fue gol. Debo seguir así. Es calidad y es entrenamiento, creo que justo ayer lo entrené", confesó.

En un día de rotaciones, Tchouaméni, que se perderá la vuelta contra el City, fue indiscutible. Ancelotti dejó en el banquillo a Carvajal, Camavinga, Kroos, Vinicius y Rodrygo, y todos terminaron teniendo minutos salvo el ex del Santos. "Llegamos bien. No he dado descanso por un aspecto físico, todos estaban bien. El único Rodrygo, que tenía un golpe y no quería problemas. No vamos a ganar el partido contra el City físicamente, sino por la actitud".

El técnico también mencionó la suplencia de Militao, que parecía que podía recibir contra el Mallorca la primera titularidad de la temporada. "Era un partido muy exigente. Estaba Muriqi y preferí no empezar con Militao. Quería darle más minutos en la segunda parte, pero el encuentro estaba ahí. Le metimos al final para potenciar el juego aéreo".

Después del 0-1, la entrada de Vinicius despertó la ira de parte de la afición local, que le recibió con una sonora pitada cuando saltó a calentar y cuando entró en el partido. Durante los últimos años, el brasileño ha recibido insultos racistas en dos de sus visitas al estadio mallorquín y las ha denunciado, obligando a su autor a comparecer ante la justicia.

Sobre el césped, Vinicius tuvo varias oportunidades para hacer el 0-2, pero no estuvo acertado hacia portería. En sala de prensa, Ancelotti valoró los abucheos a su futbolista. "Se sabía que era un ambiente especial para él, pero cuando ha entrado ha sido peligroso, ha encarado, estaba fresco... Los pitos son el éxito. Son normales", declaró.

La confesión de Maffeo

Vinicius apenas coincidió unos minutos sobre el terreno de juego con Pablo Maffeo, con el que había tenido sus más y sus menos en los últimos enfrentamientos entre ambos equipos. En esta ocasión la situación no se tornó en polémica, no hubo gestos, faltas ni discusiones.

El lateral, eso sí, fue protagonista después del partido al confesar que ha tenido que cerrar sus redes sociales después de los comentarios recibidos tras la final de la Copa del Rey. "A mí que tres idiotas me digan cosas no me afecta. Ha afectado más a mi familia. Yo simplemente cerré las redes porque vi un comentario hacia mi hija y antes de entrar al trapo, calentarme y mandar a tomar por culo a alguien y luego ser yo el quinqui y el macarra y tal, me las cierro, mejor. Sólo las usaba para leer cosas, a mí no me afecta".

Los ocho meses de "paciencia" de Militao: la estabilidad de su hija, la "sombra" del fisio Salom y la fe religiosa

Los ocho meses de “paciencia” de Militao: la estabilidad de su hija, la “sombra” del fisio Salom y la fe religiosa

El día 12 de agosto de 2023, Éder Militao (Sertaozinho, Brasil, 1998) se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Fue en San Mamés, en la segunda parte de un partido que el Real Madrid ganaba 0-2. Intentó presionar a Sancet, no apoyó bien su pie izquierdo y terminó en el césped, levantando el brazo entre gestos de dolor.

Este 13 de abril de 2024, Éder Militao volverá a ser titular en un partido del conjunto blanco, justo cuando se cumplen 245 días desde aquella tarde en Bilbao. Desde aquella camilla en la que los que le rodeaban se echaban las manos a la cabeza y les caía alguna lágrima, especialmente a sus "hermanos" brasileños, Vinicius y Rodrygo, que fueron los primeros en pedir la entrada de los médicos.

Y ahí, con el cruzado roto, Militao, convertido en uno de los grandes líderes del vestuario durante los últimos años, sacó lo que en Valdebebas llaman "espíritu de capitán". "Sonrió y tranquilizó a todos", recuerdan fuentes cercanas al vestuario del Madrid.

"El más tranquilo del mundo"

Esa forma de ser le ha ayudado durante estos ocho meses. Cuentan en el club que mientras el entorno y la prensa ya calculaban los posibles sustitutos y fichajes, él se mantuvo como "el hombre más tranquilo del mundo", algo que lleva escrito en la piel: "Paciencia", reza uno de sus múltiples tatuajes.

Operado el 17 de agosto por el doctor Manuel Leyes, el mismo que trató a Courtois, Militao se puso entre ceja y ceja el objetivo de volver para las eliminatorias de Champions y aquí está, en pleno mes de abril, listo para salir de inicio en Palma y para jugar, si así lo considera Ancelotti ante la baja de Tchouaméni y las dudas con Nacho, en el Etihad Stadium contra el City.

En esa tranquilidad del defensa durante la recuperación han sido importantes tres factores. Tres protagonistas. Primero su hija Cecilia, de casi dos años, nacida en el verano de 2022, fruto de la relación sentimental con su ex pareja Karoline Lima, y que le ha brindado estabilidad. Segundo, su fe religiosa, evangelista, a la que ha acudido, explican, "en sus momentos de mayor flaqueza", con lecturas de la Biblia casi cada día. Unido más a su familia desde la lesión, el central ha mostrado públicamente su fe durante el proceso de rehabilitación. "Sé fuerte y no desfallezcas, porque tu trabajo será recompensado (Crónicas 15:7)", escribió en sus redes sociales.

"un impulso tremendo"

El tercer factor tiene nombre y apellidos: Jaime Salom. Se trata de uno de los fisioterapeutas del primer equipo, convertido en "su sombra", aseguran, durante las mañanas y tardes de trabajo en Valdebebas y en casa. Primero en el césped de uno de los campos de la ciudad deportiva, pegado al que utiliza el primer equipo, para no alejarse del objetivo, y más tarde en el gimnasio doméstico del brasileño, adornado con fotos de su familia y con momentos de su carrera deportiva.

En enero, y viendo los buenos avances en su recuperación, el Madrid confirmó su confianza en él con el acuerdo de renovación hasta 2028. Esa firma fue "un impulso tremendo" para el central, convencido, más todavía, de poder ayudar esta misma temporada.

Cuando más se acercaba su regreso, a Jaime Salom le acompañó en el trabajo con Militao Juan Carlos Parrales, rehabilitador del cuerpo técnico de Ancelotti, encargado de asistir a los lesionados cuando encaran su vuelta con el resto de la plantilla. Entre ambos ralentizaron un poco el sprint final de la recuperación para no caer en prisas y asegurar que el defensa llegara al mayor ritmo competitivo posible.

Disputó un minuto contra el Athletic, ovacionado por el Bernabéu, y el plan es que hoy en Mallorca acumule una hora de partido para probarle de cara al Etihad, donde no apunta a titular pero sí a echar una mano si el partido lo requiere. "He pensado mucho en este momento. Han sido días difíciles, pero ahora toca disfrutar. Mi vuelta tenía que ser aquí, en casa. Además, frente al club contra el que me lesioné. Volver contra ellos para mí es una felicidad. Pienso en todas las personas que me ayudaron, desde fisios hasta los familiares", aseguró después del duelo contra los bilbaínos.

España da la razón a Vinicius con el racismo

España da la razón a Vinicius con el racismo

Cheikh Kane Sarr. Negro. Quique Sánchez Flores. Gitano. Marcos Acuña. Suramericano. Todo en un ratito de un sábado por la tarde. ¿No era el racismo en el fútbol español un invento de Vinicius para su documental de Netflix?

Desde que Vini rompió a llor

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Jugar con desventaja por ser negro: "Deben trabajar más para que no les afecte"

Jugar con desventaja por ser negro: “Deben trabajar más para que no les afecte”

Después de la pandemia tres investigadores de la italiana Universidad de Trento, Mauro Caselli, Paolo Falco y Gianpiero Mattera, entendieron que era un momento único para responder a una pregunta imposible: ¿Cómo afecta el racismo al rendimiento de los futbolistas negros? Por primera vez podían comparar partidos de una misma temporada con público y sin público y adivinar si jugaban mejor en estadios llenos o vacíos. Agruparon todas las estadísticas de la temporada 2019-2020 de la Serie A presentes en la base de Opta, añadieron datos propios -la dificultad de los partidos, por ejemplo- y gracias al algoritmo Alvin482 crearon un índice objetivo para analizar sus actuaciones. La conclusión fue clarísima: sin aficionados mirando, aplaudiendo o insultado, los jugadores italianos mantenían su nivel, los de origen europeo jugaban ligeramente peor (0.036 puntos menos), los sudamericanos mejoraban tímidamente (0.012 puntos más) y los jugadores procedentes de África realmente brillaban (0.153 puntos más).

«El descubrimiento es chocante porque hemos analizado las actuaciones de futbolistas que son los mejores en su profesión y que cuentan con un alto reconocimiento social y económico. Pese a ello, es evidente que el racismo disminuye su rendimiento», finalizaba su trabajo titulado Cuando los estadios callaron publicado en 2021.

El racismo en los estadios españoles es un problema social, un problema cultural e incluso un problema económico, pero también es un problema deportivo. Como señaló el estudio de los investigadores de la Universidad de Trento y corroboran los expertos, Vinicius, Lamine Yamal, Iñaki y Nico Williams o Memphis están en desventaja competitiva por el simple hecho de ser negros. «Es una losa que deben llevar encima. Un jugador blanco no carga con ese peso. Muchas veces olvidamos que los futbolistas son personas y que este tipo de insultos pueden suponer un martirio. En la mayoría de casos ya han sufrido discriminación de pequeños, vienen de entornos desfavorecidos, y en el mejor momento de sus vidas, triunfando a varios niveles, se encuentran que tienen que seguir conviviendo con lo mismo», analiza Juan Carlos Álvarez Campillo, psicólogo deportivo que ha trabajado con la selección española o el Sevilla.

RFEF/Pablo GarcíaRFEF/EFE

Según su experiencia, son muchos los jugadores que viven con ese hándicap y sólo superan sus desventajas quienes lo encaran. «Tienen toda la razón, el racismo es intolerable, las autoridades deben tomar medidas, pero los futbolistas deben trabajar para que no les afecte. Recuerdo que me decía el ex delantero Michu que, en sus mejores partidos, no escuchaba nada, que era como si el público estuviera en silencio. Ese es el estado de concentración al que hay que aspirar a través de ejercicios, como visualizaciones, prepararte para esos insultos», expone Álvarez Campillo, que asegura que el ideal es estar concentrado en el campo y denunciarlo fuera, pero que es complicado compaginarlo.

Ser campeón y activista

El pasado martes, en la rueda de prensa previa al España-Brasil disputado en el Bernabéu, Vinicius habló del racismo sufrido y advirtió que se había planteado dejar el fútbol. Ese fue el titular, la frase más destacada, pero antes incluso de romper a llorar, dejó una clara reflexión en ese sentido, reconociendo la desventaja futbolística que afronta. «Voy a los partidos con la cabeza centrada en jugar, en hacer lo mejor para mi equipo y no siempre es posible. Me tengo que concentrar mucho, todos los días», aceptó mientras anunciaba que no daría un paso atrás y seguiría encabezando la causa contra la discriminación.

Su camino hoy es tan justo como complicado. Más allá del enorme ejemplo de Muhammad Ali, algunos deportistas han manejado con éxito el activismo, como hicieron Bill Russell y Arthur Ashe y hacen LeBron James o Lewis Hamilton, pero a otros les costó la carrera. Tommie Smith y John Carlos, los autores de la protesta del Black Power en los Juegos Olímpicos de México 1968, nunca regresaron a un podio.

«A nivel social es una excelente noticia que un futbolista lidere una causa como la lucha contra el racismo, pero no así en busca del máximo rendimiento deportivo. Es muy difícil manejar un asunto así y estar totalmente concentrado. A nivel psicológico hablamos mucho de las ideas que hacen que funciones mejor, de los pensamientos que te ayudan, lo que llamamos ideas potenciadoras. Esto sería lo contrario», añade David Peris, presidente de la Federación Española de Psicología del Deporte, que termina con una reflexión: «El futbolista normalmente se deshumaniza y la rivalidad deportiva sirve como argumento para cualquier cosa. Si cobra mucho no puede sufrir. Si es el contrario se le puede insultar. Pero esa hostilidad no tiene por qué tolerarse más, esos comportamientos deben desaparecer de las gradas»

Un amistoso "muy caliente", de la ovación a Vinicius a los pitos a Morata: "Los oigo y me dan vergüenza"

Un amistoso “muy caliente”, de la ovación a Vinicius a los pitos a Morata: “Los oigo y me dan vergüenza”

25 años después, el público español recibió de nuevo a la casi siempre icónica selección brasileña. El combinado sudamericano no jugaba contra España en suelo ibérico desde 1999, cuando los Cafú, Roberto Carlos o Rivaldo, sin Ronaldo Nazario ese día, visitaron el Estadio de Balaídos de Vigo para empatar a cero contra el conjunto nacional dirigido por Camacho. Ahí tenían ya cuatro Copas del Mundo y eran el equipo más temido del planeta. Pero ayer, en el nuevo Bernabéu, en el «Partido contra el Racismo», denominado así tras los insultos a Vinicius y después 22 años sin levantar un Mundial, rozó la tercera derrota de su historia contra España. La salvó Paquetá de penalti.

La previa giró, como era de esperar, alrededor de Vinicius y sus lágrimas del lunes en la sala de prensa de Valdebebas. El futbolista del Real Madrid sintió el cariño de su afición cuando la megafonía anunció su nombre, igual que Rodrygo y Endrick, los tres madridistas, éste último a partir de julio, que forman parte de la canarinha. Uno más que en la convocatoria de España, donde estaban Carvajal y Joselu.

El amistoso, impulsado por la Federación española después de los insultos al jugador el año pasado en Mestalla, tuvo al delantero del Madrid como capitán de Brasil, un detalle simbólico para redondear todavía más el protagonismo de Vinicius en el partido.

Las dos victorias de España contra Brasil

En un Bernabéu casi lleno, con 70.000 personas en un aforo máximo de 73.000, la afición española se mezcló con la brasileña, muy numerosa en las gradas, para disfrutar del 50º partido de la selección en Chamartín, el primero desde 2019 (3-0 contra Suecia).

Sobre el césped, España se encaminó en la primera parte a una victoria histórica. Ganó a Brasil en los octavos del Mundial de 1934, hace 90 años, y repitió triunfo en un amistoso en 1990, con Zubizarreta, Sanchís, Butragueño y Míchel como estrellas ante una canarinha sin los futbolistas que habían disputado el Mundial de Italia 90. Esos habían sido los dos únicos enfrentamientos que España había conseguido ganar en 9 duelos contra Brasil. El resto, empates, como el 0-0 disputado en Vigo, o derrotas, como el 3-0 de la final de la Confederaciones de 2013, la última vez que se habían medido.

Llegó rápido el tanto de Rodri desde los once metros, su segundo con España, y el 2-0 de Olmo, su 8º gol con la selección, confirmó la superioridad de los de De la Fuente mientras Yamal, estrella del Barça, levantaba los olés del Bernabéu. Enfrente, Brasil se alejaba del triunfo en una mala noche de Vinicius y con Rodrygo como goleador en el 2-1 tras un error de Unai Simón.

Otra aparición de Endrick

La derrota al descanso obligó a Dorival Júnior a apostar por Endrick, goleador en Wembley contra Inglaterra a sus 17 años. Y no le decepcionó. El futuro atacante del Madrid empató el duelo en el 50, justo en el mismo momento en el que Jude Bellingham marcaba con Inglaterra el 2-2 ante Bélgica. Un presagio madridista.

El joven delantero del Palmeiras acumula dos goles en cuatro partidos con la seleçao, ambos en este parón internacional, ambos con 17 años. Uno en Wembley contra Inglaterra, otro en el Bernabéu contra España. Palabras mayores para un futbolista llamado a marcar una época. Chamartín, mientras, le ovacionó pensando en futuros goles, títulos y celebraciones.

«Es curioso, pero cuando jugaba a la consola también hice un gol en Wembley y eso me vino hoy a la cabeza», explicaba en Londres tras su tanto a los británicos. Así de niño es, un muchacho del 2006 que ni siquiera había nacido cuando Zidane cabeceó el pecho de Materazzi e Italia levantó el Mundial en suelo alemán. Al lector le parecerá «ayer», pero la nueva estrella del fútbol mundial es insultantemente joven.

Su primer tanto con Brasil, además, llegó el mismo día que el estreno de Ronaldo en 1994. Los dos un 23 de marzo. Otra premonición más. «Sueño con el Bernabéu, pero pienso día a día...», decía.

Pitos a Morata

En el tramo final del duelo, Chamartín coreó el nombre de Joselu y repitió los olés con Yamal, pero el duelo terminó en empate tras los penaltis de Rodri y Paquetá. Y además, dejó la triste pitada a Álvaro Morata cuando De la Fuente le retiró del campo, algo que fue muy criticado por el seleccionador en la sala de prensa. «Me duele en el alma que en mi país piten a un jugador de la selección, al capitán, un referente, un ejemplo. Cuando oigo esos pitos siento vergüenza», declaró, enfadado.

Cuestionado de nuevo por los pitos al capitán, De la Fuente pidió que «entre todos eduquemos en un sentimiento nacional». «Deberíamos hacer todos un ejercicio de autocrítica, de educar en un sentimiento nacional y de apoyo a la selección. Que es la selección de todos, que los colores de los clubes hay que dejarlos atrás. A ver si educamos a la gente».

En los últimos minutos el choque se calentó un poco con alguna falta, los dos penaltis y varias discusiones en los banquillos. «El ambiente estaba muy caliente, todo el partido ha sido muy vibrante, emocionante. Cuando un equipo mete un gol el otro lo encaja se producen esas circunstancias, pero es fútbol. Se conocían casi todos y mañana van a entrenar juntos», expresó, en la misma línea que Cucurella y Olmo, que quitaron hierro a la polémica. "Un partido contra Brasil nunca es un amistoso", dijo el centrocampista del Leipzig.

Lamine Yamal eclipsa a Vinicius en el trepidante empate entre España y Brasil en el Bernabéu

Lamine Yamal eclipsa a Vinicius en el trepidante empate entre España y Brasil en el Bernabéu

La noche estaba montada en torno a Vinicius, en una especie de reivindicación brasileña y disculpa española por los inadmisibles gritos racistas que ha recibido en varios campos de este país. Ocurre que la figura del futbolista del Real Madrid ha llegado a un punto de desencuentro en el que no se admiten matices. Ni sus detractores reconocen la gravísima, y obvia, realidad que sufre siendo objeto de insultos racistas, ni sus defensores asumen su otra realidad, incuestionable, esa que habla de un deportista inaceptable por su actitud ante rivales, árbitros y aficiones contrarias. Reflejo probablemente de una sociedad, la española, proclive a la polarización extrema, Vinicius no admite diálogo. O se le elogia todo, o se le censura todo. Da igual. [Narración y estadísticas].

Conviene no olvidar tampoco que él mismo se ha atribuido, o alguien se lo ha asignado, un papel, el de icono contra esta lacra, para el que quizá no esté preparado. Un chico tan joven, al que le pasan tantas cosas y tan rápido, difícilmente está capacitado para asumir el liderazgo en algo de semejante envergadura. Bien haría él, o quien está cerca de él, en orientarle para que la lucha que ha emprendido, legítima, necesaria, imprescindible, se ajuste a la realidad de un chaval de 23 años que, simplemente, juega muy bien al fútbol. Sus lágrimas, como su fútbol, no admiten matices, por muchas cámaras de televisión, y de cine, que le apunten desde hace bastante tiempo.

Asumidas todas las aristas de Vinicius, tomadas las fotografías con el lema Una sola piel y habiéndole sido otorgado el privilegio de ser capitán en su partido, fue el turno de la pelota, escenario del que parte Vinicius y al que, cuando vuelve, entrega una versión, esta sí, única e indiscutible. Es un jugador fantástico, por mucho que ayer estuviera, como el resto de su equipo, con la tensión por los suelos. Una carrera por su banda, salvada por Le Normand, a la media hora, fue todo lo que pudo ofrecer.

En medio de un ambiente amable, casi pasota con lo que ocurría en el terreno de juego, el brillo fue para Lamine Yamal, otro futbolista distinto, descomunal. Un tipo diferencial de esos que no sobran y menos a un equipo como el español. Suya fue la noche, un rosario de regates y amagues, de fintas y mentiras, de engaños y de ilusionismo. Un show que terminó en empate gracias a dos penaltis para los locales inventados por el árbitro, un portugués de nombre Antonio que colaboró lo suyo y que en el último instante compensó un poco a los brasileños señalando otra pena máxima para dejarlo todo en tablas.

Vinicius agradece la ovación del público.

Vinicius agradece la ovación del público.PIERRE-PHILIPPE MARCOUAFP

España puso más porque era su obligación, jugaba de local y aunque fuese por aquello del qué dirán, debía mostrarse al menos interesado. Dispuso Luis de la Fuente un equipo que se parece mucho al titular que iniciará la Eurocopa y entre eso, la dimisión brasileña y un árbitro amigo, firme al señalar el punto de penalti en un piscinazo de Lamine Yamal, la selección se puso muy pronto por delante. En el aire, sin embargo, siempre flotó la sensación de que no es lo mismo contragolpear con Rodrygo o Vinicius que con Nico Williams o Morata. Sin desmerecer a nadie, la calidad individual en el último tercio del campo vestía de amarillo, salvo Lamine. A esta España no le va a costar dominar los partidos porque tiene jugadores de mucho talento en el medio, pero sí va a sufrir cuando los partidos los decidan los grandes jugadores. Ella sólo tiene uno. Muy bueno, pero uno.

Quiso Dani Olmo desmetir esto último con un gol increíble, fruto de un caño y un recorte deliciosos en un par de metros, con una definición perfecta al palo largo en el 2-0. Tiene calidad España, sí, pero no tiene esa calidad diferencial que da títulos más allá del juego, salvo, conviene insistir, mirando de reojo al DNI, a Lamine. Un regateador puro, de una calidad sublime, capaz de salir por los dos costados, de amagar, de engañar, de driblar... Un jugador diferencial de verdad.

En todo caso, con dos goles de ventaja era el momento de la selección, a la que sin embargo se acercó Brasil sin querer, gracias a un exceso de confianza con Unai Simón, que se marchó al vestuario sonriendo, quitándole importancia o asumiento que esto, regalarle un balón a Rodrygo, forma parte del juego. El caso es que ese gol, poco antes del descanso, dio paso a otro, poco después de ese descanso, que dio el empate a Brasil, un equipo, ahí sí, mucho más intenso, más agresivo, con toda la viveza que le había faltado en el arranque. Acertó Endrick, otro de esos niños deslumbrantes. Tras ese impetuoso inicio de segundo tiempo, la cosa se calmó y todo devino en el mundo al revés, con pitos a Morata, dueño de una noche nefasta, y aplausos a Vinicius, que tras 70 minutos de intrascendencia decía adiós a su partido bajo una ovación intensa. Se quedaba en él, en el partido, Lamine Yamal, eclipse de todo lo que ocurrió anoche, menos del racismo.

Un España-Brasil que es "cuestión de Estado" para el Gobierno y la RFEF por el racismo contra Vinicius y la imagen del país

Un España-Brasil que es “cuestión de Estado” para el Gobierno y la RFEF por el racismo contra Vinicius y la imagen del país

En la sala de prensa de la ciudad deportiva de Valdebebas, rodeado de decenas de medios españoles, 80 brasileños y varios internacionales, en el mismo lugar que le vio aterrizar en el verano de 2018, Vinicius Júnior se derrumbó. En sus lágrimas, al delantero del Madrid y de la selección brasileña se le juntó todo: los tres años de insultos racistas en varios estadios de LaLiga, las decenas de denuncias sobre ello, la presión de los focos y la celebración, esta tarde, de un España-Brasil con él como centro del debate a ambos lados del charco.

Una situación que ha dejado la imagen de España por los suelos, elevando la preocupación de la RFEF y LaLiga, para los que este amistoso es casi «cuestión de Estado». «Este partido es un grito por la igualad y la tolerancia. Una denuncia contra el racismo», anunció ayer la Federación, que ha lanzado varias campañas contra el racismo esta semana, como LaLiga, aprovechando el amistoso. Pero, ¿cómo hemos llegado hasta aquí?

Camp Nou, 2021. El inicio

Todo cambió el 24 de octubre de 2021, en la jornada 10 de la Liga. El Madrid ganaba 0-1 en el Camp Nou y Ancelotti decidió retirar a Vinicius, que había realizado un partido colosal. El brasileño se retiró por el lateral contrario a los banquillos y dio la vuelta pasando por uno de los fondos. Desde ese momento, su situación no volvió a ser igual. El extremo recibió muchos insultos racistas, además del lanzamiento de varios objetos. Y no se calló. Se giró hacia la grada y señaló a unos aficionados. Al resto, al ver la constancia en los gritos, les mostró el marcador del encuentro.

Esa misma semana se presentó la primera denuncia por insultos racistas al jugador. Luego llegarían las de Mallorca, el Metropolitano o Valladolid, archivadas por no suponer «un delito contra la dignidad de la persona». Después aparecería el muñeco colgado en un puente de la M-30, el regreso a Mallorca, El Sadar, el Benito Villamarín, otra vez el Camp Nou... Y más recientemente, Mestalla, donde Vinicius paró el partido y acusó directamente a dos aficionados antes de ser expulsado. Esa acción y esa noche fueron un punto de inflexión en su situación. Los insultos ya no eran sólo cosa de España, dieron la vuelta al mundo y se convirtieron en una reclamación global.

Lula acusa a España

Futbolistas de la Premier, estrellas de la NBA y la NFL, de la Fórmula 1, actores, políticos... Su caso saltó el charco y llegó con fuerza hasta Brasil, donde hasta ese momento apenas había rozado la actualidad deportiva. A partir de ahí, en un país que había dejado atrás a Bolsonaro y abrazaba de nuevo a Lula, Vinicius abrió telediarios y marcó parte del debate político, siempre con críticas, cada vez más duras, hacia el racismo en España y en el fútbol español. «No podemos permitir que el fascismo y el racismo dominen los estadios», dijo Lula, contundente.

Jay-Z, Nike y Netflix

En verano, el caso de Vinicius vivió un nuevo punto de inflexión, en este caso más mediático y empresarial. La agencia de representación del rapero estadounidense Jay-Z compró la agencia que llevaba al brasileño, Nike le convenció para seguir con la marca ante los intentos de Puma por ficharle y Netflix inició el proyecto de un documental sobre su temporada, algo que ha sido recibido con rechazo por algunos clubes, como el Valencia. Los más críticos con el futbolista le acusan de usar la lucha contra el racismo para su beneficio, algo que en Brasil no se entiende.

La "peor" imagen de España

«El problema del racismo no es un problema sólo de España, es un problema global. No es algo contra España. Eso es lo que no entendéis», admite Fernando Kallas, periodista brasileño de Reuters. «En los estadios de Brasil también hay racismo, pero salen del campo esposados. ¿Aquí qué ha pasado?», se pregunta Kallas. Y la realidad es que no es el único que lo hace. En el país sudamericano, lejos del día a día deportivo de LaLiga, la imagen de España es «la peor en mucho tiempo», admiten desde la Confederación Brasileña.

Tras los insultos racistas a Vinicius en el Metropolitano en el Atlético-Inter, el Ministerio de Exteriores brasileño insistió en mostrar «su preocupación al Gobierno español y a sus autoridades deportivas por los reiterados ataques racistas», y los periodistas que siguen a la canarinha, que siempre se cuentan por decenas en cada viaje, analizan estos días la necesidad que tiene España por «lavar su imagen tras los insultos».

Un amistoso tras los hechos de Mestalla

Una oleada de críticas que aterrizan ahora en el amistoso del Bernabéu, gestionado tras el durísimo comunicado de Vinicius después de los insultos de Mestalla: «Hoy, en Brasil, España se conoce como un país de racistas». Una frase que llegó a todas partes y que cayó con peso en el Gobierno y en la Federación, donde hubo prisa por cerrar el amistoso, cuyo acuerdo llegó en junio. El lema del partido habla por sí mismo: «Una sola piel, una sola identidad».

Mientras, Vinicius sigue en el centro del foco, insultado, presionado y convertido en referente de la lucha contra el racismo. Por eso fue el elegido para hablar ayer, en la casa del Madrid, antes del Partido contra el Racismo, con una lona negra detrás, distinta al azul y blanco habitual de la seleçao. Todo era importante. Aguantó su discurso hasta que las lágrimas no le dejaron, dejando un vídeo que recorrió redes y periódicos: «Vinicius se derrumba al hablar del racismo que sufre en el fútbol español». Más leña a la imagen de España.

Vinicius rompe a llorar en Valdebebas al hablar sobre el racismo: "Yo sólo quiero jugar y que las personas negras no sufran"

Vinicius rompe a llorar en Valdebebas al hablar sobre el racismo: “Yo sólo quiero jugar y que las personas negras no sufran”

Vinicius Júnior fue el protagonista en la previa del España-Brasil que se disputa este martes en el Santiago Bernabéu. Un encuentro que es algo más que un amistoso entre dos grandes selecciones, es también un punto de inflexión para el fútbol español, acusado de racismo más allá de sus fronteras tras los insultos racistas al futbolista del Real Madrid.

En la sala de prensa de Valdebebas, repleta de medios españoles, brasileños e internacionales, el atacante del conjunto blanco y de la seleçao se derrumbó al hablar sobre el racismo. "Lo que más me frustra es la falta de castigo. Cada partido, cada día, con cada denuncia... Me siento más triste. Pero no sólo lo sufro yo, lucho también por todos los negros que sufren día a día el racismo. A mi padre, entre él y un blanco, siempre van a escoger al blanco en el trabajo. Le costaba mucho trabajar. Yo he luchado mucho y he denunciado mucho, y nadie me está apoyando, es cada día más triste. Cada día tengo menos voluntad de jugar al fútbol".

En plena reflexión, Vinicius rompió a llorar. Pidió perdón a los medios y admitió que "yo sólo quiero jugar al fútbol y que las personas negras no sufran". El jefe de prensa de la Federación brasileña le ofreció detener la rueda de prensa, pero el jugador dijo que no, que quería seguir, recibiendo los aplausos de los presentes.

"Me insultan porque estoy luchando. Sólo quiero que en el futuro no le vuelva a pasar a nadie", expresó. "La fuerza la saco de mi familia, de las personas que sufren, porque sé de dónde vengo, de un sitio donde no había mucho futuro. Estando aquí ya sé que ha ganado. Es muy difícil, pero lucho cada día por los que siguen sufriendo", añadió.

Vinicius admitió que "estoy seguro que España no es un país racista, pero hay muchos racistas y muchos de ellos están en los estadios". "Quizás la gente no sabe lo que es racismo. Yo con 23 años le tengo que enseñar a muchos españoles lo que es el racismo...", declaró.

El brasileño lamentó que "desde que he denunciado, las cosas van aumentando porque no son castigados, pueden hacer y decir de todo". "Todas las palabras que dicen sobre el color de mi piel me pueden afectar dentro del campo, y puedo jugar mal... Y yo solo quiero jugar, solo quiero estar bien, e ir con la tranquilidad que nadie me va a juzgar por el color de mi piel".

El futbolista quiso dar las gracias a sus compañeros, "al presidente y al Madrid" por el apoyo, y rechazó que la solución sea dejar el conjunto blanco e irse de la Liga. "Nunca he pensado en salir de aquí porque si salgo de aquí les doy lo que quieren a los racistas. Quiero seguir jugando en el mejor club del mundo y marcando goles para que las personas vean cada vez más mi cara. Yo juego para darle alegría a la gente. Los racistas siempre son minoría".

Sobre la FIFA y la UEFA, criticó que "son blancos hablando de racismo, falta representatividad". Y admitió que "yo tengo 23 años, tengo que mejorar, es un proceso natural, salí joven de Brasil y no pude aprender tantas cosas. Pero ahora quiero seguir luchando para que los negros tengan las mismas posibilidades".

Sobre LaLiga, declaró que "tuvo reuniones conmigo, pero como aqui el racismo no es un crimen es complicado para ellos".

Carvajal: "España no es un país racista. Yo me crié en un barrio humilde de Leganés sin problemas"

Carvajal: “España no es un país racista. Yo me crié en un barrio humilde de Leganés sin problemas”

Dani Carvajal es el tercer capitán de la selección española por número de partidos en esta convocatoria. Sin Morata, que no ha hecho ninguna comparecencia pública en esta ventana, ni Rodrigo, ausente en la mañana de este lunes por un problema familiar, han hablado, así que la rueda de prensa previa al choque contra Brasil ha encontrado en el lateral derecho del Madrid un portavoz cualificado, pues es compañero de Vinicius, el protagonista de este choque montado para luchar contra el racismo, y además se encontrará con él en la misma zona del campo. Por cierto, sobre eso, sobre si entrarle fuerte o no, Carvajal lo tiene claro, pese a ser un amistoso: "Soy de los que piensa que te puedes lesionar más si entras flojo que si entras fuerte. Yo no me voy a guardar nada".

Pero, más allá de eso, la figura de Vinicius es trascendente por todo lo que le ha rodeado desde que en algunos campos se tomase como costumbre, horrible, tratar de desquiciarle con cánticos racistas. Eso desató una ola de indignación en el país natal del chico, donde se ve a España como un país racista, un poco al modo que ocurrió con Inglaterra y aquel desafortunado episodio de Luis Aragonés con Reyes en 2004.

"No creo que España sea un país racista", comenzó diciendo Carvajal. "Yo que vengo de un barrio humilde de Leganés, me he criado con todo tipo de chicos, de muchas nacionalidades, y nunca he tenido el menor problema. Ocurre que la gente va al fútbol a descargar su rabia y su ira, e insultan con lo que saben que le duele a un jugador, en este caso a Vinicius con el racismo. Ojalá esas personas no puedan volver a entrar en un campo de fúbol".

El madrileño ha visto crecer a Vinicius, en lo futbolístico y en lo personal, y es testigo directo de este problema que acosa al chico. Sin embargo, no es algo que Vinicius exteriorice en el vestuario con los compañeros. "No lo habla, tampoco es un tema para hablar en el vestuario, entiendo que lo comentará con su entorno más privado", reveló el lateral, que hoy tendrá enfrente al propio Vinicius, a Rodrygo y a Endrick, los dos primeros ya compañeros y el último que lo será el año que viene.

Por su parte, Luis de la Fuente no entró en el tema del racismo. Señaló a Vinicius como uno de los mejores jugadores del mundo y se centró en poner en valor la parte deportiva del partido.

El eterno Cristiano, la repesca de la Euro y el debut de Brahim, los imperdibles del parón de selecciones

El eterno Cristiano, la repesca de la Euro y el debut de Brahim, los imperdibles del parón de selecciones

Todo aficionado a la selección española espera con ilusión los buenos momentos que le puede brindar el combinado de Luis de la Fuente ante Colombia, el viernes, y Brasil, el próximo martes. Los culés querrán ver el debut de Cubarsí y los madridistas el duelo fratricida entre Vinicius y Carvajal en el Bernabéu. Pero, España aparte, hay otros episodios de los que estar pendiente en este último parón de selecciones antes de la Eurocopa en el que se jugarán casi 100 partidos. De este parón saldrán las tres últimas selecciones para la cita alemana.

JUEVES 21 DE MARZO

Abre boca la Portugal de Roberto Martínez, sin Cristiano, ante la Suecia de Isaak. El seleccionador luso ha decidido prescindir de su jugador con más partidos vistiendo la camiseta nacional (205) para darle descanso hasta el partido ante Eslovenia. También descansan los Joaos, Cancelo y Félix, del Barcelona. Otro duelo destacado sería el Italia - Venezuela. El combinado 'azzurro' no podrá contar con Acerbi. El central del Inter abandonó la concentración tras ser acusado de insultos racistas al jugador brasileño del Nápoles, Juan Jesús. Además, la Polonia de Lewandowski se juega un puesto en la Eurocopa ante Estonia. Las otras semifinales son: Gales - Finlandia, Israel - Islandia, Bosnia - Ucrania, Georgia - Luxemburgo y Grecia - Kazajstán.

VIERNES 22 DE MARZO

Además del partido de España ante Colombia en Wembley, el viernes también se jugarán el Holanda - Escocia y el Marruecos - Angola. Este encuentro, que se disputará en el Grand Stade de Agadir, será el debut de Brahim con la selección del Atlas después de la polémica suscitada sobre si el futbolista del Real Madrid jugaría con España o Marruecos. Finalmente, como desveló este periódico, el jugador nacido en Málaga, pero con ascendencia marroquí, habría elegido jugar con la selección africana el 12 de marzo, mucho antes de la prelista de De La Fuente para este parón de selecciones.

Kroos, en un entrenamiento con Alemania.

Kroos, en un entrenamiento con Alemania.CHRISTOPHER NEUNDORFEFE

SÁBADO 23 DE MARZO

Los madridistas Vinicius, Rodrygo y Bellingham jugarán el sábado, el día grande de este parón de una semana, en el partido que enfrenta a las selecciones de Inglaterra y Brasil. El inglés y Vini, grandes amigos en el vestuario blanco, deberán sufrir al otro en el equipo rival. Ese mismo día será también el de la vuelta de Toni Kroos a la selección alemana en su enfrentamiento ante Francia. El mediocentro del Madrid se enfrentará a uno de los mejores jugadores del mundo, Kylian Mbappé, el que podría ser su compañero el año que viene. Quien estará ausente por primera vez en 84 partidos del campo de Les Bleus será Antoine Griezmann. El francés no ha querido arriesgar su tobillo por dos amistosos con su selección.

También el sábado iban a jugar dos leyendas del fútbol. Pero Leo Messi se perderá los amistosos de su selección, Argentina, contra El Salvador, el 23 de marzo, y Costa Rica, el 26, en tierras norteamericanas por una lesión que se produjo en los isquiotibiales en un partido con su club, el Inter de Miami. Por su parte, Luka Modric sí jugará el encuentro que enfrenta a Croacia ante Túnez. El mediocentro croata sigue siendo uno de los pilares de su combinado nacional pese a que ha perdido protagonismo en el Real Madrid. De hecho, en un acto promocional en Arabia Saudí, el centrocampista dejó en el aire su futuro en el club blanco respecto a la siguiente temporada.

DOMINGO 24 Y LUNES 25 DE MARZO

Pocos encuentros destacables el domingo 24 y el lunes 25, muchos partidos de combinados africanos y asiáticos, principalmente, de segunda fila. Como mucho el segundo partido de Italia que se enfrenta a Ecuador el 24 en el Red Bull Arena de Nueva Jersey.

MARTES 26 DE MARZO

Por último, en este último día de parón en el que se juegan 24 encuentros, tres serán las finales que dan plaza para la Euro 2024 y en la que confía estar el delantero polaco del FC Barcelona. Bellingham juega ante Bélgica, conjunto al que había renunciado Courtois por no llegar a tiempo para la Eurocopa tras romperse el cruzado hace ocho meses. El belga, además, se rompió el martes el menisco entrenando con el Madrid. También volverá Kroos con Alemania ante Holanda, Brahim y su Marruecos ante Mauritania y la Francia de Mbappé frente a Chile. Se espera que Cristiano juegue ante Eslovenia y amplíe su récord de longevidad hasta los 206 partidos.