Modric y Vinicius dominan al Girona y mantienen al Madrid en la senda del Barça

Modric y Vinicius dominan al Girona y mantienen al Madrid en la senda del Barça

Una volea de Luka Modric y una carrera de Vinicius Júnior. La técnica y la potencia. Esas dos cosas le dieron la victoria al Real Madrid, muy superior al Girona, para mantener el paso en la pelea por la Liga. El 2-0 de los blancos, con goles del croata y el brasileño, les iguala a puntos con el Barça y les hace superar por uno al Atlético.

Después del desgaste contra el Manchester City y consciente de que este miércoles se juega media Copa del Rey en la ida de las semifinales contra la Real Sociedad en San Sebastián, Carlo Ancelotti rotó a gran parte de su equipo titular. Sin Bellingham, sancionado dos partidos por su famoso "fuck off" en Pamplona, el técnico italiano introdujo hasta cuatro cambios: Lucas por Valverde, Alaba por Rüdiger, Modric por Ceballos y Brahim por el inglés.

El entrenador mantuvo a su tridente ofensivo, que transita por el mejor momento de su temporada, aunque varió un poco sus posiciones. Rodrygo se asentó en la banda izquierda tanto en defensa como en ataque, moviéndose con libertad por la mediapunta al 'estilo' Bellingham. Y Brahim, zurdo, acaparó la derecha junto a Lucas. Un plan que el cuerpo técnico piensa en ejecutar también en la ida de Champions contra el Atlético, donde tampoco podrá contar con Bellingham.

Con Vinicius y Mbappé clavados en la punta del ataque, el Madrid construyó un equipo de balonmano ante el muro del Girona. Lo tenía claro Míchel: encerrarse atrás, formar un embudo y salir a la contra. Entregó el balón por completo a los blancos y esperó su momento. No había otra idea.

Los de Ancelotti fluyeron cuando Modric y Tchouaméni encontraron a Rodrygo entre líneas y se desesperaron por momentos ante la acumulación de defensas en el centro de la zaga rival. Mbappé terminó cayendo al lado izquierdo, también Vinicius... Pero había demasiado toque en corto y poca claridad en los últimos metros para salir del laberinto defensivo del Girona. Le costó al Madrid, siendo el contragolpe el que dejó las mejores opciones para los blancos.

Gazzaniga estuvo acertado ante Mbappé en el inicio, Vinicius decidió mal en otra contra y Krejci llegó antes que el francés en otra arrancada del brasileño al espacio. En la otra portería, Courtois sacó dos buenas manos ante Arnau y Van de Beek y Tsygankov envió un disparo alto en tres descuidos de la defensa madridista, sufriendo siempre en el lado de Lucas.

En el 41, y cuando el Bernabéu ya pensaba en el descanso, un rechace de un córner aterrizó en Luka Modric, que controló el balón con el pecho y se inventó una volea que se coló por la escuadra de Gazzaniga para enloquecer al estadio. El croata cumplirá 40 años el próximo mes de septiembre, pero sigue empeñado en que la edad es solo un número.

El momento Vinicius

Tras el descanso, Ancelotti cambió los roles de su ataque. Rodrygo se pegó a la banda derecha y Vinicius a la izquierda, dejando el enganche para Brahim. El italiano buscó la velocidad y la superioridad de Vini sobre Arnau y la encontró una y otra vez. El brasileño pisó el área en multitud de ocasiones, pero no estuvo acertado en el pase o remate final hasta los últimos minutos. Envió un balón al larguero desde la frontal, la defensa despejó sus pases atrás y en el 74 mandó la pelota alta desde el punto de penalti tras una gran carrera en diagonal.

El Madrid siguió dominando y perdonando, dando aire a un Girona que todavía se veía en el partido. Ancelotti introdujo a Ceballos y a Camavinga para asentar su centro del campo y Vinicius terminó encontrando premio en el 83. El brasileño inició una contra con Mbappé y buscó el desmarque para el pase del francés, que esperó el momento exacto y le puso la pelota dentro del área para que Vini la empujara ante Gazzaniga.

Sentenció ahí el Madrid y Ancelotti respiró, porque no tuvo que utilizar a un tocado Valverde, que ya se preparaba para entrar al campo con el 1-0. Tres puntos que mantienen a los blancos en la pelea con el Barça y el Atlético. 54 tienen azulgranas y madridistas por los 53 de los rojiblancos.

Un derbi de Champions con cuentas pendientes: de la tensión arbitral a la herida abierta de Simeone

Un derbi de Champions con cuentas pendientes: de la tensión arbitral a la herida abierta de Simeone

«Partidazo, partidazo... Estamos preparados. Estamos preparados». El Cholo Simeone tuvo pocas palabras, dobles, pero fueron contundentes, para describir el sorteo de los octavos de final de la Liga de Campeones. El azar continental ha definido un durísimo derbi madrileño entre Real Madrid y Atlético, la quinta vez que se enfrentarán en la competición, y ha querido que por su lado del cuadro viajen también Arsenal, PSG y Liverpool. Un camino infernal hacia la final del próximo 31 de mayo en Múnich.

La noticia cayó con peso en ambos clubes, donde no había muchas ganas de derbi, enfrentados en las últimas semanas por la polémica arbitral. El Madrid se ha mantenido firme en su cruzada contra el Comité Técnico de Árbitros, con esa carta a la Federación como último punto de inflexión, y el Atlético ha utilizado sus redes sociales para mostrar su rechazo a su gran rival, asegurando que el conjunto blanco lo que hacía era «presionar, amedrentar, intimidad o coaccionar» a los colegiados a través de su televisión oficial.

El derbi liguero de hace dos semanas, con el penalti deTchouaméni a Lino y el definitivo empate en el marcador, sólo aceleró críticas y acontecimientos. La investigación por parte de la Federación a las empresas de Munuera Montero tuvo de nuevo al Atlético activo en redes sociales, tildando de «bulos» las noticias sobre los negocios del árbitro.

Mientras, el fútbol. Madrid y Atlético se enfrentarán el martes 4 de marzo en el Bernabéu, lo que obliga a LaLiga a adelantar al sábado el Betis-Madrid, planeado para el domingo día 2. Así, ambos (el Atlético recibe en casa al Athletic) tendrán los mismos días de descanso.

El miércoles 12 del mismo mes, la vuelta en el Metropolitano, en lo que será el tercer enfrentamiento del curso tras los dos de Liga, el sexto en la historia de la Copa de Europa y el quinto en el torneo desde que Simeone es entrenador rojiblanco. La primera había sido en las semis de la 58-59, que llegaron al partido de desempate donde ganó el Madrid 2-1 con goles de Di Stéfano y Puskas.

Simeone, 0-5

Simeone intentará cerrar una herida abierta. Nunca ha sido capaz de salir triunfador de sus enfrentamientos contra el Madrid en Champions. Perdió las finales de Lisboa y Milán, una en la prórroga y la otra en los penaltis, y cayó derrotado en los cuartos de final de la 2014-2015, con aquel gol de Chicharito, y en las semifinales de la 2016-2017, último partido continental en el Calderón. En dos de esas ocasiones, 13-14 y 14-15, tenía a Ancelotti en el banquillo rival.

El técnico italiano tiene sentimientos encontrados ante el Atlético. Sonríe en Champions y sufre en Liga. Pero viendo que el derbi cae ahora en territorio continental, debe arquear la ceja con cierta felicidad. Ancelotti, que ha jugado 27 partidos ante el Atlético entre todos sus clubes, ha ganado 10 y ha perdido nueve, no ha conseguido vencer ni una vez con el Madrid a su vecino en los últimos cuatro enfrentamientos: tres empates seguidos en Liga y victoria del Atlético en la prórroga copera del año pasado.

Igualdad en los derbis

Desde su regreso al banquillo madridista en el verano de 2021, Ancelotti ha ganado cuatro derbis (dos de Liga y otros dos en la prórroga, en la Copa y en la Supercopa de España), ha empatado cuatro y ha perdido tres (dos en Liga y uno en la prórroga de la Copa). Un balance equilibrado extremadamente equilibrado que se decantará para un lado de la capital de España en marzo.

El que gane la eliminatoria se enfrentará al PSV o al Arsenal en cuartos de final, con la vuelta en Madrid, y podría medirse al Liverpool o al PSG en semifinales, ahí con la cita de vuelta lejos de España. Ingleses y franceses se cruzan en octavos, y en cuartos tendrían un duelo favorables ante Brujas y Aston Villa por un puesto en semis.

El Barça, agraciado

Un cuadro durísimo que dista del que el sorteo ha regalado al Barcelona. El equipo de Hansi Flick se medirá en octavos al Benfica, con la vuelta en Montjuic, y en caso de superar el cruce disputaría los cuartos contra el Dortmund o el Lille, con la vuelta en territorio alemán o francés. Más adelante le esperaría uno entre Bayern-Leverkusen y Feyenoord-Inter, últimos enfrentamientos de octavos. Si llega a semifinales, el Barça jugaría la vuelta lejos de Montjuic.

La ida de cuartos será el 8 y 9 de abril y la vuelta el 15 y 16. Las semis, el 29 y 30 de abril y el 6 y 7 de mayo, dejando la final para el 31 de mayo en el Allianz Arena de Múnich.

Real Madrid - Atlético y Benfica - Barcelona en los octavos de final de la Champions League

Real Madrid – Atlético y Benfica – Barcelona en los octavos de final de la Champions League

La UEFA celebró este viernes el último sorteo de esta edición de la Liga de Campeones. Una temporada en la que se ha estrenado formato, con liguilla, playoff y cruces con sólo dos posibilidades para cada club en octavos de final. Tras el paso por las urnas, la suerte ha deparado un derbi madrileño en octavos de final entre Real Madrid y Atlético de Madrid, con la ida en el Bernabéu y la vuelta en el Metropolitano. El Barça, por su parte, se medirá al Benfica, con la vuelta disputándose en Montjuic.

Ha sido un sorteo tan simple como complejo. Se ha sorteado todo el camino hacia la final del próximo 31 de mayo en el Allianz Arena de Múnich, pero con el condicionante de que cada equipo que había llegado desde el playoff tenía sólo dos rivales posibles, elegidos por su posición en la liguilla.

En el caso del Real Madrid, esas dos opciones eran el Atlético de Madrid y el Bayer Leverkusen, que también se podían enfrentar al Bayern de Múnich. Un 50% de probabilidades que finalmente se han decantado por dos derbis: uno español y otro alemán.

Real Madrid y Atlético viajan ahora por el lado izquierdo del cuadro y el ganador de la eliminatoria disputará los cuartos de final contra el vencedor del cruce entre el PSV y el Arsenal. La vuelta, eso sí, sería en el Bernabéu o en el Metropolitano.

Por su mismo lado del cuadro caminan el PSG y el Liverpool, que se medirán en octavos de final, y el Brujas y el Aston Villa, que completan ese cuadrante. Uno de esos cuatro equipos será semifinalista y se podría enfrentar a uno de los españoles en esa eliminatoria. Si llegan, Madrid o Atlético disputarían la vuelta de semifinales fuera de casa.

Por el otro lado del cuadro está el Barça, que ha tenido suerte en el sorteo. El cuadro de Hansi Flick se medirá en octavos al Benfica, con la vuelta en Montjuic, y en caso de superar el cruce disputaría los cuartos de final contra el Borussia Dortmund o el Lille, con la vuelta en territorio alemán o francés. Más adelante le esperaría uno entre Bayern-Leverkusen y Feyenoord-Inter, últimos enfrentamientos de octavos. Si llega a semifinales, el Barça jugaría la vuelta lejos de Montjuic.

Calendario

Los partidos de ida de los octavos de final se celebrarán el 4 y 5 de marzo, mientras que la vuelta será una semana más tarde, el 11 y 12. Los cuartos de final, por su parte, disputarán sus duelos de ida el 8 y 9 de abril y los de vuelta el 15 y 16 del mismo mes.

Las semifinales, plato fuerte, serán el 29 y 30 de abril y el 6 y 7 de mayo, dejando la final para el 31 de mayo.

Una cumbre europea en Budapest tratará de frenar los problemas del arbitraje: "Hay mucha tensión"

Una cumbre europea en Budapest tratará de frenar los problemas del arbitraje: “Hay mucha tensión”

En 1968, los principales diarios deportivos de España resumieron la final de la Copa del Generalísimo entre el Real Madrid y el Barcelona con un titular: «¡Rigo, campeón!». Se referían al árbitro Antonio Rigo, colegiado del partido, al que acusaban de haber fallado en el encuentro a favor del conjunto culé, ganador del trofeo. Hoy, más de medio siglo después, los árbitros se mantienen en el ojo de un huracán de tensión constante en el que también participan clubes, medios e instituciones. El Caso Negreira puso bajo sospecha a gran parte del estamento, multiplicando la crispación, que además tiene como telón de fondo la guerra entre el Madrid y el CTA. La carta del conjunto blanco a la RFEF y al Gobierno tras el arbitraje en Cornellá dinamitó la ya endeble, y escasa, calma tensa que pudiera haber. Eso, el Caso Negreira, es la particularidad española, pero la situación es tensa también lejos de nuestras fronteras. Y aquí el nexo de unión se llama VAR.

En México, el Chivas, uno de los equipos grandes de la liga, pidió los audios del VAR al Comité de Árbitros acusándoles de manipulación. ¿Les suena? En Italia, el Milan, como el Madrid, ha enviado una carta al Comité quejándose por los arbitrajes. «Así el fútbol es un caos», dijo Gasperini, técnico del Atalanta, sobre el VAR. «Ya basta», reclamó Cesc Fábregas, entrenador del Como. En Turquía, el rival del Galatasaray se fue del campo tras recibir un gol de penalti. En Inglaterra, el Nottingham Forest acusó al colegiado de su encuentro ante el Luton de ser aficionado rival. En Portugal hubo un enfado mayúsculo por la actuación del colegiado durante el Benfica-Barça. En Suiza, el Sion denunció al VAR ante el TAS por su no utilización durante las semifinales de Copa. En Bélgica, el Anderlecht-Genk se tuvo que repetir por un error del VAR, que «aplicó normas de forma incorrecta». La lista es infinita.

Ese «caos», como lo resume Gasperini, ha llevado a los Comités de Árbitros de las cinco grandes ligas europeas a programar una reunión de presidentes el próximo mes de abril en Budapest, según pudo confirmar este periódico. «Hay mal rollo y tensión en todos los países», admiten fuentes cercanas a los árbitros. Tienen dos frentes: por un lado, las constantes críticas de los clubes y cómo hacer frente a ellas. Por otro, los propios problemas del VAR, su utilización y su gobierno. Esto último está a debate en cada liga, sea el formato que sea, con la misma conclusión: está mal.

Una reflexión que también se tenía en los sesenta, cuando los clubes elegían a sus tres árbitros favoritos para que les dirigieran durante el curso. Pero claro, había algunos, como Rigo, que tenían trabajo todas las semanas. En los ochenta lo dejaron en manos del presidente del Comité, pero esa decisión unipersonal duró poco. Sorpresa, a nadie le parecía bien. Ahora tenemos una comisión con un representante de la RFEF, otro de la Liga y otro «de consenso». Y ya saben el resultado: polémica.

El gobierno arbitral en Europa

En Inglaterra y Alemania, el Comité de Árbitros es un ente autónomo, cada uno a su manera, caso distinto al de Italia, España y Francia, donde depende de las Federaciones nacionales. ¿Es uno mejor que otro? ¿Funciona mejor determinado mecanismo? Por las guerras y quejas que hay en cada competición, parece que no. Javier Tebas, presidente de LaLiga, prefiere el modelo inglés, en la misma línea, curiosamente, que el Real Madrid, que insiste en dotar de transparencia al estamento arbitral. Louzán, que tiene el poder de elegir al presidente del Comité, prefiere no modificar el sistema y sí cambiar al jefe de los árbitros, con Medina Cantalejo en el disparadero de cara a final de temporada.

«Transparencia» es la palabra mágica en todo esto. La primera que sale en cada país cuando se debate sobre los árbitros. Pero, ¿en qué se concretaría? En España, cuyos árbitros han estado concentrados estos días mientras la Federación cerraba la investigación sobre las empresas de Munuera Montero, resuelta ayer con la exoneración del colegiado, pues no existe conflicto de intereses a ojos del Comité de Cumplimiento Normativo, todos piden transparencia.

Ascensos y descensos

Quieren, los clubes y los propios colegiados, que se hagan públicos los informes y los criterios para los ascensos y descensos, la gran gallina de los huevos de oro en nuestro fútbol. Una plaza entre los 20 árbitros de LaLiga otorga un sueldo de más de 300.000 euros al año, un billete de lotería que cada temporada cae en el bolsillo de unos pocos y cuya decisión, ahora mismo y según fuentes del colectivo a las que ha podido acercarse EL MUNDO, crea, palabras textuales, «desconfianza».

Negreira era la persona clave en ascensos y descensos en su época y los requisitos, informes y razones para las decisiones actuales siguen sin estar claras. Los árbitros, en privado, piden que todo se haga público y que sea una decisión más estadística que personal. Y los clubes claman a su antojo. El Madrid ha subido la velocidad de su crítica desde el Caso Negreira y estalla públicamente ante cada error en su contra. El resto, un día deslizan junto a LaLiga, en esa guerra eterna entre Tebas y Florentino, una sanción al Madrid por criticar a los colegiados y al otro hacen un comunicado quejándose. Mientras, se ha creado una 'Comisión de la reforma del sistema arbitral' en la que han salido elegidos como representantes de los clubes el Sevilla, el Betis (ambos por delante en votos del Rayo y el Madrid), el Granada y el Albacete.

Y luego tenemos el VAR, nexo conector de las críticas, herramienta que venía a arreglarlo todo, a actuar sólo en errores flagrantes y que ha terminado transformando el arbitraje. Ya no decide el juez de campo, sino que éste tiene una espada sobre su cabeza que constantemente analiza sus posibles errores. En público agradecen la «ayuda», dicen los árbitros cuando hablan, pero en privado, sin nombres, porque nadie quiere exponerse, existe «miedo a fallar» en el césped y, a veces, una actitud «demasiado intervencionista» desde la sala VOR.

Un sorteo de Champions con mucho morbo: derbi madrileño, Xabi Alonso, Luis Enrique y finales anticipadas

Un sorteo de Champions con mucho morbo: derbi madrileño, Xabi Alonso, Luis Enrique y finales anticipadas

Un sorteo cargado de altas dosis de morbo para despejar el camino hacia la final de la Champions. Este viernes (12.00 horas, en Nyon) se celebrará la ceremonia de emparejamientos de los octavos de final y de todos los cruces hasta la clausura del campeonato, el 31 de mayo, en el Allianz Arena de Múnich. Un bombo que proporcionará encuentros estelares y anheladas revanchas. Una eliminatoria que frustrará a favoritos.

Unos octavos de final que se disputarán en las dos primeras semanas de marzo y en los que el Real Madrid, tras doblegar al Manchester City, vuelve a atemorizar a sus rivales. Los blancos recibirán en la ida al Atlético de Madrid o al Bayer Leverkusen, dos rivales incómodos para Carlo Ancelotti. En los últimos enfrentamientos, Diego Pablo Simeone ha neutralizado la capacidad ofensiva del equipo del Bernabéu. Ambos técnicos se han medido en 26 ocasiones, con nueve victorias para cada uno y ocho empates, pero esa igualdad se rompe en la Champions, en la que se impone el italiano, con tres victorias (una cuando estaba en el Bayern) y un empate, por sólo un triunfo del entrenador argentino. Sería un nuevo derbi con aroma de final, el duelo preferido por Kylian Mbappé, por eso de reducir el número de viajes.

A estas alturas de temporada, el Bayer Leverkusen se muestra menos compacto que el Atlético, sería un rival más propicio para el Real Madrid (se han enfrentado en siete ocasiones, con cuatro victorias blancas y dos empates), pero Ancelotti podría sentirse molesto por las inevitables comparaciones con Xabi Alonso, que parece destinado a heredar el puesto del italiano en el banquillo blanco. Este emparejamiento provocaría que el Atlético visitara el feudo de un Bayern Múnich que está lejos de sus mejores momentos y que sufrió hasta el último suspiro para eliminar al Celtic gracias a un tanto de Alphonso Davies, pero cuenta con la motivación extra de disputar la final en su estadio. Musiala y Kane son sus principales argumentos ofensivos. Si se produce este doble duelo hispano-alemán, el Madrid y el Atlético sólo se enfrentarían en la final.

El cuadro bávaro marcó para siempre la historia del Atlético. En 1974 ganó la final de la Copa de Europa con un desenlace doloroso para el equipo rojiblanco liderado por Luis Aragonés, Adelardo y Gárate. Muniqueses y madrileños se han enfrentado en ocho ocasiones, con cuatro victorias alemanas, dos españolas y dos empates. En el Metropolitano prefieren al Bayern antes que al vecino de Chamartín.

Otro duelo a modo de final anticipada es el que el protagonizará el PSG ante una de las dos escuadras más brillantes de la liguilla: Barcelona o Liverpool. El equipo de Luis Enrique ha experimentado una brutal evolución en dos últimos meses, con una gran eficacia goleadora, el miércoles humilló al Brest con un 7-0. Lucho ha convencido a Dembélé para que juegue de falso delantero centro y con ello ha conseguido que el francés ofrezca su mejor versión. La transformación del delantero se certifica con 23 goles marcados, con dos hat-trick en el último mes.

Para el Barcelona volver a enfrentarse al PSG supondría una oportunidad para vengarse de la eliminación de cuartos de final de la pasada temporada, con aquel estruendoso 1-4. Ahora, el Barça presenta una fisonomía distinta, con mayor verticalidad y una soberbio acierto ante el marco contrario. Flick ha recuperado a Lewandowski, ha motivado a los chavales y ha sabido sacar lo mejor de Raphinha. Culés y parisinos se han enfrentado en 14 ocasiones, con cinco triunfos para cada uno y cuatro empates. Si se produce este emparejamiento, Madrid y Barcelona sólo podrían medirse en semifinales.

El otro posible rival del Barcelona sería el Benfica de Otamendi y Di María, una formación muy irregular, el pasado martes sufrió una barbaridad para eliminar al Mónaco, con el empató (3-3) en su feudo.

Inglaterra, Alemania y España son los países con más representantes en los octavos de final, tres cada uno.

La Federación exculpa a Munuera Montero y concluye que no hay conflicto de intereses en su actividad empresarial

La Federación exculpa a Munuera Montero y concluye que no hay conflicto de intereses en su actividad empresarial

Actualizado Jueves, 20 febrero 2025 - 12:33

No existe ningún conflicto de intereses en el caso de Munuera Montero. Así lo afirma el informe del Departamento de Cumplimiento Normativo de la Federación Española de Fútbol hecho público en la mañana de este jueves.

El informe indica: "A la luz de la investigación interna realizada se concluye que, desde una perspectiva legal y normativa interna, no concurre un conflicto de intereses —ni real ni potencial— derivado de la vinculación empresarial del Sr. Munuera Montero con la RFEF".

El pasado martes, a raíz de unas informaciones publicadas por varios medios de comunicación en las que se insinuaba que el árbitro tenía una empresa que prestaba servicios a clubes como el Atlético de Madrid y el Manchester City, el departamento federativo inició una investigación en la que pidió al propio colegiado toda la documentación sobre su actividad empresarial.

Munuera Montero, que desde que expulsó a Bellingham el pasado sábado en Pamplona estaba siendo objeto de fuertes críticas por pate del Real Madrid y de su entorno, entregó toda la documentación que le fue requerida.

"Durante el proceso de recopilación de información, desde la RFEF se ha accedido a toda la información depositada en el Registro Mercantil referida a las empresas en las que el colegiado tiene participación o tenía presuntamente intereses en conflicto con su labor arbitral. Durante la investigación se ha contado con la total colaboración tanto de José Luis Munuera Montero, que ha procedido a aportar la documentación requerida, como de personas de su entorno que aparecían como afectadas por el presunto conflicto de intereses", dice el comunicado.

Y continúa: Tras el estudio, análisis y verificación detallada de la información mercantil, societaria y contable, la actividad económica de dichas empresas y el grado de participación de Munuera Montero en las mismas, el Departamento de Cumplimiento Normativo de la RFEF ha concluido que no existe conflicto ni real ni potencial en las actividades empresariales del colegiado con su desempeño como colegiado de Primera División".

El informe concluye con la recomendación al CTA (Comité Técnico de Árbitros) "para que proceda al levantamiento de cualquier medida cautelar que se hubiera impuesto. El informe será remitido a UEFA en el marco de las relaciones de cooperación existentes en esta materia".

Ancelotti encuentra su once ideal: la "emergencia" de Valverde, el "muy criticado" Tchouaméni, el "veterano" Asencio, el "infravalorado" Rodrygo...

Ancelotti encuentra su once ideal: la “emergencia” de Valverde, el “muy criticado” Tchouaméni, el “veterano” Asencio, el “infravalorado” Rodrygo…

Ha tardado siete meses, pero Carlo Ancelotti parece haber encontrado su alineación ideal. El técnico italiano estrenó en la vuelta contra el Manchester City un once inédito: Courtois, Valverde, Asencio, Rüdiger, Mendy, Tchouaméni, Ceballos, Bellingham, Rodrygo, Vinicius y Mbappé. Y le funcionó. Vaya si le funcionó. Su equipo cuajó el mejor partido de la temporada, pasó por encima del conjunto de Guardiola y se metió en los octavos de final de la Champions League.

La vuelta de Rüdiger tras sus problemas musculares sirvieron a Ancelotti para devolver a Tchouaméni al centro del campo. En Manchester ese puesto había sido para Camavinga, pero el entrenador transalpino todavía no se termina de fiar del todo de Eduardo. Prefiere la solidez, a veces más apática pero quizás más efectiva, de Aurelién, que está yendo a más con el paso de la temporada.

El público del Bernabéu pitó a Tchouaméni hace solo un mes, en la eliminatoria de Copa del Rey contra el Celta, culpándole, en parte, de la desastrosa derrota en la final de la Supercopa de España contra el Barça. Ancelotti le defendió, el galo aguantó el chaparrón, mantuvo su posición de central mientras Rüdiger y Alaba pasaban por la enfermería e hizo en Manchester el mejor partido de su curso a nivel personal haciendo pareja con Asencio.

"El muy criticado Tchouaméni ha estado muy bien", elogió, con una indirecta muy directa, Ancelotti en la sala de prensa del Etihad. Por eso, con la vuelta de Rüdiger era evidente que el italiano iba a elegir a Tchouaméni antes que a Camavinga en el centro del campo. ¿Por qué? En eso también tienen mucho que ver Asencio y Ceballos.

El central canterano se ha ganado un sitio en el once a base de garra y talento defensivo. Tiene ambas. Va al corte como si se jugara la vida y ha sido capaz de 'bailar' con Haaland en Manchester y con Marmoush, Savinho y Foden en la vuelta. El Bernabéu le adora y Ancelotti, al que le ha costado darle los minutos que parecía merecer después de sus buenos primeros partidos, ha caído rendido a él. Tanto que ya le ha deslizado a Luis de la Fuente que quizás deba ser seleccionado para el siguiente parón internacional.

"Debe seguir así, está aportando mucho. Parece un veterano y debe seguir. Si el seleccionador cree que es bueno para el equipo nacional, bien por él", valoró ante los medios. Una situación que comparte Ceballos, que podría tener alguna opción después de ganarse, como Asencio, en hueco privilegiado en la rotación.

La pareja del doble pivote

En el inicio de la temporada parecía imposible que el andaluz tuviera protagonismo en el 4-3-3 de Ancelotti, teniendo por delante a Tchouaméni, Camavinga, Valverde, Bellingham y Modric. Incluso Arda Güler parecía contar para el centro del campo. Era una misión casi imposible, pero Ceballos lo ha conseguido. Ha aprovechado las lesiones de sus compañeros y los minutos que le ha dado Ancelotti para convertirse en el nuevo Kroos del Madrid. Con distancia, pero es lo que es. Es el timón del equipo, ha mejorado su físico y su ritmo durante los partidos y la dirección del juego pasa por él. Su pareja con Tchouaméni mejora la que el galo hace con su compatriota Camavinga, especialmente en partidos en los que el Madrid necesite tener el balón.

"Tchouaméni es diferente a Ceballos y esa fusión viene bien al equipo. Tchouaméni es muy importante para nosotros, pero no puede ser Kroos o Modric, como Kroos no podía serTchouaméni. Lo importante es la fusión de todos", explicó Ancelotti.

Valverde, lateral

La nueva pareja del doble pivote es posible también por la lesión de Lucas Vázquez, que ha convertido a Valverde en el lateral "de emergencia". Ancelotti sigue insistiendo en esa "emergencia" y en que cuando el gallego vuelva es bastante probable que el uruguayo regrese al medio, pero la realidad es que Fede se ha mostrado como el mejor lateral disponible en la plantilla. Tiene fuerza, recorrido y colocación, y no ha sufrido ante jugadores habilidosos como Savinho, Bernardo, Grealish o Marmoush.

"Él está contento de jugar ahí, pero ha sido una emergencia. Cuando vuelva Lucas, tendremos ambas opciones. Y no debemos olvidar que siempre que ha jugado, ha cumplido", le elogió el técnico.

Con Courtois y Rüdiger fijos atrás, y Mendy rotando con Fran García en Liga, todo está claro, hasta el rol y espacios de las cuatro estrellas, ya asentadas tras la gran evolución de Rodrygo. "Está muy infravalorado, es el jugador con más talento técnico de la plantilla", dijo Bellingham sobre el brasileño. Ancelotti parece haber cuadrado el resto de las piezas para convertir a ese Madrid lleno de dudas en un candidato serio a ganar la Champions.

El increíble show de Mbappé

El increíble show de Mbappé

Actualizado Miércoles, 19 febrero 2025 - 23:31

Hacía muchos años que no veía a un jugador como Mbappé. Salvo Ronaldo Nazario, no he visto una exhibición tan increíble como la del jugador francés, la estrella más rutilante del fútbol mundial.

El Real Madrid no tuvo ni un problema para avasallar; como si el City fuera un cadáver viviente a pesar de haberse gastado 250 millones de euros. Un crimen que cometen los jeques, que están llevando a la mediocridad a todos los equipos que manejan.

Guardiola ha convertido al City en un equipo vergonzoso, como si jugara en el espectáculo del Bombero Torero. Ese "dúo sacapuntas`` de Pep y Lillo han convertido a su equipo millonario en una piltrafa. Fue sólo un muñeco para el Madrid, al que humilló hasta la exageración.

¿Cuántos goles pudo marcarle el Madrid?. Decían los crítico ingleses que veían al Madrid capaz de ser un cuchillo en el equipo mantequilla de Guardiola. Fue tal exhibición que debemos hacer una reflexión sobre la soberbia del técnico catalán, que se ha creído Dios desde hace años y ahora es una criatura en el infierno.

El papel del entrenador

Ancelotti, con su bloque bajo, despreció la posibilidad de haber goleado hasta la la orgía goleadora. Su puñetera manía defensiva. Hasta permitir el gol in extremis de un cadavérico rival. Ancelotti siempre es una rémora, pero tiene Mbappé y siempre le salva la horca .

Tampoco los brasileños hicieron un buen partido. Ni Rodrygo, que perdió dos goles, ni el misterioso Vinicius , que tiene la cabeza en el desierto arábigo. Fue más pragmático Ceballos, que se ha convertido en un sucesor de Kroos nada despreciable.

Le sustituyó Camavinga y fue el mejor delantero del City. Hace faltas vergonzosas, jamás tira del equipo, ni pega un buen pase. Eso es algo utópico. Asencio es la nueva estrella defensiva del Madrid, que se ha hecho imprescindible a pesar de la ceguera de Ancelotti.

Queda el problema de la Liga y la Cop . Corren rumores de que el Madrid emigre a las ligas europeas. Y más expresamente la de Portugal, que creen en ese sueño. Sería una jugada maestra y la muerte directiva para la Liga de Tebas. Ya tienen el permiso del presidente de La FIFA.

Lo del Madrid contra el City: un monumental 'fuck off'

Lo del Madrid contra el City: un monumental ‘fuck off’

Nadie más que el Real Madrid podría pasar la previa de la quinta pira pública de Pep Guardiola hablando de un tal José Luis Munuera Montero. Cuando el entrenador del City apareció en la previa chulesco, hablando incluso él del trencilla emprendedor, ya todo parecía un plan. El Madrid tenía a la chica guapa en el bote y a su alrededor los abejorros, propios y extraños, le mareaban para que se fuera a dormir. La histórica primera parte fue la respuesta: fuck off.

Para saber más

Para saber más

Salieron ellos a morder arriba con la intención de amedrentar. El primer fuck off: Asencio condujo y regaló un balón a la espalda a Mbappé que demuestra por qué está hecho para triunfar en el Real Madrid: juega igual contra el Manchester City que contra el Osasuna. El segundo fuck off fue de Rodrygo, que en esos 45 minutos demostró un compromiso defensivo directo al mentón de todos los que dudamos de que los cuatro de arriba pudiesen jugar alguna vez juntos. Los siguientes fuck off los engatillaron Vinicius y Bellingham contra el joven uzbeko que Guardiola les puso delante. Se diría que lo vieron como una provocación. El pobre retrocedía en cada acometida y parecía que el puesto de lateral derecho lo hubiese conseguido a través de una oferta en LinkedIn de Talentus Sports Recruitment. Después llegó lo de Mbappé a Gvardiol, mímica incluida para explicar la genialidad en la celebración.

La segunda parte fue el gran homenaje, aunque incompleto, que al Madrid nunca le ha apetecido darse contra el Barcelona, para incomprensión de toda su masa social. Se lo dio contra Guardiola, que viene a ser lo mismo, mientras el entrenador impotente se empequeñecía en el banquillo y renunciaba siquiera a hacer cambios hasta que el partido ya era una burla. Todo pasaba mientras Ceballos lanzaba su particular fuck off a las viudas de Kroos, Tchouameni se lo decía de reojo a Ancelotti para que no le vuelva a poner de central, y a Valverde se le escapaba la risilla del que se acuerda de tantos laterales derechos de élite a los que no les saldrá en toda su carrera una eliminatoria como la suya en estos dieciseisavos (!) de final.

En el prescindible epílogo a todos les dio tiempo a pensar que hasta hace nada Nico era un cedido del Valencia, Savinho jugaba en el Girona y que el revulsivo de Guardiola fue un chico llamado McAtee, con el dorsal 87. A veces nuestros monstruos no son tan grandes como nos parecen, pero el Real Madrid siempre es tan grande como dice su historia. Pero arriba las espadas: nunca nada se puede celebrar del todo. Más preocupante que un cruce con el Atleti es saber que existe la opción de que usted vaya hoy a trabajar, tan feliz, y su jefe haya decidido a sus espaldas contratar una charla motivacional de Munuera Montero. Cuidado.

Sin Haaland y sin brío, el City de Guardiola se avejenta: “Hemos sido un equipo cojonudo, pero las cosas no son eternas”

Actualizado Miércoles, 19 febrero 2025 - 23:14

La temporada del Manchester City no le permite prescindir de jugadores que son la clave de bóveda del equipo de Pep Guardiola. Ya está siendo duro sobrevivir a la ausencia de Rodri como para tener que hacerlo también a la de Haaland... en el Santiago Bernabéu. Les tocó hacerlo, esforzarse en evitar ser sepultado por el maremoto desatado por el Real Madrid que quería enterrar una era y evidenciar que, ni con dinero, encuentra el City la medicina que le cure su envejecimiento.

Ni Guardiola lo oculta. "Hemos sido un equipo cojonudo, pero este año, por muchísimas razones, hemos perdido esa contundencia. Las cosas no son eternas", dijo el técnico antes de recordar los méritos de su equipo en los últimos años y de dejar claro que puede ser el fin de un ciclo, pero no del suyo en el banquillo. "Sí tengo fuerza para quedarme, sí tengo ganas de seguir, sí", confesó en declaraciones a Movistar.

La tarea titánica de la remontada "ante el mejor Real Madrid que me he encontrado en años", dijo el entrenador catalán, se le complicó al City desde antes de saltar al campo cuando se comprobó que el noruego no estaría en el once.

La estadística, en este caso, estaba reñida con el estado de ánimo. Marcaba que el City solo había perdido tres partidos cuando el gigantón no era titular y ninguno en la Champions. Pero era otro City, aquel poderoso que no tenía la mandíbula de cristal. El actual, donde a veces, solo a veces, brillan el noruego, Gvardiol y empieza a dar fogonazos Omar Marmoush, no puede permitirse el lujo de no amenazar con su mejor delantero.

Justificó Guardiola la suplencia de Haaland en que «se sentía mal», sin más detalles, pero es que ni siquiera tocó pelota en el rondo de suplentes del calentamiento. No pareció más que un susto el problema en la rodilla que sufrió en los minutos finales del duelo ante el Newcastle, pero puede andar entre algodones porque si la empresa en el Bernabéu era temible, el domingo en la Premier espera el Liverpool.

Lo cierto es que sin Haaland en el campo, el City no tiró entre los tres palos de Courtois en toda la primera parte y vio cómo Mbappé le hacía jirones para convertirse en jugador que más goles le ha marcado igualando a Messi (7) y superando a Benzema (6). Nunca ha tenido el noruego una noche dorada ante el Real Madrid y le tocó asistir como espectador a la coronación del francés.

Le costó cuatro minutos desnudar a los centrales, y a Ederson, para empinar a proeza. Y, para colmo, al City le llegó otro golpe en forma de lesión de Stone. Dos mensajes de desaliento antes de que se cumplieran diez minutos de un partido que se convertía en imposible. Como toda la temporada, desgraciada, aciaga. Esquivó de milagro la deshonrosa eliminación sobre la bocina de fase de liguilla, pero el cruce contra el Real Madrid aventuraba lo peor.

Erling Haaland, en el banquillo.

Erling Haaland, en el banquillo.kiko huescaefe

Si tras el primer gol nada hacía pensar que Guardiola pudiera evitar salir del Bernabéu con su tercera derrota europea, el segundo antes del descanso lo confirmó. Al técnico le tocó hacer un ejercicio de resignación viendo cómo su equipo hasta caía en fuera de juego en jugadas a balón parado. Era un City desconocido al que dos de sus archienemigos europeos, PSG y Real Madrid, lo convirtieron en vulgar endosándole goleadas vergonzosas.

Fue un títere en manos de los blancos toda la eliminatoria, aunque por momentos se sostuvieran en el Etihad. Pero el Bernabéu son palabras mayores. No pudo arrebatarle el control del balón a los blancos y tampoco asfixió para recuperarlo como solía hacer. A eso se suma que cuando lo tuvo, lo manejó al trantrán, muy lejos de las zonas de peligro y sin conseguir que llegara a las botas de Savinho, Foden o Marmoush. Los tres fueron fantasmas hasta el añadido, cuando el egipcio estrelló una falta que escupió el poste pero rebañó Nico para marcar un gol estéril.

Imposible focalizar de dónde nacía la mediocridad de los mancunianos. Falló la defensa, Nico González y Gündogan fueron incapaces de incomodar a Tchouaméni y Ceballos, y el Madrid tocaba arrebato con suma comodidad para encerrar a rival deseando que el colegiado rumano Kovacs acabara con el sufrimiento.