Pedri se suma a la larga lista de bajas del Barcelona y estará ausente al menos tres semanas

Pedri se suma a la larga lista de bajas del Barcelona y estará ausente al menos tres semanas

Actualizado Jueves, 30 octubre 2025 - 18:03

La enfermería está siendo toda una pesadilla para el Barcelona en este arranque de temporada. Por mucho que el pasado 18 de octubre Hansi Flick lograra recuperar a dos piezas tan importantes como Lamine Yamal y Fermín, con rendimiento por ahora dispar, después de que ambos se vieran obligados a parar por sendas lesiones, un nombre de peso ha vuelto a engrosar sus filas: el de Pedri.

El centrocampista, imprescindible en los esquemas del germano (por eso prácticamente no ha tenido descanso en lo que llevamos de curso) tendrá que estar en el dique seco por lo menos un mínimo de entre tres y cuatro semanas.

El último clásico le salió muy caro al canario. Además de ver dos tarjetas amarillas, que le costaron la consiguiente expulsión y que ya le impedían estar sobre el césped este domingo ante el Elche en Montjuïc, se marchó con unos problemas musculares cuyo diagnóstico ha sido todo un jarro de agua fría: una rotura del bíceps femoral distal de la pierna izquierda que le obligará a perderse, por lo menos, hasta el próximo parón por las selecciones.

Así, el jugador, además del duelo contra el Elche para el que ya estaba descartado, se perderá al menos los partidos frente al Brujas, en la Champions, y el Celta, en la Liga. Si se cumplen las peores previsiones y su ausencia se prolonga hasta finales de noviembre, en este caso también sería baja contra el Chelsea, el Athletic y el Alavés en el torneo de la regularidad. E incluso podría llegar muy justo para medirse con el Atlético de Madrid el próximo 2 de diciembre, en jornada adelantada por la disputa de la Supercopa de España que se celebrará entre el 7 y el 11 de enero en Yeda.

Un futbolista capital

Pedri es desde hace tiempo un jugador capital en el equipo de Flick, no solo por su capacidad de generar juego sino también por su eficacia a la hora de ejecutar la presión y recuperar balones. Dos de los goles del Barcelona en los dos últimos partidos, ante Olympiacos, en la Liga de Campeones, y frente al Real Madrid, nacieron de un robo suyo en las cercanías del área. Su crecimiento ha sido exponencial desde la llegada del entrenador alemán.

Con el canario, ahora mismo la enfermería del Barça cuenta con un total de ocho inquilinos. Marc-André ter Stegen fue de los primeros en caer en ella. El capitán azulgrana, tras un rifirrafe con el club, decidido a buscarle una salida el pasado verano, se operó de una lesión en la espalda y actualmente ni siquiera tiene ficha, dado que se consideró que su lesión era de larga duración.

Gavi, por su parte, tuvo que someterse a una artroscopia en su rodilla derecha, la misma que lo tuvo de baja casi un año tras romperse el ligamento cruzado anterior con la selección española en 2023, por problemas con el menisco interno y su reaparición está prevista para finales de febrero de 2026.

Andreas Christensen, por otro lado, está de baja indefinida por problemas musculares, mientras que Joan García, que tuvo que ser intervenido también por una rotura de menisco, en este caso el interno de su rodilla izquierda, podría reaparecer después del próximo parón por los compromisos de los diferentes combinados nacionales. La recuperación del portero sería bastante más rápida que la de Gavi debido a que en el caso del sevillano se optó por suturar el menisco como mejor método para solventar su dolencia, a pesar de que ello implica un periodo de baja más prolongado.

Raphinha, por su parte, con una lesión en el muslo de la que no acaba de recuperarse del todo, por mucho que se especulara con un hipotético retorno en el último clásico, también volvería en principio a ponerse bajo las órdenes de Flick tras el próximo parón, y Dani Olmo, que regresó de la última convocatoria de la Roja con problemas en el sóleo de la pierna izquierda, podría estar a punto para regresar a los terrenos de juego la semana que viene, ya sea frente al Brujas, en la Champions, o ante el Celta, en la Liga.

Quien parece haber pulverizado las previsiones, finalmente, sería un Robert Lewandowski que, pese a que se señaló que estaría de baja entre tres y seis semanas tras romperse con su selección el pasado 12 de octubre, ya ha hecho una parte del trabajo con el grupo y podría formar parte de la convocatoria para el partido de este domingo frente al Elche.

Fermín y Rashford se llevan por delante a un Olympiacos con 10

Fermín y Rashford se llevan por delante a un Olympiacos con 10

El desenfreno es una virtud en el fútbol. Es catalizador, sinónimo de chispa, improvisación y hasta genialidad. Sirve para adornar grandes victorias y, sobre todo, para rescatar cuando un duelo se atasca. Eso es lo que hizo Fermín desatándose ante Olympiacos para liderar a un Barça que, sin brillo, acabó armando una goleada en Champions que, si no su fútbol, afila su ánimo para la visita al Bernabéu. [Narración y estadísticas (6-1)]

Tuvo suerte Flick de que la pasión de Fermín le hiciera agarrarse al Barça. A su fe incombustible se unió la de Rashford, cada día más teñido de azulgrana, y con el permiso de Pedri, golpear en Europa sin echar de menos a Raphinha, Lewandowski o la mejor versión de Lamine Yamal. Ahora bien, el resultado no puede enmascarar que el partido fue turbio hasta mediada la segunda parte, cuando en 30 minutos lo zarandearon los culés.

Y es que, por si el Barça tenía la intención de sestear, el portugués Podence hizo estirarse a Szczesny a los 39 segundos de arrancar el partido. Los griegos, con Mendilibar al mando, no querían conceder ni una sola ventaja, y eso era un aviso de que tocaba sacudirse la pereza. Flick, ante la plaga de lesiones, había confiado el ataque a Rashford y en la sala de mando junto a Pedri a un debutante Dro y al hombre que nunca le falla: Fermín. Afilado en ataque, es el mejor soldado del alemán en el campo. Tanto que se encargó de borrar de un plumazo cualquier atisbo de sorpresa, y no una, sino hasta dos veces, para acabar con su primer hat trick en Europa.

Ningún partido cómodo

Al susto inicial de Olympiacos respondió el sevillano armando una contra apoyándose en Lamine Yamal para acabar fusilando a Tzolakis. Le había regalado la ocasión al extremo, pero como no encontró el hueco para el remate, apareció con un golpeo inapelable. Con ventaja a los seis minutos de juego, el Barça tenía la ocasión de apretar el acelerador, resolver y tumbarse a pensar en el Clásico del Bernabéu. Pero no.

A este equipo le cuesta ganarse un partido cómodo y se encontró con los griegos rondando el área y probando con disparos como el de Dani García. Al trantrán, los azulgranas eran incapaces de sacudirse el agobio de un rival que veía cómo al no subirle las revoluciones al duelo, sus opciones aumentaban. Fue entonces cuando volvió a aparecer Fermín.

Esta vez se vio beneficiado por su conexión con Pedri y Dro. El canario le birló la pelota en el centro del campo a los griegos, buscó al joven gallego para que, de tacón, intuyó la llegada por la banda de Balde y le sirviera un balón a Fermín al corazón del área. Recorte y segundo gol.

Rashford, ante Retsos, en el área.

Rashford, ante Retsos, en el área.AFP

Al descanso, el Barça se marchó con ventaja pero todavía sin buenas sensaciones.Por eso, aunque en la segunda parte arrancó otra vez con Fermín cabeceando un centro de Lamine, se torció. Sin tensión, los errores aparecen. En el despeje de un centro lateral de Olympiacos, Eric García tocó el balón con la mano. Aunque la jugada acabó en gol, como no subiría al marcador por fuera de juego, el VAR avisó al colegiado suizo del penalti, que no falló El Kaabi. Se apretaba el resultado cuando el Barça más necesitaba sentenciarlo.

Entonces apareció el árbitro para ponérselo más fácil con la expulsión por doble amarilla de Hezze, momento en que Flick aprovechó para mirar a su banquillo. Antes Rashford había forzado al meta Tzolakis y le había sacado un penalti que, VAR mediante, Lamine Yamal convirtió en una ventaja ya definitiva. La joven estrella aún no brilla, pero deja destellos. Mientras, son otros los que toman el protagonismo.

El cuarto gol lo marcó Rashford con un golpe seco con paradinha en el área a pase de Balde. Como la noche ya estaba para lucimiento, Roony se sacó un centro desde la línea de fondo con un regate de cola de vaca que Fermín envió al fondo de la red. Aún apareció de nuevo el goleador inglés para, como si de un duelo de pistoleros se tratara, marcar el sexto y cerrar un marcador de tenis con un cañonazo de derecha a pase de Pedri. Goleada europea.

Cuatro más de una España intratable

Cuatro más de una España intratable

Actualizado Martes, 14 octubre 2025 - 23:06

Esta vez fueron cuatro goles, el doble de los que recibió la miedosa Georgia, aunque Bulgaria expuso un poco más, incluso se atrevió a desplegarse ofensivamente con cautela. Pero la selección de estos lobos rojos está hambrienta, insaciable y logró que tampoco ninguna oveja suelta le marcase.

El fútbol se convierte en una bufonada cuando un equipo inferior se dedica, como un cordero asustado, a sofocar a un lobo siempre hambriento de goles. Feroz, pero esta noche, hasta más lento, más cansado del de hace tres días.

Bulgaria, por el contrario, pareció que ponía mejores ladrillos en el muro de los que puso la cobarde Georgia. Es muy posible que en su defensa de seis hubiese cinco larguiruchos que sometieron a Samu a un castigo excesivo. Incluso a saltar en ocasiones más que Merino.

Una vez más sólo Pedri tuvo esa imaginación, esa magia para penetrar en el muro como un fantasma y generarse dos goles como si fuera un dios del gol. Uno dio en el poste y el otro no entró de milagro. Mientras la posesión española era de un escandaloso 80%. Algo ridículo y escabroso para la competición que propugna esos dirigentes en Suiza.

Aunque el balón corría más lento. Baena mejoró a Yeremy, Grimaldo hizo olvidar a Cucurella y los centros de Pedro Porro, quizá mas cansado que el otro día, habían perdido dirección.

Es curioso que los búlgaros recibieran 1-0 y se atrevieran a hacer correr al lobo y casi meterlo pasajeramente en su madriguera. Hasta tuvieron una oportunidad, pero la distancias son tan infinitas como las diferencias de una selección a otra, que parece ridículo formalizar estos encuentros oficiales.

No fue una sorpresa la segunda parte. Otro cabezazo de Merino y seis goles, cada cuatro partidos, así que este es el verdadero lobo rojo que ataca desde las alturas. Borja Iglesias es mejor que Samu como ariete, pero los años pesan y De la Fuente tendría que pensar en otros goleadores, que los hay, en la sub-20 y la sub-21. Que se atreva es otra historia.

A pesar de que los búlgaros habían defendido mejor, no se habían esclavizado tanto como Georgia, pero tres goles más empañaron la actuación más que notable del meta Mitov, que pareció una diosa india como Kali, con muchos brazos.

Al final, en el último éxtasis hubo un penalti que Merino dejó al gran especialista, Oyarzabal, el mejor para estas ejecuciones. Y fin de un partido que siempre reprochará las marranadas de las organizaciones del fútbol. España con De la Fuente roza más récords. Poco a poco será como el equipo santo del siglo XXI.

Me resulta infame, escrupulosamente inmoral lo que hacen las pérfidas UEFA y FIFA con tanto partido basura. Tan sólo con la avaricia de jugar más y más dinero como si fueran el tío Gilito. Hacen sucumbir a los jugadores, que son los protagonistas de sus fabulosas ganancias.

Se habló de una huelga de futbolistas, de someter a esas perturbadas económicas a un impasse para detener este castigo soez y enfermizo. Pero los jugadores no son sindicalistas. Juegan y se plantean políticamente su vida muy individualmente. Mientras, la UEFA y la FIFA matan lentamente a sus huevos de oro.

Una ciudad, Valladolid, y un rival, Bulgaria, para colocar a esta España a la altura de la de 2012

Una ciudad, Valladolid, y un rival, Bulgaria, para colocar a esta España a la altura de la de 2012

La selección búlgara se aloja en un hotel algo alejado del centro de Valladolid, pero incluso de haber estado en la mismísima calle de Santiago nadie hubiera reparado en ellos. Es el rival de España esta noche, y se llenará el José Zorrilla para ver al equipo de Luis de la Fuente, que en realidad no juega contra Bulgaria, a la que, se sobreentiende, va a ganar sin apenas esfuerzo, sino contra sí misma. ¿Por qué? Sencillo. Si hoy gana (o al menos no pierde, y no perder sería un cataclismo), igualará una cifra que pone sobre el tablero de nuevo una pregunta recurrente: ¿Se puede comparar a esta selección con la del periodo 2008-2012?

Si España no cae esta noche, sumará 29 partidos oficiales consecutivos sin hacerlo. Igualará la mejor racha de la historia de la selección, firmada entre 2010 y 2013 por el equipo dirigido entonces por Vicente del Bosque. Aquel equipo cedió en el primer partido del Mundial (que terminaría ganando) contra Suiza, y estuvo esas 29 citas hasta que hincó la rodilla contra la Brasil de Neymar en la final de la Copa Confederaciones de 2013. Entonces, fueron 24 victorias y cinco derrotas.

Para saber más

Este equipo, es sabido, perdió contra Escocia en la fase de clasificación para la Eurocopa, era marzo de 2023, y de momento ahí sigue. Por matizar, que siempre hay tiquismiquis, FIFA y UEFA cuentan los partidos que van a los penaltis como empates.

28 de marzo en Doha

Por eso, a esta España no le cuentan como victorias la final de la Liga de Naciones de 2023 contra Croacia ni los cuartos de final de esa misma competición este año, en marzo ante Países Bajos. Como tampoco le cuenta como derrota la final de junio contra Portugal, resuelta en una tanda. En el caso del presente, España suma 23 victorias y cinco empates, exactamente igual que la gran España de Del Bosque.

Mirando un poco más allá de esta noche, el equipo tiene en noviembre la posibilidad de igualar esta racha a nivel mundial. De momento, es Italia la selección que en toda la historia del fútbol más partidos ha permanecido invicta. Son 31. Si España no pierde en noviembre en Georgia (día 15) y en Sevilla con Turquía (día 18), estará a esa altura, y entonces se multiplicaría el morbo de la siguiente cita. Sería ya en marzo, sería probablemente en Doha, sería probablemente el sábado 28, y sería ante Argentina, ante Leo Messi, cuando España podría convertirse en el equipo con la racha de partidos sin perder más larga de la historia del fútbol. Casi nada.

«Primero vamos a clasificarnos para el Mundial», insiste De la Fuente, aunque él, como todos, tiene en la cabeza estas cosas. Porque la comparación con la mejor época de la selección española la tienen presente todos los miembros de la Federación, conscientes de estar ante un equipo que ya ha ganado una Eurocopa (también una Liga de Naciones, pero sobre todo una Eurocopa), que ha llegado a las finales de las tres últimas competiciones que ha disputado y que mira al Mundial sabiendo que es una de las dos-tres grandes favoritas, sino la gran favorita.

Pedro Porro, ante Dvali, el sábado en el Martínez Valero.

Pedro Porro, ante Dvali, el sábado en el Martínez Valero.AFP

Si a todo eso se le une la edad media del grueso de los internacionales, especialmente de sus estrellas (Nico, Lamine, Huijsen, Zubimendi, Fabián, Merino, Cubarsí, Pedri, Cucurella, etc...) no es una locura pensar en marcar una época, que siempre luce mucho en el currículum.

De momento esta noche se intuye un equipo de Luis de la Fuente que certifique todavía más la idea de de aquí puede jugar (casi) cualquiera. Sin apagarse los ecos del lío con Lamine Yamal, con Dani Olmo ya en Barcelona y con Ferran siguiéndole desde ayer, parece claro que va a dar descanso a muchos jugadores, especialmente a Pedri y a Cubarsí, en una noche que se presenta plácida. Tanto que casi ya no se juega contra el rival sino contra sí mismo.

El Sevilla pasa por encima del Barça en el Pizjuán

El Sevilla pasa por encima del Barça en el Pizjuán

Actualizado Domingo, 5 octubre 2025 - 18:40

El Sevilla pasó por encima a un Barça superado en todos los frentes. Alexis Sánchez, tras un penalti muy protestado por los azulgrana, Isaac Romero, con una acción precedida por una robo de balón a Koundé que el francés reclamó como falta, Carmona y Adams sentenciaron a un conjunto azulgrana poco o nada reconocible, resignado a devolver el liderato al Real Madrid. Un domingo de fiesta en el Sánchez Pizjuán, donde el Sevilla sólo había ganado uno de sus 12 útimos partidos previos. [Narración y estadísticas (4-1)]

En ataque, con la excepción de Rashford, el Barça se mostró incapaz de batir a un Odisseas Vlachodimos que, incluso, vio cómo Robert Lewandowski desaprovechaba desde los 11 metros la opción de poner el que habría sido el momentáneo 2-2. En defensa, mientras, se las vieron y desearon para frenar las internadas de los sevillistas, muy agresivos a la hora de ir al choque a lo largo y ancho del duelo. El guion, que superó seguramente lo previsto por Matías Almeyda, acabó por deparar un triunfo que los locales añoraban desde hacía 10 años.

El Sevilla se fue al descanso con una ventaja por 2-1 que podría haber sido incluso más ancha, por mucho que los azulgrana pudieran sentirse perjudicados por cómo llegaron esos tantos. El primero lo marcó Alexis Sánchez, de penalti, después de que el colegiado corrigiera su valoración sobre una acción entre Araujo e Isaac Romero que inicialmente había considerado como no punible a instancias del VAR.

Falta de mordiente

El segundo lo anotó el propio Romero, tras una recuperación en la que Koundé reclamó falta y que tanto el trencilla como el videoarbitraje no consideraron como tal a falta de poco más de 20 minutos para el final del primer tiempo. Entre medias, los locales podrían haberse marchado aún con más claridad en el marcador. Ante la falta de mordiente azulgrana en ataque y de intensidad a nivel defensivo, la poca puntería, en unas ocasiones, y las buenas intervenciones de Szczesny, especialmente tras un gran remate de Mendy, se encargaron de evitar que las distancias fueran aún más largas.

Y eso les costaría caro. Rashford, tras una buena asistencia de un Pedri incomodísimo a lo largo de toda la primera parte ante los pegajosos marcajes, se encargó de marcar el 2-1 en la prolongación de los primeros 45 minutos e inauguró así su cuenta anotadora en la Liga tras haberse estrenado ya en la Champions.

Visto lo visto, Flick buscó cambiar el devenir del duelo dando entrada a Balde y Eric por Gerard Martín y Araujo para empezar la segunda parte. Y lo cierto es que los azulgrana empezaron a ganar más duelos con un rival que, pese a todo, siguió insistiendo en sus llegadas al área barcelonista e incluso pidió penalti por una posible mano de Balde no considerado como tal ni por el árbitro ni por el VAR.

Akor Adams festeja el 4-1, el domingo en el Sánchez-Pizjuán.

Akor Adams festeja el 4-1, el domingo en el Sánchez-Pizjuán.EFE

Tal insistencia descentró el libro de ruta de un Barça que, pasados los apuros iniciales, encontró la forma de darles respuesta. Primero, con un Pedri que puso a prueba la seguridad de Odisseas Vlachodimos. Acto seguido, con un remate de cabeza de Eric tras el córner bien resuelto por el meta greco germano. La mejor opción la tendría Lewandowski, tras un penalti de Januzaj sobre Balde que el polaco, con su estilo desesperante tanto para propios como para extraños, mandó fuera.

Buscó Lewandowski resarcirse poco después con una buena asistencia para Roony Bardghji que el delantero sueco, con todo a favor para anotar su primer tanto oficial como jugador del Barça, culminó con un disparo que murió mansamente en las manos de Vlachodimos. El sueco también trató de redimirse cuando el partido moría, pero su disparo sería bien bloqueado por el arquero local en una acción que, de hecho, sería la antesala de la sentencia sevillista.

Carmona, en una salida a la contra, se encargó de marcar el definitivo 3-1 con un disparo cruzado que, pese al intento de Szczesny por desviarla con la punta de los dedos, acabó besando la red. Y Adams, en la prolongación, remató la faena con el 4-1 desatando el delirio de la grada de un Sánchez-Pizjuán muy poco acostumbrado en los últimos tiempos a hacerse con los tres puntos en casa.

Lamine está totalmente descentrado

Lamine está totalmente descentrado

Un minuto en la vida de Lamine Yamal son muchos minutos. Como los 90 del Bernabéu que decía en italiano Juanito. Cuando apenas tienes 18 años, un minuto es buena parte de tu vida. Ahora también es buena parte de la vida del PSG. Primer minuto, llega la pelota a Lamine, e hizo todo lo necesario para ganar el balón de oro en 2026, incluido que Dembélé no estuviera en el campo.

Está claro que, como dice Flick, Lamine «tiene que centrarse en esforzarse mucho». Y no como Cubarsí. Parte del esfuerzo supone no centrarse en lo que le preguntan a Flick los periodistas. Como que si Lamine es el jugador más determinante del fútbol europeo. O el mejor en «suposisión», que dijo, o supuso, en el descanso Figo. Algo que no podría decir de Valverde, que es el mejor en muchísimas. Los esfuerzos por ver descentrado a Lamine son dignos de elogio, o dignos de alguien que no ve partidos de fútbol: que si a su padre lo apuñalan, que si su madre se va de cena, que si los enanos, que si sus gafas de sol, que si sus cadenitas, que si su novia es mayor, que si se sube a un yate en la costa de Mónaco, y encima se pone a hacer deporte. A veces creo que acaba los partidos y vuelve sin ducharse a su fiesta de cumpleaños. Cualquier día acabarán consiguiendo que llegue tarde a un entreno, o que se pase el primer minuto de partido sin tirar un par de caños.

Tengo que reconocer que, por sus pintas, yo a Lamine lo veo descentradísimo. Y que sin ver las mías sueno a señor de casi 50 años. La vida de Lamine no puede ser más transparente. Demasiado incluso para mi gusto. Un día supimos que empezaba a salir con Nicki Nicole, y al siguiente que tenía una lesión de pubis que le ha tenido un mes de baja, sin que haya trascendido el tiempo de baja de Nicki Nicole, quien para más humillación, vio cómo culpaban a Luis de la Fuente y no a ella.

No es cierto que en Montjuic se viera a los dos mejores equipos del mundo. Quizá a uno. Eso es algo que sólo se puede decir en la final, o al final del partido de ayer, porque has visto un partidazo de dos equipos cargados de bajas, que sólo se estaban jugando los puntos de la liguilla. También porque incluso con Lamine descentrado, y Dembélé en Paris, Vitinha y Pedri consiguieron que los dos mejores jugadores del mundo siguieran en el campo.

Arda Güler es como el Betadine

Arda Güler es como el Betadine

Arda Güler fue de lo poco presentable, si es que lo hubo, en el impresentable Madrid del Metropolitano. Fue el actor principal en el espejismo blanco, con una asistencia y un gol, y en el baño de realidad, al cometer un penalti sin saber muy bien lo que hacía. El derbi puso en cuestión buena parte de los argumentos de la reconstrucción de Xabi Alonso, especialmente la solidez defensiva. Pero no la apuesta por un jugador especial, aunque ante el Atlético el turco no estuviera en el lugar donde nada escapa a la percepción de su mirada perdida. De vuelta a los medios, en el partido de curarse las heridas ante una cenicienta de la Champions, Güler fue como el Betadine.

Una vez bajó el ímpetu del Kairat Almaty y el Madrid movió la pelota, quedó claro cuál es el futbolista que le ofrece la mejor dirección en las transiciones ofensivas. Cuanto más centrado, más amplía su prisma. Güler recibe, se gira y pasan cosas, cosas distintas. Mbappé, que ha marcado cinco de los siete goles del Madrid en los dos partidos de Champions, es el que mejor lo ha entendido en este inicio de curso, con movimientos intencionados en cuanto recibe el jugador turco, lo que ha propiciado ya una interesante conexión para el Madrid. Mbappé habla el mismo idioma que Tchouaméni, pero cuando la pelota llega al mediocentro francés, no pasan cosas distintas.

Es posible que Güler no tenga todas las condiciones que se exije a un pivote, rol que, ayer, realizaron Thouaméni y Ceballos, pero, con semejante visión de juego, cuanto más campo tenga en el periscopio, mejor. No son comparables, porque no lo es, por ahora, el rango de los jugadores, pero es la misma razón por la que Hansi Flick coloca a Pedri en la base del juego, en lugar de adelantarlo a la zona de los interiores, donde suele jugar con la selección. En las dos posiciones es sobresaliente. En la segunda, está más cerca del gol, pero en la primera impone su personalidad al juego.

La de Güler, de 20 años, está por formarse en el terreno de juego, después de un tiempo extraño, de adaptación, desencuentros con Ancelotti e inseguridades. Todo indica que Xabi Alonso se ha puesto a la tarea, en el intento de construir un Madrid más coral, y esa es la razón por la que pierde pie Valverde, el rey de las conducciones. Xabi quiere combinación, velocidad y presión. Las necesita, porque no en todas partes, como en los apeaderos de la Liga o la Champions, basta con el solista Mbappé.

Lamine, Pedri y Fabián Ruiz, los únicos españoles candidatos al Balón de Oro

Lamine, Pedri y Fabián Ruiz, los únicos españoles candidatos al Balón de Oro

Actualizado Jueves, 7 agosto 2025 - 16:46

París busca heredero para Rodrigo Hernández. La revista France Football anunció ayer la relación de candidatos a la conquista del Balón de Oro, premio que este año adelanta fecha de entrega al próximo 22 de septiembre. El fútbol español, que en el ejercicio anterior obtuvo gran protagonismo con la prensencia de Rodrigo y Carvajal entre los mejores, este año opta al galardón con sólo tres candidatos entre los 30 elegidos. Los nominados son Fabián Ruiz, centrocampista del PSG, y los barcelonistas Lamine Yamal y Pedri.

En la nómina de aspirantes también aparece Vinicius, que el pasado se negó a acudir a la ceremonia tras entenarse que no había sido el vencedor. En desagravio, el Real Madrid no acudió acto organizado en la capital francesa.

Los restantes seleccionados al mejor jugador de son Robert Lewandowski (Barcelona), Raphinha (Barcelona), Dembélé (PSG), Donnarumma (PSG), Jude Bellingham (Real Madrid), Désiré Doué (PSG), Dumfries (Inter Milan), Haaland (Manchester City), Guirassy (Borussia Dormund), Gyökeres (Arsenal), Hakimi (PSG), Harry Kane (Bayern de Munich), Kvaratskhelia (PSG), Mac Allister (Liverpool), Lautaro Martínez (Inter Milán), Scott McTominay (Nápoles), Kylian Mbappé (Real Madrid), Nuno Mendes (PSG), Joao Neves (PSG), Cole Palmer (Chelsea), Michael Olise (Bayern de Munich), Declan Rice (Arsenal), Van Dijk (Liverpool), Salah (Liverpool), Florian Wirtz (Liverpool) y Vitinha (PSG).

Lamine Yamal, ganador del trofeo Kopa, el Balón de Oro de menores de 21 años, en 2024, repite entre los candidatos para el de 2025. En este apartado que también sobresalen su compañero Pau Cubarsí y el madridista Dean Huijsen.

Luis Enrique figura como el gran favorito para conseguir el premio Cruyff al mejor entrenador de la pasada temporada, al que también aspira el alemán del Barcelona Hansi Flick.

Por su parte, Aitana Bonmatí, ganadora de la anterior edición, opta la premio de mejor jugadora. También fueron seleccionadas, entre otras, Alexia Putellas y la brasileña Marta. Cata Coll aspira al galadón de mejor portera.

El Barcelona masculino figura entre los cinco candidatos, junto al PSG, Botafogo, Chelsea y Liverpool.

Así convirtió Luis Enrique al PSG en una máquina perfecta: "Es un líder que se ha ganado la credibilidad"

Así convirtió Luis Enrique al PSG en una máquina perfecta: “Es un líder que se ha ganado la credibilidad”

Tres equipos han deslumbrado en Europa: uno en todo el continente y otros dos, principalmente, en sus competiciones domésticas. PSG, Liverpool y FC Barcelona han sufrido una transformación de un año a otro. No han sido los futbolistas los responsables sino la llegada o consolidación de entrenadores que han impuesto sus ideas por encima de los privilegios de ciertos jugadores.

El equipo francés comenzó el Mundial de clubes como terminó la temporada: ganando. Ha logrado todos los títulos del curso y es favorito también para este. Lo ha hecho, además, justo el año en que Kylian Mbappé dejaba su disciplina. Luis Enrique ya avisó que mejoraría al equipo tras la salida del francés: "Tener un jugador que se movía por donde él quería implica que hay situaciones de juego que yo no controlo. Este año las voy a controlar todas. Prefiero once que piensen juntos a uno que rompa el mapa por talento", avisó.

"Decirlo es fácil, lo difícil es llevarlo al césped", alaba Antonio Castaño, director académico de la Escuela de Entrenadores de la RFEF y explica: "Hoy no hay nadie que pueda permitirse tener jugadores que en una fase del juego, la defensiva, no participen". Y los once del PSG lo han hecho y de qué manera. De la final ante el Inter de Milan, muchos como Castaño recuerdan más las carreras de 70 metros de Kvaratskhelia para recuperar posición que los regates en área italiana, como hizo también ante el Atlético.

"Un instante en perderla"

Por citar otro nombre propio, Desiré Doué, aunque no brillara ante los rojiblancos, tiene uno de los mejores ratings defensivos del equipo del asturiano. Es el sexto que más disputas gana y el tercero en faltas cometidas. Ese compromiso, Castaño dice que se resume en una frase: "Es un líder que se ha ganado la credibilidad" y añade que esta credibilidad "tardas una vida en ganártela y un instante en perderla". Habrá que valorar este Mundial y, especialmente, la temporada siguiente, pero parece que la fe en Luis Enrique es total.

La mejora del rendimiento colectivo afecta al individual y, volviendo a Doué, el francés ha sido el tercer jugador que más se ha revalorizado este año empatado con el segundo. Su precio ha crecido 60 millones de euros igual que el del barcelonista Pedri. El que lidera esta clasificación, claro, es otro culé que ha deslumbrado al mundo, Lamine Yamal, con un crecimiento de 110 millones de euros.

En el top-20 también están Cubarsí (6º, +50 millones) y Raphinha (14º, +40 millones), pero no hay futbolista del Barça que no se haya revalorizado este año y eso es gracias a la llegada de Hansi Flick. "Cuando un equipo a nivel colectivo funciona bien, todos los individuos se ven beneficiados en su rendimiento, el nivel parece más alto", explica Castaño.

Hansi Flick, en un entrenamiento del Barça.

Hansi Flick, en un entrenamiento del Barça.AFP

Y el equipo del alemán ha sido un reloj con una defensa que, a juicio del director académico de la RFEF, daba "una sensación angustiosa" por su altura. "La ventaja es que tienes más espacio para robar al rival cuando pierdes la pelota", apunta Castaño y cree que Flick "ha exagerado" la obsesión de Guardiola del 3-5, intentar robar la pelota en menos de tres segundos y finalizar en cinco.

Hay una cuestión táctica que, será por la estancia de Luis Enrique en el club barcelonista, o será por el sello del asturiano pero, tanto Barça como PSG, tienden a juntarse hacia los delanteros y no hacia los defensas. "Lo que vemos en la tele es donde está el balón, pero no vemos como una presión adecuada arriba sube la línea de defensa", apostilla el entrenador.

Beatles y Rolling Stones

Otro de los equipos que se ha construido a imagen y semejanza de su entrenador es el Liverpool de Arne Slot. "Un equipo se tiene que parecer al entrenador, como los perros al dueño, el suyo es más los Beatles y el de Klopp, los Rolling Stones", comienza Castaño sobre un conjunto red que ha ganado con holgura en la Premier, pero que fue descabalgado a las primeras de cambio por el PSG de Luis Enrique en la Champions. "Han cambiado la visceralidad por la racionalidad", razona el director académico de la escuela de entrenadores de la RFEF sobre un técnico que se ha unido a la lista de debutantes que antes han alcanzado 20 victorias con su equipo en la liga inglesa, el holandés tardó 24 duelos.

Otro de los cambios aplicados al Liverpool y que se diferencia de PSG y Barça es la presión defensiva que no es inmediata sino que se produce cuando el potencial robo sea en una zona peligrosa del rival. "A veces dejan dar dos o tres pases antes de ir a por el balón", apunta Castaño. Y han cambiado también las transiciones veloces y "a tumba abierta" por tener un poco más el balón para "descansar" con él.

Tres equipos, tres técnicos que han dado la vuelta a sus plantillas y las han revalorizado. Pero sólo uno podrá mostrarlo al mundo desde Estados Unidos. Luis Enrique ya ha empezado desde el primer duelo.

Lamine Yamal reivindica el Balón de Oro y reta a Cristiano: "Es una leyenda, pero haré mi trabajo, que es ganar"

Lamine Yamal reivindica el Balón de Oro y reta a Cristiano: “Es una leyenda, pero haré mi trabajo, que es ganar”

Lamine Yamal salió del Stuttgart Arena asombrando tanto como en la Eurocopa. Si el duelo ante Francia media su altura para pelear el Balón de Oro con Dembélé y quien sabe si también con Mbappé, la conclusión la dicta que salió del partido como mejor jugador. Ahora le espera Portugal con Cristiano Ronaldo. "Es una leyenda, pero haré mi trabajo que es ganar", advierte.

Mientras, cosecha elogios. "Lamine ha dado un golpe en la mesa. Es el mejor del mundo y merece el Balón de Oro", sentenció Luis de la Fuente. "Cada cosa que hace, sorprende", resumía el presidente de la RFEF, Rafael Louzán. Su compadre Nico Williams, que bailaba con Samu y Gavi, antes del duelo, como si fuera un torneo de juveniles y no una semifinal, lo que quiere es que siga concentrado: "Dejadle tranquilo, que tiene que ganar la final". Bien sabe que nada le despista.

"Lo importante es hablar en el campo. Como le digo a mi madre, para estos partidos juego al fútbol, son los que me motivan", avisó la joven estrella que, como todos, hubiera preferido sufrir un poco menos. "El resultado en el minuto 60 era muy grande, pero sabemos que tienen jugadores de clase mundial", recordaba. Para cuando Francia quiso apretar en el minuto 80, España ya les había avergonzado en dominio y acierto goleador. Dieron el susto, sí, pero esta selección irreverente olvida los "desajustes", como los calificó Merino, y mira ya cómo vencer a Portugal. "Firmo terminar todos los partidos así", decía el seleccionador. "Estoy feliz porque era un partido dificilísimo con dos de los mejores equipos del mundo. Hemos aprovechado nuestro momento, no es fácil meter a un rival cinco goles, y ellos también", sintetizó.

Quizá fuera Stuttgart la clave. Si España juega en su Arena, Mikel Merino aparece como protagonista y si el rival es Francia, Lamine Yamal aparece para destriparla y, aunque apretando los dientes, encadenar 24 partidos oficiales sin perder, 20 victorias y cuatro empates. Ya ha agarrado al equipo de Javier Clemente y amenaza al exitoso de Vicente Del Bosque. Ante Portugal podrá revalidar su condición de campeón de la Liga de Naciones y sumar tres títulos en tres años. Alemania convertida en Tierra Santa.

Los recuerdos de Merino y Pedri

La selección creó en el estadio alemán los recuerdos del pase a las semifinales de la Eurocopa con un gol de Merino a los anfitriones. "Me está dando grandes alegrías", reconoció el jugador del Arsenal. En septiembre de 2020 este mismo estadio vio su debut como internacional, con su padre en la grada. No podía imaginar el histórico futbolista de Osasuna que, cuatro años después, su hijo celebraría un gol que llevaba a España a semifinales de la Eurocopa dando la vuelta al banderín de córner como él hizo en 1991 en un duelo de la entonces Copa de la UEFA. Mucho menos se le pasaba por la cabeza que exactamente once meses después, volviera a hacerlo para encaminar a la selección de nuevo a una final, esta vez de la Nations League. Dos homenajes, además, ante Alemania y Francia que convierten esos goles en inmortales.

Su tanto fue 'conexión Real', con Zubimendi en el inicio de la jugada y el entendimiento con Oyarzabal, que lo dejó solo ante Maignan. Ya había asistido el capitán txuriurdin a Nico Williams, quien abrió el marcador tras una asistencia en pelea con el gigante Konaté. Por algo De la Fuente le tiene fe ciega y es el máximo goleador con nueve tantos y pudieron ser diez si no llega a ser por su generosidad.

Cuando a Lamine lo cazó Rabiot en penalti, se acercó a la estrella culé y le animó a lanzar. No falló pese a ser el primero que pateaba como profesional y dejó sentenciada una eliminatoria que, es justo decirlo, también sostuvo Unai Simón con sus paradas durante algunos minutos. Así lo hizo De la Fuente: "Me alegro mucho por él porque ha sido cuestionado y maltratado durante mucho tiempo".

No parecía que España tuviera miedo al despertar francés, pero por si acaso Pedri marcó un gol magistral, advirtiendo al portugués Vitinha de que está listo para mirarle a los ojos y disputarle la pelota el próximo domingo. De aquellas lágrimas por caer lesionado en la Eurocopa a celebrar su acierto. También durante todo el partido hubo recuerdos en forma de pitada para Marc Cucurella, como si hubiera sido culpable de aquella mano que nadie olvida en Alemania.

Sin defensa que pare a Lamine

Pero aún tenía que aparecer otra vez Lamine Yamal para burlar a toda la defensa gala y, aunque fuera de punterón, marcar su segundo tanto. Tenía razón Deschamps: no ha habido aún una defensa capaz de parar al talento de Rocafonda. España se estaba divirtiendo y hasta pudo haber sumado a la fiesta a Dean Huijsen en su segundo partido como titular. Su gol, el tercero para España tras una jugada ensayada de libre indirecto, fue anulado por un justísimo fuera de juego.

El camino de rosas que dibujó España con el 5-1, porque había aparecido Mbappé, se fue complicando en parte por la relajación de haberse visto tan superiores pero también a causa del ataque de rabia de Francia, que no quería salir tan humillada de la Nations League. Echó mano Deschamps del debut de Cherki, que se estrenó con golazo, y Kolo Muani tanto para intentar remontar como para maquillar el varapalo que pone en la picota la cabeza del seleccionador.