Luis Enrique y los medios

Luis Enrique y los medios

Actualizado Jueves, 3 octubre 2024 - 12:36

11S, Le Pen, Vox, cambio climático, salvajismo, pérdida de autoridad, despolitización, violencia en los estadios, impunidad de los ultras, 'procés', despilfarro político, desinterés por el fútbol, piratería, deuda pública, Mediapro, COVID, la guerra en Yemen... Es simple, al final de cualquier conversación siempre es culpa de los mismos: los periodistas. Ya sea porque hablan mal de un tema del que «no saben nada» o porque no hablan de algo que cl

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Un gravísimo error de Gazzaniga en el 90 arruina el debut del Girona ante el PSG

Un gravísimo error de Gazzaniga en el 90 arruina el debut del Girona ante el PSG

Actualizado Miércoles, 18 septiembre 2024 - 23:03

El fútbol, demasiadas veces, es cruel para los porteros. De nada le sirvió a Paulo Gazzaniga firmar grandes intervenciones ante Ousmane Dembélé o Achraf Hakimi. Justo cuando parecía que nada ni nadie podría evitar que el Girona se llevara un punto de París en su gran estreno en la Champions, el argentino no logró atrapar un disparo de Nuno Mendes que, tras pasar el balón entre sus piernas, acabó por convertirse en el gol que le daría el triunfo a un PSG que se las había visto canutas hasta entonces para batir al portero. [1-0: Narración y estadísticas]

Para saber más

El gesto del portero, desencajado, desconsolado, llevándose sus enguantadas manos a la cara consciente de lo caro que había salido su error, quedará marcado para siempre en la historia del equipo de Míchel.

Los estrenos siempre son complicados. Muy especialmente, ante a un PSG que, sin Mbappé, sigue siendo un rival temible. El equipo que de Luis Enrique manda con puño de hierro en su liga, contando sus partidos por victorias y sumando 16 goles a favor y solo tres en contra. Con esas premisa, no es nada raro que el conjunto parisino tardara nada y menos en meterle el miedo en el cuerpo al Girona con una incursión de Barcola que la defensa visitante acabó por desbaratar como pudo. De poco les sirvió a los de Michel responder poco después por medio de Bryan Gil. Los locales consiguieron mandar en la posesión a lo largo de unos primeros 45 minutos en los que se acercaron con serio peligro a las inmediaciones de un Gazzaniga que, pese a todo, no se vio demasiado exigido bajo los palos. El PSG llegaba, pero le faltaba finalización. El Girona, mientras, tuvo que esperar para silenciar, al menos por unos instantes, la grada del Parque de los Príncipes. Su posesión más larga no sólo le permitió reconciliarse con sus esencias, sino que culminó con un centro cargado de intención que Safonov, relevo bajo los palos del lesionado Donnarumma, le quitó prácticamente de la cabeza a un Stuani que ya se relamía pensando en el remate.

Luis Enrique, durante el partido.

Luis Enrique, durante el partido.FRANCK FIFEAFP

Las cosas se le complicaron un poco a Luis Enrique con la inesperada lesión muscular de un Marco Asensio que, de hecho, había protagonizado una de las muchas llegadas de los parisinos al área conraria. La entrada en el terreno de juego de Kolo Mouani, no obstante, no contribuyó en primera instancia a cambiar decisivamente un panorama que acabó con la primera parte marchándose al descanso sin que ni unos ni otros lograran hacer subir por lo menos un gol al marcador. El Girona, eso sí, tenía al menos en parte el consuelo de haber sobrevivido a un acoso en toda regla de un PSG que, de haber encontrado una opción de remate clara, podría haberle amargado su tan deseado debut en la máxima competición europea. Algo que, apenas unos pocos años atrás en el tiempo, parecía poco menos que una quimera y que se hizo realidad con una temporada 2023-24 de ensueño para los gerundenses.

Tras el descanso, el PSG y el Girona empezaron a lanzarse golpes para deshacer la igualada en unos primeros minutos del segundo tiempo en que la mejor ocasión pasó por las botas de un Dembélé tan voluntarioso como desesperante. El ex azulgrana, con el rival volcado en el área parisina, cruzó casi medio campo con el balón controlado sólo para ver cómo Krejci, inasequible al desaliento y sin hacerle falta, acababa por rebañarle el esférico justo cuando se plantaba solo ante Gazzaniga en una acción defensiva tan valiosa como un gol. Volvería a intentarlo poco después el Mosquito, con un disparo lejano que acabaría por morir en manos del meta argentino, tan solvente como de costumbre a pesar de algún que otro titubeo. Por lo menos, hasta el final y, sobre todo, frustrando de nuevo al francés cuando trató de sorprenderlo buscando la escuadra. De nada le sirvió tampoco pedir penalti por mano, no sancionado por el árbitro al entender que su posición era natural.

Con los locales cada vez más nerviosos, el Girona podría haber encontrado sus opciones para enmudecer completamente al Parque de los Príncipes, en un ocaso en el que Kolo Mouani y Achraf rozaron también el gol. A la postre, sería Mendes, en el añadido, quien acabaría por aprovechar el único gran error de Gazzaniga para condenar a los gerundenses a marcharse de vacío de París.

Luis Enrique, años II en París: sin la mochila de Mbappé, ''formando estrellas'' y hasta con palabrotas

Luis Enrique, años II en París: sin la mochila de Mbappé, ”formando estrellas” y hasta con palabrotas

«No tenéis ni puta idea». No puede haber mejor título para el documental de Movistar sobre la aventura de Luis Enrique en el PSG. En esa frase queda reflejada la arrogancia del entrenador y su estudiada distancia con la prensa, a la que soporta por servidumbres contractuales. En el programa, que se estrena el próximo día 30, se muestra la actividad diaria del asturiano en las instalaciones del poderoso club controlado por el emirato de Qatar. También se hace una emotiva incursión en el ámbito familiar.

La serie de tres capítulos profundiza en la volcánica personalidad de un técnico que abronca a sus jugadores en el vestuario por su falta de compromiso, que golpea con violencia las botellas de agua que hay encima de la mesa, que se encara con Kylian Mbappé, a quien llama Kiki, por el juego «desastroso» o «catastrófico» del equipo.

«Cuanto más mierda y más barro hay, me encuentro mejor», exclama, haciendo honor a ese talante provocador tan característico. También hay tiempo para presentar su perfil más cercano, recordando a su pequeña hija fallecida. «Xanita era increíble, competitiva, muy valiente, muy graciosa, como su padre», dice con una sonrisa.

Luis Enrique es un apasionado de la preparación física y del ciclismo. Ha participado en carreras amateurs de alto nivel y le gusta ir a trabajar en bicicleta. Hace años que practica el earthing- grounding, un método de relajación que consiste en andar descalzo sobre el campo para sentir la «conexión con la naturaleza». En el programa de Movistar aparece en un día lluvioso en París caminando sin calzado por el campo de entrenamiento del equipo y explicando los beneficios que le ha aportado esta terapia: «Tenía alergias, moquillo, tenía que dejar de ir en bici... Desde que lo hago, todo eso desapareció».

El ex seleccionador se siente a gusto con su trabajo en el PSG, a pesar de la enorme carga que recae sobre él, por esa insistencia de Qatar en conquistar la Champions. En su segunda etapa en la entidad parisina parece menos tensionado por la marcha de Mbappé. Ya no tiene que lidiar con aquellas permanentes preguntas sobre el futuro y el estado de forma del ídolo en las conferencias de prensa de la temporada pasada. Convivió sin excesivos problemas con el goleador e incluso, aseguran, ayudó al delantero en su enfrentamiento con la dirección del club, que veía ofensiva su fuga al Real Madrid.

La marcha del francés fue como soltar un lastre. En esta nueva temporada ya ha comenzado a diseñar una plantilla a su manera. En el mercado de verano, el PSG se gastó 180 millones en fichajes, sólo le superó el Atlético, con 185. Contrató al centrocampista portugués Joao Neves (60 millones pagó al Benfica), al delantero francés Desire Doué (60 millones al Rennes), al portero ruso Matvey Safonov (20 al Krasnodar) y al central ecuatoriano William Pacho (40 al Eintracht).

Ahora su margen de maniobra es mayor, como reconoció ayer: «En el Barça viví una etapa maravillosa, pero llegué a un equipo hecho. Todos los entrenadores queremos tener influencia en donde estemos. Aquí tenemos que crear nuestras propias estrellas. Tenemos que adaptarnos, convencer a los jugadores de la forma de jugar. Es un proyecto más maleable. Tengo más influencia con el presidente y con Luis Campos para construir esta estructura y generar algo».

En la víspera del partido contra el Girona, el asturiano valoró positivamente al debutante conjunto español: «Soy fan del Girona. El año pasado vi todos sus partidos y era uno de los equipos más divertidos. Juega muy bien. Es uno de los pocos equipos que nos puede disputar el balón. Me gustan los entrenadores jóvenes como Michel, que tienen la valentía de jugar al ataque». Lucho, en estado puro, tan arisco y, al mismo tiempo, tan cariñoso.

Hansi Flick: el último extranjero novato en el potro de tortura

Hansi Flick: el último extranjero novato en el potro de tortura

Actualizado Miércoles, 14 agosto 2024 - 23:58

Hansi Flick se convertirá este sábado en el último técnico extranjero que se estrena en el fútbol español. Lo hará desde el banquillo de un Barcelona que en los últimos años ha sido una montaña rusa de emociones. Y, también, un potro de tortura. Dos leyendas de la entidad azulgrana, Ronald Koeman y Xavi Hernández, acabaron triturados por la exigencia de un puesto para el que no se tiene memoria. Ni paciencia. El primero, dejó la entidad por la puerta de atrás tras ganar una Copa del Rey. El segundo fue despedido tras sumar una Liga y una Supercopa de España y poco después de ser ratificado en su cargo.

El banquillo azulgrana supone un desgaste tremendo. Incluso a nivel físico. Basta con ver fotografías de Pep Guardiola, Luis Enrique o Ernesto Valverde, al inicio y al final de sus respectivas etapas, para comprobarlo de manera tremendamente esclarecedora. Para esta entidad que el primer equipo cierre una temporada en blanco es imperdonable. A sus seguidores no les importa lo más mínimo que la caja del club esté atravesando por un largo proceso de recuperación. Algo que condiciona las operaciones que pueden llevarse a cabo para conseguir los refuerzos adecuados para pelear por todo. Por lo pronto, el club ha cerrado este verano, hasta ahora, únicamente dos llegadas: Pau Víctor y Dani Olmo. Y, al menos hasta ayer, ninguno de los dos estaba convenientemente inscrito para jugar el sábado ante el Valencia en el estadio de Mestalla.

Cambios en el estilo

Las lesiones de Pedri o Frenkie de Jong, la Eurocopa y los Juegos Olímpicos han provocado que Flick se viera obligado a afrontar los primeros amistosos sin muchos jugadores clave. Y, cuando por fin pudo contar con algunos de ellos, sobre todo con uno que ha tomado tanta trascendencia como Lamine Yamal, llegó la derrota más dura y clara. Con el 0-3 encajado ante el Mónaco, el alemán escuchó los primeros pitos de una grada que va a ser muy exigente. Desde el primer minuto. Los seguidores barcelonistas quieren victorias y buen juego, y les trae sin cuidado que el libro de estilo del ex entrenador del Bayern (bajo su dirección derrotó 2-8 al Barcelona en la Champions de 2020) y de la selección germana (estuvo desde 2021 a 2023) tenga en principio poco que ver con aquello a lo que se han acostumbrado en las últimas décadas.

La preparación física es vital para un entrenador que exige a los suyos que desplieguen una presión asfixiante por todo el terreno de juego. Por eso, las cargas de trabajo están siendo muy fuertes. Ante el Mónaco, los azulgrana parecieron no tener fuelle suficiente durante muchos minutos. Puede que su equipo vaya a ir de menos a más. Pero, aun así, ganar ante el Valencia es vital. Si no, descubrirá muy pronto la peor cara de ser técnico azulgrana.

Rodri, en la justa pelea por un Balón de Oro (casi) imposible

Actualizado Sábado, 13 julio 2024 - 23:55

El «ordenador perfecto», el «mejor centrocampista del mundo», la «clave de España», «el jugador que manda en los partidos»... La lista de elogios de entrenadores, compañeros y rivales hacia Rodri Hernández se antoja interminable. Es el centrocampista total, que ha trasladado su brillo desde el Manchester City a la selección. Y hay quienes le ven como el mejor situado en la carrera hacia el Balón de Oro. No es algo fácil para un jugador clásico, alejado de las redes sociales, sin un gran perfil comercial y que nunca se muerde la lengua ante los periodistas.

Hace un año fue el mejor español en la lista de candidatos. El Balón de Oro volvió a manos de Leo Messi, por delante de Erling Haaland y Kylian Mbappé tras su éxito en el Mundial de Qatar. Cuarto fue Kevin de Bruyne y quinto, Rodri. Era su primera nominación. Se había acercado al podio y desbancado a Vinicius, que acabaría sexto. ¿Puede escalar ahora? Por números, sí, aunque sus principales adversarios (Jude Bellingham y Vinicius) lleguen avalados por una Champions y una Liga con el Real Madrid. Además, el inglés aún podría aumentar hoy su cuenta en la final de Berlín.

Rodri no presume esta temporada de una Champions, aunque sí de una Premier League y un récord que habla por sí mismo. Se trata del futbolista que más partidos consecutivos ha disputado sin perder. Desde marzo de 2023 jugó 80, con un balance de 63 victorias, 16 empates y sólo una derrota. La del derbi de la final de la FA Cup ante el United. Aunque detrás de esa cifras ya había quedado claro que, cuando no pudo jugar, el City tampoco carburaba.

Revisando vídeos

A las órdenes de Pep Guardiola, con quien disputó 257 partidos en cinco temporadas, ha superado dos desafíos: el de la adaptación al físico y la velocidad de la Premier y a lo que el técnico de Santpedor siempre requiere de un pivote. Un listón más elevado que en el Villarreal y el Atlético.

Rodri representa la calma para la selección. La seguridad, la interpretación del juego y el análisis. Su titularidad es indudable desde la marcha de Sergio Busquets, aunque nunca ha rechistado por comenzar como suplente o como central. Durante el Mundial 2022, Luis Enrique le retrasó a la zaga y él se preparó para cumplir revisando vídeos sobre su nueva posición.

En Alemania, vuelve a visualizar cada partido en vídeo, analiza su juego y el de sus compañeros. «Sin esa visión de Rodri, España no sacaría tanto rédito a la verticalidad de Nico y Lamine», cuentan desde el vestuario. Por eso todos lo quieren al lado, incluso Dani Carvajal lo ficharía para el Madrid. Desde Luka Modric en 2018, el Balón de Oro no ha vuelto a recaer en un centrocampista. Por eso Rodri no lo espera: «Si me quieren reconocer, bienvenido. Pero no me molesta».

España, un gol más, un complejo menos

España, un gol más, un complejo menos

Caído el imperio de la posesión, que fue la Roma del fútbol, a España le han pasado muchas cosas. Unas son las propias de la decadencia, de la pérdida de poder e influencia. Otras llegaron por obra y gracia de un puñado de cretinos que confundieron servir al fútbol español con servirse a sí mismos. La especie, lamentablemente, abunda. La reconstrucción sobre la ruina deportiva y moral es compleja, y más para Luis de la Fuente, que lleva un año es

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Decepción y resquemor en Francia por la marcha de Mbappé al Real Madrid: "La omnipresencia de sus noticias ha tendido a exasperar"

Decepción y resquemor en Francia por la marcha de Mbappé al Real Madrid: “La omnipresencia de sus noticias ha tendido a exasperar”

La marcha de Kylian Mbappé se ha convertido, casi, en un asunto de Estado en Francia. El que será nuevo jugador del Real Madrid renunció a renovar un año más con el Paris Saint Germain y, a raíz de ahí, se desató el malestar no sólo en el campeón de la Liga francesa, sino en la atmósfera mediática y social del país, que ayer asumía de aquella manera la confirmación, el lunes, de la noticia.

Porque, aunque todo el mundo supiera en Francia que iba a dejar el PSG, y que todo el mundo supiera también que se iba al Real Madrid, no ha evitado que, al ser oficial, la noticia haya generado cierto resquemor, una notable decepción, en París. Las idas y venidas, los rumores sobre su marcha, «la omnipresencia de sus noticias ha tendido a exasperar, mientras que su juego falto de explosividad ha alimentado las críticas en Francia», analizaba France Info.

Se sumaba a las críticas uno de los grandes rotativos del país. «En su apogeo, Mbappé no está realmente en su mejor momento», puede leerse en Le Monde, que considera a que ha sido «menos aéreo, menos devastador que hace unos meses».

L'Équipe, más benévolo, dedicaba su portada a un niño Mbappé, vestido con una sudadera del Real Madrid, y titulaba: «¡Hala Mbappé!». Al futbolista «se le abren nuevas perspectivas para soñar más alto», apuntaba el prestigioso diario deportivo.

El papel de la prensa

La prensa francesa recogió el entusiasmo de los medios españoles ante la llegada del futbolista de Bondy (barriada parisina donde creció) a Madrid. Le Figaro hacía un repaso por los titulares de la prensa deportiva, que "ha acogido con júbilo, con alivio", el fichaje del deportista. "Mbappé en el Real: 'Por fin', 'Lo que soñaste'..., la prensa española está en el cielo", titulaban. Destacaban que el resto de la prensa internacional, sin embargo, ha sido más discreta con el fichaje.

Los medios franceses, como para ponerle 'peros' al fichaje, hacen números: lo que va a ganar Mbappé, el número de seguidores que ha ganado en redes sociales (2,5 millones más en unas horas en Instagram) y las reacciones fueron más o menos unánimes: que si era algo cantado, que si Mbpapé cumple un sueño... No sin cierta sorna, algunos se preguntaban cómo encontrará su lugar en el equipo blanco. Como diciendo...

Otros incidíann en que Mbappé, 25 años, tiene cuentas pendientes en su carrera porque "a su edad, "Lionel Messi había ganado ya un balón de oro y la Champions". Mbappé, pues, "va con retraso en sus objetivos personales", decía Le Monde. El futbolista "tendrá que encontrar su lugar en un equipo que no le necesita para brillar".

Declaraciones

No va a contribuir mucho a mejorar estas percepciones lo que hizo ayer el jugador. Mbappé ofreció una rueda de prensa en la que dijo que se siente «liberado y aliviado» tras el anuncio de su fichaje por el Real Madrid. El francés, que criticó al PSG por el trato que tuvo con él, dijo que Luis Enrique, su entrenador en el PSG, y Luis Campos, director deportivo, le salvaron durante la temporada que acaba de terminar. «Sin ellos no habría pisado el terreno de juego», dijo.

Sobre su llegada al Madrid, se recreó: «Es un placer inmenso, un sueño hecho realidad. Estoy muy orgulloso de poder llegar a este club donde siempre soñé estar. Llego con mucha humildad», dijo, antes de volver al PSG, y con la voz bien alta: «Me hablaron violentamente, así que estaba convencido de que no iba a jugar. Me salvaron Luis Enrique y Luis Campos. Sin ellos no habría vuelto a poner un pie en el césped».

Mbappé no está en la lista previa de convocados para los Juegos Olímpicos que se celebran en París del 26 de julio al 11 de agosto. Emmanuel Macron quería que así fuera, pero el pulso lo ha ganado Florentino Pérez, quien no quiere exponer a su nuevo jugador en dos competiciones casi seguidas. Sí jugará la Eurocopa con la selección francesa. Sobre esto, comentó: «Siempre quise brillar con les bleus. He intentado hacerlo lo mejor posible, no tendré más ganas y no tendré menos a partir de ahora porque ya estaba al máximo", cerró

Mbappé, el señalado en Francia: “decepción”, “cólera” y una pregunta incómoda

Actualizado Miércoles, 8 mayo 2024 - 13:52

El martes por la noche, un día antes de que la llama olímpica llegase a Marsella, París se preparaba para ver clasificarse al PSG en la final de la Champions. El diario deportivo L'Equipe resume bien el desenlace del encuentro: «Sin llama», dice el titular de su portada. La llama del PSG se apagó tras su derrota ante el Dortmund, perdiendo así su oportunidad de estar en la final y, por tanto, de poder ganar su primera Liga de Campeones.

El PSG no ha ganado y tampoco ha marcado en los dos partidos. El equipo parisino "pierde una oportunidad de oro", señala Le Figaro. "Ineficaz en los dos partidos contra el Dortmund, el PSG se detiene a las puertas de la final. Desilusión", dice el diario.

Para saber más

El blanco de la decepción lo ha monopolizado, cómo no, Kylian Mbappé, al que se critica no haber estado a la altura. Es la estrella del equipo donde ya no jugará la próxima temporada. La afición le reprocha que se marche sin haberle dado una Champions. "Mbappé, decepción y cólera", resume Sports. Mbappé es "el mal alumno" del encuentro, según L'Equipe.

"Tímido y sin capacidad de maniobra ante un bloqueo que no le dejaba espacio, el jugador no ha resultado peligroso" en el campo, añade Sports, algo menos crítico. RMC abre con la "amarga última vez de Mbappé" en el PSG. "En su última aparición europea con los colores del PSG, y en el Parque de los Príncipes, Kylian Mbappé no logró marcar la diferencia para clasificar a su club para la final. Un amargo final", dice este medio deportivo.

Luis Enrique, triste

Los aficionados del PSG ya planeaban ayer celebrar en los Campos Elíseos el pase a la final, pero tuvieron que abortar la fiesta. «Esta es una historia triste que comenzó con una de las atmósferas más grandes de la historia del Parque de los Príncipes y que terminó en arrepentimiento y desolación", escribe Vincent Duluc, columnista de L'Equipe.

"Estoy orgulloso del equipo (...) Yo soy el único responsable de la derrota", reaccionó el entrenador del PSG, Luis Enrique. "Hay un sentimiento de tristeza, como no puede ser de otra manera, pero no hemos sido inferiores en ninguno de los dos partidos", dijo después, mientras Mbappé resumía: "No hemos puesto todos los ingredientes necesarios para llegar a la final de la Liga de Campeones".

El futbolista jugará su último partido con el equipo parisino este domingo. La temporada que viene lo hará con el Real Madrid, equipo al que podría haberse enfrentado si el PSG hubiera pasado a la final y si los blancos ganan al Bayern esta noche. Un periodista le preguntó justo anoche a Mbappé si apoyaba hoy al que será su nuevo equipo. Mbappé miró al cielo y se dio media vuelta, sin contestar.

La historia de la oportunidad perdida para el PSG la ilustra bien Le Parisien en su portada. Confronta dos imágenes: A la izquierda París, con un Mbappé en el campo, cabizbajo y derrotado, bajo el título "el gran fracaso". A la derecha, Marsella presumiendo de "la fiebre Olímpica" y una foto que ilustra la euforia por el evento. El PSG no ha ganado aún ninguna Champions. El Olympique de Marsella, el gran rival, sí tiene una.

La triste despedida de Mbappé y Luis Enrique: "A recuperarnos del mazazo"

La triste despedida de Mbappé y Luis Enrique: “A recuperarnos del mazazo”

Mañana va a ser un día nublado en el Paris de Mbappé y Luis Enrique. No saldrá el sol para el delantero y el técnico del PSG por mucho que el asturiano lo reclamara en la previa en caso de derrota. Y la derrota llegó para ambos. "Muy decepcionado por la familia y por los aficionados", expresó el francés en zona mixta.

El primero se despedía del Parque de los Príncipes en Europa con un resbalón cuando encaraba a Kobel, portero del Borussia. Triste final para, probablemente, el mejor jugador de Europa con 43 goles y 10 asistencias en 46 partidos esta temporada, ocho de esos tantos en Champions League.

No fue su partido, tampoco su eliminatoria. En este duelo de vuelta lo intentó primero por banda izquierda, el lugar en el que explotó en el fútbol mundial, luego centró su posición cuando Luis Enrique sacó a Gonçalo Ramos del campo. Ni en un sitio ni en otro consiguió ser ese jugador que ha deslumbrado en tantas y tantas ocasiones.

Atraía defensas con su juego, sí, pero no terminaba de generar el peligro que se supone a la máxima estrella mundial, indiscutible en este equipo. Sólo despertó a falta de media hora para el final del choque, cuando veía que la eliminatoria se les escapaba entre los dedos. "No hemos podido llegar a la final. Ellos han sido mejores en el área que nosotros", apuntó Mbappé.

"La suerte cuenta"

Pero ni él ni su equipo, pese a que dispararon 31 veces a portería y pegaron cuatro chuts al poste (seis en el global de la eliminatoria), consiguieron perforar la portería del suizo. "La suerte cuenta", trató de explicar Marquinhos, capitán del PSG, lo ocurrido en esta eliminatoria.

No la tuvieron, o quizás no la merecieron. Ni un gol en 180 minutos, a pesar del acoso final en este Parque de los Príncipes que verá a Mbappé por última vez el próximo domingo ante el Toulouse. Tímidos aplausos les devolvió el fenomenal delantero en esta despedida europea.

Más leves que los que Luis Enrique le dedicaba a él en cada jugada que intentaba, terminara como terminara. Incluso cuando Hummels, el central del Borussia y mejor jugador de la eliminatoria le birló un balón casi en el área pequeña para que el francés anotara el 1-0. Cuando terminaba el partido, Luis Enrique iba a abrazar a su pupilo para consolarle en su despedida de Europa. "Muchos cambios esta temporada y muchos más va a haber", lanzaba Marquinhos en un mensaje premonitorio de lo que será el verano en París.

Momento triste

El asturiano reivindicaba la eliminatoria de su equipo y especialmente este partido en el que, tirando de Big Data, aseguraba que ellos habían tenido tres expected goals (posibilidades claras de gol) y el Dortmund 0,7, pero "esto es fútbol", comentaba Luis Enrique a las televisiones con derechos.

"Momento triste en el deporte cuando pierdes y sobre todo cuando lo haces de esta manera", añadía el técnico sin infravalorar a un equipo, el Dortmund, que llegaba como la gran Cenicienta de los cuartos de final y cuyo traje se mantuvo en estas semifinales.

"Nosotros a recuperarnos del mazazo", lanzaba el asturiano tras no poder colarse en la final de Wembley para la que el técnico no tiene favoritos. Hubiera sido la segunda en los últimos cinco años. Aquella de 2020 de la pandemia la perdieron ante otro equipo alemán, el Bayern de Múnich.

"On va a gagner", dijo Luis Enrique en la previa, pero no pudo ser porque, como ha asegurado Nasser Al Khelaifi, presidente del PSG en Canal + Francia, "el balón no quiso entrar". Al menos, el técnico consiguió el objetivo que anunció a principios de temporada que es "disputar al máximo todos los torneos", con un estilo que, asegura, "no va a cambiar".

Lucho, 'c'est fini'

Lucho, ‘c’est fini’

Actualizado Martes, 7 mayo 2024 - 23:50

Un PSG tenebroso, maldecido por los postes, provoca la nueva hecatombe del jeque de Doha. Cientos de millones perdidos en el desierto, porque su representante especial en París, llegó a decir que Luis Enrique es el mejor entrenador del mundo, cuando sólo es técnico insoporrablemente mediocre, soberbio y pretencioso.

A Mbappé le va a caer la ira de Luis Enrique, de los fanáticos y del propio equipo-estado. Si pudieran lo enterrarían en el las dunas

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