De las lesiones "preocupantes" de Trent y Camavinga a la advertencia de Courtois: "Había que dejar de hablar y actuar"

De las lesiones “preocupantes” de Trent y Camavinga a la advertencia de Courtois: “Había que dejar de hablar y actuar”

«Ha sido el partido más redondo que hemos hecho». En la sala de prensa de San Mamés, Xabi Alonso apuntaba la necesidad de una noche así para el Real Madrid en pleno «momento importante» de la temporada a todos los niveles. En la parte deportiva, superados por el Barça en el liderato de la Liga, y en cuanto a las sensaciones, extrañas y con muchas nubes negras después de los tres empates seguidos en el torneo doméstico, de la derrota en Anfield y de la pérdida de feeling entre el vestuario y el técnico tolosarra. Todo eso se tapó, al menos de momento, en Bilbao, donde los blancos sonrieron con los tres goles y terminaron con un sabor agridulce por las lesiones de Trent Alexander-Arnold y Camavinga.

El inglés se hizo daño en el muslo izquierdo al despejar un balón y al momento pidió el cambio, dando a entender que había sido un percance importante. La pierna se le quedó acalambrada y casi no podía pisar. Unos minutos después, el francés se quedó en el césped quejándose tras una entrada de Berenguer y aunque siguió durante unos segundos, terminó pidiendo el cambio. Sufrió una torcedura en su tobillo izquierdo y desde el vestuario del conjunto blanco se tildaron las dos lesiones de «preocupantes».

Ambos futbolistas pasarán pruebas médicas este jueves en Valdebebas, pero es de esperar que sean baja contra el Celta, como mínimo. En sus lugares entraron Asencio y Arda Güler, suplente el turco en San Mamés y ausente en la mejor primera parte de la temporada.

Alonso apostó por Camavinga en su lugar, cerró atrás en ataque con Rüdiger, Tchouaméni y Militao, dejó las bandas para Carreras y Valverde, pegó a Trent con Camavinga y liberó a Bellingham, Vinicius y Mbappé. Los espacios tuvieron más lógica y el Madrid funcionó como una apisonadora sobre la portería de Unai Simón. «Había que dejar de hablar y actuar. Y eso hemos hecho. Era una final», declaró, contundente, Courtois en la zona mixta de San Mamés. «Es el orgullo. Teníamos que dar más en el campo. En la primera parte de Girona no lo dimos y hoy en día si no juegas con el 100% de intensidad todos los equipos te ponen en peligro», sentenció el belga.

En la misma línea se mostró Alonso en la rueda de prensa, consciente de que han superado «un momento importante» y que había que pasar página sobre las conversaciones en el hotel de Atenas. «Queríamos romper la dinámica. Era un estadio importante en un momento importante, después de tres empates seguidos, y hemos hecho el partido más redondo de la temporada», señaló el vasco, insistiendo, cuestionado por los periodistas por las charlas de Grecia, que «lo de hoy es lo más importante».

«El calendario es exigente y no te permite darle demasiadas vueltas, tanto en los momentos buenos como en los no tan buenos. Después del empate de Girona sabíamos que era un momento importante», volvió a incidir.

A pesar de la suplencia de Güler, Xabi recordó que le ve «compatible» con Bellingham, aunque el buen hacer del equipo ante el Athletic Club seguro que tiene incidencia en las próximas alineaciones. «Arda es totalmente compatible con Jude. Hay muchos partidos y jugamos cada tres días. Ha sido una decisión técnica», puntualizó.

Mbappé, camino del récord

El partido dejó una nueva actuación colosal de Kylian Mbappé, que con sus dos tantos superó a Haaland en la carrera por la Bota de Oro. El galo lleva 16 goles en Liga, por 15 del noruego y 14 de Harry Kane, y lidera ahora una batalla que promete durar hasta finales de mayo. Suma ya 30 goles y siete asistencias en los 24 encuentros que ha disputado este curso entre el Madrid y la selección francesa. 25 tantos de blanco esta temporada y 55 en todo 2025, a cinco de superar el récord de Cristiano Ronaldo (59 en 2013). Para ello, le quedan cinco encuentros.

El Barça, la pesadilla de Simeone: seis victorias en 41 partidos y ninguna en el Camp Nou

El Barça, la pesadilla de Simeone: seis victorias en 41 partidos y ninguna en el Camp Nou

"Hay maneras de irse cuando pierdes, puedes irte sabiendo que podías haber hecho más. Pero no es el caso. Para ganar una competición te vas a encontrar con un equipo así que es muy bueno". Este es el mensaje con el que Diego Simeone se despidió de su decimoctava visita al Camp Nou. Nunca ha ganado en el coliseo blaugrana el técnico argentino en los 14 años que lleva al frente del Atlético y sólo ha conseguido vencer al equipo culé en seis de los 41 duelos que se han enfrentado.

Si el Cholo se ha convertido en la kryptonita del Real Madrid, fue el que le derrotó tras estar el Atlético 14 años perdiendo ininterrumpidamente, el Barcelona sigue siendo una pesadilla para el entrenador rojiblanco. Aunque ambos gigantes de la Liga son los únicos que mantienen un balance positivo respecto al argentino, el de los blaugrana es netamente superior.

Ante el FC Barcelona ha conseguido sólo seis victorias, 12 empates y 23 derrotas. De esas seis, sólo una fue a domicilio y se produjo en el invierno pasado. Fue un milagro de esos que se producen en el fútbol en el que el Barcelona remató 19 veces y sólo consiguió un gol, mientras que los rojiblancos hicieron dos tantos en cinco remates. Alexander Sorloth se convirtió en el héroe de un encuentro que no rompe la estadística de Simeone en el Camp Nou ya que se produjo en Montjuic por las obras del estadio blaugrana. La derrota del pasado martes eleva a 18, las visitas sin conocer la victoria: 11 derrotas y seis empates.

17 de mayo de 2014

Sin embargo, no todas las derrotas o empates en campo rival fueron dolorosos. El que le viene a la mente a todos los atléticos fue aquel del gol de Diego Godín el 17 de mayo de 2014 que empataba el tanto inicial de Leo Messi y con el que el Cholo conseguiría la primera de las dos ligas que ha brindado al palmarés del Atlético. Posteriormente, tanto en 2014 como en 2016, los rojiblancos remontaron un empate y una derrota en el Calderón para colarse en las semifinales de la Champions League.

Lo dos tantos de la remontada de 2016 son de Antoine Griezmann, otro jugador que comparte la suerte del Cholo ante el conjunto culé. El francés acumula 36 partidos ante los blaugrana y sólo ha conseguido seis victorias (tres con la Real Sociedad), siete empates (uno con la Real) y 23 derrotas (cuatro con la Real). No obstante, son los números de su entrenador los que llaman la atención a nivel europeo.

El Barça celebra la victoria ante el Atlético.

El Barça celebra la victoria ante el Atlético.JOSEP LAGOAFP

La racha de Simeone ante el Barcelona ocupa el quinto lugar de técnicos con menos victorias ante un mismo equipo. Le superan David Moyes (Everton y West Ham, principalmente) por dos veces ante Arsenal y Tottenham. También son seis pero con 43 y 45 partidos respectivamente. Harry Redknapp (West Ham o el propio Tottenham, entre otros), que sólo pudo ganar al Manchester United cinco veces en 43 partidos, y Carlo Mazzone (Roma o Fiorentina, entre otros), que ganó cuatro veces al Milán en 49 encuentros.

Frente al Madrid, en cambio, ha conseguido ir enjugando la distancia con el tiempo. El técnico rojiblanco ha jugado en 48 ocasiones de las que ha conseguido vencer en 13, empatar en 15 y perder en 20 ocasiones. En el Bernabéu, su balance no es tan funesto y de las 23 veces que lo ha visitado, el Cholo ha conseguido ganar en cuatro ocasiones. Una de ellas fue la famosa Copa del Rey, el partido que puso final a la racha de 14 años de derrotas ante los blancos.

San Mamés cura al Madrid

San Mamés cura al Madrid

Actualizado

Desde luego hay que restregarse los ojos para ver cómo el Madrid ganó 0-3 a los Leones y su fiera parroquia. Una vez más, Mbappé volvió a hechizar con goles decisivos. Sobre todo, el último, algo espectacular ante un Athletic muy pobre, sin ideas y sin goleadores.

Xabi Alonso quiso volver a su personalidad táctica y jugó con tres defensas y dos carrileros. Trent fue un espectáculo con sus sensacionales pases. Luego se lesionó y vuelve a estropear su gran progresión.

Y Valverde jugó más de extremo que nunca, como le gusta al uruguayo. Pero quien hizo una brillante y sorprendente aparición fue Camavinga, que jugó como los ángeles negros de Machín. Incluso a la inteligencia de Mbappé logró un segundo tanto esencial para meter al Athletic en una depresión.

El problema es que Bellingham sigue sin ser una estrella. Corre mucho más que Arda Güler y pelea por cada balón. Pero esta vez jugó muy lejos del área y no le vi casi ni una llegada al área. Está estancado en su personalidad.

Es evidente que Vinicius juega peor a cada partido. El gol que perdió solo ante Unai es el perfecto ejemplo de ya no es el de antes. Ni su sombra. Ahora le cuesta meter un gol más que subir escaleras. Por no hablar de su compatriota Rodrygo, que parece un fantasma con sábana negra y que ya no sirve ni para disparar a puerta.

Aparecieron Arda, Brahim, Gonzalo y el inofensivo Rodrygo. Fueron jugadores persiguiendo al balón. Me sorprende la bajada a los infierno de Brahim. Ha perdido velocidad y confianza, porque Alonso cree muy poco en él. No sé si le vendrá bien ahora marcharse a Marruecos para jugar la Copa África. Lo digo desde otra perspectiva, porque allí lo tienen como a Lamine Yamal y le hacen confundirse cuando vuelve a la vieja Europa.

Es probablemente el peor Athletic que he visto en años. No extraña su deplorable camino en la Liga, acompañado con un castigo sin piedad por la Champions. Equipos de la calidad del Athletic actual no puedo jugar los dos torneos. Es imposible. Le ahogan, le asfixian y le hacen casi inútil ante lo portería contraria. Y no hablo de Nico Williams, que realmente ha bajado al infierno de los futbolistas minúsculos.

La victoria es San Mamés es una cura para Xabi Alonso y un enorme balón de oxígeno. La pregunta es si podrá continuar con esa polivalencia táctica y un orden que desde jornadas no había tenido. Luego está el efecto Mbappé, con alma humana, pero con pura espiritualidad en el futbol

El eje Mbappé-Courtois impulsa al Real Madrid en San Mamés

El eje Mbappé-Courtois impulsa al Real Madrid en San Mamés

El eje norte-sur sostiene al Madrid. El norte es Mbappé; el sur es Courtois. El primero marca los goles y el segundo valida el valor de esos goles, al impedir que el contrario los iguale. El la periferia del eje crecen algunos jugadores y decrecen otros. Crece Trent, convertido en lo más parecido a un kicker del fútbol americano, un pateador que siempre encuentra el norte, pero un norte en movimiento. La lesión que se produjo el inglés es un contratiempo en el peor momento, para sí mismo y para el equipo. Veremos. Decrece Güler, suplente en San Mamés en una situación extraña, como extraño fue su cambio en Girona. La diferencia es el resultado, un marcador contundente en un lugar difícil, menos hoy que en otras ocasiones, seamos claros. La victoria es una prueba de vida para Xabi Alonso, escondida todavía en el norte y el sur del Madrid. [Narración y estadísticas (0-3)]

Nada hay que reprochar al técnico, después de un ejercicio de dominio de los suyos, de los que mandan, porque el Madrid fue lo más jerárquico posible. Estaba Valverde, y estaba donde le gusta jugar, salvo por las necesidades del desenlace. Estaba Vinicius y estaba Bellingham, un paso adelante por la inclusión de Camavinga junto a Tchouaméni, y estaba Rüdiger, que ha regresado de su larga lesión sin contar los minutos. Camavinga desplazaba a Güler, uno de los pocos futbolistas que alumbran los espacios frente a defensas en formación, pero el tanto del francés carga el argumentario del técnico. No hay debate que se resista a los goles, aunque la lesión del francés, otra, devolverá protagonismo al turco.

Es posible que Xabi Alonso quisiera más físico frente aún rival que siempre propone duelos a cuerpo, pero la realidad es que esté Athletic no está para proponer muchas cosas, lejos de las mejores versiones que ha ofrecido con Ernesto Valverde. La impresión es que la exigente Champions lo ha desgastado y descolocado, y eso se paga siempre en la Liga.

opacado por el depredador

La debilidad defensiva, con muchas dudas, fue una prueba y quedó de manifiesto en los dos primeros goles del Madrid, con independencia de los méritos de Mbappé, que sorteó rivales como se sortean puertas de esquí para batir a Unai Simón. Trent lo habilitó en el espacio justo, por lo que algunos madridistas se fueron a felicitar al inglés, pero a partir de ahí los movimientos de Mbappé fueron inaccesibles, como si se evaporara, para culminar uno de los mejores tantos desde que está en el Madrid, aunque no el gol en el que haya tenido mayor oposición.

La defensa del Athletic estuvo contemplativa, tibia, y su portero no hizo un imposible. Antes y después, en cambio, evitó Unai Simón que los males fueran mayores, ante el propio Mbappé o en un mano a mano ganado a Vinicius, activo en el arranque, pero irremediablemente cada vez más opacado por el depredador que tiene a su lado. Es inevitable. El día que toma la iniciativa, como sucedió en Atenas, Mbappé logró cuatro goles. Continúa.

El segundo gol de los blancos, obra de Camavinga, con dos cabezazos en el área ganados por los visitantes, y el tercero, en el que Mbappé tuvo tiempo para mirar, medir y disparar, sin que Vivian pusiera la cabeza donde debía ponerla, ahondaron en la debilidad local.

El cabezazo de Camavinga que valió el 0-2 en San Mamés.

El cabezazo de Camavinga que valió el 0-2 en San Mamés.EFE

En ataque, asimismo, le faltaron al Athletic tramos de alto ritmo de juego, aunque cazó acciones aisladas, gracias a segundas jugadas, en las que Courtois resultó fundamental, frente a Guruzeta, Berenguer o Jauregizar, en momentos importantes, sin que el marcador tuviera todavía la claridad del desenlace. Nico Williams tampoco consiguió poner en valor su explosión y ganar duelos individuales.

Zurcidos tras las lesiones

Ernesto Valverde intentó poner más agresividad tras el descanso con el recurso de Unai Gómez, pero no le sirvió para cambiar el escenario. Militao, Tchouaméni, Carreras o Camavinga eran ganadores de los duelos individuales, una especialidad habitual del Athletic debido a la intensidad que suele imponer en San Mamés. Ahora no está para eso.

El segundo gol de Mbappé, tercero del Madrid, tranquilizó a Xabi Alonso, que hasta entonces había tenido que zurcir al equipo por las lesiones. Primero al colocar a Asencio en el lateral derecho, por Trent, y a Güler por Camavinga. A partir de ahí, llegó el momento de pensar en lo que viene, el Celta y, especialmente, el City de Pep Guardiola, en el Bernabéu. Entre los que se fueron estaban Vinicius, Mbappé y Militao, jugadores indispensables.

En el caso del brasileño, además, quizás para evitar males mayores, ya que Vini hizo un feo gesto a la grada, al mostrar tres dedos en señal de la goleada. Se retiró de San Mamés al grito de «¡Tonto, tonto!». Tan feo como lo que había hecho. El Madrid lo necesita en su mejor versión, porque lo de San Mamés es sólo una prueba de vida. Si tiene dudas, que pregunte a Mbappé.

La preocupación de Flick por los lesionados y los halagos de Simeone a Raphinha: "No sé cómo no ganó el Balón de Oro"

La preocupación de Flick por los lesionados y los halagos de Simeone a Raphinha: “No sé cómo no ganó el Balón de Oro”

Actualizado Martes, 2 diciembre 2025 - 23:56

El gesto de Hansi Flick al término del triunfo frente al Altético no tuvo nada que ver con el que mostró tras la victoria ante el Alavés del sábado pasado. El técnico alemán se mostró más que satisfecho con el rendimiento de los suyos, pese a que, en esta ocasión, se vieran obligados a hacer un ejercicio de supervivencia por las bajas y por el hecho de que, por ahora, aún debe ser prudente con dos jugadores clave en sus esquemas: Pedri y Raphinha.

"Creo que nuestra actuación ha estado hoy en otro nivel. Hemos jugado contra un gran equipo. Hemos luchado, juntos, eso es lo que he visto, y ha sido genial, fantástico", aseguró el entrenador azulgrana en declaraciones a Movistar al término del duelo.

"Estoy muy satisfecho y se ha demostrado la importancia de que vayan llegando nuevos jugadores. Algunos no están al 100% y por eso hemos tenido que hacer cambios, pero hemos controlado más y hemos creado más espacios", sentenció el alemán, quien señaló que el cambio de Pedri se debió solo al cansancio y que Olmo deberá someterse a pruebas por la lesión que sufrió en el hombro tras marcar.

Eso sí, sin olvidarse de destacar el papel de Raphinha. "Es un jugador muy importante para nosotros, tenerlo de vuelta es genial para el equipo. Lo hemos podido ver en este partido, pero también frente al Alavés. Estoy muy contento", aseveró.

El brasileño volvió a vaciarse en el terreno de juego y, además, marcó el gol que le permitió al Barça igualar el 0-1 inicial marcado por Baena para los rojiblancos. "Lo más importante es creer en el trabajo. Hay muchos partidos que podemos empezar perdiendo y hay que estar preparados para eso. Lo estamos trabajando muy bien y pienso que este es el espíritu que hay que tener para sacar partidos así", señaló también en Movistar un Raphinha que confesó que llegó a estar fundido físicamente. "Aún estoy buscando mi mejor versión física. Lo he notado, he sentido un poco de cansancio y he pedido el cambio porque no podía más. Lo pedimos tanto yo como Pedri, pero tenemos jugadores de mucha calidad que pueden estar en el campo", recalcó.

En su manual, como en el de Flick, la presión es clave. "Pienso que cuanto más presionemos arriba, más cerca de la portería rival estaremos y tendremos más opciones para marcar", insistió un jugador que se llevó encendidos elogios incluso por parte de Simeone.

"Raphinha juega de todo. Marca goles, presiona... No sé cómo no ganó el Balón de Oro", explicó el técnico rojiblanco, quien quiso sacar conclusiones positivas pese a la derrota. "Me voy muy contento con el trabajo del equipo. Empezamos muy bien, luego ellos lograron hacernos daño por dentro. En el segundo, ellos empezaron algo mejor y a partir de los 20 minutos buscamos el partido y tuvimos tres situaciones de gol importantes que no pudimos concretar, pero estoy contento", explicó el argentino.

También admitió que Julián no tuvo el día en el Spotify Camp Nou. "Siempre esperamos más de él, es un jugador diferencial y el más importante del equipo. Seguramente, aparecerá en el siguiente partido o en el próximo", apuntó el entrenador del Atlético. "El partido, en general fue colectivamente bueno. Me siento muy tranquilo y contento con el equipo, porque perdimos contra un gran rival. Creo que esto nos ayuda a mejorar y toca afrontar el partido de Bilbao, que será muy duró", zanjó.

Un examen de siete días: el Madrid le pide a Xabi Alonso una reacción ante Athletic, Celta y City

Un examen de siete días: el Madrid le pide a Xabi Alonso una reacción ante Athletic, Celta y City

Atenas alicató las paredes de la crisis del Madrid, pero Montilivi volvió a reabrir las grietas de un equipo en constante duda. El conjunto blanco sólo fue capaz de ganar dos de los seis encuentros que disputó en noviembre, donde acumuló tres empates seguidos en Liga y una derrota en Champions contra el Liverpool que han dejado a Xabi Alonso caminando sobre arenas movedizas. Los próximos siete días, con tres encuentros ante Athletic Club, Celta de Vigo y Manchester City, marcarán el camino de su proyecto, con la dirección del club pidiendo una reacción al cuerpo técnico y a los futbolistas para enderezar una situación cada vez más complicada.

El Madrid, que inició noviembre con cinco puntos de ventaja sobre el Barcelona y ocho sobre el Atlético tras ganar al Valencia el día 1, es ahora segundo en la clasificación, a un punto del cuadro azulgrana, uno por encima del Villarreal y con dos de diferencia con los colchoneros. Ha perdido un colchón que puede ser clave en el curso doméstico y lo ha hecho todo lejos del Bernabéu. Sumará, entre Liga y Champions, seis partidos seguidos sin pisar Chamartín, una situación inusual que no ha ayudado a que el equipo mostrara su mejor versión.

Desde el 4-0 contra el Valencia, la plantilla de Alonso se ha descompuesto. Ha encajado goles en todos los partidos menos en Vallecas, se ha cortocircuitado en el centro del campo, donde no encuentra el timón tras la vuelta de Bellingham, ha perdido chispa en ataque, como demostraron las ocasiones perdidas en Girona, y ha tenido que poner parches en el vestuario, donde la relación entre los futbolistas y Xabi tuvo que recomponerse de forma obligada en Grecia para evitar males mayores.

Florentino Pérez llamó al técnico vasco y le pidió reconducir el feeling con el equipo, y habló con algunos pesos pesados para tratar de acercarles de nuevo al entrenador. Se hablaron las cosas y bajó el nivel de críticas, quejas e intensidad por ambos bandos, pero los resultados lo son todo y el empate en Girona, con la pérdida del liderato como golpe de efecto, ha vuelto a poner al proyecto al filo del precipicio.

La actitud del equipo en Montilivi fue mejor que en Elche y en Vallecas, pero el fútbol sigue sin fluir en el Madrid. Y sin fútbol no hay resultados. Y sin resultados no hay proyecto. En un club que prioriza las estrellas sobre los entrenadores, «el empate es la antesala de la crisis», como ya decía Ancelotti.

El Madrid suma ahora tres tablas consecutivas y una victoria en cinco encuentros. Datos imposibles de soportar por cualquier técnico. Lo sabe Alonso, que afronta estos días un examen final. Desde el inicio de su segunda etapa en 2009, Florentino sólo apretó el botón de despido a mitad de año con Benítez, Lopetegui y Solari.

«Sí que he vuelto a hablar con el presidente. Las conversaciones son positivas, en buen tono, y hablamos de revertir los resultados. Convivimos con las críticas y la exigencia, es inherente al club, así que tenemos que centrarnos en mejorar», dijo ante la prensa.

El Barça se lleva un duelo tan eléctrico como accidentado ante el Atlético

El Barça se lleva un duelo tan eléctrico como accidentado ante el Atlético

¿Recuerdan aquella frase de los abuelos de que cualquier tiempo pasado fue mejor? Los millenials y sus padres tienen que tener en sus recuerdos de adolescencia aquellos duelos entre FC Barcelona y Atlético de Madrid. Pantic, Pizzi, Caminero,Guardiola y otros futbolistas que convirtieron este duelo en uno de los mayores espectáculos de entonces en la Liga. La noche de este martes fue una oda al recuerdo, a la nostalgia, al fútbol de antes, valiente y con grandes opciones ofensivas. Y, como entonces, se lo llevó el Barça remontando el tanto inicial de los rojiblancos. [Narración y estadísticas, 3-1]

Qué partido se vio en el Camp Nou con dos equipos en la cumbre, con dos entrenadores buscando la victoria, incluso el Cholo, que los que no le conocen se quedarán con aquel equipo cimentado en una defensa amurallada. El Atlético ya no es eso y el Barcelona tampoco es el de Guardiola. Les gusta el toque, pero siempre hacia delante, como los toros. Lo que pasa es que en sus filas cuentan con un torero y cuando coge el balón, lo mima, lo mece, lo acuna y lo coloca donde pide el juego.

La vuelta de Pedri ha sido la vuelta del fútbol al Barça de Flick. Porque los blaugrana podían ganar sin él, pero su presencia en el césped da otro tempo al juego culé. El Atlético cometió el error de darle muchos metros en la primera parte y lo pagó con el tanto de Raphinha tras una asistencia del canario que penetró en la defensa rojiblanca como cuchillo en mantequilla. El brasileño luego resolvió bien recortando a Oblak. La pena para los culés es que no aguantó todo el partido y tuvo que ser sustituido por lo que parecía otra dolencia muscular.

Lo bueno para el Atlético es que la defensa del Barça sigue concediendo lo indecible y, tras sorprender a los cules los primeros veinte minutos con una gran presión, lo hicieron doblemente tras aprovechar un despiste de Gerard Martín. El canterano repitió de central tras su buena actuación ante el Alavés y se comió el pase en largo de Molina que aprovechó Baena de manera magistral ante Joan García. El de Roquetas tendría poco después un mano a mano similar, pero allí el que ganó el duelo fue el portero blaugrana.

Los primeros 45 minutos fueron un minipartido en sí mismos. Los rojiblancos salieron de la caseta a ahogar al Barça presionando arriba y los culés esperaban las contras lanzadas de manera maravillosa por la trivela de Lamine. Con el gol de Baena cambiaron las tornas y se vio cómo el conjunto de Flick retomó su control habitual y el Atlético se olvidó algo de amenazar a la espalda de los blaugrana. Lo justo fue el empate, que pudo no ser si Lewandowski no manda a las nubes un penaltito cometido sobre Olmo.

La primera amenaza del segundo tiempo volvió a ser de Baena, pese a que a la hora de partido se tuvo que retirar por lesión. Más profundo el almeriense que Julián Álvarez, desaparecido entre líneas, aunque una picadita suya casi sorprende a Joan García para ser el gol del partido. Un parcial que se inició con otro cambio del Cholo, Nico por Gallagher, más pierna fuerte. El primero fue obligado, el de Cardoso por Koke al principio del partido. No tiene suerte en el Atlético el estadounidense, sale de una y se mete en otra.

Lamine comenzó tímido, más focalizado en pasar el balón que en regatear rivales, pero en el segundo tiempo un eslalon suyo dejó sólo a Raphinha en el segundo palo que el brasileño no acertó a embocar. Con poco, el de Rocafonda, mostraba su aura en el Camp Nou, aunque Simeone le tenía siempre preparadas emboscadas de 2 contra uno para evitar sus peligrosas diagonales. Falló con estrépito en el minuto 68 una ocasión que le brindó un fallo en la salida de Giménez.

Aparición sorpresa

Olmo, tras anotar su gol en el Camp Nou.

Olmo, tras anotar su gol en el Camp Nou.JOSEP LAGOAFP

Cuando el partido parecía perder fuelle, en una jugada aislada que peleó Lewandowski, Olmo apareció para birlársela al polaco y colocarla en el ángulo de Oblak. La inercia del disparo provocó una caída al egarense que le sacó el hombro de sitio. Flick aprovechó para sustituir a los dos protagonistas de la jugada: Ferran por Olmo y Rashford por Lewandowski. Poco después fue cuando cayó Pedri. Accidentado duelo.

Y cuando las lesiones parecían haberle quitado electricidad al encuentro, un pase en profundidad de Hancko se encontró a Almada con tiempo para hacer de todo. Y lo hizo. Paró, regateó, se abrió espacio y, cuando le tocó rematar, la echó arriba. A Simeone le llevaban los demonios. Tocó asediar al final la portería de un seguro Joan García. La tuvo Sorloth, pero se embolicó y también el francés, que falló con estrépito. Y con un Atlético volcado, aprovechó Ferran para poner el tercero y cerrar el partido en el descuento. El líder tuvo suerte y temple. Primer duelo que gana a un grande este curso.

Preocupación por Lubo Penev, ingresado de urgencia en Alemania por un cáncer de riñón

Preocupación por Lubo Penev, ingresado de urgencia en Alemania por un cáncer de riñón

Actualizado Martes, 2 diciembre 2025 - 07:17

Bulgaria vive una ola de solidaridad con el ex goleador del Valencia y Atlético de Madrid Lubo Penev, de 59 años, hospitalizado de urgencia en estado grave con un diagnóstico de cáncer de riñón avanzado.

Su organismo, muy debilitado, no permite iniciar un tratamiento de quimioterapia en el hospital de Alemania en el que ha sido ingresado, informaron este lunes las televisiones bTV y Nova TV.

La noticia desencadenó un aluvión de mensajes de apoyo de grandes figuras del deporte, entrenadores, futbolistas y miles de aficionados.

La Unión Búlgara de Fútbol expresó su "profundo dolor" por la situación de Penev, al tiempo que mostró "la convicción de que una persona con su fuerza, carácter y espíritu puede superar este desafío".

También el ex jugador del Barcelona y ganador del Balón de Oro, Hristo Stoichkov, destacó el espíritu luchador de Penev y su confianza en que volverá "más fuerte".

Numerosos aficionados se han sumado a la ola de solidaridad, recordando que Penev ya afrontó una enfermedad grave en 1994, cuando superó un cáncer testicular que le impidió participar en el histórico Mundial de Estados Unidos, donde Bulgaria logró el cuarto puesto.

El estado del ex delantero y ex seleccionador es muy grave y los médicos trabajan para definir el tratamiento adecuado, pero descartan la quimioterapia debido a su deterioro físico, según informó bTV.

Su esposa, Kristina Mitseva, ha anunciado la apertura de una cuenta bancaria para donaciones destinadas a financiar su tratamiento.

Lubo Penev, conocido como en Bulgaria como 'el goleador', fue internacional con Bulgaria y jugó en equipos como Atlético de Madrid, Valencia y Celta de Vigo, además de entrenar a varios clubes búlgaros y a la selección del país. Bulgaria sigue de cerca otros casos que han conmocionado al fútbol nacional.

A finales de noviembre, Borislav Mihaylov, ex portero de la selección y ex presidente de la Unión Búlgara de Fútbol, sufrió un derrame cerebral y permanece hospitalizado en estado estable.

Petar Hubchev, antiguo seleccionador y otra figura destacada del fútbol búlgaro, también recibe tratamiento contra el cáncer.

Así se gestó la hazaña de la menospreciada Corea del Norte que avergonzó a 'La Azzurra' en el Mundial de 1966

Así se gestó la hazaña de la menospreciada Corea del Norte que avergonzó a ‘La Azzurra’ en el Mundial de 1966

La primera presencia asiática en un Mundial correspondió a las Indias Orientales Holandesas, hoy Indonesia, en Francia-1938. Aquel territorio, administrado por la Compañía Holandesa de las Indias Orientales tuvo federación inscrita en la FIFA desde 1924, y hasta envió un árbitro, de nombre Max de Vries y holandés de origen, a los JJ OO de Ámsterdam-1928. Para Francia-1938, sólo dos asiáticos solicitaron la inscripción, Japón e Indias Orientales, pero el primero, en guerra contra China, renunció. La FIFA quiso montar una repesca, ya en Francia, contra Estados Unidos, que rehusó, así que las Indias Orientales se presentaron sin ningún mérito clasificatorio. Desembarcaron en Holanda tras un mes de travesía y jugaron dos partidos de preparación. Empataron uno, ganaron otro y viajaron felices a Francia, donde sería otra cosa. Su primer partido, ante Hungría, en Reims y ante 8.000 espectadores, sería también el último. El Mundial se disputaba por eliminatorias directas y los húngaros les arrollaron: 6-0. Quedó el recuerdo de las gruesas gafas de su pequeño capitán, Nawir, muy miope, y el vistoso muñequito-amuleto del portero. Presentaron un equipo mixto, con dos blancos y el resto de raza autóctona. Vistieron camiseta naranja, un guiño a la metrópoli que, dicho sea de paso, no se clasificó, apartada por Bélgica.

Asia regresaría en Suiza-1954, ahora por medio de Corea del Sur. Se inscribieron, para una única plaza, China, Japón y Corea del Sur. China renunció por no jugar contra Japón, así que se eliminaron entre sí las dos últimas. En Tokio hubo empate, en Seúl victoria coreana. Su papel en Suiza tampoco supondría ningún laurel para el fútbol asiático, más bien lo contrario. Le fue incluso peor que a Indias Orientales, cuyo techo fueron seis goles. Los coreanos encajaron nueve de los húngaros y siete de Turquía. No jugó con el otro equipo del grupo, Alemania, por un abstruso sistema de competición que nunca se repetiría. Se marcharon con cartel de buena gente, muy deportivos e infatigables. Tras encajar sus goleadas con enternecedora filosofía oriental, su entrenador dejó escrita una carta a sus 15 «eminentes colegas» rogándoles que le iluminasen con su ciencia para tratar de perfeccionarse en el domino de los secretos futbolísticos, allá a la sombra del paralelo 38. Y una curiosidad: también su capitán, Park Kyu-chong, jugó con gafas.

Otra cosa sería lo de Inglaterra-1966. La FIFA concedió para este Mundial una sola plaza a disputar entre África y Asia, lo que provocó la renuncia de las 17 selecciones africanas que se habían inscrito. Por Asia se apuntaron Siria, Israel, Corea del Norte, Corea del Sur y Filipinas. A las dos primeras se las metió, por conveniencias geográficas, en grupos europeos, Filipinas adeudaba cuotas a la FIFA y no fue inscrita, y Corea del Sur no quiso enfrentarse a su vecina del norte, de manera que esta quedó sola. Se convenció entonces a Australia para inscribirse, cosa que hizo con reticencias, pues Corea del Norte era una dictadura comunista con la que no mantenía relaciones, así que jugaron los dos partidos en campo neutral, Camboya. Los coreanos ganaron los dos, 6-1 y 3-1, legitimando así su participación en el Mundial.

La 'Guerra Fría'

Kim Il-sung, abuelo del actual Kim Jong-un, era en esos días el dictador del que se conoce a sí mismo como «El País de las Mañanas Tranquilas». Despidió al equipo con un fervorín digno del maestro Pero Grullo: «Corred rápida y constantemente y chutad con potencia y precisión». De camino al Mundial jugaron varios partidos en la URSS, mientras Inglaterra se enfrentaba al mismo problema que Australia: tampoco tenía relaciones con aquel lejano país comunistón, y estábamos en los años profundos de la llamada Guerra Fría, con obsesión por los espías. Tantos hubo que el Palacio de Buckingham llegó a tener uno infiltrado durante años, fungiendo de asesor de arte. Pero el fútbol todo lo puede y los coreanos completaron el cartel de 16 participantes, encuadrados en cuatro grupos.

Les tocó el D, con la URSS, Chile e Italia, que se disputaría en Sunderland y Middlesbrough. Ellos jugarían sus tres partidos en esta ciudad industrial, cuyo equipo titular acababa de descender a Tercera, y fueron adoptados por la afición local, feliz de disfrutar esa nota exótica. Por supuesto, se les daba por eliminados de antemano. Nadie dudaba que el grupo clasificaría a la URSS e Italia.

El estreno fue ante la URSS, algo así como si el equipo de una parroquia romana jugara contra el Vaticano, y perdieron 3-0, pero dando guerra. Corrieron incesantemente, como les pidió su Gran Líder, y no estaban mal de técnica, pero sin conceptos tácticos: todos iban donde estaba el balón. Se les vio tan incansables que el árbitro, el español Juan Gardeazábal, hizo un comentario jocoso que hoy caería muy mal: «No sé si tras el descanso sacaron a los otros once. ¡Como son todos iguales!». En la misma jornada Italia ganó a Chile 2-0. Todo en orden. El grupo marchaba según el promedio previsto.

Jugadores incansables

El segundo rival es Chile, en una tarde gris y lluviosa, con el campo pesado. Los americanos tratan de calmar el juego, los orientales, de acelerarlo. Se adelanta Chile en el minuto 24 con un penalti, pero el partido se le hace largo y fatigoso. Los pequeños, delgados e inagotables coreanos les abruman y en el minuto 87 llega el 1-1, con un tiro de los que recetó Kim Il-sung, fuerte y colocado, entre un mar de piernas. Es la confirmación de que la selección asiática no era la perita en dulce que se pensaba. A su vez, la URSS gana a Italia 1-0 y se clasifica. A los italianos les basta empatar el último día con la selección oriental, pero se da por hecha la victoria, y por margen.

Es el 19 de julio de 1966 cuando se enfrentan, fecha quedará como un recuerdo infamante en el historial de La Azzurra y como el mayor sobresalto que haya producido la Copa del Mundo, Maracanazo incluido. Italia sale confiadísima. El informe que recibe el seleccionador, Edmondo Fabbri, de Ferruccio Valcareggi, encargado de ver los demás partidos del grupo, es profundamente despectivo. Los describe como un equipo cómico, que corre sin cabeza, moviéndose como aquellos personajes del celuloide rancio. Fabbri cambia a siete y hasta se atreve a meter a Bulgarelli, con molestias físicas, para probarle.

En el minuto 22, la rodilla de Bulgarelli protesta y el equipo se queda con diez, pues estamos en el último Mundial sin cambios. Los demás se mueven incómodos entre el pegajoso enjambre de coreanos. De repente, en el 42', el interior Pak Doo-ik corre por el callejón del 8 tras un balón largo y cruza un disparo perfecto que bate a Albertosi. Hay toda una segunda mitad para remediar el roto, pero no se remediará. La reanudación es un progresivo ejercicio de dominio de Italia, que no encuentra caminos y acaba tirando pelotazos a la olla, donde el pequeño meta Lee Chang-myung salta como un gato, las coge por arriba y por abajo, llega a todo, y cuando no, le ayuda el poste. El partido acaba con la derrota de Italia, que se queda fuera. Pasa Corea del Norte.

Pak Doo ik bate lanza y bate al portero Albertosi.

Pak Doo ik bate lanza y bate al portero Albertosi.Central PressMUNDO

«¡Vergogna nazionale!», «¡Grotesco, battuti dai coreani!», «L'Italia ha pagato caro lunghi anni di errori». «¡Azzurri, Vergogna!», «Il Nostro Calcio E'Morto!», «La pagina piu nera del calcio italiano». De ese tono elegíaco fueron los titulares provocados por el gol de Pak Doo-ik, del que erróneamente se dijo que era dentista. Era tipógrafo y cabo en el ejército, pronto ascendido a sargento tras aquello. Los italianos regresan por Génova y de noche, en lugar de por Roma y de día, como estaba anunciado, pero se sabe y son recibidos con una lluvia de huevos, tomates y monedas. Fabbri termina de ensuciar el ambiente al acusar al médico de haber suministrado a los jugadores un calmante en lugar del estimulante previsto.

Los coreanos viajan a Liverpool para los cuartos contra Portugal, y aprovechan el hospedaje en una institución católica previsto por los italianos. Años después, Pak Doo-ik contará lo que les impresionó la imagen del crucificado en la capilla, nunca habían visto nada así. Al campo del Everton acuden 3.000 aficionados del Middlesbrough, convertidos en fanáticos de Corea. El mismo día y hora se juega el Inglaterra-Argentina de la expulsión de Rattín, televisado a España. Mediada la primera parte, el locutor informa, aturdido: «Nos llega de Liverpool la noticia de que Corea va ganado 3-0 a Portugal». Es un sobresalto en todas las casas. Ningún partido de Corea del Norte había sido ofrecido aquí y pensé que nos estábamos perdiendo algo mágico. Al descanso llega la noticia de que ya va 3-2. Finalmente ganará Portugal 3-5. Eusebio tomó cartas en el asunto y marcó cuatro.

Salida nocturna

Los coreanos se marcharon, desaparecieron en la bruma, escaparon a nuestros radares. Con el tiempo, dos cineastas ingleses, Dan Gordon y Nicholas Bonner, y el periodista francés Pierre Rigoulot hicieron indagaciones allí con resultados contrapuestos. Rigoulot habló con un superviviente del gulag de Yudok, según el cual el equipo pasó tres años internado en el lugar al regreso de Inglaterra. La causa habría sido la salida nocturna a un pub tras ganar a Italia. El derrumbe ante Portugal se achacó a eso y Kim Il-sung les acusó de vicio burgués, de ahí la reclusión. Pak Doo-ik se libró por una gastroenteritis que le confinó en el hotel. Los ingleses, que rodaron un estupendo documental con ocho de los protagonistas, sólo encontraron negativas a esa versión. O fue una invención de la fuente de Rigoulot o prefirieron silenciarlo, a saber. Lo seguro es que Pak Doo-ik se convirtió en profesor de educación física, fue seleccionador en 1976 y portador de la antorcha olímpica en 2008. Vivía en Chongchun, distrito de Mangyongdae, zona residencial y de gran desarrollo deportivo al sudeste de Pyongyang. Le encontraron feliz, con notables privilegios como una casa de dos pisos y automóvil propio, respetado por los vecinos y citado en las guías turísticas entre las cinco glorias nacionales junto a un político, un compositor, una cantante de lírica y un lingüista. En 81 partidos como internacional sólo marcó aquel gol, pero le valió celebridad mundial. El reportaje de los ingleses agradó a las autoridades, que autorizaron a los ocho intervinientes a viajar en 2002 a Middlesbrough, donde vivieron un bonito homenaje en el escenario de su victoria.

Corea del Norte no volvió al Mundial hasta Sudáfrica-2010, donde perdió sus tres partidos. A su regreso habrían sido obligados a permanecer seis horas en posición de firmes ante el Palacio Presidencial, información nunca confirmada. Su fútbol ahora es un secreto. Rara vez sale un jugador. Allí se ofrecen partidos de la Premier, en diferido, resumidos, y nunca si hay un jugador de Corea del Sur. Kim Yong-un es hincha del Manchester United.

Corea del Sur regresó en México-1986 y ya nunca ha faltado. Incluso coorganizó con Japón el de 2002, del que fue cuarta. Ha aportado buenos jugadores al primer mundo futbolístico, desde el lejano ChaBum-kun hasta el actual Son Heung-min.

Giménez, el comandante "vital" para Simeone que apuntala la defensa rojiblanca: "Te da un plus"

Giménez, el comandante “vital” para Simeone que apuntala la defensa rojiblanca: “Te da un plus”

Nadie sabe lo que pasa por la cabeza de José María Giménez, quizás, el mejor defensa del Atlético de Madrid. Tampoco se sabe lo que pasa por su cuerpo, que a veces le ha jugado malas pasadas y épocas en blanco que han afectado al estado anímico del futbolista. Pero su vuelta al equipo ha supuesto un alivio para Diego Simeone y para los aficionados. "Es importantísimo para nosotros, como otros de los chicos, ojalá mantenga el nivel que está mostrando", apuntó el entrenador en la rueda de prensa previa al duelo contra el Barça.

Un duelo en el que el Cholo espera "un gran ataque y grandes individualidades y tenemos que ser fuertes defensivamente para poder competir". Y para ello, nadie como su Comandante, un bastión con el que se han conseguido cinco porterías a cero (cuatro con él como titular) y ocho victorias (seis de ellas seguidas) en los últimos nueve partidos. "Para Simeone es vital, en la defensa es su hombre de confianza, el que más tiempo lleva y al que ve como sustituto de Godín", apuntan fuentes del vestuario.

El uruguayo volvió al equipo tras 115 días ausente, la lesión más larga que ha tenido en su carrera y con la que se perdió sólo 15 encuentros, ya que se inició en el Mundial de Clubes. Se dice se inició porque el mismo Giménez compartió que fue un proceso en el que sufrió una recaída por la «ansiedad» que tuvo por volver tras un problema familiar que aún no se ha solucionado. "Cuando volví de Uruguay me quise meter rápido y la ansiedad me ganó y me hizo recaer. Eso me hizo más daño porque estaba dolido", destacó tras el partido del Inter.

Resulta sorprendente cómo un futbolista que es de carácter muy familiar y cuyo plan preferido es hacer un asado con sus padres, hermanos y sus perros sea capaz de mantener un nivel de juego tan alto y en la élite pese a que parte de su cabeza esté en Uruguay. Pero en el vestuario nunca dudaron de su recuperación ni de su capacidad para volver a rendir "en plenitud" y con él, también la defensa del equipo.

"A mi me gusta defender y el sufrimiento defensivo es nuestra fortaleza", dijo Giménez en una entrevista previa. El Atlético de Madrid es el equipo menos goleado de Primera División con sólo 11 goles en contra en las primeras 14 jornadas. Antes de su vuelta, era el noveno menos goleado con 10 tantos encajados, no hay mejor manera de demostrar la eficacia de una vuelta en el sistema defensivo rojiblanco. "Es que te da un plus", apuntan fuentes rojiblancas.

El plan defensivo del Atlético pasa por "opacar" el ataque del Barcelona y "ser fuertes en los duelos", según confiesa el protagonista. Sin importar quién juegue porque la "competencias es muy buena, pero muy sana". Y confía en que "defendiendo bien" las ocasiones "las van a generar".

Giménez llegó siendo un crío al club, apenas 18 años, pero cuentan que siempre mantuvo una gran madurez tanto dentro como fuera del césped. "Nunca ha tenido reparos en meter tres gritos en el campo", explican desde dentro del vestuario. Puede que este jefe de la defensa los tenga que dar para conquistar el Camp Nou. El año pasado, por lo menos, ya lo consiguieron en Montjuic.