Doué y Dembelé lideran el festival del PSG en Leverkusen

Doué y Dembelé lideran el festival del PSG en Leverkusen

Actualizado Martes, 21 octubre 2025 - 23:49

Tres semanas después de su triunfo en Montjuïc, el PSG se exhibió de nuevo en Leverkusen (2-7). El vigente campeón de la Champions aprovechó las dudas defensivas del Bayer para imponer la calidad de Désiré Doué y Khvicha Kvaratskhelia. La primera se vio agitada también por las expulsiones de Illya Zabarnyi y Robert Andrich, aunque los parisinos no notaron la ausencia de su central. El encargado de hacer olvidar al ucraniano fue Nuno Mendes, que no sólo controló la situación desde el eje de la defensa, sino que firmó un gol y una asistencia. Cumplida la hora de juego, Luis Enrique dio paso a Ousmane Dembélé, que volvía tras siete semanas de baja. El ganador del Balón de Oro anotó el 2-6 y Vitinha cerró el resultado en el añadido.

Casi cinco meses después de su espectacular final en Múnich, Doué coronó su regreso a la máxima competición de la forma más espectacular posible. En su primer partido de Champions, el joven delantero mostró su colosal talento con una secuencia rapidísima de control con la derecha y disparo con la zurda para poner el balón fuera del alcance de Mark Flekken en el minuto 41. Tres después, dio el pase inicial tras la recuperación de Achraf Hakimi para Kvaratskhelia, cuyo disparo cruzó la línea tras chocar dos veces en la madera.

Y justo antes del descanso, con un magnífico disparo con efecto, Doué sentenció el triunfo, dando a su equipo una segunda parte de 10 contra 10 llena de dominio y control. El protagonismo pasó entonces a Dembélé, al fin restablecido de su problema en el muslo derecho. "Entré un poco como de puntillas porque cuando uno regresa de lesión no está aún al 100%. Quería haber entrado ya ante el Estrasburgo, pero el entrenador me dijo que esperase un poco más. Me he sentido muy bien", declaró el ex delantero del Barça.

Destacó también el primer gol con la camiseta parisina de Willian Pacho, autor de un bonito cabezazo picado a centro de Nuno Mendes. Ante los 1.800 aficionados desplazados a Leverkusen, los jugadores de Luis Enrique enviaron un mensaje nítido a Europa: quieren conservar su corona.

El Nápoles cae a plomo en Eindhoven

El otro foco de interés de la jornada llegó en Eindhoven, donde el PSV arrasó sin piedad al Nápoles (6-2), que volvió a añorar al lesionado Romelu Lukaku. Los locales se repusieron al madrugador 0-1 de Scott McTominay. Pero el conjunto de Peter Bosz encontró los recursos para remontar ante el vigente campeón de la Serie A.

En dos minutos, el PSV niveló con un autogol de Alessandro Buongiorno y luego se adelantó por medio de Ismael Saibari (minuto 37). A partir de entonces llegó el festival holandés, con los tantos de Dennis Man (54, 80), Ricardo Pepi (87) y Couhaib Driouech (89). Un terrible golpe para los partenopeos, apenas suavizado por otro gol de McTominay en el tramo final.

La marabunta para Simeone

La marabunta para Simeone

Actualizado Martes, 21 octubre 2025 - 23:13

Fue un escándalo. A partir del del gol de Magalhães, el Atlético se hundió, como si en el Emirates se hubiera aplastado en su propia área. Demasiada agua fría para un equipo zombi vestido de azul.

Pero el problema es que una vez más el equipo de Simeone fue un pelele en la segunda parte y su técnico le hace mucho daño con sus tácticas primitivas. En la segunda parte fue como un equipo de tercera división.

Se metían todos en la guarida, como si la marabunta les devorase hasta de Oblak. Simeone cometió el pecado de que en la segunda parte , como veían que el Arsenal dejó de dominar un poco, abrió la caja de Pandora y tácticamente los visitantes eran un conjunto lleno de agujeros. Un chollo.

Sólo Julián Alvarez está a la altura de la calidad de un conjunt europeo, el resto es como un vomitorio Bucero o como se llame, que sólo ha fichado mediocridades. No me extraña que ya le hayan encerrado en su despacho con la llegada de Mateu Alemany que, por cierto, se ha metido en un laberinto.

Además , el club esta vendido despedazado, sin rostro , salvo el color del dinero. Una ruina y un futuro muy negro. El primer paso debería desprenderse de Simeone, que es el cáncer del club.

El Arsenal apretó en el inicio del partido, pero Rice no estaba en su papel y a Zubimendi le veía cansado ya en el minuto 19. Al menos, el equipo rojiblanco se pasaba el balón, trataba de abandonar el nido de Oblak, en el que tan cobardemente se había acurrucado.

No sé lo que pensará el portero esloveno del Cholo, del club y sus desgracias. Le había quitado el 1-0 a Saka, el único atacante gunner que le inquietaba. A Giménez hasta le costó una tarjeta. Pero ni en los saques de esquina creó peligro ese Arsenal que no tenía ningún tipo de pólvora.

Hasta que apareció ese dúo mortal, con Rice sacando una falta y Magalhães, apareciendo desde atrás, lograba el típico gol del Arsenal que tantas veces habíamos visto. Luego fue un torbellino, una apisonadora, un gigante ante los pigmeos futbolísticos del Atlético.

Pero, bueno, Simeone ya tiene su premio de la temporada. Devoró y goleó al equipo que más odia: el Real Madrid. Y con ese banquete ya tiene para soñar todo el año. Me da tristeza y me da pena, porque el gran Atlético no merece estar en manos de estas personas.

El Atleti descubre la diferencia entre ser rico y parecerlo (o que quieran que lo parezcas)

El Atleti descubre la diferencia entre ser rico y parecerlo (o que quieran que lo parezcas)

Uno de los grandes engaños del sistema es, en cuanto nos va decentemente, hacernos creer que somos ricos. Luego, conoces a un rico de verdad. Te ves en esa terraza más grande que tu casa, subes a ese coche que convierte a tu SUV japonés en un pigmeo o descubres que lo que tú llamas menú degustación, él lo llama menú del día y la ilusión se desvanece. Ricos son cuatro, el resto sobrevivimos. El Atleti lo descubrió en Londres.

Andrea Berta, director deportivo de los rojiblancos hasta el curso pasado, se encarga ahora de fichar para el Arsenal y ha pasado de comprar en el súper del barrio a hacerlo en el gourmet de El Corte Inglés. Del fuet (delicia infravalorada si se come a mordiscos, he de decir) al lomo ibérico. De inicio, Arteta puso sobre el campo tres novedades de este verano a 70 millones la pieza (Zubimendi, Eze y Gyokeres). Eso es gastar y no lo que el sistema nacional (madridista) se pasó todo agosto intentando vender: que el Atleti estaba gastando como Richard Pryor en El gran despilfarro (repasen los clásicos, amigos).

De los magnificados fichajes del Atleti, el más caro, Baena, costó 40 kilos y el segundo, Hancko (26), demostró en cada desencaje de cadera que le provocó Saka que por ese precio, en el fútbol actual, compras futbolistas competentes, no diferenciales. Bajo ningún concepto es un club humilde, pero está lejos de ser el millonario que se ha querido vender. Estas cosas hay que explicarlas a la hora de analizar lo que pasa sobre el campo.

Y lo que pasó en el Emirates, pese a la debacle final, fue que los de Simeone, guiados por su futbolista, este sí, diferencial (un Julián Álvarez fantástico), hicieron una hora de partido estupenda, pero el Arsenal fue en todo un poquito mejor. Lo suficiente. Lo que sólo pueden pagar unos pocos. Lo que define los partidos a este nivel.

Un poquito más fuerte, más profundo, más rápido, más hábil, más variado, más intenso, más influyente para que el árbitro pitase la falta inexistente del 1-0 y desmontó al Atleti... Y un poquito en todo y todo el rato, es mucho. Tanto como para atropellar a un rival fuerte que planta cara. Esa es la diferencia actual entre la Liga y la Premier y no hay partido trucho en Miami que lo solvente.

El Arsenal es un candidato a ganar la Champions. El Atleti es un animador. Jugando ambos bien, goleó el primero. El fútbol es mucho más lógico de lo que creemos.

El Atlético se diluye en Londres y termina cayendo con estrépito ante el Arsenal

El Atlético se diluye en Londres y termina cayendo con estrépito ante el Arsenal

En ese cuento del lobo, siempre es mejor temer la peor de las consecuencias. No será porque el entrenador no avisó en la previa, no será porque en la alineación sacó a todas sus torres, pero lo de este Arsenal y el balón parado es, aunque valga la paradoja, imparable. Rice tiene un guante en el pie, lo sabe el Madrid y lo sabe el Atlético. Uno como goleador, el otro como asistente. Puso dos, el primero y el último, y en medio el Arsenal fue esperando como ese torturador que usa la gota china, que es ese tormento en el que conoces el final aunque te resistas a él. Fueron cuatro, demasiado castigo, y ninguno en el arranque, que fue fulgurante. [Narración y estadísticas, 4-0]

A veces es una cuestión de seguir vivo. De esquivar golpes hasta ver una ventana en la que responder. Eso fueron los primeros cinco minutos en el Emirates, el abusón del barrio atemorizando a un rival que no sabía si jugar o despejar. Cuando intentaba lo segundo, alguna pérdida inocente daba alas a un equipo, el británico, que con dos pases se plantaba en área colchonera. Un palo y dos disparos en cinco ataques, uno por minuto.

Sorloth había salido de titular para lo segundo, los despejes o balones largos. También para intentar igualar el poderío aéreo londinense. En altura lo consiguió el Cholo, 183 centímetros de media en ambos lados del campo. Pero el daño de los gunners comenzó por abajo y por la derecha y concluyó como se esperaba. Saka fue un dolor de cabeza para Hancko. Ya avisó en el minuto 18 a espalda, pero respondió Oblak.

El peligro del Atlético vino con una ida de olla de Raya que intentó regatear a Giuliano en el córner. El hijo del Cholo, que es listo como el padre, le dejó liarse solo y sacó rápido de banda para Julián con el guardameta muy fuera de su área. Desde luego, muchos aficionados atléticos querrían que si tienen que recibir un tiro de gracia fuera el argentino el que portara el rifle. Pero falló. Al menos, mediado el minuto 30, el empuje del Arsenal había decaído unos cuantos newtons.

Sí que es cierto que el Atlético tiene una deuda a domicilio. Ni una victoria esta temporada. Dice Julián que muchas se escaparon «por detalles». Esta fue por estrategia. Superlativa en el equipo gunner. Se ganó más por frialdad que por fuego. Y el Atlético, pese a que vino con cubos de agua para sofocar el ardor londinense, se fue con ellos por donde había venido. Ni siquiera se pudo decir que jugó mal, sufrió poco en la primera parte. Al final, apenas un par de oportunidades de Martinelli, una anulada por el VAR y la otra por tras un buen centro de Skelly, pero remató mal reclamando un penalti sin fe.

Pero el 0-0 del primer tiempo no se consiguió gratis, los tres futbolistas que más corrieron en la primera parte fueron Koke, Simeone y Barrios, unos seis kilómetros por cabeza, medio más que el primero del Arsenal que fue Rice. Es a lo que te obliga un equipo, el británico, que alterna momentos de presión alta con un bloque más bajo para salir rápido. Muy completo el equipo que ha confeccionado el ex rojiblanco Andrea Berta, poderío en todas las líneas y posibilidad de explorar muchos estilos de fútbol.

Pero el Atlético salió con otro brío y devolvió el palo a los ingleses en los primeros compases. Fue Julián, el hombre con más calidad de los hombres del Cholo, con un latigazo desde fuera del área. El Arsenal pareció perdido, pero decidió encomendarse a su brújula. Zubimendi se inventó dos pases en profundidad seguidos, el primero salvado por Oblak y el segundo, Martinelli se quedó a centímetros de encañonar. Qué importante es saber devolver los golpes rápido para intentar que un visitante incómodo no se te suba a las barbas.

Ataques aéreos

El siguiente sería letal. Lo dio Gabriel tras un saque magistral de Rice. Quizás Oblak debió salir de debajo del larguero para intentar tocar ese balón. Tanto se había hablado del balón parado del Arsenal, alabado Simeone, y al final, pese a las advertencias, llegó el lobo. Lo peor fue que, pese a la buena recuperación del Atlético tras el tanto, con varios acercamientos peligrosos, los colchoneros le hicieron un pasillo a Skelly que cedió a Martinelli. Esta vez el brasileño no perdonó.

Sin tiempo para recuperarse, Gyokeres hizo el tercero y congeló a los rojiblancos. Quedaba media hora de partido y uno se preguntaba qué haría el Atlético. Simeone intentó sacar más pólvora en busca de un milagro imposible. Ni eso le dejaron los gunners. Gyokeres repitió tras otro balón parado, un saque de esquina sacado por Rice. Un colocador y un rematador, parece voleibol, pero es la virtud de este Arsenal. Una gota fría que te deja helado y la victoria fuera de casa sigue esquiva esta temporada, cero de seis.

El City somete al Villarreal

El City somete al Villarreal

Actualizado Martes, 21 octubre 2025 - 22:59

Se le sigue resistiendo la victoria en esta Champions al Villarreal, sometido por un Manchester City que fue superior, sobre todo en un primer tiempo en el que encarriló su triunfo con goles de Haaland y Bernardo Silva. El equipo de Guardiola impuso su fútbol ante un rival cuya reacción en el segundo tiempo no fue suficiente y que solo ha podido sumar un punto en las tres primeras jornadas.

Poco más de un cuarto de hora necesitó Erling Haaland para estirar su prodigiosa racha anotadora, la mejor de su carrera, y encadenar doce partidos marcando. Nació la jugada en la izquierda, donde Savinho llevaba de cabeza a Pedraza. El brasileño cedió para Lewis, que envió de primeras al corazón del área. Y ahí estaba esperando el cazagoles noruego, que ya había realizado unos minutos antes un ensayo con un cabezazo que se marchó fuera.

El gol fue consecuencia del dominio del City, que ya en el primer minuto había trenzado una buena jugada entre Savinho y Haaland que remató Doku, salvando el gol Luiz Júnior, El brasileño fue la gran sorpresa del once de Marcelino, que parecía haber confiado la titularidad ya de forma definitiva a Arnau Tenas. Reapareció también Foyth en un Villarreal que pareció asumir desde el principio que el balón iba a ser para su rival. No está incómodo el conjunto amarillo en ese tipo de escenario, defendiendo en bloque bajo y saliendo rápido a la contra.

El problema es que los de Guardiola apenas le daban oportunidades para correr. El City tenía el partido bajo control, con Nico González tratando de hacer de Rodri con el apoyo de Stones, casi más pivote que central. Bernardo Silva y Lewis se movían con libertad por detrás de Haaland, con el joven canterano citizen convertido casi en un segundo extremo reforzando a Savinho. por la derecha ante un Pedraza que vio pronto la amarilla y se quedó en el banquillo en el descanso.

El Villarreal se encontraba maniatado, encerrado en su campo por la presión del conjunto inglés y sin demasiadas ideas las pocas veces que conseguía encadenar algunos pases y mantener el balón. Al descanso se marchó sin disparar entre los tres palos, aunque se marchó muy poco un disparo cruzado de Gueye desde la frontal, la mejor ocasión amarilla en el primer tiempo, que acabó con el City ampliando su renta. Savinho centró al área, donde apareció totalmente libre de marca Bernardo Silva con su 1,73 para cabecear a la red.

Con Doku bien sujetado por Mouriño, el equipo de Guardiola siguió insistiendo en entrar por la derecha en el segundo tiempo. Savinho quiso buscar también su gol, pero lo impidió Luiz Júnior tapando el escaso hueco que le quedó el brasileño tras su gran cambio de ritmo para enfilar hacia portería.

El Villarreal ganó en presencia en campo contrario, rondando más el área, pero seguía costándole finalizar y crear ocasiones. Quiso sacudir Marcelino a su equipo con la entrada de Moleiro y Oluwaseyi por Buchanan y Mikautadze, que pasaron de puntillas por el partido, y pareció surtir efecto. Casi de inmediato llegaron dos buenas opciones para los amarillos. Donnaruma sacó un disparo de Gueye y casi a continuación metió Cardona un centro al área que Pepe cabeceó ligeramente desviado. Tampoco encontró portería al rematar de volea un despeje de la defensa.

El Villarreal iba creciendo en el partido a medida que el City perdía protagonismo, aunque no necesitaba demasiado el equipo de Guardiola para generar peligro, como en un balón que le cayó en el área a Haaland, cuyo remate atajó Luiz Júnior, que también sacó una buena mano para desviar lo justo otro peligroso tiro del noruego desde la frontal. Oluwaseyi pudo haber dado emoción a los últimos minutos pero su cabezazo se estrelló en el poste.

Fermín y Rashford se llevan por delante a un Olympiacos con 10

Fermín y Rashford se llevan por delante a un Olympiacos con 10

El desenfreno es una virtud en el fútbol. Es catalizador, sinónimo de chispa, improvisación y hasta genialidad. Sirve para adornar grandes victorias y, sobre todo, para rescatar cuando un duelo se atasca. Eso es lo que hizo Fermín desatándose ante Olympiacos para liderar a un Barça que, sin brillo, acabó armando una goleada en Champions que, si no su fútbol, afila su ánimo para la visita al Bernabéu. [Narración y estadísticas (6-1)]

Tuvo suerte Flick de que la pasión de Fermín le hiciera agarrarse al Barça. A su fe incombustible se unió la de Rashford, cada día más teñido de azulgrana, y con el permiso de Pedri, golpear en Europa sin echar de menos a Raphinha, Lewandowski o la mejor versión de Lamine Yamal. Ahora bien, el resultado no puede enmascarar que el partido fue turbio hasta mediada la segunda parte, cuando en 30 minutos lo zarandearon los culés.

Y es que, por si el Barça tenía la intención de sestear, el portugués Podence hizo estirarse a Szczesny a los 39 segundos de arrancar el partido. Los griegos, con Mendilibar al mando, no querían conceder ni una sola ventaja, y eso era un aviso de que tocaba sacudirse la pereza. Flick, ante la plaga de lesiones, había confiado el ataque a Rashford y en la sala de mando junto a Pedri a un debutante Dro y al hombre que nunca le falla: Fermín. Afilado en ataque, es el mejor soldado del alemán en el campo. Tanto que se encargó de borrar de un plumazo cualquier atisbo de sorpresa, y no una, sino hasta dos veces, para acabar con su primer hat trick en Europa.

Ningún partido cómodo

Al susto inicial de Olympiacos respondió el sevillano armando una contra apoyándose en Lamine Yamal para acabar fusilando a Tzolakis. Le había regalado la ocasión al extremo, pero como no encontró el hueco para el remate, apareció con un golpeo inapelable. Con ventaja a los seis minutos de juego, el Barça tenía la ocasión de apretar el acelerador, resolver y tumbarse a pensar en el Clásico del Bernabéu. Pero no.

A este equipo le cuesta ganarse un partido cómodo y se encontró con los griegos rondando el área y probando con disparos como el de Dani García. Al trantrán, los azulgranas eran incapaces de sacudirse el agobio de un rival que veía cómo al no subirle las revoluciones al duelo, sus opciones aumentaban. Fue entonces cuando volvió a aparecer Fermín.

Esta vez se vio beneficiado por su conexión con Pedri y Dro. El canario le birló la pelota en el centro del campo a los griegos, buscó al joven gallego para que, de tacón, intuyó la llegada por la banda de Balde y le sirviera un balón a Fermín al corazón del área. Recorte y segundo gol.

Rashford, ante Retsos, en el área.

Rashford, ante Retsos, en el área.AFP

Al descanso, el Barça se marchó con ventaja pero todavía sin buenas sensaciones.Por eso, aunque en la segunda parte arrancó otra vez con Fermín cabeceando un centro de Lamine, se torció. Sin tensión, los errores aparecen. En el despeje de un centro lateral de Olympiacos, Eric García tocó el balón con la mano. Aunque la jugada acabó en gol, como no subiría al marcador por fuera de juego, el VAR avisó al colegiado suizo del penalti, que no falló El Kaabi. Se apretaba el resultado cuando el Barça más necesitaba sentenciarlo.

Entonces apareció el árbitro para ponérselo más fácil con la expulsión por doble amarilla de Hezze, momento en que Flick aprovechó para mirar a su banquillo. Antes Rashford había forzado al meta Tzolakis y le había sacado un penalti que, VAR mediante, Lamine Yamal convirtió en una ventaja ya definitiva. La joven estrella aún no brilla, pero deja destellos. Mientras, son otros los que toman el protagonismo.

El cuarto gol lo marcó Rashford con un golpe seco con paradinha en el área a pase de Balde. Como la noche ya estaba para lucimiento, Roony se sacó un centro desde la línea de fondo con un regate de cola de vaca que Fermín envió al fondo de la red. Aún apareció de nuevo el goleador inglés para, como si de un duelo de pistoleros se tratara, marcar el sexto y cerrar un marcador de tenis con un cañonazo de derecha a pase de Pedri. Goleada europea.

El Madrid, contra el partido de Miami: envía un escrito al CSD y Courtois critica que "en la NFL lo votan todos, aquí lo hacen porque les sale..."

El Madrid, contra el partido de Miami: envía un escrito al CSD y Courtois critica que “en la NFL lo votan todos, aquí lo hacen porque les sale…”

Después de sufrir para ganar al Olympique de Marsella en la primera jornada y tras golear al Kairat Almaty de Kazajistán en la segunda, el Real Madrid afronta este miércoles en el Santiago Bernabéu el segundo del trío de encuentros clave de esta semana. Venció en Getafe, se mide esta noche a la Juventus y recibirá al Barcelona en el clásico el domingo. "Nos enfrentamos a un grande de Europa, tienen mucha calidad en defensa y en ataque", elogió Courtois sobre su rival en la Champions League.

El foco mediático, sin embargo, siguió centrado en la polémica sobre la disputa del partido entre el Villarreal y el Barcelona en la ciudad de Miami, en Estados Unidos, en lugar de en La Cerámica, la casa del submarino amarillo y uno de los estadios más complicados de la Liga. Este martes el Madrid ha remitido un escrito al Consejo Superior de Deportes en el que muestra su rechazo al encuentro al considerar que "adultera la competición", algo que ha repetido Courtois en rueda de prensa.

"Sí, totalmente. Adultera la competición", ha respondido, contundente, el belga. "Es fácil de hablar de la NBA y la NFL... La NBA tiene 82 partidos y los playoffs se juegan en el pabellón de los equipos. Y en la NFL está votado por los dueños de todos los equipos, es una decisión de todos. Aquí es lo contrario, aquí lo hacen porque les sale de ellos. Adultera y no cumple con el convenio de los jugadores. No es lo mismo jugar contra un equipo en casa o fuera, porque jugar fuera de casa es complicado, y el Villarreal en su casa es difícil. Todo el mundo tiene que jugar en casa y fuera salvo fuerza mayor", añadió el portero madridista.

Además, Courtois volvió a criticar los comentarios de Javier Tebas en redes sociales y la censura de la Liga a la protesta de los equipos durante la pasada jornada. "No sé qué os sorprende de esto, eso lleva ya tiempo así, haciendo esas cosas, haciendo contestaciones públicas en redes... Yo no he visto jamás a un presidente de una liga de cualquier deporte hablar así. Ocultarlo es censurar y manipular, y es grave", insistió.

Unos segundos más tarde, Xabi Alonso fue más comedido en sus declaraciones sobre la polémica y apenas dejó una frase: "El club está defendiendo legítimamente sus intereses y ya veremos qué es lo que sucede", comentó el tolosarra, que se centró más en la dificultad deportiva de la semana del conjunto blanco.

El vasco no recuperará a Trent, Carvajal ni Huijsen para medirse a la Juventus, pero espera contar con la mayoría de ellos para el clásico del domingo. "He visto al equipo con ganas de tener un buen arranque. Necesitamos al estadio, tenemos que darles para que ellos respondan", declaró.

Uno de los nombres que están sobre la mesa del conjunto blanco es Endrick, que no está contando con muchos minutos en este inicio de curso y podría valorarse una cesión en el mercado de invierno, algo que planea sobre el Bernabéu pero que Alonso no piensa ahora mismo.

"No estamos en ese momento, la competencia es intensa y tiene que estar preparado. Endrick, Gonzalo, Brahim... Están entrando y van a entrar. Es fútbol de altísimo nivel, necesitamos a mucho y necesitamos a muchos buenos. Con la plantilla que tenemos vamos a ir hasta el final", dijo.

El verano que Mikel Merino prefirió el Arsenal al Atlético por "su estilo de fútbol" y por la llamada de Arteta: "Igual que le llamé yo le llamarían otros técnicos"

El verano que Mikel Merino prefirió el Arsenal al Atlético por “su estilo de fútbol” y por la llamada de Arteta: “Igual que le llamé yo le llamarían otros técnicos”

Cuando Peter Mujuzi, el speaker del Emirates, recite esta noche las alineaciones del Arsenal y del Atlético de Madrid, el nombre de Mikel Merino sonará a todo color como una de las estrellas de este equipo británico con trazas hispanas. Pudo ser diferente si en el verano de 2024, el entonces centrocampista de la Real Sociedad hubiera decidido acompañar a su compañero Robin Le Normand en su trasvase al Metropolitano. No fue una cuestión de dinero, ni de tiempos, ni de entrenadores: fue fútbol, simple y llanamente.

Aquella temporada hubo un sabor agridulce en el Metropolitano. Se cayó ante el Dortmund en cuartos de la Champions y ante el Athletic en semifinales de la Copa del Rey. El tercer puesto en liga, una obligación según el máximo mandatario del club, se lo quedó el Girona. Así, se inició un verano movido en los despachos para renovar una plantilla competitiva, pero que se había quedado vieja. El once que los rojiblancos sacaron ante los alemanes fue el más longevo de la historia del club con una media de más de 31 años.

Andrea Berta, entonces director deportivo de la entidad, se fijó en dos objetivos de la Real Sociedad, un equipo que llevaba años estando en Europa y mostrándose muy competitivo en Liga. Le Normand y Merino entraron en la órbita rojiblanca. El primero antes de que terminara la temporada y el segundo a inicios de verano. Hubo un intento, incluso, de traer a los dos en una especie de pack. Había 70 millones para ambos, pero terminó llegando sólo el central hispanofrancés por 34,5.

"Era una oportunidad única"

Y es que, antes de marcharse a Alemania para jugar la Eurocopa, el Arsenal y el FC Barcelona habían mostrado también su interés por el mediocentro txuri-urdin. España iba pasando rondas y a Merino, que ya había rechazado renovar con la Real y le quedaba un año de contrato, se le preguntaba constantemente por su futuro. "Fue un verano muy movido", respondió el jugador navarro a EL MUNDO. El torneo se lo acabaría llevando la selección, con gran protagonismo suyo.

Merino ya tenía una preferencia en su cabeza, aunque valoraba positivamente el interés de clubes tan importantes. El Arsenal, por su estilo de juego, era el elegido, pero los gunners, enredados en la llegada de Riccardo Calafiori, no terminaban de afrontar su operación mientras que el verano seguía avanzando. "Era una oportunidad única, una experiencia fuera de casa en la Premier y volver aquí era una cosa que siempre quise. Además era jugar para uno de los mejores entrenadores del mundo", contó Merino.

Y fue precisamente Mikel Arteta, con una llamada, quien le garantizó su fichaje, tranquilizó al centrocampista y le permitió disfrutar de sus vacaciones con el futuro encarrilado. "Intentamos transmitirle el rol que iba a tener en el proyecto y explicarle lo que queríamos de él. Así que nosotros felices. Igual que le llamé yo le llamarían otros entrenadores", comentó el técnico.

Merino, con la camiseta del Arsenal, en 2024.

Merino, con la camiseta del Arsenal, en 2024.ARSENAL

El 27 de agosto se hacía oficial su marcha al Arsenal por 33,5 millones de euros más cinco en variables. Desde su entorno, tenían claro el destino del navarro por cómo es él como futbolista. "Nunca dudó, elige a sus equipos por el estilo que se adapta a sus características, pero también quiso quitarse el mal sabor de boca que le quedó en la Premier tras su experiencia en Newcastle, donde no pudo dar todo lo que quería", cuentan desde su entorno.

Mantienen también que nunca tuvo "miedo" en recalar en un conjunto británico con grandes estilistas en el medio campo como Martin Odegaard o Declan Rice, que había llegado el año antes por 120 millones de euros. Y que su verdadero riesgo lo corrió cuando abandonó un Osasuna recién ascendido para ir al Borussia Dortmund en 2016, donde Thomas Tuchel, actual seleccionador británico, apenas le utilizó y cuando lo hizo fue ejerciendo de central. Jugó algo más en la cesión al Newcastle la temporada siguiente bajo las órdenes de Rafa Benítez, pero nunca llegó a ser titular indiscutible y de ahí su mal sabor de boca.

Dualidad en los banquillos

Elegir el Arsenal pues no fue una dicotomía entre entrenadores: Mikel Arteta - Diego Simeone, puesto que el navarro ya había jugado bajo otros técnicos de renombre. Sino que el jugador quería un equipo que fuera más ofensivo que defensivo. Así, pasó de ser un defensa testimonial de amarillo y un mediocentro top de blanquiazul a delantero centro provisional del conjunto británico aprovechando la gran plaga de lesiones que tuvo el Arsenal en ataque el curso pasado. "Eso da una idea de la polivalencia del jugador", explican desde su entorno.

Mientras, el español está feliz en Londres "como buen norteño" dedicado al deporte al 100%. "Vive por y para el fútbol", cuentan quienes le conocen, pese a que esta temporada no está siendo tan indiscutible como la anterior. Tampoco lo es el otro jugador que hizo el camino contrario desde la capital británica. Conor Gallagher aterrizó en el Atlético del Chelsea por 40 millones de euros tras el no de Merino y su rendimiento ha sido irregular desde su llegada al Metropolitano, sin llegar a asentarse nunca en el once inicial de Simeone. Encima, las llegadas de Cardoso, Nico y Almada complican aún más su presencia en el once.

Dani Carvajal: "Disfruto más de las cosas pequeñas porque hace unos meses estaba en la mierda; ahora me alegro por una convocatoria"

Dani Carvajal: “Disfruto más de las cosas pequeñas porque hace unos meses estaba en la mierda; ahora me alegro por una convocatoria”

Dani Carvajal (Leganés, 33 años) se incorpora esta semana al grupo en los entrenamientos. Ya está bien de la lesión en el sóleo de la pierna derecha, y es posible que incluso entre en la convocatoria para el clásico. El capitán del Real Madrid, líder de ese vestuario y líder del vestuario de la selección, atiende a EL MUNDO después de un acto publicitario para presentar el balón con el que se jugará ese partido, el primer balón creado expresamente para un partido por parte de LaLiga y Puma. Está sonriente, está tranquilo. Está contento. Poco a poco se va olvidando de la gravísima avería en la rodilla que sufrió hace poco más de un año y que le ha tenido lejos del campo muchísimos meses. Está de vuelta y para quedarse.

Pregunta. ¿En qué nota que el clásico no es un partido más?

Respuesta. En todo. En el número de entradas que te piden, en que la gente te dice más cosas por la calle...

P. ¿Pesa el ciclo de derrotas contra el Barça del año pasado?

R. No es que pese, pero tenemos ganas de revancha. De todas formas queda mucha Liga. Es un partido, son tres puntos. O sea, no va a pasar nada, ganes o pierdas, pero sí que es verdad que en el ámbito emocional, ganarle supondría algo importante para nosotros y para nuestra afición.

P. Bueno, ¿cómo se encuentra?

R. Bien, muy bien. Esta semana ya estaré con el equipo e imagino que disponible para el domingo.

P. ¿Qué es lo que más le está costando? Rodri contaba que lo que más le costaba era volver a hacer movimientos que antes hacía con naturalidad.

R. Sí, hay acciones en las que tu cabeza necesita pensar un poco más antes de hacerlas. Antes salían de un modo natural y ahora cuesta más. Es como que tu cabeza te va diciendo "este gesto lo puedo hacer, este gesto a ver...". Es un proceso temporal hasta que todo vuelva a ser automático.

P. ¿Tiene miedo?

R. Yo no, ni lo tengo ni lo he tenido. Hay días que estás más molesto, otros días menos. Pero estoy de acuerdo con De la Fuente cuando dijo que todos los futbolistas tenemos molestias. Molestias sí, pero miedo no.

"Mentalmente he llevado mejor esta lesión que todas las lesiones y recaídas de 2021"

P. ¿Cómo ha llevado este año mentalmente?

R. Si te soy sincero, mejor que aquel 2021 en el que tuve muchas lesiones y muchas recaídas. Esta vez ha sido un proceso más de mentalizarte, de decir "tengo una lesión grave, una lesión a largo plazo" y saber que tienes que ir superando fases, acortando plazos... Y para eso te mentalizas. En 2021 fue mucho peor, porque fue lesionarme, recuperarme, empezar a ver la luz y volver a caer. Fue mucho más frustrante, la verdad.

P. ¿Qué ha aprendido este año que ha pasado?

R. Bueno, a valorar todo mucho más. Disfrutar de cada día de entrenamiento, ir todos los días con la mejor de mis sonrisas, a cada partido. Algo que quizá antes no sabía hacer. Antes no jugaba de titular y llegaba a casa enfadado. Ahora no, ahora bueno, me lo tomo de otra manera. Disfruto más de las cosas pequeñas porque hace unos meses estaba en la mierda, y por eso ahora me alegro simplemente de una convocatoria. Ver el lado positivo de las cosas. Disfrutar de cosas que antes no valoraba.

P. ¿Ha cambiado su forma de ser?

R. Yo creo que ha cambiado en eso que estamos hablando. Mi mujer, mi familia, saben y recuerdan perfectamente que yo antes me enfadaba mucho por cualquier cosa, me exigía a mí mismo muchísimo. Y ahora disfruto de las cosas pequeñas, y eso me hace ser un poco más feliz.

P. ¿Le ha dado tiempo a pensar qué hará cuando se acabe el fútbol?

R. No, porque ahora mismo no veo mi vida sin fútbol. Entonces, hasta que me dé, sobre todo, mi cabeza, voy a estar dando guerra.

Dani Carvajal, con el balón del clásico

Dani Carvajal, con el balón del clásicoÁNGEL NAVARRETE

P. Es una pregunta un poco obvia, pero, ¿en quién se ha apoyado?

R. Sin duda, mi mujer es la que más me ha aguantado este año.

P. ¿Y qué ha sido lo peor?

R. El dolor, o sea, el dolor del post-operatorio, los primeros 10 días, dos semanas, era tremendo. A veces me ponía a desayunar con mi mujer, y recuerdo tener que tomar medicación, cada vez más fuerte, cada dos horas. No podía dormir, no podía comer. Intentaba bajar a comer y aguantaba en la mesa dos minutos y tenía que ir al sofá a tumbarme porque no aguantaba el dolor. Eso fue lo más duro.

P. ¿Veía mucho o poco fútbol?

R. Pues al principio me costó ver fútbol, quería desconectar. Pero luego me picaba el gusanillo.

"Xabi es un entrenador moderno, que se adapta al rival. Me gusta ese concepto"

P. ¿Cómo definiría a Xabi Alonso como entrenador?

R. Es un entrenador joven, y con joven me refiero a que es un entrenador con conceptos jóvenes, con ganas de ir a por los partidos sin esperar. Un entrenador que se adapta también muchas veces al rival, y cambia buscando la fórmula que él cree que le puede hacer más daño. Me gusta.

P. ¿Le pidió ayuda a usted?

R. No es pedir ayuda. Charlamos varias veces, comentamos un poco de todo, qué cosas creía yo que se podrían mejorar de la plantilla, cómo lo veía él...

P. ¿Se va a acabar algún día la polémica alrededor de Vinicius?

R. Pues hombre, no lo sé, pero, ¿dónde está la polémica con Vinicius en Getafe? Un jugador, con el balón en el otro lado del campo, te saca el brazo y te da en el cuello y en la cara. Pues creo que no hay más que discutir.

P. ¿Cómo intentan ayudarle?

R. Intentamos que se centre en el fútbol, porque cuando él está centrado es el mejor, uno de los mejores.

P. ¿Qué es lo mejor de lo que no vemos de Mbappé?

R. Pues que es un tío fantástico. Llega al vestuario con una sonrisa, se integró desde el minuto uno. Es un tío normal, no mira a nadie por encima del hombro, y creo que eso es importante sabiendo quién es Mbappé.

Las increíbles carambolas para que Di Stéfano nunca jugase un Mundial: dos nacionalidades, una clasificación desastrosa y un informe confidencial

Las increíbles carambolas para que Di Stéfano nunca jugase un Mundial: dos nacionalidades, una clasificación desastrosa y un informe confidencial

Alfredo Di Stéfano nació en julio de 1926, de modo que el regreso de la Copa del Mundo después de la guerra, Brasil'1950, le pilló con 24 años, en pleno despegue. En 1947 había debutado con Argentina en el Sudamericano de Guayaquil, del que regresó campeón y con seis goles en seis partidos. Pero no fue a aquel Mundial. Argentina no se inscribió, despechada porque se hubiera escogido a Brasil como escenario del retorno de la Copa del Mundo a Sudamérica. Perón, presidente del país, declaró la guerra a la FIFA y Argentina no acudiría ni a esa cita ni a la siguiente. Y ni aun en el caso de haber acudido lo hubiera hecho con Di Stéfano, entonces fugado a Colombia para jugar con el Millonarios en una liga pirata.

Para Suiza'1954 Argentina tampoco se inscribió. Di Stéfano estaba ahora en el Real Madrid, pero aún no se había nacionalizado. La 1953-1954 fue su primera temporada aquí, y como natural de un país de "la América hispana" tendría derecho a la doble nacionalidad cuando cumpliera dos años en España. Y, norma FIFA, sólo sería seleccionable a los tres. Con 28 años, le pasó otro Mundial de largo.

Para saber más

Se nacionalizaría español en 1957, y debutó con España ante Holanda el 30 de enero de 1957, junto a Luis Suárez. España ganó 5-1 con tres goles de Di Stéfano. Se abría un futuro para el equipo nacional, ausente de Suiza'1954 por una calamitosa eliminación ante Turquía. Cara a Suecia'1958 afrontamos una liguilla de tres con Suiza y Escocia. Había mucho optimismo: España había estrenado ante Holanda una delantera sensacional: Miguel, Kubala, Di Stéfano, Luis Suárez y Gento. Miguel, el menos recordado, era un excelente extremo canario del Atlético de Madrid. Aquel ataque estaba bien respaldado por sólidos jugadores de medio campo y defensa, y dos grandes porteros, Ramallets y Carmelo. No podíamos fallar.

Y sin embargo bastaron los dos primeros partidos para tirarnos el alma a los pies.

Empezamos el 10 de marzo de 1957, ante Suiza, en el Bernabéu. El seleccionador, Meana, repitió la delantera que goleó a Holanda. El campo se llenó, como no podía ser menos, pero no se vio lo del día de Holanda, sino un partido confuso que acabó con un comprometedor 2-2. Suiza, inventora del cerrojo, lo empleó a conciencia y nuestro ataque estuvo mal hecho. Como Di Stéfano y Kubala tendían a retrasarse, Meana metió a Luis Suárez, interior creativo, como punta entre la maraña de defensas suizos, donde se manejó mal. Además, descuidamos los contraataques y un tal Hügi II nos hizo dos goles.

El segundo partido fue la visita a Escocia, previo amistoso en Bruselas donde recuperamos moral ganado 1-5 a Bélgica. En el puesto de Kubala jugó Mateos, un interior muy móvil, escurridizo y con olfato de gol. Funcionó. Pero en Glasgow regresamos a la fórmula Kubala-Di Stéfano y perdimos 4-2, en campo blando y bajo la lluvia. De nada serviría ganar después a Escocia por 4-1 y a Suiza por 1-4. Los escoceses resolvieron bien sus dos partidos contra los suizos para dejarnos fuera. Eran los mejores años de Di Stéfano. Pocos días después del partido con Escocia, el Madrid ganaba la segunda Copa de Europa. Y poco antes de iniciarse Suecia'1958 ganaba la tercera. Igualmente ganaría las dos siguientes, siempre con Di Stéfano como 'alma mater' del equipo. Tenía 32 años, pero estaba cumbre.

La cuarta y última oportunidad fue Chile'1962. Di Stéfano ya se acercaba a los 36, había perdido velocidad, pero seguía vigente. Su Madrid ganó la Liga y la Copa, y llegó a la final de la Copa de Europa en la que perdió 5-3 con el Benfica. Sirva esto como referente del nivel en que aún se sostenía, porque era el alma del equipo. Por otra parte, la Recopa la ganó el Atlético y la Copa de Ferias, el Valencia al Barça. Ese era el nivel de nuestro fútbol: en tres campeonatos europeos, cuatro finalistas y dos campeones. Así que se esperaba mucho de la selección tras un decenio largo de disgustos. El cuarto puesto en Brasil'1950 quedaba ya tan lejos...

El sistema de clasificación fue distinto: dos eliminatorias. Primero, Gales: 1-2 en el Ninian Park de Cardiff, y 1-1 (¡ante 110.000 espectadores!), en el Bernabéu. Pasamos, pero sin presumir. La siguiente fue contra Marruecos, campeona del Grupo II de la zona africana: 0-1 en el Marcel Cerdan de Casablanca y 3-2 en el Bernabéu, esta vez con 50.000 espectadores.

Di Stéfano, en un entrenamiento con España en Londres

Di Stéfano, en un entrenamiento con España en LondresGETTY

Pedro Escartín, seleccionador, había anunciado que no seguiría en ningún caso y dio el relevo a Hernández Coronado, un hombre ingenioso, inventor del cargo del secretario técnico en los clubes, y célebre por sus ocurrencias. Cuando dirigía al Madrid hizo un once distinto para casa y para las salidas, entendiendo que las exigencias eran distintas. El experimento duró hasta que Bernabéu se hartó. Fue también el introductor de los números de las camisetas en España y regó su carrera de frases ingeniosas. No le gustábamos mucho los periodistas. Dejó escrito: "Para escribir de fútbol en un periódico hay que reunir dos requisitos: ser amigo del director y no valer para otra cosa".

En el relevo se produjo una incidencia muy notable. Pedro Escartín dejó en la Federación un informe sobre la valía y condiciones de los jugadores a su juicio seleccionables. MARCA se hizo con una copia, lo publicó íntegro y se armó la marimorena. De tal portero (Araquistáin) decía que sería el mejor si no le comieran los nervios, de tal otro (Vicente) que sería el mejor si estuviera de verdad curado de la lesión, del otro (Carmelo), que era peor que los dos anteriores y menos valiente, pero que tenía más experiencia. A tal defensa le reputaba de duro, a tal otro de lento, a un medio que era bueno de cabeza pero malo con el pie, a otro que no veía el pase.

Era un informe bienintencionado y, hasta donde alcancé a ver a aquellos jugadores, correcto, pero lleno de morbo para las conversaciones de los bares. Sólo Luis Suárez pasaba sin objeciones. Fue particularmente polémico el juicio conjunto de los extremos izquierdos Gento y Collar, sobre cuyos méritos las aficiones del Madrid y el Atlético discutían acaloradamente cada día. El juicio de Escartín fue este: "Esta temporada está mejor Collar, y con muchas ganas. En Chamartín, contra Marruecos, le aplastó el apasionamiento del público. Gento ha perdido parte de su velocidad, que es su mejor arma, y tengo la impresión de que este chico no hace buena vida y lo siento, porque es excelente. Los dos saldrán a jugar con ilusión, pero insisto en que Collar tiene en mis fichas una mayor línea de regularidad." ¡La que se armó!

Pero si saco a relucir esta anécdota, es para desembocar en el juicio que hacía de Di Stéfano: "Si este jugador, que va a acabar destrozado al terminar la temporada, aprovecha bien las cinco semanas antes del Mundial, es aún imprescindible y el mejor de todos, a larga distancia. No puede jugar tres encuentros en ocho días. Conforme. Pero dos, sí. Es el hombre que siente más la responsabilidad, o uno de los que más. Y da cuanto puede. Ha perdido velocidad, es lógico, pero su intuición ante el gol, la forma en que liga y realiza, le hacen indiscutible. Hombre inicialmente huraño en su carácter, cuando se entrena lo hace de verdad. Se fija en todo y hay que cuidar su clima moral".

El futbolista saluda al Duque de Gloucester antes de un amistoso en Londres contra Inglaterra en 1960.

El futbolista saluda al Duque de Gloucester antes de un amistoso en Londres contra Inglaterra en 1960.

Ese era, en efecto, el Di Stéfano de aquellos días, y como tal entró en la lista inicial de 29 con la que iba a trabajar el polémico Helenio Herrera, ex del Barça y entonces en el Inter, donde se había llevado a Luis Suárez. En la época había un seleccionador, que escogía los jugadores y hacía la alineación, y un entrenador que cuidaba su preparación física, técnica y táctica. La pareja de personajes tan extremos olió a chamusquina desde el principio, y hasta se le dio el nombre de fórmula química: H3C, de Helenio Herrera y Hernández Coronado. Helenio y Di Stéfano no se llevaban bien, por declaraciones extemporáneas del técnico cuando estaba en el Barça y tildaba al jugador de viejo.

Se programaron seis partidos de preparación entre el 29 de abril y el 17 de mayo, en el Metropolitano, El Sardinero, San Mamés, de nuevo San Mamés, Atocha, tras los que se hicieron los siete descartes, y vuelta al Metropolitano. Los 'sparrings' fueron clubes europeos: Saarbrücken, Stade Reims dos veces, Osnabrück otras dos, y el Bayern.

El 13 de mayo, en Atocha y ante el Osnabrük, Di Stéfano notó en el 65' un dolor en el muslo y se retiró. Faltaban 18 días para el primer partido de España en Chile, y la cosa no pareció ni mucho menos tan grave como para descartarle, de manera que se le anunció en la lista definitiva de 22. El último encuentro, el 17 de mayo ante el Bayern, no lo jugó. El 20 de mayo, día de la salida, Helenio Herrera tuvo la ocurrencia de hacer un entrenamiento durísimo a las cinco de la tarde con vistas al largo viaje, que se emprendería esa noche, a la una de la madrugada. El público aplaudía la intensidad de los ejercicios cuando a los 25 minutos Di Stéfano se retiró, tocándose el muslo, tras un latigazo.

Habló con el doctor Cabot, gesticuló mucho, trotaron algo juntos por la banda, pararon. Hernández Coronado se acercó y Di Stéfano le dijo: "No puedo ir, no estoy en condiciones. Busquen a otro". Cabot le insistía: "Me comprometo a curarte en 10 días". Mientras HH miraba desde el campo, donde los demás seguían trabajando, Di Stéfano insistía: "No puedo con estos entrenamientos tan fuertes, busquen a otro". Pero era impensable y prevaleció el optimismo del doctor: "No es nada. Una simple consecuencia del tratamiento intensivo al que ha estado sometido. Una contracción muscular sin importancia".

Di Stéfano, rematando de cabeza con la selección.

Di Stéfano, rematando de cabeza con la selección.EFE

A medianoche, en Barajas, Di Stéfano decía, lúgubre: "Creo que voy de turista". Cabot le rebatía: "Respondo de que estará repuesto en unos días. Hay que quitarle da la cabeza esa idea de que no va a poder jugar." El viaje fue de aúpa: 18 horas, con escalas en Río, Montevideo y Buenos Aires. En la noche, en los asientos de tres se levantaban los brazos y ahí dormían 'los principales'. A los pies, los siguientes en importancia. Y el resto, en el pasillo. Así viajaban los futbolistas entonces.

La víspera del primer partido, contra Checoslovaquia, el 31 de mayo, aún se hablaba de duda, pero no pudo ser. Perdimos 1-0. El 3 de junio toca México, se dice que podría, pero mejor reservarle para Brasil. Ganamos 1-0. A ver si ahora, con Di Stéfano, ante Brasil... Pero tampoco ante Brasil pudo estar. Los pronósticos brujos del doctor Cabot fueron humo. Perdimos 2-1 y se acabó todo. Di Stéfano, como se temía, viajó de turista. Y regresó del peor humor. Helenio Herrera la tomó con los cuatro gordos de la expedición, Puskas, Eulogio Martínez, Santamaría y Di Stéfano, a los que daba como toda cena una manzana, y puso un guardia en la cocina del hotel para que no entraran. Di Stéfano perdió cuatro kilos y empezó a tener descompensaciones en la espalda que le duraron toda la vida, de las que culpó siempre a HH por empeñarse en bajarle el peso con el que siempre jugó. Volvió sin Mundial y con un problema que le martirizó para siempre.