Djokovic pierde ante Berrettini en su primer partido en Doha

Djokovic pierde ante Berrettini en su primer partido en Doha

Actualizado Martes, 18 febrero 2025 - 20:05

Novak Djokovic cayó derrotado este martes ante el italiano y 35 del circuito Matteo Berrettini 7-6 (4) y 6-2 en los dieciseisavos de final del ATP 500 de Doha y se despide del cuadro de individuales del torneo catarí que se juega en pista dura.

El jugador balcánico, que fue derrotado por el alemán Alexander Zverev (2) en las semifinales del Open de Australia el pasado mes de enero, no se encuentra en su mejor momento a sus 37 años y no pudo 'rascar' ni un set al tenista romano en 1 hora y 35 minutos de partido.

Djokovic había ganado los cuatro encuentros disputados hasta el momento ante Berrettini, quien estrena victoria ante el de Belgrado, y no perdía en una primera ronda desde el torneo de Montecarlo en tierra batida en 2022 ante el español Alejandro Davidovich.

Sin embargo, está disputando el cuadro de dobles de Doha junto al también español Fernando Verdasco, quien se retirará después del torneo, y jugarán los cuartos de final contra Harri Heliovaara y Henry Pattem, segundos favoritos y vigentes campeones del Grand Slam de Melbourne.

Ancelotti: "Me siento más tranquilo con los arbitrajes europeos"

Ancelotti: “Me siento más tranquilo con los arbitrajes europeos”

Real Madrid y Manchester City se miden este miércoles en la vuelta del playoff de la Liga de Campeones, pero el protagonismo en la previa celebrada en Valdebebas fue para la polémica arbitral. Carlo Ancelotti, cuestionado por las últimas decisiones de los colegiados contra el conjunto blanco, admitió que se siente "más tranquilo con los arbitrajes europeos". "En Europa hay menos intervenciones del VAR, interviene solo cuando es necesario. En la Champions pitan los mejores árbitros de cada país y la calidad es muy alta", valoró el técnico, que añadió que llevan "tres partidos donde hemos sido perjudicados por decisiones que todavía no entiendo".

El entrenador también hizo una reflexión sobre la llegada del VAR al fútbol y cómo éste ha cambiado el deporte. "Creo que el VAR ha quitado responsabilidad al árbitro y en el momento en el que quitas responsabilidad se convierte en un sistema peligroso. El VAR había llegado para quitar errores flagrantes, pero no para intervenciones que son de fútbol", explicó Carletto, que prefiere la "naturalidad" del fútbol.

"Se analiza por una imagen quitando lo que es la naturalidad del fútbol. Veo penaltis, no solo contra nosotros, de muchos pisotones que son parte del fútbol. El penalti de Le Normand a Borja Iglesias es difícil de entender, el penalti de Tchouaméni, el de Camavinga... Hay que dar más responsabilidad a los árbitros, no entiendo que la decisión la tome el VAR", insistió.

Preguntado por las declaraciones de Guardiola en las que aseguraba tener "un 1% de posibilidades" de pasar la eliminatoria, Ancelotti soltó una carcajada. "Eso no lo piensa de verdad, se lo voy a preguntar antes del partido. Piensa que tiene más, y es lo normal. Nosotros no pensamos que tenemos el 99%.Tenemos una pequeña ventaja que hay que aprovechar".

Ancelotti espera a un City diferente al de la ida y planea "el mismo planteamiento" que el Madrid mostró en el duelo de Manchester. "Eso de que hay que plantear el partido como si fuese 0-0 es una tontería. El dato objetivo es que marcamos uno más. Puedes cambiar el planteamiento sin hacer cálculos, pero tenemos que salir igual que en la ida", dijo.

Unos minutos antes, Valverde reconoció que los árbitros "son humanos" y "se equivocan", "y nadie les halaga cuando lo hacen bien". No obstante, el uruguayo elogió a Bellingham después de su expulsión en Pamplona. "Jamás le diría a un jugador que no protestara. Los jugadores vivimos el partido, estamos a mil, con sangre caliente y hay jugadores que lo viven de una forma y otros diferente. Yo quiero jugadores que se dejen el alma, quiero a Jude siempre así, tiene carácter, quiere ganar, pelear... Le ha tocado que le sacaran roja, pero yo contento con que demuestre esa garra", dijo el centrocampista sobre su compañero.

Pogacar, con nueva máquina, arranca un curso en el que sus asustados enemigos le evitan y busca la mágica victoria 100

Pogacar, con nueva máquina, arranca un curso en el que sus asustados enemigos le evitan y busca la mágica victoria 100

Tadej Pogacar levanta el telón y sus enemigos le evitan. El ciclista sin límites abrió ayer una temporada de largo recorrido en la que defenderá su reinado y peleará por adornar su espléndido palmarés con un número simbólico: 100 victorias. El esloveno ya cuenta con 88 triunfos y en el nuevo curso tiene previsto participar en una docena de pruebas, el doble que sus principales rivales. Esa cifra redonda está al alcance de un corredor que emula a los antiguos, con un calendario de principio a fin de temporada: desde febrero a octubre sin descanso. En la temporada pasada sumó 25 victorias, con menos de la mitad sería centenario.

El líder de la escuadra de Emiratos Árabes se estrenó ayer en el Tour de UAE, una prueba de segundo nivel a la que debe acudir como contraprestación por haber rubricado el contrato más elevado del pelotón: ocho millones de euros anuales hasta 2030. En la ronda del desierto ha estrenado una bicicleta de última generación, una Colnago aerodinámica como ninguna. Los medios más selectos para el corredor más versátil. Con su nueva máquina pretende imponerse en la contrarreloj de hoy del Tour de UAE de 12,2 kilómetros y en las dos etapas de montaña de mañana, con final en Jebel Jais, y del domingo, en Jebl Hafeet, y en alguna de las clásicas de primavera.

Y es que este año, Pogacar apostará, como nunca, por las pruebas de un día: Strade Bianche, Milán San Remo, E3 Saxo Classic, Gent-Wevelgem, Tour de Flandes, Amstel Gold Race, Flecha Valona, Lieja-Bastoña-Lieja, Mundial de ruta de Kigali (Ruanda) y Giro de Lombardía. Marcada en rojo está la fecha de la Milán-San Remo (22 de marzo), un Monumento que se le resiste y con el que empieza a obsesionarse, en cuatro participaciones ha sido decimosegundo, quinto, cuarto y tercero. El bebut en la París-Roubaix queda aplazado por mejor ocasión

Antes de afrontar la conquista de su cuarto Tour de Francia sólo participará en una ronda de una semana: Critérium Dauphiné (8-15 de junio). Esta prueba será la única en la que coincidirá con Jonas Vingegaard antes de la salida del Tour. El danés ha preferido esquivar al esloveno y completar una hoja de ruta con carreras de una semana: Vuelta al Algarve (comienza mañana), París-Niza y Volta a Catalunya. Su intención es acudir a la Vuelta a España, cita aún no confirmada por Pogacar. Esta es la única de tres grandes rondas que Pogi no ha ganado y eso le motiva, pero todo dependerá de los resultados y el desgaste del Tour.

Primoz Roglic también se estrenará en el Algarve y luego irá a la Volta, al Giro de Italia y al Tour. No coincidirá con Pogacar hasta la Grande Boucle. Si es seleccionado para el Mundial en ruta (perfil montañoso) debería colaborar con Pogacar para reeditar el título del curso pasado.

En la nómina de los Big Three oponentes de Pogacar, Remco Evenepoel es el que menos le evitará, dado que coincidirá con el esloveno en Amstel Gold Race, Flecha Valona, Lieja-Bastoña-Lieja y Critérium Dauphiné. El Mundial volverá a ser uno de los principales objetivos de fenómeno belga, que ha comenzado la campaña lastrado por las fracturas de clavícula, costilla, omóplato y mano derecha producidas en un entrenamiento en diciembre.

Wout Van Aert, que ayer acaparó protagonismo en la Clásica de Jaén, hará doblete con Giro y Tour y se peleará con Mathieu van der Poel en el Tour de Flandes, París-Roubaix, Mundial y la conquista de etapas en la Grande Boucle.

Entre los españoles, el que más veces coincidirá con Pogacar será Enric Mas, que se ha propuesto participar en Vuelta a Andalucía, la clásica Faun Drôme, la Volta a Catalunya, País Vasco, Amstel Gold Race, Flecha Valona, Lieja, Critérium Dauphiné, Tour de Francia, Vuelta y Lombardía. Carlos Rodríguez, que ayer debutó en el Tour de UAE, se ha decantado por la Volta, País Vasco, Tour y Vuelta a España. Juan Ayuso tiene un calendario opuesto a su compañero Pogacar, con participaciones en las clásicas Faun Ardèche y Faun Drôme y las rondas de Tirreno-Adriático, Volta y Giro de Italia. En principio, será el líder del UAE en la corsa rosa, donde competirá con Roglic, ganador de la edición de 2023.

El abismo del Valladolid de Ronaldo: un presidente desaparecido, un ministro enfadado y 40 millones de 'beneficios' en fichajes

El abismo del Valladolid de Ronaldo: un presidente desaparecido, un ministro enfadado y 40 millones de ‘beneficios’ en fichajes

«Somos un equipo sin soluciones, sin alma». No es el diagnóstico de uno de los aficionados que abandonaron las gradas del Nuevo Zorrilla el domingo para no ver, de nuevo, a su Valladolid humillado. Son palabras de Anuar, uno de los capitanes del colista de Primera. Otro, Luis Pérez, se despidió aplaudiendo la bronca que le dedicaba la grada por cuestionarles públicamente las críticas que le había dedicado en otros partidos. Los pucelanos se han hartado de sufrir. Con solo 15 puntos, cinco derrotas consecutivas y el segundo entrenador de la temporada, Diego Cocca, destituido, ven a su equipo enfilado hacia el descenso, y lo que es más preocupante, abocado a una descomposición que parece imparable.

Miran al césped, pero más al palco, donde focalizan el origen de todos los males en Ronaldo Nazario, el astro brasileño que compró el 51% de las acciones del club en septiembre de 2018 por 30 millones de euros a través de su empresa Tara Sport 2018 S.L.

El pasado mes de noviembre, el club convocó una ampliación de capital que eleva su paquete de control hasta el 82% y que fue recurrida ante los tribunales por Ágora Inversiones, propietarios del 9% de las acciones. El resto está en manos de pequeños accionistas y del Ayuntamiento de Valladolid, que tiene un 0,785% del capital social.

Pese a aumentar su poder, Ronaldo tiene al Valladolid en venta. Tiene que desprenderse del club para cumplir su sueño de presidir la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF). «Tengo cientos de motivaciones, pero la más grande es devolver al fútbol brasileño el respeto a nivel mundial. La situación de la Seleção no es la mejor ahora mismo, tanto dentro como fuera del campo. Tengo planes increíbles», reconoció Ronaldo en una entrevista con Globoesporte hace unos meses.

Antes ya se había deshecho del 90% del Cruzeiro tras una mala racha deportiva que le llevó a ver una foto suya quemada en la grada. «Quiero irme, ya no me sirve nada, estoy decepcionado», confesó al comprador.

Ronaldo junto a Óscar Puente, alcalde de Valladolid en 2018 cuando compró el club.

Ronaldo junto a Óscar Puente, alcalde de Valladolid en 2018 cuando compró el club.EFE

En Valladolid va por el mismo camino. En la grada del Nuevo Zorrilla ya proliferan los carteles amarillos con la leyenda de 'Ronaldo Go home'. Nadie le perdona lo que ocurre con el equipo. El primero, el ministro Óscar Puente, ex alcalde de Valladolid a quien el brasileño fue arrinconando en el palco. «No he visto a un Real Valladolid más inoperante, con menos calidad, menos autoestima, menos carácter, más desorientado y más perdido en mis 56 años de vida. Si ha habido un equipo peor que este, yo no lo he conocido. O no lo recuerdo», se lamentaba en redes este fin de semana.

Más traspasos que fichajes

La gestión de Ronaldo desde que llegó a Pucela ha sido de mínimos. Ha estado cuatro temporadas en Primera, con dos descensos, si bien su paso por Segunda acabó siempre en ascenso. Ha tenido hasta ahora tres entrenadores, dos muy queridos, Sergio González y Pacheta, y dos que llegaron por deseo del propietario y con los que nunca ha habido feeling: Pezzolano y Diego Cocca. El uruguayo llegó a hacer burla en la celebración del ascenso de los cánticos de dimisión que había escuchado toda la temporada. El argentino, por su parte, no ha revivido al equipo que, como admitió Anuar, no tiene soluciones. Ambos han hecho las maletas en un intervalo de apenas tres meses.

A la complicación de enderezar una temporada torcida se suma la venta en el mercado de enero de los mejores jugadores: Juma Bah, traspasado a City por 6 millones, Lucas Posa al Ajax por tres y Kike Pérez al Venezia por un millón. Queda la duda de si la lesión de Raúl Moro fue lo que impidió su venta. A esas se suma la de Boyomo en verano a Osasuna por cinco.

En el balance de fichajes y ventas de Ronaldo siempre hay beneficio. Salvo la temporada 22/23, en la que fichó por 11 millones más de los que generó en traspasos, en el resto ha comprado por 48,28 y ha vendido por 87,7, lo que arroja un saldo favorable de casi 40 millones de euros. Así ha evitado que las cuentas de club arrojen pérdidas continuadas en los balances anuales.

La operación más cara que ha afrontado el Valladolid en la etapa Ronaldo fue la compra de Gonzalo Plata por nueve millones, que una temporada después vendió por 12. Otro buen pellizco dejaron Fresneda, Larin o Weismann.

Esta temporada su mayor inversión la hizo en el croata Stipe Biuk, que llegó cedido en enero de 2024 y sumó en el ascenso. Ya en Primera, pagó cuatro millones... para enviarlo en préstamo al Hajduk Split.

El Barça recupera el liderato ante el Rayo con sufrimiento y polémica

El Barça recupera el liderato ante el Rayo con sufrimiento y polémica

Actualizado Lunes, 17 febrero 2025 - 23:12

Al Barça le tocó apretar los dientes para volver a encaramarse al liderato. Ante un Rayo Vallecano pletórico de sensaciones en las últimas jornadas, acabó por llevarse un triunfo por la mínima (1-0) gracias a un tanto de Lewandowski tras un penalti señalado por Melero López a instancias del VAR y envuelto también por la polémica. Los visitantes, de hecho, protestaron muchísimo un gol de De Frutos finalmente invalidado por el colegiado al entender que Nteka, en fuera de juego aparentemente posicional en el arranque de la jugada, había sacado partido de su posición para evitar que Íñigo Martínez tuviera opción de llegar al balón. Los visitantes, en una recta final de partido de altísima tensión, tuvieron más de una ocasión para empatar.

El castigo de Flick a Koundé por llegar tarde a la charla también sirvió para darle algo de descanso a un jugador que es el que acumula más horas de vuelo en su plantilla. El defensa sumaba antes del arranque del duelo 2.981 minutos, 133 más que un Raphinha caracterizado por una actitud eternamente incansable y 218 que un Cubarsí que, pese a su juventud, es también casi imprescindible en la zaga barcelonista. Héctor Fort se encargó de tomarle el relevo al francés en la zaga, con De Jong afianzado en la medular como relevo del no hace tanto imprescindible Casadó. Ahora mismo, el joven centrocampista parece haber bajado varios peldaños en las preferencias del técnico alemán. Al menos, por ahora.

Enfrente, los azulgrana iban a tener a un Rayo que no ha acabado de dárseles del todo bien en los últimos años. Desde la campaña 2021-22 han encajado tres derrotas (1-0, 0-1 y 2-1) y firmado dos empates (0-0, en casa, y 1-1, en Vallecas) frente al este rival. Los dos últimos precedentes, eso sí, eran positivos para los intereses de los locales. El curso pasado, en la penúltima jornada, se impusieron por 3-0, con un tanto de Lewandowski y dos de Pedri. Y en esta misma campaña, vencieron por 1-2, gracias a un nuevo gol anotado por el canario y al tanto convertido por un Dani Olmo que dejaron en anécdota el madrugador gol inicial de Unai López. Los visitantes, además, llegaban al duelo con una racha de nueve partidos sin conocer la derrota, la mejor de su historia, y cómodamente situados en la sexta plaza. Sumar el triunfo, algo imprescindible para recuperar el liderato, no parecía a priori misión fácil para los de Flick.

Al Barça le costó Dios y ayuda, pero logró irse al descanso con un 1-0 no exento de polémica. Lewandowski, tras un penalti señalado por Melero López a instancias del VAR por un agarrón continuado de Pathé Ciss a Íñigo Martínez, se encargó de romper la férrea resistencia de Batalla.

Y cuando el duelo encaraba ya el final de su primera parte, los visitantes protestaron un tanto de De Frutos invalidado por el VAR al entender que Nteka, quien estaba en fuera de juego en el arranque de la jugada, había sacado ventaja de su posición al impedir que Íñigo llegara al remate. Al limbo se fueron, mientras, un posible penalti por mano de un defensor reclamado por Gavi y una arriesgada acción de Szczesny que, tras parar un remante envenenado de Nteka, le rebañó in extremis el balón a un Álvaro que se quedó dolorido durante unos instantes en el césped.

En la reanudación, el Rayo se estiró y amenazó muy seriamente la ventaja azulgrana mientras mantenía la solidez mostrada a lo largo de la primera parte. Pedri, durante muchas fases del juego, parecía el único jugador capaz de romper de nuevo la muralla rival, mientras la defensa barcelonista se esforzaba por frustrar las llegadas visitantes. Los de Flick rondaban el área rival, pero no conseguían encontrar habitualmente opciones claras de remate. Y, en cuanto lo lograban, iban escasos de puntería. Algo que permitió que los visitantes acariciaran una opción de sacar al menos un punto de su visita a Montjuïc que, para alivio de los locales, no llegó en este casi en convertirse en realidad. El liderato, al menos por ahora, vuelve a ser azulgrana.

Héctor Fernández: "Fui un absoluto trastornado, me salí del mercado completamente... y así me fue"

Héctor Fernández: “Fui un absoluto trastornado, me salí del mercado completamente… y así me fue”

Desde 2019, Héctor Fernández (Vitoria, 1979) ya no es periodista o, al menos, ha metido en el sótano esa faceta. Ahora es director general de By & For, la agencia de representación de Antoine Griezmann (entre otros), y asesor personal de Thibaut Courtois. Acaba de volver de Nueva Orleans, donde ha estado en la Super Bowl, no puede ocultar que está disfrutando y resulta difícil discutir el acierto de su decisión, pero antes de cruzar al otro lado fue estrella ("y estrellado", ríe) de la radio, uno de los más jóvenes en dirigir y presentar uno de los tres grandes programas deportivos nocturnos (‘Al primer toque’, de Onda Cero). Lo hizo hasta que el desembarco de José Ramón de la Morena le atropelló y empezó a hacerle pensar en otras aventuras.

¿Echas de menos el periodismo o estás en la gloria?
Estoy muy bien. Puntualmente aparecen las ganas de volver a hacer algo periodístico, pero se me pasan rápido. Siento que lo que tuve que vivir ya lo viví y cada vez que me apetece, pienso en lo que hice, me pongo un trozo de algún programa de entonces y con eso ya me siento reconfortado. Es un impulso efímero,
¿En qué momento dijiste: "Hasta aquí hemos llegado"? ¿Por qué lo dejaste?
Fueron un cúmulo de circunstancias. Principalmente que llegó un punto en el que sentía que mi vida, de manera orgánica, se iba hacia el otro lado y que así no podía ser leal con la empresa que me pagaba, que era Onda Cero. Yo estaba compaginando las dos cosas, periodismo y asesoramiento a deportistas, pero lo hacía sólo como amigo, sin cobrar un euro. Sé que hay muchos periodistas que han hecho eso durante toda su vida cobrando de las dos partes, pero eso implica ser juez y parte y no creo que sea ético, al menos a mí no me salía y yo no me sentía bien en esa posición. Para mí, ayudar a Antoine [Griezmann], Thibaut [Courtois] o Niko [Mirotic] no era una cuestión profesional, era amistad, pero al final manejaba información, sabía cosas que iban a pasar y no me sentía honesto con mi empresa al no contarlas. Evidentemente, jamás iba a ser desleal a mis amigos, pero tampoco podía serlo a una empresa que me había hecho todo lo que yo era como profesional y me había dado tanta confianza. Ese fue el punto principal para dejar el periodismo.

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¿No influyó que te quitaran el programa para dárselo a De la Morena?
Me puedo perder en cositas, detalles, tonterías que pasaron todo ese tiempo, pero yo tomé la decisión porque sentía que podía crecer profesionalmente yéndome al otro lado. Sí es cierto que quería ser yo quien tomara la decisión sobre mi futuro y me pesaba que la salida de ‘Al Primer Toque’ la decidieron por mí. Sentía que eso podía repetirse y no quería que me volviera a pasar.
Lo cierto es que pudiste decidir dejar el periodismo con 40 años, porque tu carrera había ido rapidísimo. Con 32 ya estabas al frente del programa estrella de una de las grandes radios.
Fue increíble porque a mí me gusta mucho visualizar lo que puede pasar para anticiparme y prepararme para no tomar decisiones precipitadas ni hacer el tonto. Bueno, pues con cuando tomaron la decisión de que sustituyera a Ángel Rodríguez, que es una persona a la que quería muchísimo personal y profesionalmente, no sirvió de nada esa preparación. Me cegué y no pensaba en nada más que en hacerlo. Ni en contratos ni en condiciones ni en nada. Me regalé. No renegocié nada, firmé lo que me presentaron porque era el sueño de mi vida. Cuando va pasando el tiempo te das cuenta de que igual no era tanto sueño, pero en ese momento era lo máximo a lo que podía aspirar. Luego, claro, descubres que cuanto más cerca de la cima estás, más cerca estás de que te quiten de ahí. Hay mucha más gente revoloteando a tu alrededor con una actitud más hostil que quiere tu sitio, pero en el momento fue increíble. Nunca podré estar suficientemente agradecido a Onda Cero por la confianza que me dio.
Eso es en 2012 y tú habías llegado a Madrid en 2006.
Sí, estaba en Onda Cero en Vitoria y me trasladan cuando despiden a Pipi Estrada. Llego a Madrid y la primera cobertura que me mandan hacer es la llegada de la selección tras ganar el Mundial de baloncesto. ¿A quién me encuentro allí? A Pipi. Me daba un corte de cojones y me dijo: "Pichón, la culpa no es tuya, es del hijoputa de tu jefe". Y yo me quería morir, claro porque, desde Vitoria, a Pipi, Alejandro Romero, Iñaki Cano o Corrochano, yo no los veía como compañeros sino como ídolos. Yo estaba allí con mi papel y mi boli para apuntar y aprender todo lo rápido que pudiera. Me habían traído para coordinar el fin de semana, ser una especie de alter ego de Javier Ares, pero la verdad es que era un absoluto inconsciente y no tenía ni puta idea de lo que iba a hacer. Así de claro.
Cuando te dan ‘Al Primer Toque’ sí tenías muy claro lo que ibas a hacer: un tipo de programa que no se hacía, más polideportivo, menos gritón, más fresco…
Para mí, claramente la apuesta tenía que ser esa, algo joven, diferente y puro. Igual la palabra no es puro sino inconsciente. Ninguno de los que formamos el equipo venía intoxicado por la experiencia de haber estado en otro programa de la noche. Me acuerdo perfectamente de que una de las primeras preguntas que me hicieron los jefes fue: "Bueno, ¿vamos a fichar a gente? ¿Qué firmas fuertes podemos ver por ahí?". Y respondí: "No, vamos a hacer contrato a todos los becarios". Me dijeron que estaba loco, pero es en lo que yo creo y lo que he hecho toda mi vida. A la hora de hacer equipos, apuesto más por la gente que quiere crecer y va a matar por ti que por la que te va a dar un salto de calidad inicial, pero no tiene esa implicación. Yo sabía que haciendo eso por ellos, ellos iban a estar conmigo. Eran buenísimas personas y podían ser muy buenos profesionales. No eran los mejores, pero no venían intoxicados por nada y yo quería hacer lo que creía sin dejarme influir. Apostamos fortísimo por eso y creo que salió bien.
Sin embargo, tras cuatro temporadas, te cambian por De la Morena, que era una superestrella y establishment puro.
Cuando se produce el cambio era un punto de inflexión en que la cadena tenía que apostar por hacernos crecer o ir a lo aparentemente seguro. Decidieron cambiar y apostaron por Joserra, pero si en ese momento la casa decide aumentar el presupuesto del programa y meter un par de cambios, el programa hubiera crecido. ¿Por qué? Porque todo aquello que se sembró esos cuatro años de ‘Al primer toque’, lo he recogido después yo personalmente. Onda Cero apuesta por mí y el beneficio no lo recogió la radio porque cuando empezó a llegar ya no estábamos.
¿Tu cercanía con las estrellas del deporte surgió ahí, por ese tono que usabas?
Sí. A partir del segundo año, cuando ya nos habíamos presentado y sabían lo que hacíamos, nos era muy fácil llegar al personaje. Eso también implicaba tomar decisiones que estoy convencido de que en otra redacción nos hubieran tomado. Yo tuve la oportunidad de entrevistar a un jugador que iba a confesar algo que iba totalmente contra su carrera, un tema de drogas, y estando ya con él decidí suspender la entrevista y llamar a Luis Villarejo, que estaba en el CSD, para intentar ayudar a esa persona porque tenía la sensación de que a le iba a destrozar la vida si le ponía el micrófono delante. Esas cosas se van sabiendo entre los deportistas. Por ejemplo, nos permitió conseguir la primera entrevista con Anna Tarrés en mitad de un tsunami terrible en el que yo le tuve que preguntar si había obligado a sus nadadoras a tragarse su propio vómito. Recuerdo que Brotons dijo esa noche en la COPE que habíamos pagado por la entrevista. Le mandé un mensaje dándoles las gracias por creer que teníamos tanta fuerza y tanta pasta [risas]. Lo hicimos a base de trabajo y de inconsciencia.
¿Cómo te enteras de que llega Joserra a sustituirte y cómo te lo tomas?
Mal. Me lo tomo mal porque me entero de que aquello se está tramando meses antes de que suceda y hay una sensación que cuaja en las redacciones que es cuando la gente te empieza a mirar con pena. Yo veía que aquello iba avanzando, que se estaban dando movimientos y nadie me decía nada. Hay un día que la empresa hace un comunicado interno que me llega sin que me hayan comunicado nada y en el que se habla de esos rumores dando por hecho que se va a hacer. Me sentó fatal y me enfrenté a mis jefes por enterarme así. Ahora lo veo diferente porque recuerdo una frase de Ramón Osorio [director general de Atresmedia Radio], al que tengo mucho cariño personal. Me dijo: "Estas cosas casi siempre se hacen mal". Luego, cuando me he visto yo en esa situación, he intentado que no sea así, pero he visto que tenía razón y muchas veces pasa. Ahora puedo llegar a entender cómo se hizo aquello.
¿Intentaste vengarte de alguna manera?
No, pero por mi inconsciencia pudo parecerlo. Días antes de dejar el programa, entrevisté a Clemente y me metió en un lío en directo terrible, porque dijo que se había enterado de que llegaba De la Morena y, teniendo en cuenta el cariño que se tienen, empezó a atacarle. Tuve que pararle cómo pude y no sé cómo salí de esa. Y el día que Onda Cero anuncia que ficha a José Ramón, estoy entrevistando a José María García para la revista Panenka y subo a las redes sociales una foto con él. De verdad que no hubo ninguna mala intención, pero, joder, Clemente y García, sus dos grandes enemigos. Qué inconsciente, tío. Y a pesar de todo eso, Joserra me trató de puta madre.
¿Te lo esperabas?
No, porque Joserra podía haber llegado a Onda Cero y haber dicho: "Este tío ya no pinta nada aquí". Porque además teníamos diferencias de criterio. Me echó bastantes broncas, discutimos, él no entendía algunas cosas que yo hacía y en otras yo creo que él no estuvo acertado, pero vi llegar a una superestrella y me encontré a un tío muy humano pese a todos los choques que tuvimos, que fueron más de los que yo hubiera querido pero me sirvieron para ver el Joserra auténtico. Si él no hubiera sido así, yo no le hubiera conocido. Creo que lo que más nos chocó de todo el proceso, tanto a él como a mí, es que hubiera tomado la decisión de venir a Onda Cero, porque saltó de un yate para subirse a una barca y creo que no lo calculó del todo bien. Tras el primer EGM, que subió pero no lo que esperaba, me metió en su despacho y me pidió perdón. Asumió que se había equivocado en cosas. Ese es Joserra.
¿No le conocías de antes?
Cuando empecé a hacer ‘Al primer toque’, le pedí a Mario Torrejón, que es mi amigo y estaba trabajando con él, que nos presentara porque tenía que conocer al puto amo de esto y saber cómo funciona. Quedamos a comer y mi conclusión fue que yo no podía ser como él. Jamás. Es un artista de la radio, un orfebre con una atención al detalle absoluta y con una presión… Yo no soy así, pero me gustó mucho conocerle y me ayudó. Luego en el reencuentro, con otras circunstancias, seguí viendo a un buen tío que entendía las cosas de una manera diferente a la mía. No era nada personal, era profesional: él era el que mandaba allí y quería las cosas a su manera. Lo que pasa es que a mí, como es normal cuando has mandado tú, me jodía que viniera otro a dar órdenes. A pesar de eso, me protegió, la primera entrevista que hizo en el programa fue a mí y cuando luego decide cambiar a Javier Ares en ‘Radioestadio’, me pone a mí. Es curioso porque fue allí donde sentí que estaba en mi sitio, que ese era el programa que yo tenía que hacer.
Y aun así, te vas.
Sí. Llegué y fue como ascender el Everest. Dije: "Vale, ya he subido, este era el sitio, es la hostia y ya me puedo bajar tranquilo". La gente no entendía nada, pero me fui lleno y feliz. De hecho, ahora me he dado cuenta de que toda mi trayectoria en la radio era para acabar allí y que me fui cuando tenía que hacerlo. Por eso, cero reproches. Ni a Atresmedia ni a De la Morena ni a nadie.
Lo que sí implicó vuestro final fue la derrota del intento de modernizar la radio deportiva nocturna. Ahora todo sigue en la línea que estableció Joserra hace 30 años. ¿Es lo único que funciona?
No lo sé, la verdad. Yo creo que nosotros funcionamos bastante bien, pero ahora está todo condicionado por el tema de no poder tener a los protagonistas. Es decir, si el protagonista del día es Baena porque ha renovado por el Villarreal, no te hablo ya de Madrid, Barça y Atleti, y no lo puedes entrevistar, ¿qué margen tienes para hacer un programa que no sea todo tertulia?
Ahora que estás al otro lado, ¿por qué el protagonista ya nunca está disponible?
Porque hubo un periodo de desgaste brutal en el que los medios vieron que no necesitaban hacer esfuerzos por llegar al protagonista porque con sus propios recursos podían hacer un programa que funcionara. ¿Y cómo lo hacen? Con el barullo, con el ruido, hablando de cosas superfluas y otras que, a veces, ni siquiera han sucedido. En ese momento, la crítica se vuelve superácida y los jugadores deciden que tienen sus recursos y sus canales para llegar a la gente y que tampoco necesitan a unos medios que sienten que les están tratando de manera injusta. Hay un punto de ruptura total.
Siendo eso cierto, ¿no tiene el futbolista la piel demasiado fina?
Puede ser, pero yo ahora les entiendo perfectamente porque les veo las 24 horas y no sólo las dos que juegan un partido. Cuando tú haces una crítica, tienes que ser consciente de que esa llega a una persona y esa persona la recoge y la procesa en un punto equis de su vida que tú, seguramente, no conozcas. Puede estar durmiendo mal porque tiene un bebé, porque el entrenador no le está dando confianza o por lo que sea. Hay mil circunstancias alrededor de la persona que hacen que en ese momento una crítica entre mejor o peor. Y es cierto que hay una parte que va con su trabajo, pero se han colocado auténticas dianas sobre ciertos jugadores con críticas muy duras y, sobre todo, en algunos casos absolutamente infundadas. Entonces, el jugador ha dicho: "Bueno, pongo aquí un muro, yo me distancio y tengo mis recursos para decir lo que quiera".
Héctor Fernández, en el despacho de su casa en Madrid.

Héctor Fernández, en el despacho de su casa en Madrid.ÁNGEL NAVARRETE

¿Es un punto sin retorno?
No lo sé. Creo que es probable que haya un punto en el que los medios y los deportistas puedan volver a entenderse porque todo son tendencias y la moda del ruido se acabará. La gente también se va a cansar de esto. De hecho, ahora me gusta ver a Pedrerol haciendo entrevistas personales porque, con la trayectoria que tiene haciendo el producto que hace, es un giro importante. Pedrerol ha decidido que una de las partes de su business es ahora sentar al mejor protagonista posible y entrevistarlo. Puede ser el inicio de un cambio.
Ya, pero Pedrerol es Pedrerol y tiene un acceso a esos protagonistas del que la mayoría carece. Por ejemplo, ¿cuántas entrevistas ha dado Griezmann desde que volvió al Atleti en 2021?
Ninguna.
¿Por qué?
Muchos factores. Estratégicos, al principio, y luego también hay que ver un poco como es la persona. Qué le gusta, en qué se siente cómodo, de qué cosas no quiere hablar… Y, sí, es cierto, en general no les apetece o desconfían. Pero eso puede cambiar si ven que el tono cambia. Yo es lo que siempre buscaba con las entrevistas en ‘Al primer toque’. Eran muy largas porque se buscaba el clima en el que el tío estuviera muy cómodo.
Te funcionó. Te llevas muy bien con los más grandes: Rafa Nadal, Pau Gasol, Fernando Alonso… ¿Cuál fue el secreto?
Ser insistente, pero respetuoso. Por ejemplo, a Fernando le insistí muchísimo, pero él había tenido alguna movida con Atresmedia y no lo lograba. Hasta que un día me escribe él por Instagram y me dice: "Te van a llamar porque lo vamos a hacer ya". Y me regaló un programa increíble en su museo lleno de gente. Él estaba entrenando en Barcelona, cogió un avión privado para la entrevista y estuvo agradable, simpático... Yo nunca podré agradecerles el regalo que ha sido poder tener ese tipo de conversaciones con ellos. Joder, con Pau hay un respeto mutuo y una admiración descomunal por mi parte porque hemos tenido vidas muy paralelas.
Varios de ellos te escribieron cuando se acabó el programa.
Sí. Rafa me escribió dos días después pidiéndome perdón por no haber escrito antes. Es la hostia [risas]. En ese momento que te sientes tan solo, tan mal y con tantas dudas sobre el futuro, que llegue un tío como Nadal y te diga "seguro que va a ir bien"... Buff, aunque sea una frase hecha le di muchísimo valor. Me escribieron también Iker Casillas, Iniesta, el Guaje Villa. Gente a la que tengo un cariño enorme y me lo devolvieron cuando más lo necesitaba.
Cuando coincidisteis en Atresmedia, se rumoreaba que Pedrerol quería ‘Al primer toque’. ¿Fue así?
Sí. No fue una convivencia fácil. Yo no entendí su llegada a Atresmedia porque opinaba que la línea transparente y tranquila del grupo se iba a alterar. Al final los que decidían tomaron esa decisión y, mira, obviamente fue acertada porque cuando un programa se perpetúa tanto tiempo no puedes decir que les están regalando nada. Pero esto es algo que he tenido que entender después, porque en ese momento yo era muy combativo con esa manera de hacer periodismo y lo suyo no me gustaba nada. Soy muy radical y creo que me equivoqué, que no tenía que haber sido tan talibán, aunque hay cosas que han hecho mal y que han hecho daño a la relación que hablábamos antes entre el jugador y los medios. La primera noche que llegaron, coincidimos en el comedor, nos dimos un abrazo y ya está, pero luego tuve movidas bastante serias con Quim Domènech, aunque ahora tenemos una relación muy buena. Al Pedrerol persona no lo conozco, solo he tratado con el profesional y en ese momento yo noté que había maniobras por detrás para ver qué cuota podía ganar. Me sentí atacado y me defendí, aunque me defendí con un palo y una piedra. Era una batalla perdida, pero ahora lo veo de un modo menos radical.
¿Cómo surgió esa relación con Griezmann y Courtois que te decide a dejar el periodismo?
Yo ya tenía una amistad muy grande con Mirotic y, cuando viene al Atleti en 2015, él ya es muy fan de la NBA y un día le cuentan que yo tengo un amigo jugando en los Bulls, que era Nico, y ahí se pone en contacto conmigo y se produce una conexión a partir de la cual ha venido todo después, una amistad que ha crecido hasta ser casi familia. Con Thibaut también hice una relación muy buena cuando él estaba en el Atleti. De hecho, en la previa de la final de Champions de Lisboa yo tuve juntos a Casillas y a Courtois, algo que ahora es inimaginable. Las relaciones fueron creciendo y, al final, decidí que trabajar con ellos era lo que quería hacer. Recuerdo que, por circunstancias de unos viajes, al último que le dije que me iba fue a Joserra y lo primero que me dijo fue: "¿Pero te vas por mí?". Me dio mucha ternura y, aunque le aseguré que no, volvió a llamarme un par de días después para preguntármelo otra vez.
Antes de irte de Onda Cero, fuiste la mente detrás de ‘La Decisión’, el documental en el que Griezmann acaba diciendo que no al Barça… producido por Gerard Piqué. ¿De verdad no sabíais cómo iba a acabar el asunto?
No teníamos ni idea. Todo está hecho con mucha inocencia y mucha inconsciencia, sin tener en cuenta qué dirán o qué puede pasar. Fue todo muy natural, pensamos que la gente iba a querer ver cómo un futbolista de élite toma una decisión así de verdad. Eso es lo más importante de esa historia, que es verdad, que todo lo que se ve ahí es real. Yo lo viví con mucha naturalidad y, también, con mucha tensión porque no sabíamos cómo iba a acabar la historia y sí que podía ser un problema para Piqué si, como pasó, Antoine decidía quedarse en el Atleti. De todos modos, esto lo ha explicado muy bien Gerard: hay un Piqué jugador y un Piqué empresario y el uno no condiciona al otro. Ya está. Él siempre ha tenido muy clara esta dicotomía y el que no lo ha entendido es porque no lo ha querido entender.
Al que sí perjudicó fue a Antoine, que fue un año más tarde al Barça y aún había gente muy dolida por el documental
Sinceramente, creo que todas estas cosas son mucho más naturales y menos conspiranoicas y tensas de lo que parece. Si alguien estaba molesto, se resolvió de una manera directa, tranquila y normal. No pasó nada. De verdad creo que fue un pelotazo y que cambió la forma de hacer comunicación en el fútbol español. Decían que lo habíamos copiado de LeBron James, pero es mentira porque lo que él hizo fue un programa en directo anunciando que se iba a Miami. Esto era otra historia. De hecho, la inspiración me la dio Derrick Rose, que estaba grabando una cosa con ‘The Players’ Tribune’ y, en mitad de la grabación, le llamó su agente y le comunicó que le traspasaban a los Knicks. Lo vimos y dijimos: "Esto es la hostia". Sigo pensando que lo fue y que se magnificaron una serie de problemas que no fueron tanto.
¿Cómo ves desde fuera el periodismo deportivo actual?
Está mal en el sentido de que a la gente ya no le interesa ir a perseguir historias. Va al consumo rápido, a la noticia anecdótica y hacer un mundo sobre ello. No hay un interés real en buscar el porqué de las cosas. ¿Por qué un jugador se comporta de una manera o de otra? No lo critico porque entiendo, y hablo de los programas de radio nocturna, que Manu [Carreño], Juanma [Castaño], Edu [Pidal] y Rocío [Martínez] hacen lo que el mercado de este momento demanda. Es que fui un absoluto trastornado porque me salí del mercado completamente. Me decían que tenía que ir a fiestas y a eventos porque no era un personaje EGM y yo no iba nada porque no me gustan los saraos ni el postureo, me siento incómodo y violento. El público ahora lo que quiere es debates con ruido y gente que diga una barbaridad y otro le grite que se calle. A mí no me gustaba eso. Me pasó tres veces en el programa y corté de raíz. Me salí del mercado completamente… y así me fue [risas]. Aunque me podía haber justificado con números porque hubo un momento en el que el EGM decía que éramos, de largo, el programa nocturno más seguido por los menores de 35. Joder, estábamos haciéndolo bien.
¿Aún te duele?
No, pero creo en lo que hacíamos. Buscábamos la historia, llegar a ese punto interior que la radio te ayuda por ecosistema a crear, un poco lo que se hace ahora con los podcasts, Era como crear minipodcasts dentro del programa y me encantaba hacer eso, pero no era lo que se buscaba en ese momento que ya estaban funcionando ‘Punto Pelota’ y, después, ‘El Chiringuito’ y los debates en las demás cadenas eran muy duros y con mucha más gente. No pasa nada, lo intentamos, lo disfrutamos y a otra cosa.
Vamos, que no vuelves.
No lo veo factible y ha podido pasar, porque he tenido ofertas, pero yo hablo con mis amigos y, joder, de verdad veo que la gente malvive en el periodismo. Siempre he sido un poco Robin Hood, nunca renegocié mi contrato pero sí el de la gente que trabajaba conmigo, y ahora lo veo desde fuera y es que hay gente que está consumiendo su vida por el sueño de hacer periodismo y la recompensa es casi inexistente. Además, ahora que estoy en el otro lado entiendo cosas que antes no entendía como que las noticias son sólo un eco, cuando se cuentan ya han pasado y suceden mil cosas de las que como periodistas haríamos un mundo y nadie sabe.
¿Te cuesta guardar esos secretos? ¿No te sale el colmillo del periodista ante la exclusiva?
No, para nada. He asumido muy bien mi rol y me siento muy cómodo en el segundo plano, sin tener que ser el que opinar de todo. Ahora soy Suiza, me llevo bien con todo el mundo, no tengo problemas con casi nadie y estoy en la gloria. Soy más feliz ahora que como periodista, esa es la verdad.
Los problemas del Real Madrid que deja en evidencia la Copa: la inconsistencia de los 'Brates', fichajes que no aportan y más derrotas de las tolerables

Los problemas del Real Madrid que deja en evidencia la Copa: la inconsistencia de los ‘Brates’, fichajes que no aportan y más derrotas de las tolerables

La temporada del Real Madrid está siendo un tobogán con demasiados descensos. Y no es costumbre. «Este escudo, esta camiseta, no te permite ir perdiendo tantos partidos», admitía Alberto Abalde hace unos días en este periódico, esperanzado sin embargo en que la Copa fuera el punto de inflexión de otras veces. Pero lo que parecía diseñado para ser el comienzo del despegue ha acabado resultando el peor de los desengaños.

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Restaban más de cinco minutos cuando Juan Carlos Sánchez, un manojo de nervios en el túnel que conducía a las entrañas del Gran Canaria Arena, tiró la toalla. No recordaba el directivo encargado de la sección de baloncesto blanca a su equipo barrido de tal forma en una final. Ante un rival completamente hechizado en los últimos tiempos, sí, pero que no deja de ser inferior en presupuesto y experiencia competitiva. Lo ocurrido en la final de Copa confirma una sospecha, los blancos no son lo que eran. Y mucho se van a tener que poner las pilas de aquí a final de temporada para que esto no sea el principio del fin de una era.

Están los resultados y luego están las sensaciones. El Madrid ha perdido los dos títulos en juego en lo que va de curso, Supercopa y Copa, ambos ante el Unicaja. Recuperó el liderato de la ACB recientemente, pero su paso por la Euroliga está siendo un calvario. En las ocho jornadas que restan deberá ganar la mayoría de los partidos para no meterse en un buen lío; ser cabeza de serie ya es una quimera y parece abocado al play in. La Final Four se antoja lejos y no hay tiempo que perder: dos terribles exámenes en unos días, el clásico en el Palacio y la visita al campeón Panathinaikos.

Los jugadores del Madrid, tras la derrota en la final de Copa.

Los jugadores del Madrid, tras la derrota en la final de Copa.Ángel Medina G.EFE

Serán pruebas de fuego y quien sabe si Chus Mateo se jugará un puesto que, a principios de diciembre, en la primera crisis, le tuvo más fuera que dentro del equipo. El técnico, que desde el comienzo mantiene un discurso apelando a la «paciencia» y destacando lo mucho que perdió su colectivo con los cambios de este verano («Es un año más complicado que otros y tenemos algún déficit más, pero hay que seguir intentando competir», volvió a pronunciar tras la derrota), tiene su parte de culpa y ahí están los errores en la final, la poca imaginación táctica para contrarrestar el ímpetu malagueño, el empeño en Musa y Hezonja...

El problema, claro está, se arrastra de la planificación. Los fichajes que llegaron no mejoraron a los que se fueron. Especialmente dañino fue el adiós tardío de Gerschon Yabusele rumbo a la NBA, pero se echa de menos el poderío de Vincent Poirier (clave en la Copa pasada del Carpena) como recambio de lujo para Tavares, y, cómo no, la magia de Sergio Rodríguez y la sabiduría competitiva única de Rudy Fernández.

Ni Ibaka, ni Andrés Feliz, ni Garuba ni mucho menos Rathan-Mayes, pese a la «paciencia» pedida, han dado el paso adelante necesario en estos meses. Algunos cumplen, otros ni aparecen y con el canadiense se tiró la toalla hasta desaparecer de las convocatorias. La excusa de los refuerzos tampoco vale, pues recientemente llegaron Dennis Smith Jr. (que tampoco contó para ninguno de los partidos de la Copa) y Bruno Fernando, un pívot cotizadísimo pero al que aún no se ha visto pleno.

Al Madrid, que evidentemente extraña a Gaby Deck, ya no le falta físico ni profundidad de plantilla. Le falta química y buen baloncesto. Ni Campazzo, pese a su empeño en la final, ni Tavares están como en sus momentos de dominio más altos, y los Brates no aportan la consistencia y el liderazgo que se les presume por calidad, contrato, experiencia y responsabilidad. Brillan, pero no parecen hacer ganar al equipo. La final fue sintomática para ambos. Musa, mostrando su desesperante dimisión cada vez que le llega un partido importante: no metió ni una canasta. Y Hezonja, al que durante todo el torneo se le vio tomando las riendas del colectivo, tanto en ascendencia como en juego, traicionado por esa cabeza tan especial: cruzado, fallón (uno de ocho en triples), individualista... Y desaparecido durante la entrega de trofeos.

Alcaraz se estrena en Doha con un convincente triunfo ante Cilic

Alcaraz se estrena en Doha con un convincente triunfo ante Cilic

Actualizado Lunes, 17 febrero 2025 - 18:54

Un solvente triunfo ante uno de los jugadores más reputados de la última época y que apura los últimos golpes de su carrera, el croata Marin Cilic, fue la carta de presentación en Doha de Carlos Alcaraz, que pisó este torneo de categoría ATP 500 por primera vez y selló en dos sets (6-4 y 6-4) su acceso a la segunda ronda.

El murciano, que semanas atrás amarró en Rotterdam su primer trofeo del 2025, logró ante el balcánico, que en sus buenos tiempos llegó a ser campeón del Abierto de Estados Unidos (2014), su sexta victoria seguida y la undécima en un torneo de este nivel. El de este lunes en Catar agranda la suma de los triunfos obtenidos consecutivamente: los cinco del torneo neerlandés más otros tantos en Pekín, el último éxito conseguido en el 2024.

El talento de Marin Cilic, ya de 36 años, calibró el estado del número tres del mundo y primer favorito del torneo en su reencuentro con las pistas tras ganar Rotterdam. Más tiempo llevaba sin dar noticias de su presencia en la competición el jugador de Zagreb, que afrontó en Doha su primer compromiso oficial de 2025.

No saltaba a la pista desde el pasado noviembre, en Belgrado. Las molestias en la rodilla derecha, de la que fue operado meses atrás, y que no termina de carburar a su gusto, condicionan la presencia del croata, que acumula 21 títulos en su carrera y finales tan reputadas como la de Wimbledon en el 2017 y el Abierto de Australia del 2018.

No dio síntomas de flaqueza o de merma física alguna Marin Cilic en el choque contra Alcaraz, que tuvo que encontrar alguno de sus mejores golpes para propiciar la rendición de su rival. Cilic, que presume también de la Copa Davis que ganó con Croacia en el 2018 o la plata olímpica en dobles conseguida tres años más tarde, en Tokio, se sostiene con solvencia gracias a un talento innato. Fue uno de los jugadores que interpuso ocasionalmente su nombre entre la autoridad del 'Big Three', a los que tuteó con decoro.

Resistió a Alcaraz una horas y 40 minutos. Fue lo que necesitó el español para derribarle por cuarta vez en cinco enfrentamientos. Evitó el crecimiento de Cilic Carlos Alcaraz, que se hizo fuerte en los momentos clave, determinantes para cerrar la victoria sin contratiempos. Después de un arranque equilibrado e infrecuente, con una rotura de cada lado, el español y el croata amarraron el servicio hasta el séptimo juego. Fue cuando el murciano logró el quiebro decisivo para hacerse con la manga. Se puso 4-3 y consolidó. Selló el triunfo del set por 6-4.

El partido recuperó la igualdad en el segundo tramo, con el pulso hasta el noveno juego. Sin embargo, Cilic tuvo su gran oportunidad cuando con 4-3 dispuso de 0-40 para ponerse con 5-3 y encarrilar el empate. Pero reaccionó Alcaraz que dio la vuelta a la situación y, además, rompió en el siguiente para poner la victoria de cara por 6-4.

Alcaraz, que intentará convertirse en el campeón más joven en Doha desde Murray en 2009, logró el triunfo en su puesta en escena en el torneo catarí y ya espera rival en la segunda ronda. Será el ganador del partido entre el chino Zizhen Zhang y el italiano Luca Nardi procedente de la previa.

Valencia recupera el primer campo de fútbol tras la dana financiado por el Villarreal

Actualizado Lunes, 17 febrero 2025 - 18:16

Tocaba estrenar un campo nuevo y hacerlo bajo la mirada de futbolistas internacionales como Raúl Albiol, Juan Foyth o Marcos Senna. Esta tarde volvía a ser especial para el centenar de chicos del Discóbolo La Torre AC, que vieron arrasadas sus instalaciones por la dana el 29 de octubre. Dos meses antes de que el agua se lo llevara todo, habían conseguido cambiar el césped pero, después de la tristeza, vuelven a tener uno reluciente gracias al Villarreal.

El club que preside Fernando Roig ha financiado la construcción de estas instalaciones, que se han reubicado a 500 metros del destruido, gracias a los dos millones de euros que aportó al programa 'Alcem-se Esport' que puso en marcha la Fundación Trinidad Alfonso.

La intención, tanto del Villarreal como de la Fundación que forma parte del Legado Juan Roig, es que la actividad deportiva regrese a las zonas afectadas lo antes posible. Por eso, su empuje económico sufragará también nuevas instalaciones deportivas en Beniparrell, en el campo municipal de Catarroja, el polideportivo Joan Girbés de Algemesí y el campo de Las Encrucijadas de Aldaia. Todas ellas está previsto que estén listas el próximo mes de marzo.

A estos campos, que se rehabilitarán con la donación del Villarreal, que alcanzará para un afrontar una segunda fase en los próximos meses.

En el acto de inaguración, mientras llegaban al campo los primeros chicos y chicas, ha estado la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, el director de la Fundación Trinidad Alfonso, Juan Miguel Gómez, y Albiol, Foyth y Senna en representación del Villarreal.

"Para el Ayuntamiento de Valencia es una alegría muy grande poder recuperar la normalidad con este campo en La Torre, la pedanía más golpeada por la dana de la ciudad de Valencia. Esto ha sido una primera fase, la instalación del césped en la que el Villarreal ha puesto 174.000 euros y el Ayuntamiento 123.400. Ahora viene una segunda fase que es instalar las torres de alumbrado, que estarán a finales de marzo, y luego la licitación de vestuarios. La inversión total será de dos millones", explicó la alcaldesa.

"Esta colaboración del Villarreal ha sido muy emocional y es una satisfacción haber podido transformar en tiempo récord una parcela que estaba llena de coches en un lugar lleno de vida y deporte", añadió la alcaldesa.

Mario Pichardie, jugador de la selección española de rugby: "En los mejores días podemos plantar cara a cualquiera"

Mario Pichardie, jugador de la selección española de rugby: “En los mejores días podemos plantar cara a cualquiera”

Mario Pichardie, 24 años, debutó en la selección española de rugby en el peor momento. Era noviembre de 2022 y el equipo se juntaba por primera vez tras confirmarse su exclusión del Mundial por la sanción a una negligencia en los despachos. "Si esto fuese un club, mucha gente se hubiera ido. No se sabía si el entrenador seguía o no, estaba todo en el limbo, era una situación muy complicada". Hoy recuerda a los compañeros que acudían a aquellas convocatorias para guiar a los que, como él, empezaban. Los Leones les han dedicado la recién ganada clasificación para Australia 2027. "Me quedé en el vestuario viendo la camiseta con sus nombres y me puso los pelos de punta".

En términos personales, aquel debut tampoco fue una decisión fácil. Con la primera internacionalidad pasaba a ocupar plaza de extranjero en Inglaterra y casi se cerraba una posible carrera en el país donde llevaba años. Pero Pichardie es en la actualidad uno de los jugadores fijos en la renovada selección española y, además, uno de los capitanes de esta nueva etapa. En los entrenamientos habla, gesticula, anima. "Hay que ser un líder en el campo para ser un líder fuera", explicaba el pasado jueves a EL MUNDO desde el hotel de concentración.

Para este delantero, más que el resultado, es importante mostrar el ADN, la identidad "Entrar al vestuario y estar orgullosos del partido que hacemos, que llegue el minuto 80 y no podamos recriminarnos nada". El mayor de los Pichardie -su hermano Hugo está igualmente en la órbita de la selección- define "la regla de oro" cuando se incorpora al XV del León: "Si llevas el escudo de España, en la calle o en el campo, hay que dar ejemplo".

Cuenta Mario, hijo de un jugador francés de rugby, que de niño este deporte le permitía "desconectar, tener una excusa para no estudiar". Practicaba otros, sobre todo judo. A los 12 años jugó contra su amigo y compañero de selección Gonzalo Vinuesa en un partido de baloncesto federado. A los 16 vio en el rugby una posible forma de vida y marchó a estudiar bachillerato a Inglaterra. Llegó con 76 kilos, ganó una docena en tres meses al empezar en el gimnasio. El chaval espigado y hábil de manos que ocupaba el puesto de medio de apertura mide ahora 1,94, pesa en torno a 104 kilos y, desde la segunda o tercera línea, intenta liderar a los delanteros.

De esos seis años en Inglaterra recuerda que dedicaba al balón oval "una barbaridad" de tiempo. Mario Pichardie despuntó y entró en la órbita de los Wasps, un club profesional de la Primera División, hoy desaparecido por quiebra. Entrenaba con la primera plantilla, con la que incluso debutó, y jugaba cedido en equipos afiliados. "Había días que salía de casa a las ocho de la mañana y volvía a las once de la noche, estuve siete meses sin tener ningún día libre". En los ratos sin balón se enfrentaba a la carrera universitaria. Es licenciado en ADE internacional.

Aunque ha tenido llamadas de Francia, Mario Pichardie ha optado por permanecer esta temporada en España. Ha vuelto a Alcobendas, el club donde se formó. "Era el año más importante y yo quería estar presente en todas la concentraciones, no tener que pelearme con ningún club francés, estar disponible siempre", explica. En julio, sin embargo, se lesionó en un hombro jugando contra Tonga. Seis meses ha tardado en reaparecer tras una recuperación contrarreloj para no perderse la fase de clasificación para el Mundial. "Saqué de mi vida todo lo que no fuera el rugby, quería poner muy difícil a Pablo Bouza dejarme fuera". Llegó a tiempo.

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Aunque no estaba disponible, el delantero acompañó a la selección en los últimos partidos de preparación en noviembre. "Lo paso genial, no son compañeros de equipo, son amigos. Muchos, cuando nos vamos, tenemos ganas de volver", dice Mario Pichardie sobre el ambiente, "muy divertido", en esta escuadra rejuvenecida. Destaca la confianza que tenían ante el decisivo partido contra Países Bajos que España ganó 53-24. "Es como cuando te presentas a un examen sabiendo que has estudiado todo".

El XV del León ratificó hace ocho días su clasificación para el Mundial de Australia con una victoria en Suiza (13-43) en un partido muy flojo. "Yo creo que sentíamos que podíamos ganarlo en modo automático y era muy difícil jugar porque eran muy caóticos", admite Pichardie. "En el descanso nos cayó una bronca bonita".

Este domingo la selección tampoco ha convencido. Se ha visto claramente superada (32-62) por Georgia, que también estaba clasificada antes del encuentro. Bouza ha dado descanso a Pichardie. El jugador describe el estilo del seleccionador como "directo" y a la vez "involucrado" con sus hombres. «No va con rodeos y eso ayuda. Es una persona de pocas palabras pero es el patrón, se le escucha a rajatabla y vamos todos a una con él».

Del Mundial Pichardie espera que ayude a mejorar la financiación del rugby español. "Necesitamos dinero para hacer viajes, concentraciones, que los jugadores no tengan que tener un segundo trabajo, va a hacer que esto suba muchísimo". Recuerda de nuevo a la generación perdida, que ganó la clasificación en el campo pero fue descalificada por alineación indebida. "Te das cuenta de que no sólo lo haces por ti, en parte lo debemos a ellos y en parte debemos dar una imagen para España, saber que la clasificación ha merecido la pena y que estamos preparados para luchar contra los mejores".

Si es convocado, Australia 2027 le supondrá un premio. "Sería para mí una recompensa a una vida de sacrificios, yo he invertido mucho tiempo en el rugby. Una recompensa absoluta, es mi sueño jugar un mundial con España y ganar partidos allí". Al rugby Mario Pichardie ya le agradece lo que ha aprendido desde que empezó cuando era un adolescente caótico con poca afición al estudio. "Me da una base de vida, de compromiso, de entender lo que cuesta ganarte las cosas y el puesto, aprendes a manejar tus emociones, las frustraciones", detalla. A Mario Pichardie no le basta ir sólo a aprender. En la preparación para los partidos clasificatorios se dio cuenta del potencial de la selección española. «En los mejores días puede plantar cara a cualquiera».

"Creo que tenemos equipo para ganar el Europeo"

Georgia, España, Portugal y Rumanía ya han conquistado las cuatro plazas para el Mundial de Australia que la Federación internacional de rugby ponía en juego en el llamado Campeonato de Europa. El próximo mes los cuatro equipos lucharán por ganar este torneo, que en el Viejo Continente agrupa a los equipos del nivel siguiente al Seis Naciones.

El primer fin de semana de marzo Georgia recibirá a Rumanía en una semifinal. Portugal, a España en la otra. Georgia vuelve a ser favorita. Este domingo batió a los Leones en Madrid por un contundente 32-62 en un choque en el que les hizo diez ensayos.

En 2024 España fue tercera del Campeonato de Europa, un bronce que el seleccionador Pablo Bouza se ha propuesto superar este año. Mario Pichardie, en conversación con EL MUNDO, iba hace unos días más allá: "Quiero ganar el Europeo, creo que tenemos un equipo para ganarlo". El próximo y difícil paso, vencer a domicilio a Portugal.