La primera crisis de Xabi Alonso: parálisis en el campo y dudas, mesuradas, en el club

La primera crisis de Xabi Alonso: parálisis en el campo y dudas, mesuradas, en el club

El Madrid es el líder de la Liga y Xabi Alonso ha llegado para ser el líder del Madrid, el líder del juego, se entiende, no el líder máximo. La primera crisis del equipo blanco, porque de ese modo se califica en el Bernabéu a una serie de dos partidos sin ganar, no es tanto la del líder que todavía manda en la tabla como la del líder que pretende ser su entrenador. La atonía del Madrid en Anfield y en Vallecas apuntan a una acelerada descompresión del conjunto que propuso con fuerza el sorpasso en el fútbol español tras dominar el clásico ante el Barça.

La reacción de Xabi Alonso, más allá de sus comprimidas palabras y llamadas a la «mesura», no ha sido suficiente, como si no tuviera un plan B, como si la parálisis hubiera afectado, asimismo, al banquillo. Liverpool y Rayo no recibían al Madrid en su mejor momento. Irregulares los primeros en la Premier, los rayistas acababan de celebrar una remontada ante el Lech Poznan, pero su último resultado en Liga había sido un 0-4 frente al Villarreal en el mismo escenario.

Cualquiera de los dos resultados, derrota y empate, por separado habría tenido coartada, fuera el nivel del rival en el caso de los ingleses, o los antecedentes del Madrid en Vallecas, donde esta temporada también ha empatado el Barça. Los dos resultados encadenados crean, en cambio, una tendencia, mala para Xabi Alonso.

lesiones y cambios

Obligado a realizar cambios por la lesión de Tchouaméni, convertido en la boya del juego posicional que el tolosarra desea, Xabi Alonso retrasó a Güler en Vallecas. El futbolista con mejor visión para el último pase estaba demasiado lejos de la portería contraria, hecho que, además, rompió la excepcional conexión del turco con Mbappé.

El delantero francés estuvo ausente, tanto que únicamente tocó 11 veces la pelota en el primer periodo ante el Rayo. En su caso, no hubo diferencias con el partido que realizó en Anfield, donde estuvo desaparecido. No es casual que en esos dos encuentros el Madrid no consiguiera ni un solo gol, ya que Mbappé ha marcado el 52% de los tantos de los blancos esta temporada, 13 de 26 en Liga, la mitad exacta, y seis de ocho en Champions. En la posición de 9, hablamos de un finalizador que se resiente del mal juego de los suyos, por supuesto, pero al que en los dos últimos partidos se le ha observado desconectado, sin la rebeldía necesaria para generar ocasiones de la nada, como se espera de un futbolista de su jerarquía. Con sus luces y sombras, lo que hace Vinicius.

El brasileño y el entrenador dieron por cerrado el episodio del clásico, aunque con las dudas que generó su comunicado, sin mencionar explícitamente al técnico. Un caldo de cultivo peligroso si la duda acerca de su trabajo germina en el vestuario. Vini, su entorno y buena parte del club no han entendido alguna de sus suplencias y cambios. En definitiva, la pérdida de la condición de titularísimo. Lo mismo siente Valverde, anclado de momento al lateral, con Carvajal lesionado y Trent en el banquillo.

Xabi Alonso, el domingo, en el estadio de Vallecas.

Xabi Alonso, el domingo, en el estadio de Vallecas.EFE

Pese a observar a un Madrid sin gol y con un Mbappé ofuscado, Xabi Alonso no utilizó a Gonzalo, su gran hallazgo en el Mundial de clubes, donde demostró valentía ante las jerarquías, pese a la lesión del francés. Endrick, por su parte, parece olvidado, a la espera de una cesión. En ataque, además, el técnico todavía no ha definido con claridad la banda derecha, en la que su preferencia es Mastantuono, lesionado. En Vallecas apareció Brahim y después Rodrygo. Ninguno funcionó. No es únicamente una definición de hombres, también de sistema.

Bajada de Huijsen

La inclusión de Camavinga en el centro del campo, para pasar de un 4-3-3 a un 4-4-2, funcionó ante el Barça, pero no en Anfield. En Vallecas, el francés sustituyó a su compatriota Tchouaméni, pero Xabi Alonso acabó por llamar a Ceballos, y es que la crecida del Rayo podría haber supuesto algo peor. Lo mismo ocurrió con Militao, que empezó en el banquillo para dar minutos a Asencio y tuvo que entrar debido a la tarjeta amarilla e inseguridad de Huijsen. El central ha bajado en su rendimiento con respecto a su autoritario inicio.

Orden, meritocracia e intensidad en la presión fueron constantes que el Madrid apuntó en el Mundial de Clubes, pese a caer con un PSG mucho mejor, y empezó a consolidar en el arranque del curso. Todo progresaba adecuadamente en busca de un equipo dominante, que presione en campo del rival y tenga el control del juego a través de la posición, con sus centrales avanzados, como quiere Xabi Alonso. Un nuevo Madrid, en definitiva. Sin embargo, la abrupta desconexión en el Metropolitano y en Anfield y Vallecas, con el paréntesis del clásico, abre dudas que escalan hasta la cúpula del club, aunque con mesura, como pide Xabi Alonso, al que esperan dos largas semanas, por el parón, y tres visitas a domicilio: Elche, Girona y Olimpyakos. Después será el turno del revitalizado City de Guardiola en el Bernabéu. Otro grande. Otra prueba.

Vinicius y Mbappé neutralizan la rabia del Villarreal

Vinicius y Mbappé neutralizan la rabia del Villarreal

El Madrid consiguió ante el Villarreal una victoria de peso. De esas que son casi un parto ante un rival de Champions que jugó de tú a tú contra los blancos. El alivio de Almaty es ahora oxígeno antes del parón por los compromisos internacionales tras los goles de Vinicius, que anotó un doblete sanador, y de Mbappé, pichichi, ante el submarino, que metió miedo con el tanto de Mikautadze y protestó el penalti del 2-1 y la roja a Mouriño. [Narración y estadísticas (3-1)]

Xabi Alonso usó la alineación para mandar un mensaje contundente: «Aquí mando yo». Después de la polémica de los últimos días alrededor de Fede Valverde, que ha reconocido en varias ocasiones que no le gusta jugar de lateral derecho y que incluso «no he nacido para jugar ahí», el técnico tolosarra le entregó al uruguayo, capitán, el carril derecho. Como en la polémica de Vinicius y sus cambios, Alonso se mantuvo firme. Además, Xabi dejó en el banquillo a Bellingham, titular en el Metropolitano, y a Camavinga para apostar por Ceballos y Mastantuono, ojito derecho del entrenador en estas primeras semanas.

Y el argentino respondió con intensidad y fútbol. Fue el mejor del Madrid en una primera parte en la que los blancos fueron de más a menos. Sometieron al Villarreal, que apareció sin Mikautadze ni Pépé, sus estrellas, y pudo adelantarse en el marcador a través de la cabeza de Tchouaméni o el pie izquierdo de Mastantuono, pero el submarino aguantó y terminó teniendo las mejores ocasiones del primer tramo cuando el Madrid bajó el ritmo de juego.

Oluwaseyi, ante Courtois

Mastantuono hizo suyo el partido con sus diagonales desde la banda derecha. Muy activo a la hora de amenazar a su par, el argentino hizo de conexión entre el centro del campo y la delantera ante la apatía de Güler, más desaparecido en la noche del sábado.

Tchouaméni tuvo la más clara del Madrid en el minuto 21, pero su cabezazo tras centro de Vinicius se marchó rozando el palo izquierdo de Tenas. Esa ocasión aceleró a los locales, que presionaron alto en varias jugadas y pudieron marcar. En el 22, Veiga salvó ante un remate de Mastantuono después de un robo de Ceballos y en el 26 un buen centro del argentino lo sacó Comesaña cuando Tchouaméni se preparaba para marcar.

A partir de ahí, bajón madridista y empuje castellonense con Oluwaseyi como punta de lanza de sus contraataques. El delantero canadiense tuvo en el 40 el mejor intento de los visitantes. Una transición rapidísima en la que le ganó en velocidad a Militao y Huijsen y erró ante Courtois, que se hizo gigante en el mano a mano y aguantó sus amagos.

La acción de Mourinño ante Vinicius castigada con la segunda amarilla.

La acción de Mourinño ante Vinicius castigada con la segunda amarilla.AFP

El primer tiempo terminó con el partido roto, con el Villarreal llegando fácil hasta los dominios de Courtois y con Mastantuono, otra vez, rozando el gol ante Tenas. Tras el descanso, Xabi olió sangre en el perfil de Mouriño, con amarilla ante Vinicius, y en la primera jugada el Madrid encontró el gol. El brasileño encaró a su par, le regateó fácil ante el miedo del defensa a la segunda tarjeta y su disparo tocó en Comesaña para despistar a Tenas.

El Villarreal se desperezó con Mikautadze y Pépé, que entraron en el descanso y fueron un tormento para Militao y Carreras. Su velocidad fue la mejor arma de un Villarreal que siguió aprovechando las transiciones rápidas, pero que se encontró con un penalti de Rafa Marín sobre Vinicius en el que el brasileño, lanzador en lugar de Mbappé, puso el 2-0. El canterano madridista trabó con la pierna derecha al delantero y Cuadra Fernández pitó penalti. Protestó el Villarreal, pero el VAR no cambió la decisión del árbitro.

Mbappé, con un golpe en el tobillo

Vinicius definió abajo, a la derecha de Tenas, que rozó la pelota pero no acertó a detenerla, y sumó su primer doblete del curso. El gol noqueó al Villarreal durante dos minutos, los que tuvo Bellingham para sentenciar el choque. El inglés, que entró por Güler, falló dos ocasiones claras ante Tenas y dio aire a los visitantes, que recortaron distancias al minuto siguiente con un buen tanto de Mikautadze desde la frontal.

El Madrid entró en dudas por un instante, pero la rabia fue del Villarreal, que protestó la segunda amarilla a Mouriño por un manotazo a Vinicius. Como en el penalti, el VAR confirmó la decisión del árbitro y dejó a los de Marcelino con uno menos. Autopista para los blancos, que fallaron varias claras pero sentenciaron con el gol de Mbappé a pase de Brahim antes de irse lesionado por un golpe en el tobillo.

El Madrid se pone líder con 21 puntos, dos por encima del Barça, que este domingo visita al Sevilla.

Mbappé de Kazajistán

Mbappé de Kazajistán

Actualizado Martes, 30 septiembre 2025 - 21:25

El fenómeno Mbappé, aunque juegue cerca de la China, le da igual. Es el dios de la armonía del gol. Madre mía: lleva 13 tantos. En dos partidos de Champions cinco. Así que el francés es más que un seguro de vida para el Madrid. Maravilloso. Fue el único espectáculo del Asia Central.

El partido del fín del mundo fue un sopor, un aburrimiento El primer tiempo sólo funcionaron los regates de Mbappé. Cuando apareció el regalo del penalti, el francés transformó con su habitual facilidad.

Ante un Kairat esperpéntico, el Madrid fue un equipo lento, parsimonioso, con el estúpido estilo guardolista tan afín a Xabi Alonso, donde el balón no corre y es poco resolutivo. Absurdo. A la velocidad de un anciano en silla de ruedas.

No sé cómo catalogar el estado actual de Vinicius. Sigue en plan ganador del Balón de Playa. No hace ni una sola oportunidad y es un simple desaire. Apareció Rodrygo y fue fulminante. Incisivo, preciso, maravilloso. Rodrugo debería ser titular. Dio dos goles y su velocidad y técnica pone a Vinicius en un mal escaparate.

Aparte de un extraordinario Arda Gúler, el arquitecto del gol, francamente, se nota mucho que Ceballos pone orden y juega en equipo. En estos momentos de mar de dudas, el sevillano debería salir siempre de inicio. Mejor que Valverde por su sentido constructivo y un uruguayo que no encuentra el camino de Alonso.

La goleada es terapéutica, pero el técnico donostiarra ha perdido ese implacable dominio del juego, esa sensación de superioridad de los primeros partidos. La dificultad de los contrarios para encontrar la senda del gol. Es posible que lo del Metropolitano le haya afectado de alguna manera.

Jugar con el Kairat era un trámite porque sólo Mbappé tenía la llave del partido. Lo goles finales fueron productos del talento de Rodrygo el cansancio supino de un equipo amateur, que podría tener dificultades de jugar en la Segunda División española.

Me queda la duda de qué ocurrirá cuando en el Madrid no pueda jugar Mbappé. Es como si equipo se asomara al vacío. Xabi Alonso todavía ha conseguido, un sistema para que el equipo juegue de memoria. Ha tenido poco tiempo, pero las dudas permanecen en los madridistas. ¿Será este el buen sucesor de Ancelotti?

Mbappé se divierte en Almaty y Kazajistán alivia al Madrid

Actualizado Martes, 30 septiembre 2025 - 20:51

La Ruta de la Seda, tejido de la primera gran globalización comercial y cultural de la historia, pasó por Almaty durante siglos, por una zona ahora situada a pocos kilómetros de Kirguistán y China. A través de sus caminos cambió el día a día de las sociedades de Oriente y Occidente, objetivo y milagro que busca ahora este Real Madrid de Xabi Alonso, "en construcción" según el técnico, noqueado tras la derrota del Metropolitano y pasando terapia en la ida y vuelta a Kazajistán. Sobre el césped del Central Stadion superó y goleó al Kairat Almaty, lógica futbolística, y alivió sus dudas hacia duelos más peligrosos. Mbappé se divirtió y anotó un hat-trick en una fiesta a la que se sumaron Camavinga y Brahim. [Narración y estadísticas (0-5)]

Alonso rotó en su alineación, aunque a medias. No hubo revolución porque el tolosarra y su equipo no se podían permitir un amago de pinchazo, así que Mbappé, Vinicius, Güler, Tchouaméni y Huijsen fueron titulares. A su lado, Asencio, Alaba, Fran García, Ceballos y Mastantuono, novedades con respecto al derbi madrileño. Ni siquiera salió en el once Fede Valverde, protagonista en la previa y suplente sorprendente. Las dos cosas no suelen ir de la mano.

Para saber más

De inicio, los kazajos, guerreros y entusiastas, gastaron sus energías en el ímpetu hacia la meta de Courtois. Tiraron a puerta en los primeros segundos de partido, un cabezazo tímido de Jorginho que paró Courtois, y sacaron su único córner del primer tiempo en el tramo inicial. Luis Mata, lateral izquierdo con recorrido, Jorginho y el joven delantero Satpaev, de 18 años, fueron los más incisivos de los locales, cuya grada se emocionó cada vez que pasaron del centro del campo.

Una pareja desequilibrante

Los minutos fueron situando al Madrid en el partido, con frío en la noche kazaja, y Ceballos y Güler se hicieron con el duelo. El andaluz en la base, ordenando un centro del campo perdido en el Metropolitano. El turco en la mediapunta, recibiendo de espaldas, dándose la vuelta con facilidad en cada acción y conectando con Mbappé. La pareja turco-francesa sigue siendo la mejor noticia de los blancos esta temporada. También en Almaty.

Vinicius tuvo la primera ocasión clara del Madrid al aprovechar un pase al hueco de tacón de Mbappé, pero su remate con el exterior se fue desviado ante la salida de Kalmyrza. Era el minuto 13 y no será la última de los blancos. En el 17, la defensa kazaja desvió un buen remate de Güler tras una llegada de Fran García a línea de fondo y en el 20 el portero salvó un disparo con rosca de Mbappé.

Avisaba el Madrid y no tardó en conseguir fruto. En el 24, Mastantuono aprovechó un mal pase atrás de Sorokin para adelantarse al portero, que le arrolló. Desde los once metros, Mbappé anotó su tercer gol en Champions, el tercero de penalti, y el 11º en la temporada.

Rodrygo, ante Mrynskiy, el martes en Almaty.

Rodrygo, ante Mrynskiy, el martes en Almaty.AP

El Kairat se vino abajo en físico, aunque no en ánimo. Dejó de llegar a los duelos, falló pases y permitió que el Madrid fluyera como en un entrenamiento. Ahí Güler se hizo grande, recibiendo siempre en tres cuartos y creando las mejores ocasiones del equipo.

La tuvo Mastantuono en el 32 y Mbappé en el 38 y en el 43 para ampliar la renta madridista, pero el descanso aterrizó con un peligroso 0-1. Tras el intermedio, el duelo se rompió por la falta de oxígeno de los kazajos, ilusionados con el empate pero excesivamente valientes en ataque, dejando huecos a su espalda.

El indulto del VAR

Uno de ellos lo aprovechó Mbappé tras un despeje de Courtois. El francés le ganó la carrera a Sorokin, avanzó hacia la portería y se inventó una suave vaselina ante la salida de Kalmyrza.

El intercambio de golpes hundió al Kairat y facilitó las cosas al equipo de más talento individual. Un penalti de Ceballos a Gromyko puso nervioso a los madridistas, pero el VAR avisó al árbitro italiano Guida y éste anuló la pena máxima.

Ahí acabó la noche de los kazajos. Mbappé marcó su tercer tanto, quinto en esta Champions y 13º en el curso, con un potente disparo desde la frontal, Camavinga cabeceó una buena acción de Rodrygo y Brahim, con un disparo cruzado, completó la 'manita' de Almaty.

Arda Güler es como el Betadine

Arda Güler es como el Betadine

Arda Güler fue de lo poco presentable, si es que lo hubo, en el impresentable Madrid del Metropolitano. Fue el actor principal en el espejismo blanco, con una asistencia y un gol, y en el baño de realidad, al cometer un penalti sin saber muy bien lo que hacía. El derbi puso en cuestión buena parte de los argumentos de la reconstrucción de Xabi Alonso, especialmente la solidez defensiva. Pero no la apuesta por un jugador especial, aunque ante el Atlético el turco no estuviera en el lugar donde nada escapa a la percepción de su mirada perdida. De vuelta a los medios, en el partido de curarse las heridas ante una cenicienta de la Champions, Güler fue como el Betadine.

Una vez bajó el ímpetu del Kairat Almaty y el Madrid movió la pelota, quedó claro cuál es el futbolista que le ofrece la mejor dirección en las transiciones ofensivas. Cuanto más centrado, más amplía su prisma. Güler recibe, se gira y pasan cosas, cosas distintas. Mbappé, que ha marcado cinco de los siete goles del Madrid en los dos partidos de Champions, es el que mejor lo ha entendido en este inicio de curso, con movimientos intencionados en cuanto recibe el jugador turco, lo que ha propiciado ya una interesante conexión para el Madrid. Mbappé habla el mismo idioma que Tchouaméni, pero cuando la pelota llega al mediocentro francés, no pasan cosas distintas.

Es posible que Güler no tenga todas las condiciones que se exije a un pivote, rol que, ayer, realizaron Thouaméni y Ceballos, pero, con semejante visión de juego, cuanto más campo tenga en el periscopio, mejor. No son comparables, porque no lo es, por ahora, el rango de los jugadores, pero es la misma razón por la que Hansi Flick coloca a Pedri en la base del juego, en lugar de adelantarlo a la zona de los interiores, donde suele jugar con la selección. En las dos posiciones es sobresaliente. En la segunda, está más cerca del gol, pero en la primera impone su personalidad al juego.

La de Güler, de 20 años, está por formarse en el terreno de juego, después de un tiempo extraño, de adaptación, desencuentros con Ancelotti e inseguridades. Todo indica que Xabi Alonso se ha puesto a la tarea, en el intento de construir un Madrid más coral, y esa es la razón por la que pierde pie Valverde, el rey de las conducciones. Xabi quiere combinación, velocidad y presión. Las necesita, porque no en todas partes, como en los apeaderos de la Liga o la Champions, basta con el solista Mbappé.

Xabi Alonso arranca con madrugón, 'tablet', ordenadores y hoja de ruta para el Mundial de Clubes

Xabi Alonso arranca con madrugón, ‘tablet’, ordenadores y hoja de ruta para el Mundial de Clubes

La adrenalina le hizo saltar de la cama con los primeros rayos del sol. Ducha rápida y listo para dirigirse a Valdebebas y estrenar oficina. Xabi Alonso tiene prisa por enseñar su libreto. A las 7.30 horas de este lunes accedió a las instalaciones del centro deportivo del Real Madrid y poco después ya tenía todo preparado para la primera reunión con su staff técnico: Sebas Parrilla (segundo entrenador), Ismael Camenforte (preparador físico), Alberto Encinas (ayudante técnico) y Beñat Labaien (analista de sistemas y estrategias). Luis Llopis, preparador de porteros en la etapa de Carlo Ancelotti, también se ha unido al grupo de trabajo del tolosarra.

El Real Madrid difundió una imagen en la que aparecían los seis técnicos sentados alrededor de una mesa blanca, cuatro ordenadores. Xabi Alonso trabaja con una tablet. También aparecen papeles y gráficos de campos de fútbol.

En nuevo entrenador llegó a su despacho casi tres horas del primer entrenamiento con sus jugadores, marcado para las 11.00. Durante ese tiempo, el ex preparador del Leverkusen también saludó y se reunió con diferentes empleados de Valdebebas. A muchos ya los conocía de su anterior etapa como entrenador en las categorías inferiores.

Sólo cinco en plenitud

Alonso enseñó a sus colaborares una hoja de ruta en la que figura como apartado más inminente la planificación del Mundial de Clubes, que arranca el próximo domingo y en que el Real Madrid no debutará en la fase de grupos hasta el miércoles 18, contra el Al Hilal (21.00 horas). El domingo 22 se medirá al Pachuca (21.00 horas) y el viernes 27 al Salzburgo (3.00 horas). Al club blanco le interesa este torneo por el prestigio que otorga ser su primer ganador y por los suculentos ingresos económicos que puede conseguir el vencedor, unos 125 millones de euros.

El equipo viajará el próximo sábado a Estados Unidos y se alojará en una selecta zona de Palm Beach, al norte de Miami.

Xabi Alonso diseña un campeonato sin saber exactamente con qué efectivos dispondrá. En el primer entrenamiento del lunes sólo contó con cinco integrantes de la plantilla en plenitud de condiciones: Lucas Vázquez, Raúl Asencio, Fran García, Dani Ceballos y Rodrygo. También citó a 10 canteranos: Fran González, Jacobo Ramón, Mestre, Fortea, Aguado, Yusi, Chema, Marío Martín, Víctor Muñoz y Gonzalo.

A la espera de los lesionados

El vasco espera recuperar en las próximas jornadas a los lesionados Courtois, Carvajal, Militao, Alaba, Brahim y Valverde. Este lunes, el polivalente centrocampista uruguayo sólo se ejercitó en el gimnasio. En las próximas horas se reincorporarán los internacionales Modric, Mbappé, Tchouaméni y Bellingham. En principio, no podrá contar con los lesionados de larga duración: Rüdiger, Mendy, Camavinga y Endrick.

Una de las grandes novedades será la presencia de Dean Huijsen (20 años), el central de la selección española que será presentado en el mediodía del martes. El lateral británico Trent Alexander-Arnold (26) podría ser presentado el jueves, poco antes de hacer las maletas con dirección a Miami. Allí llegarán directamente Lunin, Vinicius y Güler.

El ciclo de Xabi comienza a andar.

La muerte de un retrato ganador

La muerte de un retrato ganador

Actualizado Domingo, 27 abril 2025 - 01:12

No mereció perder el Madrid. Desde cualquier punto de vista, el Madrid fue más ofensivo y mereció mejor suerte, pero le falló el único que nunca falla: Courtois. Sobre todo en el tercer tanto, el decisivo. Pero qué difícil es matar al Madrid. En esta época de errores de Ancelotti y Florentino, el Madrid ha anunciado la muerte de un retrato ganador. Ya no lo es. Aunque haya sido injusto.

Aun así, yo no hubiera jugado el partido. En estas condiciones, con dos árbitros acusando al Madrid de ser un machacador de la moral arbitral. Los acusadores del arbitraje. Estuvieron bien, hasta que a De Burgos Bengoetxea se le vio el color, cuando el Madrid agobiaba a un Barcelona que ha perdido brillantez, con una defensa absolutamente terrible.

Para empezar, con Dani Olmo ya están desvirtuando la competición. La propia representación del partido tendía hacia la locura. Un manicomio cervantino, con un partido absolutamente espectacular. La suerte cayó en la balanza del Barcelona

Y la locura se inició con una Real Madrid, jugando al catenaccio ancestral de Ancelotti, que no sabe hacer otra cosa, mientras el Barcelona con el super programa de Flick.

Pero tras el golpe del 1-0, el Madrid se transfiguró y, por fin fue a por el partido. Courtois no se puede tragar ese disparo de Pedri. El belga ya no es el mismo de antes, como demostró el regalito que le hizo a Ferran Torres, en el 2-2, que llegaba al delirio del show maravilloso.

El caso es que el Madrid cambio la faz del partido. Desde el cerrojo pasó a la libertad individual de sus grandes jugadores. Bellingham se puso de lider y como la defensa del Barça es tan mediocre, el Madrid pudo empatar. Y hasta llegar a la senda del éxito.

Faltaba la fenomenología de Mbappé, que se convirtió en pesadilla azulgrana, hasta que hizo una jugada fabulosa, falta y golazo de un feómeno. El Madrid tuvo el partido y Tchouaméni, que estuvo inmenso, con un cabezazo expeditivo, tras el maravilloso córner que sacó Arda Güler, decisivo una vez más.

Dominó, dominó el Madrid. Tuvo más oportunidades de que manchaban la fama del Barça, pero un despiste de Brahim y una mala posición bajo palos de Courtois despejaron el camino a Koundé. Era el final del retrato de Dorian Gray madridista.

El futuro blanco pasa por acabar con la era Ancelotti. Aunque la perspectiva próxima no me gusta nada, con un Xabi Alonso que sólo es una secuela de Guardiola. Malos tiempos para la lírica de Florentino, que también ha perdido el olfato del éxito, con su racanería para hacer fichajes. Fin de una era. Desde luego.

El Madrid sufre en Getafe, pero sale vivo gracias al pie de Arda Güler y las manos de Courtois

El Madrid sufre en Getafe, pero sale vivo gracias al pie de Arda Güler y las manos de Courtois

El Madrid sigue vivo en la guerra de la Liga tras la batalla de Getafe, donde el pie de Arda Güler, timón y goleador, le valió para mantenerse a cuatro puntos del Barça. Tambaleó, eso sí, en un final de infarto donde jugó con uno menos por la lesión de Camavinga. La noche del sur de Madrid la hizo suya Güler. El turco aprovechó las rotaciones de Ancelotti, que sentó a Camavinga, Modric, Ceballos y Bellingham, y se convirtió en el líder del conjunto blanco. Acompañó a Tchouaméni y Valverde en el centro del campo, abandonó la mediapunta, bajó a la base izquierda de la jugada y ordenó y creó para los suyos en una parada clave en la lucha por la Liga. [Narración y estadísticas (0-1)]

El Madrid creció a partir de su pie izquierdo. Calmado, a pesar de la intensidad inicial del Getafe, pausó y aceleró el juego cuando debía, rompiendo líneas en conducción o tocando con los centrales a la espera de la presión rival. Su posición puede abrir una solución para Ancelotti a medio plazo. El Madrid busca desesperadamente un cerebro que complete el puzle de sus próximos años, alguien que sustituya las virtudes de Kroos. Y el turco, mediapunta como el alemán en sus inicios, tiene detalles para crecer en ese puesto.

Y además, Güler puso la guinda a su partido con el 0-1, que asentó las ideas del Madrid en Getafe y puso su mente camino de la final de la Copa del Rey de este sábado ante el Barcelona. Los de Ancelotti fueron superiores al cuadro de Bordalás, que apostó por un bloque sólido en defensa pero sin profundidad en ataque. No le ganó la batalla del centro del campo al Madrid, entregó el balón y estuvo vendido cuando los blancos consiguieron abrir su defensa.

Caminando por el alambre

Valverde y Fran García lo probaron en el primer cuarto de hora, justo antes del gol del turco. Vinicius arrancó en una contra tras un córner de los locales y provocó el tanto. Brahim no aprovechó el pase atrás del brasileño y el rechace terminó en Güler, que batió a Soria con la derecha desde la frontal del área. Sin reacción, el Getafe repitió un plan: balones largos para que Borja Mayoral se peleara con Asencio y alguno de los centrocampistas pudiera lograr una segunda jugada. Tuvo intentos, pero no puso en aprietos a Courtois.

En el otro área, el Madrid se adueñó del balón y buscó romper al espacio con Vinicius y Endrick, que entró en el lugar de Rodrygo y tuvo un mano a mano clarísimo en el minuto 30. Alaba le encontró en largo, el joven delantero tiró una pared con Vini y cuando estaba delante del portero, no logró superarle. Hubiera sido la sentencia de un partido que seguía en el alambre, a un gol de ponerle en bandeja la Liga al Barça.

Pero el paso por vestuarios descolocó al Madrid. Alaba, con molestias en la pierna izquierda, se quedó en la caseta y Camavinga entró en el césped, obligando a Tchouaméni a pasar al centro de la defensa. Y lo que carburaba a pleno rendimiento se gripó. Güler dejó el mando y los blancos comenzaron a perder duelos individuales alentando al Getafe. Lo vio Bordalás, que apretó la salida blanca y lo apostó todo al ataque, dando entrada al gigante Álvaro, canterano madridista, a Coba y a Peter, látigos en la banda. Por ahí nació el peligro local.

Una de las paradas de Courtois ante el Getafe.

Una de las paradas de Courtois ante el Getafe.AP

El Madrid, con la Liga en juego, sufrió. Por el ímpetu rival y por sus propios errores, inadmisibles en un equipo que está peleando por el título. En el 56, Endrick tuvo otro mano a mano clarísimo ante Soria, pero con tiempo para pensarlo todo, intentó una vaselina que apenas se levantó del suelo. En la banda, Ancelotti se desesperó y llamó a Bellingham, que estaba calentando.

El enfado del italiano fue a más cuando Vinicius erró otra ocasión clarísima que hubiera sentenciado el duelo y les hubiera dado libertad para pensar en La Cartuja. El brasileño arrancó hacia portería en una contra, amagó ante varios defensas y en lugar de ceder a Bellingham, se jugó el disparo, forzado ante Soria, que sacó a córner.

Arambarri, en el otro área, perdonó la vida liguera del Madrid al definir desviado ante Courtois y el duelo entró en el drama con la lesión de Camavinga, que dejó a los blancos con diez en los últimos minutos. Ahí apareció el héroe Courtois, salvando a su equipo ante un disparo potente de Álvaro. Vivió el Madrid.

Las lágrimas de Ceballos no mentían: estará dos meses de baja

Las lágrimas de Ceballos no mentían: estará dos meses de baja

Las pruebas médicas han confirmado los peores pronósticos: Dani Ceballos estará dos meses de baja. El centrocampista andaluz abandonó llorando el Reale Arena, casi sin poder caminar, y al llegar a Madrid los análisis han determinado que sus lágrimas tenían motivo. El andaluz sufre una lesión en el músculo semimembranoso con afectación del tendón de la pierna izquierda.

Ceballos se hizo daño en una acción con Kubo, rozando el final del partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey entre la Real Sociedad y el Real Madrid, y no pudo continuar. Se tiró en el suelo y se llevó la mano a la parte posterior del muslo izquierdo. Cuando llegaron los médicos, el futbolista ya estaba llorando de la impotencia. Sabía que se había hecho algo muy serio.

Consiguió andar hacia los vestuarios, apoyado en los hombros de dos fisios y abrazado por la mayoría de sus compañeros, y de camino al autobús apenas podía mover la pierna izquierda.

El andaluz, clave para Ancelotti esta temporada y disfrutando del mejor momento de su carrera, deberá parar ahora, cuando incluso sonaba su nombre para ser parte de la próxima lista de Luis de la Fuente.

"Muy triste por no poder ayudar a mi equipo en este tramo tan importante de la temporada. Y muy triste por tener que parar en el que sentía que era mi mejor momento...", ha escrito el centrocampista de 28 años en su cuenta de Instagram.

"Toca afrontarlo con fuerzas, con ganas de luchar y con la certeza de que volveré aún más fuerte. Esto no ha acabado. He salido de peores. Gracias por tanto cariño... Nos vemos pronto, antes de lo que pensáis", concluye el comunicado del jugador.

Si Ceballos cumple el plazo de dos meses de baja, podría perderse hasta 13 partidos: ocho de Liga, la eliminatoria de Champions contra el Atlético, una hipotética ronda de cuartos, la vuelta de Copa contra la Real y la hipotética final copera del 26 de abril en La Cartuja (Sevilla). El gran objetivo es que el andaluz pueda estar recuperado para dicho encuentro, si el Madrid llega.

En Liga, no estará ante Betis, Rayo, Villarreal, Leganés, Valencia, Alavés, Athletic y Getafe.

Endrick se pide la Copa para un Madrid que tiembla por Ceballos

Endrick se pide la Copa para un Madrid que tiembla por Ceballos

El hambre de Endrick ha puesto el primer pie del Madrid hacia la final de la Copa del Rey, que se celebrará en La Cartuja el 26 de abril. El tanto del brasileño empujo a los blancos en rotación ante una Real Sociedad intensa, que asedió por momentos a Lunin y deberá buscar la heroica el 1 de abril en Chamartín. [Narración y estadísticas (0-1)]

Después de varios partidos en el fondo del armario, Ancelotti le puso el traje de titular a Güler y Endrick, olvidados durante las últimas semanas por la importancia del playoff de Champions contra el City y el buen estado de forma del ataque. Y el Madrid, que tiene la Copa en la tercera posición de prioridades de la temporada, respiró con ellos. Especialmente gracias al brasileño, con ganas de comerse el mundo.

La Real Sociedad arrancó pasional, empujada por las bengalas de la previa, que tiñeron de rojo el antiguo Anoeta. El cuadro de Imanol, irregular durante el curso, buscó al Madrid desde el minuto 1, planteó una presión alta para buscar el error inicial y casi lo consigue en el minuto tres. Kubo se plantó ante Lunin tras un error de Camavinga y una pared con Oyarzabal, pero el ucraniano despejó a córner.

Los gritos contra Asencio

El paso de los minutos despertó a los blancos y asentó su plan. Camavinga y Ceballos en el doble pivote, Bellingham liberado, Arda en derecha y Vinicius en izquierda. El Madrid no quiso balones largos, como en otras ocasiones, sino que llamó a la Real a presionarle para salir del agobio en varios toques buscando el espacio libre en el centro del campo. Así llegó el 0-1.

Endrick bajó a recibir y cedió para Vinicius antes de dibujar un desmarque directo a portería. Potente, vertical. El balón se detuvo en los pies de Bellingham, que esperó la carrera del delantero para ponerle un milimétrico balón a la espalda de los centrales. Endrick controló, aprovechó las dudas de Remiro en la salida y definió con el exterior de forma sensacional.

Su hambre de minutos, de goles y de gloria ponía al Madrid camino de la final de La Cartuja, pero la Real, y menos en San Sebastián, no se iba a rendir. Los txuri-urdin enfocaron sus opciones en el lado derecho de la defensa madridista, con Asencio en lugar de Lucas, sufriendo el canterano ante Barrenetxea, que le superó en varias ocasiones para amenazar a Lunin y le sacó una amarilla que provocó el cambio de Asencio en el descanso. Justo después de que la grada le cantara «Asencio, muérete» y obligara a Sánchez Martínez a parar el duelo y aplicar el protocolo contra el racismo, la intolerancia y la xenofobia.

Ceballos, sobre la hierba, tras su lesión en el tramo final.

Ceballos, sobre la hierba, tras su lesión en el tramo final.EFE

Antes, Lunin había sacado varios disparos de Brais, Barrenetxea y Oyarzabal y Remiro había evitado el 0-2 de Vinicius tras un contragolpe de Bellingham antes de que el partido entrara en el terreno de las interrupciones y la tensión.

Tras el descanso, Ancelotti retiró a Asencio, lastrado por la amarilla, y dio entrada a Lucas. No cambió demasiado el Madrid, pero el partido creció en tensión y ocasiones. Se rompió. La Real dio un paso adelante en ataque y cambió de banda, insistiendo ahora en el lado de Fran García, con Kubo y Brais buscándole una y otra vez. Ahí tuvo sus mejores opciones, pero Lunin se hizo gigante.

En el 49, el ucraniano salvó un remate a bocajarro de Oyarzabal y se estiró en el rechace para evitar el gol de Kubo. En el otro lado del campo, Endrick envió un misil al larguero cuando en el banquillo del Madrid ya cantaba el gol.

Vinicius, sin acierto

El brasileño volvió a ganar espacio con un desmarque que sorprendió a la defensa de la Real y Vinicius le encontró en largo, pero el palo desvió el disparo. Fue la gran carta de presentación del joven atacante, un gol y un travesaño, para convencer a un Ancelotti al que le ha costado darle minutos.

El Madrid tuvo 10 minutos de espacios a la contra en los que Vinicius pudo sentenciar, pero no estuvo asentado el día en el que estrenaba brazalete de capitán. Tampoco Lucas, que envió el balón alto tras un zigzagueo en el área.

El perdón de los blancos pellizcó a la Real a partir del minuto 60. Los de Imanol se volcaron contra Lunin, pero les faltó punch, como a Oyarzabal, que tardó en definir tras un error de Fran García y permitió la llegada de Tchouaméni, sacando una nota alta como central. Bellingham perdonó en el otro área y Ceballos, clave este año, se rompió, dejando la gran mala noticia del Madrid en la ida de San Sebastián.