Lo que queda de campeonato: dos plazas de Champions, varias de Europa League y dos de descenso, aún por decidir

Lo que queda de campeonato: dos plazas de Champions, varias de Europa League y dos de descenso, aún por decidir

Hay aún muchas trincheras abiertas a falta de tres jornadas para la conclusión del campeonato. Casi resuelto el título, a falta de una victoria del Barcelona en los duelos que le restan, y definidas tres de las cuatro plazas para la próxima Liga de Campeones, después de que el Atlético de Madrid la certificase el sábado con su goleada a la Real Sociedad, están en juego los otros dos equipos, pues serán cinco españoles, que disputen el máximo torneo continental. También sigue abierta la pelea por acceder en la Liga Europa, donde hasta el decaído conjunto guipuzcoano, que es duodécimo, podría contar con opciones.

Salvo el Atlético de Madrid, que ya puede pensar en el Mundial de Clubes, todos los equipos de la Liga EA Sports se juegan algo en lo que resta de campeonato. A los rojiblancos les quedaría el plus de poder terminar subcampeones.

CHAMPIONS. Entre Athletic, Villarreal y Betis se disputarán las dos plazas de Champions. Los vizcaínos, aún convalecientes de la cruda eliminación ante el Manchester United en las semifinales de la Europa League, torneo cuya final se jugará en San Mamés, han llegado justos al tramo definitivo del curso. El triunfo ante el Alavés (1-0), gracias al autogol de Sánchez, les permite, no obstante, asentarse en la cuarta posición, con tres puntos sobre el Villarreal y seis sobre el Betis. El Athletic visita al Getafe el jueves y al Valencia el domingo. Cierra la temporada frente al Barcelona, en San Mamés.

El Villarreal puja fuerte después de su victoria en Montilivi. Recibe el miércoles al Leganés, visita al Barcelona el domingo y se despide como local el día 25 frente al Sevilla.

El Betis, eufórico tras clasificarse para la final de la Conference League, en la que se medirá con el Chelsea. sólo pudo empatar ante Osasuna (1-1). Viaja a Valllecas el jueves y al Metropolitano el domingo y cierran en el Villamarín frente al Valencia.

LIGA EUROPA. En principio, salvo que el Betis gane la Conference y la muy improbable hipótesis de que caiga hasta el noveno puesto, en cuyo caso habría nueve equipos españoles en Europa, serán un total de ocho. Aquí sí que la pugna está muy abierta. Además del descartado en la lucha por la Champions, tienen opciones Celta, Rayo, Mallorca, Valencia, Osasuna y Real Sociedad.

DESCENSO. La victoria del Leganés, que se impuso por 3-2 al Espanyol, le mantiene vivo en busca de la permanencia. Pocos se libran de problemas en la zona baja, donde la inquietud, si bien escasa para los madrileños, alcanza hasta el Getafe, que es decimotercero, con 39 puntos. El Leganés acabó apurado ante el Espanyol después de ir 3-0 por delante hasta el minuto 79, cuando Cabrera hizo el primer tanto de los catalanes, que volvieron a marcar gracias a Milla en el 98. Cissé (min. 33), Diomandé (min. 41) y Kumbulla (min. 63, en propia puerta) habían dado la holgada ventaja al equipo que entrena Borja Jiménez. Capaz de derrotar al Barcelona en Montjuïc y al Atlético de Madrid en Butarque, y de exigir al Real Madrid tanto en Liga como en Copa, el Leganés sufre por sus dificultades para litigar con rivales de su clase. Ayer respondió en una cita crucial para mantenerse vivo, beneficiado, además, por la derrota del Alavés. Todo indica que entre Alavés, Leganés y Las Palmas saldrán los dos equipos que acompañen al Valladolid a segunda. Pero Sevilla, Girona, Espanyol e incluso Getafe no pueden descuidarse.

El Athletic se despide de su sueño con una derrota dolorosa en Old Trafford

El Athletic se despide de su sueño con una derrota dolorosa en Old Trafford

Hay gestas y hay milagros. Y las dos cosas tenía que hacer el Athletic en Old Trafford, cuyo sobrenombre se prestaba precisamente al sueño. Pero la losa del conjunto de Valverde era doble, en resultado y en nombres. Un 0-3 siempre es difícil de remontar, pero hacerlo sin tus tres mejores hombres: Sancet y los hermanos Williams, necesitaba de la bendición urbi et orbi del nuevo León XIV. No pudo llegar. [Narración y estadísticas, 4-1]

Son precisamente tres los milagros que tiene que hacer un aspirante a santo para convertirse en uno. El Athletic necesitaba un gol tempranero, pudo ser el disparo que se le escapó a Berenguer en el minuto 8 tras una gran jugada de Unai, otro antes del descanso para acongojar a un irregular conjunto inglés y el último es igualar la eliminatoria, mínimo antes del fin de los 90 minutos reglamentarios. El guion era difícil, pero permitía giros, aunque el final fue muy amargo.

La película tenía un titán arriba, ese joven de la cantera athleticzale con cuerpo y pie para tener una buena carrera en el fútbol profesional. Pero Maroan se encontró con la horma de su zapato, un Maguire renacido en esta competición y que le chocaba en cada duelo.

Otro titán que se tuvo que crecer mucho atrás fue el suplente de Unai Simón, portero que tiene una sombra alargada. Agirrezabala fue el yeso que intentaba tapar las grietas que dejaba un equipo volcado sobre la meta de Onana. No fue tarea fácil y terminó en imposible con el paso de los minutos. Su último error en el segundo tanto de Mount fue fruto más de la frustración que del nivel mostrado.

El primer indicio de señal llegó en el minuto 23. Fue el VAR el que abrió la primera luz para los vascos dejando sin sancionar un posible penalti de Gorosabel en el área del equipo de Valverde. En ella creyó Jauregizar. El canterano agarró un balón rebotado de un disparo de Djaló y metió una comba a la escuadra de Onana imposible para el guardameta camerunés. Los vascos ya tenían la beatificación.

Hubiera venido bien una ayudita celestial o arbitral. El colegiado Siebert pudo concederla si no se hubiera tragado el silbato en el segundo codazo de Mazraoui. Zurró a Maroan y le metió a Unai, pero ese segundo duelo aéreo con movimiento ilegal de brazos no tuvo el mismo castigo. Sí sacó amarilla al primer goleador de la noche por un pisotón accidental a Garnacho. El final de la primera parte se afeó por demérito del árbitro cuyo errático comportamiento sacó de quicio a unos y a otros.

Aún hubo otra señal antes del descanso. Garnacho encontró el hueco entre los dos centrales del Athletic y se quedó sólo ante Agirrezabala. Su intento de vaselina se fue fuera y Valverde suspiró en el banquillo. Son esos pequeños detalles, esos pequeños resquicios, por los que cuela la esperanza y abre las grietas que necesitaba abrir el Athletic en la defensa inglesa, cara, pero no muy contundente. Aunque finalmente no pudo hacerlo.

El Athletic se agarró aún más tras la salida de vestuarios a esa estrella menuda que tiene entre líneas llamada Berenguer. El joven mediapunta se echó el equipo a los hombros y resultó omnipresente en campo rival. Pases, disparos, córners, faltas, lo quería todo el futbolista navarro.

A falta de leones, Valverde quiso tomar Old Trafford con cachorros. Su primer cambio fue para sacar al chaval Olabarrieta para sustituir a otro chaval, Djaló, que nunca se cansó de intentarlo, pero le faltó precisión a su juego. En esa ventana también saltó al campo otro jovenzuelo de 36 años. Quién mejor que el capitán del Athletic, Óscar de Marcos, para creer en la remontada.

Milagro imposible

El tiempo avanzaba inexorable y la penitencia del Athletic comenzaba a hacerse demasiado pesada así como las piernas. Los cambios refrescaron las piernas, pero no las mentes. Y luego Mount ya dejó la gesta en más que milagrosa. Un movimiento magistral suyo en el área tras un eslalon de Yoro puso el empate en el marcador e inclinó la montaña 15 grados más.

Casemiro ya fue la borrasca que ocultó la montaña y acabó con la gesta. Hojlund sofocó del todo el milagro. Ni una victoria pudo celebrar el Athletic para despedirse de la que debía ser su competición que tuvo que sufrir un nuevo latigazo de Mount antes del final. El sueño del Athletic murió en el Teatro de los Sueños. Hay un nuevo Papa, pero los vascos se quedaron sin milagro.

Del sueño a la pesadilla: amarga goleada del Manchester United al Athletic en San Mamés

Del sueño a la pesadilla: amarga goleada del Manchester United al Athletic en San Mamés

Hay sueños que acaban convertidos en pesadillas. El Athletic lo comprobó con una amarga goleada ante el Manchester United que le aleja casi de manera definitiva de la final de la Europa League en San Mamés. Entró en efervescencia todo el estadio, volcado en empujar a su equipo a rozar el cielo, pero la respuesta en el césped no fue la misma. Apenas pudo el Athletic mantenerse vivo en la eliminatoria 30 minutos. [Narración y estadísticas: 0-3]

El infierno en el que quisieron sumergir a los ingleses acabó achicharrándoles, incapaces de sobreponerse al primer partido que se les empinaba en una temporada extraordinaria. Dos goles habían cedido como locales y dos le marcó el United en un abrir y cerrar de ojos, con el castigo añadido de la inferioridad numérica. Entonces el Athletic, mermado, ni siquiera supo atrincherarse para llegar vivo a Old Trafford. Cierto es que la tarea no era fácil con una hora de partido por disputar.

El inicio de la semifinal no presagió tanta amargura pero sí dejó pistas. En los primeros minutos, con la caldera de San Mamés a toda potencia, Nico Williams buscó centros para Maroan Sannadi, Berenguer hizo aparecer a Onana con sus disparos y hasta Iñaki cabeceó un balón por encima del larguero. El Manchester, esforzado en apagar esa ebullición, tuvo una contra en la que Bruno Fernandes lanzó a Garnacho para que batiera a Agirrezabala, pero en fuera de juego. Esa conexión es la que tenían que vigilar los rojiblancos sin olvidarse de buscar la portería, como hizo Nico para asociarse con Sannadi y forzar a Casemiro, o Iñaki dándole otra asistencia a Berenguer para un golpeo que salvó Lindelöf casi bajo los palos.

El United esperaba ordenado a que las burbujas de esa efervescencia fueran bajando cuando se encontró con su propia revolución. Maguire se lanzó por la orilla derecha de su ataque, tumbó con dos recortes a Jaureguizar y sacó un centro que peinó Ugarte para servir el testarazo a Casemiro al segundo palo. Por si no era bastante varapalo, tres minutos después Vivian agarró lo suficiente a Hojland en el área para que no empujara una pelota a gol. El colegiado noruego Eskas no lo vio, pero el VAR sí. En la revisión hubo doble castigo: penalti y roja al internacional español.

Bruno Fernandes no falló y la ventaja, desde la inferioridad numérica, se hizo un abismo para el Athletic. La casi certeza de que era el adiós al sueño de pelear un título la sembró de nuevo el capitán portugués cuando, habilitado por un taconazo que Ugarte sacó entre camisetas rojiblancas al borde de la medialuna, batió la portería de Agirrezabala para poner el 0-3.

Bajo el peso de esa losa, Valverde no esperó al descanso para hacer los cambios, que aumentaría al inicio de la segunda mitad. Si había una mínima opción de resucitar pasaba por echar el cerrojo a la portería, con la dificultad que eso entrañaba porque Dorgu estrelló un latigazo en el travesaño en el añadido.

El paso por el vestuario no sirvió para que el Athletic, desquiciado, volviera a la pelea con la mente fría y pensando que aún quedaba la vuelta. Al equipo de Amorim, que se agarra a la Europa League para colarse en Champions tras el desastre en la Premier, le bastó con bajarle las revoluciones al duelo, sin arriesgar. Y aún así, por dos veces Casemiro, de disparo lejano y de cabeza, hizo esforzarse al guardameta vasco, que también apareció en el 80 para desviar otro tiro lejanísimo de Bruno Fernandes y frustrar a Hojlund.

Los esfuerzos ya estaban centrados en que no pasara nada más, ni siquiera con el revitalización que buscaron desde el banquillo. El Athletic, con la fiesta aguada, solo pudo lamentarse y conjurarse para creer en la resurrección en Old Trafford.

El Manchester United, penúltimo paso para la final en casa: "De pequeño soñaba con levantar una copa con el Athletic en San Mamés"

El Manchester United, penúltimo paso para la final en casa: “De pequeño soñaba con levantar una copa con el Athletic en San Mamés”

Actualizado Miércoles, 30 abril 2025 - 20:05

El Athletic afronta este jueves el partido más importante de la temporada. Llega a Bilbao el Manchester United, poseedor de tres Copas de Europa, el penúltimo obstáculo del equipo de Ernesto Valverde para plantarse en la final de la Europa League, que se disputa el 21 de mayo en San Mamés. Inmaculado en su estadio a lo largo de la presente edición del torneo, el conjunto vizcaíno cifró en el segundo torneo continental el principal objetivo de una temporada en la que tiene muy cerca su clasificación para la próxima Champions por su trayectoria en la Liga, donde es cuarto, con cinco puntos más que el Villarreal.

"De pequeño soñaba con levantar una copa con el Athletic en San Mamés", admitió Nico Williams, el futbolista más mediático de los locales. "El United siempre tiene grandes jugadores y en la Europa League están demostrando que son muy buenos, que son un bloque y tienen un gran entrenador", apuntó.

Los británicos, descabalgados en la Premier League, donde ocupan la decimocuarta posición, tienen en este torneo la única vía para volver a Europa el próximo curso. Pese a estar invictos en el torneo continental, quedaron al borde de la eliminación frente al Lyon. Igualaron a dos en Francia, idéntico resultado cuando concluyó el tiempo reglamentario en Old Trafford. Pero los galos, con 10 hombres por expulsión de Corentin Tolisso, lograron adelantarse 2-4 en la prórroga, antes de inclinarse debido a la impresionante reacción local, que derivó en el 5-4.

A por la tercera final

«No podemos tener un apagón como el otro día», bromeó Valverde, que no podrá contar con Oihan Sancet. «Hay muchas cosas que debemos tener en cuenta del United, como su balón parado, futbolistas como Bruno Fernandes y los muchos registros que posee en el juego».

El Athletic ha eliminado con solvencia a la Roma y el Glasgow Rangers, en ambos casos con el encuentro de vuelta en San Mamés. Una temporada después de poner fin a 40 años sin levantar la Copa del Rey, tiene la posibilidad de acercarse a la que sería su tercera final europea. Perdió frente a la Juventus, en la antigua Copa de la UEFA, en 1977, y, ya en la Europa League, en 2012, contra el Atlético de Madrid.

El Madrid fue el Madrid

El Madrid fue el Madrid

Un prodigioso gol de Valverde hizo justicia a un partido en que el Madrid desplegó su orgullo, el buen juego y la virtud única del que jamás se rinde. Esta vez sí me sorprendió el Madrid por su concentración, su excelente juego y una garra que creíamos perdida.

El Athletic me dio vergüenza ajena. Hizo un partido lamentable. Valverde puso la gabarra en el área y sólo fue un muñeco para parar los golpes. Repelían todos los furibundos ataques madridistas como jugadores de goma en el área. El equipo de Ancelotti tuvo las virtudes de todos los tiempos.

Para empezar, Ancelotti apostó por un equipo que tiene su estrategia en el centro del campo, con tres, con un inmenso Tchuameni, un renacido Modric y un táctico Ceballos. Pero pienso que el mayor acierto del técnico italiano fue colocar a Valverde y Camavinga en los laterales. Con doble uso: para atacar y defender. Siempre los centrocampistas rápidos pueden a ser laterales magistrales. Hay muchos casos.

Y fueron decisivos, por el sentido perpendicular del francés y la astucia en el disparo de Valverde, con un gol que pone la Liga todavía en el aire. Máxime con la forma actual del Barcelona de Flick, que parece haberse sumergido varios metros debajo de su calidad.

Pero siempre están los "Negreira boys" para arreglarl los partidos torcidos. Dos penaltis no pitados, una roja de Raphinha. Aunque con Medina Cantalejo y Clos, el Barcelona será invencible en la Liga. Me produjo asco lo que ocurrió frente al Celta.

Y, nuevamente, los "Negreira boys", con el ínclito Munera, el peor arbitro , o el perfecto para el Comité de árbitros contra el Madrid, hizo una justicia sibilina, siempre a favor del que no pasó del medio campo, en más de 85 minutos de juego.

Antes que hubiera anulado el tanto de Vini, ya tenían en el VAR las órdenes de Clos Gómez. Y , en cuento al penalti a Bellingham: es que una falta de máximo castigo residual, como se dice ahora. Que más que el inglés hubiera tocado la pelota , la dentición del bilbaíno era darle una patada. .

A mí todo esto me produce estupefacción. Claro que el gol de Valverde ningún VAR pudo anularlo. Pero si hubiera alguna duda , también se anula. Porque maldita la suerte en los minutos del descuento cuando toda la Visca Barça de Catalunya se frotaba la manos, porque la Liga ya estaba en el bolsillo," butxaca", como ellos dicen.

Esta divina victoria madridista somete a juicio a un Barcelona que siempre zozobra cuando el Madrid le aprieta o le exige. Ahora , ya no están tan seguros de que ganarán la final de Copa el sábado. Pero , cualquiera sabe, los "negreira boys" estarán al acecho.

Las virtudes de Unai Simón, el líder silencioso del vestuario: "Cuando llegamos a una tanda, tenemos la tranquilidad de que está él"

Las virtudes de Unai Simón, el líder silencioso del vestuario: “Cuando llegamos a una tanda, tenemos la tranquilidad de que está él”

Un buen puñado de jugadores cogieron un tren charter hasta Madrid para, o bien quedarse allí, o bien coger algún vuelo a sus ciudades. Otros se subieron al coche y unos pocos durmieron en Valencia para regresar hoy. Todos felices, una alegría expulsada tras el penalti marcado por Pedri y que comenzó sobre la misma hierba de Mestalla, donde algunos futbolistas (Huijsen, Nico, Lamine...) pasaron un rato con sus padres y hermanos haciéndose fotos y celebrando el pase a la Final Four.

Para saber más

De los menos efusivos, así es él, fue Unai Simón. Da la impresión con el portero del Athletic y de la selección que tendría el mismo gesto si le tocara la lotería que si le cayera una bomba al lado. Es un tipo bastante frío, y en la tanda de penaltis contra Holanda se convirtió en el protagonista absoluto de esta concentración (si es que no lo era ya). Por muchos motivos, algunos obvios y otros no tanto.

El primero es que regresaba a una citación después de la Eurocopa. Jugó aquel torneo lesionado, concretamente con una dolencia en el ligamento escafosemilunar de su muñeca derecha. Aguantó como pudo, a base de masajes y analgésicos, hasta levantar el trofeo, y cinco días después fue operado en Madrid. Regresó a la competición en noviembre y ha recuperado el sitio en su club y en la selección con celeridad.

En realidad, la titularidad con España nunca ha estado en cuestión si es Luis de la Fuente el seleccionador. En su primera convocatoria como técnico, hace ahora dos años, el riojano no pudo llamar a su portero preferido por otra lesión. Después de ganar a Noruega y perder contra Escocia, la siguiente lista fue la de la final de la Liga de Naciones en junio de 2023. Ahí sí estaba Unai, y en la prensa se generó un debate que le enfrentaba a Kepa, el titular en aquella ventana de marzo. Para el entrenador nunca hubo debate. El primer día de aquella concentración de junio se pudo ver a De la Fuente hablando con Unai un buen rato en uno de los pasillos de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Le vino a decir que el su portero era él.

Su relación con la prensa

De hecho, para esta citación de marzo, a la que volvía Unai tras no poder estar en septiembre, octubre y noviembre, el buen papel de David Raya generó unas dudas similares en los alrededores del equipo. No así en Luis de la Fuente, que en cuanto ha tenido preparado a Unai, no ha dudado.

El segundo motivo por el que ha sido protagonista fue por su especial relación con una parte de la prensa. En la Eurocopa tuvo un enfrentamiento con un periodista de Onda Cero y el pasado martes, ese periodista le hizo una pregunta en la rueda de prensa que ofreció. «Mira Fernando, con todo el respeto a todo el mundo, después de lo que pasó entre tú y yo en la Eurocopa, no te voy a contestar a ninguna pregunta», le dijo en un tono muy calmado.

Y el tercer y último motivo, cómo no, han sido los penaltis. Era la quinta tanda a la que se enfrentaba como portero de la selección, y el que le detuvo a Malen, el sexto que era para Holanda, no es un hecho aislado. Lo dijo Pedri: «Cuando llegamos a una tanda, tenemos la tranquilidad de saber que Unai siempre se va a parar alguno». No le falta razón al canario.

Unai y Pedri celebran la clasificación.

Unai y Pedri celebran la clasificación.EFE

En la final de esta competición ante Croacia, va a hacer dos años ahora, detuvo los lanzamientos de Majer y Petkovic. Pero es que en la Eurocopa de 2021, con Luis Enrique, el hombre que primero lo situó como titular en la selección, ya fue decisivo. En cuartos de final, tras un áspero partido en San Petersburgo, España y Suiza se fueron a los penaltis. Unai paró dos, uno a Schär y otro a Akanji. Y en la eliminatoria anterior, ante Croacia, se vio la fortaleza mental que tiene, uno de sus sellos de identidad. A los pocos minutos de partido, falló en un control tras una cesión de Pedri y Croacia se puso por delante. Tras una locura de choque, que España se dejó empatar cuando iba ganando 3-1 en el minuto 86, Unai hizo dos paradas en la prórroga, antes de que Morata volviese a poner al equipo por delante, que merecen la pena ser revisadas en vídeo.

En la otra cara de la hoja están las dos tandas perdidas, ante Italia en las semifinales de la Eurocopa de 2021 y ante Marruecos en los octavos de final del Mundial de Qatar en 2022. A sus 27 años, y ocupando el puesto que ocupa, y viendo la fe que le tiene el entrenador, el debate de la portería de España está cerrado por mucho tiempo.

Graves altercados antes y después del Athletic - Roma: 14 detenidos y 15 ertzainas heridos

Graves altercados antes y después del Athletic – Roma: 14 detenidos y 15 ertzainas heridos

Actualizado Viernes, 14 marzo 2025 - 10:22

Catorce personas fueron detenidas y una más investigada durante los altercados entre las aficiones Athletic de Bilbao y la Roma, que se registraron este jueves en las inmediaciones del estadio de San Mamés, en los que además resultaron heridos 15 agentes de la Ertzaintza.

Según ha informado la Ertzaintza este viernes, seis personas (cuatro italianas y dos locales) fueron arrestadas en los incidentes antes del partido de la Liga Europa entre el Athletic de Bilbao y la Roma, y otros ocho por desórdenes públicos al finalizar el partido.

Del total de arrestados, cuatro son personas italianas y las otras diez "de la afición local". Esta mañana solo uno de los arrestados permanece en dependencias de la Ertzaintza y el resto ha quedado en libertad a la espera de ser citados a declarar ante el juez.

El departamento de Seguridad ha añadido que durante esos incidentes 15 agentes de la Ertzaintza resultaron heridos por contusiones y golpes.

Los altercados se iniciaron sobre las 17:30 horas en la zona de accesos al estadio para la afición italiana cuando unos seguidores de la Roma han acometido contra los agentes del dispositivo, quienes intervinieron para evitar enfrentamientos entre las dos aficiones.

Varias personas también se enfrentaron al personal de seguridad privada, utilizando las hebillas de los cinturones, en el control de accesos hacia el estadio, y como consecuencia de estas agresiones dos vigilantes resultaron heridos, según el departamento vasco de Seguridad.

Tras finalizar el partido, los altercados se reprodujeron en las inmediaciones del estadio, donde la Ertzaintza volvió a realizar cargas y detuvo a ocho seguidores radicales del Athletic, que lanzaban botellas y otros objetos contundentes a los agentes, y han incendiado varios contenedores de basura.

Los seguidores de la Roma seguían en esos momentos dentro del estadio, que abandonaron hora y media después del final del partido protegidos por un amplio despliegue policial.

En el transcurso de los incidentes, se han registrado lanzamiento de objetos como botellas, bengalas y petardos.

Nico Williams echa chispas para llevar al Athletic a cuartos goleando a la Roma

Nico Williams echa chispas para llevar al Athletic a cuartos goleando a la Roma

San Mamés puede romperse las manos aplaudiendo a un futbolista imprevisible que siempre aparece cuando hay que hacer al Athletic aún más grande. Si la grada quiere ver a su equipo en la final de la Europa League, si persigue ese sueño europeo, aparece Nico Williams para encarrilarlo con descaro dando la vuelta a una eliminatoria que se complicó en Roma. Si allí se la engriseció una expulsión y un error en los minutos finales, en Bilbao una roja le asistió en la remontada que, esta vez sí, hasta la grada protegió. [Narración y estadísticas: 3-1]

Tuvo que perseverar San Mamés hasta encontrar el primer gol de Nico Williams en el tiempo añadido después de una primera parte que se le puso de cara casi desde el inicio. La determinación con la que saltó al campo el equipo de Valverde deparó que, en el minuto 3, a Maroan Sannadi, en su primer partido decisivo en la Catedral, de esos que son para veteranos, le faltara un centímetro para conectar su testarazo a un centro perfecto que de Iñaki, convertido en un dolor de muelas para Angeliño y N`Dicka. Sin embargo, respondió la Roma con un remate de cabeza de Cristante al poste que asustó a la grada pese a estar anulado por fuera de juego.

Justo cuando el Athletic recordó que no iba a ser fácil remontar el 2-1 de la ida, el partido se le inclinó. Hummels se equivocó en un pase horizontal buscando a Mancini que cazó Maroan y el alemán, pese a que faltaban 30 metros para que el hispano marroquí pisara el área, lo derribó sin miramientos. Tampoco los tuvo el colegiado Turpin para mostrarle la roja directa y dejar a la Roma en inferioridad ante el gesto contrariado de Ranieri.

Rugió San Mamés y su equipo se instaló en campo italiano, buscando cómo activar a los Williams sin prisa pero sin pausa. Le costó muchísimo aprovecharse porque la Roma se comportó como un pinball: pelota que llegaba al área, un hábitat donde se siente cómodo, pelota que escupían. Era cuestión de no desesperar. Eso mismo se decían Dybala y Dovbyk, que ni olían el balón.

El Athletic tenían claro el plan: insistir. Maroan trató de picar un pase filtrado de Unai Gómez para sorprender al meta Svilar, pero el golpeo se le fue alto. Fue entonces Nico quien comenzó a aparecer para desequilibrar con conducciones verticales en las que fue capaz de retar a Cristante y Rensch, quebrarles con un gesto y cruzar un latigazo que se estrelló en el palo.

De nuevo el joven 9 de los leones armó un disparo duro que salvó el meta romano sin que su rechazo lo cazara Iñaki porque fue derribado sin que el VAR apreciara penalti. Veía Valverde que necesitaban acertar en el último pase, con el último remate, porque la Roma es capaz de sacudirte en un momento, como hizo en el partido de ida y en el minuto 38, pese a la inferioridad, otra vez Cristante enganchó un tiro que rozó el palo de Aguirrezabala.

Sin embargo, y pese a que Aitor Paredes le devolvió la ocasión, el premio para el Athletic llegó con el tiempo cumplido cuando Iñaki volvió a soltar otro centro que no pudo rematar Maroan en el punto de penalti pero quedó listo para que Nico fusilara en el segundo palo. Ya estaba la eliminatoria igualada, ahora había que ganarla.

El inicio de la segunda parte lo marcó un cabezazo de Iñaki a centro de De Marcos, pero Ranieri, consciente de que jugaba contra once y todo un estadio, también movió ficha para buscar una contra que le volviera a dar vida. La consiguió, pero Shomurodov no tuvo premio, como tampoco Berenguer cuando le dio la réplica. El duelo seguía siendo rojiblanco y había que cerrarlo. El primer paso lo dio Yuri con un impecable cabezazo que sorprendió a Svilar. Ese segundo gol ya invitaba al Athletic a mantener en control y la paciencia para no cometer errores. El fantasma de lo ocurrido en el Olímpico de Roma se esfumó cuando en el 82, otra vez Yuri subió la banda y asistió a Nico para que se colara en el área burlando a Mancini y a N'Dika y marcara el tercer gol.

Aun así, tocó apretar los dientes cuando Turpin señaló penalti por agarrón de Gorosabel a El Shaarawy. Marcó Paredes el 3-1 en el segundo minuto de alargue, pero la lección estaba aprendida y San Mamés sigue tras su sueño europeo que ahora pone en el camino al Rangers o al Fenerbaçhe.

Iñigo Pérez, un 'loco' para cada detalle en el Rayo: "Cuando termine de triunfar dirán que se veía venir, como con Xabi y Arteta"

Iñigo Pérez, un ‘loco’ para cada detalle en el Rayo: “Cuando termine de triunfar dirán que se veía venir, como con Xabi y Arteta”

Uno de los primeros desafíos que Iñigo Pérez (Pamplona, 1988) debió afrontar en el comienzo de esta temporada fue el césped de la Ciudad Deportiva del Rayo Vallecano. La hierba no reunía los requisitos mínimos para un equipo profesional, así que el técnico tuvo que trasladar los entrenamientos al Estadio de Vallecas. Poco parecían interesar aquellas penurias, porque por entonces toda la atención se centraba en James Rodríguez, el fichaje estrella del verano. Sin embargo, el ínfimo nivel competitivo fue relegando al colombiano, que apenas disputó 205 minutos en siete partidos antes de hacer las maletas. Pérez no iba a ceder ante las pretensiones del ex madridista o el pésimo estado de Raúl de Tomás. Tampoco ante Óscar Trejo, su capitán, que sólo ha formado como titular en cuatro jornadas de Liga. El argentino, idolatrado por la afición franjirroja, sólo es siete meses menor que el técnico navarro, el más joven de Primera (37 años). Un tipo que no necesita alzar la voz para imponer su autoridad y que hoy visita el Bernabéu al frente de un Rayo a un paso de los puestos europeos.

«Allí por donde pasa deja una imagen de integridad, de alguien capaz de reunir a gente que quiera hacer camino junto a él. Cuando acabe de triunfar dirán que esto se veía venir, como ahora sucede con Xabi Alonso o Mikel Arteta», cuentan desde el entorno del pamplonés. Sin embargo, a diferencia de los entrenadores de Leverkusen y Arsenal, Iñigo no pudo cumplir las expectativas que había apuntado sobre la hierba.

Desde 2009 a 2022 disputó 87 partidos en Primera, repartidos entre Athletic y Osasuna. A los 34 años, cumplido su último contrato como rojillo, rechazó una oferta del Málaga. Sus horizontes se habían ensanchado. Ya no quería influir en cada partido con su pie izquierdo, sino a otro nivel, más integral. En El Sadar le ofrecieron un hueco en el cuerpo técnico de Jagoba Arrasate. Tras siete temporadas juntos, tres en el Numancia y cuatro en Osasuna, Iñigo ejercía no sólo como la prolongación de Jagoba sobre el césped, sino como su confidente. Sin embargo, una llamada de Andoni Iraola desde Vallecas iba a cambiarlo todo. Los lazos forjados en Lezama, durante su etapa común con Marcelo Bielsa, pesaron lo suyo.

En constante formación

«En el Athletic tuvo una relación muy especial con Marcelo, que continúa hasta hoy. De hecho, Bielsa ya le dijo que cuando finalizase su carrera como futbolista quería guardarle un hueco en su grupo de trabajo», confirman desde el círculo de Pérez. La obsesión de Iñigo por cada detalle, su estricta ética de trabajo y su formación constante, sólo pueden interpretarse como una prolongación de las enseñanzas de El Loco. Iñigo acude cada día a las ocho de la mañana a las instalaciones del Rayo, donde pasa casi 12 horas con su plantilla y sus ayudantes. Entre ellos destaca Adrián López, viejo camarada de Osasuna. A la manera de Bielsa, sólo entiende el oficio desde el compromiso total y el aprendizaje continuo.

Con apenas 21 años, Iñigo obtuvo la titulación de entrenador a través de Kirolene, un centro del Departamento de Educación del Gobierno Vasco donde se imparten enseñanzas de régimen especial de grado medio y superior. Allí se habían graduado, entre otros, Jagoba Arrasate y Gaizka Garitano. Él obtuvo una de las mejores notas gracias a La biomecánica en el fútbol, un trabajo donde analizaba de forma minuciosa cada golpeo, cada remate con el pie o con la cabeza. Grababa todo con una cámara slow motion y señalaba los errores.

«Desde mi primer día junto a él me di cuenta que era alguien diferente, que entendía realmente el juego y veía detalles invisibles para el resto», explica a este periódico Fran Mérida, compañero en Soria entre 2018 y 2020. «Siempre fue alguien muy maduro, responsable, tranquilo, inteligente, muy curioso en todo. Tenía madera de entrenador», desarrolla el ex del Atlético, que hace unas semanas se acercó a Vallecas para seguir un entrenamiento de su amigo.

DENNIS DOYLEGETTY

Siguiendo el patrón de Bielsa, Iñigo no concede entrevistas para no dar privilegio a unos en favor de otros. Su responsabilidad se circunscribe a las ruedas de prensa. «En las distancias cortas siempre ha mostrado un trato muy humano. Y con los periodistas sólo hay que escucharle: la educación con la que afronta incluso las preguntas más incómodas, el modo en que mantiene la calma...», reflexiona Mérida.

Una de las facetas que más ha preocupado siempre a Iñigo es la de las relaciones con el vestuario. En Bilbao ya se matriculó en Psicología y como primer ayudante de Iraola ejerció de nexo entre Andoni y los futbolistas. «Un entrenador debe convencer del mensaje que quiere mandar y si no tiene empatía o feeling, hay poco que hacer. No hay que irse de cañas con los futbolistas, pero cuando hablas has de tener credibilidad y saber enviar los inputs adecuados», relata a EL MUNDO un miembro del staff del Rayo.

«Iñigo tiene la cabeza muy bien amueblada, no le gustan las polémicas. Es un tío muy sencillo, que no trata de buscar tres pies al gato. Cuando le llega un problema trata de afrontarlo y buscar una solución», añaden desde el club presidido por Raúl Martín Presa. Casado, con tres hijos, su sensibilidad dista mucho de la de un entrenador al uso. No se trata solamente de lo aprendido desde la cuna, en el barrio pamplonés de Chantrea, o durante su bachillerato en el colegio Trueba de Bilbao. Entre lo heterogéneo de sus pasiones, sólo citar la filosofía, la poesía o el medio ambiente.

Soria como «sanatorio»

El amor por la naturaleza y los versos de Antonio Machado se exacerbaron en Soria, una ciudad que en 2014 ejerció como «sanatorio», según sus más allegados. A las orillas del Duero llegó después de una difícil etapa en el RCD Mallorca. Apenas unos meses de cesión que él mismo quiso cortar a causa del estrés. «Aquí encontró tranquilidad y cercanía. Era un chico muy educado, se le veía con las ideas muy claras», rememora César Palacios, director deportivo del Numancia. «Se ganaba a todos hablando desde el ejemplo, con valores como la humildad y el respeto», concreta el ejecutivo de un club perdido hoy en la Segunda Federación.

Aquella simbiosis, en la que el entorno ayudó a la hora de potenciar sus virtudes, se actualiza también hoy. En Vallecas cuentan con sobradas razones para dar por buena la traba burocrática que impidió a Iñigo seguir los pasos de Iraola en el Bournemouth. Porque la Federación Española (RFEF) no quiso convalidar su título de Kirolene para obtener la licencia UEFAPro. Tras un inicio titubeante, el Rayo despegó en diciembre con un 0-1 en Mestalla, enlazando nueve jornadas sin derrota, ofreciendo un fútbol muy vertical y vistoso, con permanentes llegadas hasta la línea de fondo, especialmente desde la banda derecha, gracias a Ivan Ratiu y Jorge de Frutos.

Sin embargo, las dificultades se multiplicarán hoy en el Bernabéu, donde el extremo segoviano no podrá jugar tras su roja frente al Sevilla. Tampoco llegan otros dos pilares como Abdul Mumim, lesionado en la rodilla izquierda, y Randy Nteka, con un desgarro en un abductor. Iñigo pretende extender su racha ante el Madrid, a quien arañó sendos empates en sus dos cruces previos. «Tengo mucha fe en estos chicos. Tienen humildad, no hay egos y los resultados llegan gracias a ellos», concluyó Iñigo tras la última victoria, hace un mes frente al Real Valladolid (1-0).

Otro gol de Julián Álvarez acuna al Atlético como líder

Otro gol de Julián Álvarez acuna al Atlético como líder

Nada lastra a Julián Álvarez. No hay responsabilidad ni expectativas ni suplencia que pesen en su juego. Es un superhéroe que viste de anónimo pero aparece siempre cuando el Atlético le necesita. Ante el Athletic, para romper un partido trabado y arrimar al equipo al liderato. Con diez minutos en el campo le bastó. [Narración y estadísticas (1-0)]

No iba a ser un duelo fácil y la lluvia decidió complicarlo más. Los dos equipos remaron mucho para no equivocarse y agarrarse a sus objetivos. El del Atlético para dar el sorpasso al Real Madrid justo cuando se avecina el derbi europeo. Para el Athletic la intención era sostenerse en la cuarta plaza dispuesto, por qué no, dar el zarpazo al podio. Por eso siempre estuvo vivo en el partido. Fue la fuerza de esos deseos lo que equilibró un duelo con poco errores y solo un acierto.

En ambas facetas arrancó el Atlético. Le Normand remató alto un centro de Javi Galán en el minuto 4 que hubiera engrasado un partido al que el equipo de Valverde llegó con la lección bien aprendida. No tenían aún que sujetar a Julián Álvarez, pero no podían dejar campar a sus anchas a Griezmann y había que vigilar bien a Sorloth para que no abriera huecos que pudieran aprovechar Lino y Giuliano. Le pusieron la camisa de fuerza al francés con Vivian anticipándose a todo, pero por momentos se les escapó el argentino, al que le costó un poco empezar a aparecer. Primero tuvo que hacerlo Oblak saliendo a los pies de Iñaki Williams al que Dani Vivian había regalado una pelota filtrada que le dejó cara a cara con el meta esloveno. Las dos mejores ocasiones ya se habían visto a los 10 minutos.

Orden y colmillo

Pareció que el equipo de Valverde quería acosar, con un doble golpeo de Ruiz de Galarreta desde la frontal que se estrelló primero en De Paul y luego en Lenglet, pero entonces apareció Giuliano para poner un centro al segundo palo que a punto estuvo de cazar el gigante noruego. La segunda del menor de los Simeone nació de un robo con coraje al que tuvo que responder con una salida al borde del área Unai Simón.

Los rojiblancos querían mandar al tiempo que eran conscientes de que cualquier fallo lo pagarían ante un rival que mostró orden y tenía guardado el colmillo. El fallo lo cometió De Paul con una pérdida ante Berenguer, que no supo resolver el prometedor contraataque. La movilidad del delantero que se había convertido en un quebradero de cabeza para los centrales atléticos, pero no conseguía conectar con los Williams.

Al filo del descanso fue cuando ambos equipos se olvidaron de contener y se soltaron la correa para golpear. Sorloth cogió a Unai Simón descolocado en un remate que salvó Vivian mientras los bilbaínos obligaban a una defensa con demasiadas vigilancias pendientes. Si el partido no se había roto era por la falta de puntería.

Iñaki Williams, tras una ocasión desperdiciada por el Athletic.

Iñaki Williams, tras una ocasión desperdiciada por el Athletic.AFP

Simeone y Valverde mandaron el mismo mensaje en el vestuario: con 45 minutos por delante no se puede jugar a golpes, no demasiado pronto. Los dos equipos bajaron el pistón y fue el técnico argentino quien decidió cuándo se aceleraba. Otra vez lo hizo mirando al banquillo. De una tacada mandó al césped a Llorente, Gallagher y Julián Álvarez, poco después a Correa, y no tardó en verse por qué. Necesitaba pulmones y crear más peligro.

Primero la tuvo Berenguer con un tiro blando desde el punto de penalti, pero el Atlético se enlazó en el momento justo. Inició la jugada Molina, se apoyó en De Paul para encontrar escorado en la banda derecha a Llorente, que filtró para la aparición de La Araña entre los centrales. Se tambaleó el Athletic tras el gol aunque en lo que tardó en recomponerse no recibió más sustos.

Es más, Valverde inyectó pólvora con Guruzeta y el nuevo valor Maroan Sannadi buscando una remontada que se estampó en los palos de Oblak. Primero fue un saque de falta que Vivian estrelló en la cepa y el rechazo lo mandó Iñaki al larguero. Después una jugada ensayada que Nico Williams mandó al larguero. Fueron avisos ante los que los madrileños con un libre directo de Julián que hizo volar a Unai Simón. Un instante después, a Guruzeta se le escapa rozando el palo un centro raso de Yuri. Entonces apareció el rugido del Metropolitano para guardar la victoria e irse líderes a la cama.