La doble reválida de Vinicius en Qatar: 48 horas de respuestas, advertencias y goles

La doble reválida de Vinicius en Qatar: 48 horas de respuestas, advertencias y goles

Han sido 48 horas de reválida para Vinicius en Qatar. De una pequeña revancha. Levantó el The Best el martes a las nueve de la noche, hora local, y repitió el miércoles con la Copa Intercontinental, el 'Balón de Oro' del torneo y el MVP de la final tras marcar y asistir contra el Pachuca. Dos días en los que el brasileño, su entorno familiar, el vestuario y el cuerpo técnico del Real Madrid, cada uno a su modo, gritaron todo lo que se habían guardado en aquella polémica tarde del 28 de octubre, cuando el conjunto blanco, enfadado con la UEFA y con France Football por la "falta de respeto a Vini", no envió a ningún representante a París para la gala del Balón de Oro.

Vinicius rompió su silencio casi dos meses después de su ausencia en el Teatro Chatelet. No había hablado sobre el tema en todas estas semanas, ausente por lesión en algunos partidos del Madrid y rechazando hablar en cualquier zona mixta o rueda de prensa. Sus últimas palabras sobre su segundo puesto en el Balón de Oro habían sido las de aquel mismo día en sus redes sociales: "Lo haré diez veces más si hace falta".

En la Academia Aspire de Doha, en una extraña gala preparada a toda prisa por la FIFA aprovechando la presencia del Madrid en el emirato, el brasileño se sintió, por fin, "el mejor jugador del mundo". Infantino, ante la imposibilidad de cuadrar una ceremonia acorde al premio por las exigencias de su propio calendario futbolístico, avisó al jugador de los resultados de la votación (algo que no hizo France Football) y le convenció para acudir al evento, a 15 minutos en coche del hotel del Madrid en Qatar.

El presidente de la FIFA, en batalla también con la UEFA en esta eterna guerra geopolítica del fútbol europeo, rompió con Ceferin hace tiempo y entrega desde entonces su propio premio, separado del Balón de Oro. Y después del fracaso del año pasado, cuando ninguno de los finalistas acudió a la gala de The Best en Londres, necesitaba sí o sí al ganador con su trofeo. Fuera donde fuera.

Ahí apareció Vinicius, que venció con contundencia en el voto de los aficionados y los capitanes, algo que ha reforzado su tesis, y su rabia, después de ver a Rodri ganar el Balón de Oro. El español le superó por poco en el voto de los entrenadores y de los periodistas, y el brasileño sigue convencido de que fueron temas no futbolísticos los que no le permitieron triunfar en la votación de los medios en el galardón parisino.

Por eso tenía guardados decenas de mensajes en su discurso, tanto en la propia gala como a través de sus redes sociales. "Era un niño que jugaba en la calle de Sao Gonçalo, cerca de la pobreza y el crimen y llegar aquí es importante para mí", declaró en el escenario. Ya en el hotel, usó sus perfiles públicos para ser todavía más contundente: "Llegó la hora de decir que soy el mejor del mundo. Intentaron invalidarme, hacerme de menos, pero no están preparados. Nadie me va a decir por quién tengo que luchar y cómo me debo comportar".

El vestuario, en silencio durante la noche del Balón de Oro, también cambió la marcha para apoyar a uno de sus grandes líderes. Todos pusieron algún mensaje y se hicieron una foto de familia en el hall del hotel de concentración. Más que una previa de la Intercontinental, fue una reafirmación madridista sobre todo lo sucedido en París.

24 horas después, Vinicius cambió las palabras por el fútbol y volvió a situarse como 'El señor de las finales' del Madrid. Marcó un gol y asistió a Mbappé en otro para ampliar a 14 goles/asistencias su balance en las 12 finales que ha disputado con el conjunto blanco. Ocho tantos y seis pases de gol. Por contextualizar, Cristiano Ronaldo terminó su etapa con 16, igual que Puskas y Benzema. "La gente no me votó para el Balón de Oro, pero eso no va a cambiar lo que pienso y lo que me dicen mis compañeros", dijo.

En Valdebebas, el mensaje es claro desde hace meses: "Es el mejor jugador del mundo". Los rumores sobre la llegada de Mbappé crearon un runrún alrededor del equipo en los primeros meses de este año, pero se disiparon con las actuaciones del brasileño en la fase final de la temporada pasada. El francés, al que le une una gran relación, supo cuando aterrizó al Bernabéu que debía compartir galaxia con una estrella gigante.

La “llamada trampa” de Ancelotti en 2021 y el lío Vinicius-Balón de Oro: “La gente no me votó, eso no cambia lo que pienso”

Actualizado Miércoles, 18 diciembre 2024 - 21:43

Hay récords en el Real Madrid que parecen, o parecían, inalcanzables. Ahí están los 741 partidos de Raúl González o los 450 goles de Cristiano Ronaldo. Cifras extraordinarias. Un techo imposible. A esa altura estaban también las seis Copas de Europa de Paco Gento o los 14 títulos de Miguel Muñoz como entrenador. Ambas son ya historia. A Gento le igualaron Modric, Kroos, Carvajal y Nacho tras la última final de Wembley. Y a Muñoz le superó ayer Carlo Ancelotti, convertido ahora tras la Intercontinental, con 15 trofeos, en el técnico más laureado en la historia del conjunto blanco.

Su cara en el césped después del pitido final, ceja levantada y tímida sonrisa hacia su hijo y primer asistente Davide, es la expresión de un hombre que vive tranquilo en el continuo e inesperado sobresaliente. Porque si Muñoz levantó todos sus títulos en una misma etapa, entre 1960 y 1974, Carletto vio el cielo abierto cuando en una llamada de teléfono con José Ángel Sánchez para pedirle a un jugador para su Everton descubrió que tenía opciones de regresar al Madrid.

«Los días previos a esa llamada nunca pensaba que podía volver. Hice la llamada para ver si podía fichar a algún jugador del Madrid para el Everton, lo tiré ahí... Y efectivamente cayeron en la trampa», bromeó ante la prensa.

La realidad es que el italiano estaba agazapado en el segundo equipo de Liverpool, donde cumplía dos temporadas en la zona media de la Premier. A sus 60 años y tras 20 en la elite, parecía que su carrera iba caminando hacia el ocaso.

Antes, en los dos cursos con el Madrid, entre 2013 y 2015, conquistó la Décima, una Copa del Rey, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes. Parecía suficiente título de blanco como para agrandar su palmarés, pero hubo más.

En su regreso, Ancelotti le ha dado vida a un equipo y a una plantilla en plena reconstrucción. Ha encajado a la columna vertebral veterana con la nueva generación de jóvenes estrellas y ha sumado once títulos en apenas dos temporadas y media. Y aspira este curso a siete trofeos, incluido el nuevo Mundial de Clubes de final de temporada.

«Son muchos títulos, estoy muy feliz. Es un éxito», manifestó en el césped del Lusail. «Si tuviera que quedarme con uno... La Décima fue algo especial para mí y para el Madrid, la verdad. Y después de volver... La Champions de París también fue muy importante».

También fue una noche especial para Vinicius. El brasileño recibió el martes el The Best, galardón que cubre un poco la herida de la derrota en el pasado Balón de Oro, y fue el mejor jugador de la Intercontinental, llevándose a casa, curiosamente, el Balón de Oro, así lo llama la FIFA, del torneo. El delantero asistió a Mbappé en el 1-0 y anotó de penalti el tercer y definitivo gol. Se trata de la quinta final en la que marca tras los dos goles en las finales de Champions en París y Wembley, el Mundial de Clubes de 2022 y la Supercopa de España de 2024, donde anotó tres goles al Barcelona.

«Estoy muy contento con el partido y con el martes, que fue muy especial. Está siendo una semana muy bonita y muy importante para mí y para todos los futbolistas que han jugado conmigo desde niño», explicó Vinicius, que prometió hacer hueco en su casa para más trofeos: «Si no tengo huecos, debo reservar para más», bromeó.

El brasileño reflexionó sobre la polémica alrededor del último Balón de Oro y su ausencia en la gala de París: «Vivo tranquilo desde que puedo dar a mi familia más comida y agua cada día. La gente no quiso votar por mí y eso no va a cambiar lo que pienso y lo que mis compañeros me dicen cada día. Estoy aquí para jugar por ellos y para hacer todo lo mejor para la camiseta más grande del mundo», terminó, saliendo ovacionado de Lusail.

Todas las victorias del Madrid en Doha: la Intercontinental, el anti Balón de Oro y la diplomacia que necesita la nueva Superliga

Todas las victorias del Madrid en Doha: la Intercontinental, el anti Balón de Oro y la diplomacia que necesita la nueva Superliga

De Doha regresa el Madrid con mucho más que una Copa Intercontinental. El The Best a Vinicius no es un premio cualquiera, porque se convierte en un premio de desagravio después del no Balón de Oro al brasileño y de las palabras de Florentino Pérez en la Asamblea. Al votar en The Best un espectro más amplio y heterogéneo, al incluir a seleccionadores y capitanes, fue como dar la razón al presidente, que llevó el Balón de Oro a la caricatura de for

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La FIFA sí premia a Vinicius: gana el The Best en una extraña gala 24 horas antes de la Intercontinental

Actualizado Martes, 17 diciembre 2024 - 18:58

Esta vez sí, Vinicius Júnior ha sido galardonado como mejor futbolista del mundo. Después de su segundo puesto en el Balón de Oro que levantó el español Rodrigo Hernández, la FIFA, en sus premios The Best, ha concedido el premio al delantero brasileño del Real Madrid. Aitana Bonmati se llevó el trofeo femenino.

Ha sido una gala extraña dentro de una serie de decisiones más extrañas todavía por parte de la FIFA. La máxima organización del fútbol mundial anunció hace sólo un par de días que la gala se haría en Qatar y de manera telemática, después del bochorno que significó que el año pasado no asistieran ninguno de los tres finalistas del premio masculino (Messi, Mbappé y Haaland).

Por esto, la ceremonia se ha hecho este martes en la Aspire Academy de Doha, donde en 24 horas se celebra la final de la Copa Intercontinental entre el Madrid y el Pachuca. Ante la falta de huecos en el exprimido calendario futbolístico, la FIFA ha aprovechado la presencia del Madrid en la ciudad y el evento por el 20º aniversario de la Academia para realizar la gala a toda prisa.

Ha durado una hora y han faltado todos los ganadores de premios, salvo Vinicius y Ancelotti, galardonado como mejor entrenador. El resto de protagonistas, entre ellos Aitana, Bellingham, Carvajal o Lamine Yamal, han enviado diferentes vídeos de agradecimiento. El evento se ha retransmitido a través de la web de la FIFA, en un modo diferente a otros premios como el Balón de Oro, que sí cuentan con grandes televisiones detrás.

Vinicius, Carlo Ancelotti y Florentino Pérez estuvieron en persona en la ceremonia, a 24 horas de la final contra el Pachuca, dándole a la FIFA la imagen que quería: sus ganadores con su premio. "Muchas gracias a los dos presidentes del Madrid y del Pachuca, que mañana disputan aquí la final de la Intercontinental", ha elogiado Gianni Infantino, presidente de la FIFA.

Vinicius es el primer brasileño en recibir el premio a mejor jugador del mundo desde que Kaká ganara el FIFA World Player (y el Balón de Oro) en 2007. "Era un niño que jugaba en la calle de Sao Gonçalo, cerca de la pobreza y el crimen y llegar aquí es importante para mí. Lo hago por los niños que piensan que esto es imposible. Quiero agradecer a los que han votado, a entrenadores, jugadores, periodistas, aficionados... Agradezco a mi familia, que dejó de vivir su sueño para vivir el mío e hicieron todo para que yo estuviera aquí. Gracias al presidente, a José Ángel Sánchez, a Ancelotti, a Juni Calafat... Quiero seguir en el Madrid por mucho tiempo, que es el mejor club del mundo. Gracias a Brasil, que me ha dado fuerza para seguir en mi lucha", ha expresado el brasileño.

Los recientes éxitos del fútbol español a nivel internacional han sido reconocidos en estos The Best con la amplia representación entre los candidatos a los premios y a los mejores onces. En el masculino, la alineación ideal la han compuesto: Emiliano 'Dibu' Martínez, Dani Carvajal, Antonio Rüdiger, Ruben Dias, Saliba, Bellingham, Rodri, Kroos, Lamine, Haaland y Vinicius. Mbappé se ha quedado fuera.

En la alineación femenina han tenido presencia Irene Paredes, Ona Battle, Patri Guijarro, Aitana y Salma.

Los ganadores, a diferencia del Balón de Oro que deciden los periodistas, son el resultado de un sistema que concede el mismo peso a los votos de aficionados, capitanes y entrenadores actuales de las selecciones nacionales masculinas y femeninas y representantes de la prensa.

Luis Figo: "Los egos te pueden destrozar el ambiente, lo más importante es que cada uno sepa su papel"

Luis Figo: “Los egos te pueden destrozar el ambiente, lo más importante es que cada uno sepa su papel”

El fútbol español se partió en dos cuando Florentino Pérez convirtió a Luis Figo (Almada, 1972) en el primer galáctico. El portugués dejó el Barça y llegó al Real Madrid para iniciar la galaxia del Bernabéu, a la que luego se unieron Zidane, Ronaldo y Beckham. 20 años después, Vinicius, Bellingham y Mbappé buscan su propio universo. De todo charla el exfutbolista, que mañana participa en el evento LALIGA EA SPORTS X FC 25RUSH, una competición que mezcla un partido en el clásico videojuego y en la realidad junto a Carles Puyol y varios de los streamers más famosos de España.

¿Le gustan los videojuegos?
Bueno, ahora mismo, por mi edad, ya no dedico tanto tiempo a ser gamer, pero cuando era más joven sí. Me gustaban mucho.
¿Con qué compañeros peleaba más en la consola?
Con los de la selección, sin duda. Ahí la gente jugaba bastante, Rui Costa, Jorge Costa... Jugaban mucho, también a juegos de estrategia.
En el videojuego FC 25 es el segundo luso con más media después de Eusebio. ¿Usted se coloca ahí en la historia de Portugal?
Bueno, la cuestión virtual no la podemos controlar mucho, ¿no? Si me lo preguntas a mí, yo me pondría en lo máximo, pero no lo puedo controlar. Sólo espero que la calidad no sea mucho más mala de lo que era en realidad (risas).
En el nuevo modo 'Rush', estrenado en FC 25, se juega 5 contra 5 en un campo más pequeño. ¿A qué cinco elegiría usted?
Uf, difícil... Porque he jugado con mucha gente importante... Pero quizás de portero pondría a Iker (Casillas), luego a Roberto (Carlos), a mí mismo, Ronaldo y Zidane.
Los Galácticos. Ahora el Madrid está viviendo una nueva etapa de Galácticos tras la llegada de Mbappé y viene de ganar en Bérgamo tras unos meses complicados. ¿Cómo está viendo su temporada?
Era un partido importante, pero el Madrid cuando tiene que dar la talla sale siempre adelante. La Champions es su competición. A pesar de las dificultades del inicio, creo que el Madrid estará ahí con opciones hasta los momentos decisivos. Es un año difícil por la Eurocopa , porque han tenido pocas vacaciones y hay que darles tiempo.
¿Ve similitudes entre las dos generaciones, la suya y la de ahora?
No me gusta comparar, porque luego siempre sale alguien perjudicado. Son generaciones diferentes, los rivales son diferentes, el fútbol es diferente... Lo único que se puede parecer es que en el Madrid juegan los mejores jugadores del mundo. En eso sí, pero luego cada uno tiene su estilo y son épocas diferentes. No sé cómo lo haríamos nosotros ahora ni cómo lo harían ellos en la nuestra. Hay que disfrutar de cada generación.
Lo que sí se puede comparar es la presión de un vestuario con grandes jugadores. Usted fue el primero en llegar. ¿Cómo lo vivieron?
Sí, la presión yo sí la he vivido... (risas). La gente quiere las cosas rápido, pero hay que dar tiempo. Cambias de país, de equipo, hay una adaptación, hay gente que se integra más rápido... Depende de tantos factores, de cada uno, de la personalidad... Y lógicamente, no es lo mismo que jugar en un equipo que jugar en el Real Madrid. La presión existe en todos los lados, porque si tienes un nivel siempre tendrás responsabilidad y presión, pero la calidad está ahí. Lo que pasa que muchas veces la presión no te deja mostrar tu calidad y muchos jugadores llegan al Madrid y no consiguen expresar su talento. Pero creo que en general, los grandes jugadores como Mbappé tarde o temprano demostrarán sus virtudes.
Decía Cristiano que no le hacía falta salir con Benzema y Bale para rendir en el campo. ¿Ser amigos influye o no hace falta?
Yo creo que puede ser importante, siempre es mejor que te lleves bien. Pero en términos de juego siempre será más importante que cada uno sepa su papel y lo que tiene que dar al equipo, porque a fin de cuentas los egos te pueden destrozar en términos de ambiente, resultados y equipo. Lo más importante es que cada uno, con su calidad, sepa su espacio, saber lo que tiene que hacer y lo que tiene que sacrificar en pro del equipo. Si es así, perfecto.
Usted jugó hace poco un clásico de Leyendas. ¿Sigue habiendo pique o con la edad se pasa?
Nada, siempre quieres ganar (risas). Pero sí existe amistad y respeto por lo que hemos vivido. Dentro del campo, eso sí, intentamos disfrutar y ganar, a nadie le gusta estar corriendo y perder. Esa competitividad siempre la llevas dentro.
Cristiano sigue jugando en Arabia y en la selección. No para.
Cada uno sabrá cuándo tiene que parar, según sus condiciones. Yo paré con 36 y ya no podía más. Pero Cristiano es un tipo excepcional en todo lo que hace y siempre nos seguirá sorprendiendo. Creo que cada uno tiene que pensar cuándo se tiene que retirar, dicen que las segundas partes nunca son buenas y es mejor tener la consciencia del momento que estés seguro de hacer. No retirarse, volver y luego retirarse.
Mañana se enfrentará a algunos streamers, que son los nuevos ídolos de los niños.
Sí, creo que al final es un concepto que llega a todo el mundo, es mucho más amplio. Y esto que vamos a hacer, por ejemplo, es hacer del fútbol un deporte más innovador. A quien le guste el fútbol real, ahí estará, y al que le guste el virtual, también. Para todos.
Una victoria angustiante

Una victoria angustiante

Actualizado Martes, 10 diciembre 2024 - 23:47

Tres goles de sus tres estrellas salvaron al Madrid de la caída a los avernos de Europa. Fue una victoria angustiosa. Con alto porcentaje de que Ancelotti ejerciera su desesperante catenaccio en el momento que su equipo cobraba ventaja.

Otra triste desesperación es la lesión de Mbappé, que horriblemente ha caído al precipicio muscular. Empezó con un gol fenomenal, de estrella, pero nadie contaba con que se lesionase. Es un avatar más de su desgra

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El Real Madrid sale vivo de Bérgamo, donde pierde por lesión a Mbappé

El Real Madrid sale vivo de Bérgamo, donde pierde por lesión a Mbappé

El Madrid volvió a salir vivo del precipicio de la Copa de Europa. Con talento, con pegada, con agonía... Con todo lo que es la historia del conjunto blanco. Mbappé, Vinicius y Bellingham levantaron al cuadro de Chamartín para sacarlo del asedio de Bérgamo, donde se jugaba su futuro continental. De Ketelaere y Lookman les metieron el miedo en el cuerpo, pero aguantaron. [Narración y estadísticas (2-3)]

Ante lo "jodido" de la situación, como reconoció Valverde en la previa, Ancelotti no titubeó en su alineación. Dio entrada a Vinicius, que llevaba cuatro partidos de baja por lesión, y situó a Tchouaméni como central en lugar de Asencio. Nadie había ganado en Bérgamo, castigado todo el mundo por ese extenuante marcaje al hombre del cuadro de Gasperini, así que la tarea era de nota.

Y el Madrid no decepcionó en el inicio. La entrada de Vinicius y Brahim dotó al equipo de mordiente y regate, clave a la hora de superar la presión rival, y el plan de buscar la espalda de los centrales con Mbappé dio lugar a los mejores 15 primeros minutos del curso madridista.

El sufrimiento de Lucas

Tras una combinación entre Brahim y Lucas, el andaluz buscó a Mbappé la frontal del área, éste superó a De Roon con un solo control y batió a Carnesecchi con un disparo seco. El gol fue el premio al buen hacer madridista y metió el miedo el cuerpo a la grada durante unos instantes. Pero fueron eso, instantes.

Unas jugadas después del tanto, Rodrygo comenzó a calentar por la banda y levantó las sospechas. Mbappé dejó de buscar la espalda de los defensas italianos, al Madrid le duró poquísimo el balón en cada posesión y el Atalanta comenzó a asediar la portería de Courtois. Sufrió especialmente Lucas, impotente ante Lookman, MVP de la última final de la Europa League.

Los bergamascos acumularon oportunidades y sólo la aparición de Rüdiger y Tchouaméni para cortar disparos evitó el empate. Lookman en el 13, De Ketelaere en el 17 y el 19, Bellanova en el 20...

Rival incansable

En el banquillo, Ancelotti pedía calma a sus jugadores, insistentes en el plan del inicio pero incapaces de llevarlo a cabo por los problemas físicos de Mbappé, que terminó pidiendo el cambio en el 34. El Madrid, precipitado, perdía el balón demasiado rápido y Brahim y Bellingham ya no podían darse la vuelta con tanta facilidad. El Atalanta, sin embargo, no bajaba marchas, incansable.

Mbappé, tras su lesión en Bérgamo.

Mbappé, tras su lesión en Bérgamo.EFE

Rüdiger tuvo una buena opción en el 39, tras un centro de Ceballos y una continuación de Bellingham, pero su disparo se marchó fuera. Y antes del descanso, los italianos encontraron oro en un error de Tchouaméni. El galo no fue contundente en una arrancada de Kolasinac hacia el área y rozó al defensa en la carrera. Una zancadilla que Marciniak castigó con penalti.

De Ketelaere envió la pena máxima a la escuadra de Courtois y los locales se llevaron un gol psicológico al bolsillo camino de vestuarios. El Madrid, 24º en la Champions, se enfrentaba a una segunda parte clave por su supervivencia continental. Y ya se sabe lo que suele suceder cuando el Madrid se enfrenta al precipicio de la Copa de Europa. Que sale victorioso. Sin Mbappé y con Rodrygo y Vinicius recién salidos de lesiones musculares, el conjunto blanco se hizo gigante en Bérgamo. Aguantó la batalla física y de ritmo que propuso el Atalanta y castigó el atrevimiento defensivo de los italianos.

A la espalda de los centrales

Vinicius cogió el testigo de Mbappé y comenzó a desafiar la espalda de los centrales, y en una de ellas apareció el gol. Brahim intentó un pase al hueco al brasileño, Hien lo desvió, pero el rechace dio en Ederson y volvió al delantero del Madrid, que cruzó de zurda ante Carnesecchi. El conjunto blanco siguió creciendo y en la siguiente jugada silenció Bérgamo. Vinicius bajó a recibir en el carril central, levantó la mirada y vio el desmarque de Bellingham a la espalda de De Roon. De nuevo, el mismo plan. El inglés recibió, sentó al neerlandés con una finta y batió al portero con la zurda.

Pero Gasperini vive y muere con su plan durante los 90 minutos, y el Atalanta no tiró la toalla. En el 65, Lookman retó a Lucas en el pico del área y sorprendió a Courtois con un disparo al palo derecho del belga.

El tanto y la fatiga madridista, donde sólo Rodrygo, reemplazo de Mbappé, saltó desde el banquillo, convirtieron los últimos minutos en un asedio italiano. En el 83, Ancelotti movió el árbol. Entraron Modric y Asencio por Ceballos y Brahim y el campo se inclinó hacia Courtois, pero nadie le venció. Ni siquiera Retegui, a portería vacía en el 94. El Madrid sale vivo de Bérgamo y sigue en pie en la Champions. Así es su historia.

Sucumbe Mbappé, sucumbe el Madrid

Sucumbe Mbappé, sucumbe el Madrid

Sucumbe Mbappé, sucumbe el Madrid. No es necesariamente el axioma de lo que sucedió en Anfield, pero dada la jerarquía del futbolista y el esfuerzo e inversión del club en el francés, la relación es evidente. Lo fácil es señalar a Mbappé por el penalti errado cuando el Madrid se aferraba a esa acción como un náufrago a un tablón en mitad de la tempestad. Un penalti, sin embargo, lo falla el mejor. Que se lo pregunten a Salah. A Mbappé hay que preguntarle por otras cosas, después de un partido errático, repleto de imprecisiones. También lo hizo Güler, el esperado Güler, pero la espera de uno y otro no tienen nada que ver, ni cuestan lo mismo. [Narración y estadísticas (2-0)]

Mbappé no es el único culpable de esta derrota ante el Liverpool (2-0) que pone al Madrid en una situación muy comprometida en la Champions, destinado a luchar por la pedrea en una primera fase nueva y extraña. El tiempo de los miuras queda lejos y es el tiempo del Madrid, pero la primera feria deja muchas sospechas, tras caer ante el Lille, el Milan, peores equipos que este Liverpool, con pleno en la Champions y líder de la Premier. Siguiente parada, Bérgamo, el Atalanta. De este modo, cualquiera lugar invoca una oración.

Las sospechas se ciernen sobre Ancelotti, por la irregularidad del equipo, y sobre Mbappé. Al primero le excusan las lesiones; al segundo, nada. Sin Vinicius, lesionado, Anfield era la arena para que buscara su lugar en el sol, después de un arranque de temporada tibio, donde apenas ha sido un crack de highlights. Hoy, la distancia entre Vini y Mbappé es un abismo, una sima. La ansiedad del francés, que lo que más cerca estuvo del gol fue de rebote, es un hecho, pero la ansiedad difícilmente es titular en el Madrid.

El 'vietcong' del liverpool

Mbappé era uno de los perfiles ofensivos escogidos por Ancelotti para un Madrid poco ofensivo. Tampoco eso es una coartada. Puede ser un contrasentido o puede ser un ejercicio de realismo, dado el parte de bajas del Madrid y la vocación de un Liverpool capaz de poner Anfield cuesta abajo cuando ataca. El día después de Klopp es el día siguiente, ahora de la mano de un desconocido de los banquillos, Arne Slot, que parece sacado de la carpeta de un head hunter. Se va el divo, se queda la idea.

Presiona y corre, corre mucho el Liverpool, algo que al Madrid le cuesta mucho aguantar con el mismo lenguaje. En Anfield tocaba el Madrid de la resistencia, el Madrid del Etihad, frente a un fuego ofensivo frenético cuando encuentra su ritmo, con futbolistas que alternan posiciones y roles, sin ofrecer referencias, como un ataque del Vietcong. La única solución era romper ese ritmo.

Lo consiguió el Madrid con un buen repliegue, aunque sin impedir las oportunidades que se sucedieron en la primera mitad. Courtois paró a quemarropa ante Darwin Núñez, Rüdiger cortó un centro de gol con el rostro inyectado y Asencio reaccionó a tiempo de sacar el balón sobre la línea después de su propio rechace. Nada más llegar al primer equipo y nada más empezar, era la jugada que puede condenar a quien llega de la cantera, siempre en debate, siempre bajo sospecha y siempre, o casi siempre, demasiado lejos del primer equipo del Madrid. Los centímetros que le podían haber señalado, en cambio, lo elevaron en su autoestima, sólido en su papel y bravo a empujones con Darwin Núñez. Aunque le costara una tarjeta, demostró cuajo en el área de Anfield. No es cualquier lugar. La maniobra de Mac Allister antes del gol lo encontró en el pulso final, pero el problema se había originado con anterioridad, en la falta de anticipación antes de que recibiera el delantero en el área.

Gakpo festeja el 2-0 junto a Van Dijk, Salah y Luis Díaz.

Gakpo festeja el 2-0 junto a Van Dijk, Salah y Luis Díaz.AFP

El tanto fue la consecuencia del asedio que el Madrid no pudo impedir con el break del descanso. Fue peor. El segundo tiempo arrancó, de hecho, con la mejor intervención de Courtois, mano abajo, continuó con el gol y, de inmediato, la lesión de Camavinga, hasta entonces el mejor futbolista del Madrid, junto con Courtois.

Una serie negra que, sin embargo, dio paso a los cambios y a una ocasión aparecida de la nada gracias a uno de sus protagonistas. Lucas Vázquez saltó al campo para que Valverde, inicialmente lateral, pasara al centro del campo, junto a Ceballos. La primera vez que pisó el área, Lucas Vázquez provocó un penalti de Robertson. Mbappé dio entonces continuidad a su partido. Lo lanzó mal, como lo haría Salah, pero con mejores antecedentes. La mejora del Madrid fue insuficiente frente al gol de Gakpo. Mbappé miró al césped sin respuestas. A él lo mira el madridismo.

Regatear hacia el banquillo

Regatear hacia el banquillo

Más que un preparador físico, un psicólogo u otro sistema de juego, la temporada de Kylian Mbappé la salvaría una brújula. Le salen todos los regates en horizontal. Zigzaguea potente, se quita rivales en dribbling o manoteando, avanza en ilusionante carrera hasta que el espectador, a la vez que sus rivales y compañeros, advierte que su destino parece el banquillo o la propia cámara de televisión. Cuando intenta avanzar en vertical el desenlace es

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Vinicius sufre una lesión muscular y es baja hasta la Intercontinental

Vinicius sufre una lesión muscular y es baja hasta la Intercontinental

Nuevo problema para el Real Madrid. El conjunto blanco ha anunciado que Vinicius Júnior sufre una lesión en el bíceps femoral de la pierna izquierda. El futbolista brasileño se perderá, como mínimo, cinco partidos y la idea del cuerpo técnico de Carlo Ancelotti es que esté listo para la Copa Intercontinental, que se disputará el próximo 18 de diciembre en Doha.

"El loco calendario... A recuperar", ha escrito el delantero en sus redes sociales. La realidad es que Vinicius ha sido el tercer jugador más utilizado por Ancelotti durante este primer tramo de la temporada, sólo superado por Rüdiger y Fede Valverde. El ex del Flamengo acumula 1.522 minutos en 18 partidos, en los que ha anotado 12 goles y ha dado ocho asistencias.

El partido más importante que se perderá Vinicius será el de este miércoles en Anfield ante el Liverpool, duelo clave para el Madrid en la liguilla de la Champions League. Los blancos son 18º en la clasificación tras dos victorias y dos derrotas, y se enfrentan a unos 'reds' que lideran la tabla con cuatro triunfos en cuatro encuentros.

El brasileño, que no presentaba síntomas de lesión ante el Leganés, disputó los 90 minutos en Butarque tras haber viajado con Brasil en el parón de selecciones. Buscaba el gol el delantero, al que Ancelotti dejó en el campo mientras retiraba a Mbappé, que no había sido llamado con Francia para los duelos internacionales.

No es una lesión nueva para Vinicius, que durante el curso pasado ya sufrió molestias parecidas en dos momentos de la temporada. Se perderá Anfield, los duelos ligueros ante Getafe, Athletic y Rayo y el de Champions en Bérgamo contra el Atalanta.

En su lugar, Ancelotti valora apostar por Arda Güler, Brahim o Rodrygo, si el brasileño se recupera a tiempo.