La tranquilidad de la mayoría de partidos de equipos de Primera en las jornadas previas de Copa se vio truncada por la locura que se vivió en este último día de la primera ronda del torneo del ko en Orihuela. El Levante pasó sobre la bocina y al Espanyol también le costó, no así Celta, Alavés y Betis que ganaron sin problemas sus duelos.
Por volver a la localidad alicantina, el partido entre el Orihuela y el Levante (3-4) fue una auténtica lucha hasta el último minuto. De hecho, fue Espí en el 92, apenas dos después de que el conjunto amarillo empatara por medio de Ayo, el que dio la victoria a los, ayer, blanquiazules.
El Espanyol necesitó del mejor Kike García para resolver un duelo ante el Athletic Lleida que se complicó en la primera parte. Un doblete del ariete periquito salvó a los de Manolo González de caer en primera ronda como le ocurriera el martes al Oviedo.
Pocas opciones dieron el Celta y el Alavés al Puerto de Vega y al Getxo respectivamente. Los vigueses no necesitaron subir de marcha y ganaron de manera gris al equipo de Navia (0-2), que consiguió mantener su puerta a cero hasta el descanso. Óscar Marcos, el debutante en el equipo de Giráldez abrió el marcador y dos minutos después lo cerró Damián de penalti.
El Alavés fue una apisonadora en Getxo (0-7). Los vitorianos ya iban 0-4 en la primera parte con dobletes de Mariano y Carlos Vicente. El delantero caribeño completaría su póker en la segunda parte y los babazorros terminarían haciéndole un siete al conjunto vasco.
Otra fue el Betis, Riquelme fue un puñal por la banda y Altimira gobernó el medio campo ante el Palma del Río (1-5). Poco pudo hacer el ex bético Sergio León, aunque una asistencia suya dio el gol del honor a los cordobeses. Finalmente, los de Pellegrini terminaron con siete tantos.
Han sido ocho reuniones en ocho meses, una cada cuatro semanas. Ha habido cierta cercanía, propuestas para un pequeño cambio de formato dividiendo la Champions League, que mantendría su denominación, en dos grupos de 18, para que el torneo se viera gratis en la plataforma 'Unify' y para firmar la definitiva paz, pero ha sido imposible. Hace poco mas de dos semanas, las conversaciones entre la UEFA y la Superliga terminaron, según pudo saber este periódico, con el "no" del organismo europeo presidido por Aleksander Ceferin. No hubo bandera blanca en la gran guerra del fútbol europeo. Un punto de inflexión al que el miércoles se sumó la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, favorable al nuevo proyecto y que servirá, esperan, para tener más poder en la mesa de negociación.
La Audiencia Provincial de Madrid desestimó el recurso de la UEFA, LaLiga y la Federación Española contra la nueva competición y confirmó que el organismo europeo incurrió en un abuso de posicióndominante al tratar de impedir la creación de competiciones alternativas. Un fallo que abre la puerta a que A22 Sports, la empresa promotora de la Superliga, el Real Madrid y los clubes que así lo deseen, puedan reclamar compensaciones económicas por daños y prejuicios.
"Dado que la UEFA sigue ignorando las resoluciones judiciales vinculantes, 'A22 Sports' no tiene otra opción que iniciar los procedimientos para ser compensada por los daños sufridos", dijo en un comunicado la promotora. La misma respuesta a la sentencia que el Madrid. "El club anuncia que seguirá trabajando por el bien del fútbol global y de los aficionados, al tiempo que pedirá a UEFA los cuantiosos daños y perjuicios sufridos", anunció el conjunto blanco.
Y es ahí, en los "cuantiosos daños sufridos", donde está la baza de A22 y del Madrid en su mesa de negociación con la UEFA. La amenaza de una multa millonaria (el club blanco podría reclamar hasta 4.000 millones) si las demandas siguen adelante, es lo que da fuerza al bando de la Superliga de cara a conseguir sus objetivos. Pero, ¿cuáles son?
Olvídense de una nueva competición. Eso, de momento, está metido en un cajón. Vayamos a esas ocho reuniones que han tenido los representantes de A22, del Real Madrid y del Barcelona con miembros ejecutivos de la UEFA. Primero, los protagonistas. Alrededor de la mesa, Anas Laghrari (hombre de confianza de Florentino) representando al Madrid, Fernando Ledesma (abogado y agente FIFA cercano a Laporta) al Barça y Bernd Reichart (CEO) a A22. En el otro bando, el secretario general de la UEFA, Teodoro Teodoridis. Ahora, las propuestas concretas que acercaron las posturas en los últimos meses.
La negociación
El bando de la Superliga ofreció a la UEFA mantener la denominación de sus tres competiciones principales, la Champions League, la Europa League y la Conference League, pero modificar un poco el formato actual, confirmado y oficial hasta el año 2027. A22 propuso seguir con el sistema de acceso vigente, a través de las ligas nacionales, y después dividir a los 36 equipos en dos grupos de 18, uno con los seis campeones de las seis mejores ligas del ranking UEFA y los doce mejores equipos del continente, también según la clasificación del organismo europeo, y otro con los 18 siguientes. Seguirían jugándose ocho jornadas en formato suizo y después llegaríamos a las eliminatorias, donde estaban negociando cuántos de cada grupo se clasificaban a octavos.
La gran revolución queda para el tema audiovisual. La oferta del bando de la Superliga, una oferta que seguirá estando sobre la mesa en las próximas reuniones a pesar de las demandas por daños y prejuicios, es que las competiciones europeas, y en especial la Champions League, se vieran, gratis y con publicidad, a través de la plataforma 'Unify'. Esos ingresos comerciales serían para los clubes, la UEFA seguiría siendo el regulador y organizador de las competiciones y la gobernanza de la plataforma estaba aún sobre la mesa.
Una mesa que se rompió hace poco más de dos semanas. "Hay tres opciones ahora. Retomar las negociaciones, que nos paguen daños y prejuicios o aceptar una competición que se llame 'Superliga'", admiten a este periódico fuentes del nuevo proyecto.
Mientras, 'UC3', la nueva empresa formada por UEFA y los clubes de la ECA responsable de gestionar y vender sus derechos comerciales, desliza ahora el interés de Netflix y Disney (dos plataformas de streaming) de cara al proceso de licitación de los derechos televisivos de las competiciones UEFA entre 2027 y 2033. Una batalla, otra más, que empezará estas semanas y que tendrá en España y Reino Unidos sus principales mercados.
El poder de la UEFA y su ascendencia sobre el fútbol europeo es altísimo, algo de lo que es consciente el propio ente de Ceferin, que mantiene una posición de lógica superioridad en las negociaciones, pero la amenaza de varias demandas millonarias y el interés del bando de la Superliga en lanzar su propia plataforma de streaming, como Netflix y Disney, pero gratis aunque con versión premium, podría reiniciar de nuevo las negociaciones en esta guerra del fútbol.
En la Ciudad del Fútbol de Las Rozas el vídeo corrió por los teléfonos móviles durante la mañana del sábado 11 de octubre. La selección iniciaba el viaje hacia Elche, donde esa misma noche jugaba contra Georgia, tras no poder desplazarse el viernes por culpa de las lluvias. En las imágenes, publicadas en Instagram por la cantante argentina Nicki Nicole, se veía cómo ella y su novio daban un paseo en helicóptero por las islas croatas que salpican el Adriático. Su novio, claro, es Lamine Yamal, cuyo club, el Barça, había enviado una semana antes un parte médico en el que se hablaba de una «pubalgia» recurrente para justificar su ausencia con España. «¿Y este qué hace?», se oyó en algún despacho.
Esa frase, de hecho, se escucha estos días, estas semanas atrás, tanto en la Federación española como en el Barça. En ambas instituciones preocupa el camino por el que transita Lamine, un niño de 18 años al que toda la industria del fútbol se le ha venido encima de golpe, con lo que eso significa. Esa nueva dimensión en la que ha entrado se complica, según varias fuentes consultadas en Barcelona y en Madrid, por la falta de una figura que sea capaz de guiar al chico en ese océano de fama y dinero en el que ha caído.
«El problema es que nadie le marca el camino, y con 18 años es muy difícil verlo por ti mismo», explica una persona que sigue de cerca el día a día del primer equipo del Barcelona. A Lamine, susurran en la ciudad, nadie se atreve a decirle que no haga según qué cosas. Por ejemplo, no estar en un show de la King's League el jueves por la noche, muy cerca de viajar a Madrid para jugar un clásico. Eso, señalan estas fuentes, es el verdadero problema, y no tanto las palabras de si el Madrid roba o protesta. En este mismo saco cabría la imagen del helicóptero junto a su novia en plena semana de recuperación de una lesión que le está lastrando desde el comienzo de la temporada.
Para convertirse en referencia y que Lamine escuchase a alguien, habría tres vías. La familia, su representante o el club. En el caso de la familia, sólo su abuela, Fátima, o su madre, Sheila, podrían ejercer ese tipo de influencia, pero ambas están muy alejadas de lo que significa su hijo en lo futbolístico. En el caso del representante, Jorge Mendes, también está avisado de lo que está ocurriendo, pero de momento no hay constancia de ninguna actuación más allá de que un grupo de personas de Gestifute están a disposicion de su gran estrella.
Y la última pata es el club. El Barça, en su día, por medio de Jordi Roura, director entonces de la cantera, decidió que entrase en La Masía para aislarlo de su entorno, pero ahora eso ya no es posible, y en el Camp Nou, en sus obras, ya no existe la figura que encarnaron en su momento Juanjo Castillo o Pepe Costa, 'guardianes' de los jugadores en el más amplio sentido de la palabra. Hoy sigue existiendo una Oficina de Atención al Jugador, pero nadie de esa oficina tiene la confianza con Lamine como para que el chico escuche un eventual consejo. Como mucho, le ayudan a buscar piso. Hay, por último, una agencia de comunicación, The Underdogs, que le ayuda en cuestiones de imagen. Un detalle: no se sabe quién, pero alguien convenció a Lamine de no aparecer el martes en una entrevista con un conocidísimo 'streamer' francés.
Pero volvamos a la lesión. Porque la lesión está influyendo, y mucho, en el rendimiento. Los números no son muy llamativos. Este curso lleva tres goles (dos de penalti) y cinco asistencias, mientras que el año pasado, a estas alturas, firmaba cinco goles y 11 asistencias. La diferencia se puede explicar en los cinco partidos que se ha perdido en lo que va de temporada. Pero, más allá de los números, y muy por encima, están las sensaciones. En el Bernabéu fue obvio que Lamine está jugando lesionado. O, al menos, mermado por esa pubalgia.
Nicki Nicole, la novia de Lamine Yamal, en Montjuïc.EFE
Según los expertos consultados, esta dolencia necesita (si se elige, como así ha sido, un tratamiento conservador), muchas horas de fisioterapia, especialmente antes y después de los entrenamientos, y mucho descanso. La vida del chaval no discurre por ninguno de esos dos caminos, especialmente por el del descanso. Ya sean sus patrocinadores, ya sean los compromisos publicitarios con el club, ya sean sus deseos de comerse el mundo en las redes sociales a los 18 años, con novia famosa incluida, el caso es que no encuentra la solución a sus problemas físicos por esta vía y en Barcelona hay voces que hablan ya de que quizá la operación sea la mejor solución para esas molestias en el pubis que arrastra desde días después de su única estancia con la selección, en la ventana de septiembre.
Allí firmó su único gran partido del curso. Fue en Konya ante Turquía, y se pudo ver al Lamine eléctrico y regateador que le hace diferente. Fue en esos días donde otro detalle llamó la atención de algunos empleados de la Federación. En el entrenamiento abierto del lunes, Lamine no se paró a firmar autógrafos. Sólo se hizo un puñado de fotografías rápidas, lejos de los 10-15 minutos que estuvieron firmado otros compañeros. Son pequeños detalles que hablan del cambio que ha pegado alguien que, en la Eurocopa, se prestaba a todo tipo de bromas, grabaciones, entrevistas o locuras que se le ocurrían al equipo de comunicación.
No preocupa tanto, eso sí, que lo ocurrido con Carvajal al final del clásico pueda enturbiar la selección. De entrada, en noviembre no se van a ver pues Carvajal está lesionado (y es probable que Lamine tampoco acuda de nuevo por la pubalgia). Pero, al margen de eso, el peso del Madrid en este equipo no es, ni de lejos, el que tenían Ramos, Xabi o Arbeloa en la selección de 2011. Hoy el otro madridista habitual es Huijsen, y resulta que Huijsen es inseparable de Lamine. El cuerpo técnico, no obstante, vigila la evolución de la polémica. Y, como todos, se hacen la pregunta que desde casi su aparición ronda por la cabeza de los aficionados: ¿Lamine elegirá ser Neymar o elegirá ser Messi?
Día central en la Copa, torneo de modestos, y día de goleadas. Debut de dos equipos europeos entre los 25 partidos coperos: el Villarreal, tercero de LaLiga aunque con menos suerte en Champions y el Rayo Vallecano, con paso firme en la Conference League. Ambos hicieron un set en sus compromisos ante el Ciudad de Lucena y el Yuncos respectivamente. También lo hicieron Osasuna, Elche y Mallorca sin dar lugar a ninguna sorpresa en esta primera ronda de Copa como la que dio el martes el Oviedo.
El primero en pasar fue el Osasuna que le hizo una manita al Sant Jordi. No dieron opciones los rojillos al conjunto mallorquín, al que visitaron en uno de los desplazamientos más largos de esta nueva 'copa de proximidad'. Lo positivo fue la redención de Budimir tras el fallo a lo panenka en Liga y lo negativo la lesión de Iker Benito, que retiró entre lágrimas del estadio insular.
Rozó otra manita el Elche de Éder Sarabia, un equipo que tampoco frena en Copa salga quien salga. Hizo cuatro a Los Garres y mención especial al primero del caterano Boayar. El hispano marroquí metió un taconazo a centro de Pedrosa de esos que dan la vuelta al mundo en redes.
El Mallorca se encontró con la expulsión tempranera de Nacho, jugador del Sant Just, y aprovechó para vencer fácil al conjunto catalán. Abdón Prats quiso reivindicarse con un doblete ante Arrasate por los pocos minutos de los que está disponiendo esta temporada.
Más está teniendo Fran Pérez, hijo de Rufete, que dejó el Valencia en busca de protagonismo y lo está teniendo en el Rayo. Él solito, con un hat trick, dio la vuelta al marcador en el que se adelantó el Yuncos con gol de Aaron García. Gerard Gumbau inició la goleada en la segunda parte que certificaron Trejo y Camello.
Fue el único atisbo de sorpresa en la jornada copera y muy breve porque el Villarreal, gracias al tempranero doblete de Oluwaseyi, tampoco dio opción al Ciudad de Lucena, que marró una ocasión clarísima en el primer tiempo para recortar distancias. Ilias anotó el tercero en el segundo tiempo, Oluwaseyi completó su hat trick poco después. Mikautadze y Comesaña certificaron el set del Villarreal.
Últimos encuentros
Mañana será el turno para el Alavés que arrancará ante el Getxo, también lo hará el Celta frente al Puerto de Vega y el Levante ante el Orihuela. El Espanyol se enfrenta al Athletic Lleida y el Betis lo hará frente al Palma del Río de Sergio León, ex futbolista bético y de muchos otros equipos de Primera División.
Spiculus fue uno de los gladiadores más populares de la antigua Roma y el preferido del emperador Nerón, que lo colmó de privilegios por sus victorias en la arena, aunque no todavía en el Coliseo, que se construyó con posterioridad. El controvertido Nerón no era ajeno a la popularidad del luchador entre los ciudadanos de Roma, que clamaban al emperador sobre el destino de sus víctimas. Pulgar abajo o arriba, suya era la decisión. Vinicius es un gladiador de los tiempos modernos en un coliseo que también tiene emperador, porque la figura de Florentino Pérez trasciende la de un presidente. La diferencia es que Vini no es un esclavo, sino una estrella a la que el emperador ha hecho sentir de ese modo, como Nerón, aunque sin ser el dueño de su destino. La estrella, desafiante, reclama el suyo por encima de su general, Xabi Alonso, y frente a un emperador que, de momento, recoge el pulgar, aunque conviene no olvidar que Roma no habría sido lo que fue sin sus generales.
Las disculpas de Vinicius a todos menos a su entrenador, algo muy explícito por omisión, es el gesto de un futbolista que ha interiorizado un sentimiento de impunidad frente a la autoridad del banquillo, porque la autoridad de verdad la observa en otra parte. No es algo nuevo en el Madrid, un equipo sostenido por el eje poder-talento, el poder del club y su presidente, y el talento de sus futbolistas, y donde el técnico ha sido siempre el eslabón más débil. Ajustarse a ese hábitat, a ese rol que Valdano calificó como "perfil bajo", aunque lo ejercieran nombres propios con Del Bosque, Ancelotti o Zidane, es un arte. Al Madrid le ha ido de maravilla con ese modelo, pero hay momentos en los que la situación exige un giro, un cambio, aplicar la 'ley del péndulo'. Eso trajo a Xabi Alonso, un entrenador joven, con un gran pasado como futbolista y un gran porvenir, pero un entrenador intervencionista. El dilema llega cuando la intervención afecta a la estrella.
La decisión de cambiar a Vinicius en el clásico admite debate, por supuesto, como todas las que toma un entrenador. Lo que no puede admitirlo es el principio de autoridad. El Madrid decidió no aplicar ningún tipo de correctivo al brasileño por su airada actitud en el momento del cambio. No fue únicamente una mala cara, fue un 'show' y una falta de respeto para su entrenador y el resto de jugadores. En el Bernabéu no gustan esos numeritos. Dos días después, el futbolista pide perdón por su actitud al madridismo, al club, sus compañeros y el presidente. Si Xabi Alonso se ve en alguno de esos colectivos, asunto zanjado. Si no, hay caso.
La actitud de Vini en el clásico demuestra que el jugador ha interiorizado una condición de intocable que no comparte el entrenador. El club le ha ayudado a creerla en el pasado, con decisiones como no acudir a la gala del Balón de Oro en la que fue premiado Rodri, al considerar que se trataba de una injusticia. ¿Si lo dice mi presidente, por qué no lo hace mi entrenador?, puede preguntarse Vini, que observa, además, a su lado el crecimiento de Mbappé, gol tras gol con la boca cerrada. Si el Madrid no reconduce su actitud, es difícil que lo haga si entorno, porque las estrellas, en general, carecen de masa crítica a su alrededor. Al contrario. Es el mal de los ricos, y los futbolistas lo son. Nadie les dice lo que no quieren oír por temor a perder su posición. Algo similar pasa con Lamine Yamal en Barcelona.
Xabi Alonso sabe de egos, después de una carrera de convivencia con la mayoría de los mejores, Cristiano entre ellos. También de entrenadores, mucho, tras cohabitar con los grandes de su generación. "He aprendido muchas de las cosas que hay que hacer y de las que no hay que hacer", suele decir. No todo está bien y no está dispuesto a negociarlo todo. Es un tipo de carácter, que acabó por enfrentarse a Rafa Benítez, no tuvo problemas en distanciarse de compañeros en el Madrid y la selección por entender que Jose Mourinho tenía cosas positivas, y fue el único de su sector que desafió a la Agencia Tributaria hasta el final. Vinicius, realmente, da menos miedo que Hacienda. Que los madridistas no lo olviden. Tampoco Vini, más expuesto que nunca ahora en el coliseo, y tampoco el emperador.
Hace justo un año desde que el cielo descargó más de 700 litros por metro cuadrado en gran parte de Valencia y Castilla-La Mancha. Aquella terrible dana dejó 229 personas fallecidas y millones de euros en daños materiales, y a muchas otras personas afectadas a nivel físico y psicológico. Osasuna venía de ganar 0-2 en Anoeta, pero la semana de Vicente Moreno (Massanassa, 1974) no la marcaría el fútbol sino lo ocurrido en su tierra. A la que se fue 15 días en plena temporada con permiso del club rojillo.
¿Se esperaba aquello?
Inimaginable. Aunque habían pasado días y uno había visto imágenes... te puedo asegurar que hasta que no entras, no eres consciente de lo que realmente ha pasado, de la magnitud. Aquellos primeros días eran una cosa de locos.
¿Cómo fue el impacto visual?
Increíble. A una orilla del río parecía todo normal y en la otra, cuando pasamos, mi mujer y yo no podíamos ni articular palabra. Coches unos encima de otros, la carretera arrancada, la marca del agua a dos o tres metros en los edificios. Entiendo que se ha dado mucha importancia, cobertura y que ha afectado a todo el mundo, pero realmente no llegas a sentirlo de la misma manera si no lo ves.
¿Y qué sintió?
Impotencia. Ahora con el tiempo, entiendo que haya mucha gente que ha tenido problemas como la depresión, porque la sensación era que todos los días eran igual. O sea, tú te levantabas, te volvías a poner la ropa del día anterior y otra vez a sacar barro, a ayudar como podías y la sensación era de no avanzar, de volver a empezar cada día. Éramos hormiguitas. Había días que no tenías ganas de levantarte. Me acuerdo de las colas para poder comer y cosas que uno hoy no le da importancia, pero al acabar el día tenías que intentar ducharte y no tenías agua ni luz en casa.
Fue uno más.
Sí, como no puede ser de otra manera, con la fortuna de dedicarme a algo con el potencial de solucionar a nivel económico muchos de los problemas que has tenido. La diferencia es que mucha gente no puede y yo 15 días después salí de esa burbuja e intenté seguir con mi vida profesional. Pero me costó mucho.
El técnico ayudando durante la DANA en Masanasa.EM
El peor momento fue no poder hablar con sus hijos.
Jugábamos Copa al Rey en Chiclana, aunque el partido se terminó suspendiendo, y tener que hacer el viaje sin saber nada de ellos... Te puedes imaginar, te pones en lo peor. Por suerte vivo en un bajo en el casco antiguo con las habitaciones en una primera planta, entonces tenía la tranquilidad de que podían subir. Pero al no tener noticias, al escuchar tantas cosas, ya no sabía uno si se habían podido poner a salvo. Te puedes imaginar la agonía. Cuando por fin les vi pues les abracé y bueno, la tranquilidad. Aunque esas semanas estuvimos muy descolocados y ya después de 15 días te tienes que incorporar otra vez al fútbol.
De una burbuja a otra.
Imagínate, me fui directo al Bernabéu. Jugamos contra el Real Madrid y bueno, estuve en el partido, pero en la cabina de arriba. No me veía con fuerza para estar en el banquillo y la cabeza no la tenía en la parte profesional. Tuve que hacer un esfuerzo bastante grande porque tuve mis dudas incluso de si merecía la pena seguir con lo profesional. Luego, con el tiempo, hablando con mi mujer y viéndome en el día a día después de aquello, lo llevé muy por dentro. No lo comenté con nadie, pero estuve tocado a nivel anímico. Intenté seguir con mi vida, pero me costaba levantarme por la mañana.
¿Tuvo una minidepresión?
Sí, sin duda. Me cambió mucho el pensamiento en todo. Aunque uno intenta ser muy profesional y a veces incluso he puesto mi vida profesional por delante de la personal, creo que me pasó factura y seguramente lo bien que tiene que estar uno para poder ejercer esa profesión, pasé unos meses en los que no lo estuve, esa es la realidad.
Bien Osasuna, que le permitió ir.
Increíble, pero, y esto lo voy a decir por primera vez, estuve dudando de dejar mi cargo de entrenador en Osasuna y quedarme en casa con mi familia. Fue muy duro no estar en ese momento con mis hijos. Realmente lo pasé mal. Pero mi conciencia con mi profesión me hizo llevarlo por dentro y tirar para adelante. Sentía una obligación hacia la gente que se portó bien conmigo. En todo momento se pusieron a mi disposición el presidente, la dirección deportiva, la dirección general, empleados, jugadores... Estaré toda mi vida muy agradecido a la gente de Pamplona y de Osasuna.
El entrenador en una rueda de prensa en Qatar.Al Wakrah
¿Cree ahora que quizás salió de Osasuna porque lo necesitaba?
La decisión seguramente va por ahí. Sin ninguna duda. Lo vivido en mi tierra te va marcando en lo sucesivo y aunque todas las decisiones son maduradas, tus vivencias te van haciendo pensar de forma distinta, darle más importancia o menos a ciertas cosas y querer vivir un tiempo de forma diferente.
Además de eso, ¿por qué se marchó a Qatar?
Es un poco todo, siempre hay un componente económico allá donde vayas, pero no es lo que me mueve. Y más ahora que ya llevas un recorrido y tienes una libertad que a lo mejor no tenías hace unos años. Quería venir aquí, de hecho tuve otras opciones pero quise venir aquí.
Miedos y futuro
¿Le da miedo que en Europa se olviden de usted?
Creo que escuché a Vicente del Bosque decir que muchas veces manifestamos que no tenemos miedos, y en absoluto. Los tenemos como cualquiera, y también dudas. El problema no es tenerlos, sino que te paralicen. Yo tengo los míos, pero a mí lo que hacen es empujarme, volverme más competitivo. En ese sentido no tengo ningún miedo.
¿Echa de menos su casa?
No he tenido tiempo de pensar, pero estoy bien aquí. Y ha sido una decisión que no era fácil, estar entrenando al máximo nivel en España y salir de una liga por la que se mataría todo el mundo.
¿Qué sensaciones ha tenido cuando ha vuelto a Valencia?
Ha mejorado todo notablemente, pero sigue habiendo heridas, es muy difícil borrar lo que pasó. Por ejemplo, el colegio al que fui de pequeño tuvieron que derribarlo y ahora se da clase en uno de los campos de fútbol. Con el paso de los años, las nuevas generaciones lo irán olvidando, pero esto ha sido una de las peores cosas que han pasado en España.
Hay milagros imposibles y sorpresas recurrentes. Ambas situaciones son las que trae la Copa del Rey en sus primeros compases, especialmente cuando entran en los bombos los equipos de Primera División. El milagro imposible fue el de la familia Mayoral o el del Negreira, no pudo ganar el Inter de Valdemoro al Getafe, que le goleó, ni tampoco el equipo de apellido prohibido en el fútbol a la Real Sociedad.
Por contra, el Oviedo es la sorpresa. el primer grande caído ante un rival de inferior categoría. Fue el Ourense, de primera RFEF, el que dio la campanada en la prórroga y lo hizo por dos tantos. Menudo inicio el de Carrión en esta vuelta al conjunto ovetense. El Sevilla sufrió en el inicio en el Salto del Caballo con el Toledo, de Tercera RFEF, pero consiguió sacar el partido adelante con el oficio que le ha traído la llegada de Matías Almeyda.
Los carbayones tuvieron uno de los partidos más complicados para los Primeras en esta ronda inicial. El Ourense es un equipo tapado de la antigua Segunda B con más fútbol del que dicta su categoría. Pese a que los de Carrión se adelantaron hasta en dos ocasiones, los gallegos lograron llevar el partido al tiempo añadido en el 94. En la prórroga fueron muy superiores a los asturianos y la renta pudo ser mayor si aciertan con el penalti que erró Guerrero en el último minuto.
En el partido del Getafe hay que destacar a otro delantero que no es Borja Mayoral, aunque el de Parla anotó un doblete. Fue Juanmi, con poca participación este temporada por culpa de las lesiones, quien volvió por la puerta grande a la titularidad y anotó un póker en el 0-11 al equipo del mayor de los Mayoral. El Coliseum, estadio en el que pidió jugar el Inter de Valdemoro, se les hizo demasiado grande a los modestos fubolistas de un equipo que milita en la Primera Autonómica de Madrid, la sexta categoría del fútbol.
Otra de las goleadas de la jornada la propinó el Valencia al Maracena. Necesitaba este espaldarazo Corberán tras los últimos resultados cosechados en Liga. Los goles del conjunto ché, una manita, se repartieron entre toda su pléyade de delanteros. Partido fácil y a centrarse en LaLiga.
El Girona, por su parte, sufrió lo suyo también ante un Constancia al que venció 2-3, pero un gol a 10 minutos del final consiguió llevar el partido a la prórroga. Una vez en el tiempo añadido, los cambios, especialmente la salida de Tsygankov y Vanat, pusieron fin al sueño del equipo mallorquín que milita en Tercera Federación pese a su tanto en las postrimerías del encuentro.
La Real Sociedad cumplió con su papel sin brillo ante el gallego Negreira. Más allá del apellido, los donostiarras se hicieron con el choque sin polémicas arbitrales y con la sobriedad que da la falta de gol de este equipo. Anotó tres tantos, y con ellos terminaron con el sueño de este conjunto humilde que fue pasando rondas hasta obtener este premio gordo.
También los equipos de Segunda consiguieron en su mayoría ganar con suficiencia sus partidos de esta Primera Ronda. Racing de Santander y de Ferrol, Cádiz, Granada, Burgos, Albacete y Huesca estarán en el siguiente bombo de la Copa del Rey. No así Las Palmas, que cayó ante el Extremadura por 3-1, un equipo de Segunda Federación.
Hoy debutan el Osasuna de Lisci, que no atraviesa su mejor momento, como tampoco el Mallorca de Arrasate. Mientras que también lo harán Elche, Rayo y Villarreal, el único equipo que se encuentra entre los tres primeros de LaLiga en Primera División. Será más difícil, por la entidad de los rivales, que esta jornada se preste a sorpresas como la que ha sufrido el Oviedo de Luis Carrión.
El Comité Técnico de Árbitros (CTA) ha considerado erróneas las dos decisiones de César Soto Grado en el clásico entre Real Madrid y Barcelona, que corrigió con acierto el VAR. Según el organismo, la acción de Vinicius con Lamine Yamal no fue penalti y la mano de Eric García debió sancionarse como pena máxima.
En su Tiempo de Revisión, espacio audiovisual semanal donde se revisan las jugadas polémicas de la jornada pasada elegidas por un comité de expertos, dos de los análisis fueron de estas acciones ocurridas en el partido en el que los blancos vencieron a los culés en el Bernabéu.
La primera que se estudia en la pieza es la de Lamine Yamal con Vinicius, que Soto Grado castigó inicialmente como penalti, aunque fue corregido por el VAR en el que estaba Javier Iglesias Villanueva. Marta Frías, portavoz del CTA, explica que "el defensor barcelonista se anticipa, gana la posición y va a disputar el balón". Posteriormente, añade que el que la sanción corresponde al que golpea y este es el futbolista brasileño.
Así, el CTA considera incorrecta la decisión del árbitro de campo y correcta y justificada, porque "es un error manifiesto" la intervención del VAR. Lo mismo que apunta en la siguiente jugada polémica que es la de Eric García y Bellingham.
"Sin opciones de jugarlo legalmente, el defensor realiza un movimiento claro con su brazo izquierdo para cortar la jugada", comienzas Frías la explicación de la visión del CTA. "El movimiento del brazo es intencionado y antinatural buscando ampliar el volumen corporal para impedir el avance del balón", concluye la portavoz.
El portero suplente del Inter de Milán, el español Josep Martínez, atropelló este martes por la mañana a un hombre de 81 años que se iba en una silla de ruedas eléctrica en el municipio de Fenegrò, en la provincia de Como.
El accidente se produjo alrededor de las 10:00 horas en la Via Bergamo, a pocos kilómetros de las instalaciones de Appiano Gentile, donde entrena habitualmente el conjunto 'nerazzurro'. Según los primeros informes, el anciano circulaba solo cuando fue arrollado por el vehículo conducido por el futbolista español, de 26 años.
Los servicios de emergencia acudieron de inmediato con una ambulancia y un helicóptero médico, pero no pudieron salvar la vida de la víctima, que falleció prácticamente en el acto debido a la gravedad de las heridas.
El español se encuentra en estado de shock pero ileso. Los carabinieri de Cantù se hicieron cargo de la investigación para determinar las causas exactas del siniestro, aunque por el momento no se han facilitado detalles sobre las circunstancias del impacto.
A raíz del suceso, el Inter decidió anular la rueda de prensa prevista para las 14:00 horas del entrenador Cristian Chivu, previa al encuentro de este miércoles frente a la Fiorentina.
El club aún no ha emitido un comunicado oficial sobre el incidente, mientras la policía continúa recabando testimonios y analizando las grabaciones de seguridad de la zona para esclarecer los hechos.
Kenneth George Aston, Ken Aston para el mundo del fútbol, fue un destacado árbitro a mediados del siglo pasado. Tipo inquieto e innovador, dejaría como legado la invención de las tarjetas, amarilla y roja, para simplificar el trabajo de sus sucesores. Era inglés, de Colchester, Essex, profesor y teniente coronel del Ejército en excedencia. La suya es una biografía interesante. Se graduó en el Saint Luke's College de Exeter, que algo tendría porque por el mismo pasaron Stanley Rous, célebre árbitro de principios del siglo pasado, hombre que dio una forma definitiva (hasta las payasadas de hogaño) al Reglamento y llegó a presidir la FIFA, y George Reader, árbitro en la final de Brasil 1950, la del Maracanazo.
Para saber más
Aston empezó a arbitrar en 1936, en categorías bajas y como linier hasta que la guerra dispuso lo contrario. Con 21 años quiso entrar en la RAF, donde fue rechazado por un problema en un tobillo, y entró en la Royal Artillery, incorporado al British Indian Army, de modo que le correspondió hacer la guerra en el sureste asiático. Alcanzó el grado de teniente coronel y al final de la contienda, dada su personalidad y formación, fue integrado en el Changi War Crimes Tribunal, la réplica de los Juicios de Nuremberg en la localidad de Changi, en Singapur, para los crímenes contra la Humanidad en el Pacífico. Al regreso, en 1946, retomó su actividad de árbitro y comenzó a trabajar como profesor, lo que sería su profesión para el resto de su vida, aunque se mantuvo como teniente coronel en la reserva.
Fue un buen árbitro, con estatura, una cabeza alargada provista de tan grandes y abiertas orejas que habrían podido inspirar el trofeo al ganador de la Copa de Europa en su diseño de 1967, la popular orejona. Recomendó, y le hicieron caso, sustituir los banderines de los liniers, que hasta entonces proporcionaba el equipo local con propios colores, por otros de color rojo y amarillo, más visibles en las tardes neblinosas de Londres. Y sustituyó la vieja chaqueta por una prenda más cómoda, también provista de bolsillos para el pito y la libreta, con un diseño de inspiración militar. En 1953 llegó a Primera División, al tiempo que alcanzaba el grado de jefe de estudios en la Newbury Park Primary School de Ilford, Essex, donde fijó su residencia.
Respetado, con autoridad, buen conocimiento y mejor interpretación de las XIV Reglas, alcanzó la internacionalidad. En 1960 le fue confiado el partido de vuelta de la primera Copa Intercontinental, Real Madrid-Peñarol, ganado por los blancos 5-1 en la más grande ocasión que viviera, y quizá haya de vivir, en el estadio Bernabéu. También arbitró fuera de su isla bastantes partidos de Copa de Europa, Recopa y Copa de Ferias, advirtiendo que los usos y costumbres del fútbol continental eran diferentes de los de su país, donde los jugadores no pretendían engañar y los públicos respetaban escrupulosamente las decisiones arbitrales. La misma línea seguían los periódicos, donde al pie de las alineaciones se colocaba el nombre del árbitro, sin comentarios.
Ken Aston, en una imagen tomada en Londres en 1960.GETTY
Pero nada comparado con lo que le tocó vivir en 1962 en el Mundial de Chile, donde las circunstancias le colocaron frente al partido más difícil de arbitrar de nunca. Semanas antes del campeonato dos periodistas italianos fueron destacados a Chile para mandar crónicas de ambiente sobre aquel país desconocido para los italianos. Digamos que no fueron muy prudentes a la hora de verter sus impresiones. La crónica de Corrado Pizzinelli para Il Resto del Carlino, boloñés, era de aúpa. Se titulaba «Santiago, el fin del mundo», y el subtítulo era: «La infinita tristeza de la capital chilena», y lo dibujaba como un país triste, sin esperanza, carente de la vitalidad, «con barrios enteros entregados a la prostitución al aire libre». Lo describe como «una franja de 3.500 kilómetros de largo que comienza a borde del desierto y termina al sur con los hielos del Polo, con el océano al oeste y la cordillera de los Andes al este, que la separan, igual que el desierto y el Polo, del resto del mundo».
La crónica fue rebotada por una agencia internacional y la publicó El Mercurio, el diario más importante del país. La indignación fue tremenda. Chile había hecho un esfuerzo descomunal, superando incluso un destructivo terremoto en mayo de 1960 que dejó a más de dos millones de personas sin hogar, para tenerlo todo a punto y organizar un Mundial que se concibió como el ingreso de Chile como país de progreso en la comunidad internacional. Y ahora les venía un periodista italiano con esas...
Lo peor fue que Italia y Chile quedaron emparejadas en el sorteo, destinadas a jugar entre sí en la segunda jornada. La Azzurra estuvo siempre rodeada de máxima protección por parte del Ejército, tanto en el hotel como en sus salidas para entrenar o para jugar los partidos. En el primero, contra Alemania, tuvieron el público radicalmente en contra, pero sacaron un 0-0. Por su parte, Chile ganó 3-1 a Suiza. El 2 de junio se enfrentaron el país anfitrión y el indeseado visitante en Santiago de Chile. El francés Robert Vergne escribiría esto en su Libro de oro sobre la Copa del Mundo: «El partido Chile-Italia permanecerá en los anales y en la memoria de aquellos que lo vieron como el ejemplo-tipo de partido afrentoso, horroroso, incluso insoportable. Los incidentes, agarrones y golpes prohibidos constituyeron lo esencial del partido, bajo la mirada de un lamentable árbitro inglés, Míster Aston».
Admoniciones en saco roto
El caldeamiento en la víspera fue tal que, pese al digno empate ante Alemania, Italia sustituyó a seis jugadores simplemente porque no se atrevían a salir. Chile pegó horrores, alentada por su público, Italia respondió porque había sacado a los más bravos, y Aston, desbordado, sólo se atrevió a expulsar a dos italianos (el primero se negaba a salir y tuvo que pedir a las fuerzas del orden que lo sacaran) dejando en el campo a los once chilenos, incluido a Leonel Sánchez después de un puñetazo a Mario David con estilo de estrella del boxeo. Por supuesto, ningún jugador sabía inglés ni Aston español o italiano, de manera que sus admoniciones caían en saco roto. Por primera vez se vio impotente, necesitado de algún salvavidas con el que reforzar su autoridad.
Aquello le desanimó y acabó su carrera arbitral. Sólo siguió un año más, en Inglaterra, y se despidió con todos los honores dirigiendo la final de la FA Cup de 1963 entre el Leicester y el Manchester United. No fue una final cualquiera: aquel año se celebraba el centenario del nacimiento del fútbol y de la creación de la Football Association. Una ocasión solemne, una despedida digna.
Para el Mundial inmediato, Inglaterra 1966, presidía la Comisión de Arbitraje como sumo responsable en materia de elección, instrucciones y designaciones. Presenció, obviamente, el célebre Inglaterra-Argentina en el que el alemán Kreitlein expulsó a Rattín, capitán argentino. Éste lo explicó luego así: «Aquel tipo nos cobraba todo, y a ellos no les pitaba ni un foul. Le protestaba y no me hacía caso. Le mostré el brazalete, le pedí un intérprete, insistí y empezaron los gestos de que me fuera». El propio Aston, el seleccionador argentino Toto Lorenzo y algún bobby tuvieron que ir al centro del campo a retirarle. Aquello creó revuelo. Rattín se sentó, desafiante, en la alfombra roja que conducía al palco. Cuando le hicieron marchar al vestuario retorció con desprecio el banderín córner, que mostraba la Union Jack.
Ken Aston.E. M.
Al día siguiente estaba en su despacho en Wembley cuando llamó Jackie Charlton. Un periódico había publicado que habían sido advertidos de expulsión él y su hermano Bobby. No lo sabían y querían certificarlo. Juntando los dos casos, el de Rattín y el de los hermanos Charlton, con el recuerdo de La Batalla de Santiago, Aston se puso a pensar en la necesidad de crear un sistema fácil, internacional, indudable, para que los jugadores amonestados por el árbitro lo supieran. Y también los espectadores, para que no hubiera duda. Parado en un semáforo en Kensington, pensó: «Debería ser algo tan claro como esto: amarillo, prevención, rojo, prohibido pasar... Pero ¿cómo? ¡Si fuera tan fácil como poner un semáforo con luces en el campo...!». Llegó a casa y compartió su preocupación a su esposa, Hilda, que pareció no escucharle, atenta como estaba a sus patrones, pues era aficionada a las revistas de corte y confección. Luego se puso a leer el periódico. Al rato, Hilda apareció ante él. Había recortado dos trozos de cartulina, una amarilla y otra roja, y se los mostró: «¿Y si los árbitros llevaran dos de estas en el bolsillo? La amarilla como advertencia y la roja para expulsar».
Aston se sintió feliz con la idea y tras muchas discusiones y algunos ensayos entró en funcionamiento con todas las de la ley en el Mundial de 1970, en México. La primera llegó ya en el partido inaugural, México-URSS, el 31 de mayo de 1970. Se la mostró el alemán Tschenscher al soviético Asatiani por una entrada dura sobre el local Velarde, a los 27 minutos. Ese primer amonestado moriría violentamente con 55 años en Tbilisi. Director durante un tiempo del Departamento de Deportes de Georgia, se metió en negocios y fue ametrallado por dos desconocidos que le esperaban en un coche a la salida de una reunión. No aparecieron. Un crimen de tantos en las convulsiones que se sucedieron a la disolución de la URSS.
Las protestas de Quini
La primera roja en un Mundial (que no la primera expulsión, ya en 1930, el inaugural, hubo) no llegó hasta el siguiente, Alemania 1974, y la vio el chileno Carlos Caszely, célebre por su gallardía cuando le negó la mano a Pinochet. Entonces pertenecía al Levante, recién descendido a Tercera. Se la mostró nuestro conocido Babacan por revolverse contra la dureza de su marcador, Vogts. La sintió injusta.
A España llegaron con la temporada 1970-1971 ya en marcha, el 15 de enero de 1971. La amarilla mutó en blanca por idea del secretario de la Federación, Andrés Ramírez, que temió que en nuestros viejos televisores en blanco y negro las amarillas se podían confundir con las rojas. La primera la vio en España el gran Quini jugando en el Sporting, por protestar al mallorquín Balaguer, y las dos primeras rojas, simultáneas, se las mostró Orrantía al sportinguista Lavandera y al céltico Hidalgo por pelearse. Las blancas duraron aquí hasta la 1976-1977, cuando se consideró el parque de teles renovado.
En cuanto a Ken Aston, también fue suya la idea de introducir el cuarto árbitro, en funciones de suplente para lesión de cualquiera de los del trío inicial, y el cartelón con número para los cambios. Tuvo un papel destacado como instructor y formador de árbitros en Estados Unidos, cuando el fútbol empezó a cuajar allí, y falleció en 2001, con 86 años. Cuatro años antes había sido condecorado como Miembro de la Orden del Imperio Británico. Dejó su huella en la pequeña historia del fútbol, que definió como «una obra de teatro en dos actos con 22 intérpretes y un director de escena, el árbitro».