Norris reedita su trauma ante Verstappen y Alonso se rebela ante los errores en Marina Bay

Norris reedita su trauma ante Verstappen y Alonso se rebela ante los errores en Marina Bay

Hubo abrazos en el muro de McLaren para festejar su décimo título en el Mundial de Constructores. Hubo euforia en Mercedes por el segundo triunfo del año para George Russell, que dominó de punta a punta, sin que nadie le inquietase. Hubo razones para la satisfacción en Red Bull por la segunda posición de Max Verstappen, que sigue sin ganar en Marina Bay. Sobraron las escenas de alegría, genuina o impostada, en la sofocante noche de Singapur, pero Lando Norris subió otra vez al podio con su tormento a cuestas. Intentaba ofrecer la mejor de sus sonrisas el joven aspirante al título, mermado desde el viernes por algún tipo de dolencia. Admitió Norris tener coche para más, pero ni siquiera pudo asomar la patita ante Mad Max. Oscar Piastri, cuarto en la meta, aún cuenta con 22 puntos de ventaja en el Mundial.

Norris había tomado la salida con los ojos inyectados en sangre. Fue un impacto ligero, casi imperceptible a primera vista, aunque sobre él se construyó toda una narrativa. Lando llegó al vértice de la curva 3 casi sin margen ante el alerón trasero de Verstappen. Su volantazo hizo mella en Piastri, que se salvó de milagro del impacto contra las protecciones. "Controla lo que puedas controlar", aconsejaron por radio al líder del Mundial, atónito ante esa libre interpretación de las famosas papaya rules. Los comisarios anotaron el incidente y ahí acabó su intervención en los hechos.

A partir de entonces, Norris debía andar con tiento con el alerón delantero, ya que su parte izquierda había quedado ligeramente desviada. Aún peor tuvo que resultar el paso de los minutos para Piastri, rumiando su enfado. "Lo revisaremos después de la carrera", insistieron al australiano. A la estela de Verstappen, McLaren se sentía vulnerable, encajonado en ese aire sucio que tan mal le sienta a su monoplaza. Una situación bastante apurada, nada que ver con la exhibición de Norris allí mismo hace justo un año. La confirmación de que Verstappen les seguirá incordiando hasta el último aliento.

'Pit-stop' de 9,2 segundos

Russell lideraba sin oposición, ajeno a la guerra de nervios desatada entre Red Bull y McLaren. Hubo un mensaje previo por radio a modo de farol. Incluso una farsa de los mecánicos de Woking en el pit-lane. Ni por esas Verstappen mordería el cebo, así que hubo que esperar a la vuelta 20 para su parada en la que prescindió de los blandos en favor de los duros. Fue el momento idóneo, porque Mad Max se reincorporó séptimo, justo por delante de Alonso, que comandaba el pelotón de la zona media.

El asturiano llevaba lidiando desde la salida con Isack Hadjar, a quien logró quitarse de encima en la tercera vuelta. Desde entonces, todo transcurría sin mayor novedad en el AMR-25, que incluso mostraba cierta velocidad en el primer sector. Mientras los ingenieros pedían a Lance Stroll gestionar su neumático con el lift and coast, Alonso debía sentirse satisfecho por haber ganado dos posiciones.

Los estrategas de Andy Cowell retrasaron su pit-stop hasta la vuelta 28, con la remota esperanza de un safety car. Lejos de cumplirse sus deseos, el paso por boxes se zanjó con un calamitoso error de los mecánicos, cifrado en 9,2 segundos. Alonso perdía el sitio frente a Oliver Bearman, Alex Albon y Hadjar.

Había que alcanzar la meta con ese juego de medios, mientras su ingeniero iba descontando el número de vueltas a cada paso por la meta. "Como sigas así voy a desconectar la radio", advirtió Fernando, enfangado en la zona de nadie. Lastrado por un percance en el motor que le hacía perder casi cuatro décimas por vuelta, Hadjar se empleó al máximo antes de entregar su posición al bicampeón mundial. "Trofeo para el héroe de la carrera", ironizó Alonso, octavo en la meta gracias a su coraje, recompensado con el galardón de Piloto del Día y promocionado a la séptima plaza tras una sanción a Lewis Hamilton.

Un punto para Sainz

El nivel de hartazgo del español bien podría compartirlo Piastri, otra vez perjudicado por sus mecánicos, que se demoraron 5,2 segundos en el pit-stop. En la tórrida noche en Singapur el líder del Mundial tuvo que hacer gala de su célebre sangre fría. Con la calculadora en la mano, atascado entre un tráfico infernal, vio de lejos el duelo entre Norris y Verstappen. Durante 16 vueltas, el aspirante quiso apretar al tetracampeón. Aunque no le hizo ni cosquillas.

Sainz, con el FW45, el domingo en Marina Bay.

Sainz, con el FW45, el domingo en Marina Bay.WILLIAMS F1

Sufría el holandés en cada rincón de la pista, aferrándose a cualquier recurso a su alcance, protegiéndose en las cuatro zonas de DRS frente a Norris, infiltrándose en las refriegas de los doblados. Por allí lo vieron pasar Franco Colapinto, Gabriel Bortoleto, Pierre Gasly y Esteban Ocon, mientras Norris iba desesperándose. El británico, al menos, logró mantenerse fuera del alcance de Piastri. Tras recortar estos tres puntos, ahora queda a 22 del líder.

Mantener la paciencia resultó también tarea de titanes para Carlos Sainz, que partía decimoctavo desde la parrilla y aguantó un relevo de 52 vueltas. En Williams fantaseaban con un safety car, que sólo había faltado a su cita en una de las 15 carreras previas en Marina Bay. A falta de 17 giros para la meta, asomaron las banderas amarillas por un trompo de Nico Hulkenberg en la curva 7. Como el asunto no fue a mayores, Sainz agachó otra vez la cabeza y esperó su momento. La oportunidad llegaría en la vuelta 60, cuando se quitó de encima a Hadjar para capturar el último punto en juego.

Los secretos de la vuelta de Ricky Rubio al Joventut tras un año pensando en la retirada: whatsapps, "cuatro cosas que me pasaron" y la comida del "vamos para adelante"

Los secretos de la vuelta de Ricky Rubio al Joventut tras un año pensando en la retirada: whatsapps, “cuatro cosas que me pasaron” y la comida del “vamos para adelante”

Un epílogo redondo, un último baile con la Penya, donde todo empezó. Y, sin embargo, las nubes negras de la salud mental habían alejado tanto a Ricky Rubio de su deseo que casi lo dio por zanjado. El invierno, después de un intento de retorno al baloncesto profesional con el Barça con más sombras que sonrisas en el final de la temporada 2023/2024, fue largo y oscuro. Pero la luz terminó por abrirse paso. De visita en visita al Olimpic de Badalona, de whatsapp en whatsapp con los que nunca se olvidaron de él. De comida en comida, hasta que en la última, a mediados del pasado mes de junio, el base se levantó de la mesa y, ante los presentes -entre ellos Jordi Martí, el director deportivo del Joventut que narra la escena, y Dani Miret, quien iba a ser su entrenador-, pronunció: "Vamos para adelante. Te doy el sí delante de todos. Apúntame al carro".

Para saber más

Ayer, guiño del destino, en el Palacio de los Deportes de Granada -20 años después y en idéntico lugar del debut de aquel niño de 14- se consumó la noticia más luminosa con conoció en mucho tiempo el baloncesto español. Porque el retorno de Ricky (que brilló con 18 puntos y 30 de valoración en apenas 19 minutos para la victoria) es también un triunfo de la vida. De la felicidad de quien la perdió por completo. De quien vio todo tan oscuro que un 30 de julio, concentrado en el Meliá Castilla con la selección que siempre fue el patio de su recreo, en víspera de otro Mundial (en el anterior, el de 2019 fue oro y MVP, la cima de su carrera), pensó: "Yo no quiero seguir con la vida".

"Aquel niño nos pintó la cara", rememora hoy para EL MUNDO Nacho Ordín, el base rival ese domingo de 2005, cuando Aíto hizo debutar a Ricky en Granada para batir un récord de precocidad en España. Ese mismo verano, con la selección sub 16, había protagonizado una asombrosa actuación que hinchó todavía más su burbuja: en la final del Europeo, en Linares, firmó 51 puntos, 24 rebotes, 12 asistencias y siete robos para el oro que España consiguió después de que Rubio forzara la prórroga con un triple desde el medio del campo. "Yo no sabía quién era. Ese vídeo famoso lo vi después. Antes del partido, hablando con Gianella (el otro base del Granada ese día), comentamos que podría jugar y que, como no tenía experiencia, deberíamos aprovecharnos de ello. Pero fue todo lo contrario, nos robó varios balones, nos volvió locos", rememora Ordín, que nunca olvidará la "seguridad en sí mismo" de aquel niño: "No se amedrentó".

Ricky, con sus compañeros, en el partido contra el Granada.

Ricky, con sus compañeros, en el partido contra el Granada.Álex Cámara / ArabapressAraba

Jordi Martí, como siempre en la trayectoria de Ricky, no andaba lejos ese día de hace dos décadas: por entonces era ya el director de la cantera de la Penya. Cuando acabó el curso 23/24 con el Barça se produjo el primer contacto. "Él valoró la posibilidad, pero entonces no estaba en su mejor momento, no le terminaba de encajar. Necesitaba tiempo", reconoce. Poco después el base renunció a disputar con España los Juegos de París. Y el director deportivo empezó a vislumbrar que quizá la oportunidad de volverle a ver de verdinegro nunca se daría.

En mayo, Ricky no quiso perderse la despedida profesional de su gran amigo Pau Ribas. "Antes del verano ya le vi con otras sensaciones. Más positivas, con ilusión. Se le había encendido una chispa", desvela Martí. El propio Ricky, el día de su presentación, desgranó los hechos que le hicieron cambiar: "Yo ya tenía claro que hasta aquí había llegado, pero a finales de abril me pasaron cuatro cosas que me hicieron tomarme la vida de otra forma. Todo empezó con una conversación con una persona que no conocía y eso dio como resultado tres o cuatro acciones en tres días seguidos que me hicieron replantear la situación".

En junio, sin embargo, Rubio lanzó una serie de mensajes que muchos tradujeron como un avance de su retirada: "Después de un año reflexionando sobre mi carrera y mi vida, me he dado cuenta de que si he llegado donde he llegado no es gracias a las asistencias que he dado, sino a las que he recibido. Esto no es una despedida, es un gracias a todas las personas que me han ayudado".

Pero los encuentros "con gente que ha ido poniendo piezas en su carrera", continuaron, siempre sin presión, y la semilla germinó. "Él ha marcado su vuelta", dice Martí, quien reconoce que también resultó decisiva una reunión con los propietarios, concretamente con Tomás Dagà, consejero de Grifols. Porque Ricky siempre sintió el club como algo suyo. "Nunca dejó de mandar guiños, ni cuando era un 'Beattle' en la NBA. Incluso en los momentos bajos, cuando tuvimos problemas económicos y casi descendemos, él aparecía en las ruedas de prensa en EEUU con la camiseta del Joventut", elogia Martí.

Evidentemente, lo económico fue lo último importante para Ricky, "unas letras al final del contrato". Le convenció su papel de "mentor", las propuestas de intereses sociales del club y que no habría ninguna exigencia deportiva en su caso: "Jugará para pasarlo bien. Para disfrutar y ayudar". "Ha vuelto a eso, tranquilo, en paz. A que el club crezca, completamente implicado", asegura el director deportivo. "En mi cabeza solo estaba la Penya. No había otra opción. Esto no va de conseguir títulos, va de sentimientos", proclamó el base.

Ricky dobla un balón, ante el Granada.

Ricky dobla un balón, ante el Granada.Álex Cámara / ArabapressAraba

El impacto de su vuelta ha sido "un terremoto" en el Joventut. Cuentan desde el club el desborde en las peticiones de entrevista, el incremento del número de abonados y cómo se quedaron "justos" de camisetas al sacar el nuevo modelo con el nueve a la espalda. Hace unos días, en el partido de presentación contra el Benfica, las entradas casi se agotaron: "Venían a ver a Ricky".

Conviviendo con su estrella mediática, el día a día con Ricky, sin embargo, es de lo más normal. Se ha propuesto un reto con los jugadores de cantera, cada vez más efímeros por las tentaciones económicas de dar el salto a la NCAA. Los detalles lo marcan todo. Hace unos días, cuando Ruzic se incorporó tarde a la plantilla por sus partidos con la selección croata, Ricky lo primero que hizo fue irse a tomar un café con él. "En una sociedad que está perdiendo valores, esto es un cuento de respeto. De hacer que el club piense en positivo. Es bonito y difícil de encontrar", celebra Martí. Ahora más que nunca se hace latente el término japonés que Ricky utilizó tras sus problemas de salud mental el verano de 2023: Nankurunaisa ("Con el tiempo todo se arregla").

Israel no es Rusia

Israel no es Rusia

Manor Solomon, el único jugador israelí en la Liga, no abandonó el sábado el banquillo del Villarreal. Cosa rara, porque, deseado y perseguido, fue el postrer fichaje del equipo en el mercado de invierno. Su contratación se concretó a las 23:55 del último día, cinco minutos antes del cierre de las operaciones. Para el club no era, pues, un futbolista cualquiera.

Además, se le daba bien el Madrid. Cuando pertenecía al Shakhtar Donetsk, les marcó a los blancos dos goles en la Champions 2020-21. Uno en el partido de ida y otro en el de vuelta. Quizás Marcelino quiso evitar manifestaciones hostiles emanadas desde la grada que pudieran afectar al equipo. Una constante en esta Liga con el jugador sobre el césped. Ni siquiera fue convocado, a petición propia, el pasado miércoles en el partido contra la Juventus, que coincidía con el Yom Kipur, el Día de la Expiación, el más solemne del calendario judío.

El martes será 7 de octubre. La respuesta israelí a lo que ocurrió en tal fecha de 2023 está repercutiendo en el deporte en forma de llamamiento a la completa proscripción del Estado hebreo. Todo empezó con el sabotaje a la Vuelta, a causa de la presencia del equipo Israel Premier-Tech.

Tendemos a ser benévolos con las ricas monarquías absolutistas y teocráticas del Golfo, que constituyen hoy el centro propietario, organizativo y patrocinador del deporte mundial. Y no nos escandalizan divisas publicitarias como "Visit Rwanda" o "RD Congo, coeur de lAfrique", países poco escrupulosos con los derechos humanos y las libertades, pero afables con el turismo. Tampoco protestamos mucho con China. Algo más con Rusia, cuya exclusión de todas las competiciones ponen como ejemplo quienes propugnan el mismo trato para Israel.

Pero Rusia e Israel no son lo mismo. Rusia, un país soberano con fronteras definidas y relaciones diplomáticas y comerciales planetarias, una entidad jurídica y política reconocida internacionalmente invadió, sin mediar provocación o amenaza, otro país en las mismas condiciones de soberanía y de reconocimiento e intercambio globales. Es un país agresor. Por el contrario, Israel, es un país agredido. El COI, la FIFA, la UCI y demás altos organismos deportivos así lo entienden.

El deporte nació inocente, limpio, idealista y neutral. Pero rápidamente fue manipulado aquí y allá, de modo más o menos grosero o sutil, por quienes fueron en el acto conscientes de su importancia sociológica y, por lo tanto, repercusión política. Marruecos, otra de esas monarquías feudales árabes, quiere aprovechar el Mundial de Fútbol de 2030 para instrumentalizarlo propagandísticamente.

Dentro de los ingentes gastos acometidos, la construcción de un gigantesco estadio en Casablanca ha hecho rebosar el vaso del descontento y desatado la ira, duramente reprimida, de gran parte de la juventud marroquí. La llamada Generación Z, los nacidos entre 1995 y 2010, que conforman la mayor franja de edad de la población, alzada al grito de "¡menos mundiales y más hospitales!". Y escuelas.

No desean verse condenados a salir al mar en flotillas... de pateras.

El tobillo de Mbappé, la sonrisa de Vinicius y el enfado del Villarreal con el árbitro: "Si es difícil ganar en el Bernabéu, con estas cosas más"

El tobillo de Mbappé, la sonrisa de Vinicius y el enfado del Villarreal con el árbitro: “Si es difícil ganar en el Bernabéu, con estas cosas más”

"He jugado muy bien y quiero seguir así". Vinicius Júnior recuperó la sonrisa en el sábado noche del Santiago Bernabéu y el Villarreal mostró su rabia. El brasileño, superada ya la polémica de sus partidos saliendo desde el banquillo, sumó su quinta titularidad consecutiva y anotó su primer doblete de la temporada, acumulando ya cinco goles en Liga. "Quiero seguir con esta confianza y hacer cada vez más".

"Vini ha hecho un muy buen partido, una actuación decisiva. No solo por el primer gol, sino por la primera parte, el desequilibrio que ha tenido... Me gusta cuando le veo sonreír y disfrutar, ha estado cerca del hat-trick que hubiera redondeado su partido", destacó Xabi Alonso.

En el submarino, la sonrisa irónica de Marcelino García Toral al ser preguntado por la labor del árbitro fue constante en cada una de las cuestiones que lanzaron los periodistas. "No voy a hablar del árbitro", repitió, aunque su tono y sus frases dejaban caer el enfado por el penalti de Marín a Vinicius que dio lugar al 2-1 y especialmente por la segunda amarilla a Santiago Mouriño antes del 3-1, aunque el jugador se había arriesgado a varias tarjetas en la primera parte.

"Le facilitas al rival ponerse por delante en el marcador. La segunda amarilla... Que lo vea el CTA y decida. Seguro que estuvo todo bien", comentó. "Aunque me hagáis 200 preguntas del árbitro no voy a hablar. Si hay tantas, algo raro pudo pasar", añadió. En el césped, Santi Comesaña fue más contundente: "Para pitar el penalti tiene que ser algo más. Nos hace muchísimo daño y es que solo hay que ver cómo se tira, con los dos pies por delante. Y la expulsión igual. Mouriño sólo se pone delante. Si es difícil ganar en el Bernabéu, con estas cosas, más", declaró el centrocampista del Villarreal.

El 2-0 tuvo su miga en el lado del Madrid. Mbappé, que ha marcado cuatro penaltis esta temporada, dejó tirar el penalti a Vinicius. Una decisión hablada entre los futbolistas y que no fue elección de Alonso, que en rueda de prensa dejó claro que el francés era el lanzador principal del equipo. "Han decidido ellos. El lanzador sigue siendo Kylian. Hoy ha sido su decisión", comentó el técnico.

Cuestionado sobre la labor arbitral, Alonso fue irónico: "Si Marcelino no ha querido hablar, yo tampoco". Y elogió el partido de sus futbolistas: "Había que trabajar el partido. En la primera parte nos ha faltado velocidad para girar y atacar el lado contrario", describió.

Las lesiones de Mbappé y Mastantuono

El partido dejó la duda sobre el estado físico de Mbappé y Mastantuono. El francés se retiró en el minuto 83 tras hacerse daño en el tobillo en la acción del tercer gol del Madrid. Se tiró en el suelo, se tocó el tobillo y pidió que entraran las asistencias. Se retiró por su propio pie, con evidentes signos de dolor, y su presencia con Francia en el parón de selecciones es más que dudosa. Según el Madrid, sufre un ligero esguince en su tobillo derecho.

En una situación parecida está Mastantuono, que terminó cansado el partido y siendo sustituido por Brahim en el tramo final. El argentino, convocado por la albiceleste, sufre una pequeña sobrecarga en los isquios, según el club, por lo que su viaje a Argentina no está asegurado. "No podemos decir ahora mismo si van a ir con sus selecciones o no", dijo Xabi, pendiente de las pruebas médicas que pasarán sus futbolistas este domingo.

El último protagonista del duelo fue Fede Valverde, lateral derecho titular del Madrid por orden de Alonso, a pesar de toda la polémica que rodeó al uruguayo durante toda la semana. "A mí no me lo dijo (que no quería jugar de lateral). Todos hemos visto cómo ha jugado de lateral y puede jugar en varias posiciones. Fede es muy generoso con el equipo. Le gusta sentirse útil e importante y eso es lo que queremos. No ha puesto ningún impedimento en ningún momento", señaló el tolosarra.

Fermín Aldeguer logra en Indonesia su primera victoria en MotoGP; José Antonio Rueda, campeón del mundo de Moto3

Fermín Aldeguer logra en Indonesia su primera victoria en MotoGP; José Antonio Rueda, campeón del mundo de Moto3

Actualizado Domingo, 5 octubre 2025 - 11:23

Fermín Aldeguer reinó en un Gran Premio de Indonesia marcado por las caídas. El murciano se alzó con la victoria, la primera de un rookie desde que Jorge Martín hiciera lo mismo en 2021, y se convirtió así, con 20 años y 183 días, en el segundo piloto más joven de la historia en subirse al primer escalón del podio en MotoGP, solo por detrás de un Marc Márquez que se marchó lesionado de Mandalika. Marco Bezzecchi, quien firmó otra vez una pésima salida pese a partir desde la pole, se lo llevó por delante tratando de remontar en los primeros compases de la carrera y el de Cervera, tras una aparatosa caída, ni podía mover el brazo derecho, el mismo que le obligó a pasar cuatro veces por el quirófano. Su hermano Álex, mientras, tras una gran remontada, rozó el segundo puesto, que finalmente cayó en manos de un muy combativo Pedro Acosta, y tuvo que conformarse con terminar tercero.

"No puedo decir que esté muy bien, pero dentro de lo malo, parece que ha salido barato. Es la clavícula, parece que tengo los ligamentos rotos, y ahora hay que estar pendientes de Madrid", señaló Marc, con el brazo en cabestrillo, ante los micrófonos de DAZN. Ángel Charte, director médico de MotoGP, ya había explicado tras una primera revisión que la radiografía parecía indicar que había una pequeña fractura pero que, al tratarse de un hombro con múltiples intervenciones, lo más conveniente era llevar a cabo un TAC en la capital de España. "Son cosas que pasan, un día te pasan a ti y otro día, a otro. Marco ha venido a pedirme disculpas. Ahora de lo que se trata es de llegar a Madrid y el tiempo que digan los doctores será el que pasaremos recuperándonos", sentenció el de Cervera con resignación y, también, por qué no decirlo, un cierto alivio.

Su imagen, en este caso, contrastó en gran parte con la de un Fermín Aldeguer que estaba prácticamente en una nube tras su primera victoria en MotoGP. "No me lo creo, estoy súper contento. Tengo muchas palabras de agradecimiento, a toda mi gente, a mi familia, a Ducati y al equipo Gresini. Antes de la carrera ya sabíamos que tenemos este potencial y hay que seguir así, porque tenemos sed de más", recalcó el murciano. "Estoy bastante contento, cometí un error en la salida y perdí demasiadas posiciones, aunque luego pude ir remontando. Adelantar es muy difícil, ser tercero es fantástico y quiero darle la enhorabuena a mi compañero Fermín por la victoria", señaló poco antes Álex Márquez. "Sabemos que a nuestra moto le cuesta, por eso tenemos que estar contentos de estar en el podio. Tenemos un buen potencial para estar allí constantemente y hay que mejorar, pero no estamos tan lejos como al principio del año", zanjó por su parte un Pedro Acosta que peleó hasta el final para, por lo menos, llevarse la segunda plaza.

El de Mazarrón, de hecho, firmó una muy buena salida y llegó a rodar por delante de todos en los primeros compases de una prueba que, además de Bezzecchi y Marc Márquez, tampoco pudieron completar Enea Bastianini, Pecco Bagnaia ni Joan Mir. Pero, en cuanto Aldeguer logró ponerse por delante, su dominio ya fue tiránico. Cimentado, también, en las continuas peleas por el resto de puestos de cabeza que se producían a sus espaldas. Eso, a la postre, le permitiría sellar un triunfo incontestable, con una máxima ventaja sobre sus perseguidores de algo más de 9.1 segundos. En cuanto al resto de pilotos españoles, Raúl Fernández fue finalmente sexto, pese a haber estado en la pomada durante un buen rato, al igual que un Álex Rins al que la pérdida de rendimiento de los neumáticos acabó por condenarlo a la décima plaza.

Rueda, campeón de Moto3

El sevillano José Antonio Rueda (KTM) se ha adjudicado matemáticamente el título mundial de Moto3 al imponerse en Indonesia en una carrera con un final muy accidentado que obligó a mostrar bandera roja a Dirección de Carrera. Rueda estaba disputando la victoria de una carrera que lideraba cuando sus compatriotas Adrián Fernández (Honda) y David Muñoz (KTM) se tocaron, lo que hizo que éste último cayera de manera violenta y fuese la causa de la bandera roja.

Con nueve victorias y 13 podios, Rueda, cuyo peor resultado de la temporada ha sido una quinta posición, dejando al margen su 'cero' de Qatar por la rotura del motor de su KTM, se ha proclamado campeón del mundo a cuatro carreras del final de la temporada, un hito deportivo al alcance de muy pocos pilotos y que pone sobre la mesa la gran superioridad ejercida por este joven andaluz a lo largo de la temporada.

José Antonio Rueda, tras conquistar el título de Moto3.

José Antonio Rueda, tras conquistar el título de Moto3.ADI WEDAEFE

El Madrid salvó al amarillo

El Madrid salvó al amarillo

Al Madrid le dio suerte el amarillo. Al revés, solucionó un partido en principio complicado, por la aparición, por fin, de Vinicius, que incluso jugó todo el partido. Y marcó dos goles.

Mbappé no fue la estrella del partido. Incluso le regalo el penalti a Vini para que casi lo fallara, pues está imposibilitado para tirar un penalti. Y Mbappé, que casi nunca estuvo en posición estelar, se fue con su gol habitual, gracias a la generosidad de Brahim, que no juega nunca por culpa de la orden de que juegue Mastantuono, que hoy en día es peor jugador.

Parece que la presencia constante de Mastantuono es casi una obligación de la Casa Blanca. Pero el argentino no está para jugar. Y está más verde que el trigo verde.

Por otra parte, Alonso todavía crea muchas dudas de su continuidad. En un momento clave irrumpió con Belligham y Camavinga y quitó a Arda Güler y a Ceballos, que son creadores de juego. Metió Alonso a su equipo en un lío por "bien queda". Incluso el inglés sólo tuvo la obsesión de marcar, el equipo le importaba un pito. Lo peor es que Bellingham ya no es es necesario en el Madrid.

Xabi Alonso fue más o menos salomónico con Valverde, que jugo de lateral, pero como un semi carrilero, algo que tampoco le ayuda, porque el capitán del Madrid ni siquiera pudo ejercer de corredor de la banda derecha. Le cortaba el paso el impertinente Mastantuono, que es como un grano en el pie madridista.

Valverde, lo quiera o no, mejoró mucho con respecto a cuando jugaba de creativo. Es el mejor lateral derecho del Madrid. Ni Arnold ni mucho menos Carvajal. Hoy día Valverde lucirá como lateral. Su largas galopadas incita a que triunfe y cada día sea más imprescindible.

Mbappé le puso un gol cantado a Mastantuno, que desperdició puerilmente. Hay un inmenso error en el fútbol actual, que practican todos los que disparan a puerta. En lugar de machacar y disparar con el empeine, se empeñan con chutar con el exterior del pie. Le ha pasado en otras ocasiones. Cuando se toca con el exterior, el balón entonces siempre sale más flojo y cualquiera aparece para rechazar el disparo.

Marcelino, en principio, tuvo más miedo que vergüenza. Casi puso todo el equipo delante del portero. Cuando se se dieron cuenta los amarillos de que el Madrid ataca posicionalmente muy lentamente y , por tanto, no hace ni una sola ocasión de gol, Thomas se echó hacia adelante para que se le fuera arriba el equipo.

Y, casi se ponen por delante, pero Courtuois apareció milagrosamente. Hasta un golazo de Mikautadze puso en peligro al Madrid, porque con Bellingham y Camavinga, el Madrid jugaba sin centro creador ni defensivo: un equipo absolutamente partido.

Le va a venir bien el parón a Xabi Alonso para paliar el soberano ridículo que hizo en el Metropolitano. Ningún madridista lo olvidará jamás . Con este trago positivo con el Villarreal es como si hubiera ganado una armisticio, pero nadie esta seguro de Alonso.

McLaren, frente a su espejo de los años 80: "Norris y Piastri han sido excesivamente caballerosos"

McLaren, frente a su espejo de los años 80: “Norris y Piastri han sido excesivamente caballerosos”

En Marina Bay, donde hace un año sumó 40 puntos, McLaren sólo necesita 13 para conquistar por segundo año consecutivo el Mundial de Constructores. Es decir, con subir hoy a uno de sus pilotos al podio acabará con la débil resistencia de Mercedes y Ferrari, incapaces durante las 17 carreras previas de seguir el ritmo de los coches papaya. Nada pudo hacer tampoco Red Bull, que sumó cuatro victorias gracias a Max Verstappen, pero que se vio penalizada por el pésimo rendimiento de los compañeros del holandés. Por el contrario, el dominio de McLaren se ha concretado gracias a la regularidad de Oscar Piastri y Lando Norris, enzarzados en la lucha por el título de pilotos, donde el australiano cuenta con 25 puntos de ventaja. De hecho, la escudería de Woking repetirá título por primera vez en casi cuatro décadas. Una actualización de aquella edad de oro con Ayrton Senna y Alain Prost.

La décima corona permitirá a McLaren desempatar con Williams y situarse en segundo lugar del palmarés, sólo por detrás de Ferrari (16 títulos). Un hito más en la leyenda del equipo de Woking, que cuenta con poderosas razones para mirarse en su propio espejo y compararse con aquel que dominó con puño de hierro entre 1988 y 1990. Desde el GP de Azerbaiyán 2024, cuando puso fin a 847 días de dominio de Red Bull, la hegemonía de McLaren no encuentra rival. Con su peculiar modo de afrontar las carreras, establecido en lo que ellos mismos conocen como las papaya rules. Unas normas no escritas que han levantado infinidad de comentarios dentro y fuera del paddock.

«Siempre me ha gustado que continúen con nuestra tradicional manera de gestionar las carreras. Darles dos coches completamente iguales, como dos gotas de agua y que los pilotos luchen», arranca Jo Ramírez, histórico miembro de McLaren, donde trabajó entre 1984 y 2001. «Para Piastri y Norris, el equipo es lo primero y después vienen ellos. Aunque me temo que va a llegar el momento, en las últimas carreras, en que no van a querer ceder ningún punto a su compañero. Como dicen en inglés, va a haber fireworks [fuegos articiales]», cuenta el mexicano a EL MUNDO.

«Respeto mutuo admirable»

El modo de llevar esta rivalidad, dentro y fuera del garaje, ha sorprendido a la mayoría de analistas, incluido Ramírez. «Hasta ahora se han comportado de un modo excesivamente caballeroso», admite el ex coordinador de McLaren, aún asombrado por lo visto en el último GP de Italia, cuando los mecánicos perjudicaron a Norris con un pit-stop muy lento y el equipo pidió después a Piastri que cediese la posición a su compañero. Una decisión imposible de entender en 1988, cuando Senna y Prost se impusieron en 15 de las 16 carreras de aquel Mundial. «Fue algo increíble. Siempre me doy un golpe en la espalda para agradecer haber estado en McLaren durante aquellos años. En 1988, Senna y Prost se tenían un respeto mutuo realmente admirable», rememora Ramírez.

Si nos atenemos a lo que McLaren se ha empeñado en filtrar, la relación personal entre Norris y Piastri no sólo se ha resentido durante las 17 carreras de 2025, sino que se ha hecho más fuerte. A través de sus redes sociales, la escudería de Woking ha publicado vídeos en las que ambos comparten bromas y confidencias. Los dos jóvenes han interiorizado tanto la cultura del equipo, que la sola idea de desafiar esas papaya rules se antoja imposible.

Han pasado 37 años desde aquel legendario Mundial 1988, el último año de los turbocompresores, cuando Honda siguió mejorando cada semana su motor, mientras Ferrari pensaba más en los propulsores atmosféricos previstos para 1989. A bordo de aquel MP4/4, sólo dejaron escapar el triunfo en el GP de Italia, que acabó en manos de Gerhard Berger gracias a un choque de Senna con el rookie Jean-Louis Schlesser a dos vueltas para la bandera a cuadros.

Senna, al volante del MP4/4, en el Mundial de 1988.

Senna, al volante del MP4/4, en el Mundial de 1988.MCLAREN F1

Aquel buen ambiente estallaría en mil pedazos sólo un año después, cuando Beco y Le Professeur traspasaron una y otra vez los límites, en contra de los deseos de su equipo para su beneficio propio. Una situación que podría repetirse hoy por culpa de Verstappen, a quien Ramírez considera «el mejor piloto de la historia». «La diferencia de pilotaje entre Max y el resto es muy grande», sostiene ante el peligro que acecha sobre Piastri y Norris. Tanto buen rollo podría esfumarse de un plumazo. «Me parece que esa armonía ha sido algo muy genuino. Al principio pensé que podrían favorecer algo a Norris sólo por el hecho de que llevaba más tiempo en el equipo y porque es británico. Sin embargo, hay que admitir que la igualdad en la mecánica y en la aerodinámica es completa», explica quien fuese mano derecha de Ron Dennis.

Hoy, Zak Brown, CEO de McLaren, y Andrea Stella, team principal, mantienen los valores impuestos por el británico. «Me gusta que dejen a los pilotos pelearse entre ellos», reitera Ramírez, que sigue muy de cerca la labor de Stella, a quien ya conocía desde la etapa del italiano en Ferrari. «Tiene un valor humano muy grande. No puede decirle a alguien que haga algo que no pueda hacer él. Yo también empecé desde abajo, barriendo la oficina, haciendo el café y limpiando los coches. Se ha ganado a pulso la confianza y el respeto de todos los ingenieros y los trabajadores», finaliza.

Entre sus 17 temporadas en Woking, saldadas con siete títulos de constructores (1984, 1985, 1988, 1989, 1990, 1991, 1998), Ramírez destaca el ambiente interno en el box. «Los mecánicos y los ingenieros nos divertíamos muchísimo. Cada año hacíamos una fiesta en Australia donde invitábamos a todos nuestros rivales. Cualquiera que llevase un pase de la F1 podía acceder al local, que no era demasiado grande. Cuando uno salía, otro entraba», relata. La vibración de su voz, a los 84 años, aún se amplía cuando se anima con una síntesis. «He tenido una vida fantástica en el deporte que más me gustaba. Pude disfrutar los mejores años de la historia de la F1, entre los 60 y comienzos de siglo XXI. A partir de ahí, el dinero se impuso al deporte».

Vinicius y Mbappé neutralizan la rabia del Villarreal

Vinicius y Mbappé neutralizan la rabia del Villarreal

El Madrid consiguió ante el Villarreal una victoria de peso. De esas que son casi un parto ante un rival de Champions que jugó de tú a tú contra los blancos. El alivio de Almaty es ahora oxígeno antes del parón por los compromisos internacionales tras los goles de Vinicius, que anotó un doblete sanador, y de Mbappé, pichichi, ante el submarino, que metió miedo con el tanto de Mikautadze y protestó el penalti del 2-1 y la roja a Mouriño. [Narración y estadísticas (3-1)]

Xabi Alonso usó la alineación para mandar un mensaje contundente: «Aquí mando yo». Después de la polémica de los últimos días alrededor de Fede Valverde, que ha reconocido en varias ocasiones que no le gusta jugar de lateral derecho y que incluso «no he nacido para jugar ahí», el técnico tolosarra le entregó al uruguayo, capitán, el carril derecho. Como en la polémica de Vinicius y sus cambios, Alonso se mantuvo firme. Además, Xabi dejó en el banquillo a Bellingham, titular en el Metropolitano, y a Camavinga para apostar por Ceballos y Mastantuono, ojito derecho del entrenador en estas primeras semanas.

Y el argentino respondió con intensidad y fútbol. Fue el mejor del Madrid en una primera parte en la que los blancos fueron de más a menos. Sometieron al Villarreal, que apareció sin Mikautadze ni Pépé, sus estrellas, y pudo adelantarse en el marcador a través de la cabeza de Tchouaméni o el pie izquierdo de Mastantuono, pero el submarino aguantó y terminó teniendo las mejores ocasiones del primer tramo cuando el Madrid bajó el ritmo de juego.

Oluwaseyi, ante Courtois

Mastantuono hizo suyo el partido con sus diagonales desde la banda derecha. Muy activo a la hora de amenazar a su par, el argentino hizo de conexión entre el centro del campo y la delantera ante la apatía de Güler, más desaparecido en la noche del sábado.

Tchouaméni tuvo la más clara del Madrid en el minuto 21, pero su cabezazo tras centro de Vinicius se marchó rozando el palo izquierdo de Tenas. Esa ocasión aceleró a los locales, que presionaron alto en varias jugadas y pudieron marcar. En el 22, Veiga salvó ante un remate de Mastantuono después de un robo de Ceballos y en el 26 un buen centro del argentino lo sacó Comesaña cuando Tchouaméni se preparaba para marcar.

A partir de ahí, bajón madridista y empuje castellonense con Oluwaseyi como punta de lanza de sus contraataques. El delantero canadiense tuvo en el 40 el mejor intento de los visitantes. Una transición rapidísima en la que le ganó en velocidad a Militao y Huijsen y erró ante Courtois, que se hizo gigante en el mano a mano y aguantó sus amagos.

La acción de Mourinño ante Vinicius castigada con la segunda amarilla.

La acción de Mourinño ante Vinicius castigada con la segunda amarilla.AFP

El primer tiempo terminó con el partido roto, con el Villarreal llegando fácil hasta los dominios de Courtois y con Mastantuono, otra vez, rozando el gol ante Tenas. Tras el descanso, Xabi olió sangre en el perfil de Mouriño, con amarilla ante Vinicius, y en la primera jugada el Madrid encontró el gol. El brasileño encaró a su par, le regateó fácil ante el miedo del defensa a la segunda tarjeta y su disparo tocó en Comesaña para despistar a Tenas.

El Villarreal se desperezó con Mikautadze y Pépé, que entraron en el descanso y fueron un tormento para Militao y Carreras. Su velocidad fue la mejor arma de un Villarreal que siguió aprovechando las transiciones rápidas, pero que se encontró con un penalti de Rafa Marín sobre Vinicius en el que el brasileño, lanzador en lugar de Mbappé, puso el 2-0. El canterano madridista trabó con la pierna derecha al delantero y Cuadra Fernández pitó penalti. Protestó el Villarreal, pero el VAR no cambió la decisión del árbitro.

Mbappé, con un golpe en el tobillo

Vinicius definió abajo, a la derecha de Tenas, que rozó la pelota pero no acertó a detenerla, y sumó su primer doblete del curso. El gol noqueó al Villarreal durante dos minutos, los que tuvo Bellingham para sentenciar el choque. El inglés, que entró por Güler, falló dos ocasiones claras ante Tenas y dio aire a los visitantes, que recortaron distancias al minuto siguiente con un buen tanto de Mikautadze desde la frontal.

El Madrid entró en dudas por un instante, pero la rabia fue del Villarreal, que protestó la segunda amarilla a Mouriño por un manotazo a Vinicius. Como en el penalti, el VAR confirmó la decisión del árbitro y dejó a los de Marcelino con uno menos. Autopista para los blancos, que fallaron varias claras pero sentenciaron con el gol de Mbappé a pase de Brahim antes de irse lesionado por un golpe en el tobillo.

El Madrid se pone líder con 21 puntos, dos por encima del Barça, que este domingo visita al Sevilla.

Xabi Alonso gana el pulsito de Valverde

Xabi Alonso gana el pulsito de Valverde

El pulso con Valverde era un pulsito, porque el uruguayo es uno de los capitanes, pero un capitán del servicio. Un pulso con Xabi Alonso sólo lo resiste una prima donna. Si Valverde decidió aclarar públicamente que no se había negado a jugar en el lateral es porque, verdad o mentira, entendió que era necesario aclarar algo. Mal asunto. Había dicho, también públicamente, que no se sentía cómodo en el puesto. Al siguiente partido, frente al Villarreal, ocupó ese lugar, en minusvalía por las lesiones de Trent y Carvajal, y recibió un mensaje sin palabras, pero cargado de intenciones. Lo que puede llevar al once al uruguayo es la polivalencia.

Centrocampista físico pero de conducción, no de posición, Valverde es una pieza a contraestilo con lo que busca Alonso, que quiere velocidad de balón entre las piezas, no piezas arriba y abajo en el centro del campo. Eso delante, con Mbappé y Vinicius, que poco a poco se reencuentra tras un inicio apocado en el área y en el ego por el arranque del francés, merced a goles que son como caramelos balsámicos. El pie de Comesaña ayudó a tragar el primero. La mano de Arnau Tenas no impidió el segundo, de penalti.

El orden táctico y las posesiones largas favorecen menos a Valverde que los estallidos del calculado desorden de Ancelotti. El Madrid busca ahora el control, no el box to box para el que el uruguayo es un portento. Por esa razón Alonso ha quitado el polvo a Ceballos. Eso no quiere decir que no haya momentos para desatarse, especialmente en las segundas partes, con el Madrid en ventaja en el marcador y espacios por delante.

Los hubo ante el Villarreal, con una llegada y asistencia del uruguayo a Bellingham. Ello, sin embargo, podría implicar la suplencia, sobre todo cuando vuelvan los titulares del lateral, y entender que se puede ser importante sin ser titular. Lo han de comprender Valverde y su entorno, porque quienes viven de los jugadores suelen ver más fantasmas de los que hay en un vestuario.

Valverde cumplió ante un Villarreal tímido, más tiempo donde es peor -en su propio campo- que donde es mejor. Una de sus recuperaciones, en situación de mucho peligro, fue aplaudida por el Bernabéu, que coreó su nombre. Valverde levantó el dedo como un triunfador, aunque el triunfador era su entrenador.

Cuando los ricos y las 'celebrities' asaltan el 'green' y el golf es lo de menos

Cuando los ricos y las ‘celebrities’ asaltan el ‘green’ y el golf es lo de menos

Actualizado Sábado, 4 octubre 2025 - 22:29

Tras la Ryder Cup ha comenzado todo un clásico en el calendario del circuito europeo, que cumple esta semana 40 años de historia en tierras escocesas. Es el Dunhill Links Championship, con sede en tres de los más míticos campos: Old Course, Carnoustie y Kingbarns, ubicados en la localidad de Saint Andrews, la meca golfística a la que cada año viajan cientos de aficionados de todo el mundo. Todavía con los ecos de la victoria europea de la pasada semana, el foco de ahora va más allá del puro deporte del golf. El torneo, al igual que sucede en Estados Unidos con el evento de Pebble Beach que se juega a principios de cada año, reúne a toda una constelación de celebridades divididas entre cantantes, deportistas, actores o personalidades del mundo empresarial.

Escocia esta semana concentra tanto poder que el conjunto del grupo de amateurs participantes aglutima más dinero que el PIB de España. Sólo basta con ver algunos ejemplos: Michael Bloomberg, el empresario estadounidense que llegó a ser alcalde de Nueva York y que posee una fortuna de más de 90.000 millones gracias a la empresa de información financiera que lleva su apellido, o Johan Rupert, el anfitrión y una de las personalidades más ricas e importantes de Sudáfrica, con un conglomerado de empresas muy diversificado. Tampoco ha faltado este año Yasir Al-Rumayyan, gobernador del fondo de inversión pública saudita, que levantó el polémico LIV Golf a base de millones. Se estima que Al-Rumayyan, que está compartiendo torneo con Patrick Reed, maneja unos fondos de 900.000 millones. Otro de los participantes es Allen Zhang, empresario chino, padre de la aplicación WeChat y una de las grandes fortunas de Asia.

Estos son los pocos días del año en los que un amateur puede compartir las cuatro jornadas de competición con algunos de los mejores profesionales del mundo. La sensación de jugar en un campo mítico, preparado en las mejores condiciones posibles, rodeado de público y toda la parafernalia de un torneo que reparte cinco millones para el ganador profesional, es única.

Catherine Zeta-Jones

A estos nombres se unen rostros muy conocidos, como las estrellas de la gran pantalla Michael Douglas y su mujer Catherine Zeta-Jones, el estadounidense Bill Murray o el británico Matthew Goode (conocido por su protagonismo en la película Match Point o en la serie Downton Abbey), que está jugando junto al golfista español Alex del Rey. Otros privilegiados en el torneo escocés son los músicos Huey Lewis o Tico Torres (batería de Bon Jovi), la superestrella irlandesa Ronan Keating, David Farrell (Linkin Park) o Brad Simpson (The Vamps).

También hay celebridades del deporte, como Sir Andy Murray, el extenista y todo un ídolo local, o Wayne Gretzky, leyenda del hockey, que juga con su yerno, el golfista norteamericano Dustin Johnson. A última hora, Luis Figo no pudo llegar hasta Escocia, como estaba previsto, pero sí estuvo fue el neerlandés Ruud Gullit. Sir AP McCoy, el mejor jinete de persecución de obstáculos de la historia, también vuelve al Alfred Dunhill.

Tampoco quisieron perderse el evento el ganador de las 300 millas de Indianápolis, Danny Sullivan, o el campeón olímpico en remo Steve Redgrave, y una de las leyendas del cricket en Inglaterra, Shane Warne. Entre todos los deslumbrantes nombres, sólo figura un español: Beltrán Gómez de Acebo, un asiduo a este torneo, el primo del Rey Felipe VI, dirige una empresa inmobiliaria.

Ana Patricia Botín

Al contrario que en el torneo homólogo que se juega en Estados Unidos, no todo se compra con dinero. En Pebble Beach todavía comercializan a precios desorbitados plazas sueltas por si algún golfista amateur adinerado quiere pasar cuatro días rodeado de estrellas en campos de golf increíbles. En California vimos en alguna ocasión a Ana Patricia Botín, presidenta del Banco Santander, compartiendo torneo con un influyentes hombres de negocios norteamericanos y estrellas de Hollywood.

La filosofía del Alfred Dunhill ha cambiado y no contempla una comercialización directa de sus plazas. De hecho, en la página web del torneo, se dice que el comité del campeonato «solicita amablemente cualquier consulta o propuesta de plazas para jugadores amateur». El citado comité anima a cualquier candidato a que envíe un email donde «incluya su hándicap oficial, los clubes de golf de los que es socio, sus actividades fuera del campo y cualquier información relevante que considere que justifique su solicitud de invitación».

Lo que aún esta claro es quién esta mas deslumbrado esta semana, si las celebridades por jugar al golf junto algunos de los grandes nombres del ámbito profesional o los propios jugadores, ahora rodeados de tanto poder e influencia.