El Barça, con un ojo en el PSG...y en el Bernabéu

El Barça, con un ojo en el PSG…y en el Bernabéu

Actualizado Viernes, 12 abril 2024 - 17:21

El Barça quiere pasar página tras la victoria conseguida en el Parque de los Príncipes y centrarse ya en el Cádiz para mantenerse lo más vivo posible en la Liga. Con un ojo puesto, eso sí, en la vuelta de los cuartos de final de la Champions ante el PSG y el clásico frente al Real Madrid.

Dos choques que pueden llevar a Xavi a tirar de rotaciones, tanto para cubrir las bajas por sanción de Cancelo, Íñigo Martínez y Lewandowski como, sobre todo, para mantener en la recámara a un Ilkay Gündogan imprescindible y que, en caso de ser amonestado en el Nuevo Mirandilla, se perdería el duelo del Bernabéu por acumulación de tarjetas amarillas.

El técnico barcelonista, no obstante, recalcó la trascendencia del partido ante el Cádiz: "Es un partido vital, si no ganamos se puede acabar prácticamente la liga. Está complicada y difícil, pero no tiramos la toalla. El clásico servirá de poco si fallamos este sábado. Estamos en un buen momento, pero el rival se lo juega todo", reflexionó un Xavi que admitió además la posibilidad de que Gündogan se quede por lo menos inicialmente en el banquillo: "Le queremos dar descanso, pero es tan determinante... Algún día tendrá que descansar, porque está haciendo un esfuerzo encomiable y no es un adolescente. Su rendimiento está siendo brutal", aseveró.

VÍCTOR ROQUE

Quien podría tener en cambio mucho protagonismo, mientras, sería un Vitor Roque que, hasta el momento, ha participado casi con cuentagotas desde su llegada en el pasado mercado de invierno: "Tiene cualidades innatas y nos puede dar mucho, aunque participa poco. Tendrá minutos, seguro. Hay que aprovechar sus movimientos al espacio e incluso le hemos preparado un vídeo para que lo tenga en cuenta", explicó el entrenador del Barça, quien deslizó además que, en la defensa, podría haber otro estreno de un joven formado en el fútbol base azulgrana: Mika Faye: "Le veo preparado para participar", apuntó el técnico.

Ahora, su mayor preocupación es rebajar el clima de euforia que se respira tras el triunfo en París. "Entiendo la ilusión, pero estamos en la misma situación que antes de la ida. No hemos logrado nada, pero comprendo la euforia, y es mejor vivir con ella en lugar de con pesimismo", aseguró, pero con un cierto aviso para navegantes: "Corrimos más que el PSG de Luis Enrique". Dos de los más brillantes fueron Raphinha y Koundé. El primero, con dos goles decisivos. Y el segundo, con su marcaje a Mbappé.

"Fue casi un fichaje personal y es uno de los mejores del mundo. Quiere mejorar, está pendiente de las vigilancias, pero el trabajo de parar a Mbappé fue colectivo. Estuvimos muy solidarios y de ahí el resultado", destacó un Xavi que cargó todo el mérito del resultado logrado en París en sus futbolistas. "Yo no gano partidos. Si Pedri no hace el pase, ya puedo yo hacer el cambio cuando sea, el 60 o el 13. El córner estaba preparado, pero Christensen es el que remata y Gündogan puso un balón que fue una maravilla. El fútbol es de los futbolistas", sentenció.

Un Atlético desastroso fuera de casa, un Cádiz que llevaba 6 meses sin ganar: "Tenemos que apretar el culo"

Un Atlético desastroso fuera de casa, un Cádiz que llevaba 6 meses sin ganar: “Tenemos que apretar el culo”

Fue un partido de retos. El más complicado el del Cádiz, que llevaba 24 jornadas sin ganar y lo consiguió en casa ante el Atlético. Los rojiblancos acumulaban siete partidos sin vencer lejos del Metropolitano, con su derrota en el Nuevo Mirandilla suman ya ocho. "No ganar de visitante es una responsabilidad del entrenador porque es el que influye en que esto no suceda", admitía Diego Simeone tras el choque.

Esta autocrítica no fue exclusiva del argentino, también la tuvieron el capitán Koke y el canterano Rodrigo Riquelme. Si el primero admitía: "Esto no puede suceder en el Atlético". El segundo daba una de las soluciones que les propuso el entrenador en el vestuario: "Toca apretar el culo". Aunque también añadía el capitán que deben "cambiar de actitud".

Pero el culo no se termina de apretar y los rojiblancos son un equipo completamente desconocido lejos del Metropolitano, aunque Koke cree que son "rachas que pasan". Esta se prolonga ya casi dos meses. Fue el Granada el único equipo que no ha podido puntuar en su estadio allá por enero. Perdieron el duelo por la mínima con un gol de Morata y asistencia de Griezmann.

Echa de menos el Atlético al francés, al que Simeone sigue sin confirmar para el duelo crucial ante el Inter del próximo miércoles. "Si no estará con el Barça", dijo casi despidiéndose en la entrevista flash del postpartido ante el Cádiz.

El fútbol, como decía el capitán rojiblanco y más de una vez ha repetido Simeone, se decide en las áreas y a la contraria le cuesta un mundo llegar a los rojiblancos desde la ausencia de Griezmann. Es el francés el engranaje del equipo entre fase ofensiva y defensiva. Sin él, el juego es más tosco.

Lo único positivo para el Atlético de este duelo con el Cádiz es el debut del canterano, El Jebari. Falto de gol, los rojiblancos agradecen cualquier contribución a la fase ofensiva, aunque sea un producto de la cantera y su deber sea crecer y no responder a retos mayores.

Rotura de racha

Al Cádiz le ha venido de perlas la mala racha rojiblanca fuera de casa. El conjunto gaditano no vencía en liga desde su victoria ante el Villarreal en la jornada 4. Esa sequía en el desierto le costó el puesto a su entrenador, Sergio, por el argentino Mauricio Pellegrino.

"Cortamos una racha que mentalmente te tiene bloqueado y te quita la credibilidad", dijo el argentino en el postpartido y admitía que veía al equipo mejorando, pero que sin victorias es muy complicado que los jugadores ganen confianza.

Uno que ha venido con la mente limpia y el cuenco repleto es el malagueño Juanmi. Dos goles para liquidar al Atlético que, con el del Celta hace un par de jornadas, suman tres en total, el triple de lo que consiguió en su periplo arábigo.

Su salida del Betis al Al Riyahd apenas duró seis meses. Retornó a España para volver a sentirse feliz según admitió en una entrevista a los medios del club gaditano. Parece que la felicidad se ha trasladado a su fútbol pese a que la situación del Cádiz es, aún, muy complicada.

A dos puntos de la salvación tras la victoria ante el Atlético, los gaditanos esperan que el Celta no puntúe en el Bernabéu para seguir peleando con los vigueses por no caer a Segunda división. Quedan 10 jornadas.

Juanmi resucita al Cádiz ante un gris Atlético

Juanmi resucita al Cádiz ante un gris Atlético

Llevaba el Cádiz 24 jornadas sin conocer la victoria. Apenas había conseguido otra antes, pero el último tercio de LaLiga es un espacio de necesidad, de urgencias. En el que los que están en ese pozo, juegan con desesperación y ansiedad, sí, pero también con una energía que no tienen los equipos que están en tierra de nadie. Y lo consiguieron a costa de un triste Atlético, que parecía pensar más en la Champions del miércoles que en afianzar su cuarta plaza. [Narración y Estadísticas, 2-0]

El otro día respondía Xavi que había Liga para ellos, debería Simeone gritar la misma respuesta a su vestuario. Lejos queda el Atlético arrollador de 2023, ese que era un ciclón a la vuelta del Mundial de Qatar. Los rojiblancos son hoy un equipo plano y con algunos retazos de orgullo e intensidad para que, cuando los astros se alineen, puedan golear a una asombrada Unión Deportiva Las Palmas, pero que terminen superados por equipos más hambrientos como Inter y Athletic.

El Cádiz salió famélico. Ganando duelos, como le gusta al Cholo, y tocando el balón con criterio. Especialmente Navarro, incontenible el mediocampista catalán. Suyos fueron los mejores detalles del duelo y especialmente bonito fue el 1-2 que le hizo a De Paul en el mediocampo y con el que arrancó la jugada del primer gol del Cádiz.

Salió el centrocampista de la acción con todo el campo por delante, hizo una pared con Javi Hernández hasta que abrió a la banda para el lateral que la puso al área pequeña donde la esperaba Juanmi entre los centrales. Perdió la marca Paulista y el delantero malagueño despegó como un Airbus para poner el testarazo en la escuadra de Oblak. Podría haber hecho algo más el esloveno, podrían haber hecho mucho más los centrales rojiblancos.

Tiene otro talante el jugador perteneciente al Betis y cedido en los amarillos hasta final de temporada. Quería buscar felicidad en la tacita de plata tras la fallida experiencia en el fútbol saudí. Ya lleva el triple de goles en LaLiga española en una tercera parte de partidos. El fútbol no es solo estados de forma, también son estados de ánimo.

El Atlético parece en depresión tras los últimos traspiés. La distancia en liga con el primero, la eliminación de la Copa y la derrota en la ida ante el Inter no generan la mejor dinámica, como le gusta decir a Simeone, para afrontar los partidos con una mentalidad positiva. Además, llevan varios partidos sin su mejor jugador.

No es que el equipo eche de menos los goles de Griezmann, que también, es que le echa de menos en el último tercio de campo, donde se ganan los partidos. Los delanteros rojiblancos están desasistidos, con un equipo demasiado largo y teniendo ellos que buscarse las jugadas de manera individual o a 45 metros, como un disparo de Correa que, un poco más a la izquierda y hubiera sido un gol de bandera.

La tarde de Paulista

Quien tampoco es que necesite mucho es Juanmi. Le necesita el Cádiz, eso sí, a dos puntos de la salvación tras su victoria ante el Atlético. Pero el malagueño solo tuvo que esperar un nuevo error de su mejor socio, Paulista, para hacer el segundo. Estuvo en todas, el brasileño.

Le salvó el árbitro de un posible penalti por mano en el minuto 40, hace cinco jornadas eso se hubiera señalado. Pero no pudo Oblak hacerlo de una mala colocación en un despeje del Cádiz. Juanmi esperó a que saltara con su mano en la espalda, el central se la comió y el malagueño fusiló a Oblak a 25 minutos del final, 2-0. Para ingerir cianuro.

No aparecía el pundonor atlético salvo en un jugador que siempre muestra orgullo y coraje. Llorente pudo recortar distancias apenas cinco minutos después del segundo gol gaditano tras un testarazo a un buen centro de Riquelme. Ledesma respondió con maestría y Morata, al que le cayó el balón a los pies, no pudo orientar el cuero a portería. Hoy era uno de esos días. El miércoles, no debería ser otro.