Vinicius contra su criptonita, de la irregularidad en los derbis a su jardín de Champions: "Es su momento"

Vinicius contra su criptonita, de la irregularidad en los derbis a su jardín de Champions: “Es su momento”

Vinicius Júnior está a dos pases de gol de convertirse en el mejor asistente de la historia de la fase de eliminatorias de la Liga de Campeones. Analicen la frase, porque explica a la perfección el nivel que ha dado el brasileño en las rondas del K.O. de la máxima competición europea a pesar de tener solo 24 años. En el Etihad Stadium de Manchester superó las 12 de Messi y está a dos de las 15 de Cristiano. Números que obligan a pensar que esta noche será capaz de brillar ante el Atlético de Madrid, su criptonita, el equipo capaz de negarle casi cualquier virtud en los 15 partidos que ha disputado contra ellos. «Estoy en mi mejor momento», advirtió ayer. Le toca ser protagonista.

Para Vinicius será el primer derbi en Champions, circunstancia que puede cambiar el chip del futbolista para el encuentro. Hasta ahora, los Madrid - Atlético han tenido al futbolista en el foco mediático, pero casi siempre por temas extrafutbolísticos. Cada visita al Metropolitano ha terminado con mucha tensión entre el futbolista y la grada, incluso con algún cántico racista a las puertas del estadio o con el vergonzoso muñeco colgado de un puente de la M-30.

Esas circunstancias y la táctica defensiva de Simeone han conseguido que Vinicius no muestre ante el Atlético su mejor versión. Ha disputado 15 encuentros ante los rojiblancos y sólo ha marcado un gol, el anotado en el Bernabéu en los cuartos de final de la Copa del Rey del curso 22-23. Más allá de esa noche, el brasileño añade tres asistencias, dos de ellas en el mismo duelo (jornada 17 de la Liga 21-22 en Chamartín) y otra en el empate de la primera vuelta de este curso en el Metropolitano.

Persecución a Cristiano

Es decir, Vinicius sólo ha provocado goles en tres de de los 15 enfrentamientos en los que ha participado contra los de Simeone desde su debut en el derbi liguero de 2018. Ahora, después de verse contra el rival madrileño en Liga, Copa y Supercopa de España, el derbi se traslada a Europa, territorio donde Vinicius ha sido capaz de aislarse del ruido mediático de la competición doméstica para dar una versión superlativa. Según WhoScored, plataforma de análisis estadístico, su nota media ante el Atlético de Madrid en Liga no supera el 7, mientras que en Champions League el brasileño lleva tres temporadas rozando el 8 en la competición (7,98, 7,82 y 7,77).

Su persecución a Cristiano para conseguir el récord de asistencias convierte a Vinicius en el futbolista más determinante de las últimas ediciones continentales. Nadie ha producido tantos goles en eliminatorias como el brasileño, que en Europa se transforma. Desde 2018, ha marcado o asistido en 15 de las 17 eliminatorias de Champions que ha disputado: 11 goles y 13 asistencias, es decir, 24 acciones de valor gol en 31 encuentros, incluidos los dos tantos en las finales de París y Wembley. Como su fuera su propio jardín.

A esas cifras se agarran en Valdebebas para empujar a su futbolista contra Simeone. El Cholo, ya sea con Nahuel Molina o Marcos Llorente en el lateral, ha conseguido detenerle, aprovechando también la tensión ambiental que ha tenido el derbi en sus últimas ocasiones. La entrada de Giulano en el once del argentino otorga todavía más atención sobre Vinicius, siempre con De Paul, mediocentro que ocupa el lado derecho del doble pivote, con un ojo sobre el brasileño.

Desaparecido ante el Barça

«Es su momento», deslizan en la ciudad deportiva del conjunto blanco tras una temporada en la que el brasileño ha mantenido sus números gracias a actuaciones estelares, pero también ha tenido momentos más bajos, lastrado también por una lesión muscular que le apartó durante unas semanas. Suma nueve goles y siete asistencias en Liga y siete y tres en Champions, camino de igualar las cifras de la temporada pasada, pero en algunos partidos grandes no ha aparecido, especialmente contra el Barça en Liga y en la Supercopa de Arabia, contagiado también por un equipo que no ha mantenido velocidad de crucero.

Ahora, y justo después de hacer «todo mal» en el Villamarín, como reconoció ayer, busca reactivarse. «He tenido lesiones y no puedes estar al 100% en todos los partidos. La afición te pide estar cada tres días, pero no siempre estamos bien de cabeza ni físicamente», admitió ante los medios, negando también que se sintiera «engañado» por no ganar el Balón de Oro.

La situación, eso sí, le influyó, prometiendo en redes hacerlo «multiplicado por diez» tras quedar segundo en París. Después de cuajar una notable eliminatoria contra el City tras la pancarta del Etihad que le recordaba el premio a Rodri, el brasileño, cerrando también el debate de Arabia, se mide a su criptonita.

La dos victorias que podrían cambiar la historia de los derbis europeos: "El fútbol siempre da otra oportunidad"

La dos victorias que podrían cambiar la historia de los derbis europeos: “El fútbol siempre da otra oportunidad”

Hubo un momento en que el Real Madrid casi echa a Simeone del Atlético. Aquella final de Champions entre ambos en Milán en 2016 sumió al técnico en un mar de dudas que estuvo a punto de provocar su salida del club rojiblanco. Y eso que el Atlético empató ese partido, aunque perdió el título en los penaltis. "Como siempre relacionamos las situaciones con la historia, la del Madrid en Champions es impresionante, pero mañana tendremos una gran oportunidad". El técnico argentino sabe que los blancos tienen 15 entorchados, pero en sus últimos duelos europeos el aire ha cambiado y se ve con posibilidades en estos octavos de la máxima competición continental.

Si en la última semifinal de Champions que les enfrentó, apenas un año después de Milán, sólo una genialidad de Benzema que se cobró Isco evitó que el Atlético remontara la eliminatoria europea, en Tallín, Simeone consiguió un hecho histórico como técnico rojiblanco: vencer al Madrid en Europa. No un partido, algo que ya ha ocurrido en dos ocasiones de los 10 enfrentamientos que les contemplan en el viejo continente, sino una final.

Saúl Ñíguez estuvo en el once que disputó aquel partido en la capital estonia en 2018. "Fue un partido difícil. El equipo sabía que podía y confiábamos en poder llevárnoslo. Muy contentos de conseguir un título europeo", apunta a EL MUNDO desde su cesión en el Sevilla, donde la continuidad le está ayudando a cuajar grandes encuentros.

"Cada partido es diferente"

El duelo en el Le Coq Arena de Tallín fue un toma y daca entre ambos (seis remates a puerta del Madrid por cinco de los rojiblancos) con dos remontadas, alternativas y golazos como el citado de Saúl. Diego Costa fue la pesadilla blanca y Sergio Ramos quiso volver a ser la colchonera tras transformar un penalti cometido por Juanfran Torres, pero se encontró con la pujanza del canterano.

El centrocampista no sólo jugó aquel encuentro, sino que fue uno de sus protagonistas. De sus botas subió el 3-2 al electrónico en la prórroga del encuentro. "Estaba hablando con Fernando Torres y le dije que haría el arquero si marcaba y mira", explica el futbolista, que sabía de la importancia de ponerse por delante aunque luego fuera Koke el que brindara el 4-2 con el que terminaría el partido.

Así, por extraño que parezca, el Atlético ha vencido en sus dos últimos duelos europeos ante el Real Madrid, aunque la victoria de las semifinales de la 2016/17 no les sirviera para pasar de ronda. "Cada partido es diferente. Las dos últimas eliminatorias de Champions caímos eliminados y eso siempre está en la memoria, pero lo bueno del fútbol es que siempre te da otra oportunidad", explica el ilicitano.

Momento álgido

Esta nueva oportunidad llega en uno de los mejores momentos de Simeone en el banquillo rojiblanco. Quizás, y es mucho decir, con una de las plantillas más completas y comprometidas con las que ha contado el argentino. Hasta el punto de que una presión de Conor Gallagher en el descuento de la última victoria rojiblanca ante el Athletic valiera el mayor gesto de emoción del técnico en la banda del Metropolitano.

Este año se suma que el Atlético no ha perdido con ninguno de los dos grandes de LaLiga. Victoria y 4-4 con el Barça y los dos empates contra el Madrid en Liga, aunque Saúl admite que la Champions es un territorio extraño en el que el Madrid saca siempre algo más. "Igual en liga está más regular el Atleti, pero en Champions el Madrid es increíble lo que es capaz de hacer. Sacan algo que solo ellos tienen y creo que es un 50/50 aunque espero que el Atleti pase", desea el canterano rojiblanco.

Además, este partido se sitúa en un mes que puede marcar el devenir de la temporada. De cómo salga el conjunto de Simeone, para Saúl el equipo puede estar ante un curso "inolvidable" o ante "uno más". Lo que es seguro es que el Atlético ya no pisa terreno desconocido en Europa. Sabe lo que es ganar al eterno rival y ahora falta que lo certifique en una eliminatoria de Champions. Quizás, como ocurrió en España, en la que los rojiblancos estuvieron 14 años sin ganar al Madrid hasta la llegada de Simeone, el argentino también consiga cambiar el destino europeo.

Simeone no entiende de "favoritos", pero avisa: "Busco situar al Atlético en un lugar importante en Europa"

Simeone no entiende de “favoritos”, pero avisa: “Busco situar al Atlético en un lugar importante en Europa”

No cabe duda de que Diego Simeone ha provocado un cambio de aires en los derbis de la capital ante el Real Madrid. De no ganar en 14 años a perder solo uno de los últimos siete partidos. El Cholo sabe al rival al que se enfrenta, pero llega al duelo confiado en su equipo y en aprovechar esta oportunidad. "No entiendo y obviamente respeto la búsqueda de tener un favorito. Es un rival importante al que respetamos y sabemos también de nuestra fuerza y la intentamos potenciar", ha explicado el técnico.

Pese a ese cambio de tendencia, el argentino cree que "los partidos previos no influyen" en lo que pueda pasar el martes a las 21.00 en el estadio Santiago Bernabéu. "Es un encuentro con mucho respeto ante un grandisimo rival y ellos nos respetan de la misma manera", ha expresado Simeone y ha valorado positivamente el impacto de un partido de estas características para la ciudad y la importancia para el país de tener un representante español en los cuartos.

El técnico cree que el duelo se decidirá en los pequeños detalles y que pasará el equipo que mejor sepa manejar las diferentes situaciones del duelo. Uno de esos pequeños detalles puede ser la ausencia de Bellingham. "La baja de Bellingham será importante, pero es el Real Madrid y tienen jugadores de jerarquía. El equipo tiene que estar al 100%, será un desgaste físico y mental", ha apuntado Rodrigo De Paul, que habló antes del argentino en la rueda de prensa previa al duelo de Champions.

El mediocampista argentino, que está ante una de sus mejores temporadas como rojiblanco, ha puesto el foco más especialmente en el desgaste mental que supone un duelo de estas características. "Estos partidos son batallas que uno quiere jugar y que desgastan porque requiere mucha concentración", ha mantenido el futbolista.

Ambos, tanto Simeone como De Paul, han mencionado "la ilusión" como clave a la hora de afrontar este duelo europeo ante el eterno rival. Y el técnico ha dicho encontrarse en un momento dulce pese a la presión de la temporada. "Estoy con mucha ilusión, como si fuera mi primer día en el Atlético y con la búsqueda de llevarlo a un lugar importante en Europa y creo que lo estamos representando", ha apostillado.

Los argentinos no miran hacia ningún lado que no sea el partido de mañana, el "más importante" para De Paul hasta el miércoles, que será el del fin de semana. "Veo lo que me toca ahora. No sé lo que pasara en la liga, que faltan muchas jornadas, pero me centro en mi partido de mañana", ha apostillado Simeone.

Julián Álvarez

Julián Álvarez y su gran momento de forma ha sido otro de los nombres que se han mencionado en la rueda de prensa y desde el equipo técnico y el vestuario esperan saber cómo ayudarlo a seguir creciendo.

Un crecimiento que, ha mencionado Simeone, sigue instalado en el club rojiblanco y gracias al que compiten día a día con dos históricos gigantes de la liga epañola. "Siempre los puse en el lugar que están por su historia, nosotros somos crecimiento puro, que es muy bonito", ha detallado el argentino.

Real Madrid y Atlético, el derbi de los extremos: "Hay una escalada de violencia, un ambiente muy encanallado"

Real Madrid y Atlético, el derbi de los extremos: “Hay una escalada de violencia, un ambiente muy encanallado”

Hace unos meses que Jota, cantante de Los Planetas, preguntó a Álvaro Rivas por qué se había hecho del Real Madrid si su padre era del Atlético. «Hasta ese momento, nunca lo había verbalizado», admite el cantante de Alcalá Norte, antes de razonar su respuesta. «Cuando yo nací, mi madre murió en el parto. Hacerme del Madrid fue un detalle con mi abuelo materno, que era muy del Madrid y vecino de Chamartín. De un modo inconsciente tomé esa elección para darle cariño a mi familia materna», desarrolla Rivas, en conversación con EL MUNDO. En febrero de 2007, días antes de cumplir 12 años, Álvaro vio en el Vicente Calderón junto a su padre el primer gol de Fernando Torres en un derbi. Sin embargo, mañana no querrá compañía para disfrutar de la ida de octavos de Champions. «Ni de broma voy a verlo con él. En estas ocasiones preferimos harcelo por separado», añade el autor de La vida cañón, uno de los grandes himnos de 2024. En un momento de distanciamiento entre los clubes, con Florentino Pérez y Miguel Ángel Gil enfrentados a propósito de los árbitros, el caso de Rivas ilustra la rivalidad ciudadana. La de un derbi agitado por las vaivenes históricos y marcado por los extremos.

Estos días, en la sede del Partido Popular de Madrid se suceden las escenas de sano pique deportivo. «Debido a mi cargo, a mí se me respeta bastante. Es cierto que en el PP hay mucho madridista, pero como soy un liberal convencido, allá cada cual con sus decisiones y sus errores», bromea Alfonso Serrano, secretario general de los populares madrileños. Durante su época de portavoz, Serrano inició una tradición que mantiene hasta hoy. «Tras alguna gran victoria, las reuniones del grupo parlamentario arrancan con el himno del Atleti», desvela Serrano, apoyado por el alcalde, José Luis Martínez-Almeida y con la frontal oposición de Carlos Díaz-Pache, portavoz en la Asamblea.

Una marcada división interna en el PP que derriba algunos tópicos sobre el extracto social de las aficiones. «Hemos superado los estereotipos y ahora vivimos un fenómeno totalmente transversal, que trasciende el barrio y la ciudad, la clase social o los niveles de renta. Aun así, creo que el madridista es más prepotente y el aficionado del Atlético, más dado a saborear la victoria. La pasión de un partido en el Metropolitano no tiene nada que ver con el ambiente del Bernabéu, donde además de apoyar y disfrutar, lo que la gente quiere es exigir a su equipo», relata Serrano.

«Romantización excesiva»

La bipolaridad entre un Madrid supuestamente favorecido, desde los tiempos del franquismo, por las instituciones, frente a un Atlético sufridor, bohemio y canalla, también es puesta en cuestión en nuestros días. «Eso del adalid de las causas perdidas supone una romantización excesiva. Nos gusta montarnos muchas películas, pero no creo que haya tanta profundidad. ¿Por qué somos del Atleti? Porque es el equipo que nos emociona. Pero no tiene nada que ver con las victorias o las derrotas. Como decía Luis Aragonés: "Si el Atlético es El Pupas, ¿los demás qué son, El Costras? La grandeza va por otro lado, no por el número de copas expuestas en una vitrina», apunta a este periódico Juanan Cantelar, socio fundador de Los 50, una asociación que lucha por recuperar la verdadera historia del club rojiblanco.

El veredicto de Cantelar sobre la presunta filiación franquista del gran rival ciudadano derriba algunos mitos. «A Franco no le gustaba el fútbol, pero cuando el Madrid empieza a ganar Copas de Europa, ese éxito le viene fenomenal como instrumento de propaganda de la Dictadura. Por tanto, no oculta una cierta simpatía por ellos, dado el aperturismo que suponía en un momento de aislamiento internacional. ¿Esto quiere decir que el Madrid fuese un club franquista? Sólo hay que analizar las cosas a la luz de su momento».

Tampoco conviene olvidar que el mismísimo Santiago Bernabéu, durante su etapa como futbolista, traicionó al Real Madrid para disputar la temporada 1920-21 con los colchoneros. Y que, pese a su sincera amistad con Javier Barrios, presidente del Atlético, siempre consideró al vecino con mucha más antipatía que al Barça, cuya enemistad fue posterior y de carácter sociopolítico. «Obviamente había rivalidad, pero también otro tipo de valores», completa Cantelar. «En 1964, el Atlético jugó unas semifinales de la Recopa contra el Nuremberg en el Bernabéu y la opinión general del madridista era que ganara el vecino. De igual modo que entre la afición rojiblanca no se veían con odio los títulos de Copa de Europa del Madrid», sostiene el autor de 95-96: El año del doblete (Alborada, 2005).

Santiago Bernabéu y Vicente Calderón, en una imagen de 1975.

Santiago Bernabéu y Vicente Calderón, en una imagen de 1975.EFE

A estas muestras de mutuo respeto, Cantelar añade el gol de Rubén Cano en Belgrado, que otorgaría el billete a España para el Mundial de 1978, cuando Juanito salió «a abrazar como un loco a un jugador al que odiaba a muerte en el campo»; la cesión de Ramón Grosso en 1963, cuando el Atlético coqueteaba con el descenso; o la fotografía de Alfredo Di Stéfano con la camiseta rojiblanca en 1955, durante un partido homenaje a Adrián Escudero. Entonces, muchos madrileños adquirían los carnets de socio de ambos equipos para ver cada domingo a uno. «No había un clima de antimadridismo, ni viceversa», finaliza Cantelar, subrayando que ahora vivimos «en una escalada de violencia», con un ambiente «muy encanallado».

Este feo panorama, sin embargo, se matiza en boca de Miguel Aguilar, director literario de Debate, Taurus y Random House. «Aún tengo grabado un derbi en los 90, cuando a la salida del estadio vi a un tipo a quien estaban zurrando con una cadena. Ni siquiera recuerdo si eran Ultras Sur los que pegaban y alguno del Frente Atlético quien recibía. O viceversa. Esa violencia tan exacerbada, afortunadamente, se da mucho menos. Ahora hay otra más gestual, como esta moda de colgar monigotes en los puentes de la M-30», apunta este confeso madridista, en cuya memoria aún permanecen el doblete de Raúl en el Calderón en 1997, el cabezazo de Sergio Ramos en la final de Lisboa o la inmortal jugada de Karim Benzema en las semifinales de 2017, el último derbi disputado en el Calderón.

«Identificación con la hinchada»

A juicio del prestigioso editor, tanto Diego Simeone como Carlo Ancelotti juegan un papel «muy representativo» en la historia de sus clubes. La pasión del argentino conecta con el Metropolitano, mientras la mano izquierda de Carletto siempre ha encandilado a Chamartín. «Admiro la identificación del Atlético con su hinchada. Ganar una Liga al Madrid de Cristiano Ronaldo y el Barça de Leo Messi tuvo un mérito asombroso. Jugar dos finales de Champions, también. Mantenerse tanto tiempo es algo que muy pocos han conseguido. Pero no me quedaría con muchas características de Simeone. Hay una broma que suelo hacer a mis amigos colchoneros: El Cholo debería fichar por el Madrid sólo para que pudiéramos destituirlo en la segunda jornada».

El reciente mensaje de Simeone a propósito de los árbitros, apuntando a favores que se remontan a más de un siglo, tampoco ha pasado desapercibido entre sus fieles. «Si alguien no tiene motivos para quejarse del trato arbitral es el Madrid. En los derbis tenemos ejemplos a manos llenas. Soy un firme defensor del VAR, porque reduce el margen de error y convierte en más legítima cualquier victoria o derrota», desvela Serrano. Por el contrario, Rivas observa con «bastante distancia» las polémicas. «El caso Negreira pinta bastante feo, pero también hay que asumir que todo ha salido a la luz cuando ya no tiene consecuencias deportivas. Por mucho que quieras amañar o inclinar el campo hacia un lado, el deporte siempre se va a imponer», cierra el músico, recuperado de sus cuatro cirugías para corregir una rara infección intestintal.

La diferencia es Julián Álvarez, con los mismos goles ya que Luis Suárez en 2021

La diferencia es Julián Álvarez, con los mismos goles ya que Luis Suárez en 2021

El pasado agosto, el Atlético decidió invertir 80 millones de euros por el delantero titular de la campeona del mundo, con el doble objetivo de dar un salto cualitativo a su ataque y liderar un próximo futuro sin Antoine Griezmann. Desde entonces, Julián Álvarez ha superado las expectativas, ajustando su juego a las exigencias de Diego Simeone. Porque no se trata sólo de sus 21 goles en 40 partidos, sino de sus desmarques continuos, su habilidad para atacar el segundo palo y su disposición para la presión y el robo.

Menos de un mes después de su penalti a lo Panenka, La Araña visita de nuevo el Bernabéu convertido ya en la referencia ofensiva del Atlético. Partiendo desde la izquierda o como segundo punta, parece idóneo para dañar la defensa del Real Madrid, donde Fede Valverde arrastra unas recurrentes molestias en el muslo izquierdo y Raúl Asencio podría volver a ejercer como central en sustitución de David Alaba.

"Cuando supimos que ya estaba confirmada su llegada nos puso muy contentos, porque teníamos un jugador diferente, como en su momento Luis Suárez", aseguró el domingo Simeone. De hecho, los 21 goles de Julián igualan el registro del uruguayo en la temporada 2020-21, la última vez que el Atlético alzó el título de Liga. "Son jugadores diferenciales. Me alegra su humildad, su forma de trabajar, su manera de estar entre los titulares, de jugar por la izquierda o esperar en el banco para entrar", valoró El Cholo sobre el autor del tanto de la victoria ante el Athletic en el Metropolitano.

La remontada ante el Leverkusen

Incluso actuando muy lejos del área rival, Álvarez ha sabido ofrecer soluciones para sus compañeros. Su primera aparición diferencial llegó el 26 de septiembre, con el tanto de la victoria en Balaídos. A partir de ahí fue acelerando su adaptación y ganando en confianza, incluso sacrificándose en tareas ingratas. De hecho, el pasado martes en la Copa del Rey, su capacidad de trabajo frente al Barça permitió al Atlético salir airoso de las mayores fases de dominio rival.

En la presente Champions, Julián ya ha dejado formidables actuaciones, con especial mención para la remontada ante el Leverkusen, liderando a un Atlético en inferioridad tras la roja a Pablo Barrios. A finales de noviembre se convirtió en el tercer jugador rojiblanco que marcaba de libre directo en el máximo torneo continental, después de Milinko Pantic (1996) y Sergio Agüero (2009).

Sólo 12 partidos completos

Ahora mismo, sus números podrían incluso superar a los de la temporada pasada en el Manchester City, cuando fue uno de los siete jugadores de la Premier League implicado en más de 30 goles, fuese con el disparo o con la asistencia. Este año ha formado 31 veces en el once titular, aunque sólo jugó 12 partidos completos. Tiempo suficiente para convertir la mitad de sus disparos entre palos (21/42).

En los próximos tres meses, el objetivo prioritario será ampliar su excelso palmarés. Porque ya en diciembre de 2023, con apenas 23 años, Julián ya había igualado a dos leyendas como Dida y Cafú, al reunir en su vitrina la Copa del Mundo, la Copa América, la Champions League, la Copa Libertadores y el Mundial de Clubes. A esa hoja de servicios hay que añadir otros trofeos nueve trofeos, entre ellos una FA Cup y una Supercopa de Europa.

Otro gol de Julián Álvarez acuna al Atlético como líder

Otro gol de Julián Álvarez acuna al Atlético como líder

Nada lastra a Julián Álvarez. No hay responsabilidad ni expectativas ni suplencia que pesen en su juego. Es un superhéroe que viste de anónimo pero aparece siempre cuando el Atlético le necesita. Ante el Athletic, para romper un partido trabado y arrimar al equipo al liderato. Con diez minutos en el campo le bastó. [Narración y estadísticas (1-0)]

No iba a ser un duelo fácil y la lluvia decidió complicarlo más. Los dos equipos remaron mucho para no equivocarse y agarrarse a sus objetivos. El del Atlético para dar el sorpasso al Real Madrid justo cuando se avecina el derbi europeo. Para el Athletic la intención era sostenerse en la cuarta plaza dispuesto, por qué no, dar el zarpazo al podio. Por eso siempre estuvo vivo en el partido. Fue la fuerza de esos deseos lo que equilibró un duelo con poco errores y solo un acierto.

En ambas facetas arrancó el Atlético. Le Normand remató alto un centro de Javi Galán en el minuto 4 que hubiera engrasado un partido al que el equipo de Valverde llegó con la lección bien aprendida. No tenían aún que sujetar a Julián Álvarez, pero no podían dejar campar a sus anchas a Griezmann y había que vigilar bien a Sorloth para que no abriera huecos que pudieran aprovechar Lino y Giuliano. Le pusieron la camisa de fuerza al francés con Vivian anticipándose a todo, pero por momentos se les escapó el argentino, al que le costó un poco empezar a aparecer. Primero tuvo que hacerlo Oblak saliendo a los pies de Iñaki Williams al que Dani Vivian había regalado una pelota filtrada que le dejó cara a cara con el meta esloveno. Las dos mejores ocasiones ya se habían visto a los 10 minutos.

Orden y colmillo

Pareció que el equipo de Valverde quería acosar, con un doble golpeo de Ruiz de Galarreta desde la frontal que se estrelló primero en De Paul y luego en Lenglet, pero entonces apareció Giuliano para poner un centro al segundo palo que a punto estuvo de cazar el gigante noruego. La segunda del menor de los Simeone nació de un robo con coraje al que tuvo que responder con una salida al borde del área Unai Simón.

Los rojiblancos querían mandar al tiempo que eran conscientes de que cualquier fallo lo pagarían ante un rival que mostró orden y tenía guardado el colmillo. El fallo lo cometió De Paul con una pérdida ante Berenguer, que no supo resolver el prometedor contraataque. La movilidad del delantero que se había convertido en un quebradero de cabeza para los centrales atléticos, pero no conseguía conectar con los Williams.

Al filo del descanso fue cuando ambos equipos se olvidaron de contener y se soltaron la correa para golpear. Sorloth cogió a Unai Simón descolocado en un remate que salvó Vivian mientras los bilbaínos obligaban a una defensa con demasiadas vigilancias pendientes. Si el partido no se había roto era por la falta de puntería.

Iñaki Williams, tras una ocasión desperdiciada por el Athletic.

Iñaki Williams, tras una ocasión desperdiciada por el Athletic.AFP

Simeone y Valverde mandaron el mismo mensaje en el vestuario: con 45 minutos por delante no se puede jugar a golpes, no demasiado pronto. Los dos equipos bajaron el pistón y fue el técnico argentino quien decidió cuándo se aceleraba. Otra vez lo hizo mirando al banquillo. De una tacada mandó al césped a Llorente, Gallagher y Julián Álvarez, poco después a Correa, y no tardó en verse por qué. Necesitaba pulmones y crear más peligro.

Primero la tuvo Berenguer con un tiro blando desde el punto de penalti, pero el Atlético se enlazó en el momento justo. Inició la jugada Molina, se apoyó en De Paul para encontrar escorado en la banda derecha a Llorente, que filtró para la aparición de La Araña entre los centrales. Se tambaleó el Athletic tras el gol aunque en lo que tardó en recomponerse no recibió más sustos.

Es más, Valverde inyectó pólvora con Guruzeta y el nuevo valor Maroan Sannadi buscando una remontada que se estampó en los palos de Oblak. Primero fue un saque de falta que Vivian estrelló en la cepa y el rechazo lo mandó Iñaki al larguero. Después una jugada ensayada que Nico Williams mandó al larguero. Fueron avisos ante los que los madrileños con un libre directo de Julián que hizo volar a Unai Simón. Un instante después, a Guruzeta se le escapa rozando el palo un centro raso de Yuri. Entonces apareció el rugido del Metropolitano para guardar la victoria e irse líderes a la cama.

Así es el Haaland de San Mamés: vasco con padres marroquíes, extraño en la ikastola, víctima del racismo y ''físicamente una bestia''

Así es el Haaland de San Mamés: vasco con padres marroquíes, extraño en la ikastola, víctima del racismo y ”físicamente una bestia”

En la ikastola se sentía extraño, solitario, sin amigos por sus orígenes marroquíes. Maroan Sannadi (Vitoria, 2001) aprendió a soportar un ambiente hostil y esa fortaleza la ha exhibido en su espectacular irrupción en el Athletic. Este delantero centro sólo lleva un mes en el club vasco y ya seduce a San Mamés. Fue contratado el pasado 1 de febrero (justo en el día de su 24 cumpleaños) tras destacar en el Barakaldo y en las categorías inferiores del Alavés. Desde entonces ha jugado tres partidos -dos como titular- y ha marcado un gol, el pasado domingo contra el Valladolid. Este sábado (21.00 horas) visita el feudo del Atlético.

Este gigante (1,92 metros) ha sorprendido a San Mamés por su instinto goleador y entereza anímica, valores destacados por su descubridor, Jonatan Torio (48 años). «Es muy duro en los duelos, físicamente es una bestia. Siempre se sacrifica por los compañeros», advierte el que fuera su entrenador en el Ariznabarra, equipo vitoriano de Tercera División.

Mucho ruido hubo en su vertiginoso estreno. Con sólo un entrenamiento fue convocado por Ernesto Valverde para el partido contra el Betis, del 2 de febrero, en el Villamarín. En el estadio bético, cuando calentaba en la banda junto a Djaló y Adama Borio, recibió los improperios de un energúmeno: «Sannadi, para tu casa, negro. ¡A África con tus muertos!». Dos semanas después, en el campo del Espanyol le llamaron «puto moro». Iñaki Williams lo escuchó y exigió al árbitro que aplicara el protocolo por odio e insultos racistas. El partido se detuvo durante unos minutos.

Situaciones incómodas y bien conocidas por Maroan, hijo de inmigrantes. En una entrevista en El Correo ya dijo: «Yo era el único de fuera en la ikastola. Siempre me sentí rechazado por parte del resto. No tenía amigos y encontraba en el fútbol lo que no tenía en la vida. Con el fútbol sí sentía reconocimiento y el cariño. No sé dónde habría llegado si no hubiera sido por el fútbol».

Los padres de Maroan son marroquíes, él tiene doble nacionalidad, puede elegir entre la selección de Marruecos y España, y cumple los requisitos exigidos para jugar en el Athletic: nacer en el País Vasco o formarse en la cantera bilbaína. En el fútbol encontró refugio y también la rampa de lanzamiento hacia el éxito. A los seis años se incorporó al Lakua, club que mantiene un convenio de colaboración con el Athletic.

Contacto por whatsapp

Tras pasar por los juveniles del Aurrera inició su despegue. En 2020 pidió una oportunidad al Ariznabarra (cuna de Peio Uralde y Gaizka Toquero). Así lo recuerda el técnico Jonatan Torio: «Maroan contactó conmigo por whatsapp porque quería jugar en mi equipo. Yo, al principio, sin verle, le dije que no me interesaba porque me parecía raro que en su último año de juvenil no jugara en el primer equipo del Aurrera, pero Álex, un entrenador amigo mío, me insistió en que le hiciera una prueba. En el primer entrenamiento ya me convenció. Me sorprendió por su corpulencia y gran calidad. Se asociaba muy bien con sus compañeros. Ahora dicen que se parece a Erling Haaland, pero Maroan es técnicamente mejor». [Noruego y vasco comparten fisonomía: 1,94 metros y 88 kilos para el nórdico; 1,92 y 87 kilos para el español. Ambos, 24 años].

En la pretemporada con el Ariznabarra ya demostró su potencial. «En el primer partido», recuerda Torio, «metió un gol y pronto los entrenadores de los equipos rivales me empezaron a preguntar de dónde le había sacado». El chaval superó muy bien el paso de juveniles a Tercera División. Aprendió rápido. «Trabajamos mucho la movilidad y estudiamos los puntos débiles. Una vez, cuando no estaba jugando bien, a él y a su compañero en la delantera les pusimos a jugar de centrales, para que se sintieran en la piel del otro. A él le sorprendió, pero lo aceptó como una manera para seguir mejorando. Nosotros, un equipo de barrio, sólo entrenábamos tres veces a la semana, pero él quería más», señala Torio.

En 2021 fue fichado por el San Ignacio, nodriza del Alavés, donde también despuntó como goleador. Un año después recaló en el Alavés B. El pasado 16 de julio fue cedido al Barakaldo (Primera Federación), fue titular indiscutible y marcó 11 tantos. El técnico Imanol de la Sota estaba encantado con sus zurdazos y espléndidos remates de cabeza.

En el último mercado de invierno, el Athletic le contrató por 4,5 millones de euros. Ernesto Valverde está encantado con un chico que no olvida sus inicios. «Maroan sigue manteniendo contacto conmigo por whatsapp e Instagram. Al principio parece tímido, pero lo que pasa es que no habla para no molestar. Yo le animo para que siga creciendo en este mundo tan difícil del fútbol. Ha encajado bien en el Athletic porque al equipo le faltaba ese perfil de jugador y por su forma de ser. Es un jugador que no se deja nada en el vestuario», señala Torio, el descubridor de la nueva perla de San Mamés.

Sorloth, el ogro que sale del banquillo para aterrar al Barça: cinco goles en los últimos cinco partidos

El revulsivo de Diego Simeone es el látigo que castiga al Barcelona. Alexander Sorloth (Trondheim, 1995) es el gigante que rescata al Atlético de Madrid en el borde del abismo. Nadie como el noruego asusta tanto a los escuderos azulgranas. El fornido delantero centro ha marcado al equipo culé cinco goles en los últimos cinco partidos disputados y, casi siempre, lo ha hecho saliendo desde el banquillo o en el tiempo añadido.

Lo ocurrido en la locura del pasado martes en el estadio olímpico de Montjuic es una historia repetida. Sorloth, tras relevar a Griezmann en el minuto 67, salió para igualar la eliminatoria de ida de semifinales de la Copa. En el 93 anotó el tanto del empate (4-4) y puso al Atlético en la rampa de lanzamiento para la vuelta en el Metropolitano.

El Barça, una vez más, fue azotado por el delantero nórdico, como ya ocurrió en el partido de Liga de esta temporada, también disputado en la montaña olímpica. En diciembre marcó el 1-2 del triunfo del Atlético, en el minuto 96. En el curso 2023-24 firmó el definitivo 3-5 de la victoria del Villarreal, en el minuto 99. En esa misma temporada también anotó en el derrota del Villarreal en La Cerámica por 2-4. En su última campaña con la Real Sociedad (2022-23), también logró la victoria en el Camp Nou por 1-2, marcando en el minuto 72.

Piñedo y el tramo final

Sorloth es el recuso de Simeone para los instantes desesperados. Siete de sus 13 goles los ha conseguido después del minuto 80. El golpe ganador en el último asalto es el arma del noruego y del propio equipo rojiblanco. En la Copa del Rey, el Atlético suma 19 goles, nueve de ellos en el último cuarto de hora. En Liga, 17 de 42 marcados llegaron a partir del minuto 75. En Champions, fueron cinco de 20. En total, 31 de los 81 anotados se consiguieron en el último tramo, algo que dice mucho de la preparación física del grupo, parcela que ahora está dirigida por Luis Piñedo, sustituto del Profe Ortega.

El Atlético es el equipo de las grandes ligas europeas con más goles, entre todas las competiciones, a partir del minuto 80, con un total de 28, de los que 16 fueron decisivos para lograr 11 victorias y tres empates.

Déficits de atención

En el intervalo postrero de los partidos, Simeone, con sus modificaciones tácticas y decisivos relevos desde el banquillo, obtiene altos réditos. Eso lo sabe muy bien el Barcelona que afrontará la vuelta de la semifinal copera tras desperdiciar una buena renta. El equipo de Hansi Flick brilla por su juego, pero en numerosas ocasiones muestra déficits de atención en los prólogos y epílogos de los duelos.

De los 45 goles encajados este temporada, 18 de ellos (el 40%) llegaron en los primeros 10 minutos o en los últimos 10, más el tiempo añadido. Esa tendencia a desconectarse al principio o al final se ha manifestado en 14 de los 45 encuentros, informa Efe.

Simeone se siente cómodo en los partidos largos y Flick sufre para cerrar los partidos. El yin y yang.

Pedri, de la exhibición al desencanto: "Tenemos que aprender de este tipo de cosas"

Pedri, de la exhibición al desencanto: “Tenemos que aprender de este tipo de cosas”

Actualizado Miércoles, 26 febrero 2025 - 00:20

Tras remontar un 0-2 en contra encajado en los primeros minutos y llegar a ponerse 4-2, el Barça acabó por permitir que el Atlético se llevara un 4-4 de Montjuïc con sabor a derrota. Así pareció entenderlo Pedri, uno de los más destacados por parte de los locales, en declaraciones a TVE. «Es el peor resultado cuando te pones 4-2. Ya nos pasó en la Liga y hemos vuelto a repetirlo. Ha que tener cuidado y tenemos que aprender de este tipo de cosas», señaló el centrocampista, autor del 1-2. En la Liga, el pasado 21 de diciembre, las ansias por buscar el triunfo acabó por provocar que los rojiblancos acabaran por llevarse la victoria. De nuevo, como en esta ocasión, con Sorloth como autor del último tanto.

«Creo que las dos veces que hemos jugado contra el Atlético hemos hecho un gran partido. Esta vez empezamos con un palo muy duro, pero me quedo con cómo ha reaccionado. Cuando nos ponemos por delante hay que tener más calma y jugar. Me siento importante, pero prefiero que el equipo gane y se hable del equipo», apuntó un Pedri que prometió dejarse la piel en la vuelta que se jugará el 2 de abril en el Metropolitano.

«Tengo confianza plena en este grupo. Va a ser difícil allí, pero vamos a ir a por todas. Eso, seguro», sentenció el canario. En el Atlético, mientras, las sensaciones finales fueron muy diferentes a las de los azulgrana, a pesar de que las cosas se les llegaron a poner terriblemente cuesta arriba tras ponerse 0-2 en los primeros seis minutos.

«Pensando que podemos»

«Sabíamos que no iba a ser fácil, es uno de los mejores equipos de Europa. Hicimos un gran trabajo y aún quedan 90 minutos todavía», aseveró un Julián Álvarez decisivo en el arranque. «Queda todo muy igualado. Íbamos ganando por dos goles de diferencia muy temprano y a balón parado nos metieron varios tantos. Con el 4-2, la clave era aguantar e intentar achicar la diferencia para la vuelta. Ahora, quedan 90 minutos, hicimos un gran partido y tenemos que pensar ya en el próximo», insistió el argentino.

«La clave es estar siempre metidos, siempre con la cabeza arriba, pensando que podemos. Siempre lo trabajamos de esta forma y el equipo lo demuestra, tanto los titulares como los que salen desde el banquillo, que siempre nos dan una gran ayuda», insistió. «Con nuestras armas y nuestra fuerza como equipo, siempre hacemos lo nuestro para intentar ganar», sentenció.

«Los cambios dieron frescura»

«El equipo demostró un espíritu de competir enorme. El 1-2 nos hace el daño, lógico de un equipo que pierde en casa 0-2 y te empieza a acorralar hasta que llegó el 3-2. Empezaron bien, llegó su 4-2, pero los cambios revitalizaron al equipo, le dieron frescura. El partido no estaba fácil y los chicos mostraron unas ganas de competir que me apasionan. Es un rival muy difícil, pero también tenemos nuestras armas», apuntó Diego Simeone en rueda de prensa.

«Para el 2 de abril queda muchísimo, ya llegará el momento de pensar en lo que pasará en ese momento. Ahora, lo que toca es el Athletic. La eliminatoria está abierta, es un rival muy difícil, pero tenemos nuestras herramientas», insistió el entrenador del Atlético.

Barça y Atlético escriben su elogio de la locura en Montjuïc

Barça y Atlético escriben su elogio de la locura en Montjuïc

No hay destino al que no se sobreponga el Barça ni reto del que se apee el Atlético. Ambos trasmutan en indestructibles cuando se enfrentan. Como forjados en una siderurgia, pueden tambalearse pero no caen. Resisten, toman aire y empiezan a mostrar sutileza, talento o resiliencia que acaba noqueando a los rivales. Hasta en la locura pueden reinar los dos. Y loco fue un duelo que olió a partido de otro milenio, de aquellos que crearon memoria. Barça y Atlético en esencia pura, rompiéndose a golpes sin cálculos, pero ambos muriendo y resucitando.[Narración y estadísticas (4-4)]

El Atlético salió al asalto, como si quisiera prolongar el duelo de la Liga que se llevó por empuje en el último suspiro. No pudo ser más calcado el final, con Sorloth de protagonista, pero como entonces, los rojiblancos tardaron en sonreír. Y eso que Szczesny tuvo que tocar la primera pelota en juego para mandarla a córner porque Griezmann ya había colocado la pelota para el remate de Julián Álvarez. La supervivencia culé apenas duró un instante. Puso el francés la bola en juego desde la esquina, se tiró el apoyo con De Paul y la recogió para telegrafiarla al segundo palo, donde apareció La Araña. 53 segundos y ya estaban por delante de un Barça que aún ni sudaba.

El arañazo se convirtió en herida cuando el argentino aprovechó el pase blando de Koundé a De Jong para robar y lanzar la carrera del Principito, que quebró a Balde en el punto de penalti para engordar el marcador y sólo habían transcurrido seis minutos. Grogui estaban los azulgranas, que tardaron diez en tirar a puerta.

Resetear en dos minutos

El vendaval que se intuía empezó a amainarlo Ferran, al que Pedri y Raphinha dejaron solo ante Musso, que le ganó por serenidad. Empezaba a desperezarse el Barça bajo la seria mirada de Flick en la banda. Todo empezaba por jugar y eso fue lo que hizo Lamine, lanzando a Koundé hasta la línea de fondo para que pusiera el balón atrás, al corazón del área, donde apareció Pedri. Casi en la celebración, Gallagher cede un córner que Raphinha pone al segundo palo para que Cubarsí marcara. El Barça en dos minutos, en dos jugadas, había reseteado el duelo.

Entonces la intención fue dominarlo y no tardó en conseguirlo, porque la efervescencia del Atlético desapareció en media hora. Es cierto que se ajustó para no sufrir, pero vivió tan alejado de Szczesny que le costó poner a prueba al polaco, por momentos más un libre de antaño que un guardameta. Los rojiblancos eran incapaces de arrebatarle la pelota al Barça y no podían correr. Tampoco Simeone pareció enloquecido, más bien amarró muy consciente de que la eliminatoria tenía minutos por delante y 90 más en el Metropolitano.

Era el consuelo que le quedaba mientras suspiraba aliviado al ver a Ferran birlarle la pelota a su defensa pero volver a ser presa del ansia, pegarle mordida y tan floja que apareció Giménez a despejarla con Musso vencido. Necesitaba pasar por el vestuario el Atlético a recomponerse, pero lo hizo con un gol más en contra. Nació de un caño de Lamine a Galán un córner que Raphinha mandó de nuevo al segundo palo donde esta vez, solo, apareció Iñigo Martínez para poner un testarazo cruzado al fondo de la red. En el añadido apareció de nuevo Yamal para soltar su zurdazo fetiche y hasta Olmo, con poco brillo.

El remate de Pedri en la acción del 1-2.

El remate de Pedri en la acción del 1-2.AFP

En la segunda parte, los rojiblancos volvieron a descifrar cómo hacer daño. Se encontraron con que Pedri no cazó otro balón lateral de Raphinha y que Hernández Hernández no consideró penalti la caída de Lamine en el área, pero también con que Julián Álvarez leía que había una pradera tras la espalda de la defensa culé. No dejó de intentar forzar el fallo una y otra vez. Buscó en largo a De Paul que aparecía por la orilla derecha, pero se rehízo Balde antes de que el centrocampista pudiera armar el remate. Además, Julián se encontró a Correa como socio para castigar al Barça en transiciones que les hacían correr demasiado hacia atrás.

El partido había entrado en una fase de locura que bien podía acabar con un empate porque el Atlético quería resucitar. Lo había intuido Flick y mandó al campo a Lewandowski. No tardó el polaco en demostrar que huele el gol. Pedri habilitó a Lamine en la banda para que rompiera a Reinildo y su centro tenso lo cazó el goleador culé. Fue entonces cuando el alemán quiso poner la pausa y mandar piernas frescas al campo y a Pedri a descansar al banco.

Era el minuto 85 y, lejos de cerrarse, el duelo siguió siendo de ida y vuelta. Por eso Julián Álvarez encontró premio a su tesón, aunque tuviera que ser en forma de asistencia a Llorente para que recortara distancias. Todo era posible, tanto como que un resbalón de Koundé dejó solo a Lino en su carrera hacia el área para darle a Sorloth el empate con sabor de déjà vu liguero.