Guerra civil en San Mamés: una minoría radical divide a la grada y echa un pulso al Athletic

Guerra civil en San Mamés: una minoría radical divide a la grada y echa un pulso al Athletic

Apenas siete meses después de que un millón largo de seguidores del Athletic Club abarrotaran las dos márgenes de la Ría para celebrar el título de la Copa del Rey, el virus de la división comenzó a florecer en La Catedral. El grupo más duro de la Herri Harmaila (grada popular, en euskera) lanzó el primer aviso a la directiva de Jon Uriarte el 28 de noviembre y durante 30 minutos del partido contra el Elfsborg sueco dejó de animar. Desde entonces, el chantaje ha ido a más. El millar de seguidores de este colectivo han decidido no volver a animar hasta que la directiva no se comprometa a evitar que la Policía vasca haga su trabajo. El pulso amenaza con enfrentar a la afición cuando Unai Simón e Iñaki Williams levantan la voz para recuperar una «unidad» rota.

Fue el portero internacional -el mejor jugador rojiblanco en el empate de este domingo con el Leganés (0-0)- quien dijo las cosas claras. «Estamos en una buena situación en La Liga y en Europa, que todos hubiéramos deseado al inicio de temporada. Y esta situación que estamos viviendo con la afición es una mierda», denunció tras el agrio empate en San Mamés. La «situación», además, tiene pocos visos de mejora y, como ratificó minutos después Iñaki Williams también en sala de prensa, preocupa mucho en los vestuarios y el palacio de Ibaigane.

El último incidente extiende el chantaje que el grupo Iñigo Cabacas Herri Harmaila (ICHH) mantiene con la directiva hacia el resto de los 45.000 aficionados rojiblancos, incluso los que se sientan junto a ellos. Simón incidió en otra clave ante los medios: «Es triste que se escuche ese runrún, que a gente que quiere animar no se le deje», constató. Una valiente denuncia del guardameta que el Athletic Club secundó 24 horas después al calificar de «absolutamente inaceptables las presiones» que sufrieron quienes intentaban animar.

Las entradas

La directiva ha publicado que facilita 44 entradas y material destinado a la animación (megáfonos, bombos y banderas) para una grada integrada por unos 4.000 socios. Pero este domingo, y con el balón en juego, uno de los líderes de ICHH se encaró contra otro seguidor del grupo Piratak Athletic que, megáfono en mano, intentaba animar en San Mamés.

El megáfono permaneció mudo y los ICHH se apuntaron otra pírrica victoria en una batalla ya a cara descubierta que arrancó en vísperas del partido de Copa contra Osasuna. Los jóvenes radicales declararon la víspera del partido copero que dejaban de «coordinar y participar» en la animación de los partidos. Un día después, el Athletic fue eliminado por Osasuna (2-3) y la amarga derrota agravó la crisis interna.

Los radicales de ICHH argumentan que la directiva de Uriarte no actúa ante una presunta «represión» de la Ertzaintza en los accesos y en la grada de San Mamés. El presidente rojiblanco no ha cedido al chantaje de una minoría que, jornada tras jornada, aparece retratada en los informes que elabora la Liga de San Mamés.

Amenazas a Uriarte

El primero de esta temporada, contra el Getafe (1-1), retrató a este grupo. Según el informe de La Liga, en los minutos 41 y 72 los situados en sus localidades gritaron «¡Puta Barça, eh, eh!». Cuando concluía el encuentro, (minutos 75, 82 y 87), el insultado fue José Bordalás, técnico del equipo rival. El Athletic recibió la pasada temporada sanciones por un total de 49.000 euros por estos cánticos. Todos los gritos recogidos en los informes de La Liga han sido protagonizados por «un grupo de aficionados locales» que se sitúan debajo de las pancartas «Iñigo Cabacas» y «Herri Harmaila». Cabacas fue el aficionado del Athletic que murió el 9 de abril de 2012 tras recibir un pelotazo de goma de la Ertzaintza tras un partido europeo del Athletic.

Además, un miembro de este grupo radical amenazó a Uriarte el pasado 4 de diciembre. Los de Ernesto Valverde habían logrado una vibrante victoria (2-1) frente al Real Madrid cuando un miembro de ICHH se encaró reiteradamente con el presidente advirtiéndole de las «consecuencias de meterse» con ellos. Uriarte denunció ante la Ertzaintza las amenazas e hizo pública su decisión.

¿Qué fútbol nos quedaría si los jugadores se hartasen de los ultras?

¿Qué fútbol nos quedaría si los jugadores se hartasen de los ultras?

"Los que no dejan animar, que se queden en casa", soltó Unai Simón y cambió el paradigma. Anda San Mamés revuelto porque el grupo que lidera la grada de animación, ICHH, ha decidido dejar de jalear a los suyos y, para darse una importancia que estos grupos siempre sueñan tener y jamás alcanzan, amedrentar a sus vecinos de zona para que ellos tampoco lo hagan. ¿El motivo? Creen que el club no les respalda ante un supuesto acoso policial que se traduce en multas constantes (que abona el Athletic) por sus cánticos gañanes. Que les paguen la juerga no les basta.

Tras empatar con el Leganés, el portero e Iñaki Williams, dos pesos pesados de ese vestuario, se hartaron y dejaron en evidencia que no es que estos ultras (ligeramente) disfrazados no sean indispensables, sino que sobran. Es importante porque los futbolistas son un refugio clave para este tipo de hinchas que creen que el campo es más suyo que del resto de aficionados y que ellos representan el escudo cuando, en general, sólo lo manchan. Pero el jugador, egoísta por naturaleza, no ve el daño cívico y reputacional que suponen, sólo que cantan, aplauden y empujan. Primero, yo; mucho después, el resto. Quieren sentirles cueste lo que cueste, y cuestan mucho, pero Unai e Iñaki se han cansado y, tal vez, sobre esos pilares edifiquemos un fútbol en el que cantar no valga más que pensar.

Este chantaje mafioso de ICHH llega poco después de que el Frente Atlético (ese que según el club "no existe", pero dicta el comportamiento del fondo sur del Metropolitano desde sus redes sociales) protagonizara uno similar durante cinco partidos, en protesta por el castigo tras los incidentes con Courtois. A diferencia de lo que pasa en Bilbao, ellos no intentaron que el resto del estadio callase sino, en un clásico de su estilo pasivo-agresivo, indicaron una y otra vez que a ver si animaban los demás, para así exponer al máximo la diferencia.

¿Y existe? Por supuesto que existe. No tiene nada que ver el ambiente del campo cuando canta el Frente (o lo que sea) y cuando calla. Sería ridículo decir otra cosa. ¿E influye? Simeone y Griezmann parecen pensarlo, porque llamaron a la unidad sin afearles nada y el equipo sigue dirigiéndose primero a ellos para celebrar los triunfos, pero lo cierto es que el Atleti ganó cuatro de los cinco partidos sin sus gritos. ¿Y compensa ceder al chantaje? Ni por asomo. Y ya es hora de que los futbolistas lo vean.

El Athletic sufre ante el Besiktas su primer descalabro

El Athletic sufre ante el Besiktas su primer descalabro

Actualizado Miércoles, 22 enero 2025 - 19:33

Milot Rashica, con dos goles y una asistencia, y Rafa Silva, con dos asistencias y un gol, amargaron al Athletic en Estambul, donde concluyó su racha de cinco victorias consecutivas en la Europa League. El equipo de Ernesto Valverde, plagado de caras nuevas, deberá esperar para completar su pase a octavos de la Europa League, cuya primera fase cierra el próximo jueves ante el Viktoria Plzen en San Mamés. [Narración y estadísticas (4-1)]

Las rotaciones no sentaron bien al Athletic, privado de inicio de piezas básicas como Iñaki Williams, Iñigo Ruiz de Galarreta y Dani Vivian, y dieron una merecida victoria, al equipo de Ole Gunnar Solksjaer, que debutaba en el banquillo. Desde el inicio, el Besiktas impuso su solidez en defensa y la calidad de sus centrocampistas.

Rashica clavó en la escuadra de Julen Agirrezabala una incorporación desde la banda, en una jugada iniciada por Ernest Muci y con un precioso taconazo de Rafa Silva.

Agirrezabala, en el mano a mano

Ate un Athletico lento y romo, la superioridad local se plasmó durante la primera parte. Los Leones sólo pudieron desperezarse poco antes del descanso, con un par de acercamientos de Beñat Prados y Alex Berenguer. El preludió de la jugada del empate, bien definida por Unai Gómez. La ajustada posición del futbolista de Bermeo debió ser examinada por el VAR.

Premio para un Athletic remolón y demasiado castigo para un Besiktas que no acusó el golpe. A la vuelta de la pausa, los locales generaron tres ocasiones en 10 minutos. En las dos primeras se interpuso Agirrezabala en sendos manos a mano ante Ciro Immobile y Rafa Silva. En la siguiente, un gran cruce de Unai Núñez evitó que Rashica se plantase otra vez frente al guardameta donostiarra.

Pareció recuperarse el Athletic con una ocasión que Nico Williams, en fuera de juego, falló ante Mert Günok. Sin embargo, al cuarto acercamiento del Besiktas, de nuevo con Rafa Silva y Rashica, se tradujo en el 2-1. Esta vez con el portugués asistiendo y el albanokosovar marcando tras otra cabalgada por la banda derecha. Y aún quedaban el tercero, en el que Rashica y Rafa Silva intercambiaron los papeles, y el 4-1, un penalti de Nico Serrano a Semih Kilicsoy certificado por el VAR, que transformó Joao Mario.

Osasuna elimina al campeón de Copa

Osasuna elimina al campeón de Copa

Actualizado Viernes, 17 enero 2025 - 10:01

Osasuna dio la sorpresa de esta eliminatoria de octavos tumbando, por dos goles a tres, al Athletic Club, vigente campeón de la Copa del Rey, en un trepidante partido en el que el equipo que dirige Ernesto Valverde fue siempre a remolque en el marcador.

El delantero croata Ante Budimir, con dos tantos, uno de penalti, demostró que no es casualidad que se encuentre esta temporada luchando por el Pichichi, mientras que los Williams intentaron devolver la ilusión a San Mamés de tener otra opción de sacar la gabarra, como ya ocurriera tras su victoria ante el Mallorca en la final del torneo de 2024.

Se quedaron sin tiempo los leones ante un conjunto, el osasunista, que venía de una negativa racha en liga con dos derrotas en sus últimos dos partidos, una de ellas, precisamente, ante el conjunto que dirige Ernesto Valverde, que venía de seis victorias consecutivas. Además del torneo doméstico, las opciones bilbaínas para conseguir un título pasan este año por la Europa League, torneo cuya final se disputa en San Mamés.

Por su parte, la Real Sociedad de un inspirado Take Kubo se deshizo sin problemas de un Rayo Vallecano que se quedó con 10 por la expulsión del Pacha Espino en el minuto 77 de partido tras recibir dos tarjetas amarillas (3-1).

Los donostiarras, con goles de su capitán, Mikel Oyarzábal, de Olasagasti y de Sergio Gómez hicieron inútil el tanto de Óscar Trejo de penalti en el descuento del primer tiempo. La Real Sociedad fue campeona de Copa tras imponerse al Athletic en la final aplazada por el Covid y que se disputó en 2021.

El Barça celebra la 'cautelarísima' y se mete en la final de la Supercopa

El Barça celebra la ‘cautelarísima’ y se mete en la final de la Supercopa

El Barcelona ya espera al Real Madrid o al Mallorca en la final de la Supercopa de Arabia, coronación de mitad de temporada que sirve para elevar las penas o empeorar las sensaciones. Gavi y Yamal, con dos goles en el inicio de ambas partes, hundieron a un Athletic débil y errático, lastrado por la baja inicial de Nico Williams y la ausencia de Sancet. Lo intentó en el tramo final cuando el Barça tiró de cautela, aprovechando la actualidad, se relajó y reservó a sus estrellas pensando en la final. Polémico gol anulado a Iñaki Williams. [Narración y estadísticas (0-2)]

Para saber más

Empujado por la alegría, peineta mediante de Laporta, de la 'cautelarísima' para inscribir a Dani Olmo, el Barça arrancó el duelo dominando al Athletic al ritmo de Pedri. El ex del Leipzig no fue convocado para el partido a la espera de la inscripción definitiva, pero parece que tendrá el permiso del Consejo Superior de Deportes (del Gobierno) para disputar la final del domingo y las próximas jornadas de Liga y Copa.

Aún así, a Hansi Flick no le hizo falta Olmo. El técnico alemán volvió a sentar a De Jong, situó a Gavi en la mediapunta y retrasó un poco al canario, que compartió medular con Casadó y fue el timón del conjunto azulgrana. De las botas del de Tegueste nació el asedio inicial de los culés, que bajó varios metros su tradicional defensa adelantada para evitar la velocidad de Iñaki Williams.

sin Nico ni Sancet

Pedri siempre encontró a su espalda a Prados o Unai Gómez, pero su habilidad para sortear la presión, girarse y conectar con Raphinha y Yamal desestabilizó al Athletic en los primeros minutos. Raphinha tuvo el 0-1 en varias ocasiones, una al rematar alto un centro y otra tras un saque de falta que desvió Unai Simón, pero el primer gol del Barça no tardaría en llegar. En el 16, Raphinha recibió en tres cuartos, evitó la entrada de un Lekue que perdió la marca en su carril, el brasileño cedió a Pedri, el canario aceleró hacia el área, vio la llegada de Balde en libertad y el lateral asistió a Gavi para que anotara por bajo ante Simón. Una acción rápida y vertical, máximo deseo de Flick.

Al Athletic, sin Nico ni Sancet, le costó despertar tras el tanto del andaluz. El Barça siguió fluyendo en la medular, superando la débil presión rival y aprovechándose de los errores en salida de Prados y Jaureguizar, que no consiguieron hacer suyo el juego. La tardanza rojiblanca en asentarse sobre Yeda casi le permitió al Barça alejarse en el marcador, pero Raphinha y Lamine no estuvieron acertados ante Simón.

Ante las dificultades para combinar, el Athletic optó por los balones largos a la espalda de los centrales azulgrana. Perdió muchas posesiones, pero se acercó con peligro cuando consiguió ganar las segundas jugadas y decantó el partido hacia el área rival durante unos minutos, hundiendo al Barça en su área, siendo más intenso en la presión sobre Pedri y teniendo un arreón al final de la primera parte en busca del empate, pero falló ante el gol.

Szczesny neutraliza una ocasión de Iñaki Williams.

Szczesny neutraliza una ocasión de Iñaki Williams.EFE

Ahí se encontró con Szczesny, titular en lugar de un Iñaki Peña castigado por Flick por llegar tarde a la sesión matutina en el hotel. En el 34, Yuri llegó a línea de fondo, puso un centro fuerte por bajo hacia Guruzeta y el portero polaco estuvo ágil para poner una mano fuerte que evitó el remate del delantero.

El descanso reinició sensaciones y la segunda parte arrancó como la primera. Con el Athletic demasiado errático en salida y con el Barça presionando y aprovechando los errores de su rival. Raphinha tuvo la primera opción en el 48, pero su disparo ante Simón salió mordido, y Yamal amplió la renta cinco minutos después.

Jaureguizar quiso conectar con Guruzeta en el círculo central, su pase no salió perfecto e Iñigo saltó al corte. El balón aterrizó en Gavi, que se giró y buscó a Lamine en la frontal. Medio gol. La joven estrella azulgrana controló hacia Simón, tuvo segundos para pensar y batió al rojiblanco para delirio de la grada saudí, que llenó hasta la mitad el Estadio King Abdullah. Entrada pobre a la espera de un posible clásico.

Dos goles anulados

Y de nuevo, se volvió al guion de la primera parte. Un paso atrás del Barça y una marcha más de los bilbaínos, sin éxito en sus acercamientos. Flick retiró del campo a un Yamal que volvía a jugar tras estar lesionado y el partido se igualó. Apretó el Athletic, más por la inercia del partido y por la entrada de Nico, al que Valverde dio media hora después de ausentarse en el entrenamiento previo..

La cautela del Barça hacia la final hizo crecer al Athletic, que se encontró con varias oportunidades. Falló Jaureguizar, falló Vesga, falló Nico... Y falló Iñaki Williams. El delantero voleó desviado un centro y no acertó a asistir con acierto a Nico Serrano en una contra, precipitándose el canterano al rematar desde lejos.

El tramo final tuvo polémica. Ortiz Arias anuló dos tantos al Athletic por fuera de juego. Uno a De Marcos, en clara posición antirreglamentaria, y otro a Iñaki después de un error de De Jong, que pasó el balón hacia atrás. El VAR avisó al colegiado de que Djaló había rozado la pelota del holandés y por tanto la jugada no podía ser válida. Protestó el Athletic, pero no sirvió. El Barça está en la final.

Del “patrón” al “hijito”, el viaje de los Williams: “A Iñaki le ha tocado hacer de padre conmigo”

Actualizado Martes, 7 enero 2025 - 20:15

El 13 de enero de 2022, en el estadio King Fahd de Riad, capital de Arabia Saudí, María Arthuer fue feliz. Llegado el pitido final de la semifinal de la Supercopa entre el Athletic Club y el Atlético, sus hijos Nico (19 años ese día) e Iñaki (27) corrieron hacia ella, se subieron a la valla que separaba el césped y la grada y se abrazaron, como pudieron, casi a través de las rejas, con su madre. Nico, que se había estrenado como goleador unos días antes, marcó en ese encuentro su primer gol importante. Hoy, tres años después, es una estrella mundial tras ganar la Eurocopa, mientras que Iñaki lleva el brazalete y ha firmado un contrato vitalicio. Juntos, después de ganar la última Copa del Rey, vuelven a Arabia, a otro desierto clave en la vida de los Williams.

La historia de María y su marido Félix ya la conocen, aunque sea el resumen: abandonaron Ghana, cruzaron andando el desierto y las fronteras de Libia, Argelia y Marruecos y terminaron saltando la valla de Melilla, donde les acogieron voluntarios de la Cruz Roja. Ahí, María descubrió que estaba embarazada. A los tres meses volaron a Bilbao y un sacerdote llamado Iñaki Mardones (de ahí viene el nombre de su primer hijo) les dio cobijo. La conexión cristiana, potenciada por la profunda fe de María, llega ahora hasta el vestuario del Athletic, que reza un 'Padre nuestro' antes de cada partido.

Las vivencias de los padres son claves para entender la educación y la forma de ser de dos hermanos que son 'rara avis' en el mundo del fútbol. «Humildes, trabajadores y leales», cuentan los que mejor les conocen en San Mamés. Tres adjetivos que descienden directamente de María y Félix. No por la imagen del camino en el desierto, una situación que ocultaron a sus hijos hasta que fueron mayores de edad, sino por las consecuencias de esa situación: la necesidad de trabajar, de devolver los favores recibidos y de mantener siempre un perfil bajo.

La lealtad

Todo eso se ve en los Williams, que siguen con el mismo agente que les ayudó en su primer contrato y mantienen su rechazo a las grandes agencias de representación. Se ve también en la timidez de Nico a pesar de la estrella que lleva en su sombra: «Lo que más me enorgullece es que no se le ha subido a la cabeza. Es mi alumno, mi hijito, y sabe que el patrón soy yo», explica Iñaki sobre su hermano pequeño.

La broma de 'hijito' no es por decir. Ha sido así. «Su padre estaba fuera por trabajo, yo me tenía que ir a las cuatro de la mañana a trabajar e Iñaki se tenía que encargar de preparar a Nico para el colegio», resume María en el documental de 'Netflix' sobre la vida de los dos futbolistas. «A Iñaki le ha tocado hacer de padre conmigo», aseguró Nico. El mayor ha sido su "referencia" en todo, incluso en la lucha contra el racismo. Iñaki lo sufrió en Cornellá hace cuatro años y Nico en el Metropolitano hace unos meses.

Pero en el fondo, son hermanos, pelean, discuten y se enfadan, sea donde sea. En marzo se hizo viral una riña entre ambos tras ganar al Alavés en la que parecían estar en su habitación o en el patio del colegio. «Tuvo que intervenir nuestra madre y el pequeño pidió perdón», explicó Iñaki. Para sus cercanos, Iñaki es «muy cabezón» y Nico más «sensible», más «niño» todavía. «A veces me rayo porque lo único que quiero es que estén orgullosos de mí también», admite.

El abrazo en La Cartuja

Y todo vuelve al pueblo de Ghana desde el que salieron María y Félix. «Allí hay una cultura muy fuerte de que el hermano mayor tiene que cuidar mucho del pequeño. Muchos días le odiaba porque no podía salir con mis amigos porque me tenía que quedar con él, pero era lo que tenía que hacer», declara Iñaki en el documental. «Mi hermano me ha enseñado disciplina», dice Nico.

La vida les ha llevado del abrazo de Arabia en 2022 al abrazo en La Cartuja tras la final de Copa de 2024: «¡Te lo mereces! ¡Te lo mereces!», le gritó Nico a Iñaki en el césped. Fue el gran éxito futbolístico de la familia Williams, porque el vital había llegado mucho antes.

Unai o Agirrezabala: "La portería del Athletic es la mejor cubierta de España"

Unai o Agirrezabala: “La portería del Athletic es la mejor cubierta de España”

Telmo Goikoetxea Cedrún tiene nueve años y juega en los benjamines del Cultural Durango. De portero, cómo no. Es nieto de Andoni Cedrún (Durango, 1960), guardameta del Athletic entre 1980 y 1983 y del Real Zaragoza entre 1984 y 1996, equipo con el que ganó la Recopa. Es biznieto de Carmelo Cedrún (Amorebieta, 1930), que jugó en el Athletic entre 1950 y 1964 y está considerado uno de los porteros señeros del equipo vizcaíno. «Ha visto vídeos de mi padre y también algunos míos», comenta Andoni en conversación telefónica con este periódico. La tradición viene de largo. De muy largo. Nadie olvida a Raimundo Lezama, que ganó seis Ligas y dos Copas con el Athletic y vivió sus mejores días con los rojiblancos, en los años 40 del pasado siglo. Ni a Andoni Zubizarreta, contemporáneo de nuestro interlocutor, el primer futbolista que alcanzó los cien partidos internacionales con la selección española.

Y José Ángel Iribar Cortajarena. Palabras mayores. Nacido en Zarauz hace 81 años, el hoy embajador del club aún se dejar caer por las instalaciones de Lezama para ver crecer a sus émulos, pues la figura del Chopo trasciende generaciones.

«No es un milagro ni algo casual. Se fue Kepa Arrizabalaga. Se fue Remiro. Y la portería del Athletic es la mejor cubierta de España. Se trabaja en Lezama con un concepto. Algunos niños querrán ser como los Williams, pero muchos prefieren ser porteros. Tienen mitos como Iribar, grandes referentes», dice Cedrún.

«En la final de Copa fue clave»

En el equipo que ahora entrena Ernesto Valverde, cuarto en el campeonato de Liga, líder en la Liga Europa, presto para volver a disputar a comienzos de año la Supercopa de España y dispuesto a defender el título de Copa del Rey reconquistado el pasado año, las cosas estaban bastante claras: Unai Simón, titular en la selección dirigida por Luis de la Fuente que ganó la Eurocopa, era fijo en los partidos de Liga; Julen Agirrezabala (San Sebastián, 2000) fue el hombre de la Copa, de principio a fin, hasta el partido definitivo en La Cartuja de Sevilla, ante el Mallorca. Simón fue operado en la muñeca derecha después de la Eurocopa.

Los problemas lumbares de Agirrezabala dieron a Alex Padilla, que podría salir hacia Los Pumas de México en el mercado de invierno, la oportunidad de disputar cinco partidos a comienzos de curso. Agirrezabala, no obstante, se haría con la titularidad y se consolidaría en el puesto para discutírselo a Simón, quien, cuatro meses después, ya estaba de vuelta.

«La Copa la ganó él. En la final fue clave. Tiene reflejos, vive intensamente el juego, es rápido en los tiros bajos y a media altura, y maneja bien los pies. Es eléctrico», le retrata Cedrún. «A Unai no le vas a ver nunca nervioso. Es hielo. Es frío, calculador, posee una enorme templanza».

Bajo la tutela de Agirreoa

Simón (Vitoria, 1997) reapareció el 28 de noviembre en el partido de la Liga Europa ante el Elfsborg, que ganó el Athletic 3-0 en San Mamés. Volvería a jugar el pasado domingo, en la visita liguera de los rojiblancos al Alavés. Un balón mal rechazado facilitó a Joan Jordán anotar el definitivo 1-1. Al igual que sucediera en el partido frente a Croacia en la Eurocopa, cuando recepcionó mal un pase de Pedri y concedió el primer gol del partido, Simón admitió con humildad su error. Ante los balcánicos, se reveló clave en el desenlace. España ganó 5-3 en la prórroga. Nadie duda de que resurgirá.

El arco se cuida con mimo desde las categorías inferiores en el Athletic. En la cosecha de los últimos lustros, tiene mucho que ver Peio Agirreoa, responsable del área de formación de los porteros hasta el verano de 2023, cuando se jubiló. A la vera de Agirreoa, el primer hombre que ocupó la portería tras la retirada de Iribar, crecieron, entre otros, Arrizabalaga, Remiro, Simón, Agirrezabala y Padilla.

Julen Agirrezabala, en un partido de Copa ante el Valencia.

Julen Agirrezabala, en un partido de Copa ante el Valencia.Julen LazkanoGetty

«La portería del Athletic es un cheque al portador», apunta Cedrún, hoy director de la empresa de seguros Willis Watson Iberia en Aragón. Recuerda el traspaso de Arrizabalaga al Chelsea en el verano de 2018 por 80 millones de euros, el más caro de un guardameta en la historia del fútbol.

Valverde no desveló quién ocupará este sábado la portería en El Sadar contra Osasuna. Agirrezabala, aclamado en San Mamés en la victoria ante el Real Madrid, cuando detuvo un penalti a Mbappé tras cometerlo él por una salida en la que arrolló a Rudiger, parece ofrecer mayores garantías en este momento. Buen gestor del vestuario, sereno y pragmático, el técnico sabrá gestionar la situación. El problema. Bendito problema.

El Athletic deja en evidencia a Mourinho y enfila hacia octavos

El Athletic deja en evidencia a Mourinho y enfila hacia octavos

Actualizado Miércoles, 11 diciembre 2024 - 18:57

Un doblete de Iñaki Williams en Estambul enfiló hacia los octavos de la Europa League al Athletic, que duerme líder de la clasificación tras imponerse con autoridad al Fenerbahçe de José Mourinho, silbado por su propia afición durante algunos tramos del partido. El único contratiempo para el equipo de Ernesto Valverde se produjo poco antes del descanso, cuando Nico Williams tuvo que retirarse lesionado y ceder su sitio a Alex Berenguer. En el minuto 37, el internacional español empezó a quejarse de algún problema físico, que parecía muscular y de cierta entidad porque cojeaba ostensiblemente. [Narración y estadísticas (0-2)]

Todo lo demás resultó realmente apacible en el Sükrü Saraçolu, donde Iñaki abrió el marcador en el minuto cinco, con un gol a placer cedido por Gorka Guruzeta tras un grave error de Samet Akaydin, y lo cerró en el 45 con un durísimo disparo a la escuadra derecha de Dominik Livakovic.

Se trata de la sexta victoria consecutiva y el duodécimo partido invicto para Los Leones, que encadenan cinco triunfos consecutivos en Europa. A falta de dos jornadas para el final de la primera fase, cuentan con tres puntos sobre sus perseguidores, por lo que presumiblemente evitarán la ronda de dieciseisavos y dispondrán de ventaja de campo en octavos.

20 minutos en superioridad

Aunque el Fenerbahçe no se rehízo mal del 0-1, el Athletic desperdició dos claras ocasiones, una doble, para ampliar diferencias. En la primera el mayor de los Williams no llegó a controlar un balón peligrosísimo al área pequeña de Ohian Sancet. En la segunda, Guruzeta estrelló en Livakovic un mano a mano tras un robo en la salida rival.

No definió el 0-2 el Athletic y le tocó sufrir el cuarto de hora siguiente. En especial, con un disparo cruzado desde la frontal de Mert a centímetros del palo izquierdo de Julen Agirrezabala. Al filo del descanso, Iñaki colocó el 2-0 en un jugada ya conocida del Athletic. Un pase de Aitor Paredes a Sancet, que alarga al hoy capitán, autor de un extraordinario disparo por el primer palo. Mazazo para los de Mourinho, que hizo un cambio en el descanso, sustituyendo a Samet. También movió ficha Valverde, que quiso protegerse de una posible inferioridad numérica relevando a Yeray Álvarez, con amarilla desde casi el comienzo.

Nico Williams sale del rectángulo tras su lesión.

Nico Williams sale del rectángulo tras su lesión.EFE

En el arranque de la segunda a parte, a pesar de las ganas de los locales, se mascaba más el 0-3 que el 1-2. Un cabezazo de Guruzeta y una incorporación al área de Andoni Gorosabel anticiparon un remate complicado de Berenguer, a centro de Williams, que a punto estuvo de entrar por la escuadra. El choque se tornó en un ida y vuelta, aunque cualquier emoción se desvanecería tras la roja a Mert en el minuto 69 por dos duras entradas sobre Iñaki Williams.

Jon Uriarte denuncia ante la Ertzaintza haber recibido "amenazas y coacciones"

Jon Uriarte denuncia ante la Ertzaintza haber recibido “amenazas y coacciones”

Actualizado Sábado, 7 diciembre 2024 - 18:59

El presidente del Athletic Club, Jon Uriarte, ha denunciado ante la Ertzaintza "amenazas y coacciones", según ha informado la entidad rojiblanca a través de un "comunicado oficial" que titula "en defensa de los valores que nos unen", informa Efe.

Ante "la publicación en diversos medios de comunicación de la noticia de la denuncia por amenazas y coacciones interpuesta por el presidente del Athletic Club", el club bilbaíno ha comunicado que "es cierto que el presidente del Athletic Club fue amenazado a la salida de San Mamés tras el partido contra el Real Madrid".

En concreto -continúa el comunicado-, además de con "diversos insultos, el presidente fue intimidado mediante una advertencia explícita de las consecuencias que tendría para su persona 'meterse' con la Herri Harmaila", la Grada de Animación de San Mamés.

El Athletic explica también "que ha sido el propio Club, reunido en comisión ejecutiva, quien requirió al presidente que interpusiera una denuncia en defensa de los valores que vertebran la entidad".

En ese sentido, la entidad recuerda que "el Athletic Club elige a sus presidentes de manera democrática por sufragio entre sus socios y socias, y las amenazas sobrepasan una línea roja que no puede ignorarse".

"Porque, más allá del nombre y la persona, el presidente representa al Athletic Club, tal y como está recogido en nuestros Estatutos Sociales, y las ofensas que reciba en función de su cargo suponen una ofensa a la institución", añade.

El Athletic, no obstante, apunta que "en ningún caso atribuye la amenaza a la Herri Harmaila, cuya gran mayoría, como el resto de la afición rojiblanca, es un ejemplo de deportividad, convivencia, civismo y respeto".

La entidad rojiblanca recuerda también que "la tolerancia y la libertad de expresión son valores que identifican al Athletic Club" y que "todos los derechos comportan unas obligaciones y exigen la aceptación de un modelo de convivencia donde no caben ni la violencia ni la extorsión". Por ello, subraya que "desde el respeto, cualquier discrepancia es lícita".

Una vez "dicho esto", el Athletic "reitera una vez más su compromiso con la tolerancia cero hacia cualquier tipo de violencia", y avanza que "seguirá trabajando con las autoridades para erradicar cualquier acto de naturaleza racista, xenófoba, homófoba, machista o intolerante".

"El Athletic Club es su afición. Y nuestra afición ha dejado claro que rechaza cualquier comportamiento violento contrario a los valores de nuestro Club", finaliza el comunicado del Athletic.

Manu Sarabia denuncia el 'mobbing' de Clemente: ''Llevo 40 años sufriendo su acoso''

Manu Sarabia denuncia el ‘mobbing’ de Clemente: ”Llevo 40 años sufriendo su acoso”

Que un ex futbolista escriba un libro es algo atípico, que lo escriba a cuatro manos con su esposa es inaudito y que en esa obra denuncie el acoso laboral de un ex seleccionador nacional es impactante. Eso es lo que hace Manu Sarabia (Gallarta, 1957) en Chaval, ¿quieres venir al Athletic?, editado por Al Poste. El que fuera ídolo del equipo vasco en la década de los 80 alza la voz para acusar a Javier Clemente de mobbing.

El talentoso delantero, ganador de dos Ligas, una Copa del Rey y una Supercopa, sostiene que el técnico le discriminó e intentó que le traspasaran y se enemistara con sus compañeros. «Este libro es la historia de mis vivencias. El fútbol ha condicionado toda la vida. Tengo buena memoria para recordar partidos, goles, jugadas, no sólo las mías, sino las de otros. Mis compañeros me decían que todo eso debía contarlo en un libro y eso he hecho, en colaboración con mi esposa [Begoña Armesto], que es más inteligente y tiene más formación que yo», explica el ex jugador.

La Pantera Rosa, que cautivó al público por su técnica y dribbling, reconoce que lo más morboso del libro es el relato de su «affaire» con Javier Clemente. El técnico y el delantero se vieron envueltos en un conflicto (hubo una pugna de egos y de acusaciones de falta de profesionalidad), lo que provocó una fractura en la afición del Athletic: «Llevo sufriendo su acoso durante 40 años. Ha sido mucho tiempo de aguantar las cosas que él contaba, y hubo un momento en el que dijimos 'Ya basta'. No podía admitir que yo quedara para la historia como el responsable de la etapa más crispada del Athletic, cuando yo fue la víctima. Han sido 40 años en los que he sufrido ataques, insultos e infinidad de cosas. En 2017, mi mujer y yo decidimos contarlo».

El legado del abuelo

Sarabia asegura que ha tardado siete años en escribir el libro porque ese «affaire» provocó algunos frenazos y que el impulso definitivo fue ser abuelo: «Cuando eres aitate llegas a otro nivel. Yo tengo dos nietos, Luca, que vive en mi casa y que en enero hará tres años, nació el mismo día que yo [día 9], y Mikaela, que tiene un año y está en Andorra. Cuando eres abuelo piensas en el legado que dejarás; quieres ser una referencia para ellos, ser un ejemplo y educarles de la mejor manera. Hay momentos en los que piensas que ellos pueden hacerte preguntas basadas en falsedades y por eso decidí explicar lo que pasó».

Sarabia asegura que varios compañeros han intentado que hiciera las paces con Clemente, pero resultó imposible. «Su acoso no terminó cuando le destituyeron del Athletic [en 1986]. En el libro se explica cómo en años posteriores tuve que aguantar sus mentiras, contradicciones y manipulaciones. Llevo 40 sufriendo su acoso, esos detalles están relatados en el libro. Toda esa información, con artículos de prensa, opiniones, entrevistas, cintas de casetes, la teníamos guardada durante años. Todo está perfectamente argumentado y descrito».

En Chaval, ¿quieres venir al Athletic? también se refleja la pasión de Sarabia por un deporte que le atrapó por completo: «Desde que firmé mi primera ficha federativa, con 12 años, sólo pensaba en que llegara el domingo para jugar. Muchas veces, el futbol ha estado por encima de la familia. Me he sentido un privilegiado por hacer lo que me gustaba. Esa sensación de debutar con el Athletic y jugar con tus ídolos de chaval, como Fidel Uriarte, Txetxu Rojo e Iríbar, es muy difícil de superar. Las palabras se quedan cortas para describir ese instante».

«He tenido la suerte de participar en momentos muy importantes del Athletic, como ganar Liga, Copa y Supercopa. Inolvidables fueron el 12-1 a Maltay el día de mi homenaje. Todo eso no hubiera llegado sin mis padres y hermanos, que se sacrificaron por mí... Siempre he tenido dos objetivos: ayudar a mis compañeros a ganar y hacer lo más feliz posible a la gente que me rodeaba», añade el ex delantero.

Sarabia, que también fue subcampeón con España en la Eurocopa de 1984, está orgulloso de su carrera y ahora espera que su libro sea útil: «Lo peor de mi trayectoria fueron aquellos años convulsos. Ahora quiero zanjar toda la polémica. Cuando yo padecí ese acoso en el trabajo, en la primera mitad de los 80, no supe poner nombre a lo que me pasaba. Sólo lo aprendí cuando en los años de los 90 y en el 2000 se empezó a hablar de mobbing. He conversado con algún psicólogo, pero no soy un experto en lo que es el mobbing. Si lo que expongo sirve para ayudar a alguien que se vea reflejado en mí, habrá valido la pena escribir este libro», cierra el ex futbolista.

«Nunca le discriminé»

Javier Clemente, sin proponérselo, es el gran reclamo el libro de Sarabia. El técnico queda señalado, pero no acepta culpabilidades. «Nunca he tenido un problema con Sarabia. Él ha escrito eso y él sabrá por qué lo ha escrito. No es cierto que yo haya tenido un trato desfavorable hacia él. Dice que le hice mobbing en 1982 cuando entonces no existía ese término. Yo fui el primer entrenador que le puso de titular en el Athletic. Sólo no fue titular en el último mes que estuvo conmigo, porque yo consideraba que había otro que estaba mejor. Y eso se lo dije a él delante de todos sus compañeros. Él tenía una grandísima calidad y yo le daba descanso, le dosificada», dice en conversación telefónica con este periódico.

«Yo le vi bailando, celebrando los triunfos. Nunca noté que estuviera mal psicológicamente, yo para ese tipo de circunstancias soy muy sensible. Nunca le discriminé, si hubiera sido así, los capitanes del equipo me lo habrían dicho, porque ellos tenían libertad para decirme lo que consideraran oportuno», advierte el entrenador.