El futuro de Alonso, en el laberinto de Mercedes y Red Bull

El futuro de Alonso, en el laberinto de Mercedes y Red Bull

La lealtad debida a Aston Martin, el equipo que le impulsó ocho veces al podio en 2023, le hace guardar las formas ante los micrófonos, pero Fernando Alonso no ceja en su empeño de buscar nuevos horizontes. El jueves, el asturiano señaló a la escudería de Silverstone como primera opción de futuro, aunque su prioridad real siga siendo un equipo con el que acercarse a las victorias a partir de 2025. Así lo ha venido contando en privado Fernando durante las últimas semanas.

Con 21 temporadas de experiencia en la F1, Alonso pretende evitar cualquier paso en falso antes del verano. "No quiero precipitarme", adelantó durante su comparecencia ante los medios en Melbourne. "No dictarán mi destino", añadió, con una asertividad poco habitual en el paddock. Desde luego que Lawrence Stroll, propietario de Aston Martin, sigue empeñado en ampliar el contrato de su estrella, pero Alonso no va a hacer oídos sordos a los dos destinos más apetecibles. El problema para Fernando es que Red Bull y Mercedes, cada uno con sus argumentos, tampoco van a perder la razón por un piloto que el próximo 29 de julio cumplirá 43 años. De hecho, ambas escuderías, absolutas dominadoras durante la última década de Era Híbrida, cuentan con poderosos motivos para desestimar su fichaje.

El caso más evidente es el de las Flechas de Plata, con quienes Alonso mantiene una relación fluida, espoleada por Toto Wolff, su team principal. No obstante, el gigante alemán sigue muy dolido por aquella multa de 100 millones de dólares a propósito del Spygate y por la sentencia donde se la declaraba culpable de espionaje a Ferrari. Mercedes (y no McLaren) tuvo que abonar 100 millones de multa a la FIA por culpa de los dichosos correos electrónicos de Alonso y Pedro de la Rosa con información confidencial. Desde la sede central en Stuttgart, con el poderoso CEO Ola Kallenius al frente, aún no han podido olvidarse de aquel funesto episodio.

"GP2 engine!"

El desembarco en Red Bull, por su parte, también se oscurece para Alonso por distintas razones. En primer lugar porque, pese a la estruendosa crisis de las últimas semanas, los vigentes campeones aún mantienen en nómina a Max Verstappen. Esa mera continuidad ya hace inviable el fichaje, dado que nadie querría exponer a Mad Max a una feroz batalla ante el ovetense.

Pero si su asiento quedase libre, Alonso aún encontraría por delante un escollo llamado Honda, cuyo simple recuerdo ya le hace torcer el gesto. El aciago trienio 2015-2017, cuando los japoneses nunca supieron desarrollar un motor competitivo para McLaren, se saldó con apenas 123 puntos en 60 carreras y 825 posiciones de penalización. No sólo los aficionados recuerdan el lamento del español en Suzuka 2015. Tampoco los directivos de la marca nipona han olvidado aquel "GP2 engine!".

Honda apurará en 2025 su último año con Red Bull antes de embarcarse en una nueva alianza en solitario con Aston Martin. Por tanto, el hipotético desembarco de Alonso en el box energético debería contar también con el visto bueno de Koji Watanabe. Aunque nunca se pueda hablar de veto en sentido estricto, la opinión del jefe supremo de Honda Racing Corporation (HRC) dificultaría aún más la operación.

400 carreras en Las Vegas

La suma de estos factores pone de manifiesto una evidencia: el círculo de acción, cada día, se reduce un poco más para Alonso. Su amada Ferrari optó hace dos meses por Lewis Hamilton como compañero de Charles Leclerc. Y el resto de posibilidades, incluido el aterrizaje de Audi en 2026, se antojan menos ilusionantes que Aston Martin. Ahora mismo, la retirada representa la última opción para Fernando. Pero que sea la última no la convierte, desde luego, en descartable.

Por supuesto, Alonso aún se siente con fuerzas para seguir mejorando, pelear por los triunfos y llegar, en loor de multitudes, al GP de Madrid 2026. Un adiós en la capital representaría el epílogo perfecto. De momento, si nada se tuerce, el bicampeón se convertirá el próximo noviembre, durante el GP de Las Vegas, en el primer piloto de la historia con 400 grandes premios de F1 en su palmarés. Ahora queda por resolver si seguirá engordando esas cifras de leyenda a partir de 2025.

Susto de Fernando Alonso para abrir boca en Melbourne

Susto de Fernando Alonso para abrir boca en Melbourne

Albert Park, un circuito de la vieja escuela, no dio tregua durante las dos primeras sesiones libres del GP de Australia. Charles Leclerc marcó el mejor tiempo (1:17.277) del viernes a 245,8 km/h, con 38 centésimas sobre Max Verstappen y 43 ante Carlos Sainz, de regreso tras su apendicitis. A primera hora, Lando Norris había encabezado la tabla con su McLaren (1:18.564), mientras Fernando Alonso sufría una espectacular salida de pista en la curva 10. La evidencia de que este trazado urbano, cada año más vertiginoso, supone un examen permanente para los pilotos.

Verstappen, por ejemplo, tuvo que regresar por la tarde al garaje tras apenas 21 vueltas y sin el balance de las tandas largas con el neumático medio. Una nota de incertidumbre en Red Bull, que aún no conoce el rendimiento y la degradación de los neumáticos ni la estrategia de carrera, entre una y dos paradas. Pirelli ha traído a Melbourne los tres compuestos más blandos de su catálogo, así que la única certeza es que los rojos quedan descartados.

El tricampeón mundial, con apenas una victoria tras siete carreras en suelo australiano, irá puliendo su RB20 según avance el fin de semana. Sin embargo, las cuatro zonas de DRS en Albert Park parecen encajar mejor con los puntos fuertes de sus rivales. Por ejemplo, los del AMR-24 de Alonso, un monoplaza capaz de acercarse a Red Bull y Ferrari a una vuelta.

"Cambiando el suelo"

El asturiano arrancó el viernes con algo nada habitual: un error en la enlazada de la 9 y 10. Tras la excursión por la grava en una zona de alta velocidad, Fernando supo, al menos, evitar los muros con una pericia asombrosa. "Estamos cambiando el suelo", confirmaron desde el box dirigido por Mike Krack, confiando en demorarse apenas un cuarto de hora. Alonso, incómodo con los reglajes de la suspensión trasera, decidió volver a la configuración anterior.

En ese punto de alta velocidad, George Russell y Valtteri Bottas también sufrieron sendos sustos. Mención especial para el finlandés, capaz de regresar al asfalto tras un estremecedor giro de 360º. Los problemas de Mercedes habían quedado claros desde el arranque de la sesión, cuando Lewis Hamilton ya se había quejado de un pedal de freno con demasiada holgura. En su pulso frente a McLaren, las Flechas de Plata parecen aún un paso por detrás.

L, el de la bandera roja provocada por Alex Albon. El británico perdió el control al pisar el bordillo de la curva 8. Por fortuna pudo alcanzar el centro médico por su propio pie y sin mayores contratiempos físicos, mientras los comisarios retiraban los múltiples desperfectos ocasionados. Los daños en la suspensión trasera del Williams no sólo le impidieron volver a pista en la segunda sesión, sino que comprometen severamente sus opciones para el resto del fin de semana.

Mucho más que Haaland y Mbappé: las amenazas para los españoles en cuartos de Champions

Mucho más que Haaland y Mbappé: las amenazas para los españoles en cuartos de Champions

Ya conocemos las eliminatorias de cuartos de final de la Champions League. Real Madrid - Manchester City, PSG - Barcelona, Atlético - Dortmund y Arsenal - Bayern. Aquí desgranamos las virtudes y defectos de los rivales de los españoles.

Madrid-City: un ogro casi inmejorable

El pasado verano, feliz tras el éxtasis de su primera Liga de Campeones, el Manchester City salió al mercado y se gastó 241 millones. Así, como si necesitara darle la vuelta a un equipo en reconstrucción, como si no tuviera ya la mejor, o una de las dos mejores, plantillas de toda Europa. Llegaron el defensa croata Josko Gvardiol por 90 millones, el delantero portugués Matheus Nunes por 62, el centrocampista belga Jeremy Doku por 60 y el centrocampista croata Mateo Kovacic por 29. Y ahora, ya en marzo, ninguno de ellos está entre los diez futbolistas con más minutos de la plantilla de Pep Guardiola esta temporada.

Ese resumen de los fichajes, su coste y su utilización habla a la perfección sobre los escasos ajustes que ha necesitado hacer el técnico de Santpedor en los últimos meses. Su Manchester City, el mismo Manchester City que le metió cuatro goles al Real Madrid en la vuelta de las semifinales del año pasado, sigue siendo una máquina de jugar al fútbol con las mismas piezas.

Ahí está Erling Haaland, con 29 goles en 33 partidos, en un curso lejos de números históricos pero cerca de la voracidad anotadora que ha mostrado siempre. Ahí está Kevin De Bruyne, de vuelta de una lesión que sólo le ha permitido disputar 700 minutos, pero que le hace llegar fresco al cruce con el Madrid, al que ya marcó en el Bernabéu el año pasado. Y ahí está Rodri, eje del campeón, con más de 3.000 minutos, y 7 goles, esta campaña.

Todo pasa por las botas del español, quizás más que nunca, en un equipo que sufrió un pequeño bache en la Premier al inicio de curso y ahora se jugará la liga en primavera contra el Arsenal y el Liverpool, de los que les separa un sólo punto. Puede ser que ahí, en la necesidad de seguir compitiendo el torneo doméstico, surja una pequeña ventaja para el Madrid, líder de la Liga con siete puntos de ventaja sobre el Girona.

Pero la realidad es que este City tiene argumentos de sobra para competir en todas las competiciones. Prueba de ello es el triplete del curso pasado: Champions, Premier y FA Cup. De momento, y a pesar de las dificultades, este año sigue vivo en las tres. Y lo hace, en parte, gracias a un fondo de armario que asusta. El portero Ederson se lesionó ante el Liverpool y es duda para la eliminatoria, siendo el único lunar de cara a la lista contra el Madrid. Mientras, en defensa Walker, Dias, Aké, Akanji, Gvardiol y Stones se reparten los tres puestos defensivos que está usando Guardiola en sus alineaciones. Sí, sólo tres. El técnico está metiendo ahora a Stones como segundo mediocentro, al lado de Rodri, pero sus laterales ya son centrocampistas, no defensas.

Foden, Julián Álvarez y Doku, además de Grealish, ahora lesionado, comparten rol en las bandas, dejando dos puestos en la mediapunta que siempre, salvo lesión o rotaciones, son para De Bruyne y Bernardo Silva. El belga marcó en la ida contra el Madrid y el portugués anotó el primero de la vuelta, iniciando la goleada. Son los creadores del miedo: las arrancadas y remates de Haaland, que viene de marcar 5 goles en un partido de FA Cup ante el Luton y acumula 7 en los últimos cuatro encuentros. Estuvo un mes fuera por una lesión en el pie, pero ya está de nuevo en forma.

Así es el club que suma mayor valor de mercado en su plantilla: 1.270 millones. Un ogro casi inmejorable que volverá a medir el nivel del Real Madrid.

PSG-Barça: los jóvenes y Luis Enrique

YOAN VALATEFE

Hablar del PSG, hasta el próximo 30 de junio, es hablar, cómo no, de Kylian Mbappé. Pero el conjunto que entrena Luis Enrique es también mucho más que el talentoso delantero francés. El ex seleccionador y ex técnico del Barça ha sabido apostar por la incorporación de talentos jóvenes y ha encontrado también en otro ex azulgrana, Ousmane Dembélé, al mejor escudero para su gran estrella. El Mosquito parece haberse librado por fin de la plaga de lesiones que minaron su etapa barcelonista y acumula 12 asistencias en los 32 partidos que ha jugado esta temporada.

Menos presencia, en cambio, ha tenido un Marco Asensio que no acaba de convencer al asturiano y que, tras estar dos meses y medio de baja por una lesión en el pie, ha vuelto ahora al dique seco por unos problemas musculares.

En la zaga, el brasileño Lucas Beraldo, quien llegó al club en el pasado mercado de invierno, se ha convertido en una pieza fundamental a pesar de que sólo tiene 20 años. Su progresión ha sido fulgurante desde que debutó en 2022 con el Sao Paulo. En la banda derecha, mientras, cuenta con la presencia de un Achraf Hakimi que combina sus cualidades defensivas con una nada desdeñable aportación en ataque. Bajo los palos, cómo no, el titular indiscutible es el italiano Gianluigi Donnarumma, a pesar de que su juego con los pies no es en absoluto todo lo bueno que desearía su técnico.

De ahí, precisamente, que apostara por incorporar al ex azulgrana Arnau Tenas el verano pasado, pero el arquero, formado en las categorías inferiores del Barça, sólo ha jugado tres partidos este curso. Está en periodo de aprendizaje.

En el centro del campo, mientras, el equipo parisino cuenta también con otro talento joven que ha firmado un rápido ascenso hacia la élite: Warren Zaïre-Emery. Este futbolista, que prácticamente acaba de cumplir los 18 años, fue el debutante más joven en la historia de la entidad al estrenarse con el PSG con tan sólo 16 años y cinco meses y ya ha jugado también con la selección francesa. En cuanto a otro centrocampista bien conocido por la afición española, Fabián Ruiz, su presencia en la medular ha sido un tanto intermitente y, en los dos últimos duelos del equipo francés en la Ligue1, ni siquiera ha tenido minutos.

Un Dortmund a la deriva

INA FASSBENDERAFP

Desde 2015, durante la última temporada de Jürgen Klopp, el Borussia Dortmund no vivía una situación tan convulsa. No sólo sobre la hierba, donde el equipo muestra una irregularidad desesperante, sino también en los despachos. Con el entrenador y el director ejecutivo en la puerta de salida, aquel Dortmund modélico de hace una década navega hoy a la deriva. A 20 puntos del liderato en la Bundesliga, el único objetivo plausible hasta fin de curso será conseguir un billete para la próxima Champions. Y asegurar así la supervivencia económica. Si no cumple con esta premisa, el peligro de convertirse en un equipo de la zona media parece más que real en la cuenca del Ruhr.

Ayer, tras definir al Atlético como "un pequeño monstruo de las eliminatorias", Edin Terzic tuvo que hacer frente a alguna pregunta maliciosa en torno a la ausencia de sus mejores futbolistas en la selección alemana. Julian Brandt, Mats Hummels, Niklas Süle, Emre Can y Nico Schlotterbeck no cuentan para Julian Nagelsmann, que sólo ha convocado a Niclas Füllkrug de cara a los amistosos ante Francia y Países Bajos. En realidad, los periodistas no sólo pretendían analizar la decadencia de este Borussia, sino abordar otra cuestión de fondo. ¿Cómo es posible que el Dortmund quiera contratar a Nagelsmann como relevo de Terzic si ni él mismo confía en estos jugadores para la Eurocopa?

A esa cuestión debería responder Hans-Joachim Watzke, uno de los CEO más longevos del fútbol europeo, con 23 temporadas en el cargo. Sin embargo, el ejecutivo que hizo explotar a Erling Haaland o Jude Bellingham ya ha anunciado su marcha en 2025. Lo más probable, que a su baja se sume la de Matthias Sammer -histórico capitán del equipo campeón en 1997- que venía ejerciendo como consejero durante desde 2018. Sin ellos, la reconstrucción se antoja aún más incierta.

Casi 10 meses después de aquel 2-2 ante el Mainz, que le apartó del título de la Bundesliga en la última jornada, las críticas contra Terzic siguen marcando el día a día del Dortmund. Al mal juego del equipo ha habido que sumar dos notorias decepciones. Gio Reyna, llamado a liderar el proyecto, tuvo que salir cedido hace un mes al Nottingham Forest. Y el goleador Sebastian Haller sólo disputó cuatro partidos como titular en verano antes de perderse los dos últimos meses por una lesión de tobillo.

Las derrotas ligueras ante Bayern, Stuttgart o Leipzig y la eliminación copera frente al conjunto de Sebastian Hoeness mermaron la ilusión de la ruidosa Südtribüne. La llegada en enero de Jadon Sancho, sumado a las pinceladas de calidad de Hummels y Brandt, bastaron ante el PSV. Pero este Dortmund, donde el único futbolista que ha brillado por encima de la media es Gregor Kobel, su portero, tiene aún demasiadas cosas que mejorar para sorprender al Atlético.

El legado del Lotus 72: una radical obra de arte marcada por la tragedia

El legado del Lotus 72: una radical obra de arte marcada por la tragedia

El 9 de mayo de 1969, sólo cinco días después de sufrir un espeluznante accidente en Montjuic durante el GP de España, Jochen Rindt escribió a Colin Chapman una carta desde Ginebra: "Sus coches son tan rápidos que también seríamos competitivos con algunos kilos de más que fortalecieran las partes débiles. (...) Por favor, reflexione sobre mis sugerencias. Sólo puedo conducir un monoplaza en el que tenga cierta confianza y creo que el punto de desconfianza está bastante cerca". Aunque no existe evidencia documental sobre respuesta alguna, lo cierto es que, durante el GP de España de 1970, disputado entonces en el Jarama, Rindt se puso por vez primera al volante de la nueva creación de Chapman. Se trataba del Lotus 72, uno de los Fórmula 1 más bellos jamás construidos. El coche con el que Rindt ganaría cinco carreras antes de convertirse en el único campeón del mundo a título póstumo.

Cinco años después de la muerte de Rindt, acaecida durante los entrenamientos del GP de Italia de 1970, Chapman garabateó en su cuaderno unas notas tan concisas como aterradoras: "Un coche de carreras sólo tiene un objetivo: ganar carreras de motor. Si no lo logra, no es más que una pérdida de tiempo y dinero. No importa lo seguro que sea. Si no gana consistentemente, no es nada". La obsesión de Chapman por el éxito fue ampliamente satisfecha gracias a su Lotus 72, que durante seis años de asombrosa longevidad en la F1 conquistó 20 victorias y cinco títulos mundiales: tres de constructores (1970, 1972 y 1973) y dos de pilotos, con Rindt (1970) y Emerson Fittipaldi (1972). Sin embargo, sólo tres de los 16 hombres que lo manejaron (Rindt, Fittipaldi y Ronnie Peterson) pudieron ganar con él. Ni Graham Hill ni Jackie Ickx, por citar dos ilustres, lograron domarlo.

La criatura de Lotus fue diseñada por Maurice Philippe, con dibujos previos de Tony Rudd. A simple vista, el gran hallazgo de Philippe fue trazar un perfil que nos permite, de forma instantánea, reconocer a un F1. El Lotus 72 era la cuña aerodinámica con la que aún hoy identificamos a los monoplazas del Mundial. Pero es que, además, montaba por primera vez radiadores en sus laterales (los célebres sidepods), e incorporaba otra toma de aire sellada a la admisión del motor para aumentar la presión (y con ella, la potencia). Entre 1970 y 1975 se convirtió en el más longevo de la F1, con cinco años, cinco meses y 21 días de tumultuoso servicio.

"Simplifica y después aligera"

Durante el proceso, Philippe tuvo que lidiar a diario con el gran empeño de Chapman. Una obsesión moldeada en una frase que debería acuñarse en bronce: "Simplifica y después aligera". Antes que nadie, Sir Colin tuvo claro el concepto: si aumentas la potencia del motor, un F1 irá más rápido en las rectas; si reduces el peso, irá mejor en todas partes. Por tanto, Philippe hubo de ponerse creativo para redistribuir los pesos. Instaló los frenos en el interior del monoplaza y no en las ruedas, con lo que mejoró el centro de gravedad; eliminó las viejas suspensiones de muelles helicoidales por otras de barra de torsión que mejoraban la maniobrabilidad; introdujo por primera vez un alerón trasero con varios elementos y dio, en definitiva, un impulso sin el que hoy no se entendería el lápiz de Adrian Newey. El prototipo 72, propulsado por un motor Ford Cosworth, combinaba una baja resistencia aerodinámica (drag) con una elevada carga (downforce). Sus neumáticos Firestone, por tanto, rendían mejor que los de la competencia.

El genio visionario del fundador de Lotus descansaba en su rigurosa formación como ingeniero aeronáutico. Su pasión por los aviones, que le hizo alistarse en la Real Fuerza Aérea (RAF), marcó su vínculo con la F1 en un momento donde florecían los garajistas británicos. Los equipos privados de Jack Brahbam, Bruce McLaren o Rob Walker que osaron desafiar a Enzo Ferrari. Desde 1958, año de su aterrizaje en el Gran Circo, Chapman desafió a las convenciones con el chasis monocasco o la fibra de carbono y revirtió conceptos que se consideraban sagrados, como el de la posición delantera del motor, que retrasaría al centro del vehículo.

Sólo un adelantado a su época como él supo transformar la F1 en el gran negocio que hoy conocemos, atrayendo a los patrocinadores para que colocasen sus pegatinas a cambio de grandes sumas. Hasta entonces, los monoplazas reservaban su espacio para artículos vinculados con la propia industria del motor. Pero él amplió el foco. Renunciando a los tonos verde con los que había conducido tantas veces a la gloria a Jim Clark, por el rojo y dorado de la marca de cigarrillos Gold Leaf. Y cerrando, en 1972, su acuerdo con otra tabaquera, John Player Special, que dio pie a una las combinaciones más memorables en la historia del automovilismo. La elegancia del negro y dorado para JPS, obra de Barry Foley y Johnny Tipler, sigue fascinando hoy como icono publicitario.

Rindt, pocas horas antes de su muerte en Monza.

Rindt, pocas horas antes de su muerte en Monza.GETTY

Chapman también había hecho sus pinitos como piloto, fogueándose incluso con Mike Hawthorn en Vanwall. Quiso disputar el GP de Francia de 1956, aunque un accidente durante la clasificación echó todo por tierra. Ya nunca llegaría a debutar en la F1, pero aquella experiencia sería muy provechosa para el futuro. A partir de entonces, siempre sabría qué teclas pulsar para convencer a quienes se iban a jugar la vida con sus coches. Y eso resultó crucial en el Lotus 72, un proyecto nacido con fórceps.

Cómo sería de crítico el asunto que el valeroso Rindt se mostraba reacio a probarlo hasta no verlo totalmente desarrollado. Su debut en el GP de España de 1970 se vio marcado por el fiasco clasificatorio de John Miles y la retirada del austriaco, víctima de una avería en el encendido. Los problemas se agudizaron tres semanas más tarde en Mónaco, cuando Rindt optó por el modelo 49C para sellar un fantástico triunfo ante Brabham, que en la última vuelta se estrelló contra las barreras de la horquilla Antony Noghes. Un mes después, durante el GP de Bélgica, tampoco hubo modo de meter al 72 en cintura. El barcelonés Alex Soler-Roig ni siquiera obtuvo billete para la carrera y Miles abandonó por una avería en el cambio. "Este maldito coche me matará algún día", confesó Rindt aquel fin de semana a Bernie Ecclestone.

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El horizonte empezaría a despejarse durante el GP de Holanda, con un 72 muy modificado y desprovisto de sus insidiosas suspensiones. En Zandvoort, Rindt marcó la pole con 43 centésimas de ventaja sobre Ickx y barrió a la competencia con un ritmo infernal durante 80 giros. Su medio minuto de ventaja en la meta sobre Jackie Stewart suponía el primer indicio del potencial de aquel coche. Rindt no pudo festejarlo por culpa del trágico accidente de su amigo Piers Courage, pero a partir de entonces tampoco encontraría oposición en Clermont-Ferrand, Silverstone y Hockenheim. Tras su épica batalla con Ickx en Alemania, Rindt incluso pudo bromear: "No tengo ningún mérito. El coche es tan bueno que incluso un mono amaestrado ganaría con él".

A su llegada al GP de Italia, lideraba holgadamente el Mundial: con sólo cuatro carreras por delante, contaba con 20 puntos de ventaja sobre Brabham y 25 sobre David Hulme. Apenas restaban 36 en juego. Aquel 5 de septiembre, Chapman montó en Monza una configuración aerodinámica extraordinariamente agresiva para su próximo campeón, quien, fiel a su costumbre, no llevaba atado el arnés de la entrepierna. Pero lo que realmente falló mientras trazaba la Parabólica fue el eje del freno delantero derecho. Miles, quizá el más insignificante piloto de Lotus y el más osado ante los micrófonos, jamás tuvo miedo de hablar sobre ello. "Cada vez que me subía al Lotus 72, algo se rompía. (...) Era una temeridad táctica. Si no hubiéramos hecho experimentos estúpidos como quitar las alas (...) y si los mecánicos no hubieran pasado la noche en vela, quizá Jochen seguiría vivo", escribió el británico para la cadena ITV.

"Empecé en el equipo un lunes por la mañana. Cuando llegué por primera vez a mi apartamento ya era miércoles por la tarde"

Herbie Blash

Porque Chapman siempre alardeó de la inquebrantable adhesión de su garaje, liderado entre 1970 y 1975 por Gordon Huckle, Keith Leighton y Eddie Dennis. Sin embargo, aquellos currantes no sólo se dedicaban a la F1, sino que doblaban turnos en otras cuatro categorías: F2, F3, Indycar y Sport. Herbie Blash, leyenda del paddock durante décadas, apenas aguantó tres años a las órdenes de Chunky, el apodo con el que trataban al jefe. Su pecado fue liderar un plante por la insufrible carga de trabajo. "Empecé en el equipo un lunes por la mañana. Cuando llegué por primera vez a mi apartamento ya era miércoles por la tarde", relató el mecánico en 2010.

"Quiero vivir lo máximo posible"

La otra gran afrenta para Chapman fue el informe de 37 páginas donde se investigaba su responsabilidad civil en la muerte de Rindt. Finalmente quedó exonerado por las autoridades italianas. Sólo así pudo seguir desarrollando su fabulosa creatividad. Pese a las reiteradas protestas de los rivales, que intentaban frenar en los despachos lo que no conseguían sobre el asfalto, Lotus pudo iniciar el Mundial de 1977 con el prototipo 78. El pionero del efecto suelo. Un concepto revolucionario, basado en la dinámica de fluidos y en el proceso inverso al que siguen los aviones. Mediante una diferencia en presiones se provoca un vacío que aplasta al monoplaza contra el asfalto y le permite un paso más rápido por curva.

Peterson, con el Lotus 72, en Nurburgring, en 1975.

Peterson, con el Lotus 72, en Nurburgring, en 1975.

En 1978, Mario Andretti se alzó con el título de campeón al volante del 78, en dura competencia con su compañero Ronnie Peterson. El estadounidense ha referido en numerosas ocasiones su primer encuentro con Chapman. "Colin me dijo: 'Mario, siempre quiero fabricar el coche más ligero posible'. Y yo contesté: 'Pues yo quiero vivir el máximo tiempo posible. Supongo que deberíamos hablar de ello". El sueco, por su parte, había arrancado aquel año triunfal con otra cita para el recuerdo: "No tengo la intención de ser otro héroe muerto para Lotus". Pero llegado el GP de Italia, cuando contaba con sólo 12 puntos menos que Andretti (con 27 en disputa), un fatal accidente, nada más apagarse el semáforo, segaría su vida para siempre.

La tragedia fue consustancial a la leyenda de Chapman, un atildado gentleman londinense indispensable para entender la actual F1. Puede que nunca fuese un héroe. Ni un egoísta temerario. O quizá fuese todo eso a la vez. Porque jmás pudo superar la muerte de su gran amigo Clark -fallecido en 1968 en Hockenheim en extrañas circunstancias-, y porque también guardó luto por Mike Spence, Alan Stacey y Ricardo Rodríguez. Él mismo iba a apurar sus días a la velocidad de un disparo. Cuando falleció a los 54 años, víctima de un ataque cardiaco, ya era una leyenda. Y su identificación con Lotus, tan íntima, que el equipo jamás se recuperó de su pérdida: únicamente nueve victorias en 296 carreras, seis de ellas para Ayrton Senna.

Red Bull, haciendo el pino por Verstappen

Actualizado Domingo, 10 marzo 2024 - 20:51

El sábado, hora y media antes del inicio del GP de Arabia Saudí, dos instantes se entrelazaron en el paddock. Un par de escenas que evidencian el momento actual de la F1, sacudida últimamente por todo tipo de escándalos y rumores. Un presente convulso comprimido en las lujosas instalaciones del Corniche Circuit. Los magnates locales más jóvenes, en busca de autógrafo, abrían hueco a Oliver Mintzlaff, el director ejecutivo de Red Bull, que atravesaba la escena a paso ligero, intentando contener la curiosidad de los periodistas. A sólo unos metros, Toto Wolff contemplaba el espectáculo desde el hospitality de Mercedes y despedía con un abrazo a la familia de Carlos Sainz. El piloto madrileño, en busca de asiento para 2025, había aparecido por sorpresa entre una nube de focos para seguir la carrera desde el garaje de Ferrari. Pese a su reciente operación de apendicitis, todo aquel espectáculo, también para él, merecía la pena.

El momento crítico de Red Bull, con Christian Horner bajo los focos, ha concitado la atención mediática durante las dos últimas semanas. El team principal no sólo tuvo que sortear las acusaciones de una empleada por "comportamiento inadecuado", sino que debió poner orden en su garaje. Ante Jos Verstappen, padre del tricampeón mundial, y ante Helmut Marko, otrora fiel consejero, acusado ahora de filtrador. Ambos se han alineado contra el jefe, inflamando el clima de guerra civil.

De hecho, antes de aterrizar hace 10 días en Bahrein, muchos ya daban a Horner por amortizado. Pero él, con dos décadas de experiencia en las moquetas del Gran Circo, no iba a entregar su cabeza así como así. Sólo unas horas después del armisticio entre Marko y Mintzlaff y el doblete de Max Verstappen y Sergio Pérez sobre el asfalto, Horner lanzó un titular a modo de advertencia: "Ninguna persona es más grande que el equipo". Hacía alusión, por supuesto, a Verstappen, que la víspera había reiterado su inquebrantable lealtad hacia Marko. Cuando le incidieron por una hipotética marcha de su campeón, Horner ni siquiera enarcó una ceja. "Max es un piloto maravilloso, pero aquí dentro todo el mundo tiene un papel que desempeñar. Nunca digas de ese agua no beberé. Si un piloto no quiere estar en un sitio, se irá a otro". Y ese destino, obviamente, sólo podría ser Mercedes.

De ahí el interés, teñido de su habitual suficiencia, con el que Wolff observaba las prisas de Mintzlaff por el paddock. Después de las dos primeras citas del Mundial, las Flechas de Plata sólo han sumado 46 puntos, incapaces siquiera de seguir el rastro de Ferrari. Y la baja de Lewis Hamilton, camino de Maranello en 2025, le duele a Toto en el alma. Para ocupar el vacío del heptacampeón, nadie tan capacitado como Verstappen, tal y como el austriaco admitió. "Es una decisión de Max, pero todos los equipos de la parrilla se pondrían a hacer el pino con tal de tenerle en su coche".

Mercedes dice no tener prisa con este asunto, pero lo cierto es que, tal y como ruedan las cosas en Red Bull, el desenlace podría precipitarse. De momento, la facción austriaca del equipo, comandada por Marko y el entorno de Verstappen, obtuvo el sábado una bocanada de oxígeno. "Seguiré en mi puesto", confirmó el veterano asesor, tras su cordial encuentro con Mintzlaff. Nunca tuvo costumbre de que le amordazaran, pero Marko deberá vigilar a partir de ahora cada uno de sus pasos. Porque Horner se ha hartado de sus ínfulas de presunto portavoz oficial. Y sobre todo, porque le considera el topo que ha filtrado los documentos de su escándalo sexual.

Asimismo, la cadena alemana RTL adelantó el sábado que el team principal habría ofrecido 700.000 euros de indemnización a la trabajadora que lo denunció. Una suma que aumentaría hasta el millón de euros gracias a la compensación de la propia escudería. Horner, como ya todos saben en el paddock, cuenta con los favores del tailandés Chalerm Yoovidhya, propietario del 51% de las acciones de Red Bull GmbH. Parece que la facción británica, desde su factoría de Milton Keynes y desde las oficinas centrales en Bangkok, va ganando la guerra.

El “pequeño beso” de Fernando Alonso y las “tres o cuatro décimas” para el futuro

Actualizado Sábado, 9 marzo 2024 - 22:35

Las diferencias entre Fernando Alonso y Lance Stroll se concretaron en Jeddah de un modo sutil, pero también evidente. Fueron un par de centímetros los que separaron a los pilotos de Aston Martin. Un distancia, casi inapreciable, entre el toque del canadiense contra el muro de la curva 22 y el "pequeño beso" del bicampeón a las protecciones de la curva 9. El error que desencadenó el abandono de Stroll en la quinta vuelta frente a la apuradísima (y afortunada) rectificación de Alonso cuando restaban 12 giros para la bandera a cuadros.

"Todo está bien", tranquilizó Alonso a sus ingenieros a través de la radio. El roce conra el muro no había causado daños al AMR24, así que podría aguantar el ritmo hasta la bandera a cuadros. Sostener ese ligero margen sobre George Russell, que no daba tregua con su Mercedes. No era precisamente una situación para disfrutar, pero Alonso supo sostenerla del mejor modo. "Quería mantener a George a más de un segundo y fueron vueltas de mucha exigencia mental. No quería que cogiera el DRS, porque entraría en ese juego de no hacer vueltas óptimas. Ahí tienes que utilizar varias veces la batería para que no te adelante y se pierde mucho tiempo".

Nada más bajar del coche, como de costumbre, todo se había ordenado ya en su cabeza. "Ha sido una carrera exigente y estresante, tanto física como mentalmente", adelantó, antes de un análisis más pormenorizado. Según el propio Alonso, su puesto más plausible en meta habría sido el noveno. Sin embargo, se alinearon varias circunstancias favorables. En primer lugar, la baja de Carlos Sainz, recién operado de apendicitis. Después, la decisión de Lewis Hamilton y Lando Norris de no parar tras el safety car, dividiendo la estrategia de Mercedes y Ferrari. "Nos aprovechamos bien de ello", se felicitó Fernando. No fue un sábado de euforia, pero sí había razones para cierto optimismo.

«Volvemos al sitio que merecemos»

La visita vespertina de José Mourinho al garaje verde concitó las primeras sonrisas. Hubo algún codazo en el paddock en torno al ex entrenador de la Roma, aunque no tantos como junto a Anthony Joshua, que apenas unas horas antes había llevado al delirio al Kingdom Arena con un KO en el segundo asalto. La carrera se presentaba cuesta arriba, pero se cerró con 10 suculentos puntos para la tropa de Mike Krack.

Porque no conviene olvidar que Aston Martin, al igual que en la última cita de 2023, sigue siendo el quinto equipo de la parrilla. Y de poco sirven, de momento, sus alentadoras tandas de clasificación de los entrenamientos. "A una vuelta conseguimos calentar los neumáticos y tenerlos listos para clasificación, pero luego volvemos al sitio que merecemos. Un poco por detrás de McLaren y Mercedes. Quizás Ferrari y Red Bull sí están un paso por delante y eso será lo que más nos cueste alcanzar", ratificó el doble ganador de las 24 Horas de Le Mans.

"Haremos todo lo contrario"

Según los cálculos de Alonso, el AMR24 necesita "tres o cuatro décimas" por vuelta para poder codearse con los de arriba. No ya para cuestionar la jerarquía de Max Verstappen, pero sí para luchar por los podios frente a Sergio Pérez, Charles Leclerc y Sainz. Esos ajustes aerodinámicos, más desarrollados que los traídos al Corniche Circuit, con los que abordar el salto cualitativo. Dentro de dos semanas se esperan más evoluciones en Melbourne.

Y un poco más adelante, Suzuka puede marcar una tendencia definitiva. El exigente trazado japonés jamás perdona a los indecisos. «En 2023 no pusimos una pieza nueva hasta el GP de Canadá. Ahora haremos todo lo contrario. El coche es bueno, pero representa solamente una base, así que lo cambiaremos a lo largo de todo el Mundial", finalizó Alonso.

Verstappen lidera el doblete de Red Bull y Alonso cumple con un quinto en Jeddah

Verstappen lidera el doblete de Red Bull y Alonso cumple con un quinto en Jeddah

Fue una tarde turbulenta en el paddock y una noche tranquila en la pista. Un sábado más en la oficina para Red Bull, cuya desquiciada trastienda está regalando a la F1 la emoción que falta sobre el asfalto. La reunión entre Oliver Mintzlaff, alto ejecutivo, y Helmut Marko, reputado asesor, acabó en fumata blanca. Hubo tregua, al menos de cara a la galería, antes de festejar el doblete de Max Verstappen y Sergio Pérez en el Corniche Circuit. Los logros de Charles Leclerc, en el tercer escalón del podio a 18 segundos de la cabeza y con una postrera vuelta rápida (1.31.632), también pueden darse por buenos en Ferrari.

Cualquier podio se antoja un tesoro ante Verstappen. Son nueve triunfos consecutivos ya para él, 19 en las 20 últimas carreras. Son nueve temporadas seguidas con victoria. Son 100 podios para un campeón a bordo de este RB20 inabordable. La enésima genialidad aerodinámica de Adrian Newey ha convertido el Mundial 2024 en un mero trámite.

En este arranque de Mundial, no hay mucho margen para Fernando Alonso, quinto en la meta tras un desaforado esfuerzo. A 10 giros para el final, el asturiano advirtió a sus ingenieros por radio: "Dadme la cuenta atrás de las vueltas, porque estoy en modo de qualy". Tenía que mantenerse entre George Russell y Oscar Piastri, al volante de un McLaren con más prestaciones. Así lo hizo, con la suficiencia de siempre, como mucho antes había navegado durante tantos minutos para mantener la séptima plaza. El AMR24 sigue mostrando mucho más rendimiento a una vuelta que durante la carrera. Un quinto puesto con el quinto coche de la parrilla en las tandas largas supone un mérito incuestionable.

De inicio, el asturiano quiso defender su territorio ante los McLaren, hasta que Piastri dejó patente su velocidad con un fantástico adelantamiento. Verstappen hizo lo propio desde la pole, alejando de su radar a Leclerc en un par de vueltas. Desmoralizado, el monegasco ni opuso resistencia ante Pérez. El doblete de Red Bull era un hecho.

La pifia de Stroll

Tampoco debía dudar nadie del safety car, omnipresente aquí en las tres ediciones previas. Fue Lance Stroll quien lo convocó, con un absurdo error contra el muro interior de la curva 22, cuando rodaba solo. Otra vez la misma historia para el canadiense, que ya había cometido uno muy similar el jueves. Los favoritos, salvo Lando Norris y Lewis Hamilton, aprovecharon para efectuar una parada gratis.

Con tanto tráfico en el pit-lane, lo normal es que se reprodujeran escenas de peligro. Alonso casi se estrella con Pérez, a quien liberaron en mal momento, por lo que recibió cinco segundos de sanción. Leclerc también se vio ralentizado por el exceso de tráfico y Norris se dio el gusto del liderato, al menos un par de giros. Cuando Verstappen asomó por primera vez la nariz, el británico no opuso la menor resistencia. A partir de entonces, Mad Max encadenó vueltas rápidas con una frecuencia aterradora.

Desde el garaje de Ferrari, el renqueante Carlos Sainz seguía con atención la carrera de Oliver Bearman, elegido piloto del día con el 48% de los votos. Desde el inicio, con los neumáticos blandos, el novato cumplió con su cometido, hasta cruzar séptimo la bandera. Hubiese sido injusto pedir más a un novato de 18 años, sobrado de actitud para completar un bonito adelantamiento a Yuki Tsunoda y otro, más sencillo, a Nico Hulkenberg. Muchas más responsabilidades recaían sobre Leclerc, que dejó frito al lastimero Hamilton, sin velocidad en el W15.

"¿Alguna opción de Plan B?"

Tenía punta el Ferrari en las rectas y el monegasco podía rodar con regularidad en 1:33 bajos. Se confirmaba como la segunda fuerza de la parrilla, con varios pasos por delante de McLaren y Mercedes. Y muchos más respecto a Aston Martin, como sostenía el propio Alonso. "¿Alguna opción de Plan B? Porque ellos están en otra liga", preguntó el asturiano, incrustado en la séptima plaza, entre Piastri y Russell, durante la mayor parte de la noche. Pisar esa tierra de nadie es el sino del asturiano.

Una semana después del triste espectáculo en Sakhir, los gerifaltes de la F1 pudieron presumir ante sus patrocinadores de una carrera, si no emocionante, sí al menos entretenida. Un mal menor, entre tanta tierra quemada. No faltó la la doble sanción de 10 segundos a Kevin Magnussen, primero por causar una colisión con Alex Albon y poco después por ganar ventaja fuera de pista para adelantar a Tsunoda. Tampoco hubo que reprochar nada a Hamilton, cuyo último relevo con los blandos fue defendido con demasiados bandazos de Norris en la recta de meta.

Red Bull, un caos de filtraciones, investigaciones y venganzas

Actualizado Sábado, 9 marzo 2024 - 10:45

El viernes, cuando sólo habían transcurrido unos minutos de la Q1, un miembro del equipo de comunicación de Red Bull irrumpió en la sala de prensa del Corniche Circuit para ofrecer ciertas explicaciones a los periodistas. Mientras Max Verstappen preparaba el coche camino de su primera pole en Jeddah, la escudería intentaba atajar otra crisis en el seno de su garaje. La que ahora afecta a Helmut Marko, su histórico asesor, cuyo futuro a corto plazo pende de un hilo.

Los escándalos del último mes amenazan con llevarse por delante la inercia ganadora del equipo que suma 40 victorias en las 43 últimas carreras del Mundial. Tras la denuncia presentada contra Christian Horner por presunta "conducta inapropiada" y la guerra abierta entre el team principal y Jos Verstappen, padre del piloto, hoy las miradas se dirigen hacia Marko. Su titular del viernes en los micrófonos de Sky volvió a sobresaltar al paddock: "Todo tendría que alinearse para que yo quiera seguir trabajando".

Para saber más

Marko, de 80 años, fue durante décadas la mano derecha de Dietrich Mateschitz, el fundador de Red Bull, fallecido en octubre de 2022. Sin embargo, su autoridad sobre los trabajadores y su influjo sobre Verstappen, de quien se considera mentor, quedan ahora en entredicho por culpa de unas supuestas filtraciones de material sensible. De algún modo, el austriaco parece verse atrapado por otra investigación interna. Y la madeja no para de enredarse.

"Voy a seguir haciendo lo que quiera"

Cuando ayer le preguntaron si pensaba que Red Bull iba a suspenderle, igual que hizo con la empleada que había denunciado a Horner, Marko tuvo que admitir la evidencia. "Es difícil de explicar, pero al final yo decido lo que voy a hacer. Sin embargo, esa posibilidad teórica existe", señaló en la cadena ORF. El caso es que no hay modo de apurar unas horas de tranquilidad en el hospitality energético de Jeddah.

"Es posible que me suspendan para Australia, pero yo voy a seguir haciendo lo que quiera", detalló Marko respecto a la tercera cita del Mundial, agendada para el 22 y el 24 de marzo en Melbourne. Desde luego, aunque se vea fuera, sus dardos a Horner seguirán acaparando las portadas. Especialmente si el británico se plantea un futuro sin Verstappen, por culpa de su guerra abierta con Jos. "El activo más fuerte de Red Bull es Max. No hay piloto más rápido. Si se fuese sería una gran pérdida y un duro golpe para nuestros mecánicos e ingenieros", subrayó.

El respaldo de Verstappen

A falta de que afloren más detalles sobre lo que se antojan meras venganzas personales, Verstappen también quiso a última hora de ayer reiterar su apoyo hacia Marko. "Mi lealtad hacia él es muy grande y ya se lo he dicho a todos los de arriba. El Dr Marko es una parte importante en mi toma de decisiones de cara al futuro, por lo que considero muy importante que siga", adelantó el tricampeón mundial.

La lealtad de Verstappen hacia Marko se remonta una década atras, cuando Marko le ofreció la opción de ser tercer piloto de Toro Rosso durante las tres últimas carreras del Mundial 2014. Entonces ni siquiera había cumplido los 17 años. La apuesta de Marko pesó entonces más que el interes de Mercedes, el equipo que ahora también pujaría por hacerse con sus servicios.

Con algunas cartas ya boca arriba, aún queda dilucidar la jugada más decisiva sobre el tapete. Es decir, la que defina las luchas de poder ante Chalerm Yoovidhya, el máximo accionista de la compañía. El pasado fin de semana, la visita del multimillonario tailandés al GP de Bahrein se interpretó como un resplado hacia Horner, que habría ganado la carrera por sus favores.

La triste decadencia de Alpine: de aquel plazo de 100 carreras a luchar por no ser los últimos

Actualizado Viernes, 8 marzo 2024 - 23:09

Apenas unos metros separan las instalaciones de Alpine y Aston Martin en el paddock. Unos cuantos pasos que Fernando Alonso ha recorrido más de una vez esta semana en Jeddah, aprovechando para saludar y dar ánimos a viejos conocidos. Falta hacen en e

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Fernando Alonso planta batalla a los favoritos y Verstappen firma otra ‘pole’ en Jeddah

Actualizado Viernes, 8 marzo 2024 - 19:13

A una sola vuelta, ahora mismo, Fernando Alonso es el único piloto de la parrilla que puede acercarse a Red Bull y Ferrari. De momento no basta, pero al menos supone un aliciente en Jeddah, donde el asturiano partirá cuarto en la parrilla tras una bonita confrontación ante rivales mejor equipados. Ninguno, claro, como Max Verstappen, autor de la pole (1:27.472), tres décimas por delante de Charles Leclerc y Sergio Pérez.

A Leclerc le faltaron sensaciones y equilibrio al volante del SF24 y al de siempre le sobró con lo de siempre. Tal es la superioridad de Verstappen que el monegasco tuvo que tomarse un par de segundos cuando le preguntaron en la sala de prensa si le consideraba imbatible. Obviamente terminó respondiendo con lo que se espera en Ferrari, pero la simple duda ante el micrófono resultó reveladora. Tanto o más que la corrección de Mad Max al responsable de la F1 que había confundido su número de poles. Tras esta, la primera en Jeddah, ya se le amontonan 56 en el palmarés.

Con Pérez de invitado de piedra, sudando en cada curva para no meter demasiado la pata, Alonso asomó como el único animador digno de tal fama. Esta vez cedió por estrechísimo margen (55 milésimas ante Leclerc y 39 ante Checo). El último sector, el más largo con gas a fondo, se le hizo interminable al Aston Martin. Por ahí se escaparon las opciones para otra heroicidad. Tras tomar un rebufo de Lewis Hamilton en la recta, el último intento del bicampeón mundial no pudo redondear una qualy casi perfecta.

"intentémoslo de nuevo"

Sobre este asfalto a 29ºC, con unas medias superiores a los 251 km/h, Fernando fue puliendo poco a poco sus cronos. Del 1:28.706 de la Q1, a 21 centésimas de Verstappen, al 1:28.122 de la Q2, 57 milésimas más rápido que Leclerc. A la hora de la verdad tampoco ofreció un titubeo (1:27.988), con 29 centésimas sobre el monegasco. Aún se sentía capaz de más y él mismo lo reconoció en un mensaje de radio. "Fue una buena vuelta, intentémoslo de nuevo", adelantó por radio en . Finalmente, su 1:27.846 no bastó ante el postrero intento de Leclerc.

Hubo motivos para pasarlo bien en el Corniche Circuit, porque las diferencias a una vuelta permiten ciertas sorpresas. Incluso por parte de Haas, que esta vez perdió anticipadamente a Nico Hulkenberg. No había transcurrido un minuto de la Q2 cuando el alemán sintió desfallecer su motor. La primera avería del Mundial 2024, con la consiguiente bandera roja, para retirar el Haas de la curva 8. Un ligero contratiempo para los Ferrari, que vieron abortada su vuelta a pocos metros de cerrarla. Era el momento de la verdad para Oliver Bearman.

Hamilton, con el gancho

El sustituto de Carlos Sainz, sin ningún bagaje previo con el SF24, se había permitido una entrada triunfal en la Q1, provocando los resoplidos de su padre en el garaje. Pero su único objetivo era colarse en el top-10. A un novato que la víspera andaba penando con el Prema por la F2, nadie podía exigirle una heroicidad. Aun así empujó al límite a Lewis Hamilton.

Sufría el heptacampeón con el agarre del Mercedes y Bearman mantuvo su apuesta hasta las últimas consecuencias. Apenas 36 milésimas noquearon al chico, que en mayo cumplirá 19 años.

La primera criba sirvió para constatar el desastroso papel de Alpine, sin recursos ante la mermada competencia. Un par de horas antes, Guanyu Zhou había estrellado el Sauber contra las protecciones, pero ni por esas Esteban Ocon y Pierre Gasly salieron adelante. Les faltaron 37 centésimas para alcanzar el corte, marcado por Daniel Ricciardo.