Lancia Delta Integrale, una bestia bajo sospecha

Lancia Delta Integrale, una bestia bajo sospecha

Se aburrieron de ganar y dejaron el Mundial porque cada victoria, sencillamente, había dejado de ser noticia. Lancia dominó el panorama de los rallies entre 1987 y 1992 gracias a la superioridad de su Delta Integrale, una joya del diseño que aún hoy alimenta el deseo de los coleccionistas. Un coche de tracción a las cuatro ruedas con un motor turboalimentado que conquistó seis títulos de constructores y cuatro de pilotos, repartidos equitativamente entre Juha Kankunnen y Miki Biasion. Sin embargo, aquel proyecto de Cesare Fiorio, desarrollado en el Martini Team por el mánager Claudio Lombardi y Ninni Russo, su jefe de mecánicos, levantó también una oleada de sospechas entre sus competidores.

Para asistir a la génesis del Delta Integrale hay que viajar al Salón de Frankfurt de 1979, cuando Lancia presentó en sociedad su nuevo modelo compacto. Un diseño de líneas muy rectas, acorde a los gustos del momento, obra del genial Giorgetto Giugiaro sobre las bases del Fiat Ritmo. Un coche elegante y versátil como respuesta al recién nacido Volkswagen Golf, pero que no había sido concebido para la competición. Sin embargo, el empeño de Fiorio y Lombardi transformaría aquel vehículo funcional en la bestia rugiente que se impuso en 47 pruebas del Mundial durante siete años.

En realidad, la dinastía se erigió sobre las cenizas de la tragedia. La muerte de Atilio Bettega en el Rally de Córcega de 1985, sumada un año después a las de Henri Toivonen y Sergio Cresto, también sobre las diabólicas carreteras corsas, obligaron a la FIA a prohibir los coches del Grupo B, cuyo exagerado nivel de prestaciones impedía garantizar la seguridad de pilotos y público. Era el turno de los Grupo A, estrictamente basados en su versión de calle. El momento de Lancia, que contaba en la fábrica de Abarth con casi un centenar de mecánicos y técnicos expertos en rallies. Entre su selecto elenco de ingenieros destacaron Sergio Limone y Giorgio Pianta, dando el impulso definitivo a la tracción integral y los motores turbo, las claves para adaptar el coche a la nueva reglamentación. Por no hablar, claro, de los pilotos.

Destruir las pruebas

Algunos aficionados siguen hoy contando la historia de aquel tramo del Rally Mil Lagos que recorría el pueblo de la novia de Kankkunen y que él conocía de memoria porque pasaba por allí casi a diario. "Yo estaba en la salida y vi que se había dado un toque en el tren trasero, por lo que llevaba una llanta totalmente torcida. ¿Te puedes creer que con esa rueda sólo perdió unos segundos en la especial? Aunque flojeaba sobre asfalto, en los tramos de tierra Juha era una bestia. Al revés que Biasion", explica a este diario un testigo directo de aquella época dorada. Un rival que esboza una imagen bastante menos amable de Fiorio -"el típico italiano un poco estiradito"- y que desgrana, sin tapujos, algunos de los trapicheos que convirtieron a Lancia en una sospechosa habitual.

"Disponíamos de un aparato con el escuchábamos lo que se hablaba en los coches. En una ocasión, sin proponérmelo, oí preguntar a Lombardi: Si ha fatto el intervento? Al día siguiente, el Delta corría que era una barbaridad". Esa manipulación afectaba a una brida que Lancia ensanchaba para multiplicar el soplo del turbo. "Cuando iba a terminar el rally, antes de las verificaciones, dijeron que se les había roto el turbo y que para desarmarlo le habían pegado un martillazo. Por lo tanto, no dejaron pruebas de nada. Fue un gran escándalo".

Esas artimañas eran moneda habitual aquellos años, en plena belle époque de los rallies. Los equipos disponían de total libertad para desarrollar sus coches sobre el terreno; los pilotos fraternizaban en los hoteles; los duelos en el Col de Turini, el más legendario del Rally de Montecarlo, se prolongaban durante una noche entera, con casi 150 km cronometrados... "Aunque fuesen rivales, quedábamos para cenar, charlábamos y teníamos una relación que hoy ya no existe. No era ni mejor ni peor. Sencillamente, los rallies han cambiado y ahora son mucho más cortos. Hoy hacen test durante un par de días y antes nos pasábamos dos semanas", asegura Luis Moya, en conversación con este periódico.

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"Existía un respeto mutuo, pero jamás contabas cómo iba tu coche y tampoco sabías nada del de al lado, porque nadie hablaba de ello. Nunca se trataba nada de rendimiento, ni de otras historias" añade el ex copiloto de Carlos Sainz. Al volante de un Toyota Celica, la pareja española conquistó los Mundiales de 1990 y 1992. Por aquel entonces, las ventas del modelo japonés crecían como la espuma en España. Cualquier éxito durante el fin de semana se trasladaba el mismo lunes a los concesionarios. El Mundial arrastraba pasiones y los patrocinadores tendían sustanciosos contratos. Había demasiado en juego como para mantenerse lejos de la tentación.

Un año, los tiempos del Team Martini despertaron tantos recelos que ya sólo quedó la pista de la gasolina. "No sabíamos cómo lograban tanto rendimiento hasta que un día nos llegó un extintor. Parece de chiste, aunque fue ahí cuando descubrimos que se trataba de un depósito con combustible enriquecido, con la entrada del caudal por un lado y la salida por el otro. Cuando llamamos al proveedor nos dijeron que se habían confundido con las prisas. En realidad, todo aquello era para Lancia y nos lo entregaron a nosotros por error", rememora la citada fuente, que ha preferido no revelar su identidad.

El boliígrafo Bic

Estas triquiñuelas resultaban tan seductoras que Toyota, un equipo cuyo desorbitado presupuesto le permitía enviar 200 personas al Rally Safari, también terminó sucumbiendo. Los nipones fueron cazados por la FIA en el Rally de Catalunya de 1995 y apartados del Mundial durante dos temporadas. Hoy, los avances en la electrónica y las minuciosas telemetrías dificultan la adulteración, pero por entonces hasta un sencillo bolígrafo Bic permitía traspasar el reglamento. "Era una trampa mucho más sencilla. En el tubo de goma del turbo se metía la funda del boli, la punta con la parte transparente. Unos tres dedos nada más, para que el diámetro del turbo disminuyera y así soplara el doble. Como las asistencias se hacían en el campo, un mecánico retiraba el boli mientras te limpiaban el coche antes de la meta. Durante la verificación final de la presión del turbo imagina dónde podían buscar el Bic.

La estrella de Lancia empezaría a declinar a finales de 1991, cuando la cúpula de Fiat, la empresa matriz, decidió cerrar la división de fábrica del Martin Team. Dos años antes, Fiorio ya se había bajado del barco, por culpa de una oferta irrechazable de Ferrari, en busca de un director deportivo tras el fallecimiento de Don Enzo, Il Commendatore y presentara batalla a McLaren en el Mundial de Fórmula 1. "Había llegado un momento en que sólo salíamos en los titulares si no ganábamos", se justificaba Russo. En verdad, la razón más plausible para el final de este cuento de hadas deba achacarse a una errónea apuesta de Gianni Agnelli. El gran capo de Fiat, bajo el consejo de su director ejecutivo, Cesare Romiti, quiso potenciar una marca de lujo con lo mejor de Lancia y Alfa Romeo. Aquella estrategia se llevó por delante al rey de los rallies.

En 1992 aún pudieron despedirse con el último de sus seis títulos consecutivos de constructores. Pero ya no había vuelta atrás: el equipo oficial pasaría a manos privadas. Las del Jolly Club, propiedad de Claudio Bortoletto. El peor momento para el aterrizaje de Sainz, que se había comprometido unas semanas antes tras solventar un tormentoso conflicto de patrocinio entre Castrol y Repsol. Después de nueve victorias en tres años con Toyota, la pareja española no logró sumar ni una tras 13 carreras, incluida la descalificación del Rally San Remo por el uso de un carburante prohibido. Todo un descrédito para Lancia ante sus propios tifosi.

Ruote da Sogno

"No es que fuese el coche fuese malo, no, pero tampoco era bueno, porque no podíamos con nadie. Nos encontramos el Delta tal como lo habían dejado el año anterior. Hacíamos lo que podíamos, pero el coche se quedó en desarrollo cero. Desde principios de año no hubo ninguna evolución. Mientras los rivales iban avanzando y seguían trabajando, nosotros nos quedamos estancados", argumenta Moya.

Aunque el Volkswagen Polo cuenta con un mejor porcentaje de triunfos y de títulos consecutivos -cuatro entre 2013 y 2016- la huella del Delta Integrale sigue presente en las cunetas de media Europa. "Hay varios coches que han ganado mucho, como Citroën con Sebastian Loeb. También Subaru y Toyota han conquistado Mundiales, pero no podría decantarme por uno en particular. De hecho, no creo que tenga sentido comparar coches de diferentes épocas. Considero que no contamos con suficientes elementos de juicio", zanja Moya, sin un mohín de amargura pese a aquella funesta aventura.

"Es un modelo que marcó una época y siempre pensaré que es una lástima que Lancia no esté de vuelta en el Mundial"

Luis Moya

"Es un modelo que marcó una época y siempre pensaré que es una lástima que Lancia no esté de vuelta en el Mundial". De momento habrá que seguir esperando, ya que los rumores que situaban a Carlos Tavares, CEO del gigante automovilístico Stellantis, como nuevo condotiero nunca se confirmaron. El portugués, que ya lideró en 2017 el regreso de Citroën al Mundial, ha querido potenciar Lancia como una de sus tres marcas premium, aunque por ahora los balances de cuentas pesan más que el romanticismo.

La llama de la nostalgia, claro, sigue viva entre los fanáticos, que sobrellevan a duras penas la actual decadencia del WRC. Desde luego, el Delta Integrale es uno de los coches más eficaces y especiales jamás diseñados. Un modelo que toca la fibra sensible. Y es que, pese a su delicadísima puesta a punto, en algunas subastas se han escuchado ofertas de más de 250.000 euros. No sólo se trata del bramido de su motor (1995 cc y 300 CV) sino, a más pequeña escala, de su maravillosa colección de relojes en el cuadro de mandos, con un manómetro de la presión del turbo y otro de la temperatura del aceite. En cuaquier caso, nadie podrá medir o pesar el alma de este coche.

Sainz cae indispuesto en Jeddah y Alonso habla sobre Red Bull: “Mejor estar en su lista que en la retirada”

Actualizado Miércoles, 6 marzo 2024 - 16:38

La segunda carrera del Mundial se complicó de pronto para Carlos Sainz, que el miércoles no pudo cumplir con sus compromisos ante la prensa en Jeddah. El piloto de Ferrari se sintió indispuesto en las horas previas y, tras pisar el paddock a mediodía, tuvo que regresar con cierta urgencia al hotel. A falta de confirmación oficial sobre su salud, sobre la que no quiso ofrecer detalles Ferrari, el madrileño deberá apurar su recuperación de cara a la primera sesión de entrenamientos libres del jueves (14:30 horas).

Sainz, que antes de aterrizar en Jeddah había acudido a varios actos promocionales, sufrió un debilitamiento paulatino a lo largo del miércoles. La víspera, Ferrari había adelantado su presencia ante los medios, una cita que primero retrasó y más tarde tuvo que cancelar definitivamente. Mientras Sainz abandonaba el Jeddah Corniche Circuit, Charles Leclerc sí podía comparecer en la rueda de prensa oficial de la FIA.

La plenitud de Carlos se antoja crucial en Arabia Saudí, un gran premio de elevada exigencia para los pilotos, donde a partir del jueves se esperan temperaturas superiores a los 30ºC. Este calor volverá a mezclarse con la pegajosa humedad a orillas del Mar Rojo. En cualquier caso, el equipo de Frédéric Vasseur confía en el total restablecimiento de Sainz, autor de un gran podio el pasado sábado en Bahrein.

"Será mi decisión"

Ante la ausencia de Sainz, Fernando Alonso volvió a acaparar el protagonismo en el paddock, donde aumentan los rumores sobre su futuro a partir de 2025. "No tengo contrato, así que es mejor estar en las listas de Mercedes o Red Bull que en la lista para otros campeonatos o en la retirada", aseguró el bicampeón mundial.

Preguntado por la situación de Max Verstappen, envuelto en la guerra civil de Red Bull, y lo que supondría para él un posible fichaje del neerlandés por Mercedes, Alonso se mostró prudente. "Primero decidiré si quiero sacrificar mi vida para estar totalmente comprometido con la F1. Esa será mi decisión. Seguiré con interés lo que sucede con Max, pero es una pregunta para él".

"Sería egoísta si sólo pensase en renovar y ser piloto de Fórmula 1. Eso está muy bien, pero no soy ese tipo de persona. Si me comprometo es porque hay una opción de ganar carreras y voy a entregar el 100% a una organización que también dará su 100%", añadió Fernando.

"sorpresa positiva y negativa"

Asimismo, el asturiano admitió que Aston Martín ha arrancado este Mundial "en una posición un poco más baja" que el año pasado, aunque reiteró las "esperanzas" de su equipo para convertirse en la "segunda fuerza" de la parrilla. De momento, la escudería liderada por Mike Krack deberá estrechar el margen ante McLaren y Mercedes, cuyo ritmo de carrera fue muy superior el pasado fin de semana en Sakhir.

A tenor de lo apuntado en Bahrein, el AMR24 debería mantener su velocidad en las vueltas de clasificación, donde sí pudo competir con los mejores, y mejorar sus prestaciones durante la carrera. "Fue una sorpresa lo rápido que íbamos el viernes y lo lejos que nos quedamos el sábado. Fue una sorpresa positiva y otra negativa, así que debemos entender qué podemos hacer mejor", analizó Alonso.

El coraje de Carlos Sainz y las cifras de su gran arranque con Ferrari

Actualizado Lunes, 4 marzo 2024 - 01:58

Carlos Sainz nunca se deja arrastrar por la euforia, pero a última hora del domingo, tras su podio en Sakhir, se le notaba distinto. Durante la rueda de prensa de la FIA y delante de las cámaras de Sky Italia, justo a la puerta del hospitality de Ferrari, el madrileño destilaba una honda felicidad. Aún arrastraba la adrenalina de la carrera, donde se había divertido como nunca, completando dos soberbios adelantamientos ante Charles Leclerc. Sin embargo, a su alrededor, no se percibía tanto entusiasmo.

Para saber más

El ambiente en el seno del equipo de Frédéric Vasseur siempre fluctúa en función de lo que suceda con Leclerc, que el domingo, poco antes de que Sainz apareciese por el cuartel general, aún rumiaba su decepción por el cuarto puesto. El monegasco iba y venía con un helado en la boca, en busca de respuestas. Un problema con los frenos había arruinado su carrera. El SF24, incontrolable, le obligó a bloquear siete u ocho veces. Esa avería, por supuesto, también la sufrió Sainz. "Teníamos muchas vibraciones y el pedal, en un momento dado, empezó a irse largo", explicó Carlos. Lejos de dejarse dominar por la frustración, el español empezó a mover el coche en la recta para enfriar el lado que se calentaba más y los frenos volvieron a rendir.

Tantos pormenores técnicos vienen al caso para explicar la verdadera naturaleza de Sainz al volante. Carlos, según la definición del ex campeón mundial Damon Hill, no es un simple driver, sino un genuino racer. Es decir, un piloto cuyas virtudes van más allá de la velocidad a la que impulsa su monoplaza. Un piloto que sabe leer cada situación y se anticipa a los contratiempos. Un piloto que no se limita a pisar a fondo, sino que piensa, analiza y mantiene la compostura. Por si fuera poco, ahora cuenta con un coche que también le permite atacar.

A la par que Pérez

A diferencia de 2023, donde se pasó la segunda mitad del Mundial mirando por los retrovisores y gestionando los neumáticos, Sainz sabe del potencial del SF24. Un monoplaza que el domingo mostró unas prestaciones que sólo palidecían ante Red Bull. Con el neumático blando, Sainz marcó un ritmo de carrera de 1:37.611, a 65 centésimas de Max Verstappen, pero tres milésimas más rápido que Sergio Pérez. Con la goma dura, Carlos rodó a un promedio de 1:36.231, a 68 centésimas del campeón y sólo 23 milésimas más lento que el mexicano. Para completar la comparativa, baste citar el ritmo medio de Lewis Hamilton, 87 centésimas más lento que Mad Max, o el de Fernando Alonso, 1.29 peor.

Estos datos, por tanto, suponen un buen punto de partida para la Scuderia. Tal y como recordó Vasseur, hace sólo 12 meses el primer coche rojo acabó en Sakhir a 48 segundos del ganador. Y el domingo, ese abismo se redujo exactamente a la mitad. Además, Ferrari ha liderado este fin de semana un apartado que le venía causando jaquecas desde tiempo atrás. Por una vez, sus mecánicos fueron los más rápidos en los pit-stops (2,3 segundos con Leclerc y 2,7 con Sainz).

'Undercut' encubierto

Pese a todo, los ánimos en el garaje andan revueltos. Después de tres años, Sainz conoce de sobra las complejidades de Maranello y el ecosistema favorable hacia quien allí dentro llaman Il Predestinato. Durante todo este tiempo apenas ha alzado la voz y su cortés disciplina aún es muy celebrada en el paddock. Pero ahora que se sabe obligado a entregar el asiento a Lewis Hamilton en 2025, no va a perder ni una oportunidad de demostrar su valía. O de reclamar lo que considere justo.

Porque las estrategias de Ferrari siguen siendo, cuanto menos, cuestionables. El ejemplo del domingo, cuando Leclerc paró en la undécima vuelta -tres antes que Sainz, pese a marchar claramente rezagado- levantó otra vez los recelos sobre un trato de favor. Así que, para sobreponerse a ese undercut encubierto, el madrileño tuvo que adelantar a Charles dos veces en pista. Dos maniobras solventadas por centímetros y sin un pestañeo. Sainz sabe, mejor que nadie, que desde la destitución de Mattia Binotto, un convencido defensor del trato igualitario en el box, Ferrari ya ni siquiera va a tomarse la molestia de guardar las formas.

Guerra sin cuartel en Red Bull: el padre de Verstappen quiere a Horner fuera del equipo

Actualizado Domingo, 3 marzo 2024 - 20:15

Ni siquiera el triunfal arranque de 2024, con la arrolladora victoria de Max Verstappen en Sakhir, ha sosegado los ánimos en Red Bull, escenario de una guerra civil que mantiene en vilo al Mundial. El ruido de sables ha traspasado esta vez los muros del garaje tras las explosivas declaraciones del padre del tricampeón mundial contra Christian Horner, team principal del equipo.

"Habrá tensión mientras permanezca en su cargo. El equipo corre peligro de partirse. No puede seguir así porque terminará explotando. Va de víctima, cuando es él quien está causando los problemas", aseguró Jos Verstappen a The Daily Mail y De Telegraaf.

El diario británico también informaba de una discusión entre Verstappen y Horner el viernes por la noche. Al parecer, el jefe de la escudería austriaca considera al padre del piloto como el cerebro de una campaña que pretende apartarlo de la dirección. "Eso no tendría sentido. ¿Por qué iba a hacer eso cuando a Max le van las cosas tan bien aquí?", se defendió el ex piloto, ante una de las preguntas del periódico.

En compañía de su esposa

Este presunto complot se vincula a la denuncia contra Horner por parte de una empleada de Red Bull Racing, que le acusa de acoso sexual. Nada más saltar a la luz este escándalo, la escudería encargó una investigación a una empresa independiente. El pasado miércoles, la matriz de Red Bull dio por cerrado el caso, asegurando que queja interpuesta había sido "desestimada".

Sin embargo, el jueves por la tarde, tras la primera jornada de entrenamientos libres del GP de Bahrein, una fuente anónima envió a Stefano Domenicali, CEO de la F1, Mohammed ben Sulayem, presidente de la FIA, a los directores de la F1 y a decenas de periodistas un dossier con 79 documentos con las supuestas pruebas de la conducta inapropiada de Horner. De este modo daba a entender que se habían ocultado las evidencias del delito.

Jos Verstappen, durante el GP de Austria de 2022.

Jos Verstappen, durante el GP de Austria de 2022.AP

Desde entonces, Horner quiso ofrecer una imagen de normalidad dentro del box, negando a hacer cualquier comentario sobre "especulaciones anónimas" y reiterando su frontal negativa contra las acusaciones. Tras una oleada de rumores, el ingeniero británico se dejó ver en el paddock en compañía de Geri, su esposa, ex componente de las Spice Girls.

De hecho, a última hora del sábado, el matrimonio Horner abandonó discretamente las instalaciones de Sakhir, alejados de las miradas de los fotógrafos. Ahora queda por ver si Horner viajará en las próximas horas a Jeddah para dirigir las operaciones de Red Bull durante el GP de Arabia Saudí. El sábado, tras el primer triunfo del año, él mismo quiso adelantar que volverá al muro como si nada hubiera pasado: "Estos resultados no se logran si no estamos unidos", zanjó.

"Ha sido un jefe increíble"

La otra cuestión, de mucho mayor calado, atañe ahora a la Federación Internacional (FIA). Según algunos analistas, este organismo podría reclamar, siguiendo los mandatos de su reglamento y su código deportivo, toda la información al alcance de Red Bull GmbH -la empresa que controla y gestiona la escudería- para lograr esclarecer el caso.

Si el caso sigue enredándose y las luchas intestinas devoran a Red Bull, la meteórica carrera de Verstappen también podría sufrir un vuelco. El neerlandés, que firmó a comienzos de 2022 un contrato con Red Bull hasta el final de la temporada 2028, ha mostrado en las últimas horas un total apoyo al trabajo de Horner. "Si analizo su labor dentro del equipo, ha sido un jefe increíble. Desde el punto de vista del rendimiento, nadie puede cuestionar eso", reveló el vencedor de 18 de las 19 últimas carreras del Mundial.

Fernando Alonso y las caras largas en Aston Martin: “Tenemos cuatro equipos por delante”

Actualizado Sábado, 2 marzo 2024 - 21:09

Una hora antes de la carrera, mientras los mecánicos apuraban sus pitillos y sorbían el último café, la atmósfera en el garaje de Aston Martin era muy distinta a la de hace un año en Sakhir. El team principal, Mike Krack, daba cuenta de un sandwich bajo los toldos del paddock y sus hombres seguían de reojo las declaraciones de Fernando Alonso en el drivers parade. Se mascaba la tensión y no aquella ilusión desbordante de 2023. Sólo tres horas más tarde, cuando el asturiano desfiló hacia los tornos de salida, la tropa verde ya preparaba sus bagajes con destino a Arabia Saudí, consciente de que este Mundial ha empezado torcido.

El reverencial respeto hacia Alonso entre la gente de Aston Martin se entiende mejor en momentos como este, cuando las simulaciones previas a la carrera ya les situaban como quinto coche de la parrilla. De ahí ese ambiente sombrío entre la fuerza de choque. Un severo revés tras meses de trabajo y una decepción, en particular, para el bicampeón mundial. "Tenemos cuatro equipos un poco por delante nuestro, como ya sucedía en Abu Dhabi", admitió Alonso, en referencia a la última cita del Mundial 2023.

Arrancar el nuevo curso como se terminó el anterior nunca es asumible para alguien tan exigente como Alonso, cuya sonrisa sólo asomó en plenitud durante una breve sesión fotográfica junto al Rey Juan Carlos. Por segunda jornada consecutiva, el Emérito se pasó ayer por Sakhir para saludar a los pilotos españoles. El monarca fue talismán para Carlos Sainz, pero no para Alonso, contrariado ante los micrófonos. "Estamos detrás de McLaren, Ferrari, Mercedes y Red Bull, así que toca mejorar. La vuelta de la qualy del viernes fue un poco excepcional y nos puso en una situación que no era real. Hoy sí hemos visto la realidad", sentenció en DAZN.

"Necesitamos más rendimiento"

La crudeza de Alonso fue edulcorada, como suele ser habitual, por Krack, con la mirada ya puesta en la carrera del próximo sábado. "Necesitamos un poco más de rendimiento para desafiar a los equipos de delante, pero esto es una carrera, una pista y trabajaremos duro para progresar en Jeddah", valoró el luxemburgués. Si había notado a Alonso, tal y como él mismo admitió ayer, algo enfurruñado durante la pretemporada, habrá que ver ahora al asturiano ante estas primeras adversidades.

Alonso y el Emérito, el sábado en Bahrein.

Alonso y el Emérito, el sábado en Bahrein.RV RACING PRESS

Desde luego, Arabia Saudí no se presenta precisamente como el entorno idóneo para el AMR24. Aunque hace un año Alonso pudo cazar un podio a rebufo de los Red Bull, la vertiginosa cuerda de Jeddah debería privilegiar más a Ferrari o McLaren. Por no citar a los inabordables Red Bull. Tras devanarse los sesos durante el invierno para mejorar la velocidad punta, los ingenieros de Krack reclaman algo más de paciencia para evaluar el paso adelante. De momento, Lance Stroll fue sexto ayer en este apartado (326 km/h) y Alonso, décimo (324 km/h).

El Rey Emérito vuelve a la F1: visita por sorpresa al ‘paddock’ y bromas con Carlos Sainz

Actualizado Sábado, 2 marzo 2024 - 01:01

La previa de la sesión clasificatoria del GP de Bahrein se vio animada el viernes por la visita del Rey Juan Carlos I, que quiso pisar de nuevo un paddock de la Fórmula 1. Fue la primera aparición del monarca en el Gran Circo desde el GP de México de 2021 y tuvo carácter privado. El Emérito, gran aficionado a las carreras, no perdió la oportunidad de saludar a viejos conocidos como Pedro de la Rosa o Marc Gené y siguió la evolución de la qualy en compañía de Carlos Sainz, cuádruple ganador del Rally Dakar.

La llegada del Rey a bordo de un carrito de golf provocó el habitual revuelo en el ya de por sí animado ambiente de la F1. Sin embargo, su presencia pilló con el paso cambiado a Fernando Alonso y Carlos Sainz Jr, que venían de cerrar con un doblete los últimos entrenamientos libres en Sakhir. Por motivos de seguridad, el monarca guarda con recelo cada una de sus visitas. Y por la obligada discreción, Aston Martin y Ferrari prohibieron a la prensa la distribución de material fotográfico.

En cualquier caso, la cercanía de ambas escuderías en el paddock facilitó las cosas a Don Juan Carlos, que apenas tuvo que caminar unos pasos para acceder a sus respectivas instalaciones. Poco antes de las seis de la tarde fue recibido en el hospitality de Ferrari por la familia Sainz. Y una media hora después salió acompañado del bicampeón mundial para sentarse en la terraza ante un televisor de grandes dimensiones.

Del Jarama a la Fórmula E

Sainz, un convencido defensor de la figura del monarca, le informó de cada detalle de lo que sucedía sobre el asfalto. Ataviado con unos cascos, el Rey también dispuso de línea directa con el garaje de Frédéric Vasseur. A pesar de su movilidad reducida, el monarca mostró su habitual buen humor tanto con De la Rosa, embajador de Aston Martin, como con Gené, su homólogo en Ferrari. Por no mencionar el ambiente distendido que se percibía junto al gran dominador del Dakar en la última década.

La pasión de Juan Carlos I por la F1 se remonta a varias décadas atrás. De hecho, los aficionados más veteranos suelen recordar su papel de mediador en el conflicto entre Jean Marie Balestre, Bernie Ecclestone y los pilotos durante el controvertido GP de España de 1979, disputado en el Jarama. Aquella amistad con Ecclestone le permitió seguir acercándose de forma oficial al Gran Circo incluso después de 2014, año de su abdicación.

La última visita del Emérito que había causado gran expectación en el entorno de Liberty Media se remontaba al GP de Abu Dhabi 2018, el mismo domingo que Alonso cerró por primera vez la puerta con un "Hasta luego". En los últimos tiempos, su presencia en los circuitos se redujo al E-Prix Diriyah, una de las citas Mundial de Fórmula E, disputada en Riad a comienzos de 2023. En el caso de Bahrein, los fuertes lazos con la dinastía local, especialmente con el titular del trono, Hamad bin Isa bin Salman Al Jalifa, han facilitado aún más la llegada de Don Juan Carlos a un Gran Premio que este año celebra su 20ª edición.

Verstappen borra la sonrisa de Sainz y Alonso en Sakhir con su 'pole' 33

Verstappen borra la sonrisa de Sainz y Alonso en Sakhir con su ‘pole’ 33

Terminaron las especulaciones, cayeron las caretas y Max Vestappen arrancó el Mundial 2024 como había cerrado el anterior. Riendo a carcajadas bajo el casco tras su primera 'pole' del año (1:29.179), con 22 centésimas sobre Charles Leclerc y 30 ante George Russell. No hubo modo de presentar batalla por parte de los españoles, porque Carlos Sainz, cuarto, y Fernando Alonso, sexto, aún necesitan más impulso a una vuelta.

Hablase en serio o no, lo cierto es que nada más cruzar la meta, Verstappen pensaba que no sería suficiente. De hecho, Leclerc había marcado un 1:29.165 en la Q2. Pero cuando Gianpiero Lambiase hizo oficial su 33ª pole, el campeón estalló de felicidad. "No tienes que disculparte, porque fue un buen comienzo", le dijo su ingeniero de confianza. Ferrari, que venía cuestionando la hegemonía de Mad Max desde los test, debió resignarse al gesto torcido de Leclerc.

Y lo grave del asunto ahora es el ritmo que Verstappen amenaza con imponer camino de la victoria. El mismo con el que aterrorizó durante sus simulaciones en la última sesión libre del viernes. Ni siquiera Leclerc y Russell esperan un milagro. Las dos posiciones del podio se antojan el único tesoro al alcance. Por ellas pugnarán Sainz y Alonso, cuarto y sexto, cada uno con sus matices.

Todo a una carta

El asturiano jugó a contracorriente en la Q3, esperando su turno y apostándolo todo a una bala, cuando sus adversarios dejaron la pista libre. Gracias a un fantástico sector intermedio, donde estableció récord provisional, pudo auparse por delante de Lewis Hamilton y los McLaren. Y sólo cedió ante Sergio Pérez por cinco milésimas. Sainz, por su parte, acabó cediendo esa maldita décima que tanto tiempo le viene martirizando ante Leclerc (1:29.507).

Ferrari, al menos, pudo comprobar la agilidad de su SF24 en las zonas más sinuosas de Salhir, donde plantó cara a Verstappen. El neerlandés, con un 1:29.374 en el inicio de la Q2, disponía de carta blanca para ahorrar gomas, mientras el resto debía emplear un juego extra. Quien mejor las exprimió fue Leclerc aventajando a su némesis en más de cinco décimas en el segundo y último sector.

El provecho también fue apreciable para Alonso, que había salido a la Q2 con calzado nuevo, aunque lejos del liderato. Su segundo intento, algo más afinado, le iba a colocar quinto, a 69 centésimas de Leclerc. La temperatura del asfalto descendía a 21ºC y Mercedes seguía sudando más de lo debido. George Russell, investigado por no seguir las instrucciones del director de carrera, hubo de apurar hasta el último instante, igual que Hamilton. La decepción, sin paliativos, fue Lance Stroll, decimosegundo, a casi una décima del corte, establecido por Oscar Piastri.

Hamilton, en apuros

En la Q1, el canadiense ya había tenido que esperar a su intento postrero para librarse de la quema, pero su crono, a sólo 56 milésimas de la cabeza, dejaba pistas sobre el brío del Aston Martin. También sufrió algo más de lo esperado Hamilton, con un 1:30.4 que le colocaba a medio segundo de Sainz. Su noveno puesto final en la parrilla, por delante de un Haas, no puede dejar satisfecho a nadie en el garaje de Mercedes,

Por la zona baja, la única sorpresa positiva fue la velocidad de Alex Albon, incrustando su Williams entre los Mercedes. En el otro lado de la balanza, subrayar el batacazo de Alpine, con sus dos monoplazas hundidos en el pozo. Mientras, Otmar Szafnauer, ex jefe de la escudería francesa, paseaba por el paddock con una ostentosa acreditación VIP.

Un doblete Sainz-Alonso como aperitivo en Sakhir: “Estoy conectado con el coche”

Actualizado Viernes, 1 marzo 2024 - 15:05

Aún restaba un cuarto de hora para el final de la tercera sesión libre cuando un mensaje de Aston Martin dejó a más de uno boquiabierto en Sakhir. "Eres P1, una décima más rápido que Max Verstappen", informaron por radio a Fernando Alonso. "Sí, recibido. Otro paso más y mejor conectado con el coche. Se siente bien", respondió el bicampeón mundial. Un par de minutos más tarde, Carlos Sainz multiplicaría las esperanzas españolas con el mejor tiempo del viernes (1:30.824).

El piloto de Ferrari acababa de arañar a Verstappen una décima en el segundo sector y dos más en el último, sacando el máximo provecho a sus neumáticos de clasificación. La evidencia de que el SF24 puede, al menos, discutir también la hegemonía de Red Bull en las curvas lentas.

Por supuesto, el equipo de Christian Horner se mantiene como principal favorito para la pole. De hecho, Mad Max y Sergio Pérez fueron los únicos de la parrilla que se dieron el lujo de probar el neumático C1, el más duro de la gama, mientras el resto rodaba con el C3.

El top-10, en medio segundo

A última hora del jueves, Charles Leclerc había advertido que la gran pregunta era saber cuál es la ventaja real del RB20, porque daba por hecha una terrible igualdad entre Mercedes, Ferrari, Aston Martin y McLaren. Estas exiguas diferencias en cuanto prestaciones se plasmaron de nuevo, con el top10 agrupado en medio segundo.

Alonso, por su parte, cedió tan sólo 141 milésimas ante Sainz, después de que ambos completaran 18 vueltas, dos menos que Lewis Hamilton y Kevin Magnussen. El buen feeling del asturiano con el AMR24 El heptacampeón había sido el primero en salir a pista, por lo que debió hacer frente a unas condiciones del asfalto menos propicias. En cambio, George Russell sí pudo confirmar la inercia positiva de Mercedes y extrajo rendimiento inmediato de sus gomas (1:31.190).

Las condiciones del trazado mejoraban a cada minuto, pero ni Verstappen ni Pérez, que finalmente también apostaron por la goma blanda, pudieron desbancar ya a los líderes. Aunque si algún equipo puede lamentarse de sus prestaciones, ese es Alpine. En su peor actuación conjunta del fin de semana, Pierre Gasly y Esteban Ocon se deslizaron, respectivamente, hasta el último y antepenúltimo lugar de la tabla.

El doble o nada de Fernando Alonso y Carlos Sainz: una prueba de carácter antes de resolver su futuro

Actualizado Viernes, 1 marzo 2024 - 00:03

Ayer volvió a atravesar el paddock, aunque más relajado que 20 años atrás. Acompañado de Edoardo Bendinelli, su fiel fisioterapeuta, Fernando Alonso se mostró afable ante las cámaras, mientras Pedro de la Rosa, embajador de Aston Martin desfilaba jun

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Unos mails anónimos sobre el presunto abuso sexual del jefe de Red Bull revientan el inicio del Mundial

Unos mails anónimos sobre el presunto abuso sexual del jefe de Red Bull revientan el inicio del Mundial

A mitad de la tarde, unos mensajes anónimos llenaron de estupor a la Fórmula 1 en Bahrein. El asunto de esos correos electrónicos, enviados a un centenar de destinatarios -altos cargos de la FIA, directores de equipo, periodistas acreditados...- rezaba lo siguiente: "A raíz de la reciente investigación en torno a Red Bull le interesará ver el material adjunto". Estos documentos contenían el enlace a un archivo de Google Drive y mostraban presuntas conversaciones entre Christian Horner y la empleada de Red Bull que le acusa de un presunto abuso sexual. Tan turbia se volvió la situación que Horner, tras evitar a la prensa por la mañana, tuvo que emitir un comunicado.

"No haré comentarios sobre especulaciones anónimas, pero reitero que siempre he negado las acusaciones", subrayó el team principal de Red Bull. Las citadas conversaciones de Whatsapp y fotografías habían llegado también a Jos Verstappen, el padre del tricampeón mundial. El hospitality del mejor equipo del Mundial se convirtió, en cuestión de minutos, en un hervidero. A falta de confirmar la veracidad de los documentos, lo cierto es que Horner se ve cada día más acorralado. De poco parece servir ahora la investigación interna que lo exculpaba. Porque el miércoles, cuando Red Bull quiso echar tierra sobre el asunto, ni siquiera dio a conocer un detalle sobre las acusaciones o las pruebas presentadas por la víctima.

A Horner se le esperaba con impaciencia a primera hora, pero no se presentó a la cita. Asedidado por la presión mediática, quiso limitarse a su labor en el muro durante la doble sesión de entrenamientos, dejando plantada a la prensa, que sólo reclamaba respuestas. O mejor, alguna explicación pormenorizada de su presunto abuso sexual contra una subordinada. El vacío de Horner fue ocupado por Toto Wolff, su gran rival en Mercedes, muy categórico a la hora de denunciar que la F1 "necesita más transparencia" en situaciones como esta.

"No se puede mirar entre bambalinas"

El escándalo que ha infectado el paddock durante las últimas semanas permitió a Wolff despacharse a gusto. En compañía de Zak Brown, Fred Vasseur y Laurent Mekies, sus homólogos en McLaren, Ferrari y Visa Cash App RB, el austriaco se acomodó en el asiento para apuntar mejor su disparo. "Mi opinión personal es que realmente no se puede mirar entre bambalinas", lanzó el team principal de las Flechas de Plata. Se refería, claro, al modo en que Red Bull había dado carpetazo al asunto.

A juicio del gigante de los refrescos energéticos, su procedimiento contra Horner fue "justo, riguroso e imparcial". Y al manejar "información privada de las partes y de terceros" mantendrá silencio "por respeto a todos los implicados". Incluida Geri Halliwell, esposa de Horner y ex miembro de las Spice Girls. Sin mencionar a otros personajes públicos con una influencia aún más decisiva. Porque la mancha sobre Horner amenaza con extenderse por las moquetas de Red Bull, escenario de numerosas batallas intestinas.

Todo se precipitó con la muerte de Dietrich Mateschitz a finales de 2022. Aun sin responsabilidad ejecutiva, el fundador de la marca ejercía como reconocida figura de consenso. Por decirlo de otro modo, un mediador entre la división británica, comandada por Horner desde la fábrica de Fórmula 1 en Milton Keynes, y la rama dirigida por Oliver Mintzlaff, enfocada en el resto de áreas del negocio.

Alianza estratégica

El arrollador éxito de Horner, con seis títulos de constructores en la F1 más otros siete de pilotos para Sebastian Vettel y Max Verstappen, habría provocado recelos en la facción austriaca. No sólo por su poder casi omnímodo en Red Bull Racing, sino por las competencias adquiridas en Powertrains, la marca de motores con la que también quiso hacer frente a Mercedes y Ferrari. Sin olvidar su aventura en la fabricación de coches de calle, con el RB17, diseñado por Adrian Newey como mascarón de proa.

Esta misma semana, una de las voces más críticas con Horner ha sido la de Jim Farley, director ejecutivo de Ford, quien se ha quejado públicamente a través de un carta. Farley se antoja una pieza esencial, dado que liderará el suministro de motores a Red Bull a partir de 2026. Por lo tanto este escándalo compromete una alianza estratégica para la escudería que dominó de modo tiránico los tres últimos campeonatos.

Verstappen, en el garaje de Red Bull en Bahrein.

Verstappen, en el garaje de Red Bull en Bahrein.EFE

Tras dos décadas bajo los focos del Gran Circo, Horner sabe de sobra cómo manejarse en una situación tan delicada. Y va a hacer lo posible para descubrir de dónde proceden las más escabrosas filtraciones. Desde que el diario De Telegraaf destapó el caso, Red Bull ha intentado ofrecer una imagen de normalidad. Como cada año, el team principal llevó la voz cantante durante la presentación del RB20 y durante la rueda de prensa de la FIA previa a los test. Además, las fabulosas prestaciones sobre la pista de la última genialidad de Newey ayudaron a destensar el ambiente.

Conviene subrayar también que Horner no fue apartado de su puesto en ningún momento. Tras negar las acusaciones, reiteró que dentro del garaje su trabajo sigue "como siempre". Si esta "distracción", como él mismo la ha definido, se cierra definitivamente, el horizonte se despejará para Verstappen. Pero si la víctima ejerce su derecho y apela la decisión, Red Bull podría afrontar más peligros de los que Ferrari o Mercedes le han presentado en la pista.