Un demente Rayo Vallecano no quiso perder con el Madrid ni por lo civil ni por lo criminal. Pareció que se jugaba la vida, la salvación de su alma. Vehemente, leñero y comprometido hasta que le fallaron las fuerzas.
Vaya por delante que el Madrid mereció ganar. Pero era imposible en un terreno demasiado estrecho, donde resulta muy difícil jugar para los equipos técnicos. No hay espacio. Y menos si aparece un Rayo enloquecido, capaz de dar toda la
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Real Madrid
ABRAHAM P. ROMERO
@AbrahamRomero_
Madrid
Actualizado Miércoles,
3
enero
2024
-
00:13El turco podría debutar ante el Mallorca tras meses de problemas...
Hay jugadores que, en torneos tan importantes como las Eurocopas, tienen estrella. No son muchos, sólo unos pocos son los elegidos, pero aquellos que la poseen son capaces de decidir, con su magia, ese tipo partidos que tanto hacen sufrir a sus aficionados. Arda Güler es de esos jugadores y quizás por eso, Ancelotti le ha elogiado tanto y ha podido hoy ser decisivo para que su selección se hiciera con la victoria. [Narración y estadísticas (3-1)]
El partido comenzó con el equipo de Montella, conocido por su paso por Sevilla y ahora entrenador de los otomanos, dominando claramente la posesión ante una Georgia que esperaba paciente atrás para ser contundente y directo en ataque.
Tras un primer aviso de Ayhtan al palo, un centro desde la derecha, que había quedado suelto en la frontal, lo voleó Muldur a la escuadra de Mamardashvili. Perder la dama no significaba la derrota, aunque Turquía estuvo muy cerca del jaque mate a la jugada siguiente cuando el VAR anuló, por fuera de juego, un remate de Yildiz tras un pase del jugador del Real Madrid al primer palo.
Salvado el susto, los georgianos abandonaron el enroque y una brillantísima jugada de Kochorashvili por la izquierda, la culminaba Mikaudatze para volver a las tablas.
Mikautadze celebra su gol en el BVB StadionFRIEDEMANN VOGELEFE
En la segunda parte nada cambió. Turquía mandaba y Georgia respondía con ataques rápidos para intentar dar la sorpresa en el BVB Stadion. Pero, como decíamos, esa estrella tenía que aparecer y lo hizo dejando una gran estela a su paso. En el minuto 65, Güler encaró hacia dentro desde la frontal del área y con una rosca perfecta, enviaba el balón a la escuadra para ponía a su país por delante. Una genialidad propia de un astro emergente.
Ya en el 85, Mamardashvili impidió que Yazici sentenciara y en un caótico final, Georgia estuvo muy cerca de cambiar la historia. El portero del Valencia subió a rematar el último córner para obrar el milagro, pero el despeje del guardameta turco lo aprovechó Akturkoglu para marcar a puerta vacía el tercero en el 97.
Celebración por todo alto de lo alto de los turcos que tienen en su joven talento, una ilusión a la que aferrarse.
El Madrid consiguió ante el Villarreal una victoria de peso. De esas que son casi un parto ante un rival de Champions que jugó de tú a tú contra los blancos. El alivio de Almaty es ahora oxígeno antes del parón por los compromisos internacionales tras los goles de Vinicius, que anotó un doblete sanador, y de Mbappé, pichichi, ante el submarino, que metió miedo con el tanto de Mikautadze y protestó el penalti del 2-1 y la roja a Mouriño. [Narración y estadísticas (3-1)]
Xabi Alonso usó la alineación para mandar un mensaje contundente: «Aquí mando yo». Después de la polémica de los últimos días alrededor de Fede Valverde, que ha reconocido en varias ocasiones que no le gusta jugar de lateral derecho y que incluso «no he nacido para jugar ahí», el técnico tolosarra le entregó al uruguayo, capitán, el carril derecho. Como en la polémica de Vinicius y sus cambios, Alonso se mantuvo firme. Además, Xabi dejó en el banquillo a Bellingham, titular en el Metropolitano, y a Camavinga para apostar por Ceballos y Mastantuono, ojito derecho del entrenador en estas primeras semanas.
Y el argentino respondió con intensidad y fútbol. Fue el mejor del Madrid en una primera parte en la que los blancos fueron de más a menos. Sometieron al Villarreal, que apareció sin Mikautadze ni Pépé, sus estrellas, y pudo adelantarse en el marcador a través de la cabeza de Tchouaméni o el pie izquierdo de Mastantuono, pero el submarino aguantó y terminó teniendo las mejores ocasiones del primer tramo cuando el Madrid bajó el ritmo de juego.
Oluwaseyi, ante Courtois
Mastantuono hizo suyo el partido con sus diagonales desde la banda derecha. Muy activo a la hora de amenazar a su par, el argentino hizo de conexión entre el centro del campo y la delantera ante la apatía de Güler, más desaparecido en la noche del sábado.
Tchouaméni tuvo la más clara del Madrid en el minuto 21, pero su cabezazo tras centro de Vinicius se marchó rozando el palo izquierdo de Tenas. Esa ocasión aceleró a los locales, que presionaron alto en varias jugadas y pudieron marcar. En el 22, Veiga salvó ante un remate de Mastantuono después de un robo de Ceballos y en el 26 un buen centro del argentino lo sacó Comesaña cuando Tchouaméni se preparaba para marcar.
A partir de ahí, bajón madridista y empuje castellonense con Oluwaseyi como punta de lanza de sus contraataques. El delantero canadiense tuvo en el 40 el mejor intento de los visitantes. Una transición rapidísima en la que le ganó en velocidad a Militao y Huijsen y erró ante Courtois, que se hizo gigante en el mano a mano y aguantó sus amagos.
La acción de Mourinño ante Vinicius castigada con la segunda amarilla.AFP
El primer tiempo terminó con el partido roto, con el Villarreal llegando fácil hasta los dominios de Courtois y con Mastantuono, otra vez, rozando el gol ante Tenas. Tras el descanso, Xabi olió sangre en el perfil de Mouriño, con amarilla ante Vinicius, y en la primera jugada el Madrid encontró el gol. El brasileño encaró a su par, le regateó fácil ante el miedo del defensa a la segunda tarjeta y su disparo tocó en Comesaña para despistar a Tenas.
El Villarreal se desperezó con Mikautadze y Pépé, que entraron en el descanso y fueron un tormento para Militao y Carreras. Su velocidad fue la mejor arma de un Villarreal que siguió aprovechando las transiciones rápidas, pero que se encontró con un penalti de Rafa Marín sobre Vinicius en el que el brasileño, lanzador en lugar de Mbappé, puso el 2-0. El canterano madridista trabó con la pierna derecha al delantero y Cuadra Fernández pitó penalti. Protestó el Villarreal, pero el VAR no cambió la decisión del árbitro.
Mbappé, con un golpe en el tobillo
Vinicius definió abajo, a la derecha de Tenas, que rozó la pelota pero no acertó a detenerla, y sumó su primer doblete del curso. El gol noqueó al Villarreal durante dos minutos, los que tuvo Bellingham para sentenciar el choque. El inglés, que entró por Güler, falló dos ocasiones claras ante Tenas y dio aire a los visitantes, que recortaron distancias al minuto siguiente con un buen tanto de Mikautadze desde la frontal.
El Madrid entró en dudas por un instante, pero la rabia fue del Villarreal, que protestó la segunda amarilla a Mouriño por un manotazo a Vinicius. Como en el penalti, el VAR confirmó la decisión del árbitro y dejó a los de Marcelino con uno menos. Autopista para los blancos, que fallaron varias claras pero sentenciaron con el gol de Mbappé a pase de Brahim antes de irse lesionado por un golpe en el tobillo.
El Madrid se pone líder con 21 puntos, dos por encima del Barça, que este domingo visita al Sevilla.