Unai o Agirrezabala: "La portería del Athletic es la mejor cubierta de España"

Unai o Agirrezabala: “La portería del Athletic es la mejor cubierta de España”

Telmo Goikoetxea Cedrún tiene nueve años y juega en los benjamines del Cultural Durango. De portero, cómo no. Es nieto de Andoni Cedrún (Durango, 1960), guardameta del Athletic entre 1980 y 1983 y del Real Zaragoza entre 1984 y 1996, equipo con el que ganó la Recopa. Es biznieto de Carmelo Cedrún (Amorebieta, 1930), que jugó en el Athletic entre 1950 y 1964 y está considerado uno de los porteros señeros del equipo vizcaíno. «Ha visto vídeos de mi padre y también algunos míos», comenta Andoni en conversación telefónica con este periódico. La tradición viene de largo. De muy largo. Nadie olvida a Raimundo Lezama, que ganó seis Ligas y dos Copas con el Athletic y vivió sus mejores días con los rojiblancos, en los años 40 del pasado siglo. Ni a Andoni Zubizarreta, contemporáneo de nuestro interlocutor, el primer futbolista que alcanzó los cien partidos internacionales con la selección española.

Y José Ángel Iribar Cortajarena. Palabras mayores. Nacido en Zarauz hace 81 años, el hoy embajador del club aún se dejar caer por las instalaciones de Lezama para ver crecer a sus émulos, pues la figura del Chopo trasciende generaciones.

«No es un milagro ni algo casual. Se fue Kepa Arrizabalaga. Se fue Remiro. Y la portería del Athletic es la mejor cubierta de España. Se trabaja en Lezama con un concepto. Algunos niños querrán ser como los Williams, pero muchos prefieren ser porteros. Tienen mitos como Iribar, grandes referentes», dice Cedrún.

«En la final de Copa fue clave»

En el equipo que ahora entrena Ernesto Valverde, cuarto en el campeonato de Liga, líder en la Liga Europa, presto para volver a disputar a comienzos de año la Supercopa de España y dispuesto a defender el título de Copa del Rey reconquistado el pasado año, las cosas estaban bastante claras: Unai Simón, titular en la selección dirigida por Luis de la Fuente que ganó la Eurocopa, era fijo en los partidos de Liga; Julen Agirrezabala (San Sebastián, 2000) fue el hombre de la Copa, de principio a fin, hasta el partido definitivo en La Cartuja de Sevilla, ante el Mallorca. Simón fue operado en la muñeca derecha después de la Eurocopa.

Los problemas lumbares de Agirrezabala dieron a Alex Padilla, que podría salir hacia Los Pumas de México en el mercado de invierno, la oportunidad de disputar cinco partidos a comienzos de curso. Agirrezabala, no obstante, se haría con la titularidad y se consolidaría en el puesto para discutírselo a Simón, quien, cuatro meses después, ya estaba de vuelta.

«La Copa la ganó él. En la final fue clave. Tiene reflejos, vive intensamente el juego, es rápido en los tiros bajos y a media altura, y maneja bien los pies. Es eléctrico», le retrata Cedrún. «A Unai no le vas a ver nunca nervioso. Es hielo. Es frío, calculador, posee una enorme templanza».

Bajo la tutela de Agirreoa

Simón (Vitoria, 1997) reapareció el 28 de noviembre en el partido de la Liga Europa ante el Elfsborg, que ganó el Athletic 3-0 en San Mamés. Volvería a jugar el pasado domingo, en la visita liguera de los rojiblancos al Alavés. Un balón mal rechazado facilitó a Joan Jordán anotar el definitivo 1-1. Al igual que sucediera en el partido frente a Croacia en la Eurocopa, cuando recepcionó mal un pase de Pedri y concedió el primer gol del partido, Simón admitió con humildad su error. Ante los balcánicos, se reveló clave en el desenlace. España ganó 5-3 en la prórroga. Nadie duda de que resurgirá.

El arco se cuida con mimo desde las categorías inferiores en el Athletic. En la cosecha de los últimos lustros, tiene mucho que ver Peio Agirreoa, responsable del área de formación de los porteros hasta el verano de 2023, cuando se jubiló. A la vera de Agirreoa, el primer hombre que ocupó la portería tras la retirada de Iribar, crecieron, entre otros, Arrizabalaga, Remiro, Simón, Agirrezabala y Padilla.

Julen Agirrezabala, en un partido de Copa ante el Valencia.

Julen Agirrezabala, en un partido de Copa ante el Valencia.Julen LazkanoGetty

«La portería del Athletic es un cheque al portador», apunta Cedrún, hoy director de la empresa de seguros Willis Watson Iberia en Aragón. Recuerda el traspaso de Arrizabalaga al Chelsea en el verano de 2018 por 80 millones de euros, el más caro de un guardameta en la historia del fútbol.

Valverde no desveló quién ocupará este sábado la portería en El Sadar contra Osasuna. Agirrezabala, aclamado en San Mamés en la victoria ante el Real Madrid, cuando detuvo un penalti a Mbappé tras cometerlo él por una salida en la que arrolló a Rudiger, parece ofrecer mayores garantías en este momento. Buen gestor del vestuario, sereno y pragmático, el técnico sabrá gestionar la situación. El problema. Bendito problema.

La doble reválida de Vinicius en Qatar: 48 horas de respuestas, advertencias y goles

La doble reválida de Vinicius en Qatar: 48 horas de respuestas, advertencias y goles

Han sido 48 horas de reválida para Vinicius en Qatar. De una pequeña revancha. Levantó el The Best el martes a las nueve de la noche, hora local, y repitió el miércoles con la Copa Intercontinental, el 'Balón de Oro' del torneo y el MVP de la final tras marcar y asistir contra el Pachuca. Dos días en los que el brasileño, su entorno familiar, el vestuario y el cuerpo técnico del Real Madrid, cada uno a su modo, gritaron todo lo que se habían guardado en aquella polémica tarde del 28 de octubre, cuando el conjunto blanco, enfadado con la UEFA y con France Football por la "falta de respeto a Vini", no envió a ningún representante a París para la gala del Balón de Oro.

Vinicius rompió su silencio casi dos meses después de su ausencia en el Teatro Chatelet. No había hablado sobre el tema en todas estas semanas, ausente por lesión en algunos partidos del Madrid y rechazando hablar en cualquier zona mixta o rueda de prensa. Sus últimas palabras sobre su segundo puesto en el Balón de Oro habían sido las de aquel mismo día en sus redes sociales: "Lo haré diez veces más si hace falta".

En la Academia Aspire de Doha, en una extraña gala preparada a toda prisa por la FIFA aprovechando la presencia del Madrid en el emirato, el brasileño se sintió, por fin, "el mejor jugador del mundo". Infantino, ante la imposibilidad de cuadrar una ceremonia acorde al premio por las exigencias de su propio calendario futbolístico, avisó al jugador de los resultados de la votación (algo que no hizo France Football) y le convenció para acudir al evento, a 15 minutos en coche del hotel del Madrid en Qatar.

El presidente de la FIFA, en batalla también con la UEFA en esta eterna guerra geopolítica del fútbol europeo, rompió con Ceferin hace tiempo y entrega desde entonces su propio premio, separado del Balón de Oro. Y después del fracaso del año pasado, cuando ninguno de los finalistas acudió a la gala de The Best en Londres, necesitaba sí o sí al ganador con su trofeo. Fuera donde fuera.

Ahí apareció Vinicius, que venció con contundencia en el voto de los aficionados y los capitanes, algo que ha reforzado su tesis, y su rabia, después de ver a Rodri ganar el Balón de Oro. El español le superó por poco en el voto de los entrenadores y de los periodistas, y el brasileño sigue convencido de que fueron temas no futbolísticos los que no le permitieron triunfar en la votación de los medios en el galardón parisino.

Por eso tenía guardados decenas de mensajes en su discurso, tanto en la propia gala como a través de sus redes sociales. "Era un niño que jugaba en la calle de Sao Gonçalo, cerca de la pobreza y el crimen y llegar aquí es importante para mí", declaró en el escenario. Ya en el hotel, usó sus perfiles públicos para ser todavía más contundente: "Llegó la hora de decir que soy el mejor del mundo. Intentaron invalidarme, hacerme de menos, pero no están preparados. Nadie me va a decir por quién tengo que luchar y cómo me debo comportar".

El vestuario, en silencio durante la noche del Balón de Oro, también cambió la marcha para apoyar a uno de sus grandes líderes. Todos pusieron algún mensaje y se hicieron una foto de familia en el hall del hotel de concentración. Más que una previa de la Intercontinental, fue una reafirmación madridista sobre todo lo sucedido en París.

24 horas después, Vinicius cambió las palabras por el fútbol y volvió a situarse como 'El señor de las finales' del Madrid. Marcó un gol y asistió a Mbappé en otro para ampliar a 14 goles/asistencias su balance en las 12 finales que ha disputado con el conjunto blanco. Ocho tantos y seis pases de gol. Por contextualizar, Cristiano Ronaldo terminó su etapa con 16, igual que Puskas y Benzema. "La gente no me votó para el Balón de Oro, pero eso no va a cambiar lo que pienso y lo que me dicen mis compañeros", dijo.

En Valdebebas, el mensaje es claro desde hace meses: "Es el mejor jugador del mundo". Los rumores sobre la llegada de Mbappé crearon un runrún alrededor del equipo en los primeros meses de este año, pero se disiparon con las actuaciones del brasileño en la fase final de la temporada pasada. El francés, al que le une una gran relación, supo cuando aterrizó al Bernabéu que debía compartir galaxia con una estrella gigante.

La “llamada trampa” de Ancelotti en 2021 y el lío Vinicius-Balón de Oro: “La gente no me votó, eso no cambia lo que pienso”

Actualizado Miércoles, 18 diciembre 2024 - 21:43

Hay récords en el Real Madrid que parecen, o parecían, inalcanzables. Ahí están los 741 partidos de Raúl González o los 450 goles de Cristiano Ronaldo. Cifras extraordinarias. Un techo imposible. A esa altura estaban también las seis Copas de Europa de Paco Gento o los 14 títulos de Miguel Muñoz como entrenador. Ambas son ya historia. A Gento le igualaron Modric, Kroos, Carvajal y Nacho tras la última final de Wembley. Y a Muñoz le superó ayer Carlo Ancelotti, convertido ahora tras la Intercontinental, con 15 trofeos, en el técnico más laureado en la historia del conjunto blanco.

Su cara en el césped después del pitido final, ceja levantada y tímida sonrisa hacia su hijo y primer asistente Davide, es la expresión de un hombre que vive tranquilo en el continuo e inesperado sobresaliente. Porque si Muñoz levantó todos sus títulos en una misma etapa, entre 1960 y 1974, Carletto vio el cielo abierto cuando en una llamada de teléfono con José Ángel Sánchez para pedirle a un jugador para su Everton descubrió que tenía opciones de regresar al Madrid.

«Los días previos a esa llamada nunca pensaba que podía volver. Hice la llamada para ver si podía fichar a algún jugador del Madrid para el Everton, lo tiré ahí... Y efectivamente cayeron en la trampa», bromeó ante la prensa.

La realidad es que el italiano estaba agazapado en el segundo equipo de Liverpool, donde cumplía dos temporadas en la zona media de la Premier. A sus 60 años y tras 20 en la elite, parecía que su carrera iba caminando hacia el ocaso.

Antes, en los dos cursos con el Madrid, entre 2013 y 2015, conquistó la Décima, una Copa del Rey, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes. Parecía suficiente título de blanco como para agrandar su palmarés, pero hubo más.

En su regreso, Ancelotti le ha dado vida a un equipo y a una plantilla en plena reconstrucción. Ha encajado a la columna vertebral veterana con la nueva generación de jóvenes estrellas y ha sumado once títulos en apenas dos temporadas y media. Y aspira este curso a siete trofeos, incluido el nuevo Mundial de Clubes de final de temporada.

«Son muchos títulos, estoy muy feliz. Es un éxito», manifestó en el césped del Lusail. «Si tuviera que quedarme con uno... La Décima fue algo especial para mí y para el Madrid, la verdad. Y después de volver... La Champions de París también fue muy importante».

También fue una noche especial para Vinicius. El brasileño recibió el martes el The Best, galardón que cubre un poco la herida de la derrota en el pasado Balón de Oro, y fue el mejor jugador de la Intercontinental, llevándose a casa, curiosamente, el Balón de Oro, así lo llama la FIFA, del torneo. El delantero asistió a Mbappé en el 1-0 y anotó de penalti el tercer y definitivo gol. Se trata de la quinta final en la que marca tras los dos goles en las finales de Champions en París y Wembley, el Mundial de Clubes de 2022 y la Supercopa de España de 2024, donde anotó tres goles al Barcelona.

«Estoy muy contento con el partido y con el martes, que fue muy especial. Está siendo una semana muy bonita y muy importante para mí y para todos los futbolistas que han jugado conmigo desde niño», explicó Vinicius, que prometió hacer hueco en su casa para más trofeos: «Si no tengo huecos, debo reservar para más», bromeó.

El brasileño reflexionó sobre la polémica alrededor del último Balón de Oro y su ausencia en la gala de París: «Vivo tranquilo desde que puedo dar a mi familia más comida y agua cada día. La gente no quiso votar por mí y eso no va a cambiar lo que pienso y lo que mis compañeros me dicen cada día. Estoy aquí para jugar por ellos y para hacer todo lo mejor para la camiseta más grande del mundo», terminó, saliendo ovacionado de Lusail.

¿Regalo o premio para el Real Madrid?

Actualizado Miércoles, 18 diciembre 2024 - 20:35

Enhorabuena al Madrid. Otro título más para el museo. El decimoquinto para Carlo Ancelotti, que consigue un armisticio, quizá hasta febrero. Lo que no me queda claro es si ha sido un regalo de la FIFA o un premio por ser el equipo blanco campeón de Champions y de la Supercopa.

En todo caso, el regalo sería otro paso hacia la instalación perpetua en el cielo. En fútbol no es azul, es blanco. Muy blanco, como la camiseta del Madrid. Ya no es una le

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El Madrid arrasa al Pachuca, conquista la Intercontinental y suma otro anillo a su galaxia

Actualizado Miércoles, 18 diciembre 2024 - 19:52

Justo dos años después de que Messi y Argentina tocaran el cielo, el Real Madrid elevó en el icónico Lusail de Qatar la cuarta Copa Intercontinental de su historia, el noveno título de Campeón del Mundo si tenemos en cuenta los cinco Mundiales de Clubes que acumula en su palmarés. Es el segundo título de esta temporada, el segundo anillo de la nueva galaxia de Florentino Pérez. Marcaron Mbappé, Rodrygo y Vinicius para solventar el trámite ante un Pachuca inferior.

No dudó Carlo Ancelotti en su once. El día que superó a Miguel Muñoz como entrenador con más títulos del conjunto blanco, el italiano le entregó al público catarí su alineación más esperada. Esa que junta a Mbappé, Vinicius, Bellingham, Rodrygo, Valverde y Camavinga en un ataque de nombres extraordinarios. El francés, ausente en Vallecas tras su lesión contra el Atalanta, se recuperó a tiempo para ser titular. El juego fue de menos a más, de espeso a coral, de errático a excelente.

Enfrente, un Pachuca que sorprendió en las extrañas eliminatorias previas que obligaron a todos, salvo al campeón de la Champions europea, a superar varios partidos para llegar a la final. Los mexicanos vencieron al Botafogo, campeón de la Libertadores, y al Al-Ahly, el mejor africano, para plantarse en el duelo contra el Madrid. Pero a pesar de un inicio algo eléctrico, fueron incapaces de igualar el ritmo de un conjunto blanco que no necesitó demasiado para conquistar el título.

Rodríguez e Idrissi probaron a Courtois en los primeros 10 minutos mientras el resto del Madrid todavía tenía su mente lejos de Lusail. En este calendario de máxima exigencia, un duelo tan mundial como desequilibrado suele provocar desajustes mentales y futbolísticos del equipo superior. Eso le sucedió al Madrid durante la primera media hora de duelo.

Camavinga asumió el peso de la posesión y Bellingham y Rodrygo se situaron entre líneas para conectar con Mbappé y Vinicius, pero estuvieron erráticos en el último pase. Sin tensión, sin necesidad y sintiéndose demasiado superiores. Casi como un entrenamiento.

En la banda, Ancelotti se echaba las manos a la cabeza por una mala salida de balón de su equipo desde atrás y se lo recriminaba a Mbappé y a Vinicius, muy alejados del balón. La bronca pareció despertar a los suyos, porque a partir de ahí comenzaron a mostrarse más intensos en sus acciones. En el 27, Mbappé no acertó a definir una buena contra liderada por Vinicius y Rodrygo. En el 31, el galo tampoco atinó a entregar un pase atrás a Vini... Y en el 37 llegó el gol madridista.

El Madrid necesitó 10 minutos de cierta intensidad para alcanzar la red mexicana. Valverde y Camavinga aceleraron en el centro del campo con una pared, el uruguayo encontró a Bellingham en la frontal, el inglés se giró y vio el desmarque de Vinicius y el brasileño, estrenando el premio The Best, se inventó el tanto. Regateó a Moreno con una bicicleta y en lugar de buscar portería le regaló el gol a Mbappé, que sólo tuvo que empujar la pelota.

Tras el descanso, el Madrid siguió dominando con facilidad. El Pachuca permitió la aparición de Bellingham y Rodrygo entre líneas y en esa permisividad terminó su partido. Los blancos se presentaron en la frontal del área rival en cada jugada y estaba claro que el segundo gol no tardaría en llegar.

En el 53, Rodrygo recibió en la frontal, amagó a su par para lanzar con la zurda, volvió a amagar para perfilarse con la derecha y clavó la pelota en el lado izquierdo de Moreno. El VAR vio un posible fuera de juego de Bellingham por molestar al portero al estar en la línea del disparo, pero tras revisarlo en la pantalla, el venezolano Valenzuela confirmó el gol.

A partir de ahí, un paseo. A la hora de partido, Ancelotti retiró a Mbappé y a Camavinga y unos minutos más tarde a Rodrygo para mandar un mensaje de relajación. El Pachuca se acercó con algún intento esporádico, pero no hubo pelea. Sólo la de Vinicius para intentar celebrar el The Best con un gol. Lo consiguió en el minuto 84, al anotar un penalti cometido por Lucas para convertirse en el MVP del duelo.

El Madrid, que aspira a siete títulos este curso, ya tiene dos. Siguiente paso: Supercopa de España.

Borja Bastón: “En Europa no se le da importancia, pero en América la Intercontinental es la final del mundo”

Actualizado Martes, 17 diciembre 2024 - 22:41

Borja Bastón (Madrid, 1992) compartió generación con Carvajal, Isco, Morata o Deulofeu. Ganaron el Europeo sub'19 de 2011 y a partir de ahí el destino del fútbol les fue colocando en diferentes lugares. Ahora, en 2024, el balón enfrenta a Bastón, canterano del Atlético y delantero del Pachuca, con el Real Madrid en la final de la Copa Intercontinental tras 12 equipos y tres años intentando ascender a Primera con el Oviedo.

Después de tres temporadas en el Oviedo, ¿cómo le llega la oportunidad del Pachuca?
Pues el dueño del Pachuca es el mismo que el del Oviedo. Tras mi primer año en el Oviedo (marcó 22 goles), tenía varias ofertas, el Grupo Pachuca compró el club y me hicieron un contrato largo con base en Pachuca y con una cesión en el Oviedo para intentar ascender. Pasaron dos años, no se consiguió el ascenso y me fui a México.
¿Qué tal el cambio?
Bien, aunque al principio las condiciones fueron complicadas. Acabé la temporada con el Oviedo el 24 de junio y el 28 tenía que estar con Pachuca para la pretemporada. No tuve ni dos días de descanso después de un año que mentalmente había sido muy duro por el desgaste. La liga empezaba al momento, no conocía a los compañeros y me tuve que adaptar muy rápido. Es un fútbol diferente, unas costumbres diferentes y no ha sido fácil. No estoy jugando todo lo que yo quisiera, pero todo tiene un proceso. El campeonato que hemos hecho no ha sido bueno, pero tengo ganas.
Y les llega el premio de la Intercontinental.
Teníamos muchas ganas de este torneo. Ganar al campeón de la Libertadores, ganar al campeón de África y ahora enfrentarte al ganador de la Champions, y que encima sea el Madrid, uno de los mejores de la historia... Algunos nos hemos podido enfrentar a ellos alguna vez, pero para muchos es un sueño medirse al Madrid.
En Europa a la Intercontinental no se le da demasiado bombo. En América es diferente, ¿no?
Para ellos es la final del mundo. El torneo más grande a nivel de clubes. En Europa no se le da tanta importancia, también porque el ganador de la Champions va directo a la final y eso le quita todo lo que hemos vivido estos días, los partidos que hemos ganado, las alegrías...
¿Es muy diferente la presión en España que en América?
Creo que depende. Hay clubes en México con mucha masa social y con una presión enorme. Pachuca es un club grande, ganador, aunque a lo mejor no tiene esa masa social como otros en el que el día a día es más duro.
Se miden al Madrid. Usted coincidió con Carvajal en las inferiores de la selección, con Nacho, con Courtois en el Atlético...
Dani y yo somos de la misma generación y nos hemos enfrentado desde pequeños en la cantera, en los derbis, hemos compartido selección madrileña, española... Nos tenemos cariño, aunque no tenemos una relación de hablar todos los días. Con Courtois estuve dos pretemporadas, él era súper joven, casi no hablaba español al inicio, y luego en Inglaterra, cuando él jugaba en el Chelsea y yo en el Swansea, nos enfrentamos, pero también sin contacto día a día.
¿Ser canterano del Atlético le da un impulso más al partido de esta noche?
Bueno, el partido en sí ya es especial, pero claro, yo desde pequeñito he sido del Atlético y esa rivalidad la llevas dentro.
Cuando se da un cambio de equipo como el de Courtois, ¿los futbolistas que son de ese club lo viven tanto como el aficionado o no?
Depende un poco. Cuando 'Tibu' vino al Atlético era un cedido del Chelsea. Hizo dos temporadas espectaculares, pero no tenía ese arraigo que se tiene desde la cantera. Es diferente. Lo hizo lo mejor posible en el Atlético, volvió a su club y luego le surgió la oportunidad del Madrid, donde está demostrando la clase de portero que es.
¿Cómo ha llevado usted tanto movimiento en su carrera? Suma trece equipos.
Bueno, cuando perteneces a un club grande como el Atlético tienes a grandes delanteros delante. Yo sufrí una lesión, no tenía continuidad y me tocó salir cedido. Cada año iba a un destino intentando hacer bien las cosas para quedarme en el Atlético y al final, el año del Eibar, no me pude quedar y salí vendido al Swansea. Y allí lo mismo, me fui a una liga diferente, no tuve la continuidad que esperaba y volví a España. He ido enlazando situaciones en las que he tenido que buscar equipo. En Oviedo he encontrado una estabilidad de tres años que era lo que buscaba, y ahora a ver lo que depara el futuro.
La transformación del "niño" Arda Güler: conversaciones con Ancelotti, "mucha presión", gimnasio, nutrición...

La transformación del “niño” Arda Güler: conversaciones con Ancelotti, “mucha presión”, gimnasio, nutrición…

«Es un joven con mucha presión alrededor». Después de marcar ante el Girona su primer gol de la temporada, Carlo Ancelotti volvía a mandar un mensaje a Turquía y a poner calma sobre el foco mediático de Arda Güler. La perla otomana, «el Messi turco», como le apodaron en su país antes incluso de fichar por el Real Madrid, es una de las personalidades más famosas de una nación donde la pasión lo es todo.

A sus 19 años, Güler es uno de los futbolistas más ovacionados por la afición del conjunto blanco, tanto en España como en el extranjero. En Vallecas, última visita madridista, fue el más aclamado junto a Jude Bellingham a la salida del estadio tras el partido.

Y la final de la Copa Intercontinental de esta tarde en Doha no será una excepción. El turco, musulmán profeso, se presenta esta semana ante un público árabe que le idolatra y que ve en él la conexión entre la pasión religiosa y la futbolística. El Madrid tiene millones de seguidores en el mundo árabe y tras la salida de Benzema, también musulmán, Güler es ahora su nuevo icono, vitoreado a la llegada del Madrid a Doha este lunes.

«Ha madurado»

El turco sigue dando pasos adelante en el vestuario del cuadro de Chamartín. Ha sido titular en los dos últimos partidos de Liga, ha marcado un gol y ha dado dos asistencias. Pasos de gigante para «un niño», como le define Ancelotti todavía, que en 12 meses se ha transformado físicamente. «Ha madurado», admiten en Valdebebas, tanto de piernas como de mente, y se ha ganado un hueco en la rotación del campeón de LaLiga y la Champions.

Llegó en el verano de 2023 con apenas 18 años y una musculatura poco trabajada, aunque con todo el talento del mundo. Y le costó. Sufrió una lesión de menisco en la pretemporada de Estados Unidos, pasó por el quirófano, estuvo de baja dos meses y al volver acumuló varias lesiones musculares que le impidieron debutar hasta enero de este año, cuando su familia se presentó en las humildes gradas de Aranda de Duero una noche de Reyes para observar el primer partido oficial de su hijo con la camiseta blanca, en la Copa del Rey. Sus padres y su hermana son los grandes pilares de su círculo cercano y los que más paciencia le han dado en sus primeros y complicados momentos en el Santiago Bernabéu.

Por instantes se desesperó, con el ansia viva de querer demostrar sus virtudes y con la presión extraordinaria de todo su país por verle triunfar. «Ha tenido seis meses de lesiones y ahora está más tranquilo. Hay que ser paciente con él, entiendo que hay mucha presión sobre él, un país entero Turquía que quiere verle jugar en el Madrid, lo entiendo, pero paciencia. El chico, el niño, tiene 18 años, tendrá su tiempo», reflexionaba Ancelotti en la sala de prensa a principios de 2024.

Adaptación a la cultura española

El turco tuvo muchas conversaciones con el italiano y con miembros del cuerpo técnico durante las primeras semanas del año, cuando ya se encontraba mejor. Hizo público su deseo de jugar más y desde el banquillo le pidieron tiempo para encajar las piezas de un equipo que en ese momento peleaba por todo. También en la directiva, donde su gran apoyo ha sido Juni Calafat, culpable de su fichaje tras las interminables negociaciones con el Fenerbahce y con su familia. Calafat le terminó ganando la partida a Deco, enviado por el Barça a Estambul en mayo de 2023, y el tiempo, como le había prometido Ancelotti, llegó para el niño Güler en la primavera de la pasada temporada.

El 26 de abril había jugado 31 minutos en Liga, pero terminó el curso acumulando más de 400 y marcando seis goles. Ahora los números son diferentes: suma más minutos que en toda la campaña pasada (657) y ha sido titular siete veces. Ancelotti le define como «un diamante».

Güler, frente a Mbappé, el martes en Doha.

Güler, frente a Mbappé, el martes en Doha.REAL MADRID

Se ha centrado en el apartado físico, con dobles sesiones entre la ciudad deportiva y el gimnasio de su casa, donde le ayuda un entrenador personal. Ha mejorado su alimentación y ha ganado masa muscular. La adaptación a la cultura española, diferente a la turca en muchos sentidos, también ha sido clave. Y los apoyos del vestuario, especialmente de Fede Valverde y Brahim, le han dado un impulso dentro del grupo.

Ancelotti le ha moldeado, dentro y fuera del césped. Fuera, le ha mostrado cariño, como aquella presentación en Cibeles cuando le habló a la afición de «un chico muy interesante». En el campo, ante el overbooking de la delantera, circunstancia que sufre su compañero de generación Endrick, el técnico italiano ve a Arda más como interior, como parte del centro del campo. Ya sea en un mediocampo de cuatro futbolistas o de tres. Y ahí, desde un principio, le pide un trabajo defensivo que el turco, ahora, sí está siendo capaz de ofrecer. «Trabaja y corre mucho», dijo el transalpino sobre él tras el duelo ante el Girona.

Montella, seleccionador turco, ha elogiado hace unos días que Güler «ha mejorado mucho en términos de actitud y carácter». «Ha aprendido a luchar y competir», insistió. Todo después de una Eurocopa que ha empujado su carrera. Después de la montaña rusa que fue su primer año en Madrid, Arda se convirtió en una de las revelaciones del torneo. Su selección fue cuartofinalista y él uno de los mejores jóvenes, asentando su lugar en el conjunto blanco, negando cualquier cesión e impulsando su carrera en la Castellana.

La FIFA sí premia a Vinicius: gana el The Best en una extraña gala 24 horas antes de la Intercontinental

Actualizado Martes, 17 diciembre 2024 - 18:58

Esta vez sí, Vinicius Júnior ha sido galardonado como mejor futbolista del mundo. Después de su segundo puesto en el Balón de Oro que levantó el español Rodrigo Hernández, la FIFA, en sus premios The Best, ha concedido el premio al delantero brasileño del Real Madrid. Aitana Bonmati se llevó el trofeo femenino.

Ha sido una gala extraña dentro de una serie de decisiones más extrañas todavía por parte de la FIFA. La máxima organización del fútbol mundial anunció hace sólo un par de días que la gala se haría en Qatar y de manera telemática, después del bochorno que significó que el año pasado no asistieran ninguno de los tres finalistas del premio masculino (Messi, Mbappé y Haaland).

Por esto, la ceremonia se ha hecho este martes en la Aspire Academy de Doha, donde en 24 horas se celebra la final de la Copa Intercontinental entre el Madrid y el Pachuca. Ante la falta de huecos en el exprimido calendario futbolístico, la FIFA ha aprovechado la presencia del Madrid en la ciudad y el evento por el 20º aniversario de la Academia para realizar la gala a toda prisa.

Ha durado una hora y han faltado todos los ganadores de premios, salvo Vinicius y Ancelotti, galardonado como mejor entrenador. El resto de protagonistas, entre ellos Aitana, Bellingham, Carvajal o Lamine Yamal, han enviado diferentes vídeos de agradecimiento. El evento se ha retransmitido a través de la web de la FIFA, en un modo diferente a otros premios como el Balón de Oro, que sí cuentan con grandes televisiones detrás.

Vinicius, Carlo Ancelotti y Florentino Pérez estuvieron en persona en la ceremonia, a 24 horas de la final contra el Pachuca, dándole a la FIFA la imagen que quería: sus ganadores con su premio. "Muchas gracias a los dos presidentes del Madrid y del Pachuca, que mañana disputan aquí la final de la Intercontinental", ha elogiado Gianni Infantino, presidente de la FIFA.

Vinicius es el primer brasileño en recibir el premio a mejor jugador del mundo desde que Kaká ganara el FIFA World Player (y el Balón de Oro) en 2007. "Era un niño que jugaba en la calle de Sao Gonçalo, cerca de la pobreza y el crimen y llegar aquí es importante para mí. Lo hago por los niños que piensan que esto es imposible. Quiero agradecer a los que han votado, a entrenadores, jugadores, periodistas, aficionados... Agradezco a mi familia, que dejó de vivir su sueño para vivir el mío e hicieron todo para que yo estuviera aquí. Gracias al presidente, a José Ángel Sánchez, a Ancelotti, a Juni Calafat... Quiero seguir en el Madrid por mucho tiempo, que es el mejor club del mundo. Gracias a Brasil, que me ha dado fuerza para seguir en mi lucha", ha expresado el brasileño.

Los recientes éxitos del fútbol español a nivel internacional han sido reconocidos en estos The Best con la amplia representación entre los candidatos a los premios y a los mejores onces. En el masculino, la alineación ideal la han compuesto: Emiliano 'Dibu' Martínez, Dani Carvajal, Antonio Rüdiger, Ruben Dias, Saliba, Bellingham, Rodri, Kroos, Lamine, Haaland y Vinicius. Mbappé se ha quedado fuera.

En la alineación femenina han tenido presencia Irene Paredes, Ona Battle, Patri Guijarro, Aitana y Salma.

Los ganadores, a diferencia del Balón de Oro que deciden los periodistas, son el resultado de un sistema que concede el mismo peso a los votos de aficionados, capitanes y entrenadores actuales de las selecciones nacionales masculinas y femeninas y representantes de la prensa.

Ancelotti: “¿Si he perdido el control del vestuario? Pregunta dura… No lo he perdido, por supuesto que no”

Actualizado Martes, 17 diciembre 2024 - 16:47

Carlo Ancelotti y Jude Bellingham fueron los protagonistas en la previa de la final de la Copa Intercontinental, nueva oportunidad para el Real Madrid de sumar un título esta temporada. Lo hará ante Pachuca y en un momento irregular del conjunto blanco, que viene de empatar en Vallecas contra el Rayo.

Ante la prensa, el entrenador italiano fue contundente sobre la situación de la plantilla y sobre el ambiente que se vive dentro. Cuestionado por un periodista extranjero por el "control" sobre sus futbolistas, Ancelotti, sorprendido, fue directo: "¿Que si he perdido el control del vestuario? Pregunta dura, eh. No, no lo he perdido, por supuesto que no. En el fútbol hay que atravesar momentos difíciles, a veces llegan en octubre-noviembre y a veces en abril-mayo. Lo importante es estar ahí. Si llega pronto, aún lo puedes rescatar. Seguro que seremos muy competitivos en la segunda parte de la temporada, seguimos vivos y no he perdido el control", reflexionó y recalcó el italiano.

Preguntado también por las críticas a su trabajo, el entrenador transalpino las consideró "aceptables". "Son parte de mi trabajo. He diferenciado muy bien lo que me molestó más en otras semanas. La crítica deportiva la tengo muy en cuenta, porque no siempre haces las cosas bien y te equivocas. La crítica te puede despertar. No hay ni un entrenador en la historia del fútbol limpio de la crítica. Es importante entenderlo".

Carletto tiene ante sí la posibilidad de convertirse en el entrenador con más títulos de la historia del Madrid. "Es algo importante también para mí, un honor que me comparen con entrenadores tan grandes", admitió. Y deslizó que Mbappé puede tener minutos en la final. "La situación de Kylian es sencilla, entrenó ayer y tuvo buenas sensaciones. Hoy será importante para evaluar sus sensaciones. Si está bien va a jugar, pero si hay un mínimo riesgo no lo hará. Las sensaciones de ayer fueron muy buenas y somos optimistas".

Será una tarde interesante para el Madrid y para Vinicius, que puede ganar el premio 'The Best' a mejor futbolista de la temporada. "Se lo merece por el trabajo que está haciendo", dijo Ancelotti.

Unos segundos antes, Bellingham había elogiado al brasileño. "Es un placer jugar con Vinicius, nos ayuda a levantar títulos. Sería muy meritorio si se lleva el The Best, me alegraría por él".

El inglés asumió la presión de jugar y liderar el Madrid. "La presión es un privilegio. Soy un aficionado al fútbol y entiendo cómo funcionan las cosas. Hay críticas y las aceptas. Eso se queda de puertas para adentro, el ruido exterior es algo de esperar", declaró, y dejó claro que no es el único líder del vestuario: "Creo que en los vestuarios hay muchos líderes. No iría mucho más allá, hay muchos futbolistas en el vestuario. Lo importante es que todos nos respetamos y podemos delegar responsabilidades porque confiamos mucho los unos en los otros".

Bellingham sigue jugando con la protección en el hombro, una situación que estrenó la pasada temporada y parecía haber dejado de lado, pero que ha continuado este curso. "Todo bien, sigo con la protección, pero las sensaciones son muy buenas".

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