Raphinha, la fiera poco brasileña que impulsa al Barça: “Quería tener esa conexión con Ronaldinho”

Actualizado Viernes, 25 abril 2025 - 22:53

Cuesta creer que Inter de Porto Alegre y Gremio rechazaran por pequeño y delgaducho a un futbolista que sus compañeros definen como «superdotado físico» y que, además, suma 53 participaciones de gol esta temporada -30 tantos y 23 asistencias-, ha superado a Leo Messi en su mejor temporada Champions y lleva camino de ser el máximo goleador de la competición. A Raphinha (Porto Alegre, 1996) nadie le esperaba esta temporada en el podio de los mejores de Europa. Ni siquiera el Barça, que le abrió la puertas hace unos meses para darle su dorsal 11 a Nico Williams. El brasileño está acostumbrado a la pelea constante y a apretar los dientes esperando su momento. Y ha sido Hansi Flick quien le ha preparado el mejor escenario.

Lo buscaba desde que con 18 años se subió a un autobús a ocho horas de casa para jugar en el Avaí persiguiendo un sueño. Le habían advertido que había dinero para la ida, pero no para la vuelta ni para mantenerle allí. Como hacía en el campo, también se buscó la vida fuera. Entonces ya sabía lo que era el Barça. Su padre, Raphael, músico percusionista apodado Maninho, tocaba con Samba Tri en las fiestas de Ronaldinho y, en cuanto destacó, le puso en contacto con Deco. El descenso del Avaí y la necesidad de hacer caja le lanzó a Portugal.

Al Vitória de Guimaraes primero y después al Sporting de Portugal. Ahí lo conoció Rodrigo Moreno, el internacional español que años después formaría con él delantera en el Leeds. «Con el Valencia jugamos un amistoso de pretemporada y recuerdo que en el vestuario comentamos la impresión que nos causaron Bruno Fernandes y Raphinha, del que nunca había oído hablar. Yo llegué al Leeds unos meses antes que él y cuando dijeron su nombre me acordé de aquel partido», explica a EL MUNDO desde Qatar.

«era un líder natural»

Antes de llegar a la Premier, el Rennes pagó 21 millones de euros en una temporada en la que jugó junto a Camavinga e impulsó al equipo a la Champions con ocho goles y siete asistencias. No pasó desapercibido para Víctor Orta y Andrea Radrizzani, los hombres que habían devuelto al Leeds a la Premier de la mano de Marcelo Bielsa.

Un pilar de aquel equipo era Pablo Hernández, ex jugador del Valencia. «Fue una sorpresa porque los brasileños siempre tienen esa etiqueta ofensiva, pero él era diferente. Se vio desde el primer día, con un físico superdotado, comprometido en defensa y que no desistía nunca», explica. Fue el estandarte del Leeds durante dos campañas y en la última «fue clave para evitar el descenso». Tanto que hizo la promesa de recorrer de rodillas el campo si lograban la permanencia. Rodrigo fue a abrazarle tras cumplirla: «Fue una locura. Nos salvamos ante el Brighton y dependíamos de otros resultado que se dio. Él, que era un líder natural, se quitó un peso de encima y maduró muchísimo aquella temporada», recuerda el atacante.

Ambos explican lo sencillo que era jugar con él. «Es de los mayores portentos con los que he jugado. Es capaz de repetir una y otra vez acciones de alta intensidad en un partido. Con lo que exigía Bielsa, se adaptó a la Premier en un instante», rememora Rodrigo, que compartió mucho dentro del campo y también fuera. En especial recuerda dos conversaciones personales que acabaron con decisiones que han marcado la carrera de Raphinha.

Abrazo entre Raphinha y Flick.

Abrazo entre Raphinha y Flick.AFP

«Cuando llegó al Leeds tuvo la oportunidad de ir con Italia. Además era año de Eurocopa. Pero tenía muchas dudas, porque deseaba jugar con Brasil aunque nunca le había llamado. Le dije que la Premier le daría la visibilidad que necesitaba y así fue», admite quien hoy le considera imprescindible en la selección por un rendimiento que le puede conducir al Balón de Oro.

La segunda conversación ya versó sobre la oferta del Barça: «El Leeds prefería que fuera al Chelsea, pero él quería repetir la historia de los brasileños en Barcelona. Quería tener esa conexión con Ronaldinho, Romario o Neymar», desvela.

«nunca tiene miedo»

La adaptación no fue fácil. Le costó seis meses de críticas por los 60 millones de traspaso, por llegar de la mano de Deco -a quien dejó- y por no adaptarse «a un juego más táctico, donde siempre hay menos espacios y los partidos son más cerrados que en la Premier, con menos transiciones», describe Rodrigo. Eso le llevó a pensar que LaLiga no era su lugar y que «el fútbol te destruye» con facilidad, por lo que nunca dudó en apoyarse en psicólogos.

Pero resistió y apareció Flick con el brazalete de capitán para propulsarle. «Dentro del vestuario la gente confía en mí y eso emociona», ha reconocido el jugador, con predicamento entre los más jóvenes. Lo mismo le limpia la bota a Lamine Yamal tras un gol espectacular que invita a su fiesta de cumpleaños a Pau Víctor o Gerard Martí tras endosarle una goleada al Real Madrid en la Supercopa.

Su liderazgo es generoso, como refleja su tatuaje en el cuello: «Soy uno, pero no estoy solo». Sobre él puede descansar el Barça porque, como recuerda Pablo Hernández, «nunca tiene miedo».

Désiré Doué: lo que un nombre y un apellido dicen del nuevo ídolo adolescente del PSG

Désiré Doué: lo que un nombre y un apellido dicen del nuevo ídolo adolescente del PSG

Todo viene girando demasiado deprisa para Désiré Doué, autor de 12 goles y 12 asistencias para el PSG desde mediados de diciembre. El extremo, de 19 años, sigue empeñado en saltarse los plazos con insultante descaro. De hecho, sólo ha transcurrido un mes desde que transformó el penalti definitivo en Anfield, que otorgaba el pase a cuartos de la Champions. Dos semanas más tarde llegaría su debut con Francia, cuando tampoco titubeó para anotar desde los 11 metros, camino de la Final Four de la Nations League. El pasado miércoles, su contribución resultó también decisiva, con un golazo ante un Aston Villa que acababa de adelantarse en el Parque de los Príncipes. París, la ciudad que idolatró a Kylian Mbappé, Neymar y Leo Messi, se rinde ahora a su nueva estrella.

Durante la última semana, la camiseta de Doué ha sido la más vendida en la tienda oficial del club, por delante de las de Ousmane Dembélé y Khvicha Kvaratskhelia. La fiebre en torno a su fútbol versátil y vertiginoso ha aumentado de tal modo que Luis Enrique sufre en cada rueda de prensa para aplacar la euforia. «Los cumplidos están muy bien, pero hay que concentrarse en el trabajo. A comienzos de temporada recibió algunas críticas y ha logrado adaptarse. Aún le queda mucho camino por recorrer», dijo el asturiano antes de la eliminatoria ante el Liverpool.

Entre las jóvenes estrellas de la Champions, el brillo de Doué ya rivaliza con el de Lamine Yamal, dos años menor. Sin embargo, a diferencia del azulgrana, Doué ha mostrado una mayor polivalencia en los tres frentes del ataque. Desde el comienzo del curso, Luis Enrique le alternó como extremo derecho (38% de los minutos), extremo izquierdo (21%) y punta (9%). Incluso apostó por él como mediocentro ofensivo (28%) para reforzar sus llegadas por el carril central.

Apuesta de Luis Campos

«Es muy joven, regatea bien, es muy técnico, físico y defiende bien. Me gusta, pero quiero más de él», comentó el ex entrenador del Barça a comienzos de curso. Por entonces, su mejor baza atacante era Bradley Barcola. Entre agosto y diciembre, Doué apenas jugó de inicio tres partidos de Ligue 1 y uno de Champions. Sin embargo, algo cambió a final de año. Justo cuando Luis Campos decidió desprenderse definitivamente de Xavi Simons. Tras un par de cesiones al PSV y Red Bull Leipzig, el director deportivo del PSG traspasaba al holandés a cambio de 50 millones de euros. Exactamente el mismo precio que pagó en verano al Stade Rennes para hacerse con Doué.

Hoy, Barcola ya no encuentra sitio en el once del PSG y ve amenazado su estatus en la selección. El pasado 23 de marzo, Didier Deschamps dio paso a Doué durante la segunda parte ante Croacia, sacrificando a Barcola y pasando por alto que el novato había llegado con algo de retraso a la concentración en Clairefontaine. Estas incipientes indisciplinas se asemejan bastante a las de Neymar, su gran ídolo. Al igual que el brasileño, Doué suele plantarse ante los defensas, totalmente quieto antes de la finta. Y le gusta ese autopase de espaldas con el empeine o celebra un gol con idéntica pose, a modo de homenaje. Neymar, claro, nunca se implicó tanto en tareas defensivas.

Por citar otra diferencia, Désiré no cuenta aún con el oro olímpico de su ídolo, autor de un gol y el último penalti de la tanda ante Alemania en Río 2016. El pasado 9 de agosto, España tumbó a Francia en el Parque de los Príncipes gracias a un doblete de Sergio Camello. Aquel viernes, Doué lideró el ataque bleu durante la prórroga, aunque no pudo definir la última ocasión, justo antes del 3-5. Tras un espectacular caño ante Jon Pacheco, fue taponado por Adrián Bernabé y su disparo se perdió ligeramente desviado de los dominios de Arnau Tenas.

Doué festeja el 1-1 ante el Aston Villa en París.

Doué festeja el 1-1 ante el Aston Villa en París.AFP

Apenas una semana más tarde, el PSG presentaba a su nuevo futbolista y colmaba las arcas del Stade Rennes. Un nuevo hito para la mejor cantera del fútbol francés, que en los últimos años ya había hecho caja con Eduardo Camavinga (31 millones del Real Madrid), Mathys Tel (20 millones del Bayern) y el propio Dembélé (35 millones del Dortmund). El contrato firmado hasta 2029 debe considerarse un logro de Maho, su padre, que también ejerce como representante.

Esa vía paterna, procedente de Costa de Marfil, es la que ha elegido Guéle, su hermano, que juega de lateral derecho en el Estrasburgo y que se ha decantado por Los Elefantes, vigentes campeones de la Copa de África. Las raíces francesas, por parte de madre, deben interpretarse bajo el prisma de la semántica. Porque rara vez un nombre y un apellido dijeron tanto de un futbolista. Désiré, en la lengua de Montaigne, significa "deseado" y Doué, "talentoso".

El triste ocaso (y el sueño imposible), de Neymar, el hombre de los 464 millones en traspasos

Actualizado Martes, 28 enero 2025 - 16:41

Hora de volver a casa. Neymar pone rumbo al Santos brasileño, su club de origen, después de acordar su salida del Al-Hilal saudí. Es el regreso de un jugador que aspiró a competir la gloria a Leo Messi o Cristiano Ronaldo pero que se quedó a medio camino en una carrera guiada más por sueldos y traspasos millonarios que por los títulos deportivos.

En el palmarés del brasileño de 32 años aparece la Champions que conquistó con el FC Barcelona, tres Ligas y tres Copas del Rey, un oro y una plata olímpicos y un sinfín de campeonatos en Francia con el PSG. Sin embargo, lo que más reluce es su capacidad para moverse en el mercado. Neymar es el líder del mercadeo y sigue luciendo el título de traspaso más alto de la historia del fútbol mundial por los 222 millones de euros que el PSG abonó al Barça en el verano de 2017.

Neymar eligió el club azulgrana cuando explotó en el Santos y su salida era inminente. Pese al intenso interés del Real Madrid, con Florentino Pérez a la cabeza, escogió jugar en el Camp Nou con Leo Messi y Luis Suárez. Todo previo pago de 88 millones al Santos y el pacto de comisiones con su padre que acabarían provocando hasta tres procesos judiciales.

En Barcelona se vio al mejor Neymar, especialmente en la temporada 14/15, con la llegada de Luis Enrique al banquillo. Había superado la temporada de adaptación de la mano de Messi y acabó jugando 51 partidos para marcar 39 goles y ganar el triplete (Champions, Liga y Copa del Rey). Ese rendimiento le llevó al tercer escalón podio del Balón de Oro en 2015, lo que redondeó en el verano del 2016 con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Brasil, su mayor logro con la selección.

Pareció que Neymar había digerido la presión por el coste de su fichaje y proponerse como escudero ideal del '10' argentino, lo que acabaría por ser un problema. En marzo de 2017, su entorno entendió que viviría siempre a su sombra. La remontada 6-1 ante el PSG, liderada por el brasileño, acabó recordada por una icónica imagen de Messi, lo que abrió la puerta a dejarse querer. Apareció el PSG con una propuesta millonaria que el brasileño barajó durante meses.

Con Ernesto Valverde en el banquillo, el verano fue un continuo rumor sobre su marcha al conjunto parisino, estirado por su entorno para sacar tajada y no perder el pago de 40 millones por una prima de renovación pactada con el Barça que caducaba en agosto. Hasta Gerard Piqué contribuyó al desconcierto al publicar una foto con Neymar con el texto "Se queda".

No ocurrió porque el jugador presionó para marcharse y el PSG aceptó pagar los 222 millones de la cláusula. Nunca un club había pagado tanto por un futbolista y, además, le puso un contrato de 44 millones de euros sobre la mesa. Iba a ser el líder de un proyecto que aspiraba a ganar la Champions y que no lo logró.

De Messi a Mbappé

Si en España tuvo que hacer frente a tres procesos judiciales por su fichaje (dos acabaron en pacto y en el tercero, por corrupción y presunta estafa, fue absuelto junto a su padre, Sandro Rosell y Bartomeu), en la capital francesa apareció un calvario mucho más preocupante: las lesiones. Los tobillos se convirtieron en un quebradero de cabeza y empezó a perder minutos. Si huyó de la competencia con Messi, ahora tenía la del ídolo francés: Mbappé. Al tiempo, sus fiestas y otros escándalos lo llevaron a los titulares.

Sólo era cuestión de tiempo que buscara otros aires y, como siempre en su carrera, eligió el campeonato que más llenaba sus bolsillo. La temporada pasada firmó por el Al-Hilal, que pagó 90 millones de euros por su traspaso. La rotura del ligamento cruzado de la rodilla le ha impedido jugar con los saudís, que han tomado la determinación de rescindir su contrato de 100 millones de euros por temporada pagando una indemnización de 64 (lo que totaliza 464 millones entre traspasos e indemnizaciones).

El jugador que en enero de 2018 tenía una valoración de mercado de 180 millones, en diciembre valía 15 millones. Era el momento de intentar volver a casa. Será la primera vez que Neymar cambie de equipo sin ganar más dinero, pero es el precio que paga para vivir su ocaso en un entorno amable con la esperanza de llegar con Brasil al Mundial de 2026.

Al Hilal anuncia la rescisión del contrato de Neymar

Al Hilal anuncia la rescisión del contrato de Neymar

Actualizado Martes, 28 enero 2025 - 00:48

El club saudita Al Hilal anunció en la noche del lunes al martes la rescisión del contrato de su jugador Neymar, lo que parece abrir la puerta a su regreso al fútbol brasileño.

"Al Hilal y Neymar decidieron rescindir su relación contractual de mutuo acuerdo", anunció el Al Hilal en un mensaje difundido en su cuenta en inglés de la red social X, acompañado de imágenes del atacante y de un mensaje en portugués: "Obrigado e Boa Sorte" (Gracias y buena suerte).

Con este escueto comunicado, el club saudí despedía al astro brasileño tras dos temporadas y tan solo siete partidos.

El delantero, que cumplirá 33 años en febrero, solo jugó siete partidos con Al Hilal desde que aterrizó en el equipo saudí en agosto de 2023.

El 10 de la selección brasileña tenía contrato en vigor hasta mediados de año, pero ha decidido poner fin a su aventura en el fútbol árabe después de que el técnico de Al Hilal, el portugués Jorge Jesus, no contará con él para la Liga saudí.

Y es que Neymar lleva más de un año prácticamente sin jugar. El 17 de octubre de 2023, sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior y del menisco de la rodilla izquierda en un partido entre Brasil y Uruguay, en Montevideo.

Reapareció el 21 de octubre de 2024 en un encuentro de la Liga de Campeones asiática. Sin embargo, pocos días después, tuvo una lesión muscular que lo obligó a parar de nuevo.

Desde hace semanas, la prensa deportiva especulaba sobre el futuro del exjugador del París Saint-Germain (PSG) y del Barcelona, hasta que la semana pasada la prensa brasileña revelara que Neymar había llegado a un acuerdo para regresar al Santos, el equipo de su infancia.

En el Santos, entre 2009 y 2013 jugó 225 partidos, marcó 135 goles y levantó varios títulos importantes con la camiseta albinegra, entre ellos una Copa Libertadores y una Copa de Brasil.

Después dio el salto a Europa de la mano del FC Barcelona. Allí siguió creciendo a la sombra de Messi y sumó más títulos a su palmarés: La Liga de Campeones de Europa, dos Ligas españolas y tres Copas del Rey, entre otros títulos.

Y en 2017, cuando nadie se lo esperaba, dio un giro radical a su carrera y firmó con el PSG, que desembolsó 222 millones de euros (hoy unos 230 millones de dólares) para incorporarle a su proyecto 'galáctico'. En 2020, volvió a pisar una final de 'Champions', pero claudicó ante el poderío del Bayern Múnich.

A partir de ahí, hilvanó una serie de lesiones graves y escándalos extradeportivos que le relegaron a la segunda línea de la élite futbolística mundial.

En 2023, sin opciones ante la llegada al banquillo del PSG del técnico español Luis Enrique, hizo las maletas y se unió al proyecto millonario de Arabia Saudí, donde su figura continuó menguando.Ahora, en el Santos, espera recuperar el brillo perdido con la mira puesta en el Mundial de Estados Unidos, Canadá y México de 2026

Neymar y el derecho a no querer ser el mejor del mundo

Neymar y el derecho a no querer ser el mejor del mundo

Neymar tiene 32 años y su padre anda subastándolo por Navidad, con su contrato con el Al Hilal saudí llegando a su fin. Neymar tiene 32 años y su último momento de trascendencia futbolística fue hace ya cuatro, aquella final de Champions de la pandemia que el PSG no logró amarrar contra el Bayern. Neymar tiene 32 años y podemos afirmar sin temor a equivocarnos que ya no va a reinar, que su renuncia voluntaria al trono que liberaron Messi y Cristi

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