Alcaraz desvela una nueva virtud para derrotar a Rublev de camino a los cuartos de Wimbledon

Actualizado Domingo, 6 julio 2025 - 22:11

Carlos Alcaraz ha adquirido una virtud que hasta ahora no tenía. Serán los cinco Grand Slam. Será la remontada de todas las remontadas ante Jannik Sinner. Serán las 22 victorias consecutivas. Hasta el momento, frente al abismo de la derrota, le quemaban los nervios, la prisa, la rabia o el desconcierto; es todavía joven, es muy transparente. A veces incluso se enfadaba consigo mismo o con su equipo. Pero ya no. En este Wimbledon asombra con su tranquilidad cuando las cosas no van bien, que son más veces de las esperadas.

Este domingo, en octavos de final, ante Andrey Rublev, perdió el primer set ¿y qué hizo? Su rival se marchó al vestuario para atemperarse y él se quedó en el fondo de la pista dando toquecitos con el pie a una pelota. Pim, pim, pim... La bola se le escapaba y volvía buscarla para seguir con el malabarismo. Con esa calma sólo quedaba que remontara. Al final, venció por 6-7(5), 6-3, 6-4 y 6-4 en dos horas y 43 minutos de juego y se clasificó para cuartos de final, donde se medirá al inglés Cameron Norrie, adversario más complicado de lo que parece.

Las virtudes de Rublev

Dirá el cuadro lo que diga, pero no está siendo un torneo fácil para Alcaraz. Un semiretirado como Fabio Fognini, un amateur como Oliver Tarvet, un cañonero como Jan-Lennard Struffy este domingo, Rublev. Todos con sus peligros, muchas trampas. El ruso ofreció la mejor versión de lo que es: no inventa, pero no falla. Desde el fondo de la pista, con su fuerza en el saque y la derecha, ejecuta y aguanta. No hace nada distinto y la mayoría de veces no le hace falta. De hecho su punto débil no suele ser su tenis, es su cabeza: todavía no ha ganado ni un partido a rivales del Top 5 del ranking ATP y eso que ya van 12 intentos. Si el marcador se le complica, normalmente se desespera. Este domingo eso sólo ocurrió cuando ya se habían superado las dos horas de juego, a mitad del cuarto set.

Alastair GrantAP

Antes, Rublev obligó a Alcaraz a esperar, a esperar y a esperar. Ya vendrían momentos brillantes como los dos preciosos golpes pasantes que le valieron el break definitivo en el tercer set. Después de una semana delicada con el saque, el número dos del mundo recuperó la confianza y a partir de ahí fue creciendo. Más allá de los 22 ‘aces’, que ya son, su porcentaje de puntos ganados con el primer servicio (82%) fue un resorte.

Las molestias en el hombro

También es que Alcaraz carga ya con cierto cansancio. En los tres encuentros anteriores, se intuía; este domingo fue evidente. En su sesión de calentamiento de la mañana, en las bonitas pistas del Aorangi Park, se quejó a los suyos del hombro y durante su partido ante Rublev tuvo que estirar la articulación tras algún golpeo potente. En su entorno aseguran que no hay problema, pero el cuerpo ya protesta, claro que protesta. Desde su renuncia al Masters 1000 de Madrid ha encadenado sin descanso Roma, Roland Garros, Queen’s y Wimbledon en un mes y medio. Que haya molestias es lógico, también que escaseen las ideas.

La hierba impide la fluidez de la tierra batida, el juego es más monótono, no hay espacio para el espectáculo, pero en Londres se le ve menos fresco que en París. En la Philippe Chatrier, entrada la última semana, Alcaraz volaba, con aquella exhibición ante Tommy Paul. Aquí sigue siendo favorito al título, muy favorito, pero en el camino hay menos brillantez. Puede observarse ante la red, donde usualmente el español no falla.

La tensión del público

"Siempre digo que lo más importante es creer en mí mismo. He estado un set abajo, pero sabía que podía jugar mejor, que tenía que seguir, que debía ser fuerte mentalmente. El tenis es así, un punto lo cambia todo. Andrey es uno de los tenistas más potentes del circuito y me ha llevado al límite, pero estoy muy orgulloso de cómo me he movido en la pista. Creo que he jugado de una manera muy inteligente", comentó Alcaraz al acabar el partido, cuando agradeció al público de la pista central del All England Club su ayuda: "Cada partido en este sitio es un regalo".

KIRILL KUDRYAVTSEVAFP

Hubo más de una ovación para él, aunque también hubo mucha tensión a su alrededor. En el primer set sufrió un resbalón y centenares de aficionados se pusieron las manos en la cabeza. Ante la posibilidad de la derrota, otros tantos contuvieron la respiración. Pese al avance de Norrie, que ofrece esperanza a los locales, la mayoría de los presentes esperan que una nueva final entre Sinner y Alcaraz dé lustre a un torneo que hasta el momento no está siendo brillante, lleno de sorpresas y angustias.

La risa va por barrios

La risa va por barrios

Actualizado Domingo, 6 julio 2025 - 21:34

Hace tiempo que no veía una división de sentimientos tan grande en un gran premio de Fórmula 1. Una dicotomía tan exagerada en el reparto de alegrías y decepciones en el grupo de pilotos.

Sólo hay que repasar el resultado del Gran Premio de Silverstone para darte cuenta de esta casualidad que provocó una de las carreras más locas de los últimos tiempos. Buena forma de celebrar los 75 años de aniversario de ese primer gran premio de la Fórmula 1 moderna que se celebró en este escenario en 1950.

En esa primera carrera, que se llamó Gran Premio de Europa (aunque ahora nadie se acuerda), ganó un italiano, Giuseppe Farina, con un coche italiano, el Alfa Romeo 158. De hecho, los tres primeros del podio fueron Alfettas y los dos siguientes Maseratis. 75 años después la fiesta ha sido mucho más británica.

La victoria ha sido para un inglés, Lando Norris, de un equipo inglés que ha hecho doblete, Mclaren. Máxima felicidad para el piloto de Bristol que vuelve a mostrar su mejor imagen que gana su segundo gran premio de forma consecutiva, el cuarto de la temporada y que se queda a sólo 8 puntos de su compañero de escudería en el mundial de pilotos.

¿Y Oscar Piastri? Destruido. Ha sido la primera vez en mi vida que al nuevo hombre de hielo le he visto afectado. La primera vez que ha perdido su asistólica forma de encarar las victorias o las derrotas sin mostrar el más mínimo rastro de reacción humana. Fue sancionado con 10 segundos de penalización por conducir de forma errática cuando se iba a marchar el primer coche de seguridad. Sanción con la que Oscar no estaba muy de acuerdo. Pidió al equipo que Lando le devolviese luego la posición, pero le dijeron que no. Así, en la foto de celebración de Mclaren por el doblete, Norris salió muy sonriente en todas las instantáneas y Piastri muy serio.

Ocurrió algo parecido en Sauber. La tercera posición de Nico Hulkenberg era, además del primer podio de Hulk en la Fórmula 1 después de 240 carreras (sostenía uno de los récords menos deseados en este deporte) el primero de Sauber desde aquel lejano tercer puesto de Kamui Kobayashi en el Gran Premio de Japón de 2012. Nico feliz, pero su compañero Gabriel Bortoleto hundido. Se quedó fuera de combate tras perder el control de su coche y terminar contra el muro después de solo tres vueltas.

En Ferrari también hubo división de sensaciones. Hamilton rompió su racha de podios consecutivos en Silverstone, pero corriendo en casa pudo doblegar a Charles Leclerc el sábado, cosa poco habitual, terminar cuarto en carrera y mostrar un ritmo casi un segundo por vuelta más rápido que su compañero de fatigas. Leclerc terminó penúltimo y desesperado. Confesó después de la carrera que había sido la peor carrera de su vida. No es para menos. En una actuación poco habitual se pasó más tiempo fuera de la pista con su Ferrari que dentro de ella.

Más sentimientos encontrados: Max Verstappen, en una carrera difícil, minimizó daños, pero su compañero Yuki Tsunoda volvió a terminar último y a encadenar 5 carreras consecutivas sin lograr un mísero punto. Pierre Gasly feliz en Alpine mientras que Franco Colapinto sin dar una sola vuelta abandonó por un problema en el coche y se fue de Inglaterra sin saber cuántas veces más se volverá a subir a él. Alex Albon feliz con su octavo puesto, Carlos Sainz cabreado porque Charles Leclerc en una de sus maniobras desesperadas se lo llevo por delante causándole daños y arruinando sus opciones de puntos. Sigue sin haber suerte.

Tampoco la hubo en Aston Martin con Fernando Alonso. El equipo fue valiente y estuvo acertado en sólo una de las decisiones que tuvo que tomar durante el gran premio. Acertó con Lance Stroll al llamarle a boxes para ponerle slicks antes de cayera el diluvio. Sin embargo, Aston fue valiente, pero suicida, al llamar a Fernando a por secos cuando la pista todavía estaba muy mojada. Le llamaron cuatro vueltas antes de lo aconsejable y Fernando perdió mucho tiempo y acabó enojado. Misma carrera y mismas condiciones para todos. Mismos equipos, pero diferentes resultados. La risa siempre va por barrios.

La peor racha para Carlos Sainz en siete años: "Empieza a ser muy cansino"

La peor racha para Carlos Sainz en siete años: “Empieza a ser muy cansino”

El Mundial 2025 sigue demasiado torcido para Carlos Sainz, que sigue perdiendo oportunidades para remontar el vuelo con Williams. Silverstone, escenario en 2022 de su formidable victoria con Ferrari, tampoco resultó esta vez propicio. "Seguimos teniendo mala suerte y seguimos sin mejorar el coche", concluyó el madrileño, duodécimo en la meta al volante del FW47.

Una semana después de su abandono en Austria por culpa de los frenos, Sainz protagonizó otro desafortunado episodio cuando luchaba por la séptima posición frente a Charles Leclerc. "Ha sufrido un trompo y se ha ido fuera, pero yo estaba a su izquierda y me ha destrozado el suelo y el alerón delantero. Ahí se termina mi carrera", reveló el madrileño sobre el incidente en Stowe, la curva 15.

Se trata de la peor racha para Sainz desde el 2018, cuando pilotaba para Renault. A mitad de aquel Mundial, entre el GP de Austria y el GP de Bélgica, sólo sumó con un noveno puesto en el GP de Hungría. Hoy, tras las cinco últimas carreras, sólo ha arañado un punto en Mónaco y Canadá. Además, el duelo particular frente a Alex Albon tampoco le deja en buen lugar, ya que el balance resulta tan desfavorable los sábados (5-7) como en carrera (3-8).

"sé que vendrán días mejores"

"Empieza a ser muy cansino y desesperante que nos pasen tantas cosas", lamentó Carlos, que hasta el citado episodio con su ex compañero en Ferrari había evitado cualquier problema, con una buena gestión de los neumáticos y un aceptable ritmo de carrera. Mucho mejor, desde luego, que lo ofrecido por Leclerc, que calificó su actuación como "una de las peores carreras de mi vida".

Los daños causados por el monesgasco hicieron perder a Sainz cualquier opción frente a Oliver Bearman (Haas) y George Russell (Mercedes). "Parece ser la historia de mi temporada hasta ahora. Es muy molesto que diferentes problemas nos sigan afectando cada fin de semana. Estoy conduciendo bien y sé que vendrán días mejores, pero es frustrante en este momento", concluyó.

Cualquier esperanza, a partir de ahora, se deposita en Spa y Hungaroring, las dos últimas carreras antes de las vacaciones. "Nos encontramos en una situación complicada porque los rivales han mejorado y están empezando a sumar muchos puntos", señaló en relación al sorprendente podio de Nico Hulkenberg.

Desde luego, trabajo no va a faltar en las últimas semanas en la fábrica de Grove. Ni presión para los ingenieros desplazados a Spa y Hungaroring. En cualquier caso, James Vowles, team principal de Williams opta por mantener la calma durante estas "dos semanas de reseteo".

"Se notaba que el coche lo habíamos configurado más para una carrera en seco. Tampoco tuvimos suerte. Aston Martin nos adelantó y nos quedamos atrás, pero al final Alex volaba y pudo remontar, lo que demuestra el cambio en nuestro rendimiento. Tampoco acertamos con la segunda estrategia con los intermedios, lo que nos costó muchos segundos", analizó el británico.

Como la mejor de las clásicas: Van der Poel se impone a Pogacar y Vingegaard en Boulogne sur Mer y es el nuevo líder

Como la mejor de las clásicas: Van der Poel se impone a Pogacar y Vingegaard en Boulogne sur Mer y es el nuevo líder

Como si fuera una clásica, como si de la Milán-San Remo se tratara, las tres cotas antes de la meta de Boulogne sur Mer dejaron ya la postal de una etapa preciosa, puro espectáculo aún sin daños considerables en la general. Fue el extraordinario zarpazo de Mathieu Van der Poel el que se llevó un triunfo de pura agonía, en un sprint de quilates, pues le precedieron nada menos que Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard. El amarillo de Jasper Philipsen lo hereda su compañero, dos de dos en este Tour para el Alpecin Deceunick. [Narración y clasificaciones]

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Es el segundo triunfo de etapa en la Grande Boucle para el nieto de Poulidor tras el logrado en el Mûr-de-Bretagne hace cinco años, también por delante de Pogacar, también en la segunda etapa, también el que le colocaba entonces de líder. Es otra muesca más en el asombroso palmarés de un ciclista único, que acabó rendido en el asfalto tras exprimir vatios en los 500 empinados metros finales, los que completó a 56,9 km/h. Fue un sprint de un pelotón ya mermado por los vaivenes anteriores, valiente siempre el Visma, atentísimo esta vez sí Evenepoel.

De los que optan a los puestos nobles de la general, sólo Carlos Rodríguez y Ben O'Connor se dejaron 31 segundos. Aunque Pogacar y Vingegaard arañaron seis y cuatro de bonificación. Enric Mas, tan seguro de sí mismo como el sábado, es ya sexto.

Todo son nervios en el comienzo del Tour, las opciones intactas aún, el pelotón apenas sin bajas (el sábado cayeron Filippo Ganna y Bisenger, para empezar). En la salida inédita de Lauwin-Planque, la lluvia, intensa, encendió el caos, autobuses atascados y un retraso de 15 minutos en la salida. Era la etapa más larga de la presente edición, casi 210 kilómetros llenos de trampas, con el viento como elemento desestabilizador mientras se acercaban a la costa norte, a Boulogne sur Mer, allá donde ganaron Sagan, Zabel o Van Poppel.

Hasta en la temprana fuga del día, con un cuarteto formado por Armirail, Van Moer, Fedorov y Leknessund, hubo caídas, los dos últimos al suelo en una curva. Apenas llegaron a los tres minutos de diferencia máxima y luego, mientras el sol amagaba con salir, el pelotón, especialmente Alpecin al mando, los tuvo controlados. Calma tensa a la espera de esos últimos 30 kilómetros, con tres colinas pero especialmente con el viento como amenaza, con la lección de Lille como aviso.

Hasta el primero de los repechos, el de Haut Pichot (poco más de un kilómetro, pero al 9%), se llegó entre más tensión, con bronca hasta en el sprint especial: Jonathan Milan reprendió de mala manera a Girmay. La fuga murió a falta de 50 kilómetros, acudió una calma que fue electrizándose hacia la cota. Ahí tomó el mando Van Aert y luego Wellens, dos gregarios fuori classe, seguidos a rueda por sus líderes, atentísimos Vingegaard y Pogacar. A los que no afectó el enganchón entre Milan y Geraint Thomas que partió momentáneamente el pelotón.

En las dos últimas subidas más rock and roll, Vauquelin siempre con el colmillo. El francés fue uno de los seis integrantes de un grupo que se formó en Saint Etienne au Mont, en el que no estaba Roglic. No hubo continuidad y sí más amagos, como el del propio Vingegaard bajando la Cote d'Outrean. Con Narváez y Almeida cerrando el intento final de Lipowitz, Van der Poel fue el más listo y el más fuerte en el desenlace.

España se blinda ante el exceso de confianza y espera a Bélgica: “Si pensamos en ganar sin haber jugado, no seremos competitivas”

Actualizado Domingo, 6 julio 2025 - 19:28

España quiere blindarse contra el enemigo invisible del exceso de confianza. La goleada 5-0 a Portugal fue la victoria más abultada de la primera jornada de la Eurocopa, pero ha sido solo el inicio. La victoria ante Bélgica, esperando lo que puedan hacer Italia y las lusas en su enfrentamiento, sí que puede colocar a España en cuartos e, incluso, primeras de grupo.

El "partido a partido" no es una frase de Montse Tomé, sino una consigna que defiende todo el vestuario y no por falta modestia. Están convencidas de que solo así su ambición tendrá un claro reflejo en el campo. "Hay que tener los pies en la tierra. El 5-0 no nos puede confundir", advertía Olga Carmona. Más explícita fue la seleccionadora: " Puedes entender que la gente comente que España es un equipo que tiene mucha capacidad, pero dentro tenemos un mensaje de tranquilidad. Si pensamos en ganar sin haber jugado, no seremos competitivas. Y no queremos que nada nos despiste".

El cuerpo técnico se ha encargado en estos días de que las jugadoras hayan mantenido la serenidad. "La clave es conectar y desconectar. El mensaje es que solo hemos ganado un partido y tenemos que mantener los pies en el suelo", reiteraba. Y es que Bélgica es un rival al que teme, casi más que a Portugal.

"Tiene una estructura diferente y una intención de presionar en bloque más alto. Creo que ante Italia (0-1) mereció más. Si conseguimos dominarlas, se van a defender y salir rápido. Es el equipo que mejor transita del grupo. A las jugadoras les decimos que sus despejes son pases de gol", explicó Tomé, destacando a la delantera Wullaert y las jugadoras de banda. "Tienen jugadoras que corren mucho pero busca asociaciones y meten pases por dentro", analizó la seleccionadora a quien su compañera en el banquillo belga, la islandesa Gunnarsdótti, quiere discutir la posesión del balón.

Sin pistas sobre Cata y Aitana

El once de España parece consolidado con el regreso de Irene Paredes al centro de la zaga, pero mantiene las incógnitas de Cata Coll y Aitana, más por no dar pistas al rival que porque Tomé no lo tenga claro.

La guardameta estará en la convocatoria, pero con medio entrenamiento desde que viajó a Suiza, no parece que vaya a ser titular. De hecho, en la última sesión se ejercitó al margen, junto a Alba Redondo, que también arrastra problemas en el muslo. "Esperábamos una evolución más rápida. Empezó a entrenar y tuvimos que dar un paso atrás. No es grave lo que tiene y decidiremos mañana. No le vamos a dar ventaja a Bélgica", aseguró la seleccionadora.

Sobre Aitana, hay más dudas. "Ella tiene una capacidad mental brutal, está enfocada en la Euro y fue una lástima que pasara por esto. Ante Portugal jugó el tiempo que podía jugar priorizando su salud. Ahora está recuperada". Eso puede mandar al banquillo a Vicky López, aunque la seleccionadora escapa a la pregunta aludiendo a la capacidad de adaptación de sus jugadoras. "Nuestro trabajo es ubicarlas en el campo en el momento adecuado por lo que propone el rival. Nos da tranquilidad que todas puedan participar", se limitó a decir.

La gestión de esta pareja será uno de los quebraderos de cabeza en esta Euro viendo el nivel de la joven jugadora, que se estrenó con un gol. "Al final, el cuerpo técnico pensamos lo que necesitamos para competir el partido y en un plan de 90 minutos. Todas están preparadas y son maduras para aceptar el rol en cada momento", analizó.

Carmona: "Tendremos a Bélgica vigilada"

Con Bélgica buscando seguir con opciones de alcanzar la fase eliminatoria, España sabe que tendrá que contenerlas. "Sabemos nuestros puntos fuertes, las cosas en las que queremos mejorar. Portugal tenía dos jugadoras arriba muy determinantes y estuvimos bien en las vigilancias defensivas. Bélgica es uno de los mejores equipos transitando y queremos tenerlas vigiladas. Y queremos el balón", explicó Olga Carmona.

Con amplio recorrido por la banda, se entiende con Claudia Pina, con Mariona, y especialmente, con Esther, a quien asistió para el primer gol en el minuto 2. "Es con la delantera que más hablo. Ella es una killer y yo me caracterizo por centrar mucho y la busco. Ella sabe dónde tiene que llegar y dónde encontrarla", aseguró.

La seleccionadora belga quiso ponerse la piel de cordero -"solo un 1% de los aficionados no da favoritos ante España", dijo- pero Carmona fue tajante: "El fútbol es impredecible y lo que queremos es transformar las habladurías en realidad".

"Es el traspaso que estaba buscando": Zubimendi se va al Arsenal y deja 70 millones en las arcas de la Real Sociedad

“Es el traspaso que estaba buscando”: Zubimendi se va al Arsenal y deja 70 millones en las arcas de la Real Sociedad

"Este es un gran momento en mi carrera. Es el traspaso que estaba buscando y el que quería. En cuanto pones un pie aquí, te das cuenta de lo grande que es este club". Son palabras de Martín Zubimendi recogidas en la página web del Arsenal, el que es ya su nuevo club. El centrocampista internacional con la selección española abandona así la Real Sociedad dejando en las arcas de los donostiarras 70 millones de euros, por encima de lo que señalaba su cláusula de rescisión a cambio de que los británicos puedan pagar a plazos.

«"Puse mi mirada en el Arsenal porque su estilo de juego encaja conmigo. Han mostrado potencial recientemente y lo mejor todavía está por llegar", añadió el vasco, que se reunirá en el Emirates Stadium con su excompañero Mikel Merino, que ya ha completado su primera temporada a las órdenes de Mikel Arteta, también donostiarra y con un breve paso por la Real como jugador.

"Martín es un jugador que nos va a dar mucha calidad e inteligencia futbolística. Se va a acoplar realmente bien y tiene todos los atributos para ser un jugador clave para nosotros. Los estándares que ha mostrado de forma regular en las últimas temporadas tanto para su club como para su selección es lo que nos hace que tengamos tantas ganas de que esté con nosotros", valoró Arteta.

Los Gunners tenían en el radar a Zubimendi desde hace varios meses. Deseado por varios clubes de élite, en especial en Inglaterra, rechazó al Liverpool y en su momento también sonó para el Barcelona y el Real Madrid. Su contratación responde la necesidad del club londinense, semifinalista de la última edición de la Liga de Campeones y subcampeón de la Premier League, tras las salidas de Jorginho y Thomas Partey.

Cariñosa despedida

"Desde los catorce años en Zubieta, el donostiarra ha sido un ejemplo para todos. Compromiso, exigencia y rendimiento máximos los que ha dado pilotando la nave txuri urdin desde el centro del campo", expresó la Real Sociedad en un mensaje de despedida, en el que le desea "la mejor de las suertes". "Esta siempre será tu casa. Lo que nace en el corazón no lo cambia nada ni nadie. Eskerrik asko [gracias], Martín", concluye el mensaje de su ya ex equipo, que sigue padeciendo un severo proceso de descapitalización profesional e inicia una incierta etapa con la llegada como entrenador de Sergio Francisco tras la salida de Imanol Alguacil, quien dirigió el equipo desde marzo de 2018. Con Zubimendi, de 26 años, la Real ganó una Copa del Rey estuvo cinco temporadas consecutivas en competiciones europeas, una de ellas en la Liga de Campeones.

El medio centro ha brillado con la selección estos últimos meses en ausencia de Rodri, Balón de Oro 2024, gravemente lesionado de la rodilla a mediados de septiembre y que regresó a la competición en mayo con el Manchester City. El guipuzcoano ha firmado un contrato de "larga duración" con el club londinense y se une a un centro del campo que incluye a Declan Rice, Martin Odegaard, además del citado Mikel Merino.

Es la segunda incorporación del Arsenal este verano, tras la deLguardameta Kepa Arrizabalaga, y la primera piedra para que Arteta y su equipo den el paso definitivo para ganar un gran título después de tres subcampeonatos de la Premier League consecutivos. Los siguientes pasos en la jefatura deportiva del Arsenal incluyen el fichaje de un defensa central, estando muy avanzada la incorporación de Cristhian Mosquera, del Valencia, y sobre todo de un delantero, posición para la que los anhelos van dirigidos hacia Viktor Gyokeres y Benjamin Sesko.

Heroico podio de Nico Hulkenberg bajo la lluvia de Silverstone, donde Fernando Alonso y Carlos Sainz desperdician sus balas

Heroico podio de Nico Hulkenberg bajo la lluvia de Silverstone, donde Fernando Alonso y Carlos Sainz desperdician sus balas

Nico Hulkenberg obró el milagro sobre el deslizante asfalto de Silverstone, un escenario propicio para las hazañas. El piloto de Sauber, último en la parrilla, cruzó tercero la bandera a cuadros, sólo por detrás de los inabordables McLaren. El primer podio para un veterano de 37 años, con 239 grandes premios en su haber. Siempre podrá alardear el alemán de haber completado la carrera de su vida delante de 164.000 aficionados, enfervorecidos con el triunfo de Lando Norris. El ídolo local se apuntó su cuarta victoria del año, gracias a una sanción de 10 segundos a Oscar Piastri, aún líder del Mundial, aunque con sólo ocho puntos sobre su compañero de garaje.

Todo Silverstone suspiraba por el primer podio de Lewis Hamilton con Ferrari, pero hubo de conformarse con el doblete de McLaren. Nada pudo hacer el heptacampeón frente al poderoso ritmo de Hulkenberg, que minimizó los errores y mantuvo la calma cuando el británico enlazaba un par de vueltas rápidas con las gomas blandas. Su gozo, al borde de las lágrimas, contrastaba con la frustración de Piastri, mordiéndose la lengua para no hablar de la penalización que le había privado del triunfo. Aun con ese borrón, la hinchada británica pudo festejar a lo grande el primer triunfo de Norris en casa.

No faltó de nada en el domingo de Silverstone, con Fernando Alonso noveno y Carlos Sainz decimosegundo bajo la bandera a cuadros. Ambos desfondados en el tramo final, cuando el bicampeón fue superado por Alex Albon y el madrileño seguía maldiciendo una peligrosa maniobra de Charles Leclerc. Por una u otra razón, ambos habían desperdiciado sus balas bajo la lluvia. No hay modo de que un domingo les sea enteramente benévolo.

"¿Perdemos posiciones por diversión?"

Apurado el almuerzo, unos chubascos sembraron la pista de incógnitas. ¿Qué neumático escoger para la salida? Todos dieron la vuelta de formación con los intermedios de lluvia, pero a última hora, Charles Leclerc y George Russell optaron por los slicks. Dos candidatos al podio partían desde el pit lane, pero la emoción no menguó por su ausencia. Pierre Gasly supo ganar la partida a Alonso entre las curvas 3 y 4, mientras Norris y Hamilton se la jugaban rueda con rueda en Stowe. Era sólo el preludio de una carrera vibrante, plagada de alternativas.

El safety car provocado por un trompo de Gabriel Bortoleto, que perdió uno de los alerones en Copse, dio paso a más perturbaciones atmosféricas. Se anunciaba lluvia ligera, seguida de mayores precipitaciones. Aston Martin hizo caso omiso y colocó gomas de seco para Lance Stroll, que fue ganando terreno hasta el momento en que efectivamente se puso a llover de veras. Mientras, Alonso se desesperaba con sus estrategas: "¿Perdemos posiciones por diversión? "Es una locura que nunca lo hagáis bien conmigo", lamentó por la radio.

Bajo una tupida cortina de agua, Piastri arrebató el liderato a Verstappen. Aullaban las tribunas viendo sufrir al autor de la pole, que bastante hacía para negar los espacios a Norris. Con el asfalto cubierto de charcos, la única solución plausible debía ser recurrir a los Pirelli de lluvia extrema. Esas gomas vetadas por la propia F1 por la cantidad de spray que provocan. Por tanto, al director de carrera no le quedó más remedio que recurrir al safety car. Piastri perdía sus 13 segundos de colchón frente a Verstappen.

La alegría de Norris en el podio de Silverstone.

La alegría de Norris en el podio de Silverstone.AFP

No quiso tomárselo muy a pecho el líder, convencido ya de que la victoria se resolvería como una mera cuestión de supervivencia. En la vuelta 17 se reinició la marcha y sólo una más tarde, Isack Hadjar chocó con Kimi Andrea Antonelli en Copse, provocando otra ralentización. Los daños en el Mercedes forzaron el adiós del italiano. Antes de alcanzar la mitad de la prueba se contaban ya cinco abandonos.

Verstappen, sin ritmo

Bajo esas condiciones, extremadamente delicadas, cualquier despiste se pagaba caro. Ni siquiera Piastri pudo librarse, al recibir 10 segundos de penalización por un errático frenazo cuando marcaba el ritmo bajo el safety car. Verstappen también perdió el coche en Copse, despeñándose hasta la décima plaza. Su Red Bull incluso penaba para seguir la estela de Sainz. Hasta la vuelta 36 no pudo deshacerse el tetracampeón del Williams.

Stroll, que había partido decimoséptimo, ocupaba entonces una plaza de podio. Hulkenberg, último en la parrilla porque Franco Colapinto ni siquiera tomó la salida, rodaba cuarto con su Sauber. Tras 15 temporadas en ocho escuderías, el germano quería descorchar por vez primera el champán. Había Mientras la pista se secaba, Hamilton reducía la distancia por detrás de ambos. Mientras la temperatura crecía en los neumáticos, rondaba otra la dichosa pregunta: ¿qué hacer con los neumáticos?

Aston Martin asumió todos los riesgos con Alonso, que montó slicks a falta de 14 vueltas. Demasiado pronto para el asturiano, relegado al farolillo rojo, sin opción ya de recuperar terreno. Mercedes tampoco tenía nada que perder con Russell, víctima de una espeluznante derrapada en Maggots. Por entonces, Sainz echaba humo ante lo que consideraba una "completa imprudencia" de Leclerc por el interior. Algo fuera de sí, el líder de Williams aún sufrió otra salida de pista que le dejaba, por tercera vez en las cuatro últimas carreras, fuera de los puntos.

Chus Mateo y Pep Guardiola

Chus Mateo y Pep Guardiola

A Chus Mateo, que aún tenía un año de contrato, lo han echado después de ganar la Liga de modo arrollador, y a Pep Guardiola no lo echa nadie pierda lo que pierda y de la forma en que lo pierda. Tras el despido de Modric, el Real Madrid ha cometido una segunda injusticia y un segundo error en poco tiempo. Tiene poca explicación y menos justificación.

Para saber más

Para saber más

Chus sustituyó sin menoscabo de brillantez a Pablo Laso, miembro, junto a Pedro Ferrándiz y Lolo Sainz, de la Santísima Trinidad del banquillo del baloncesto blanco. Lidió con una plantilla debilitada tras las retiradas de Rudy y el Chacho, las salidas de Poirier, Yabusele y Causeur, y las lesiones de Musa, Deck, Garuba e Ibaka. Y se va con seis títulos en tres temporadas: una Euroliga, dos Ligas, una Copa y dos Supercopas. Accedió también dos veces a la final continental. ¿Qué más se esperaba de él para permitirle seguir a bordo?

Salvo excepciones muy puntuales, el Madrid es una trituradora de entrenadores, que llegan al club con sus sombras susurrándoles al oído: «memento mori». Se diría que lo hace por placer más que por necesidad. Por una especie de retorcido principio de autoridad. Incluso como un signo de clase. Ha interiorizado la idea, hasta convertirla en convicción, de que se trata de una virtud exclusiva. Una cualidad distintiva, diferencial, respecto al resto del mundo, más comprensivo y conforme con los lógicos altibajos del deporte.

Ha cultivado la imagen de que el club es tan grande que al entrenador de turno se le exige lo imposible. Lo posible no es suficiente. Convive con visible disgusto con la derrota, siquiera la parcial, como si sólo a él no le estuviera permitida. Como si sólo por él no fuera asumible. No le faltan razones para estar poseído de sí mismo, pero a veces le sobra la manera de expresarlo.

En cuanto a Pep, vive desde que abandonó el Barça B en una burbuja ideal de clubes ricos, con predisposición a gastar lo que él pida. Ha tenido éxitos. Así cualquiera, pensarán algunos. Niño caprichoso y consentido, ha encontrado en el tramposo Manchester City el hábitat propicio para sus actuaciones y autorías. Su gestión y manejo de las plantillas se basa en renovarlas poco menos que en bloque continuamente. Pep es ese tipo de persona a quien se le estropea una pieza del coche y no la cambia. Cambia de coche.

Solamente para afrontar este Mundial en el que se ha estrellado hizo apoquinar al club 150 millones de euros. En invierno, otros 212, con un resultado parecido en las competiciones inglesas. Desde 2008, cuando pasó a manos de los Emiratos, el City mostró vocación derrochadora. Y desde 2016, año del divino advenimiento de Pep, ha comprado por valor de 1.752 millones. Si le dan esa pasta a Bordalás, encadena tripletes con el Getafe.

En cierto modo, Pep tendría que demostrar su auténtica valía haciendo la mili como cabo, no de general. Y dado que el Girona comparte propietarios con el City, sugerimos que se pase por el feudo político de su admirado Puigdemont y «haga país» convirtiendo al 16º clasificado de la Liga, a un punto del descenso, en un equipo puntero. Puede que así averigüemos cuánto tiene Guardiola de genial y cuánto de normal.

El Liverpool pagará los dos años que le quedaban de contrato a Diogo Jota a su familia

El Liverpool pagará los dos años que le quedaban de contrato a Diogo Jota a su familia

Actualizado Domingo, 6 julio 2025 - 11:04

Tras la trágica muerte del futbolista Diogo Jota y su hermano André Silva, el Liverpool, club en el que jugaba, ha anunciado que pagará a la familia del portugués el dinero correspondiente a los dos años de contrato que le quedaban por jugar en el club inglés, según recoge el periódico portugués Record.

Ayer sábado una gran multitud de personas, entre las que había compañeros futbolistas, familiares y fans del portugués, se reunieron en Gondomar para darle el último adiós. Entre los asistentes se encontraban el seleccionador de Portugal, Roberto Martínez, el presidente de la Federación de Fútbol, Pedro Proença, y futbolistas de la selección nacional.

Ambos hermanos murieron trágicamente en la madrugada de este jueves, en un accidente de tráfico en la A52, a la altura de Cernadilla (Zamora). Diogo Jota tenía 28 años, mientras que su hermano André Felipe Silva, también futbolista en el Penafiel de la segunda división portuguesa, tenía 25 años.

En Liverpool, cerca del estadio de Anfield, se colocó un libro de condolencias y decenas de seguidores de los Reds dejaron ramos de flores, globos en forma de corazón y bufandas con la inscripción "Descansa en paz, Diogo Jota".

Ante la tragedia, el Liverpool ha decidido posponer la reanudación de los entrenamientos. Previstos para el viernes con una primera serie de pruebas físicas, el regreso de los jugadores se ha retrasado hasta el lunes.

Del homenaje de Mbappé a Diogo Jota a la sinceridad de Alexander-Arnold: “Estoy roto, devastado y en ‘shock’, era más que un amigo”

Actualizado Domingo, 6 julio 2025 - 08:15

Trent Alexander-Arnold apenas podía cuadrar las palabras en la zona mixta del Metlife Stadium. "Todavía estoy en estado de shock", admitía. El futbolista inglés quiso hablar después de la victoria del Real Madrid ante el Borussia Dortmund para honrar a su "amigo" Diogo Jota y al hermano de éste, Andre Silva, fallecidos la madrugada del jueves en un accidente de coche en Zamora. "Cada triunfo ahora será para él", insistió el lateral, que compartió cinco años con el portugués en el Liverpool.

Trent vivió el partido con emoción desde el silencioso minuto de silencio que dejó callado a todo el Metlife de Nueva Jersey. Un minuto que encogió el corazón en un estadio con gradas para más de 80.000 personas. La imagen de Diogo Jota y André Silva apareció en los videomarcadores y tras el homenaje, Trent se apartó de sus compañeros para dedicarles una oración íntima.

"Sólo tengo pensamientos de amor y oración para su familia. No puedo describir cómo se sentirá su familia ni cómo me siento yo ahora mismo", explicó en zona mixta. "Es difícil poner las palabras cuando le pasa algo así a alguien a quien llamas amigo, con quien te has reído tanto y al que has querido mucho dentro y fuera del campo. Es devastador para muchos de nosotros, realmente devastador. No puedo creer que haya pasado", continuó.

"me desperté con muchos mensajes"

El lateral inglés fue titular y dio una asistencia de gol a Fran García en el 2-0 del Madrid, momento en el que la mayoría de compañeros se acercaron a abrazarle. Él, mientras, sonreía tímidamente, pero era evidente, y lógico, que su cabeza estaba en otra parte.

"Estoy roto, si soy honesto. Roto. Él era increíble dentro y fuera del campo. Un verdadero caballero en cada sentido de la palabra. Mi corazón está con su familia y esta victoria fue para él. Cada victoria será para él y para su familia", aseguró.

Por la diferencia horaria con Europa, la noticia del accidente le pilló a primera hora de la mañana estadounidense, así que vio todos los mensajes al despertarse. "Sólo recuerdo que me desperté con muchos mensajes diciendo 'que descanse en paz' y estaba súper confundido. Tuve que revisar las redes sociales y me decía 'no puede ser', 'no puede ser'. Todavía estoy en estado de shock. Era más que un amigo. Era de la familia", admitió.

DAVID RAMOSGetty Images via AFP

Trent fue sustituido en la segunda parte de un encuentro que se le terminó complicando al Madrid, aunque gracias al gol de Kylian Mbappé y a la parada final de Thibaut Courtois se medirá al PSG en las semifinales del Mundial de clubes. "Creemos que podemos vencer a cualquiera", dijo Trent, al que Alonso elogió en la sala de prensa. "Lleva tres semanas con nosotros después de estar 15 años en Liverpool... Eso requiere tiempo. Está creciendo en la integración, en coger las nuevas ideas, hay que estar día a día con él, pero estamos contentos"

El de Mbappé fue su primer tanto en el torneo y también quiso homenajear a Diogo Jota, haciendo un 2 y un 0 con sus manos recordando el número 20 del futbolista portugués. "Veo bien a Kylian, no está perfecto, aún no al cien por cien, hay días para que tenga mejores sensaciones para las semis", explicó.

Huijsen: "Pido perdón"

Otro de los protagonistas del duelo fue Dean Huijsen, que fue expulsado y se perderá las semifinales ante el PSG. "Pido perdón por haber sido expulsado y por no poder ayudar al equipo en el próximo partido", escribió en sus redes sociales. El central agarró a Serhou Guirassy cuando era el último hombre y provocó el 3-2 del Dortmund y el agobio final sobre la portería de Courtois, resuelto por el belga con una parada sensacional.

"No quería la prórroga y me tiré con toda mi alma", admitió Courtois, que aseguró que la roja a Huijsen era "innecesaria". "Dean estaba jodido porque creo que es una roja un poco innecesaria, pero los delanteros son muy listos. Le tocan un poco con la mano y se dejan caer. Si intentas jugar la pelota no es roja porque dicen que has disputado el balón, pero como es tocar el brazo es roja. Pero vamos a intentar ganar por él", reflexionó el guardameta.