El Nápoles gana la liga italiana por cuarta vez en su historia

El Nápoles gana la liga italiana por cuarta vez en su historia

Actualizado Viernes, 23 mayo 2025 - 23:49

El Nápoles se ha proclamado campeón del fútbol de Italia por cuarta vez en su historia, gracias a su victoria 2-0 sobre el Cagliari, este viernes en la 38ª y última jornada de la Serie A.

Este 'Scudetto' se une a los tres conseguidos por el club napolitano en 1987, 1990 y 2023. Los dos primeros fueron en la recordada 'era Maradona' del equipo italiano.

El Nápoles termina la temporada con un punto de ventaja sobre el segundo, el Inter de Milán, que era el defensor del título y que apuró hasta el final sus opciones, ya que ganó por 2-0 en campo del Como en horario simultáneo.

El Inter no tendrá mucho tiempo para lamentarse ya que el sábado de la próxima semana tiene la final más deseada, la de la Liga de Campeones europea, donde se enfrentará al París Saint-Germain en Múnich.

El Nápoles dependía de sí mismo para ser campeón este viernes y no falló, con una victoria que le permite ganar el título dos años después. Entre medias tuvo una temporada 2023-2024 catastrófica, en la que solo pudo ser décimo, a 41 puntos del campeón.

La llegada a su banquillo de Antonio Conte para esta temporada lo cambió todo. El entrenador tuvo que ver el partido desde fuera al encontrarse suspendido.

La victoria del Nápoles en el estadio Diego Maradona empezó a encarrilarse con un gol de tijera del escocés Scott McTominay (minuto 42) y con un soberbio tanto del belga Romelu Lukaku (51).

El 2-0 permitió una segunda parte relativamente tranquila para el Nápoles e hizo inútiles los esfuerzos de un Inter que simultáneamente estaba venciendo por idéntico resultado en Como, con las dianas de Stefan De Vrij (20) y del argentino Joaquín Correa (51).

Desde el tanto de De Vrij hasta el de McTominay, el Inter fue durante 22 minutos virtualmente campeón, pero el Nápoles recondujo la situación a tiempo.

El cuarto título nacional del Nápoles fue festejado a lo grande desde el pitazo final por una ciudad volcada con su equipo y que estaba engalanada con sus colores en los últimos días.

El Nápoles ha sustentado su título en una defensa férrea, la mejor de esta Serie A, algo que compensó su balance ofensivo, ya que fue únicamente el quinto mejor ataque del campeonato italiano.

La regularidad del Nápoles ha sido determinante: desde la 4ª jornada el equipo ha sido primero o segundo en la clasificación.

El 'cholito' Simeone repite hazaña con el conjunto napolitano

Giovanni el 'Cholito' Simeone ha vuelto a formar parte de la gesta que supone ganar el 'Scudetto' con el Nápoles. Otra vez, como hace 3 años, cuando el Nápoles acabó con 33 años de sequía, un argentino formó parte del triunfo histórico de una ciudad italiana que parece destinada a triunfar de la mano con el país de Diego Armando Maradona.

Es el segundo 'Scudetto' que gana el 'Cholito', por lo que iguala la marca de la leyenda mundial, de un Maradona considerado como un napolitano más en la ciudad partenopea, como una suerte de dios que aterrizó allí para dar un poco de luz en uno de los momentos más oscuros de una ciudad dominada por la mafia.

El Valencia araña un empate al Betis que Antony afila para la final de la Conference en Polonia

El Valencia araña un empate al Betis que Antony afila para la final de la Conference en Polonia

Betis y Valencia dibujaron un partido tedioso, sin el vértigo que los dos equipos imprimieron en la segunda vuelta de una Liga que ya han finiquitado. A ambos le sobraba en el calendario un calendario con más estímulos fuera de los que se vieron en el campo. Sostuvieron la atención los chispazos de Isco y la varita mágica Antony, que logró otro golazo para rendir al Villamarín a sus pies, la parada imprescindible y salvadora de Mamardashvili y el empate de un silbado Rafa Mir. [Narración y estadísticas: 1-1]

Los valencianistas, salvados y lejos de Europa, fueron a Sevilla a intentar acabar décimos y así llevarse al bolsillo algún millón extra por televisión la próxima temporada. Los béticos tenían un ojo puesto en la final de la Conference ante el Chelsea, pero Pellegrini, no. En su once no se reflejaba que en apenas cinco días el club tiene una cita con su primera final europea de la historia. Se justificó el chileno en la necesidad de darle una despedida digna al Villamarín antes del exilio de dos años al que obliga la reforma del estadio.

La primera media hora de juego fue de tímidas escaramuzas. Probó el Valencia con un tímido disparo de Barrenechea y un centro de Diego López que no cazó Sadiq. El resto fue una encerrona del Betis, que arrimó al Valencia al área de Mamardashvili sin que eso supusiera un asedio asfixiante. Tanto buscó su ocasión que acabó encontrándola con una virguería de Antony. Chucho Hernández anduvo vivo para anticiparse a Barrenechea y robarle una pelota que entregó a Isco para que se la ofreciera al brasileño, que soltó un zurdazo a a la escuadra imparable para el guardameta georgiano. Antonio de Triana volvió a ser protagonista con gorra campera incluida en un estadio donde ha desparramado su felicidad.

Se adelantó el Betis y pudo endulzar el partido Isco con otra asistencia de Cucho, pero esta vez apareció el portero valencianista, que vivió su último partido siendo, como siempre, protagonista. El resultado corto lo pudo igualar Diego López al filo del descanso, pero su mano a mano con Adrián lo salvó Bartra.

En la segunda parte, Pellegrini ya sí midió el reparto de esfuerzos y Corberán buscó no acabar con otra derrota, que hubiera sido la tercera consecutiva. Cuando el Betis se estiró, apareció el portero valencianista para hacer un paradón a remate de Abde y ver cómo Ricardo Rodríguez estrellaba un testarazo a saque de córner en el larguero. Y ahí se quedó el Betis porque ya tenía la mente en Breslavia. Salió del campo Isco, Bartra y el Valencia apretó espoleado por la salida al campo de Luis Rioja. Intentó asistir a Hugo Duro, aunque se anticipó Adrián, pero su movilidad permitió que Almeida se escapara en banda para filtrar un pase a Rafa Mir que cerró su etapa como valencianista con el tanto el empate en el minuto 75.

El partido ya no dio mas que para que los verdiblancos recibieran la energía de 50.000 aficionados de cara a la final y gritara hasta quedarse sin aliento 'Antonio, quédate'.

Tragedia griega en Abu Dabi: Fenerbahçe y Mónaco disputarán una final inédita de la Euroliga

Tragedia griega en Abu Dabi: Fenerbahçe y Mónaco disputarán una final inédita de la Euroliga

Los dos proyectos más millonarios y ambiciosos de la temporada, el primero y dominador de la liga regular y el defensor del título, los enemigos irreconciliables que esperaban que el Etihad Arena de Abu Dabi se convirtiera en el escenario de una final histórica, vivieron sin embargo una tragedia ayer. Una tragedia griega en dos actos. Panathinaikos primero y Olympiacos después dijeron cruelmente adiós en semifinales, eliminados por Fenerbahçe y Mónaco, que disputarán el domingo un desenlace inédito. [68-78: Narración y estadísticas]

La Final Four es siempre escenario de asombros. Si en la primera semifinal el poderío del Fenerbahçe despedazó a todo el talento del Panathinaikos, en la segunda, la determinación de ese glamouroso recién llegado llamado Mónaco acabó con el colectivo más trabajado y efectivo de la competición, el Olympiacos de Bartzokas, de Vezenkov y Fournier, otra vez en la trampa de quien dominó el curso, de nuevo frustrado tan cerca del título que no gana desde 2013. Quien, para más inri, este año celebra su centenario.

Desde el amanecer, con un despliegue estruendoso de Mike James (17 puntos, siete rebotes y siete asistencias), hasta la recta de meta, cuando Evan Fournier (31 puntos) se echó el equipo a la espalda para tratar de remontar a la desesperada. Alpha Diallo (20 puntos, cinco rebotes), Mam Jaiteh (11-6) y Blossomgame (12-5), al igual que en la serie de cuartos contra el Barça, pusieron el físico y el talento para desactivar a un Olympiacos sin acierto y sin capacidad de pase. Sin corazón.

Fue una semifinal similar a la anterior, un querer y no poder del equipo ateniense. Con la ventaja en sus manos, Mike James manejó los tiempos para un triunfo que, al segundo intento en una Final Four, llevó Mónaco a la final. Vezenkov, uno de los jugadores más determinantes de Europa, estuvo desaparecido: después de 24 partidos seguidos metiendo al menos un triple, se quedó seco desde el perímetro (seis fallos).

Será una batalla con dos focos evidentes en el banquillo, dos bases que dominaron la competición hace no tanto, dos leyendas. Jasikevicius con los turcos y Spanoulis, debutante en la competición, con los monegascos, siendo el griego verdugo del equipo en el que lo fue todo.

Adiós al "padre" Ancelotti y a su "método tranquilo" en el Real Madrid: "Si usas el látigo, el caballo dará una patada"

Adiós al “padre” Ancelotti y a su “método tranquilo” en el Real Madrid: “Si usas el látigo, el caballo dará una patada”

Para explicar la forma que tiene de relacionarse con los futbolistas de su equipo, Carlo Ancelotti suele usar un ejemplo que tiene como protagonistas a dos caballos. En la historia, repetida durante varias décadas por el italiano a aquellos que se interesan por su forma de liderar, un dueño se coloca detrás de un caballo y le azota con un látigo para que salte. Al lado, otro dueño sitúa una zanahoria al lado de la valla y provoca que el caballo salte. «Si usas siempre el látigo, a veces el caballo coceará en lugar de saltar», explica el de Reggiolo. Y es ahí, en esa reflexión, donde nació, hace ya doce años, y donde termina, hoy en el Bernabéu, la famosa «luna de miel», como la describe él, de Carlo Ancelotti en el Real Madrid.

«Los jugadores deben sentirse cómodos» ha sido su gran lema. Afianzar esa relación a través de la zanahoria y no del látigo. Ser entrenador y amigo, «padre» para muchos en Valdebebas, generando una conexión de confianza que terminara convirtiendo a su plantilla en una gran familia. Esa a la que llamas para ver qué tal están. Así se entiende el éxito de Ancelotti en su segunda etapa.

El técnico se despide hoy de Chamartín como el entrenador más laureado de la historia del club. 15 títulos, entre ellos tres Copas de Europa, que le ponen por delante de Miguel Muñoz. Un hito inesperado en 2021, cuando levantó el teléfono y marcó el número de José Ángel Sánchez, director general madridista, para preguntarle «¿qué tal?» y pedirle alguna cesión para su Everton. En dos minutos, Ancelotti se dio cuenta de que podía volver al Madrid.

Habían pasado seis años desde su salida en 2015, pero la «tranquilidad» y la «elegancia», así lo recuerdan en Valdebebas, que mostró en su primer adiós al club le dejaron la puerta abierta para siempre. Y lo aprovechó. Hoy se va de nuevo, diez años después, 24 de mayo (el 25 de mayo de 2015 anunció su marcha del Madrid). Fechas que marcan un legado eterno por los éxitos, pero también por las formas.

"Mi padre nunca se enfadaba"

Ancelotti aterrizó en 2013 para sustituir a un guerrero Mourinho que no tuvo la suerte de reinar en Europa, y en 2021 para asumir el cargo tras los años vacíos de Lopetegui, Solari y Zidane, éste ya en una segunda etapa agotadora. Y Ancelotti trajo paz y tranquilidad en los 2.153 que ha durado su doble mandato. «El 'método tranquilo' ha estado conmigo desde mi infancia gracias a mi padre Giuseppe, mi primer gran líder. Mi padre nunca se enfadaba», cuenta Carletto.

La continuidad de Casemiro, Modric y Kroos cuando muchos pedían cambios en el centro del campo tras los fracasos de 2019 y 2020 convirtió al equipo en campeón de Europa en 2022, potenciando además a las jóvenes apuestas del club, como Vinicius, Rodrygo, Valverde o Camavinga. Mientras, el italiano navegó con comodidad salidas que podían haber sido traumáticas, como las de Ramos, Varane, el propio Casemiro, Bale, Marcelo, Isco o Benzema, todos parte de la columna vertebral que levantó las tres Champions consecutivas. Apenas se notó, porque en 2024 volvió a ganar la 'orejona'.

Ancelotti fue capaz de ganar mientras reconstruía el Madrid que Florentino y José Ángel Sánchez habían planificado en los despachos, algo que el club ha valorado hasta el final, incluso en este curso donde casi todo ha fallado. Y volvemos a la familia. El italiano no se ha quejado en público de la falta de fichajes y sólo ha mentado la falta de «equilibrio» en su plantilla. Tampoco se ha revuelto hacia su vestuario a pesar de la dejadez en la parcela defensiva. Ahí ha estado para defender a Vini en cada polémica.

Sus futbolistas quizás hubieran necesitado el látigo en algún momento de esta temporada, pero si lo hubiera utilizado no sería Ancelotti.

«No estoy triste. Estoy muy contento. Se acaba una etapa muy importante de mi trayectoria. He intentado hacer todo lo que podía por este club. Nos vamos felices. Antes o después tenía que llegar este día y me voy agradecido a todos los que han trabajado conmigo este tiempo», señaló el viernes en rueda de prensa previa al partido contra la Real Sociedad (16.15 horas).

«Lo he pasado muy bien, con mucho cariño, mucha ayuda, con la oportunidad de entrenar a jugadores espectaculares. Todo ha salido bien», recalcó el técnico italiano.

Y así, con esa tranquilidad, ha vivido estas extrañas semanas, con el acuerdo con Brasil sobre la mesa, con el silencio del Madrid sobre su futuro sólo roto el viernes por la mañana y con la inminente llegada de Xabi Alonso. 2.153 días después, sólo superado por Juan de Cárcer (2.190 entre 1920 y 1926), Arthur Johnson (3.652 entre 1910 y 1920) y Muñoz (5.019 entre 1960 y 1974), el hombre tranquilo se va.

Mariona, el 'fuego amigo' que amenaza la cuarta Champions League del Barcelona

Mariona, el ‘fuego amigo’ que amenaza la cuarta Champions League del Barcelona

«Es una sensación extraña». No se oculta Mariona Caldentey (Felanich, 1996) y lo confiesa con naturalidad. Aquella niña que quería calzarse las botas de Ronaldinho y que vivió el sueño de hacerse futbolista en La Masía, donde sus ídolos, hoy es la principal amenaza para que el FC Barcelona, su Barça, pueda levantar la cuarta Champions y agrandar una leyenda de la que ella ha formado parte, «un equipo único, histórico, no sólo por ganar sino por cómo se ganaba», decía ella misma cuando, entre lágrimas, hace un año anunció que se marchaba.

Lo hizo en busca de nuevos retos y eligió el Arsenal. Allí ha sido elegida mejor jugadora de la temporada Women's Super League y, con sus ocho goles en Champions y los de Alessia Russo (8), ha impulsado a una final que solo pisó y ganó en 2007. Pese a las inversiones millonarias de los últimos años, ningún equipo inglés se ha proclamado campeón de Europa en casi 20 años. Por eso están ante un sueño que no puede desaprovechar.

Mariona es el 'fuego amigo' que amenaza la cuarta corona europea, que permitiría al equipo de Pere Romeu acercarse un poco al mítico Olympique de Lyon, con ocho trofeos y cuatro de ellos consecutivos, y colocarse en el segundo peldaño junto al Eintrach de Frankfurt. Además, sería completar un círculo porque en 2012 fue el año del debut blaugrana en la Copa de Europa ante las gunners. Con aquella goleada se inició un camino de 100 partidos en los que ha nacido una voracidad que le puede llevar esta temporada a ganar los cuatro títulos que disputa. En el bolsillo, Liga F y Supercopa, y el póquer lo puede completar la Champions y la Copa del Reina ante el Atlético.

Mariona sabe lo que buscan sus amigas, con las que ha dejado de cruzar mensajes hace pocos días, «para controlar la emoción», confiesa. Ella sólo quería al Barça en la final y para llegar a ella el Arsenal tuvo que remontar al Real Madrid en cuartos de final y también al Olympique de Lyon en semifinales. «Por eso vamos a ganar, no a vivir la experiencia», deja claro la jugadora que, si marca, "no lo celebraré".

Si su entrenadora, Renée Slegers, necesitara informes -que no es así porque desde que llegó al banquillo tras el cese de Jonas Eidevall solo ha perdido tres partidos-, Mariona podría diseccionar a su ex equipo con precisión. «El Barça no es invencible», recuerda. Las miradas estarán en las doble Balón de Oro, Aitana Bonmatí y Alexia Putellas, pero a quien ella sacaría del campo es a Patri Guijarro. «Hace muy fácil que el equipo funcione», explica desde Londres. Tampoco le quitaría ojo a Claudia Pina, una jugadora con la que peleaba el puesto hace un año y que ha crecido desde su marcha.

Si la balear sabe cómo daña el Barça y dónde puede flaquear, también es consciente de las limitaciones de su equipo, que define como «de chispazos», capaz de marcar mucho pero también de recibirlos.

En tareas defensivas ella se involucra, pero fue fichada para «elevar el nivel» con su «inteligencia táctica», como reconoce su entrenadora. En Lisboa, Mariona perseguirá un sueño con una camiseta muy distinta a que le hizo soñar desde niña.

Jasikevicius elimina al campeón y lleva al Fenerbahçe, siete años después, a la final de la Euroliga

Jasikevicius elimina al campeón y lleva al Fenerbahçe, siete años después, a la final de la Euroliga

Habrá nuevo campeón de Europa y no habrá derbi de Atenas en la final del domingo en Abu Dabi. Por la Euroliga de Oriente pujará precisamente un equipo oriental, el Fenerbahçe de Estambul, siete años después en la lucha por el título, llevado hasta allí por su líder en el banquillo, Sarunas Jasikevicius. En una semifinal que dominó y mereció, los turcos pasaron por encima del campeón, un Panathinaikos lejísimos de lo que requería la ocasión. (84-76: Narración y estadísticas)

Para saber más

Fue con Obradovic cuando el Fenerbahçe culminó su proceso de éxito en 2017 (un año después perdió la final contra el Madrid en Belgrado) y desde entonces vuelve a buscar el camino. Ya está en la cima, tras una temporada en la que siempre mostró solidez. En el Etihad Arena, ni una duda, dueño de principio a fin. Una labor colectiva para pisar el talento del Panathinaikos, desde los puntos clave de Devon Hall y Errick McCollum, a los triples de Biberovic y el poderío interior de Melli. Ni siquiera hizo falta la mejor versión de su referente, Nigel Hayes-Davis.

Un año después de idéntica semifinal en Berlín, el Fenerbahçe se plantó con decisión, con la energía, agresividad y concentración que exige el escenario. Es la determinación de Jasikevicius para no dejar pasar otra Final Four más en su trayectoria, cinco de carrerilla (sólo Zeljko Obradovic y Dimitris Itoudis pueden presumir de lo mismo), aunque en su caso todas saldadas con derrota. Su equipo fue un bloque de cemento ante el campeón, ni una fisura, dominando el tempo y las sensaciones.

Nada le desviaba de su hoja de ruta, ni los intentos del MVP Kendrick Nunn, al que ensombreció de inicio, ni la vuelta al baloncesto de Mathias Lessort después de la grave lesión de rodilla que sufrió hace cinco meses ante el Baskonia. Al comienzo del segundo acto, sabiendo manejar el alto nivel físico de la batalla, con los triples de un inspiradísimo Biberovic, los de Estambul se vieron 13 arriba (31-18).

A esas alturas el Panathinaikos ya era consciente de que debía acudir al lado emocional de la cita. Ergin Ataman, que maneja como nadie esos terrenos, comenzó su presión a los árbitros (entre ellos el español Peruga), con la ayuda desde la primera final de Gianakopoulos, su presidente. En el momento de recibir la técnica por protestar supo su equipo que había que reaccionar. Y así fue. Entre Jerian Grant y Juancho, y con un canaston final sobre la bocina de Nunn, los griegos se fueron al descanso con sólo 33 puntos, pero mucho más cerca de lo que hubieran imaginado.

Los jugadores del Fenerbahçe celebran el triunfo.

Los jugadores del Fenerbahçe celebran el triunfo.FADEL SENNAAFP

Tan cerca que acarició la remontada a la vuelta de vestuarios en un par de ocasiones, cuando ya Nunn era principio y final. Era la igualdad de los que aguardan un desenlace agónico, pero de nuevo el Fenerbahçe encontró resquicio para dominar, esta vez apoyado en la experiencia y la dureza en la pintura de Melli y en Errick McCollum, uno de esos refuerzos (por la lesión de Wilbekin) de perfil bajo que acaban revolucionando al equipo.

Estiró tanto la cuerda que se sintió ganador. A la vez que Nunn cometía su cuarta falta, un triple de Melli ponía otra alarmante distancia (59-48). Y, más difícil todavía, con la quinta de su estrella (más técnica por protestarla), en ataque, cuando ya restaban menos de cinco minutos (67-56).

Pero no iba a haber forma, ni si quiera ante el empeño de Cedi Osman. Cuando más caliente estaba la tarde, Hall asestó un tripl a falta de menos de tres minutos que, seguido por otro dificilísimo de McCollum, acabó de enterrar a un Panathinaikos que buscaba su octava Copa de Europa.

Contra el tedio, dos paradas en ‘boxes’: pros y contras de una idea revolucionaria en Mónaco

Actualizado Viernes, 23 mayo 2025 - 19:31

El peso de la tradición se siente en cada recoveco de Mónaco, el trazado más corto y lento de la F1, pero también el que más leyenda arrastra consigo. Ha pasado casi un siglo desde la primera edición de este Gran Premio (1929), que ya tuvo cabida en el calendario inaugural del Gran Circo (1950). Desde entonces, la cuerda de la pista apenas ha sufrido variaciones y este año sólo cabe mencionar el reasfaltado entre las zonas de Tabac y Massenet. Sin embargo, por las sinuosas calles del Principado late ahora una intensa polémica alimentada desde la FIA. Por primera vez en la historia del GP de Mónaco, los pilotos deberán efectuar dos paradas obligatorias en boxes durante la carrera.

Esta regla sólo puede interpretarse como una apresurada reacción al soporífero espectáculo de 2024. Entoces, la embestida de Kevin Magnussen a Sergio Pérez provocó una bandera roja y durante ese periodo todos los pilotos cumplieron su único pit-stop. A lo largo de las 77 vueltas restantes no hubo una sola permuta entre los 10 primeros. En total se contabilizaron cuatro adelantamientos. En la vuelta 51 Valtteri Bottas pudo quitarse de encima a Logan Sargeant para colocarse decimotercero. Más tarde, Lance Stroll rebasó a Guanyu Zhou y a Sargeant. En la vuelta 68, el ex de Williams cerró este capítulo con una maniobra sobre el piloto chino.

Apenas unas horas después, Stefano Domenicali quiso salir al paso. "No debemos permitir que esto vuelva a suceder", advirtió el CEO de la F1, consciente de la paupérrima imagen ofrecida, con los favoritos a medio gas, centrados en la gestión de los neumáticos. De modo que la FIA y Liberty Media acordaron una solución provisional. Dejando aparte los 22 adelantamientos de 2023, en un desenlace sobre mojado, los otros precedentes (tres adelantamientos en 2017, cuatro en 2018, dos en 2019, cero en 2021) obligaban al cambio.

"Un toque más picante"

Sin embargo, por su propia naturaleza, esta medida esconde graves contradicciones: en la pista más corta (3,33 km), lenta (170 km/h de media), estrecha (10 metros en su punto más ancho) y con menor degradación del Mundial, los equipos se verán abocados a usar más neumáticos que en cualquier otro circuito. Además, si la prioridad era generar más emoción, lo lógico es que esta novedad también se hubiese aplicado al resto de carreras. O al menos en un puñado de ellas, como ya sucede con las sprint races.

Norris, el viernes, durante la primera sesión libre en Mónaco.

Norris, el viernes, durante la primera sesión libre en Mónaco.AFP

Desde Santa Devota a la Rascasse, la pole de mañana volverá a dilucidarse por milímetros y milésimas. Para el domingo, en cambio, nadie se aventura aún con los presagios. "Los safety cars pueden desencadenar la locura", apuntó el jueves Max Verstappen, un piloto más bien partidario de las tradiciones. "Probablemente le dará un toque más picante: la gente tomará riesgos, intentando adivinar el momento idóneo para los pit-stops", añadió el tetracampeón. Bastante más comedido fue el veredicto de Charles Leclerc. "Tenemos que ser receptivos y estar abiertos a volver a la normalidad si no es la solución adecuada", dijo el último ganador en el Principado.

Nadie desea otro desfile, a paso de procesión, en el escenario más exclusivo de la F1, atestado de millonarios y patrocinadores. La pista que llevó al trance a Ayrton Senna, autor de seis victorias, y desquició a campeones de la talla de Jim Clark, Nelson Piquet o Nigel Mansell. Aún hoy, muy cerca de donde atracan los yates sigue resonando aquella frase del tricampeón brasileño: "Conducir en Mónaco es como montar en bici en el salón de tu casa".

Pedersen, acaparador, suma su cuarto triunfo en el Giro y Del Toro estira su liderato con bonificaciones

Pedersen, acaparador, suma su cuarto triunfo en el Giro y Del Toro estira su liderato con bonificaciones

La etapa se se encabritó en un final de un kilómetro al 7,5% de media y con tramos del 12%. Del trance salió vencedor Mads Pedersen, con su cuarto triunfo parcial y quinto del Lidl-Trek. Se entregó a un soberbio 'sprint 'de gigantes con Wout van Aert. Dos rostros desencajados, los pulmones ardiendo, el corazón desbocado y las piernas al rojo vivo.

Detrás de ellos, los auténticos amos de la carrera, con Isaac del Toro en tercera posición, arañando cuatro segundos de bonificación. Había atrapado otros dos en el kilómetro Red Bull, con Scaroni, que venía escapado, obteniendo seis y Ayuso, cuatro. Los líderes de UAE son los únicos de los favoritos de los demás equipos que, con todo el empeño del mundo, no desperdician ocasión de hacer caja. Especialmente Del Toro, el más activo de los dos. No se sabe muy bien si su afán recaudatorio, segundo a segundo, tacita a tacita, es para distanciase de Ayuso o para protegerlo de los demás antes de que, la semana que viene, aparezcan las grandes cumbres y Juan retome los galones con los que partió en Albania.

La etapa, de 170 kms., constaba de dos partes. La primera llegaba hasta el km.135, el techo del San Giovanni, una cota de cuarta categoría, como casi todas los de este Giro, por su kilometraje, corto, no por su dureza, alta. Hasta él llegaron Germani, superviviente de una escapada de nueve hombres, y Scaroni, que se había adelantado al pelotón.

San Giovanni hizo daño, pero no lo bastante. Quedaba luego un largo descenso y una llanura hasta la primera subida, en un circuito, a Vicenza, al Monte Berico. También dura. Pero también tan corta que no acabó de desarmar al grupo. Eso sí, en la segunda y definitiva podría hacer los suficientes estragos como para que se picasen segundos entre los favoritos. No fue así. Aparte de Pedersen y Van Aert, que no cuentan para la general, no falló ninguno. Bueno, Del Toro sí obtuvo fruto. A dos segundos de Pedersen, sacó tres, aparte de la bonificación, a todos los demás.

Y, sí, alguno salió perjudicado, no cronométricamente, pero sí en la imagen ofrecida. Roglic en un territorio que es el suyo, como fue antaño el de Gilbert, ganador en el mismo sitio, hace 10 años, Valverde, "Purito" o Alaphilippe, no pudo saltar. Está como en tierra de nadie, sin ceder demasiado, pero también sin recortar en terrenos favorables. Es una incógnita.

Teóricamente, la etapa sabatina, que llega a Eslovenia, será de reposo activo para los tenores de la prueba: 190 kms., más bien plana, con tres cotas de cuarta y un circuito final de 14 kms. que concluye en Nova Gorica.

Alonso deja su sello y Leclerc asusta en Mónaco

Actualizado Viernes, 23 mayo 2025 - 18:38

El apetito de Fernando Alonso, dos décadas después de su primera victoria, sigue intacto en Mónaco. El asturiano cerró el viernes con otra alentadora actuación, que confirma lo apuntado la pasada semana en el GP de Emilia Romagna. Más que su séptimo puesto, a 53 centésimas de Charles Leclerc (1:11.355), otra vez la referencia, el principal motivo para el optimismo en Aston Martin estriba en la ambición de su líder.

Cuatro veces empujó Alonso en busca de otra vuelta rápida y cuatro veces se vio ralentizado. En ese último tramo, el bicampeón intentaba superar los cronos de Isack Hadjar y Liam Lawson, que se habían inmiscuido entre la nobleza. Sin embargo, a la salida del túnel, llegando a la piscina, en esa Nouvelle Chicane donde hasta hace no tanto aún se podía adelantar en Mónaco, Fernando terminó topándose con diversos obstáculos.

"Se les permite saltar la curva 10, sólo por diversión, sin dar más explicaciones. Pueden salir de la pista sin consecuencias, así es como funciona esto", lamentó Alonso por radio. Una vez se había topado con los Ferrari. Más tarde con otros novatos, poco acostumbrados al vértigo de estas calles. Aunque había liderado la tabla, desde entonces ya no pudo arañar más décimas al reloj.

Stroll, antepenúltimo

Aston Martin estrena en Montecarlo piezas específicas para este circuito, con las que generar mayor carga aerodinámica. Ninguna tan importante, claro, como el alerón trasero. Sin embargo, la atención de Adrian Newey en el garaje parecía centrarse en el ala delantera. Esa zona crítica, junto a las suspensiones y frenos, que cambiará por completo a partir de la próxima semana en Montmeló.

Las aportaciones del gurú del diseño parecen sentirse también en un trazado tan particular como Mónaco. Al menos en las manos de Alonso, 62 centésimas más rápido que Lance Stroll, antepenúltimo de la tabla. Ahora queda por juntarlo todo el sábado, donde el ovetense debería batallar con Alex Albon y Carlos Sainz.

Leclerc, a la salida del túnel, el viernes en Mónaco.

Leclerc, a la salida del túnel, el viernes en Mónaco.AFP

El madrileño, con los neumáticos medios, no pasó esta vez de la decimotercera plaza, por detrás de otros favoritos como Max Verstappen, décimo, o George Russell, decimosegundo. Mad Max, segundo por la mañana, sabe esconder sus bazas. Poco importa que el viernes eluda uno de los muros tomando una escapatoria. Las curvas lentas de Mónaco y Singapur se le atragantaron en las dos últimas temporadas, pero nadie osa descartarle.

El desorden clasificatorio, aprovechado por Alonso y los Racing Bulls, deberá aclararse en la qualy más emocionante del año. El dominio de McLaren parece algo desvirtuado aquí, aunque Oscar Piastri cerró la jornada a sólo 38 milésimas de Leclerc. De momento, nadie tose al ídolo local, autor de tres de las últimas cuatro poles en el Principado.

Alcaraz: "Intento disfrutar y pasarlo bien con mi tenis"

Alcaraz: “Intento disfrutar y pasarlo bien con mi tenis”

Actualizado Viernes, 23 mayo 2025 - 17:57

Carlos Alcaraz aseguró este viernes llegar a Roland Garros sin sentir excesivamente el peso de la defensa del título y "con buenas sensaciones", tras su victoria sobre Jannik Sinner en la final de Roma. "Cada partido contra él es una batalla física, táctica y mental", reconoció el número dos mundial, que puede volver a medirse a su eterno rival en semifinales.

Su primer oponente será el japonés Kei Nishikori, de 35 años, actual número 62 del mundo, tres veces cuartofinalista del torneo. "Sé que viene de tener varias lesiones, pero siempre es toda una leyenda", advirtió Alcaraz. "Intentaré darle alegría a mi juego. Es lo que intento en cada partido: no sentir miedo, no pensar demasiado en ser sólido, sino darle alegría a mi tenis, disfrutarlo, pasarlo bien".

"Me estoy encontrando cómodo y contento con el nivel que estoy alcanzando", reconoció Alcaraz. "Y es verdad que la mayor parte de los partidos siento que dependen de mí, de si encuentro el buen camino y la buena dirección, si soy capaz de disfrutar".

"Espero empezar a un buen nivel", reconoció el tenista español, que posiblemente debutará en la pista Philippe-Chatrier donde el año pasado levantó su primer Roland-Garros, recibido como "el nuevo rey de la tierra batida" (tomando directamente el relevo a Rafa Nadal, que el domingo tendrá un sentido homenaje).

Aunque está en la misma parte del cuadro que Sinner, Alcaraz evitará al menos a Djokovic, que llega a París con el número seis a sus espaldas, y con quien solo se enfrentaría en una hipotética final. El italiano Lorenzo Musetti (a quien también venció en Roma), el noruego Casper Ruud y el norteamericano Taylor Fritz serían sus posibles rivales si logra avanzar.

"Tengo un visión más bien global del cuadro", reconoció Alcaraz, que en el fondo piensa y trabaja ya en un posible enfrentamiento contra Sinner. "Sé que él intentará mejorar, pero hay que pensar que hizo un torneo muy bueno, teniendo en cuenta que llevaba tres meses inactivo, y quizás al final aquejó la falta de partidos".

A la pregunta sobre si se ve un pie por delante de todos sus rivales en tierra batida, Alcaraz aseguró que no se ve en un plano superior y que hay "un gran nivel en el top 30" que deja abierta la posibilidad a sorpresas. Las "buenas sensaciones" a su vuelta a París se leían en el tono "disfrutón" de sus palabras. Alcaraz no torció siquiera el gesto ante las críticas recibidas por el documental en Netflix que, a decir de Nadal, explora demasiado su lado personal y poco su aspecto profesional. "Me gusta salir, como a cualquier chico de 20, 21 o 22 años, y tengo mi lado fiestero. Pero soy un profesional y procuro no perder el foco en el tenis. Me gusta también disfrutar con el tenis".