Un coche se sale de la pista en el Rallye de Hoznayo y atropella a ocho espectadores

Un coche se sale de la pista en el Rallye de Hoznayo y atropella a ocho espectadores

Actualizado Sábado, 31 mayo 2025 - 10:52

Ocho personas fueron evacuadas anoche en el Rallye de Hoznayo (Cantabria), cuatro con contusiones y otras cuatro con ataques de ansiedad, tras ser atropelladas por uno de los vehículos participantes en uno de los tramos de la prueba.

Según ha informado la organización, el coche se salió de la pista en el tercer tramo de este viernes y alcanzó a varios espectadores.

"Por suerte no tenemos que lastimar daños graves, y deseamos una pronta recuperación a los afectados", señala en un comunicado.

La organización recuerda a los aficionados que deben seguir las instrucciones en todo momento y colocarse en sitios altos y seguros.

La nueva Federación de Boxeo impone test de género y obliga a la argelina Imane Khelif a someterse a pruebas genéticas para volver a competir

La nueva Federación de Boxeo impone test de género y obliga a la argelina Imane Khelif a someterse a pruebas genéticas para volver a competir

Actualizado Sábado, 31 mayo 2025 - 10:41

La campeona olímpica de boxeo Imane Khelif debe someterse a una prueba genética de sexo para participar en los próximos eventos bajo el nuevo organismo rector de este deporte.

World Boxing anunció el viernes pruebas obligatorias de sexo para todos los deportistas. El organismo rector mencionó específicamente a Khelif al anunciar la política, diciendo que la boxeadora argelina, ganadora de la medalla de oro, debe ser examinada antes de obtener la aprobación para competir en cualquier campeonato futuro, incluida la Eindhoven Box Cup el próximo mes en Holanda.

"La introducción de pruebas obligatorias será parte de una nueva política sobre 'Sexo, Edad y Peso' para garantizar la seguridad de todos los participantes y ofrecer un campo de juego competitivo y equitativo para hombres y mujeres", escribió World Boxing en un comunicado. Las federaciones nacionales de los boxeadores serán responsables de administrar las pruebas y proporcionar los resultados a World Boxing.

Khelif ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París el verano pasado en medio de un revuelo internacional sobre ella y la taiwanesa Lin Yu-ting, otra ganadora de medalla de oro. El anterior organismo rector del boxeo olímpico, la Asociación Internacional de Boxeo dominada por Rusia, descalificó a ambas boxeadoras de sus campeonatos mundiales de 2023 después de afirmar que no habían pasado una prueba de elegibilidad no especificada.

El Comité Olímpico Internacional (COI) organizó los dos últimos torneos olímpicos de boxeo tras la expulsión de la IBA por décadas de malas conductas y controversias, y aplicó las reglas de elegibilidad de sexo utilizadas en los Juegos Olímpicos anteriores. Khelif y Lin eran elegibles para competir bajo esos estándares.

Khelif tiene la intención de regresar a la competición internacional el próximo mes en Eindhoven como parte de su plan para defender su medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, pero algunos boxeadores y sus federaciones ya se habían manifestado en contra de su inclusión.

Las pruebas de cromosomas eran comunes en los deportes olímpicos durante el siglo XX, pero fueron en gran medida abandonadas en la década de 1990 debido a numerosas ambigüedades que no podían resolverse fácilmente con las pruebas, conocidas colectivamente como diferencias en el desarrollo sexual (DSD).

Muchos deportes cambiaron a pruebas hormonales para determinar la elegibilidad de sexo, pero esas pruebas requieren que los organismos rectores tomen decisiones difíciles sobre la elegibilidad de mujeres con niveles naturalmente altos de testosterona.

Hace tres meses, World Athletics, el organismo rector del atletismo, se convirtió en el primer deporte olímpico en reintroducir las pruebas de cromosomas, exigiendo a los atletas que compiten en eventos femeninos que se sometan a la prueba una vez en sus carreras.

World Boxing ha sido aprobado provisionalmente para reemplazar a la IBA como el organismo rector en los Juegos de Los Ángeles, pero ha enfrentado una presión significativa de boxeadores y sus federaciones para crear estándares de elegibilidad de sexo.

World Boxing anunció que todos los atletas mayores de 18 años en sus competiciones deben someterse a una prueba genética de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para determinar su sexo al nacer. La prueba PCR detecta material cromosómico a través de un hisopado bucal, saliva o sangre.

Si se determina que un atleta que pretende competir en las categorías femeninas tiene material cromosómico masculino, "las evaluaciones iniciales serán remitidas a especialistas clínicos independientes para exámenes genéticos, perfiles hormonales, exámenes anatómicos u otras evaluaciones de perfiles endocrinos por especialistas médicos", escribió World Boxing. La política también incluye un proceso de apelación.

La decisión del organismo de boxeo es el vuelco más reciente en un período agitado en la política de elegibilidad de sexo para los Juegos Olímpicos. El tema de la participación de personas transgénero en los deportes se ha convertido en un punto de conflicto internacional --el presidente Donald Trump y otros líderes mundiales conservadores han intervenido repetidamente.

A principios de este año, World Athletics también propuso recomendaciones que aplicarían reglas estrictas a los atletas que nacieron mujeres pero tenían lo que la organización describe como niveles de testosterona naturalmente en el rango típico masculino. En 2023, World Athletics vetó a los atletas transgénero que habían hecho la transición de hombre a mujer y habían pasado por la pubertad masculina.

El presidente de World Athletics, Sebastian Coe, dijo que se sentía confiado en que las nuevas reglas del organismo resistirían desafíos legales.

Khelif, de 26 años, había competido en eventos de boxeo femenino bajo los auspicios de la IBA sin controversia hasta los campeonatos mundiales de 2023. Nunca había ganado una competición internacional importante antes de su dominante actuación en la división de peso welter femenino en París.

La pasión "irracional" de Scariolo por el Inter: su tío "favorito", el susto de la moneda tragada y un viaje loco de Moscú al Bernabéu

La pasión “irracional” de Scariolo por el Inter: su tío “favorito”, el susto de la moneda tragada y un viaje loco de Moscú al Bernabéu

Entre la bruma de los recuerdos de infancia, Sergio Scariolo rescata nítida una tarde del año 1967, un niño siguiendo por el transistor un Mantua-Inter, jugueteando con una moneda entre sus labios. Cuando el locutor gritó el gol "de un tal Di Giacomo, tras clamoroso fallo del interista Sarti", aquel niño de seis años se tragó la monedita, "para pánico de los presentes".

La anécdota -el susto no fue a mayores- define el lado más pasional del seleccionador español de baloncesto, que esta noche estará en el Allianz Arena de Múnich dejando libre sus emociones, perdiendo la voz que ya trae tocada de los cambios de temperatura del pasado fin de semana en la Final Four de la Euroliga de Abu Dabi. Sufriendo con su Inter, el que se le quedó grabado en el corazón en su infancia en Brescia y al que ha seguido por toda Europa. El nerazzurro hasta en la pantalla de su móvil.

"Mi afición por el Inter empieza desde que tengo uso de razón. Los primeros partidos de los que me acuerdo fueron los del 67 (aquel Il Grande Inter que había conquistado dos Copas de Europa con Helenio Herrera), el final de temporada de liga y de la final de la Copa de Europa contra el Celtic. Dos derrotas, por cierto. Y hasta ahora", cuenta Scariolo a EL MUNDO antes de viajar a Alemania invitado por el Inter, que siempre mimó a uno de sus tifoso más fieles. A Sergio no le falta cada año su camiseta azul y negra.

Sergio Scariolo, durante una visita a las instalaciones del Inter en 2019.

Sergio Scariolo, durante una visita a las instalaciones del Inter en 2019.Inter

"Es algo que entra dentro de lo poco que tengo en la zona irracional. Realmente no responde a parámetros normales de lógica. Empezó con mi tío favorito, que era interista hasta la médula. Aunque ese recuerdo se pierde un poquito, estamos hablando de hace 60 años", explica el técnico, siempre sereno, analítico y lógico cuando se trata de canastas, balones de baloncesto y pizarras... "Provengo de una familia de profesores", suele presumir. Hasta que aparece el Inter y una locura "que se mantiene con mucha fe". "Va más allá de las personas. Tengo recuerdos muy lejanos de victorias y derrotas, a prueba de toda decepción y de ciclos negativos. Puro amor infantil", admite con orgullo.

Y hace repaso de sus jugadores preferidos. De "Mazzola, Zanetti, Roberto Boninsegna... Altobelli siempre fue de mis favoritos. Honestamente, aprecio a muchos. Pero sobre todo son los colores, que tienen un significado especial al margen de los nombres propios".

La vida de entrenador de Scariolo, que comenzó de la mano de su mentor Ricardo Sales en las categorías inferiores del Brescia, pronto le llevó a hacer las maletas. Con menos de 30 años ya era primer técnico del Scavolini de Pésaro. Luego Desio, Bolonia... Y en 1997, con 36, ya estaba en España (en Vitoria con el Baskonia), donde sigue residiendo, ahora en Marbella con su esposa Blanca Ares. A Italia volvería, pero Sergio entrenó (y entrena) por medio mundo, Moscú, Toronto... "He visto muchos partidos en directo. Pero también por la tele, por internet o en circunstancias raras, claro, porque mi trayectoria profesional pronto me alejó de Italia. También hubo algún viaje bastante curioso...", cuenta, para relatar una de las anécdotas que resumen su locura por el Inter.

Mayo de 2010. Scariolo, que ya se las había apañado para estar en el Camp Nou en la semifinal contra el Barça, la de Mourinho y los aspersores, de donde tuvo que marcharse "a toda prisa y con cierto nerviosismo", es seleccionador español y técnico del Khimki de Moscú. El día de la final contra el Bayern... "Entrené por la mañana, luego fui al aeropuerto, cogí un vuelo vía París y llegué al partido", rememora de los apuros en el Santiago Bernabéu. "Cuando acabó la final, sin tiempo para ver los festejos, me llevaron en scooter fuera de la zona vetada a los coches. Me recogió un coche y me trasladó a toda prisa al aeropuerto (el avión partía a las 23:30 horas). Seis horas de vuelo para Moscú de vuelta, un descansito, entrenamiento por la mañana y por la tarde el partido de semifinales de Liga contra el Lokomotiv Kuban. Una aventura para archivar con nostalgia en el cajón de los mejores recuerdos", pronuncia.

En la semifinal contra el Barça de hace unas semanas, Scariolo, que comentó para Movistar el partido de cuartos de Euroliga de los azulgrana contra el Mónaco, corrió para Montjuic desde el Palau para presenciar el apasionante 3-3 de la ida, aunque se perdió el primer gol de Marcus Thuram. También el año pasado estuvo presente en el palco del Metropolitano, aunque esta vez le tocó sufrir la eliminación nerazzurra en la tanta de penaltis contra el Atlético de Madrid. Esta noche estará en Múnich y "espero que pudiendo gritar".

Del Toro-Carapaz, duelo latino en la grava de Finestre donde Froome firmó una gesta “mágica”: “Sabemos la dureza que tiene. Será algo más serio”

Actualizado Sábado, 31 mayo 2025 - 01:51

En las 29 curvas de herradura del Colle delle Finestre, en sus ocho kilómetros finales de grava sin asfaltar, allá donde hace siete años Chris Froome dejó para la historia una de las exhibiciones más grandes que recuerda el ciclismo moderno, allá, entre Val di Susa y Val Chisone, en los Alpes Cocios, se resolverá el Giro de Italia que nadie acertó a predecir. Camino de Sestriere, ni Primoz Roglic, ni Juan Ayuso, serán dos latinos los que se desafiarán al sol en una de las subidas más bellas y míticas de Europa, 18 kilómetros en total de sufrimiento y pasión.

Para saber más

Isaac del Toro, tanta frescura que cuando le preguntan dice que aquello de Froome en 2018, ese ataque a 80 kilómetros de meta para arrebatar el rosa precisamente a un Simon Yates que sigue en la pelea (tercero en discordia, a 1:21 del liderato, aunque ayer no dio muestras de fortaleza), fue «mágico, apasionante», aunque entonces él era un niño de 14 que soñaba en el desayuno con las grandes gestas de ciclistas que llegaban de Europa, un país, el suyo, ahora apasionado pero sin tradición.

Y el retador Richard Carapaz, 43 segundos de desventaja (dos más perdidos en Champoluc por la bonificación), que se sabe ante una de las últimas opciones de su vida de sumar otra grande (a unir al Giro de 2019), pues estos jóvenes ambiciosos no dejan ni las migajas. Y desafía en la llegada del Valle de Aosta, donde no pudo soltar al Torito, pese a su ofensiva con todo en la quinta ascensión del día, Antagnod: «Mañana (por hoy) será un día diferente. Será algo más largo, más serio. Todos sabemos la dureza que tiene. Todavía queda mucho».

Cima Coppi

No fue un viernes de valientes, pero será un sábado sí o sí para ganar o perder, más de 200 kilómetros desde Verrès, con dos puertos de previa antes de la Cima Coppi (el puerto más alto por el que transitan los ciclistas durante cada edición de la Corsa Rosa), el Finestre que subirá el Giro por quinta vez en su historia, y la meta en Sestriere, a más de 2.000 metros de altitud.

Del Toro salvó el penúltimo día de montaña -la victoria fue para Nicolas Prodhomme, quien resistió desde la numerosa y permitida escapada del día- con una solidez que ya está empezando a dejar de sorprender. Se siente pleno, como si la presión no le afectara, 11 días ya con la maglia rosa. Como si calaran en él los mensajes que le manda desde la distancia su amigo y mentor Tadej Pogacar. Le preguntan si, de sentirse con fuerza, será capaz incluso de atacar en Finestre para coronar su hazaña con una victoria. Y el chico, con un gorro de lana del UAE Team Emirates para resguardarse de un frío que no hace en Champoluc, se queda callado 20 segundos, mira a un lado y a otro, esboza una media sonrisa que desata las carcajadas de los enviados especiales y no pronuncia palabra. «No me asustaré por lo que venga este sábado. Es genial estar en esta posición», celebra después el niño de rosa, que no deja de agradecer a su equipo y bromea con los periodistas: «Tengo las mismas opciones que tenía cuando empecé el Giro. ¿Tú me veías en rosa o no? [niega] Veremos mañana».

Entre México y Ecuador, entre el joven Del Toro y el veterano Carapaz, entre dos latinos que no entraban en ninguna de las quinielas. El Giro en Roma hablará castellano aunque haya estado maldito para los españoles. Pero antes hay que sobrevivir a Le Finestre.

Alcaraz huye de su pesadilla y ya está en octavos de Roland Garros: “Hoy no he disfrutado”

Actualizado Sábado, 31 mayo 2025 - 00:06

Nunca había sido abucheado Carlos Alcaraz en Roland Garros. Quizá por su aura de campeón, quizá por su juego vistoso, quizá por un cariño heredado de Rafa Nadal, siempre había sido aplaudido, alabado, incluso querido. Pero este viernes llegó su primera bronca. "¡Buuuh!", atronaron las gradas de la Philippe Chatrier cuando, al principio del cuarto set, el español se desesperaba y chutaba una pelota. "¡Carlos, cojones!", gritaba un español para rematar la escena. Luego habría reconciliación, vaya si la habría, porque la reprobación no era gratuita, era necesaria.

Alcaraz revivió este viernes la pesadilla que le llevó este mismo año a perder los cuartos de final del Open Australia ante Novak Djokovic. Otra vez un adversario que sufre una lesión, otra vez el frío en las piernas por la espera, otra vez la incertidumbre. Demasiadas preguntas: ¿Está bien? ¿Puede jugar? Como le pasó ante ‘Nole’ en enero, ante Damir Dzumhur en tercera ronda de Roland Garros, el español desconectó en el parón para que su adversario fuera atendido y lo pagó caro. Para los días que vendrán, como los octavos de final del domingo ante Ben Shelton, ya tiene una hora más de esfuerzo en el cuerpo. Al final ganó, por 6-1, 6-3, 4-6 y 6-4, pero del susto se acordará. Porque volvió a pecar de inocente. Porque jugó con fuego y se quemó.

En la primera media hora, mucho antes del rarísimo desenlace, su adversario estaba frustrado, abría los brazos en busca de un milagro: era imposible. Con una buena derecha, velocidad y carácter, a Dzumhur le faltaban argumentos para dominar los intercambios y Alcaraz volaba. Con la inercia de su excelente actuación en la segunda ronda ante Fabian Marozsan, en el primer set todo lo que hacía rebosaba fuerza y precisión, especialmente los saques, pero en los dos siguientes fue bajando el nivel. Ahora una mala decisión, ahora un fallo inesperado. Con el público nocturno -y por lo tanto especialmente animoso- de la Philippe Chatrier celebrando todo logro de Dzumhur, el español se apagó.

En el segundo set ya concedía algunas opciones de 'break', pero en el tercero, después del parón médico reclamado por el bosnio, ¡puf!. "¡Mueve las piernas!", se gritaba a sí mismo mientras mantenía cierta discusión con su equipo. Recuperado de sus dolores, Dzumhur cambió su estilo de juego, asumió más riesgos, golpeó más profundo y le funcionó. Su primera rotura de servicio le valió para ganar el tercer set y la segunda para liderar el cuarto. Al final, Alcaraz supo centrarse, salir del agujero en el que estaba, remontar y pasar a la siguiente fase.

"Hoy no he disfrutado, hoy he sufrido", aceptó al acabar el encuentro, cuando analizó: "Por eso los partidos de Grand Slam son tan difíciles. Necesitas estar concentrado durante más de dos horas. En los dos primeros sets me he encontrado muy bien, pero después me faltaba la energía".

En octavos se encontrará con Ben Shelton, su primer adversario de peso, el número 13 del ranking mundial. En sus dos enfrentamientos previos, Alcaraz ha vencido sin mácula, pero el estadounidense llega esta vez en buena racha en tierra batida después de haber alcanzado la final del ATP 500 de Múnich.

España arrolla a Bélgica (1-5) y solo necesita empatar en casa ante Inglaterra para clasificarse

España arrolla a Bélgica (1-5) y solo necesita empatar en casa ante Inglaterra para clasificarse

Actualizado Viernes, 30 mayo 2025 - 22:51

España goleó este viernes a Bélgica (1-5) con sendos dobletes de Esther González y Athenea del Castillo y un tanto de Alba Redondo, se mantuvo como líder del grupo A3 de la Liga de Naciones y depende de ella misma para pasar a la fase final, que alcanzará si gana o empata con Inglaterra este martes en Barcelona.

La selección española necesitaba una victoria para seguir dependiendo de ella misma en el camino a la clasificación para la fase final. No quería sorpresas, porque ya sufrió en la primera jornada para remontar un 0-2 ante su rival de este viernes, que marcó el 1-5 en el minuto 88 con un testarazo de Tine De Caigny tras un córner.

La mayor duda era si Montse Tomé haría alguna rotación para dar descanso a las jugadoras del Barcelona o a la del Arsenal Mariona Caldentey, después de terminar la temporada más tarde por la final de la Liga de Campeones disputada hace menos de una semana y la carga de partidos, pero siete de las diez culés convocadas y Mariona fueron titulares.

España se instaló rápidamente en campo rival, pero en los primeros quince minutos apenas hubo ocasiones claras más allá de un chut en el minuto 5 de Mariona que despejó fácilmente Evrard. Con una rocosa línea defensiva con tres centrales, Bélgica impedía que llegaran balones a las atacantes españolas.

Poco a poco, la circulación de balón de España cada vez era más fluida, pero seguían sin llegar las ocasiones claras. Tras una falta a Patri Guijarro, Alexia fue la lanzadora y se quedó cerca de ver puerta, pero en el minuto 36 llegó el premio a la insistencia. Desde la derecha, Mariona puso un centro exquisito para Esther, que remató con la zurda para firmar el 0-1. España siguió intentándolo, pero se marchó con la distancia mínima al descanso.

Tras el paso por vestuarios, la Roja siguió dominando a la selección de Elisabet Gunnarsdottir, que esta vez no estaba siendo capaz de hacer daño a las campeonas del mundo y de la Liga de Naciones como sí hizo en el primer partido de la fase de grupos. Con calma, España aglutinaba el balón y esperaba la ocasión. Y llegó. Otra vez fue Esther.

La delantera del Gotham aprovechó un balón muerto en el área tras una acción de Athenea para marcar el 0-2 en el minuto 64. Aun se quedó cerca de lograr un triplete, pero justo tras su ocasión clara fue sustituida por Salma Paralluelo, que entró acompañada de Lucía Corrales, que debutó después de entrar en la convocatoria por la baja de Laia Codina.

España quería más y Athenea del Castillo salió a divertirse al estadio Den Dreef de Lovaina. En dos minutos (m.78 y m.79), marcó dos goles para poner el partido 0-4 y Alba Redondo logró el quinto en el 85.

La intrahistoria de la ‘revolución Luis Enrique’ en París: “Tenía un plan clarísimo, quería hacer historia”

Actualizado Viernes, 30 mayo 2025 - 22:47

«Nunca pensé que llegaría al fútbol francés». Sincero y directo. Así se presentó Luis Enrique en París en julio de 2023. Si alguien torció el gesto al escucharlo, hoy pensará por qué el PSG no le llamó antes. El asturiano ha conquistado París y ha hecho creer al club, a sus aficionados y a sus propios jugadores que, ahora sí, pueden ganar la primera Champions esta noche en Múnich ante el Inter.

«Desde el primer día la intención era hacer historia y estamos en condición de lograrlo», explicaba hace unos días el técnico, que sí sabe lo que es ganarla porque lo hizo con el Barça de Messi, Suárez y Neymar en 2015 ante la Juventus. Sin embargo, este proyecto es diferente a aquel en Barcelona y al que han impulsado durante una década los dueños del PSG, Qatar Sport Investiment (QSI), con Nasser Al-Khelaifi a la cabeza. Hoy, han aprendido que no se trata de acumular estrellas, sino de construir un equipo.

«Hemos tenido que ir gestionando perfiles de jugadores, que construir. Tenemos futbolistas de mucha calidad, de alto nivel, pero con mentalidad de equipo», confiesa el entrenador, que no duda en lanzar órdagos propios de su arrolladora personalidad, que puede generar tanta afinidad como rechazo: «Estamos preparados para todo».

Casi dos años después de encerrarse durante los primeros meses en la Poissy y sin saber ni una palabra de francés, el PSG refleja lo que buscaba Luis Enrique. «Tenía un plan clarísimo», cuentan quienes le rodean. Ha amoldado un entorno con muchas posibilidades económicas a su idea. Ha conseguido desde lo más sencillo, una grúa elevadora desde donde controlar los entrenamientos desde las alturas sin necesidad de andamio, al fichaje de futbolistas que, sin ser ya megaestrellas, apuntan a ello. Pero al ex seleccionador nacional no le vale sólo ganar, quiere sembrar. «Que se sientan atraídos por cómo jugamos no sólo los aficionados del PSG, sino cualquiera», advierte.

Sin el peso de Mbappé

En ese reconstrucción, el aparejador que se ha convertido en pieza clave es el director deportivo con el que llegó de la mano: Luis Campos. Cogieron las riendas no sólo para llevar al equipo a ganar dos ligas y la Copa de Francia, sino para reestructurar un vestuario que andaba descompensado. El peso de Mbappé lastraba, como reconoció sin tapujos en un documental el propio Luis Enrique: «El hecho de tener un jugador que se movía por dónde él quería, implica que hay situaciones del juego que no controlo. El año que viene las voy a controlar todas. Todas, sin excepción», aseguraba sin medir sus palabras.

La salida del delantero al Real Madrid ha permitido la transición de un grupo en el que ha integrado el fichaje de jugadores convertidos en esenciales en su once y que han arrastrado a los demás a la fe de Lucho. «Nos dijo que sin Kylian meteríamos más goles y creo que no se ha equivocado», reconocía Zaïre-Emery. Han sido 138 en todas las competiciones frente a los 120 de la pasada campaña, cuando Mbappé marcó 44. La estrella goleadora ha sido Dembélé, con 33 goles, despertado en el arranque de 2025, justo cuando lo hizo todo el grupo, porque el inicio de campaña no fue fácil.

El asturiano observa a sus jugadores en el Allianz.

El asturiano observa a sus jugadores en el Allianz.L. BRUNOAP

El equipo se bloqueó en efectividad y marcó uno de los peores datos de Europa, lejos de lo que se esperaba una plantilla como la del PSG. Derrotas en Champions que dolieron como ante el Atlético y el Liverpool, y un trabajo que consistió en «recuperar la confianza generando hábitos de juego».

A eso se sumó el factor generosidad de un grupo que se destapó como solidario. Luis Enrique había buscado en el mercado el talento en jugadores de menos de 25 años con tanta calidad como hambre. El portugués Joao Neves, la perla francesa Douré o el ecuatoriano William Pacho, por el que se arqueó la ceja en las gradas cuando se pagaron 40 millones por su llegada. Sin protagonismos excesivos, ensamblaron, y a ellos se sumó en enero la guinda: el georgiano Kvaratskhelia. En total una inversión de 220 millones pero con mucho crecimiento. «He visto esta temporada todo lo que quería mejorar. Me he maravillado», confesaba Luis Enrique hace unos días, con la mirada ya puesta en la final de esta noche.

La bandera de Xana

Quizá por eso a mitad de enero el asturiano se atrevió a verbalizar un sueño que va incluso un poco más allá de hacer historia en el fútbol francés. «Recuerdo una foto que tengo increíble con mi hija en la final de la Champions en Berlín, después de ganar, clavando una bandera del FC Barcelona al campo. Tengo el deseo de poder hacer lo mismo con el PSG. No estará mi hija, no estará físicamente, pero estará espiritualmente, y eso para mí es muy importante», contó el entrenador sobre Xana, de donde nace parte de su fuerza.

Contará con la ayuda de estos jugadores jóvenes a los que Luis Enrique ha inoculado o estimulado el gen ganador. Estarán sobre el césped cuando arranque el partido en el Allianz Arena y muchos lo harán por primera vez en sus carreras. En una final de Champions sólo tienen experiencia Lucas Hernández y Marquinhos. Los dos en la misma: en Lisboa en 2020. El francés la ganó con el Bayern y el brasileño, único superviviente que sigue en el PSG, la perdió abriendo una herida que no cicatrizado. Han sido semifinales en las que se ha tropezado una temporada tras otra pese a la inversión de más 2.000 millones en fichajes. La Champions es la desea y si Luis Enrique la consigue, conquistará París.

Luis Enrique: "Ser los primeros en ganar la Champions tiene algo de excepcional, y eso es lo que más me motiva"

Luis Enrique: “Ser los primeros en ganar la Champions tiene algo de excepcional, y eso es lo que más me motiva”

Luis Enrique tiene muy claro que su PSG está "preparado" para ganar la primera Champions de su historia. Lo repitió varias veces a lo largo de su discurso en la previa de la final. Preparado para afrontar los desafíos tácticos que les plantee el Inter; preparado para manejar la carga emocional que supone tener a mano el sueño de un club y toda una afición. "Estamos preparados y no tenemos miedo", insistía. Al asturiano los retos no le lastran sino que le dan alas y tiene ante sí uno de los mayores de su carrera, aunque esta sea su segunda final. "Ser los primeros en ganar la Champions tiene algo de excepcional, y eso es lo más me motiva. El mayor reto es hacer historia", aseguró.

Como no ha sido fácil la trayectoria de los parisinos en esta competición, saben lo que es jugar finales. "Nuestro recorrido ha sido difícil y duro, y eso es una ventaja ahora. Yo lo intento vivir con la tranquilidad de tener diez años más de edad y experiencia, porque no he parado de trabajar, y transmitiendo a los jugadores la bonita oportunidad de vivir una final y de hacer historia, pero a la vez lo gestionamos para que no nos supere esa situación", explicó.

El Inter no se lo pondrá fácil. "Va a ser difícil quitarles el balón y, cuando lo pierden, además saben defenderse bien. El Inter tiene patrones de juego claros y añade movilidad, lo que implica atención. Cuando un equipo se repliega bien, hay poco espacio y mucha agresividad. Pero ésa es una de las fases del juego que más conocen mis equipos. Adaptarse y saber jugar la final será clave. Y soy optimisma. Vamos a llevar el partido al terreno donde creo que somos los mejores", advirtió.

De entre sus jugadores, "entre los mejores si no el mejor", dijo Luis Enrique, es Dembélé, que no dudó en considerar un placer estar en la final después de haber cambiado la dinámica del equipo en enero. En su nuevo rol de falso 9, tiene claro que debe "ser astuto y volver locos a los defensas", justo lo que le pide el entrenador. Para él, vital será controlar las emociones. "Hay que jugar con calma, seriedad y una sonrisa, porque el momento es increíble, Pero no les podemos dejar ni un segundo", recordó.

En el control de esas emociones para "hacer feliz al pueblo parisino", para el capitán Marquinhos ha sido esencial el entrenador, que les ha devuelto la felicidad. "He pasado muchos años aquí, pero este equipo se divierte en el día a día, corremos juntos, nos entendemos. Estoy enamorado de lo que hace este equipo". Por eso quiere con ellos ganar esta Champions, la que se le escapó en 2020 en Lisboa. "Tengo una segunda oportunidad y no la puedo dejar pasar. Tenemos que hacer lo que haga falta para llevar el trofeo a París", sentenció.

Inzaghi: "Tenemos determinación, no obsesión"

Si el proyecto de Luis Enrique acaba de arrancar, el de Simone Inzaghi huele a despedida. La sombra del adiós del italiano planea sobre la final y un título con el que quiere poner el broche a su etapa interista. "Merecemos esta final. Hemos mostrado voluntad desde el primer partido. Nos queda una última etapa antes de ganar este trofeo. Este equipo ha ganado muchísimo, también hemos perdido algunos partidos, pero siempre lo dimos todo. Estamos orgullosos de representar al Inter", explicó el técnico escoltado por sus dos capitanes: Lautaro Martínez y Nicoló Barrella.

Tienen los italianos su propio reto mental tras sumar 15 años sin ganar el trofeo. "Tenemos determinación pero no obsesión. Sabemos como se preparan estos partidos. Tenemos campeones del mundo, campeones de Europa y preparar esta final es como hacerlo en el Mundial o la Euro. Va a ser un partido muy igualado", aventuró el entrenador.

"De niño soñaba con jugar partido de Champions. Como jugador no pude, pero gracias a estos jugadores he jugado dos", recordó el preparador que ha tenido estos días que apartar dos recuerdos amargos. El primero, el de la final de Estambul ante el Manchester City que perdieron por un gol de Rodrigo Hernández. El segundo, la "reciente" decepción de ver cómo se le escapó el Scudetto. Ninguno de ellos tiene peso: "No hay obsesión, veo determinación para ganar esta final", advirtió.

Lautaro junto a Frattesi en el entrenamiento.

Lautaro junto a Frattesi en el entrenamiento.AP

El italiano declaró su admiración por Luis Enrique, "un entrenador excepcional que me gusta mucho como persona", pero tiene claro que intentará "no darles el balón". "El rival tiene un equipo de mucha calidad, pero nosotros en posesión estamos entre los tres mejores de Europa. Vamos a tener posesión y circular pelota limpia", advirtió

Eso pasa por Barella, que se medirá a un centro del campo del PSG con mucha calidad, y confía en que "la fuerza del Inter está en el equipo". Enfrente, guardando la portería francesa estará su amigo Donnarumma, con quien ha hablado estos días, "pero solo de la familia y de la selección italiana", puntualizó.

La mayor amenaza para el guardameta será Lautaro Martínez, convencido de que esta final, el "objetivo" que le falta a su carrera se decidirá por "detalles". "Se gana puliéndolos, porque habrá que hacer un partido perfecto. Hay que ser muy conscientes de eso, saber lo que hace bien el PSG y sacarle partido", aseguró el argentino, no quiere pensar en un posible Balón de Oro. "Lo más importante es este premio que hace 15 años que el Inter no gana. Mi pensamiento es hacer felices a los hinchas del Inter", sentenció.

Fernando Alonso, preocupado por el motor y molesto con Hamilton: "Aquí tenemos al héroe del día"

Fernando Alonso, preocupado por el motor y molesto con Hamilton: “Aquí tenemos al héroe del día”

A seis minutos para la conclusión de la sesión matinal, Fernando Alonso dio la voz de alarma en Aston Martin. "Tenemos que comprobar qué sucede en el coche, porque algo va mal", advirtió por radio. En realidad, el asturiano se había percatado del problema bastante antes, cuando denunció que perdía un par de décimas en cada recta. Algo fallaba en el motor del AMR25, que ya dejó tirado a Alonso hace sólo cinco días en Mónaco.

El pasado domingo, el bicampeón protagonizó un insólito abandono. El primero en el Principado por culpa de una avería desde Valtteri Bottas en 2014. Todo se debió a una bujía, una de las piezas más sencillas y baratas de un monoplaza. Sin embargo, algo seguía marchando mal en el AMR25. "Sólo necesito que el motor vaya normal en las rectas, como en la primera tanda", denunció por la radio.

Esa falta de potencia se hizo sentir, especialmente, en las tandas largas, donde rodó más despacio que el Alpine de Pierre Gasly. Con los neumáticos blandos, no pudo superar los registros de Isack Hadjar y Liam Lawson. A una vuelta, Alonso sí logró salvar la papeleta, marcando el séptimo mejor crono de la tarde, a sólo tres milésimas de Andrea Kimi Antonelli (Mercedes).

Parafina en el alerón

Los problemas, sin embargo, también se hicieron presentes en el monoplaza de Lance Stroll, tan incómodo en la sesión vespertina que decidió cambiar su asiento. El canadiense se quejaba del escaso equilibrio. Todo un quebradero de cabeza en Montmeló, un circuito de puro rendimiento, el mejor escenario para medir a los coches. Por eso, Alonso y Stroll salieron a última hora de la tarde con parafina en el alerón delantero.

Este fin de semana, Aston Martin estrena el ala delantera, acorde a la nueva normativa de la FIA. El objetivo es que esta pieza se adapte al fondo plano estrenado hace dos semanas y que ya dejó muy buenas sensaciones en Imola. Así que lo que no puede permitirse Andy Cowell, CEO del equipo, son más contratiempos con el motor. Pese a su gran vuelta, a sólo 54 centésimas de la cabeza, Alonso no se bajó contento del coche.

El doble ganador en Le Mans ya venía caliente por culpa de un encontronazo con Lewis Hamilton. "Aquí tenemos al héroe del día. Qué bien. Lo bueno es que el fin de semana es muy largo. Incluso el campeonato es muy largo", dijo cuando el heptacampeón le obstaculizó al final de la recta de meta. Otra muestra de su eterno pique con el británico y de su siempre tensa relación con Ferrari. Aunque los favoritos escondieron sus cartas, Hamilton volvió a defraudar con un undécimo puesto.

En Montmeló se suele reservar el mapa de motor más agresivo para la qualy, así que resulta difícil saber cuál es la situación real de Aston Martin. En la sesión matinal fue el tercer equipo con menos mejoró sus cronos respecto a 2024. Mucho más progresó el Williams de Carlos Sainz (1,08 segundos más rápido que el año pasado en la FP2), aunque el madrileño sólo pudo acabar decimocuarto, víctima de las escasas prestaciones del FW47 en las curvas rápidas. Entre los candidatos al triunfo, hubo igualdad en las tandas largas. El más rápido fue Oscar Piastri (1:12.760) con 28 centésimas sobre George Russell y 31 ante Max Verstappen.

Jessica Bouzas, la sorpresa en Roland Garros y el truco para sobrevivir en todos los Grand Slam: “No se achica nunca”

Actualizado Viernes, 30 mayo 2025 - 18:22

Aparece Jessica Bouzas en la Suzanne Lenglen, la segunda pista de Roland Garros, un recinto enorme donde caben más de 10.000 espectadores, y sonríe. No es una sonrisa nerviosa ni mucho menos. Sonríe como quien sabe que va a disfrutar y va a hacer disfrutar. La sonrisa del jugón, que decía Andrés Montes. Sólo tiene 22 años y está en su segunda participación en el torneo, pero se lo goza. Por eso es la única acompañante española de Carlos Alcaraz y Paula Badosa en el torneo; entre los dos cuadros ya no quedan más representantes, sólo ella. Por su ranking, la número 68 del mundo, es una sorpresa, pero al mismo tiempo no lo es tanto.

El año pasado ya llegó a tercera ronda en Wimbledon y en el US Open. Sus resultados en torneos pequeños son muy modestos, este año lleva 12 victorias y 12 derrotas, sólo tiene un título WTA -el año pasado, en el WTA 125 de Antalya-, pero en las grandes citas, ¡ay, en las grandes citas!

«Le encantan las pistas grandes y más si juega contra una de las mejores del mundo. Se nota que vale para esto. En partidos así, es valiente, es agresiva, es cuando saca su mejor tenis», analiza Anabel Medina, ex capitana española de la Billie Jean King Cup que ha compartido con Bouzas entrenamientos y concentraciones y que ahora la ve llegando a la segunda semana en París. Este sábado se enfrenta a la estadounidense Hailey Baptiste en tercera ronda (no antes de las 13.30 horas, Eurosport y Max), una rival con un ranking parecido y un tenis parecido al suyo, y si vence, en octavos de final, se mediría a la vencedora del duelo norteamericano entre Madison Keys y Sofia Kenin.

FRANCK FIFEAFP

«Tiene una tercera ronda agradable y margen para ganar más partidos. Es increíble cómo se crece en estos escenarios, no se achica nunca y eso le beneficia. Ganar en los Grand Slam te da más puntos y te ayuda económicamente, pero también aumenta tu repercusión e incluso tu nombre en el circuito. Las rivales te respetan más si eres capaz de ganar aquí», cuenta Carla Suárez, actual capitana española de la Billie Jean King Cup y analista para Eurosport y Max.

"La alegría que no se ve a otras"

Bouzas, de Vilagarcía de Arousa, amante de los caballos, futbolista de niña, es tenista por su padre, que le animó a probar el tenis en el Club de Tenis O Rial, y por su madre, que le acompañó cuando sólo tenía 13 años a vivir junto a la Academia de David Ferrer en La Nucía. Allí destacó como junior y empezó a visitar torneos Futures, tanto que en poco menos de dos años, entre 2021 y 2023, ganó 11. Luego vino el profesionalismo y su actual éxito en los Grand Slam, aunque todavía busca la constancia fuera de ellos.

«Es una jugadora que puede llegar a más porque tiene mucha potencia, mucha fuerza, pese a no ser muy grande [mide 1,70 metros]. Tira muy duro tanto de derecha como de revés y defiende muy bien», analiza Medina. «Fuera de la pista le caracteriza una alegría que no se ve a otras jugadoras. Sabe cuando diferenciar el momento del cachondeo y el momento del trabajo, pero es una persona con la que siempre te lo pasas bien. Con ella siempre hay risas y eso en el tenis profesional, con tanta tensión, es muy bueno», finaliza Suárez, que la hizo debutar el mes pasado con España en la victoriosa eliminatoria previa de la Billie Jean King Cup ante Brasil y República Checa.