La Copa del Rey, el torneo de las sorpresas donde las hubo monumentales como las de Estepona, Barbastro y Pontevedra y también grandes historias como la de Pol Arnau, el héroe inesperado del Logroñés, portero improvisado que provocó la eliminación del Girona. Competición que vivía este lunes el sorteo de la tercera ronda donde entraban ya los cuatro equipos que disputarán la Supercopa en Arabia desde la Ciudad del Fútbol de Las Rozas (Madrid).
Precisamente, el Barbastro, conjunto de Segunda RFEF, es uno de los que disputará su eliminatoria ante el FC Barcelona, equipo que les eliminó con sufrimiento la temporada pasada. El Pontevedra recibirá al Mallorca, finalista del último torneo. El CD Minera jugará ante el Real Madrid y el Logroñés lo hará con el ganador de la última edición, el Athletic Club.
El otro gordo del bombo, en este caso del B, ya que no disputa el torneo en Arabia, le tocó al Marbella del veterano y ex madridista José Callejón. El Atlético de Madrid lleva ya dos rondas este año y ambas, ante Vic y Cacereño, las ha pasado con bastante más sufrimento del previsto.
Los emparejamientos en esta Tercera Ronda, que se mantiene a partido único en el campo del conjunto de inferior categoría, debían quedar con los cuatro equipos de Segunda RFEF contra los de la Supercopa. Los tres de Primera RFEF ante el mismo número de clubes de Primera y el resto de emparejamientos son los nueve de Segunda ante los restantes de la máxima categoría.
Esta ronda de Copa del Rey se jugará entre el 4 y el cinco de enero y los emparejamientos principales quedan de esta manera:
Conviene siempre, en estas embrionarias fases de torneos como la Copa del Rey, salir con el mazo para evitar que David se crezca contra Goliath. Se da por hecho que, en un encuentro con tres categorías de diferencia, la calidad pese más que el físico, pero no siempre pesa más que el corazón. Eso lo sabía Simeone, que sacó un once con no habituales, pero muy competitivo, para doblegar la rebelión del Cacereño, que hace dos temporadas ya hizo sudar al Real Madrid e hizo lo propio con el Atlético. Pero no pudo el humilde, porque el grande le arrancó el corazón al final. Sin piedad pese a su resistencia. [Narración y estadísticas, 1-3]
Destacaba el reestreno de Le Normand. 67 días sin pisar los terrenos de juego tras sufrir un traumatismo craneoencefálico en un salto con Tchoumanení en el derbi. El resto eran un equipo B con mucho protagonismo esta temporada. Incluso Musso había tenido minutos tras una indisposición de Oblak en la victoria in extremis en San Mamés con el postrero gol de Correa. Así, los rojiblancos salieron con todo para evitar que el partido se les complicara, con gran profundidad en las bandas ocupadas por Riquelme y Lino. El brasileño, de hecho, falló la primera clara del partido, un mano a mano que resolvió tirando al muñeco.
Pese al susto que ya se habían llevado en Vic, partido que resolvieron en los minutos finales con un penalti dudoso. El Cacereño les metió otro mayor adelantándose en el marcador con un gol de Merencio a la media hora de juego. Una contra mal defendida por los rojiblancos, demasiado volcados y sin las vigilancias debidas a los hombres de ataque del conjunto que dirige Julio Cobos.
Estaba claro que el Atlético quería, ganaba los duelos y llegaba, pero faltaba la claridad arriba. Como la que no tuvo Riquelme para empatar el partido antes del descanso. A veces se tiene uno de esos días. Simeone puso a calentar a medio equipo al final de la primera parte, para provocar una reacción y evitar el ridículo, y salieron Julián, Llorente y Lenglet al inicio de la segunda.
Y el Atlético empujaba, pero el Cacereño no se arredraba. Usaba sus armas con inteligencia, líneas juntas y salidas rápidas terminando jugada. Solo cuando no terminaba, se exponía a la respuesta rojiblanca, con mucho peligro pero poco acierto. En una de esas, Correa perdonó una ocasión clara ante Nieves a los 15 minutos de la segunda parte.
Arreón final
El minuto 70 fue el del zafarrancho del Atlético, renovado ya con los cinco cambios que permite el reglamento, y empujando a su área al Cacereño, que empezaba a costarle salir, tan aculado que estaba junto su portero. Pero había desaparecido la contundencia de los últimos partidos, once goles en 180 minutos. Hasta que apareció el cabezazo de Lenglet y respiró el Cholo, aunque fue expulsado poco después en una protesta.
Ese gol, además de la expulsión de Sancho, terminó por inclinar el campo, pero fue un rebote el que terminó con la resistencia del honorable Cacereño. De Paul salvó los muebles rojiblancos y los pulió Julián Álvarez. Había que ganar y se ganó, la imagen ya, si eso, otro día.
El lateral de la UD Logroñés Pol Arnau se convirtió en el gran protagonista de la victoria de su equipo frente al Girona en la segunda ronda de la Copa del Rey. Arnau, hijo del fallecido ex guardameta Francesc Arnau, se puso los guantes de portero tras la lesión de su compañero Kike Royo y con los cambios agotados para dar la clasificación a su equipo, que milita en Segunda RFEF.
Arnau demostró haber aprendido de su padre, solventó con acierto el poco peligro que le llegó y en los penaltis paró un lanzamiento, a Abel Ruiz, que, unido a un error Stuani, llevó el éxtasis a la grada y la decepción a un Girona que no se adaptó al partido en ningún momento y al final lo pagó.
El joven, de 19 años, ha asegurado tras el partido que "un ángel" le ha ayudado "desde el cielo", en alusión a su padre. Pol es lateral, pero tiene un hermano que juega de portero, con lo que "quizás lo llevo en los genes", ha dicho, y "cuando he visto que alguien se tenía que poner de portero, no he dudado".
El entrenador de la UD Logroñés, Sergio Rodríguez, ya había consumido los cambios y según el reglamento de Copa -que no es como el de la Liga- no podía hacer más. El técnico confesó que había pensado en otro jugador "pero le he visto tan seguro que le he dado los guantes".
"Lo primero que quiero decir es que le dedico esto a Kike Royo", ha afirmado Arnau, en alusión al portero de su equipo, que se ha retirado conmocionado y ha sido trasladado a un centro hospitalario.
"Me he visto con confianza, me he puesto, sabía que podía hacerlo bien y ha salido, aunque si mis compañeros no hubieran metido los penaltis no estaríamos hablando de esto" ha subrayado Arnau, que ha destacado "el gran trabajo de todos".
Para él "poder competir con el Girona ya es un gran trabajo" y "luego, en el campo, con actitud todo fluye" ha concluido Arnau, que ahora se centra en el próximo encuentro con el filial de la UD Logroñés "y en estar a disposición de este club en lo que me necesiten".
"Lo más surrealista que he visto"
Por su parte, Sergio Rodríguez ha asegurado que la victoria de su equipo "es de las cosas más surrealistas" que ha visto en un campo de fútbol y "será para recordarlo a lo largo del tiempo" ya que "hemos pasado a penaltis contra un gran equipo, con uno menos en el campo y con un portero que no es portero".
Rodríguez, que acabó expulsado por protestar, ha iniciado su comparecencia reconociendo que ha pedido perdón al colegiado "por una reacción que no ha estado bien".
Ha destacado el trabajo de sus jugadores "para equilibrar un partido muy difícil" y también "a la afición por empujar" algo que "nos ha ayudado a creer que lo podíamos conseguir".
Poco antes de las 12 de la noche del 29 de septiembre, Robin Le Normand abandonaba el césped del Metropolitano con la cabeza abierta. Lo hacía por su propio pie y nadie, o quizás sólo el doctor Óscar Celada, que fue quien le atendió sobre el terreno de juego tras el choque fortuito con Tchouamení, imaginaba los dolores de cabeza que iba a tener el central tanto metafórica como literalmente para volver a pisar los terrenos de juego.
Hoy, 67 días después, el francés estará disponible ante el Cacereño, en la eliminatoria de segunda ronda de Copa del Rey (19.00 horas). Lo hará con un casco protector, como precaución tras la lesión sufrida, con el que lleva entrenando desde que pudo volver a pisar el césped hace 15 días. "Ayuda a absorber la energía del impacto, el problema no es tanto el golpeo del balón sino los choques fortuitos", explica a EL MUNDO, Ayoze González, jefe de neurología del Hospital Universitario de Gran Canaria. Esta última semana, Le Normand pudo completar las sesiones preparatorias junto al resto de sus compañeros.
"Pensando en su salud, el club, los médicos, todos hemos estado pendientes. Después viene el futbolista, que se puso en forma y que está ya a disposición de poder empezar a competir. Transmite ilusión y entusiasmo y está muy contento y con muchas ganas de ayudar al equipo", respondió Diego Simeone en la rueda de prensa previa al choque copero.
"hay que ir recuperando sensaciones"
En el club, tras diagnosticarle un traumatismo craneoencefálico con hematoma subdural, que es una hemorragia entre las capas que protegen al cerebro, el pasado 1 de octubre, nunca han tenido prisa con el central,que afrontó la lesión con bastante incertidumbre. Ya con el alta médica, ahora dependía de cómo se sintiera él y "las sensaciones" que tuviera para presentarse a filas, de nuevo, a las órdenes de un Simeone. "El hematoma se cura bien, pero puede ser grave, y eso genera miedo y hay que ir recuperando sensaciones", apunta González.
Le Normand fue titular desde el minuto 1 con el Cholo y lo jugó casi todo hasta su percance con el mediocentro madridista. El único partido que no disputó fue el del empate en Vallecas, uno de los duelos más flojos del conjunto rojiblanco, porque el entrenador decidió darle descanso. Son 720 minutos en total esta temporada y está entre los 15 jugadores con más tiempo disputado pese a haberse perdido más de dos meses de competición. Desde el club insisten en que "perder a un jugador de su nivel siempre es complicado" pese a que los resultados hayan podido recuperarse.
Su lesión, además, coincidió con el peor momento del equipo esta temporada. El empate en Anoeta y las derrotas en el Villamarín ante el Betis y frente al Lille en Champions League, volvieron a sacar el puesto del Cholo a la palestra. Pero el equipo se rehizo y despegó tras arrancar una inesperada victoria en París para, ahora, no sólo encadenar goleadas, sino mantener la portería a cero. En las siete victorias consecutivas de los rojiblancos, Oblak sólo ha tenido que recoger dos balones de su red. "No hay equipo que salga campeón que reciba muchos goles en contra", valoró Simeone. No cabe duda, de que la vuelta de Le Normand al césped es la mejor noticia para el entrenador rojiblanco, pese a que en los últimos duelos haya encontrado en Lenglet y Giménez una pareja no sólo competitiva a nivel defensivo, también goleadora. Ambos llevan un tanto cada uno en lo que va de temporada. El del uruguayo, un cabezazo soberbio para dar la primera victoria de la temporada ante el Leipzig en casa.
Precisamente, unas de las últimas fotos del entrenamiento del Atlético de Madrid reflejan a un Le Normand despejando de cabeza como muestra de su completa recuperación. "El riesgo de volver a la competición no está en golpear de cabeza sino en los choques fortuitos por la propia intensidad del torneo", apostilla el jefe de neurología. Han sido dos meses en los que, por los estrictos protocolos del campeonato cuando hay un traumatismo craneoencefálico, el proceso de recuperación del defensa galo ha sido muy lento y muy progresivo.
Sesiones muy livianas "no invasivas" de gimnasio en solitario, sólo y sin ningún tipo de sonido para no influir en una posible recaída, algo que nunca ocurrió. "Se hace por mantener un entorno tranquilo, más que por los ruidos, ya que el estrés o los ejercicios con impacto son algunas de las las causas que puede empeorar el hematoma o provocar la rotura de otro vaso sanguíneo", cuenta González. Pruebas médicas (resonancias, tacs,...) constantes para monitorizar el proceso de reabsorción del hematoma y la cicatrización del cráneo. Hasta las primeras carreras en el césped, también en solitario, para intentar no perder la gran forma que venía exhibiendo desde su llegada este verano de la Real Sociedad por unos 35 millones de euros.
Vestuario sano
En el vestuario están encantados con su vuelta y especialmente sus amigos más cercanos, como son Antoine Griezmann, que no estará en Extremadura tras la extracción de una muela, Thomas Lemar y Clement Lenglet, los tres francoparlantes de la plantilla. Aunque este último sea competidor directo por la posición, hay muy buen rollo entre los compañeros y más con la vuelta de un futbolista que estuvo preocupado cuando escuchó el diagnóstico ya que, aunque como profesional estén acostumbrados a lidiar con diferentes lesiones, éstas suelen afectar más a su tren inferior.
Desde el club saben que los jugadores están acostumbrados a vivir con lesiones y que ellos tienen su proceso de recuperación propio, pero los traumatismos craneoencefálicos no son una dolencia habitual en el mundo del fútbol. Petr Cech también lo sufrió tras una jugada desafortunada con un futbolista del Reading en 2006. El guardameta checo tuvo que jugar con casco toda su carrera, pese a que le limitaba la audición, porque su lesión fue mucho más grave que la del galo ya que su cráneo sufrió un hundimiento.
Rafa Mir volvió a saltar a un campo de fútbol en Ejea de los Caballeros y logró liberar algunos de los demonios que arrastraba desde hace 94 días, cuando una denuncia por un presunto delito de abuso sexual le llevó dos noches al calabozo y meses a la grada. Lo hizo en el minuto 82, cuando el Valencia defendía un 1-2 que se antojaba corto por el empuje del Ejea, y la primera pelota que rozó acabó en el fondo de la portería. Con un complejo proceso judicial a la espalda, el delantero le devolvió a Rubén Baraja el gesto de perdón con un tanto y su vuelta sólo tuvo como respuesta algunos abucheos de la grada.
Necesita el Valencia goles porque parece incapaz de cerrar los partidos por cómodos que se le pongan. Con un sinfín de rotaciones, un lateral inventado, Fran Pérez, y Pepelu reconvertido en central, el Ejea se mantuvo en partido hasta el minuto 51 cuando el canterano Iker Córdoba cabeceó un córner a gol. Después Varela estrechó un remate en el larguero. El Ejea se volvió a estirar, pero se encontró con el segundo tanto, de Dani Gómez. Fue entonces cuando los aragoneses más daño hicieron ante los errores en la defensa del balón parado. De la primera ocasión se salvó, la segunda no la desaprovechó Gabri Palmás para poner el 1-2. Por eso Baraja no esperó más e indultó a Rafa Mir para que encontrara el tercer tanto en el 90 que cerraba la eliminatoria y le ponía en el bombo del sorteo.
No estará el Villarreal, que cayó en el minuto 87 ante el Pontevedra con un tanto de Dalli que expulsa al equipo de Marcelino de la Copa, una competición donde no logra avanzar. La fiesta se destacó en Pasarón por la sorpresa, que lograron esquivar el Rayo y el Betis. El Unionistas de Salamanca, un clásico en Copa, puso contra las cuerdas al equipo vallecano adelantándose en el Reina Sofía por 2-0 en apenas 20 minutos que igualaron ya en la segunda parte Trejo y Pedro Díaz. Cuando se olía a prórroga, apareció Embarba para poner el 2-3, aunque los salmantinos vieron cómo le anulaban un gol en la última jugada.
De la polémica se aprovechó también el Betis para salir vivo del duelo ante el Sant Andreu. Chimy Ávila abrió el marcador con un gol que neutralizó Sergi Serrano. El empate se rompió desde el punto de penalti. No marcó la pena máxima Vitor Roque, pero apareció Marc Bartra para recoger el rechace colándose descaradamente en el área antes del disparo de su compañero. Sin VAR, el gol tuvo validez y la eliminatoria la cerró Abde en el tiempo añadido.
Con resultados muy cortos pasaron de ronda el Huesca, que venció al Nàstic (0-1), el Eldense, que se deshizo del Cádiz (0-1) y el Almería, que se impuso a la Cultural Leonesa (1-2). También acabó el Racing con el Sporting (1-0). La sorpresa la dio el Deportivo, que cayó en el campo del Ourense (1-0).
Delantero por genética. Etienne Eto'o Pineda (Palma de Mallorca, 2002) creció con un balón pegado a sus pies. Ser el hijo de Samuel, ex jugador del Real Madrid, Barcelona, Inter, Mallorca, Espanyol y Leganés, marca del destino. El chaval se abre camino en el filial del Rayo Vallecano. En la última eliminatoria de la Copa del Rey, frente al Villamuriel, se estrenó con el primer equipo. En apenas un par de chispazos exhibió su calidad, sólo disputó 15 minutos y marcó un tanto. Este miércoles espera contar con una nueva oportunidad en el Unionistas-Rayo (19.00 horas, Movistar). Curiosamente, Samuel Eto'o también hizo su primer gol como profesional en un partido de Copa, disputado el 10 de septiembre de 1997, en Vallecas, entre el Rayo y el Leganés.
Etienne Eto'o también juega de delantero, pero es más alto (1.89). Comenzó en las categorías inferiores del Mallorca, luego pasó por Atlético Baleares, Oviedo, Poblense, Guimares y Unión Collado Villalba. Esta temporada ha jugado 13 partidos con el Rayo B y ha marcado ocho goles. Posee doble nacionalidad, pero se ha decantado por Camerún, con la sub-23 ha participado tres partidos y ha marcado un tanto.
El Rayo controla con celo las intervenciones públicas de Etienne y aplaza para más adelante las numerosas peticiones de entrevista. En febrero de 2021, en la Copa de África sub 20, el jugador dijo, en la web de la Confederación Africana de Fútbol, que aspira a emular a su progenitor: «Quiero aprender y seguir los pasos de mi padre. Intentaré ser mejor que él, aunque sé que será difícil. Quiero trabajar duro para tener éxito como él. Él siempre está ahí para apoyarme y darme consejos».
David Cobeño, secretario técnico de Rayo Vallecano, en conversación con EL MUNDO, destaca la madurez del delantero: «Es muy educado. Desde el primer día se ganó el cariño de los jugadores del primer equipo. Da la sensación de que no le pesa el apellido, él lo sabe llevar muy bien y está orgulloso de lo que representó su padre».
Rápido y con recursos técnicos
Etienne vive solo en Madrid. Su madre, que reside en Mallorca, le visita periódicamente. Con su padre (actual presidente de la Federación de fútbol de Camerún) mantiene buena relación, coincidió con él en la pretemporada del Rayo. «Etienne es una referencia en el área, rápido, con recursos técnicos. Se sacrifica en beneficio del equipo y es muy efectivo en la primera presión adelantada. Es un jugador moderno. Si tuviera que compararle con alguien sería con Morata, por su facilidad de moverse en varias posiciones y jugar al espacio. Es más dinámico que Joselu. El tiempo dirá si triunfa en algún equipo grande, pero tiene mimbres para ello», señala Cobeño.
Ínigo Pérez, que le hizo debutar el 29 de octubre, este miércoles podría otorgarle otra oportunidad. La Copa, como gran escaparate. Quien sí jugará seguro contra Unionistas será James Rodríguez, según ha confirmado el técnico.
El hijo de Samuel Eto'o tiene contrato con el Rayo hasta junio y en el pasado curso destacó como goleador del Unión Collado Villalba, de Tercera Federación. Su entrenador entonces, David Bohega, valora su polivalencia: «Es rápido, remata fenomenal de cabeza y va bien con ambas piernas. Es muy completo. En la pasada temporada, con el Collado Villalba, marcó 15 goles y fue el autor del tanto con el que derrotamos al Real Madrid y logramos la permanencia. Ese gol fue muy especial para él».
Estudios superiores
«Es un chaval que sabe estar en su sitio, nunca tiene un mal gesto, cursa estudios superiores y lleva bien eso de ser el hijo de una estrella del fútbol», añade Bohega, que ahora trabaja como técnico en el Rayo Majadonda.
Silvia Díaz, gestora del Unión Collado Villalba, destaca que una de las virtudes de Etienne es la competitividad: «Es muy exigente consigo mismo. A mí me tenía frita todos los días, me llamaba para que le abriera las puertas del campo para entrenarse fuera de hora, al margen del equipo. El pasado 13 de octubre vino a jugar aquí con el Rayo B, la gente de la grada le ovacionaba. Al final del partido ganamos nosotros por 2-1 y él se cogió un enfadado monumental. Es un chico muy respetuoso, tiene un feeling especial para contactar rápidamente con la gente».
94 días después, Rafa Mir volverá a estar en la convocatoria del Valencia, justo cuando el equipo atraviesa un momento muy delicado y la continuidad de Rubén Baraja en el banquillo está en cuestión. Será en Copa del Rey ante el Ejea, para atender a la vuelta «poco a poco» que planteó el entrenador. Mir, que llegó cedido por el Sevilla el pasado verano, fue sancionado por el club después de pasar dos noches en el calabozo por la denuncia de presunta agresión sexual que formularon dos jóvenes el pasado 1 de septiembre. El proceso, que sigue en fase de instrucción en los juzgados, vivió un nuevo capítulo esta semana con el testimonio de tres policías locales que respaldaron la versión del futbolista.
Mientras se decide su futuro judicial, a esas semanas fuera por sanción se sumó una lesión que alargó su baja, dejando al entrenador con menos recursos en ataque. Con el murciano recuperado, Baraja no puede mantenerlo más tiempo al margen. El Valencia es colista y tiene serios problemas en ataque que Rafa Mir debería contribuir a aliviar y, además, una plantilla muy corta que hace inviable no disponer de todos los recursos. Menos aún si el entrenador vive en el alambre.
Baraja no puede tropezar más. La victoria ante el Betis fue la segunda de la temporada y la derrota en Mallorca otro varapalo. Ejea, Rayo y Valladolid aparecen en el horizonte como citas clave para el vallisoletano, que empieza a reivindicar su trabajo ante las voces críticas.
«defender mi trabajo»
Lo hace su agente, Manuel García Quilón - «a veces entrena con siete jugadores de Segunda RFEF», dijo en Radio Marca- y él mismo. «No creo que haya dicho nada que pueda molestar a nadie. Hay que poner en antecedentes. Venimos a pecho descubierto con una situación difícil y salvamos el match ball, y la temporada pasada acabamos por encima de las expectativas y ahora cuando los resultado no van, lo que pretendo es defender mi trabajo», señaló.
El entrenador salió en defensa de sus jugadores, algunos cuestionados por su rendimiento o su actitud en duelos como ante el Parla o el Mallorca. «A mis jugadores no me los toquéis y menos poner en duda su compromiso e implicación. Por aquí no paso», sentenció el técnico.
Baraja amplió su contrato el pasado mes de junio por dos temporadas más, pero el club guarda silencio y no ha valorado en las últimas semanas su trabajo ni le ha mostrado su confianza en público. «El movimiento se muestra andando. Podemos quedarnos con lo último, pero hay un trabajo de muchas cosas, no solo de apostar por jugadores jóvenes, sino de conformar la identidad del equipo. El Valencia está haciendo una valoración positiva sobre mí, porque confío en mi trabajo y creo en la plantilla para cambiar los resultados. Yo siento esa energía», zanjó en una tensa rueda de prensa.
Lío entre la Federación y la Real Sociedad en la Copa del Rey. El club donostiarra ha presentado una demanda ante un juzgado de Madrid para pedir la suspensión cautelar del partido ante el Jove Español alicantino, que fue aplazado por la DANA y fijado para el próximo jueves, 21 de noviembre, a las 21:00 horas, en el José Rico Pérez, informa Efe
El club vasco ha tomado esta decisión después de que el Comité Nacional de Segunda Instancia de la Federación Española de Fútbol (RFEF) desestimara su recurso para cambiar la fecha de este encuentro.
La Real Sociedad solicitó este cambio para no jugar durante la semana de parón internacional, en el que no podrá contar con 14 jugadores, y a tres días del derbi vasco en San Mamés.
El club guipuzcoano ha anunciado este sábado que ha presentado una demanda ante un Juzgado de Primera Instancia de Madrid para impugnar la resolución del Comité Nacional de Segunda Instancia para las Competiciones Profesionales y no Profesionales de la RFEF.
En concreto, la Real ha solicitado la "medida cautelarísima de suspensión del encuentro", según informa el propio club en un comunicado oficial.
La Unió Esportiva Vic soñó durante 80 minutos con firmar toda una hazaña. Frente a un Atlético que no pasa precisamente por un buen momento de forma y juego, solo le faltó algo más de puntería en los metros finales para que la historia hubiera tenido un final muy diferente.[Narración y estadísticas (0-4)]
El conjunto catalán, que milita en lo que sería el equivalente al sexto nivel del fútbol español, tuvo en su portero, Agustín Mora, a su gran baluarte para instalar la incertidumbre por el desenlace casi hasta el final. Julián Álvarez, transformando un discutido penalti sobre Giuliano Simeone y culminando una acción al contraataque cuando el partido moría, se encargó de solventar la papeleta para los de Simeone. Un pase a segunda ronda que cubre del todo las carencias rojiblancas.
En un campo en el que no faltaron precisamente las esteladas, algo lógico en un feudo tan independentista como la ciudad de Vic, el conjunto local se las arregló para marcharse al descanso con el partido mucho más que vivo. Además contaron con el favor del árbitro, que pasó por alto una clamorosa mano de Nil Pradas ante Alexander Sorloth. No obstante, los rojiblancos se mostraron a lo largo del primer tiempo incapaces de batir la portería del inspiradísimo Mora.
El recital de Mora
Su intervención más brillante sería la que rubricó a un remate de Conor Gallagher tras saque de falta ensayado de Rodrigo Riquelme, justo al límite de los primeros 45 minutos. Más fácil, eso sí, lo tendría en el otro extremo del campo el meta colchonero, Juan Musso, para desbaratar las opciones de un Vic al que le faltó algo más de puntería. De haberla tenido, las cosas se les habrían puesto muy complicadas a los visitantes.
Y, por mucho que Diego Simeone se decidiera a dejar de reservar a varias de sus figuras clave para encarar la segunda parte, las cosas no cambiaron mucho. O, si lo hicieron, fue de hecho para que fuera el Vic el que se atreviera incluso a llevar algo más de peligro. De nuevo, eso sí, con mucha más voluntad que acierto en el área pequeña, donde se deciden realmente los partidos. Mientras, en su portería, Mora insistía en erigirse como el hombre del partido dando continuidad al recital de intervenciones que había firmado en la primera parte.
De ellas, la más lúcida sería la plástica estirada con la que envió por encima del travesaño un tan potente como lejano disparo de Nahuel Molina en los primeros compases del segundo periodo. Las cosas, además, se le complicarían un poco más a Simeone con las molestias de Thomas Lemar, uno de los revulsivos tras el descanso y que fue sustituido por Antoine Griezmann tras pasar solo 17 minutos sobre el césped.
Pero, justo cuando las cosas parecían ponérsele más cuesta arriba al Atlético, llegó la acción más determinante de la tarde. Giuliano Simeone cayó dentro del área, aparentemente cazado por Gil Bertrana. Cuadra Fernández no dudó: señaló penalti, muy discutido tanto por el Vic como su afición, y mandó a Alfons Senyé a los vestuarios tras mostrarle la que era su segunda amarilla por sus protestas. Sin VAR de por medio, Julián Álvarez no desaprovechó la oportunidad. A pocos segundos para que se cumpliera el tiempo reglamentario, él mismo se encargaría de ampliar culminando una acción a la contra para anotar el definitivo 0-2.
En 2008, el día después de que el Barça le metiera seis goles al Atlético en el Camp Nou, un niño se presentó en su colegio de Vic con la camiseta de su equipo. No era azulgrana y en su espalda no se leía Messi, Eto'o o Henry; era rojiblanca, en la espalda aparecía Agüero y se pueden imaginar las burlas. «Me daba igual, ganase o perdiese el Atlético yo me ponía la camiseta», explica Kevin Fernández, coordinador del Unió Esportiva Vic y seguramente el único colchonero de Vic, que este jueves disfrutará de un premio a toda una vida de pasión solitaria
En primera ronda de la Copa del Rey, el equipo de su pueblo, el Vic, de Liga Élite catalana, la sexta división española, contra el equipo de sus amores, el Atlético (19.00 horas, TDP). «Es el partido de mi vida, con una foto con el Cholo seré feliz para siempre», reconoce quien desvela una curiosidad: las entradas online para el partido se han vendido desde un ordenador con el escudo del Atlético.
«Soy socio no abonado desde hace siete años. De pequeño me gustaba mucho Fernando Torres y gracias a él empecé a seguir al Atleti, a coger este sentimiento. Después llegó un momento en el que no dormía si perdía el equipo, en cada cumpleaños me regalaban camisetas... Ahora voy al Wanda cuatro o cinco veces cada temporada», comenta Fernández que fue jugador del Vic, entrenador del Vic y ahora es su coordinador. Si debe decidir entre Atlético y Vic, mejor no responde.
«Muchos me preguntan a qué equipo animaré, pero es un partido para disfrutar, es el partido más importante de la historia del Vic», proclama el coordinador que asegura que todo funcionará. El campo, el Estadi Hipòlit Planàs, llenará hasta gradas supletorias para un aforo de más de 7.000 personas y el césped artificial está impecable, instalado hace sólo tres años. Se han vendido entradas por 35, 50 y 75 euros, muchas de las cuales a los propios jugadores.
El sueño de Diaby
«Cada jugador podía comprar 12, pero yo he conseguido 18. Pagando, eh. Y aún estoy pendiente de si consigo más para unos amigos que vienen de Francia», apunta Seidou Diaby, delantero del Vic, que repite una frase del coordinador, Fernández: «Es el partido de mi vida». «Sé que puede ser mi momento. Tengo 27 años, pero contra el Atlético me verá mucha gente, será una gran oportunidad», explica el goleador de familia senegalesa que todavía sueña. ¿Y si aún puede ser profesional? Criado en el club de su ciudad, el Mataró, desde niño quiso dedicarse a la pelota y todavía hoy se agarra a esa ambición.
«Cuando tenía 17 o 18 años ya grababa vídeos de mis jugadas y los enviaba a diferentes países. Me llamaron de Noruega y me fui allí, al Fram Larvik, un equipo de la tercera división de un pueblo llamado Torstrand. Me costó, la verdad. Era un fútbol muy físico y el clima era muy duro. La liga se paraba en las épocas de más nieve y en uno de esos parones me fui a Inglaterra. Un primo mío [Bambo Diaby] que juega en el Sheffield de la Championship, la segunda división inglesa, me consiguió varias pruebas y lo intenté. Luego estuve en el Gran Tarajal de Fuerteventura, en Francia...», relata Diaby.
Trabajador en una fábrica de material hospitalario en Mataró, aún sigue en el camino de ser futbolista, cueste lo que cueste. La temporada pasada, por ejemplo, no vivió un descenso, ni dos, vivió tres descensos y pese a ello no desiste, no desiste, no desisten. No pudo salvar ni al Granollers, con quien empezó el año, ni al Etoile Maritime francés, que le llamó en invierno, ni a su Mataró, pero igualmente ahí sigue. «Cuesta aceptarlo, te planteas cosas, pero hay que seguir», anima Diaby que celebra el actual momento de su Vic.
El técnico forestal, el biólogo...
Líder absoluto de la Liga Élite catalana frente a históricos como el Palamós, goleó al Sporting de Mahón para hacerse un hueco en la Copa del Rey. Con más de 100 años de historia -fue fundado en 1922-, su techo siempre ha sido la Tercera división, la actual Segunda RFEF, aunque guarda en sus libros otros partidos frente a grandes. En la Copa del Generalísimo del curso 1951-1952 se enfrentó al Barça, que también visitó la ciudad para un amistoso la inauguración del Estadi Hipòlit Planàs en 1986.
«Es el partido más importante de siempre del Vic. Estamos en una burbuja, en un sueño. Debería ganar de mucho el Atlético, pero me llevaré el gusto de defender a Sorloth, a Julián Álvarez, a Rodrigo de Paul, al que juegue», reconoce Gil Bertrana, central, segundo capitán y técnico forestal.
A 70 kilómetros al norte de Barcelona, Vic vive de su industria agroalimentaria, de la carne, de los embutidos, aunque pocos jugadores están relacionados. Algunos han estudiado Administración y Dirección de Empresas (ADE) e incluso otro defensa, Joan Castanyer es biólogo con un máster en genética y luce en su palmarés un bronce en la Olimpiada Española de Biología.
«También hay quien trabaja en un almacén. Somos un grupo normal de jóvenes que jugamos juntos a fútbol. Llegar a las diez de la noche a casa después de los entrenamientos es un esfuerzo, pero ante el Atlético vamos a disfrutar de la recompensa», finaliza Bertrana, antes de jugar el partido de sus vidas.